Que Significa La Muerte para La Cultura Egipcia
Que Significa La Muerte para La Cultura Egipcia
Que Significa La Muerte para La Cultura Egipcia
• Los antiguos egipcios creían en la inmortalidad. La vida después de la muerte se veneraba envuelta
en un halo de misterio, respeto y misticismo, pero el paso de este mundo a la vida inmortal requería
un riguroso protocolo tanto desde el punto de vista ritual, como desde los procedimientos técnicos
que se seguían.
• En el Antiguo Egipto no se creía que el cuerpo físico, resucitase y abandonase su tumba; pero sí
estaban convencidos de que jugaba un papel fundamental en el tránsito hacia la vida eterna, ya que
era el soporte físico imprescindible para que al reunir en él otros componentes, se alcanzase
un cuerpo espiritual inmortal, capaz de vivir entre los dioses.
La palabra momia se deriva de la palabra árabe mummiya que significa betún (brea).• “Momia” es un cuerpo
humano o animal que ha sido preservado con betún, especias, pegamento (goma natural), resina y/o natrón.
RITO FUNERARIO.
Los talleres de embalsamamiento se localizaban cerca de las orillas del Río Nilo, una fuente cercana de agua
para lavar el muerto y poder deshacerse de los desperdicios del cuerpo.
• La momificación se llevaba a cabo por un equipo. Cada miembro tenía una función específica. Por
ejemplo, el Escriba marcaba la línea en el lado del cuerpo, el Cortador hacia un tajo en la línea y el
Preservador se encargaba de los órganos.
En el taller del embalsamador, el cuerpo era lavado con agua del Río Nilo. El abdomen se enjuagaba con
vino de palmas, el cuerpo era cubierto totalmente con un tipo de sal llamada natrón,Después, la momia se
frotaba con resinas aromáticas (mirra e incienso ), aceites ( aceite de pino) y especias (casia ). Incienso Mirra
Casia
Primero se envolvía la cabeza. Después, cada dedo de las manos y de los pies por separado. Entonces
procedían con las extremidades, y luego todo el cuerpo.
EL SARCÓFAGO
• Aunque la mayoría de los sarcófagos eran de madera también se hacían en metales preciosos (oro o plata)
y piedra. Sarcófago de oro de Tutankamón
• Los faraones y algunos nobles se enterraban en tumbas más elaboradas , mientras que las personas
comunes eran enterradas en tumbas subterráneas comunales, llamadas necrópolis (ciudad de los muertos).
• Uno de los primeros tipos de tumba era la mastaba . Mastaba,Túneles y cámaras subterráneos.Pirámide
escalonada de Zóser Pirámides de Giza
• Luego, los egipcios prefirieron unos pasadizos subterráneos con varias galerías, llamados hipogeos. Los
hipogeos usualmente estaban decorados con frescos (pinturas sobre yeso en la pared) que trataban de la vida
del difunto y de las creencias egipcias en la vida después de la muerte.
• Cuando la momia finalmente se colocaba en la tumba, se le hacia un rito llamado “La Apertura de la
Boca”.
• El propósito de este rito era habilitar a la momia para que pudiese oler, comer, ver y moverse.
• Luego del rito, los vivos abandonaban la tumba para que el alma del difunto saliera del cuerpo a su viaje
hacia la eternidad. El ka o el alma del muerto.
A continuación se extraían diversos órganos siguiendo diferentes procedimientos. Sin duda, los egipcios
habrían deseado momificar el cuerpo intacto para mantener la unidad del mismo, pero su deseo chocaba con
una dificultad técnica que tenían que resolver: Las vísceras de la cavidad abdominal, los pulmones o el
cerebro eran masas demasiado voluminosas y con una proporción de agua elevada como para conseguir una
deshidratación lo suficientemente rápida. Así pues, en las técnicas más elaboradas se procedía a extraer
todos estos órganos.
El cerebro era el que recibía un trato menos “delicado” para ser extraído. Quizá esto pueda sorprenderte
teniendo en cuenta la importancia de este órgano, pero los antiguos egipcios desconocían el verdadero papel
del cerebro. Para ellos, los pensamientos y las emociones eran responsabilidad del corazón y, aunque sabían
de la participación del cerebro en algunos detalles del comportamiento, no le daban demasiada importancia
en lo que respecta al espíritu del ser humano. Así pues, los sacerdotes responsables de la momificación
introducían una especie de gancho alargado y metálico a través de las fosas nasales y rompían el fino y
poroso tabique óseo del etmoides, hueso que sepera la cavidad nasal de la cavidad craneal.
Luego, extraían el tejido cerebral que ya había comenzado a experimentar autolisis a través del agujero que
habían abierto con ayuda del gancho. Si con esto no era suficiente, podían introducir algunos aceites
esenciales, como el de cedro, que ayudaban a completar el proceso de limpieza, sin que se notase ningún
desperfecto desde fuera. A continuación se desechaba el fluido y se rellenaba o al menos se taponaba de
cavidad craneal con resina.
Por el contrario, con los intestinos, hígado, estómago y pulmones se seguía un proceso más elaborado. No
debían dejarse en el cuerpo, porque habrían dificultado mucho la desecación, pero tampoco debían
desecharse sin más, porque habrían privado al cuerpo de órganos importantes. Así pues, se realizaban
cuidadosos cortes en el abdomen y en la zona del diafragma y se extraían los cuatro órganos nombrados. Se
embalsamaba cada uno mediante un procedimiento similar al que se usaba para el resto del cuerpo y, a
continuación, se introducía cada uno por separado en un recipiente especial que recibe el nombre de vaso
canopo o canope. Como te habrás imaginado, existían cuatro vasos canopos diferentes que se diferenciaban
especialmente en su tapadera (con forma de cabeza humana para el hígado, con forma de cabeza de babuino
para los pulmones, con forma de cabeza de halcón para los intestinos y de chacal para el estómago).
VASOS CANOPOS pertenecientes a una mujer egipcia llamada Neskhons. Se exhiben en el Museo
Británico.
El corazón se dejaba en el cuerpo, primero porque su pequeño tamaño y su naturaleza muscular no suponían
un grave problema para la momificación; segundo porque se consideraba el soporte físico del ib, es decir, el
componente del cuerpo espiritual responsable de pensamientos y emociones. El corazón debía “ser pesado”
tras la muerte para valorar los méritos de la persona durante su vida como forma de juicio global para
valorar el destino que le correspondía, así que era importante dejarlo en su lugar.
Luego, el dios Osiris le quitaba el corazón y lo pesaba comparado con una pluma. Si pesaba más significaba
que había sido una mala persona, y no podría entrar en “La nueva vida”, y si pesaba menos que la pluma
significaba que había sido una buena persona y sí le dejarían entrar en “La nueva vida”.