Sindromes Ginecologicos
Sindromes Ginecologicos
Sindromes Ginecologicos
movilización (4).
• Síndrome tumoral abdominal: Se plantea por el aumento
de tamaño de un órgano o parte de este que se detecta a
través de la palpación del abdomen o el tacto vaginal.
• Síndrome tumoral vulvo - vaginal: Se plantea por el
aumento de tamaño de una estructura ginecológica
localizada a nivel de la vulva o vagina.
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CONSIDERACIONES SOBRE LOS SÍNDROMES
GINECOLÓGICOS:
3
ocurre en el embarazo ectópico, al absceso tubo-ovárico o
pequeños quistes ováricos o miomas preferimos
englobarlos dentro del síndrome ginecológico tumoral,
para especificar que el aumento de tamaño es de un órgano
ginecológico y este no va más allá de los límites pelvianos. La
fiebre presente en muchos de estos casos forma parte del
síndrome inflamatorio pélvico y no una entidad independiente
4. En el libro de Síndromes del profesor Raimundo Llanio
esta entidad recibe el nombre de síndrome de congestión
pelviana o síndrome de Taylor, haciendo referencia al dolor
pélvico crónico o recurrente que se asocia a dispareunia y
dolor a la palpación y/o movilización del útero y sus anejos,
cuadro que se agudiza durante el periodo menstrual (no
confundir con el síndrome pre-menstrual, en el cual los síntomas
y signos congestivos adquieren un carácter cíclico y sólo se
limitan a unos días previos a la menstruación).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LOS PRINCIPALES SÍNDROMES
GINECOLÓGICOS
4
• Climaterio y Menopausia: Se plantea en toda paciente, por lo
general a partir de la 4ta o 5ta década de la vida, en la que
aparece ausencia de la menstruación, acompañada
frecuentemente de trastornos del ciclo menstrual que
preceden la ausencia total y acompañado de síntomas
neurovegetativos.
• Uso de anticonceptivos hormonales: Se recoge el antecedente
de la ingestión de tabletas anticonceptivas o la
administración de parches o vacunas a base de
progestágenos.
• Hiperprolactinemia: Se plantea en toda paciente con
ausencia de la menstruación y galactorrea, acompañado o
no de síntomas neurovegetativos. Es común la cefalea y los
síntomas visuales si aparece a consecuencia de un
prolactinoma.
• Tumor de ovario: Se plantea en pacientes con ausencia de la
menstruación que se acompaña de antecedentes de dolor
pélvico y anejo palpable o donde se diagnóstica alguna
tumoración ovárica en estudios imagenólogicos.
- SÍNDROME DOLOROSO ABDOMINAL:
• Mioma uterino: Se plantea en pacientes con
antecedentes de trastornos menstruales (por lo general por
exceso), asociado o no a dolor pélvico. Por su tamaño a
veces es palpable a través de la pared abdominal, un
útero con aumento de su tamaño y consistencia; otras
veces, estas modificaciones se detectan al tacto vaginal.
En los miomas submucosos lo más frecuente es la
metrorragia, mientras que en los miomas intramurales
5
es frecuente la hiperpolimenorrea (ver síndrome
inflamatorio pélvico crónico).
• Quiste de ovario gigante: En ocasiones las dimensiones del
quiste sobrepasan los límites de la pelvis verdadera y,
más que una masa pélvica, se comportan con una masa
tumoral abdominal, produciendo dolor a ese nivel.
• Enfermedad pélvica inflamatoria: Se describe con más
detalles en el síndrome inflamatorio pélvico.
• Embarazo ectópico: En ocasiones es el dolor el único síntoma
presente, siendo aún más difícil el diagnóstico. (ver en
Obstetricia, síndrome gestorrágico de la primera mitad)
6
general, se acompaña de leucorrea y dispareunia, así como
una marcha característica con las piernas entreabiertas.
• Colpitis: Acompañando a la secreción que se presenta como
síntoma cardinal, en varios procesos inflamatorios
infecciosos a este nivel llega a producirse un verdadero
dolor local.
• Cáncer de vulva y/o vagina: Se detalla en el síndrome tumoral
vulvo-vaginal.
• Traumatismos locales: Se plantea en pacientes
con antecedente de traumatismos genitales, incluyendo
los traumas del coito.
- SÍNDROME DE FLUJO VAGINAL:
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precisar una etiología específica. El diagnóstico definitivo es por
cultivo de las secreciones (exudado).
-SÍNDROME GINECOLÓGICO HERNIARIO:
8
el interior de la vagina y le limita sus relaciones sexuales, las
cuales se hacen dolorosas. Con frecuencia hay tenesmo
rectal. Al examen de la vulva o con espéculo se observa que
la pared posterior de la vagina protuye hacia el interior de la
cavidad vaginal, lo que se hace más manifiesto al pujar.
• Rectocistocele: Es la combinación del rectocele y el
cistocele, por lo que los síntomas son mixtos.
- SÍNDROME GINECOLÓGICO TUMORAL:
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• Embarazo ectópico: Se describe en el síndrome
gestorrágico de la primera mitad (ver síndromes obstétricos).
11
de las fosas ilíacas, acompañada de taquicardia, fiebre
y toma del estado general; las relaciones sexuales son muy
dolorosas o imposibles de realizar. Al tacto vaginal se
palpa trompas algo inflamadas pudiendo llegar a ser
tumorales (piosalpinx) y muy dolorosas al tacto. Leucorrea
frecuente.
• Endometritis aguda: Se plantea en pacientes con dolor en
hemiabdomen inferior, por lo general más intenso en
hipogastrio, acompañado de fiebre alta mantenida con
escalofríos, dispareunia, taquicardia, toma del estado
general. El tacto vaginal es muy doloroso a la
movilización del útero, el cual pudiera estar aumentado de
tamaño si se recoge el antecedente de aborto reciente
(espontáneo o provocado); la vagina se muestra caliente y es
frecuente la leucorrea fétida.
• Absceso tuboovárico: Se plantea en pacientes con
cuadro doloroso de instalación sub-agudo y
empeoramiento en los últimos días, el dolor aunque
compromete todo el hemiabdomen inferior es más intenso en
una de las fosas ilíacas, hay fiebre alta mantenida y leucorrea
fétida, la taquicardia por lo general está presente. Al tacto
vaginal se constata un anejo tumoral, muy doloroso.
• Quiste de ovario torcido: Se plantea en pacientes con
diagnóstico previo de quiste de ovario en las cuales se
presenta una exacerbación brusca del dolor previo o la
instauración paroxística de un dolor intenso, por lo general
después de un esfuerzo físico o trauma. Es posible que
la paciente no sepa que es portadora del quiste por lo que
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la palpación por tacto vaginal (o del abdomen, según el
tamaño) evidencia un anejo tumoral muy doloroso, en
ausencia de síntomas de toxi-infección.
• Embarazo ectópico: Muchas veces estas pacientes acuden a
consulta por dolor pélvico agudo y no por retraso
menstrual o sangramiento. Aun así, el antecedente de
trastornos menstruales o enfermedad inflamatoria pélvica
(EPI) en una paciente con este dolor orienta al diagnóstico, si
al tacto vaginal se palpa una trompa que impresiona
tumoral (ver en Obstetricia, síndrome gestorrágico de la
primera mitad).
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variable que interesa el hemiabdomen inferior, pudiendo
ser más intenso en una de las fosas ilíacas o
hipogastrio, el tacto vaginal es doloroso, al igual que
las relaciones sexuales. La duración e intensidad del
dolor guarda relación con la actividad física. Hay antecedentes
de cuadros repetidos de inflamación pélvica aguda.
• Mioma uterino: Se plantea en pacientes adultas (diagnóstico
dudoso antes de los 30 años), asociado o no a trastornos
del ciclo menstrual. El examen del abdomen permite
palpar tumoración en bajo vientre que puede
extenderse hasta mesogastrio o epigastrio, en dependencia
del tamaño. Al tacto vaginal se palpa un útero aumentado de
tamaño y consistencia.
• Endometriosis: Se plantea en pacientes con dolor
recurrente, cíclico, que coincide con el periodo
menstrual y que se asocia con frecuencia a
sangramientos cíclicos por orificios (naturales o no),
coincidiendo con la menstruación. Con frecuencia se
recoge el antecedente de cesáreas y otras operaciones
uterinas, así como estenosis del canal cervical.
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• Litiasis reno-ureteral: Se aborda en el síndrome
urinario infeccioso (ver síndromes obstétricos).
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• Piosalpinx: Se plantea en pacientes con dolor abdominal de
moderada intensidad aunque puede llegar a un abdomen
agudo. Se recoge el antecedente de cuadro inflamatorio
pélvico. Hay taquicardia y puede haber fiebre y leucorrea
abundante y fétida. Al tacto vaginal se palpa un anejo tumoral
muy doloroso y de aspecto empastado (ver síndrome
inflamatorio pélvico agudo).
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compresivos que derivan del crecimiento tumoral metastático
se suman los de la localización primaria. Uno de los tumores
frecuentes a este nivel es el tumor de Krukenberg
(ovario) en el cual se encuentra ascitis.
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pudendos, que evoluciona de forma crónica, asociada o no
a dolor local y dispareunia. Se recoge el antecedente de un o
más cuadros inflamatorios agudos previos.(bartolinitis)
• Quistes de Gartner: Se plantea por la presencia de una o
varias tumoraciones a nivel de la pared anterolateral de la
vagina, de tamaño variable aunque por lo general son
pequeños y que no se deprimen a la palpación.
• Cáncer de vulva o vagina: Se plantea por la presencia de
lesiones exofísticas, con cambios o no de coloración, de
superficie irregular y aspecto arborescente, que sangran con
relativa facilidad y crecimiento acelerado.
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PRINCIPALES SÍNDROMES OBSTÉTRICOS
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gestantes que persisten durante mucho tiempo con anemia sin
presentar un cuadro clínico muy florido.
• Anemia hemolítica por déficit de glucosa 6 fosfato
deshidrogenasa: Se recoge el antecedente previo de ingestión
de medicamentos como las drogas antipalúdicas o someterse
a un stress físico o psíquico que desencadena la crisis. El
cuadro se acompaña de íctero.
• Anemia perniciosa: Se plantea en gestantes con diagnóstico
previo de síndrome de malabsorción intestinal o afecciones
gástricas y donde al cuadro anémico se adicionan
manifestaciones neurológicas periféricas que
mejoran con la administración de cianocobalamina
(vitamina B12)
• Anemia por pérdida aguda de sangre: En este caso además
del cuadro clínico se recoge el antecedente de la pérdida de
sangre. regresar-
Diagnóstico Diferencial:
¾ CON SIGNO DE MÁS:
• Error de cuenta: Se aprecia sobretodo en adolescentes o
mujeres con ciclos no eumenorreicos, en las cuales la
fecha de la última menstruación es imprecisa. Una
20
rectificación de la edad gestacional permite establecer una
edad gestacional superior a la referida por la paciente y por
ende, en correspondencia con la altura uterina encontrada.
• Polihidramnios: Se plantea en gestantes con altura uterina de
4 cm o más por encima de lo esperado para su edad
gestacional. El foco fetal puede ser de difícil auscultación y en
ocasiones se recoge el antecedente de malformaciones
fetales diagnosticadas en la gestación actual, sobretodo del
sistema renal, digestivo o nervioso.
• Embarazo múltiple: Se plantea en gestantes con
crecimiento exagerado del abdomen, fundamentalmente
desde el 2do trimestre. Al examen físico se constatan
los polos de ambos fetos (o más), incluidos los focos fetales
(en el 3er trimestre).
• Macrosomía fetal: Se plantea en gestantes con
mensuraciones abdominales anormalmente mayores a las
esperadas para su edad gestacional, con un volumen de
líquido amniótico normal y feto único. Frecuente en
gestantes diabéticas, constitucionalmente grandes o con
antecedente de macrosomía fetal en embarazos anteriores.
• Neoplasia trofoblástica gestacional: Se plantea en gestantes
con gestorragia de la primera mitad del embarazo, vómitos e
hipertensión arterial
¾ CON SIGNO DE MENOS:
• Error de cuenta: Se aprecia sobretodo en adolescentes o
mujeres con ciclos no eumenorreicos, en las cuales la
fecha de la última menstruación es imprecisa. Una
rectificación de la edad gestacional permite establecer una
21
edad gestacional inferior a la referida por la paciente y por
ende, en correspondencia con la altura uterina encontrada.
• Restricción del crecimiento intrauterino (CIUR): Se plantea en
gestantes donde las mensuraciones fetales están por debajo
de la 2da desviación estándar para su edad gestacional.
Asociado a múltiples factores de riesgo, en dependencia del
momento en que se instaura.
• Muerte fetal: Se plantea en gestantes con detención
del crecimiento del abdomen, desaparición de los síntomas
subjetivos de embarazo, no se constatan movimientos fetales
y la altura uterina es inferior a la esperada para su edad
gestacional.
• Posiciones viciosas: Se plantea en gestantes con feto en
posición transversa u oblicua. regresar
22
progresión del embarazo, que incluye la no detección de los
movimientos fetales.
Diagnóstico Diferencial:
23
Diagnóstico Diferencial:
¾ EN LA PÉRDIDA DE LÍQUIDO CLARO:
• Rotura prematura de las membranas ovulares (RPM): Se
plantea en gestantes con pérdida brusca de un líquido que
según refieren le “mojó” la ropa interior y/o de cama, o le
corrió por las piernas, lo que expresa su cantidad
considerable. Su coloración normal es clara, aunque en
algunas situaciones pudiera ser lactescente o carmelita-
verduzco (meconio). Su olor normal recuerda el olor a
semen. Su aparición está relacionada frecuentemente con
dolor en hipogastrio y/o contracciones uterinas pero no es
excluyente en una paciente asintomática. El examen con
espéculo deja ver la presencia del líquido en vagina que
aumenta su salida por el OCE con la compresión gentil del
fondo uterino.
• Leucorrea: A veces la leucorrea puede ser tan abundante que
tiende a confundir con una rotura prematura de las
membranas. Su coloración y viscosidad a veces permite
diferenciar la leucorrea del líquido amniótico, así como su
olor y el examen con espéculo permite observar otras
alteraciones locales propias del proceso infeccioso.
• Incontinencia urinaria: En este caso la paciente refiere el
antecedente de dificultad para retener la micción, la salida
de líquido no es constante sino intermitente. El color y
olor de la orina permite diferenciar la orina de otros
líquidos y fluidos corporales.
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¾ EN LA PÉRDIDA DE LÍQUIDO TEÑIDO:
• Meconio: Se plantea en gestantes con pérdida de líquido
de color verde- parduzco, acompañado o no de signos de
sufrimiento fetal.
• Neoplasia trofoblástica gestacional: Se plantea en gestantes
con cuadro clínico compatible con esta entidad (ver
síndrome gestorrágico de la segunda mitad) y
presencia de un líquido amniótico serohemático
(hidrohematorrea).
• Óbito fetal: Se plantea en gestantes con desaparición de
síntomas subjetivos de embarazo, detención del crecimiento
del útero y presencia de un líquido de color vinoso.
• Tapón mucoso: En ocasiones la pérdida de líquido no es tan
manifiesta o aún cuando lo sea, se produce en gestantes en
fase prodrómica, por lo que el líquido se mezcla con el tapón
mucoso cervical, siendo la presencia de contracciones y las
modificaciones cervicales lo que más orienta en el
diagnóstico. regresar
25
mioma uterino y la placenta previa oclusiva, sobretodo en esta
última cuando a veces el diagnóstico se hace por ultrasonido sin la
presencia de sangramiento.
Diagnóstico Diferencial:
• Distocia cicatrizal cervical: Se plantea en gestantes en las que
no se alcanza una dilatación cervical adecuada a pesar de
una dinámica uterina normal y donde se recoge el
antecedente de conización, amputación, cerclaje u otra
intervención sobre el cuello uterino
• Conglutinación del cuello: Se plantea en gestantes con
borramiento total del cuello y dinámica uterina normal, en las
cuales no se alcanza dilatación cervical por adherencias de
las membranas ovulares a los bordes del orificio cervical
interno (OCI)
• Inmadurez cervical: Se plantea en gestantes nulíparas,
sobretodo las añosas, en las cuales no se alcanza una
dilatación adecuada a pesar de una dinámica uterina
normal. Se incluyen dentro de este grupo además las
gestantes con trabajo de parto pre-término.
• Distocia cervical indirecta: Se plantea en gestantes con
cuello muy anterior o muy posterior (mala rotación) y donde
a pesar de una dinámica uterina normal, no se alcanza
dilatación adecuada por presión deficiente de la
presentación y las bolsas de las aguas sobre el canal
cervical.
• Distocia por anillo de constricción: Se describe en el síndrome
distócico del motor del parto por disdinamia debida a
propagación parcial del triple gradiente descendente.
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• Anomalías congénitas del útero, vulva o vagina: Se plantea
con gestantes con defectos anatómicos a este nivel que
dificultan el paso del feto a través de ella, por ejemplo, el útero
doble o tabicado, la hipoplasia vulvar o vaginal y la vagina
doble o tabicada.
• Tumores previos de vulva y vagina: Se plantea en gestantes
con tumores de los conductos de Wolff, grandes quistes de
Bartolino, así como sinequias vaginales (colpocleisis) o
procesos cicatrizales perineales por desgarros en partos
anteriores, que impiden la progresión del descenso de la
presentación.
• Retroversoflexión extrema del útero: Se plantea en gestantes
con diagnóstico de esta malposición uterina y donde no se
alcanza una adecuada dilatación a pesar de una dinámica
uterina normal.
• Placenta previa oclusiva: Se plantea en gestantes con
sangramiento de la segunda mitad del embarazo, con
características propias de esta patología (ver síndrome
gestorrágico de la segunda mitad) o con diagnóstico
imagenológico de placenta previa oclusiva, en los cuales la
inserción placentaria se presenta como un obstáculo para el
libre paso del feto a través del canal.
• Mioma uterino en el embarazo: Se plantea en gestantes
con diagnóstico de mioma uterino o con antecedentes
de metrorragia o hiperpolimenorrea y aumento de tamaño
del útero que no corresponde con la edad gestacional (puede
llegar al signo de más) y donde el tumor uterino se presenta
como un obstáculo para el paso del feto a través del canal.
27
• Defectos anatómicos de la pelvis ósea: Se plantea en
gestantes con pelvis pequeña desde el punto de vista
anatómico, ya sea por el tipo constitucional de la madre (baja
talla, delgadez, adolescencia) o por la configuración de la
pelvis, incluyéndose además aquellas donde se recoge el
antecedente de trauma u otra causa que motive una alteración
de la forma del canal óseo del parto. regresar
28
• Baja respuesta a la oxitocina: Se refiere a gestantes en las
que a pesar de una infusión de oxitocina a dosis
terapéutica, no se alcanza una dinámica uterina efectiva.
• Madre añosa primípara: Se planteará en gestantes de
más de 30 años en las que no se recoja el antecedente de
un trabajo de parto anterior.
• Anomalías congénitas del útero: Se planteará en
gestantes con diagnóstico previo de hipoplasia uterina, útero
doble, tabicado, bicorne u otra anomalía que pueda afectar la
contractilidad del miometrio o en las cuales se detecten
alteraciones que hagan plantear tales diagnósticos.
• Fatiga uterina: Se plantea en gestantes con trabajo de parto
prolongado en las cuales, después de haber alcanzado una
actividad uterina normal, no se logra obtener una
dinámica uterina efectiva, casi siempre acompañado
de desproporción feto-pélvica u otro obstáculo mecánico.
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respuesta un aumento en la intensidad y/o duración de
las contracciones.
• Hiperdinamia primitiva: Se plantea en gestantes con
aumento de la intensidad y/o duración de las
contracciones en las cuales no se encuentran causas
orgánicas de hiperdinamia.
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• Disdinamia por propagación parcial: Se plantea en
gestantes con hipertonía uterina mantenida o de
escasa relajación (puede llevar a la tetania) que
clínicamente se manifiesta por contractura irregular del útero
y la presencia de una porción contraída del útero entre la
presentación fetal y el cuello uterino, el anillo de constricción.
regresar
Diagnóstico Diferencial:
• Macrosomía fetal: Se plantea en gestantes donde las
dimensiones fetales, clínicas o imagenológicas, señalan la
posibilidad de un macrofeto, pudiendo ser causa de distocia
de hombros.
• Malformaciones fetales: Se plantea en gestantes con
el diagnóstico de hidrocefalia fetal en el embarazo actual y
donde las dimensiones exageradas de la cabeza fetal
impiden su tránsito por el canal del parto. Aunque es la
hidrocefalia la causa más frecuente de distocia en este
grupo se incluyen además múltiples anomalías que
alteran la configuración y dimensiones del ovoide fetal y
31
por tanto su tránsito por el canal, como el estruma
tiroideo, el onfalocele gigante, el meningocele y
otras alteraciones esplácnicas abdominales. También
debe considerarse la anencefalia, en la que la ausencia de la
calota fetal y la pobre o nula secreción de oxitocina
endógena provoca una alteración de la contractilidad uterina
y una distocia de hombros.
• Presentación podálica y situaciones viciosas: A pesar de
que una parte de estos embarazos pueden dar al término
por parto transpelviano, la mayor parte de ellos provocan
una disfunción del parto por no poder cumplir los
mecanismos del parto. De forma general las situaciones
transversa u oblicua siempre cursan con distocia.
• Gestaciones múltiples: Se plantea en gestantes con
diagnóstico de más de un feto en el embarazo actual y
donde la situación y presentación fetales impiden un parto
transpelviano eutócico, incluyendo el grupo de los
siameses (en cualquiera de sus formas). regresar
32
• Hepatitis aguda: Se plantea en gestantes con cuadro de dolor
en hemiabdomen superior, frecuentemente en hipocondrio
derecho, que se acompaña de vómitos, astenia, anorexia y
trastornos en la coloración de la orina y las heces fecales. Al
examen físico la piel y mucosas puede tomar un tinte ictérico o
sub-ictérico y le hígado impresionar aumentado de tamaño.
• Emesis gravídica: Se plantea por la presencia de vómitos
en el embarazo, propios de la evolución de este y sin
otro síntoma acompañante que los del periodo gravídico
como náuseas, sialorrea y aversión por los alimentos.
• Hiperémesis gravídica: Se plantea cuando la presencia
de los vómitos relacionados con el embarazo excede en
ocho el número de vómitos al día, acompañándose de
deterioro del estado general de la paciente.
• Neoplasia trofoblástica gestacional: El vómito constituye
uno de sus síntomas cardinales, además del
sangramiento genital, el dolor en bajo vientre, la
hipertensión arterial y la expulsión de vesículas junto con
el material ovular. regresar
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- SÍNDROME GESTORRÁGICO DE LA PRIMERA MITAD DEL
EMBARAZO: Se plantea en todas aquellas pacientes con signos
clínicos de embarazo como aumento del tamaño del útero y
reblandecimiento del cuello uterino asociado a un
sangramiento a través del orificio cervical externo que
proviene del interior de la cavidad uterina, pero donde no
puede precisarse ni foco ni polos fetales debido al pequeño
tamaño del feto. Con frecuencia estos cuadros clínicos no son tan
floridos o evidentes y la paciente sólo aqueja dolor abdominal o
pélvico – con o sin diagnóstico previo de embarazo – por lo que en
estas situaciones nosotros preferimos resumirlos en síndrome
doloroso abdominal o síndrome doloroso pélvico. En el
libro de Síndromes del profesor Raimundo Llanio el aborto, el
embarazo ectópico y el embarazo molar se incluyen
como síndromes independientes, con las denominaciones
de síndrome abortivo, síndrome de embarazo ectópico y síndrome
de la mola hidatiforme, respectivamente. En el caso específico
del aborto incompleto Llanio prefiere sustituir el término
síndrome abortivo por síndrome hemorrágico funcional post-
abortivo.
Diagnóstico Diferencial:
• Amenaza de aborto: Se plantea en gestantes con menos
de 20 semanas (algunos autores consideran 22 semanas, o
ante su desconocimiento, un peso fetal <500 g que presenta
sangramiento genital escaso, rojo rutilante u oscuro en forma
de manchas, acompañado de dolor en hipogastrio de
34
intensidad variable, pero donde no se demuestran
modificaciones cervicales (del orificio cervical interno, OCI).
• Aborto inminente o en curso: Se plantea en aquellas
gestantes con características similares a la descrita en la
amenaza de aborto, aunque aquí el dolor y el
sangramiento suelen ser más marcados, pero donde
si hay modificaciones cervicales aunque no se observa salida
de material ovular.
• Aborto consumado incompleto: Se plantea en gestantes la
primera mitad del embarazo (o peso fetal <500 g)
donde se observa dolor hipogástrico y sangramiento,
así como salida de material ovular (feto, placenta,
membranas ovulares). Al examen con espéculo se aprecia
un cuello entreabierto y cantidad variable del material
ovular en cuello o vagina; por lo general se aprecia
sangramiento activo. Al tacto vaginal se palpa un útero
aumentado de tamaño pero que es inferior al esperado para
su edad gestacional. Es más frecuente en abortos de 8-10
semanas o más.
• Aborto consumado completo: Se observa con mayor
frecuencia en abortos de 8 semanas de gestación o menos.
La paciente refiere dolor en hipogastrio y sangramiento
genital, por lo general que ha disminuido después de
expulsar “algo”, “coágulos”…; al examen con espéculo se
observa un cuello cerrado o casi cerrado, el sangramiento no
es abundante y al tacto vaginal se palpa un útero muy
disminuido o casi de tamaño normal.
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• Aborto diferido: Se plantea en gestantes de la primera mitad
del embarazo que presentan, por lo general, ligero dolor o
molestias en hipogastrio y sangramiento escaso en forma de
manchas oscuras. Al tacto vaginal se palpa un útero que,
aunque aumentado, no corresponde con su edad
gestacional. Se recoge el antecedente de desaparecer los
síntomas subjetivos de embarazo, la detención en el
crecimiento del abdomen o el cese de los movimientos fetales.
A veces, se presenta de forma asintomático, siendo un
diagnóstico ultrasonográfico.
• Aborto séptico: Forma de aborto complicado poco
frecuente en nuestro medio que se caracteriza por un
cuadro similar al aborto incompleto, al que se le suman con el
decursar de los días de un cuadro toxi-infeccioso de fiebre alta
mantenida, taquicardia, taquisfigmia, deterioro del estado
general, el sangramiento genital se convierte en una secreción
oscura fétida, evolucionando hacia la septicemia y el shock
séptico.
• Aborto complicado por sangramiento: Forma de aborto
incompleto en el que la expulsión parcial del material
ovular provoca un sangramiento de mayor magnitud,
por lo que al cuadro clínico descrito se le suman
manifestaciones de hipovolemia aguda como debilidad,
fatiga, hipotensión, bradicardia y palidez cutáneo-mucosa,
que pueden evolucionar al colapso circulatorio.
• Embarazo ectópico: El gran simulador. Se presenta con
frecuencia en pacientes que presentan en grado variable
alguna de las siguientes condiciones: retraso del ciclo
36
menstrual o último(s) ciclo(s) menstrual(es) atípico(s) ya
sea en su cantidad de sangrado, duración o fecha de
la menstruación, dolor en hemiabdomen inferior (más
frecuente e intenso en alguna de las fosas ilíacas) y síntomas
subjetivos de embarazo. Al tacto vaginal se palpa un
anejo aumentado de tamaño, engrosado y un útero
aumentado de tamaño, aunque no parece corresponder
con el tiempo de retraso menstrual.
• Embarazo ectópico complicado: A las características
descritas en el embarazo ectópico no complicado se le
suman manifestaciones de hipovolemia aguda, el dolor es
mayor y el fondo del saco de Douglas puede palparse
abombado.
• Neoplasia trofoblástica gestacional: Se plantea en gestantes
de la primera mitad del embarazo donde se presenta
sangramiento genital de moderada cuantía, aunque a veces
puede ser escaso y sólo presentarse como manchas oscuras,
acompañado con frecuencia a vómitos y náuseas,
hipertensión arterial. Al tacto vaginal se palpa un útero
aumentado de tamaño para su edad gestacional y de aspecto
algo leñoso. Con frecuencia el sangramiento se
acompaña de la expulsión de un material ovular en forma de
vesículas que recuerdan “ramilletes
de uvas” y/o presentarse hidrohematorrea (signo
patognomónico).
37
En el diagnóstico diferencial de una gestante con 20 semanas
o menos de gravidez, deben descartarse además otras
afecciones, como:
• Traumatismo genital: En este caso se recoge al antecedente
del trauma (incluye el sexo) y no se observan otros síntomas o
signos locales o sistémicos. Al examen de la vulva o con
espéculo suelen detectarse desgarros, laceraciones u
otros estigmas de trauma.
• Coagulopatías: Se recoge el antecedente de un
trastorno previo de la coagulación como la hemofilia,
púrpura trombocitopénica idiomática o trombótica, enfermedad
de Von Willebrand, púrpura de Schölein-Henoch, entre otras.
• Ingestión de anticoagulantes o antiagregantes
plaquetarios: Se recoge el antecedente de terapias previas
o activas con estos fármacos para el tratamiento de
valvulopatías, trastornos hematológicos, en enfermedades
reumáticas o como profilaxis de la enfermedad hipertensiva
(aspirina).
• Mioma uterino: Se plantea en pacientes con cuadro de
sangramiento que no guarda relación con la evolución del
embarazo en sí, acompañado de un aumento del tamaño
del útero que no corresponde con la edad gestacional (signo
de más) frecuentemente del diagnóstico previo al
embarazo o refiere sangramientos antes de la
concepción o cambios en las características de la
menstruación (en exceso).
38
• Pólipo cervical: Se plantea por la presencia de
sangramiento genital que no guarda relación con la
evolución del embarazo y donde se visualiza la lesión
digitiforme a nivel del cuello uterino, al examen con espéculo.
regresar
Cáncer cérvicouterino: Se plantea en pacientes con
sangramiento genital, por lo general post-coital (al menos en
etapas iniciales), acompañado de leucorrea fétida y ttumoración
de tamaño y caracteres variable a nivel cervical.
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traumático de Paxson, Síndrome obstétrico traumático) y síndrome
de vasa previa.
Diagnóstico Diferencial:
• Placenta previa: Se plantea en gestantes de 20 semanas
o más (más frecuente después de las 28 semanas)
con sangramiento genital rojo rutilante, a veces
abundante, indoloro, que aparece frecuentemente en
horas de la noche o madrugada. El tono uterino suele ser
normal, al igual que le foco fetal (a menos que se comprometa
por la cuantía del sangramiento). El estado general de la
paciente y su estado hemodinámica guarda relación con la
pérdida visible de sangre. La presentación fetal suele
ser alta, así como se presentan con frecuencia
posiciones viciosas (transversa, oblicua). Aunque el
tacto vaginal está contraindicado – sobretodo durante el
sangrado – si se realiza puede notarse un segmento
“acolchonado”, “ocupado”. El diagnóstico a veces es
ultrasonográfico en pacientes asintomáticas, aunque antes
de las 32-34 semanas estos casos tienen poco valor
diagnóstico.
• Desprendimiento prematuro de la placenta
normoinserta: Se plantea en gestantes con cuadro de
sangramiento genital muchas veces oscuro y de cantidad
variable, aunque por lo general su cuantía no guarda
relación con el estado de la paciente. Suele haber dolor
abdominal y el útero puede estar normotónico o
hipertónico (duro), con compromiso variable del foco fetal,
40
a medida que aumenta el tono uterino es más difícil de
precisar las “partes fetales”, produciéndose un deterioro
progresivo de la paciente que puede llevar al colapso y la
muerte feto-materna. Es frecuente encontrar
hipertensión arterial concomitante.
• Rotura uterina: Se plantea con más frecuencia en gestantes
que se encuentran en trabajo de parto aunque pudiera
aparecer a consecuencia de un trauma. Por lo general en
trabajos de parto laboriosos, inducciones, macrofetos o
con instrumentación. Al cuadro doloroso de las
contracciones uterinas se suman episódicos paroxísticos de
agudización del dolor, la paciente se muestra irritable para
bruscamente, después de una exacerbación, notar un
alivio brusco y repentino, con pérdida de las
contracciones y deterioro progresivo del estado general y
hemodinámica de la paciente. Al examen del
abdomen suele observarse una línea diagonal que dibuja
la separación entre el cuerpo y el segmento uterino (signo
del reloj de arena). La magnitud del sangramiento que se
exterioriza por la vagina no suele guardar relación con el
estado de la paciente, pudiendo incluso estar ausente.
• Rotura de la vasa previa: Se presenta como un sangramiento
escaso, muchas veces oscuro, que se presenta en la
segunda mitad del embarazo, por lesión vascular de la
inserción umbilical. Su cuantía no suele comprometer
hemodinámicamente al a paciente aunque de prolongarse si
pudiera afectar el foco fetal, se presenta con frecuencia
durante el trabajo de parto, después de traumatismos,
41
descompresión brusca de polihidramnios o en fetos con
cordones cortos.
En estas gestantes también se pudieran plantear las condiciones
generales referidas en las gestorragias de la primera mitad. regresar
Diagnóstico Diferencial:
• Embarazo intraútero: Se plantea en pacientes con
ausencia de menstruación, aumento del tamaño del útero
42
y que se acompaña de cambios locales y generales
propios de este estado.
• Embarazo ectópico: Se detalla en el síndrome gestorrágico de
la primera mitad.
• Fibroma uterino: Se plantea en pacientes con aumento del
tamaño del útero pero descartable al recogerse al
antecedente de sangramientos menstruales anormales
en frecuencia o cantidad, en contraposición
a la falta de menstruación.
• Quiste de ovario gigante: Se plantea en pacientes con gran
aumento del volumen abdominal pero descartable al
precisarse que dicho aumento es a expensas de uno de los
anejos y no del útero, pudiendo acompañarse de
ausencia de menstruación.
• Quiste gigante de mesenterio: Se plantea en pacientes
con gran aumento de volumen del abdomen pero
descartable si se precisa que las dimensiones del útero y
los anejos son normales y no suele acompañarse de
trastornos del ciclo menstrual.
• Ascitis: Se plantea en pacientes con gran aumento de
volumen del abdomen pero descartable al precisarse que las
dimensiones del útero son normales y se constata la
presencia de una onda líquida (signo de Tarral). También se
pueden incluir las causas señaladas en el síndrome
amenorreico secundario. regresar
43
- SÍNDROME HEMOLÍTICO FETAL: Se plantea en toda
gestante donde se demuestren evidencia de hemólisis de los
glóbulos rojos en la sangre fetal.
Diagnóstico Diferencial:
• Isoinmunización Rh: Se plantea gestantes Rh negativas con
pareja Rh positivo y al menos un embarazo previo (no tiene
que haber llegado al término) en las cuales se observan
evidencias de hemólisis fetal por incompatibilidad sanguínea
materno- fetal. (prueba de Coombs positiva).
• Isoinmunización ABO: Se plantea en gestantes cuyo
grupo sanguíneo ABO difiere del de su pareja, no así el
factor Rh, detectándose evidencias de hemólisis fetal por
incompatibilidad sanguínea materno-fetal.
• Anemias hemolíticas congénitas: Se describen las más
importantes en el síndrome anémico. regresar
Diagnóstico Diferencial:
• Diabetes mellitus pre-gestacional: Se plantea en aquellas
pacientes que al momento del diagnóstico de embarazo
ya habían sido diagnosticadas como diabéticas. Se
incluyen además aquellas gestantes en las que a pesar
44
de ser diagnosticada la alteración metabólica durante el
embarazo, esta persiste más allá de las 8 semanas después
del parto.
• Diabetes mellitus gestacional: Se plantea en aquellas
gestantes con dos glicemias en ayunas ≥6.0 mmol/L (con
al menos 24 horas de diferencia), una glicemia al azar ≥11.0
mmol/L o una prueba de tolerancia a la glucosa oral (PTGo)
con glicemia en ayunas <7.0 mmol/L y ≥7.8 mmol/L a las 2
horas.
También pudieran incluirse otras entidades o condiciones, no
propias del embarazo, como son:
• Ingestión de glucocorticoides: Se recoge el antecedente
de su administración, sobretodo como inductores de la
maduración pulmonar.
• Ingestión de otros fármacos hiperglicemiantes: Se recoge
el antecedente de la administración de fármacos como
diuréticos tiazídicos, drogas hipertiroideas, ASA, entre otras.
• Enfermedad de Cushing: Se recoge el antecedente de la
enfermedad o se describen estigmas de la enfermedad como
la cara de muñeco chino, la giba de búfalo, la obesidad
centrípeta.
• Hipertiroidismo: Se recoge el antecedente de la enfermedad o
estigmas de esta como exoftalmos, bocio, intolerancia al calor,
trastornos emocionales y aumento del tamaño de la glándula
tiroides. regresar
45
hipertensión arterial se acompaña de proteinuria y/o edema recibe
el nombre de síndrome de toxemia materna (Síndrome de pre-
eclampsia y eclampsia, Síndrome del complejo EPH [edema,
proteinuria, hipertensión]).
Diagnóstico Diferencial:
• Hipertensión crónica: Se plantea en aquella gestante que
al momento del diagnóstico de embarazo ya se
consideraba hipertensa, aquella en la que se detectan 2
o más cifras de tensión arterial (TA) ≥140/90 mmHg (con
al menos 6 horas de diferencia) o una toma de tensión
arterial ≥160/110 mmHg antes de las 20 semanas. También
se incluyen aquellas en las que se detectan cifras
anormalmente altas después del puerperio. No es usual que
se presente edema no gestacional ni proteinuria, a menos que
exista una alteración renal o hepática previa que las explique.
• Pre-eclampsia: Se plantea en aquella gestante en la que se
detectan 2 o más cifras de tensión arterial ≥140/90 mmHg
(con al menos 6 horas de diferencia) o una toma de
tensión arterial ≥160/110 mmHg después de las 20 semanas y
antes de finalizado el puerperio, acompañando siempre una
proteinuria ≥300 mg/dL (0.3 g/L de orina/ 24 horas), el edema
no gestacional es inconstante. También se incluyen en esta
categoría aquellas gestante en las que se detectan una
tensión arterial media (TAM) ≥105 mmHg o en aquellas en las
que se observa una elevación de
30 mmHg de la tensión arterial sistólica (TAS), una elevación
de 15 mmHg de la tensión arterial diastólica (TAD) o un
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incremento de 20 mmHg de la TAM, respecto a las cifras
con las que inició el embarazo.
• Pre-eclampsia grave: Se plantea en aquella gestante que
cumpla los criterios mínimos de pre-eclampsia pero con
un aumento de la TAS ≥60 mmHg, un aumento de la
TAD ≥30 mmHg y/o una proteinuria ≥2g/L de orina/ 24
horas. Aunque la presencia de síntomas no constituye un
elemento diagnóstico, es usual encontrar cefalea, rubor
facial, acúfenos, escotomas visuales, taquicardia, disnea de
reposo, hiporreflexia, clonus, dolor epigástrico en barra.
• Eclampsia: Forma de pre-eclampsia grave en la que se
presentan convulsiones en una paciente sin diagnóstico previo
de epilepsia. En las gestantes epilépticas es importante
identificar la presencia de criterios “hipertensivos” ante un
episodio convulsivo, así como definir si las características de
la convulsión son similares o no a eventos convulsivos
previos.
Síndrome de HELLP: Forma de pre-eclampsia grave en la que
se combinan las alteraciones de la entidad hipertensiva con
alteraciones de la coagulación (trombocitopenia), hemólisis
(anemia e hiperbilirrubinemia) y alteraciones de las enzimas
hepáticas (TGP, TGO)
• Hipertensión arterial crónica con pre-eclampsia/ eclampsia
sobreañadida: Se plantea en aquella gestante con
diagnóstico de hipertensión arterial crónica en la que se
detectan en la segunda mitad del embarazo o puerperio
cifras de TA anormalmente altas respecto al inicio del
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embarazo, proteinuria patológica y/o edema no gestacional,
o convulsiones.
• Hipertensión transitoria o tardía: Se plantea en gestantes del
último trimestre o puérperas en las que se detectan
cifras anormalmente altas de TA, sin proteinuria
patológica, con o sin edema no gestacional.
Diagnóstico Diferencial:
• Insuficiencia placentaria: Se plantea en gestantes con
crecimiento uterino en meseta o estacionario a partir del
tercer trimestre del embarazo, que se acompaña de
dimensiones inferiores del feto, asociado por general a
condiciones como la anemia, adolescencia materna o
hipertensión arterial y que pueden llevar al CIUR, meconio
anteparto-intraparto y/o al sufrimiento fetal.
• Pérdida masiva de sangre materna: Se plantea en gestantes
con sangramientos de cuantía considerable
(hematoma retroplacentario, rotura uterina,
traumatismos) y donde se afecta el aporte de nutrientes y
oxígeno.
• Patologías funiculares: Se plantea con frecuencia en
gestantes en trabajo de parto, en las cuales se observa una
caída notable de la frecuencia cardiaca fetal con cada
contracción, asociado por la general a un descenso
enlentecido de la presentación fetal.
• Hipertonía uterina: Se describe en el síndrome distócico del
motor del parto. 49
• Hipoxia materna: Se plantea en gestantes expuestas a
situaciones o procederes que se acompañan o producen
falta de oxigenación materna como las crisis agudas de
asma bronquial, los procederes anestésicos, la
hiperventilación materna y las convulsiones (incluye la
eclampsia). regresar
Diagnóstico Diferencial: 50
• Trabajo de parto: Se plantea en gestantes con dilatación
cervical (del orificio cervical interno, OCI) de 2.5 cm o más
con dinámica establecida de 3 contracciones uterinas en
10 minutos, aunque este último criterio no es
estrictamente establecido pues puede tener una dinámica
uterina irregular o ineficaz y estar en trabajo de parto si
tiene dilatación (distocia del motor del parto). Puede ser
en gestantes a término o en gestantes pre-término.
• Pródromo de parto: Se plantea en gestantes de 37 semanas o
más de gestación con dolor en hipogastrio y contracciones
uterinas, por lo general sin un patrón establecido en
cuanto a duración, frecuencia e intensidad, acompañado o no
de modificaciones cervicales pero sin alcanzar dilatación y de
pérdidas vaginales de aspecto flemoso. Su duración no
supera las 14 horas en las multíparas o las 20 horas en las
nulíparas.
• Fase latente prolongada: Se plantea en gestante de 37
semanas o más con dolor en bajo vientre y contracciones
uterinas, con patrón o no, pero que a pesar de persistir estas
condiciones por más de 14 horas en las gestantes multíparas
o 20 horas en las nulíparas, no se alcanza dilatación cervical y
por tanto el trabajo de parto.
• Amenaza de parto pre-término: Se plantea en gestantes
entre 28-37 semanas donde confluyen alguna de las
siguientes condiciones: rotura prematura de las membranas
(RPM), modificaciones cervicales, alteraciones del patrón
contráctil o la combinación de dos de estas situaciones.
Suele acompañarse de dolor hipogástrico.
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• Amenaza de parto inmaduro: Se plantea en gestantes con
condiciones similares a la amenaza de parto pre-término
pero con una edad gestacional de 20-27.6 semanas.
regresar
Diagnóstico Diferencial:
• Infección urinaria baja (cistitis aguda): Se plantea en
gestantes con disuria, polaquiuria, tenesmo vesical y con
frecuencia hematuria. No hay fiebre y la puñopercusión,
así como la palpación de los untos pielo-reno-
ureterales (PPRU) suele ser negativa. El diagnóstico se
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confirma con exámenes de laboratorio.
• Infección urinaria alta (pielonefritis aguda): Se plantea en
gestantes con fiebre alta mantenida, acompañada con
frecuencia de escalofríos, dolor lumbar que irradia de
atrás hacia delante y abajo, puede haber náuseas y
vómitos. La puñopercusión y la palpación de los
PPRU por lo general es dolorosa, confirmándose el
diagnóstico por laboratorio.
• Bacteriuria asintomática: Se plantea en gestantes en las que,
sin sintomatología alguna, se aíslan más de 100 mil colonias
de un germen patógeno en 2 cultivos de orina (con al
menos 24 horas de diferencia) y ambos estudios positivos
al mismo germen.
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