Ensayo Jurídico Art. 2049
Ensayo Jurídico Art. 2049
Ensayo Jurídico Art. 2049
FACULTAD DE DERECHO
Ensayo Jurídico
Presentado por:
Curso:
Derecho Internacional Privado
Docente:
Mag. Abog. Edward Vargas Valderrama
TACNA – PERÚ
2021
Resumen
Sólo la sociedad civil a través del Estado podía establecer dichos cánones que
garantizasen la autonomía de la voluntad de modo que los ciudadanos sólo
queden obligados a hacer lo que la ley manda imperativamente y prohibidos de
hacer lo que la ley prohíbe expresamente.
Las buenas costumbres no pueden ser otras que las que se fundan en el orden
constitucional del Estado, ya que éste es el único que puede impedir la vigencia
de un acto jurídico que no transgrede ninguna ley.
Las demandantes pretenden que se les reconozca ante las leyes peruanas, lo
que en el país donde lo contrajeron, es válido y que debe ser válido en el Perú,
porque existen normas internacionales que amparan este derecho, pero
además, porque las normas nacionales, se dieron en una circunstancia
preconstitucional y pre convencional,, que asimismo, las sociedades deben
avanzar hacia organizaciones y Estados de tolerancia democrática, donde las
minorías, puedan acceder a los derechos en igualdad de condiciones y sin
sufrir, por una determinada condición, situaciones o normas que los
discriminen.
Objetivos
Desarrollo
Capítulo I
Teoría
Capítulo II
Doctrina
El Código Civil peruano de 1852 establecía en sus artículos VIII al XII las reglas
necesarias al respecto. Los jueces debían juzgar siempre por lo dispuesto en
las leyes. En casos de oscuridad o insuficiencia de éstas, debía resolverse
conforme al espíritu de la ley, por analogía, o atendiendo a los principios
generales del derecho. Por separado debía dirigir consultas al Poder
Legislativo para futuros casos. Las consultas se elevaban a través de la Corte
Suprema con el respectivo informe. La Corte Suprema, y los jueces y demás
tribunales a través de ésta, debían informar al Congreso de los defectos en la
legislación. El Código de Andrés Bello, por su parte, contiene reglas para la
interpretación de las leyes, definiciones y, además, señala en su artículo 5 que
la Corte Suprema y las Cortes de Alzada deben dar cuenta anualmente al
Ejecutivo de las dudas y dificultades que les hayan ocurrido en la inteligencia y
aplicación de las leyes, y de los vacíos que noten en ellas.
"No pudiendo entenderse las leyes a todas las minuciosas relaciones que
pueden tener los hombres entre sí, contienen disposiciones generales, que el
juez debe aplicar según los casos. De aquí ha resultado la necesidad de
interpretarlas, y de conocer su verdadero espíritu, para que pueda hacerse una
recta aplicación. Muchos individuos se han dedicado a este trabajo; sus obras
se han mirado como el complemento de las leyes, y han adquirido tal grado de
autoridad, que en Francia y España se ha mandado seguir las opiniones de
algunos glosadores de sus códigos".
Toribio Pacheco pensaba que era rol de la doctrina investigar los fundamentos
que sirven de apoyo a la ley "...sea para indicar sus omisiones, sea para hacer
palpables las contradicciones en que haya incurrido". La doctrina era para él
"...la exposición razonada y metódica de la ley".
Conjuntamente con las leyes que interesan al “orden público”, la legislación civil
coloca a las “buenas costumbres”, sancionando con nulidad a los actos
jurídicos que las afecten. Desde nuestro punto de vista, las buenas costumbres
son de este modo una especie incorporada al género del orden público, con la
dificultad de precisar lo que debe entenderse por buenas costumbres.
Y finalmente agrega que: “El juez tiene que hacer una compulsa serena de los
sentimientos o ideas generales dominantes, para inspirarse en el criterio
general de hombre de bien”
Desde que el connotado tratadista peruano hizo esta afirmación, y más aún
desde que Planiol y Ripert expresaron su opinión, “muchas cosas han
cambiado en las apreciaciones morales de los individuos, y quizá pueda haber
actualmente más consenso en torno a otros conceptos como los de “derechos
fundamentales” y “derechos humanos” –definidos incluso en convenios
supranacionales- que al de “buenas costumbres”.
“En Inglaterra, por ejemplo, esta idea de orden público se emplea sobre todo
como un medio muy limitado de descargar al tribunal del deber de hacer
cumplir contratos formalmente válidos, pero que ofenden profundamente el
sentido moral o de justicia del tribunal, aunque no impliquen ilegalidad alguna.
Esta doctrina se ha aplicado a acuerdos sobre inmoralidad sexual, así como a
cierto número de casos de otro tipo, de los cuales tal vez los más importantes
sean los acuerdos sobre restricción indebida de comercio, como puede ser el
caso de una cláusula de un contrato de trabajo que imponga excesivas
restricciones al trabajador una vez concluido su empleo”
El mismo autor agrega que según algunas opiniones judiciales estas categorías
son numerus clausus en el sistema inglés de precedentes judiciales.
Casuística
Es más, las normas del Derecho que ignoren estos valores o costumbres
sociales que prevalecen en una sociedad corren el riesgo de convertirse en
letra muerta. De Ruggiero señala que cuando un precepto jurídico sea por
excepción contrario a la moral, ese precepto estará condenado a desaparecer
tal como ha sucedido con la esclavitud y la venta del deudor insolvente y
agrega “…así desaparecerán también muchos del Derecho positivo actual
cuando aparezcan en pugna con una cultura más desarrollada”
Estos aspectos de la vida humana que son considerados positivos para una
determinada sociedad pueden, sin embargo, ser vistos como negativos por una
minoría o por otras sociedades, como sucede con ciertos tipos de
discriminación religiosa o de género permitidos en determinados países. Sin
embargo, esto no quiere decir que no pueda hacerse nada por modificar esos
“valores”
Dennis Lloyd
Conclusiones
-
Bibliografía