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¿De Qué Especie Es La Dimensión Patafísica de Tandil?

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¿De qué especie es la dimensión

patafísica de Tandil?
Por Rafael Cippolini
Propiciador del Novísimo
Instituto de Altos Estudios
Patafísicos de Ubuenos Aires
www.thecurrentlyoff.org/patasite

La interrogación con respecto a la fórmula que nos convoca bien podría


enunciarse así: Dado que el primero de los términos es Tandil y la cualidad
de confrontación que elegimos y proponemos puede denominarse ‘Patafísica
¿qué cuernos tendrá que ver Tandil con la ‘Patafísica?
Si en la definición de ‘Patafísica que ilustra cualquier diccionario o texto de
divulgación (glosando las clásicas frases de Alfred Jarry) leemos: “(...)
estudiará las leyes que rigen las excepciones y explicará el universo
suplementario a éste; o, menos ambiciosamente, describirá un universo que
uno puede ver y que tal vez deba ver en vez del tradicional, siendo las leyes
que uno creyó descubrir del universo tradicional correlatos también de
excepciones, aunque más frecuentes”, así ¿cómo trazar, en tanto estudio de
una ley excepcional, el universo suplementario de un epifenómeno complejo
entendido al modo de “tandilidad”, ese productor de sentido que señala a un
ente, cualesquiera sea este, como “tandilense”?
Avancemos con un ejemplo: “tandilense” no fue la Piedra Movediza, sino el
movimiento que desplazó su dinámica hace más de noventa años, cuando esta
finalmente cayó. Ahora bien: si sabemos según un precepto escolar de la física
tradicional “que nada se pierde, sino que se transforma”, ¿en qué y en dónde
transmutó el movimiento desplazado de la piedra que se balanceó por siglos?
¿Qué tipo de patrones de comportamiento imprime en epifenómenos de toda
clase, ya disímiles a su origen, dispersos en la construcción de una realidad
que también podríamos nomenclar como “tandilense”? ¿Estamos en
condiciones de registrar los efectos de este secular vaivén desplazado hace
casi un siglo en acciones o indirectas secuelas de distintas especies?
La respuesta es afirmativa. Diego Anselmi, Jefe de Trabajos Prácticos del
Nodo Tandilense del Novísimo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de
Ubuenos Aires (NIAEPBA) lo ha demostrado –y con creces- en un acto
notorio: el sábado 13 de noviembre de 2004 (11 de As de 132 EP, según
calendario patafísico), en el marco de las Primeras Jornadas Patafísicas de

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Inutilidad Pública, convocadas por el citado Instituto y por el Centro de
Estudiantes de la Facultad de Artes (CEFA), Anselmi llevó a cabo, en el
epicentro mismo de la plaza más importante de Tandil, muy cerca de la
escultura favorita de Witold Gombrowicz, la “Erección del Monumento a
Alfred Jarry”, máquina de precisión que no sólo recreó, sino que multiplicó y
expandió al tiempo que lo graficaba, el movimiento que la caída de la célebre
piedra dejó libre en el siglo pasado.
Por supuesto, quienes accionaron y dieron movimiento al monumento (que
describiremos en otra oportunidad) fueron todos nativos, es decir, tandilenses.
Pues únicamente los tandilenses son capaces de reproducir y multiplicar su
singularísima dinámica. La descripción de su corolario impar,
consecuentemente, no podría ser sino experimental: nace de la observación y
análisis de una situación científica regenerada. El Monumento de Anselmi es
una máquina que homenajea y re-escenifica, subrayándola, la mecánica de
movimiento de un universo suplementario tandilense, del que podemos tomar
nota y que seguramente debamos explicar como fundante de tandilinidad, aún
mayor que innumerables datos del universo tradicional fundado por
excepciones a las que estamos más habituados.
El dossier de materiales propuesto por Lucio Arrillaga –Disquisidor del
NIAEPBA- y Diego Anselmi, al que esta breve nota sirve de proemio, no
pretende, delicado lector o lectora, volver más patafísica tu experiencia. No se
trata de eso. Diversamente, reconstruye en su antología uno de los claros
principios que todo patafísico conoce. Citando al venerable Roger
Shattuck“La Patafísica concede a ciertos individuos, bajo una exterioridad
imperturbable, el privilegio de transformarse en su propia particularidad:
Ubú o Faustroll, usted o yo. En apariencia, puede uno adaptarse
minuciosamente a los ritos y convenciones de la vida civilizada, pero ha de
considerar ese conformismo con el cuidado y la delectación de un pintor que
elige sus colores o, quizá, de un camaleón. La 'Patafísica es una actitud
interior, una disciplina, una ciencia y un arte que permite a cada cual vivir
como una excepción y no ilustrar otra ley que la propia.”
En este sentido, Tandil aún está por descubrirse.
Buen viaje para todos.
 

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