Tarea Semana 3
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Tarea Semana 3
Seminario Esepa
II Cuatrimestre 2019
1. ¿Qué es teología?
Tarea semana III
Definir a la teología es tan difícil como definir a la filosofía. Sin embargo, me limitaré a
tomar la definición que presenta Roldán: “La teología es una ciencia cuyo objeto de
conocimiento es Dios en su revelación, y trata de las relaciones que él tiene con el hombre y
el mundo“ (p. 42). Ahora bien, hablamos de teología evangélica, no es cualquier teología sino
la evangélica. Pero esto implica una serie de elementos que la componen, como señala
Núñez:
-La teología evangélica es teocéntrica: En este sentido, Dios se haya en el centro del estudio
confundir los antropomorfismos que se le atribuyen a Dios con que todo en la revelación sea
-La teología evangélica es bíblica: La teología es discurso, palabra. Pero este no debe ser lo
que nosotros decimos de Dios como lo que DIos dice de sí mismo.Conocemos la palabra
encarnada por medio de la palabra escrita que el Espíritu Santo inspiró. Sirviendo la filosofía
-La teología evangélica es cristológica: Cristo es Dios. Cristo es hombre (con el propósito de
revelar al padre, y salvar a la humanidad de sus pecados). Cristo ha resucitado y Cristo viene.
una posición preponderante al lado del Padre y del Hijo en la historia de la salvación. La
La teología parte de tres fuentes o presupuestos que la hacen posible: Primero en la existencia
palabra. Seguido está el hombre, creado a su imagen y semejanza. Esto permite que el
hombre escuche a Dios y responda con fe, una fe como actitud de respeto y obediencia a
Dios, y que involucra a toda la persona. Y por último, la teología es posible por la acción
iluminadora y didáctica del Espíritu Santo; de la misma manera que el Hijo es el intérprete
del Padre, el Espíritu Santo es el que hace posible las cosas de Dios.
desarrollo. Debe ser vista como la revelación más sublime de Dios, aunque no exhaustiva,
Pero para esto es necesaria una sana hermenéutica. Esto implica no solo el conjunto de reglas
para la correcta interpretación del texto bíblico sino también debe tener como correquisito el
contexto cultural y social del intérprete. Se niega que pueda existir tal independencia. Las
contextualizan a la latinoamérica, por ejemplo, del siglo xxi no nos servirán de mucho. Es
posible que alguien considere esto peligroso, pero hay que recordar que Dios mismo se
introdujo en la cultura. Dios se reveló a una cultura específica en un tiempo específico con un
lenguaje específico. Pero no son estas variantes lo trascendente sino la revelación en sí.
Para realizar un correcto ejercicio de todo lo que se acaba de mencionar es preciso tener 3
aspectos en consideración:
-La primacía del texto bíblico: Es la biblia el libro que contiene la palabra de Dios y por lo
nos espera entonces el relativismo teológico. Por lo tanto debemos pensar en que 1) Dios
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ha puesto énfasis en el contexto bíblico y no en el contexto del intérprete, de modo que puede
llegar a saber mucho más del mundo bíblico que de su propio contexto cultural.
-Diálogo entre el texto bíblico y el contexto social. Esto implica que se le hagan al texto
bíblico no solamente las preguntas tradicionales relacionadas con las necesidades del
individuo y el más allá, se plantearán también las interrogantes de tipo social que se oyen
fuera de la iglesia.
certeros para la iglesia. El texto fundamental de la teología es la Biblia, por lo tanto, ella es la
autoridad suprema para la teología. No hay fuera de las Escrituras ninguna autoridad superior
que tiene autoridad en la medida que represente fielmente el contenido de la Biblia, para esto
teología. Y hay una autoridad en segundo plano, en los credos y declaraciones de fe.
Ahora bien, la teología es teocéntrica. Quizás esto resulte redundante, sin embargo es
necesario mencionarlo porque algunos han querido colocar al hombre en lugar de Dios en la
teología, y no solo al hombre sino a la naturaleza también. Es decir, parten del hombre o la
naturaleza para hablar de Dios cuando el método de estudio debería darse a la inversa.
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Dios se ha revelado entonces debemos conocer a Dios por medio de su revelación. Pero la
máxima revelación de Dios ha sido en Jesucristo. Por lo tanto debemos conocer a Jesús, la
máxima revelación de Dios para poder conocer a Dios padre. Cristo es el centro de nuestra
teología.
función no tanto de un teólogo aislado, sino en función de toda la comunidad creyente. Como
afirma James Smart: “La teología es simplemente la Iglesia tomando muy en serio el
problema de su propia existencia y averiguando con detenimiento en qué puntos está dejando
de ser la Iglesia de Dios” (p. 39). La iglesia está llamada a analizar su fe y su práctica y esto
puede prescindir de la teología, ya sea para dar testimonio de su fe, como para la
comprensión de su fe..
hacerle saber al mundo que tampoco para él puede haber otra palabra de Dios revelada, otra
palabra autorizada en el sentido estricto, “otra forma de gobierno divino con obligatoriedad
La iglesia, como cuerpo de Cristo capacitado por el Espíritu Santo para proclamar el
evangelio, debe contextualizar el evangelio de modo que sea entendible para las personas en
cualquiera que sea la comunidad, raza, cultura, etnia, idioma, etc. La iglesia al ser misionera
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es una iglesia hermeneuta y toda iglesia que no pretenda serlo será consecuentemente una
secta.
Cuando hablamos de teología nos referimos a lo discursivo y que se elabora a partir de datos
extraídos de un libro: la Biblia. Por lo tanto, esto implica una vinculación directa con la
la teología sistemática. Y, según señala el autor, ha sido la filosofía la que ha dado el marco o
aparato conceptual para su expresión. Wolfhart Pannenberg, citado por Roldán, relaciona a la
teología con la filosofía y la ciencia histórica cuando afirma: “En cuanto que la experiencia
religiosa, que es materia de la teología, es histórica, la teología está relacionada no sólo con la
Todas estas ciencias pueden servir a la teología como instrumento mediante el cual
entendemos mejor el texto y contexto de los escritos bíblicos, sino cómo adaptarlos a los
contextos actuales. Incluyendo en esto la filosofía, viéndola como el arte de hacer buenas
preguntas, nos servirá para que nuestro discurso teológico no sea conformista, estático y
suprasensible.
inductivo. El primero es a priori, es decir que parte de una premisa general hacia lo