No Pierdas El Enfoque
No Pierdas El Enfoque
No Pierdas El Enfoque
1Co 9:24 ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero sólo una
persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar!
1Co 9:25 Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio
que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.
1Co 9:26 Por eso yo corro cada paso con propósito. No sólo doy golpes al aire.
1Co 9:27 Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que
debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede
descalificado.
El problema de la iglesia de cristo de hoy es que no tenemos metas o propósitos, por eso
vemos que la iglesia viene cada domingo en un acto religioso para cumplir con el señor,
pero con la opción de no hacerlo porque no es una obligación sino algo voluntario, porque
no tenemos metas en Dios y tampoco en el mundo.
Vivimos llenos de ilusiones que llamamos metas, el apóstol pablo lo dice de esta manera
que todos corren, pero solo una persona se lleva el premio porque no todo el mundo corre
para ganar.
La meta individual determina la disciplina y la negación que debemos aceptar, si yo pongo
algo como meta pero no acepto ningún tipo de disciplina y no me quiero negar a nada, yo
quiero vivir viendo a otros como llegan y vivir lleno de envidia.
La afirmación que hace el escritor del libro de corintios es esta. NO SE DAN CUENTA,
cuando yo no me doy cuenta es porque perdi el enfoque.
Gén 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que
Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No
comáis de todo árbol del huerto?
Gén 3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto
podemos comer;
Gén 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis
de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Gén 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
Gén 3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y
seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Gén 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los
ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió así como ella.
Es una malicia inyectada al corazón para que el mandamiento de Dios sea para nosotros
una carga, una perdida y así desenfocarnos del propósito de nuestra vida que es tener una
relación con Dios.
Adán tenía sabiduría, Dios se la había dado pero le hizo creer que no la tenía, eso hace con
la iglesia hoy, la iglesia tiene bendición pero le hace creer que no la tiene, tiene amor pero
le hace creer que no la tiene, para que ella se lance a buscarla fuera de Dios.
Todo desenfoque inicia en una conversación, continua con cubrirse de una apariencia y
termina con esconderse de la voz de Dios.
Cuando la mujer le contesta a la serpiente le dice que lo dijo Dios, pero para ella no era su
verdad su relación con Dios es distante, nosotros fuimos diseñados para tener como
prioridad una relación con Dios cuando no lo hacemos viviremos siempre desenfocados.
Cristo viene a nuestro espíritu para alinearlo a la voluntad de Dios, eso pasa cuando yo
priorizo mi relación con Dios.
La gente del mundo tiene disciplina ´para sus gustos, la iglesia no acepta la disciplina por
eso esta desenfocada, la disciplina viene para que usted este enfocado.
Heb 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados.
La biblia dice que cada paso se debe dar con propósito, la gente hoy hace cosas que no
tiene propósito por eso se desenfoca, cada vez que usted hace algo puede preguntarle a Dios
si eso hace parte de su propósito.
Cada vez que usted hace algo sin propósito usted golpea el aire, cuando esto hace se
desgasta.
RECUPERANDO EL ENFOQUE.
1Sa 13:8 Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero
Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba.
1Sa 13:9 Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el
holocausto.
1Sa 13:10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y
Saúl salió a recibirle, para saludarle.
1Sa 13:11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el
pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los
filisteos estaban reunidos en Micmas,
1Sa 13:12 me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he
implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.
1Sa 13:13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el
mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera
confirmado tu reino sobre Israel para siempre.
1Sa 13:14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón
conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su
pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.
Saul fue un hombre a quien Dios llamo para ser rey sobre Israel, le dio una misión, lo lleno
del espíritu santo y le entrego el ejercito de Israel, y vemos que en la primera etapa del
reino Saúl estuvo enfocado.
Pero poco a poco comenzó a perder el enfoque al punto que vemos a saul temeroso,
inseguro y lo más tremendo desobediente.
Lo que impide que recuperemos el enfoque en nuestra vida es la desobediencia, lo que hace
que estemos siempre desenfocados son las excusas.
A Saul se le había pedido que esperara siete días conforme al plazo señalado por el profeta
y sacerdote, hay mandamientos que salen desde el pulpito que nos darán grandes victorias,
pero Saul desobedeció y ofreció el sacrificio.
Saúl tenía miles de excusas para su desobediencia, pero Samuel dio en el blanco del
verdadero asunto: "No guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios" (13.13). Al igual que
Saúl, a menudo damos excusas por nuestros pecados y errores, tratando de justificar y
espiritualizar nuestras acciones debido a nuestras circunstancias "especiales". Sin embargo,
nuestras excusas no son más que desobediencia. Dios conoce nuestros verdaderos motivos.
El perdona, restaura y bendice sólo cuando somos sinceros acerca de nuestros pecados. Al
tratar de esconder sus pecados detrás de las excusas, Saúl perdió su reinado
Impaciente
A no tener identidad.
A poner su corazón en la gente y no en Dios.
A hacer lo que el no tenia que hacer sino el sacerdote.