Creciendo Como Dios Quiere
Creciendo Como Dios Quiere
Creciendo Como Dios Quiere
INTRODUCCIÓN.
A) ¿Cual es la parte más importante de un árbol? ¿Serán sus hojas, sus ramas o sus frutos?
La parte más importante de un árbol es sin duda sus raíces. Es aquí donde el árbol se
alimenta y absorbe todos sus nutrientes y por supuesto el agua que es la que le produce
su crecimiento.
B) ¿Sabia usted que entre más profundas son sus raíces más estabilidad tendrá un árbol? Y
no solo eso sino que también se alimenta mejor ya que entre más profundas sus raíces,
más agua obtendrá.
C) Las raíces de un árbol se conocen por lo externo del árbol. Una persona es en lo externo
lo que en realidad es en lo interno. Cuando vemos un árbol que es fuerte y que puede
permanecer ante los vientos y tormentas es porque sus raíces son sanas y profundas.
D) ¿Cómo están las raíces en tu vida? ¿Qué cosas tenemos arraigas en nuestro corazón?
Lucas 6:45. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre
malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón
habla la boca.
E) Si nuestras raíces espirituales son superficiales y de pura apariencia seguro que no
podremos soportar las adversidades y las tormentas de la vida y pronto caeremos con la
más mínima cosa que venga a nuestra vida. Por eso Dios trabaja sanando las partes más
internas del hombre para luego sanar lo externo. Salmos 103:3—5. ¿Cómo podemos
echar raíces profundas en nuestra vida espiritual? Vamos a ver algunos puntos que nos
brindaran la posibilidad de que nuestra vida esté cimentada en Dios, como árbol plantado
junto a corrientes de agua.
II TENIENDO UN TIEMPO A SOLAS CON DIOS. Mateo 6:6. Más tú, cuando ores, entra en tu
aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que esta en secreto; y tu Padre que ve en lo
secreto te recompensara en público.
A) Debemos tomarnos un tiempo con Dios para crecer y echar raíces profundas en nuestra
relación con Él.
B) Debemos de tener un tiempo a solas con Él, pues el nos quiere hablar.
A) Dios esta dispuesto a darnos el alimento y los nutrientes necesarios para que nuestra vida
espiritual produzca raíces profundas capaces de soportar cualquier adversidad.
B) Pero hay que ser sabios y saber que para crecer hay que sacar todo aquello que impida
el crecimiento.
C) Pedirle a Dios que nos revele a la luz de su palabra, que cosas, hábitos o pecados están
obstruyendo nuestro crecimiento, u pedirle perdón y apartarnos para crezca y nuestra
vida sea útil en el Reino de Dios.
D) Jeremías 17:7—8. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como árbol plantado junto a las aguas, que junto a las corrientes echara sus
raíces, y no vera cuando viene el calor, sino que su hoja esta verde; y en el año de sequía
no se fatigará, ni dejara de dar fruto.
CONCLUSIÓN. Por supuesto, el hombre y el árbol son muy dispares, pero la profundidad de un
árbol plantado al lado de un lugar donde hay mucha agua recordó al salmista la prosperidad
espiritual del hombre cuyo deleite esta en la ley de Jehová.
Si nos deleitamos en la ley de Dios, nuestros días pueden llegar a ser como los de un árbol,
dando siempre fruto y firmes a pesar de toda circunstancia, porque Dios es quien nos sustenta.