El Rol de Los Parámetros Psicofisiológicos en El Análisis Del Comportamiento Del Consumidor
El Rol de Los Parámetros Psicofisiológicos en El Análisis Del Comportamiento Del Consumidor
El Rol de Los Parámetros Psicofisiológicos en El Análisis Del Comportamiento Del Consumidor
Recebido/Submission: 08/10/2019
Iberian Journal of Information Systems and Technologies Aceitação/Acceptance: 17/12/2019
1
Profesora Contratada Doctora de la Universidad de Valladolid. Plaza de la Universidad, 1. 40005 Segovia,
España.
2
Profesor Ayudante Doctor de la Universidad de Valladolid. Plaza de la Universidad, 1. 40005 Segovia,
España.
3
Profesora Contratada Doctora de la Universidad de Valladolid. Plaza de la Universidad, 1. 40005 Segovia,
España.
Pages: 69–82
1. Introducción
La neurociencia: “es un campo interdisciplinario que busca dar explicación al
comportamiento humano a través de diferentes métodos” (Jiménez, 2016, p. 265). El
neuromarketing supone la aplicación de los avances tecnológicos y teóricos aportados
por el campo de la neurociencia a la medición del impacto de las acciones de marketing
y la investigación del comportamiento del consumidor.
La evolución de esta nueva metodología en la investigación del marketing ha sido
vertiginosa. En el año 2002 surge la primera consultora de neuromarketing: Sales
Brain, que será avalada por investigadores reputados como McClure, Jian, Tomlin y
Montage, que publicarán dos años más tarde el que posiblemente sea el primer artículo
de neuromarketing: Correlates of Behavioral Preference for culturally familiar drinks.
El boom de la evolución de las consultoras se produce entre los años 2010 y 2012, año que
se culmina con la creación de la Neuromarketing Busines and Science Association y la
organización del primer Neuromarketing World Forum, primer evento a nivel mundial
que presentará los avances en la nueva disciplina. El número total de consultoras de
neuromarketing ha superado los 300 en todo el mundo (Ulman, Cakar y Yildiz, 2015). La
elaboración de artículos, blog, revistas, apuntes han propiciado una producción ingente
de textos en relación al concepto de neuromarketing, basta con realizar una búsqueda en
Google y descubrir 2.920.000 resultados al respecto.
El papel de los parámetros psicofisiológicos es el eje central de la metodología aplicada
en esta disciplina, conocer por qué son vitales en la investigación del consumidor las
metodologías aplicadas para la extradición de estos parámetros y la aplicación práctica
de los resultados obtenidos permitirá a los futuros investigadores y mercadólogos tener
una aproximación más real en relación a la capacidad de predicción de los estudios de
neuromarketing.
2. Marco teórico
La investigación en marketing y publicidad se ha nutrido básicamente de métodos
heredados de las áreas sociales, centrados principalmente en técnicas cuantitativas,
cualitativas y participativas. A pesar de las múltiples investigaciones, en demasiadas
ocasiones, agencias y anunciantes han podido experimentar la escasa correlación de los
resultados con la realidad de los mercados.
Conocer los procesos de toma de decisión, de creación de inferencias o las emociones
asociadas con la marca o el producto es un elemento clave en la estrategia del marketing.
Prever la respuesta del consumidor se convierte en tarea vital de cualquier investigación
mercadotécnica. Las inversiones económicas en este tipo de pesquisas han sido durante
los últimos años muy elevadas, las grandes firmas han dedicado sumas desorbitadas en
tratar de descifrar la mente del consumidor.
Todas estas técnicas heredadas de las ciencias sociales centran sus análisis en la
respuesta consciente del consumidor, y tal y como afirmaba Malcolm Gladwell, autor
de la Clave del éxito, en una charla de TED: “La mente no sabe lo que quiere la lengua”
(Gladwell, 2004, min. 6). Las preferencias del ser humano son sumamemnte inestables
y tienen poca relación con esta parte consciente que evaluamos desde los métodos más
tradicionales.
Según un estudio realizado por Young & Rubicam, en Estados Unidos, Brasil y China, los
consumidores suelen mantener puntos de vista opuestos a los que realmente defienden
públicamente, la llamada “Generación World” reconoce encontrarse muy cómoda ante
la propia contradicción (Walker, 2014). Es la mente consciente la que da respuestas
en base a sesgos propiciadas por nuestros sistemas de pensamiento heurístico que
simplemente se encarga de justificar y argumentar aquellas decisiones que han sido
tomadas inconscientemente por nuestro cerebro.
El sistema 2 o nuestro sistema consciente, trabaja con los datos que son extraídos de la
memoria, en una operación automatica e involuntaria del sistema 1 o sistema automatico
(Kahneman, 2012). El sistema 2 es perezoso, se rige por una economía de mínimos y se
rinde ante la red asociativa del sistema 1, que incluye entre sus repertorios catálogos
de similaridad y representatividad, atribuciones de causalidad y estimaciones de la
disponibilidad de asociaciones, encabezados todos ellos por la red asociativa emocional.
Este sistema 2 de nuestro funcionamiento cerebral, al que estamos preguntando sobre
nuestra marca o sobre nuestro producto, muy a menudo no conoce el origen de su
conducta, su función es la de generar respuestas y argumentar la decisión de una forma
coherente, que no es más que tratar de justificar la respuesta dada. Pero, ¿cuál es el
origen de esa respuesta? Muchos de nuestros encuestados jamás se habían enfrentado a
la necesidad de argumentar la toma de decisión en relación a la compra de un producto.
Es en el momento de dar respuesta a la encuesta cuando la parte más consciente busca
argumentos coherentes dentro del contexto en el que se encuentra siendo posible que
surja la “deseabilidad social”. El sistema 1 hace sugerencias al sistema 2 basadas en
intuiciones, sensaciones… Si el sistema 2 logra encontrar coherencia lo convierte en
creencias, impulsos o acciones voluntarias. Es entonces cuando damos una respuesta
que creemos cierta y defendible. Pero el sistema 1 realiza estas operaciones partiendo
de estrategias heurísticas (Kahneman, Slovic 1974; Tversky, 1982; Tubau Alonso, 2002)
con fuertes cargas emocionales que conducen al sistema 2 a errores de sesgos, que poco
o nada tienen que ver con la realidad. Las decisiones son tomadas en la gran mayoría de
los casos partiendo de intuiciones, sensaciones originadas en el sistema inconsciente,
asociadas en su gran mayoría a la red emocional y justificadas a posteriori por nuestro
cerebro consciente. Así lo confirma el experimento llevado a cabo por el Instituto
Alemán Max Planck en el año 2008.
En el experimento (Soon, Brass, Heinze y Haynes, 2008), los sujetos fueron evaluados
mediante tecnicas de fMRI. Los investigadores pidieron a los participantes que pulsaran
un botón a su derecha o su izquierda, la única condición era manifestar y recordar el
momento en el que se tomaba la decisión. El objetivo era conocer qué sucedía en el
momento exacto en el que se tomaba la decisión de pulsar uno u otro botón. El resultado
no da lugar a dudas, mediante la monitorización de la actividad cerebral del córtex
frontopolar, los investigadores podían predecir con anticipación que botón pulsaría el
sujeto, incluso antes de que el propio participante fuera consciente de su decisión. La
actividad del cortex frontopolar demostró que se elegía siete segundos antes de que el
participante estuviera al tanto de la decisión.
consciente. Si las conexiones entre las estructuras límbicas y las prefrontales están
dañadas, el sujeto no puede tomar decisiones acertadas. En múltiples investigaciones
se ha demostrado que cuando el sujeto no podía activar la memoria relacionada con
la emoción, no se producía la activación de la red asociativa responsable de la toma
de decisiones y las sentencias tomadas eran pobres o erróneas. De tal forma que la
emoción no suponía solo un factor más en el proceso de razonamiento, sino un elemento
indispensable. Así podemos afirmar que mediante un largo proceso de aprendizaje,
determinados estados somáticos se asocian a clases específicas de estímulos.
El cuerpo entrega una señal en razón de sus experiencias anteriores, de tal forma que
nuestro organismo a lo largo de su ontogenia va acumulando múltiples asociaciones
del tipo situación/estado somático, lo que nos permite tener un registro histórico de
variaciones en función de esas situaciones particulares. Frente a nuevas experiencias,
dicho registro permitirá buscar alguna situación similar que se haya tenido con
anterioridad, de este modo si la situación actual es asociada con una experiencia anterior
que haya tenido un resultado negativo, el MS “intentará” reproducir ese curso de acción,
rechazando la acción.
El proceso se daría en dos tiempos. Primero, asociamos las respuestas resultantes de
la percepción, con nuestras emociones primarias activadas por ejemplo ante un spot,
un influencer… (miedo, rabia o alegría) para luego mediante el aprendizaje social ser
asociada a emociones secundarias, lo que permite un rango más amplio de asociación
que el activado bajo las seis emociones básicas. Solo de esta forma conseguiríamos tan
variada gama de estados somáticos para la casi ilimitada posibilidad de estímulos con
los que se puede enfrentar el organismo. La suma de creatividad y estímulos emotivos
permitirán una mayor activación de marcadores somáticos y una clara diferenciación de
la competencia.
La construcción de mapas asociados con la alegría se relacionan con un estado de
equilibrio de coordinación fisiológica óptima, propicios tanto para la supervivencia como
para el bienestar. No olvidemos que nuestro sistema homeostático está predeterminado
para buscar el placer y huir del displacer. No en vano, el humor es uno de los recursos más
presentes en las campañas publicitarias, capaz de aportar un alto valor a la publicidad
reforzando la efectividad en los mensajes (Catalá Pérez y Díaz Chica, 2014).
Los segundos mapas, relacionados con la tristeza, están asociados con el desequilibrio,
con el peligro o el malestar. Sería conveniente recordar la capacidad de habituación que
posee el sujeto receptor ante mensajes que suscitan la emoción del miedo, por lo que su
aplicación en marketing debe estar muy acotada temporalmente.
En términos neuronales los estímulos activan los circuitos de la corteza sensorial
posterior y de las regiones temporales y parietales, donde se procesa la situación y se
cataloga los registros prefrontales que guardan la información de las categorías activadas.
Esta activación propicia la aparición de emociones coherentes con lo almacenado y
la respuesta consecuente con situaciones pasadas. Este mecanismo permite conectar
con categorías aprendidas y categorías innatas. Existe una preferencia en la evaluación
por resultados futuros, que nos permite anticiparnos a las consecuencias de nuestras
decisiones, de ahí la importancia de los servicios de atención al cliente y la generación de
engagement, a la que podemos acceder con la medición de parámetros psicofisiológicos.
3. De la teoría a la Praxis
Con estas nuevas aportaciones teóricas comienza a surgir en el mundo del marketing
el interés por el funcionamiento de los procesos inconscientes y su conexión con la
toma de decisiones en la compra de productos, en la fidelización y en la creación de
hábitos de consumo. El marketing emocional, que bien debiera llamarse marketing
sentimental, cobra especial importancia basándose en las mediciones de las emociones
como elemento central en las investigaciones de mercados. El artículo publicado por
Montague y su equipo dará el pistoletazo de salida a la investigación desde el ámbito
de la neurociencia: “Neural correlates of behavioral preference for culturally familiar
drinks” (McClure, Damon, Cypert, Montague, 2004). Este artículo es un fiel reflejo
de lo que en estas líneas tratamos de mostrar. Durante el año 1975, Coca-Cola era la
bebida más consumida en los Estados Unidos. La compañía PepsiCo lanzó una campaña
de marketing llamada “El reto Pepsi”, en esta campaña un sujeto elegido al azar en la
calle, debía mostrar sus preferencias en relación a ambas marcas de refresco, después
se sometía a una elección mediante un test ciego. Los resultados impactaron a toda la
sociedad americana, pues a pesar de que el sujeto mostraba mayor preferencia por el
refresco de marca Coca-Cola, en la mayor parte de las ocasiones ante el test ciego se
elegía la marca Pepsi. Tan impactante fue el resultado de la campaña, que los directivos
de Coca-Cola tomaron la que posiblemente fue la peor decisión empresarial de la marca,
cambiar la mítica fórmula de Coca-Cola, lanzando en julio de 1985 la nueva Coca-Cola
Classic. Esta decisión pudo ser el fin de la compañía.
Lo que no vislumbraron los directivos de la compañía fue el poder del brand equity, no
basado en el sabor del producto sino de las redes emocionales forjadas durante años
en relación a la marca Coca-Cola. El equipo de Read Montague replicó el experimento
añadiendo pruebas de fRMI en un total de 67 sujetos. Llegaron a la conclusión de que
básicamente existían dos sistemas involucrados en la toma de decisión. Así, cuando los
juicios estaban centrados en la información sensorial, es decir, cuando a los sujetos
se les presentaba la bebida sin conocer la marca, la corteza ventromedial prefrontal
predecía mejor la elección. Cuando los sujetos conocían la marca, se activaba con
mayor intensidad la corteza prefrontal dorsolateral, el hipocampo y el cerebro medio o
mesencéfalo, diferenciando así la percepción de la información sensorial de la cultural.
A pesar de que a priori podríamos pensar que la información sensorial adquiriría
mayor poder, el equipo descrubrió que eran las zonas de placer y recompensas las que
soportaban mayor peso en la toma de decisiones. La información sensorial jugaba un
papel menor, siendo la información cultural y la emocional la que conducía a la creación
de pensamientos, creencias y posteriormente hábitos. Comenzamos así a construir
esta nueva disciplina con autores como: Ale Smith, premio Nobel de Economía con
sus aplicaciones teóricas de neuropsicología al marketing; Garry Zaltman, primer
neurocientífico en aplicar las técnicas de fRMI al estudio del consumidor; Herbert
Krugman, pionero en estudio de toma de decisiones y respuestas neurofisiológicas
mediante técnicas de pupilometría y movimiento ocular. Nace el neuromarketing,
Objeto de Unidades de
Técnica Método Interpretación
medición medición
Dirección Puntos atención
Movimiento
de mirada, visual, falta de
Eye de córnea y Cámara de seguimiento
movimientos atención, arousal
Tracking dilatación pupilar
sacádicos, parpadeo, emocional, nivel de
Pupilar
dilatación pupilar procesamiento
Cámara de reconocimiento
Análisis de Actividad Actividad muscular,
de movimiento muscular Diagnóstico
Expresión de músculos posición y dirección
y software de análisis de emocional
Facial faciales del rostro
enfoque probabilístico
Medición de actividad
GSR
Conductancia electrodérmica mediante Arousal emocional,
(medición SCR
de la piel electrodos (EDL, EDR, atención
galvánica)
NSA)
Bandas de Estados de
frecuencia eléctrica atención, arousal
Actividad Medición de actividad
(Delta, Theta, alpha, emocional, nivel
EEG eléctrica del eléctrica cerebral mediante
beta, gamma) de procesamiento
cerebro electrodos
lateralización, cognitivo.
asimetría Intención de compra
Cambios
eléctricos Medición de actividad Valencia emocional
Inicio y duración
causado por eléctrica provocada por y capacidad de
EMG de la contracción
la actividad de movimiento muscular respuesta ante el
muscular
la contracción mediante electrodos estímulo
muscular
Objeto de Unidades de
Técnica Método Interpretación
medición medición
Actividad
Medición de actividad Intervalos de
eléctrica Arousal emocional,
eléctrica provocada por frecuencias
ECG/EKG causada por stress, actividad
contracciones cardiacas HR, BPM, IBI y
contracciones cerebral.
mediante electrodos variabilidad HRV
del corazón
Intención de
Cambio de Medición de cambios de compra, activación
niveles de oxigenación en la sangre de placer, arousal
fMRI
oxigenación como consecuencia de emocional, procesos
de la sangre actividad cerebral de decisión, grados
de contradicción
4. Conclusiones
La aparición de la nueva disciplina en los campos de la investigación de mercado, requiere
de bases teóricas que en muchas ocasiones olvidamos, lo que nos conduce a leer, no
en pocas ocasiones, publicaciones pseudocientíficas por parte de autores sin formación
neurocientífica. Como es el caso de las múltiples publicaciones del marketing y el cerebro
triuno, mito completamente desmentido por la neuroanatomía. Es imprescindible forjar
los cimientos de la disciplina desde una perspectiva teórico-práctica que requiere de la
interdisciplinariedad.
Es precisamente el requisito de interdisciplinariedad junto con la firma de
confidencialidad de consultoras y anunciantes, lo que hace muy complejo la creación de
un corpus de conocimiento explícito de la materia.
Los marcadores psicofisiológicos son los protagonistas de la nueva metodología
mixta, y deben estar contemplados en las investigaciones de neuromarketing como
elementos claves que permitan de una forma, lo más objetiva posible, avanzar en el
conocimiento del comportamiento del consumidor. Tal y cómo afirma Antonio Damasio
y sus colaboradores (2017), una mejor comprensión de los procesos fisiológicos puede
impulsarnos a repensar nuestro enfoque de la interacción humana en todos los niveles
de la sociedad.
La aplicación de parámetros psicofisiológicos al estudio de mercados, supone un
nuevo reto en la elaboración de planes de estudios, que han de incorporar un nuevo
perfil profesional con conocimientos interdisciplinares que permitan a los futuros
profesionales acceder a esta nueva modalidad profesional.
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