Fallo Tutela de Manaure
Fallo Tutela de Manaure
Fallo Tutela de Manaure
La Sala decide, en primera instancia, la acción de tutela incoada por Juan José
Robles Julio en contra de la Sección Quinta del Consejo de Estado.
I. ANTECEDENTES
Juan José Robles Julio presentó acción de tutela para solicitar el amparo de sus
derechos políticos constitucionales y convencionales, a ser elegido, a acceder a
cargos públicos, al ejercicio del poder político, a la confianza legítima, a la igualdad y
al debido proceso, que consideró, fueron vulnerados por la Sección Quinta del
Consejo de Estado, con ocasión de la sentencia que esta autoridad profirió en
segunda instancia el 29 de julio de 2021, en la que confirmó el fallo de primera
instancia, dentro del proceso acumulado con radicado núm. 44001-23-40-000-2019-
00175-021.
1.2.1. Carlos Andrés Urbina Morales, Emiliano Arrieta Monterroza y Carlos Mario
Isaza Serrano presentaron demanda en ejercicio del medio de control de nulidad
electoral, en escritos separados, en el que solicitaron la nulidad de la elección de
Juan José Robles Julio como alcalde del municipio de Manaure (La Guajira) para el
periodo 2020-2023, por la configuración de la causal de inhabilidad prevista en el
numeral 4 del artículo 37 de la Ley 617 de 2000 3, debido a que su hermano, Carlos
Arturo Robles Julio, ejerció como autoridad administrativa en el aludido municipio al
ser rector, en el 2019, de la Universidad de La Guajira y por manejar un tributo.
1.2.2. El asunto correspondió conocerlo, en primera instancia, al Tribunal
Administrativo de La Guajira, autoridad que, en auto del 9 de diciembre de 2019,
suspendió provisionalmente el acto de elección del señor Juan José Robles Julio,
decisión que fue confirmada por la Sección Quinta del Consejo de Estado, en
providencia del 6 de agosto de 2020.
1.2.4. La anterior decisión fue apelada por Carlos Mario Isaza Serrano y por Juan
José Robles Julio. El primero, insistió en que, como efecto de la nulidad, se
declarara la elección del candidato que obtuvo la segunda mejor votación en las
contiendas del 2019, como alcalde de Manaure.
El segundo, el señor Robles Julio, consideró que las funciones que ejerce el rector
de la Universidad de La Guajira tienen un carácter especial porque no se identifican
con lo público ni con lo privado, dada la autonomía con que cuentan las instituciones
académicas en el país. Así, conforme al artículo 66 de la Ley 30 de 1992, dicha
autoridad es ejecutiva.
Por otro lado, adujo que la Universidad de La Guajira tiene un ámbito de operación
según está definido en sus estatutos y con autorización expresa del Ministerio de
Educación Nacional de desarrollar programas académicos. En ese orden, no tiene
jurisdicción en el municipio de Manaure. Finalmente, pidió que los efectos de la
sentencia sean ex tunc y no ex nunc, en caso de que la nulidad de la elección se
mantenga.
1.2.5. En segunda instancia, la Sección Quinta del Consejo de Estado profirió fallo,
el 29 de julio de 2021, en el que confirmó la sentencia del Tribunal Administrativo de
La Guajira que anuló el acto de elección de Juan José Robles Julio como alcalde del
municipio de Manaure. A manera de motivación de tal decisión expuso, en síntesis,
lo siguiente:
7 Ibídem.
8 Sentencia Sección Quinta de 15 de diciembre de 2016. Radicado: 47001-23-33-000-2015-00492-00. Actor: Dalida Paola
Gamarra Quinto. Demandado: Mario Alejandro Tausa Ramírez (Concejal de Santa Marta).
9 Radicado 15001-23-33-000-2019-00579-02. Actora: Carmen Andrea Monroy Hernández. Demandada: Karen Lucía Molano
Granados (Concejala de Tunja).
Para definir el primer punto fue necesario acudir al criterio funcional. El artículo 57 de
la Ley 30 de 1992, dispone que las universidades estatales u oficiales tienen un
régimen especial, están vinculados al Ministerio de Educación Nacional, cuentan con
personería jurídica y autonomía académica, administrativa y financiera, patrimonio
independiente, y pueden manejar su presupuesto de acuerdo a sus funciones y
organizar la elección de sus directivas, del personal docente y administrativo. El
Acuerdo núm. 014 de 2011 definió las características propias de la Universidad de
La Guajira, así:
Del Acuerdo núm. 014 de 2011 y la Resolución 1323 del 15 de julio de 2014, se
desprende que las funciones del rector son del nivel directivo e implican, entre otras
funciones, las de “adoptar los sistemas de adquisiciones y suministros, almacenes e
inventarios, acept[ar] donaciones y legados, celebr[ar] convenios, contratos y
operaciones de crédito, cre[ar] y organi[zar] tanto comités asesores o consultivos
de la universidad como los programas, de los cuales pueden hacer parte entidades
públicas o privadas y personas destacadas en actividades académicas,
investigativas, productivas, culturales y comunitarias” (La Sala resalta).
1.2.5.3. De otra parte, Juan José Robles Julio argumentó en su apelación que en el
municipio de Manaure, la Universidad de La Guajira no tiene sede, seccional,
subsede, extensión ni centro de proyección, que son las figuras estatutariamente
previstas como formas de hacer presencialidad en un territorio por parte de la
institución, por lo que es forzoso concluir que el rector no ejerció ni desplegó la
autoridad administrativa que le atribuyó el tribunal en primera instancia.
Sobre este punto, la Sección Quinta explicó que obró en el expediente del proceso
ordinario contrato núm. 001 de 2 de enero de 2019, suscrito por Carlos Arturo
Robles Julio en representación de la Universidad de la Guajira, con la Cooperativa
de Vigilancia Privada COOVIG, por un valor de $240’677.379 pesos, con el objeto de
que se prestara el servicio de vigilancia y seguridad privada para “las instalaciones
de la Universidad, sede principal y las extensiones de Maicao, Fonseca, Villanueva,
Montería y la sede de Manaure” (Resaltado propio).
En el clausulado del contrato esta descrito que el rector quedó facultado para
suscribir convenios y celebrar contratos, verificar el desempeño del contrato por
intermedio de un supervisor designado e imponer el reconocimiento y cobro de
sanciones y garantías con cargo a un posible incumplimiento. Además, que la
oficina de recursos Físicos y Académicos de la universidad requirió el servicio de
vigilancia para los bienes que forman parte del plantel, en la que se nombró
expresamente la sede de Manaure. Este contrato fue sometido a la aprobación,
registro presupuestal y disponibilidad en el Programa Anual Mensualizado. De lo
anterior:
“la Sala Electoral evidencia que el argumento del accionado de que la Universidad
carece de vínculo o de incidencia en el municipio de Manaure, se advierte
contradicho con la manifestación de voluntad formalizada y materializada en un
contrato escrito con el registro presupuestal correspondiente para dar viabilidad al
negocio que, entre otras geografías, incluía al municipio de Manaure”.
También obró dentro del expediente documento titulado Alianza Centro Regional de
Educación Superior – CERES – Manaure, suscrito el 15 de noviembre de 2006 entre
Ahora bien, de acuerdo con la Ley 489 de 1998 y 30 de 1992, contrario a lo que
afirmó el señor Juan José Robles Julio en su apelación, las universidades públicas
son autónomas pero no hacen parte de las descentralizadas, al margen de que,
como en el caso particular, la institución académica esté incorporada al diseño
institucional departamental y tenga la vocación de expandir su misión y visión dentro
de los municipios que componen el respectivo departamento. Por lo tanto, el hecho
de que el domicilio de la Universidad de La Guajira, según sus actos de creación,
esté en el municipio de Riohacha, no impide que su espectro de desarrollo abarque
otros territorios, tal y como quedó acreditado en el expediente.
11 La sentencia expresó: “Lo expuesto desconoce la afirmación del accionado cuando al apelar indicó que la jurisdicción
territorial de una universidad pública del orden departamental, está determinada por: i) lo que disponga sus estatutos; y, ii) el
otorgamiento del registro de los programas en lugares precisos de la geografía nacional, en tanto está dejando de lado, dos
aspectos fundamentales, a saber: el alcance de normas estatutarias más altas, como los principios de aplicación prevalente
sino la realidad de los hechos probados que muestran en forma evidente que Uniguajira sí contaba con radio de acción en el
municipio de Manaure.”
En conclusión, la Sección Quinta indicó que el juez de nulidad electoral debe tener
en cuenta las características y dinamismo propios de los entes universitarios, y
hacer un estudio sistemático de las normas generales con las que rigen cada
institución académica, en contraste con las pruebas aportadas al proceso, para
verificar si la universidad incide en el espectro territorial que vincula a quien es
judicializado, y de esta manera dotar de contenido la inhabilidad invocada por los
demandantes.
Juan José Robles Julio manifestó que la Sección Quinta del Consejo de Estado
vulneró los derechos fundamentales que invocó, dado que incurrió en los defectos
material o sustantivo, de desconocimiento del precedente, de violación directa de la
Constitución y fáctico. Como razones de inconformidad, además de explicar algunos
asuntos sobre la competencia del juez constitucional y los requisitos generales y
específicos de la tutela contra providencia judicial, expuso los argumentos que la
Sala resume a continuación:
1.4.2. La Sección Quinta del Consejo de Estado tuvo en cuenta en la sentencia del
29 de julio de 2021 la existencia del CERES y el contrato de vigilancia, empero,
estas circunstancias no fueron el soporte de su decisión, pues sostuvo que, en
últimas, eran los aspectos fundamentales en la arquitectura del ente educativo lo
que tendría incidencia en la configuración de los presupuestos de la inhabilidad.
“[…] en tanto lo que buscan normas como la del numeral 4 del artículo 37 de la Ley
617 de 2000, es que en ese espectro de altos objetivos, valores, principios, visión y
misión del ente universitario, su rector, como uno de los máximos jerarcas del ente
universitario, no constituya punto de desbalance en la contienda electoral, dada la
relación entre las competencias de la universidad departamental y del rector, la
vocación de llegar a toda la región con conocimiento, ciencia, cultura y tecnología y
expandir y llevar estas a los municipios, conlleva el ejercicio de esa autoridad
administrativa que se predica de aquel, lo que pone en evidencia que el radio de
acción de la Uniguajira sí excede la geografía de la ciudad capital de Riohacha y ese
ámbito de acción comporta la potencialización de las atribuciones de autoridad
administrativa, sin que sea necesario su efectivo ejercicio como se indicó en
precedencia.”
En sentir del tutelante, la aludida inhabilidad, en realidad, exige que las potestades
de autoridad sean ejercidas en el respectivo municipio, para lo cual es necesario que
a un funcionario la ley le haya otorgado la capacidad efectiva y real de
desempeñarlas. Bajo el entendimiento erróneo de la Sección Quinta, el criterio
espacial o territorial ahora se basa en la relación del cargo con las competencias de
la institución y su vocación expansiva.
Juan José Robles Julio consideró que, el absurdo raciocinio de la Sala cuestionada
llevaría a que el factor territorial de la inhabilidad invocada en el proceso ordinario no
tuviera un límite, dado el carácter expansivo de llevar la oferta académica a
cualquier parte del país o, incluso, del exterior, al margen de que la Universidad no
tenga capacidad alguna por fuera de sus sedes y seccionales y del nivel de la
administración a la que pertenezca.
1.4.3. Ahora bien, el accionante afirmó que insistió en el proceso de nulidad electoral
en que el ámbito territorial de la Universidad de La Guajira no coincide
necesariamente con el del departamento, puesto que su competencia geográfica
está limitada en los actos de su creación y por las habilitaciones que le dé el
Ministerio de Educación Nacional, al punto de que los estatutos del plantel prevén
que su radio de acción solo puede ser extendido por medio de seccionales,
extensiones, subsecciones y centros de proyección social, como lo son las
Subsedes de Maicao, Fonseca y Villanueva, y la extensión de Montería, que
requieren la intervención de otras autoridades distintas al rector, estas son, la
Asamblea Departamental y el Consejo Superior de la Universidad.
1.4.5. De otra parte, argumentó que la Sección Quinta del Consejo de Estado
incurrió en los defectos de desconocimiento del precedente y de violación directa de
la Constitución, pues desatendió su propio criterio 14 y el de la Sala Plena
Contenciosa de la misma Corporación, consistente en que cualquier cambio
jurisprudencial al interior de los procesos de nulidad electoral debe ser siempre hacia
el futuro.
1.4.6. Finalmente, el tutelante adujo que la Sección Quinta del Consejo de Estado
incurrió en un defecto fáctico en la medida en que no tuvo respaldo probatorio para
tomar su decisión. Dicha autoridad se fundó en una errónea valoración de las
pruebas que llevó a un entendimiento distorsionado de los hechos, pues consideró
que el rector de la Universidad de La Guajira ejerció autoridad administrativa en el
municipio de Manaure a través del CERES, a pesar de que el acta de creación de la
institución asignó su domicilio en la ciudad de Riohacha y de que en el primer
territorio mencionado no cuenta con seccional, extensión, sede, subsede o centro de
proyección.
sentencia del 29 de julio de 2021 no precisó en qué momento fue que existió una
relación estrecha entre el ente educativo y el municipio de Manaure, menos aún si
fue dentro del año anterior a la elección del cargo de alcalde.
Afirmó que la molestia de Juan José Robles Julio radica en que su tesis y
argumentos no fueron acogidos por los jueces ordinarios, por lo que ahora opta “por
la continuidad de presentación de memoriales, peticiones, acción tras acción,
pretendiendo convencer de un yerro hermenéutico, cuya única realidad es que, a
sabiendas, de estar incurso en la inhabilidad por parentesco, se postuló y resultó
15 Documento contenido en el expediente digital de tutela con certificado 35F3BB8E574D9811 C8BC7BCEEC44ACD4
C835292D89D8F623 EF73BD7699B6E2A3.
16 Documento contenido en el expediente digital de tutela con certificado 3A78468555B28D15 DBDC8D848A1A13C8
B23FCD63A9167C8C A851505A6ACCB013.
17 Documento contenido en el expediente digital de tutela con certificado 3FB268FEF0A732E0 B05A8B68C5A0E28F
E717E7521C738562 316A5F332F73B430.
Ahora bien, la autoridad judicial afirmó que es contradictorio que el tutelante indicó
en su escrito que no existe recurso extraordinario de revisión, a pesar de que este
fue el argumento de los memoriales que presentó con posterioridad a la sentencia
de segunda instancia.
Reiteró todo el análisis que llevó a cabo para establecer la configuración de los
elementos objetivo y espacial y agregó que la decisión no fue el resultado de un
cambio jurisprudencial, sino por el contrario, de aplicar las posturas establecidas en
la Corporación respecto de los mencionados elementos. Finalmente, solicitó se
negaran las pretensiones de la tutela.
1.5.4. Carlos Andrés Urbina Morales controvirtió los argumentos de la tutela y les
atribuyó premisas falaces que desconocieron el verdadero contenido de las
providencias enjuiciadas en tutela. Para ello, reiteró el sustento expuesto por la
Sección Quinta del Consejo de Estado en la sentencia del 29 de julio de 2021 y pidió
que se declare la improcedencia de la acción o se nieguen sus pretensiones 18.
1.5.5. Carlos Mario Isaza Serrano indicó que para resolver el presente asunto, se
debe tener en cuenta que la Corte Constitucional advirtió que las tutelas interpuestas
en contra de las altas cortes tienen un mayor nivel de rigurosidad y deben exponer
un error de mayor magnitud que el ordinario dadas sus funciones de unificar
jurisprudencia. Agregó que quedó probado que el rector de la Universidad de la
Guajira ejerció autoridad administrativa en el municipio de Manaure, en especial con
la firma del contrato de seguridad que abarcó el CERES 19.
II. CONSIDERACIONES
2.1. Competencia
Quien solicita el amparo debe cumplir con la carga de exponer las razones por las
que el reproche a una providencia que ha hecho tránsito a cosa juzgada, trasciende
de la controversia litigiosa propia de la causa ordinaria 26, a una cuestión con
relevancia constitucional, en términos de los defectos definidos por la
jurisprudencia como únicas causales que habilitan el control constitucional
concreto27.
En el presente asunto, Juan José Robles Julio sostuvo en el escrito de tutela, que
la Sección Quinta del Consejo de Estado vulneró sus derechos políticos
constitucionales y convencionales, a ser elegido, a acceder a cargos públicos, al
ejercicio del poder político, a la confianza legítima, a la igualdad y al debido proceso,
con la sentencia del 29 de julio de 2021, providencia a la que le atribuyó los defectos
sustantivo, de desconocimiento del precedente, de violación directa de la
Constitución y fáctico.
Pues bien, al respecto, de acuerdo al extenso análisis que hizo la Sección Quinta del
Consejo de Estado en la sentencia del 29 de julio de 2021 –que fue sintetizado en el
acápite de antecedentes de la presente providencia–, es posible establecer que el
fundamento de dicha decisión judicial consistió en:
“De todo lo anterior, es claro para la Sala que si bien el CERES no pertenece a la
Universidad como claramente lo esgrimió como defensa el accionado, lo cierto es
que ésta sí tuvo un papel protagónico y principal en dicho CERES-Manaure, por lo
que si bien el ente autónomo universitario es del orden departamental, con domicilio
en la ciudad de Riohacha, conforme consta en sus actos de creación, a diferencia de
lo planteado por el apelante, sí tuvo una relación directa y estrecha vinculante con el
municipio de Manaure, en aspectos académicos y de educación superior.
Por lo que si bien, itera la Sala que en materia de entes autónomos, la aplicación del
concepto y alcance de las circunscripciones departamental y municipal, puede
constituirse en un criterio de apoyo en el análisis en el que se busque determinar el
elemento espacial o territorial que prevé la norma en la expresión en “el respectivo
municipio” frente a la autoridad administrativa que se detenta, no puede ser el único
ítem a analizar ni tampoco puede tener aplicación per se, sin detenerse en otros
parámetros que den certeza del allanamiento al factor o presupuesto territorial que
prevé la norma que consagra la inhabilidad como uno de sus requisitos concurrentes,
en tanto los entes universitarios autónomos tienen su propia dinámica territorial y
geográfica y, por regla general, la designación de sus directivos no responde a
circunscripciones electorales sino a estamentos y sectores.
Ahora bien, el tutelante se limitó a afirmar que la autoridad administrativa debió ser
ejercida en el domicilio principal de la universidad y de sus sedes y extensiones, y
que en Manaure no existían una de estas figuras, no obstante, no desvirtuó en
relación con el defecto fáctico, por un lado, que el CERES desarrolla la actividad
misional de la institución brindando programas académicos en el municipio de
Manaure, y, por otro lado, que la suscripción del contrato de seguridad privada es un
clara muestra de una de las características que pertenece a la autoridad
administrativa, como es la facultad de contratar en nombre y representación de la
universidad.
En el caso concreto, como se pudo evidenciar, el señor Juan José Robles Julio
omitió el sustrato que llevó a la Sección Quinta de esta Corporación a encontrar
configurado el elemento espacial en el caso concreto, lo que, de contera, le impidió
comprender cuál fue la interpretación dada a la plurimencionada inhabilidad. En tal
sentido, al fundar el reclamo constitucional de una errada lectura de la sentencia del
29 de julio de 2021, los cargos de la solicitud de amparo no tendrían suerte para
consolidarse como verdaderos defectos.
A idéntica conclusión debe llegar la Sala frente al defecto por desconocimiento del
precedente de la denominada jurisprudencia anunciada, en la medida en que este
argumento tiene como sustento que la Sección Quinta del Consejo de Estado, al
interpretar la inhabilidad invocada en la demanda, cambió su postura y creó un
nuevo criterio del elemento espacial de la inhabilidad a partir del cual se puede
ejercer autoridad administrativa en un territorio por la posibilidad de que ocurra un
hecho futuro e incierto, lo que, como quedó visto, no ocurrió.
Incluso, es reprochable por parte de esta Sala la afirmación del escrito de tutela, de
que la configuración del defecto ocurrió cuando “el alto Tribunal precis[ó] que, ante la
ausencia de elementos que evidencien competencia territorial del Rector de la
Universidad en el Municipio de Manaure, es la relación de sus competencias, con las
competencias de la Universidad, y con la vocación de expansiva de esta, lo que
determina el potencial ejercicio de sus funciones con autoridad en ese municipio”. Lo
anterior, al tener en cuenta que la Sección Quinta nunca indicó que había ausencia
de dichos elementos, por el contrario, evidenció varios para sustentar su decisión.
FALLA
Notifíquese y cúmplase
Presidente de Sala