Silvia Conde
Silvia Conde
Silvia Conde
Silvia L. Conde*
democráticos, sus propósitos, enfoques y contenidos suelen definirse como respuesta a las
En México hemos transitado por las más diversas concepciones de educación cívica. En
mexicanos no contaban con la instrucción mínima, por ello el eje de la acción educativa fue la
alfabetización del pueblo. Subrayaba Justo Sierra que “una democracia analfabeta es una no
democracia”.
concepción educativa. En los años 30, el gobierno Cardenista buscó consolidar la revolución
proletarización de los medios de producción por la vía de las cooperativas y los sindicatos, así
* Maestra en Ciencias con Especialidad en Educación por el Departamento de Investigaciones Educativas del
Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (DIE-CINVESTAV-IPN).
Coordinadora del programa Educar para la democracia del Instituto Federal Electoral (IFE). Consultora
independiente.
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como mediante una educación básica que enfatizaba el trabajo colectivo, el autogobierno y la
artículo tercero constitucional de 1945 recogió las inquietudes de algunos sectores sociales, la
la valoración de la paz y el fortalecimiento de la moral humana como código del bien y huída
del mal. La Cartilla Moral y la formación de los maestros en civismo en la normal superior,
de esta concepción educativa, la visión legalista del civismo y las exigencias políticas de
nacionalismo y paz social, en la práctica fueron fortaleciendo por varias décadas el enfoque
1 Ernesto Meneses Morales. Tendencias educativas oficiales en México 1934-1964. México, Centro de Estudios
Educativos (CEE) y Universidad Iberoamericana (UIA), 1988.
2 Alfonso Reyes. “La cartilla Moral” en Obras completas. México, Fondo de Cultura Económica (FCE), 1979, Vol.
presunción de que los niños deben adaptarse de manera heterónoma a las normas,
sociopolítica del país se intensificó en las décadas de los sesenta y setenta. Las luchas obreras
desaparecidos, los presos políticos, los fraudes electorales no eran objeto de estudio en los
La realidad social refutaba los contenidos escolares sin que mediara, en la mayoría de
amor a la patria mediante rituales que, a medida que se cristalizaban, perdían su significado
regresó al currículo en 1993 con un enfoque que pretendía eliminar el abordaje de leyes,
Las encuestas de cultura política y valores realizadas en los últimos años4 muestran la
ineficacia del enfoque educativo que prevaleció hasta principios de los 90. El impacto de la
4Cfr. Encuesta Nacional sobre Cultura de la Legalidad (1998), Encuesta Nacional de Valores y Cultura Política (1999);
Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP 2001); Encuesta Nacional de Juventud 2000;
Análisis Comparativo de los Resultados de la Consulta Infantil y Juvenil en el Nivel Nacional, Estatal y de la Delegación de
Tlalpan, 2001; Reporte sobre los resultados del Foro de Jóvenes Tlalpenses, 2001.
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con su país es muy tenue. Salvo una delgada capa poblacional, somos un pueblo que
Como se verá a lo largo del documento, los datos estadísticos retratan el perfil de la
cultura política del ciudadano y describen una problemática previamente señalada por
preciso renovar los enfoques, contenidos y medios de la educación ciudadana, en todos los
niveles de escolarización.
crítica, la reflexión moral y la vinculación con temas relevantes para el alumnado. En el caso
de la educación primaria, media superior y superior habrá que hacer lo propio a fin de formar
niñas, niños y jóvenes críticos, autónomos y con la solidez moral necesaria para vivir en un
mundo caótico y con pocas certezas; en una sociedad de consumidores más que de
que al mismo tiempo que se fortalece, confunde la política con el mercado. Ante este
panorama, surge la pregunta ¿qué tipo de educación cívica necesita nuestro país?
Dos eventos reportados en la prensa dan cuenta de que autoridades, comunidad magisterial y
cívica en nuestro país. Por un lado, el anuncio de la creación de la materia Formación Cívica y
Ética para primaria y por otro, la firma de un convenio entre la Secretaría de Educación
En el primer caso, se informa que con la nueva materia Formación Cívica y Ética para
primaria se atenderá la crisis de valores y el aparente vacío en educación moral en este nivel y
Humano así como al enfoque de Formación Cívica y Ética de secundaria en esta temática. Esta
el poco tiempo destinado a esta materia (una hora a la semana) y la ausencia de libros de
afirma que se respetaría el Art. 3° Constitucional, se aviva al siempre presente debate sobre el
reconocer que ante el vacío real que dejó la autoridad educativa federal durante casi una
década, a lo largo y ancho de todo el país surgieron programas de valores del más distinto
sello, cobijados en su mayoría por las autoridades educativas locales. ¿Cuál será el
mecanismo idóneo para construir un programa incluyente, pero con rumbo claro? ¿Cómo
conciliar la recuperación de proyectos locales a nivel nacional sin limitar las iniciativas
El otro hecho relevante es la firma del convenio SEP–SEGOB–IFE (16 de abril de 2002)
ese contexto diversas voces se levantaron para sugerir enfoques y contenidos. Las opiniones
incluyen tanto las posturas más clásicas y reduccionistas, como las que abogan por un
enfoque integral y práctico, en el cual se abandone la visión del civismo como compendio de
leyes sin referente real, a favor de una práctica educativa congruente y consistente; además de
las que más señalan la necesidad de proyectar la tarea educativa hacia la comunidad, ya que
en ella prevalecen resabios autoritarios que “imponen al niño a obedecer y a callar sin
permitir que reflexionen sobre la información que reciben” (La Crónica, 17 de abril de 2002, La
Asimismo se propone incluir temas que sirvan a la formación del alumno en aspectos
tolerancia, la igualdad y la justicia (El Universal, 16 de abril de 2002). Se reconoce que “no se
podrá hablar de democracia plena hasta que no se logre que los alumnos elijan libremente a
sus representantes estudiantiles, los maestros a sus líderes sindicales y los padres de familia a
marco de una reforma, este modelo de operación crea un precedente en la apertura del
Si este modelo operativo llega a concretarse con éxito, será un claro indicador de
una sociedad crítica y escéptica. ¿Hasta qué punto la SEP compartirá con otras instituciones el
ciudadana ya que en el camino se tendrán que articular distintas miradas, remontar viejos
notas periodísticas publicadas durante el año 2002 aportan algunas pistas dignas de ser
de pertenencia al país
En la vida cotidiana de las comunidades es común vincular la educación cívica con el respeto
ceremonia luctuosa de algún prócer nacional. Estos actos cívicos pretenden recordar la
comprender que el país que tenemos es resultado de lo que hemos hecho y dejado de hacer
las mexicanas y los mexicanos. Sin embargo, el formalismo que caracteriza dichas ceremonias
(Por esto, 14 de septiembre de 2002) provoca que rápidamente se conviertan en rituales sin
significado, condensados en frases huecas que pálidamente dan cuenta de los procesos
Por cuidar el ritual, las autoridades que encabezan las ceremonias cívicas llegan a
pronunciar discursos contradictorios que lo mismo enaltecen “la fiera lucha en defensa de la
libertad”, que cuestionan las movilizaciones ciudadanas en defensa de los derechos civiles,
económicos y sociales.
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como fuera de las escuelas parece contribuir poco al desarrollo de una identidad nacional
historia, la cultura y la riqueza natural del país; el interés en los asuntos de todos y la
confianza en las instituciones y en el gobierno; así como el respeto a los símbolos patrios. La
nuestro país es uno de los desafíos para la configuración de la educación cívica que
necesitamos. ¿Cómo acercar los actos cívicos al alumnado? ¿Cómo fortalecer el amor a la
Patria con estrategias que trasciendan los rituales? ¿Cómo restituir el impacto formativo de
estas ceremonias?
En el caso de los actos y discursos protagonizados por las autoridades en las fechas
cívicas.
públicas así como en los valores y creencias relacionados con el sistema político (El Imparcial,
difundan los valores cívicos a fin de construir un mejor país (Reforma, 8 de diciembre de
2002).
Sin negar que este tipo de esfuerzos contribuyen a mantener presente la preocupación
mediante acciones aisladas o fragmentadas. Como se aprecia en las notas referidas, sigue
siendo urgente profundizar en los debates y en los análisis sobre la formación moral a fin de
evitar que ésta se simplifique en programas que promueven un valor por semana o que se
legitimen procesos de inculcación dogmática, así como para establecer las fronteras entre la
Ocho columnas, 4 de julio de 2002). Seguramente las autoridades educativas han identificado
este desafío y desplegarán, en el marco de la reforma de la educación cívica para primaria, las
estrategias pertinentes para orientar sin limitar, así como para aprovechar las diversas
Electoral del Distrito Federal son las instancias, que según lo reportado por la prensa, tienen
actividades de carácter práctico y lúdico (talleres, juegos de mesa, teatro guiñol, partidos de
estudiantiles para las sociedades de alumnos. Esta actividad pudo convertirse en una poderosa
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experiencia formativa, ya que se pretendía integrar un Congreso Juvenil con los presidentes de
trascendió la elección de los integrantes de las sociedades de alumnos, lo que plantea un reto
fuerza del voto libre, universal y secreto, así contribuir a prevenir el abstencionismo y los
delitos electorales. Sin embargo, ante la falta de cuidado y seguimiento, también pueden
Otras acciones realizadas en este sentido por el IFE, dirigidas a la población adulta,
promueven la comprensión de los procesos electorales así como del sentido de las votaciones
tipo, que incluyen la discusión de asuntos como delitos electorales, justicia administrativa,
penal y electoral, comunidades indígenas y procesos electorales (El Diario de Nuevo Laredo, 13
congruencia institucional.
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La Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP 2001) 5 aporta
datos sobre la confianza en las instituciones. Destaca que en un Estado laico como el
mexicano, la institución en la que se tiene más confianza es la iglesia, mientras que aquellas
que gozan de menos confianza son, con excepción de la policía, las destinadas a la
Tabla 1
Confianza en las Instituciones
Institución Confía mucho %
La iglesia 56.6
Los maestros 42.2
Los hospitales 32.1
Instituto Federal Electoral 30.3
Comisión Nacional de Derechos Humanos 29.2
Institución No confía %
La policía 33.8
Los Partidos Políticos 27.8
Los sindicatos 27.2
Las organizaciones no gubernamentales 24.0
Las cámaras de diputados y de senadores 23.1
Este dato obliga, por un lado, a mirar críticamente el enfoque de educación cívica con el que
de participar. Desde luego la escuela no es la única responsable de este fenómeno, por demás
5Cfr. Ciudadanos y cultura de la democracia en México. Reglas, instituciones y valores. Encuesta nacional realizada por
el Instituto Federal Electoral (IFE) e Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM),1998. Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP).
Secretaría de Gobernación, Poder Ejecutivo Federal y Ciudad de México. Encuesta Nacional de Juventud. Instituto
Nacional de la Juventud e IIS-UNAM, 2002. Los mexicanos de los noventa. Aurora Elizondo, Lucia Rodríguez
Mackeón y Ana Corina Fenández. México, UNAM, 1996. La consulta Infantil y Juvenil 2000 (ACUDE). IFE, 2003.
Análisis Comparativo de los Resultados de la Consulta Infantil y Juvenil en el Nivel Nacional, Estatal y de la Delegación de
Tlalpan. Informe presentado por el IFE, 2001.
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política, el dato también invita a analizar la gestión pública y el sentido de eficacia política en
relación con la legitimidad de la autoridad y del uso del poder, con el ejercicio de una
administración pública que escucha los reclamos ciudadanos y que da sentido a las instancias
de participación.
constatado con dolorosos ejemplos como la resistencia a la construcción del nuevo aeropuerto
Más allá de los debates sobre la participación ciudadana y de los programas para
y privadas así como a partidos y a agrupaciones políticas (El Diario de Nuevo Laredo, 13 de
Congreso, los partidos políticos y los sindicatos mejoren su gestión, fortalezcan su vínculo
con la ciudadanía y transparenten sus acciones. Lo propio habrán de hacer las Organizaciones
encuestados que dijeran las dos palabras en las que piensan cuando escuchan la palabra
política: el 21 por ciento señaló corrupción en primer lugar y el 12 por ciento lo hizo en
segundo lugar. En el caso de las palabras “asuntos públicos” el 28 por ciento de todas las
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menciones se refería a aspectos negativos. El 67 por ciento nunca habla de política con
personas que no son de la familia, el 56 por ciento opina que la política es demasiado
complicada y por eso la mayoría de las personas no la entienden, además, el 80 por ciento
señala que se enteran de lo que pasa en política mediante la televisión. El 85 por ciento no
pueden dar un ejemplo concreto de cómo la política ayuda a mejorar sus condiciones de vida
o las de su familia.6
Este panorama se resume en tres ideas sobre la política, expresadas por maestros y
alumnos en distintos talleres y cursos: la política es el arte de mentir, es para los políticos y no
La escuela tiene mucho que aportar en este campo. Los datos revelan que quienes
asistieron por lo menos un año a la escuela valoran mejor la política que quienes no tienen
instrucción alguna. Es claro que entre mayor sea la escolaridad de los encuestados, mayor
será el conocimiento que tengan sobre las leyes y la estructura y funcionamiento del gobierno;
sin embargo esta relación no es tan directa cuando se trata del interés y la valoración de la
involucramiento en la política (en su gradiente alto), existe una clara diferencia entre las
personas con ninguna escolaridad (3.5%) y las que tienen la primaria incompleta (16.4%); sin
embargo, no hay una relación directamente proporcional entre aumento en los niveles de
6.5 por ciento en las personas con secundaria o carrera comercial incompleta, aumenta entre
6 Idem.
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quienes concluyeron dicho nivel escolar (20.7%) y vuelve a disminuir entre quienes tienen la
En el caso de los jóvenes, reporta Julia Flores que el 43.5 por ciento no se interesa en la
política. Este dato nos plantea un desafío importante en materia de formación cívica, ya que
prevalece en este sector una negativa a la participación política y, a diferencia de los jóvenes
de la década de los setenta, la política ahora no es para ellos una fuente de identidad.8
Ante el desafío de acercar la política a los niños y jóvenes, instituciones como el IFE o
la SEP despliegan programas focalizados a este sector. Tal es el caso de Nosotros los Jóvenes,
cuyo propósito es que el alumnado de secundaria y educación media analice las condiciones
de política pública para mejorarlo, las haga llegar a las autoridades correspondientes y se
tercer grado de secundaria aplica esta metodología para diseñar un proyecto ciudadano en la
materia de Formación Cívica y Ética. Con ello se acerca el interés por los asuntos públicos a
los jóvenes, se vincula de manera más clara la escuela con el entorno y se fortalece un rasgo
del enfoque de formación de una ciudadanía activa: la participación en situaciones reales, que
La realidad impone a los procesos formativos desafíos cada vez más claros. Uno de ellos tiene
que ver con la tolerancia religiosa, particularmente puesta en escena por el alumnado y el
7 Julia Flores y Yolanda Meyenberg. Ciudadanos y cultura de la democracia. Reglas, instituciones y valores. Encuesta
Nacional. México, Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM (IIS)-Instituto Federal Electoral (IFE), 2000.
8 Julia Flores. Tipos de identidad y generaciones en México: los jóvenes en el ámbito de la política. México, Academia
profesorado que por razones de credo no rinden honores a la bandera. En la prensa se dejan
ver algunas posturas de este debate. Se señala que “si bien sólo el 0.2 por ciento de los
estudiantes de nivel básico tienen este problema ético, el problema9 tiende a crecer, impulsado
por los intereses de las empresas trasnacionales que promueven valores que no precisamente
educación de los niños, niñas y jóvenes objetores de conciencia. Señala la CNDH que “las
instituciones educativas deben abstenerse de tomar actitudes lesivas a los derechos humanos
reconoce a los otros, cuando se defiende el derecho a ser diferente. Construir condiciones de
tolerancia religiosa y sexual en las escuelas implica un fuerte trabajo con el profesorado y los
directivos, ya que con mayor frecuencia son ellos quienes protagonizan episodios de
segregación y discriminación.
En algunas notas se señala que el maestro debe educar con el ejemplo. Aunque el ejemplo es
pero se ve con sospecha que defienda sus derechos, se inconforme y ejerza su condición de
instrumento de lucha política así como las prácticas de denuncia y oposición que constituyen
demandas y los procedimientos sean legítimos), ya que ésta se considera un ejemplo negativo
para el alumnado.
político con pocos espacios de resonancia para la crítica y con escasas oportunidades para
violencia y en la democracia.
Conclusiones
En este apartado recupero la pregunta inicial ¿cuál es la educación cívica que necesita nuestro
país? Es obvio que ésta no admite una sola respuesta, más bien es generadora de nuevas
preguntas, por ejemplo ¿a quién le corresponde definir los contenidos, enfoques y medios de
la educación ciudadana? ¿cuáles son las instancias formadoras y las agencias de socialización
apunto algunos rasgos de la educación cívica que parecen pertinentes en el contexto social,
Los temas de educación cívica que aparecen en la prensa y la forma como son tratados
dan cuenta de algunos retos que en este campo enfrenta el país. Esta visión se complementa
con los datos que ofrecen las encuestas sobre cultura política, valores y prácticas ciudadanas
de Educación (PNE). Algunos desafíos que enfrentamos en México en el campo cívico político
pobreza y construir condiciones de equidad social (o por lo menos mejorar las condiciones de
participación, ganar la guerra al narcotráfico y a la delincuencia, por citar algunos. Ante este
El rumbo de la educación cívica se define a partir del proyecto político y cultural del país. En
este momento, México se encuentra en la tensión entre cambiar y consolidar, lo que supone
definir qué se quiere transformar y qué se debe fortalecer. Esta definición orientara el sentido
de la formación cívico política y moral a la luz de las exigencias de un país que camina con
proyecto de país así como del tipo de persona y de ciudadano que se espera formar, se
involucran aspectos ideológicos, políticos y morales. Por ello, el rumbo de una educación
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cívica debe ser definido de manera democrática, sobre la base de un amplio consenso
nacional.
importancia implica asegurar una mayor presencia de la formación cívica y ética en la jornada
escolar, lo que no supone necesariamente más horas de clase, sino un mejor abordaje:
encuentra una diferencia significativa entre la población sin escolaridad, respecto de quienes
tienen por lo menos un grado de escolaridad. El reto para la educación cívica se ubica en
niveles posteriores.
educación media y superior –desafío que ya se está afrontando en nuestro país-, así como
vincular la educación cívica con la vida cotidiana del alumnado, a fin de que dentro y fuera
de la escuela cuente con las herramientas y el interés para seguir fortaleciendo su formación
cívico–política y moral.
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En el campo cívico político y moral se aprende más de lo que se vive y practica que de lo que
se escucha y se lee. La congruencia es por ello un rasgo fundamental de una nueva educación
cívica el cual se despliega en la escuela en por lo menos tres aspectos: los métodos, el sistema
el alumnado pueda movilizar sus valores, saberes y habilidades ante una situación–problema.
actualización docentes así como los estilos de enseñanza. Más allá de la definición que al
respecto se haga en los nuevos programas, estamos obligados a mirar los procesos de
formación inicial de los docentes ya que lo prudente sería iniciar la reforma de la educación
llegan a atender hasta 600 alumnos) son condiciones que dificultan la construcción de un
clima de relación emocional en las escuelas y atender los problemas de los adolescentes, en
algunas notas periodísticas que hasta ahora se ha privilegiado la práctica de los simulacros de
limitación, dichas actividades son insuficientes para construir contextos congruentes, en los
cuales se viva la democracia, se aprenda a participar participando, a ser justo a través de una
adecuada aplicación de los reglamentos o se aprendan los derechos de los niños mediante su
respeto.
erradicar las prácticas que contravienen los principios formativos y democráticos. Esto exige
generar nuevas formas de relación con la autoridad, fortalecer las instancias de participación,
abrir la escuela a la comunidad, manejar de una manera flexible y creativa los tiempos,
congruencia, no se puede soslayar la relación del magisterio con su sindicato ¿cómo mirar ese
congruentes y críticos en cuanto a los valores que se viven, el tipo de relaciones que se
educación cívica, los procesos educativos nunca serán suficientes sin el mejoramiento de la
gestión gubernamental. Para ser efectiva, la educación cívica debe ir acompañada de una
Educar a los políticos y gobernantes al tiempo que a los ciudadanos y pre-ciudadanos parece
ser una fórmula efectiva para avanzar en la formación ciudadana congruente. Los esfuerzos
que realiza la escuela en materia de formación cívica y ética se fortalecen cuando la sociedad
gobierno eficiente, que responda y atienda a las necesidades y reclamos ciudadanos, que
gobierne para el pueblo. Lo que hacen y lo que dicen las autoridades son poderosos
dispositivos educativos.
En la prensa se reportan acciones que suponen un gobierno que se hace cargo de sus pre-
ciudadanos para que éstos se sientan parte de su comunidad política.10 Buena señal es tener
juventud. Este guiño de las autoridades debería fortalecerse en los próximos años.
10Adela Cortina. “La educación del hombre y del ciudadano” en Ma. Rosa Buxarrais y Miquel Martínez
(Coords.). Educación en valores y desarrollo moral. Barcelona, Universidad de Barcelona (UB) y Organización de
Estados Iberoamericanos (OEI), 1996.
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marcha en situaciones concretas y que favorecen que las niñas, los niños y los jóvenes
asuman como parte activa de su comunidad, de su país y del mundo; se comprometan con la
aprendizaje, así como la estrecha relación de éste con el contexto da lugar a la significatividad
en acciones.13 Este enfoque se aleja de la educación enciclopedista y del enfoque clásico del
11 La noción de competencia surgió en los años 50 desde la lingüística. Posteriormente se vinculó al sector
productivo y los modelos conductistas hicieron una aplicación de la noción mediante un enfoque restringido de
habilidades.
12 Philippe Perrenoud. Construir competencias desde la escuela. Santiago de Chile, Dolmen-Océano, 2002.
13 Frida Díaz Barriga y Marco Antonio Rigo. “Formación docente y educación basada en competencias” en Ma.
de los Ángeles Valle Flores (Comp.). Formación en competencias y certificación profesional. México, Centro de
Estudios sobre la Universidad (CESU-UNAM), s/f. 1979.