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Guía de Estudios #5

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GUÍA DE ESTUDIOS N° 51: “Sacramento del Bautismo”

1- Lectura del material enviado y de los números del Catecismo de la


Iglesia Católica referidos al sacramento del Bautismo (recordar que el
Catecismo es lectura obligatoria en todos los sacramentos)

2- Determinar con claridad en el sacramento del Bautismo:

a) Fundamento bíblico

Circuncisión en el pueblo de Israel, significado del agua en el AT,


Bautismo en tiempos de Jesús, Bautismo a partir de Jesús y de la
Iglesia primitiva.

Hch. 2, 38 Anuncio del Kerygma por parte Pedro. Surge la pregunta


sobre que hay que hacer: Bautizarse.

Hch. Bautismo del etíope

1 Pe. 3, 20

1 Pe. 2, 5- 9. Introduce el tema del sacerdocio que nos permite


participar de la Eucaristía.

Ef. 5, 25. 25 Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la


Iglesia y se entregó por ella.

Tit. 3, 5. no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino


solamente por su misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer
por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo.

1
El material de estudio para los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, se toma de los textos de Teología
Dogmática de G. L. Müller y Th. Schneider, ya conocidos.
Mt. 28, 19. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis
discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo

Jn. 3, 5. Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no nace del


agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios

Gal. 4, 4-6. Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios


envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a
los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la
prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros
corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo»
¡Abba!, es decir, ¡Padre!

Rom. 8, 15.29. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos


para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos,
que nos hace llamar a Dios. En efecto, a los que Dios conoció de
antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para
que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos;

Rom. 6. El bautismo nos sumerge en la muerte y resurrección de


Cristo.
b) Signo sacramental (materia y forma del sacramento)

Agua verdadera natural (sin ningún agregado), la ablución por el


contacto físico con el agua (inmersión, infusión, aspersión)
bendecida y la forma verbal (Trinitaria).

c) Ministro

Obispo y presbítero y en la Iglesia latina, también el diácono (CIC


can. 861). En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no
bautizada, si tiene la intención requerida, puede bautizar. La
intención requerida consiste en querer hacer lo que la Iglesia hace
al bautizar y utilizar la formula bautismal trinitaria.

d) Sujeto

Todo ser humano aún no bautizado y sólo él (CIC can. 864).

e) Efectos sacramentales

Los efectos principales son dos: la purificación de los pecados y el


nuevo nacimiento en el Espíritu Santo e imprime carácter
(habilitación para dar culto a Dios)

Por el bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado


original y todos los pecados personales, así como todas las penas
del pecado (DS 1316).

El Bautismo hace del neófito una nueva creatura, un hijo adoptivo


de Dios que ha sido hecho partícipe de la naturaleza divina,
miembro de Cristo, coheredero con Él y tempo del Espíritu Santo.

El bautizado recibe la gracia santificante que le hace capaz de creer


en Dios, de esperar en El y de amarlo mediante las virtudes
teologales. Le concede vivir y obrar bajo la moción del Espíritu
Santo y le permite crecer en el bien mediante las virtudes morales.
3- Para profundizar:

a) En la disputa entre San Agustín y los donatistas, ¿qué puedes decir


sobre la validez y eficacia objetiva y subjetiva del sacramento del
bautismo?

En contra de los donatistas, Agustín afirmaba que la


validez del bautismo (a diferencia de su fructuosidad)
no depende de la santidad personal, de la ortodoxia o
de la pertenencia actual a la Iglesia ni de quien lo
administra ni de quien lo recibe. El auténtico ministro
de los sacramentos es, en efecto, Cristo. Hablando
con propiedad, no hay sacramentos fuera de la
Iglesia. Por tanto, siguen siendo sacramentos de la
Iglesia incluso cuando los herejes los usurpan.

b) ¿Qué quiere afirmar la Iglesia cuando propone “la necesidad del


bautismo para la salvación”?¿Qué puedes decir sobre el destino de
los niños no bautizados?

El canon 2 del sínodo de Cartago del 418 establece:


«Quienquiera niegue que los niños recién nacidos del
seno de sus madres no han de ser bautizados o dice
que, efectivamente, son bautizados para remisión de
los pecados, pero que de Adán nada traen del pecado
que haya de expiarse por el lavatorio de la
regeneración, de donde consiguientemente se sigue
que en ellos la fórmula del bautismo "para la remisión
de los pecados" ha de entenderse no verdadera, sino
falsa, sea anatema» (DH 223; DH 247).
Ante la necesidad del bautismo para la salvación se
plantea inevitablemente la pregunta sobre el destino
de los niños no bautizados. Agustín opinaba que no
consiguen la visión de Dios, porque no se les ha
conferido la gracia, pero que tampoco sufren ningún
castigo. El castigo sólo recae sobre quienes han
cometido pecados personales.
Frente a esta concepción, la Iglesia destaca hoy día la
voluntad salvífica universal y la necesidad relativa (es
decir, condicional y dependiente de la conciencia de la
verdad subjetiva) del bautismo, en el contexto de la
doctrina sobre la necesidad de incorporarse a la
Iglesia para alcanzar la salvación (LG 14).

c) Santo Tomás de Aquino: comprensión del bautismo a partir de


Romanos cap. 6

Tomás de Aquino entendía el bautismo, a partir de


ROM 6 y de acuerdo con la catequesis mistagógica de
Cirilo de Jerusalén, como configuración con la pasión,
muerte y resurrección de Cristo

La configuración con Cristo en el bautismo significa


asimismo la incorporación a su cuerpo, que es la
Iglesia.
Esta configuración es un renacimiento singular e
irrepetible para la vida eterna. La eucaristía garantiza
una participación repetida y siempre nueva en la cruz
y la resurrección de Cristo, porque se da a sí mismo
en el banquete pascual para ser disfrutado muchas
veces, con el objetivo de actualizar en el amor la
unión con él y alimentar la vida espiritual.
d) Concepción luterana del bautismo y respuesta del Conc. de Trento.

El bautismo no produce un efecto creado (gratia creata) en el


hombre, por lo que tampoco se da una transferencia esencial
del estado ontológico de pecador al de santo

Según la doctrina patrística y escolástica, los pecados


mortales acarrean la pérdida de la gracia de la justificación,
pero permanece en los bautizados el carácter sacramental

En consecuencia, el rito de la reconciliación del pecador con


la Iglesia es señal de que se ha alcanzado un verdadero
perdón de los pecados y de que ha sido plenamente restituida
la gracia de la justificación.
Dado que Lutero sitúa la auténtica esencia del pecado en la
incredulidad, la conversión sólo puede consistir en la
renovación de la fe. Esta renovación acontece en virtud de

El concilio de Trento habló de la teología del bautismo en el


contexto del pecado original (1546) y en su Decreto sobre la
justificación (1547).
Por justificación entiende el concilio «no sólo la remisión de
los pecados, sino también la santificación y renovación del
hombre interior, por la voluntaria recepción de la gracia y los
dones, de donde el hombre se convierte de injusto en justo y
de enemigo en amigo, para ser heredero según la esperanza
de la vida eterna»

el bautismo es instrumento necesario para la remisión de los


pecados personales y para la eliminación del pecado original

Sería erróneo afirmar que lo único que ocurre es que no se


imputa el pecado.
El hombre nuevo resucita con Cristo.

Y aunque en los bautizados siga existiendo todavía, y por todo


el resto de su vida, la concupiscencia y la inclinación al
pecado, esta concupiscencia no constituye de por sí un
pecado real y verdadero.

La concupiscencia permanece en los bautizados no porque el


efecto del bautismo haya sido, por así decirlo, demasiado
débil, sino para la lucha, para la acreditación y para el
crecimiento de la vida cristiana

e) El sacerdocio real o común de los fieles en el Concilio Vaticano II: LG


7, 10, 11, 31; AA 2 y 3.

LG entienden el bautismo como inserción en el misterio de


pascua y como configuración con la pasión, muerte y
resurrección de Cristo.

En virtud del bautismo comparten todos los creyentes la


esencia y la vida sacramental de la comunidad eclesial y la
misión salvífica sacerdotal de la Iglesia

El bautismo y la confirmación son las bases sacramentales del


apostolado de los laicos, que realizan, a su propia manera, la
esencia apostólica y el encargo dado a la Iglesia

Los cristianos seglares obtienen el derecho y la obligación del


apostolado por su unión con Cristo, Cabeza

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