Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
344 vistas2 páginas

PIDO PERDÓN - Carta Ismael Ramos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 2

PIDO PERDÓN

PIDO PERDÓN, y necesito hacerlo, a todos y cada uno de los opositores de mi


tribunal. Antes que nada, sabed que muchos de quienes no habéis superado la
primera prueba, ni tampoco superaréis la segunda, no tenéis la culpa de ello. El
responsable último es un sistema de selección injusto y opaco que os ha
centrifugado.
Un funesto azar me ha obligado a formar parte de un tribunal de
oposiciones en la presente convocatoria (2021), y aquí he descubierto sus graves
deficiencias. Para empezar, os confieso que no cuento con ningún mérito ni
capacitación específica para seleccionaros, ni me han proporcionado formación
previa alguna para este complejo proceso selectivo. Soy un simple docente
vocacional y mi oficio es trabajar en el aula con mi alumnado, no seleccionar a
mis futuros compañeros.
Este sistema de selección se construye sobre una enorme deficiencia
estructural. Para cumplir con los objetivos y plazos exigidos, los miembros del
tribunal hacemos jornadas de 12 a 14 horas y, en ocasiones, sin descanso
semanal (de lunes a domingo).
Como imaginaréis, este agotamiento físico y mental, así como la falta de
coordinación y apoyo logístico general en todos los ámbitos, repercute en el rigor
de los resultados. A modo de ejemplo, de un día para otro (de un domingo a un
lunes) me encontré con que tenía que calificar unas 3500 páginas en una semana
(500 hojas diarias), además de mecanizar los 38 ítems de cada ejercicio, todo ello
sin que el tribunal dispusiera de tiempo material para coordinarse. ¿Es posible
calificar ese volumen de ejercicios con rigor y equidad en ese plazo? Si, a ello
sumamos que, en ningún momento del proceso existe un control externo, ¿quién
garantiza que todos los ejercicios se han corregido con el detenimiento y
precisión que este proceso exige? Quizás aquí encontremos la razón por la que
no se muestran las pruebas escritas a los candidatos que lo solicitan.
Quienes tienen la suerte, digo bien, la suerte de superar la primera parte,
se enfrentan a la defensa de su programación y la de una unidad didáctica. Si el
tiempo de la primera calificación es ajustado, el de las programaciones con
decenas de folios es aún más: el tribunal, en el mejor de los casos, cuenta con un
día y una tarde para calificar todas la programaciones antes de empezar las
pruebas orales.
Dentro de jornadas de 12-14 horas, dedicamos entre 7-8 a escuchar y
calificar vuestra exposición metodológica sobre diversos aspectos que nada
tienen que ver con lo que ocurre un día normal en un aula real, es decir, nuestro
trabajo diario. Contrarreloj y exhaustos habláis de normativa, siempre la misma,
de secuenciación, objetivos de etapa, de materia, de NEAE, de extraescolares y de
complementarias… «Haré, visitaré, utilizaré…» (todo ello anclado en el mundo
de la hipótesis). A mi juicio este es un proceso tan absurdo como sería
seleccionar a cocineros a partir del relato de sus recetas o a pianistas contando,
ante cinco personas extenuadas, cómo interpretarían una partitura sin acercarse a
su instrumento. Además, todo esto sucede en aulas-sauna, tras largas horas de
espera, de nervios, mascarillas y cansancio compartido.
Me duele la apatía y la aceptación de esta injusticia por parte de muchos
de mis colegas. A cambio de una indemnización (sic), la Administración
pulveriza algunos de nuestros derechos laborales y nos obliga a formar parte de
este sistema injusto y cruel. Subrayo: nos obliga en base a un sorteo y sin
proporcionarnos formación ni información, confiando vuestras expectativas
laborales a nuestra buena voluntad y capacidad de sacrificio.
Pesan sobre mi conciencia las posibles injusticias involuntarias que haya
podido cometer en este proceso. Sabed que he sacrificado mucho por hacer lo
que consideraba lo mejor y más justo para nuestro proyecto social y educativo
común, pero tened en cuenta que el sistema no es justo ni racional.
Pesa sobre mi conciencia todo el tiempo que habéis dedicado a estudiar y
prepararos para formar parte de esta pantomima. Pesa también sobre mi
conciencia cada minuto que os habéis sacrificado por este proyecto y no habéis
obtenido fruto. Os digo que muchos no habéis fallado. No os sintáis frustrados.
Este sistema es como una carrera a través de un campo de minas, donde muchos
caen porque la suerte los abandonó. Pido perdón con estas palabras.
Ismael Ramos
Vocal 2, Tribunal n.º 37
de Geografía e Historia de Granada

También podría gustarte