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Entre Nosotros

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1.

LA POLÍTICA NACIONAL DE MODERNIZACIÓN DE LA GESTIÓN


PÚBLICA
2. Modernización de la Gestión Pública
La modernización de la gestión pública se entiende como un proceso de
transformación constante a fin de mejorar lo que hacen las entidades públicas y,
de esa manera, generar valor público. Se crea valor público cuando:

a) Las intervenciones públicas, que adoptan la forma de bienes, servicios o


regulaciones, satisfacen las necesidades y expectativas de las personas,
generando beneficios a la sociedad.

b) Se optimiza la gestión interna a través de un uso más eficiente y productivo de


los recursos públicos, para, directa o indirectamente, satisfacer las necesidades y
expectativas de las personas, generando beneficios a la sociedad.

3. fundamentos de la política: visión, alcance, objetivo y principios

La visión: un Estado moderno al servicio de las personas Los ciudadanos


demandan un Estado Moderno, al servicio de las personas, lo cual implica una
transformación de sus enfoques y prácticas de gestión, concibiendo sus servicios
o intervenciones como expresiones de derechos de los ciudadanos. Con ese
sentido, la presente política caracteriza ese Estado Moderno como aquél orientado
al ciudadano, eficiente, unitario y descentralizado, inclusivo y abierto (transparente
y que rinde cuentas).

Con esa visión de Estado Moderno, planteamos emprender un proceso de cambio


y reforma integral de la gestión pública, a nivel gerencial y operacional, que pueda
afrontar la debilidad estructural del aparato estatal para cumplir sus objetivos y así,
pasar de una administración pública que se mira a sí misma, a una enfocada en la
obtención de resultados para los ciudadanos. En tal sentido es que se plantea el
impulso del proceso de modernización de la gestión pública, sostenido y con
perspectiva de largo plazo, implicando para todas las entidades la realización de
acciones orientadas a incrementar los niveles de eficiencia y eficacia en la gestión
pública, de modo que ésta pueda cumplir con sus funciones institucionalmente
asignadas destinadas a servir más y mejor a los ciudadanos.

Alcance de la política Modernizar la gestión: pública es una responsabilidad de


todas las autoridades, funcionarios y servidores del Estado en cada uno de sus
organismos y niveles de gobierno. En ese sentido, cualquier esfuerzo que apunte
a elevar los niveles de desempeño de las entidades del Estado a favor de los
ciudadanos, debe involucrar a los diversos sectores y niveles de gobierno. Por lo
tanto, la modernización de la gestión pública es una política de Estado que
alcanza a todas las entidades públicas que lo conforman, sin afectar los niveles de
autonomía que les confiere la ley. Compromete al Poder Ejecutivo, organismos
autónomos, gobiernos descentralizados, instituciones políticas y la sociedad civil,
a través de sus distintas organizaciones.
Objetivos de la política La Política Nacional de Modernización de la Gestión
Pública: tiene el siguiente objetivo general: Orientar, articular e impulsar en todas
las entidades públicas, el proceso de modernización hacia una gestión pública
para resultados que impacte.

1. Promover que las entidades públicas en los tres niveles de gobierno cuenten
con objetivos claros, medibles, alcanzables y acordes con las Políticas Nacionales
y Sectoriales.
2. Conseguir que el Estado disponga, asigne y ejecute los recursos
presupuestales para financiar los resultados que los ciudadanos esperan y
valoran.
3. Redefinir a nivel nacional, regional y local, las competencias y funciones de las
entidades en concordancia con el proceso de descentralización.
4. Implementar la gestión por procesos y promover la simplificación administrativa
en todas las entidades públicas a fin de generar resultados positivos en la mejora
de los procedimientos y servicios orientados a los ciudadanos y empresas.
5. Promover que el sistema de recursos humanos asegure la profesionalización
de la función pública a fin de contar con funcionarios y servidores idóneos para el
puesto y las funciones que desempeñan.
6. Monitorear y evaluar la eficiencia y eficacia en la transformación de los
insumos, en los productos y resultados que los ciudadanos demandan.
7. Desarrollar un sistema de gestión del conocimiento integrado al sistema de
seguimiento, monitoreo y evaluación de la gestión pública, que permita obtener
lecciones aprendidas de los éxitos y fracasos y establezcan mejores prácticas
para un nuevo ciclo de gestión.
8. Promover el gobierno electrónico a través del uso intensivo de las tecnologías
de información y comunicación (TIC) como soporte a los procesos de planificación,
producción y gestión de las entidades públicas permitiendo a su vez consolidar
propuestas de gobierno abierto.
9. Asegurar la transparencia, la participación, la vigilancia y la colaboración
ciudadana en el debate de las políticas públicas y en la expresión de opinión sobre
la calidad de los servicios públicos y el desempeño de las entidades.
10. Promover, apoyar y participar en espacios de coordinación interinstitucional
con entidades del mismo nivel como de otros niveles de gobierno, para multiplicar
la capacidad de servicio del Estado en beneficio de los ciudadanos mediante la
articulación de políticas, recursos y capacidades institucionales.
11. Articular las Políticas Públicas Nacionales y Sectoriales, las cuales se
analizan, diseñan, aprueban, implementan, evalúan y mejoran promoviendo el
debate y la participación ciudadana.
12. Fomentar la creación de mecanismos de articulación necesarios para lograr
una coordinación eficiente entre las entidades públicas de los tres niveles de
gobierno.
13. Promover la descentralización de las funciones, responsabilidades,
capacidades y recursos de las entidades públicas en los tres niveles de gobierno a
fin de prestar de manera eficaz, eficiente y transparente los bienes y servicios
públicos que los ciudadanos demandan.
14. Articular, simplificar y actualizar los sistemas y promover un funcionamiento
que considere la heterogeneidad de las entidades públicas en lo referente a sus
funciones, tamaño y capacidades.
principios orientadores de la política de modernización

Orientación al ciudadano: La razón de ser de la gestión pública es servir a los


ciudadanos. Ello significa que el Estado y sus entidades deben definir sus
prioridades e intervenciones a partir de las necesidades ciudadanas y en función
de ello, establecer las funciones y los procesos de gestión que permitan responder
más y mejor a esas necesidades con los recursos y capacidades disponibles en
cada momento presente.

Articulación intergubernamental e intersectorial: Las entidades públicas deben


planificar y ejecutar sus acciones de manera articulada, tanto a nivel de los
sectores, de los sistemas administrativos como entre los niveles de gobierno,
fomentando la comunicación y la coordinación continuas, asociando sus recursos
y capacidades o cooperando entre sí de otras formas posibles, para poder
responder a las demandas ciudadanas con eficiencia y de manera oportuna.

Balance entre flexibilidad y control de la gestión: Las entidades deben


desarrollar una gestión ágil, eficaz, eficiente y oportuna, para lo cual deben tener
la posibilidad de responder oportunamente a la heterogeneidad y coyunturas
propias del medio donde intervienen. Ello será posible en tanto tengan la
posibilidad de adaptar oportunamente sus estructuras organizacionales, así como
sus procesos y procedimientos -sobre todo los vinculados a los sistemas
administrativos- de manera que se asegure la prestación de servicios públicos
según las necesidades de los ciudadanos.

Transparencia, rendición de cuentas y ética pública: Los funcionarios públicos


deben servir a los intereses de la Nación, procurar aumentar la eficiencia del
Estado para brindar una mejor atención a los ciudadanos y actuar con probidad,
idoneidad, veracidad, justicia, equidad, lealtad y respeto al Estado de Derecho y a
la dignidad de las personas.
Innovación y aprovechamiento de las tecnologías: Para alcanzar los
resultados que la ciudadanía espera, se requiere que las entidades públicas
avancen en un proceso constante de revisión y renovación de los procesos y
procedimientos mediante los cuales implementan sus acciones. Ello las llevará
seguramente, a implementar nuevas propuestas de servicios o procedimientos
que innoven su gestión para responder mejor a las expectativas de los ciudadanos
y empresas.

Principio de sostenibilidad: La gestión pública se sustenta en la integración


equilibrada de las políticas sociales, ambientales y económicas del desarrollo
nacional, así como en la satisfacción de las necesidades de las actuales y futuras
generaciones de ciudadanos.

3. la apuesta central: una gestión pública orientada a resultados al


servicio del ciudadano: componentes de la gestión pública orientada a
resultados

La gestión pública moderna es una gestión orientada a resultados al servicio del


ciudadano. Esto es una gestión en la que funcionarios públicos calificados y
motivados se preocupan-en el marco de políticas públicas de Estado, nacionales,
regionales y locales, según las competencias que corresponden a cada nivel de
gobierno- por entender las necesidades de los ciudadanos y organizan tanto los
procesos de producción o actividades (como conjunto de acciones que
transforman los insumos en productos en la “cadena de valor”20) como los de
soporte (los sistemas administrativos), con el fin de trasformar los insumos en
productos (seguridad jurídica, normas, regulaciones, bienes o servicios públicos)
que arrojen como resultado la mayor satisfacción de los ciudadanos, garantizando
sus derechos y al menor costo posible.

I. Establecer objetivos claros y articulados, a nivel sectorial, así como


territorial (nacional, regional y local), expresados en metas de
producción (cantidades de servicios de una determinada calidad) que
brindarán como resultado un mayor nivel de satisfacción al ciudadano.
II. II. Reasignar los recursos presupuestales para maximizar los niveles de
producto y resultados esperados. Es decir, formular el presupuesto en
función de los objetivos establecidos en los planes.
III. Desarrollar y optimizar los procesos de producción o trabajo (la “cadena
de valor”) y los de soporte (que alimentan a los anteriores), con el fin de
alcanzar los niveles de producción de bienes y servicios públicos de
calidad esperados por la población, con la mayor eficacia y eficiencia
posibles en el uso de los recursos.
IV. Reordenar o reorganizar a nivel nacional, regional y local, las
competencias y funciones contenidas en la estructura funcional actual
adecuándolos a una organización basada en procesos de la cadena de
valor.
V. Establecer un sistema de indicadores de desempeño y resultados que le
permitan monitorear y evaluar si los insumos se están transformando en
los productos cuyos resultados son los que los ciudadanos demandan, y
si están aplicando los procesos más eficaces y eficientes. La
información que provea el monitoreo y desempeño deberá capitalizarse
en un sistema de Gestión.

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