Cap 8 Al 11 Macrp
Cap 8 Al 11 Macrp
Cap 8 Al 11 Macrp
8.1. INTRODUCCIÓN
En el capítulo anterior estudiamos el modelo IS-LM de una economía cerra-
da, que no se relacionaba con el resto del mundo y, por tanto, no realizaba ex-
portaciones ni importaciones. Obviamente, en un mundo moderno como en el
que vivimos actualmente, esta simplificación puede parecer demasiado limitado-
ra. Sin embargo, el supuesto de economía cerrada nos sirvió para construir un
modelo más sencillo, sin demasiadas variables e interrelaciones, con unos resul-
tados relativamente acertados. En este capítulo vamos a ampliar dicho modelo y
vamos a abrir la economía al resto del mundo, introduciendo las exportaciones
y las importaciones como componentes de la demanda, además de otros concep-
tos necesarios para ello, como el tipo de cambio o los activos financieros extran-
jeros, tales como bonos, acciones, letras del tesoro, deuda pública, etc.
El modelo 1S-LM de economía abierta se va a denominar modelo de Mundell-
Fleming, en reconocimiento a los dos economistas que lo desarrollaron. Tene-
mos que realizar primero una serie de cambios en los supuestos ya conocidos
del modelo IS-LM básico e introducir algunos nuevos, así como presentar va-
riables que hasta ahora no han aparecido.
Introducimos ahora las exportaciones (X) e importaciones (Q) como un
componente más de la demanda del mercado de bienes (y servicios). Las expor-
taciones son las ventas de bienes nacionales a economías extranjeras y, por tanto,
suponen una entrada de dinero en la economía nacional, por lo que, como
veremos, aparecerán sumando en la demanda. Las importaciones son las com-
pras de bienes extranjeros por parte de agentes nacionales, por lo que aparecerán
restando ya que suponen una salida de dinero del país. Todas estas transaccio-
nes requieren comprar o vender moneda extranjera para realizarse. Si queremos
importar bienes, no podemos pagarlos con nuestra moneda —el país extranjero
no la aceptará como medio de pago—, así que tendremos que cambiarla por la
X-Q=X,-Qs
Nora: Por ejemplo, cuando compramos un activo por valor de 100 unidades
monetarias, estamos cambiando una forma de ahorro, esto es, un billete de 100
unidades monetarias, por otra forma de ahorro, esto es, un activo financiero, que,
además de mantener nuestra riqueza a lo largo del tiempo, también nos proporcio-
na una rentabilidad en forma de intereses. Es decir, comprar activos es otra forma
de ahorrar que además nos reporta una rentabilidad adicional.
Sería imposible tratar de construir un modelo con todos los países que exis-
ten, por lo que vamos a hacer un supuesto simplificador que solucionará este
problema. Supondremos que existen solo dos economías, una pequeña y el resto
del mundo. El supuesto de economía pequeña es importante porque implica que sus
decisiones no tendrán suficiente peso en el resto del mundo como para afectar a su
comportamiento. Por su parte, el resto del mundo será una economía grande, que
sí afectará a la economía pequeña. Este supuesto es comparable con la realidad
que viven la mayoría de países del mundo.
El catalizador de los intercambios internacionales es el mercado de divisas.
En él se producen los cambios de moneda necesarios para el comercio. Bajo las
leyes de la oferta y la demanda, dicho mercado alcanzará un equilibrio que nos
dará el tipo de cambio (E) entre las monedas. Vamos a definir el tipo de cambio
como el número de monedas extranjeras necesarias para comprar una moneda
nacional. Concretamente, de aquí en adelante, vamos a suponer que la moneda
nacional es el euro (€) y la moneda extranjera es el dólar ($), que llamaremos
divisa, lo cual nos ayudará a entender mejor los ejemplos y establecerá un con-
texto concreto que facilitará su comprensión. Por ejemplo, en el momento en
que se escriben estas lineas, el tipo de cambio entre ambas monedas está en 1,19
dólares por euro. De igual forma, podríamos haberlo definido a la inversa,
como número de euros necesarios para comprar un dólar. En realidad, no im-
porta cómo definamos el tipo de cambio porque lo importante es elegir un cri-
terio desde el principio para evitar confusiones más adelante. Así que a partir
de ahora utilizaremos siempre la primera definición.
Se = QLE,
Y) + X,
++
Por otro lado, la oferta de dólares (o demanda de euros) se produce cuando los
agentes extranjeros desean comprar nuestros bienes y servicios, es decir, cuando
exportamos. Dependerá, a su vez, negativamente del tipo de cambio, dado que
cuanto mayor sea este, más valor tiene un euro respecto a un dólar (porque hay
que pagar más dólares para conseguir un euro), complicando a los extranjeros
la adquisición de bienes nacionales. Además, dependerán también positivamen-
te del nivel de renta extranjera (Y*), puesto que cuanto más rico sea el resto del
mundo, mayor será el volumen de ventas que les podamos realizar. Adicional-
mente, la oferta de dólares (demanda de euros) dependerá de las importaciones
de capital, porque los extranjeros necesitarán euros para adquirir activos nacio-
nales, por lo que ofrecerán dólares (demandarán euros) para conseguirlos. Te-
niendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, podemos escribir la siguiente
ecuación para la oferta de divisas:
My
NoTA: También sería posible representar las curvas de oferta y demanda de
dólares en el gráfico, dado que equivalen a la demanda y oferta de euros, respec-
tivamente. Sin embargo, la oferta de dólares sería decreciente y la demanda de
dólares sería creciente, algo que podría llevar a confusiones, puesto que en eco-
nomía no es lo habitual. Por ello, hemos optado por dibujar la demanda de euros
(oferta de dólares) y la oferta de euros (demanda de dólares) en esta represen-
tación, en la que la oferta es creciente y la demanda es decreciente, que sí es lo
habitual en economía. Insistimos en que podriamos dibujar el mercado de divisas
desde una u otra perspectiva indistintamente, pero, por comodidad y costumbre,
de aquí en adelante utilizaremos siempre esta forma de representar el mercado
de divisas.
Para terminar este punto debemos hablar de los distintos regímenes cambia-
rios que nos podemos encontrar. Existen básicamente tres: tipo de cambio flexi-
ble, tipo de cambio fijo y tipo de cambio con bandas de fluctuación. El más
habitual, sobre todo en países occidentales, es el primero, el tipo de cambio flexi-
ble, que implica la no intervención de ningún agente económico en el mercado de
divisas con el fin de controlar o alterar el precio de unas divisas respecto de otras.
El caso opuesto sería el tipo de cambio fijo, en el cual el banco central del país
intervendrá en el mercado de divisas para mantener un tipo de cambio concreto
entre las dos divisas. Por ejemplo, si observa una apreciación del euro (lo que
supone una subida del tipo de cambio, ya que habrá que pagar más dólares por
SOLUCIÓN
Se =Q(E,
Y) + X,
++
Se
E,
A
De
hy
o
D¿ = X(E, Y") + Q;
- +
dy
£—€
d) Al igual que con los apartados a) y b), nos volvemos a encontrar ahora
con una economía de tipo de cambio fijo. Por tanto, la primera parte vuelve a
ser la misma, esto es, el paso del punto «0» inicial de equilibrio al nuevo punto
«1» tras el desplazamiento de la demanda de euros hacia la izquierda. El banco
central observa que el tipo de interés tiene una tendencia a la baja, por lo que
interviene para evitarlo. Al igual que en los dos primeros apartados, puede des-
plazar a la derecha la demanda o la oferta de euros, con el objetivo final de que
el tipo de cambio permanezca inalterado. Como podemos ver, deberá desplazar
la curva de demanda de euros hacia la derecha volviendo exactamente al mismo
punto de equilibrio final. Para ello, deberá comprar euros (vendiendo dólares),
hasta que el punto «2» final de equilibrio coincida con el punto «0» inicial de
equilibrio.
£,5€, =€,
y
8.3. LA PARIDAD NO CUBIERTA DE INTERESES (PNCI)
En el punto anterior hemos aprendido cómo funcionan el mercado de divi-
sas y el tipo de cambio. En este, vamos a incorporar los bonos, que son activos
financieros en general, como otro nuevo componente del modelo de Mundell-
Fleming. Como cabría esperar, existen los bonos nacionales (B), que proporcio-
nan una rentabilidad dada por los tipos de interés nacionales (2), y los bonos ex-
tranjeros (B*), que proporcionan una rentabilidad dada por los tipos de interés
extranjeros (¿*). Obviamente, los agentes económicos buscan la mayor rentabili-
dad posible para sus inversiones, por lo que podemos pensar que el principal
valor en el que se fijarán en su toma de decisiones será el tipo de interés que
ofrecen los distintos bonos. Sin embargo, esta decisión no será tan sencilla.
Cuando compramos bonos nacionales, su valor está expresado en euros, mien-
tras que cuando compramos bonos extranjeros, su valor estará expresado en
dólares, por lo que el tipo de cambio puede alterar la rentabilidad que esperá-
bamos tener con unos u otros bonos,
Los bonos prometen un pago a su vencimiento, que dependerá de su tipo de
interés o, lo que es lo mismo, de su rentabilidad. Sin embargo, si hablamos de un
bono nacional, cuyo valor estará expresado en euros, verá cómo una depreciación
del euro reducirá su rentabilidad por debajo de lo esperado. Por el contrario, apre-
ciaciones de la moneda nacional elevarán la rentabilidad por encima de lo esperado.
Vamos a definir la tasa esperada de variación del tipo de cambio (Dd) como
la diferencia en porcentaje entre el tipo de cambio actual (E) y el esperado para
el futuro (E. De esta manera, podemos calcular el crecimiento esperado del
tipo de cambio como:
PNCI
40
y
E
Se sabe que un bono europeo, que promete pagar 100 euros a su venci-
miento dentro de un año, tiene hoy un precio de 96 euros. Por otro lado, un
bono estadounidense que promete pagar 100 dólares a su vencimiento tiene
hoy un precio de 97 dólares. Se sabe, además, que el tipo de cambio actual
entre ambas monedas es de 1,12 dólares por euro.
SOLUCIÓN
_ 10097
pe
= 0,0309 = 3,09%
= 97
¡=*-0
4,17% = 3,09%-— D
podemos despejar la tasa esperada de variación del tipo de cambio (D) para
obtener, que pasamos a tanto por uno para poder realizar el resto de cálculos:
d = -1,08% = 0,0108
ai
- 10098
98 > i=0,0204 = 2,04%
Como acabamos de comprobar, una subida del precio del bono reduce su
rentabilidad. Ahora bien, ¿cuál será la rentabilidad que deberá ofrecer ahora el
bono europeo para que se cumpla la paridad no cubierta de intereses? No olvi-
demos que tenemos que dar por conocidos los valores de tipo de cambio actual
(E = 1,12) y esperado (E = 1,11). Si lo hacemos y aplicamos la ecuación, obte-
nemos:
e —
¡= 0,0204 -b12
112
Nótese que la única incógnita que nos queda es la rentabilidad de los bonos
europeos, que resulta ser:
i = 0,0293 = 2,93%
¡> *-0
PNCI
4,17%= i,
2,93% = í,
E=10G E
ame = L(i,Y)
P
e€= Ez
XN=X-0Q
(PNCDi=*-0
Zh
0 Z=C+I+G+XN
“y
PNCI
0
- ho - ho .
un NM, |
Y/ 1
I >
>
E
y
Eo
s
do dibujar siempre la curva completa, tanto para tipo de cambio fijo como para
flexible, para no generar confusiones al respecto.
¡> *-0
Ahora, debido a la subida del tipo de interés nacional (7), los bonos nacio-
nales se hacen más rentables que los extranjeros, lo que provocará una entrada
masiva de capitales en nuestra economía para adquirir nuestros bonos. Como
para ello los extranjeros necesitan adquirir euros, eso elevará su demanda y, por
consiguiente, su valor, esto es, el tipo de cambio. Esta subida del tipo de cambio
(E) provoca una reducción de la tasa esperada de variación del tipo de cam-
bio [0 = (E"— EJE], que devolverá el equilibrio a la paridad no cubierta de
intereses (PNCT). Por otro lado, la elevación del tipo de cambio eleva las impor-
taciones y reduce las exportaciones, lo que afectará negativamente a la demanda
del mercado de bienes y, por extensión, a la renta.
Si, por el contrario, en lugar de haberse elevado inicialmente el tipo de inte-
rés, se hubiese reducido, la explicación sería exactamente igual, pero a la inversa.
Es decir, ante una reducción del tipo de interés nacional (7), nuestros bonos se
hacen menos rentables que los extranjeros (í < ¿*— 0), desajustando la PNCI.
Ello supondrá una salida masiva de capitales de nuestra economía en busca de
la compra de bonos extranjeros, ahora más rentables. Deberán adquirir dólares
para ello o, lo que es lo mismo, vender euros, lo que elevará la oferta de euros
reduciendo su valor, esto es, el tipo de cambio, haciendo que se eleve la tasa
esperada de variación del tipo de cambio, lo que restablecerá de nuevo el equi-
librio en la PNCT. Por otro lado, la caída del tipo de cambio (devaluación de la
moneda nacional) se trasladará al mercado de bienes, elevando las exportacio-
nes y reduciendo las importaciones, lo que aumentará el nivel de renta.
Como último detalle, nótese que el proceso de ajuste del mercado de divisas
ocurrirá siempre a continuación del proceso de ajuste del mercado de dinero, dado
que la variable determinada en este mercado (el tipo de interés) es la que afecta
al de divisas. Y el mercado que analizaremos siempre a continuación del mercado
de divisas será el de bienes, porque la variación del tipo de cambio acontecida en
el mercado de divisas influirá en las exportaciones netas, que son un componen-
te de la demanda de bienes.
AA EA IEA
dE
SOLUCIÓN
a) Como ya sabemos, una política fiscal expansiva por parte del gobierno,
consistente en un incremento del gasto público, desplazará la curva 7S hacia la
derecha, lo que elevará el nivel de renta de la economía y el tipo de interés. A
su vez, si observamos la paridad no cubierta de intereses (PNCT), veremos tam-
bién que se habrá elevado el tipo de cambio. Podemos ver dichos resultados en
el siguiente gráfico:
IA
LM
: 1
1
A 0
lo DL
IS
Í PS
! IS
I
>
YY, Y ESE, E
Podemos hacer un resumen de variables que recoja todos los cambios sufri-
dos por los distintos componentes del modelo. Por ejemplo, sabemos que un in-
cremento de la renta (Y) elevará a su vez el consumo (C), el ahorro ($) y la in-
versión (1). Además, en este modelo, la elevación de la renta nacional también
elevará las importaciones (Q). Por otro lado, los tipos de interés han subido, lo
que hace más caro pedir prestado, reduciendo la inversión. Es decir, en conjunto
Y C Ss I x 0 i E M* G T
tlralrtelylrlr]ri|—|r]—
1. Mercado de bienes
Zh
Z=C+I+G+XN
“y
2. Mercado de dinero
or Ss
OU
mm
LG, Y)
Ey
¡=*-0
PNCI
ty
Ey >E,
4. Mercado de bienes
Z=C+1I+G+XN
Y ESE,
y
«l». El banco central controla únicamente la política monetaria, así que, para
reducir el tipo de cambio, es decir, para reducir el valor de la moneda nacional,
decidirá incrementar la oferta monetaria desplazando la curva LM hacia la de-
recha. La razón es que, por ley de oferta y demanda, cuando un bien abunda,
baja su precio, y eso es justo lo que busca el banco central, aumentar la canti-
dad de moneda nacional en circulación para que baje su precio o, lo que es lo
mismo, el tipo de interés de la economía (1).
A,
A
NS
O
IS
Y >Y Y, Y
Como podemos ver, la economía pasará del punto «1» de equilibrio (al cual
se supone que no llega, dado que es una economía de tipo de fijo y el banco
central lo evita) al punto «2» final de equilibrio, para el que el tipo de cambio
no habrá cambiado, pero se habrá producido un incremento adicional del nivel
de renta.
Un resumen del proceso de ajuste sería el siguiente: el aumento de oferta
monetaria genera un exceso de oferta en el mercado de dinero, que reducirá los
tipos de interés desde el punto «1» hasta el punto «2» del siguiente gráfico:
IA
M
>l3
P
e
h
PS
L(,Y)
L(, Y
>
M
ZA
=C+I+G+XN
Zh
1 _Z
GA AZ
CH 14 G+XN
xy
Y YY,
1 A N Fis
NZD /
ESSE,
Ey
EJERCICIO 4. Política monetaria en el modelo IS-LM
de una economía abierta
SOLUCIÓN
delo IS-LM. Una política monetaria expansiva por parte del banco central, con-
sistente en el aumento de la oferta monetaria, desplaza la curva LM hacia la
derecha y, como podemos ver en el gráfico a continuación, elevará el nivel de
renta de la economía, reduciendo los tipos de interés y el tipo de cambio, como
podemos ver en la PNCI,
LM PNCI
YY, Y EE, E
Hemos elegido representar en este ejercicio todas las curvas como líneas
rectas, sin ningún motivo en particular, solamente para dejar claro que es algo
que carece de importancia en este tipo de ejercicios teóricos.
En segundo lugar, vamos a realizar un pequeño análisis de los resultados
sobre las principales variables del modelo. Sabiendo que el nivel de renta ha
aumentado y que tiene una relación positiva con consumo, ahorro e inversión,
habrá provocado el incremento de las tres variables mencionadas. Por otro lado,
la bajada de los tipos de interés tiene también el efecto de elevar la inversión,
por lo que esta aumenta con total seguridad, ya que ambos efectos provocan ese
mismo efecto sobre ella. La bajada del tipo de cambio eleva las exportaciones y
reduce las importaciones, mientras que gasto público e impuestos no se ven al-
terados, dado que el gobierno no ha llevado a cabo ningún tipo de política fis-
cal. A continuación, podemos ver un esquema simplificado de los principales
cambios:
Yo l|s|rlxlo|Ga|T|iimM|P
|MIPILG, Y) E
blico, pues las variables que lo componen están decididas exógenamente por el
gobierno, y no cambian salvo que nos digan lo contrario, que es el caso, por lo
que dicho término quedará constante. A continuación, nos damos cuenta de que
el término del saldo exterior también es conocido, puesto que sabemos que la
bajada del tipo de cambio impulsa las exportaciones reduciendo las importacio-
nes, por lo que dicho saldo mejora. Para terminar, como la parte derecha del
igual ha aumentado, seguro que la parte izquierda también, para mantener la
igualdad. Así que el aumento del ahorro tiene que ser mayor que el aumento de
la inversión, que aparece restando, para que el saldo privado aumente. Podemos
ver un resumen de lo comentado a continuación:
1. Mercado de dinero
>]5,
Ll o
VA
2
TZ
LG Y
Ey
2. Mercado de divisas
lA
PNCI
Ey
E, E,
3. Mercado de bienes
ZA
Z=C+I+G+XN
YY,
y
4. Mercado de dinero
Volvemos de nuevo al mercado de dinero tan solo para dejar constancia, una
vez más, de que estos procesos de ajuste no suceden de forma puntual, sino re-
currente, pasando los efectos de unos mercados a otros. Concretamente, en este
caso, el incremento de la renta en el mercado de bienes se traslada al mercado
de dinero, a través de la demanda de dinero, la cual aumenta por motivo tran-
sacciones (es decir, al aumentar la riqueza, se compran y venden más bienes y
servicios, para lo cual hace falta más dinero), rompiendo de nuevo el equilibrio
de dicho mercado, iniciándose así un nuevo proceso que no alterará los resulta-
dos ya expuestos. Podemos ver a continuación una representación que relaciona
los cuatro gráficos mencionados:
Zh
AÑ
2 C+ 14 G+ XN
La
YY, Y
— LM
0 . 0
NACO,L(, Y)
Y 7, E¡ “Ey
y
y
Zh
Y=Z
Y
Y
1 z
> AZ = C+ 14 G+ XN
A
Y”
Y
Y”
A45 >.
YaY, =Y, Y
lA lA
>
$
5,
Y
A
VS
NN”
I
I
N*
23
na
ze
a
LX
>
N
a
4
Ey
SOLUCIÓN
¡<ñ*-0
IA IA PNCI
/ LM PNCI
“ xa
h < h
Ni yA
AA
Ss S/
YY, Y EE,
uy
Y|C|S|I[|x|O|XN|ile|¡|M|P|MIPILGYN|G|T
rtitirialrii
rioja [—[—|—|-|-|-
Por su parte, la financiación intersectorial arroja los siguientes resultados: el
déficit público (G-T) no habrá cambiado, dado que el gobierno no ha efectuado
política fiscal alguna. El saldo exterior (X-Q), como ya hemos dicho, habrá
aumentado. Como la parte derecha del igual ha aumentado, para que se cumpla
la igualdad es necesario que la parte izquierda también se haya elevado, por lo
que el aumento del ahorro tiene que ser de cuantía suficiente para compensar
lo que haya pasado con la inversión, que es desconocido. Podemos ver un resu-
men de dichos resultados a continuación:
(S-D)=(G6- T)+(“-0)
1 e CTE CTE 1 y
T CTE T
1. Mercado de divisas
PNCT PNCT
EE,
uy
2. Mercado de bienes
Zh
Z=C+I+G+XN
As
e
YY, Y
3. Mercado de dinero
vl5
. 1
h
/ NinSU
LED
L(i, Y)
4. Mercado de divisas
A
N XLM, LM
AA
ZN NN,
AA DN
IS
Y
_—_—_—_—_—__>
_ —_
E, = E, E
IA
MM
P
1
VAR
,
—
— L(,Y)
Ey
La elevación de los tipos de interés hace que sea más caro pedir dinero pres-
tado, lo que reduce la inversión y, por tanto, la demanda de bienes. El proceso
de ajuste de este mercado nos llevará a un menor nivel de renta, como podemos
ver en el siguiente gráfico:
ZA
Z=C+I+G+XN
<= y
Zh
Y=Z
Y
Y
Y
y
0 Z=C+I+G+XN
Z.
Y
ya
e I
yS
AS >
Y, Y
lA LMLM
Li, Y)
y
9.1. INTRODUCCIÓN
Hasta ahora hemos centrado nuestro estudio en la economía de corto plazo.
Esto básicamente significaba que el período contemplado es tan corto que no
hay tiempo suficiente para que cambie el precio de los bienes, esto es, para que
se noten los efectos de la inflación. Con este capítulo comenzamos el estudio del
medio plazo, el cual suponemos lo suficientemente largo como para que cambien
los precios de los bienes, es decir, para que se noten los efectos de la inflación.
Obviamente, al introducir esta nueva variable, el modelo se volverá más compli-
cado; sin embargo, se volverá más realista, ya que muchas de las decisiones que
toman los agentes económicos día a día tienen en cuenta la evolución de los
índices de precios.
Concretamente, en este capítulo vamos a presentar un modelo que trata de
analizar el comportamiento del mercado de trabajo, para posteriormente incor-
porarlo al modelo IS-LM, de modo que finalmente obtengamos el modelo que
estudiaremos en el próximo capítulo, conocido como modelo de oferta y deman-
da agregadas.
Pero, de momento, vamos sencillamente a presentar algunas de las variables
que iremos necesitando más adelante. Por ejemplo, si nos preguntamos cómo
podemos calcular el PIB (Y) de una economía desde el contexto del mercado de
trabajo, la respuesta va a resultar de lo más lógica: dependerá del número de
personas que estén trabajando (que llamaremos ocupados y simbolizaremos con
N) y de la productividad media de dichas personas (que simbolizaremos con 4).
Así pues, podemos calcular la renta (Y) de la economía como:
Y= AN
En segundo lugar, nos interesa definir la tasa de paro, algo que ya hicimos
en el capítulo 1 de este libro. La razón de este interés por la tasa de paro lo
conoceremos más adelante, pero cabe destacar que el nivel de renta de una eco-
nomía depende inversamente del número de parados. Es decir, menos parados
suelen significar más trabajadores, y más trabajadores, más producción. Recor-
demos que la tasa de paro (u) se calculaba dividiendo el número de parados
entre el número de activos (a los que en este capítulo llamaremos L£), y los pa-
rados son la diferencia entre activos y ocupados (L-N). De esta manera pode-
mos reescribir la tasa de paro como sigue:
cru =%
Á
Y=4AN>4=%
N
W W
cru =YN
Y
SOLUCIÓN
a) Para realizar este cálculo debemos darnos cuenta de que las ecuaciones
de que disponemos son compatibles solo con valores numéricos concretos; sin
embargo, es posible adaptarlas para el cálculo de variaciones porcentuales, que
es como están expresados los datos de este problema. Lo más conveniente es
utilizar un tipo de aproximaciones que tienen un error muy pequeño en los re-
sultados. De esta manera, podemos convertir una fracción en la diferencia de
porcentajes y un producto en la suma de porcentajes. Veámoslo con un ejemplo.
Si llamamos A a la variación porcentual, es posible reescribir las ecuaciones
presentadas en este punto de la siguiente manera:
Y = AN > AY =A4+AN
anual (AN = -4%); por tanto, de la ecuación podemos deducir que la producti-
vidad media del trabajo está creciendo a una tasa del 7,2% anual (AA = 7,2%).
(WS)W = P*F(u,z)
PSP =0+ 0
NoTAa: El parámetro y trata de recoger todos los factores que pueden influir
en el precio de venta del producto, que no son el salario nominal de los trabaja-
dores (W) ni su productividad media (A). Es decir, el parámetro u está com-
puesto del margen de beneficio de las empresas, del coste de las materias primas,
del coste de la energía, etc. Por tanto, un aumento de cualquiera de ellas eleva el
parámetro Lu.
YA
P
msh = Fu)
>
U
Nora: Cuando nos referimos a los niveles naturales, nos referimos simplemen-
te a los niveles de equilibrio de medio plazo, es decir, tasa de paro natural, renta
natural o empleo natural son sencillamente formas de llamar a las variables en este
capítulo y en el siguiente.
F(uz) =2
u
SOLUCIÓN
_L-N_ 125-100
u = 0,2 = 20%
Zo L 125
Esta es la tasa de paro efectiva de la economía con los datos iniciales, que
además podrá ser la natural (o no), cosa que comprobaremos en los siguientes
apartados.
ws = F(u,z)
W Á
PST =—
( > l+p
Á
F(u,z) = 1+4
1 _ 10
u 1+02
1 10
u 1+0,2 4, =0, 1
1
WSW =P F(u,2) > W=1: 23 W=1:>W=5
u >
Hemos podido comprobar que, con los datos proporcionados por este pro-
blema, el nivel de precios efectivo no coincide con el nivel de precios esperados
y, por ello, la tasa de paro natural tampoco coincide con la efectiva.
El salario real de la economía es el que se corresponde con los valores de
salario nominal y precios calculados:
5 >
==—=83
| 3
0,6
YA
P
esE - A
a
S
Lo)
20
>
l+u
Pq
mt = F(u,z)
>
Uy=12% U¿=20% U
iS = F(u,z)
W Á
PST =—
( 5 l+p
Pues bien, basta con mirar que depende únicamente de dos parámetros, esto
es, la productividad media del trabajo (4) y el parámetro u, que contiene tanto
el margen de beneficio de las empresas como otros costes en los que incurren a
la hora de producir bienes. Incrementos de la productividad o reducciones de y
desplazarán la curva de precios paralelamente hacia arriba. Lo harán hacia abajo
en caso contrario.
SOLUCIÓN
Como ya sabemos, un incremento del precio del petróleo elevará el valor del
parámetro u, lo que provocará un desplazamiento paralelo y hacia abajo de la
ecuación de precios. Podemos comprobarlo fácilmente mirando dicha ecuación
de precios:
es h- a
En el gráfico a continuación podemos ver el mercado de trabajo de una
economía que parte de un equilibrio inicial de medio plazo, representado por el
punto «0», en el que los precios efectivos coinciden con los esperados y para
el cual observamos una tasa de paro inicial (4) que coincide con la natural (u,),
además de un salario real inicial de equilibrio (W/P),. Posteriormente, se ha
producido una elevación del precio de petróleo, que desplaza paralelamente ha-
cia abajo la curva de precios, llevando la economía a un nuevo equilibrio de
medio plazo, representado por el punto «1» del gráfico. En esta versión del
YA
P
Ol | >Ny est = E
1+7p
|
!
|
!
|
!
|
! (WS) E = F(u, z)
|
!
|
|
+
UU — U, U
ms) = F(u,z)
YA
P
162),
W 0
aW_ A
ws) = F(u,z)
(WS)
: >
U, = U, == 6, U
(WSW = P*F(u, 2)
PA
PSW
(PS) = —
144
Wi (WS)W= P“F(u,z)
PA
PSW ==
(PS) +4
N,= Ny N
SOLUCIÓN
Wi (WS)W= P*Ku,z)
PS
| PA
(PSIÍW = + la
W
A (WS)W= PeFtu,Tz)
“a
1 0 PA
W,=W*,
= (PS)
PSW Len
==—
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
! >
No N
Podemos observar una reducción del nivel de empleo (V) sin que hayan
cambiado los salarios nominales (W). La razón de que mayores derechos labo-
rales generen menores niveles de empleo y, por consiguiente, mayores tasas de
paro es bastante lógica cuando nos paramos a pensar en ella, Las empresas
contratan trabajadores con el objetivo de obtener un beneficio económico. Cual-
quier factor que pueda dar más poder a los trabajadores a la hora de negociar
sus salarios no interesará a las empresas, puesto que mayores salarios implican
mayores costes, y mayores costes, menos beneficios. El parámetro A representa-
ba la productividad media del trabajo, pero eso no significa que todos los tra-
bajadores sean igual de productivos. Habrá trabajadores más productivos que
WA
0 (WS) W = P*Ku,z)
q
1
Y, / PS
| | 0
”, Y/ (PSW = ==
2
y A
(ws) (ws)
(WS)
W = P*F(u,z)
SS
2 1
Y, / PS
| | o/. _ PA
y
|
l
! >
N— NN, N
Ph
OA
y
Para obtener la curva de oferta agregada a partir de las ecuaciones de pre-
cios y salarios debemos primero hacer un pequeño supuesto simplificador acer-
ca de la productividad media del trabajo. Recordemos que la renta de la econo-
mía se puede calcular como el producto entre número de trabajadores (N) y
productividad (4):
Y= AN
Y=N
el punto «0» del siguiente gráfico. Dicho punto se corresponde con un salario
nominal W, y una tasa de paro uy en el mercado de trabajo. Ese primer punto
de equilibrio que estamos representando se corresponde con el punto «0» de la
curva de oferta agregada que aparece justo debajo.
Wi (WS)W =P*F(u,z)
0 PA
W, (PSW = 1+u
>
xy
Wi (WS)W= P"Hu,z)
1
pe 4 (PS)
W y (PSIW =
NN N=Y
Ph
OA
>
YY Y
WA (WS)W= P*Ku,z)
2
w, 1 ? (PS)
m, (PS)
Im, A l+p
=>
NN N=Y
PA
>
YY Y
Si este proceso se repitiese infinitas veces, con infinitas subidas y bajadas del
nivel de precios de la economía, iríamos dibujando todos y cada uno de los
puntos que componen la curva de oferta agregada.
Coro suele ser habitual, nos interesa saber qué desplazamientos nos podemos
encontrar ante las diferentes perturbaciones existentes del mercado de trabajo. Por
ejemplo, la oferta agregada se desplazará hacia la derecha ante aumentos de la
productividad media del trabajo (4), reducciones del parámetro j¿ y reducciones de
las variables institucionales del mercado de trabajo (2). Como es lógico, la curva
de oferta agregada se desplazará hacia la izquierda en los casos opuestos.
Por último, es importante darse cuenta de que los salarios reales (W/P) de
la economía no cambiarán fácilmente ante estas perturbaciones. La razón la
hallaremos en la ecuación de precios en su versión con el salario real despejado
a la izquierda del igual:
W A
PS) =L
SN +4
Como podemos observar, dicho salario real es igual a una fracción que solo
depende la productividad (4) y del parámetro u, por lo que, si estos componen-
tes no cambian, el salario en términos reales tampoco lo hará. Concretamente,
aumentará si aumenta la productividad o se reduce el parámetro u. Y se redu-
cirá en caso contrario.
Ph
DA
xy
Como podemos observar, la curva de demanda agregada establece una rela-
ción negativa entre renta y precios. Es decir, precios altos generalmente propor-
cionan niveles de renta bajos y viceversa. O, lo que es lo mismo, la curva de
demanda agregada es decreciente.
Podemos derivar la curva de demanda agregada a partir del modelo IS-LM,
que aprendimos en el capítulo 6. Cada equilibrio del modelo IS-LM producido
por cambios en el nivel de precios se corresponderá con un punto de la curva de
demanda agregada. Veamos el siguiente gráfico. En él podemos ver un punto de
equilibrio inicial, el punto «0» del modelo IS-LM (punto de corte entre ambas
curvas), que nos proporciona un nivel de tipo de interés í, y un nivel de renta
Y,. Dicho equilibrio se corresponde a su vez con el punto «0» de la curva de
demanda que podemos ver un poco más abajo.
Y, Y
0
PS
DA
>
Y, Y
(LM)
Un
Y, Y
(04)
04)
Y, Y
YA (ws)
”, (25)
0
$»
MN, N=Y
Como podemos ver, el punto «0» inicial representa un equilibrio en los tres
mercados que componen el modelo de oferta y demanda agregadas, esto es, el
mercado de bienes (representado por la curva 15), el mercado de dinero (repre-
sentado por la curva LM) y el mercado de trabajo (representado por las ecua-
ciones de precios y salarios, PS y WS). A su vez, las curvas 75 y LM componen
la demanda agregada (DA), mientras que las ecuaciones PS y WS componen la
oferta agregada (04).
Mercado de bienes
Zh
Y=Z
/
e”
”
0/1 z
A
”
e
Ye
e
”
e e
Y, Y
bo 0 h NAS 0
L(i, Y) IS
<vy
Z
monetaria), que son controlados por el banco central, pero eso es algo que lle-
varemos a cabo específicamente en el siguiente punto.
Evidentemente, existen multitud de posibles perturbaciones, pero, a la hora de
analizarlas, podremos observar que se pueden dividir en cuatro grandes bloques,
cada uno de ellos con sus características propias. En este y los siguientes puntos
plantearemos las cuatro formas de afrontar problemas de oferta y demanda agre-
gadas. Concretamente, podemos diferenciar entre los siguientes tipos de problemas:
AA ER le Telola!
del mercado de bienes
SOLUCIÓN
plazo (paso del punto «1» al punto «2»). Por último, analizaremos los resulta-
dos de medio plazo. Esta parte no conllevará más desplazamientos, sencillamen-
te nos dedicaremos a resumir los efectos totales sobre las variables (paso del
punto «0» inicial de equilibrio de medio plazo al punto «2» final).
1, El corto plazo
PA
(04)
P, 0
P,
(DA)
(DA)
>
Y
Podemos observar que esto producirá una caida en el nivel de renta y en los
precios, desde el punto «0» inicial de equilibrio de medio plazo hasta un nuevo
equilibrio, el punto «1», que será un equilibrio de corto pero no de medio plazo,
porque la caída del nivel de precios hace que estos estén por debajo de lo espe-
rado y, por tanto, no coincidan precios efectivos y esperados (P + P9), dado que
inicialmente si eran iguales. Por consiguiente, el nivel de renta Y, no es un nivel
de renta natural, como sí lo era el inicial, Y..
En cuanto a la representación gráfica del modelo IS-LM, sabemos que una
subida de impuestos desplaza la curva 7S hacia la izquierda, como podemos
(LM)
(LM)
>
Y, Y Y
PA
PSW ==
(PS) 1+4
Wi
(WS)
(PS)
0
”, l Di (PS)
I
NN N=Y
0
w, (PS)
7 >
. SY
>
NN N=Y
sión. Como un efecto hace subir la inversión y el otro la hace bajar, diremos que
queda indeterminada. Por último, han caído los precios (P) y los salarios (W).
Podemos resumir estas y otras variables con la siguiente tabla:
Y|Cc|Ss|I|N|G|T|id|M|P
|[MIPILG) Ww|we| U
yIdiiI 2 py ¡|— | PT|y]— || 7T]|TPT[JL[—
y - Y
Para terminar este primer punto vamos a dar un repaso a todo el proceso
de ajuste que ha llevado la economía del equilibrio inicial de medio plazo, re-
presentado por el punto «0» de todos los gráficos, al punto «1» de equilibrio de
corto plazo. Como viene siendo habitual en los últimos capítulos, comenzare-
mos el proceso de ajuste con el mercado en el cual se origina la perturbación,
en este caso el mercado de bienes, dado que los impuestos constituyen uno de
sus componentes. El proceso tendrá cuatro pasos, comenzando por el que origi-
na la perturbación. Una advertencia sobre el orden a seguir: del mercado de
bienes pasaremos al de trabajo y, de este, al de dinero, para después ir de nuevo
al de bienes, manteniendo siempre este orden estemos ante la perturbación que
estemos.
1. Mercado de bienes
2. Mercado de trabajo
3. Mercado de dinero
4. Mercado de bienes
Como en otros capítulos, este último paso es sencillamente para dejar cons-
tancia de que este es un proceso que se repite indefinidamente hasta alcanzar el
Ph
Po odo
AS
P.
1
pr e.
| YY l
| (DA)
Y
|
Y=Y Y
>
A continuación, representamos también lo sucedido en el gráfico del mode-
lo IS-LM:
WA
(WS)
(WS)
Y (PS)
v, (PS)
w, (PS)
Podemos hacer una representación conjunta de los tres gráficos, que queda-
ría de la siguiente manera:
P 0
0
? Y, Y DA)
Y DA)
<>
Y, Y,= Y, Y
WA Ss)
(WS)
0
W, (PS)
la bajada de los tipos de interés también eleva la inversión, por lo que esta au-
menta con total seguridad, puesto que ambos efectos la elevan. Durante el pe-
ríodo de tiempo comprendido entre los puntos «1» y «2», el gobierno no ha
llevado a cabo ninguna política, por lo que tanto gasto público como impuestos
quedarán constantes. La reducción de los precios elevará la oferta monetaria
real y, con ella, la demanda de dinero, que aumentará en la misma cuantía para
mantener el equilibrio del mercado de dinero. Por su parte, los salarios habrán
caído en la misma proporción que los precios, dado que el salario real no ha
cambiado, puesto que solo varía ante alteraciones de la productividad o del
parámetro u, que están dados exógenamente y no cambian salvo que nos lo
indiquen. Podemos ver un resumen de todas estas variaciones en el siguiente
recuadro:
Os-TD)=(G -T)
CTE CTE CTE
CTE
Hemos dejado para el final de este paso la explicación detallada del proceso
de ajuste automático acontecida en el modelo, que explica por qué las curvas se
han desplazado de ese modo. Para el punto «1» de equilibrio de corto plazo en
el que nos encontramos, los precios están por debajo de los esperados (P < P9),
puesto que bajaron (JP) en el corto plazo, hecho que los trabajadores incorpo-
rarán en su negociación salarial reduciendo los precios esperados (J.P* para el
siguiente período, aceptando salarios más bajos (JW) sin perder poder adquisi-
tivo (esto es lo que ha desplazado hacia la derecha la ecuación de salarios). Por
su parte, las empresas se podrán permitir bajar de nuevo los precios de venta de
sus productos (J.P) gracias a la bajada de costes salariales, manteniendo su mar-
gen de beneficio intacto (esto es lo que ha desplazado la ecuación de precios
hacia abajo y la oferta agregada hacia la derecha). La reducción de precios
también es la culpable del desplazamiento de la curva LM hacia la derecha, ya
que menores precios implican un aumento de la oferta de dinero en términos
reales (TM*/P).
3. El medio plazo
Y|c|s|I|N|G|T]|i|M|P
|MiPILG)) w|we| U
=| y y TI] ||] | [|T]T]|Ld — |?
y Y
Sobra decir que cualquier otro tipo de perturbación de la demanda origina-
da en el mercado de bienes generaría unos resultados y proceso de resolución
similares a los de este ejercicio.
En este punto vamos a estudiar el impacto sobre una economía descrita por
el modelo de oferta y demanda agregadas de la política monetaria. Como sabe-
mos, los incrementos de oferta monetaria desplazan la curva LM hacia la dere-
cha y, con ella, la demanda agregada. Por el contrario, las politicas monetarias
contractivas desplazan la curva LM hacia la izquierda, al igual que a la deman-
da agregada.
Una vez producida la perturbación monetaria, pasaremos a un nuevo equi-
librio de corto plazo, en el que los precios efectivos no coincidirán con los espe-
rados (P x PS) y se iniciará un proceso de ajuste automático que nos llevará al
equilibrio final de medio plazo, tal como pudimos ver que ocurría también con
la política fiscal en el ejercicio anterior.
Por tanto, el tipo de problema que nos podemos encontrar será muy similar
al que pudimos observar en el ejercicio previo, pero con una pequeña curiosidad
que producen las políticas monetarias, que explicaremos a continuación y que
hace que lo consideremos un tipo de problema distinto.
SOLUCIÓN
1. El corto plazo
(LM)
(LM)
Ph
Y, Y, Y
NoTA: Hemos decidido presentar todas las ecuaciones de este ejercicio como
líneas rectas, sin ninguna razón concreta, sencillamente para dejar claro que, en
ejercicios de tipo teórico como este, se puede trabajar tanto con curvas como con
rectas indistintamente.
Podemos observar una elevación del nivel de renta (Y), que a su vez incre-
mentará el consumo (C”, el ahorro (S”, la inversión (1) y el nivel de empleo (NV),
dado que son variables que dependen directamente de ella. Por otro lado, la
bajada de los tipos de interés (1) reduce el coste de pedir prestado, lo cual tam-
bién incentiva la inversión, por lo que esta se eleva con seguridad.
Si observamos el mercado de trabajo, podremos ver cómo la subida del nivel
de precios (P) desplazará paralelamente hacia arriba la ecuación de precios,
cuya expresión era:
PA
PSW ==
(PS) 1+ 4
es) LL
p l+u
(WS)
(PS)
N/A
”, (PS)
No
=y
eS
2
(LM)
(LM)
04
DA
DA
>
Y, Y, Y
IN (ws)
v, L (PS)
1
0 Y
”, A (PS)
NN, N=Y
Aunque ya hemos repasado los resultados sobre las principales variables del
modelo, presentaremos un cuadro resumido con todos los cambios, tal como
hemos hecho en muchas otras ocasiones:
Y|C|S|I|IN|G|T]|i¡(Mi|P
(MIPILGy W|wWrP| U
iria] i¿|t[iririririoio
(s-1D)=(6 -T)
o” CTE CTE
CTE
LM
Y, = Y=Y, Y
/ WE)
Ja
(PS)
Les
(PS)
Fy
S
=
NN, N=Y
Il
N,
AS =(6-T)
o CTE CTE
CTE
3. El medio plazo
En este paso simplemente recogemos los cambios producidos sobre las va-
riables en el medio plazo, es decir, sus cambios desde el equilibrio inicial de
medio plazo hasta el final, esto es, entre el punto «0» y el «2». No es necesario
llevar a cabo ningún desplazamiento adicional.
Como podemos ver en los gráficos, el nivel de renta no habrá cambiado.
Esto dejará inalterados el consumo, el ahorro y el nivel de empleo. Como, ade-
más, los tipos de interés tampoco habrán cambiado, el nivel de inversión queda-
rá constante con total seguridad. La subida de los precios habrá sido de la
misma proporción que la de los salarios, dado que el salario real no ha cambia-
do. La oferta monetaria es mayor que al comienzo del ejercicio, pero la oferta
monetaria en términos reales habrá quedado constante, ya que esta viene repre-
sentada por la curva LM, que no se ha desplazado de su posición inicial, lo que
significa que el aumento de precios ha compensado el aumento de saldos reales
de dinero. Tenemos a continuación el resumen de variaciones:
Y|C|S|I|IN|G|T]|i¡(Mi|P
(MIPILGy W|wWrP| U
=I=|=|=|=|-|-=|-—|?[|?|-|-]|?T]|-|-—
(8 -1)=(G-T)
ps]
CTE CTE CTE CTE
Ú_ AAA A
CTE CTE
Por tanto, cabe destacar que, en el contexto del modelo de oferta y demanda
agregadas, la política monetaria no produce efectos reales en la economía y es
completamente inútil para afectar a los niveles de renta y tipos de interés, El
único efecto que produce es cambios en los precios y en los salarios nominales.
Sin embargo, podemos decir que sí tiene efectos en el corto plazo, como hemos
podido comprobar.
Es por ello por lo que, a pesar de las similitudes con el problema anterior,
hemos decidido considerar el caso de la política monetaria como uno de los
cuatro grandes tipos de problemas que podemos encontrar en este capítulo y en
el siguiente.
¡31 AA AR Me IE AE]
de salarios
SOLUCIÓN
Una vez más, seguiremos la misma estructura de los ejercicios del capítulo
anterior, haciendo clara distinción entre el equilibrio de corto plazo (punto «1»),
el proceso de ajuste automático (paso del punto «1» al punto «2») y el medio
plazo (punto «2»).
1. El corto plazo
P) 04
DA
P;
Po
DA
Y Y Y
lA
xy
(WS) W= P*Ku,z)
PA
PS
PS) W ===
Wi
WS
WS
PS
W
PSI =>—
( 7 l+p
Como siempre, vamos a resumir todos estos cambios con el siguiente cuadro:
Debemos resaltar que la reducción del nivel de renta y, por extensión, del
empleo provocará una elevación de la tasa de paro de la economía (u). Por tan-
to, el gobierno no conseguirá su objetivo de reducir la tasa de paro, al menos a
corto plazo. Hemos podido comprobar que el efecto que provoca una elevación
de los costes de despido es el de incrementar la tasa de paro. Puede resultar
contradictorio a primera vista, pero tiene bastante lógica una vez razonado. Es
posible que una elevación de los costes de despido reduzca el número de despi-
dos que se están produciendo, pero el efecto no deseado que realmente produce
es el de las no contrataciones de nuevos trabajadores ante el miedo de no poder
despedirlos después en caso de tener que hacerlo. Mayores costes de despido
implican mayores costes laborales en general para la empresa, que puede consi-
derar como parte del salario que tendrá que pagar tarde o temprano a los tra-
bajadores, lo que reduce el interés por contratarlos.
En cuanto a la identidad contable, destaca que el ahorro y la inversión tie-
nen que haber caído en la misma cuantía para que el saldo privado (S-— 1) re-
sulte constante, dado que el otro lado del igual, compuesto por el déficit públi-
co (G-— T), tampoco ha cambiado:
(US-1D=(G- E)
A CTE CTE
CTE A
CTE
<vY
ES
V, VA PS
”, FA se PS
N, MN, N=Y
En el nuevo equilibrio de corto plazo, el punto «1», los precios son mayo-
res de lo esperado (P > P*), hecho que los trabajadores incorporarán a su
negociación salarial, elevando sus expectativas sobre los precios (T P*), despla-
Wi WS
WS
y Ys
», 1/ PS
¡DADA
<wy
N, N, MN N
l]
El resultado final será un mayor salario nominal para los trabajadores, pero
menor nivel de empleo y, por consiguiente, mayor tasa de paro. A diferencia de
las perturbaciones de demanda, el nivel de renta final no coincidirá con el ini-
cial, porque las perturbaciones de oferta sí alteran el nivel de renta natural, que
en este caso habrá caído hasta el nuevo equilibrio de medio plazo, representado
por el punto «2» en todos los gráficos. Podemos observar que el nivel de renta
natural de la economía ha caído y, con él, el nivel de empleo, lo que implica un
aumento de la tasa de paro natural.
En el gráfico de oferta y demanda agregadas observaremos repetidos despla-
zamientos (que omitimos para mayor claridad gráfica) de la curva de oferta
agregada hacia la izquierda, hasta alcanzar el ya mencionado nuevo equilibrio
de medio plazo:
0A
0A
DA
Y Y Y
y
En el gráfico del modelo 18-LM veremos cómo los incrementos de precios
han seguido reduciendo la oferta monetaria en términos reales, desplazando
nuevamente la curva LM hacia la izquierda, elevando así los tipos de interés:
ZA LM
LM
LM
. 2
2
. 1
4
o Y Y 0
“py LL Y
A 1S
Y Y, Y Y
(Us-1D=(G- E)
A CTE CTE
CTE _— —
CTE
Y
NA 04
0A
DA
>
Y, Y, Y, Y
Vi WS WS
Y WS
W. 2/
yy PS
”, AL Lo PS
W, Y” 0L/
0 si PS
NN, Na N=Y
3. El medio plazo
bargo, no es necesario hacerlo en este caso, porque implicaría repetir por ter-
cera vez exactamente los mismos resultados obtenidos en los dos primeros
pasos.
Sencillamente, vamos a recalcar que cuando nos preguntamos por los resul-
tados a medio plazo de una perturbación en el contexto del modelo de oferta y
demanda agregadas, nos referimos a los resultados conjuntos de todo el proceso,
es decir, al paso del equilibrio inicial de medio plazo (punto «0») al equilibrio
final de medio plazo (punto «2»).
SOLUCIÓN
turbación de oferta en tres pasos, uno para el corto plazo, otro para el proceso
de ajuste automático y otro para resumir los efectos a medio plazo.
1. El corto plazo
Wi
WS
W, PS
0 Y
w, PS
Y Y, Y=N
sy w= +2
l+u
Podemos observar, además, una elevación del nivel de empleo y, por exten-
sión, de la producción, hasta alcanzar el nuevo punto de equilibrio, que será de
corto plazo y vendrá representado por el punto «1».
En el gráfico del modelo de oferta y demanda agregadas podremos observar
un desplazamiento hacia la derecha de la curva de oferta agregada, tal y como
podemos ver a continuación:
Ph
04
DA
<vy
Y,
o
iA
y
Como podemos ver, este desplazamiento de la curva LM hacia la derecha
habrá reducido, además, los tipos de interés.
En cuanto al resumen de variables, debemos destacar que la elevación del nivel
de renta incrementará a su vez el consumo, el ahorro, la inversión y el nivel de
empleo, mientras que la caída de los tipos de interés impulsará nuevamente la in-
versión, haciendo que esta aumente con total seguridad. Por otro lado, los precios
efectivos (P) han caído, pero los salarios nominales (W) han aumentado, por lo
que por primera vez desde que estudiamos el modelo de oferta y demanda agre-
gadas, estas variaciones no pueden haber dejado los salarios reales (W/P) constan-
tes, debido a la perturbación sobre el parámetro u. Concretamente, reducciones de
este parámetro (Ju) elevan los salarios reales (P W1P). Veámoslo mediante la si-
guiente versión de la ecuación de precios, que aprendimos en el capítulo 9:
(PS) Ww = A
P 1+u
Por tanto, la elevación del salario nominal (T W), junto a la bajada de los
precios de la economía (JP), es la responsable de que los salarios reales hayan
aumentado.
A continuación, resumimos todas las variaciones mediante una tabla:
CIS|IIN|G|T]|iiM|pP
MP IL» w|we| U
O O O O O O O O O O O O
(S-D)=(6 - T)
tot CTE CTE
A
CTE CTE
Ay
, IA
5 E E Ps
/
Ph
04
DA
ys DA
Pa 4
P; 2
P, ZA 7
DA
Y, Y, Y, Y
N
IS
>
Y
SS
SS
o
(S-1)=(G-
1
E) CTE CTE
—
_—_—
CTE CTE
Para concluir este paso, vamos a representar los tres gráficos de forma con-
junta, para comprobar que, efectivamente, las variaciones de la renta no presen-
tan contradicciones entre sí:
lA
dy bo
h
b
PA 04
DA
0A
y
P. 1
P,
DA
>
Y, Y, Y, Y
YA
WS
WS
7, VA PS
”, AMA
w, Vi 2 PS
Y, Y, Y, Y=N
3. El medio plazo
Y|C|S|I|[N|G|T|i|M|P
|MIPILGy| w|we| U
O O E E O A
Por su parte, la identidad contable resulta ser igual en los tres pasos:
(S-1)=(G-L)
1 CTE CTE
—Á—
CTE CTE