Revista de La Asociación Española de Neuropsiquiatría 0211-5735
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Revista de La Asociación Española de Neuropsiquiatría 0211-5735
Neuropsiquiatría
ISSN: 0211-5735
aen@aen.es
Asociación Española de Neuropsiquiatría
España
Belloso Ropero, Juan José; Díaz Medina, María; López Moreno, Thais
Psicoterapia de grupo en una unidad de hospitalización psiquiátrica breve.
Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, vol. 35, núm. 128, 2015, pp. 759-
774
Asociación Española de Neuropsiquiatría
Madrid, España
Juan José Belloso Ropero a, María Díaz Medina b, Thais López Moreno c.
a
Psicólogo Clínico. F. E. A. b P. I. R. - 4. c P. I. R. - 3. a, b y c Unidad de Hospitalización Breve. Área de Gestión
Clínica de Psiquiatría y Salud Mental. Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid, España.
RESUMEN: Se describe una experiencia de cuatro ABSTRACT: Four years experience of inpatient
años de psicoterapia de grupo en la Unidad de Hos- group psychotherapy in the Brief Hospitalization
pitalización Psiquiátrica Breve del Hospital Univer- Psychiatric Unit of the University Hospital 12 de
sitario 12 de Octubre de Madrid. En este análisis los Octubre (Madrid, Spain) are described. In this
auto es se cent an en las dificultades técnicas ue anal sis t e aut o s ocus on t e tec nical di ficulties
este tipo de upos suponen las odificaciones ne- that this type of groups pose, the necessary changes
cesarias para su manejo y el estilo terapéutico más to its management and the most effective therapeutic
eficaz. inal ente se destaca la utilidad de este en- style. Finally, it highlights the utility of this approach
foque en la consecución de objetivos terapéuticos y in the achievement of therapeutic targets and the
la concordancia con experiencias similares llevadas a conco dance it si ila e pe iences conducted in
cabo en otras Unidades de Agudos en España. other acute-care units in Spain.
PALABRAS CLAVE: psicoterapia de grupo, unidad KEY WORDS: inpatient group psychotherapy,
de agudos, hospitalización breve. acute-care unit, brief hospitalization.
Introducción
sión, siendo frecuente que algunas de las presentaciones hayan arrastrado y motivado
el interés de otros miembros, surgiendo los emergentes grupales del día.
Cada grupo es una historia en sí misma, con un principio, desarrollo y final
diferentes al del día anterior; circunstancia que se ve facilitada por el continuo cam-
bio (17). La posibilidad de apreciar una secuenciación propia de los grupos cerrados
de tiempo limitado queda aquí descartada (1 ); solamente en aquellos casos en que
se logra una cierta estabilidad en cuanto a la composición del grupo es posible la
continuidad de los temas entre sesión y sesión, así como ver la evolución del grupo
en fases (20). La falta de estructura interna es compensada por la estructura externa
proporcionada por los terapeutas: mediante las instrucciones previas al inicio de la
sesión, la actitud directiva y activa, la repetición de la secuenciación habitual en el
desarrollo de la terapia y la defensa del encuadre temporal y espacial (21).
Si bien es difícil poder observar una evolución grupal en fases, sí que se hace
patente una evolución individual. Cada miembro atraviesa una serie de etapas, fácil-
mente observables, desde la crisis y/o desorganización inicial de los primeros días
hasta lograr una cierta integración de su situación, tras atravesar un período variable
de aceptación y negociación intermedio (1 ).
Dificultades
APOYO
no de los beneficios que solo la versión grupal de la psicoterapia puede apor-
tar es sin duda el apoyo de otros miembros ( - , 2). Ante la expresión de una reali-
dad interna que uno cree extraña y singular, el aliento y comprensión que los demás
pueden brindar transmitiendo ecos similares y trabajos vitales cercanos, va a aliviar
poderosamente el sufrimiento, acercando la esperanza y abriendo las vías para la
comunicación y la búsqueda de soluciones alternativas.
En la siguiente viñeta, A., mujer de 54 años, casada y con diagnóstico de depre-
sión mayor, consigue recibir el apoyo del grupo. Hasta entonces había permanecido
distante y aislada en las sesiones, a pesar de llevar más días ingresados que la mayo-
ría de sus compañeros:
TERAPEUTA (T): ¿Cómo se encuentra?
A: (después de una gran latencia de respuesta, que supone refrenar al grupo
para que respeten su tiempo) Tengo en la cabeza cosas difíciles de explicar, muy
dolorosas (se calla. Impresiona de gran sufrimiento. Hoy por primera vez ha logrado
compartir un poco de su angustia).
T: Me gustaría invitar al grupo a compartir con A. cómo nos enfrentamos cada
uno de nosotros con las preocupaciones dolorosas y absorbentes, esas que nos resulta
difícil quitarnos de la cabeza.
Grupo (al principio todos los pacientes guardan silencio, pero en seguida sur-
gen las primeras ideas y, ante la angustia de la paciente, aparecen rápidamente con-
sejos para mitigar la propia angustia que su discurso ha generado. El terapeuta frena
esta tendencia y pide que hablen desde su experiencia personal).
F: Yo intento tener varias preocupaciones a la vez, no una sola, pensar en varias.
V (Mujer con un trastorno delirante, hasta hace poco instalada en la creencia de
que alguien entraba en su casa y le trastocaba sus documentos): Cuando me entra la
duda me recuerdo a mí misma que tengo todas las facturas pagadas y en orden.
A (Mujer con un trastorno disociativo): Yo intento centrarme en lo bueno de la
vida.
A (Enfermera): Hace años que voy a clases de Yoga y cuando me quiero evadir
me centro en la respiración. Me resulta muy útil.
JL (Varón con un diagnóstico de esquizofrenia): Yo intento ocuparme cuando
llegue el problema, no antes.
En todo este proceso A. se mantiene atenta y a la escucha. Impresiona de sen-
tirse comprendida por sus compañeros. Pocos días después, A. es capaz de expresar
al grupo el contenido de su preocupación (obsesiones de carácter religioso), lo cual
permite abrir un debate sobre la autoexigencia y el darse permisos para errar (pecar).
En el apoyo que sólo otros miembros del grupo pueden proporcionar, resultan muy
útiles las técnicas psicodramáticas. En la viñeta se ha podido mostrar la adaptación
de la multiplicación dramática (34).
Psicoterapia de grupo en una unidad de hospitalización psiquiátrica breve 767
ORIGINALES Y REVISIONES
DESIN LARI AR
Este proceso toma un papel destacado en los pacientes con síntomas psicóticos
activos. La angustia asociada a las voces suele ir acompañada de la vivencia de sin-
gularidad. En el grupo la persona saturada por las voces pueda escuchar otro tipo de
voces, las de aquellos que comparten con el recién llegado la experiencia alucinato-
ria, bien porque en ese momento la viven con una menor carga afectiva, bien porque
las voces han remitido ya, pero pueden compartir la experiencia reciente. El paciente
desingulariza sus síntomas, al poder comprobar que más compañeros viven o han
vivido una experiencia similar ( , 1- 2).
P., paciente de 0 años, mujer, separada, con probable diagnóstico de esquizo-
frenia, ha ingresado por primera vez en la Unidad hace dos días. En este tiempo ha
permanecido aislada en la habitación, eludiendo las actividades y el contacto con los
demás pacientes. Hoy entra al grupo por primera vez. Se muestra seria y asustada.
Terapeuta (T): P. ¿cómo se encuentra?
P: Estoy muy angustiada... no hago más que oír voces, todo el rato, incluso
ahora mismo las estoy oyendo, no paran, dicen lo que voy a hacer, lo que estoy pen-
sando.
T (dirigiéndose al grupo): Lo que nos está comentando P. seguramente es una
experiencia muy angustiosa. ¿Alguien de aquí ha pasado por algo parecido?
A: Yo voces no he tenido pero sí ruidos en los oídos, muy desagradable.
J (paciente varón sentado a su lado, ingresado por una recaída maníaca): Yo
no he tenido voces, pero antes de que me ingresaran he estado dando tumbos por
Madrid... vivía en un mundo imaginario. Ahora he tocado tierra.
La paciente comenzó a entrar con más frecuencia los días siguientes. Su con-
tacto mejoró; aunque las voces persistían, dijo que ya no le angustiaban tanto, mos-
trándose abierta a sugerencias de manejo por parte de los terapeutas y del grupo.
CONCIENCIA
La conciencia de enfermedad es fundamental en la adherencia del paciente a
los tratamientos y el seguimiento en Salud Mental. Es además un constructo comple-
jo, multidimensional: reconocer la presencia de una enfermedad, adherirse al trata-
miento y atribuir las experiencias mentales extrañas a un fenómeno patológico, pu-
diendo estas tres dimensiones evolucionar, peligrosamente, de forma independiente
y descoordinada (35).
Parafraseando a avier Amador ( ), en el grupo es muy habitual escuchar
la frase “¡No estoy enfermo, no necesito ayuda!”. La posibilidad de facilitar un de-
bate abierto sobre las etiquetas diagnósticas, los tratamientos, los signos precoces
de descompensación, etc., llevado a cabo por los protagonistas, es un instrumento
terapéutico que rompe las resistencias habituales cuando este debate es propiciado
unilateralmente por un “experto”.
En la siguiente viñeta clínica, se recoge el estilo empleado en las sesiones para
abordar el delicado tema de la conciencia de enfermedad. La protagonista, A., es una
768 J.J. Belloso, M. Díaz, T. López
ORIGINALES Y REVISIONES
mujer joven, con estudios universitarios, que ha vuelto a ingresar por segunda vez
tras su primer episodio psicótico sucedido un año antes, habiéndose instalado en el
lugar de la negación desde la primera crisis:
A: La primera vez me dijeron que tenía esquizofrenia. No estaba de acuerdo...
ahora me han dicho que lo mío es un trastorno afectivo.
Grupo (varios pacientes preguntan a los terapeutas): ¿Qué es un trastorno afec-
tivo?
TERAPEUTA: Quizás alguien del grupo quiera primero hablar de este tema.
MJ: La primera vez que estuve mala me dijeron que tenía una depresión...
luego que esquizofrenia y ahora me dicen que es afectivo. Tienes temporadas muy
alegres y otras muy tristes.
E: A mí me pasa eso... yo empecé a pensar que si alguien tenía un móvil me
estaba espiando... pero esto sólo me pasa cuando empiezo a estar triste. Primero triste
y luego me pongo a pensar que me vigilan.
El debate grupal permite a los pacientes tomar conciencia de su trastorno, en-
tenderlo, hacerse cargo de él. En los grupos de pacientes ingresados, frente a los
ambulatorios, la toma de conciencia de su propia realidad es uno de los factores
terapéuticos de mayor relevancia (31, 37).
PREPARACI N PARA EL AL A: AD ESI N AL RA AMIEN O, PRE-
ENCI N DE RECAÍDAS CON IN IDAD EN O ROS DISPOSI I OS
En la medida en que el paciente va estabilizándose clínicamente, normalmente
va disponiendo de progresivos permisos de salida. Esta graduación cumple varias
funciones: permite a los profesionales estimar de un modo más realista la mejoría
clínica y ayuda al paciente a reintegrarse paulatinamente en su medio habitual, desde
el ambiente hospitalario.
Uno de los tópicos más habituales de las sesiones de los lunes es abordar qué
tal han ido las salidas. Suele ser frecuente que en las mismas se produzcan “retroce-
sos . Excepcionalmente, a pesar de la brevedad del ingreso, algunos pacientes refie-
ren encontrar el medio externo amenazante, valorando la Unidad como un lugar de
protección y seguridad. Abordar grupalmente los problemas relacionados con estos
permisos es una forma de acercarse a los retos del alta definitiva. En el grupo se
analizan los retrocesos , los conflictos con el mundo exterior y el miedo a salir de-
finitivamente de la nidad. En este proceso de elaboración se implican intensamente
el paciente protagonista y el resto de los miembros del grupo, que no pueden evitar
proyectarse en las emociones y conductas narradas (20).
En paralelo con la elaboración de las dificultades previas al alta, se aborda tam-
bién la identificación de factores que precipitaron la crisis (abandono del tratamiento,
interrupción del seguimiento en Salud Mental, estresores de reciente aparición, etc.),
así como el manejo que se llevó a cabo. La finalidad es esbozar un plan de futuro a
corto plazo que asegure la estabilidad y el proceso de mejoría.
Psicoterapia de grupo en una unidad de hospitalización psiquiátrica breve 769
ORIGINALES Y REVISIONES
TERAPEUTA: (Se dirige al grupo) A todos nos pasa a veces que tenemos la
sensación de que no se nos ha tratado bien. En la vida diaria no nos relacionamos
siempre con ángeles. Podríamos hablar de cómo manejamos estos conflictos fuera
¿A alguien le ha pasado algo parecido?
Grupo (diferentes miembros empiezan a compartir sus roces con otras perso-
nas y cómo lo solucionan. JL. es capaz de escuchar e intervenir más tranquilamente).
El grupo es un instrumento privilegiado para manejar los conflictos de la conviven-
cia diaria y para iniciar una precoz toma de conciencia de cuál es el estilo con el que
se manejan y sus orígenes, así como para fomentar el pensamiento dirigido hacia
alternativas más eficaces. El conductor del grupo reconoce, legitima, el enfado del
paciente pero también crea las condiciones para que el grupo y la persona afectada
puedan elaborar la tensión de forma diferente y, de esta manera, limitar la posibilidad
de su expresión inadecuada (41).
COMPRENSIÓN BIOGRÁFICA
El objetivo principal de una Unidad de Agudos es fomentar la estabilización
clínica y facilitar aquellos cambios en su funcionamiento que garanticen su continui-
dad tras el alta; pero la toma de conciencia de elementos biográficos va a posibilitar
al paciente integrar su psicopatología con su realidad personal y familiar.
Esta toma de conciencia va a reducir la estigmatización y los procesos de ex-
clusión social (2 , 1). En la siguiente secuencia tenemos a D., un paciente varón,
muy joven, en su primer ingreso psiquiátrico, con un diagnóstico de primer episodio
psicótico:
D (Se arranca espontáneamente, interrumpiendo a otros compañeros, con un
discurso cargado de rabia, desorganizado, verborreico, repleto de ideas delirantes y
con múltiples referencias violentas y al consumo de tóxicos).
Grupo (Se produce una sensación de angustia. Algunos pacientes empiezan a
lanzar reproches contra su persona, se quejan de que siempre está igual, que no se le
entiende, que no deja a nadie en paz, etc.).
TERAPEUTA (T): D., esto que nos has contado tiene algo que ver con tu
vida?
D: Mi madre... no me cuidaba como tenía que hacerlo... todo el día en el bar...
no le guardo rencor pero no puedo quererla (se levanta la camiseta y enseña un tatua-
je con el nombre de su madre). Crecí en la calle, con drogas, con violencia...
T (dirigiéndose al grupo): Muchos habéis pasado por algo parecido los prime-
ros días del ingreso. Nos encontramos algo perdidos, resulta difícil hacerse entender
a veces y comportarnos de forma tranquila.
Psicoterapia de grupo en una unidad de hospitalización psiquiátrica breve 771
ORIGINALES Y REVISIONES
Discusión
Fuera de nuestro país, Rico (44) revisó cinco estudios realizados con grupos de
pacientes heterogéneos en Unidades de Hospitalización Breve, encontrando simili-
tudes en todos ellos en cuanto a los factores más referidos por los pacientes en situa-
ción de ingreso. De nuevo son altruismo, esperanza, cohesión grupal y universalidad.
Estos factores son muy similares a los referidos en este trabajo al hacer referencia a
la capacidad de la psicoterapia de grupo en la B del 12 de Octubre para facilitar
la desingularización de la experiencia psicótica, la emisión y recepción de apoyo y la
esperanza en la mejoría clínica; no obstante, el trabajo descriptivo que se ha ofrecido
en este artículo debería complementarse en el futuro con una investigación empírica
que confirmase las observaciones clínicas mostradas.
Para finalizar, es importante transmitir que no hay nada permanente ni consoli-
dado. La psicoterapia de grupo en un ambiente tan medicalizado como es el hospital
y, en concreto, una UHB, tiene que ser protegida frente a la prisa diaria, la urgencia
de las consultas, el biologicismo reduccionista, etc. Los espacios grupales no debe-
rían convertirse en una realidad aislada (disociada) en el sistema de la Unidad, sino
integradas dentro del funcionamiento y su filosofía. Sólo así los futuros pacientes de
la B podrán seguir recibiendo los beneficios de la psicoterapia de grupo. Solo así
el paradigma biopsicosocial mantendrá todo su sentido.
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