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Laboral I Ultimo

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DERECHO LABORAL I

Docente:

Nombre:

CARLOS ENRIQUE ROMERO CASTILLO


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo data sobre una sentencia de proceso de inconstitucional en el cual se ha


vulnerado una seria de derechos laborales y principios del derecho laboral, en la presente se
analizará, desglosará y conceptualizará dichos derechos y se enfatizará un análisis personal y
se arribará a dicha conclusión personal.

Asimismo, el presente proceso esta destinado a dar a conocer de manera individual los
derechos laborales y la esfera constitucional y la protección que tienen, en ese orden de ideas
estos derechos están destinados a dar a conocer a las personas cuales son los derechos y como
los interpreta el tribunal constitucional.

Al final de la presente se arribará a conocer dichos derechos laborales y se priorizaran los


derechos laborales, y se va a conocer que impacto social tendrán estos en la sociedad.
SENTENCIA DEL PLENO JURISDICCIONAL Y DEL DERECHO LABORAL

LA PRETENSIÓN:

La Sentencia materia de análisis, surge como consecuencia de la demanda de


inconstitucionalidad presentada el 03 de marzo del 2005, por cinco mil ciudadanos,
representados por Juan José Gorriti, contra el numeral 8) y 10) del Art. IV, TP., Art. 15º, inc. d)
Art. 16º, inc. c) Art. 22º de la Ley Nº 28175, Ley Marco del Empleo Público, la misma que fuera
publicada el 19 de febrero de 2004 en el Diario Oficial “El Peruano” y entró en vigencia desde
el 1 de enero de 2005. El parámetro constitucional o normas constitucionales presuntamente
vulneradas por los citados dispositivos legales fueron los Arts. 26º, 28º y 40º de nuestra carta
política.

ANÁLISIS DE LOS DERECHOS VULNERADOS

En la presente demanda se ha vulnerado los siguientes derechos:

- Derecho de sindicación. – la ley N°28175 no hace ninguna referencia sobre esta,


propiciándose de esta forma una discriminación para los trabajadores públicos ya q
este derecho si es reconocido para los trabajadores de la actividad privada.
El derecho a la libertad sindical se encuentra consagrado a nivel nacional en el artículo
28 de la Constitución Política del Perú, el cual señala que: “El Estado reconoce
los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio
democrático

- Derecho a la huelga porque el artículo 15° de dicha ley también lo omite. Consideran
que no basta que el artículo en mención enuncie que la enumeración de derechos que
hace se efectúa sin exclusión de otros que la Constitución y las leyes otorgan, ya que,
conforme al principio de legalidad, consagrado en el numeral 1 del artículo IV del
Título Preliminar de la referida ley, su reconocimiento debe ser expreso. El artículo 28
de la Constitución Política reconoce el derecho de huelga. Sin embargo, no se señala su
ámbito de acción o de ejecución. Al respecto, como lo señala Cortés, la huelga como
derecho constitucional en el Perú tiene dos aspectos: «El primero es que pueden
establecerse limitaciones al derecho y el segundo que dichos límites no pueden ser de
tal naturaleza que atenten contra la eficacia y la esencia del derecho»
- Derecho a la negociación colectiva, por establecer que todo acto relativo al empleo
público que tenga incidencia presupuestaria debe encontrarse debidamente
autorizado y presupuestado. Manifiestan que esta disposición en la práctica hace
imposible la realización de las convenciones colectivas en el sector público vulnerando
de este modo la libertad sindical, puesto que la normatividad presupuestal no
contempla la participación de los trabajadores sindicalizados y, por tanto, no está
prevista la solución de pliegos de reclamos. La negociación colectiva es un proceso
importante en toda relación entre trabajador y empleador. Según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), La negociación colectiva es un mecanismo
fundamental del diálogo social.

- La ley impugnada introduce la figura del contrato de trabajo, propia de los


trabajadores privados, para los empleados públicos, vulnerándose con ello el derecho
a la carrera administrativa, ya que el acceso a ella se hace por concurso y al trabajador
se le otorga un nombramiento, y no un contrato de trabajo.
 
- Que el numeral 8, relativo a los principios de derecho laboral, del artículo IV del Título
Preliminar de la Ley N° 28175, al establecer que en la colisión entre principios
laborales que protegen intereses individuales y los que protegen intereses generales
se debe procurar soluciones de consenso y equilibrio, viola el principio de
interpretación favorable al trabajador en caso de duda insalvable sobre el sentido de
una norma.
 
- Que el inciso c) del artículo 22° de la Ley N° 28175, al consagrar el mutuo disenso como
causal de terminación del empleo público, vulnera el principio constitucional del
carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley,
consagrado en el numeral 2 del artículo 26° de la Constitución.

 ¿Cómo conceptualiza a los principios laborales constitucionales y el convenio colectivo el


TC?

Los Principios Laborales Constitucionales. - denominase como tales a aquellas reglas


rectoras que informan la elaboración de las normas de carácter laboral, amén de servir de
fuente de inspiración directa o indirecta en la solución de conflictos, sea mediante la
interpretación, aplicación o integración normativas.

La relación laboral se caracteriza en sí misma por la desigualdad, lo que hace que el
empleador devenga en la parte “fuerte” e “imponente” y el trabajador en la parte “débil”
e “impotente”. Mario Pasco Cosmópolis [El principio protector en el proceso laboral.
En:  Revista de Iure N.º 1. Editada por los alumnos de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad de Lima, 1999, p. 77] reconoce dicha situación asimétrica,
entre otros, en los campos jurídico y económico. 

Al respecto, el artículo 26. ° de la Constitución expresa una pluralidad de principios de


dicha naturaleza; a saber:

 Indubio pro-operario

Hace referencia a la traslación de la vieja regla del derecho romano Indubio pro-


reo.  Nuestra Constitución exige la interpretación favorable al trabajador en caso de
duda insalvable sobre el sentido de una norma, vale decir que se acredite que, a
pesar de los aportes de las fuentes de interpretación, la norma deviene
indubitablemente en un contenido incierto e indeterminado. 

La noción de duda insalvable debe ser entendida como aquella que no puede ser
resuelta por medio de la técnica hermenéutica.

El principio Indubio pro-operario será aplicable cuando exista un problema de


asignación de significado de los alcances y contenido de una norma.  Ergo, nace de
un conflicto de interpretación, mas no de integración normativa. La noción de
“norma” abarca a la misma Constitución, los tratados, leyes, los reglamentos, los
convenios colectivos de trabajo, los contratos de trabajo, etc.

El Tribunal Constitucional considera que la aplicación del referido principio está


sujeta a las cuatro consideraciones siguientes:

-   Existencia de una norma jurídica que, como consecuencia del proceso de
interpretación, ofrece varios sentidos.

- Imposibilidad lógico-axiológica de dirimir esta duda mediante la utilización


de cualquier método de interpretación admitido como válido por el
ordenamiento nacional.

- Obligación de adoptar como sentido normativo a aquél que ofrece mayores


beneficios al trabajador.

- Imposibilidad del operador de integrar la norma, ya que el principio no se


refiere a suplir la voluntad de éste, sino a adjudicarle el sentido más
favorable al trabajador.

 La igualdad de oportunidades

Este principio hace referencia a la regla de no discriminación en materia laboral.


En puridad, plantea la plasmación de la isonomía en el trato previsto
implícitamente en el inciso 2) del artículo 2º de la Constitución; el cual
específicamente hace referencia a la igualdad ante la ley.

 Referencia a la regla de no discriminación en materia laboral

Esta regla de igualdad asegura, en lo relativo a los derechos laborales, la igualdad


de oportunidades de acceso al empleo.

Tal como se ha precisado anteriormente, la isonomía entre las personas se


manifiesta en dos planos:  La igualdad ante la ley y la igualdad de trato (en este
caso aplicable al ámbito de las actividades laborales).

La igualdad ante la ley obliga a que el Estado asuma una determinada conducta al
momento de legislar o de impartir justicia.

Al respecto, el artículo 103° de la Constitución compromete al Estado a no dictar


leyes por razón de las personas, sino por la naturaleza de las cosas. El artículo 22º
de la Ley Orgánica del Poder Judicial exige a dicho ente no apartarse de sus
precedentes judiciales, salvo que existan razones justificadas para ello; y el
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, prescribe que
el Tribunal Constitucional sólo podrá apartarse de sus precedentes vinculantes
cuando exprese los fundamentos de hecho y derecho que sustenten la sentencia
y las razones del apartamiento del precedente jurisprudencial.

 La irrenunciabilidad de derechos

Hace referencia a la regla de no revocabilidad e irrenunciabilidad de los derechos


reconocidos al trabajador por la Constitución y la ley. Al respecto, es preciso
considerar que también tienen la condición de irrenunciables los derechos
reconocidos por los tratados de Derechos Humanos, toda vez que estos
constituyen el estándar mínimo de derechos que los Estados se obligan a
garantizar a sus ciudadanos [Remotti Carbonell, José Carlos: La Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Estructura, funcionamiento y
jurisprudencia, Barcelona, Instituto Europeo de Derecho, 2003, p. 18].

EL CONVENIO COLECTIVO

Se le define como el acuerdo que permite crear, modificar o extinguir derechos y


obligaciones referidas a remuneraciones, condiciones de trabajo, productividad y demás
aspectos concernientes a las relaciones laborales. En puridad, emana de una autonomía
relativa consistente en la capacidad de regulación de las relaciones laborales entre los
representantes de los trabajadores y sus empleadores.

El convenio colectivo permite la facultad de autorregulación entre trabajadores y


empleadores, a efectos de reglamentar y administrar por sí mismos sus intereses en
conflicto. Surge de la negociación llevada a cabo entre el empleador o una organización
de empleadores y una o varias organizaciones sindicales, con miras a ordenar y regular las
relaciones laborales. En la doctrina aparece bajo varias denominaciones; a saber, contrato
de paz social, acuerdo corporativo, pacto de trabajo, etc.

Esta convención es establecida por los representantes de los trabajadores expresamente


elegidos y autorizados para la suscripción de acuerdos y por el empleador o sus
representantes.

La convención colectiva –y, más precisamente, su producto, el convenio colectivo, que


contiene normas jurídicas– constituye un instrumento idóneo para viabilizar la promoción
de la armonía laboral, así como para conseguir un equilibrio entre las exigencias sociales
de los trabajadores y la realidad económica de la empresa.

Los Elementos del Convenio Colectivo

-         Los agentes negociadores.

-         El contenido negocial.

-         La fuerza normativa y la eficacia de la convención colectiva.

Las características del convenio colectivo


-       La supra ordinación del convenio colectivo sobre el contrato de trabajo; ello en virtud
de que el primero puede modificar los aspectos de la relación laboral pactada a título
individual, siempre que sea favorable al trabajador.

- La aplicación retroactiva de los beneficios acordados en el convenio, dado que rige


desde el día siguiente de la caducidad del convenio anterior o en su defecto desde la
fecha de presentación del pliego de reclamos; a excepción de las estipulaciones que
señalan plazo distinto o que consisten en obligaciones de hacer o de dar en especie,
que rigen desde la fecha de su suscripción.

- Los alcances del convenio tienen una duración no menor de un año.

- Los alcances del convenio permanecen vigentes hasta el vencimiento del plazo, aun
cuando la empresa fuese objeto de fusión, traspaso, venta, cambio de giro del
negocio, etc.

 Tipología del Convenio Colectivo

 Desde un punto de vista doctrinario, se presentan los dos modelos siguientes:

-    El modelo vertical: La normatividad estatal limita en términos bastante específicos el


poder negocial de los trabajadores y empleadores.

- El modelo horizontal: La normatividad estatal deja en gran medida a la


discrecionalidad de las partes de la relación negocial, los alcances de las convenciones
colectivas.

Podemos afirmar, con los matices necesarios, que en nuestro país el modelo horizontal es
aplicable al régimen privado y el vertical al público.

El caso del Convenio Colectivo articulado (rama de actividad)

Dicha modalidad, que se aplica en el régimen privado, consiste en la celebración de un


acuerdo de carácter nacional o rama de actividad, a efectos de poder uniformizar un tipo
específico de relación laboral, así como para salvaguardar el ejercicio de este derecho en
favor de los trabajadores en aquellos casos en que ésta sea la única forma posible de
negociación colectiva.

Al respecto, el Tribunal Constitucional, en el Caso Cámara Peruana de la Construcción -


CAPECO vs.  Ministerio de Trabajo (Expediente N.º 0261-2003-AA/TC), ratificó la validez
de la implementación del convenio colectivo articulado para el caso de los Trabajadores
de Construcción Civil, debido a la imposibilidad de tales trabajadores de acceder a la
negociación y acuerdo concertado, siempre que no sea a través del pliego de reclamos
por rama de actividad.

 ¿Estás apreciaciones en qué otros contextos podrían ser aplicados? Ejemplifique.

La Carrera Administrativa como Bien Jurídico Constitucional. - En relación con el primer


punto de cuestionamiento a la LMEP. se tiene que el supuestamente el Art. 15º de la
citada norma vulnera el Art. 40º de la Constitución Política al omitir señalar en ella el
derecho de los servidores públicos a la carrera administrativa. A lo cual el Apoderado del
Congreso de la Republica en su oportunidad replico que la Ley no contraviene el texto
constitucional, puesto que norma impugnada regula de manera general el empleo público
sin hacer distinciones en los derechos, deberes y responsabilidades singular a cada tipo de
servidores, funcionarios o empleados públicos. Por lo que del análisis del parámetro
constitucional contenida en el referido Art. 40º, el alto tribunal considera, que si bien el
texto fundante reconoce el acceso a la carrera administrativa de los servidores públicos, la
misma señala que los derechos, deberes y responsabilidades serán reguladas por sus
normas correspondientes, otorgándole al legislador la labor de que mediante normas de
desarrollo se regule dichos aspectos, concordante con la segunda disposición transitoria,
complementaria y final de la LMEP. que estableció la obligación del ejecutivo de remitir
los proyectos de ley particulares a los servidores públicos, funcionarios público y
empleados de confianza al Congreso de la Republica para su aprobación, con lo que se
desprende que la Ley cuestionada regula el empleo civil del Estado en forma general, por
lo que no vulnera la constitución dada que todo lo referente a los derechos de los
servidores públicos rige el Decreto Legislativo Nº 276. Por nuestra parte coincidimos con
la opinión del titular de control concentrado, en el sentido que el Art. 15º no contraviene
el Art. 40º de la Constitución, por lo fundamentos esgrimidos y además por que el inc. j)
del citado artículo establece un numerus apertus en la enumeración de derechos, con lo
que se garantiza el reconocimiento de aquellos derechos con contemplados en el mismo,
en ese orden de ideas no es cierto que el principio de legalidad reconocido en el Art. IV,
TP. de la LMEP. señale la obligatoriedad taxativa de los derechos para la vigencia de la
misma, porque dispositivo aludido no hace más que respetar el principio de supremacía
constitucional al indicar que los derechos y obligaciones que generan el empleo público se
enmarcan dentro de los establecido en la Constitución y las leyes, es decir, que las normas
infraconstitucionales e infra-legales tiene la tarea de desarrollar el contenido de los
derechos consagrados en las fuentes normativa manifestadas, en orden a la pirámide
kelseniana.

Los derechos laborales colectivos de los servidores públicos conforme a la Constitución.-


Con relación a los derechos laborales colectivos de sindicación y huelga que estarían
presuntamente vulnerados por el Art. 15º de la norma cuestiona el Tribunal
Constitucional considera que el mencionado artículo contiene una cláusula de remisión en
el inc. j) que nos deriva a otras normal, que para el caso concreto vendrían a ser D.S. N°
003-82-PCM, que puntualiza lo referente a la protección del derecho de sindicación y los
procedimientos para determinar las condiciones de empleo en la administración pública y
la Ley N° 27556, que crea el Registro de Organizaciones Sindicales de Servidores Públicos,
con lo que se tiene que los derechos de sindicación y huelga está debidamente
reconocido en la Constitución en sus Arts. 28º y 42º, exceptuando del ejercicio de esos
derechos a los funcionarios públicos con poder de decisión es decir cargos directivos y
empleados con cargo de confianza, por ser incompatible con las funciones que
desempeñan, toda vez que son ello los llamado a propiciar la solución al conflicto
colectivo, y no ser parte de él, también se excluye de los alcances de aquellos derechos a
los servidores públicos de función policial y militar por constituir su labor esencial para
resguardar el orden interno y la integridad territorial de la nación. En suma, el colegiado
en pleno deje constancia de que el hecho de que una ley no señale un derecho
reconocido en la constitución no significa que aquel no se encuentre vigente, porque el
sistema jurídico nacional se inscribe dentro de los cánones constitucionales y tratados
internacionales ratificados por el Perú y que forman parte del derecho nacional y cuya luz
deben interpretarse todas las disposiciones legales. En otro ítem de la demanda se
cuestiona el Art. IV, TP de la LMEP, por considerarla que atenta contra el derecho de
negociación colectiva, establecida en el Art. 28º de la norma suprema, al prescribir que
“todo acto relativo al empleo público que tenga incidencia presupuestaria debe estar
debidamente autorizado y presupuestado”. Sobre el particular el colegiado constitucional
manifiesta que el derecho de negociación colectiva en el sector público no es absoluto,
toda vez que como señalamos líneas arriba, se encuentra sujetos a intereses de orden
público, como es lo relativo al principio de legalidad presupuestaria, necesario a efecto de
llevar un adecuado orden presupuestario en las entidades públicas. En ese extremo
constituye deber del estado el fomento de la negociación colectiva como medio pacifico
más idóneo para la solución de los conflictos colectivos laborales. En suma, el citado
precepto no vulnera el derecho a la negociación colectiva, puesto que una etapa es la
contraposición de intereses en aras a una solución y otro es el resultado del acuerdo
adoptado que se materializa en el convenio colectivo que es un instrumento que tiene
carácter normativo y obligacional, el mismo que tiene que de tener incidencia
presupuestaria, deberá ser programa en su oportunidad a efecto de dar cumplimiento a lo
concertado. Al fundamento esgrimido por el Tribunal Constitucional, debemos agregar
que en el sector público mediante convenio colectivo no se puede establecer mejoras en
las remuneraciones, sino únicamente se prevé la materia de negociación todo aquello que
este verse sobre mejoras en las condiciones de trabajo.

La relación laboral del empleado público conforme la Constitución. - Una cuestión


también cuestionada mediante la demanda de inconstitucionalidad en el presente
proceso es la que afirma que el inc. d) Art. 16º de la Ley, vulnera el bien
constitucionalmente protegido como es la carrera administrativa, puesto que introduce
en el ámbito público el término de contrato de trabajo, fuente normativa incompatible
con el régimen laboral público o trabajadores sujetos a la carrera administrativa. Ha este
respecto el órgano encargado de la defensa de la Constitución, reflexiona en el sentido de
que dicho artículo sólo será constitucional siempre y cuando, el acápite le sea únicamente
aplicable a los empleados público que ocupan cargos de confianza, no siendo por ningún
motivo extensivo a los servidores público de carrera administrativa, que se rigen por
fuentes normativas propias de su régimen. Pasando otra disposición cuestionada tenemos
que el numeral 8) Art. IV, TP, de la Ley, la misma que a decir de los demandantes
constituye una flagrante violación al principio de interpretación más favorable al
trabajador o también denominado Indubio pro operario, dado que al prescribir que en
caso de “colisión entre principios laborales que protegen intereses individuales y los que
protegen intereses generales, se debe procurar soluciones de consenso y equilibrio”, se
estaría negando el citado principio. Al respecto el Tribunal Constitucional fiel a su estilo
considera que el acápite impugnado no trasgrede el Art. 26º de la Constitución, puesto
que el principio Indubio pro operario es una regla hermenéutica de última ratio, que se
aplica únicamente cuando existe un duda insalvable en el sentido de una norma, situación
que no se presenta en el caso concreto, porque de lo que se trata en el numeral 8) es un
conflicto entre principios laborales, donde debe procurarse un salida armoniosa, entre los
intereses en disputa de índole particular y general, el cual de no lograrse deberá primer
un principio. Como último punto de análisis del proceso de constitucionalidad de las leyes
tenemos, lo pretendido por lo demandante al afirmar que el inc. c) Art. 22º de la Ley
impugnada infringe el carácter irrenunciable de los derechos de los trabajadores,
consagrado en el Art. 26º de la Constitución Política del Estado, al regular como causal de
terminación del empleo público, el mutuo disenso. Al respecto el heraldo de la
Constitución se ha pronunciado en contra de tal apreciación, puesto que al aceptar el
trabajador el término de su vínculo laboral con la administración estatal, no está
renunciando a ningún derecho mínimo contemplada en la Constitución o leyes
imperativo, si no que está ejerciendo su libre autodeterminación de negociar los términos
de la finalización de su relación laboral, situación que puede ser beneficioso para el
trabajador, caso contrario no se verá obligado a suscribirlo, continuando en el desempeño
de su empleo. Para el Tribunal Constitucional es perfectamente admisible el mutuo
disenso ya sea para empleados público-sujetos al régimen laboral de la actividad privada,
como para aquellos que pertenecen a la carrera administrativa porque están con ello no
comprometen ningún derecho irrenunciable ni afecta su estabilidad laboral, porque parte
de su propia decisión, siendo nulo todo acuerdo de mutuo disenso realizado con vicio a la
voluntad tales como dolo, intimidación o error. A diferencia del alto tribunal nosotros
consideramos que la figura del mutuo disenso como causal de terminación del empleo
público puede consentir una serie de peligros para los derechos de los trabajadores,
porque bajo el velo de constitucionalidad se puede vulnerar una serie de derecho,
intolerables para un Estado Constitucional y Democrático de Derecho.

El numeral cuestionado, sobre principios de derecho laboral, dispone que rigen en las
relaciones individuales y colectivas del empleo público los principios de igualdad de
oportunidades sin discriminación, el carácter irrenunciable de los derechos reconocidos
por la Constitución y la interpretación más favorable al trabajador en caso de duda.
Asimismo, establece que en la colisión entre principios laborales que protegen intereses
individuales y los que protegen intereses generales, se debe procurar soluciones de
consenso y equilibrio.

La parte de la norma cuestionada cuya inconstitucionalidad se alega, no se relaciona con


el principio de interpretación favorable al trabajador en caso de duda insalvable sobre el
sentido de una norma, ya que este precepto constitucional es de obligatorio
cumplimiento al momento de interpretarse una norma.

La disposición cuestionada se refiere a una regla que puede ser aplicada al conflicto de
principios laborales de orden legal.

El Tribunal Constitucional considera que cuando la ley prevé que se debe procurar
soluciones de consenso y equilibrio, no impone una obligación absoluta, sino únicamente
la afirmación de que se deben hacer los esfuerzos necesarios para arribar a ellas. Empero,
si en caso ello no fuera posible, tendrá que primar alguno de los principios laborales a que
alude la norma cuestionada según sea el caso concreto.

De otro lado, estima que, en ambos casos, cualquiera sea la solución a la que se arribe,
tratándose de relaciones de empleo público, individuales o colectivas, donde se
encuentren en juego derechos constitucionales, la solución a la colisión de principios
deberá efectuarse conforme al artículo 23. ° de la Constitución, que establece que
ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, ni
desconocer o rebajar la dignidad del trabajador.

Por lo expuesto, la norma cuestionada sólo será constitucional siempre y cuando se


interprete conforme al presente fundamento.

Los demandantes alegan que el inciso c) del artículo 22. ° de la Ley N° 28175, al consagrar
el mutuo disenso como causal de la terminación del empleo público, vulnera el principio
constitucional del carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y
la ley, el cual está consagrado en el numeral 2 del artículo 26. ° de la Constitución.

En efecto, dicho artículo constitucional reconoce que en la relación laboral se respetará


tal principio que consagra, con carácter general, no sólo el respeto de los derechos de
carácter laboral sino de otros derechos y libertades reconocidos por la Constitución y la
ley. A su turno, el artículo 103. ° de la Constitución dispone que la ley se deroga por otra
ley y que la ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las
relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos.

Por tanto, es coherente afirmar que para que sea posible la aplicación del artículo 26° de
la Constitución, debe existir una relación laboral y que el trabajador no podrá renunciar, o
disponer, cualquiera sea el motivo, de los derechos y libertades que la Constitución y
leyes vigentes al momento de la relación laboral le reconocen.

En el caso de la incorporación del mutuo disenso como causal de terminación del empleo
público, el Tribunal Constitucional considera que tal regulación no viola dicho principio,
porque con esta causal no se obliga al trabajador público a renunciar o disponer de sus
derechos previstos en la Constitución y la ley.

El mutuo disenso permite iniciar una negociación a fin de poner término a la relación
laboral, sea en el ámbito público o privado, la misma que siempre dependerá del acuerdo
de ambas partes. Ergo, no cabe aplicar la figura del mutuo disenso cuando el trabajador o
empleado público no acepte acceder a la terminación del vínculo laboral en dicho
contexto.

En efecto, bajo el actual sistema legal, los servidores públicos sujetos al régimen laboral
de la actividad privada pueden concluir su relación laboral por la causal de mutuo disenso
conforme lo establece el inciso d) del artículo 16° del D.S. N° 003-97-TR. Los servidores
públicos sujetos al régimen legal del Decreto Legislativo N° 276, que como este Colegiado
ha expresado en reiterada jurisprudencia, constituye el estatuto de los servidores públicos
y gozan de estabilidad laboral, también pueden optar por el mutuo disenso como una
forma de término del empleo público, si así lo consideran, sin que ello signifique una
modificación del régimen de estabilidad laboral del que gozan los servidores públicos
reconocido por el Decreto Legislativo N° 276.

Un trabajador público que en vez de renunciar opta por el mutuo disenso puede obtener
una serie de incentivos o ventajas de carácter económico, laboral o previsional, entre
otros, dentro del marco de la Constitución y la Ley. Por lo demás, en el supuesto de que
existiese algún vicio de la voluntad del trabajador en la celebración del mutuo disenso,
como la violencia o intimidación, entre otras, el acuerdo no tendrá efectos jurídicos. En tal
sentido, acreditado el vicio de la voluntad los funcionarios responsables quedarán sujetos
a las penalidades que contempla la legislación penal, administrativa, laboral y civil
correspondiente.

Por tanto, la causal del inciso c) del artículo 22° de la Ley N° 28175 no vulnera el numeral
2 del artículo 26. ° de la Constitución, ya que en dicho supuesto el empleado público no
renuncia a ningún derecho.

 ¿Existen implicancias dentro del marco de los Tratados Internacionales en materia


laboral?
Habiendo realizado un análisis conjuntivo de la sentencia materia del presente trabajo
podemos colegir que Si existe implicancia dentro del marco de los tratados internacionales
y son los siguiente:

En efecto, conforme al artículo 55° de la Constitución, los tratados internacionales forman


parte del ordenamiento jurídico. En ese sentido, por el hecho de que una ley no se refiera
a ellos o que no regule las mismas materias, no se dejarán de aplicar los tratados
internacionales que reconocen derechos a los empleados públicos, puesto que son normas
jurídicas válidas y vinculantes dentro de nuestro ordenamiento jurídico nacional.

Igualmente, conforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Norma Suprema, los


tratados internacionales en materia de derechos humanos deberán aplicarse para la
interpretación de los derechos y libertades que la Constitución consagra en materia
laboral. En efecto, los derechos laborales de los servidores aludidos por los demandantes,
deberán interpretarse de conformidad con lo dispuesto por el artículo 9.° del Convenio 87
relativo a la Libertad Sindical y a la Protección del Derecho de Sindicación; por el artículo
8.° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y por el artículo
8.° del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
materia de Derechos Económicos, Sociales o Culturales o “Protocolo de San Salvador”,
entre otros.

CONCLUSIONES:

 En la parte resolutiva de la sentencia en análisis el Tribunal Constitucional en


coherencia a los fundamentos esgrimidos en la parte considerativa declara
infundado la demanda de inconstitucional en todos sus extremos por tener
convicción de que la Ley Nº 28175; Ley Marco de Empleo Público, no vulnera la
constitución en los parámetros concordados en la sentencia.

 Sin embargo, exhorta al Congreso de la República, a fin de que apruebe lo más


antes posible los proyectos leyes que desarrollan el contenido de la norma
impugnada a fin de modernizar el sistema del empleo público en el Perú mediante
el nuevo modelo que se propone. Asimismo, el supremo colegiado reitera que las
normas de derecho laboral deben de interpretarse conforme lo tratados
internacionales de derechos humanos suscritos por el Perú, a fin de integrar todo
el ordenamiento jurídico nacional mediante un todo coherente y aplicativo.

 En suma, debemos señalar al respecto de la sentencia materia de análisis en el


presente trabajo, que la parte considerativa abunda en aspectos irrelevantes para
resolver la cuestión de fondo, sin embargo, creemos que, mediante ello, el
Tribunal Constitucional da forma y delimita su doctrina en materia laboral, que
pueden ser utilizadas en controversias que se susciten en el futuro.

 Así en la construcción lógica jurídica debemos reconocer los esfuerzos de supremo


intérprete por concordar cada punto de sus fundamentos a fin de no entrar en
contradicciones internas que devengas en conclusiones equivocadas carentes de
rigurosidad técnica y razonamiento válido.

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