Historia de La Cirugía
Historia de La Cirugía
Historia de La Cirugía
Concepto La RAE define la cirugía como la parte de la medicina que cura enfermedades
mediante técnicas operatorias. Sin embargo, esta es una definición algo pobre, por lo que
muchos cirujanos prefieren definir la cirugía como el arte y la profesión que cura
enfermedades mediante incisiones y prácticas instrumentales. La etimología del término
cirugía es griega y viene de “jeir”, que significa mano y “ergon”, que significa trabajo u obra: la
cirugía está íntimamente unida a la habilidad manual. Las manos se guían por la inteligencia:
deben estar educadas. Por otro lado, quirófano también viene de los términos griegos “jeir”
(mano) y “faino/ fano” (brillar). Esta es la principal diferencia entre los médicos y los cirujanos:
la necesidad del uso manual. De hecho, antiguamente la cirugía no era parte de la medicina,
simplemente una actividad manual poco importante. 2. Historia antigua Desde el principio de
la humanidad, en las culturas prehistóricas existía un tipo habilidoso capaz de curar o arreglar
problemas de tipo traumatológico (golpes, suturas...) y existía el uso de las manos para “curar
distintas” situaciones (instrumental quirúrgico, amputaciones, trepanaciones...). 2.1. Época
clásica A partir de hace 5.000 años y con la llegada de la cultura escrita, se fija todo ese
conocimiento en diferentes textos de la Antigüedad, destacando el Papiro de Ebers.
Posteriormente se sigue establecimiento la doctrina de la cirugía en las culturas clásicas griega
y romana gracias a tratados médicos que describían intervenciones quirúrgicas que hacían los
“médicos habilidosos”, aunque lo hacían con desprecio. Esto es porque en estas sociedades los
cirujanos griegos y romanos no pertenecían a la sociedad de los médicos, eran solo
“subalternos” de los mismos u obreros manuales. Se consideraba que el intelecto de los
médicos era superior a la habilidad de los cirujanos: los médicos solo eran teóricos. El oficio del
cirujano estaba muy desprestigiado y solo en ciertos momentos (para quitar el pus), los
cirujanos colaboraban con los médicos, teniendo muy muy poca relevancia social. 2.2. Edad
Media En la Edad Media el desprestigio de los cirujanos se acentuó de forma clara. Se produce
una separación brutal entre ciencia y técnica. El médico era un universitario que vestía ropa
larga, hablaba en latín, pertenecía a clases sociales altas; mientras que el cirujano tenía una
formación gremial, vestía la ropa del pueblo, era de clase social baja y hablaba en romance.
Con la fundación de las universidades los médicos pertenecían a ella (eran universitarios) y los
cirujanos no, si no que se formaban en gremios (como los barberos) Nerea San Martín López –
3º Medicina UAM - IPQx Curso 2021-2022 4 Es cierto que el médico acudía a veces a los
cirujanos por la necesidad de algún valor manual, pero existía una gran separación de clase,
consideración y posición social. El cirujano no era un científico y no conocía los mecanismos
fisiopatológicos de la enfermedad (a diferencia de los médicos), es decir, podían ser incultos,
mientras fuesen habilidosos. 2.3. Renacimiento En el Renacimiento la ciencia y técnica se
unen. Muchos de los miembros de los gremios de cirujanos entran en la universidad, para
estudiar Medicina y ser capaces de abordar la patología clínica. La universidad se interesa por
la técnica y los médicos van integrando poco a poco a los técnicos: cirujanos. Así, los cirujanos
van poco a poco entrando a la universidad, y se convierten en médicos con habilidades
manuales. En definitiva, se produjo la unión de médicos-cirujanos y la primera especialización
de la medicina En estos tiempos, los cirujanos eran los encargados de la patología externa: solo
podían actuar superficialmente, por culpa de la infección, la hemorragia y el dolor, y nunca
podían acceder a las 3 cavidades, ya que sí lo hacían el paciente moría y el cirujano era culpado
de asesinato. Por otro lado, los médicos teóricos se encargaban de la patología interna (de ahí
el término de Medicina Interna). Existe una diferencia muy importante entre el médico teórico
encargado de curar la patología interna, y el (ya médico) cirujano encargado de curar la
patología externa mediante técnicas quirúrgicas. 3. Siglo de los cirujanos (1846-1946) La
cirugía se relacionaba con 3 elementos: dolor, infección y hemorragia. Estos tres enemigos
acompañaron a la cirugía de forma constante. 3.1. Dolor – Anestesia En 1846, Warren permitió
que Morton anestesiase a uno de sus pacientes con éter. Warren quedo impresionado al ver
que podía extirpar un tumor de carótida sin que el paciente se quejase. Este hecho fue
publicado por Bigelow, que lo da a conocer en el Boston Medical Journal (que la traían a
Europa). Aunque los médicos europeos fueron muy escépticos al descubrimiento (“¿cómo se
iba a poder operar sin dolor”), la anestesia se instauró rápidamente y supuso un cambio
increíble. Debido a este cambio, las operaciones comenzaron a durar más tiempo y se
incrementó la aparición de infecciones. Aún no se conocía la existencia de bacterias y se
hablaba de miasmas. Sin embargo el problema de las infecciones y sepsis era muy grave en las
cirugías. 3.2. Infección – Asepsia y antisepsia Casi simultáneamente, tras la publicación de
Pasteur de su concepto de bacterias y enfermedades transmisibles, un cirujano llamado Lister
(el del Listerine) estudió sus teorías y empezó a lavarse las manos y a desinfectar el campo
quirúrgico y los instrumentos con ácido fénico, impidiendo que las bacterias accedisen a las
heridas y disminuyendo así las infecciones. Aparece así la teoría de la asepsia (trabajar sin
ningún germen) y antisepsia (eliminar los gérmenes ya existentes). Estas Nerea San Martín
López – 3º Medicina UAM - IPQx Curso 2021-2022 5 prácticas mejoraron extraordinariamente
sus resultados, pero tardó años en convencer a otros cirujanos. Cuando la teoría de Lister
comenzó a ser aceptada, se produjo la revolución de la antisepsia y se introdujeron los
guantes, de forma que los cirujanos no tenían que lavarse las manos de manera tan intensa.
Posteriormente se introdujo la asepsia 3.3. Hemorragia – Hemostasia Una vez subsanados los
problemas de dolor e infecciones, solo quedaba resolver el sangrado de los pacientes (de lo
que morían). Tuvo lugar así la revolución de la hemostasia: un cirujano llamado Pean diseñó
unas pinzas muy sencillas con una pala en la punta. Las pinzas hemostáticas o de Pean se
utilizaban para pinzar los vasos y evitar el sangrado y posteriormente se sofisticaron. Esto
supuso un gran cambio ya que permitía evitar el desangrado. No obstante, había muchos vasos
que no podían controlarse. Posteriormente se introdujeron las transfusiones y se descubrió el
sistema ABO. Así, para la II GM nace una nueva cirugía donde la prisa y el llano quedan atrás y
existe anestesia, antisepsia y hemostasia, que nos permiten entrar en las 3 cavidades (torácica,
abdominal y craneal). De esta manera, el cirujano tenía las suficientes garantías para curar la
patología interna, invadiendo el ámbito de la Medicina Interna. Hasta este momento la cirugía
estaba presidida por la prisa. En el Royal College de Londres se apuntaba el tiempo que se
tardaba en llevar a cabo una determinada intervención y el mejor cirujano era el más rápido.
Existe un registro de un cirujano que tardó 23 segundos en amputar la pierna de un enfermo y
los 3 dedos de su ayudante y dejarlo todo suturado. A partir de estos descubrimientos la
cirugía comenzó a ser meticulosa y cuidadosa (aunque seguía y sigue existiendo algo de prisa)
y con conocimiento del cirujano de la fisiopatología. 4. La cirugía del siglo XX En el siglo XX los
conceptos de antisepsia, anestesia y hemostasia están bien instaurados. Pero la cirugía era una
patología externa: los cirujanos nunca entraban en el tórax, el peritoneo o la cabeza. En la II
GM, los traumatismos de guerra obligaron a cruzar muchas fronteras: los cirujanos se ven
obligados a entrar a todas las cavidades y empiezan a abrir el abdomen, el tórax y el cráneo (en
este orden): • Abdomen: no hubo ningún condicionante fisiopatológico ni problemas para
entrar en él. • Tórax: los cirujanos intentaban entrar al tórax por el quinto espacio intercostal,
pero perforaban la pleura parietal y producían un neumotórax, de forma que muchos
pacientes morían. Un cirujano nazi, Sauerbruch, tuvo la idea de operar en una cámara con
presión negativa, evitando así el neumotórax. Posteriormente, se diseñó la intubación y la
respiración asistida: al introducir presión positiva al enfermo, no se les colapsaba y no había
neumotórax. • Cráneo: no había dificultades técnicas pero sí mucho peligro de infección a
pesar de la antisepsia. Las técnicas estuvieron en progresión hasta los 80s. Nerea San Martín
López – 3º Medicina UAM - IPQx Curso 2021-2022 6 4.1. Años 60s Antes de los años 60 se
podían operar ya todos los órganos nobles: hígado, riñones, pulmón... y el que más costó fue el
corazón, ya que es una víscera llena de sangre y en continuo movimiento. Las operaciones de
corazón consistían entrar en tórax y abordar sus entradas y salidas mediante un bypass y
bombas de flujo laminar que mantuvieran la circulación y vaciasen el corazón (corazón
exangüe). En los 60s se opera un corazón por primera vez gracias al desarrollo de sistemas de
circulación extracorpórea: se vacía el corazón, se para, se trabaja y luego se arranca como si
fuese un motor. El corazón vacío tiene muchos requerimientos energéticos, por lo que hay que
parararlo. Las técnicas que permiten parar reversiblemente el corazón y poder reactivarlo
después supusieron un hito. Antiguamente no se podía entender que alguien estuviera vivo
con el corazón parado y aunque ahora es algo de rutina hubo mucha investigación detrás. 4.2.
Años 80s Antes de los años 80 se hacen los primeros trasplantes de corazón y riñón, con un
fracaso absoluto. Posteriormente se descubre el concepto de tolerancia inmunológica y de
rechazo. Hubo un grupo de investigación estadounidense (Pittsburgh) e inglés (Cambridge) que
trabajaron en los 70 en el recambio de órganos en animales, pero tuvieron muy malos
resultados. Algunos experimentaron en humanos con terribles resultados y fueron muy
cuestionados y criticados por ello. En los años 80 investigadores básicos que habían trabajado
en la inmunidad, consiguen el descubrimiento de la ciclosporina A: que es a la inmunidad lo
que la penicilina a la infección. Posteriormente al descubrimiento de la ciclosporina se sigue
una larga evolución farmacológica: cada vez mejores fármacos y familias de
inmunosupresores, que son los usados actualmente rutinariamente. Así en 1982 con el
descubrimiento de la ciclosporina A se entra en la era del trasplante o del recambio de órganos
(en la que nos encontramos actualmente). 4.3. Años 90s Durante los años 90 se produce la
revolución tecnológica y se introducen sistemas informáticos (ordenadores) en el área
quirúrgica. Los sistemas tecnológicos basados en la computación mejoran el diagnóstico por
imagen (TAC, RNM…) A finales de los 90 y principios de los 2000, se produce la revolución de la
imagen: uso de cámaras muy sofisticadas en la cirugía que nos permiten llegar hasta cualquier
sitio (laparoscopia, toracoscopia, artroscopia) y ver en 3D (con lo que la visión de la
fisiopatología cambia). Sin embargo, este cambio ha sido muy duro: los cirujanos han tenido
que reaprender a operar (del tacto a una pantalla), pero lo han hecho porque sabían que era el
futuro: la imagen supera al ojo humano. Nerea San Martín López – 3º Medicina UAM - IPQx
Curso 2021-2022 7 5. El cirujano del siglo XXI Todo cirujano debe de poseer 8 características: 1)
Ha de ser médico y un muy buen médico con un conocimiento científico profundo. Para ello,
es necesario pasar por el grado paso firme, estudiándoselo todo para llegar a tener un
conocimiento fuerte de fisiopatología, bioquímica... y además saber operar. Un buen cirujano
nace sobre un buen médico. 2) Hay de tener habilidad manual y, si no la tiene, educarla. Todo
el mundo tiene una habilidad basal suficiente, todo lo demás se adquiere. Sigue siendo una
profesión ligada a las manos (por ahora). Ser un tipo hábil es ser un tipo normal con
entrenamiento: casi cualquiera puede conseguir una habilidad suficiente para operar. 3) Ha de
saber trabajar en equipo. Trabajar en equipo significa respetar a los demás y entenderse con
un gran número de gente, es decir, ser empático. Si eres muy raro y asocial, hazte patológo,
pero no cirujano. 4) Ha de gustarle la tecnología y, si no se tiene gusto, adquirirlo. Tiene que
amar la tecnología, saber manejarla y entrenarse. Va a estar rodeado de tecnología y se va a
encargar de desarrollarla. No vale que sea un trasto informáticamente. 5) Ha de ser un
investigador y no pararse ante los problemas que no puede resolver. Ha de ser un tipo
inquieto. Hay que seguir desarrollando la cirugía ya que todavía muchas muertes. Ha de ser
capaz de ir al laboratorio para practicar y volver al quirófano con el problema resuelto. Ha de
tener una mentalidad operativa: cuando investiga o encuentra algo nuevo debe encontrar el
camino para llevarlo al quirófano. 6) Ha de tener una posición psicológica positiva ante el
fracaso: tolerancia al fracaso. El campo de la cirugía está ligado al fracaso y la relación entre
acción y que le vaya mal al enfermo es muy directa. Tiene que tener una gran capacidad de
reponerse del fracaso y saber que no todo es culpa tuya. 7) Ha de especializarse. Podríamos
decir que un cirujano de nuestros días es generalista en el saber, pero especialista en el hacer.
Ahora se pide que seamos muy buenos en 1 sola cosa y se entrena en un área sola
(superespecialista) a la que te vas a dedicar. Muy sabio en el conocimiento de la medicina,
restringido en el hacer. 8) Necesario un conocimiento amplio en inmunología (trasplantes) y
oncología (mayoría de intervenciones quirúrgicas)