Capellani A

SEMINARIO
ACADÉMICO
IN TERN ACI ON AL FOR M AC I ÓN
DE AGE NTES CAPE LL ANE S DE
DESA RROLLO S OCI AL
MÓDULO I.
FUNDAMENTOS DE LA CAPELLANÍA
Queda Prohibida cualquier reproducción sin el consentimiento del Autor
MANUAL DEL INSTRUCTOR

SEMINARIO ACADÉMICO INTERNACIONAL FORMACIÓN
DE AGENTES CAPELLANES DE DESARROLLO SOCIAL
Mensaje de bienvenida para el instructor
Agradecemos tu dedicación a esta noble labor como docente dentro del

Seminario de Formación de Agentes Capellanes de Desarrollo Social. Para
nosotros es muy importante que te sientas parte del equipo de US UCIA ya
que, gracias al trabajo en conjunto de las diferentes áreas que componen
la institución, se logran los objetivos planteados y tú como instructor serás
el responsable de llevar a cabo una de las labores más importantes: sembrar
la semilla del ministerio de la capellanía en todos los asistentes al seminario,
impulsando su desarrollo mental, emocional y espiritual.
Deseamos que te sumes a la Misión de US UCIA y adoptes la metodología

diseñada especialmente para que este Seminario logré impactar de manera
trascendente no solo en la vida de quienes lo toman, sino de toda la
comunidad que se verá favorecida con sus obras.
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ÍNDICE
PRINCIPIOS DE UN AGENTE CAPELLÁN 4

PRESENTACIÓN 5
6
GENERALIDADES
Tema I Conociendo US UCIA 9
Tema 2. Principios Espirituales, Bíblicos, Éticos y

Teológicos Que Inspiran El Ministerio De La Capellanía 14
Tema 3. Misión Del Agente Capellán 20
Tema 4. Perfil Del Agente Capellán 28
Tema 5. Tipos De Capellanía 35
Tema 6. Habilidades Del Agente Capellán 42
Tema 7. Principios De La Consejería 48
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PRESENTACIÓN
El presente manual se ha diseñado para ofrecer una guía metodológica a los instructores
que participan en la impartición del seminario de formación de agentes capellanes de
USUCIA.
Con este recurso los instructores podrán desarrollar su sesión de acuerdo con una
estructura clara, con el propósito de facilitar el proceso formativo de los agentes
capellanes, asegurando que los conocimientos, habilidades y valores sean adquiridos y
desarrollados de manera efectiva.
Se espera que el instructor se apropie del contenido y la metodología, para que logre
transmitir adecuadamente lo que US UCIA espera de los agentes capellanes, y sean unos
dignos representantes de la asociación. De manera que recomendamos leer
cuidadosamente el presente manual, así como las cartas descriptivas de cada sesión.
Es necesario también que el instructor, conozca los propósitos de formación para que
mantenga enfocada su instrucción en ello, con la finalidad de lograr el perfil del egresado
tal como a continuación se describe.
Perfil de ingreso Perfil del egresado

El seminario de formación de agentes El agente capellán podrá desempeñar su
capellanes está dirigido a toda persona labor en diferentes espacios públicos o
del campo religioso proveniente de las privados como: Hospitales, Centros
organizaciones de la comunidad Penitenciarios, Orfanatos, Asilos, Centros
cristiana que tenga el firme deseo de educativos o Empresas. Será capaz de:
compartir el amor de Dios a todos ✓ Detectar necesidades en su
aquellos que se encuentren en comunidad.
necesidad, que cumpla con las ✓ Intervenir como primer
siguientes características: respondiente en situaciones de
emergencia en las que esté
✓ Gozar de buen testimonio ante la presente.
comunidad y la sociedad. ✓ Actuar de manera inmediata y
✓ Disposición y posibilidad de dedicar adecuada ante alguna situación de
tiempo al ministerio. emergencia.
✓ Gusto por el trabajo de campo. ✓ Aconsejar oportunamente a quien
✓ Empatía. se encuentre en necesidad de
✓ Alta capacidad de escucha. apoyo.
✓ Gestionar proyectos de apoyo
social
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GENERALIDADES
Perfil del instructor

El instructor de US UCIA representa una figura de
autoridad moral, con dominio de los temas a
impartir, tanto en conocimiento teórico como
práctico. Por lo que se espera que tenga amplia
experiencia profesional y secular dentro de la
formación de líderes, pastores o ministros. Ya sea en
una iglesia o en algún centro de adiestramiento
ministerial o secular de enseñanza.
En cuanto a sus habilidades docentes, es necesario
que tenga la disposición de enseñar, pero, sobre
todo, ser un facilitador del aprendizaje,
promoviendo que los alumnos generen su propio
conocimiento y desarrollen sus propias habilidades,
dirigidas hacia la labor del capellán.
Algunas de las cualidades que se esperan del instructor US UCIA se encuentran:
✓ Tener una relación personal con Cristo Jesús. Debe vivir la vida cristiana en
obediencia a la palabra de Dios. No puede vivir en abierto desacuerdo con los
principios bíblicos.
✓ Ser sensible, tierno e interesado en las necesidades de los otros.
✓ No debe temer el trabajo duro, ya que la enseñanza requiere horas de
preparación y estudio.
✓ Debe ser dinámico y entusiasta.
✓ Seguro y confiable. Demostrar que conoce el tema y se ha preparado para
transmitirlo adecuadamente.
Para la mejor comprensión de los temas, cada uno de ellos está compuesto de la
siguiente manera:
Introducción
Parte 1
Desarrollo
Cierre/ Reflexión
Personal
Parte 2
Recomendaciones
Planeación
Didáctica
Parte 3
Anexos
La primera parte corresponde a la explicación del tema, dividida en: introducción y

desarrollo. Esta sección contiene el referente conceptual que tendrá que exponer el
instructor. Ahí se explican los puntos centrales que se abordarán a lo largo del tema. El
propósito es que el instructor comprenda la intención y el enfoque de cada contenido,
que identifique hacía donde queremos guiar a los alumnos y en qué aspectos tiene que
resaltar, pues partimos del hecho de que cada contenido tiene un propósito formativo,
de manera que el enfoque se describe en esta sección. Así mismo, el contenido es la
base de la exposición, son argumentos básicos que deberá ampliar el instructor de
acuerdo con su experiencia y conocimiento sobre el tema.
En la segunda parte, que corresponde al cierre y las recomendaciones, se describen los
aspectos que se tienen que integrar al final del tema para provocar en los participantes
una reflexión y análisis profundo sobre el tema, que se traduzca en acciones concretas,
como puede ser alguna motivación al cambio, propuesta de mejora personal,
incorporación de actividades, etc. En otras palabras, al hacer el cierre, el instructor
genera que aquello que se acaba de revisar tenga una aplicación, algo que llegue a
impactar en su vida y en su futuro ejercicio como agente capellán. Es por eso por lo que
se incluyen algunas preguntas o actividades, que pueden ser realizadas dentro de la
sesión o posteriormente, las cuales son de suma importancia que se lleven a cabo, ya
que, mediante este proceso de introspección, los agentes capellanes en formación le
dan sentido a lo que trabajaron durante las sesiones.
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En cuanto a las recomendaciones, se incluyen algunas sugerencias que van a facilitar del
desarrollo del tema, mismas que ayudarán a entender aún más la intención de las
actividades definidas para cada sesión.
Finalmente, la tercera parte del manual incluye la planeación didáctica del módulo, con
la que se podrá desarrollar la sesión siguiendo paso a paso cada una de las actividades
que ahí se exponen, y gracias a las cuáles se logran los objetivos de aprendizaje. Es muy
importante que el instructor considere que las actividades fueron diseñadas para lograr
los objetivos planteados, por lo que una alteración significativa del orden o cambio en
las indicaciones podría afectar el resultado.
De igual forma, en esta tercera parte se incluyen algunas herramientas y formatos
necesarios para realizar las actividades de la planeación didáctica.
En caso de tener alguna duda sobre el uso del manual y la aplicación de la planeación
didáctica, el instructor podrá ponerse en contacto con el Área académica de US UCIA.
MODULO 1: FUNDAMENTOS DEL MINISTERIO DE

LA CAPELLANÍA
Objetivo general: Comprender el impacto social que tiene la labor del agente
capellán, a través del conocimiento de sus funciones, habilidades y responsabilidades,
de acuerdo con los principios espirituales, bíblicos, éticos y teológicos que inspiran dicho
ministerio.
Objetivos específicos:
I. Definir los lineamientos para la formación de agentes capellanes de US UCIA.
II. Identificar los principios espirituales, bíblicos, éticos y teológicos que inspiran el
ministerio de la capellanía.
III. Conocer las funciones, actividades, responsabilidades y compromisos del agente
capellán.
IV. Describir las cualidades del agente capellán.
V. Distinguir los diferentes tipos de capellanía que existen.
VI. Reconocer las habilidades que debe desarrollar el agente capellán para realizar
sus funciones de manera exitosa.
VII. Establecer las bases de la consejería.
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TEMA I. CONOCIENDO US UCIA
Introducción
Conocer la institución que ofrece la formación como Agente Capellán es muy importante
para que los alumnos tengan un contexto de referencia acerca de quién respalda sus
estudios y generen la confianza de pertenecer a una organización seria que comparte
sus principios, que se enfoca en el desarrollo de su potencial y que los acompaña y
orienta al terminar su formación.
En este primer tema se contempla la Misión, Visión, Objetivos y Logros de US UCIA, así
como la descripción de la organización del proceso de formación de agentes
capellanes.
Desarrollo
US UCIA CORPORATION es una

Organización NO Gubernamental que
trabaja bajo los 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible de la ONU y
adquiere el compromiso de forma
voluntaria, con la finalidad de
involucrar al sector religioso como
agentes capellanes siendo ellos los
únicos capellanes institucionales con la
finalidad de lograr los objetivos
diseñados.
US UCIA CORPORATION nace con los fines primordiales de transformar la vida de los
habitantes en riesgo social y las personas más necesitadas, comprometiéndose a
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trabajar siempre en lugares conocidos y con aquellas personas que ya hubiesen

demostrado su capacidad y su entrega en beneficio de la población con mayores
necesidades materiales y espirituales.
Misión
Capacitar en la implementación y desarrollo de actividades religiosas y sociales a
personas del campo religioso provenientes de las organizaciones de la comunidad
cristiana, reconociendo a éstas públicamente como Agentes Capellanes de Desarrollo
Social ante las autoridades gubernamentales y la sociedad en general.
Aportar capital humano para trabajar por el bienestar de la gente, involucrando a los
afectados de forma integral y garantizando su calidad de vida, a través del desarrollo
humano individual, la inversión en capital social, la creación de estilos de vida saludables
y el fomento a la participación ciudadana. Generar mecanismos alternativos de
resolución de conflictos, con el fin de crear hechos de paz y estabilidad social verdadera.
Visión
Ser en el año 2030 una organización sólida, reconocida como propulsora,

desarrolladora y difusora de la inclusión y la reintegración social para la restauración
de los pueblos excluidos del crecimiento económico de sus países, teniendo en cuenta
los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio y Post 2015 de las Naciones Unidas.
El seminario de formación de agentes capellanes de US UCIA, está diseñado para
desarrollar el potencial humano de los asistentes, enfocándose en su crecimiento
personal, espiritual, humano, ministerial y social, por lo que su proceso educativo
pretende ser integral, poniendo en práctica lo aprendido en lugares donde pueda dar
verdadera atención y su intervención genere un impacto positivo y trascendente en el
lugar donde lo realice, de ahí que la formación implique un proceso con varios
elementos.
Los 4 modulos del seminario Reina Valera, constituyen el marco de referencia
conceptual y espiritual de la formación de los capellanes, es decir, es el sustento
teológico-bíblico de la función y labor del agente capellán, y es precisamente lo que lleva
a la autoconocimiento, autoreflexón y autoevaluación para ir desarrollando las
habilidades propias del capellan, por lo que el instructor debe insistir en llevar siempre
a la revisión y evaluación personal de los temas vistos, estimulando el planteamiento de
metas y retos de superación para los agentes capellanes en formación.
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Actualmente existen grupos en formación en 12 estados de la República Mexicana, y en países

como Estados Unidos, El Salvador, Honduras, Panamá, Haití y Colombia
Grupos del Seminario Internacional de Formación de

Capellanes en México 2017
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
BAJA
BAJA
CALIF SAN
COA QUIN CAM CHIH CALIF TAM
ORNI DURA JALIS VERA OAXA YUCA PUEB TABA MEXI SON CHIA LUIS TOTA
HUIL TANA PECH UAH ORNI AULI
A NGO CO CRUZ CA TAN LA SCO CO ORA PAS POTO L
A ROO E UA A PAS
NORT SI
SUR
E
GRADUADOS 138 204 150 47 407 257 0 0 0 0 32 15 0 0 0 0 55 0 1305
EN FORMACIÓN 278 46 18 35 79 46 0 0 0 0 76 43 34 32 0 0 22 37 746
POR GRADUAR 262 0 0 0 0 0 32 55 40 27 0 0 0 0 22 40 0 0 478
De 2014 a la fecha, se han graduado 1458 agente capellanes
Agentes Capellanes Graduados

900
800
700
600
Título del eje
500
400
300
200
100
0
AÑO 2014 AÑO 2015 AÑO 2016 AÑO 2017
Series1 122 365 830 141
Gracias al acompañamiento de la Agencia Internacional de Proyectos de Ayuda para el

Desarrollo Humano, organismo de US UCIA, los Agentes Capellanes han realizado un
total de 49 proyectos en 5 estados de la República, beneficiando a más de 5700
personas en México.
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El seminario está organizado en 4 módulos:

I. Fundamentos del ministerio de la capellanía
II. Consejería profesional I
III. Consejería profesional II
IV. Educación cristiana y derechos humanos
Posterior a esto deberán cumplir con una capacitación de protección civil y bomberos
que los acredite para poder intervenir activamente en situaciones de emergencia.
Asi mismo, tomarán un taller de gestión e implementación de proyectos sociales, con la
finalidad de proveerlos de recursos para detectar necesidades en su comunidad, diseñar
proyectos y buscar fuentes de financiamento para su aplicación.
Una vez reunidos todos estos requisitos, podrán acceder a una titulación y graduación.
1. Ética y consejería ministerial

Programa Académico
Principios de consejería
profesional
1 vez a la semana 4 hrs 1 vez a
Seminario Reina Valera la semana 2 horas (modo
capellanía local) Consejería profesional:
Conceptos médico legales
Manejo de desastres naturales generales.
Protección Civil y sociales. Uso de extintores.
Primeros Auxilios
Educación Cristiana / Derechos
humanos.
Capacitación para la
Proyectos elaboración e implementación
de proyectos sociales
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Requisitos para su acreditación:

I. Asistencia del 80% a sesiones del seminario.
II. Cumplir satisfactoriamente con las evaluaciones de cada módulo.
III. 40 horas de servicio social, acreditadas por la institución en las que se hayan
realizado.
IV. 40 horas de prácticas institucionales acreditadas por la institución en las que se
hayan realizado.
V. 24 horas de capacitación en protección civil, que incluye los programas de;
primeros auxilios, búsqueda y rescate y manejo y control de incendios
certificadas por la autoridad competente.
VI. Asistencia al taller de realización e implementación de proyectos sociales
Cierre/ Reflexión personal:

Para cerrar el tema, se les invita a los asistentes que compartan qué les llama la atención
de US UCIA, con qué se sienten identificados (dos o tres personas solamente).
Al finalizar la exposición del tema, conviene invitar a hacer una reflexión personal, esto
ayudará a que su proceso formativo sea más sólido, se propone hacer las siguientes
preguntas:
Piensa qué afinidad tienes con US UCIA y cómo puedes colaborar con
la asociación para aportar a su misión y qué te puede aportar US UCIA
para tu misión personal. Escríbelo en tu cuaderno de notas.
Recomendaciones
Para revisar este tema, dado que es básicamente de información la forma de impartición
será a través de exposición, pero se recomienda que se realice alguna lluvia de ideas, o
preguntas detonantes, como: ¿Qué saben de US UCIA? ¿Qué conocen del diplomado?
Es conveniente también pedirles que vayan tomando nota de lo que les parezca más
importante, pero que solamente sean frases cortas o palabras, pues si tratan de escribir
todo, se van a distraer y se pueden perder información importante.
Referencias:
Página US UCIA http://www.usucia.org
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TEMA 2. Principios espirituales, bíblicos, éticos y

teológicos que inspiran el ministerio de la
capellanía
Una vez un abogado fariseo le pregunto a nuestro Señor:

"Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?" Jesús le dijo:
'Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.' Este es el primero y
más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: 'Amarás a
tu prójimo como a ti mismo.' De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:40)
Introducción
Se debe entender que el compromiso del agente capellán va más allá de solo hacer un servicio
a la comunidad, es reconocer que su función responde a un llamado más importante y más
grande; que su acción tiene el potencial de transformar vidas, de inspirar a otros a hacer lo que
él hace, pero, sobre todo, es un ejemplo vivo del amor de Dios.
En el momento que el agente capellán se gradúa, se convierte en un instrumento del Señor para
realizar su obra, de ahí que deba tener muy claro que a través de sus acciones se manifiesta el
amor de Dios, convirtiéndose en un testimonio real de la fe en Cristo, y, por lo tanto, está
llamado a tener una vida ejemplar, digna de reconocimiento y aprecio por parte de su
comunidad y la sociedad a la que pertenece.
El tema que nos ocupa ahora es el marco de referencia que inspira la labor del agente capellán,
es el sustento filosófico, espiritual y teológico que define su comportamiento ético, y a su vez
representa la fuerza que mantendrá su espíritu de servicio, su enfoque y su visión, llevándolo a
la acción continua, en busca de la mejora de su entorno.
Para el desarrollo de este tema es preciso que, como instructor, profundices en la palabra de
Dios, pero sobre todo en el mensaje y en la práctica del mismo, sabiendo que la escritura te
inspira a predicar, pero para predicar no hay nada mejor que el ejemplo.
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Desarrollo
Sin duda existen múltiples formas de brindar un servicio a Dios. Pero una de las más generosas
es la capellanía, ya que representa el privilegio más grande que Dios concede, teniendo en
cuenta su amor por su pueblo. El deseo de servir a Dios es el motivo más puro y noble que le
puede sostener en los tiempos difíciles y el agente capellán debe mantener ese principio como
el eje rector de su ministerio.
Dios en su infinita sabiduría sabe por qué le ha llamado al ministerio. Quizá su historia de vida
sea difícil, pudo haber pasado por muchas tristezas, abusos, problemas, rechazos, angustias,
pérdidas, pero siempre Dios estuvo ahí, le ha amado, y ahora le ha llamado a ser un príncipe en
su reino, un ministro del evangelio, en otras palabras, su representante en la tierra.
Así pues, si Dios los ama y valora tanto, los agentes capellanes en formación deben quererse y
cuidarse. Amarse a si mismos para que cuando cumplan el mandato de "amar a tu prójimo como
a ti mismo", realmente tengan sentimientos valiosos que ofrecer. No importa si en su pasado
hubo derrotas, errores o pecados, Dios les ha perdonado y ahora les ha apartado para su
servicio. Amar el ministerio es señal de que Dios les ha santificado.
Es claro el llamamiento del amor a todo ser humano, pero en el caso del agente capellán es una
encomienda que queda manifiesta en acciones concretas y de gran impacto social, ya no es más
una obligación, sino un compromiso voluntario que debe ser vivido con profunda convicción,
dedicación, alegría, entrega, humildad y trabajo en favor de los más necesitados.
En otras palabras, el agente capellán ha de entender que el amor no es solo una palabra o un
sentimiento; el amor, dentro de su ministerio, se transforma en acciones concretas. Consiste
entonces en hacer una búsqueda constante de espacios para llevar el amor de Dios, para ayudar
a quién más lo necesita, y la lista es innumerable, pues en todos lados encontramos situaciones
de enfermedad, abandono, depresión, muerte, violencia, drogas, cárcel, desastres naturales,
etc. Por lo que las oportunidades de ayudar se encuentran de manera constante.
También es preciso saber que Dios le puede llevar al agente capellán por caminos y experiencias
no previstas ni imaginadas. Por eso es importante hacer el servicio día a día, siendo conscientes
que en realidad no conocemos los caminos de Dios, por lo que conviene prepararse para lo que
venga en el futuro, fortaleciendo el carácter, la mente y el espíritu.
La tarea principal del capellán es atestiguar la vida eterna; su acción está dirigida a anunciar el
evangelio en los diferentes lados del apostolado; lo que incluye la cura de las almas, la
predicación, asistencia a los grupos cristianos, asistencia espiritual en caso de necesidad y la guía
espiritual.
El principal fundamento del ministerio de la capellanía es el amor de Dios; si no hay amor al

prójimo no hay agente capellán verdadero. Pero el amor no se limita a un sentimiento, a una
intención, sino que tiene que ser convertido en obra, en un acto concreto, como a continuación
se enuncia:
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“Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis

de beber; fui emigrante y me acogisteis, estuve desnudo y me
vestisteis; enfermo y me visitasteis; preso y fuisteis a estar conmigo”.
“Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Y
cuándo te vimos emigrante y te acogimos, o desnudo y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” “Y el
rey les dirá: Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos
mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.” Mateo 25:35-40
Si analizamos un poco en la palabra, observamos que dice “tuve hambre”, “estuve desnudo”,
“fui emigrante”, no dice: “pedí comida”, “pedí ropa”, “pedí hospedaje”; esto indica que la
necesidad estaba implícita y hubo alguien observando y atento a las condiciones de la gente,
entonces acudió a ayudar sin que se lo pidieran. De igual forma se espera que lo haga el capellán.
Que sea ese alguien que incorpore a su personalidad, la capacidad de observación, dirigida
especialmente para detectar necesidades y atender de inmediato a quien lo requiera, ya sea una
necesidad material, física, emocional, espiritual o cualquier otra.
Lo anterior será una tarea sencilla siempre que se atienda al llamado que hace Jesús en Mateo
22:37-39:
“Amaras al señor tu Dios con todo

tu Corazón, con toda tu alma, y con No hay mejor manera de manifestar el amor al prójimo
toda tu mente. Ese es el primero y que con acciones concretas, cuanto mejor si se
grande mandamiento. Y el segundo adquiere un compromiso de por vida con una profesión
es semejante: Amarás a tu prójimo como la capellanía.
como a ti mismo.”
Por otro lado, una de las características sobresalientes del ministerio de Jesucristo es que tuvo
compasión por los pecadores y necesitados; y por ellos dio su vida. El agente capellán debe
seguir su ejemplo y mandato y ser agentes de apoyo, refugio y cambio en las vidas, considerando
que algunas personas necesitan más compasión que consejos; por tanto, hay que compadecerse
en lugar de juzgar.
Para reforzar estas ideas, se encuentra lo siguiente:
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“1 Juan 3:17-18 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener
necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿Cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos
míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Mateo 9:36-38
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ella; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
A la verdad la mies es mucha más los obreros pocos. Rogad, pues, al señor de la
mies, que envié obreros a su mies.
Mateo14:14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y
sanó a los que de ellos estaban enfermos.
1Pedro 3:8-9 Finalmente sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándonos
fraternalmente, misericordiosos, amigables, no devolviendo mal por mal, ni maldición
por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamado para
que heredaseis bendición.
De igual forma, en los siguientes versículos se observa como el servicio, engrandece al hombre:
Marcos 10:43-45 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero, será
siervo de todos. Porque el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
1 corintios 4:1 Así, pues tengamos los hombres por servidores de Cristo,
administradores de los misterios de Dios.
A continuación, revisaremos algunos roles que desempeña el agente capellán, haciendo

evidente el amor al que nos referimos.
El capellán como representante de Dios

Como "representante de Dios," lleva ante el Señor las necesidades de su pueblo, lo que implica
acercarse a conocerlos, estar permanentemente observando con atención lo que sucede en su
entorno, escuchar sus requerimientos. Hay que saber que la necesidad de Dios para el pueblo
es permanente, en los gozos y alegrías, en la enfermedad, la muerte, la pobreza, el matrimonio,
el triunfo, y un largo etcétera se espera la manifestación del amor de Dios, de ahí que la
presencia del agente capellán represente la presencia de Dios en la tierra.
El capellán es un oído suave, atento a escuchar las penas y temores de la gente: comparte sus
alegrías y esperanzas y los levanta después de los fracasos. Por su interés personal, su
disposición de compartir con la gente en lo bueno y en lo malo, y por el socorro que les da, la
gente siente el amor de Dios.
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El capellán como pastor espiritual

Como "pastor espiritual," el agente capellán le recuerda a la gente que solamente hay vida en
Jesucristo y que nuestra vida solamente tiene sentido en él.
El capellán le recuerda a la gente la importancia de seguir los principios de vida establecidos por
Dios. Su presencia bendice a la gente y les da fortaleza para seguir adelante un día a la vez,
manteniendo la vista en Cristo.
Lo terrenal es temporal, es solo un medio para llegar a Cristo, de manera que lo importante es
saber que Dios es el centro de nuestras vidas, que él nos fortalece, nos reconforta, nos ilumina.
No se es un buen pastor solo por desearlo o por tener la intención, se requiere realmente tener
cualidades, virtudes destacadas por encima del término medio. Los estándares son altos y los
requisitos pueden ser difíciles de satisfacer. No todos los cumplen y lo que los tienen no todos
superan la tarea.
El pastor espiritual demanda un hombre piadoso e integro, con dones y múltiples habilidades.
Capaz de conducir a su pueblo hacia el camino de la salvación, a vivir el amor de Cristo, con una
perspectiva humilde, es decir, cuida las almas de aquellos por los que rendirá cuentas.
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da

por las ovejas” Juan 10:11.
El capellán como consejero cristiano

Como "consejero cristiano," el capellán ayuda a
la gente a utilizar sus recursos espirituales, y a
tomar decisiones de acuerdo con la voluntad de
Dios. Oye a la gente y les comparte sabiduría.
Les da calma espiritual y tranquilidad mental
para que puedan salir de sus problemas.
Al empezar su ministerio, el agente capellán

habrá de buscar la dirección de Dios en cuanto
al tipo de institución en la que desea ministrar.
Dios es quien abre las puertas a estas
instituciones para tocar los corazones de las personas que los administran. Por tanto, es de suma
importancia conseguir permiso para entrar y luego hay que seguir las reglas de la institución al
pie de la letra.
El capellán puede utilizar los servicios sociales ya existentes en su comunidad. Quizás no se

cuente con los recursos para ayudar, pero se puede informar y llevar a la gente a donde se puede
conseguir ayuda. Mucha gente pobre e ignorante no sabe que hay agencias que los puede
ayudar en sus problemas de drogadicción, de salud, o legales, etc. El capellán puede servir de
intermediario y a la vez dar un testimonio de Dios.
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La congruencia como estilo de vida

Partimos de la creencia de que Dios confía en el agente capellán y en su ministerio, pero es
necesario dar testimonio ante los hombres y poder enfrentar al mundo de una forma creíble. Lo
que el agente capellán puede hacer para hacer dar credibilidad a su ministerio es estudiar la
Biblia, si el agente capellán habla de Dios, es necesario que conozca íntimamente su Palabra.
Hay que meditar en ella a diario para conocer al Maestro y poder compartir su mensaje a este
mundo necesitado. Guarde la Palabra en su corazón para no pecar contra Dios.
El crecimiento espiritual del agente capellán está relacionado a su fidelidad en quedarse en

contacto con las almas de su iglesia y la mayor inspiración es el estudio de la palabra de Dios,
la cual solo toma sentido si se busca su aplicación personal y para su comunidad.
Cierre/reflexión personal:
El ministerio de la capellanía tiene un propósito espiritual, pero se realiza a través de las acciones
al servicio de la comunidad, la ayuda y el servicio constante. Él que ha sido llamado para ser
agente capellán deberá hacerlo con dignidad y amor, ya que es una figura que representa a Dios.
Es una decisión que implica un trabajo interno profundo, debe buscar la iluminación en la
escritura y una búsqueda constante de fortalecimiento espiritual, lo que por supuesto traerá
grandes recompensas al hacer realidad.
Termina el tema invitando a los asistentes a hacer la siguiente reflexión.
¿Cuál es tu principal motivación para ser agente capellán? ¿Qué te inspira

a serlo? Escríbelo en tu cuaderno de notas.
Recomendaciones:
Es importante que a lo largo del tema se invite al alumno a hacer una introspección, analizarse
de manera muy honesta para reconocer que es un ser humano como cualquier otro y que
formarse como agente capellán no significa ser más que los demás, sino que significa hacer más
por los otros, debe ser el inicio de un camino de crecimiento personal integral.
Invita a reflexionar que la decisión de ser agente capellán implica un trabajo interno, constante
y permanente, basado en el estudio de la palabra. Para esto se puede estimular la participación
del grupo nombrando ejemplos de personas que hayan sido capellanes y representen un
ejemplo o inspiración para ellos. Procurar que al hacer referencia a citas bíblicas siempre se
relacione con la realidad actual.
Es conveniente resaltar la necesidad de la lectura de la palabra, tener momentos de oración y

disertación durante la sesión para encontrar el sentido de la capellanía e integrarla como
proyecto de vida.
Referencias:
John F. MacArthur (2009) El ministerio pastoral: Cómo pastorear bíblicamente.

Grupo Nelson. Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América.
El ministerio del pastor consejero, Hamilton James D. Casa Nazarena de publicaciones
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TEMA 3. Misión del agente capellán
Introducción
El ministerio de la capellanía es un llamamiento antiguo y noble dentro de la iglesia. El ministerio
del capellán es compartir el amor de Dios a todos aquellos que se encuentren en necesidad. Los
capellanes son hombres y mujeres que aceptan el compromiso de ser instrumentos de Dios en
su proceso de restaurar la salud mental, física, social y espiritual de la humanidad especialmente
de los más necesitados.
El agente capellán no solo se relaciona con la comunidad, sino que se involucra con sus
necesidades para buscar una solución y mejorar sus condiciones de vida. De manera que sus
funciones están dirigidas a promover el bienestar de las personas, atendiendo principalmente a
sus necesidades emocionales, espirituales; y en el caso de la comunidad, gestionando proyectos
de desarrollo social.
Se entiende que el agente capellán ha encontrado su vocación en el servicio al prójimo,

detectando las necesidades de su comunidad, formulando propuestas concretas de solución y
si es posible, generando proyectos específicos que tengan un impacto importante en la vida de
las personas.
Desarrollo
Origen y significado de la capellanía
La capellanía es una profesión que data desde milenios y los registros muestran que los imperios
tales como Babilonia, Persia, Grecia y Roma contaban con agentes capellanes que se encargaban
de atender las necesidades emocionales y espirituales de los emperadores, militares y demás
miembros de la aristocracia.
En la religión cristiana desde el quinto siglo de la Era Común se comienza a notar que líderes
religiosos fueron apartados para casi exclusivamente servir al emperador y a los miembros de
su gobierno. Tradicionalmente dentro del cristianismo se cree que oficialmente el ministerio de
la capellanía tiene su origen en la persona de San Martín de Tours, quien nació en 316 d. c. en
lo que es hoy día Hungría. El joven pagano, a los 16 años se alistó en el ejército romano donde
se destacó como soldado y oficial. A los 21 años, fue enviado a la región de Francia. Una noche
de mucho frío se encontró con un mendigo que rogaba sin éxito a todos que le ayudaran. Martín
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no traía nada que darle a este hombre, ya que, lo único que traía era su capa. De buen corazón,
partió su capa en dos, y dio la mitad al mendigo. Esa misma noche soñó que el mendigo era en
verdad Jesucristo, y esa visión fue el motivo por lo cual se convirtió al cristianismo y fue
bautizado. Después, al compartir su testimonio a otros, muchas personas aceptaron el
cristianismo.
Del recuerdo de la capa compartida viene la palabra "capellán". Un capellán es una persona que
ha aceptado el llamamiento del Señor Jesucristo de servir a la humanidad en el espíritu
expresado por Lucas 4:18 -19 que dice:
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por

cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas
a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar
libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A
poner en libertad a los oprimidos; A predicar
el año agradable del Señor."
Hoy día, el término capellán hace referencia a aquellos ministros que ejercen su labor pastoral
en instituciones públicas y privadas representando no a una iglesia en particular, sino al creador
y sustentador de este universo. El capellán es el miembro del clero que no espera que la gente
le venga a la iglesia con sus necesidades, sino sale a buscar a los necesitados en donde estén. La
bendita presencia de los capellanes se hace notoria tradicionalmente en asilos, cárceles,
hospitales, e instalaciones militares. Pero su socorro y consejo espiritual se extiende a las
universidades, agencias públicas como el cuerpo de bomberos y policías, clubes cívicos,
instituciones benéficas, y en los barrios bajos y la calle misma.
El capellán trabaja en el campo y conoce las

necesidades, se vincula con sector gobierno y
privado para lograr soluciones.
El trabajo del capellán puede ser implementado en

la comunidad vulnerable, así como en las
instituciones donde presten asistencias
humanitarias como Instituciones de Servicios en
Salud (Hospitales, Centro de salud), Centros
Educativos (en todos sus niveles), Fuerzas Armadas
(Ejercito, Policía), Casas de Asistencia Social
(Orfanatos, Asilos, Centros Penitenciarios),
actividades dentro de la Iglesia con enfoque
evangelístico y misiones, Comunidades específicas
como zonas marginadas o con altos índices de
violencia.
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Las funciones del capellán son varias dependiendo de las necesidades que las personas
presentan y las instituciones en que trabaja, pero siempre fungen como pastor, maestro,
evangelista, consejero y administrador, ya que representan a Jesucristo y a su iglesia.
Funciones generales del agente capellán

El agente capellán es un ministro del Señor que provee apoyo espiritual y facilita la rehabilitación
integral del necesitado, sin importar sus creencias religiosas; el agente capellán no puede hacer
acepción de persona, religión, sexo, raza ó estrato social. Estas son las acciones que el agente
capellán puede realizar en los campos que forman parte de su vocación:
1. Detección, estudio, valoración y/o diagnóstico de las necesidades y problemas

sociales, espirituales de las personas.
2. Detección y prevención de la aparición de situaciones de riesgo social, espiritual.
3. Planificación de programas y proyectos de asesoría, acompañamiento,

prevención y asistencia de desarrollo social en el área de bienestar social de
individuos, grupos y comunidades.
4. Intervención. Atención directa, rehabilitación e inserción social de personas,

grupos, instituciones y comunidades.
5. Supervisión y seguimiento del trabajo realizado en los campos.

6. Promoción de la creación, desarrollo y mejora de recursos económicos a niveles
comunitarios, iniciativas e inserción social.
7. Fomentar la integración, participación organizada y el desarrollo de las

potencialidades de personas, grupos y comunidades para la mejorar su calidad
de vida en conjunto con el sector público y privado.
8. Organización y gestión de servicios sociales y desarrollo humanos.
9. Creación y coordinación de redes interinstitucional y/o entre profesionales.
10. Investigación de problemas sociales, de la realidad social.
Responsabilidades y compromisos del agente capellán

El agente capellán, en un sentido verdadero, está encomendado el cuidado de las almas de su
congregación. Por eso, él está bajo obligación hacer todo lo que puede para su conversión y
santificación.
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"Amonestando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar

perfecto en Cristo Jesús a todo hombre." (Col. 1:28) Pablo dijo a los
ancianos de Efeso; "Mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que
el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia
del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28) La
razón que él dio a la gente por obedecer a los que se encontraban en
el ministerio se encuentra en Heb. 13:17. "Porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta.
El agente capellán ha de ser un ejemplo del creyente. "En palabra, conducta, amor, espíritu
fe y pureza." (I Tim. 4:12) Por eso, Pablo aun hizo mención de su propia vida, no como una
vida perfecta, sino como un ejemplo público de carácter cristiano, diciendo a los Filipos, "Lo que
aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con
vosotros." (Fil. 4:9) También a los Tesalonicenses dijo; "Vosotros sois testigos, y Dios también,
de cual santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes." (I Tes.
2:10)
Un trato sabio y fiel para con las almas encargadas por él. Pablo anduvo de casa en casa, alma
en alma. El "no cesó de amonestar con lágrimas a cada uno." (Hechos 20:31) Él propone lo
mismo como ejemplo de la fidelidad en el ministerio, requiriendo que el agente capellán Insta,
"a tiempo y fuera de tiempo." (II Tim. 4:2)
El agente capellán está bajo obligación de esforzarse para lograr el máximo poder intelectual.
Los temas que él revela son entre los más grandiosos que pueden ocupar las mentes de hombres
y ángeles.
La declaración fiel de todo el consejo de Dios. Él tiene que declarar claramente ambos, las
amenazas y las promesas del evangelio, los peligros y las esperanzas del alma. Él no puede
esquivarse de un tema porque no es de moda. Ninguna preferencia personal puede impedirle la
declaración de toda la palabra de Dios. Jehová dijo al atalaya; "Si tu no hablaras para que se
guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré
de tu mano." (Ezequiel 33:8)
La labor del agente capellán tiene sus limitaciones. Puede ser que un avivamiento potente, en
el cual cientos entran a las iglesias, sucede bajo el ministerio y a través de dones de un
predicador popular, pero su causa verdadera se encuentra en la obra paciente, poco conocida,
de otros con dones distintos. Cada uno tiene su don. Uno siembra, otra cosecha, y únicamente
en la cosecha final, al fin del mundo, serán conocidos los resultados verdaderos de cada uno.
"Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." (Apoc. 2:10) Entonces, el límite de la
responsabilidad es la fidelidad.
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Ser agente capellán es un compromiso que exige:

1. Estar siempre disponible para emergencias. Hay que considerar que la gente
puede sufrir una crisis emocional o emergencia en cualquier momento del día.
Por lo que el capellán requiere ser materia dispuesta para atender cualquier
contingencia, es posible que se vea interrumpida alguna actividad o tiempo con
la familia. Para muchas personas es difícil ser tan altruista; es un trabajo que
cansa y puede causar un impacto negativo en sus vidas. Sin embargo, este tipo
de generosidad es la que hace especiales a muchos capellanes.
2. Contar con un plan de trabajo para cumplir con las expectativas de las personas
que confían en él o en ella.
3. Proveer un programa sólido en conocimiento y actividades para satisfacer toda

necesidad.
4. Concientizar a las autoridades de la institución sobre la valiosa labor del

ministerio de la capellanía y poder contar con su respaldo a dicho programa.
5. Proyectarse como agente capellán de toda la institución.
6. Enfatizar en la integridad y espiritualidad del servicio.
7. Preparar un equipo de trabajo para asegurar la continuidad del programa los

cuales pueden aceptar a Dios en el futuro.
8. Cumplir con todos los documentos y formas mensuales sobre el trabajo del
ministerio de la capellanía que se ha realizado.
La visitación
El cuidado de las almas es la principal obra del agente capellán. El pastor es el encargado de un
rebaño. Es su deber guiar, apacentar y defender a su rebaño. El mandato divino es; "Por tanto,
mirad por vosotros, y por el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para
apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28) Es para que
él, sea guía personal, espiritual y un amigo cristiano digno de toda confianza. Cada miembro de
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su rebaño es un alma encargada a su cuidado por el Señor y, si él es digno de la confianza puesta

en él, él será uno de los que velan por las almas como quien ha de dar cuenta. (Heb. 13:17)
El Dr. Juan Hall, en una disertación dada a un grupo parecido, dijo; "Debemos asegurarnos de
que nada nos impida la visitación pastoral. Es de suma importancia que lleguen a conocer la
gente en sus hogares, y que la gente le conozca a usted. Los niños y jóvenes deben conocerle.
Los hombres deben conocerle. Únicamente así se puede entender las necesidades básicas de la
gente y adaptar su predicación a ellas. Al conversar libremente con gente humilde, el capellán
va a aumentar su concepto de la naturaleza humana. "El obispo Simpson, al hablar de la timidez
que muchos capellanes jóvenes sienten en cuanto a la visitación pastoral, relata lo siguiente de
su experiencia: "Yo tenía mucho de esta timidez al entrar al ministerio. A veces las palmas de
mis manos ardían al pensar que debía salir y hacer visitas. Sin embargo, sabía que tenía que ir.
Era mi deber hacía a la iglesia. Había prometido a Dios que iría. Como un soldado en el ejército
avanza con timidez, pero con valentía hacia a la batalla, así yo también iba en nombre del
Maestro. Cuando era posible iba acompañado por un creyente que tenía experiencia. Yo hablaba
con la gente amablemente, tratando de sacar de ellos algo en cuanto a su relación para con el
Señor. Encontré muchos vagando y otros turbados. Intenté consolar a los angustiados. Tales
visitas me hicieron bien. Me ayudaron a compadecerme de la gente y me dieron la oportunidad
de abrir la Palabra de Dios con ellos”.
Entonces la visitación, como cuidado de las almas, es una parte esencial de la obra del agente
capellán. El fin de las visitas del capellán debe ser el bienestar espiritual de la gente. Hay
ocasiones para visitas que son por cortesía y amistad, pero casi siempre su fin debe ser el de
ponerse en contacto con la gente para saber de su experiencia cristiana y ayudarles en superar
lo que les impide de entregarse a Dios de todo corazón.
La visita debe ser espiritual, pero, a su vez, debe ser informal. Una cara larga y un estilo formal
no son conducentes a la conversación sobre temas espirituales. El agente capellán viene como
un amigo cristiano con un interés profundo en el bienestar espiritual de la familia. Al tratar con
sus almas él debe usar un estilo natural para tranquilizarlos y ganar su confianza.
El hablar con la gente sobre su relación para con Dios es siempre delicado y demanda lo mejor
de él. Tiene que tocar el tema del pecado con firmeza, pero en amor. El que sabe hacerlo bien
cambiará la actitud de la gente sin ofenderles. Debe hacerlo de tal forma que esté seguro de
tener una bienvenida cordial en su próxima visita.
Por regla general, la visita debe ser breve. Muchas veces las circunstancias controlan el tiempo
que se puede quedar. Si se pasa demasiado tiempo es casi seguro que se quedarán hablando de
temas cotidianos. Normalmente una visita debe ser breve, simpática, y seguida por una oración
por la familia. Así alcanza tiempo para visitar a todos sin quitar el tiempo que se requiere para
otros deberes.
Una visita debe ser confidencial. No hay derecho de animar a la gente a que comparta con el
capellán cosas privadas y después salir a compartir el conocimiento nuevo con todo el barrio. Es
violar una confianza sagrada.
El cuidado del alma es la obra de su vida. La salvación debe ser el tema, de continuo, de su
conversación. Por regla general, es mejor hablar con los inconversos cuando estamos a solas con
ellos porque de esa manera ellos estarán más propensos a expresarse.
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La visitación también ofrece una oportunidad de estudiar a la gente en su vida actual; sus
caracteres, opiniones, tentaciones, aflicciones y pecados. Un capellán recluso mal gasta una gran
parte de su esfuerzo porque no puede adaptar su predicación a la vida actual. Puede ser que su
discurso sea casi perfecto, lógico, lleno de aprendizaje y ortodoxo, pero es impotente para
mover a la gente porque no se trata de su experiencia personal. No quita sus perplejidades, no
toca sus pecados en particular, no se trata de preguntas vitales en su vida. Tenemos que
estudiarla en todas sus múltiples facetas debajo del poder del pecado y la gracia de Dios.
Por último, la visitación pastoral es la mejor manera de bendecir y cimentar la relación pastoral.
En estos últimos años los agentes capellanes no se han quedado mucho tiempo en la misma
iglesia. Un capellán apenas está bien establecido y obrando bien y ya está pensando en mudarse.
¿Puede ser que la falta de la visitación del agente capellán, llevada a cabo tan fielmente por
nuestros padres en el ministerio sería, en parte, una explicación de esto? Los de la iglesia nunca
tienen la oportunidad de sentir la vida espiritual personal del pastor. Resulta que no tienen
confianza en él y su ministerio no está sintonizado con sus necesidades. El único vínculo entre
ellos es el púlpito. Cuando se cansan de su voz, su manera de ser y sus pensamientos, ellos están
listos a cambiar de pastores.
La visitación de los enfermos
Esta es una de las responsabilidades más difíciles que caen sobre el capellán. A veces le toca
guiar a las almas que se encuentran en la frontera de la eternidad. En tal caso, lo que se dice
debe ser con franqueza y urgencia.
Cuando es posible, se debe visitar a los enfermos después de descansar bien y después de
comer. Así no hay tanto peligro de contagiarse de las enfermedades. Si se sabe que alguien tiene
una enfermedad contagiosa, sería prudente averiguar sobre las precauciones que se deben
tomar. Después de la visita hay que usar desinfectantes para no poner a otros en peligro. Si es
prudente visitar a alguien, sabiendo que tiene una enfermedad contagiosa, es una decisión que
el capellán tiene que tomar. El riesgo sufrido en tal ocasión encuentra una remuneración
abundante en la gratitud del rebaño, y la aprobación de la consciencia y la experiencia de que el
señor cuida a los suyos. A veces esta es una de las más difíciles decisiones en la vida de un pastor.
Siempre existe el peligro de que él tome la decisión basada sobre el temor en vez de la fidelidad
a su llamamiento.
Antes de cada visita se recomienda prepararse bien estudiando y orando. Hay que tener un buen
estado de ánimo espiritual. También es conveniente tener en mente porciones de la Biblia que
se puedan adaptar a las distintas condiciones y necesidades de los enfermos. Conviene estar
equipados con buenas ilustraciones de la salvación o cualquier estado espiritual del enfermo.
También habrá que recordar que debe privar el buen juicio y voluntad a conmiserarse con los
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afligidos. Cuando el capellán está al lado de la cama de un enfermo él debe ser un amigo
compasivo.
En cuanto a su manera de ser, es importante ser natural, simpático, alegre, optimista y empático.
Es decir, debe comprender la situación dolorosa o difícil que atraviesa el enfermo y su familia,
pero debe alentar el espíritu, por lo que, al mostrar compasión y comprensión, no pierde de
vista lo importante que es elevar el ánimo de la familia y el enfermo, con alegría y calidez.
Por otro lado, cabe señalar que ante circunstancias adversas, es posible que la persona se
encuentre enojada y en rebelión a Dios, por lo que se debe ser prudente y oportuno. Lo que
hace falta es advertencia amable. Al charlar un poco con el enfermo es posible ver una
manifestación de su corazón y así poder hablar más directamente a su necesidad. Si el enfermo
ya es creyente hay que intentar saber si tiene paz para con Dios. Si no, se requiere averiguar
sobre lo que se lo impide e intentar guiarle a Dios. Si él no es creyente habrá que averiguar que
le impide de entregarse a Dios y, si es posible, ayudarle en ser salvo. Hay que ser claros en la
explicación para evitar que él tenga una experiencia religiosa, no más. No usar palabras vagas
como "usted debe acudir a Cristo", sino explicar quién es Cristo, lo que él ha hecho y que
setenemos que arrepentirnos de nuestros pecados para poder acudir a él para la salvación. En
todo caso, se debe hablar de Cristo y la amplitud de su gracia, poder y la esperanza que él brinda.
Hay que guiar los pensamientos del enfermo a él como un Salvador vivo, personal y un amigo
todo poderoso.
Si el que sufre está en la frontera de la eternidad solo resta esperar la dirección de Dios en cuanto
a las palabras que ha de dirigir el capellán, intentando llevar el enfermo al trono de la gracia. Lo
que siempre es recomendable es orar por los enfermos. En el caso de alguien que esté grave, es
probable que no se pueda hacer nada más.
Cierre/Reflexión personal:
Formarse como agente capellán es un compromiso que debe nacer de la convicción y de la
voluntad de realizar un servicio al prójimo. Las responsabilidades y funciones propias de un
capellán suponen una verdadera actitud de abandono de sí mismo, de estar siempre observante
de las necesidades de los otros y preparado en todo momento para actuar, con conocimiento e
inspiración.
Adicional a esto, el agente capellán necesitará realizar un plan de acción para incorporar sus
nuevas funciones a su vida diaria. Dedicar tiempo a una tarea más puede significar sacrificios
personales, por lo que debe estar muy consciente y reorganizar su estilo de vida, considerando
siempre que la recompensa será igual o más grande que su esfuerzo.
Para la reflexión personal del asistente, al final del tema, da la siguiente indicación.
Nombra con una palabra como entiendes la función del capellán y escríbela. Ahora
piensa ¿Cuál sería tu principal reto como agente capellán? ¿Qué quisieras lograr? ¿Qué
cambios tendrás que hacer en tu vida para cumplir con las funciones y
responsabilidades? Escribe una reflexión en tu cuaderno de notas y luego define un
objetivo, el cual escribirás posteriormente en un papel especial (que tu decidas) y lo
pegaras en un lugar donde lo puedas ver todos los días.
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Recomendaciones:
Conviene en este tema, que los participantes vayan identificando personas que a lo largo de su
vida los han ayudado sin que ellos lo esperaran o fuera su compromiso, es decir, que traten de
identificar si ha habido alguien que los escuchara, los ayudara, los orientara en alguna situación
en particular, y cómo se sintieron. Así podrán identificar la importancia y el impacto de la ayuda
desinteresada, y hacer la analogía al papel del capellán. Si no encuentran a esa persona, o no
tuvieron una experiencia así, entonces que identifiquen cómo creen que se habrían sentido de
haberla tenido, si habría sido importante, o si habría cambiado en algo su forma de vivir esa
experiencia. Esto con la finalidad de resaltar la importancia y el impacto de su función como
agente capellán.
Referencias:
Formación de agentes capellanes de desarrollo social. Manual I. Seminario Académico
Internacional Reina Valera. 2012.
TEMA 4. Perfil del agente capellán
Introducción
La naturaleza del agente capellán es salir a buscar al más necesitado, independientemente del
tipo de capellanía que desempeñe, su misión está en la práctica, atendiendo, escuchando,
interviniendo, participando, acompañando, motivando, etc. Pero este no es un trabajo que
cualquier persona pueda y quiera desempeñar. Sino más bien es un ministerio propio de quienes
han atendido valientemente el llamado a servir; quienes han decidido hacer de la comunidad en
la que están, un mejor espacio para vivir, de manera que están dispuestos a dedicar parte de su
vida a atender a los más necesitados, por lo que se espera que sus características de
personalidad sean significativamente especiales y apropiadas para el fin que han de cumplir.En
este tema se describirá el perfil del agente capellán, con la intención de que los participantes
vayan reconociendo en sí mismos dichas características y evalúen cuáles de ellas ya tienen y
cuáles habrá que desarrollar.
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Desarrollo
La personalidad del agente capellán
El agente capellán tiene que ser alguien que se distinga entre los demás, con cualidades
especiales, valores, habilidades y conocimientos propios de su formación y de lo que se espera
de él en términos de ayuda comunitaria y gestión de proyectos.
Stolz dice: “Para un buen servicio pastoral, la madurez y una perspectiva saludable de la vida
son esenciales”. Él indica que cuando un ciego guía a otro ciego, los resultados son desastrosos
para ambos. Mientras más maduro emocionalmente sea el capellán, mayor será su facultad de
entender y aceptar lo que su comunidad le expresa. Si él no está bajo presión por la vida, y si
puede comunicar su madurez y saludable modo de ver la vida, las personas lo buscarán para que
les ayude a resolver sus problemas. Bonneil dijo que nadie podía adecuadamente ministrar a las
más profundas necesidades del corazón humano si no ha aprendido a tratar efectivamente con
las suyas.
En un sentido, la marca de su propia adaptación será su capacidad de atraer a su gente. Esto se

obtendrá con su propia vida, no solamente invitando a la gente a venir a él con sus necesidades:
“Una persona no puede comunicar los más profundos e íntimos aspectos de

su vida a otra, a menos de que tenga un sentido de seguridad, confianza y fe
en ella.” Esto es absolutamente esencial si el consejo ha de llevarse a cabo.
Las personas acudirán al agente capellán sólo si confían en él y si ven en él la madurez que
desearían ellos. Al respecto Sócrates expresó: “Conócete a ti mismo”, y éste debe ser el objetivo
de cada capellán. Sin este conocimiento propio, las cualidades y capacidades del agente capellán
serán de muy poco valor.
Algunos aspectos que deben caracterizar al agente capellán son los siguientes:
• Tiene una vida de oración y estudio de la palabra

Tiene incorporado como parte de 1 Pedro 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras
sus hábitos diarios, la lectura de de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que
la palabra y la oración. No es algo Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
que haga por obligación, sino que Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
lo realiza por convicción, pues
siglos de los siglos. Amen.
está claro que la vida de oración
le alimenta el alma y le da la
sabiduría para intervenir en las
necesidades de los demás.
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• Fortaleza y madurez espiritual.
Los capellanes deben su crecimiento espiritual, al Hebreos 5: 13-14 Y todo aquel

estudio de la Palabra de dios, porque en ella que participa de la leche es
encuentran la clave para una más estrecha relación inexperto en la palabra de
con el Señor y una intimidad más profunda con el justicia, porque es niño; pero el
Espíritu santo. Cuando una persona tiene que atender alimento sólido es para los que
a otras todo el día, esto generalmente tiende a afectar han alcanzado madurez, para los
su ánimo. El capellán, también debe ayudarse a si que por el uso tienen los sentidos
mismo y evitar deteriorarse espiritualmente. Para ejercitados en el discernimiento
volverse un capellán que puede marcar la diferencia, del bien y del mal
es esencial que sea firme con sus creencias y aprenda
a manejar el estrés que causa el apoyar a otras
personas.
• Vive en el fruto del Espíritu Santo.

Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
• Tiene una vida espiritual fructífera.
Juan 2:6 El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo. Tito 2:14 Quien se dio
a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras.
• Tiene su casa en orden.
1 Timoteo 3:4-5 Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda
honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de
Dios?)
• Es manso y humilde sujetándose a las autoridades.
Romanos 13:1-2 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que
quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten acarrean
condenación para sí mismo.
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• Es controlado, y guiado por el Espíritu Santo.
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son los hijos de
Dios.
• Tiene una vida de santidad.
Colosenses 3:12-14 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos
a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor,
que es el vínculo perfecto.
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más Cristo vive en mí, y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó así
mismo por mí.
• El carácter del agente capellán:
Refleja el carácter y propósito de Cristo. Filipenses 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir
que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimo el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a si mismo, tomando forma de siervo
hecho semejante a los hombres, se humillo a si mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.
Cualidades del agente capellán

Se puede describir al agente capellán como una persona:
1. Consciente de su papel en el cambio positivo de la sociedad, que cumple con su

deber de recordar a la gente la misión primordial y el propósito central de la
existencia humana: el compartir el amor, la justicia y la paz del Creador con sus
semejantes.
2. Que hace énfasis en la importancia de la relación e interdependencia existente

entre la vida humana, la fauna, la flora y los minerales por lo tanto se compromete
a abogar por el equilibrio y la mayordomía ecológica de nuestro planeta.
3. Comprometida con la comunidad a ofrecer lo mejor de si para servir a la sociedad

y a la humanidad.
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4. Embajadora del amor, de la promoción de la paz, de la justicia y de la gracia de

Dios, que acompaña a personas en su peregrinaje por este mundo. La ayuda se
presta al escuchar las penas, los secretos más íntimos, los más profundos deseos,
los temores, las esperanzas, las alegrías, los logros, los fracasos, y los planes de
aquellas personas que solicitan la ayuda.
5. Que reconoce la unicidad de cada persona y el potencial incalculable que se tiene

y se compromete a motivar y animar a las personas a que usen sus recursos
emocionales, sociales y espirituales para que alcancen a expresar sus potenciales
tanto como sea posible.
6. Entrenada para escuchar de manera atenta, sin juzgar, sin condenar, las historias
que las personas presentan, pero al mismo tiempo, ayudándoles a que examinen
estas historias con un lente reflexivo y teológico propio de una persona creada a
la Imagen de Dios.
7. Capacitada para enseñar modelos y estilos de vida que conduzcan a la felicidad y

bienestar que cada ser humano merece.
8. Que reconoce la dignidad, respeto y valor de cada ser humano y se compromete

a hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a las personas a vivir y morir
bien desde el comienzo hasta el final.
9. Que considera que la dimensión espiritual del ser humano es el ancla alrededor
de la cual se mueven las dimensiones físicas, mentales y sociales de la persona.
Por lo tanto, se compromete a respetar la fe y recursos espirituales de cada
persona y evita imponer sus criterios y sus valores a los demás.
10. Que sabe comunicarse y responder con empatía, respeto, precisión, inmediatez,
compasión y esperanza con sus semejantes.
11. Convencida que cada ser humano es creado a la imagen de Dios con
individualidad y con libertad de pensar, creer, comportarse, sentir, relacionarse e
interactuar con sus semejantes.
12. Respeta la cultura, las creencias, actitudes y comportamientos de aquellos a los

que ella sirve.
13. Entiende que la confidencialidad o secreto pastoral y profesional es un derecho y

una obligación fundamental que subsiste íntegramente aun después de que la
relación profesional terapéutica-pastoral haya terminado. Los capellanes como
miembros del clero sostienen muy en alto el principio de la confidencialidad o
secreto pastoral y profesional y no pueden ser obligados a revelar lo que se les
dijo en confesión pastoral.
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14. Comprometida a mantener los más altos estándares de conducta ética pastoral y
profesional, reconociendo que está en un proceso continuo de crecimiento y
desarrollo integral se compromete a constantemente ampliar y perfeccionar sus
habilidades intelectuales y técnicas.
15. Es confiable, pues respeta las inquietudes de las personas a quienes ayuda y
mantiene la confidencialidad de las personas a las que ayuda.
16. Capaz de formar lazos fuertes con personas extrañas, para apoyarlos en sus
momentos más difíciles. Es necesaria una persona especial para forjar este tipo
de relaciones rápidamente.
17. De mente abierta para aceptar y ayudar a toda persona, independientemente

de sus creencias, religión, raza, edad, género, etc.
18. Capaz de entender y regular sus emociones. Prudente, cautelosa, equilibrada.
19. Alegre y optimista.
Cierre/reflexión personal
Si bien es cierto que el trabajo del capellán se concentra en ayudar al otro, desde observar
necesidades particulares y del entorno, hasta generar proyectos de desarrollo social; es
necesario considerar que, dentro de su proceso formativo, lo más importante es el crecimiento
personal, que incluye, entre otras cosas, el auto conocimiento, la auto evaluación de sus
fortalezas y debilidades, el reconocimiento de sus cualidades y la definición de todo el trabajo
personal para lograr ser un agente capellán destacado. Por lo que para cerrar el tema conviene
invitar a que hagan una introspección, basada en la honestidad y humildad.
Las preguntas que se recomiendas hacer son:
En una escala del 1 al 10, considerando que 1 es muy poco y 10 es excelente, si

en este momento se te pidiera una evaluación ¿cómo te calificas en cuanto a
las cualidades del agente capellán?, ¿qué número te asignarías? Se muy
honesto en la respuesta, verifica si cumples con todas las cualidades, si siempre
están presentes en tu vida, o a veces no. Esta evaluación es personal, pero
requiere mucha humildad para reconocer que hay mucho por trabajar.
¿Qué acciones concretas realizarás para mantenerte preparado mental,

emocional y espiritualmente para desempeñar con éxito el ministerio de la
capellanía? Escríbelo en tu cuaderno de notas. ¿Qué aspectos de tu
personalidad tienes que reforzar?
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Recomendaciones:
Este tema es para realizar una profunda introspección y autoanálisis. Es una invitación constante
a la auto reflexión, lo cual no siempre es fácil, pues es común estar dominados por el ego, lo que
dificulta ver los errores. Sin embargo, el instructor debe generar un ambiente de confianza y
hacer un llamado a la honestidad, a la franqueza.
Para que los participantes logren contactar consigo mismos, y puedan crear una imagen propia,
se les puede preguntar ¿Qué creen que otras personas (vecinos, conocidos, compañeros de
escuela, ex compañeros de trabajo, jefes, empleados) dirían de ti? Para que puedan confirmar
su autoconcepto.
Referencias:
http://es.wikihow.com/ser-un-capell%C3%A1n
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TEMA 5. Tipos de capellanía
Introducción
El programa del agente capellán, sostenido por la compasión y amor de Cristo; representa un
ministerio bíblico y no un trabajo. Su fin es llevar a las personas a conocer a Jesús como Señor y
Salvador, y al Espíritu Santo como guía y consolador en medio de su necesidad.
Los agentes capellanes, comprometidos al servicio de la humanidad a través de la sanidad,

sostenimiento, consejería y reconciliación, prestan sus labores como representantes de Dios en
diversas instituciones, tales como las fuerzas militares, los centros de la enseñanza, las prisiones,
los hospitales, los hospicios, las comunidades, las industrias, los equipos deportivos,
universidades, empresas y otras organizaciones.
Hasta este momento se ha revisado el perfil y las funciones generales del agente capellán. Ahora
corresponde describir los diferentes tipos de capellanía que existen, para que los participantes
logren identificar las acciones en concreto que tendrán que realizar al ejecutar su rolo como
agentes capellanes.
Desarrollo
Capellanía Militar
La capellanía militar está diseñada para atender espiritualmente al personal militar, civil y
familiar dentro de la Fuerza Armada Nacional y las instituciones policiales. Además, envuelve
una disposición de cooperación entre los grupos de fe religiosos para llegar a las necesidades
particulares de las personas en el ambiente militar y policial proveyendo cuidado pastoral
integral, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra.
Es de hacer notar, que debido a la complejidad de experiencias y el alto grado de responsabilidad

contraído con la sociedad, el personal militar necesita ser asesorado espiritualmente por un
capellán o consejero profesional, con la finalidad de proporcionarles herramientas para
enfrentar las situaciones y conflictos que se le presente.
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En este sentido, la misión del capellán o capellana militar es brindar asistencia espiritual a todo
el personal militar, civil y familiar que lo consideren útil, lo desee y lo solicite,
independientemente de su credo o religión. La visión del capellán es contribuir al desarrollo y
estabilidad de la Fuerza Armada Nacional por medio de un servicio integral que atienda las
necesidades físicas, mentales, sociales y espirituales del personal militar.
Como trabajar con las fuerzas armadas
Se pueden tener algunos conocidos de las fuerzas armadas que desean ayudar al capellán a
ingresar de forma segura a la institución, sin embargo, hay que tomar en cuenta lo siguiente,
muchas veces las fuerzas armadas se encuentran trabajando en la prevención de la guerra o
cualesquiera situaciones políticas en sus respectivos países, los integrantes de las fuerzas
armadas no suelen tener amigos, y tampoco son sociales, por ello, conviene tomar en cuenta la
siguiente recomendación:
• Hacer una evaluación la de necesidad social y espiritual de los integrantes de las

fuerzas armadas.
• Elaborar un programa de intervención del capellán, justificado con datos duros.
• Diseñar un programa de corta duración en el área donde se diagnosticó y que
sea integral.
• En el programa, asegurar contar con un cronograma de actividades, horarios de
entrada y salida.
• Especificar a quien estará dirigido el programa y cuáles serán los beneficios. El
tiempo total de duración, la frecuencia y los recursos que implica (si es que se
requiere).
• Presentar la lista de su equipo de trabajo (si es necesaria la participación de más
capellanes).
• Solicitar a US UCIA CORPORATION emitir el oficio de acercamiento a las fuerzas
armadas para que presente su proyecto.
Capellanía Hospitalaria
Es un servicio diseñado para ministrar a las personas enfermas, a los familiares de las mismas, y
al personal de la institución. Se caracteriza por ser un ministerio de consolación, de presencia y
apoyo. La transición de la salud a la enfermedad provoca en la mayoría de las personas,
experiencias indeseadas, estresantes y traumáticas. De igual modo, se experimentan diversas
emociones y alteraciones en la vida cotidiana, sea familiar, estudiantil o laboral, que producen
sensación de desamparo en las personas y no pueden ser atendidas por el equipo médico. De
allí, la necesidad de tener entre los miembros del equipo de trabajo, personal calificado para dar
atención al área espiritual con un enfoque integral e integrador de la persona, lo cual es justo,
la función de la capellanía de hospital.
Es muy importante para un agente capellán conocer la organización administrativa médica, y de

enfermería del hospital ya que estas serán las fuentes informativas para identificar y llegar a los
pacientes y familiares. La mayoría de los hospitales tiene tres grandes áreas de trabajo:
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A. Función clínico –asistencial:

• Diagnóstico y terapéutico
• Preventiva
• Rehabilitación
B. Función docente:
• Entrenamiento de médicos residentes e internos
• Entrenamiento de personal de enfermería
• Facultad medica encargada del entrenamiento.
C. función de Investigación:
• Departamento de Epidemiología.
• Departamento de Investigación.
• Departamento de trabajo Social y estadísticas.
Además, es importante conocer los derechos del paciente:

El paciente tiene derecho a:
1. Un cuidado de salud completo y adecuado en la institución donde se

encuentre hospitalizado.
2. Estar informado por un médico, acerca de su diagnóstico, tratamiento y
pronostico, en un lenguaje que pueda entender.
3. Conocer el nombre de su médico, y lugar donde lo puede encontrar.
4. Rehusar un tratamiento, y conocer las consecuencias de esta decisión.
5. Privacidad y confidencialidad de su caso, estudios y tratamientos.
6. Otorga el permiso para que su caso sea discutido por personas ajenas a su
cuidado inmediato.
7. Contar con un expediente clínico confidencial entre médico y paciente.
8. En caso de traslado, conocerá todas las razones de esta decisión y tendrá
información del lugar que lo recibirá y el tratamiento nuevo que recibirá.
9. Conocer a todo el personal de salud y administrativo que están interviniendo
en su caso.
10. Conocer toda la facturación y explicación de la misma.
11. Conocer todos los beneficios y reglamentos del hospital.
12. Tener citas y medicamentos de seguimiento el tiempo que sea necesario.
La participación del capellán en la recuperación de los pacientes es vital. En los últimos años se
han realizado cientos de estudios en Estados Unidos y en Europa que revelan la aportación
positiva en el desenlace de las enfermedades y sus consecuencias; y establecen la estrecha
relación entre el funcionamiento biológico, mental, y espiritual del paciente. Hoy día los
hospitales utilizan el modelo biopsicoespiritual para el tratamiento, recuperación y seguimiento
de los pacientes.
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Cómo participa el Agente Capellán en el Hospital

1. Ayuda a todo el personal del hospital, no solo a los enfermos y sus familias.
2. Esta siempre espiritualmente preparado en oración y maneja con fluidez
la Palabra para afrontar las situaciones difíciles en los hospitales.
3. Usa la sabiduría de Dios para que sea aceptado y ganarse con su
testimonio, el respeto y la confianza del personal para este lo incluya en
su plan de trabajo.
4. Cumple con su horario y días de capellanía donde es esperado por el
personal y los pacientes.
5. No interfiere en el trabajo de los demás.
6. Identifica los casos críticos, prepara espiritualmente a los familiares y de
ser necesario acompaña a la funeraria a quienes lo solicitan.
7. Brinda consejo espiritual de todos los pacientes que así lo quieran.
8. Respeta las creencias religiosas de todos los pacientes y personal.
9. Celebra servicios religiosos para pacientes, familiares y personal en
horarios y días cuidadosamente seleccionados para afectar el
funcionamiento del hospital.
10. Es consejero espiritual del personal y participa en actividades especiales
para ellos: Navidad, Día de Acción de Gracias, nombramientos, Semana
Santa, etc.
11. Orienta a los pacientes y a los familiares sobre el funcionamiento del
hospital, normas, documentos, facilidades, servicios, etc.
12. Sirve de enlace de comunicación positiva entre el equipo de trabajo,
medico, enfermera, trabajadora social, aseguradoras, etc.
13. Tiene material cristiano: Biblia, tratados, libros selectos, estudios, para los
pacientes y personal.
14. Planifica con el paciente y familiar un plan de alta, para que asista a una
iglesia, círculo de oración, visitas al hogar, localiza células de iglesias en su
comunidad, etc.
15. Participa de conferencias y asambleas sobre el hospital, para aprender y
estar al día sobre todos los servicios al paciente.
Consejos para el Agente Capellán.

El agente capellán debe:
1. Seleccionar el horario de visitas para así conocer a los familiares y no

interrumpir las labores de enfermería, medicamentos, baños, alimentos.
2. Preguntar al personal de enfermería cuales son los pacientes que tienen
restricciones de visitas y respetarlas.
3. Pedir permiso al paciente y al familiar para poder entrar en la habitación,
especialmente cuando es del sexo opuesto al capellán.
4. No extender la mano al saludar, porque el paciente no le podrá responder
por los sueros.
5. No estar solo con paciente, vaya acompañado por 1 o 2 personas.
6. Si el paciente no puede hablar, solo hacer una oración.
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7. Si el paciente quiere hablar, permitirle que se desahogue, hablar poco y

escuchar más, en otra visita podrá expresarse más.
8. Orar en voz baja para no molestar a los que están a su alrededor, a menos
que los demás quieran oración.
9. No interrogar al paciente sobre su enfermedad o hacer comentarios de
cómo se ve, a menos que el paciente así lo pida.
10. No llevarle comida, antojitos, medicamentos o dulces a los pacientes
porque puede alterar su tratamiento.
11. No sentarse en la cama del paciente, si se tiene que acercar, debe
arrodillarse al lado de la cama. Tampoco se debe sentar en alguna cama
vacía ya que están preparadas para otros pacientes.
12. Hacer las visitas breves y preguntar si quiere que vuelva.
13. Dedicar el tiempo suficiente a cada visita, nunca hacerlo con prisa.
14. Evitar hacer promesas que no pueda cumplir, ya que afecta anímicamente
al paciente.
15. Evitar participar de los comentarios negativos de los médicos, enfermeras,
hospital o servicios.
16. Evitar intervenir en las recomendaciones de los médicos en cuanto al
tratamiento.
17. Si el paciente pide algo de tomar o comer, primero preguntar a una
enfermera.
18. Evitar proselitismo.
19. Evitar hablar de temas controversiales: política, religiones etc.
20. Si llega el médico para hablar cosas confidenciales con el paciente, salir de
la habitación.
21. Si no encuentra el paciente, puede dejarle una notita con un mensaje de
esperanza.
22. Evitar interrogar a los médicos y enfermeras sobre los pacientes.
23. Evitar comparaciones de pacientes, ya que las mismas enfermedades
tienen diferentes comportamientos.
Capellanía de Hospicio
Es un servicio diseñado para ministrar a las personas con enfermedades incurables y en estado
terminal y a los familiares de las mismas. Se caracteriza por ser un ministerio de consolación, de
presencia y apoyo. Las enfermedades terminales producen en las personas afectadas y en sus
familiares fuertes crisis, angustias e incertidumbre con relación a la muerte. Por tal razón, se
requiere tener entre los miembros del equipo de trabajo en un hospicio, a personas con
preparación en consejería profesional, para dar atención al área espiritual a la persona enferma
y a sus parientes, guiándole para que pueda vivir una vida consciente y se vaya preparando para
morir en paz y con dignidad.
Capellanía Empresarial
Se concibe como un programa de cuidado a los trabajadores de una empresa, que ofrece
orientaciones y herramientas que contribuyan al bienestar físico, mental y espiritual del
personal directivo, administrativo, obrero y de sus familiares. Asimismo, contribuye a reducir
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considerablemente el ausentismo laboral y el estrés, aumentando la productividad, el desarrollo

de una moral alta, sintiéndose el trabajador como una persona importante, útil y capaz en el
trabajo que desempeña.
Es conocido que, en los Estados Unidos de América, muchas empresas

contratan los servicios ministeriales y profesionales de los agentes capellanes
especializados en capellanía empresarial, los servicios que normalmente
prestan son los siguientes:
• Consejería integral profesional

• Acompañamiento por duelo familiar
Capellanía Carcelaria
Es un ministerio destinado a atender de manera
integral a las personas privadas de su libertad, sin
distinción de credo e ideologías o grado de delito
que haya cometido. No solo al prisionero o
prisionera, sino también a los familiares de los
mismos, oficiales y al equipo interdisciplinario que
labora en la prisión.
Dada la condición de los actores del recinto

carcelario, como las presiones que el tipo de trabajo
origina, el confinamiento de la persona y el nivel de
angustia de los familiares, la capellanía carcelaria
constituye un reto para el cuidado pastoral, con
miras a contribuir en la tranquilidad de los trabajadores, asimismo lograr la rehabilitación de las
personas con problemas de conducta y violación de la ley que se encuentran confinadas y
fortalecer a los familiares durante el periodo que dure la privación.
Capellanía Deportiva
Está diseñada para atender integralmente a los atletas que practican las diferentes disciplinas
deportivas. Las personas deportistas están sometidas a una serie de presiones psicológicas y
físicas que procuran el logro de sus objetivos. En tal sentido, al no lograr las metas establecidas
se fractura el equilibrio produciendo en ellos frustraciones y fracasos que repercuten en su
autoestima y en sus relaciones con lo demás. De allí, la necesidad de disponer de capellanes con
alto grado de preparación y espíritu motivador, que acompañen a los atletas en su proceso de
lograr sus metas.
Capellanía Escolar y Universitaria

Está diseñada para proveer cuidado pastoral, acompañamiento solidario y consejería a los
miembros de la comunidad universitaria y en ocasiones a los familiares de los miembros de la
misma. Se debe resaltar que la diversidad de la población universitaria y lo complejo de ese
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entorno, requiere tener un personal cualificado que pueda aconsejar, tanto al personal que
labora en la institución como al estudiantado. Por ello, se busca promover un ambiente
equilibrado, saludable y armónico, así como el desarrollo y bienestar espiritual de la comunidad
universitaria, sin menoscabar la diversidad y pluralidad de pensamientos y creencias. De igual
modo, se buscar promover el compañerismo, la solidaridad y el servicio al prójimo, dentro del
recinto universitario como una forma de contribuir a la buena marcha en las relaciones de los
miembros.
Capellanía Comunitaria
OBJETIVOS
• Canalizar ayuda humanitaria y apoyar a personas en situaciones de emergencia

urgente debidas a catástrofes naturales, epidemias etc.
• Fomentar y capacitar el voluntariado social para el desempeño en acciones
concretas de Ayuda Humanitaria.
• Sensibilizar, capacitar y entrenar a las iglesias en planes y programas de
Desarrollo Humano y acciones de Ayuda Humanitaria, para que enriquezcan
sus capacidades y potencialidades y actúen como agentes de desarrollo
comunitario integral y sustentable adecuadamente en su localidad.
• Proveer recursos estratégicos y liderazgo para la movilización de los cristianos
y población en general en planes y programas de desarrollo comunitario y de
Ayuda Humanitaria.
• Ayudar a salvar y preservar vidas humanas en situaciones de emergencia,
inmediatamente posteriores y como consecuencia de catástrofes naturales que
hayan provocado pérdidas de vidas humanas, sufrimientos físicos, psicológicos
y morales y daños materiales importantes.
• Ejecutar en coordinación estrecha con organizaciones públicas y locales,
trabajos de rehabilitación y de reconstrucción a corto plazo, en especial de
infraestructura y equipos, destinados a facilitar la llegada del socorro, en
situaciones de emergencia.
AGENTES CAPELLANES DE DESARROLLO SOCIAL

La denominación de agentes capellanes de desarrollo social es una expresión
ministerial que coloca a los agentes dentro de varios escenarios, incluyendo
instituciones para el cuidado de la salud, corporaciones, prisiones, agencias de
seguridad pública y los servicios militares. De esta forma, la formación de los agentes
de desarrollo social es una extensión de la iglesia local que llega hasta nuestra sociedad
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tan diversa desde el punto de vista religioso y cultural, para llevar cuidados espirituales
a la gente.
Los líderes de esta manera cuidan de los agentes capellanes de desarrollo social en
sus congregaciones para asegurarse que los servicios sociales y espirituales se lleven
a cabo fuera y dentro de la iglesia local con el propósito de que nadie llegue la iglesia
con necesidades sociales y espirituales. Los capellanes practican las funciones de
pastor, maestro, evangelista, consejero y administrador, ya que representan a
Jesucristo la iglesia y la denominación desde "dentro de la agencia usuaria”
Elegir el tipo de capellanía que se desea desempeñar quizá no sea tarea fácil ni automática, sino
que puede significar un proceso de autodescubrimiento, donde se irá encontrando mayor
afinidad con algún tipo en particular.
Es conveniente identificar las necesidades y funciones propias cada capellanía y cómo el agente
puede impactar ahí, por lo que tendrá que identificar cuál sería la trascendencia de su labor, es
decir, cuáles serían los beneficios de su intervención.
Para cerrar el tema, hay que procurar que los participantes se queden con una tarea en
particular, que sea la de ir identificando con cuál capellanía sienten más afinidad, de manera
que la pregunta final será:
Revisando las capellanías ¿cuál te llamó más la atención y por qué? Escríbelo en
tu cuaderno de notas.
Recomendaciones:
Es importante que cada uno vaya identificando, en cuál sería más significativo, que lo vea como
una carrera, que se proyecte, que pueda incluso hacer un plan de carrera dentro de alguna de
las capellanías. Durante el tema conviene preguntar qué es lo que conocen de cada capellanía y
que compartan experiencias o testimonios que conozcan los asistentes.
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TEMA 6. Habilidades del agente capellán
Introducción
Se debe tener claro que como agente capellán se acepta una responsabilidad muy grande, ya
que su presencia y labor tendrá impacto en mucha gente. En este sentido, el trabajo personal
será constante y permanente, pues no hay posibilidad de ejercer un buen ministerio sin que se
nutra la mente y el espíritu.
Como ya se mencionó en otro tema, el agente capellán está comprometido a mantener un

comportamiento ejemplar, digno de reconocimiento, pero también, con la finalidad de realizar
sus funciones con éxito, requiere el desarrollo de ciertas habilidades propias de un consejero o
guía.
En este tema se revisarán las habilidades que el agente capellán tendrá que desarrollar para
garantizar la efectividad de su labor.
Desarrollo
El camino del crecimiento personal es interminable, mientras estamos vivos tenemos mucho
por aprender y desarrollar. Sin embargo, si se ha elegido una labor tan importante como el
ministerio de la capellanía, entonces es indispensable dirigir el proceso de crecimiento hacia el
dominio de ciertas habilidades indispensables para realizar la función de ayudar al más
necesitado.
No se trata de alcanzar la perfección, si no de asegurar que la intervención del agente capellán

será exitosa, gracias a la facilidad de utilizar sus dones al servicio de los demás.
A continuación, se revisarán las habilidades personales que el agente capellán requiere para su
ministerio.
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Autoconocimiento
Antes de pretender incorporarse a una actividad que supone acercarse a ayudar a los demás, es
prioritario adentrarse en un proceso de autoconocimiento.
El autoconocimiento es resultado de un proceso reflexivo mediante el cual la persona adquiere

noción de si mismo, de sus cualidades y características. Es un camino que lleva a una persona a
ser consciente de sus necesidades, limitaciones, temores, alegrías; tomar la responsabilidad de
la vida y asumir las consecuencias de sus acciones y omisiones.
En otras palabras, el autoconocimiento es la observación consciente y objetiva de las propias

cualidades, el análisis, la evaluación y la corrección. Esta capacidad de auto observación y
autoanálisis se enfoca en la persona, en sus pensamientos, sentimientos y los resultados de sus
acciones.
El autoconocimiento es un antecedente fundamental para lograr la autoestima, el auto respeto

y el autocontrol. No se puede amar, respetar ni controlar lo que no se conoce.
Es bueno tratar de escuchar la voz interior y aceptar que hay muchos elementos que agradan y
otros que no. No se debe rechazar los elementos negativos, sino analizarlos y tratar de
mejorarlos.
Decía Alejandro Magno que “Conocerse a uno mismo es la tarea más difícil porque pone en
juego directamente nuestra racionalidad, pero también nuestros miedos y pasiones. Si uno
consigue conocerse a fondo a si mismo, sabrá comprender a los demás y la realidad que lo
rodea”.
Erich Fromm decía: “el autoconocimiento comienza por la auto aceptación. Acéptate y te
conocerás mejor”.
Por su parte, Jorge Bucay afirma: “sólo sabiendo quiénes somos podremos empezar a ser
mejores para nosotros mismos y para los demás”.
Así pues, queda claro que, la primera tarea dentro de formación del agente capellán, es el
autoconocimiento. Adquiriendo un compromiso personal de mejora, asegura un mejor
acompañamiento a los demás, pues el capellán se ha sensibilizado respecto al proceso que se
vive cuando se desea cambiar, o simplemente seguir creciendo, con lo que será capaz de
orientar de mejor manera a quienes sea necesario.
Habilidades interpersonales
Esto se refiere a la capacidad de relacionarse fácilmente con otros individuos, estableciendo
vínculos efectivos con todo tipo de personas y grupos.
Por lo común, las personas que tienen habilidades interpersonales muy bien desarrolladas
suelen ser percibidas como optimistas, carismáticas, confiables, amables. Estas cualidades les
ayudan para tener más éxito al acercarse a otras personas. En este sentido, un agente capellán
que cuente con dichas habilidades podrá intervenir con altas posibilidades de éxito, en cualquier
ámbito que se desempeñe, pues logrará abrirse las puertas cuando lo necesite en las diferentes
instituciones que decida colaborar, así como con los individuos a quienes ofrezca su ayuda.
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Al desarrollar sus habilidades sociales, el agente capellán podrá mantener un contacto cercano
con la comunidad, podrá escuchar y responder adecuadamente a sus necesidades, pues no
tendrá temor de acercarse a preguntar, a intervenir, a proponer, a motivar.
La comunicación asertiva, está incluida dentro de estas habilidades. Ésta se basa en una actitud
personal positiva a la hora de relacionarse con los demás y consiste en expresar opiniones y
sentimientos, evitando descalificaciones, reproches o enfrentamientos. Se produce una
comunicación asertiva cuando se expresa un mensaje en el que las palabras y los gestos
transmiten claridad y, al mismo tiempo, una actitud de empatía hacia el interlocutor. En otras
palabras, se trata de comunicar las propias ideas de manera sincera y creando un clima positivo.
La comunicación asertiva es una herramienta que permite optimizar las relaciones humanas. Al
respecto, muchos autores consideran que el asertividad depende en gran medida de la
inteligencia emocional de cada individuo.
Inteligencia emocional
Inteligencia emocional es un término introducido por Daniel Goleman; para
afirmar que, además de la capacidad cognitiva, el éxito del ser humano
depende, en gran medida, del manejo de sus emociones. Goleman desarrolló
toda una propuesta respecto a los mecanismos que conforman las habilidades,
hoy denominadas socioafectivas, y que contribuyen al desarrollo de una
inteligencia emocional, la cual se define como la capacidad para reconocer,
entender y regular la expresión de las emociones, así como identificarlas en
los demás y ser capaces de entenderlas.
Las bases de la inteligencia emocional, como muchas otras habilidades, se establecen desde la
infancia, sin embargo, se ha definido como una habilidad, no como un rasgo de personalidad,
de manera que se puede aprender y desarrollar a lo largo de la vida. De ahí que, para el agente
capellán sea una prioridad en su crecimiento personal, pues en su función estará expuesto a
diversas situaciones que pueden poner a prueba sus emociones, pues sin duda enfrentara
situaciones de crisis y/o emergencia en las que el control emocional es fundamental para
intervenir de manera eficiente y para dar el acompañamiento necesario.
Los componentes de la inteligencia emocional son:
Autoconciencia emocional. - Se refiere a la capacidad de reconocer y comprender la manera

en que nos sentimos; el origen de las emociones, el efecto que tiene en el cuerpo, y las
conductas que provoca. Implica darse cuenta de lo que se siente.
La autoconciencia emocional es un proceso complejo de comprensión de los propios estados

afectivos, en el que el individuo logra identificar sus sensaciones y sentimientos ante los
diferentes estímulos, experiencias y circunstancias cotidianas y eventuales de la vida. Reconoce
la manifestación en su cuerpo y las conductas o reacciones que genera.
Esto le permite al individuo contactar con su estado ánimo, hacerse responsable de lo que siente
y buscar las condiciones para su bienestar. Y en caso de detectar sentimientos de molestia,
identificar lo qué lo genera, para buscar alternativas.
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Gestión emocional. - Es la habilidad para responder de forma mesurada en la expresión de las

emociones, así como la capacidad para impulsar o provocar la modificación de ellas,
orientándolas hacía un bienestar. En otras palabras, es la capacidad de observar, evaluar, y
cambiar las propias reacciones emocionales.
La gestión emocional es un proceso de regulación complejo que supone la modulación de un
estado emocional en una determinada situación.
Lo anterior implica:
• Reconocer la experiencia subjetiva dando un nombre al sentimiento.
• Tomar conciencia de los pensamientos que genera cada estado
afectivo.
• Identificar las respuestas fisiológicas relacionadas con las emociones
(por ejemplo, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal), y
• El comportamiento asociado a dicha emoción (movimientos, posturas,
gestos)
Expresión emocional. – Se refiere a la capacidad de expresar adecuadamente y en el

momento preciso lo que se está sintiendo, comunicando con la palabra correcta, los
movimientos y/o sonidos de cada emoción.
Empatía. - Usualmente, la empatía es conocida como la capacidad de ponerse en los zapatos

de otros. En una definición más completa, la describe como la habilidad de sentir con los demás,
como la capacidad de entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de
los demás y compartir sus sentimientos
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entenderlo, de tratar de

comprender qué pasa por su mente, cómo y por qué se siente así, pero no desde nuestra
perspectiva sino intentando pensar cómo piensa él, con sus creencias.
La empatía tiene muchos aspectos positivos: facilita la comunicación, el consuelo, la resolución

de problemas.
Algunas formas de demostrar empatía son:
• Cuando escuchamos y comprendemos los sentimientos del otro sin

estar tan pendiente de nosotros mismos y de nuestras propias
palabras.
• Al permitir que otra persona exprese lo que siente, sin juzgar, sin
interrumpir, y sin opinar.
• Cuando, además de utilizamos las palabras para consolar, damos un,
una palmada en el hombro, un beso o una caricia.
• Cuando estamos con alguien que tiene un problema y le ofrecemos
ayuda.
• Cuando no mostramos gestos de aburrimiento, irritación, cansancio
hacia lo que nos cuentan los demás.
• Cuando no hacemos un comentario, una broma o un chiste que
sabemos que le va a molestar al otro.
• Cuando hacemos entender a un anciano o a un niño por ejemplo que
lo entendemos, que lo comprendemos.
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•
Automotivación. - Se refiere a la voluntad para hacer un esfuerzo dirigido a alcanzar unas
metas. Es la capacidad de darse a uno mismo las razones, el impulso, entusiasmo e interés
necesarios para realizar una acción específica o un determinado comportamiento. La
motivación es la actitud o disposición positiva para emprender los planes o metas que hemos
previsto; en otras palabras, es la energía que nos lleva a movernos.
De acuerdo con los expertos, existen tres tipos de motivación:

- Motivación extrínseca: Se refiere al esfuerzo que se hace para obtener un premio o
compensación exterior, ya sea de tipo material (dinero, un premio) o de valoración externa
(reconocimiento, un título): “Si estudio aprobaré, y me pondrán una buena nota; y así podré
irme de fin de semana”. Es decir que el impulso para lograr alguna meta viene de fuera, es
externa al individuo, y aunque aparentemente es la más fácil de activar, normalmente su
duración es breve, pues una vez obtenido el beneficio, se elimina el esfuerzo.
- Motivación intrínseca: En este tipo de motivación el impulso de logro proviene de la misma
persona; la actividad es desarrollada por el bienestar y satisfacción que le aporta al individuo
mismo, es una actitud y una sensación activada internamente: “Cuando estudio algo, sigo
buscando más información porque me entusiasma descubrir y conocer algo nuevo”. Este es el
tipo de motivación que es más importante fortalecer, por la satisfacción interna que aporta. Es
la que más perdura y mayor satisfacción aporta; cuando se activan estas sensaciones internas
existen más posibilidades de estar reforzando un bienestar más profundo y duradero.
- Motivación trascendente: se lleva a cabo el esfuerzo con el fin de satisfacer a otras personas,
ya sea por su necesidad, por nuestros valores éticos o por el principio de solidaridad. El ejemplo
más común de este tipo de motivación es el del organizaciones civiles no gubernamentales o
personas que se comprometen con algún voluntariado (como es el caso del agente capellán).
La escucha
Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es
porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar.
(Marquesa de Sévigné)
Sobre la importancia de la escucha, Mark Goulston, psiquiatra

experto en el tema, menciona que: “La gente tiene sus propias
necesidades, deseos y objetivos. Todos tienen historias que tú
desconoces, están estresados, ocupados y en muchas ocasiones,
sintiéndose subvalorados y con el mundo sobre sus hombros. Para
solucionar este problema, levantan barricadas que hacen difícil llegar
a ellos, aunque sus objetivos sean en muchas ocasiones los mismos
que tú persigues”, o incluso si son ellos mismos quienes piden ayuda.
De manera que la escucha constituye una de las habilidades más importantes del agente
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capellán, ya que, al acercarse a las personas, aún identificando anticipadamente su necesidad,

requiere conocer realmente su situación y escuchar lo que piensa y siente, con la finalidad de
confirmar lo que él está observando, o encontrar que la necesidad de la persona es otra.
Así pues, la mejor manera de acercarse a alguien es abrir los sentidos para ESCUCHARLO, no solo
oírlo, sino atender su mensaje, atenderlo y responder a su necesidad de manera efectiva y
afectiva en el más amplio sentido de la palabra. Entendiendo que la escucha implica la
disposición de todos los sentidos, para responder.
Aparentemente lo más fácil es escuchar. En un sentido estricto, es una actividad que no supone
mayor esfuerzo que permanecer en silencio mientras permitimos que el interlocutor se exprese,
pero mientras eso sucede,
El gran error, es que escuchamos para responder; es decir, no se atiende al que habla, se oye el
contenido de su discurso, mientras se pasa desapercibida la emoción, la intención, la percepción
y la experiencia de vida, entre otras cosas, de manera que se corre el riesgo de atender
parcialmente.
Aprender a escuchar requiere de un entrenamiento, de una acción consciente para analizarse

y darse cuenta si efectivamente se van eliminando los vicios cotidianos de la comunicación.
Aunque el tema es muy profundo y amplio. La manera de abordarlo es muy general, puesto que
lo más importante, no es que el participante lo domine teóricamente, sino que es una invitación
a iniciar un proceso de autoevaluación, para conocerse, aceptarse, identificar áreas de
oportunidad y plantearse metas de crecimiento personal, con las cuales, el individuo pueda
dirigir sus esfuerzos a desarrollar dichas habilidades.
Para cerrar el tema, se da la siguiente indicación:
Haz una descripción de las habilidades del agente capellán y analiza en qué medida
cumples con ella. Después reflexiona sobre lo que te hace falta para lograrlo.
Escríbelo en tu cuaderno de notas.
Recomendaciones:
A diferencia de otros temas, este apartado se orienta en la parte humana, pues tiene que ver
con habilidades personales. Cabe aclarar que no se está tratando de aspectos de la personalidad,
sino de destrezas que cada individuo puede asumir de acuerdo con su propio estilo y carácter.
Para que el instructor se sienta más seguro sobre el tema, se recomienda leer el libro Inteligencia
emocional de Daniel Goleman, o cualquier otro sobre el tema de habilidades sociales, así como
ver la película de “Intensamente” de Pixar.
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TEMA 7. Principios de la consejería
En contacto personal íntimo con su pueblo, el pastor ha

procurado ayudar al tentado, renovar espiritualmente al
derrotado, asegurar al penitente de su perdón, confortar
al preocupado, dirigir al perplejo, dar valor al enfermo y
afligido, y en una multitud de maneras, ver cómo
enfrentarse con las necesidades puramente particulares
de los que componen su congregación.
Introducción:
El capellán no es un psicólogo, no obstante, se le busca para dar consejo como si lo fuera, ya que
algunas veces confronta profundos problemas de personas que necesitan atención profesional,
y por esto, debe conocer las manifestaciones de estos problemas para que pueda aconsejarlos
inteligentemente.
El aconsejamiento ministerial de la capellanía es una interacción psicológica y espiritual entre el

capellán y el feligrés con el propósito de resolver las dificultades de éste. Esto quizás se extienda
desde la dificultad de enfrentarse con el problema de la vida en general, hasta la dificultad de
enfrentarse con un problema particular.
En este tema, se abordarán los principios de la consejería, con la finalidad de que el agente
capellán obtenga las bases de una de las funciones más importantes de su ministerio: la
consejería; definiendo su campo de acción, es decir, reconociendo sus alcances y limitaciones,
así como los conocimientos que debe adquirir para ejercer ese rol.
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Desarrollo:
Qué es la consejería
La meta principal de la consejería pastoral es ayudar al aconsejado a resolver sus problemas y
encontrar plenitud en Cristo. Muchos, si no la mayoría de los problemas que las personas
enfrentan, tienen algo que ver con la dimensión espiritual. El agente capellán está equipado,
para hacer consejería espiritual por la preparación bíblica y teológica que es requerida para el
ministerio. De todas maneras, ayudar a personas con necesidades espirituales requiere gran
talento y una dependencia en la guía del Espíritu Santo.
La consejería pastoral es más que solamente dar consejos. La consejería eficaz involucra trabajo
en equipo, un compromiso de todas las partes preocupadas en trabajar juntos para llegar a una
solución satisfactoria.
Los capellanes tienen la oportunidad de usar la Escritura para el discernimiento, instrucción,

esperanza y fe en una situación de consejería. Asignar tareas que impliquen el uso de la Biblia,
también pueden ser de ayuda y apoyo entre sesiones. La oración puede ser una herramienta
muy poderosa para ambos, el agente capellán y el aconsejado.
Así mismo, el agente capellán debe comprender la necesidad de depender en la guía del Espíritu
Santo para discernir respecto a la ayuda a personas en necesidad. El Espíritu también puede
estar trabajando en el corazón y la mente del aconsejado para dar entendimiento propio y un
deseo de tomar las decisiones espirituales correctas.
El consejero pastoral es muy diferente de otros tipos de dirección terapéutica, pues incluye una
dimensión religiosa. “El propósito del aconsejamiento espiritual es atraer a las personas a una
sana relación con Dios, y dirigirlos dentro de una vida abundante.” El aconsejamiento pastoral,
por otro lado, se basa fundamentalmente sobre una perspectiva e interpretación religiosa.
Conscientemente trata de desarrollar en el individuo una relación con Dios que le dé acceso a
los recursos espirituales que brotan de Él.
Muchas personas, suelen carecer de preparación para resolver los problemas cotidianos de la
vida. Los que tienen una orientación religiosa van con su pastor en busca de ayuda. Esto hace
que se vuelva una labor del ministro, el ayudarles a adoptar una actitud saludable y adecuada
hacia la vida. Es necesario desarrollar dentro de ellos la fortaleza humana que, junto con los
recursos divinos, los prepare para enfrentarse con las demandas de un mundo altamente
complejo. “Con frecuencia las personas que vienen a consultar un ministro han perdido la fe en
ellos mismos, tanto como en Dios, y en sus semejantes”. El ministro tendrá que ayudar a
reconstruir esa confianza para obtener una más clara perspectiva.
La gente no sólo necesita amor, sino también un objetivo para sus

vidas. La vida debe tener un sentido, un destino y una meta que
no son pasajeros ni se producen automáticamente. Y es la iglesia
local la destinada a suministrar una orientación al respecto. El
Espíritu Santo ha distribuido sus dones espirituales entre todos y
cada uno de los miembros del Cuerpo.
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Objetivos / beneficios de la consejería:

1. Reducción de ansiedad. Esto hace que la persona redirija su energía
hacia la solución de su problema inmediato, en lugar de usarla para
alimentar su ansiedad.
2. Objetividad. El aconsejar sirve para disminuir la subjetividad a través
de la clarificación del problema y un entendimiento de la relación del
aconsejado hacia este problema. Es posible observar ¿cómo le afecta
la situación? ¿qué puede hacer para cambiarlo? ¿cuál ha sido su
participación? Etc.
3. Motivación. Esto resulta cuando se empieza a ver que hay base para
una verdadera esperanza de que su problema puede ser resuelto.
4. Una capacidad creciente para evaluar y confrontar la culpa. Esto
resulta cuando se aprende a examinar la validez de las culpas, y se
aborda la situación de un modo constructivo tanto en la dimensión
humana, como en la divina.
5. Aumento de la autoestima. Esto se obtiene efectuando una relación
más cercana entre la percepción de sí mismo y sus experiencias
propias.
6. Una creciente destreza en sus relaciones interpersonales. El dialogo
con el capellán permite experimentar la franqueza con otros en las
situaciones de su vida.
7. Mejor capacidad para trabajar, para amar, y para ser. Estos resultados
se obtienen cuando la persona aprende a dirigir sus energías e
intereses, partiendo de una inútil subjetividad hacia una liberadora
objetividad.
8. Confianza al enfrentarse al futuro. Esto resulta cuando se tiene la
experiencia del “dulce sabor de la victoria” si al resolver un problema
serio, se genera la creencia de que se puede, con la ayuda de Dios,
resolver cualquier dificultad en el futuro.
9. Mejor concepto de Dios y un mayor entendimiento de su amoroso
carácter. Esto resulta cuando el capellán ayuda a aceptar
verdaderamente al Dios de la Biblia y a descartar, si la tiene, una
opinión de Dios basada en sus propios sentimientos.
10. Una creciente semejanza a Cristo en actitud y comportamiento. Esto
se obtiene cuando se aprende a practicar los preceptos de nuestro
Señor tanto en la dimensión interpersonal como en la interpersonal.
11. Una capacidad creciente para expresar la fe cristiana en el servicio.
Esto se efectúa aprendiendo a entender que somos salvos para servir.
Elementos básicos del arte de aconsejar

Escuchar. El consejero debe dejar que la historia del aconsejado proceda con naturalidad, sin
inyectar dominación o coerción alguna. El aconsejado experimenta una forma de sanación
mientras relata su historia de acuerdo con su propio ritmo. A muchas personas no les es fácil
pasar de su aislamiento a la intimidad. Cuando el consejero procura acelerar este cambio,
aumenta la ansiedad del aconsejado en lugar de reducirla. Cuando el capellán está escuchando
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bien, es llevado por la corriente de emociones del aconsejado. Como el hombre que flota en un
río que no es muy profundo, puede dejar que la corriente lo cargue y al mismo tiempo “tocar el
fondo”. Asimismo, él puede sentir las emociones del aconsejado sin dejar que lo inunden. Puede
ser llevado, pero sin ser dominado por ellas.
Muchas personas no son buenos oyentes. Solamente un porcentaje pequeño de lo que se dice
es escuchado. Sin embargo, millones están muriéndose (emocionalmente) porque no se les ha
escuchado. Cuando se escucha lo que dice una persona cierta terapia ocurre; cuando no se le
oye, viene la frustración. El capellán está en posición de ayudar a las personas simplemente
escuchándolas.
El consejo de Shakespeare, “Dale a cada hombre tu oído, y a pocos la voz”, se aplica

especialmente al capellán consejero. El capellán que escucha aprende. Cuando un capellán
consejero está hablando, el aconsejado está aprendiendo poco y el pastor no está aprendiendo
nada. El arte de escuchar, de un capellán, no está completamente desarrollado sino hasta que
no solamente oye lo que se le dice, sino también lo que no se le dice.
Un error común es el de oír más rápidamente de lo que el aconsejado está hablando. En esta
forma el consejero se adelanta al aconsejado y principia a derivar conclusiones sobre lo que
piensa que el aconsejado va a decir. El aconsejado sabe que el consejero no “está con él” y se
sentirá frustrado mientras intenta hablar de su problema.
Responder. Ya hemos dicho que escuchar es el fundamento sobre el cual descansan todas las
técnicas del consejero. Una de estas técnicas es la de responder. Respondiendo propiamente a
su conversación, el aconsejado siente que su consejero en verdad le ha oído. Esto sucede cuando
el consejero responde a lo que se ha dicho, de tal manera que pueda proyectar lo que siente, al
menos en cierto grado, como el aconsejado siente. A esto se le llama empatía.
La empatía se ha definido como, “Tu dolor en mi corazón”. Sin embargo, la empatía que uno
siente no es suficiente. Debe comunicársele al aconsejado. Esta es la técnica de responder. El
responder le comunica al aconsejado la idea, “sí, yo sé cómo se siente” o, “Sí, yo también he
estado en esa situación”. Este proceso de oír y responder puede ser muy terapéutico para el
aconsejado. Esto no quiere decir que todos los problemas se resuelven por el proceso de oír y
responder; pero, quiere decir que esto forma un vínculo entre consejero y aconsejado, del que
puede nacer una relación benéfica.
Aconsejar no es tanto una identificación de mentes como de sensaciones. La función del

aconsejamiento no es lograr que las personas se enteren en qué condición está el capellán; sino
saber en qué condición están ellos. Esto se obtiene principalmente escuchando sus sentimientos
y respondiendo a ellos.
Apoyar. Otra función del consejero es apoyar, término que se usa con varias definiciones tales
como: sostener, llevar el peso o fuerza, soportar o evitar que uno se hunda. Todas estas
definiciones son aplicables a la actuación del ministerio de la capellanía. Muchos acuden al
capellán con una carga tan grande que ya no pueden soportar. Entonces, su función es la de
ayudar sosteniéndole, elevándole y evitando que se hunda. Esto no quiere decir que él asume
todo el peso y responsabilidad de los problemas de sus aconsejados. Pero sí que le ayuda a
soportar su carga en tanto que llegan mejores tiempos para ellos, a través del aconsejamiento
y tratando con sus problemas. El capellán dedicado ayuda con alegría y decisión a llevar esas
cargas porque en verdad le interesan sus feligreses.
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Aclarar. Otra función del aconsejamiento es la de ayudar a aclarar la naturaleza del problema.
En muchos casos esta aclaración se necesita porque la persona ha estado tan cerca de su
problema que ha perdido su perspectiva en relación con él. Está tan hundido en él que no puede
verlo objetivamente. Los problemas profundos evocan emociones profundas que con frecuencia
le impiden ver aquello que el capellán puede observar fácilmente.
Interpretar. Este es un proyecto combinado del agente capellán y del aconsejado. Incluye tener
un entendimiento de lo que es el problema, qué lo ha causado, cómo ha afectado al aconsejado,
y qué dirección habrá que tomar hacia su solución. Esta es una etapa crucial en el proceso de
aconsejamiento.
Formular. Esta función del aconsejamiento consiste en ayudar en la formulación de una solución
del problema. Este proceso será doble: (1) Una formulación de actitud, y (2) una formulación de
acción. La formulación de actitud incluirá un nuevo modo de reacción y conducta. Debe haber
un cambio de actitud antes de que haya un cambio de acción. El cambio de actitud es
interpersonal en naturaleza mientras que el cambio de conducta es generalmente interpersonal.
Cabe señalar que, en la función de formulación, el papel del agente capellán es el de ayudar.
Tiene que darse cuenta de que el problema no es suyo, por lo que el aconsejado tiene que
formular la solución del problema.
El agente capellán tiene que evitar la práctica de andar dando recetas como soluciones a los
problemas de sus aconsejados. Esta manera de abordar los asuntos niega la validez de una
perspectiva de cooperación, y tiende a facilitar que el capellán imponga planes de afuera antes
que permitir que aparezcan del fondo mismo de la relación de consejo.
Guiar. La última función del capellán consejero es la de guiar a la persona hacia una meta,
usando el mapa que fue creado durante el proceso de formulación. En los primeros escalones
del viaje, tal vez el capellán tendrá que estar muy activo en su actuación como guía. A medida
que el aconsejado progresa hacia su meta, el capellán tomará menos parte hasta que finalmente
su ayuda no será necesaria.
Principios bíblicos de la consejería

Todo concepto sobre el arte bíblico de aconsejar debe basarse en el principio fundamental de
que existe realmente un Dios infinito y personal que se ha revelado a sí mismo en forma de
proposiciones escritas, en la Biblia, y personalmente en una Palabra viva y encarnada, Jesucristo.
El único modo de encontrar a Dios y disfrutar de la vida en comunión con El, es por medio de
Jesucristo. Cuando estamos de acuerdo con Dios respecto a nuestra condición pecadora, nos
arrepentimos de nuestros pecados y ponemos toda nuestra fe y confianza en la sangre de Jesús
como el precio total de nuestro rescate de la esclavitud del pecado y del demonio, ello basta
para conducirnos a una íntima relación con Dios (un hecho Verdaderamente asombroso) y nos
abre la puerta a una vida plena y con sentido
El capellán consejero necesita hacer un estudio completo de teología, para que pueda trabajar
dentro de un marco bíblicamente acertado. Su teología tiene que estar completamente apoyada
por la Palabra de Dios.
Hay un concepto básico en las enseñanzas de Jesús que tiene una gran relación en el consejo
pastoral: el valor de las personas. Este concepto afecta mucho lo que Jesús dijo e hizo. Jesús
afirmó que el hombre era de más valor que todo el mundo.
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Scott dice, “Para Jesús el hombre tenía valor a la vista de Dios no solamente como unidad social
sino como persona humana.” Quizás esta parábola de Jesús refleje mejor que nada su concepto
personal de valor del hombre:
Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas,
si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta
encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozosos; y al llegar a casa, reúne
a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo porque he encontrado mi oveja que se
había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que
por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento (Lucas 15:3-7).
Jesús dedicó su vida a la labor de buscar la oveja perdida. La oveja perdida era tan valiosa que
era digna de que Él viviera buscándola y de que muriera por ella. Jesús estaba firmemente
convencido de que el individuo era más importante que el grupo. Scott dice, “Jesús no piensa
en términos de masas sino en términos del individuo.”
Bogardus expresa un pensamiento similar cuando dice, “trató con personalidades antes que con
instituciones. Miró al individuo antes que a las masas.” No solamente fue el valor de las personas
el concepto que Cristo enseñó; fue un principio que Él ordenó a sus discípulos que siguieran. El
ideal de las enseñanzas de Cristo era que uno había de volverse desinteresado en sus
perspectivas, que la acción de uno fuera de una benevolencia natural a los individuos, sin
consideración de nivel social. Lo siguiente expresa este punto:
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te

cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos
a ti? Y respondiendo el Rey, le dirá: De cierto os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a
mí lo hicisteis (Mateo 25:38-40).
La historia de Zaqueo el publicano es una buena ilustración del interés de Jesús en las personas.
Los publicanos eran aborrecidos por todos. El peor nombre que se le podía dar a un individuo
era “publicano”. Jesús notó el valor de Zaqueo, sin importarle lo que otros pensaran y se propuso
ir a su casa y cenar con él. Lo hizo a expensas de su prestigio. El vio una persona que necesitaba
el impacto de su vida. La respuesta de Cristo a la tan amistosa recepción de Zaqueo fue, “el Hijo
del hombre vino a buscar y a salvar lo que había perdido” (Lucas 19:10).
Consideremos a los leprosos. Eran desterrados de la sociedad por su enfermedad. No teniendo

la ventaja de nuestros leprosarios, los leprosos de los tiempos bíblicos tenían que separarse a sí
mismos del resto de la sociedad, gritando, “inmundo” para que los demás no se contaminaran.
Cristo no los rechazó porque estaban en esa condición. Los recibió y los curó. Reconoció su valor.
Uno de los primeros discípulos de Jesús fue Mateo, recaudador de rentas. Como los
recaudadores de renta trabajaban con los romanos a base de comisión, podrían hacerse una
fortuna con sobre-evaluar y añadir el impuesto a la propiedad. Y era por esto que los colectores
de impuestos eran odiados por la gente. Jesús, pasando por la oficina de impuestos, vio en
Mateo lo que otros no vieron: —un hombre—y lo hizo uno de sus discípulos.
O veamos al joven rico. Este joven poseía muchas cualidades. Era honrado, sincero, y había
ganado un gran prestigio. Cristo inmediatamente se impresionó de él. Marcos escribe que
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cuando se encontraron, “Jesús mirándole, amóle” (Marcos 10:21). Este amor de Cristo para el
joven no fue por ser quién era sino por lo que era, —un hombre. El amor era la llave. Toda la
vida de Jesús estuvo saturada con amor. El demostró ese amor en su vida y en su muerte.
Durante su vida dijo: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a
los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44). Desde la cruz,
vio hacia los que le habían crucificado y dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
(Lucas 23:34). ¿Qué le dice todo esto al pastor consejero? Le dice que el pastor debe darle un
gran valor a las personalidades, como Jesús lo hizo; que el individuo viene a ser su motivación y
la esfera de todo su trabajo pastoral.
Técnicas de consejería.
El capellán-consejero no necesita “entregarse” a ninguna teoría, escuelas o punto de vista
respecto al aconsejamiento. No hay una sola teoría que haya probado ser absolutamente
efectiva para todas las situaciones. Es por eso que no hay un método “único” para aconsejar.
Realmente hay muchas maneras de abordar el asunto y las teorías pueden ser correctas, es
decir, tal vez resulten efectivas en ciertas situaciones, mientras que en otros casos
aparentemente no hay teoría o tratamiento que dé resultados satisfactorios.
Al estudiar la literatura sobre el aconsejamiento, se observa que hay un amplio campo de teorías
de las cuales se puede escoger. El consejero vehemente tratará de aprender tantos tratamientos
como le sea posible, sabiendo que en ciertas ocasiones necesitará usar una técnica que no
acostumbre usar. Lo más cercano al tratamiento correcto es aquel que el consejero encontró
ser el más efectivo y con el cual se encuentra más seguro. Así como el mejor pianista usa todo
su teclado al tocar, el pastor debe estar al tanto de todo el teclado de aconsejamiento y su
técnica, para que pueda emplear la porción que desea usar cuando la necesidad llegue. El
aconsejamiento tiene que ver con el proceso de cambio en el consultante. Es muy interesante
notar que todas las escuelas de aconsejamiento tienen el mismo objetivo, crear cambio en los
consultantes, pero su metodología para lograrlo es muy diferente.
A lo largo de la historia de la psicología, se han desarrollado variadas formas de intervención

terapéuticas, ofreciendo resultados cada una de ellas, por lo que lo conveniente es que el
capellán haga uso de aquella con la que sienta mayor afinidad y esté más preparado.
A continuación, se nombran algunas de las posturas teóricas más importantes.
Logoterapia. El creador de esta teoría es Víctor Frankl. Su obra más conocida es el libro: El
hombre en busca del sentido. Esta teoría se centra en el concepto del sentido de la existencia.
Frankl fue prisionero de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, y durante ese período sufrió
mucho, y observó a otros sufrir tanto como él. A Frankl le pareció que muchos de sus
compañeros de prisión murieron porque habían perdido el significado de la vida, aún bajo esas
condiciones adversas.
La logoterapia tiene su raíz en la antropología. El hombre es libre de tomar cualquier actitud que
escoja hacia su situación existencial. Puede escoger atribuirle o darle significado y valor a
cualquier cosa que confronte. Este “deseo de (hallar) significado” se vuelve la fuerza motivadora
en la existencia humana.
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La logoterapia da un lugar muy grande a la dimensión espiritual del hombre. Es una psicoterapia
personalista que intenta causar un cambio de actitud en una persona hacia su síntoma en vez
de tratar directamente el síntoma. Así que su énfasis es sobre el hombre total. Aunque Frankl
no escribe desde una perspectiva cristiana, el agente capellán encontrará que la logoterapia es
paralela en un grado considerable al pensamiento cristiano. Donald F. Tweedie, quien estudió
bajo Frankl, ha procurado poner la logoterapia dentro del marco de la teología cristiana. El
capellán encontrará que los dos libros Logoterapia y la Fe Cristiana, y El Cristiano y el Diván
ayudan mucho y son lectura interesante.
Terapia de integridad. Esta teoría fue originada por O. Hobart Mowrer, y se puede
encontrar en dos libros: La Crisis en la Psiquiatría y la Religión, y La Nueva Terapia de Grupo.
Tiene su centro en dos campos amplios: culpa e integridad. Desilusionado por la perspectiva
freudiana para resolver la culpa, Mowrer, por su experiencia personal, logró ver que la culpa
tiene que resolverse por la confesión. La terapia de integridad busca el desenvolvimiento de los
individuos en personas responsables, por medio de un sistema de franqueza (diálogo), confesión
y por acción positiva. Asegura que cada individuo es una persona responsable con un sistema
de valores. Cuando se viola este sistema de valores (conciencia) el resultado es la culpa. La
solución de la culpa no se hace por represión sino por confesión. La confesión lleva a la
restitución. La terapia de integridad usa mucha terminología cristiana, como culpa, pecado,
confesión y restitución, pero no es en realidad una terapia cristiana. Sin embargo, John W.
Drakeford ha sistematizado la teoría y la ha puesto dentro de un marco cristiano. Su libro,
intitulado: Terapia de Integridad se recomienda a pastores como ayuda y guía en aconsejar
desde este punto de vista teórico.
Análisis transaccional. Esta teoría se originó con Eric Berne, quien escribió: Análisis
Transaccional en Psicoterapia. Esta teoría fue elaborada posteriormente por Paul MacCormick
y Leonard Campos en su libro llamado: Conozca el Análisis Transaccional, y por Thomas Harris
en su libro intitulado: Yo Estoy Bien, y Tú Estás Bien. La teoría sostiene que hay tres estados del
yo, en cada individuo: (1) el padre, que siente, habla y se porta como su padre lo hizo; (2) el
adulto, el cual clasifica los hechos separándolos de los sentimientos; y (3) el niño, que siente,
habla y se conduce como uno lo hizo cuando era niño. En cualquier momento dado uno de estos
estados del yo, puede ejercer el control. Las relaciones entre las personas se llaman
transacciones (intercambios) entre personas. Las transacciones pueden ser intercambios como
de adulto a adulto, de adulto a padre, de padre a padre y de padre a niño. Cuando las líneas de
intercambio no se cruzan, resultan las transacciones simples, esto es cuando el estado del yo,
en una persona, está relacionado y responde al idéntico estado del yo en otra persona.
Transacciones cruzadas es cuando el estado del yo en una persona se relaciona y responde a un
estado diferente del ego en otra persona, resultando en una interrupción de comunicaciones.
El capellán encontrará que esta teoría le ayudará mucho al procurar resolver problemas de
matrimonios y de familia, particularmente los primeros. El mejor uso de esta teoría se hace en
el aconsejamiento de matrimonios por grupo.
Terapia de realidad. Este método lo originó William Glasser. En 1965, publicó un libro Terapia
de Realidad, en el que aparece su teoría. Es una protesta contra el interés de la psicología
freudiana en el pasado. La terapia de la realidad tiene que ver con la realidad del presente y su
énfasis sobre una conducta de responsabilidad. Tiene que ver más con la conducta que con las
actitudes. El fin de la terapia de realidad es capacitar a las personas a funcionar en una conducta
caracterizada por el deseo de aceptar responsabilidad por sus acciones. La terapia de realidad
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busca ayudar a las personas a enfrentarse con la vida tal como es y ayudarles a enfrentarse a las
consecuencias de su propia conducta. El capellán encontrará que hay mucho en la terapia de
realidad que él puede usar en su trabajo de aconsejamiento. Parece que da mejores resultados
con personas que tienen un fuerte deseo de cambiar y que tienen suficiente fuerza en su ego
para hacerlo.
Terapia racional. Esta terapia fue fundada por Albert Ellis, pero sus raíces vienen desde el
período griego filosófico cientos de años antes de Cristo. Trata de ayudar a las personas a
resolver sus problemas a través de la razón. Ellis colaboró con Robert Harper y publicó un libro
en 1961 titulado Guía para una Vida Racional. Este libro señala los postulados básicos de la
teoría racional. La presuposición básica de la terapia racional es que los problemas del hombre
son el resultado de un pensamiento irracional, y que sus problemas se podrían evitar y
resolverse haciendo que su conducta esté de acuerdo con la razón. Sostiene que el hombre
puede vivir una vida completa, creadora y emocionalmente satisfactoria, organizando
inteligentemente y disciplinando su manera de pensar.
Conclusión/Reflexión personal:
Con este tema se concluye el Módulo I del Seminario. Hasta aquí, se obtiene un panorama
general de lo que significa ser agente capellán y de toda la preparación que exige.
Al comprender los principios de la consejería, se sientan las bases para los posteriores temas,
por lo que es muy importante identificar que la consejería no es una técnica de psicoterapia, y
tampoco es solamente una actividad de escucha, sino que ofrece una posibilidad de intervención
en la que se integra la espiritualidad con lo humano, pero que requiere una preparación
profunda, tanto en lo personal como en lo técnico.
Para cerrar el tema se sugiere preguntar:
¿Qué es lo que te parece más difícil de la consejería? ¿Cómo crees que podrías
resolverlo?
Recomendaciones:
Este tema puede ser muy novedoso e incluso complejo para quien no ha tenido un contacto
cercano con la psicología, por lo que, de ser posible, previo a la sesión, habrá que solicitar al
grupo que investiguen sobre las terapias que van a revisar para que sea más fácil de entender y
complementar la información. Hay que señalar en todo momento, que el agente capellán se
forma para establecer una relación de ayuda con los más necesitados, y aunque estudiará
ampliamente el tema de la consejería, no es un psicólogo, de manera que deberá ser muy
sensible y honesto para identificar cuando algún caso de atención requiera la intervención de
un profesional de la salud. Su ética le indicará hasta donde llegan sus límites humanos y cuando
se requiere de otro profesional.
Referencias:
Página del Seminario Reina Valera: http://www.seminarioabierto.com
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SEMINARIO

Queda Prohibida cualquier reproducción sin el consentimiento del Autor

MANUAL DEL INSTRUCTOR

Mensaje de bienvenida para el instructor

Agradecemos tu dedicación a esta noble labor como docente dentro del

Deseamos que te sumes a la Misión de US UCIA y adoptes la metodología

PRINCIPIOS DE UN AGENTE CAPELLÁN 4

Tema I Conociendo US UCIA 9

Tema 2. Principios Espirituales, Bíblicos, Éticos y

Tema 3. Misión Del Agente Capellán 20

Tema 4. Perfil Del Agente Capellán 28

Tema 5. Tipos De Capellanía 35

Tema 6. Habilidades Del Agente Capellán 42

Tema 7. Principios De La Consejería 48

Perfil de ingreso Perfil del egresado

Perfil del instructor

Algunas de las cualidades que se esperan del instructor US UCIA se encuentran:

La primera parte corresponde a la explicación del tema, dividida en: introducción y

MODULO 1: FUNDAMENTOS DEL MINISTERIO DE

TEMA I. CONOCIENDO US UCIA

US UCIA CORPORATION es una

trabajar siempre en lugares conocidos y con aquellas personas que ya hubiesen

Ser en el año 2030 una organización sólida, reconocida como propulsora,

Actualmente existen grupos en formación en 12 estados de la República Mexicana, y en países

Grupos del Seminario Internacional de Formación de

De 2014 a la fecha, se han graduado 1458 agente capellanes

Agentes Capellanes Graduados

Gracias al acompañamiento de la Agencia Internacional de Proyectos de Ayuda para el

El seminario está organizado en 4 módulos:

1. Ética y consejería ministerial

Requisitos para su acreditación:

Cierre/ Reflexión personal:

TEMA 2. Principios espirituales, bíblicos, éticos y

Una vez un abogado fariseo le pregunto a nuestro Señor:

El principal fundamento del ministerio de la capellanía es el amor de Dios; si no hay amor al

“Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis

“Amaras al señor tu Dios con todo

Para reforzar estas ideas, se encuentra lo siguiente:

A continuación, revisaremos algunos roles que desempeña el agente capellán, haciendo

El capellán como representante de Dios

El capellán como pastor espiritual

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da

El capellán como consejero cristiano

Al empezar su ministerio, el agente capellán

El capellán puede utilizar los servicios sociales ya existentes en su comunidad. Quizás no se

La congruencia como estilo de vida

El crecimiento espiritual del agente capellán está relacionado a su fidelidad en quedarse en

Termina el tema invitando a los asistentes a hacer la siguiente reflexión.

¿Cuál es tu principal motivación para ser agente capellán? ¿Qué te inspira

Es conveniente resaltar la necesidad de la lectura de la palabra, tener momentos de oración y

John F. MacArthur (2009) El ministerio pastoral: Cómo pastorear bíblicamente.

TEMA 3. Misión del agente capellán

Se entiende que el agente capellán ha encontrado su vocación en el servicio al prójimo,

El Espíritu del Señor está sobre mí, Por

El capellán trabaja en el campo y conoce las

El trabajo del capellán puede ser implementado en

Funciones generales del agente capellán

1. Detección, estudio, valoración y/o diagnóstico de las necesidades y problemas

2. Detección y prevención de la aparición de situaciones de riesgo social, espiritual.

3. Planificación de programas y proyectos de asesoría, acompañamiento,