Sistema Inmunológico
Sistema Inmunológico
Sistema Inmunológico
El lupus puede tener muchos síntomas que difieren de una persona a otra. Algunos de los
más comunes son:
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, a esto se le llama "brotes". Los brotes pueden
ser leves.
No existe una cura para el lupus, pero medicamentos y cambios en el estilo de vida pueden
ayudar a controlarlo.
Las personas con lupus a menudo tienen que ver varios médicos. En principio, usted tendrá
un médico de atención primaria y un reumatólogo (un médico que se especializa en las
enfermedades de las articulaciones y los músculos). Dependiendo de cómo el lupus afecte a
su cuerpo, quizás deba ir a otros especialistas. Por ejemplo, si el lupus causa problemas al
corazón o vasos sanguíneos, usted podría ver un cardiólogo.
Su médico de atención primaria debe coordinar la atención entre los diferentes proveedores
de salud y tratar otros problemas a medida que aparezcan. Su médico va a desarrollar un
plan de tratamiento para satisfacer sus necesidades. Usted y su médico deben revisar el plan
para asegurarse que está funcionando. Debe informar de inmediato si aparecen nuevos
síntomas para cambiar el tratamiento si es necesario.
Los objetivos del plan de tratamiento son:
Además de tomar medicamentos para el lupus, es posible que deba tomar medicamentos
para problemas relacionados con el lupus, como colesterol alto, presión arterial alta o
infecciones.
Los tratamientos alternativos son aquellos que no son parte del tratamiento estándar. En
este momento, no hay investigaciones médicas que indiquen que las terapias alternativas
sirven para tratar el lupus. Algunos enfoques alternativos o complementarios pueden
ayudarle a sobrellevar o reducir el estrés asociado a vivir con una enfermedad crónica.
Usted debe hablar con su médico antes de intentar cualquier tratamiento alternativo.
También es importante encontrar maneras de lidiar con el estrés que causa tener lupus. El
ejercicio y otras formas de relajación pueden hacer más fácil sobrellevar la afección. Un
buen sistema de apoyo también puede ayudarle.
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco frecuente en el cual el sistema
inmunitario del organismo ataca los nervios. Los primeros síntomas suelen ser debilidad y
hormigueo en las extremidades.
La causa exacta del síndrome de Guillain-Barré se desconoce. Sin embargo, dos tercios de
los pacientes aseguran haber tenido síntomas de infección en las seis semanas anteriores.
Estas pueden ser infecciones respiratorias o gastrointestinales, o el virus de Zika.
Hasta el momento, no hay una cura para el síndrome de Guillain-Barré, pero varios
tratamientos pueden aliviar los síntomas y reducir la duración de la enfermedad. Aunque la
mayoría de las personas con el síndrome de Guillain-Barré se recuperan, la tasa de
mortalidad es del 4 % al 7 %. Entre el 60 y el 80 % de las personas pueden caminar a los
seis meses. Los pacientes podrían experimentar efectos que persisten, como debilidad,
entumecimiento o fatiga.
Síntomas
Sensaciones de hormigueo en los dedos de las manos, los pies, los tobillos o las
muñecas
Debilidad en las piernas que se extiende a la parte superior del cuerpo
Marcha inestable o incapacidad para caminar o subir escaleras
Dificultad con los movimientos faciales, incluido hablar, masticar o tragar
Visión doble o incapacidad para mover los ojos
Dolor fuerte, que puede ser un dolor sordo, lancinante o como un calambre, y que
puede empeorar en la noche
Dificultad para controlar la vejiga o la función intestinal
Frecuencia cardíaca acelerada
Presión arterial alta o baja
Dificultad para respirar
El síndrome de Guillain-Barré puede afectar a personas de todas las edades. Sin embargo,
el riesgo aumenta a medida que envejeces. También es más común en hombres que en
mujeres.
Tratamiento
El síndrome de Guillain-Barré no tiene cura. Pero dos tipos de tratamientos pueden acelerar
la recuperación y reducir la gravedad de la enfermedad:
Las personas con el síndrome de Guillain-Barré necesitan ayuda física y fisioterapia antes y
durante la recuperación. Tu cuidado puede incluir lo siguiente:
Movimiento de los brazos y las piernas por parte de las personas encargadas del
cuidado antes de la recuperación, para ayudar a mantener los músculos flexibles y
fuertes
Fisioterapia durante la recuperación para ayudarte a lidiar con la fatiga y recuperar
la fuerza y el movimiento adecuado
Entrenamiento con dispositivos de adaptación, como una silla de ruedas o aparatos
ortopédicos, para brindarte movilidad y habilidades de cuidado personal
¿Qué es la leucemia linfocítica aguda?
Las leucemias son cánceres que se origina en las células que normalmente madurarían
hacia los diferentes tipos de células sanguíneas. Con más frecuencia, la leucemia se origina
en formas tempranas de glóbulos blancos, pero algunas leucemias comienzan en otros tipos
de células sanguíneas.
La ALL comienza en la médula ósea (la parte blanda del interior de ciertos huesos en donde
se forman las nuevas células de la sangre). Con más frecuencia, la leucemia invade la
sangre muy rápidamente. A veces, estas células también se pueden propagar a otras partes
del cuerpo, como a los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el
cerebro y la médula espinal) y los testículos (en los hombres). Algunos tipos de cáncer
también pueden comenzar en estos órganos y luego propagarse a la médula ósea, pero estos
cánceres no son leucemias.
Los otros tipos de cáncer que se inician en los linfocitos se denominan linfomas (linfoma
no Hodgkin o linfoma de Hodgkin). Aunque las leucemias, como la ALL, principalmente
afectan la sangre y la médula ósea, los linfomas principalmente afectan a los ganglios
linfáticos u otros órganos (pero pueden también afectar la médula ósea). A veces puede ser
difícil saber si un cáncer de los linfocitos es una leucemia o un linfoma. Por lo general, si al
menos el 20% de la médula ósea se compone de linfocitos cancerosos (llamados
linfoblastos o simplemente blastos), la enfermedad se considera leucemia.
Síntomas
Los síntomas de la leucemia varían según el tipo de leucemia. Los signos y síntomas
comunes incluyen los siguientes:
Fiebre o escalofríos
Fatiga persistente, debilidad
Infecciones frecuentes o graves
Pérdida de peso sin intentarlo
Ganglios linfáticos inflamados, agrandamiento del hígado o del bazo
Sangrado y formación de hematomas con facilidad
Sangrados nasales recurrentes
Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia)
Hiperhidrosis, sobre todo por la noche
Dolor o sensibilidad en los huesos
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar los riesgos de manifestar algunos tipos de leucemia son
los siguientes:
Sin embargo, la mayoría de las personas que presentan factores de riesgo conocidos no
padecen leucemia. Y muchas personas con leucemia no presentan ninguno de estos
factores.
Tratamiento
Según el tipo que padezcas, es posible que recibas un único medicamento o una
combinación de varios. Estos pueden venir en forma de pastilla o pueden inyectarse
directamente en una vena.
Terapia dirigida. Los tratamientos con fármacos con diana específica se enfocan
en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear
estas anomalías, los tratamientos con fármacos con diana específica pueden
producir la muerte de las células cancerosas. Se analizarán tus células leucémicas
para ver qué terapia dirigida podría ser útil para ti.
Radioterapia. La radioterapia usa rayos X u otros haces de alta energía para dañar
las células de leucemia y detener su crecimiento. Durante la radioterapia, te
recuestas sobre una camilla mientras una máquina grande se mueve a tu alrededor y
dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo.
Puedes recibir radiación en una zona específica del cuerpo donde haya una
acumulación de células de leucemia, o puedes recibir radiación en todo el cuerpo.
La radioterapia se puede usar para prepararse para un trasplante de médula ósea.
Puedes recibir células madre de un donante o se pueden usar tus propias células
madre.
Inmunoterapia. La inmunoterapia utiliza el sistema inmunitario para combatir el
cáncer. El sistema inmunitario que lucha contra las enfermedades de tu cuerpo
puede no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que las
ayudan a esconderse de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia
funciona porque interfiere en ese proceso.
Ingeniería de células inmunes para combatir la leucemia. Un tratamiento
especializado llamado terapia con linfocitos T con receptor quimérico para el
antígeno (CAR) toma las células T que combaten los gérmenes de tu cuerpo, las
diseña para combatir el cáncer y las infunde de nuevo en tu cuerpo. Esta terapia
puede ser una opción para ciertos tipos de leucemia.
Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos son experimentos para evaluar nuevos
tratamientos oncológicos y nuevas formas de aplicar los tratamientos existentes. Si
bien los ensayos clínicos les ofrecen a ti o a tu hijo la posibilidad de probar el
tratamiento oncológico más novedoso, los beneficios y los riesgos del tratamiento
pueden ser inciertos. Habla sobre los beneficios y los riesgos de los ensayos clínicos
con tu médico.
ENSAYO
Importancia de la asepsia y sus principios en los servicios de atención en salud
INTRODUCCIÓN
Al hablar de asepsia. Se trata de la ausencia de materia séptica, es decir, la inexistencia de
sustancias que causan putrefacción y de gérmenes patógenos. Por tanto, es un estado sin
infección.
También como asepsia al conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para evitar que
lleguen a nuestro organismo gérmenes, bacterias, virus y hongos.
Asepsia para evitar contagios: ¿cómo se producen éstos? Cualquier ambiente puede estar
contaminado por microorganismos que provoquen que enfermemos. En los centros de salud
y hospitales estamos más expuestos a ser contagiados ya que son espacios cerrados en los
que se concentran personas portadoras de virus y bacterias ¿Cómo llegan estos agentes
nocivos hasta las personas sanas? Un enfermo, cuando respira, traspasa al aire las bacterias
que están en su organismo.
DESARROLLO
La magnitud de la exposición del ambiente al paciente, diferenciando entre
equipos o superficies de contacto directo y continuo con el paciente de
aquellos con un contacto circunstancial y esporádico.
Características propias de los microorganismos infectantes o supuestamente
involucrados asociándolas a las condiciones de riesgo del paciente lo sugiere ACUÑA
“cuando dice la desinfección de toda superficie de un centro de salud es su base ya que sin
ello sería una “cuna” de infección.
Por supuesto, esta propagación es mayor cuando tose o estornuda. Las partículas
infecciosas viajan en diminutas gotas de saliva. Las de mayor tamaño se depositan
rápidamente en el suelo, sobre el mobiliario de las instalaciones y sobre la piel y ropa de las
personas que están cerca. Las más pequeña flotan en el aire durante un largo rato. De esta
forma, pueden introducirse en el organismo de la persona sana.
Los médicos y enfermeros son personal de riesgo ya que trabajan con personas enfermas y
están expuestos a infecciones y virus. Podemos llevar a cabo algunos procedimientos que
nos permitan reducir al mínimo los elementos patógenos y así evitar contagios en zonas de
riesgo bajo de clínicas y hospitales:
- Utilización de guantes desechables si hay que tocar al paciente para estudiar una herida,
auscultarle o examinar el estado de las amígdalas, entre otros.
Conclusiones
Las técnicas que se aplican para prevenir la aparición de estos (patógenos) o para
exterminarlos en caso de que ya existan. Una perfecta desinfección es importante en
cualquier instalación, pero resulta vital en los hospitales y centros de salud.
Bibliografías https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/
PAI/manual-prevencion-iaas.pdfttps://encolombia.com/medicina/revistas-medicas/
enfermeria/ve-53/asepsia-antisepsilimpieza/