Anexos Embrionarios
Anexos Embrionarios
Anexos Embrionarios
ANEXOS EMBRIONARIOS
INTRODUCCION
Son las estructuras y mecanismos que servirán de unión y comunicación entre el embrión y la madre. Sirven como
interfase. Sus funciones principales son protección, nutrición, respiración, excreción y producción de hormonas que
contribuyen a mantener al embarazo.
Se desarrollan casi en su totalidad del cigoto, pero no forman parte del embrión/feto excepto parte del saco vitelino
y del alantoides. Inician su formación durante la implantación y la mayoría serán eliminados durante el parte y el
alumbramiento. Este último término hace referencia a la expulsión de la placenta y de las membranas que recubrían
al feto. Estos anexos son: el amnios, el saco vitelino, el alantoides, el corion, la placenta y el cordón umbilical.
Tejidos extraembrionarios
- Alantoides: derivado del saco vitelino (derivado endodérmico) cuya función es la eliminación de los desechos
del embrión.
- Mesodermo extraembrionario: constituye el cordón umbilical, el tejido conjuntivo que soporta las membranas
extraembrionarias y los vasos sanguíneos que rodean las estructuras. Es esencial para la formación de
membranas. Este mesodermo termina formando parte del corion. El conjunto del trofoblasto y el mesodermo
extraembrionario recibe el nombre de corion (segunda semana de gestación). Forman la cavidad
extraembrionaria o coriónica.
Cabe destacar que, a partir de la semana 8, la cavidad amniótica aumenta conforme crece el embrión como
consecuencia del plegamiento y termina por ocupar casi la totalidad de la cavidad coriónica. El alantoides se localiza
en el pedículo de fijación. Como consecuencia de esto, el amnios va creciendo hasta que entra en contacto con el
corión y formarán una única membrana: membrana amniocoriónica. En este momento no ocupará solo el
endometrio, sino que se localizará en toda la cavidad uterina.
En cuanto a las vellosidades coriónicas, cabe destacar que no son todas iguales, pues las de mayor tamaño se dirigen
hacia donde está el embrión.
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DESARROLLO DE ANEXOS: MEMBRANAS FETALES
Amnios
Se constituye a partir del epiblasto: se diferencian unas células y formarán el techo de la cavidad amniótica. Se trata
de un saco cerrado que en un principio se localiza en la parte dorsal hasta que, tras el plegamiento, envuelve por
completo al embrión conforme crece. El líquido amniótico permitirá al feto moverse libremente y darle facilidad para
que pueda crecer y evitar la adhesión de los tejidos. Actúa como barrera y aporte de nutrientes.
El líquido amniótico es un transudado del plasma materno, es decir, un filtrado: a partir de la sangre materna surge
un líquido por difusión facilitada, por lo que es similar a la sangre materna, pero tiene menos proteínas. Hay dos
tipos de líquido: transudado (filtrado) y el exsudado (por proceso inflamatorio).
En las primeras 20 semanas se cree que hay difusión simple a través del ectodermo embrionario de la piel, el líquido
que se expulsa a través de la piel (como sudor) contribuye a la formación del líquido amniótico. Sin embargo,
después de la semana 20 la piel cambia por la queratinización (proceso por el cual se dispone una capa de queratina
que impermeabiliza la piel e impide la difusión simple), por lo que el líquido amniótico se obtiene a partir de la
orina. En cuanto a las cantidades: 10 semanas 30cc; 20 semanas 350cc; 38 semanas 500-1000cc.
El líquido amniótico está en circulación continua, lo que explica que en el tercer trimestre de gestación el líquido
amniótico se renueve cada 3 horas. En el embarazo a término pueden renovarse 500ml/h. El mismo feto se bebe el
líquido amniótico, pasa al intestino y después a su sangre y a la placenta de la madre por difusión. Gracias a esto se N
limpia de impurezas y carga de nuevos nutrientes. El proceso es el siguiente: o
Deglución (embrión ingiere líquido amniótico) absorción intestinal torrente sanguíneo fetal sangre
materna
Se pueden detectar problemas estructurales por alteraciones en la cantidad del líquido. Esto puede llevar a que
haya disfunciones en los riñones del niño o en el tubo digestivo.
La importancia del líquido amniótico se corresponde con la regulación de la temperatura, protección, facilidad de
movimiento y libertad de crecimiento para que no esté adosado a las paredes (los agentes teratógenos mecánicos:
bridas que agarran al embrión y estrangulan la zona en la que están enredadas malformaciones).
Agentes teratógenos mecánicos. Se pueden producir malformaciones: en el caso
de la imagen había bridas en la placenta, que constreñían el tejido del niño. Estas
bridas impiden el plegamiento correcto del embrión.
Saco vitelino
Se trata de una membrana extraembrionaria que se origina en la segunda semana a partir de las células del
hipoblasto. Está formado por el endodermo y el mesodermo extraembrionarios.
Es importante porque en su pared se forman las células germinales hacia la tercera semana, migrando
aproximadamente en la quinta semana hacia las gónadas. En su pared se forman los vasos y células sanguíneos. El
techo del saco vitelino es el endodermo y dará lugar al intestino, por lo que formará parte del embrión. Además,
cuando el saco se estrecha por el crecimiento del amnios queda el conducto vitelino, que formará parte del cordón
umbilical.
En cuanto a las patologías, uno de los posibles errores es que el tubo no se cierre completamente, involucionando de
forma que se origina un divertículo (invaginación). Es uno de los defectos congénitos más frecuentes, pero a no ser
que se infecte, el divertículo de Mendel no supondrá ningún problema para quien lo porte. Se suele infectar por la
dieta.
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Alantoides
Se forma a partir del trofoblasto y el mesodermo extraembrionario y en él se originan las vellosidades coriónicas,
de las cuales las más desarrolladas se encuentran en el sitio de implantación. A esta zona, se le denomina corion
frondoso, mientras que la porción en la que las vellosidades están mucho menos marcadas y terminarán por
degenerar se denomina corion liso.
El corion frondoso va a constituir la porción fetal de la placenta en el momento en el que las vellosidades entran en
contacto con las lagunas trofoblásticas.
- Las vellosidades coriónicas primarias se convierten en secundarias a medida que adquieren un núcleo
mesodérmico (de células del mesénquima). En el interior de las vellosidades terciarias se han formado vasos
sanguíneos. Desde el corion parte el pedículo de fijación y el cordón umbilical, con vasos sanguíneos en su
interior.
Para la difusión de moléculas hay que tener en cuenta factores como el área, la diferencia de gradiente, la presión
osmótica, constante de difusión o la superficie de intercambio. Las vellosidades coriónicas son irregulares para que
la superficie de intercambio sea mayor y puedan interaccionar con un mayor número de moléculas. El espesor de la
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membrana también se tiene en cuenta, lo que explica que se produzcan los cambios de las vellosidades para que la o
pared sea mucho más fina.
La decidua es el endometrio uterino de la mujer embarazada. Es la capa funcional del endometrio que se separa del
resto del útero tras el parto. La reacción decidual es una respuesta del estroma endometrial, producida por la
invasión del sincitiotrofoblasto, que impide que este penetre hasta la capa basal del endometrio.
Las células del endometrio se vuelven poliédricas, con abundante glucógeno y lípidos; los espacios intercelulares se
llenan con extravasado y el tejido es edematoso. En un principio, estos cambios quedan confinados al área que
rodea inmediatamente el lugar de implantación, pero pronto ocurren en todo el endometrio. Las tres regiones de la
decidua son:
- La decidua basal es la parte de la decidua que se localiza profundamente respecto al producto de la concepción
N
y representan la parte más materna de la placenta.
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- La decidua capsular es la parte superficial de la decidua que recubre el producto de la concepción.
- La decidua parietal recubre el resto de la concepción, es toda la decidua restante, donde no está alojado el
embrión.
La placenta y las membranas fetales separan el feto del endometrio. En la placenta se produce el intercambio de
sustancias y los vasos del cordón umbilical comunican la circulación placentaria con la circulación fetal. Las
membranas fetales son el corion, el amnios, la vesícula umbilical y el alantoides.
Placenta
La placenta es un disco de un par de dedos de ancho que cuenta con dos caras:
- La cara fetal con muchos vasos sanguíneos que se ramifican desde el cordón umbilical y recubierta por el
amnios, es plana. Procede del saco coriónico, es decir, la membrana fetal más externa.
- La cara materna, que es irregular y tiene cotiledones (las segmentaciones). Deriva del endometrio, la capa más
interna de la pared uterina. La segmentación es originada por la decidua basal. Sirve de intercambio de
nutrientes, oxígeno, anticuerpos y productos de desecho.
Los vasos umbilicales indican que se muestra la cara fetal, que
siempre se representa más plana. En el corion se encuentran
dichos vasos sanguíneos y de él nacen las vellosidades coriónicas.
En la cara materna se encuentra la decidua basal, desde la que
parten unos tabiques y unas estructuras agrupadas que dividen
ambas caras para ver los cotiledones.
Por debajo de la decidua (respuesta endometrial materna que no participa en la formación de la placenta) se
observa el resto del endometrio y las glándulas endometriales, y la porción que está por fuera del endometrio son
las capas uterinas: miometrio.
*Revisar el sentido de la circulación: arterias (sangre rica en oxígeno) capilares venas (sangre pobre en oxígeno).
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Las arterias coloreadas en azul indican que la sangre o
transportada desde el embrión que llega a la placa coriónica es
pobre en oxígeno. Se ramificarán entrando en las vellosidades
coriónicas hasta formar los capilares, cuyas paredes se van
acercando hasta quedar completamente en contacto con la
pared de la vellosidad coriónica (vaso sanguíneo queda lo más
cerca de la superficie).
Monóxido de carbono: es tóxico y se une a la hemoglobina con mucha más afinidad que el oxígeno, necesitando
concentraciones de este último gas mucho más alta de lo normal. La heparina (anticoagulante) no puede pasar la
barrera fetal. Las mujeres gestantes no deben tomar anticoagulantes orales porque en ese caso sí que pueden llegar
al feto.
o Gonadotropina coriónica: para que se mantenga el cuerpo lúteo y el embrión llegue a la gónada del desarrollo
correctamente.
o Progesterona y estrógenos: mantener el parto, preparar el útero y desarrollo de las glándulas mamarias para la
lactancia.
o Somatomamotropina coriónica (algo somático es algo corporal): antes se conocía como lactógeno placentario y
prepara la glándula mamaria. También tiene efectos corporales (somáticos) por lo que se le cambió el nombre. N
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Tiene efectos comunes con la hormona del crecimiento (misma familia). Esta última no solo ayuda al
crecimiento, sino que también tiene efectos sobre el metabolismo, más en concreto, sobre la glucosa. Se encarga
de subir la cantidad de azúcar en sangre de forma neta aumenta la disponibilidad de azúcar para que sea
utilizada por el feto. Si los niveles de azúcar son muy altos se conoce como diabetes. La madre puede desarrollar
diabetes gestacional: es importante controlar los niveles de glucemia en gestantes porque los fetos y recién
nacidos crecen mucho, pues disponen de más cantidad de azúcar. Pueden alcanzar los 5kg y dificultar el parto.
Hidrops fetal
También es conocida como enfermedad hemolítica del recién nacido. Se trata de una acumulación de líquido en los
tejidos.
Es un problema que tiene que ver con el factor Rh. Si una persona es Rh+, tiene en la superficie de sus glóbulos rojos
el factor Rh. El cuerpo puede desarrollar anticuerpos contra el antígeno Rh, provocando la ruptura de estos glóbulos
rojos. En realidad, quienes tienen Rh+ no tienen anticuerpos en sangre de dicho factor. Los Rh- tampoco tiene los
anticuerpos de manera innata, pero se deben desarrollar tras un primer contacto. El sistema ABO es un sistema
sanguíneo independiente.
En los casos de enfermedad hemolítica (ruptura de los elementos de la sangre, de los glóbulos rojos): el niño Rh+ y la
madre Rh-. Aunque no exista contacto directo entre la sangre materna y fetal durante el embarazo, el problema se
da en el parto, cuando sí que pueden mezclarse. Sin embargo, si una pequeña cantidad de sangre fetal se filtra a la
materna, esta puede comenzar a generar anticuerpos Rh+. Esto supondrá que hay posibilidades de que el segundo
hijo y posteriores sufran complicaciones, pues los anticuerpos Rh+ que tiene la madre después de haberlos generado
en el embarazo anterior pueden llegar al feto. Si el feto es Rh+ se puede producir una reacción antígeno-anticuerpo
desarrollando el feto la enfermedad hemolítica.
Ahora existe la posibilidad de evitar dicha enfermedad, inyectándose en la madre y destruyendo los eritrocitos
fetales que se hayan podido filtrar evitando que la madre genere anticuerpos Rh+.
Cordón umbilical
Alrededor de las arterias y vena umbilicales se encuentra un tejido conocido como gelatina de Wharton, un tejido
conjuntivo mucoso. El anillo umbilical primario constituye la línea entre el amnios y el ectodermo embrionario y
durante la quinta semana de desarrollo las siguientes estructuras cruzan el anillo: pedículo de fijación (alantoides y
vasos umbilicales) y conducto vitelino más adelante, la cavidad amniótica se agranda a costa de la coriónica y es
aquí cuando el amnios envuelve el pedículo de fijación y el saco vitelino dando origen al cordón umbilical primitivo.
Embarazo gemelar
Gemelos dicigóticos
Son aquellos que proceden de dos cigotos (bivitelinos). Aproximadamente, dos terceras partes de los gemelos son
dicigóticos y se produce por el desprendimiento simultáneo de dos ovocitos y su consecuente fecundación por dos
espermatozoides. Por tanto, pueden ser del mismo sexo o de sexos distintos y no muestran similitud genética
superior a la de dos hermanos nacidos en momentos distintos. Lo único que tienen en común es que se desarrollan
en el útero materno porque siempre presentan dos amnios y dos coriones (aunque los coriones y las placentas
pueden estar fusionados).
Gemelos monocigóticos
Proceden de la fecundación de un único ovocito y se desarrollan, por tanto, a partir de un solo cigoto. Los gemelos
monocigóticos tienen el mismo sexo y son genéticamente idénticos. Este tipo de gemelaridad se suele iniciar al final
de la primera semana, en la fase bicelular del blastocito: el embrioblasto se divide en dos primordios embrionarios
que desarrollarán dos embriones, cada uno con su propio saco amniótico pero en el interior del mismo saco
coriónico y compartiendo placenta común.