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SC Pago de Honorarios

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0834/2018-S2

Sucre, 11 de diciembre de 2018

SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Julia Elizabeth Cornejo Gallardo
Acción de amparo constitucional

Expediente: 24446-2018-49-AAC
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución 04/2018 de 14 de junio, cursante de fs. 97 a 104 vta.,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Eleo
Alan Yupanqui Villagaray en representación legal de Norah Vásquez de
Montoya contra Elisa Sánchez Mamani y Silvia Clara Zurita Aguilar,
Vocales de la Sala Mixta, Civil y Familiar, Niñez y Adolescencia del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; Gumercindo Luis
Muñoz Singuri y Jacqueline Aracely Bernal Martínez, ex Juez y actual Jueza
Pública Civil y Comercial Primera de Sacaba del mismo departamento.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Mediante memorial presentado el 5 de marzo de 2018, cursante de fs. 4 a 12, la


accionante a través de su representante, expuso los siguientes argumentos de
hecho y derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 16 de junio de 2004, presentó una Demanda de Nulidad de Venta Colusoria en


representación de Germán Julio Alfredo Rivero Benavides -ahora tercero interesado-;
dentro del referido memorial se estableció en el otrosí Sexto que el mandante se
atenía al Arancel Mínimo del Colegio de Abogados para fines de pago de honorarios
profesionales. En el citado proceso, que fue sustanciado en el Juzgado de Partido
Mixto Liquidador y de Sentencia Primero de Sacaba del departamento de
Cochabamba; se emitió Sentencia el 2 de agosto de 2008, mediante la cual se
declaró probada la demanda. Posteriormente y en etapa de ejecución de sentencia,
por motivos de salud trasladó el patrocinio a Mónica Daza Ondarza Salamanca -
abogada- a efectos que ésta pueda continuar con el trámite de ejecución.

Por memorial de 12 de febrero de 2009, solicitó el pago de honorarios

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profesionales, tomando en cuenta que fue abogada y apoderada del tercero
interesado, al haber iniciado la demanda e incluso realizó algunos actuados en la
etapa de ejecución de sentencia. Al respecto mediante Auto de 14 de abril de 2009,
el Juez de la causa, determinó textualmente lo siguiente: “Se regula el honorario de
Abogado de Norah Vásquez de Montoya en la suma de Bs.- 1.000.- (Un mil 00/100
bolivianos) (monto fijo), que deberá pagar Germán Julio Alfredo Rivero Benavides
en tercero día de su notificación. Y en el 15% del valor del inmueble motivo de litis
que ahora se encuentra registrado a nombre del demandante, el cual para su
efectivización previamente deberá acreditarse el valor comercial del mismo. Además
del 25% sobre dicho monto en su calidad de apoderada…” (sic). En ese orden de
cosas mediante memorial de 20 de abril de 2009, el demandante, apeló la
Resolución aludida.

En consideración al Auto de 14 de abril de 2009, mediante memorial de 29 de


mayo de 2010, solicitó la orden de pago de honorarios profesionales tomando en
cuenta la cuantía y el monto señalado en la demanda; por tal motivo, el citado Juez
cuantificó parcialmente sus honorarios; 15% en calidad de abogada y 25% como
apoderada de la cuantía declarada en la demanda que ascendía a la suma de
$us100 000.- (cien mil dólares estadounidenses).

La impugnación presentada contra el Auto que reguló los honorarios profesionales,


fue resuelta mediante Auto de Vista de 29 de octubre de 2010 dictado por la Sala
Civil Segunda de la entonces Corte Superior -ahora Tribunal Departamental- de
Justicia, misma que revocó la Resolución de 14 de abril de 2009 y ordenó al Juez
a quo disponga que se preste el juramento previsto en el “art. 80 de la Ley de la
abogacía” y luego recién proceda a regular el honorario profesional.

Finalmente el Juez Público Civil y Comercial Primero de Sacaba del departamento de


Cochabamba; por Auto de 7 de octubre de 2016, reguló nuevamente los honorarios
profesionales en la suma de Bs15 000.- (quince mil bolivianos); extremo que fue
objeto de un recurso de apelación, resuelto por la Sala Mixta, Civil y Familiar, Niñez y
Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba mediante Auto
de Vista de 24 de julio de 2017 que confirmó totalmente el Auto apelado.

En base a todos estos antecedentes, denuncia que el Auto de 7 de octubre de


2016, y el Auto de Vista de 24 de julio de 2017, al apartarse del Arancel Mínimo de
Honorarios Profesionales del Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba,
pactado al amparo de la Ley de la Abogacía -Decreto Ley (DL) 19793 de 19 de julio
de 1979-, vigente al momento de interponer la demanda el 28 de mayo de 2004;
arancel homologado por la entonces Corte Superior de Justicia mediante Auto de
20 de abril de 1995; transgredieron sus derechos laborales como abogada
patrocinante y apoderada, vulnerando derechos y garantías constitucionales a la
dignidad, al debido proceso, a la justa remuneración y a la vejez digna.

Conforme a ello, las autoridades demandadas señalan que no existe una norma
expresa sobre el régimen de la fijación de honorarios profesionales; en

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consecuencia, de manera arbitraria aplican cuatro criterios o pautas interpretativas
para determinar sus honorarios, aplicando el régimen legal y jurisprudencial
establecido con posterioridad al 29 de abril de 2009, para determinar de manera
retroactiva los honorarios vigentes al 28 de mayo de 2004.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Denuncia la lesión de sus derechos y garantías constitucionales a la irretroactividad


de la norma legal, al debido proceso en su componente de aplicación objetiva de la
ley, a la dignidad, a la remuneración justa y a una vejez digna; mencionando a
dicho efecto los arts. 21.2, 22, 46.I, 67.I, 115.II y 123 de la Constitución Política del
Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela; y en consecuencia, se declare la nulidad del Auto de


7 de octubre de 2016 y del Auto de Vista de 24 de julio de 2017; y en ese orden
se dicten nuevas resoluciones donde se regule sus honorarios profesionales
como abogada y apoderada, conforme al Arancel Mínimo de Honorarios
Profesionales del Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba; y, se
determine la existencia de responsabilidades y se proceda a la calificación de
daños y perjuicios.

I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías

La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo


constitucional, se realizó el 14 de junio de 2018, según consta en acta cursante de
fs. 92 a 96, produciéndose los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

La parte accionante ratificó todos los términos de su demanda tutelar,


manifestando además: a) Que al momento de la presentación de la demanda
ordinaria el 2004, se encontraba ante un ordenamiento jurídico distinto al que
estamos ahora, es conforme a la liberalidad contractual que existía entre partes
que se fijó un honorario conforme al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales
del Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba; b) En razón de su
delicado estado de salud, el 2 de diciembre de 2008, hizo conocer a su cliente que
ya no continuaría con la etapa de ejecución y en ese sentido, ya existía un
derecho consolidado y lo que correspondía era ejecutar la sentencia; c) En la
jurisprudencia tanto ordinaria como constitucional se establecieron subreglas para
el pago de honorarios profesionales de acuerdo a la sana critica de las
autoridades jurisdiccionales; en ese entendido, en los procesos llevados a cabo
con posterioridad al 9 de julio de 2013, los abogados no pueden pedir el
cumplimiento del Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio
Departamental de Abogados, porque no está vigente; d) En el caso de autos,

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la autoridad judicial aplicó retroactivamente la Ley del Ejercicio de la Abogacía -
Ley 387 de 9 de julio de 2013-, que no estaba vigente al momento de presentar la
demanda ni al dictarse la sentencia; lo cual constituye una violación a la garantía
de irretroactividad de la norma reconocida constitucionalmente y que a la fecha
tiene dos excepciones, en materia penal y laboral; e) La forma de proceder de la
autoridad judicial que fijo los honorarios profesionales en Bs15 000.-, es correcta
a los procesos posteriores al 2013; puesto que, no hay normativa y ante la
ausencia de esta, los jueces y tribunales establecieron subreglas hasta que una
Resolución Ministerial pueda fijar de manera coherente los honorarios
profesionales; no obstante la aplicación de éstas, lesionaron su derecho; f) Las
autoridades demandadas explicaron cuál fue el móvil para haber aplicado
retroactivamente las reglas jurisprudenciales, indicando que fue para precautelar
los derechos del demandante, al respecto debemos ser claros en señalar que éste
al momento de acudir al despacho de la accionante era plenamente consciente del
honorario profesional mínimo y si se le cobraba menos, existía la posibilidad que
el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados inicie un proceso disciplinario; y, g)
Respecto al honorario originalmente fijado, mismo que ascendía al monto de
$us40 000.- (cuarenta mil dólares estadounidenses); dicho monto ya se
encontraba presupuestado en el proyecto de vida de la demandante de tutela, en
razón que era algo tangible, de ningún modo constituía un monto especulativo o
expectaticio, era algo concreto y consolidado en virtud de la Sentencia que
declaró probada la demanda; por consiguiente ,no se está lesionando los
derechos de Germán Julio Alfredo Rivero Benavides, puesto que, no se ordenó
que pague una suma por encima del arancel o un monto que él no haya previsto;
por tal motivo se solicita la aplicación de la normativa legal vigente y el
cumplimiento de los principios de legalidad y de ultractividad de la norma.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Elisa Sánchez Mamani y Silvia Clara Zurita Aguilar, Vocales de la Sala Mixta, Civil y
Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, por Informe cursante de fs. 89 a 91, manifestaron lo siguiente: 1)
El Tribunal Constitucional Plurinacional señaló a través de la SC 0854/2010-R de
10 de agosto, que el juez o tribunal de garantías antes de admitir la acción de
amparo constitucional debe observar ciertos requisitos, entre los que se
encuentran, una exposición adecuada, precisa y fundamentada, indicando los
criterios de interpretación que no fueron cumplidos o fueron desconocidos por el
juez o tribunal que realizó la interpretación de la norma en el caso concreto; es
decir, porque resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente, ilógica
o con error evidente, identificando en su caso las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el Órgano Judicial o administrativo; exponer principios
fundamentales o valores supremos que no fueron tomados en cuenta, señalar los
derechos fundamentales lesionados con la interpretación errónea estableciendo a
que resultado se hubiera llegado con una correcta interpretación; contenido que
no se encuentra presente en esta acción de tutela; 2) La jurisdicción
constitucional dada su naturaleza y fines, está impedida de revisar y sustituir a la
ordinaria y a la interpretación de la legalidad ordinaria, tarea que no puede ser

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perturbada mediante la utilización de acciones constitucionales; 3) El Auto de
Vista de 24 de julio de 2017, fue emitido en observancia de las normas
pertinentes y conforme a los postulados del nuevo Estado Social Constitucional de
Derecho, en la que prevalece la averiguación de la verdad material y la aplicación
de los principios y valores constitucionales; 4) La impetrante de tutela omite
hacer una descripción de los antecedentes que informan al proceso, señalando
qué actuados realizó y qué resultados favorables se hubieran obtenido,
impidiendo que la Jueza de garantías tenga total conocimiento de lo actuado en el
proceso civil que dio origen a la presente acción tutelar; 5) Se debe tomar en
cuenta el entendimiento asumido en el Auto de Vista de 24 de julio de 2017, que
confirmó los honorarios profesionales en la suma de Bs15 000.-; determinación
que se tomó en consideración a los servicios prestados por la abogada
patrocinante; quien debió actuar en el marco de la equidad, equilibrio y
razonabilidad al momento de exigir el pago de honorarios profesionales, no siendo
viable su pretensión al ser lesiva a los intereses del demandante; 6) Es necesario
señalar que la causal de nulidad referida en la demanda, fue la prevista en el
art. 549.2 del Código Civil (CC); sin embargo, la sentencia declaró probada la
demanda en base a una causal distinta, lo cual no fue mencionado por la
accionante; quien se limitó a señalar que su trabajo fue desmerecido; y, 7) En
cuanto al hecho de haberse aplicado jurisprudencia que no estaba vigente al
momento de acogerse al arancel mínimo de ese entonces, dicho argumento no
resulta válido; toda vez que, el Tribunal Constitucional Plurinacional refiriéndose a
la denominada jurisprudencia prospectiva señaló que “…un precedente vinculante
no pude afectar las situaciones jurídicas que ya gozan de protección de la cosa
juzgada, menos puede impedir la ejecución de sentencias firmes, ni alterar lo
ejecutado jurisdiccionalmente; resultando así, necesaria la aplicación de la eficacia
prospectiva de la jurisprudencia constitucional o conocida también como
prospective overruling…” (sic); en este caso al momento de aplicar la
jurisprudencia constitucional en relación a los honorarios profesionales no existía
ninguna resolución que tenga calidad de cosa juzgada, menos aún se impidió la
ejecución de una firme o se alteró algo ya ejecutado; por consiguiente, la
jurisprudencia aplicada resulta totalmente válida y de aplicación al presente caso;
por tales motivos solicitan se deniegue la tutela impetrada.

Gumercindo Luis Muñoz Singuri y Jacqueline Aracely Bernal Martínez, ex y actual


Jueza Pública Civil y Comercial Primera de Sacaba del departamento de
Cochabamba, no comparecieron a la audiencia ni presentaron informe alguno,
pese a su legal citación cursante a fs. 52 y vta.

I.2.3. Intervención de terceros interesados

Germán Julio Alfredo Rivero Benavides, Julio Roberto Benavides García y José
Ricardo Benavides García, no presentaron informe alguno ni asistieron a la
audiencia de la acción tutelar, pese a su legal notificación cursante de fs. 52 y 82.

I.2.4. Resolución

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La Jueza Pública Civil y Comercial Vigésima Quinta de la Capital del departamento
de Cochabamba; constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 04/2018
de 14 de junio, cursante de fs. 97 a 104 vta., denegó la tutela solicitada
conforme a lo siguiente: i) Se tiene que considerar que la línea jurisprudencial
respecto a la regulación de honorarios profesionales establece que debe tomar en
cuenta el monto del asunto o proceso si fuere susceptible de apreciación
pecuniaria, la naturaleza y complejidad del asunto o proceso, el resultado que se
hubiera obtenido, la calidad , eficacia y extensión del trabajo; la trascendencia
jurídica, moral y económica que tuviera el asunto o proceso para casos futuros,
para el cliente y para la situación económica de las partes; ya fue encausada
desde que se encontraba en vigencia el Arancel Mínimo de Honorarios
Profesionales del Colegio Departamental de Abogados; ii) El Decreto Supremo
(DS) 100 de 29 de abril de 2009, abrogó el DS 11782 de 12 de septiembre de
1974, el Decreto Ley 16793 de 19 de julio de 1979, denominado Ley de la
Abogacía; el DS 26084 de 23 de febrero de 2001 y el DS 29783 de 12 de
noviembre de 2008; en ese sentido habiendo quedado sin efecto el referido
Arancel, se entiende que en la actualidad existe un vacío normativo para la
regulación de honorarios de los abogados, consolidado por la ausencia de
aprobación de un arancel por parte del Ministerio de Justicia; iii) Ante
dicho vacío, la jurisprudencia suplió la omisión de un arancel profesional,
ponderando los principios y valores constitucionales para la regulación de los
mismos, aplicando los valores de justicia, dignidad y los principios de equidad y
razonabilidad, los cuales son de aplicación directa y vinculante, iv) Con relación a
la vulneración del debido proceso, la aplicación objetiva de la ley y la
irretroactividad de la norma legal referida en la acción tutelar, se tiene que la
eficacia prospectiva de la jurisprudencia constitucional refiere que el cambio de un
precedente vinculante es aplicable en lo sucesivo conforme a los criterios
asumidos en el nuevo fallo; por consiguiente, la aplicación de la jurisprudencia
constitucional efectuada por las autoridades demandadas al momento de resolver
el caso en cuestión es correcta y de aplicación retroactiva; v) Si pretendiere
referir que la norma actualmente vigente no tiene eficacia plena, corresponde
someterla a un control de constitucionalidad por los mecanismos
correspondientes, a fin de que la misma no quede en meras proposiciones
declarativas y puedan constituirse en verdaderas normas jurídicas; vi) Los
principios empleados en el Auto de Vista que motivó la presente acción de amparo
constitucional, entre ellos el de razonabilidad tiene la finalidad de preservar el
valor justicia y se fundamenta en el art. 9.4 de la CPE; así mismo, la aplicación de
éstos por más que sea a través de precedentes jurisprudenciales retroactivos, no
responde a criterios diferentes al régimen jurídico vigente al momento en que
fueron acordados los honorarios profesionales; y, vii) En cuanto a la
vulneración del derecho a la dignidad y una vejez digna, emergente de una
remuneración justa y que afecta a la jubilación de la accionante, se tiene que la
relación cliente-abogado no genera una dependencia que permita exigir el
beneficio de la jubilación; de la misma forma la Resolución impugnada no
trasciende en la intensión de una lesión del derecho a la dignidad de la persona
como ser humano, mujer, o en su caso se dirija a afectar la integridad moral de la
profesional o el derecho a su vejez digna; en razón a que no se constata

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perturbación o amenaza de vulneración de los citados derechos, tampoco se
advierte actos discriminatorios que denigren o humillen a la profesional abogada.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Al no existir concenso en la Sala, de conformidad con el art. 30.I.6 de la Ley del


Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente
de este Tribunal, a fin de dirimir con su voto el caso en análisis.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. De la Demanda de Nulidad de Venta Colusoria presentada el 16 de junio


de 2004, se establece que Norah Vásquez de Montoya -ahora accionante-,
actuó en calidad de abogada y apoderada de Germán Julio Alfredo Rivero
Benavides -ahora tercero interesado-; pactando un honorario profesional
conforme al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio
Departamental de Abogados de Cochabamba (fs. 1190 a 1192 del anexo).

II.2. Mediante Sentencia de 2 de agosto de 2008, dictada por el Juez de Partido


Mixto Liquidador y de Sentencia Primero de Sacaba del departamento de
Cochabamba, se declaró probada la demanda presentada por la
demandante de tutela en representación del tercero interesado Germán
Julio Alfredo Rivero Benavides, disponiéndose lo siguiente: a) La nulidad
de la Escritura Pública de Venta de un inmueble de 4833 m2 ubicado en
Puntiti, otorgado por René Emilio Benavides Lamaitre en favor de Roberto
Benavides García de 15 de enero de 1982; b) La nulidad de la inscripción
en Derechos Reales (DDRR); c) La anulación de todos los actos realizados
en base a dicho documento; d) La imposición de costas, daños y
perjuicios a cuantificarse en ejecución de Sentencia; y, e) La restitución
del inmueble a favor del demandante, debiendo los demandados o
eventuales moradores desocupar el mismo, bajo alternativa de expedirse
mandamiento de desapoderamiento (fs. 1261 a 1270 vta. del anexo).

II.3. Mediante Auto de 22 de agosto de 2008, la autoridad jurisdiccional, en


mérito a la falta de presentación del recurso de apelación por las partes;
declaró ejecutoriada la Sentencia de 2 de agosto de 2008 (fs. 1272 vta. del
anexo).

II.4. Por memorial de 12 de febrero de 2009, la impetrante de tutela solicitó al


Juez de Partido Mixto Liquidador y de Sentencia Primero de Sacaba del
departamento de Cochabamba, la regulación de honorarios profesionales;
por otro lado, otorgó el pase profesional en favor de la Abogada María
Mónica Daza Ondarza Salamanca (fs. 1225 y vta. del anexo).

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II.5. El 14 de abril de 2009, el Juez de Partido Mixto Liquidador y de Sentencia
Primero de Sacaba del departamento de Cochabamba, reguló los
honorarios profesionales de la accionante en la suma de Bs1000.- (un mil
bolivianos), más el pago del 15% del valor del inmueble motivo de la Litis,
además del 25% sobre dicho monto en su calidad de apoderada (fs. 1280
y vta. del anexo).

II.6. Mediante Auto de Vista de 29 de octubre de 2010, los Vocales de Sala Civil
Segunda de la entonces Corte Superior -ahora Tribunal Departamental- de
Justicia de Cochabamba revocaron los Autos apelados de “febrero de
2009” y de 14 de abril de igual año, disponiendo lo siguiente: 1) Respecto
a la cuantificación de daños y perjuicios, deberá ser el a quo quien emita
resolución de acuerdo a las pruebas aportadas por las partes; y, 2) Una
vez resuelto dicho aspecto, el Juez deberá disponer que la demandante de
tutela preste el juramento previsto en el “art. 80 de la Ley de la Abogacía”
y luego recién procederá a regular el honorario profesional (fs. 1282 a
1283 del anexo).

II.7. Mediante la Auto de 7 de octubre de 2016, el Juez Público Civil y


Comercial Primero de Sacaba del departamento de Cochabamba -ahora
demandado-, reguló nuevamente el honorario profesional de la abogada
apoderada Norah Vásquez de Montoya en la suma de Bs15 000.- (quince
mil bolivianos); dicho Auto fue objeto de un recurso de reposición bajo
alternativa de apelación según los términos del memorial de 19 de octubre
de 2016 (fs. 1284 a 1287 vta. del anexo).

II.8. Mediante Auto de Vista de 24 de julio de 2017, los Vocales de la Sala


Mixta Civil y Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, -ahora codemandados-, confirmaron en todas
sus partes el Auto impugnado de 7 de octubre de 2016 (fs. 1290 a 1292
del anexo).

II.9. Conforme al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio


Departamental de Abogados de Cochabamba, homologado por Sala Plena
de la entonces Corte Superior de Justicia mediante Auto de 20 de abril de
1995, se estableció que en los procesos ordinarios de hecho, el honorario
profesional del Abogado correspondía al monto de Bs1000 (un mil
bolivianos), más el 15 % sobre el monto del proceso y además del 25%
en calidad de Abogado apoderado (fs. 1294 del anexo).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La parte accionante denuncia la lesión de sus derechos y garantías


constitucionales a la irretroactividad de la ley, al debido proceso en su
componente de aplicación objetiva de la ley, a la dignidad, a la remuneración
justa y a una vejez digna; toda vez que, las autoridades demandadas en la
emisión del Auto de 7 de octubre de 2016 y el Auto de Vista de 24 de julio de

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2017, fijaron un honorario profesional apartándose del establecido el 28 de mayo
de 2004 en observancia del Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del
Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba; aplicando un régimen legal y
jurisprudencial establecido con posterioridad al 29 de abril de 2009; por lo que,
pide se conceda la tutela y en consecuencia se ordene: i) La nulidad del Auto de
7 de octubre de 2016 y del Auto de Vista de 24 de julio de 2017; ii) Emitir nuevas
resoluciones que regulen los honorarios profesionales de la impetrante de tutela,
como abogada y apoderada, conforme al arancel mínimo del Colegio de
Abogados; y, iii) Se determine la existencia de responsabilidades y se proceda a
la calificación de daños y perjuicios.

Consecuentemente, corresponde en revisión verificar si tales extremos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela; para el efecto, se desarrollará los
siguientes temas: a) Derecho al trabajo y justa remuneración; b) Aspectos a
tomar en cuenta para la regulación del honorario profesional del abogado en
aplicación del Decreto Ley 16793 de 19 de julio de 1979 -Ley de la Abogacía- y el
Código de Ética Profesional de la abogacía de 19 de enero de 2001; c) Sobre el
porcentaje de la cuantía que establecía el Arancel Mínimo de Honorarios
Profesionales del Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba y la
oportunidad en que ésta debía ser cancelada; y, d) Análisis del caso concreto.

III.1. Sobre el derecho al trabajo y justa remuneración

Con relación al derecho al trabajo, si bien ya se citó el art. 46.I de la CPE,


conviene reiterar el tenor íntegro del mismo dado que establece: “Toda
persona tiene derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial,
higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o
salario justo, equitativo, satisfactorio, que le asegure par sí y su familia
una existencia digna”.

Norma legal que concuerda con lo dispuesto en la Declaración Universal de


los Derechos Humanos (DUDH), que en su art. 23.1, manifiesta que: “Toda
persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo”.
Derecho que la jurisprudencia constitucional al respecto lo definió en la
SC 1132/2000-R de 1 de diciembre, reiterada por la SC 1580/2011-R de 11
de octubre, como: “…la potestad, capacidad o facultad que tiene toda
persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual tendiente a
generar su sustento diario como el de su familia. (…) la propia Ley
Fundamental establece el límite del mismo al señalar expresamente que tal
derecho debe ejercerse de manera que no afecte el bien común ni el
interés colectivo…".

Normativa legal y jurisprudencial que concuerdan en establecer que el


derecho al trabajo constituye la facultad de toda persona para desplegar
cualquier actividad sea esta física e intelectual, todo ello en condiciones
dignas, equitativas, satisfactorias y con seguridad.
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III.2. Aspectos a tomar en cuenta para la regulación del honorario
profesional del abogado en aplicación del Decreto Ley 16793 de
19 de julio de 1979 -Ley de la Abogacía- y el Código de Ética
Profesional de la Abogacía de 19 de enero de 2001

Respecto a la regulación del honorario profesional del abogado y los


elementos que deben ser considerados por la autoridad que los fije, el
Tribunal Constitucional mediante la SC 1846/2004-R de 30 de noviembre,
realizando una interpretación de los arts. 6, 11, 71 y 77 de la LA y los
arts. 11, 14 y 17 del Código de Ética Profesional para el Ejercicio de la
Abogacía (CEPA) en el contexto del art. 229 de la CPE, estableció:
De la normativa glosada, se infiere entre otros aspectos, que toda actividad laboral
de los abogados es de carácter oneroso, salvo las excepciones legales donde
actúen en forma gratuita, siendo aplicable para la regulación de honorarios por
parte de las autoridades pertinentes, el Arancel Mínimo de los Colegios de
Abogados, de manera supletoria, ante la falta de suscripción de la iguala
profesional, o cuando directamente y en el primer escrito, la parte y su abogado
se sometan voluntariamente al Arancel vigente.
Ahora bien, se entiende que los honorarios profesionales del abogado, serán
fijados tomando en cuenta el monto del asunto o proceso si fuere susceptible de
apreciación pecuniaria, la naturaleza y complejidad del asunto o proceso, el
resultado que se hubiere obtenido, la calidad, eficacia y extensión del trabajo, la
trascendencia jurídica, moral y económica que tuviere el asunto o proceso para
casos futuros, para el cliente y para la situación económica de las partes. Estos
parámetros sirven para fijar un honorario racional y proporcional al trabajo
prestado.
En este sentido, conforme a la normativa anotada precedentemente, los
honorarios profesionales, para el caso de que no exista una iguala profesional
entre partes, deben ser establecidos por el Arancel Mínimo del Colegio de
Abogados, entendiéndose que las autoridades judiciales, al momento de fijar los
honorarios, deben tomar en cuenta los aspectos antes anotados, logrando de esta
manera la razonabilidad de las resoluciones judiciales en la aplicación del Arancel
Mínimo del Colegio de Abogados, obteniendo así una decisión justa y
equitativa. Este principio de razonabilidad tiene como finalidad preservar el valor
justicia en las resoluciones, normas y en los actos tanto públicos como privados, y
tiene su fundamento en el art. 229 de la CPE, que determina que los principios,
garantías y derechos reconocidos por la Constitución, no pueden ser alterados por
las leyes que regulen su ejercicio ni necesitan de reglamentación previa para su
cumplimiento; norma que determina la exclusión de la arbitrariedad no solamente
en la creación de las normas, sino en la interpretación y aplicación de las mismas,
permitiendo ejercer la dimensión crítica de los valores superiores.

La misma SC 1846/2004-R, añadió también como parámetros para la


regulación de los honorarios profesionales la distinción entre el honorario
fijo y el porcentaje de la cuantía

Sin embargo, debe hacerse una distinción entre el honorario fijo y el porcentaje de
la cuantía establecidos en el Arancel, conforme a lo siguiente: 1. la regulación y el
pago del honorario fijo al causídico corresponderá en todos los casos en que
concluya el proceso penal, en la etapa correspondiente, en mérito al trabajo
profesional desarrollado y el cobro de su parte podrá hacerlo de forma inmediata;

10
2. en cambio, el 10% sobre la cuantía, partiendo de la interpretación del valor
justicia proclamado por nuestra Constitución, debe ser cobrado cuando se haya
logrado la recuperación efectiva de los daños y perjuicios, correspondiendo sólo en
ese caso y si se logra la reparación de los daños y perjuicios en forma total, la
orden de pago del 10% sobre la cuantía, pero si la recuperación es parcial, el 10%
será cobrado sólo sobre el monto realmente recuperado; un cobro del porcentaje
sin tomar en cuenta el aspecto antes anotado, rompería todo principio de
proporcionalidad que es ínsito al valor justicia, consagrado en el art. 2 de la CPE.
La interpretación precedente toma en cuenta también el ejercicio de la Abogacía
es una función social al servicio del Derecho y la justicia, como prevé el art. 1 de
la LA; interpretación que no desconoce el derecho al honorario profesional, sino un
equilibrio en la relación entre cliente y abogado.
Pues, como se precisó anteriormente, una interpretación contraria, vulneraría, por
un lado, la dignidad de la persona, por cuanto el cliente, sometido a cobros
desproporcionados por los servicios profesionales prestados, se convertiría en un
medio para la consecución de ventajas económicas; por otro, el principio de
razonabilidad, toda vez que la regulación de honorarios en forma
desproporcionada, sin atender a la relación entre el trabajo desplegado y los
resultados obtenidos, determinaría que el cliente se vea obligado a cancelar el
porcentaje de la cuantía sin haber recuperado el monto de los daños y
perjuicios. Ambos aspectos, importan violación al valor superior justicia que
informa el derecho positivo, que en su dimensión orientadora determina que sean
ilegítimos aquellos actos que obstaculicen la consecución del valor justicia, y en su
dimensión crítica, permite al órgano jurisdiccional, más aún constitucional,
establecer si las resoluciones o actos impugnados están conformes con este valor
constitucional.

Entendimiento asumido en el mismo sentido por las SC 1091/2006-R de


30 de octubre, 1034/2010-R de 23 de agosto; y, Sentencias
Constitucionales Plurinacionales 0421/2013-L de 3 de junio y 0264/2015-
S1 de 26 de febrero, entre otras.

En ese entendido, al momento de establecer una distinción entre el


honorario fijo y el porcentaje de la cuantía, y la oportunidad en que dichos
montos debían ser pagados: 1) La regulación y el pago del honorario fijo
al causídico corresponderá en todos los casos en que concluya el proceso,
en la etapa correspondiente, en mérito al trabajo profesional desarrollado
y el cobro de su parte podrá hacerlo de forma inmediata; y, 2) En cambio,
el porcentaje, en los casos que corresponde, debe ser cobrado cuando se
haya logrado la recuperación efectiva de los daños y perjuicios,
correspondiendo solo en ese caso; es decir, si se logra la reparación total
de los daños y perjuicios; pero, si la recuperación es parcial, el porcentaje
será cobrado solo sobre el monto realmente recuperado.

III.3. Sobre el porcentaje de la cuantía que establecía el Arancel Mínimo


de Honorarios Profesionales del Colegio Departamental de
Abogados de Cochabamba y la oportunidad en que ésta debía ser
cancelada

Por otro lado, conforme lo establecía el Arancel Mínimo de Honorarios


Profesionales del Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba,

11
homologado por Sala Plena de la entonces Corte Superior -ahora Tribunal
Departamental- de Justicia mediante Auto de 20 de abril de 1995, vigente
en la gestión 2004 al 20 de abril de 2009; a la conclusión de un proceso
ordinario de hecho, el honorario fijo del Abogado correspondía al monto
de Bs1000.-, más el 15% sobre el monto del proceso.

III.4. Análisis del caso concreto

De lo expresado por la accionante y de los datos del legajo procesal, se


tiene que el 28 de mayo de 2004, Norah Vásquez de Montoya en calidad
de abogada-apoderada, presentó una Demanda de Nulidad de Venta
Colusoria en representación de Germán Julio Alfredo Rivero Benavides;
dentro de la cual, se fijó que la relación cliente y abogado respecto al
pago de honorarios profesionales, estaría sujeta al régimen previsto en el
Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio Departamental de
Abogados de Cochabamba. Posteriormente mediante la Sentencia de 2 de
agosto de 2008, se declaró probada la demanda interpuesta y el 22 de
igual mes y año, se emitió la resolución de ejecutoria, dando lugar al inicio
del proceso de ejecución de sentencia. Por memorial de 22 de noviembre
de 2008 y en etapa de ejecución, la impetrante de tutela hizo conocer a la
autoridad judicial, que por motivos de salud renunciaba al patrocinio de la
causa a favor de la abogada María Mónica Daza Ondarza Salamanca.

Posteriormente, a través del memorial de 12 de febrero de 2009, la


demandante de tutela solicitó el pago de honorarios profesionales,
considerando que fue abogada y apoderada de Germán Julio Alfredo
Rivero Benavides; que inició la demanda e incluso realizó algunos
actuados en la etapa de ejecución de Sentencia. En respuesta a dicha
solicitud, el Juez de Partido Mixto Liquidador y de Sentencia Primero de
Sacaba del departamento de Cochabamba, mediante Auto de 14 de abril
de 2009, reguló los honorarios profesionales en la suma de Bs1000.-, más
el pago del 15% del valor del inmueble motivo de la Litis, además del
25% sobre dicho monto en su calidad de apoderada; determinación que
fue revocada en apelación por Auto de Vista de 29 de octubre de 2010.

Luego, el Juez Público Civil y Comercial Primero de Sacaba del


departamento de Cochabamba, el 7 de octubre de 2016, emitió un nuevo
Auto regulando los honorarios profesionales de la accionante, en la suma
de Bs15 000.-; con los siguientes fundamentos: i) Se tomó en cuenta la
labor desplegada por la abogada patrocinante, la demanda presentada y la
sentencia obtenida, misma que fue emitida en observancia de causales
diferentes a las señaladas en la demanda, pues los hechos no fueron
subsumidos al derecho de forma adecuada; se consideró la respuesta a las
excepciones previas opuestas y que las mismas fueron declaradas
improbadas, la calificación del proceso, el ofrecimiento de prueba y la
formulación de conclusiones; ii) Es aplicable para la regulación de
honorarios profesionales por parte de las autoridades pertinentes del
Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio Departamental de
12
Abogados de Cochabamba, de manera supletoria ante la falta de iguala
profesional; de lo que se tiene que el mismo debe ser fijado, tomando en
cuenta el monto del asunto o proceso si fuere susceptible de apreciación
pecuniaria, la naturaleza y complejidad del mismo, el resultado que se
hubiera obtenido, la calidad, eficacia y extensión del trabajo, la
trascendencia jurídica, moral y económica que tuviera para casos futuros,
para el cliente y para la situación económica de las partes, parámetros que
sirven para fijar un honorario racional y proporcional al trabajo prestado;
iii) Los arts. 11, 14 y 17 del CEPA, establecían determinadas reglas de
conducta para el abogado patrocinante, como el defender a su cliente con
la máxima lealtad y eficiencia y estricta sujeción a las normas jurídicas y
morales, así como prestar el consejo eficaz y honesto que le fuera
solicitado, debiendo observar en todo momento una conducta intachable,
ser honesto, ecuánime, digno y respetuoso de la Constitución Política del
Estado y de las Leyes de la “República”; en contraprestación por estos
servicios, el cliente tenía la obligación de reconocer y pagar a su abogado
de forma proporcional al trabajo realizado; iv) Se debe dejar en claro que
el cliente no pude ser sometido a cobros irracionales, desproporcionados e
inequitativos; la regulación de honorarios profesionales en forma
desproporcionada sin atender el trabajo desplegado y los resultados
obtenidos, determinaría que el cliente se vea obligado a cancelar el
porcentaje de la cuantía sin recuperar el monto de los daños y perjuicios; lo
cual constituiría una violación al valor justicia; v) En el presente caso, la
solicitante de tutela ejerció patrocinio hasta el momento de la emisión de
la Sentencia favorable para el demandante, pero no gracias a la pericia ni
a la diligencia de la referida profesional sino a la aplicación del principio
iura novit curia por parte del juzgador; por otro lado, hasta la fecha no
existe resultado favorable material que se deba a la intervención de la
abogada apoderada; vi) Así mismo, no se tiene la cuantía objetivamente
comprobada respecto al monto del proceso, si bien se señaló el monto de
$us100 000.- (cien mil dólares estadounidenses), no existe prueba alguna
que lo corrobore de forma real y objetiva; correspondiendo regular los
honorarios profesionales hasta ese momento procesal en función del
trabajo desplegado; es importante referir que el DS 100 abrogó el Decreto
Ley 16793 denominado Ley de la Abogacía, asimismo se derogaron los
arts. 9 y 10 del DS 26052, denominado Código de Ética Profesional para el
ejercicio de la Abogacía; por lo que, no es aplicable dicho ordenamiento
legal tampoco el Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio
Departamental de Abogados de Cochabamba, lo que significa que debe
aplicarse la justicia, equidad y razonabilidad; y, vii) Por los motivos
expuestos, en función al trabajo desempeñado hasta la emisión de la
Sentencia; se reguló los honorarios profesionales para ambos cargos
abogada y apoderada, en la suma justa, equilibrada y razonable de Bs15
000.-

Esta nueva regulación, fue objeto de un recurso de reposición bajo


alternativa de apelación por parte de la accionante.

13
Resolviendo dicha apelación, los Vocales de Sala Mixta, Civil y Familiar,
Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, mediante Auto de Vista de 24 de julio de 2017, confirmaron
en todas sus partes la Resolución apelada, con los siguientes
fundamentos: a) En cuanto a la regulación de honorarios profesionales, el
Tribunal Constitucional emitió amplia jurisprudencia estableciendo
directrices que el Juez debe tomar en cuenta a tiempo de fijarlos, a fin de
evitar cobros desmedidos atendiendo a los valores supremos
constitucionales que reconoce nuestra Ley Fundamental; b) La SC
1034/2010-R de 23 de agosto, señaló que toda actividad laboral de los
abogados tiene que estar sujeta a una remuneración justa y equitativa,
tomando en cuenta el valor superior de la justicia y el principio de
razonabilidad; la misma sentencia establece que los jueces y las
autoridades al momento de fijar los honorarios, lo harán conforme a la
iguala profesional presentada y en defecto de esta, en el marco de la
equidad, equilibrio y razonabilidad; por su parte la SC
0436/2007-R de 4 de junio, dispuso que los honorarios profesionales
serán fijados tomando en cuenta el monto del asunto o proceso si fuere
susceptible de apreciación pecuniaria, la naturaleza y complejidad del
asunto o proceso, el resultado que se obtendrá, la calidad, eficacia y
extensión del trabajo; la trascendencia jurídica, moral y económica que
tuviera el asunto o proceso para casos futuros, para el cliente y para la
situación económica de las partes, parámetro que sirve para fijar un
honorario proporcional y racional al trabajo prestado; c) Respecto al pago
del porcentaje de la cuantía como parte de los honorarios, la
jurisprudencia constitucional a través de la “…SC 0561/2010-R de 12 de
julio…” (sic), indica que se debe hacer una distinción entre el honorario
fijo y el porcentaje de la cuantía establecido en el arancel conforme a lo
siguiente: La regulación y el pago del honorario fijo al causídico
corresponde en todo los casos en los que se concluya el proceso, en la
etapa correspondiente, en mérito al trabajo profesional desarrollado y el
cobro de su parte podrá hacerlo de manera inmediata; en cambio sobre la
cuantía, partiendo de la interpretación del valor justicia proclamado por
nuestra Constitución Política del Estado, debe ser cobrado cuando se haya
logrado la recuperación efectiva de los daños y perjuicios en forma total, y
si la recuperación es parcial, el porcentaje será cobrado por el monto
recuperado; de lo que se tiene, que el cobro del porcentaje sin tomar en
cuenta los aspectos anotados rompería el principio de proporcionalidad;
d) En base a la jurisprudencia señalada y conforme a los argumentos
expresados, se establece que el Juez a quo realizó una correcta
interpretación de los antecedentes, aplicando la jurisprudencia
constitucional referente a la regulación de honorarios profesionales; en
razón a que, estableció que la impetrante de tutela presentó una demanda
de nulidad de venta logrando que se emita una sentencia favorable a su
cliente; empero, no gracias a la pericia ni diligencia de la misma sino a la
aplicación del principio iura novit curia del juzgador; hasta la fecha no

14
existe resultado favorable material que se deba a la intervención de la
abogada apoderada; siendo que no existía una cuantía objetivamente
comprobada, si bien se señaló la suma de $us100 000.- ese precio es
nominal, no existiendo prueba alguna que corrobore de forma real y
objetiva aquello, correspondiendo regular los honorarios hasta el momento
de su patrocinio en función al trabajo desplegado; y que el DS 100
abrogó el DL 16793 denominado Ley de la Abogacía, derogó los arts. 9 y
10 del DS 26052; por lo que, no es aplicable el ordenamiento del Arancel
Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio Departamental de
Abogados de Cochabamba, debiendo aplicarse la justicia, la equidad y la
razonabilidad; e) La autoridad a quo emitió el Auto de 7 de octubre de
2016 considerando la naturaleza y complejidad del asunto, así como la
eficacia, calidad y extensión del trabajo, refiriendo la labor desplegada por
la abogada hasta la emisión de la sentencia; teniendo presente
igualmente, el resultado obtenido que se debió a la aplicación del principio
iura novit curia, debido que en antecedentes se observa que la causal de
nulidad demandada fue la establecida en el art. 549 inc. 2) del CC;
empero, la sentencia fue declarada probada en observancia de los incisos
3) y 4) de la misma disposición legal; f) Asimismo, consideró el resultado
obtenido, al tomar en cuenta que hasta el momento no existía uno
favorable y material, que se deba a la intervención de la abogada
apoderada, aspecto evidente en razón a que ejerció patrocinio hasta el
inicio de la etapa de ejecución, fijando en consecuencia un honorario
profesional de Bs15 000.-; suma que a criterio del Tribunal de alzada es
razonable y proporcional al trabajo desplegado; tomando en cuenta, que
de acuerdo al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio
Departamental de Abogados de Cochabamba, para procesos ordinarios es
de Bs1000.-, más el 15% de la cuantía y en el presente caso, fue regulado
en una suma superior a la mencionada; g) En cuanto al porcentaje de la
cuantía, en observancia de la SC 1091/2006-R de 30 de octubre, el mismo
solo puede ser cobrado cuando se haya logrado la recuperación efectiva
de los daños y perjuicios en forma total; en este caso, además de no
haberse logrado aquello, la abogada no fue patrocinante en esta etapa;
por lo que, únicamente pueden aplicar los parámetros ya citados; y, h)
Respecto a los argumentos expresados como agravios en los puntos 1 y 2
del primer considerando, no pueden ser tomados en cuenta como tales,
debido a que constituyen alegatos que enfatizan el privilegio del cual goza
el pago de honorarios, aspecto que no fue desconocido por la autoridad
inferior; situación similar se observa del argumento expresado en el punto
3; que no constituye un agravio, sino por el contrario un alegato
equivocado, en razón que, conforme lo establece la jurisprudencia
constitucional son varios los parámetros que el juez debe tomar en cuenta
al momento de regular los honorarios profesionales.

Ahora bien, la parte accionante denuncia que las autoridades demandadas


lesionaron sus derechos y garantías constitucionales como abogada
patrocinante y apoderada, como al debido proceso, a la justa

15
remuneración y a la vejez digna; toda vez que, establecieron que no
existía una norma expresa para la regulación de honorarios
profesionales; y, en consecuencia de manera arbitraria observaron
cuatro criterios o pautas interpretativas para determinarlos, aplicando
un régimen legal y jurisprudencial establecido con posterioridad al 29
de abril de 2009, para determinar de manera retroactiva los honorarios
vigentes el 28 de mayo de 2004.

De lo señalado hasta aquí y conforme evidencian los términos de la


presente acción tutelar, la impetrante de tutela solicitó la nulidad del Auto
de 7 de octubre de 2016 y del Auto de Vista de 24 de julio de 2017, y si
bien corresponde un análisis individualizado de las Resoluciones
impugnadas en la presente acción de defensa; sin embargo, como puede
advertirse del resumen de dichas resoluciones los argumentos del inferior
fueron reiterados por el Tribunal de apelación; por lo que, se realizará un
único análisis de ambas resoluciones con relación a los reclamos de la
accionante.

Ciertamente, la normativa legal aplicable en el caso que se examina es el


DL 16793 de 19 de julio de 1979 -Ley de la Abogacía- y el DS 26052 de 19
de enero de 2001 -Código de Ética Profesional para el Ejercicio de la
Abogacía- normativa bajo la cual se convino el pago de honorarios
profesionales el 28 de mayo de 2004, que disponía se someta al arancel
vigente si no existía iguala profesional.

Si bien es cierto que las autoridades demandadas no aplicaron el arancel


que regía en el momento en que se convino la prestación de servicios, por
considerar que esas disposiciones no se hallaban vigentes, esta omisión
carece de relevancia constitucional, teniendo en cuenta que el Auto de
Vista impugnado, aplicó el entendimiento jurisprudencial establecido en
vigencia del DL 16973 y el DS 26052; pues, sus fundamentos asumen los
criterios establecidos en las SSCC 0561/2010-R y 1091/2006-R, que
aplican el entendimiento establecido en la SC 1846/2004-R, conforme se
puede comprobar de la glosa realizada en el Fundamento Jurídico III.2 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que para la regulación
de los honorarios profesionales realiza una distinción entre el honorario
fijo y el porcentaje de la cuantía y la oportunidad en que los mismos
deben ser cancelados; así, en cuanto a la regulación y el pago del
honorario fijo al causídico, corresponderá en todos los casos en que se
concluya el proceso, en la etapa correspondiente, en mérito al trabajo
profesional desarrollado y el cobro de su parte podrá hacerlo de forma
inmediata; en cambio, el porcentaje sobre la cuantía, partiendo de la
interpretación del valor justicia proclamado por nuestra Constitución
Política del Estado, debe ser cobrado cuando se haya logrado la
recuperación efectiva de los daños y perjuicios, correspondiendo sólo en
ese caso y si se logra la reparación de los daños y perjuicios en forma
total, la orden de pago del porcentaje sobre la cuantía; pero si la
recuperación es parcial, el porcentaje será cobrado solo sobre el monto
16
recuperado; o un cobro del porcentaje sin tomar en cuenta lo señalado,
vulneraría el principio de proporcionalidad y el valor justicia.

En el caso que se examina, el Auto de 7 de octubre de 2016, reguló el


honorario fijo en la suma de Bs15 000.-, realizando al efecto un análisis de
la naturaleza y complejidad del asunto, eficacia, calidad y extensión del
trabajo, refiriéndose a la labor que desplegó la accionante, hasta la
emisión de la sentencia, aplicando los valores de justicia, dignidad y los
principios de equidad y razonabilidad; decisión confirmada por el Auto de
Vista de 24 de julio de 2017, con los mismos argumentos. Cabe aclarar
que dicho monto está por encima de los Bs1000.- de honorario fijo que
establecía el Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio
Departamental de Abogados de Cochabamba, homologado el 20 de abril
de 1995, para los procesos civiles ordinarios.

En cuanto al porcentaje de la cuantía, las Resoluciones impugnadas


tuvieron en cuenta lo señalado por la SC 1846/2004-R reiterada en la
SC 1091/2006-R indicando que el mismo podía ser cobrado cuando se
haya logrado la recuperación efectiva de los daños y perjuicios; señalando
el Auto de Vista que en el caso, no se logró esa recuperación y que la
abogada patrocinante, ya no intervino en la fase de la ejecución; por lo
que, no existe posibilidad de que la misma cobre el porcentaje de la
cuantía y por lo mismo, tampoco es posible que se modifique el fondo de
lo resuelto, ratificándose con ello la falta de relevancia constitucional del
defecto advertido; razón por la cual, no corresponde conceder la tutela
solicitada.

CORRESPONDE A LA SCP 0834/2018-S2 (viene de la pág. 16).

En consecuencia, la Jueza de garantías al denegar la tutela impetrada, aunque


con otros fundamentos, obró de forma correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confieren la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: CONFIRMAR
la Resolución 04/2018 de 14 de junio, cursante de fs. 97 a 104 vta., pronunciada
por la Jueza Pública Civil y Comercial Vigésima Quinta de la Capital del
Departamento de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada
conforme a los fundamentos jurídicos desarrollados en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

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Al no existir consenso en la Sala dentro del presente caso, dirime el Dr. Petronilo
Flores Condori, Presidente; siendo de Voto Disidente el Magistrado MSc. Carlos
Alberto Calderón Medrano.

Fdo. Dr. Petronilo Flores Condori


MAGISTRADO

Fdo. MSc. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo


MAGISTRADA

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