SC Pago de Honorarios
SC Pago de Honorarios
SC Pago de Honorarios
SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Julia Elizabeth Cornejo Gallardo
Acción de amparo constitucional
Expediente: 24446-2018-49-AAC
Departamento: Cochabamba
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profesionales, tomando en cuenta que fue abogada y apoderada del tercero
interesado, al haber iniciado la demanda e incluso realizó algunos actuados en la
etapa de ejecución de sentencia. Al respecto mediante Auto de 14 de abril de 2009,
el Juez de la causa, determinó textualmente lo siguiente: “Se regula el honorario de
Abogado de Norah Vásquez de Montoya en la suma de Bs.- 1.000.- (Un mil 00/100
bolivianos) (monto fijo), que deberá pagar Germán Julio Alfredo Rivero Benavides
en tercero día de su notificación. Y en el 15% del valor del inmueble motivo de litis
que ahora se encuentra registrado a nombre del demandante, el cual para su
efectivización previamente deberá acreditarse el valor comercial del mismo. Además
del 25% sobre dicho monto en su calidad de apoderada…” (sic). En ese orden de
cosas mediante memorial de 20 de abril de 2009, el demandante, apeló la
Resolución aludida.
Conforme a ello, las autoridades demandadas señalan que no existe una norma
expresa sobre el régimen de la fijación de honorarios profesionales; en
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consecuencia, de manera arbitraria aplican cuatro criterios o pautas interpretativas
para determinar sus honorarios, aplicando el régimen legal y jurisprudencial
establecido con posterioridad al 29 de abril de 2009, para determinar de manera
retroactiva los honorarios vigentes al 28 de mayo de 2004.
I.1.3. Petitorio
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la autoridad judicial aplicó retroactivamente la Ley del Ejercicio de la Abogacía -
Ley 387 de 9 de julio de 2013-, que no estaba vigente al momento de presentar la
demanda ni al dictarse la sentencia; lo cual constituye una violación a la garantía
de irretroactividad de la norma reconocida constitucionalmente y que a la fecha
tiene dos excepciones, en materia penal y laboral; e) La forma de proceder de la
autoridad judicial que fijo los honorarios profesionales en Bs15 000.-, es correcta
a los procesos posteriores al 2013; puesto que, no hay normativa y ante la
ausencia de esta, los jueces y tribunales establecieron subreglas hasta que una
Resolución Ministerial pueda fijar de manera coherente los honorarios
profesionales; no obstante la aplicación de éstas, lesionaron su derecho; f) Las
autoridades demandadas explicaron cuál fue el móvil para haber aplicado
retroactivamente las reglas jurisprudenciales, indicando que fue para precautelar
los derechos del demandante, al respecto debemos ser claros en señalar que éste
al momento de acudir al despacho de la accionante era plenamente consciente del
honorario profesional mínimo y si se le cobraba menos, existía la posibilidad que
el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados inicie un proceso disciplinario; y, g)
Respecto al honorario originalmente fijado, mismo que ascendía al monto de
$us40 000.- (cuarenta mil dólares estadounidenses); dicho monto ya se
encontraba presupuestado en el proyecto de vida de la demandante de tutela, en
razón que era algo tangible, de ningún modo constituía un monto especulativo o
expectaticio, era algo concreto y consolidado en virtud de la Sentencia que
declaró probada la demanda; por consiguiente ,no se está lesionando los
derechos de Germán Julio Alfredo Rivero Benavides, puesto que, no se ordenó
que pague una suma por encima del arancel o un monto que él no haya previsto;
por tal motivo se solicita la aplicación de la normativa legal vigente y el
cumplimiento de los principios de legalidad y de ultractividad de la norma.
Elisa Sánchez Mamani y Silvia Clara Zurita Aguilar, Vocales de la Sala Mixta, Civil y
Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, por Informe cursante de fs. 89 a 91, manifestaron lo siguiente: 1)
El Tribunal Constitucional Plurinacional señaló a través de la SC 0854/2010-R de
10 de agosto, que el juez o tribunal de garantías antes de admitir la acción de
amparo constitucional debe observar ciertos requisitos, entre los que se
encuentran, una exposición adecuada, precisa y fundamentada, indicando los
criterios de interpretación que no fueron cumplidos o fueron desconocidos por el
juez o tribunal que realizó la interpretación de la norma en el caso concreto; es
decir, porque resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente, ilógica
o con error evidente, identificando en su caso las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el Órgano Judicial o administrativo; exponer principios
fundamentales o valores supremos que no fueron tomados en cuenta, señalar los
derechos fundamentales lesionados con la interpretación errónea estableciendo a
que resultado se hubiera llegado con una correcta interpretación; contenido que
no se encuentra presente en esta acción de tutela; 2) La jurisdicción
constitucional dada su naturaleza y fines, está impedida de revisar y sustituir a la
ordinaria y a la interpretación de la legalidad ordinaria, tarea que no puede ser
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perturbada mediante la utilización de acciones constitucionales; 3) El Auto de
Vista de 24 de julio de 2017, fue emitido en observancia de las normas
pertinentes y conforme a los postulados del nuevo Estado Social Constitucional de
Derecho, en la que prevalece la averiguación de la verdad material y la aplicación
de los principios y valores constitucionales; 4) La impetrante de tutela omite
hacer una descripción de los antecedentes que informan al proceso, señalando
qué actuados realizó y qué resultados favorables se hubieran obtenido,
impidiendo que la Jueza de garantías tenga total conocimiento de lo actuado en el
proceso civil que dio origen a la presente acción tutelar; 5) Se debe tomar en
cuenta el entendimiento asumido en el Auto de Vista de 24 de julio de 2017, que
confirmó los honorarios profesionales en la suma de Bs15 000.-; determinación
que se tomó en consideración a los servicios prestados por la abogada
patrocinante; quien debió actuar en el marco de la equidad, equilibrio y
razonabilidad al momento de exigir el pago de honorarios profesionales, no siendo
viable su pretensión al ser lesiva a los intereses del demandante; 6) Es necesario
señalar que la causal de nulidad referida en la demanda, fue la prevista en el
art. 549.2 del Código Civil (CC); sin embargo, la sentencia declaró probada la
demanda en base a una causal distinta, lo cual no fue mencionado por la
accionante; quien se limitó a señalar que su trabajo fue desmerecido; y, 7) En
cuanto al hecho de haberse aplicado jurisprudencia que no estaba vigente al
momento de acogerse al arancel mínimo de ese entonces, dicho argumento no
resulta válido; toda vez que, el Tribunal Constitucional Plurinacional refiriéndose a
la denominada jurisprudencia prospectiva señaló que “…un precedente vinculante
no pude afectar las situaciones jurídicas que ya gozan de protección de la cosa
juzgada, menos puede impedir la ejecución de sentencias firmes, ni alterar lo
ejecutado jurisdiccionalmente; resultando así, necesaria la aplicación de la eficacia
prospectiva de la jurisprudencia constitucional o conocida también como
prospective overruling…” (sic); en este caso al momento de aplicar la
jurisprudencia constitucional en relación a los honorarios profesionales no existía
ninguna resolución que tenga calidad de cosa juzgada, menos aún se impidió la
ejecución de una firme o se alteró algo ya ejecutado; por consiguiente, la
jurisprudencia aplicada resulta totalmente válida y de aplicación al presente caso;
por tales motivos solicitan se deniegue la tutela impetrada.
Germán Julio Alfredo Rivero Benavides, Julio Roberto Benavides García y José
Ricardo Benavides García, no presentaron informe alguno ni asistieron a la
audiencia de la acción tutelar, pese a su legal notificación cursante de fs. 52 y 82.
I.2.4. Resolución
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La Jueza Pública Civil y Comercial Vigésima Quinta de la Capital del departamento
de Cochabamba; constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 04/2018
de 14 de junio, cursante de fs. 97 a 104 vta., denegó la tutela solicitada
conforme a lo siguiente: i) Se tiene que considerar que la línea jurisprudencial
respecto a la regulación de honorarios profesionales establece que debe tomar en
cuenta el monto del asunto o proceso si fuere susceptible de apreciación
pecuniaria, la naturaleza y complejidad del asunto o proceso, el resultado que se
hubiera obtenido, la calidad , eficacia y extensión del trabajo; la trascendencia
jurídica, moral y económica que tuviera el asunto o proceso para casos futuros,
para el cliente y para la situación económica de las partes; ya fue encausada
desde que se encontraba en vigencia el Arancel Mínimo de Honorarios
Profesionales del Colegio Departamental de Abogados; ii) El Decreto Supremo
(DS) 100 de 29 de abril de 2009, abrogó el DS 11782 de 12 de septiembre de
1974, el Decreto Ley 16793 de 19 de julio de 1979, denominado Ley de la
Abogacía; el DS 26084 de 23 de febrero de 2001 y el DS 29783 de 12 de
noviembre de 2008; en ese sentido habiendo quedado sin efecto el referido
Arancel, se entiende que en la actualidad existe un vacío normativo para la
regulación de honorarios de los abogados, consolidado por la ausencia de
aprobación de un arancel por parte del Ministerio de Justicia; iii) Ante
dicho vacío, la jurisprudencia suplió la omisión de un arancel profesional,
ponderando los principios y valores constitucionales para la regulación de los
mismos, aplicando los valores de justicia, dignidad y los principios de equidad y
razonabilidad, los cuales son de aplicación directa y vinculante, iv) Con relación a
la vulneración del debido proceso, la aplicación objetiva de la ley y la
irretroactividad de la norma legal referida en la acción tutelar, se tiene que la
eficacia prospectiva de la jurisprudencia constitucional refiere que el cambio de un
precedente vinculante es aplicable en lo sucesivo conforme a los criterios
asumidos en el nuevo fallo; por consiguiente, la aplicación de la jurisprudencia
constitucional efectuada por las autoridades demandadas al momento de resolver
el caso en cuestión es correcta y de aplicación retroactiva; v) Si pretendiere
referir que la norma actualmente vigente no tiene eficacia plena, corresponde
someterla a un control de constitucionalidad por los mecanismos
correspondientes, a fin de que la misma no quede en meras proposiciones
declarativas y puedan constituirse en verdaderas normas jurídicas; vi) Los
principios empleados en el Auto de Vista que motivó la presente acción de amparo
constitucional, entre ellos el de razonabilidad tiene la finalidad de preservar el
valor justicia y se fundamenta en el art. 9.4 de la CPE; así mismo, la aplicación de
éstos por más que sea a través de precedentes jurisprudenciales retroactivos, no
responde a criterios diferentes al régimen jurídico vigente al momento en que
fueron acordados los honorarios profesionales; y, vii) En cuanto a la
vulneración del derecho a la dignidad y una vejez digna, emergente de una
remuneración justa y que afecta a la jubilación de la accionante, se tiene que la
relación cliente-abogado no genera una dependencia que permita exigir el
beneficio de la jubilación; de la misma forma la Resolución impugnada no
trasciende en la intensión de una lesión del derecho a la dignidad de la persona
como ser humano, mujer, o en su caso se dirija a afectar la integridad moral de la
profesional o el derecho a su vejez digna; en razón a que no se constata
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perturbación o amenaza de vulneración de los citados derechos, tampoco se
advierte actos discriminatorios que denigren o humillen a la profesional abogada.
II. CONCLUSIONES
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II.5. El 14 de abril de 2009, el Juez de Partido Mixto Liquidador y de Sentencia
Primero de Sacaba del departamento de Cochabamba, reguló los
honorarios profesionales de la accionante en la suma de Bs1000.- (un mil
bolivianos), más el pago del 15% del valor del inmueble motivo de la Litis,
además del 25% sobre dicho monto en su calidad de apoderada (fs. 1280
y vta. del anexo).
II.6. Mediante Auto de Vista de 29 de octubre de 2010, los Vocales de Sala Civil
Segunda de la entonces Corte Superior -ahora Tribunal Departamental- de
Justicia de Cochabamba revocaron los Autos apelados de “febrero de
2009” y de 14 de abril de igual año, disponiendo lo siguiente: 1) Respecto
a la cuantificación de daños y perjuicios, deberá ser el a quo quien emita
resolución de acuerdo a las pruebas aportadas por las partes; y, 2) Una
vez resuelto dicho aspecto, el Juez deberá disponer que la demandante de
tutela preste el juramento previsto en el “art. 80 de la Ley de la Abogacía”
y luego recién procederá a regular el honorario profesional (fs. 1282 a
1283 del anexo).
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2017, fijaron un honorario profesional apartándose del establecido el 28 de mayo
de 2004 en observancia del Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del
Colegio Departamental de Abogados de Cochabamba; aplicando un régimen legal y
jurisprudencial establecido con posterioridad al 29 de abril de 2009; por lo que,
pide se conceda la tutela y en consecuencia se ordene: i) La nulidad del Auto de
7 de octubre de 2016 y del Auto de Vista de 24 de julio de 2017; ii) Emitir nuevas
resoluciones que regulen los honorarios profesionales de la impetrante de tutela,
como abogada y apoderada, conforme al arancel mínimo del Colegio de
Abogados; y, iii) Se determine la existencia de responsabilidades y se proceda a
la calificación de daños y perjuicios.
Sin embargo, debe hacerse una distinción entre el honorario fijo y el porcentaje de
la cuantía establecidos en el Arancel, conforme a lo siguiente: 1. la regulación y el
pago del honorario fijo al causídico corresponderá en todos los casos en que
concluya el proceso penal, en la etapa correspondiente, en mérito al trabajo
profesional desarrollado y el cobro de su parte podrá hacerlo de forma inmediata;
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2. en cambio, el 10% sobre la cuantía, partiendo de la interpretación del valor
justicia proclamado por nuestra Constitución, debe ser cobrado cuando se haya
logrado la recuperación efectiva de los daños y perjuicios, correspondiendo sólo en
ese caso y si se logra la reparación de los daños y perjuicios en forma total, la
orden de pago del 10% sobre la cuantía, pero si la recuperación es parcial, el 10%
será cobrado sólo sobre el monto realmente recuperado; un cobro del porcentaje
sin tomar en cuenta el aspecto antes anotado, rompería todo principio de
proporcionalidad que es ínsito al valor justicia, consagrado en el art. 2 de la CPE.
La interpretación precedente toma en cuenta también el ejercicio de la Abogacía
es una función social al servicio del Derecho y la justicia, como prevé el art. 1 de
la LA; interpretación que no desconoce el derecho al honorario profesional, sino un
equilibrio en la relación entre cliente y abogado.
Pues, como se precisó anteriormente, una interpretación contraria, vulneraría, por
un lado, la dignidad de la persona, por cuanto el cliente, sometido a cobros
desproporcionados por los servicios profesionales prestados, se convertiría en un
medio para la consecución de ventajas económicas; por otro, el principio de
razonabilidad, toda vez que la regulación de honorarios en forma
desproporcionada, sin atender a la relación entre el trabajo desplegado y los
resultados obtenidos, determinaría que el cliente se vea obligado a cancelar el
porcentaje de la cuantía sin haber recuperado el monto de los daños y
perjuicios. Ambos aspectos, importan violación al valor superior justicia que
informa el derecho positivo, que en su dimensión orientadora determina que sean
ilegítimos aquellos actos que obstaculicen la consecución del valor justicia, y en su
dimensión crítica, permite al órgano jurisdiccional, más aún constitucional,
establecer si las resoluciones o actos impugnados están conformes con este valor
constitucional.
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homologado por Sala Plena de la entonces Corte Superior -ahora Tribunal
Departamental- de Justicia mediante Auto de 20 de abril de 1995, vigente
en la gestión 2004 al 20 de abril de 2009; a la conclusión de un proceso
ordinario de hecho, el honorario fijo del Abogado correspondía al monto
de Bs1000.-, más el 15% sobre el monto del proceso.
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Resolviendo dicha apelación, los Vocales de Sala Mixta, Civil y Familiar,
Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, mediante Auto de Vista de 24 de julio de 2017, confirmaron
en todas sus partes la Resolución apelada, con los siguientes
fundamentos: a) En cuanto a la regulación de honorarios profesionales, el
Tribunal Constitucional emitió amplia jurisprudencia estableciendo
directrices que el Juez debe tomar en cuenta a tiempo de fijarlos, a fin de
evitar cobros desmedidos atendiendo a los valores supremos
constitucionales que reconoce nuestra Ley Fundamental; b) La SC
1034/2010-R de 23 de agosto, señaló que toda actividad laboral de los
abogados tiene que estar sujeta a una remuneración justa y equitativa,
tomando en cuenta el valor superior de la justicia y el principio de
razonabilidad; la misma sentencia establece que los jueces y las
autoridades al momento de fijar los honorarios, lo harán conforme a la
iguala profesional presentada y en defecto de esta, en el marco de la
equidad, equilibrio y razonabilidad; por su parte la SC
0436/2007-R de 4 de junio, dispuso que los honorarios profesionales
serán fijados tomando en cuenta el monto del asunto o proceso si fuere
susceptible de apreciación pecuniaria, la naturaleza y complejidad del
asunto o proceso, el resultado que se obtendrá, la calidad, eficacia y
extensión del trabajo; la trascendencia jurídica, moral y económica que
tuviera el asunto o proceso para casos futuros, para el cliente y para la
situación económica de las partes, parámetro que sirve para fijar un
honorario proporcional y racional al trabajo prestado; c) Respecto al pago
del porcentaje de la cuantía como parte de los honorarios, la
jurisprudencia constitucional a través de la “…SC 0561/2010-R de 12 de
julio…” (sic), indica que se debe hacer una distinción entre el honorario
fijo y el porcentaje de la cuantía establecido en el arancel conforme a lo
siguiente: La regulación y el pago del honorario fijo al causídico
corresponde en todo los casos en los que se concluya el proceso, en la
etapa correspondiente, en mérito al trabajo profesional desarrollado y el
cobro de su parte podrá hacerlo de manera inmediata; en cambio sobre la
cuantía, partiendo de la interpretación del valor justicia proclamado por
nuestra Constitución Política del Estado, debe ser cobrado cuando se haya
logrado la recuperación efectiva de los daños y perjuicios en forma total, y
si la recuperación es parcial, el porcentaje será cobrado por el monto
recuperado; de lo que se tiene, que el cobro del porcentaje sin tomar en
cuenta los aspectos anotados rompería el principio de proporcionalidad;
d) En base a la jurisprudencia señalada y conforme a los argumentos
expresados, se establece que el Juez a quo realizó una correcta
interpretación de los antecedentes, aplicando la jurisprudencia
constitucional referente a la regulación de honorarios profesionales; en
razón a que, estableció que la impetrante de tutela presentó una demanda
de nulidad de venta logrando que se emita una sentencia favorable a su
cliente; empero, no gracias a la pericia ni diligencia de la misma sino a la
aplicación del principio iura novit curia del juzgador; hasta la fecha no
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existe resultado favorable material que se deba a la intervención de la
abogada apoderada; siendo que no existía una cuantía objetivamente
comprobada, si bien se señaló la suma de $us100 000.- ese precio es
nominal, no existiendo prueba alguna que corrobore de forma real y
objetiva aquello, correspondiendo regular los honorarios hasta el momento
de su patrocinio en función al trabajo desplegado; y que el DS 100
abrogó el DL 16793 denominado Ley de la Abogacía, derogó los arts. 9 y
10 del DS 26052; por lo que, no es aplicable el ordenamiento del Arancel
Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio Departamental de
Abogados de Cochabamba, debiendo aplicarse la justicia, la equidad y la
razonabilidad; e) La autoridad a quo emitió el Auto de 7 de octubre de
2016 considerando la naturaleza y complejidad del asunto, así como la
eficacia, calidad y extensión del trabajo, refiriendo la labor desplegada por
la abogada hasta la emisión de la sentencia; teniendo presente
igualmente, el resultado obtenido que se debió a la aplicación del principio
iura novit curia, debido que en antecedentes se observa que la causal de
nulidad demandada fue la establecida en el art. 549 inc. 2) del CC;
empero, la sentencia fue declarada probada en observancia de los incisos
3) y 4) de la misma disposición legal; f) Asimismo, consideró el resultado
obtenido, al tomar en cuenta que hasta el momento no existía uno
favorable y material, que se deba a la intervención de la abogada
apoderada, aspecto evidente en razón a que ejerció patrocinio hasta el
inicio de la etapa de ejecución, fijando en consecuencia un honorario
profesional de Bs15 000.-; suma que a criterio del Tribunal de alzada es
razonable y proporcional al trabajo desplegado; tomando en cuenta, que
de acuerdo al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales del Colegio
Departamental de Abogados de Cochabamba, para procesos ordinarios es
de Bs1000.-, más el 15% de la cuantía y en el presente caso, fue regulado
en una suma superior a la mencionada; g) En cuanto al porcentaje de la
cuantía, en observancia de la SC 1091/2006-R de 30 de octubre, el mismo
solo puede ser cobrado cuando se haya logrado la recuperación efectiva
de los daños y perjuicios en forma total; en este caso, además de no
haberse logrado aquello, la abogada no fue patrocinante en esta etapa;
por lo que, únicamente pueden aplicar los parámetros ya citados; y, h)
Respecto a los argumentos expresados como agravios en los puntos 1 y 2
del primer considerando, no pueden ser tomados en cuenta como tales,
debido a que constituyen alegatos que enfatizan el privilegio del cual goza
el pago de honorarios, aspecto que no fue desconocido por la autoridad
inferior; situación similar se observa del argumento expresado en el punto
3; que no constituye un agravio, sino por el contrario un alegato
equivocado, en razón que, conforme lo establece la jurisprudencia
constitucional son varios los parámetros que el juez debe tomar en cuenta
al momento de regular los honorarios profesionales.
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remuneración y a la vejez digna; toda vez que, establecieron que no
existía una norma expresa para la regulación de honorarios
profesionales; y, en consecuencia de manera arbitraria observaron
cuatro criterios o pautas interpretativas para determinarlos, aplicando
un régimen legal y jurisprudencial establecido con posterioridad al 29
de abril de 2009, para determinar de manera retroactiva los honorarios
vigentes el 28 de mayo de 2004.
POR TANTO
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Al no existir consenso en la Sala dentro del presente caso, dirime el Dr. Petronilo
Flores Condori, Presidente; siendo de Voto Disidente el Magistrado MSc. Carlos
Alberto Calderón Medrano.
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