Actividad 3 T1
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INGENIERÍA INDUSTRIAL
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1.-Los Mayas
En las ciudades mayas el centro de la ciudad era ocupado por complejos ceremoniales y
administrativos, rodeado por una irregular expansión de barrios residenciales. A menudo las
diferentes partes de una ciudad eran conectadas por calzadas. La arquitectura principal de la
ciudad se componía de: palacios, templos piramidales, juegos de pelota ceremoniales y
estructuras alineadas para la observación astronómica. La élite maya sabía leer y escribir y
desarrolló un complejo sistema de escritura glífica, una de las más avanzadas en América
precolombina. Los mayas grabaron su historia y conocimiento ritual en libros en forma de
biombo, de los que solo permanecieron tres ejemplares con incuestionable autenticidad, el
resto fue destruido por los conquistadores españoles. También existe un gran número de
ejemplos de inscripciones mayas en las estelas y la cerámica. Los mayas desarrollaron una
compleja serie de calendarios rituales entrelazados, emplearon la matemática y fueron uno
de los primeros pueblos en utilizar el cero explícito en el mundo. Los mayas practicaban
el sacrificio humano como parte de su religión.
Los otomíes del Valle del Mezquital se autodenominan hñähñü de hñä hablar y hñü, nariz;
es decir los que hablan la lengua nasal o los que hablan dos lenguas. El vocablo ñäñü, según
ciertos autores proviene de Otou, antepasado mítico, o bien se deriva del término othó que
significa pueblo sin residencia. A la llegada de los españoles los otomíes vieron la posibilidad
de liberarse del imperio azteca, razón por la cual muchos otomíes les dieron todo su apoyo a
los conquistadores. Quienes no quisieron hacerlo se retiraron hacia las montañas,
desplazamiento que se acentuó cuando brotó una epidemia de viruela. Durante el siglo XVII
la ocupación de sus tierras, seguida por el establecimiento de una misión, creó situaciones de
inestabilidad; con la colonización de las montañas ocupadas por los chichimecas, se pretendió
obligar a los nómadas a modificar su estilo de vida pasando de la cacería a la agricultura. Los
misioneros trataron de convencerlos en forma pacífica, al mismo tiempo que los inducían al
catolicismo. A cambio prometieron ayudarlos con la distribución periódica de artículos
básicos, lo cual cumplieron pocas veces. Durante el siglo XVIII muchos otomíes fueron
expulsados hacia zonas más áridas y marginales. El movimiento de Independencia no mejoró
en nada sus condiciónes económicas. Los latifundios fueron divididos en pequeñas
propiedades para los criollos y mestizos, y los indios siguieron en calidad de peones. La
producción minera del estado de Hidalgo entró en crisis y muchos trabajadores emigraron a
la Huasteca y Mineral del Monte, por lo que se registró un descenso de la población
masculina. Durante los años más difíciles de la guerra, muchos otomíes fueron concentrados
por la fuerza en Tulancingo. A pesar de todo, nunca perdieron su lengua, crearon sus propios
cantos, danzas, artesanías y su cosmovisión.
Las fiestas se enmarcan en el calendario religioso católico. Las fiestas patronales marcan el
momento más significativo para la comunidad, que se identifica con el santo patrono. Es
común que el santo le dé su nombre al pueblo, aunado a un mito que nos cuenta cómo fue
que llegó a la comunidad. También la protege y le procura buenas cosechas, pero a cambio
se le debe hacer una fiesta grande en su día, llevarle ofrendas y sacarlo en procesión para que
cargue de fuerza a la comunidad. Alrededor de la fiesta se organizan las mayordomías.
Los tres centros o tres corazones de su cultura destacan por la cerámica muy variada,
la escultura en piedra, y la arquitectura monumental de barro.'
En 1519 tuvo lugar una reunión entre 30 pueblos totonacas en la Ciudad de Cempoala. Ello
sellaría para siempre su futuro y el de todas las naciones mesoamericanas. Se trata de la
alianza que establecieron con el conquistador español Hernán Cortés para marchar juntos a
la conquista de Tenochtitlan. Los totonacas voluntariamente aportaron 1300 guerreros al
poder de Cortés,2 que por su parte, en ese momento se hacía acompañar de unos 500
españoles.3 Las razones de la alianza eran liberarse del yugo mexica. Una vez lograda la
derrota del imperio mexica, los totonacas, incluidos los de Cempoala, quedaron al mando de
la Corona de Castilla, y a continuación evangelizados y en parte aculturizados por las
autoridades virreinales primero y mexicanas después.
Al parecer, los totonacas formaron parte del imperio de Tula y a partir de 1450 fueron
conquistados por los nahuas de la Triple Alianza y se unieron a las tropas. Actualmente,
habitan en 26 municipios
del norte del Estado de
Puebla y 14 municipios
del norte del Estado de
Veracruz, en México, y
conservan su idioma y
costumbres ancestrales.
Cuando llegaron los españoles, los apaches habían alcanzado el suroeste de lo que hoy es
Estados Unidos y norte de México en una migración de unos 500 años desde Canadá. Fue
una tribu poderosa y guerrera, en continua lucha tanto con los colonizadores de procedencia
europea como con otras tribus indias. La rendición de la tribu tuvo lugar en 1886, cuando los
chiricahuas fueron deportados a Florida y Alabama, donde estuvieron bajo confinamiento
militar. Siempre mostraron una gran fiereza como guerreros y mucha habilidad como
estrategas.
El término Diyi' se refiere a una o un grupo de fuerzas invisibles que se derivan de una serie
de animales, plantas, minerales, fenómenos meteorológicos y las criaturas mitológicas del
universo apache occidental existentes. Cualquiera de una variedad de fuerzas puede ganar y
un hombre puede hacerlo correctamente, puede ser utilizado para diversos fines.
Conclusión
Como resolución acerca de esta unidad podemos concluir que la identidad cultural es el
conjunto de manifestaciones socioculturales (creencias, tradiciones,
símbolos, costumbres y valores) que le provee a los individuos pertenecientes a
una comunidad un sentido de pertenencia y comunión con sus pares.
Dicho de otro modo, se trata de una forma de identificación colectiva, mediante la cual los
miembros de un determinado grupo social (entendidos como una cultura) se diferencian de
quienes no formen parte del mismo.
Todos poseemos una identidad cultural, que en gran parte está determinada por las
condiciones de nacimiento y por la cultura hegemónica (mayoritaria) recibida. Sin embargo,
también influyen los subgrupos a los que se pertenece dentro de su cultura.
Así, dentro de una cultura “oficial” (generalmente coincidente con la cultura o identidad
nacional), existen distintas subculturas o subgrupos que, a pesar de formar parte de la
mayoritaria, presentan rasgos diferentes.
Las identidades culturales, sin embargo, no son monolíticas o totales. Una persona puede ser
más o menos tradicional en su manera de entender y ejercer su identidad y su cultura, o puede
tender al multiculturalismo, o sea, a la convivencia más o menos armónica de elementos
provenientes de diferentes culturas humanas.
Conocemos acerca de miles de mexicanos salen del país en busca de una vida mejor, y
muchos de ellos no rechazan su identidad, ni su cultura y aún a la distancia siguen teniendo
lazos fuertes que los atan con México a donde sea que vayan, tal y como lo dijo Michael
Schmidt, mexicano galardonado con la Orden del Imperio Británico, “…ahí donde estemos,
también estaremos en otro lugar; al mismo tiempo […] nos es difícil habitar por completo el
momento”.
Por lo que de manera personal, podría responder a la pregunta de quiénes somos los
mexicanos tal y como lo hizo Alfonso Caso cuando le preguntaron “¿Quién es un indio?” y
él dijo “un indio es el que se siente indio”, de igual manera, podríamos decir que la identidad
mexicana va más allá del lugar en el que naciste, los paisajes que forman tu cotidianidad,
cómo convive tu familia y la historia de tu comunidad, sino que podríamos decir que
mexicano es, el que se siente mexicano.
La identidad cultural puede ser muy relevante en el trato con los demás, especialmente
cuando ésta se construye en oposición a otros, o en resistencia a otros. Por otro lado, también
puede ser un aliado a la hora de experimentar la sociedad desde un punto de vista más abierto.
La identidad cultural forma parte de quien uno es y de la propia historia. Constituye un legado
importante que los migrantes llevan consigo y aportan a la sociedad que los recoge, tanto
como esta última les ofrece una nueva. Al final, como todas las identidades, la cultural es
porosa, móvil, no necesariamente estricta.
Referencias
http://sic.gob.mx/ficha.php?table=grupo_etnico&table_id=2
http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080065455/1080065455_05.pdf
López de Gómara, Francisco (1552) Historia de la conquista de México cap. XLIV "El
encarescimiento que Olintlec hizo del poderío de Moteczuma"
Brugge, David M. (1968). Navajos in the Catholic Church Records of New Mexico 1694 -
1875. Window Rock, Arizona: Research Section, The Navajo Tribe.