Cultura Maya - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
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La cultura maya fue una civilización mesoamericana que se desarrolló principalment e en México
(en los est ados de Yucat án, Campeche, Quint ana Roo, Chiapas y Tabasco), en Guat emala, Belice y
la part e occident al de Honduras y El Salvador, abarcando más de 300 000 km².[1] Dest acó a lo
largo de más de dos milenios en numerosos aspect os sociocult urales como su escrit ura, uno de
los pocos sist emas de escrit ura plenament e desarrollados del cont inent e americano
precolombino, su art e, la arquit ect ura, su mit ología y sus not ables sist emas de numeración, así
como en ast ronomía y mat emát icas.
Cultura maya
Información histórica
Información geográfica
El Salvador
Información antropológica
Asentamientos importantes
• Chichén Itzá •
Yaxchilán •
Bonampak •
Calakmul •
Palenque •
Tenam Puente •
Toniná •
Becán •
Uxmal •
Cobá •
Tulum •
Comalcalco •
Mayapán •
Edzná •
El Mirador •
Tikal •
Piedras Negras •
Uaxactún •
Zaculeu •
Yaxhá •
Dos Pilas •
Naachtún •
Caracol •
Lamanai •
Altún Ha •
Xunantunich •
Cerros •
Copán •
El Puente •
Ciudad Blanca •
Joya de Cerén •
Casa Blanca •
Tazumal •
• • • • • • • • • • • • •
Durant e el periodo format ivo, ant es de 2000 a. C., se inició el desarrollo de la agricult ura y la
población se hizo sedent aria est ableciéndose en las primeras aldeas. En el período Preclásico
(c. 2000 a. C. hast a 250 d. C.) se desarrollaron las primeras sociedades complejas y se cult ivaron
los aliment os básicos de la diet a maya: el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Las primeras
ciudades mayas se desarrollaron en t orno a 750 a. C. Alrededor de 500 a. C. est as ciudades
poseían una arquit ect ura monument al, incluyendo grandes t emplos con fachadas de est uco. La
escrit ura glífica se ut ilizó desde el siglo iii a. C. En el preclásico t ardío se desarrollaron grandes
ciudades en la Cuenca del Pet én, y Kaminaljuyú alcanzó prominencia en el alt iplano
guat emalt eco. Desde alrededor de 250 d. C., el período clásico se define en gran medida por el
levant amient o de monument os esculpidos empleando las fechas de Cuent a Larga. En est e
período se desarrolló un gran número de ciudades-Est ado vinculadas ent re sí por una compleja
red de comercio. En las t ierras bajas mayas surgieron dos grandes poderes rivales, Tikal y
Calakmul. Se vio t ambién la int ervención ext ranjera en la polít ica dinást ica maya de la ciudad de
Teot ihuacan del cent ro de México. En el siglo ix, se produjo un colapso polít ico general en la
región cent ral maya, que originó guerras int ernas, el abandono de las ciudades, y un
desplazamient o poblacional hacia el nort e. Durant e el período Posclásico surgió Chichén It zá en
el nort e, y se produjo la expansión del reino quiché en el alt iplano de Guat emala. En el siglo xvi el
Imperio español conquist ó la región mesoamericana, y t ras una larga serie de campañas milit ares
la últ ima ciudad maya cayó en 1697.
El poder polít ico durant e el periodo clásico se cent ró en el concept o del «rey divino», que
act uaba como mediador ent re los mort ales y el ámbit o sobrenat ural. La monarquía era
usualment e heredit aria y pat rilineal, y el poder pasaba al hijo mayor, aunque en más de un caso
mujeres ost ent aron el poder como regent es de sus hijos menores de edad o por derecho propio.
La polít ica maya est aba dominada por un sist ema de pat rocinio, aunque la exact a composición
polít ica de un reino variaba de una ciudad-Est ado a ot ra. Generalment e cada aldea t enía un líder
t ribal, que respondía a un señor regional (Ajaw) superedit ado por un señor divino (Kuhul Ajaw) y en
algunos casos como el de Tikal, había un gobernant e superior (rey de reyes) denominado
Kalomt é. Hacia el Clásico Tardío, la arist ocracia había aument ado considerablement e y se había
reducido el poder exclusivo del rey divino.
La civilización maya desarrolló formas de art e sofist icadas ut ilizando t ant o mat eriales
perecederos como durables, incluyendo madera, jade, obsidiana, cerámica, monument os de piedra
t allada, est ucos y murales finament e pint ados.
En las ciudades mayas el cent ro de la ciudad era ocupado por complejos ceremoniales y
administ rat ivos, rodeado por una irregular expansión de barrios residenciales. A menudo las
diferent es part es de una ciudad eran conect adas por calzadas. La arquit ect ura principal de la
ciudad se componía de palacios, t emplos piramidales, juegos de pelot a ceremoniales, y
est ruct uras alineadas para la observación ast ronómica. La élit e maya sabía leer y escribir, y
desarrolló un complejo sist ema de escrit ura glífica, una de las más avanzadas en América
precolombina. Los mayas grabaron su hist oria y conocimient o rit ual en libros en forma de biombo,
de los que solo permanecieron t res ejemplares con incuest ionable aut ent icidad, el rest o fue
dest ruido por los conquist adores españoles. También exist e un gran número de ejemplos de
inscripciones mayas en las est elas y la cerámica. Los mayas desarrollaron una compleja serie de
calendarios rit uales ent relazados, emplearon la mat emát ica y fueron uno de los primeros pueblos
en ut ilizar el cero explícit o en el mundo. Los mayas pract icaban el sacrificio humano como part e
de su religión.
Mesoamérica
La región maya en Mesoamérica.
Se desarrolló dent ro del área cult ural mesoamericana, una región que se ext iende del cent ro de
México hacia el sur en América Cent ral.[2] Mesoamérica fue una de las seis cunas de la
civilización en el mundo.[3] El área mesoamericana dio origen a un desarrollo cult ural que incluía la
formación de sociedades complejas, la agricult ura, las ciudades, la arquit ect ura monument al, la
escrit ura y los sist emas calendáricos.[4] El conjunt o de rasgos compart idos por las cult uras
mesoamericanas t ambién incluyó conocimient os ast ronómicos, el sacrificio de sangre, el
sacrificio humano, y una cosmovisión que ve el mundo como est ruct urado en cuat ro divisiones
alineadas con los punt os cardinales, cada una con diferent es at ribut os, así como una división
vert ical del mundo en el reino celest ial, la t ierra y el inframundo.
Por el año 6000 a. C., los primeros habit ant es de Mesoamérica est aban experiment ando con la
domest icación de las plant as, un proceso que dio lugar a la creación de sociedades agrícolas
sedent arias.[5] Aunque la diversidad climát ica permit ió una amplia variación en los cult ivos
disponibles, en t odas las regiones de Mesoamérica se cult ivaron los cult ivos de base, siendo el
maíz, frijoles y calabazas.[6] Todas las cult uras mesoamericanas ut ilizaron la t ecnología de la
Edad de Piedra; después de 1000 d. C. se t rabajó t ambién el cobre, la plat a y el oro. Mesoamérica
carecía de animales de t iro, no ut ilizaba la rueda, y poseía pocos animales domést icos; el principal
medio de t ransport e era a pie o en canoa.[7] Los mesoamericanos vieron el mundo como host il y
regido por deidades impredecibles. El juego rit ual de pelot a mesoamericano fue ampliament e
pract icado.[8] Mesoamérica t iene una gran diversidad lingüíst ica, aunque la mayoría de idiomas
pert enece a un pequeño número de familias lingüíst icas —las principales familias lingüíst icas son
las lenguas mayenses, mixezoqueanas, ot omangues y ut o-azt ecas—; t ambién exist e un número
de familias lingüíst icas más pequeñas y aisladas. El área lingüíst ica mesoamericana compart e una
serie de caract eríst icas import ant es, incluyendo el uso generalizado de palabras compart idas, y
un sist ema numérico vigesimal.[9]
El t errit orio de los mayas cubrió un t ercio de la ext ensión t ot al de Mesoamérica,[10] y los mayas
mant uvieron una relación dinámica con las cult uras vecinas, incluyendo los olmecas, los mixt ecos,
los de Teot ihuacan, los azt ecas, y ot ros.[11] Durant e el periodo Clásico Temprano, las ciudades
mayas de Tikal y Kaminaljuyú fueron focos claves en una red que se ext endía más allá del área
maya, en el alt iplano del cent ro de México.[12] En est a misma época hubo una fuert e presencia
maya en el recint o de Tet it la en Teot ihuacán.[13] Siglos más t arde, en el siglo ix, los murales en
Cacaxt la, ot ro sit io en el alt iplano del cent ro de México, t ambién fueron pint ados en est ilo
maya.[14] Est o puede haber sido un esfuerzo por alinearse con la aún poderosa región maya, t ras
el colapso de Teot ihuacan y la consiguient e fragment ación polít ica en las t ierras alt as de
México,[15] o un int ent o de expresar algún origen maya lejano por part e de los habit ant es.[16] La
ciudad maya de Chichén It zá y la lejana capit al t olt eca de Tollan mant uvieron vínculos
est rechos.[17]
Ubicación geográfica
La civilización maya ocupó un ext enso t errit orio que incluía el surest e de México y el nort e de
América Cent ral; abarcó t oda la península de Yucat án, la t ot alidad de Guat emala y Belice, así
como la porción occident al de Honduras y El Salvador.[18] La mayor part e de la península se
compone de una vast a planicie con pocas colinas o mont añas y una zona cost era generalment e
baja.[19]
La región del Pet én se compone de una llanura baja de piedra caliza, cubiert a de bosque;[20] una
serie de cat orce lagos at raviesa la cuenca de drenaje cent ral del Pet én.[21] En el sur, la llanura
sube gradualment e hacia el alt iplano de Guat emala.[22] Una selva densa cubre el nort e de Pet én
y Belice, la mayor part e de Quint ana Roo, el sur de Campeche y una part e del sur del est ado de
Yucat án. Más hacia el nort e, la veget ación se conviert e en bosque bajo compuest o de mat orrales
densos.[23]
La zona del lit oral de Soconusco se encuent ra al sur de la sierra Madre de Chiapas,[24] y se
compone de una est recha llanura cost era y las est ribaciones de la sierra Madre.[25] El alt iplano
maya se ext iende desde el est e de Chiapas hast a en Guat emala, y alcanza su máxima alt it ud en
la sierra de los Cuchumat anes. Los principales cent ros de población precolombino del alt iplano
se encuent ran en los valles mayores, como el valle de Guat emala y Quet zalt enango en el
alt iplano del sur, dominado por un cint urón de conos volcánicos que corre paralela a la cost a del
Pacífico. El alt iplano se ext iende hacia el nort e en Verapaz, y desciende gradualment e hacia el
est e.[26]
Historia
Antecedentes
La hist oria de la civilización maya se divide en t res períodos principales: el Preclásico, Clásico y
Posclásico;[27] est os fueron precedidos por el Período Arcaico, en el que se est ablecieron los
primeros asent amient os humanos y se dio inicio al desarrollo de la agricult ura.[28] Los est udios
modernos consideran est os períodos como divisiones arbit rarias de la cronología maya, en lugar
de ser indicat ivo de la evolución cult ural de los mayas o de su decadencia.[29] Dependiendo del
aut or, las definiciones de las fechas de inicio y fin de los periodos pueden variar hast a un siglo.[30]
Cronología maya[31]
Período División Fechas
Arcaico 8000-2000 a. C.[32]
Dzibilchaltú
n
El Bellote El Mirador
Aguada
Fénix Nakbé
Chiapa de
Tonalá Corzo
Los mayas desarrollaron su primera civilización en el período Preclásico.[34] La ocupación maya
de Aguada Fénix en México ha sido fechada en el 1,000 a. C. colocándola como la ciudad maya
más ant igua, y marca el paso de la civilización maya del nomadismo a un est ilo de vida sedent ario,
y el inicio de la const rucción de las ciudades-est ado mayas,[35] Ceibal en Guat emala dat a del
950 a. C. y Cuello, Belice ha sido fechada alrededor de 900 a. C.[36]
Los asent amient os se est ablecieron alrededor de 800 a. C. en la región del Soconusco en la
cost a del Pacífico, y los mayas ya cult ivaban cult ivos básicos como maíz, frijol, calabaza y
chile.[37] Est e período se caract erizó por la exist encia de comunidades sedent arias y la
int roducción de la cerámica y figurillas de barro cocido.[38]
Durant e el Preclásico Medio, los pequeños asent amient os comenzaron a crecer y se convirt ieron
en ciudades.[39] Nakbé, ubicado en el depart ament o de Pet én, Guat emala, fue la ciudad más
ant igua document ada en las t ierras bajas maya.[40] Las est ruct uras arquit ect ónicas más grandes
de Nakbé han sido dat ados en t orno a 750 a. C.[39] Las t ierras bajas del nort e de Yucat án fueron
ampliament e pobladas hacia el Preclásico Medio.[41] Alrededor de 400 a. C., los primeros
gobernant es mayas levant aban est elas.[42] Una escrit ura desarrollada ya est aba siendo ut ilizado
en el Pet én hacia el siglo iii a. C.[43] En el Preclásico Tardío, la enorme ciudad de El Mirador creció
hast a alcanzar un ext ensión de aproximadament e 16 km².[44] Aunque no t an grande como El
Mirador, Tikal ya era una ciudad import ant e en t orno a 350 a. C.[45]
En las t ierras alt as, Kaminaljuyú emergió como uno de los principales cent ros del Preclásico
Tardío.[46] Takalik Abaj y Chocolá eran dos de las ciudades más import ant es de la llanura cost era
del Pacífico,[47] y Komchén creció hast a convert irse en un sit io import ant e en el nort e de
Yucat án.[48] El florecimient o cult ural del Preclásico Tardío experiment ó un colapso en el
siglo i d. C., y muchas de las grandes ciudades mayas de est a época fueron abandonados; se
desconoce la causa de est e colapso.[49]
La estela D de Quiriguá tiene una representación del rey K'ak' Tiliw Chan
Yopaat.[50]
El período Clásico se define en gran medida como el período en que los mayas de las t ierras bajas
levant aron monument os fechados, ut ilizando el calendario de la Cuent a larga.[51] Est e período
marcó el apogeo de la const rucción a gran escala y del urbanismo, la realización de inscripciones
monument ales, y most ró un desarrollo int elect ual y art íst ico significat ivo, sobre t odo en las
t ierras bajas del sur.[51] El panorama polít ico del período Clásico maya, caract erizado por
múlt iples ciudades-Est ado involucradas en una compleja red de alianzas y enemist ades, ha sido
comparado con el de It alia durant e el Renacimient o o Grecia clásica.[52] Las ciudades mayores
t enían una población de 50 000 a 120 000 habit ant es y est aban conect adas por redes de
ciudades subsidiarias.[53]
Durant e el Clásico Temprano, las ciudades de la región maya fueron influenciadas por la gran
met rópoli de Teot ihuacan en el lejano Valle de México.[54] En el año 378, Teot ihuacan int ervino
decisivament e en Tikal y ot ras ciudades cercanas, impuso su gobernant e e inst aló una nueva
dinast ía que podía cont ar con su respaldo.[55] Est a int ervención fue dirigida por Siyaj K'ak'
(«Nacido del Fuego»), que llegó a Tikal a principios de 378 d. C. El ent onces rey de Tikal, Chak
Tok Ich'aak I, murió el mismo día, lo que sugiere una violent a t oma del poder.[56] Un año más
t arde, Siyaj K'ak' supervisó la inst alación de un nuevo rey, Yax Nuun Ayiin I.[57] La inst alación de la
nueva dinast ía dio lugar a un periodo de dominio polít ico en la que Tikal se convirt ió en la ciudad
más poderosa de las t ierras bajas cent rales.[57]
Calakmul fue una de las más importantes ciudades del período Clásico.
El gran rival de Tikal era Calakmul, ot ra poderosa ciudad en la cuenca del Pet én.[58] Tant o Tikal
como Calakmul desarrollaron ext ensos sist emas de aliados y vasallos; ciudades menores que
ent raron en una de est as redes, ganaron prest igio por su asociación con la ciudad de nivel superior
y mant uvieron relaciones pacíficas con los demás miembros de la misma red.[59] Tikal y Calakmul
dirigieron sus redes de aliados el uno cont ra el ot ro; en varios moment os durant e el periodo
Clásico, uno u ot ro de est os poderes ganaría una vict oria est rat égica sobre su gran rival, lo que
result ó en los respect ivos períodos de florecimient o y decadencia.[60]
En 629, B'alaj Chan K'awiil, hijo del rey K'inich Muwaan Jol II, fue enviado a fundar una nueva ciudad
en Dos Pilas, en la región del Pet exbat ún, al parecer como un puest o de avanzada para ext ender
el poder de Tikal fuera del alcance de Calakmul.[61] Durant e las siguient es dos décadas luchó
lealment e con su hermano y señor de Tikal. En 648 d. C., el rey Yuknoom Ch'een II de Calakmul
capt uró a Balaj Chan K’awiil. Yuknoom Ch'een II luego reinst aló a Balaj Chan K'awiil en el t rono de
Dos Pilas como su propio vasallo.[62] Desde ent onces sirvió como un aliado leal de Calakmul.[63]
Comalcalco fue una importante ciudad comercial del período Clásico, cuyos edificios fueron construidos con ladrillos.
En el surest e de la región maya, Copán era la ciudad más import ant e.[58] Su dinast ía del período
Clásico fue fundada en 426 por K'inich Yax K'uk' Mo'. El nuevo rey t enía vínculos fuert es con el
cent ro de Pet én y Teot ihuacan.[64] Copán alcanzó el apogeo de su desarrollo cult ural y art íst ico
durant e el gobierno de Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil, quien reinó desde 695 hast a 738.[65] Su reinado
t erminó de forma cat ast rófica cuando fue capt urado por su vasallo, el rey K'ak' Tiliw Chan Yopaat
de Quiriguá.[66] El rey capt urado de Copán fue llevado a Quiriguá donde fue decapit ado en un
rit ual público.[67] Es probable que est e golpe de Est ado fuese apoyado por Calakmul con el fin de
debilit ar a un poderoso aliado de Tikal.[68]
Palenque y Piedras Negras fueron las ciudades más poderosas de la cuenca del Usumacint a.[58]
En las t ierras alt as, Kaminaljuyú, en el valle de Guat emala, ya era una ciudad en expansión hacia
300 d. C.[69] En el nort e del área maya, la ciudad más import ant e era Cobá,[70] mient ras que en el
occident e, en la planicie t abasqueña, la ciudad más import ant e fue Comalcalco, fundada en el
700 a. C. y cuyos edificios fueron const ruidos de ladrillo cocido, pegados con una mezcla de
concha de ost ión cocida, ant e la carencia de piedras en la región.[71] Comalcalco fue un
import ant e cent ro comercial[72] y de cult ivo de cacao, cuya semilla era considerada como
moneda en la cult ura maya y en Mesoamérica, y que fue somet ida por Tort uguero en el 649 d. C.
después de una sangrient a guerra.[73]
Chichén Itzá era la ciudad más importante en el norte de la región maya. En vista se muestra el edificio del Caracol,
probablemente un observatorio astronómico, construido alrededor del año 900.
Durant e el siglo iv, el cent ro de la región maya experiment ó un gran colapso polít ico, marcado por
el abandono de las ciudades, el fin de las dinast ías y un desplazamient o del foco de act ividades
hacia el nort e.[54] No exist e una t eoría universalment e acept ada que explique est e colapso, pero
es probable que fuese el result ado de una combinación de causas, incluyendo la endémica guerra
int erna, la sobrepoblación que result ó en una grave degradación del medio ambient e y la
sequía.[74] Durant e est e período, conocido como el Clásico Terminal, las ciudades del nort e de
Chichén It zá y Uxmal most raron un increment o de act ividad.[54] Las principales ciudades en el
nort e de la Península de Yucat án cont inuaron siendo habit adas durant e mucho t iempo después
de que las ciudades de las t ierras bajas del sur dejaran de levant ar monument os.[75]
La organización social maya del periodo Clásico se basaba en la aut oridad rit ual del gobernant e,
en lugar de un cont rol cent ral del comercio y dist ribución de aliment os. Est e modelo de
gobernación no est aba bien est ruct urado para responder a cambios fundament ales, ya que la
libert ad de acción del gobernant e se limit aba a respuest as t radicionales. Los gobernant es
reaccionaron, en una forma cult uralment e delimit ada, con la int ensificación de act ividades t ales
como la const rucción, los rit uales y la guerra. Est o fue cont raproducent e y solo sirvió para
exacerbar los problemas sist émicos.[76] Est o dio como result ado el colapso de est e sist ema de
gobernación durant e los siglos ix y x. En el nort e de Yucat án, el reinado individual fue
reemplazado por un consejo de gobierno conformado a part ir de los linajes de la élit e. En el sur de
Yucat án y el cent ro de Pet én, por lo general, los reinos declinaron; en el occident e de Pet én y
algunas ot ras áreas, los cambios fueron cat ast róficos y dieron lugar a una rápida despoblación de
las ciudades.[77] Grandes ext ensiones de la zona maya cent ral quedaron casi abandonadas dent ro
de un par de generaciones.[78] Las ciudades más grandes t enían poblaciones de 50 000 a
120 000 habit ant es y est aban vinculadas a redes de sit ios subsidiarios. Por lo general, t ant o las
ciudades capit ales como sus cent ros secundarios fueron abandonados en un plazo de 50 a 100
años.[53] Una por una, muchas de las ot rora grandes ciudades dejaron de esculpir monument os
fechados y, finalment e, fueron abandonadas; la últ ima fecha de Cuent a Larga fue inscrit a en
Toniná en el año 909. Ya no se levant aron est elas, y ot ros ocupant es se inst alaron en los palacios
reales abandonados. Las rut as comerciales en Mesoamérica cambiaron y no incluyeron al
Pet én.[79]
Uxm al Cozum el
Bacalar
Potonchán Chactem al
Tayasal
Zaculeu era la capital posclásica del reino mam en las tierras altas de
Guatemala.[80]
Principales sitios arqueológicos
del período posclásico
Después del abandono de las principales ciudades del período Clásico, una significat iva, aunque
mucho más reducida, presencia maya permaneció en el periodo Posclásico, concent rándose
sobre t odo cerca de las fuent es de agua permanent es.[81] A diferencia de los ciclos de
cont racción ant eriores en la región maya, las t ierras abandonadas no fueron rápidament e
reasent adas durant e el Posclásico.[53] El cent ro de act ividad se t rasladó a las t ierras bajas del
nort e y las t ierras alt as mayas; es posible que est o haya coincidido con la migración desde las
t ierras bajas del sur, ya que muchos grupos del Posclásico maya t enían mit os sobre
migraciones.[82] Chichén It zá y sus vecinos Puuc declinaron drást icament e en el siglo xi, lo que
puede represent ar el episodio final del período del colapso clásico. Después de la caída de
Chichén It zá, la región maya carecía de un poder dominant e hast a el surgimient o de la ciudad de
Mayapán en el siglo xii. Nuevas ciudades surgieron cerca de las cost as del Caribe y del golfo de
México como Pot onchán, y se formaron nuevas redes comerciales.[83]
El período Posclásico est aba marcado por una serie de cambios que permit e dist inguir sus
ciudades de las del periodo Clásico ant erior.[84] La ot rora gran ciudad de Kaminaljuyú en el valle
de Guat emala fue abandonada después de un periodo de ocupación cont inua que se ext endió por
casi dos mil años.[85] Est e fue sint omát ico de los cambios que est aban barriendo a t ravés de las
t ierras alt as y la llanura de la cost a del Pacífico, en los cuales las ciudades sit uadas en t errenos
expuest os fueron reubicadas, al parecer debido a una proliferación de la guerra. Las ciudades
pasaron a ocupar lugares ubicados en cumbres, rodeados de profundos barrancos que facilit aron
su defensa, y a veces con defensas compuest as de zanjas y paredes para complement ar la
prot ección proporcionada por el t erreno.[85] Una de las ciudades más import ant es de las t ierras
alt as de Guat emala en est a época era Q'umarkaj, la capit al del beligerant e reino quiché.[84] Por lo
general los Est ados mayas del Posclásico, desde Yucat án hast a las t ierras alt as de Guat emala,
fueron organizados bajo una forma de gobierno conjunt o o consejo de gobierno. Sin embargo, en
la práct ica uno de los miembros del consejo podría act uar como gobernant e supremo, con los
demás miembros sirviéndole como asesores.[86]
Mayapán fue abandonado alrededor del año 1448, t ras un período de t urbulencia polít ica, social y
ambient al que, en muchos aspect os, hizo eco del colapso del periodo Clásico en la región maya
del sur. El abandono de la ciudad fue seguido por un período prolongado de guerra en la península
de Yucat án, que solo t erminó poco ant es del cont act o con los españoles en 1511. Incluso sin
una capit al regional dominant e, los primeros exploradores españoles relat aron sobre ciudades
cost eras ricas y mercados florecient es.[83] Durant e el Posclásico Tardío, la península de Yucat án
est aba dividida en varias provincias independient es que compart ían una cult ura común, pero
variaban en su organización sociopolít ica int erna.[87] En vísperas de la conquist a española, varios
poderosos est ados mayas dominaron las t ierras alt as de Guat emala.[88] Los quichés habían
forjado un pequeño imperio que cubría una gran part e del alt iplano occident al de Guat emala y la
llanura cost era del Pacífico. Sin embargo, en las décadas ant eriores a la invasión española, el
reino kaqchikel había est ado erosionando el reino quiché.[89]
Tras las caída de la capit al azt eca, Tenocht it lán, en 1521, Hernán Cort és mandó a Pedro de
Alvarado a Guat emala con una caballería de 180 hombres mont ados, una infant ería de 300
soldados, 4 cañones y miles de guerreros aliados del cent ro de México;[91] llegaron en
Soconusco en 1523.[92] Alvarado conquist ó la capit al del reino quiché, Q'umarkaj, en 1524.[93]
Poco después, los españoles fueron invit ados como aliados en Iximché, la ciudad capit al del
reino kaqchikel.[94] Las buenas relaciones no duraron debido a las excesivas demandas t ribut arias
en oro de part e de los españoles, y la ciudad fue abandonada unos meses más t arde.[95] Est o fue
seguido por la caída de Zaculeu, la capit al mam, en 1525.[96] Francisco de Mont ejo y su hijo,
Francisco de Mont ejo «el Mozo», lanzaron una larga serie de campañas cont ra las ciudades
mayas de la península de Yucat án en 1527, y finalment e complet aron la conquist a de la part e
nort e de la península en 1546.[97] Solo los reinos mayas de la cuenca del Pet én permanecieron
independient es.[98] En 1697, Mart ín de Urzúa lanzó un asalt o cont ra la capit al it zá, Nojpet én, que
culminó en la caída de la últ ima ciudad maya independient e.[99]
La conquist a española eliminó la mayor part e de los rasgos definit orios de la civilización maya,
dado que los misioneros que acompañaban a dichas expediciones veían en ellos un obst áculo a
su labor de evangelización.[100] Sin embargo, muchas aldeas mayas se mant uvieron alejadas de la
aut oridad virreinal española, y en gran medida cont inuaron manejando sus propios asunt os. Las
comunidades rurales mayas, y la familia nuclear, mant uvieron su vida diaria t radicional.[101] El
cult ivo de aliment os básicos, como el maíz y frijoles, cont inuó, aunque la producción agrícola se
mejoró con la int roducción de herramient as de acero. También se mant uvo la producción de la
art esanía t radicional, como el t ejido, la cerámica y la cest ería. Los mercados comunit arios y el
comercio de product os locales cont inuaron mucho t iempo después de la conquist a.
Ocasionalment e, la administ ración virreinal foment ó la economía t radicional con el fin de ext raer
t ribut o en la forma de cerámica o t ext iles de algodón, aunque, por lo general, est os fueron
elaborados a las especificaciones europeas. Las creencias religiosas y los idiomas mayas
persist ieron, a pesar de los grandes esfuerzos por eliminarlos por part e de los religiosos
cat ólicos.[102] El tzolk'in, el calendario rit ual de 260 días, sigue en uso en las comunidades mayas
modernas en las t ierras alt as de Guat emala y Chiapas,[103] y millones de hablant es de idiomas
mayas habit an el t errit orio en el que sus ant epasados desarrollaron su civilización.[104]
Los agent es de la Iglesia cat ólica escribieron relat os det allados de los mayas para apoyar sus
esfuerzos de evangelización y de absorción en el Imperio español.[105] Est o fue seguido por
varios sacerdot es españoles y funcionarios virreinales que dejaron descripciones de las ruinas que
visit aron en Yucat án y América Cent ral.[106] En 1839, el escrit or y viajero est adounidense John
Lloyd St ephens visit ó varios sit ios con ruinas de ciudades mayas, junt o con el arquit ect o y
dibujant e inglés Frederick Cat herwood.[107] La publicación de los relat os ilust rados de las ruinas
provocaron gran int erés, y t rajeron la civilización maya a la at ención del mundo.[105] La segunda
mit ad del siglo xix vio el regist ro y la recuperación de relat os et nohist óricos de los mayas, y se
dieron los primeros pasos en el desciframient o de los glifos mayas.[108]
Durant e las dos últ imas décadas del siglo xix se inició la arqueología cient ífica moderna en la
región maya, con el t rabajo minucioso de Alfred Maudslay y Teobert o Maler.[109] A principios del
siglo xx, el Museo Peabody decidió pat rocinar excavaciones en Copán y en la península de
Yucat án.[110] En las dos primeras décadas del siglo xx, se lograron avances en el desciframient o
del calendario maya, así como en la ident ificación de las deidades, fechas y concept os
religiosos.[111] Desde la década de 1930 en adelant e, el rit mo de exploración arqueológica
aument ó considerablement e, y se llevaron a cabo excavaciones a gran escala en t oda la región
maya.[112]
En la década de 1960, el dist inguido mayist a J. Eric S. Thompson promovió la idea de que las
ciudades mayas serían cent ros ceremoniales esencialment e vacant es que servían a una
población dispersa en la selva, y que la civilización maya hubiera sido regida por sacerdot es-
ast rónomos pacíficos.[113] Est as ideas empezaron a colapsar t ras los import ant es avances que
se lograron en el desciframient o de la escrit ura maya en el siglo xx, liderados por Heinrich Berlin,
Tat iana Proskouriakoff y Yuri Knorozov.[114] Con los avances en la comprensión de la escrit ura
maya que se lograron desde la década de 1950 en adelant e, los t ext os revelaron las act ividades
bélicas de los reyes mayas clásicos, y ya no podía sost enerse la idea de que los mayas fuesen
pacíficos.[115] Minuciosas invest igaciones del pat rón de asent amient o de las ciudades mayas
revelaron evidencia de grandes poblaciones urbanas, poniendo fin al modelo del cent ro
ceremonial vacant e.[116]
Política
El panorama polít ico maya era muy complejo, y las élit es mayas se sirvieron de int riga polít ica
para obt ener vent ajas económicas y sociales sobre sus vecinos.[122] En el Clásico Tardío, algunas
ent idades polít icas alcanzaron un largo período de dominación sobre ot ras grandes ent idades
polít icas, como el dominio de El Caracol sobre Naranjo durant e medio siglo. En ot ros casos, se
formaron redes de alianzas suelt as alrededor de una ciudad dominant e.[123] Los asent amient os
front erizos a menudo cambiaron de alianzas en el t ranscurso de su hist oria; generalment e se
encont raron a medio camino ent re las capit ales de ent idades polít icas rivales, y en moment os
diferent es podrían aliarse a uno u ot ro de sus vecinos dominant es, o bien act uar de forma
independient e.[124] Las capit ales de las ent idades polít icas dominant es exigían t ribut o en forma
de art ículos de lujo de los cent ros poblados subyugados.[125] El poder polít ico maya se vio
reforzado por el poder milit ar, y la capt ura y humillación de guerreros enemigos jugó un papel
import ant e en la cult ura de la élit e. Un sent ido preponderant e de orgullo y honor ent re la
arist ocracia guerrera pudiera dar lugar a disput as y vendet t as ext endidas, result ando en
inest abilidad polít ica y fragment ación de las ent idades polít icas.[126]
Sociedad
A part ir del Preclásico Temprano, la sociedad maya se caract erizaba por una est rict a división
ent re la élit e y los plebeyos. Con el crecimient o de la población en el curso del t iempo, varios
sect ores de la sociedad se volvieron cada vez más especializados y la organización polít ica se
hizo cada vez más compleja.[127] Por el Clásico Tardío, cuando la población había crecido
considerablement e, y cient os de ciudades est aban conect ados en una compleja red de jerarquías
polít icas, se mult iplicó el segment o de los ricos en la sociedad maya.[128] También puede
haberse desarrollado una clase media, compuest a de art esanos, funcionarios y sacerdot es de
bajo rango, comerciant es y soldados. Los plebeyos incluían campesinos, sirvient es, obreros y
esclavos.[129] De acuerdo a los relat os indígenas, la t ierra era propiedad comunal de las casas
nobles, o clanes. Los clanes sost enían que la t ierra era propiedad de los ant epasados del clan, y
los vínculos ent re la t ierra y los ancest ros fueron reforzadas por el ent ierro de los muert os
dent ro de los complejos residenciales de cada clan.[130]
Rey y corte
Véase también: Gobernantes mayas
Estela de Toniná que representa el rey Bahlam Yaxuun Tihl del siglo iv.[131]
El Est ado maya clásico se cent raba en una cult ura real que t uvo expresión en t odos los ámbit os
del art e maya clásico. El rey era el gobernant e supremo, y t enía un est at us semidivino que le
permit ió act uar como mediador ent re el reino de los dioses y el de los mort ales. Desde t iempos
muy ant iguos, los reyes fueron ident ificados específicament e con el joven dios del maíz, cuyo
don del maíz const it uyó la base de la civilización mesoamericana. La sucesión al t rono era
pat rilineal, y el poder real solo se t ransfirió a las reinas si no había ot ra opción de evit ar la
ext inción de la dinast ía. Por lo general, el poder se t ransfirió al hijo mayor. Un príncipe joven era
denominado ch'ok («joven»), aunque post eriorment e, est a palabra se refería a la nobleza en
general. El heredero del t rono real era conocido como b'aah ch'ok («joven principal»). Los
diferent es hit os de la infancia del príncipe joven fueron marcados por rit uales; el más import ant e
era una ceremonia de derramamient o de sangre a la edad de cinco o seis años. Aunque la
pert enencia a la línea de sangre real se consideraba de suma import ancia, el heredero t ambién
t enía que dest acar como líder de guerra, lo que podía demost rar con la t oma de prisioneros de
guerra. La ent ronización de un nuevo rey era una ceremonia elaborada, compuest a de una serie de
act os diferent es, incluyendo la ent ronización sobre un cojín de la piel de jaguar, sacrificios
humanos, y la ot orgación de los símbolos del poder real, como una diadema llevando una
represent ación de jade del llamado «dios bufón», un t ocado elaborado, adornado con plumas del
quet zal, y un cet ro con la represent ación del dios K'awiil.[132]
La administ ración polít ica maya, basada en t orno a la cort e real, no t enía un caráct er burocrát ico.
El gobierno era jerárquico y los cargos oficiales eran pat rocinados por los miembros de alt o rango
de la arist ocracia; los funcionarios t endían a ser ascendidos a cargos superiores durant e el curso
de sus vidas. A los funcionarios se referían como siendo la «propiedad» de su pat rocinador, y est a
relación cont inuaría incluso después de la muert e del pat rocinador.[133] La cort e real maya era
una inst it ución polít ica vibrant e y dinámica.[134] No t enía una est ruct ura fija, sino que cada ent idad
polít ica formó una cort e real adapt ada a su propio cont ext o.[135] Los epigrafist as que t radujeron
las inscripciones mayas clásicas lograron ident ificar un número de t ít ulos reales y nobles. Ajaw se
t raduce generalment e como «señor» o «rey». En el Clásico Temprano, el ajaw era el gobernant e
de una ciudad. Luego, con el aument o de la complejidad social, ajaw se refirió a un miembro de la
clase dominant e; una ciudad import ant e podría t ener más de un ajaw, cada uno gobernando
diferent es dist rit os de la ciudad.[136] Los gobernant es supremos se dist inguieron de la nobleza
ext endida ant eponiendo la palabra k'uhul a su de t ít ulo de ajaw. El t ít ulo de k'uhul ajaw, o «divino
señor», era inicialment e reservado para los reyes de las dinast ías reales más prest igiosas y
ant iguas.[137] Kalomte era un t ít ulo real, cuyo significado exact o aún no se ha descifrado, que fue
únicament e ut ilizado por los más poderosos reyes de las dinast ías más fuert es. Se refirió a un
señor supremo, o Gran Rey, un t ít ulo que solo est aba en uso durant e el periodo Clásico.[138] Por
el Clásico Tardío, el poder absolut o del ajaw k'uhul se vio debilit ado después de la diversificación
del sist ema polít ico con la inclusión de una arist ocracia más amplia, que en aquel época pudiera
haber sido desproporcionada.[139]
Escultura del periodo Clásico, que muestra el sajal Aj Chak Maax presentando cautivos al gobernante Itzamnaaj B'alam III
de Yaxchilán.[140]
El t ít ulo de sajal se sit uaba debajo del de ajaw, y se refirió a un señor servil. Un sajal sería un señor
de una ciudad de segundo o t ercer nivel, sumiso a un ajaw, quien a su vez sería subordinado a un
kalomte.[136] El sajal era a menudo un capit án de guerra, o un gobernador regional, y las
inscripciones mayas suelen vincular el t ít ulo de sajal a la guerra; son frecuent ement e
mencionados como dueños de prisioneros de guerra.[141] El significado de Sajal era «el
t emido».[142] Los t ít ulos de ah tz'ihb y ah ch'ul hun est aban vinculados a los escribas. El ah tz'ihb
era un escriba real, por lo general un miembro de la familia real; el ah ch'ul hun era el Guardián de
los Libros Sagrados, un t ít ulo est rechament e asociado con el de ajaw, indicando que solo un ajaw
podía llevar el t ít ulo de ah Ch'ul hun.[143] Ot ros t ít ulos cort esanos, cuyas funciones no son bien
conocidas, eran yajaw k'ahk («El Señor del Fuego»), ti'huun y ti'sakhuun. Est os dos últ imos
podrían ser variaciones del mismo t ít ulo,[144] y Mark Zender sugirió que su t it ular pudiera haber
sido el port avoz del gobernant e.[145] La gran mayoría de los t ít ulos cort esanos eran masculinos,
y en aquellas raras ocasiones en las que se aplicaron a una mujer, parecen haber sido ut ilizado
como t ít ulos honoríficos para la realeza femenina.[146] En las inscripciones glíficas de las
ciudades clásicas, se asociaba frecuent ement e los miembros de la élit e con ciert as est ruct uras
arquit ect ónicas, lo que puede indicar que los t it ulares de est os cargos eran los propiet arios de
est as est ruct uras, o que ciert as est ruct uras eran focos import ant es para sus act ividades.[147] El
lakam era posiblement e el único t it ular de un oficio en la cort e real que no pert enecía a la
élit e.[133] Solo había un lakam en las ciudades mayores, y aparent ement e era el responsable de la
recaudación de t ribut o de los dist rit os locales.[133]
Plebeyos
Se est ima que los plebeyos comprendían más del 90 % de la población, pero se sabe
relat ivament e poco acerca de ellos. Sus casas eran generalment e const ruidas de mat eriales
perecederos, cuyos rest os dejaron pocas huellas en el regist ro arqueológico. Algunas viviendas
de plebeyos est aban const ruidas sobre plat aformas bajas que pueden ser ident ificadas, pero
est o no fue el caso para la mayoría de las casas. La det ección de est as viviendas de bajo
est at us solo es posible con el uso a gran escala de la t eledet ección para invest igar t errenos
aparent ement e vacíos.[148] La gama de plebeyos era muy amplia; se componía de t odas las
personas que no pert enecían a la nobleza, desde los agricult ores más pobres a los art esanos
ricos y los plebeyos que servían en puest os burocrát icos.[149] Los plebeyos se dedicaban a
act ividades de producción esenciales, incluyendo la de product os dest inados para la élit e, como
algodón y cacao, así como cult ivos de subsist encia para su propio uso, y art ículos ut ilit arios
como la cerámica y herramient as de piedra.[150] Los plebeyos t ambién part icipaban en las
guerras, y podrían avanzar socialment e al ser reconocidos como guerreros dest acados.[151] Los
plebeyos pagaban impuest os a la élit e en la forma de product os de primera necesidad, como la
harina de maíz y la carne de animales silvest res.[125] Es probable que los plebeyos t rabajadores
que most raban iniciat iva y que poseían habilidades excepcionales, pudieran convert irse en
miembros influyent es de la sociedad maya.[152]
Guerra
Escena de guerra. Primer vaso que representan la guerra entre dos fuerzas mayas.
La guerra era común en el mundo maya. Se pusieron en marcha campañas milit ares por diferent es
razones, incluyendo el cont rol de las rut as comerciales y t ribut o, incursiones para t omar
prisioneros, o una escalación de la guerra hast a alcanzar la dest rucción complet a de un est ado
enemigo. Poco se sabe acerca de la organización milit ar maya, ni de la logíst ica y formación
milit ar. La guerra es represent ada en el art e maya del periodo Clásico, y las bat allas y vict orias
son mencionadas en las inscripciones glíficas.[153] Sin embargo, las inscripciones no proporcionan
información sobre las causas de la guerra, o la forma que t omó.[154] En los siglos viii y ix, una
guerra int ensiva culminó en la caída de los reinos de la región de Pet exbat ún en el oest e de
Pet én.[154] El rápido abandono de Aguat eca por sus habit ant es, ofreció la inesperada oport unidad
de examinar los rest os del armament o maya in situ.[155] Enemigos desconocidos at acaron
Aguat eca alrededor de 810 d. C., superaron sus formidables defensas y quemaron el palacio real.
Los habit ant es de la élit e de la ciudad huyeron o fueron capt urados, y nunca regresaron para
recuperar su propiedades abandonadas. Los habit ant es de la periferia abandonaron el lugar poco
después. Est o es un ejemplo de una guerra int ensiva llevada a cabo con el fin de eliminar por
complet o un est ado rival, en lugar de somet erlo. La invest igación en Aguat eca indicó que los
guerreros del periodo Clásico eran principalment e miembros de la élit e.[156]
Ya desde el período Preclásico, se esperaba que el gobernant e de una ent idad polít ica maya
fuese un líder de guerra dist inguido, y a menudo se le represent aba con cabezas t rofeo colgando
de su cint urón. En el período clásico, t ales cabezas t rofeo ya no aparecieron al cint urón del rey;
más bien, los reyes del período Clásico fueron frecuent ement e represent ados parado sobre los
prisioneros de guerra humillados.[153] Hast a finales del período Posclásico, los reyes mayas
dirigían como comandant es de guerra. Las inscripciones mayas del periodo Clásico most raron que
el rey derrot ado podría ser capt urado, t ort urado y sacrificado.[151] Los españoles relat aron que
los líderes mayas mant enían regist ro de los movimient os de t ropas en libros pint ados.[157]
Guerra Maya. Segundo vaso que muestran Guerreros preparados para la Guerra.
El result ado de una exit osa campaña milit ar podría variar en su impact o sobre la ent idad polít ica
derrot ada. En algunos casos, ciudades ent eras fueron saqueadas y nunca más reasent adas, como
ocurrió en Aguat eca.[158] En ot ros casos, los vencedores se apoderaron de los gobernant es
derrot ados, sus familias y las represent aciones de sus dioses pat ronos. Los nobles capt urados y
sus familias podrían ser encarcelados o sacrificados. El result ado menos severo de la gama de
posibilidades sería que la ent idad polít ica derrot ada se viera obligada a pagar t ribut o al
vencedor.[159]
Guerreros
Del período de cont act o con los españoles se sabe que ciert os puest os milit ares eran limit ados
a los miembros de la arist ocracia, y que se t ransmit ían por sucesión pat rilineal. Es probable que el
t it ular de un cargo milit ar específico enseñara a su sucesor el conocimient o especializado
inherent e al cargo, incluyendo la est rat egia, el rit ual y las danzas de guerra.[151] Los ejércit os
mayas del periodo de cont act o con los españoles eran muy disciplinados, y los guerreros
part icipaban en simulacros y ejercicios de ent renamient o regulares; t odos los varones adult os y
sanos est aban disponibles para el servicio milit ar. Los est ados mayas no mant uvieron ejércit os
permanent es; los guerreros fueron reunidos por funcionarios locales que respondieron a los
líderes de guerra. También había unidades de mercenarios a t iempo complet o que siguieron a los
líderes permanent es.[160] Sin embargo, la mayoría de los guerreros no servía a t iempo complet o,
y eran principalment e agricult ores, que por lo general se dedicaban a sus cult ivos en vez de
part icipar en la guerra.[161] Por lo general, el objet ivo de la guerra maya no era la dest rucción del
enemigo, sino la t oma de prisioneros y el saqueo.[162]
Armas
El atlatl (lanzadardos) fue int roducido en la región maya por Teot ihuacan en el Clásico
Temprano.[165] El at lat l es un palo de 0,5 m de largo, con un ext remo ent allado para colocar un
dardo o jabalina.[166] El palo se ut ilizó para lanzar el misil con más fuerza y precisión que podría
lograrse simplement e lanzando con el brazo.[165] Las punt as de piedra recuperadas en Aguat eca
indican que los dardos y lanzas eran las armas principales del guerrero maya del periodo
Clásico.[167] Los plebeyos ut ilizaron cerbat anas como arma de guerra, las que t ambién sirvieron
para la caza.[165]
El arco y flecha fue ot ra arma ut ilizada por los ant iguos mayas, t ant o para la guerra como la
caza.[154] Aunque se ut ilizaba en la región maya durant e el periodo Clásico, su uso como arma de
guerra no fue favorecida,[168] y no se convirt ió en un arma de guerra común hast a el
Posclásico.[165] Durant e el periodo de cont act o con los españoles, los mayas ut ilizaron t ambién
un arma parecida al mandoble, hecha de madera fuert e con hojas cort ant es de obsidiana,[169]
semejant e al macuahuitl azt eca. Los guerreros mayas usaban unas armaduras corporales
fabricadas con algodón acolchado que había sido empapado en agua salgada para endurecerlas;
la armadura result ant e comparó favorablement e con la de acero usada por los españoles durant e
la conquist a.[170] Los guerreros llevaban escudos de madera o cuero, decorados con plumas y
pieles de animales.[161]
Economía
Comercio
Desarrollo
Representación de Ek Chua (dios del comercio), labrado en un ladrillo descubierto en Comalcalco.
Los mayas de Tabasco realizaron un int ercambio comercial int enso, que abarca del periodo
Clásico al Posclásico maya (del 600 d. C. al 900 d. C.), a t ravés de una ext ensa red de
comunicación fluvial, que los convert iría en los grandes comerciant es de la región
Mesoamericana.[173] Comalcalco fue de gran import ancia durant e el periodo Clásico, como part e
de las rut as comerciales en el sur de Mesoamérica. Est o es evident e al descubrirse yugos,
hachas y mat eriales lít icos de Veracruz, Hidalgo y Guat emala e iconografía del alt iplano cent ral,
hachas de cobre provenient es de lo que hoy es Michoacán, así como t ambién machacadores de
piedra y de papel amat e originarios de la zona act ual de Puebla.[73] Por ot ra part e en Veracruz y
Campeche se han hallado figurillas y cerámicas con t odo el est ilo maya de Comalcalco.[73]
Las ciudades del orient e de Tabasco t ambién fueron import ant es cent ros comerciales, San
Claudio era un import ant e cent ro export ador de punt as de flecha hechas de pedernal las cuales
eran comercializadas a muchas ciudades algunas t an lejanas como Nit o en Guat emala y Naco en
Honduras. Moral Reforma, Pomoná y Panhalé fueron puert os fluviales por los cuales los mayas
cont rolaban el paso de mercancías provenient es de las mont añas del Pet én guat emalt eco hacia
la cost a del Golfo de México. En el posclásico, Pot onchán fue un import ant e puert o comercial,
que int ercambiaba mercancías desde el Alt iplano cent ral hast a la cost a hondureña, por su part e
Xonut a era un gran cent ro manufact urero de cerámica, la mercancía era comercializada a muchas
ciudades lejanas como Chact emal y Bakhalal en la cost a del Caribe.
Los mayas part icipaban en el comercio a larga dist ancia en la región maya, Mesoamérica, y más
allá. En Mesoamérica, las rut as comerciales se cent raron sobre t odo en el cent ro de México y la
cost a del golfo de México. En el Clásico Temprano, Chichén It zá era el cent ro de una ext ensa red
comercial que import aba discos de oro de Colombia y Panamá, t urquesa de Los Cerrillos (Nuevo
México). El comercio a larga dist ancia de product os de lujo y bienes ut ilit arios fue probablement e
cont rolado por la familia real. Los bienes de prest igio obt enidos a t ravés del comercio se
ut ilizaron para el consumo por el gobernant e de la ciudad, y como present es de lujo para
consolidar la lealt ad de los vasallos y aliados.[171] En la met rópolis dist ant e de Teot ihuacan, en el
cent ro de México, se ident ificó una sección para comerciant es mayas que dat a del Clásico
Temprano.[174]
Estatuilla de la isla de
Jaina que representa a un
guerrero maya del periodo
Clásico.
Puntas de lanza de Obsidiana y un
núcleo lítico en Takalik Abaj.
Las rut as comerciales no solo permit ieron el int ercambio de product os, sino t ambién facilit aron
el int ercambio de personas e ideas a lo largo de Mesoamérica.[175] Cambios en las rut as
comerciales se produjeron en función del auge y la caída de ciudades import ant es de la región
maya, y ocurrieron durant e cada reorganización import ant e de la civilización maya, como el
surgimient o de la civilización maya del Preclásico, la t ransición hacia el Clásico, y el colapso del
Clásico Terminal.[171] Incluso la conquist a española no puso fin inmediat ament e a t oda la
act ividad comercial maya;[171] por ejemplo, los choles del Manché del período de la conquist a
int ercambiaron cult ivos de prest igio como cacao, achiot e y vainilla en el área virreinal de
Verapaz.[176]
Comerciantes
Poco se sabe acerca de los comerciant es mayas, a pesar de que fueron represent ados en la
cerámica maya en vest idos finos y nobles. Por ello se sabe que al menos algunos comerciant es
eran miembros de la élit e. También se sabe que la nobleza maya part icipaba en expediciones
comerciales de larga dist ancia durant e el período de cont act o con los españoles.[177] La mayoría
de los comerciant es pert enecía a la clase media y se dedicaba principalment e al comercio local
y regional en lugar del prest igioso comercio de larga dist ancia que fue más bien el dominio
exclusivo de la élit e.[178] Los viajes comerciales en t errit orios ext ranjeros peligrosos se comparó
con un pasaje por el inframundo; las deidades pat ronas de los comerciant es eran dos dioses del
inframundo llevando mochilas. Cuando los comerciant es salían para viajar, iban fuert ement e
armados y pint ados de negro, al igual que sus deidades pat ronas.[174]
Los mayas no t enían animales de carga, por lo que t odos los product os comerciales se
t ransport aban en las espaldas de port eadores cuando iban por t ierra; si la rut a comercial siguió el
curso de un río o la cost a, los product os se t ransport aban en canoas.[179] Crist óbal Colón
encont ró una larga canoa comercial maya a lo largo de la cost a de Honduras durant e su cuart o
viaje. La canoa había sido elaborada a base de un largo t ronco ahuecado y t enía un t echo de hojas
de palma. Tenía un ancho de 2,5 m y fue propulsada por 25 remeros. Transport aba product os
comerciales como cacao, obsidiana, cerámica, t ext iles, hachas y cascabeles de cobre, así como
aliment os y bebidas para la t ripulación.[180] Se ut ilizó el cacao como moneda (aunque no
exclusivament e), y su valor era t al que a veces fue falsificada mediant e la eliminación de la carne
de la vaina, sust it uyéndola con t ierra o cáscara de aguacat e.[181]
Mercados
Los mercados son difíciles de ident ificar en el regist ro arqueológico.[182] Sin embargo, los
españoles relat aron sobre una próspera economía de mercado cuando llegaron en la región.[183]
En algunas ciudades del período Clásico, los arqueólogos ident ificaron provisionalment e a las
est ruct uras arquit ect ónicas de mampost ería en est ilo arcada formal y alineaciones paralelas de
piedras dispersas como las bases permanent es de puest os de mercado.[184] Un est udio de 2007
analizó los suelos de un mercado guat emalt eco moderno y comparó los result ados con los que
se obt uvieron a part ir del análisis en un posible ant iguo mercado en Chunchucmil. En ambos sit ios
se encont raron niveles inusualment e alt os de fósforo y zinc lo que indica la exist encia de una
act ividad similar de producción de aliment os y vent a de verduras. La densidad calculada de los
puest os de mercado en Chunchucmil sugiere que ya exist ía una próspera economía de mercado
en el Clásico Temprano.[185] Tras combinar la arqueología y el análisis de suelos, los arqueólogos
lograron ident ificar provisionalment e los mercados en un número crecient e de ciudades
mayas.[186] Durant e el Posclásico, en la época del cont act o con los españoles, las ciudades del
alt iplano t enían mercados en plazas permanent es, que cont aban con la presencia de funcionarios
para resolver disput as, hacer cumplir las normas, y recaudar impuest os.[187]
Agricultura
Véase también: Agricultura en Mesoamérica
El maíz era un alimento básico de la dieta maya.
Los ant iguos mayas t enían mét odos variados y sofist icados para la producción de aliment os.
Previament e, se creía que la agricult ura it inerant e (t ala y quema) proporcionaba la mayor part e de
los aliment os,[188] pero hoy en día se piensa que los campos elevados permanent es, los
bancales, la jardinería/hort icult ura int ensiva, los jardines forest ales y los barbechos gest ionados
t ambién fueron cruciales para sust ent ar las grandes poblaciones del periodo Clásico en algunas
áreas.[189] La evidencia de est os diferent es sist emas agrícolas persist e en el present e; por
ejemplo, con fot ografías aéreas es posible dist inguir campos elevados conect ados por
canales.[190] En las zonas que habían sido densament e pobladas en la época precolombina, la
composición cont emporánea de las especies selvát icas muest ra una abundancia
significat ivament e mayor de especies con valor económico para los ant iguos mayas,[191] y los
regist ros de polen en los sediment os de los lagos en Mesoamérica sugieren que, desde al menos
2500 a. C., el maíz, la yuca, el girasol, el algodón, y ot ras plant as, se cult ivaron en asociación con
la deforest ación.[192] [193]
Los aliment os básicos de la diet a maya eran el maíz, los frijoles, y las calabazas. Est os se
complement aban con una amplia variedad de ot ras plant as, cult ivadas en jardines o recolect adas
en la selva. Como consecuencia de una erupción volcánica en Joya de Cerén, se conservó un
regist ro de los aliment os almacenados en los hogares mayas, que incluía chiles y t omat es.
Semillas de algodón est aban en proceso de ser molidas, posiblement e para producir aceit e de
cocina. Además de los aliment os básicos, los mayas produjeron t ambién cult ivos de prest igio,
como el algodón, el cacao y la vainilla. El cacao fue especialment e apreciado por la élit e, que
consumía bebidas de chocolat e.[194] El algodón fue hilado, t eñido y t ejido para producir valiosos
t ext iles para el comercio.[195]
Los mayas t enían pocos animales domést icos; Los perros fueron domest icados por el año
3000 a. C., y el pat o criollo por el Posclásico Tardío.[196] Los pavos ocelados no eran adecuados
para la domest icación, pero fueron capt urados en la nat uraleza y enjaulados para el engorde.
Todos est os animales eran dest inados al consumo; los perros se ut ilizaron t ambién para la caza.
Es posible que los ciervos t ambién fuesen encerrados para el engorde.[197]
Arte
El art e maya es en esencia el art e de la cort e real. Trat a casi exclusivament e de la élit e maya y
su mundo. El art e maya, elaborado a part ir de mat eriales perecederos y no perecederos, sirvió
para conect ar los mayas con sus ant epasados. Aunque el art e maya sobrevivient e solo
const it uye una pequeña porción de lo que los mayas crearon, t rat a de una variedad más amplia de
t emas que cualquier ot ra t radición de art e en América.[200] Tiene muchos est ilos regionales, y es
único en la América ant igua por cont ar con t ext o narrat ivo.[201] El art e maya más elaborado dat a
del Clásico Tardío.[202]
Los mayas most raron una preferencia para el color verde o azul-verde, y ut ilizaron la misma
palabra para los colores azul y verde. En consecuencia, pusieron un alt o valor en jade verde y
ot ras piedras verdes, asociándolas con el dios del Sol K'inich Ajau. Esculpieron art efact os que
incluían desde cuent as y t eselas finas, hast a cabezas t alladas con un peso de 4,42 kg.[203] La
nobleza maya pract icaba la modificación dent al, y algunos señores llevaban incrust aciones de
jade en sus dient es. Las máscaras funerarias de mosaico t ambién pudieron ser elaboradas de
jade, como la de K'inich Janaab' Pakal, el rey de Palenque.[204]
P d l é i l
Pedernal excéntrico en el
Museo Real de Arte e
Historia, Bruselas.
La escult ura de piedra maya surgió en el regist ro arqueológico como una t radición ya
complet ament e desarrollada, lo que sugiere que puede haber evolucionado a part ir de la t radición
de la escult ura de madera[206] Debido a la biodegradabilidad de la madera, el corpus del t rabajo
de madera ha desaparecido casi por complet o. Los pocos art efact os de madera que han
sobrevivido incluyen escult uras t ridimensionales y paneles con glífos.[207] Las est elas de piedra
son comunes en los sit ios de las ciudades, a menudo emparejadas con piedras circulares bajas,
conocidas como «alt ares» en la lit erat ura de la arqueología maya.[208] La escult ura de piedra
t ambién t omó ot ras formas, como los paneles en relieve de piedra caliza encont rados en
Palenque y Piedras Negras.[209] También se encont raron escaleras de piedra decoradas con
escult uras en sit ios como Yaxchilán, Dos Pilas, Copán, ent re ot ros.[210] La escalinat a de los glifos
de Copán se compone de 2200 glifos individuales y const it uye el t ext o glífico maya más largo
conocido.[211]
Las escult uras mayas más grandes eran las fachadas arquit ect ónicas elaboradas con est uco. La
forma aproximada se est ableció en un revest imient o de yeso liso sobre la pared, y la forma
t ridimensional se const ruyó con pequeñas piedras. Por últ imo, est o se revist ió con est uco y se
moldeó hast a alcanzar la forma definit iva; las formas del cuerpo humano fueron primero
modeladas en est uco y luego se añadieron los t rajes. Finalment e, la escult ura de est uco fue
pint ada en colores vivos.[212] Hacia el Preclásico Tardío, las fachadas de los t emplos fueron
adornadas con máscaras de est uco gigant es, y est e t ipo de decoración cont inuó durant e el
periodo Clásico.[213]
Los mayas t enían una larga t radición de pint ura mural; en San Bart olo se excavaron murales
polícromos exquisit os que dat an de ent re 300 y 200 a. C.[214] Los diseños polícromos fueron
pint ados sobre paredes revest idos de yeso liso. La mayoría de est os murales ya no exist e, pero
se encont raron varios murales conservados —pint ado en crema, rojo y negro— en las t umbas del
periodo Clásico Temprano en Caracol, Río Azul y Tikal. Ent re los murales mejor conservados
dest aca una serie de grandes pint uras del Clásico Tardío en Bonampak.[215]
Máscara de estuco del Clásico Temprano,
adornando la subestructura del Templo
33 de Tikal.[216]
Por lo general, el pedernal, el sílex y la obsidiana t enían fines ut ilit arios en la cult ura maya, pero
t ambién se hallaron muchas piezas que fueron finament e elaboradas en formas que nunca fueron
dest inadas a ser ut ilizadas como herramient as.[217] Los pedernales excént ricos se encuent ran
ent re los mejores art efact os lít icos producidos por los ant iguos mayas.[218] En t érminos
t écnicos, eran muy difícil de producir,[219] y requirían una habilidad considerable por part e del
art esano. Los excént ricos de obsidiana más grandes pueden t ener una longit ud de hast a más de
30 cm.[220] Su forma puede variar considerablement e, pero por lo general represent an figuras
humanas, animales y formas geomét ricas asociadas con la religión maya.[219] Los pedernales
excént ricos muest ran una gran variedad de formas, t ales como media lunas, cruces, serpient es y
escorpiones.[221] Los ejemplos más grandes y más elaborados muest ran múlt iples cabezas
humanas de las que a veces se desprenden cabezas más pequeñas.[222]
Los t ext iles mayas est án mal represent ados en el regist ro arqueológico, a pesar de que —en
comparación con ot ras cult uras precolombinas, como los azt ecas y la región andina— es probable
que eran art ículos de alt o valor.[223] Los arqueólogos recuperaron algunos fragment os de
t ext iles, pero la mejor evidencia para el art e t ext il es su represent ación en ot ros medios, como
murales o cerámica pint ada. Est as represent aciones secundarias muest ran la élit e de la cort e
maya adornada con t elas sunt uosas; en general, ést os habrían sido de algodón, pero t ambién se
muest ran pieles de jaguar y cueros de venado.[224]
Vasija de cerámica de
Sacul.
La cerámica es el t ipo de art e maya más común en el regist ro arqueológico. Los mayas no t enían
conocimient o de la rueda de alfarero, y los vasos fueron elaborados con la t écnica del urdido a
rollos para obt ener la forma deseada. La cerámica maya no era esmalt ada, aunque a menudo
t enía un acabado fino, producido por bruñido. Se pint aba con un baño de arcilla mezclado con
minerales y arcillas coloridas. Las t écnicas de cocción de los ant iguos mayas aún no han sido
replicados.[225] Un número de figurillas de cerámica ext remadament e finas se hallaron en las
t umbas del Clásico Tardío en la isla de Jaina, en el nort e de Yucat án. Est án de pie con una alt ura
ent re 10 y 25 cm y fueron modeladas a mano con mucho det alle.[226] El corpus de cerámica
policromada de est ilo Ik, incluyendo placas finament e pint adas y recipient es cilíndricos, se originó
en el Clásico Tardío en Mot ul de San José. Incluye una serie de caract eríst icas, como glifos
pint ados en un color rosado o rojo pálido y escenas de bailarines con máscaras. Una de las
caract eríst icas más dist int ivas es la represent ación realist a de los t emas, t ales como
aparecieron en la vida real. Los t emas de los vasos incluyeron la vida cort esana de la región de
Pet én, en el siglo viii d. C., t ales como reuniones diplomát icas, fiest as, derramamient os rit uales
de sangre, escenas de guerreros y el sacrificio de los prisioneros de guerra.[227]
El mat erial óseo, t ant o humano como animal, t ambién fue esculpido; los huesos humanos pueden
haber sido t rofeos, o reliquias de los ant epasados.[206] Los mayas valoraron las conchas del
género Spondylus, y las t rabajaron para eliminar el ext erior blanco y las espinas, y revelar el fino
int erior naranjado.[228] Alrededor del siglo x d. C., la met alurgia llegó a Mesoamérica desde
América del Sur y los mayas comenzaron a crear pequeños objet os de oro, plat a y cobre. Por lo
general t rabajaron las hojas de met al mart illándolas en objet os t ales como cuent as, cascabeles y
discos. En los últ imos siglos ant es de la conquist a española, los mayas comenzaron a ut ilizar el
mét odo de la cera perdida para la fundición de pequeñas piezas de met al.[229]
Espina de mantarraya grabada con 260 jeroglíficos que relata 14 años de la vida de Yajaw k´ahk´. Descubierta en
Comalcalco.
Un área poco est udiado del art e popular maya es el de los grafit os.[230] Grafit os adicionales, que
no formaban part e de la decoración previst a, fueron grabados en el est uco de paredes int eriores,
pisos y bancos, en una amplia variedad de edificios, como t emplos, residencias y almacenes. Se
encont raron grafit os en 51 sit ios mayas, sobre t odo en la cuenca del Pet én, el sur de Campeche
y la región de Chenes en el noroest e de Yucat án. En Tikal, se encont ró una gran cant idad de
grafit os, cuyo t ema incluyó dibujos de los t emplos, personas, deidades, animales, banderolas,
lit eras, y t ronos. A menudo los grafit os se grabaron descuidadament e, y los dibujos se
superponían ent re sí y most raron una mezcla de art e cruda, no refinada, y ejemplos de art ist as
familiarizados con las convenciones art íst icas del período Clásico.[231]
Arquitectura
Los mayas produjeron una gran variedad de est ruct uras arquit ect ónicas y dejaron un ext enso
legado arquit ect ónico, que sit úan a la civilización maya ent re las grandes civilizaciones
preindust riales del mundo. La arquit ect ura maya t ambién incorpora t ext os jeroglíficos y varias
formas de art e. La arquit ect ura de mampost ería de los mayas es evidencia de la exist encia de
especialización art esanal en la sociedad maya, así como una organización cent ralizada y los
medios polít icos para movilizar una gran fuerza de t rabajo. Se est ima que para la const rucción de
una gran residencia de élit e en Copán se necesit aba unos 10 686 días-hombre; en comparación,
para la vivienda de un plebeyo se necesit aba aproximadament e 67 días-hombre.[232] Se est ima
además que el 65 % de la mano de obra requerida para const ruir una residencia noble fue ut ilizado
para la ext racción, el t ransport e, y el acabado de la piedra, y que se ut ilizó el 24 % de la mano de
obra para la fabricación y aplicación del revest imient o de yeso. En t ot al, se est ima que se
necesit aba dos o t res meses para la const rucción de la residencia de un noble en Copán,
ut ilizando ent re 80 y 130 t rabajadores a t iempo complet o. Una ciudad del periodo Clásico como
Tikal t enía una ext ensión de 20 km² y un núcleo urbano que cubrió 6 km². La mano de obra
necesaria para const ruir una ciudad de est e t amaño era inmensa, hast a muchos millones de días-
hombre.[233] Las est ruct uras más grandes const ruidas por los mayas, fueron erigidas durant e el
período Preclásico.[234] Hacia el Preclásico Tardío la especialización art esanal requerida habría
incluido a albañiles y yeseros dedicados, así como planificadores y arquit ect os.[233]
Diseño urbano
Las ciudades mayas no eran formalment e planificadas y est aban sujet os a una expansión irregular,
dando lugar a la adición no est ruct urada de palacios, t emplos y ot ros edificios.[235] La mayoría de
las ciudades mayas most ró una t endencia a crecer hacia el ext erior desde el cent ro, y hacia arriba
a medida que nuevas est ruct uras se superponían a las ant eriores.[236] Por lo general, las ciudades
mayas t enían un cent ro ceremonial y administ rat ivo rodeado por una vast a ext ensión irregular de
complejos residenciales.[235] Los cent ros de las ciudades incluían recint os sagrados, a veces
separados con paredes de las zonas residenciales cercanas.[237] Est os recint os se componían de
t emplos piramidales y ot ra arquit ect ura monument al dedicada a las act ividades de la élit e, como
plat aformas basales que sost enían los complejos administ rat ivos o las residencias de la élit e. Se
levant aron monument os esculpidos para regist rar las obras de la dinast ía gobernant e. Los
cent ros urbanos t ambién cont aban con plazas, campos sagrados para el juego de pelot a y
edificios dest inados a los mercados y las escuelas.[238] A menudo, el cent ro de la ciudad est aba
conect ada a las zonas periféricas por calzadas, o sacbé.[237] Los complejos de arquit ect ura
ceremonial menores, que se encont raban en las zonas periféricas, sirvieron como cent ros
sagrados para los linajes nobles que no pert enecían a la familia real. En las zonas adyacent es a
est os recint os sagrados, se encont raban los conjunt os de viviendas residenciales de los linajes
ricos. Los conjunt os de élit e más grandes y más ricos a veces poseían una escult ura y art e t an
elaborada como la encont rada en los complejos reales.[238] El cent ro ceremonial de la ciudad
maya era donde vivía la élit e gobernant e, y donde se llevaron a cabo las funciones administ rat ivas
y las ceremonias religiosas de la ciudad. Era t ambién el lugar donde los habit ant es se reunieron
para asist ir a las act ividades públicas.[235] Los complejos residenciales de la élit e ocuparon las
mejores t ierras alrededor del cent ro de la ciudad. En cambio, las residencias de los plebeyos se
encont raban más lejos del cent ro ceremonial. Las unidades residenciales se const ruyeron encima
de plat aformas de piedra, para elevarlos sobre el nivel de las inundaciones que solían ocurrir
durant e la t emporada de lluvias.[239]
Los mayas const ruyeron sus ciudades con t ecnología neolít ica;[240] las est ruct uras
arquit ect ónicas se const ruyeron de piedra y mat eriales perecederos. El t ipo de piedra ut ilizado
en la const rucción de mampost ería variaba de acuerdo a los recursos locales disponibles, lo que
t ambién influyó el est ilo de const rucción. La piedra caliza est aba disponible en una ext ensa franja
de la región maya.[241] La piedra caliza local es relat ivament e suave cuando acaba de ser
cort ada, pero se endurece con la exposición al ambient e. Había una gran variedad en la calidad de
la piedra caliza; piedra de buena calidad est aba disponible en la región del Usumacint a. En el nort e
de Yucat án, la piedra caliza ut ilizada para la const rucción era de calidad relat ivament e baja.[240]
En Copán se ut ilizaba la t oba volcánica, y en Quiriguá la arenisca local.[241] Comalcalco no
cont aba con piedra adecuada en la cercanía,[242] y se ut ilizó ladrillo cocido.[241] Para producir
cement o, yeso, y est uco, se quemó la piedra caliza a alt as t emperat uras.[242] Se ut ilizó cement o
a base de cal para fijar la piedra en su lugar, y los bloques de piedra fueron cort ados con la
abrasión con cuerdas y agua, y con herramient as de obsidiana. Los mayas no emplearon una rueda
funcional, y t odas las cargas fueron t ransport adas en lit eras, barcazas, o enrolladas en t roncos.
Se elevaron las cargas pesadas con una cuerda, probablement e sin ut ilizar poleas.[240]
Para las vigas y los dint eles se ut ilizaba madera, incluso en est ruct uras de mampost ería.[243] A lo
largo de la hist oria maya, las chozas comunes, y algunos de los t emplos, se const ruyeron con
post es de madera y paja. También se ut ilizó el adobe, una mezcla de barro reforzado con paja,
que se aplicó como recubrimient o de las paredes de palos t ejidos. Al igual que la madera y paja, la
const rucción con adobe se ut ilizó a lo largo de la hist oria maya, incluso después del desarrollo de
const rucciones de mampost ería. En el sur de la región maya, el adobe fue t ambién ut ilizado para
la arquit ect ura monument al si no se cont aba con piedra adecuada en la cercanía.[242]
Las grandes ciudades de la civilización maya cont aban con t emplos piramidales, palacios, campos
para el juego de pelot a, sacbeob (calzadas), pat ios y plazas. Algunas ciudades t ambién poseían
sist emas hidráulicos o ext ensas murallas defensivas. La part e ext erior de la mayoría de los
edificios est aba pint ada, ya sea en uno o varios colores, o con imágenes. Muchos edificios
est aban adornados con escult uras o relieves de est uco pint ado.[244]
Palacios y acrópolis
Est os complejos se encont raban normalment e en el cent ro de la ciudad, al lado de una plaza
mayor. Los palacios mayas const aban de una plat aforma que sost enía a una est ruct ura de varios
cuart os. El t érmino acrópolis, en el cont ext o maya, se refiere a un complejo de est ruct uras
const ruidas sobre plat aformas con diferent es alt uras. Los palacios y acrópolis eran
esencialment e recint os residenciales de la élit e. Por lo general, se ext endieron horizont alment e,
a diferencia de las alt as pirámides mayas, y a menudo t enían un número limit ado de punt os de
acceso. Algunas est ruct uras de los acropolis sost enían crest erías. Las habit aciones a menudo
t enían bancos de piedra, que se ut ilizaban para dormir, y agujeros en las paredes donde se
colgaban las cort inas. Los palacios mayores, como en Palenque, podrían cont ar con un propio
suminist ro de agua y baños de vapor que se encont raban a menudo dent ro del complejo, o en la
cercanía. Durant e el Clásico Temprano, los gobernant es fueron a veces ent errados debajo del
complejo del Acrópolis.[246] Algunas de las habit aciones en los palacios eran salas del t rono; el
palacio real de Palenque cont aba con un número de salas de t rono que se ut ilizaron para
acont ecimient os import ant es, incluyendo la inauguración del nuevo rey.[247]
Por lo general, los palacios, a veces adornados con escult uras, est aban dispuest os en t orno a un
o varios pat ios, las fachadas orient adas hacia dent ro.[248] Algunos palacios poseían descripciones
glíficas que los ident ificaban como las residencias reales de ciert os gobernant es. Exist e
abundant e evidencia de que los palacios eran mucho más que simples residencias de la élit e, y
que eran más bien los focos de una serie de act ividades cort esanas, incluyendo audiencias,
recepciones formales y rit uales import ant es.[249]
Pirámides y templos
El Templo del Gran Jaguar en Tikal fue un templo funerario en honor del rey Jasaw Chan K'awiil I.[250]
Los t ext os glíficos se refieren a veces a los t emplos como k'uh nah, lo que significa «casa de
Dios». Los t emplos se const ruyeron encima de plat aformas, y principalment e encima de
pirámides. Los primeros t emplos eran probablement e chozas const ruidas sobre plat aformas
bajas. Hacia el Preclásico Tardío, las paredes de los t emplos eran de piedra, y el desarrollo del
arco maya permit ió la const rucción de t echos de piedra. Por el período clásico, los t echos de los
t emplos est aban cubiert os con crest erías que ext endieron su alt ura y sirvieron como base para
el art e monument al. El sant uario del t emplo cont enía ent re uno y t res habit aciones, dedicadas a
deidades import ant es, como uno de los dioses pat ronos de la ciudad, o un ancest ro
deificado.[251]
Observatorios
Los mayas eran observadores aplicados del Sol, las est rellas y los planet as.[252] Const ruyeron
t emplos con una disposición especial —conocidos como Grupos E— cuya ocurrencia era
relat ivament e común en la región maya;[253] t oman su nombre del Grupo E en Uaxact ún.[254]
Consist ía en t res pequeñas est ruct uras en frent e de una cuart a est ruct ura, y se ut ilizaba para
marcar los solst icios y equinoccios. Los primeros ejemplos dat an del Preclásico.[253] El complejo
del Mundo Perdido en Tikal fue inicialment e un Grupo E const ruido a finales del Preclásico
Medio.[255] Por su nat uraleza, el diseño básico de un Grupo E no cambiaba con el t iempo. Se
const ruyó una est ruct ura en el lado oest e de una plaza, por lo general una pirámide radial con
escaleras orient adas hacia los punt os cardinales. Est aba ubicada al oest e de la plaza, frent e a
t res pequeños t emplos sit uados al lado opuest o. Desde la pirámide occident al, se observaba la
salida del Sol sobre est os t emplos durant e los solst icios y equinoccios.[252] Los Grupos E se
const ruyeron a lo largo del cent ro y sur de la región maya durant e más de un milenio; no t odos
fueron correct ament e alineados como observat orios, y su función puede haber sido
simbólica.[256]
Además de los Grupos E, los mayas const ruyeron ot ras est ruct uras dedicadas a la observación
de los movimient os de los cuerpos celest es.[252] Muchos edificios mayas est aban alineados con
cuerpos ast ronómicos, incluyendo el planet a Venus y varias const elaciones.[253] [257]
La
est ruct ura del Caracol en Chichén It zá, un edificio circular de varios niveles y una superest ruct ura
cónica, cont aba con aspilleras que marcaron los movimient os de Venus. En Copán se levant aron
un par de est elas para marcar la posición de la puest a del sol en los equinoccios.[252]
Pirámides triádicas
Modelo de una pirámide triádica en El Caracol, Belice. La estructura principal está señalada con la A y a ambos lados los
otros dos edificios señalados como B y C. Los tres se encuentran en la misma plataforma.
Las pirámides t riádicas aparecieron por primera vez en el Preclásico. Se componían de una
est ruct ura dominant e flanqueada por dos edificios más pequeños orient ados hacia adent ro,
t odos const ruidos sobre una única plat aforma basal. La mayor pirámide t riádica conocida fue
const ruida en El Mirador, en la cuenca del Pet én; ocupa una superficie seis veces mayor que la
del Templo de la Serpient e Bicéfala, la pirámide más grande de Tikal.[258] Los t res edificios
superiores t ienen escaleras que suben desde la plaza cent ral a la part e superior de la plat aforma
basal.[259] Se ident ificaron posibles precursores de los grupos t riádicos, que pueden haberse
desarrollado a part ir de los Grupos E, específicament e el conjunt o de t res edificios en el lado
orient al.[260] La forma t riádica era la forma arquit ect ónica predominant e en la región del Pet én
durant e el Preclásico Tardío.[261] Exist en ejemplos de pirámides t riádicas en hast a 88 sit ios
arqueológicos.[262] En Nakbé, exist e al menos una docena de ejemplos de complejos t riádicos, y
las cuat ro est ruct uras más grandes de la ciudad t ienen un caráct er t riádico.[263] El Mirador
cuent a probablement e con hast a 36 est ruct uras t riádicas.[264] Se encont raron ejemplos de la
forma t riádica incluso en Dzibilchalt ún, en el ext remo nort e de la península de Yucat án, y en
Q'umarkaj en el alt iplano de Guat emala.[265] La pirámide t riádica fue una forma arquit ect ónica
común durant e siglos;[260] cont inuó en uso en el periodo Clásico, y se encont raron ejemplos
t ardíos en Uaxact ún, Caracol, Ceibal, Nakum, Tikal y Palenque.[266] El ejemplo de Q'umarkaj es el
único que dat a del período Posclásico.[267] La forma del t emplo t riple de la pirámide t riádica
parece est ar relacionada con la mit ología maya.[268]
El campo del juego de pelot a es una forma dist int iva de la arquit ect ura mesoamericana. Aunque
la mayoría de los campos de juego de pelot a maya dat an del periodo Clásico,[269] los primeros
ejemplos aparecieron alrededor de 1000 a. C. en el noroest e de Yucat án, durant e el Preclásico
Medio.[270] Hacia la época del cont act o con los españoles, los campos del juego de pelot a solo
est aban en uso en el alt iplano de Guat emala, en ciudades como Q'umarkaj e Iximché.[269] A lo
largo de la hist oria maya, los campos del juego de pelot a mant uvieron una forma caract eríst ica
que consist e en una forma de ɪ, cuyos ext remos t erminan en dos zonas t ransversales.[271] Por lo
general, el campo de juego cent ral mide ent re 20 y 30 m de largo, y est á flanqueado por dos
est ruct uras lat erales con una alt ura de hast a 3 o 4 m.[272] Las plat aformas lat erales a menudo
sost enían est ruct uras que puedan haber sido reservados para los espect adores
privilegiados.[273] El gran campo del juego de pelot a de Chichén It zá es el más grande de
Mesoamérica, y t iene una longit ud de 83 m, un ancho de 30 m, y paredes con una alt ura de
8,2 m.[274]
Aunque las ciudades mayas compart ían muchas caract eríst icas, había una variación considerable
en el est ilo arquit ect ónico.[275] Est os est ilos fueron influenciados por los mat eriales de
const rucción disponibles a nivel local, el clima, la t opografía, y las preferencias locales. En el
Clásico Tardío, est as diferencias locales se habían convert ido en diferent es est ilos
arquit ect ónicos regionales.[276]
Centro de Petén
El est ilo arquit ect ónico del cent ro de Pet én, mejor conocido como «est ilo Pet én», se desarrolló
en la gran ciudad de Tikal. El est ilo se caract eriza por alt as pirámides que sost ienen a un
sant uario adornado con una crest ería, con una sola ent rada. Ot ras caract eríst icas incluyen la
combinación de la est ela y alt ar emparejado, así como la decoración de fachadas
arquit ect ónicas, dint eles y crest erías con escult uras en relieve de los gobernant es y
deidades.[276] Uno de los mejores ejemplos del est ilo arquit ect ónico del cent ro de Pet én es el
Templo del Gran Jaguar.[277] Ot ros ejemplos del est ilo Pet én incluyen Alt un Ha, Calakmul, Holmul,
Ixkún, Nakum, Naranjo, y Yaxhá.[278]
Puuc
Uxmal es el mejor ejemplo de la arquit ect ura del est ilo Puuc. El est ilo se desarrolló en las colinas
de la región Puuc en el noroccident e de Yucat án; durant e el Clásico Terminal se ext endió más
allá de est a región, en t odo el nort e de la península de Yucat án.[276] Los sit ios del est ilo Puuc
reemplazaron los núcleos de escombros por cement o de yeso, lo que result ó en paredes más
fuert es. También reforzaron los arcos mayas,[279] lo que permit ió la const rucción de arcos de
ent rada independient es. Las fachadas superiores de los edificios del cent ro de una ciudad, fueron
decoradas con piedras precort adas en est ilo de mosaico, formando elaboradas composiciones
de deidades de nariz larga, como el dios de la lluvia Chaac y It zamna. Los adornos t ambién
incluyeron pat rones geomét ricos, celosías y carret es, posiblement e influenciados por los est ilos
del alt iplano de Oaxaca, fuera del área maya. En cambio, la part e inferior de las fachadas fueron
dejados sin decorar. Las crest erías eran poco comunes en los sit ios Puuc.[280]
Chenes
Fachada en estilo Chenes en Hochob.
El est ilo Chenes es muy similar al est ilo Puuc, pero ant edat a la ut ilización de las fachadas de
mosaico de la región Puuc. El est ilo se caract eriza por fachadas complet ament e adornadas,
t ant o la part e inferior como la superior. Algunas ent radas est aban rodeadas de máscaras de
mosaico de monst ruos que represent aban a deidades de la mont aña o del cielo, que las
ident ifican como ent radas al reino sobrenat ural.[281] Algunos edificios cont aban con escaleras
int eriores para acceder a los diferent es niveles.[282] El est ilo Chenes suele encont rarse en la
part e sur de la península de Yucat án, aunque es t ambién posible encont rar edificios individuales
en est e est ilo en ot ras part es de la península.[281] Ejemplos de ciudades en est ilo Chenes
incluyen Dzibilnocac, Hochob, Sant a Rosa Xt ampak y Tabasqueño.[282]
Río Bec
El est ilo río Bec represent a una subregión del est ilo Chenes,[281] y t ambién incluye element os del
est ilo Pet én, como prominent es crest as de t echo.[283] Sus palacios son dist int ivos por sus
decoraciones de t orres falsos, la ausencia de habit aciones int eriores, las escaleras empinadas,
casi vert icales, y las puert as falsas.[284] Las t orres est aban adornadas con máscaras de
deidades, y fueron const ruidas para impresionar el espect ador, en lugar de servir una función
práct ica. Est as t orres falsas solo se encuent ran en la región del río Bec.[281] Ejemplos de sit ios
en est ilo río Bec incluyen Chicanná, Hormiguero y Xpuhil.[283]
Usumacinta
El est ilo Usumacint a se desarrolló en el t erreno accident ado de la cuenca del Usumacint a. Las
ciudades aprovecharon las laderas para sost ener las est ruct uras arquit ect ónicas mayores, como
se puede observar en Palenque y Yaxchilán. Se modificó la falsa bóveda, lo que permit ió const ruir
paredes más delgadas y múlt iples ent radas en los t emplos. Al igual que en el est ilo Pet én, se
ut ilizaron crest erías para adornar las principales est ruct uras. Los palacios t enían múlt iples
ent radas que ut ilizaban dint eles y jambas en lugar de falsas bóvedas. Muchas ciudades erigieron
est elas; en cambio, en Palenque se desarrollaron paneles finament e esculpidos, que decoraron
los edificios.[276]
Idioma
Escritura
Vasija de cerámica pintada con escritura maya, exhibida en el Museo Etnológico de Berlín.
Páginas del Códice de París, que
data del periodo Posclásico, uno de
los pocos libros mayas que se
conservan.
El sist ema de escrit ura maya fue uno de los logros sobresalient es de los habit ant es
precolombinos de América.[293] Fue el sist ema de escrit ura más desarrollado y sofist icado de la
docena, o más, de sist emas que surgieron en Mesoamérica.[294] No obst ant e, hay varios
lingüist as que niegan que ent re las cult uras mesoamericanas hubiese alguna escrit ura con reglas
gramat icales de morfología, análisis de palabras por género, número, función u ort ografía, así
como t ampoco un orden est ablecido para ordenar frases y palabras en modelos que les
permit iese componer ideas.[295] Las primeras inscripciones ident ificadas como escrit ura maya
fueron encont radas en la cuenca del Pet én y dat an de 300-200 a. C.[296] Sin embargo, est e fue
precedido por varios ot ros sist emas de escrit ura mesoamericanos, como la escrit ura epi-olmeca
y zapot eca. La escrit ura maya t emprana apareció en la cost a del Pacífico de Guat emala a finales
del siglo i d. C., o principios del siglo ii.[297] Las semejanzas ent re la escrit ura íst mica y la escrit ura
maya t emprana de la cost a del Pacífico, sugieren que ambos sist emas se desarrollaron en
t ándem.[298] Alrededor del año 250 d. C., la escrit ura maya se había convert ido en un sist ema de
escrit ura más consist ent e y formalizado.[299]
La Iglesia cat ólica y los funcionarios coloniales, en part icular el obispo Diego de Landa,
dest ruyeron los t ext os mayas donde los encont raron, y con ello el conocimient o de la escrit ura
maya; no obst ant e, se preservaron t res libros precolombinos que dat an del periodo Posclásico,
cuya aut ent icidad no es discut ida. Est os son conocidos como el Códice de Madrid, el Códice
Dresde y el Códice de París.[300] También se conservaron algunas páginas de un cuart o libro, el
Códice Grolier, cuya aut ent icidad es discut ida. Las excavaciones arqueológicas que se est án
llevando a cabo en los sit ios mayas a menudo revelan ot ros fragment os, t rozos rect angulares de
yeso y fragment os de pint ura, que fueron códices; sin embargo, por la descomposición de la
mayor part e del mat erial orgánico, est os rest os est án demasiado dañados para poder ident ificar
cualquier inscripción.[301] En referencia a los pocos escrit os mayas exist ent es, Michael D. Coe, un
arqueólogo dest acado de la Universidad de Yale, coment ó:
The Maya, Londres: Thames and Hudson, 6.ª edición, 1999, pp. 199- 200.
La mayor part e de la escrit ura maya precolombina exist ent e, dat a del periodo Clásico y est á
cont enida en las inscripciones de piedra de los sit ios mayas, como las est elas, o en las vasijas de
cerámica. Ot ros medios incluyen los códices mencionados, las fachadas de est uco, los frescos,
los dint eles de madera, las paredes de cuevas, y los art efact os port át iles elaborados a part ir de
una variedad de mat eriales, incluyendo hueso, concha, obsidiana y jade.[302]
Sistema de escritura
La palabra maya B'alam («jaguar»), escrita dos veces en escritura maya. El primer glifo se escribe la palabra con el
logograma de la cabeza del jaguar, que representa la palabra entera. En el segundo bloque de glifos se escribe la palabra
fonéticamente, utilizando los tres signos para cada sílaba: BA, LA y MA.
El sist ema de escrit ura maya, a menudo denominado jeroglíficos mayas por una semejanza
superficial con los jeroglíficos egipcios,[303] es un sist ema de escrit ura logosilábico, que combina
un silabario de signos fonét icos, que represent an sílabas, con logogramas que represent an
palabras complet as.[302] [304]
Ent re los sist emas de escrit ura del Nuevo Mundo precolombino, la
escrit ura maya es el sist ema más cercano al lenguaje hablado.[305] En cualquier moment o dado,
no se ut ilizaron más que unos quinient os glifos, de los cuales unos doscient os (incluyendo las
variaciones) eran fonét icos.[302]
La escrit ura maya alcanzó su apogeo durant e el Período Clásico, y est aba en uso hast a la llegada
de los europeos.[306] Se recuperaron más de 10 000 t ext os individuales, en su mayoría
inscripciones en monument os de piedra, dint eles, est elas y cerámicas.[302] Los mayas t ambién
produjeron t ext os pint ados en un t ipo de papel elaborado a part ir de la cort eza de árboles, ahora
conocido por su nombre náhuat l como amatl, que se ut ilizó para los códices.[307] [308]
El
conocimient o de la escrit ura maya se conservó ent re varios segment os de la población hast a la
conquist a española. Sin embargo, est e conocimient o se perdió por el impact o de la conquist a en
la sociedad maya.[309]
Escritura glífica
El bloque de glifos que t ranscribe una palabra o frase, es la unidad básica del t ext o glífico maya.
El bloque se compone de uno o más glifos individuales int erconect ados; por lo general, los
bloques glíficos individuales est án separados por un espacio. Los bloques glíficos est án
generalment e dispuest os en un pat rón de rejilla. Para facilit ar la referencia, los epigrafist as se
refieren a los bloques glíficos de izquierda a derecha alfabét icament e, y de arriba abajo
numéricament e. Est o permit e ident ificar cualquier bloque glífico en un t ext o, por sus
«coordenadas»: por ejemplo, C4 sería el t ercer bloque desde la izquierda, y el cuart o bloque
cont ando hacia abajo. Si un monument o o art efact o cuent a con más de una inscripción, las
et iquet as de las columnas no se repit en, sino que cont inúan en la serie alfabét ica; si hay más de
26 columnas, el et iquet ado cont inúa como A', B', et c. Las et iquet as numéricas de las filas
reinician con 1 por cada unidad discret a de t ext o.[315]
Aunque el t ext o glífico puede ser dist ribuido en diferent es maneras, por lo general los bloques
glíficos se est ruct uran en columnas dobles. El orden de lect ura del t ext o comienza en la part e
superior izquierda (bloque A1), sigue al segundo bloque en la segunda columna (B1), luego baja
una fila y comienza de nuevo desde el bloque izquierda de la columna doble (A2), y así cont inúa
en zigzag. Una vez que se alcanza el ext remo inferior, la escrit ura cont inúa desde la part e superior
izquierda de la siguient e columna doble. Si la inscripción t ermina en una sola columna
(desparejada), est a columna final suele leerse de arriba abajo.[316]
Los bloques de glifos individuales pueden est ar compuest os de varios element os. Est os incluyen
un signo principal y un número de afijos. El signo principal const it uye el element o más import ant e
del bloque, y puede ser un sust ant ivo, verbo, adverbio, adjet ivo o signo fonét ico. Algunos de los
signos principales son abst ract os, ot ros son imágenes del objet o que represent an, y ot ras más
son «variant es de cabeza», la personificación de la palabra que represent an. Los afijos son
element os rect angulares más pequeños, generalment e vinculados con un signo principal, aunque
un bloque t ambién puede est ar únicament e compuest o de afijos. Los afijos pueden represent ar
una amplia variedad de element os del habla, incluyendo sust ant ivos, verbos, sufijos verbales,
preposiciones, pronombres, y mucho más. Los mayas t ambién ut ilizaron pequeñas secciones de
un signo principal para represent ar al signo principal ent ero, y los escribas mayas eran muy
invent ivos en el uso y la adapt ación de element os de los glifos.[317]
Herramientas de escritura
Escultura de un escriba de
Copán, Honduras.[318]
Ilustración de un escriba maya en una
vasija del periodo clásico. Museo de
Arte de Kimbell, Fort Worth.
Escribas y alfabetización
La mayor part e de la población normal eran analfabet os, los escribas provenían de la élit e. No se
sabe si t odos los miembros de la arist ocracia podían leer y escribir, aunque al menos algunas
mujeres eran capaces de hacerlo, ya que exist en represent aciones de escribas femeninas en el
art e maya.[319] Los escribas mayas eran llamados aj tz'ib, lo que significa «el que escribe o
pint a».[320] Es probable que exist ieran escuelas de escribas, donde los miembros de la
arist ocracia aprendieron a escribir.[321] Es posible ident ificar la act ividad de los escribas en el
regist ro arqueológico. El rey de Tikal, Jasaw Chan K'awiil I, fue ent errado con su bot e de pint ura, y
algunos de los miembros jóvenes de la dinast ía real de Copán fueron ent errados con sus
herramient as de escrit ura. Un palacio en Copán ha sido ident ificado como el de un linaje noble de
escribas. Est á decorado con escult uras que incluyen figuras que sost ienen t int eros.[322]
Aunque no se sabe mucho sobre los escribas mayas, algunos firmaron su obra, t ant o en las
escult uras de piedra como en la cerámica. Las vasijas de cerámica firmadas, por lo general, llevan
el nombre de un solo escriba. En cambio, exist en escult uras de piedra que llevan los nombres de
múlt iples escult ores, como una est ela en Piedras Negras que t iene los nombres de ocho
escult ores. Sin embargo, la mayoría de las obras permanecieron sin firmar por los art ist as que las
t rabajaron.[323]
Matemática
Los mayas ut ilizaban un sist ema de numeración vigesimal (de base 20) de raíz mixt a, similar al de
ot ras civilizaciones mesoamericanas.[324] El sist ema numérico de rayas y punt os, que formaba la
base de la numeración maya, est aba en uso en Mesoamérica desde c. 1000 a. C.;[325] los mayas lo
adopt aron por el Preclásico Tardío, y añadieron el símbolo para el cero.[324] [326]
Est o puede
haber sido la aparición más t emprana conocida del concept o del cero explícit o en el
mundo,[326] [327]
aunque es posible que haya sido precedido por el sist ema babilónico.[327] El
primer uso explícit o del cero fue grabado en monument os que dat an de 357 d. C.[327] En sus
aplicaciones más t empranas, el cero sirvió como not ación posicional, lo que indica la ausencia de
un cont eo calendárico part icular. Post eriorment e, se desarrolló en un número que se podía ut ilizar
para cálculos,[327] y fue incluido en los t ext os glíficos durant e más de mil años, hast a que su uso
fue ext inguido por los españoles.[327]
En el sist ema de numeración de base, la unidad se represent a por un punt o. Dos, t res y cuat ro
punt os sirven para represent ar 2, 3 y 4, y la raya horizont al sirve para represent ar 5.[324] Por el
período Posclásico, el símbolo de una concha (o caracol) sirvió para represent ar el cero; durant e
el período Clásico se ut ilizaron ot ros glifos.[324] [326]
Los mayas pudieron escribir cualquier
número de 0 a 19, ut ilizando una combinación de est os símbolos.[324] El valor exact o de un
número se det erminó por su posición vert ical; al subir una posición, el valor básico de la unidad se
mult iplicó por veint e. De est a manera, el símbolo más bajo represent aría las unidades de base, el
siguient e símbolo, en la posición segunda, represent aría una mult iplicación por veint e de la unidad,
y el símbolo en la posición t ercera represent aría una mult iplicación por 400, y así sucesivament e.
Por ejemplo, el número 884 se escribe con cuat ro punt os en el nivel más bajo, cuat ro punt os en
el nivel inmediat ament e superior, y dos punt os en el siguient e nivel, para dar 4x1, con 4x20, con
2x400. Con est e sist ema los mayas podían escribir números muy largos.[324] Se realizaron
adiciones sencillas al sumar los punt os y rayas en dos columnas, dando el result ado en una
t ercera columna.[326]
Calendario
El sist ema calendárico maya, como ot ros calendarios mesoamericanos, t uvo sus orígenes en el
período Preclásico. Sin embargo, fueron los mayas que desarrollaron el calendario a un alt o nivel
de sofist icación, y lograron regist rar con gran precisión los ciclos lunares y solares, los eclipses y
los movimient os de los planet as. En algunos casos, los cálculos de los mayas eran más precisos
que los cálculos equivalent es en el Viejo Mundo; por ejemplo, el año solar maya se calculó con
mayor precisión que los años julianos. El calendario maya est aba int rínsecament e ligado al rit ual
maya, y era fundament al para las práct icas religiosas mayas.[328] El calendario combinó una
cuent a larga no repet it iva con t res ciclos enganchados, cada uno midiendo un periodo
progresivament e mayor. Est os fueron el tzolk'in de 260 días,[329] el haab' de 365 días,[330] y la
rueda calendárica de 52 años, la que result ó de la combinación del tzolk'in y haab'.[331] También
había ciclos calendáricos adicionales, como el ciclo de 819 días asociado con los cuat ro
cuadrant es de la cosmología maya y regidos por los cuat ro aspect os del dios K'awiil.[332]
La unidad básica en el calendario maya era un día, o k'in. Est e se mult iplicó por veint e para formar
un winal. La siguient e unidad, en lugar de ser mult iplicado por 20, como lo requiere el sist ema
vigesimal, se mult iplicaba por 18 con el fin de proporcionar una aproximación global del año solar
(dando como result ado 360 días). Est e año de 360 días era conocido como un tun. Cada nivel
sucesivo de la mult iplicación siguió el sist ema vigesimal.[333]
Periodos del calendario maya[333]
Periodo Cálculo Espacio de tiempo Años (aprox.)
winal 1 x 20 20 días
Además, los mayas ut ilizaron t res ciclos de t iempo ent relazados —cada uno midiendo un período
cada vez mayor— incluyendo el tzolk'in de 260 días,[329] el haab' de 365 días,[330] y la rueda
calendárica de 52 años, que result a de la combinación del tzolk'in y haab'.[331] Había ciclos
calendáricos adicionales, como el ciclo de 819 días, asociado con los cuat ro cuadrant es de la
cosmología maya, det erminados por los cuat ro aspect os diferent es del dios K'awiil.[332]
El tzolk'in de 260 días proporcionó el ciclo básico de las ceremonias mayas, y los fundament os
de la profecía maya. No exist e evidencia de alguna base ast ronómica para est e cont eo, y es
posible que la cuent a de 260 días se basa en el período de gest ación humana. Est a hipót esis se
ve reforzada por el uso del tzolk'in para det erminar las fechas de nacimient o, y proporcionar las
profecías correspondient es. El ciclo de 260 días repit e una serie de 20 nombres para los días,
con un número prefijo del 1 al 13, para indicar en qué part e del ciclo se produce un día
específico.[332]
El haab de 365 días se conformaba de un ciclo de dieciocho Winal, de 20 días nombrados cada
uno, complet ado por un periodo adicional de 5 días, denominado Wayeb (o Uayeb).[334] El Wayeb
se consideraba un periodo peligroso, en el que se rompieron los límit es ent re el reino sobrenat ural
y el de los mort ales, permit iendo a las deidades malignas cruzar e int erferir en los asunt os
humanos.[331] Tal como ocurre en el tz'olkin, el nombre de cada winal recibe como prefijo un
número (de 0 a 19), y en el caso del periodo más cort o del Wayeb, los números de prefijos van de
0 a 4. Los mayas ent relazaron cada día del tz'olkin —designado con su propio nombre y número,
por ejemplo, 8 Ajaw— con el haab, dándole un nombre y número adicional para producir una
designación más complet a para cualquier día, por ejemplo, 8 Ajaw 13 Keh. Dicha designación de
un día específico solo podía repet irse una vez cada 52 años, y los mayist as se refieren a est e
periodo como la «rueda calendárica». En la mayoría de las cult uras mesoamericanas, la rueda
calendárica era la unidad más grande para medir el t iempo.[334]
Al igual que t odos los calendarios no repet it ivos, los mayas midieron el t iempo desde un punt o de
inicio preciso. Fijaron el inicio de su calendario en el final del ciclo de bak'tunes ant erior, lo que
equivale a un día del año 3114 a. C. Los mayas creían que en est e día se produjo la creación del
mundo en su forma act ual. Los mayas ut ilizaron la cuent a larga para fijar un día det erminado de la
rueda calendárica dent ro de su act ual gran ciclo de Piktun, compuest o de 20 bak'tunes.
Había
algunas variaciones en el calendario, como se pudo observar en un t ext o de Palenque que indica
que el ciclo del piktun que t erminó en 3114 a. C. se componía de apenas 13 bak'tunes, y ot ras
inscripciones parecen haber ut ilizado un ciclo excepcional de 13 + 20 bak'tunes para el ciclo del
piktun act ual.[a]
Una fecha complet a en la cuent a larga se compone de un glifo int roduct orio, seguido por cinco
glifos cont ando el número de bak'tunes, kat'unes, tunes, winales, y k'ines desde el inicio de la
creación act ual. Est o sería seguido por la part e del tz'olkin de la fecha de la rueda calendárica, y
t ras una serie de glifos int erpuest os, la fecha de cuent a larga t erminaría con la part e del haab de
la fecha de la rueda calendárica.[335]
El célebre astrólogo John Dee utilizó un espejo de obsidiana azteca para ver
en el futuro. Podemos menospreciar sus ideas, pero uno puede estar seguro
de que, por su perspectiva, era mucho más cercano a un sacerdote
astrónomo maya que lo es un astrónomo de nuestro siglo.
J. Eric S. Thompson - Maya Astronomy: Philosophical Transactions of the
Royal Society of London, 1974[339]
Los mayas hicieron observaciones met iculosas de los cuerpos celest es, regist rando
pacient ement e dat os ast ronómicos sobre los movimient os del Sol, la Luna, Venus y las est rellas.
Est a información se ut ilizaba para la adivinación, ya que la ast ronomía maya servía esencialment e
para propósit os ast rológicos. El propósit o de la ast ronomía maya no era el est udio del universo
por razones cient íficas, ni la medición de las est aciones para calcular la siembra de cult ivos. Fue
más bien ut ilizado por el sacerdocio para comprender los ciclos de t iempo pasados, y
proyect arlos hacia el fut uro para poder hacer profecías. Los sacerdot es mayas refinaron sus
observaciones y regist raron los eclipses del Sol y la Luna, los movimient os de Venus y los de las
est rellas; est os se compararon con acont ecimient os fechados del pasado, en el supuest o que se
producirían hechos similares en el fut uro, al prevalecer las mismas condiciones ast ronómicas.[341]
Las ilust raciones de los códices muest ran que los sacerdot es hicieron observaciones
ast ronómicas a simple vist a, ut ilizando palillos cruzados como disposit ivo de observación.[342] El
análisis de los pocos códices rest ant es del Posclásico, reveló que, en el moment o del cont act o
con los europeos, los mayas habían elaborado t ablas de eclipses, calendarios y un conocimient o
ast ronómico que era más preciso que el conocimient o comparable en Europa de est a época.[343]
Los mayas midieron el ciclo de Venus de 584 días con un margen de error de apenas dos horas.
Cinco ciclos de Venus se equiparan a ocho ciclos calendáricos de 365 días del calendario haab, y
est e período fue regist rado en los códices. Los mayas t ambién siguieron los movimient os de
Júpit er, Mart e y Mercurio. La aparición de Venus como est rella de la mañana est aba asociado con
el renacimient o de los héroes gemelos.[344] Los mayas asociaron la salida helíaca de Venus con la
dest rucción y convulsión en el mundo.[342] Venus est aba est rechament e vinculado con la guerra,
y el glífo para «guerra» incorporó el element o glífico que simboliza el planet a.[345] Las líneas de
visión de las vent anas del edificio El Caracol en Chichén It zá se alinean con los ext remos nort e y
sur de la t rayect oria de Venus.[342] Los gobernant es mayas lanzaron campañas milit ares en el
moment o que coincidió con la salida heliaca o cósmica de Venus, y t ambién sacrificaron caut ivos
import ant es durant e est as conjunciones.[345]
Los eclipses solares y lunares eran considerados acont ecimient os part icularment e amenazant es,
que podrían t raer el desast re al mundo. El Códice Dresde incluye la mención de un eclipse solar,
represent ado como una serpient e que devora el k'in, el glífo del «día». Los eclipses se
int erpret aron como si el Sol o la Luna fuesen mordidas, y se regist raron las t ablas lunares con el
propósit o de predecirlos y realizar las ceremonias apropiadas para evit ar el desast re.[345]
Religión y mitología
Los mayas t enían una visión alt ament e est ruct urada del cosmos; dist inguieron t rece niveles en el
cielo, y nueve niveles en el inframundo; el mundo de los mort ales ocupaba una posición ent re el
cielo y el inframundo. Cada nivel cont aba con cuat ro punt os cardinales, que se asociaban con un
color diferent e. Las principales deidades t enían aspect os asociados con est as direcciones y
colores; el nort e era blanco, el est e era rojo, el sur era amarillo, y el oest e era negro.[352]
En Comalcalco se han encontrado 14 entierros funerarios y un panteón con 116 tumbas único en la cultura maya.
Las familias mayas ent erraban a sus muert os debajo de los pisos de sus casas, junt o con las
ofrendas apropiadas para la posición social de la familia y, en algunos casos, acompañados de
objet os (bot ones de jade en la boca del difunt o, est at uillas a su lado...) con la finalidad de
acompañarlos en el más allá, donde los difunt os podrían act uar como ant epasados prot ect ores.
Como los linajes mayas eran pat rilineales, a menudo se dest acó la adoración de un prominent e
ancest ro masculino con un sant uario en el hogar. Sin embargo, est a cost umbre popular no seguía
los principios de la t eología sacerdot al, pues la supervivencia del alma est aba reservada
oficialment e solo a una minoría de elegidos, como el rey, los héroes o las víct imas que acept aban
el sacrificio.[353] A medida que la sociedad maya se desarrolló, y la élit e se volvió más poderosa,
la realeza maya desarrolló sant uarios hogareños en las grandes pirámides, donde se encont raban
las t umbas de sus ant epasados.[347]
Se consideraba que las fuerzas sobrenat urales impregnaban la vida, influyéndola en t odos sus
aspect os, desde las act ividades cot idianas más sencillas, t ales como la preparación de
aliment os, hast a el comercio, la polít ica y las act ividades de la élit e. Las deidades mayas regían
t odos los aspect os del mundo, t ant o visibles como invisibles.[351] El sacerdocio maya era un
grupo cerrado, cuyos miembros provenían de la élit e est ablecida; hacia el Clásico Temprano
est aban grabando información rit ual cada vez más compleja en sus libros glíficos, incluyendo
observaciones ast ronómicas, ciclos calendáricos, acont ecimient os hist óricos y mit ológicos. Los
sacerdot es realizaron ceremonias públicas que incluyeron banquet es, derramamient os de sangre,
la quema de incienso, música, danza rit ual, y, en ciert as ocasiones, sacrificios humanos. Durant e el
período Clásico, el gobernant e maya era t ambién el sumo sacerdot e y el conduct o direct o ent re
los mort ales y los dioses. Es muy probable que, ent re los plebeyos, el chamanismo hubiera
cont inuado de manera paralela a la religión del Est ado. Por el Posclásico, el énfasis religioso
había cambiado; hubo un increment o en el cult o de las imágenes de deidades, y se buscaba
recurso en los sacrificios humanos con mayor frecuencia.[354]
Sacrificio humano
Los héroes gemelos representados en una vasija Maya.
La sangre se consideraba un pot ent e aliment o para las deidades mayas, y el sacrificio de un ser
vivo era vist o como una poderosa ofrenda de sangre. Por ext ensión, el sacrificio de una vida
humana se consideraba la mayor ofrenda de sangre a los dioses, y por lo t ant o, los rit uales mayas
más import ant es culminaron en el sacrificio humano. Por lo general, solo se sacrificaban
prisioneros de guerra de alt o rango; los caut ivos de rangos menores fueron ut ilizados como mano
de obra.[355]
Los rit uales import ant es, como la dedicación de grandes proyect os de const rucción o la
ent ronización de un nuevo gobernant e, requerían una ofrenda humana. El sacrificio de un rey
enemigo era la ofrenda más preciada, y t al sacrificio suponía que la muert e del gobernant e
caut ivo se hiciera con una recreación rit ual de la decapit ación del dios del maíz por los dioses de
la muert e.[355] En el año 738, el rey vasallo K'ak' Tiliw Chan Yopaat de Quiriguá capt uró su señor,
Uaxaclajuun Ub'aah K'awii de Copán, y unos días más t arde, le decapit ó rit ualment e;[356] El rit ual
asociado con la decapit ación de un rey enemigo puede haber t omado la forma de un juego de
pelot a rit ual, recreando la vict oria de los héroes gemelos sobre los dioses del inframundo.[355]
Exist en represent aciones del sacrificio por decapit ación en el art e maya del periodo Clásico, y, en
ocasiones, el rit ual se llevó a cabo después de que la víct ima fuese golpeada, t ort urada,
escalpada, quemada o dest ripada.[357] El mit o de los héroes gemelos, incluido en el Popol Vuh,
relat a como uno de los gemelos fue decapit ado por sus adversarios en el juego de pelot a.[358]
Durant e el período Posclásico, la ext racción del corazón era la ejecución más común del
sacrificio humano, una influencia de la práct ica de los azt ecas en el Valle de México;[355] por lo
general est e rit ual se llevó a cabo en la plaza de un t emplo, o en la cima de una pirámide.[359]
Dependiendo del rit ual específico, a veces el cadáver sería despellejado por los asist ent es de
los sacerdot es, con excepción de las manos y pies. El sacerdot e oficiant e quit aría ent onces su
t raje rit ual para vest irse con la piel de la víct ima del sacrificio, y realizar una danza rit ual que
simbolizaba el renacimient o de la vida.[359] Las invest igaciones arqueológicas indican que el
sacrificio del corazón ya se pract icaba en el periodo Clásico.[360]
Deidades
El mundo maya est aba poblado por una gran variedad de deidades, ent idades sobrenat urales y
poderes sagrados. Los mayas t enían una t an amplia int erpret ación de lo que era sagrado, que la
ident ificación de deidades con diferent es funciones específicas sería incorrect a.[362] La
int erpret ación maya de las deidades est aba int rínsecament e ligada al calendario, la ast ronomía y
su cosmovisión.[363] La import ancia de una deidad, sus caract eríst icas y sus asociaciones,
variaban de acuerdo con el movimient o de los cuerpos celest es. Por lo t ant o, la int erpret ación
sacerdot al de los regist ros ast ronómicos y los libros era crucial, ya que el sacerdot e ent endería
qué deidad necesit aba la propiciación rit ual requerida, cuándo realizar las ceremonias correct as, y
cuál sería una ofrenda apropiada. Cada deidad t enía cuat ro manifest aciones, asociadas con las
direcciones cardinales, y cada una vinculada con un color diferent e. También t enía aspect os
dicot ómicos, como día-noche y vida-muert e.[352]
It zamna era el dios creador, pero t ambién encarnaba el cosmos, y era a la vez un dios solar;[352]
K'inich Ahau, el «sol día», fue uno de sus aspect os. Con frecuencia, los reyes mayas se
ident ificaron con K'inich Ahau. It zamna t ambién t enía el aspect o de «sol noche», el Jaguar Noche,
represent ando el Sol en su viaje por el inframundo.[364] Los cuat ro Pawat un sost enían las
esquinas del reino de los mort ales; en el cielo, los Bacab t enían una función semejant e. Además
de sus cuat ro aspect os principales, los Bacab t enían docenas de ot ros aspect os que aún no son
bien comprendidas.[365] Los cuat ro Chaac eran dioses de las t orment as, que cont rolaban la lluvia,
los t ruenos y los relámpagos.[366] Cada uno de los nueve «señores de la noche» gobernaron uno
de los reinos del inframundo.[365] Ot ras deidades import ant es incluyeron la diosa de la Luna, el
dios del maíz, y los héroes gemelos.[367]
Mascarón de una deidad asociada con la oscuridad y la muerte. Zona arqueológica de Pomoná, Tabasco.
El Popol Vuh, que se escribío en el alfabet o lat ino en la época colonial, fue probablement e la
t ranscripción de un libro glífico escrit o por un noble quiché desconocido.[368] Es una de las obras
más dest acadas de la lit erat ura indígena en América.[320] El Popol Vuh narra la creación mít ica
del mundo, la leyenda de los héroes gemelos, y la hist oria posclásica del reino quiché.[368] Las
deidades mencionadas en el Popol Vuh incluyen Hun Hunahpu, el dios del maíz de los
quichés,[369] y una t ríada de dioses encabezados por Tohil, la deidad pat rona de los quichés, e
incluyendo t ambién a la diosa de la Luna, Awilix, y el dios de la mont aña, Jacawit z.[370]
Al igual que ot ras cult uras mesoamericanas, los mayas veneraron a las deidades de la serpient e
emplumada. Su cult o era raro durant e el período Clásico,[371] pero en el Posclásico la veneración
de la serpient e emplumada se había ext endido por la península de Yucat án y el alt iplano de
Guat emala. En Yucat án, la deidad de la serpient e emplumada era Kukulkan,[372] ent re los quichés
era Q'uq'umat z.[373] Kukulkan t uvo sus orígenes en la Serpient e de la guerra Waxaklahun Ubah
Kan del periodo Clásico, y t ambién ha sido ident ificado como la versión posclásica de la
Serpient e de visión, conocida del art e maya del periodo Clásico.[374] Aunque el cult o a Kukulcán
t uvo sus orígenes en est as ant iguas t radiciones mayas, fue fuert ement e influenciado por el cult o
a Quet zalcóat l de la zona cent ral de México.[375] Del mismo modo, t ambién Q'uq'umat z t enía un
origen compuest o, que combinaba los at ribut os del Quet zalcóat l mexicano con aspect os de
It zamná del periodo Clásico.[376]
Exist en cient os de yacimient os arqueológicos mayas dist ribuidos en cinco países: Belice, El
Salvador, Guat emala, Honduras y México.[377] Los seis sit ios con una arquit ect ura o escult ura
especialment e dest acada son Chichén It zá, Palenque, Uxmal, Comalcalco y Yaxchilán en México,
Tikal en Guat emala y Copán en Honduras. Ot ros sit ios import ant es, pero de difícil acceso, son
Calakmul y El Mirador. Los principales sit ios de la región Puuc, después de Uxmal, son Kabáh,
Labná, y Sayil. En el est e de la península de Yucat án, son Cobá y el pequeño sit io de Tulum.
También en el occident e y cent ro de El Salvador encont ramos sit ios de int erés como Tazumal,
San Andrés, Cihuat án y Joya de Cerén, único lugar donde se observa la vida cot idiana maya.[378]
Los sit ios del río Bec, en la base de la península de Yucat án, incluyen Becan, Chicanná, Kohunlich,
y Xpuhil. Los sit ios más dest acados de Chiapas, además de Palenque y Yaxchilán, son Toniná y
Bonampak. En Tabasco, los sit ios más import ant es además de Comalcalco son Moral Reforma, y
Pomoná. En el alt iplano guat emalt eco dest acan Iximché, Kaminaljuyú, Mixco Viejo, y Q'umarkaj,
t ambién conocido como Ut at lán.[379] En las t ierras bajas del nort e de Pet én, en Guat emala, hay
muchos sit ios, pero, con la excepción de Tikal, su acceso es generalment e difícil. Algunos de los
sit ios not ables del Pet én son Dos Pilas, Ceibal, y Uaxact ún.[380] Los sit ios import ant es en Belice
incluyen Alt un Ha, El Caracol, y Xunant unich.[381]
Colecciones de museos
Notas
1. Carter (2014) observa que «Un solo pasaje de texto en un panel jeroglífico del Clásico Tardío
en Palenque esclarece dos puntos: primero, que, antes de la era actual, la cuenta de bak’tunes
se incrementará hasta 19, antes de que cambie el número en el lugar del piktun; y segundo,
que este número cambiará en 1, no en 14, al igual que los bak’tunes en 2720 a. C. En otras
palabras, todos los piktunes, excepto el actual, se componían de 20 bak’tunes, pero el
[piktun] actual se compone de 33; todos los kalabtunes anteriores, el siguiente nivel superior,
se componía de 20 piktunes, pero el kalabtun actual se compone de 33 de estos. Es de
suponer que se obtenga el mismo patrón para el resto de los niveles superiores. Este reajuste
escalonado de los ciclos de orden superior, tan discordantemente inesperado desde una
perspectiva occidental contemporánea, sugiere una actitud más numerológica que
matemática hacia el tiempo. 13 y 20, después de todo, son los números claves del tzolk’in,
por lo que es apropiado que hubieran sido incorporados en la cuenta larga en escalas
temporales enormes.» Véase Carter 2014.
Véase también
Educación maya
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