Resumen Canto XI Odisea
Resumen Canto XI Odisea
Resumen Canto XI Odisea
En este canto de la Odisea, Homero cuenta la visita de Odiseo al Hades. Es un texto cuya narrativa
tiene la peculiaridad de contar con un salto temporal en su verso 333, en el que se desvela que todo
lo narrado con anterioridad esta siendo contado por Ulises en el palacio del rey Alcinoo, dónde se
encontraría el presente si dibujáramos el poema en un eje cronológico.
Así, siguiendo el relato del texto, Ulises parte con su nave hasta los confines del océano, donde se
encuentra la ciudad de los cimerios. Allí cabó un hoyo para las víctimas que traía consigo y
prometió darles el mejor de los lutos al llegar a Ítaca, sacrificando por ellos la mejor vaca y una
oveja como obsequio.
Tras rendirles sepultura junto a ovejas degolladas, salen del infierno las almas de los muertos y se
congregan alrededor del hoyo. Ulises tratará de interrogar a Tiresias cuando el primer muerto,
Élpenor, se le acercará y le pedirá la digna sepultura que no había podido tener. Tras esto, Ulises ve
a su madre Anticlea, a quien no permitió beber de la sangre, por lo que permaneció callada y sin
mirar a su hijo. Tiresias se acercó finalmente a Ulises y, tras beber de la sangre, le cuenta que los
dioses dificultarán su regreso a Ítaca, sin embargo, podrá llegar si tras anclar su nave en la isla
Trinacria, deja intactas a las reses y vacas que allí hallará, de lo contrario, tanto él como su
tripulación estarán destinados a la muerte. Ulises acepta tal destino y pregunta a Tiresias porque tu
madre lo ignora, a lo que este contestará que si Anticlea no bebe de la sangre permanecerá callada
sin decirle la verdad que guarda para él.
Finalmente la madre de Ulises bebe de la sangre y, sorprendida de ver a su hijo en el recóndito
infierno, le pregunta si es que aún no ha llegado a Ítaca. Él le explica que necesitaba del consejo de
Tiresias antes de continuar su viaje y pregunta a su madre por su familia y dignidad como rey, a lo
que ella contesta asegurando que su mujer y reinado están impolutos en Ítaca.
Es entonces cuando se acercan a Ulises multitud de mujeres que estuvieron con conocidos varones,
él les da paso una a una y ellas le cuentan a Ulises cada una de sus verdades.
Es en este punto cuando el texto se retrotrae al presente, en el que Ulises esta en el palacio de
Alcinoo contándoles a él y su corte esta historia. Ulises les pedirá que le ayuden a regresar a Ítaca,
pero Alcinoo le ruega que se quede un poco mas, fascinado con las historias que este trae consigo.
Ulises, como signo de hospitalidad, les dice que puede quedarse un año allí antes de regresar a
Ítaca.
Así pues, Ulises continuo contándoles sus hazañas narrándoles su encuentro con Agamenon durante
su paso por el Hades, quién le llora por su esposa y le asegura que no ha de fiarse de ninguna mujer.
También les habla de cuando se cruzó con Aquiles, pero eran tantos los muertos que acudieron a
visitarle, que Odiseo decide al fin volver a su barco y partir rumbo al mar Océano para continuar
con su viaje.