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Historia de Las Universidades Ingreso 2022

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Historia de las

universidades

Curso de ingreso

UNLa 2022
UNIVERSIDAD
Y PROYECTO
NACIONAL

Ana Jaramillo

1
Introducción

El texto que presentamos hoy está especialmente dirigido a los jóvenes


universitarios que seguramente serán los protagonistas de la construcción del futuro de
nuestra Nación. Forma parte de los trabajos de investigación realizados en el marco del
Seminario Ciencia, Academia y Política.

Su primer capítulo “La función de la universidad en la historia argentina” se


refiere a la función que le han atribuido a la universidad argentina tanto los pensadores
nacionales como sus dirigentes políticos, sociales y académicos. Desde la preocupación
sarmientina sobre el aislamiento de la ciudad docta de Córdoba así como de su
universidad con respecto a las ideas revolucionarias de la época, hasta los años 70, para
todos ellos la universidad debería estar al servicio del pueblo y la Nación como así
también ser una importante protagonista del desarrollo y el progreso nacional.

Su segundo capítulo “La reforma de la universidad y la agenda social” se refiere


a la necesidad de que la universidad tenga una agenda compartida con la sociedad y sus
problemas. Y para ello, esta agenda debe dirigirse a la investigación de la nueva
morfología social, económica y política, más que a realizar una exégesis del pasado.
Esta investigación no se puede dirigir hacia las disciplinas que no pueden abordar por sí
mismas los problemas, sino que debe ser interdisciplinaria para poder contribuir a la
construcción y transformación social. Sin embargo, las universidades continúan
organizándose y configurándose de acuerdo con las disciplinas. Se abordan también las
propuestas de una nueva reforma hechas por el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro
sobre las problemáticas que deben encarar las universidades latinoamericanas.

En el tercer capítulo “La responsabilidad de la manipulación simbólica”


abordamos la necesidad de asumir la responsabilidad de la manipulación simbólica,
tanto desde la academia como desde los productores y distribuidores de información
pública. Si los intelectuales, así como el periodismo, manipulan símbolos y no cosas, la
prensa -que forma opinión- y las universidades -que forman profesionales y ciudadanos-
, deben incluirse como el resto de las instituciones en la ética de la responsabilidad y
hacerse cargo de sus decisiones axiológicas, ideológicas y políticas, como así también
de los efectos que producen en las pasiones y emociones sociales.

La universidad no participa de la sociedad del espectáculo. No es un espectador


de los problemas sino un actor fundamental en la construcción social. Tiene como
específicas funciones la docencia, la investigación y la cooperación con la comunidad
para resolver los problemas que demanda la sociedad, así como para construir un mundo
mejor, un país más justo y democrático. Ese es el compromiso, la responsabilidad y el
desafío que requiere la sociedad que la sustenta.

El cuarto capítulo “Conocer para intervenir en la construcción social” se refiere


a la necesidad de invertir la perspectiva escolástica a fin de que la universidad
investigue y eduque para intervenir en la construcción social, ya que es necesario
empalmar el saber con el acaecer y el quehacer con el “qué decir”. Esto implicará
diagnosticar, analizar, descubrir, comprender, interpretar la realidad social al mismo
tiempo que proponer soluciones factibles y decidir sobre los nuevos acontecimientos.

2
En el quinto capítulo “Del anhelo a la volición” nos referimos a la necesidad de
una reforma universitaria que atienda a su misión protagónica para un proyecto
nacional. Para ello, como dice Ortega y Gasset, no basta con desearla, sino que hace
falta quererla de verdad, para revertir el aislamiento que todos han criticado de la
universidad con respecto a la sociedad.

En el sexto capítulos “La universidad al servicio del pueblo y la Nación”,


sostenemos que para poner la universidad al servicio del pueblo y de la Nación no sólo
hace falta la razón crítica en tanto puesta en cuestión de la realidad, sino que hace falta
sumarle la razón decidida. Si bien la razón crítica no implica pasividad ni razón
puramente especulativa, ni inocuidad social, tampoco significa lo que muchos parecen
entender, una beligerancia perpetua en una sociedad democrática. La universidad debe
entonces servir no sólo para investigar el por qué de la actual realidad, sino que debe
decidirse a investigar el cómo llegar a la sociedad que ambicionamos. Para ello es
necesario acercar la brecha que existe entre el político y el académico a fin de que el
juicio analítico se utilice también en las decisiones para actuar sobre la realidad.

Por último, en nuestras conclusiones hacemos algunas propuestas sobre las


modificaciones concretas que habría que hacer a fin de que la universidad se transforme
en esa protagonista que deseamos y queremos en la construcción del desarrollo
nacional: una universidad al servicio del pueblo y la Nación.

3
LA FUNCIÓN DE LA UNIVERSIDAD EN LA HISTORIA ARGENTINA

“Yo no vengo a trabajar por la universidad, sino a


pedir que la Universidad trabaje para el pueblo.”
José Vasconcelos1

Es realmente alarmante que, a pesar de que la mayoría de la dirigencia política


nacional, los legisladores, y gran parte de la intelectualidad argentina sostengan enfática
y reiteradamente que la universidad debe estar al servicio del pueblo y de la Nación, aún
se utilice muchas veces la autonomía para alejarse de los problemas nacionales más que
para contribuir al desarrollo nacional y construir una sociedad más justa desde sus
funciones específicas. Más aún cuando las universidades públicas se sostienen por el
esfuerzo del conjunto de la sociedad a la que pertenecen.

También parecieran desconocerse las problemáticas y las transformaciones


sociales a partir del desarrollo científico tecnológico, y se continúa formando en las
mismas profesiones de hace un siglo, sin orientar la agenda de investigación y docencia
hacia lo que la comunidad necesita en función de una nueva morfología social,
económica y política.

Desde distintas variantes ideológicas se reclama en forma constante que la


autonomía universitaria (indiscutida) se utilice más como un obstáculo frente a las
necesidades perentorias nacionales que como un derecho a la creatividad intelectual
para proponer diversas perspectivas de solución a los problemas que aquejan a la
sociedad.

Algunas de las críticas y definiciones que se hicieron acerca del papel que
deberían cumplir nuestras universidades públicas siguen siendo una expresión de
deseos.

Podemos comenzar con D. F. Sarmiento cuando en 1845, en el Facundo2,


hablando de Córdoba y su resistencia al cambio y al espíritu revolucionario de la época
dice: “Hablando de la célebre Universidad de Córdoba, fundada nada menos que en el
año 1613, y en cuyos claustros sombríos han pasado su juventud ocho generaciones de
doctores en ambos derechos, ergotistas insignes, comentadores y casuistas”. Continúa
diciendo: “El espíritu de Córdoba hasta 1829 es monacal y escolástico: la
conversación de los estrados rueda siempre sobre las procesiones, las fiestas de los
santos, sobre exámenes universitarios, profesión de monjas, recepción de las borlas de
doctor” (...) “La ciudad es un claustro encerrado entre barrancas, el paseo es un
claustro con verjas de fierro; cada manzana tiene un claustro de monjas o frailes; los
colegios son los claustros, la legislación que se enseña, la teología, toda la ciencia
escolástica de la Edad Media es un claustro en que se encierra y parapeta la
inteligencia contra todo lo que salga del texto y del comentario.”

1
José Vasconcelos: Discurso de Asunción como Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México
el 9 de junio de 1920.
2
Sarmiento, Domingo Faustino: Facundo, Centro Editor de América Latina, Bs.As, 1973.

4
“La Revolución de 1810 encontró en Córdoba un oído cerrado al mismo tiempo
que las provincias todas respondían a un tiempo al grito de ¡a las armas! ¡a la
libertad!”.

La Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, cuyo espíritu apoyaba Hipólito


Yrigoyen, también propugnaba salir del claustro, abandonar el dominio clerical y del
escolasticismo para servir al pueblo. Aníbal Ponce señalaba “... la universidad será la
mejor escuela de civismo y ser reformista o no serlo implicará decidirse por Mañana o
por Ayer”3.

Sin embargo, el ideario reformista quedó en lo discursivo. En un dossier editado


por la Universidad de Buenos Aires a propósito de su aniversario se reflexionaba: “Las
palabras heredadas producto de aquellos sucesos: autonomía, extensión, cogobierno,
americanismo, ¿son hoy, sólo consignas, más o menos hábilmente utilizadas, con
diferentes fines legitimadores y alejadas de su concepción original, sin entender esto
como evolución, sino como vaciamiento?”4

El Manifiesto de la Organización Universitaria de F.O.R.J.A. perteneciente en


ese momento a la Unión Cívica Radical hasta su disolución en 19455 , es mucho más
duro con la crítica a la Universidad y sostiene: “Creemos imperioso advertir que el
problema universitario no constituye para nosotros una parcialidad que pueda
enfocarse puramente como cuestión pedagógica, sino como elemento histórico, sin
duda sustancial en la elaboración del destino argentino”…Dejamos también señalado
que la Universidad al servicio de la República que venimos a proponer, quedará sin
asentamiento si la transformación a operarse en ella, no abarca todos los grados de la
educación puesta al servicio del mismo espíritu”.

Para los jóvenes forjistas, la misión y función de la universidad se había


desviado ya que: “En la deliberada desviación de la inteligencia argentina y en la
frustración de sus mejores intentos, la Universidad ha tenido parte principal. Se ha
desenvuelto de espaldas al país, ajena a su drama y a la gestación de su destino.
Costeada y mantenida por el esfuerzo de todos los argentinos, movió a las sucesivas
promociones a buscar en el título profesional la satisfacción-cada día más
problemática- de la propia comodidad.

El Manifiesto resalta la necesidad de que para la Nueva Universidad, la misión


debe darle el sentido y su misión es el servicio: “Misión para con el país y misión de
Argentina en América y en el mundo”…La Universidad no es en sí un fin, no lo es la
preparación de sus alumnos, la perfección de sus profesores, la excelencia de sus
gabinetes; es sólo un medio cuya perfección se realiza cuando la perfección de ses
elementos se ha ordenado para la colectividad cuya síntesis es la Nación”6

Durante su mandato presidencial, en el año 1952, Juan D. Perón sostuvo que


“Cuando la ciencia se dedica a los progresos para exterminar a la Humanidad y no

3
En Genovesi, Alfredo: La reforma universitaria, Ediciones Mariátegui, Lanús, 2003.
4
“Reformar la reforma” en revista Espacios de crítica y producción, Fac. Filosofía y Letras, UBA,
Bs.As., 1998.
5
F.O.R.J.A. y el Problema universitario, en Publicaciones de F.O.R.J.A., colección Folletos N 2
6
Ibidem

5
para servir a su felicidad y su grandeza, estamos viendo que la ciencia también está en
manos de malvados. Lo que nosotros queremos, en esta nueva Argentina, es que la
ciencia y la cultura sean del pueblo y que el pueblo esté formado por hombres que
amen a los hombres y que no preparen su destrucción y desgracia”7.

Continúa diciendo: “El hecho de que una institución sea autónoma o autárquica
no implica necesariamente que sea democrática, porque son términos que no guardan
relación. Como tampoco el carácter democrático se adquiere por la circunstancia de
que la elección se hace por y entre un círculo cerrado o entre una clase determinada, el
sistema lejos de ser democrático, resultará aristocrático, plutocrático, teocrático y en
términos generales, oligárquico. La universidad debe estar al servicio de las grandes
causas nacionales”8.

El 22 de noviembre de 1949 Perón suprime mediante el Decreto 29.337 9, por


primera vez en nuestro país, el arancelamiento universitario. En sus considerandos
sostiene que “el engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran
parte en el grado de cultura que alcanza cada uno de los miembros que lo componen”,
y que “como medida del buen gobierno, el Estado debe prestar todo su apoyo a los
jóvenes estudiantes que aspiren a contribuir al bienestar y prosperidad de la Nación,
suprimiendo todo obstáculo que les impida o trabe el cumplimiento de tan notable como
legítima vocación”.

Gabriel del Mazo, actor e historiador de la reforma de 1918, fundaba su voto


contrario a la ley universitaria del peronismo sosteniendo que “La universidad es uno de
los elementos orgánicos constituyentes de la Nación. Un órgano autonómico del Estado
que tiene un régimen sui generis y sui juri en virtud de su índole espiritual, porque la
universidad trata inclusive de la formación inteligente del Estado y porque dentro de la
organización del Estado, la universidad es el lazo de unión entre el pueblo y el ámbito
universal de la cultura”10.

La revista Qué sucedió en siete días concluye su artículo sobre el debate por la
ley de 1956 que permitía que la iniciativa privada pudiera crear y desarrollar
universidades diciendo “…cualquiera que sea el sesgo que tome el proceso cultural en
marcha, no hay duda que el objetivo primero de las casas de cultura superior -privadas
o estatales- debe ser el redescubrimiento del país. Todas las tendencias, como se ha
visto, propenden a interpretar las necesidades nacionales (...) A los institutos
superiores les toca plantearse a la Argentina como problema que hay que resolver
sobre el terreno, sobre todo el terreno que figura en las cartas geográficas”11.

Ese mismo año, José Ingenieros sostiene refiriéndose a que los cambios sociales
suelen coincidir con variaciones del pensamiento colectivo, que para la Universidad
ningún problema vital debería serle indiferente, y debe ser una escuela de acción social,
adaptada a su medio y a su tiempo12. Para él cada sociedad, en cada época engendra
“sistemas de ideas generales” que influyen de manera homogénea sobre la conciencia

7
Puiggrós, Rodolfo: La Universidad del Pueblo, Editorial Crisis, Bs.As., 1974.
8
Ibidem.
9
Ver anexo
10
Revista Qué sucedió en siete días, Año 2, Nº 72, Bs. As,1956.
11
Ibidem.
12
Ingenieros, José: La universidad del porvenir, Inquietud, Bs.As, 1956

6
colectiva y son aplicados a la solución de los problemas que más vitalmente la
interesan”13.

Sin embargo, critica la función y la enseñanza de las universidades dado que no


se ajustan a los modernos sistemas de ideas generales, son exóticas en su organización,
son inactuales por su espíritu, imitando modelos viejos y conservando el rastro de la
cultura medieval. Concluye que cada Universidad no desempeña las funciones más
necesarias en su propia sociedad14. Para que la Universidad sea útil “debe representar
el saber, organizado y sintetizar las ideas generales de su época, ideas que son
producto de la sociedad, derivadas de sus necesidades y aspiraciones”… “debe ser una
“entidad viva, pensante, actuante, capaz de imprimir un ritmo homogéneo a la
enseñanza todas las escuelas”15. De otra forma la Universidad en vez de ser un
instrumento útil para la civilización, será un obstáculo.

La misión de la Universidad para Ingenieros “consiste en fijar principios,


direcciones, ideales, que permitan organizar la cultura superior en servicio de la
sociedad” y la función de la Universidad consistirá “en mantener la unidad dentro de
la variedad y coordinar la síntesis sobre la especialización” 16 ya que para el pensador,
las Facultades tienden a formar especialistas cuando deberían formar hombres que es la
razón que justifica su existencia.

Continúa Ingenieros desde el positivismo atacando “el verbalismo racionalista”


heredado y planteando la necesidad de que la experiencia sea el fundamento de la
investigación y de la enseñanza, extendiendo la aplicación de los métodos científicos y
aumentando la utilidad social de los estudios universitarios.

Sin reconocer la decisión política histórica y trascendental de la supresión de lo


s aranceles universitarios por el Presidente Perón en 1949, sostiene que cuando la
enseñanza superior era un monopolio reservado a las clases privilegiadas se podría
entender que las universidades estuvieran enclaustradas y “ajenas al ritmo de los
problemas vitales que mantenían en perpetua inquietud a la sociedad”… mientras que
las ciencias deben concebirse como “instrumentos aplicables al perfeccionamiento de
las técnicas necesarias a la vida de los pueblos”… y las nuevas posibilidades
educacionales hacen que paulatinamente se comprenda que “el ideal consiste en utilizar
todos los institutos de cultura superior para la elevación intelectual y técnica de todo el
pueblo 17.

Risieri Frondizi, quien fuera Rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires


en 1957, en su libro La Universidad en un mundo de tensiones nos dice que la misión
social de la universidad consiste en “ponerse al servicio del país”. Sostiene que: “(...) El
cambio es la característica de nuestro tiempo; afecta a todas las misiones de la
universidad y particularmente a la misión social. Ésta debe responder a las
necesidades, requerimientos y aspiraciones de la comunidad, factores todos
cambiantes. (...) el principio se mantiene: contribuir al desarrollo de la comunidad.
Para ello la universidad debe auscultar las necesidades del medio y en algunas

13
ibidem
14
ibidem
15
ibidem
16
ibidem
17
ibidem

7
ocasiones anticiparse a ellas”. Sin embargo, “en lugar de ser factor consciente de
aceleración del cambio de las estructuras sociales, la universidad adoptó por lo
general una actitud pasiva, de mero espectador”18.

Para Frondizi, la universidad tiene que convertirse en el fundamento del cambio


profundo que la situación actual requiere. En esta dirección, la misión social de la
universidad se orienta por una serie de funciones: la formación de profesionales: “Aquí
no se trata de capacidad técnica, sino de conciencia social”; el estudio de los
problemas que afligen al país: “Debe también esclarecer los problemas de índole
político y cultural y convertirse en la conciencia moral de la Nación (...) Su aporte es
de esclarecimiento, estudio, planeamiento preciso de los problemas y análisis de las
posibles soluciones”. En este punto Risieri Frondizi es claro: “la universidad está para
solucionar los problemas y no para eludir las críticas”19. No sólo debe estudiar las
problemáticas, analizarlas desde su complejidad sino que tiene que formar a aquellos
que las resolverán.

En 1957, Rogelio Frigerio en la mencionada revista Qué sucedió en siete días


diagnostica que la universidad argentina es una universidad en sí, no para el país real. Y
se pregunta: ¿Cómo hemos llegado a este desencuentro? ¿Cuáles son las causas de que
la universidad permanezca aún al margen de nuestro desarrollo técnico económico y de
que nuestro desarrollo técnico económico encuentre en la universidad un obstáculo para
su evolución?

Para solucionar este desencuentro, propone cuatro estrategias:

“Primero: En su emplazamiento debe atenderse al plan nacional de desarrollar


armónicamente una economía creando universidades en relación a las necesidades de
nuestras regiones del interior.

Segundo: Deben simplificarse los dispositivos directivos de las universidades,


sensibilizarlos en relación a las necesidades de la producción para que los alumnos no
pierdan de vista en ningún momento que no estudian por el estudio en sí mismo, sino
para ayudar al pueblo a encontrar los caminos más económicos de su felicidad y su
poderío.

Tercero: Enlazar el trabajo teórico con las actividades en los distintos establecimientos
tales como YPF, las grandes industrias, los hospitales. Al respecto propender a la
formación de institutos afines y complementarios con criterio de integración de la
universidad; cooperar con la industria privada y renunciar al monopolio estatal de la
enseñanza para promover una profusa competencia.

Cuarto: Elaborar planes nacionales con criterio: a) primordialmente técnico, b) de


creación de institutos de investigación científica tendiendo a concentrar el esfuerzo, no
desperdigando ni los científicos ni los elementos de investigación (instrumentos,
bibliografía, etc., c) de despojar del sentido libresco y artificioso a las facultades de
Humanidades, vinculándolas fundamentalmente al estudio de la vida y la historia de
nuestras culturas autóctonas, darle más presencia al arte nacional en todas sus formas,

18
Frondizi, Risieri: La universidad en un mundo de tensiones, Eudeba, Bs.As., 2005.
19
Ibidem.

8
como la manera de integrar nuestra cultura en la cultura universal al revés de lo que
actualmente ocurre, que los alumnos son educados en la idea de que nuestra historia y
nuestro arte son insignificantes y que lo único verdaderamente significativo se produce
en otros pueblos, de cuyas culturas debemos ser repetidores; dividir el país en regiones
universitarias adecuadas al desarrollo económico social integrándolas en un plan
nacional”20.

En 1958, Pedro Vallejos explicita las misiones que la universidad argentina debe
asumir: “Debe cumplir con los objetivos fundamentales tratando de aproximarse a la
concepción de la universidad ideal, o sea, a) formar hombres cultos, b) buenos
profesionales, c) hombres aptos para la investigación científica. Segundo: adecuarse a
las necesidades del país y estar plenamente identificada con el destino nacional en la
lucha contra el coloniaje y el sometimiento, enalteciendo la psicología del pueblo que
es el verdadero constructor de la historia. Tercero: debe formar del joven un hombre, y
del universitario, un argentino con auténtica sensibilidad nativa, para que actúe fuera
de los claustros o dentro de ellos con sentido social al servicio del pueblo y de la
Nación”. El análisis de Vallejos no difiere de lo que venimos planteando, ya que
considera que la crisis de la universidad se resolverá “cuando las universidades den
soluciones para los diversos problemas económico sociales de la Nación y abandonen
la enseñanza puramente teórica o formalista de sus disciplinas. (...) cuando ésta se
ponga a tono y esté firmemente dispuesta para servir a la Nación, cuando se deje de
enseñar ignorancias, como diría Jauretche” 21.

A su vez, desde el marxismo, en 1959 Héctor Agosti, en su libro Nación y


Cultura22 sostiene que la universidad “producirá profesionales aptos para el caso
argentino en la medida misma en que se atenga al hecho argentino, lo estudie, lo
solucione y lo planifique... Qué estudiar significaría, entonces, entrar en la sustancia de
los problemas argentinos, que son vivos e inéditos en todas las ramas del saber
concreto. Y para qué estudiar representa la búsqueda de soluciones destinadas a
transformar la realidad argentina. En este rumbo debe replantearse el contenido de la
universidad argentina. (...) Porque de eso se trata en el qué y el para qué de la
universidad: del interés nacional”. Ya en 1955 había escrito “...el acercamiento de la
universidad al pueblo (yo preferiría decir: la intervención del pueblo en la universidad)
no puede reducirse a esa ‘extensión universitaria’ con que a veces alargaba una mano
paternal a las poblaciones perdidas. Necesitamos una reforma integral de la educación.
(...) Ello equivale a una política. Y a esa política que es la del progreso nacional, nunca
deben renunciar los universitarios”23.

En 1963, Rolando García también sostenía “...No queremos una universidad que
sea símbolo de privilegio, instrumento refinado de explotación... Queremos una
universidad que sea el laboratorio donde los problemas que afectan al país se estudien
a conciencia en búsqueda desinteresada de solucionar”24.

20
Frigerio, Rogelio: “La universidad debe convertirse en la palanca del progreso nacional”, en revista
Qué sucedió en siete días, Nº 112, 1957.
21
Vallejos, Pedro: “Una Universidad para el País” en revista Qué sucedió en siete días, Nº 186, Junio
1958.
22
Agosti, Héctor: Nación y Cultura, CEDAL, Bs.As, 1982.
23
Citado en A.Ciria, H. Sanguinetti: Los reformistas, Ed. Jorge Alvarez, Bs.As.,1968
24
Ibidem.

9
Por otra parte, en las Pautas Programáticas del Frente Justicialista de
Liberación en 1973 se explicita que “El sistema educativo es el resultado de un sistema
político y socioeconómico, que a su vez se apoya en un conjunto de valores y creencias,
en una concepción del hombre, de la vida y del universo compartido por la sociedad.
No existe ni ha existido nunca una educación autónoma y neutra, aislada del contexto
social que la rodea e independiente de los objetivos políticos de la Nación o, en los
casos de flagrante colonialismo cultural, de las potencias dominantes. Aspiramos a una
universidad abierta, sin limitaciones fundadas en la condición socioeconómica de los
estudiantes, y que contribuya activa y eficazmente a las luchas por la liberación
nacional”.

Rodolfo Puiggrós en 1973 nos explicaba: “Nacionalizar y actualizar la


enseñanza significa poner el acento en la problemática del país y buscar las soluciones
en la realidad del mismo”. Para Puiggrós, la universidad debe transformarse tanto en su
contenido como en su forma para poder convertirse en un instrumento de la liberación
nacional, de la Justicia Social y de la construcción de una sociedad “sin explotadores ni
explotados”. En este punto es preciso: “La universidad debe ser para el pueblo en
varios sentidos, que tengan acceso todas las clases humildes del país, que sea un centro
irradiante de cultura nacional, y también la universidad debe participar en la
revolución científico técnica, no sólo cultural sino también económica y política”. Para
él, una universidad que reduce sus funciones a los aspectos estrictamente científicos,
técnicos, no está cumpliendo su misión. La universidad debe sumergirse en la sociedad
argentina.

“Una universidad popular es la que mira hacia adentro del país y hacia
Latinoamérica, no hacia modelos extranjeros, ya sean ingleses, franceses o rusos. Es la
universidad puesta al servicio de la realidad nacional. Lo que nosotros pretendemos es
que la ciencia, la técnica, la filosofía y el arte sean reinterpretados y puestos al servicio
del ser nacional”. La universidad debe cumplir su misión de manera situada: “La
universidad no puede ser un islote, tiene que estar comprometida con los objetivos
nacionales”. En este sentido, “hay que introducir la universidad de una manera viva en
la problemática argentina, porque la universidad que a partir de la Reforma del 18, se
autoenorgulleció de vincularse al pueblo no fue más que una aspiración. Si la
universidad se hubiera sumergido en el pueblo, y los estudiantes y docentes hubieran
comprendido cuál era su deber no hubiera sucedido que en 1930 y en 1945 el
estudiantado casi en masa, fuera partícipe en primera fila del derrocamiento de dos
gobiernos nacionales y populares. (...) Queremos que la conciencia del estudiante se
vaya formando en lo auténticamente nacional y popular, que la unión de la Universidad
con el Pueblo no sea una mera expresión de deseos, sino una realidad. (...) No podemos
decir que un país sea culto porque cuente con tres o cuatro sabios y hombres cultos,
mientras el resto es mudo y torpe rebaño de ignorantes”25.

Sin embargo, a pesar de la tan mentada Reforma Universitaria de 1918 que


trascendió las fronteras argentinas buscando servir al pueblo y no sólo a la dirigencia
proveniente de los sectores económicos privilegiados, a casi un siglo, la universidad
sigue empantanada en reglamentaciones burocráticas y modelos institucionales
obsoletos que le impiden ponerse al servicio de las grandes causas nacionales y de sus
necesidades más acuciantes.

25
Op.cit.

10
Podemos también reflexionar sobre las propuestas universales con otros ojos y
desde aquí, como sostenía Jauretche, para insistir en una verdadera reforma que permita
poner a la universidad a la altura de los tiempos y al servicio del pueblo y de la Nación.

11
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD Y LA AGENDA SOCIAL

“Las disciplinas se diferencian en parte por razones históricas y


por razones de conveniencia administrativa (como la organización de la enseñanza y de
los equipos), y en parte porque las teorías que construimos para resolver nuestros
problemas tienen una tendencia a construir sistemas unificados. Pero todas estas
clasificaciones y distinciones son relativamente poco importantes y superficiales. No
estudiamos temas sino problemas; y los problemas pueden atravesar los límites de
cualquier objeto de estudio o disciplina.”
Karl R. Popper26

Ya sabemos que lo único permanente es el proceso y la mutación. No es materia


de estas reflexiones si las mutaciones son dialécticas en el sentido hegeliano, ni
descubrir un telos inherente a dicha mutación, reconfiguración o modificación
permanente de la realidad, o un demiurgo heterónomo y oculto que nos somete a sus
designios fatídicos. Menos aún descubrir el conjunto y la diversidad de sentidos que las
sociedades les imputan o les otorgan a dichas mutaciones, ya que éstas a su vez son tan
cambiantes como la realidad, con el agravante de que la polisemia de la realidad se
vuelve todavía más diversificada con la intervención permanente de las distintas
perspectivas ideológicas o de opinión que invisten día a día los acontecimientos y los
procesos de interacción social.

Observamos la aparición de un inédito anómico, un incógnito, un novum, que


busca ser instituyente: nuevas prácticas y actores desconocidos que irrumpen en la
realidad social reconfigurándola. Un misterio que no reside en las alturas, sino en el
aquí y ahora donde aparece en la proximidad que escapa a la mediación, y que debemos
significar. O sea, en nuestra realidad.

Nosotros en tanto actores sociales, podemos desear y tener la voluntad de


producir y protagonizar un cambio inédito, un novum que sea viable, al cual nosotros
podamos investir y significar con nuestras propias percepciones, con nuestro propio
sentido ético y estético, así como con nuestras creencias. Para ello, debemos estar
decididos a conocer para intervenir, para actuar y no sólo para realizar una especulación
teórica desde el lugar del espectador, así como asumir que somos actores no sólo de la
producción de conocimientos sino de la construcción social de la realidad siempre
inacabada y de su significatividad, que incluye una perspectiva axiológica.

Desde otras latitudes también se critica la distancia de las universidades con


respecto a su realidad así como la necesidad de una nueva reforma.

El antropólogo brasileño Darcy Ribeiro en sus varios libros, La Universidad


necesaria, La Universidad Latinoamericana y La Universidad nueva, publicados en
1967, 1968 y 1973 respectivamente hace un relevamiento de la tradición, influencias,

26
Popper, Karl: Conjeturas y refutaciones, Paidós, Barcelona, 1991.

12
historia y problemáticas de las universidades de América Latina y la necesidad de
realizar una reforma a fin de que contribuyan con el desarrollo.

Para Ribeiro la precariedad del sistema de educación superior de la región es el


“reflejo del fracaso de nuestras sociedades en acompañar los ritmos de desarrollo del
mundo moderno”…En realidad, nuestras universidades corresponden a las naciones
neocoloniales que somos y al grado de atraso en que nos encontramos”27. Para el
antropólogo brasileño es evidente “la necesidad de repensar nosotros mismo nuestra
Universidad, sin copiar los modelos que pueda inventar la conciencia crítica, que
emerge en aquellas naciones. Para ello la Nueva Universidad debe plantearse “sobre la
base de las diferencias y especificidades de nuestro ambiente socio-cultural y
convertirla en “un motor auxiliar de aceleración del progreso” ya que por el momento
las universidades latinoamericanas son “más un obstáculo que un impulsor del
desarrollo nacional”.

Continúa Ribeiro hablando de la necesidad de que la Universidad además de


formar profesionales, “se capacite para formar los altos cuadros culturales de la
nación; la necesidad del cultivo de la investigación científica en lugar de su enseñanza
“adjetivada”; la necesidad de organismos integradores de la vida universitaria que
superen su compartimentación” así como la necesidad de prestar “un interés más vivo a
la enseñanza de los niveles previos”.

Desde México, Emma Irene Perez Azcué28 dice: “Si la sociedad crea y sostiene
las instituciones educativas, ella tiene el derecho de exigir satisfacción a determinadas
necesidades, de acuerdo a los principios y circunstancias que conforman la
organización social”. Para la autora, la universidad debe definir las necesidades que le
competen y a su vez “determinar con más precisión el tipo de egresado que demanda la
sociedad”. Se trata de definir su intervención ya que “si bien es cierto que la sociedad
demanda soluciones concretas a sus diferentes problemas, también debemos reconocer
que no todas pertenecen a la universidad, sino que es ella, como institución, la que
determina cuáles corresponden a su ámbito y con cuáles de ellas colaborará para ofrecer
su servicio a la sociedad”. En el momento de analizar el perfil de los egresados señala
que esto puede realizarse desde dos perspectivas distintas: “como necesidades ya
existentes en el momento de elaborar un perfil del egresado, o, por el contrario, centrar
la atención en las necesidades que se producirán a futuro si continúan sin
modificaciones las condiciones presentes”.

Perez Azcué concluye que la universidad “no puede sino asumir tales retos
mediante procesos de reflexión, análisis y crítica para que a su vez, genere los
elementos idóneos para la solución de problemas concretos, que además estimulen y
refuercen su dinámica y, así, perpetuarse como institución nacional que facilita y
promueve el desarrollo nacional”.

También desde México, Noé Héctor Esquivel Estrada29 sostiene que “el objetivo
propio de la investigación es hacer avanzar el estado del conocimiento y dar respuesta
a las necesidades y problemas concretos de la sociedad. La universidad no puede vivir
al margen de las circunstancias históricas y sociales de nuestra época; a ella le

27
Ribiero, Darcy: La universidad necesaria, Galerna, Bs.As, 1970
28
Universidad Autónoma del Estado de México, CEU publicaciones, 1966.
29
Ibidem.

13
corresponde despertar, inculcar y/o crear conciencia de que el trabajo que realiza ha
de ser comunitario, justo, solidario y en beneficio de la sociedad; el bien común ha de
ser su interés prioritario”. Para poder cumplir con su misión, la investigación resulta
una tarea prioritaria. “Dentro de esta perspectiva, la misión del investigador debe
perfilarse hacia la búsqueda de conocimientos que contribuyan al desarrollo humano,
social y económico (material) de la sociedad (...) debe dar respuesta a los problemas y
necesidades de su entorno, sea éste planetario, nacional, regional o local”.

A fines de los años cincuenta, Arthur Davis ya nos advertía que “uno de los
rasgos prominentes de la ciencia social académica -especialmente de la sociología- es
una división cada vez más profunda entre la teoría social y el estudio de los problemas
sociales concretos” y “que la ciencia social de las universidades puede contribuir con
muy poco a la comprensión de los múltiples aspectos de nuestra crisis social o a la
superación de esa crisis”30. De allí se pregunta si no es malsano el divorcio entre la
ciencia social académica y la sociedad. Sostiene que los científicos sociales son
incapaces de brindar a sus conciudadanos una comprensión convincente y útil de la
realidad social contemporánea, y que la ciencia académica brinda más oscuridad que
claridad, “más conocimiento artificialmente dividido en departamentos acerca de un
pasado embalsamado que una comprensión unificada de la actualidad viviente”31.

Para el autor, la brecha entre la teoría social y los problemas sociales se perpetúa
por la vigencia del “canon de ortodoxia” de la teoría social académica que implica dos
premisas fundamentales: la ética de la neutralidad según la cual los científicos sociales,
en tanto científicos, deben tratar de no adoptar posiciones frente a los problemas
sociales más discutidos; y la ética de la ciencia no ideológica, según la cual, ideología y
ciencia son mutuamente excluyentes.

Para superar esa brecha, según Davis, “la ciencia debe estudiar el mundo tal
cual es y tal como deviene y no como lo imaginamos según nuestros deseos”. Ello
requiere una teoría orgánica del cambio social en la sociedad, más realista y útil para
servir mejor a los intereses de la sociedad y la ciencia. El estudio de los problemas
sociales de esa manera “lograría un enorme progreso mediante la integración teórica
más conciente de sus datos empíricos, no sólo para profundizar su comprensión de los
fenómenos, sino también para iluminar las posibilidades de control y acción
terapéutica”32.

Ya hace tiempo que desde la sociología del conocimiento se explica que la


genealogía del saber se vincula siempre a la situación social e histórica en la cual nos
situamos y que por último es la reconstrucción conceptual de la construcción social de
la realidad, o sea del ser social. Y ese ser social, esa forma de interacción social en un
tiempo y espacio determinado, no es estática, se encuentra en un permanente cambio
que a la universidad le es difícil abordar, con la consiguiente desazón que provoca la
distancia cada vez mayor entre el saber académico y científico de las universidades y el
quehacer cotidiano del proceso de construcción y producción social que requieren que

30
Horowitz, Louis (comp.): Historia y elementos de la sociología del conocimiento, Eudeba, Bs.As.,
1969.
31
Ibidem.
32
Ibidem.

14
esos saberes se orienten a facilitar la decisión, la previsión y el control de situaciones
problemáticas.

Pero si profundizamos sobre las características de la configuración y


organización de los saberes, ya sea para hacer docencia o investigación, particularmente
en las universidades, acordamos con lo que sostiene Popper cuando concluye que “la
clasificación en disciplinas carece relativamente de importancia” y que “somos
estudiosos de problemas, no de disciplinas”33.

También Hans Albert sostiene que “La racionalidad científica y la política no se


contraponen: ante los problemas generales de la colectividad, la ciencia busca
alternativas teóricas a los problemas de conocimiento y la política busca alternativas
sociales (institucionales) a los problemas derivados de la vida en común. La ciencia es
una institución de la sociedad que puede y debe contribuir a la solución de los
problemas sociales”34.

Para ello, habrá que buscar la forma de superar la brecha que existe entre el
político que busca el cómo y el académico que busca el por qué, la división entre el
pragmatismo y el academicismo, entre el juicio intuitivo de la decisión y la lógica y el
juicio analítico de la universidad, ya que la decisión responsable requiere de ambas
lógicas y, aún así, nada garantiza la infalibilidad ni el yerro de la misma.

Ahora bien, ¿cómo puede ser entonces que la mayoría de las universidades se
organicen en torno a las disciplinas? ¿Cuál es el valor y el impacto sobre la realidad y el
proceso social del quehacer universitario, en tanto productor y distribuidor de saberes de
las “ciencias verticales” -como las llama Matus35-, si la práctica no reconoce fronteras
disciplinares, es multidimensional, global, y la realizan sujetos poco objetivos,
comprometidos con sus proyectos, apasionados con sus metas y creencias? ¿Cómo se
crea e instituye una ciencia horizontal como sostiene el autor?

Si entendemos, como Matus, que la acción social no es una mera aplicación de


la teoría y que entre la ciencia y la acción hay un vacío que tiende a resolverse a través
del juicio intuitivo, ya que carecemos de una teoría que haga de puente entre la ciencia y
la acción, ¿qué podemos aportar para configurar la teoría de la producción social que
nos propone, como una teoría horizontal básica para comprender el juego social y
apoyar u orientar su práctica? Aún más complejo es configurar una universidad que
contemple la estructuración y organización del saber horizontalmente en torno a los
problemas, tanto en la enseñanza como en la investigación, así como en la articulación
con otros saberes producidos socialmente más allá de las fronteras del claustro y que
éste se resiste a legitimar.

Sabemos que cometeremos muchos errores, pero de ellos aprenderemos. El


dificultoso desafío lo asumimos al reconocer precisamente que abordar la complejidad
actual de la sociedad y sus problemas a través del enfoque disciplinario no nos explica
nada, ni nos facilita la comprensión de dicha complejidad. Menos aún cuando la
genealogía de la organización disciplinar trasciende las fronteras históricas y
situacionales donde éstas se produjeron, y pretende ser omnicomprensiva y universal.

33
Op. cit.
34
Albert, Hans: Razón crítica y práctica social, Paidós, Barcelona, 2002.
35
Matus, Carlos: Teoría del Juego Social, Ed. Altadir, Caracas, 1999.

15
Preparar y formar a los jóvenes para que sean protagonistas y decisores aquí y
ahora y no sólo analistas e intérpretes de la realidad y sus cambios, es el desafío que
encaramos. Acompañar a los jóvenes en su proceso de formación para decidir con
responsabilidad en la resolución de problemas, implica superar la lógica intuitiva de la
cual se valen generalmente los decisores así como dejar de formar exégetas del pasado,
que sólo utilicen la lógica analítica, para producir conocimientos que permitan evaluar,
planificar, decidir e intervenir en la construcción social de una sociedad alternativa,
invitando a nuestros ciudadanos a comprometer su acción individual con la acción
colectiva de construir una sociedad mejor en una comunidad histórica particular en
nuestra Argentina.

16
LA RESPONSABILIDAD DE LA MANIPULACIÓN SIMBÓLICA

“Hemos visto que la sociedad, casi en todas partes, casi siempre, ha


intentado ocultar el hecho de su autoinstitución, que era creación humana, y presentar
–sus instituciones- como si tuviesen un origen extrasocial, divino o racional, o como si
estuviesen basadas en las leyes de la historia. Hemos hablado sobre la significación de
este ocultamiento y su función: presentar así la institución es el mejor medio de
sustraerla a la acción humana, de garantizarle la conservación permanente, la
duración.”
Cornelius Castoriadis36

Cuando analizamos la realidad para conocerla y transformarla, la abordamos


desde distintas perspectivas, según cómo nos situemos en el mundo, según nuestras
prácticas cotidianas, así como de acuerdo con nuestras pasiones y convicciones, ya sean
intereses, emociones o necesidades vinculados a su vez con nuestro ser en el mundo y
en el tiempo, con nuestra propia percepción subjetiva y valorativa de la temporalidad
que le impregnará significatividad.

A veces estas miradas se superponen en un mismo análisis de la realidad y a


veces son excluyentes. A veces las perspectivas temporales y emocionales invitan a la
acción, y a veces al parasitismo o la desazón. A su vez estas perspectivas sobre la
sociedad están sesgadas por las creencias, reminiscencias, pasiones y emociones de
quien la conoce, de su conciencia intencional y témporo-espacial, y fundamentalmente
de su posición axiológica. Podríamos sintetizar los análisis subjetivos e históricamente
situados de acuerdo a que se realicen:

1) desde lo que ya no es y nos produce malestar (la mirada melancólica);


2) desde lo que todavía no es y podría ser, como pensamiento idealizado, al margen de
la acción (la mirada del espectador intelectual deseante o proyectiva);
3) desde lo que no puede ser (la mirada escéptica y nihilista);
4) desde lo que podría y debería ser y por lo tanto debe ser hecho (la mirada
comprometida con la transformación o la intervención en la realidad).

Para analizar la realidad desde la perspectiva de la acción, analizaremos


fundamentalmente las condiciones de posibilidad en la estructuración del proceso de
conocimiento que nos facilite ese pasaje al acto en la vida práctica, la intervención
propia en el proceso de producción social. A su vez, ya sabemos que esta perspectiva
implica descubrir qué y cómo podemos conocer para lograr mayor eficacia en nuestra
intervención, así como descartar la necesidad de pretender las mismas cuasi verdades de
las ciencias dedicadas al análisis de la naturaleza, explicaciones causales y verdades que
no encontraremos en la historia social.

36
Castoriadis, Cornelius: Sujeto y verdad, FCE, México, 2002.

17
La cuestión, el novum que nos produce el asombro, se impone como
problemática filosófica y como camino de un mundo que progresa de tentativa en
tentativa buscando una solución. Para Bloch 37, el proceso de identificación de una
ciencia que informe sobre el movimiento de la realidad objetiva, de sus tendencias y sus
latencias, es un intento inacabado, no es sólo una reproducción pasiva ni una producción
activa, comprende los dos aspectos del orden categorial, el intencional y el lógico. Por
lo cual, la respuesta totalizadora permanece en suspenso para una ontología de lo no-
todavía.

Más allá de las reiteraciones intelectuales sobre el carácter dialéctico de los


procesos sociales, es muy difícil atrapar conceptualmente los procesos vertiginosos de
cambio que se han producido en los últimos tiempos, así como las nuevas prácticas
sociales y/o políticas instituyentes de una nueva morfología social y una nueva
significatividad producida por la misma interacción social.

Muchas veces se conceptualizan los cambios en función de lo que ya no es, o sea


desde las distintas teorías acerca de las relaciones, valores o estructuras sociales
anteriores, desde las cuales surgieron ciertas categorías conceptuales que ya parecen no
corresponderse con la realidad actual.

También Popper nos advierte, ante la tendencia a buscar un método o una


técnica, que “los genuinos problemas filosóficos tienen siempre sus raíces en problemas
urgentes que están fuera de la filosofía y aquellos mueren si estas raíces se resecan”. Y
que “lo que importa no son los métodos o técnicas, sino la sensibilidad para los
problemas y la ardiente pasión por ellos; como decían los griegos, el don del
asombro”38.

Sabemos que es difícil atrapar conceptualmente el inédito anómico o ágrafo que


nos asombra. El “qué es esto” finalmente está investido de categorías gnoseológicas,
estéticas y éticas surgidas en otros tiempos y de otros procesos sociales que intentaban
resolver problemas concretos y urgentes. Nuestros abordajes epistemológicos,
axiológicos y políticos, muchas veces se corresponden con las realidades desde las
cuales surgieron, pero no con las actuales y propias. Cuando se intenta conceptualizar
nuevas prácticas y nuevos problemas, aparecen los neologismos o palabras importadas
desde donde se produjeron las innovaciones, ya sean científico-tecnológicas, como
problemas políticos y sociales, ya que el lenguaje en tanto producción simbólica e
interpretación, también es una producción social situada.

Así vemos que la mayor parte de los análisis intelectuales sobre nuestra realidad
actual nos hablan de la deslegitimación política (de los actores o de las instituciones), la
desestructuración social, la crisis de representatividad, la anomia social, la desaparición
de los actores sociales y la aparición de nuevos y desconocidos protagonistas, el
desempleo, la ausencia de seguridad social, la ausencia de planificación estratégica o
proyección de futuro, la desesperanza, la desconfianza y la sospecha, etc. etc., o sea de
la deconstrucción de un mundo, de su significatividad, sus valores y su estructuración
social. De un mundo que se puede añorar entendiendo que éste era un modelo o una
situación mejor que la actual. De un mundo que supimos comprender y conocer porque

37
Bloch, Ernest: Experimentum Mundi, Payot, Paris, 1981.
38
Op. cit.

18
ya pasó, pero que tenemos la dificultad de comprender y conocer en el proceso de
institucionalización.

Pocos son los análisis de las características propias de las prácticas instituyentes
o inéditas, de aquello que aparece tal como aparece en la vida cotidiana y en la
actualidad y no en función de paradigmas anteriores. Los nuevos escenarios sociales o
políticos se abordan desde lo que ya no son o desde lo que deberían ser, según otros
modelos de participación política democrática en otras latitudes y no desde una
hermenéutica situada y contemporánea que implique una nueva construcción axiológica
y una ética también situada.

Empiezan las confusiones y las preguntas sobre la relación entre lo dicho y lo


hecho, entre lo que es y lo que debería ser, fundamentalmente en torno a la vigencia,
extensión y profundidad de la libertad y la justicia, como pasiones generales y
dominantes de la intelectualidad, al decir de Bourricaud.

La función que les atribuye Bobbio a los intelectuales implica que no manipulan
o trabajan con cosas sino con símbolos, visiones del mundo, ideas o imágenes. A su vez,
en la actualidad, son quienes junto con el periodismo -por su inmenso poder- se
encargan fundamentalmente de la construcción significativa y simbólica del mundo
social, del imaginario social.

El proceso de modificación de la práctica política y social, así como de su


significado, también debe ser visto teniendo en cuenta la irrupción de la “mediocracia”,
que desde la imagen sólo produce malestar con y en la política, transformando “el
malestar en la cultura” del cual nos habla Freud, en la cultura del malestar.

Así como la mediocracia transforma el imaginario colectivo sobre el proceso de


construcción social o del quehacer político, en el individualismo del personaje
carismático y mediático, también induce al pensamiento mágico de cómo se podría
cambiar la sociedad, obviando y ocultando la necesaria construcción práctica e histórica
de la realidad social ya que son los hombres y las mujeres los creadores del mundo
histórico social.

Que la mediocracia, sobre todo de los medios televisivos, erosiona


permanentemente la actividad política y la democracia y no sólo a los políticos, es algo
de lo cual ya se ha hablado reiteradamente y escrito en demasía. De cómo se orientan
los políticos en su discurso, a partir de las encuestas de opinión dirigidas por los
multimedios, también. Esta orientación prepondera sobre el quehacer cotidiano, sobre la
praxis social en la resolución de problemas en el marco de lo que Guy Debord llamó
hace décadas “la sociedad del espectáculo” 39.

Por otra parte hay que tener en cuenta que con la comunicación televisiva, el
campo de lo político se desplaza, como señala Thompson “de la plaza pública hacia el
hogar”40. Hay un cambio sustancial no sólo en la construcción de los discursos políticos
sino también en su recepción. De la política como práctica de debate y argumentación
se pasa a una situación de recepción anclada en el espacio de lo privado: la familia en el

39
Debord, Guy: La sociedad del espectáculo, La Marca, Bs. As., 1995.
40
Thompson, J.: “La transformación de la visibilidad” en Comunicación y Sociedad Nº 38, Universidad
de Guadalajara, julio-diciembre de 2000, México.

19
hogar. En este contexto, los medios potencian una percepción de la política ligada a la
satisfacción de demandas vinculadas a un estado de bienestar general, cotidiano, de
consumo. Este imaginario nos traslada a una ciudadanía que está más pendiente de los
atributos ejecutivos de la resolución de ciertos problemas puntuales, que de discusiones
y definiciones que hacen significativamente a la acción política, como la construcción
de un proyecto colectivo de Nación a mediano y largo plazo.

Pero tanto los medios como los intelectuales y académicos, suelen no asumir
dentro de sus funciones o intereses, su responsabilidad como actores que intervienen en
la construcción social, en la producción de herramientas y medios concretos de
transformación de la realidad, generando consensos o solucionando conflictos de
intereses o creando nuevas normativas necesarias para absorber cambios o
reglamentarlos, como continuamente realizan los políticos o los actores sociales en su
interacción. Para ello, habría que entender que la búsqueda por saber y comprender lo
que es, o cuál es el problema, debe ser una y la misma que la búsqueda por conocer
cómo se modifica o resuelve con la intervención o la práctica social.

La decisión y el compromiso que esto conlleva, con todos sus riesgos, no les
pertenece generalmente ni a los medios de comunicación ni a los académicos, quienes
se ocupan del saber disciplinario y temático. Se alejan de las decisiones de los
problemas de lo público. Construyen conciencia crítica en el sentido vulgar del término,
criticando lo que es y provocando la cultura del malestar como gran parte de la
intelectualidad en la sociedad, sin propuestas alternativas para el cambio.

Tampoco se someten a alguna de las dos éticas que muchas veces turban a los
políticos, conocida desde Weber como la ética de la responsabilidad o la ética de la
convicción, a la hora de significar y dar sentido al mundo social. Son pocas las veces
que desde los medios o desde la perspectiva de la especulación intelectual y académica
se hacen cargo del uso público de la palabra, la imagen o la razón, de su macropoder
ideológico de significar el mundo.

La producción de significados no parece estar sometida a la ética, ya que oculta


la toma de decisión ideológica, axiológica y política, así como la responsabilidad de la
acción que se ejecuta y los efectos que produce sobre las pasiones y emociones sociales.
La manipulación de símbolos e imágenes, en su intangibilidad, no parece estar investida
de la misma responsabilidad que la toma de decisiones en la acción social y política.
Por el contrario, la toma de decisiones en la trasmisión de símbolos e imágenes parece
gozar de una inimputabilidad total.

La imagen no sólo provoca, sino que perpetúa el malestar en la cultura y la


cultura del malestar y aleja a las mayorías de la participación colectiva social y política
alentando la inacción de las mismas.

Locke sostiene que la voluntad de acción proviene del malestar profundo y no


del deseo de un bien mayor. Por eso quizás, la participación en la sociedad actual se da
fundamentalmente en los sectores que tienen un gran malestar por lo que no tienen,
necesitan y desean o en aquellos sectores que asumieron hace tiempo su compromiso
con la transformación de la realidad, que rescatan el quehacer político colectivo porque
entienden que lo que debe ser, debe ser hecho. Y que para hacerlo, siempre se toman
decisiones con las cuales hay que comprometerse y asumir sus resultados, ya sea en la

20
producción de significados intangibles a través de imágenes y símbolos como en la
producción social y política.

La participación social se realiza en nuevos términos, a veces incomprensibles


para la mayoría, que quizás deseante, quizás nihilista y escéptica o quizás apartada de
las decisiones cotidianas, manifiesta de distintas maneras lo que cree que son las causas
de la situación pero no se compromete en la búsqueda del cómo transformarla.

21
CONOCER PARA INTERVENIR EN LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL

“El filósofo social que vive en la región de sus conceptos, “resuelve” los problemas
poniendo a la vista la relación de las ideas, en lugar de ayudar a los hombres a
resolver los problemas en el terreno de lo concreto, suministrándoles hipótesis de las
que puedan servirse y a las que poner a prueba en proyectos de reforma.
...los conceptos no se expresan teniendo en cuenta lo que puedan valer en relación con
fenómenos históricos especiales. Son contestaciones generales a las que se supone un
significado universal que abarca y domina a todas las particulares. De nada nos sirven,
pues, en la investigación. La cierran.”
John Dewey41

Cuando definimos a la Universidad Nacional de Lanús como “universidad


urbana comprometida”, nos propusimos constituir una universidad que no se organizara
por disciplinas sino en función de los problemas sociales y nacionales a fin de producir
conocimientos más eficaces para la decisión y la intervención en la construcción social.
De esa manera, reflejamos la responsabilidad cívica de la universidad frente a la
sociedad que la sustenta y a la cual se debe. Debemos responder por el impacto que la
institución tiene o no en la construcción de una sociedad mejor. Debemos responder por
la misión de profundizar y extender la democracia diferenciándola de las funciones por
las cuales puede lograr su misión como la docencia, la investigación, la vinculación
tecnológica, etc.

Por otra parte, sostuvimos que el claustro ya no monopoliza la producción de


conocimiento, ya que éste se genera y distribuye en el conjunto de la sociedad. Por lo
tanto, en la sociedad del conocimiento, la universidad debe cambiar su función
articulando los saberes producidos en la comunidad y construir la Ciudad del
Conocimiento, donde participa la comunidad. Esto implica entender la universidad
como taller, al decir de Martí42, donde se aprende el manejo de las fuerzas con que en la
vida se ha de luchar.

Por esta razón decimos que la comunidad es nuestra currícula. Es en ese diálogo
con ella y los problemas que la aquejan, así como con los cambios producidos, que
podemos definir nuestra construcción de conocimiento o lo que definimos como la
agenda compartida de docencia e investigación anclada en la sociedad y orientada hacia
sus problemas, para poder ir al encuentro de las necesidades humanas43y producir las
respuestas que se requieren. Y esas respuestas no son sólo intelectuales, sino prácticas y
políticas. No se lograrán tampoco a partir de un supuesto e imaginario monopolio en la
producción del conocimiento, sino a partir de un diálogo entre y de los saberes
producidos por las diversas prácticas, y de una interacción concreta entre los actores de
la construcción social.

Cuando nos dedicamos a reconstruir conceptualmente la producción social de la


realidad sabemos que esta construcción empírica y teórica la realizan actores sociales

41
Dewey, John: La reconstrucción de la filosofía, Aguilar, Bs.As., 1959.
42
Martí, José: Ideario pedagógico, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1990.
43
Jaramillo, Ana: La universidad frente a los problemas nacionales, Edunla, Bs. As, 2003.

22
involucrados en la vida social, académica, científica, laboral, industrial, gubernamental,
etc. Comprender la actualidad viviente y su compleja problemática para buscar su
resolución implicará el diálogo permanente.

Dialogar con otros saberes producidos por otros actores, e interactuar con otras
prácticas, será lo que nos permitirá producir nuevos conocimientos que reflejen y
comprendan mejor la actualidad y el cambio, que faciliten la intervención e interacción
con la realidad, y que coadyuven a la construcción de una sociedad más efectivamente
en la búsqueda de la equidad y el desarrollo. La validación o refutación de esos
conocimientos no será teórica sino histórica, no será sólo un problema de la universidad
sino de la sociedad toda. No será una paradoja lógica a descifrar, sino un problema
necesario y urgente que resolver.

En síntesis, la Universidad Nacional de Lanús ha establecido en su Estatuto que


no busca verdades universales sino que su misión como universidad pública se define en
función de los problemas nacionales, regionales y locales. A coadyuvar en su resolución
junto al conjunto de la sociedad y al Estado es hacia donde debe dirigir sus esfuerzos. Y
esa orientación se debe manifestar en la formación de recursos humanos, en su
investigación, en su vinculación tecnológica y en sus tareas de cooperación, asistencia
técnica y servicio público. Es por esto que afirmamos que nuestra currícula la define la
comunidad, que tenemos una agenda compartida con quien sustenta y da sentido
permanentemente a nuestro quehacer cotidiano.

Para ello, debemos diagnosticar, analizar, descubrir, comprender, interpretar,


proponer soluciones y decidir sobre aquellos nuevos acontecimientos y
transformaciones acaecidos en forma vertiginosa en nuestro país. Será la forma en que
podamos decir, escribir lo ágrafo y realizar lo que todavía no es, lo inédito, lo utópico.
Sabemos que somos responsables de que las ideas sean tópicas, de hacerles un lugar en
el mundo, o sea de realizarlas e instituirlas.

Buscamos empalmar el saber con el acaecer, el quehacer con el qué decir, así
como conocer la innovación social que requiere de otras interpretaciones y otros saberes
producidos por la sociedad toda. Es necesario formar recursos humanos anclados en y
para las nuevas realidades de nuestra sociedad. Investigar, descubrir y escribir las
nuevas prácticas que aún permanecen ágrafas y, como nos sugiere la hermenéutica,
dejar que estas nuevas configuraciones hablen de nuevo para poder resignificar no sólo
el espacio, sino el nuevo entramado socioproductivo.

Asumimos el desafío de revertir la aproximación milenaria escolástica heredada


desde los orígenes de nuestro sistema universitario, modificando su metodología de
aproximación a la realidad, promoviendo la necesidad de textualizarla e investigarla.
Debemos comprender la realidad siempre cambiante, y los acontecimientos
instituyentes de una nueva urdimbre social y productiva que nos permitan su
comprensión. Conocerla para intervenir en la construcción social, ya que entendemos
que son los hombres los que producen los cambios, para bien o para mal, y no un
demiurgo heterónomo. Somos nosotros los responsables de modificar la realidad
siempre inacabada.

Para hacerlo, debemos producir el texto, más que interpretarlo. Debemos partir
de la gramática de la realidad y no de la lengua o de lo escrito como lo hacía el método

23
escolástico, donde su instrumental era el texto producido por otras culturas y
civilizaciones como sostiene Le Goff. Para producir nuevos conocimientos, debemos
interpretar la nueva realidad más que interpretar los textos escritos desde la razón
teológica.

El método escolástico, como nos enseña Le Goff en su libro Los intelectuales en


la Edad Media, comienza con las leyes del lenguaje primario, cuando los intelectuales
se preocupaban por definir su contenido, qué relaciones existían entre la palabra, el
concepto y el ser. Su base es la gramática.

Luego vienen las leyes de la demostración, la dialéctica por la cual hacen del
objeto del saber un problema que exponen, defienden e intentan resolver para convencer
al oyente.

Para Le Goff, el escolasticismo se nutre de textos de las civilizaciones


anteriores. Es fruto del renacimiento, y se basa en la autoridad de la razón teológica para
buscar la inteligencia.

Por eso, se basa en el comentario de textos; partiendo del análisis gramatical de


la letra, “ se eleva a la explicación lógica que suministra el sentido (sensus) y termina en
la exégesis que revela el contenido de ciencia y de pensamiento (sententia).”44

Luego viene la discusión, la dialéctica, que va más allá de la comprensión del


texto para tratar los problemas que se plantean reemplazando la exégesis y
desarrollando la questio. La questio, a su vez, da lugar a una discusión, a la disputatio.

El maestro, a través de esta discusión, refutando las objeciones de sus contrarios,


llega a su conclusión definitiva. Deja de ser un exégeta para ser un pensador que crea
sus conclusiones, y pone punto final a la discusión con su determinatio magistral.

Cuando sostenemos que debemos invertir dicho método, entendemos que no


debemos partir del texto escrito anteriormente, para problematizarlo y discutirlo, sino de
las nuevas realidades sociales para sacar nuestras conclusiones y poder textualizar la
nueva realidad. Si invertimos entonces el método, deberíamos partir del análisis de la
nueva gramática social, la gramática de la realidad, y no de la escritura ni de la lengua
escrita.

Y cuando decimos “gramática social”, podemos entenderla también con las tres
divisiones clásicas de la gramática en tanto estudio de la lengua, o sea, la sintaxis, la
morfología y la semántica social.

Descubrir la sintaxis social implicará estudiar las formas en que se organizan las
distintas situaciones y hechos sociales nuevos, aún ágrafos, no escritos.

Descubrir la morfología social será analizar la estructura interna de la sociedad


así como las nuevas reconfiguraciones que dan lugar a nuevas estructuras.

44
Le Goff, Jacques: Los intelectuales en la Edad Media, Gedisa, Barcelona, 2001.

24
Para analizar la semántica creemos que es imprescindible estudiar el significado
relevante de la realidad, los nuevos signos que nos da y nos desafían a encontrar su
significado y sus diversas combinaciones.

Después de haber discutido con otros hermeneutas sociales acerca del


significado de dichos signos y combinaciones de la realidad podremos, recién allí,
escribir un texto que sea un nuevo aporte, un nuevo conocimiento para transformar
nuestra realidad, un conocimiento nuevo sobre nuestra nueva civilización, y no una
interpretación del pasado.

25
DEL ANHELO A LA VOLICIÓN O DEL DESEO AL QUERER

“Mientras vivamos durmiendo en ciertos


vagos bienestares estaremos olvidando un destino. Quiero decir con inteligencia la
comprensión total de nuestra obligación como hombres, la inserción de esta
comprensión viva en el caminar de nuestra nación, la inserción de una moral, de una
espiritualidad definida, en una actividad natural. Es necesario ir hacia ello, no
detenerse, argentinos, argentinos sin sueño, argentinos taciturnos, argentinos que
sufren la Argentina como un dolor en la carne.”
Eduardo Mallea45

En otro apartado señalábamos que existía una perspectiva deseante de los


intelectuales y académicos. Ese soñar, al decir de Ortega y Gasset, que implica la no
intervención, la especulación que más se parece a una actitud anhelante donde siempre
será Otro, o la Providencia Divina, quien se encargará de hacer realidad o no nuestros
sueños. Por eso sostenía Ortega46: “La virtud del niño es el deseo, y su papel, soñar.
Pero la virtud del hombre es querer, y su papel realizar... El querer se diferencia del
deseo en que es siempre un querer hacer, querer lograr.”

Una de las canciones folclóricas de nuestra América Latina recita “Ojalá que
llueva café en el campo”. Pues bien, sabemos que el café no llueve, que hay que
sembrarlo, cultivarlo y cosecharlo, así como esperar el tiempo preciso y oportuno para
realizar la cosecha. De eso se trata la cultura. De cultivar. Y ello implica la voluntad de
cumplimentar todos los pasos necesarios para llegar a realizar lo que queremos y
buscamos, ya que no existen realizaciones mágicas.

Cualquier creación o construcción necesita de un emprendimiento con


secuencias, pasos, tiempos, riesgos, aciertos y errores, retrocesos y avances, así como la
aceptación de la crítica del Otro, que no existen en la mera contemplación o el mero
deseo. Es el desafío del hacer y tiene como prerrequisito la voluntad de querer realizar
lo que se desea. Es el compromiso con la transformación de una realidad que nos duele
y no con la cómoda crítica de la misma, de los errores de antaño o de los protagonistas
del hoy.

Ortega y Gasset, en su libro La Misión de la Universidad, sostiene que “las


posibilidades no se realizan por sí mismas, en forma automática. Es preciso que
alguien con sus manos y su mente, con su esfuerzo y con su angustia, les fabrique su
realidad”47. A su vez, nos aclara que para realizar la reforma universitaria basta con
quererla, pero hay que quererla de verdad. Y eso implica que queramos hacer todo
aquello que sea necesario para lograrla, incluyendo “dotarnos nosotros mismos de las
cualidades imprescindibles para la empresa” 48. Cualquier otra cosa no significa querer,

45
Mallea, Eduardo: Historia de una pasión argentina, Corregidor, Bs. As., 2002.
46
Ortega y Gasset: Misión de la Universidad, Alianza, 2002.
47
Op.cit.
48
Ibidem.

26
sino simplemente desear, “enjuagarse con su imagen la fantasía, embriagarse
voluptuosamente con el proyecto, perderse en vagos ardores, bullangas y
efervescencias”.49

Profundizando aún más, nos explica que muchas veces usamos como sinónimos
el desear y el querer, pero se diferencian en que el querer es siempre querer la realidad,
en cambio desear, significa lo que generalmente denominamos “mero deseo”, que
implica el darse cuenta de que lo que deseamos es “relativa o absolutamente
imposible”. En el niño esta diferencia entre lo que es posible o imposible es posterior a
su volición o deseo, por eso sostiene Ortega que desde que nacemos hasta que morimos
existe una lucha permanente entre nuestras voliciones y nuestros deseos, confundiendo
muchas veces nuestro mero desear con un querer o nuestro querer con un mero desear.
El deseo entonces es un querer fracasado pero que nutre la volición y la incita
permanentemente a continuar ensayando diversas posibilidades.

Coincide con Hegel en que todo lo importante que se ha hecho en la historia “se
ha hecho con pasión (...) fría”. Para Ortega, la simple pasión, frenesí o calentura, no
sirve para nada, es estéril. La pasión creadora, por el contrario, implica reflexión y
voluntad. Para el autor, esta pasión creadora es un querer resuelto, clarividente y total.
Es lo que en otro momento hemos también definido como “razón decidida”. Implica la
voluntad de realizar. Sin ella, coincidimos con Ortega en que cualquier reforma
universitaria o cualquier construcción o creación son imposibles, ya que toda reforma
implica creación de usos nuevos y, en el caso de la reforma universitaria, ésta debe
necesariamente anclar en la acertada y auténtica decisión sobre su misión y
compromiso. Ésta no puede ser otra que servir al pueblo y a la Nación.

Darcy Ribeiro, luego de proponer una nueva reforma de la universidad concluye


en los mismos términos que Ortega que “Entre este modelo ideal y cualquier proyecto
concreto aun el que más se aproxime a él, existirá siempre la distancia que separa las
abstracciones de las cosas. El desafío que enfrentarán los que acepten este modelo
como una meta es, por lo tanto, el de cubrir de carne, piel, sangre y pigmento a sus
huesos descarnados para que llegue a existir un día en el mundo de las cosas, como la
Universidad que corresponde a las necesidades de un pueblo en un momento dado de
su existencia histórica”50.

Hace mucho tiempo que en otras latitudes se ha definido la necesidad de


transformar las universidades, cuyo objetivo primordial en el siglo XXI debe ser
conducir la investigación hacia los problemas acuciantes de la sociedad, promover la
aplicación del conocimiento a los problemas sociales y preparar a los estudiantes a fin
de que sirvan a su sociedad51. Es asumir la misión pública de la universidad pública
para el presente y el futuro del país. Es, no sólo desear, sino querer una sociedad más
justa. Y para ello, hace falta comprometerse, porque como sostiene Dewey “No hay que
huir de las condiciones y hechos reales y tampoco hay que aceptarlos pasivamente, es
preciso utilizarlos y dirigirlos. O bien son obstáculos para nuestras finalidades, o de lo
contrario son medios para su realización”.52

49
Ibidem.
50
Ribeiro, Darcy: La Universidad nueva, un proyecto, Ciencia nueva, Bs.As, 1973
51
National Association of State Universities and Land Grant Colleges, The Engaged Institution,
Washington, 1999.
52
Op. cit.

27
LA UNIVERSIDAD AL SERVICIO DEL PUEBLO Y LA NACIÓN:
RAZÓN CRÍTICA MÁS RAZON DECIDIDA

“No basta procurar que la educación no se


emplee activamente como instrumento para facilitar la explotación de una clase por
otra. Deben ofrecerse facilidades escolares de tal amplitud y eficacia que, de hecho y
no simplemente de nombre supriman los efectos de las desigualdades económicas y que
aseguren a todos los sectores de la nación una igualdad de condiciones para sus
carreras futuras.”
John Dewey53

¿Qué papel juega la universidad en la definición de la agenda social? ¿Qué


características tiene su participación en la resolución de los problemas nacionales y
sociales?

Es necesario salir de la falsa antinomia planteada entre la razón crítica y la razón


decidida. Entendemos a la razón crítica en tanto pone en cuestión la positividad y a la
razón decidida en tanto ideas que se transforman en planes para la acción.

Coincidimos con Benedetto Croce cuando se preguntaba ¿“Qué es un pensamiento, sin


la pasión, sin la voluntad, sin la fantasía? ¿Qué es una fantasía que no haya sido
nutrida de pasión de aspiración moral, de trabajo del pensamiento?54

Si decimos que la misión de la universidad es profundizar y expandir la


democracia, no podemos atrincherarnos en la misión de la razón crítica puesto que
pasaríamos a ser la “universidad trinchera”. Debemos, si estamos decididos a
profundizar la democracia y a colaborar en la resolución de los problemas nacionales y
sociales, tener una agenda compartida con las instituciones democráticas nacionales, no
para sustituir funciones como las del Poder Ejecutivo -nacional, provincial o local- ni al
Poder Legislativo o Judicial, sino para ser útiles a nuestra democracia y a nuestra
sociedad, a través de la investigación y la docencia. Asimismo debemos colaborar en la
planificación y proponer soluciones para la transformación.

Desde la razón crítica -que es la manera de hacer contracultura- la institución no


deja de hacer política; sus profesores, sus docentes y estudiantes tienen el derecho y el
deber moral de oponerse a las acciones o políticas antidemocráticas que restrinjan el
acceso a los bienes socialmente necesarios, a la justicia, a la salud, etc., así como a la
toma de decisiones.

Pero razón crítica no implica pasividad ni razón puramente especulativa, ni


inocuidad social, ni beligerancia perpetua en una sociedad democrática.

53
Op. cit.
54
Croce, Benedetto: El carácter de la filosofía moderna, IMÁN, Bs.As, 1959

28
Poner en cuestión la positividad, saber que nuestra sociedad o nuestro mundo
podrían ser mejores y más justos y no dar por sentada la realidad como acabada, nos
obliga a investigar no sólo por qué las cosas son así y no de otra manera, sino cuáles son
los caminos, los fines, las herramientas, los obstáculos que hay que superar, y cuáles
son los recursos existentes para alcanzar y construir esa sociedad más justa.

No podemos atrincherarnos en la confrontación epistemológica de poner en


cuestión la realidad sin comprometernos. Debemos decidir en nuestro quehacer
cotidiano pasar del deseo a la práctica y el compromiso. De esa manera entendemos,
como Dewey, que las ideas son hipótesis y planes de acción y de trabajo.

Para el pragmatismo, “es la idea la que es práctica, al ser esencialmente un


intento y un plan para alterar la realidad previa de una situación concreta, la cual el
propio hecho de que se necesite o sugiera una modificación específica indica que es
insatisfactoria”55. Las ideas son instrumentos que nos indican el modo en que se
podrían modificar las cosas.

Asimismo, para el pragmatismo, el conocimiento produce una diferencia en y


para las cosas ya que el mundo está en transformación; el conocimiento puede ser su
guía, adaptando la herramienta al problema.

Tanto para James como para Dewey “ser razonable” será reconocer en las cosas
su carácter de obstáculos y recursos para la acción. Por lo tanto, las ideas son
intenciones, planes y métodos que tienen carácter prospectivo para cambiar lo existente
ubicándose así en forma opuesta al racionalismo, que entiende al conocimiento como
actividad especular de lo existente. Para el pragmatismo la realidad está aún en
construcción, no es ni eterna ni completa, las ideas son hipótesis directrices donde
“significado” quiere decir “las respuestas futuras que un objeto exige de nosotros o a lo
que nos compromete”56.

En esta línea, “práctico” significa las actitudes y conductas que provoca en


nosotros un objeto, o a la capacidad y la tendencia de una idea a efectuar cambios en lo
previamente existente, o a la calidad de deseable o indeseable de ciertos fines.

Concluimos entonces que la razón decidida, que implica poner la idea en acción,
no se contradice con la razón crítica que interpreta y pone en cuestión la positividad.
Ambas posiciones concuerdan en que el conocimiento no es un reflejo especular de la
realidad que se asume como definitiva y completa. La razón crítica estará siempre
subsumida en la razón decidida.

Tanto la razón crítica como la razón decidida asumen la historicidad de la


realidad, de lo existente, y también que son los hombres los que la construyen. La razón
decidida, sin embargo, no permanece en una actitud pasiva sino que pone las ideas en
acción.

La propuesta de reconstrucción de la universidad implica la necesidad de pasar


de la problematización y crítica de lo existente a una actitud prospectiva de

55
Op. cit.
56
Ibidem.

29
investigación sobre la posibilidad de su modificación, donde el conocimiento cumple su
papel fundamental.

A través de la investigación se deberá pensar, analizar, reflexionar para


transformar el país. A través de la docencia se deberán generar los egresados que el país
necesita, y a través de la asistencia técnica y la cooperación se deberán privilegiar
aquellas actividades que sean de interés perentorio referido a necesidades sociales y al
interés público.

Sabemos que la demanda social es infinita, y que los recursos materiales y


humanos para satisfacerla siempre son escasos. Lo mismo sucede si cualquier
universidad pretende atender toda la demanda social que a ella se le requiere. Deberá
discernir no sólo cuáles son las demandas más perentorias, sino fundamentalmente
cuáles de ellas le competen y en la solución de cuáles puede colaborar.

Por ello, una de las tareas pendientes de la universidad no es sólo investigar el


por qué de las cosas sino el cómo transformarlas, participando en la elaboración de las
decisiones. Existe una marcada brecha entre el político y el académico, donde el
académico utiliza el juicio analítico sobre lo que es y fue el producto de la construcción
social, y el político usa el juicio intuitivo en la decisión para actuar sobre la realidad.
Superar esta brecha debe ser el compromiso de la universidad que quiera servir al
pueblo y a la Nación. Y para asumirlo es necesario, al fin, reconocer que esa tarea
involucra a la razón crítica y la razón decidida.

30
CONCLUSIONES

“La Universidad es parte del Pueblo Argentino. Nuestra intención es crear una
cultura nacional cuya semilla ya existe en el país, pero ha sido ahogada por sucesivos
gobiernos y autoridades universitarias dominadas por el liberalismo o por modelos que
no corresponden a nuestra realidad nacional. Se terminó con la vieja retórica de la
universidad libre pero sin pueblo y siempre a espaldas del pueblo argentino.”
Rodolfo Puiggrós57

Si, como dice Ortega y Gasset, queremos de verdad reformar la universidad para
ponerla al servicio del pueblo y de la Nación, no sólo hay que pensar el país para
cambiarlo. También reflexionar acerca de la universidad, ya que ésta se ha convertido,
para nuestro país, en un problema que amerita que tengamos propuestas para su
transformación y mejoramiento, a fin de poner a la universidad en consonancia con las
necesidades y aspiraciones de un proyecto nacional.

Las reformas se deberían hacer desde los mismos gobiernos de las universidades
para que éstas cumplan con sus funciones de acuerdo con su misión de servicio público;
para que la autonomía no sea un obstáculo para el estado democrático, sino un incentivo
para la creatividad.

Para ello, varias son las reformas que se deberían hacer y que podríamos
sintetizar:

1. Dirigir la investigación hacia los grandes problemas nacionales, regionales y


locales con incentivos claros a la investigación interdisciplinaria necesaria en áreas de
vacancia.

2. Orientar la docencia hacia la formación de recursos humanos para las nuevas


necesidades del país. Cada universidad debería hacerse responsable de no superponer
ofertas en la misma región, así como de descontinuar ofertas y ofrecer nuevas y
necesarias carreras como para atender las necesidades actuales.

3. Modificar la mala distribución en el territorio de ciertos profesionales como


médicos, enfermeras, ingenieros, etc., a través de incentivos regionales que puedan
brindar las carreras mencionadas en las universidades que necesiten esos recursos
humanos en su región. Por lo cual la planificación debería ser realizada a nivel nacional.

4. Reducir las intrincadas y lentas resoluciones tanto en la movilidad


interuniversitaria a nivel nacional como internacional.

5. Agilizar la puesta en marcha de carreras nuevas que formen recursos humanos


en áreas surgidas del desarrollo científico tecnológico y del desarrollo socio-económico.

6. Brindar títulos intermedios en todas las carreras de grado de manera que si el


estudiante, por razones diversas, no puede continuar sus estudios, pueda tener un título

57
Op. cit.

31
que lo ayude a entrar al mercado laboral en vez de haber perdido dos o tres años de
esfuerzo, y el Estado, dos o tres años de recursos invertidos.

7. Facilitar el tránsito no sólo en forma horizontal entre universidades, sino entre


los diversos niveles de enseñanza con políticas permanentes de articulación.

8. Instituir políticas de inclusión y retención de todos aquellos que tengan


vocación de estudio, tales como aplicar el artículo séptimo de la Ley de Educación
Superior en todas las universidades públicas nacionales, reformar y planificar un
sistema de becas a nivel nacional, etc.

9. Implementar un fondo de solidaridad intergeneracional para aumentar en


forma contundente la cantidad de becas para aquellos estudiantes que tengan vocación y
no tengan recursos. Con la gratuidad no se alcanza el nivel de inclusión deseado.

10. Seguir priorizando a las universidades públicas para las necesidades de


asesoría técnica desde el Estado Nacional, Provincial y Local.

11. Ser un efector no sólo académico, sino cultural para cada comunidad local, a
fin de elevar el nivel en cada región.

12. Asistir a la comunidad con cursos técnicos imprescindibles para las nuevas
necesidades y articular con el sector productivo en materia de formación profesional.

13. Constituir un espacio público de permanente capacitación y actualización


para la comunidad, tanto en lo científico tecnológico como en lo académico y cultural.

Sabemos que cualquier pensamiento o razonamiento está situado. Su nutriente es


la propia realidad. Las universidades deben orientar sus propuestas en función de
brindar soluciones concretas a los problemas nuestros.

Cuando la universidad resuelve servir a su comunidad, los requerimientos son


casi infinitos y los recursos serán siempre escasos. Por lo tanto, después de auscultar las
necesidades de formación de una comunidad, la universidad deberá dar preferencia a los
problemas nacionales en la investigación, en la docencia y en la asistencia técnica.

Teniendo en claro que la escasez de recursos es un problema permanente,


creemos, como sostiene Risieri Frondizi, que “los problemas se deben escoger con
sumo cuidado. Tienen que ser cuestiones, que sin carecer de interés teórico, tengan
significación social. Problemas cuya solución implique un alivio a las penurias del
pueblo y que puedan ser estudiados en un plazo de dos o tres años. Y que la solución
sea factible”58.

Ana Jaramillo

58
Frondizi, Risieri: La universidad en un mundo de tensiones, Eudeba, Bs. As., 2005.

32
BIBLIOGRAFÍA

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33
Vallejos, Pedro: Una universidad para el país, en Revista Qué sucedió en siete días,
N186, Bs.As., 1958
Vasconcelos, José: Discurso de asunción como Rector de la UNAM, 9 de junio de 1920

34
ANEXO
DECRETO 29.337

Buenos Aires, 22 de noviembre de 1949


CONSIDERANDO

* Que el engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el


grado de cultura que alcanza cada uno de los miembros que lo componen;
* Que por ello debe ser primordial preocupación del Estado disponer de todos los
medios a su alcance para cimentar las bases del saber, fomentando las ciencias, las artes
y la técnica en todas sus manifestaciones;
* Que atendiendo al espíritu y a la letra de la nueva Constitución es función social del
Estado amparar la enseñanza universitaria a fin de que los jóvenes capaces y meritorios
encaucen sus actividades siguiendo los impulsos de sus naturales aptitudes, en su propio
beneficio y en el de la Nación misma;
* Que como medida de buen gobierno, el Estado debe prestar todo su apoyo a los
jóvenes estudiantes que aspiren a contribuir al bienestar y prosperidad de la Nación,
suprimiendo todo obstáculo que les impida o trabe el cumplimiento de tan notable como
legitima vocación;
* Que dentro de la Nación y de acuerdo con la Misión específica que la ley les impone,
son las Universidades especialmente, las encargadas de difundir la cultura y formar la
juventud;
* Que una forma racional de propender al alcance de los fines expresados es el
establecimiento de la enseñanza universitaria gratuita para todos los jóvenes que
anhelen instruirse para el bien del país;

Por ello y de acuerdo a lo aconsejado por el Sr. Ministro de Educación,

EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA


DECRETA

Art. 1° - Suspéndase, con anterioridad al 20 de junio de 1949 el cobro de los aranceles


universitarios actualmente en vigor. El Ministerio de Educación propondrá a la
consideración del Poder Ejecutivo, dentro de los treinta (30) días de la fecha del
presente decreto, con intervención del Ministerio de Hacienda, las normas a las que se
ajustará la aplicación del presente decreto.
Art. 2°.- Por el Ministerio de Educación se procederá a determinar la incidencia que
financieramente tenga en cada organismo Universitario la medida a que se refiere el
artículo anterior, debiendo –en caso de que los menores derechos o derechos
arancelarios no puedan ser compensados con los recursos específicamente
universitarios- proponer al Ministerio de Hacienda el arbitrio que estime corresponder.
Art. 3° - El presente decreto será refrendado por los señores ministros secretarios de
Estado en los departamentos de Educación y de Hacienda de la Nación.
Art. 4° - Comuníquese, publíquese, anótese, dése a la Dirección General de Registro
Nacional y archívese.

Firmado: JUAN DOMINGO PERÓN - PRESIDENTE


__________________________________________________

35
INDICE

Introducción

La función de la universidad en la historia argentina............................................ Pág. 4

La reforma de la universidad y la agenda social................................................Pág. 10

La responsabilidad de la manipulación simbólica............................................... Pág. 14

Conocer para intervenir en la construcción social................................................. Pág. 19

Del anhelo a la volición o del deseo al querer....................................................... Pág. 23

La universidad al servicio del pueblo y la Nación:


razón crítica más razón decidida ...........................................................................Pág. 25

Conclusiones........................................................................................................... Pág. 28

36
República Argentina - Poder Ejecutivo Nacional
2020 - Año del General Manuel Belgrano

Anexo

Número: IF-2020-08208476-APN-SSPU#ME

CIUDAD DE BUENOS AIRES


Miércoles 5 de Febrero de 2020

Referencia: EX-2019-112183347-APN-DD#MECCYT Estatuto Universidad Nacional de Lanús.

ESTATUTO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS.

ÍNDICE

PRIMERA PARTE. PRINCIPIOS Y FINES

SEGUNDA PARTE

• Capítulo I. DE LA ORGANIZACIÓN ACADÉMICA


• Capítulo II. DE LAS CARRERAS
• Capítulo III. DE LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE
• Capítulo IV. DE LA DOCENCIA, INVESTIGACIÓN Y COOPERACIÓN

TERCERA PARTE. GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD

• Capítulo I. DE LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA


• Capítulo II. DEL CONSEJO SUPERIOR
• Capítulo III. DEL RECTOR/A Y EL VICERRECTOR/A
• Capítulo IV. DE LOS DEPARTAMENTOS ACADÉMICOS Y CONSEJOS DEPARTAMENTALES
• Capítulo V. DEL CONSEJO SOCIAL COMUNITARIO
• Capítulo VI. DE LAS SECRETARÍAS
• Capítulo VII. DEL RÉGIMEN ELECTORAL

CUARTA PARTE. COMUNIDAD UNIVERSITARIA

• Capítulo I. DE LOS Y LAS DOCENTES INVESTIGADORES/AS O INVESTIGADORES/AS DOCENTES


• Capítulo II. DE LOS Y LAS ESTUDIANTES
• Capítulo III. DE LOS Y LAS GRADUADOS/AS
• Capítulo IV. DE LOS Y LAS NO DOCENTES
QUINTA PARTE. DE LA AUTOEVALUACIÓN Y LA EVALUACIÓN EXTERNA

SEXTA PARTE. RÉGIMEN ECONÓMICO-FINANCIERO

SÉPTIMA PARTE. DE LOS TRIBUNALES Y JUICIOS ACADÉMICOS

CLAUSULAS TRANSITORIAS

PRIMERA PARTE

PRINCIPIOS Y FINES

ARTÍCULO 1. La Universidad Nacional de Lanús es una persona jurídica de derecho público, con sede en avenida
29 de Septiembre 3901, Remedios de Escalada, partido de Lanús, provincia de Buenos Aires, con autonomía
institucional y académica y autarquía económico-financiera. Se rige por la Constitución Nacional, las leyes
nacionales, su ley de creación, el presente Estatuto y las reglamentaciones que en su consecuencia se dicten.

ARTÍCULO 2. La Universidad Nacional de Lanús tiene como misión primaria contribuir a través de la producción
y distribución de conocimiento y de innovaciones científico-tecnológicas, al desarrollo económico, social y cultural
de la región, a fin de coadyuvar a la mejora de su calidad de vida y fortalecimiento de los valores democráticos en el
conjunto de la sociedad, articulando el conocimiento universal con los saberes producidos por nuestra comunidad.

La Universidad debe priorizar la articulación y cooperación entre los y las distintos/as productores/as del saber,
transformar la información en conocimiento y, en su tarea hermenéutica y axiológica, atender las problemáticas
sociales, nacionales y regionales, promoviendo en todo momento la educación con inclusión.

ARTÍCULO 3. Son fines de la Universidad Nacional de Lanús:

1. Organizar e impartir Educación Superior Universitaria, presencial o a distancia, mediante trayectos


curriculares de pregrado, grado y posgrado, de acuerdo con lo que este Estatuto establezca.
2. Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, transfiriendo y articulando conocimientos
y tecnologías a fin de elevar su nivel sociocultural, científico, político y económico a través de la formación
de personas reflexivas y críticas que respeten el orden institucional y democrático, y desarrollen valores
éticos y solidarios.
3. Hacer de la igualdad de género un objetivo de transformación y de justicia social en la universidad.
4. Organizar y desarrollar las actividades de generación y sistematización de conocimientos, mediante las
modalidades de investigación básica, aplicada, desarrollo experimental e innovación, y de la aplicación
tecnológica, otorgando prioridad a las necesidades y problemáticas comunales, regionales y nacionales.
5. Organizar, coordinar y desarrollar programas y actividades de cooperación comunitaria y de servicio público,
como así también promover actividades que tiendan a la creación, preservación y difusión de la cultura
nacional y latinoamericana.
6. Promover acciones tendientes al desarrollo socio-económico nacional y regional y a la preservación del
ambiente.
7. Ofrecer servicios y asesorías en cooperación a la comunidad en general, y efectivizar asociaciones con
diferentes organismos con el objetivo de contribuir al desarrollo nacional.
8. Establecer compromisos estables de articulación y cooperación con organismos municipales, provinciales,
organizaciones sociales, empresas públicas o privadas y organismos nacionales y/o internacionales que
propendan al desarrollo humano y aporten a los fines propuestos en este Estatuto.
9. Coordinar con las Universidades y el sistema educativo de la región el desarrollo de actividades académicas y
de investigación, transferencia e innovación, como así también las acciones de cooperación comunitaria que
apunten a satisfacer necesidades regionales.
10. Constituir una comunidad de trabajo integrada por docentes, no docentes, graduados, estudiantes, autoridades
y miembros de la sociedad en su conjunto, abierta a las exigencias de su tiempo y de su medio, dentro del
contexto amplio de la cultura nacional y latinoamericana.
11. Educar en el espíritu de la Constitución Nacional, en la soberanía popular como única fuente legítima de
poder político, en el conocimiento y defensa de la soberanía e independencia de la Nación, en el respeto y
defensa de los derechos humanos, de la igualdad de oportunidades, de la igualdad de género y respeto a toda
forma de diversidad, y de no discriminación, contribuyendo en todo momento a la confraternidad y a la paz
entre los pueblos.
12. Definir una planta orgánica única y acotada de administración y ejecución presupuestaria para todos los
Departamentos Académicos y áreas ejecutivas, con control permanente de la Auditoría Interna y de los
miembros del Consejo Superior, a fin de lograr la máxima transparencia en la gestión pública.
13. Favorecer el ingreso, permanencia y egreso de los y las estudiantes poniendo especial atención en aquellos y
aquellas que por motivos socio-económicos y/o de género se encontraren en situación de vulnerabilidad y en
riesgo de abandonar los estudios.
14. Establecer programas que alienten el compromiso educativo voluntario a fin de promover en la Comunidad
Universitaria la devolución del aporte que realiza la sociedad para sostener la gratuidad universitaria,
mediante becas y otros incentivos.
15. Promover la democracia interna, la paridad de género, la participación en las decisiones, y el respeto a todos
los integrantes de la Comunidad Universitaria.
16. Promover la memoria activa y cultural sobre los pensadores y artistas nacionales y latinoamericanos mediante
su inclusión en los diseños curriculares, y a través de seminarios, homenajes, talleres, premios, concursos, y
toda otra acción capaz de contribuir a este objetivo.
17. Formar profesionales con perspectiva de género, comprometidos/as en la construcción de una sociedad sin
violencia hacia las mujeres, lesbianas, gays, travestis, trans y hacia todas aquellas identidades autopercibidas
que no respondan al sistema binario de género.
18. Realizar seminarios permanentes y otras acciones que promuevan y fortalezcan la vinculación entre la
Academia, la ciencia y la política pública.
19. Promover organizaciones asociativas y participativas dentro de la Comunidad Universitaria.
20. Favorecer la producción de accesibilidad eliminando todo tipo de barreras culturales, físicas,
comunicacionales y académicas. Estableciendo evaluaciones de factibilidad y pertinencia en las
adecuaciones.
21. Favorecer la integración latinoamericana mediante actividades culturales, educativas, artísticas y científicas.
22. Aportar a la construcción de una sociedad del conocimiento que combine crecimiento con distribución
equitativa de la riqueza y en armonía con el ambiente, recuperando el papel histórico del trabajo y la
educación como herramientas de inclusión, dignificación y movilidad ascendente, y poniendo la ciencia, la
tecnología y la innovación al servicio del mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, en un todo de
acuerdo con el documento “Las Universidades públicas en el año del Bicentenario” del Consejo
Interuniversitario Nacional.
23. Promover la cooperación internacional en las actividades científicas, académicas y culturales de la
Universidad.
24. Garantizar la preservación del patrimonio histórico y el respeto a la propiedad pública de la Universidad.
25. Favorecer la articulación con el sistema educativo local, tanto en acciones de intercambio académico y de
capacitación como en la prestación directa de diferentes servicios originados en la Universidad, cuando estos
constituyan una respuesta para el desarrollo local en un área prioritaria.

ARTÍCULO 4. La Universidad asegura la libertad académica, la igualdad de oportunidades, la carrera docente, y


promueve la corresponsabilidad de todos los miembros de la Comunidad Universitaria, como así también la
convivencia plural de corrientes, teorías y líneas de pensamiento en la búsqueda permanente de la excelencia
académica y la gestión democrática.

ARTÍCULO 5. La formación profesional, la actualización, la especialización y la capacitación continuas son


objetivos permanentes de la Universidad, buscando la armonía y la dignificación de los/las trabajadores/as docentes
y no docentes quienes para capacitarse de manera gratuita tendrán horas laborales.

SEGUNDA PARTE

Capítulo I

DE LA ORGANIZACIÓN ACADÉMICA

ARTÍCULO 6. La Universidad Nacional de Lanús se organizará en Departamentos Académicos que mantendrán


coherencia en su estructura y en sus decisiones por medio de la conducción y coordinación que ejercen la Asamblea
Universitaria, el Consejo Superior y el Rectorado.

ARTÍCULO 7. Los Departamentos Académicos tienen por objeto proporcionar una orientación sistemática a las
actividades de docencia, investigación y cooperación mediante el agrupamiento de disciplinas afines y áreas o
campos problemáticos y la comunicación entre los/las docentes y los/las estudiantes de distintas carreras, brindando
de esta manera, mayor cohesión a la estructura universitaria con el objetivo de lograr economía de esfuerzos y de
medios materiales.

ARTÍCULO 8. Los Departamentos Académicos coordinarán con el Rectorado las actividades referidas a la
formación de Pregrado, Grado, Posgrado, Investigación y Cooperación. Proveerán asimismo el cuerpo docente a las
distintas carreras y serán responsables de los procesos de enseñanza y aprendizaje preestablecido al que contribuirán
los y las Directores/as de Carrera, en el marco de las políticas académicas fijadas por la Universidad.

ARTÍCULO 9. Los Departamentos Académicos coordinarán diferentes áreas, entendidas como unidades
organizativas multi y/o inter y/o transdisciplinarias definidas en función de campos epistemológicos orientados
hacia los problemas sociales, nacionales y latinoamericanos.

ARTÍCULO 10. La autoridad máxima de cada Departamento será un Consejo Departamental que estará integrado
por el/la Director/a del Departamento, los/las Directores/as de las carreras de su dependencia, y representantes de
los claustros: docentes-investigadores/as, estudiantes, no docentes y graduados/as.

ARTÍCULO 11. Cada Departamento Académico tendrá un/una Director/a, elegido/a por su respectivo Consejo
Departamental. El/La Director/a deberá proponer al Consejo Departamental un/una Director/a de carrera,
contemplando la paridad de género, para que ocupe su lugar en caso de ausencia temporal.

Capítulo II

DE LAS CARRERAS
ARTÍCULO 12. Las carreras de Pregrado, Grado y Posgrado son unidades de gestión y administración curricular
que dependerán del Departamento Académico que reúna la mayor cantidad de materias del plan de estudios
respectivo y que constituya el núcleo básico de su plan.

Las ofertas de Posgrado podrán depender de otras unidades organizativas académicas, asimismo, todas las ofertas
podrán ser a término.

ARTÍCULO 13. Cada carrera estará a cargo de un/una Director/a, designado/a por el Consejo Superior a propuesta
del/la Rector/a en consulta con el/la Director/a del Departamento Académico respectivo. Dicha consulta no deberá
formularse en los casos previstos en el art. 12 in fine del presente.

Capítulo III

DE LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE

ARTÍCULO 14. La enseñanza y el aprendizaje deben integrar la teoría y la práctica, desarrollándose dentro de las
modalidades y necesidades propias de cada carrera y campo profesional o académico al que refiere.

ARTÍCULO 15. El proceso de enseñanza-aprendizaje debe desarrollar en los/las estudiantes la capacidad de


expresión, observación, razonamiento y decisión; estimular en ellos/as el hábito de aprender por sí mismos; procurar
que tengan juicio propio, curiosidad científica, espíritu crítico, iniciativa y responsabilidad; y propender al
desarrollo integral de su personalidad, incluyendo principios de ética profesional, compromiso social y valores
democráticos.

Capítulo IV

DE LA DOCENCIA, INVESTIGACIÓN Y COOPERACIÓN

ARTÍCULO 16. La Universidad considera a la docencia, la investigación y la cooperación como actividades


inherentes a la condición del/la profesor/a universitario/a. Asimismo, fomenta la formación de equipos de docencia,
de investigación y de cooperación y desarrollo tendientes a la generación y aprovechamiento de nuevos
conocimientos, considerando los problemas y las demandas locales, nacionales y/o regionales como así también las
que puedan proponerse por iniciativa del Consejo Social Comunitario.

ARTÍCULO 17. Los proyectos académicos de investigación y de cooperación deberán responder a las políticas y
programas prioritarios vigentes establecidos por el Consejo Superior y/o a los nuevos ejes que sea necesario
incorporar, y se radicarán en los Departamentos Académicos, Secretarías, Institutos de Investigación u otras
unidades organizativas conforme a su índole.

CAPÍTULO V

DE LOS INSTITUTOS, CENTROS, OBSERVATORIOS Y OTRAS UNIDADES ORGANIZATIVAS


ACADÉMICAS

ARTÍCULO 18. La Universidad Nacional de Lanús tendrá Institutos, Centros, Observatorios y otras unidades
organizativas académicas según sus necesidades y posibilidades, que mantendrán coherencia en su estructura y en
sus decisiones por medio de la conducción y coordinación que ejerza el Rectorado.

ARTÍCULO 19. Los Observatorios, Centros e Institutos tendrán como objeto actividades de transferencia,
cooperación y/o investigación.

ARTÍCULO 20. La constitución, modificación y permanencia de Observatorios, Centros e Institutos estarán


determinadas a través de evaluaciones trianuales. A tal efecto se constituirá una comisión evaluadora que será
designada por el/la Rector/a con la aprobación del Consejo Superior.

TERCERA PARTE

GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD

ARTÍCULO 21. El gobierno y la administración de la Universidad son ejercidos con la participación de todos los
miembros de la Comunidad Universitaria, a través de:

• Asamblea Universitaria
• Consejo Superior
• Rector/a
• Vicerrector/a
• Consejos Departamentales
• Directores/as de los Departamentos
• Directores/as de las carreras

Capítulo I

DE LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA

ARTÍCULO 22. La Asamblea Universitaria es el órgano máximo de gobierno de la Universidad que será presidido
por el/la Rector/a.

ARTÍCULO 23. Integran la Asamblea Universitaria:

• Los miembros del Consejo Superior.


• Los miembros de los Consejos Departamentales.

ARTÍCULO 24. Son atribuciones de la Asamblea Universitaria:

1. Dictar su reglamento interno y reglamentar el orden de sus sesiones.


2. Dictar y reformar, total o parcialmente, el Estatuto de la Universidad, dándose cumplimiento a lo dispuesto
por el art. 34 de la ley Nº 24.521.
3. Designar al/la Rector/a y Vicerrector/a por voto firmado y público, y decidir mediante el mismo
procedimiento sobre sus renuncias.
4. Suspender o separar al/la Rector/a o Vicerrector/a por las causas previstas en el presente Estatuto, en sesión
extraordinaria convocada al efecto y por mayoría de dos tercios de votos de sus miembros.
5. Establecer la orientación general en materia de docencia, investigación, cooperación, administración y
servicios de la Universidad.
6. Decidir sobre el gobierno de la Universidad en caso de imposibilidad efectiva de quórum o de conflicto
insoluble en el Consejo Superior. La decisión se adoptará en base a los votos de dos tercios de los miembros
presentes.
7. Aprobar, observar o rechazar el Informe de Gestión y el Plan de Acción Anual presentados por el/la Rector/a.
ARTÍCULO 25. La Asamblea Universitaria sesiona en la sede de la Universidad o, en su defecto, en el lugar que
fijen el Consejo Superior o la autoridad legalmente convocante cuando hubiere algún impedimento material o de
fuerza mayor.

ARTÍCULO 26. La Asamblea Universitaria sesiona válidamente con la presencia de la mitad más uno de sus
miembros, salvo en los casos en que este Estatuto haya previsto una mayoría especial para la adopción de sus
decisiones. En este supuesto, el quórum será el de dicha mayoría especial. El reglamento interno que sancione la
Asamblea Universitaria debe prever el procedimiento a seguir para el caso de no constituirse el quórum para
sesionar.

ARTÍCULO 27. La Asamblea Universitaria debe considerar los asuntos para los cuales ha sido expresamente
convocada. No podrá modificar, ampliar o reducir el Orden del Día. Cualquier decisión que eventualmente se
adopte sobre una cuestión no prevista en el temario es nula de nulidad absoluta.

ARTÍCULO 28. La Asamblea Universitaria, convocada por el/la Rector/a, se reúne en sesión ordinaria por lo
menos una vez al año, con el objeto de considerar el Informe de Gestión y el Plan de Acción Anual presentados por
el/la Rector/a.

ARTÍCULO 29. La Asamblea Universitaria es convocada a sesión extraordinaria por:

1. El/La Rector/a, por mérito propio, mediante fundamentación adecuada.


2. El Consejo Superior, por mayoría de dos tercios de sus miembros.
3. La Asamblea Universitaria, por mayoría simple de sus miembros.

ARTÍCULO 30. La convocatoria a la Asamblea Universitaria se notifica por escrito a cada uno de sus integrantes,
con una antelación como mínimo de diez (10) días corridos, y por comunicación pública a todos los miembros de la
Comunidad Universitaria, debiendo hacerse conocer, en ambos casos, el Orden del Día de la reunión.

ARTÍCULO 31. La Asamblea Universitaria es presidida por el/la Rector/a; o en su ausencia, sucesivamente, por
el/la Vicerrector/a; y en ausencia de ambos, por el/la Director/a de Departamento Académico que tenga mayor
antigüedad en la Universidad, o finalmente en su ausencia, por un miembro de la Asamblea que esta misma designe
por mayoría simple. La autoridad que preside la Asamblea no tendrá voto sino en el caso en que haya empate en la
votación. El/La Secretario/a de la Asamblea se designará en el primer punto del Orden del Día.

Capítulo II

DEL CONSEJO SUPERIOR

ARTÍCULO 32. El Consejo Superior está integrado por:

• Rector/a
• Vicerrector/a
• Directores/as de los Departamentos Académicos
• Ocho (8) Consejeros/as elegidos/as por el claustro docente
• Cuatro (4) Consejeros/as elegidos/as por el claustro estudiantil
• Un/a Consejero/a elegido/a por los y las no docentes
• Un/a Consejero/a representante del Consejo Social Comunitario
• Un/a Consejero/a representante de los y las graduados/as
Los/as Consejeros/as Superiores representantes del claustro estudiantil duran dos (2) años en el ejercicio de su
mandato y podrán ser reelegidos/as por un solo período consecutivo. Los/as Consejeros/as Superiores representantes
de los claustros Docente, no Docente y Graduados/as y el/la Consejero/a Superior representante del Consejo Social
Comunitario duran cuatro (4) años en el ejercicio de su mandato y podrán ser reelegidos/as por un solo período
consecutivo.

ARTÍCULO 33. El Consejo Superior es presidido por el/la Rector/a, o en ausencia, por el/la Vicerrector/a, o
sucesivamente, por el/la Director/a de Departamento Académico de más antigüedad en la Universidad, o por el/la
Consejero/a Superior representante del claustro docente que el Consejo designe. Quien preside la sesión no tendrá
voto sino en el caso en que haya empate en la votación.

ARTÍCULO 34. Son atribuciones del Consejo Superior:

1. Ejercer la jurisdicción universitaria y, por vía de recursos, el contralor de la legitimidad y oportunidad sobre
las decisiones del/la Rector/a y demás órganos dependientes de la Universidad.
2. Dictar su reglamento interno.
3. A propuesta del/la Rector/a, crear, suspender o suprimir Institutos, Centros, Escuelas u otros unidades
organizativas académicas y carreras de Pregrado, Grado y Posgrado.
4. Aprobar la estructura orgánico-funcional de la Universidad.
5. Dictar los reglamentos generales necesarios para el régimen de estudios de Pregrado, Grado y Posgrado,
planificar las actividades universitarias generales, determinar las pautas globales de un sistema de evaluación
de la gestión institucional y dictar las orientaciones básicas sobre enseñanza-aprendizaje, investigación y
cooperación. Asimismo, le corresponderá aprobar y/o modificar los estudios no universitarios que pueda
dictar la Universidad y resolver, la valorización cuando corresponda.
6. Disponer anualmente el calendario académico, la oferta educativa y la propuesta de ingreso para cada ciclo
lectivo, de acuerdo con la evolución de los recursos patrimoniales, físicos y humanos de la Universidad como
así también de sus objetivos.
7. Aprobar los planes de estudio a propuesta del/la Rector/a, aprobar el alcance de los títulos y grados
académicos a otorgar por la Universidad en concordancia con los artículos 40 a 43 de la Ley 24.521, y
reglamentar las cuestiones referidas a equivalencias y correlatividades del plan de estudio.
8. Establecer el régimen laboral y salarial del personal de la Universidad en concordancia con la legislación
nacional vigente, y determinar las pautas generales de un sistema de evaluación del desempeño de los/las
docentes-investigadores/as en el marco de la carrera docente y los y las no docentes.
9. Aprobar el reglamento de concursos para la provisión de cargos de docentes-investigadores/as, aprobar la
planta básica de docentes-investigadores/as de los Departamentos Académicos, aprobar el plan anual de
concursos y establecer otras modalidades de contratación para necesidades coyunturales de docencia,
investigación y cooperación.
10. Designar y remover a los/las Directores/as de carrera a propuesta del/la Rector/a.
11. Reglamentar y establecer prioridades para la investigación científica y tecnológica y para las actividades de
cooperación de la Universidad.
12. Designar profesores/as extraordinarios/as, y otorgar el título de Doctor Honoris Causa a destacadas figuras
nacionales y/o extranjeras.
13. Aprobar los criterios, modalidades y resultados de la evaluación interna de la Universidad y tomar
conocimiento de la evaluación externa.
14. Reglamentar las facultades del/la Rector/a para administrar y disponer por cualquier título que sea, del
patrimonio de la Universidad, como así también las facultades para aceptar herencias, legados, donaciones,
subsidios y otras contribuciones.
15. Aprobar u observar el presupuesto anual así como aprobar las cuentas y la inversión de fondos presentadas
por el/la Rector/a. El Consejo Superior podrá, con los dos tercios de sus votos, requerir en cualquier momento
la información necesaria para un correcto contralor de la gestión presupuestaria.
16. Ratificar los convenios suscriptos o a suscribirse por el/la Rector/a con otras instituciones.
17. Reglamentar y/o autorizar las acciones dirigidas a la valorización, explotación, utilización de recursos,
productos y servicios, como así también de las capacidades científico-tecnológicas de la Universidad,
incluyendo el fomento de la vinculación y transferencia de tecnología y conocimiento. Estas acciones pueden
realizarse en forma directa o mediante la organización de fundaciones, cooperativas u otras entidades o
sociedades sin fines de lucro, en forma individual o asociándose con otras personas humanas y/o jurídicas.
18. Reglamentar los juicios académicos, constituir un tribunal universitario encargado de sustanciarlos y entender
en toda cuestión ético-disciplinaria en que estuviere involucrado el personal docente.
19. Reglamentar el procedimiento para la sustanciación de los sumarios administrativos, establecer el régimen
disciplinario de estudiantes y sancionar, suspender o expulsar a docentes-investigadores/as, no docentes y/o
estudiantes por faltas graves en sus deberes.
20. Suspender o separar a cualquier integrante de un órgano colegiado de gobierno conforme las previsiones que
al respecto el reglamento de funcionamiento del Consejo Superior establezca; intervenir una dependencia
académica, por irregularidades manifiestas, en sesión especial a tal fin y por resolución fundada. La
intervención dispuesta conforme a la reglamentación que al respecto dicte el Consejo Superior no podrá
exceder los noventa (90) días hábiles.
21. Resolver los pedidos de licencia solicitados por el/la Rector/a, Vicerrector/a y demás miembros del Consejo
Superior.
22. Dictar el régimen electoral de la Universidad.
23. Cumplir y hacer cumplir el presente Estatuto, y las Resoluciones de la Asamblea Universitaria y del Consejo
Superior, en el ámbito de su competencia.
24. Resolver sobre toda otra facultad que no se encuentre asignada a otro órgano de gobierno por el presente
Estatuto.
25. Reglamentar la organización y las acciones orientadas al bienestar de la Comunidad Universitaria.
26. Aprobar u observar las propuestas de constitución o modificación de áreas de los distintos Departamentos
Académicos.
27. Las resoluciones referidas a sanciones, suspensiones y expulsiones, deben ser adoptadas por los dos tercios
de los integrantes del Consejo Superior.
28. Dictar el reglamento de los Consejos Departamentales.
29. Decidir con el voto de los dos tercios del total de sus miembros la formación de causa para la separación de
su cargo del/la Rector/a y/o Vicerrector/a, solicitando dicha separación en nota fundada a la Asamblea, en
base a lo establecido en el artículo 48 del presente Estatuto.

ARTÍCULO 35. El Consejo Superior sesiona válidamente con quórum compuesto por mayoría absoluta de sus
miembros. No lográndose quórum dentro de la media hora posterior a la fijada, sesionará válidamente con los
miembros presentes siempre y cuando se alcance un mínimo de un tercio del total de sus miembros. No
alcanzándose el mínimo aludido se deberá proceder a una nueva convocatoria dentro de los tres (3) días hábiles
subsiguientes.

ARTÍCULO 36. El Consejo Superior solo puede considerar los asuntos para los cuales es convocado, necesitando
el voto de la mayoría de sus miembros para poder incluir otros asuntos en su convocatoria. Las propuestas sobre
tablas deberán formularse de acuerdo con lo estipulado en el reglamento vigente.
ARTÍCULO 37. El Consejo Superior es convocado por el/la Rector/a, o el/la Vicerrector/a en su reemplazo,
cuando lo considere oportuno o necesario, o por propia iniciativa, con el aval de los dos tercios de sus integrantes.

ARTÍCULO 38. El Consejo Superior celebra, previa citación, en sesión ordinaria una vez al mes, de marzo a
diciembre, y extraordinaria cada vez que fuera convocado en los términos previstos en el artículo anterior.

ARTÍCULO 39. La citación a sesión de los miembros del Consejo Superior se efectúa por escrito, con una
antelación mínima de tres (3) días hábiles, debiendo constar el Orden del Día de la reunión y copias de los temas a
tratar, salvo en casos de urgencia en los que dicho plazo podrá reducirse a veinticuatro (24) horas.

Capítulo III

DEL/LA RECTOR/A Y EL/LA VICERRECTOR/A

ARTÍCULO 40. El/La Rector/a es la autoridad unipersonal superior de la Universidad y su representante legal. El/
La Rector/a y el/la Vicerrector/a duran seis (6) años en sus funciones y podrán ser reelegidos o sucederse
recíprocamente por un solo período consecutivo. Para la elección del/la Vicerrector/a deberá considerarse la paridad
de género.

ARTÍCULO 41. Para ser elegido/a Rector/a o Vicerrector/a, además de las calidades exigidas por la Ley de
Educación Superior para acceder al cargo máximo, se requiere ser argentino/a nativo/a o por adopción, tener por lo
menos treinta (30) años de edad cumplidos, poseer título de grado universitario reconocido y haber transcurrido un
mínimo de diez (10) años desde la obtención del mismo.

ARTÍCULO 42. El/La Rector/a y el/la Vicerrector/a son elegidos/as en sesión especial de la Asamblea
Universitaria. El quórum necesario para esta sesión es de dos tercios del total de los miembros de dicho órgano. Si
en la primera convocatoria no se lograra dicho quórum, se harán nuevas convocatorias -exceptuándose en estos
casos al requisito del plazo previsto en el art. 30 del presente- hasta lograr el quórum de la mitad más uno de los
miembros de la Asamblea.

La elección del/la Rector/a requiere la mayoría absoluta de sus miembros. Si esta no se logra, se procede a una
segunda votación entre los/las dos candidatos/as más votados en la primera, resultando electo/a el/la que obtenga la
mayoría de los votos de los miembros presentes de la Asamblea. En caso de producirse empate decide el/la
Presidente/a de la Asamblea. Una vez electo/a el/la Rector/a, este/a deberá postular al/la candidato/a a Vicerrector/a,
procediendo la Asamblea a votar por la aceptación o no y resultará electo/a el/la candidato/a propuesto/a si obtiene
la mayoría de votos de los miembros de la Asamblea. En caso contrario, el/la Rector/a electo/a deberá presentar un/a
nuevo/a candidato/a.

ARTÍCULO 43. El cargo de Rector/a es de dedicación exclusiva e indelegable con las excepciones que determinan
este Estatuto y el Consejo Superior en cuanto a licencias y delegación de facultades.

ARTÍCULO 44. Son atribuciones del/la Rector/a:

1. La representación de la Universidad.
2. Presidir las sesiones de la Asamblea Universitaria y del Consejo Superior.
3. Ejecutar las resoluciones de la Asamblea Universitaria y del Consejo Superior.
4. Convocar a la Asamblea Universitaria y al Consejo Superior a sesiones ordinarias y extraordinarias.
5. Ejercer la conducción académica y administrativa de la Universidad.
6. Organizar las Secretarías de la Universidad y designar a sus titulares, así como proponer a los/las
Directores/as de carreras para su designación por el Consejo Superior previa consulta con el/la Directora/a
del Departamento Académico correspondiente. Dicha consulta no deberá formularse en los casos previstos en
el art. 12 in fine del presente.
7. Resolver cualquier cuestión urgente, debiendo dar cuenta de sus acciones en la próxima sesión del Consejo
Superior.
8. Firmar los títulos, diplomas, distinciones y honores universitarios.
9. Requerir de las autoridades universitarias los informes que estime convenientes, e impartir las instrucciones
necesarias para un buen gobierno y administración de la institución.
10. Celebrar todo tipo de convenios ad referéndum del Consejo Superior.
11. Elaborar y elevar al Consejo Superior para su tratamiento el proyecto de presupuesto anual.
12. Ejecutar el presupuesto de la Universidad, sin perjuicio de las facultades de delegación que contengan las
reglamentaciones del Consejo Superior. El/La Rector/a podrá reasignar partidas presupuestarias, debiendo
someter dicha reasignación a la consideración del Consejo Superior para su refrenda.
13. Administrar los fondos institucionales y darles el destino que corresponda, con cargo de rendir cuentas al
Consejo Superior.
14. Autorizar de conformidad con este Estatuto y su Reglamentación, lo concerniente a la administración de
fondos externos.
15. Designar y remover a los/las profesores/as interinos/as o contratados/as y/o personal no docente.
16. Mantener relaciones con organismos y/o instituciones nacionales, internacionales, provinciales y
municipales, tendientes al mejor cumplimiento de los fines de la Universidad.
17. Hacer cumplir las resoluciones del Consejo Superior en materia disciplinaria.
18. Elaborar el Informe de Gestión y el Plan de Acción Anual para someterlos a consideración de la Asamblea
Universitaria.
19. Autorizar, de conformidad con este Estatuto y reglamentaciones correspondientes, el ingreso, inscripción,
permanencia, promoción y egreso de los estudiantes.
20. Resolver sobre equivalencia y reválida de diplomas expedidos por Universidades extranjeras, estudios,
asignaturas y títulos de Posgrado, conforme las reglamentaciones que se establezcan.
21. Efectuar la convocatoria a concursos para la provisión de cargos de docentes-investigadores/as.
22. Disponer contrataciones para el desempeño de funciones docentes, de investigación y de cooperación
temporarias, y/o prestaciones de servicios que no estén contempladas en la planta básica docente y no
docente.
23. El/La Rector/a podrá delegar facultades en las distintas Secretarías en razón de la materia y en base a criterios
de celeridad, economía, eficacia y eficiencia de la gestión. El acto de delegación deberá enumerar en forma
taxativa las facultades delegadas. La delegación podrá ser dejada sin efecto en cualquier momento, como así
también el/la Rector/a podrá avocarse al conocimiento y decisión del asunto cuya materia hubiera sido
delegada. Las facultades delegadas no podrán ser subdelegadas.
24. La delegación para gastos y contrataciones deberá establecerse según su monto.
25. Designar a los/las Directores/as de Institutos, Centros, Escuelas u otras unidades organizativas.

ARTÍCULO 45. El/La Vicerrector/a ejerce la representación legal alternativa de la Universidad en caso de
ausencia, impedimento o por delegación del/la Rector/a, así como las tareas que le encomienda y las funciones de
éste en caso de ausencia, impedimento o vacancia. En caso de impedimento transitorio simultáneo del/la Rector/a y
el/la Vicerrector/a, se procederá de acuerdo con lo que estipula el art. 31 de este Estatuto.

ARTÍCULO 46. En caso de vacancia definitiva del cargo de Rector/a, el/la Vicerrector/a completará el período
para el que fueron elegidos.

ARTÍCULO 47. En caso de vacancia definitiva del cargo de Rector/a y Vicerrector/a, sus funciones son ejercidas
por el/la Director/a del Departamento Académico que tenga mayor antigüedad en la Universidad, debiendo este/a
convocar a la Asamblea Universitaria en un plazo no mayor de quince (15) días corridos para la elección de los
nuevos Rector/a y Vicerrector/a. En este caso, los elegidos completan el término del mandato pendiente de los
cargos vacantes.

ARTÍCULO 48. Son causales de suspensión o de separación del/la Rector/a y/o del/la Vicerrector/a:

1. Condena por delito de acción pública


2. Violación comprobada del presente Estatuto
3. Ausente sin licencia por más de 30 días
4. Incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Capítulo IV

DE LOS DEPARTAMENTOS ACADÉMICOS Y CONSEJOS DEPARTAMENTALES

ARTÍCULO 49. Los Consejos Departamentales están integrados por:

• Director/a del Departamento.


• Cinco (5) Consejeros/as docentes representantes del claustro docente del Departamento.
• Dos (2) Consejeros/as estudiantiles representantes del claustro de estudiantes del Departamento.
• Los/Las Directores/as de carreras pertenecientes al Departamento.
• Un/Una Consejero/a no docente representante del claustro no docente del Departamento.
• Un/Una Consejero/a graduado/a representante del claustro de graduados/as del Departamento.

ARTÍCULO 50. Los/as Consejeros/as representantes del claustro estudiantil duran dos (2) años en el ejercicio de
su mandato y podrán ser reelegidos/as por un solo período consecutivo. Los/Las Consejeros/as representantes de los
claustros docente, no docente y graduados/as duran cuatro (4) años en el ejercicio de su mandato y podrán ser
reelegidos/as por un solo período consecutivo. Los/as Consejeros/as representantes del claustro estudiantil deberán
reunir los requisitos exigidos por el Reglamento Electoral para ser postulados, y mantener el cumplimiento de estos
requisitos durante su mandato.

ARTÍCULO 51. Son atribuciones del Consejo Departamental:

1. Cumplir y hacer cumplir el reglamento departamental dictado por el Consejo Superior.


2. Decidir en primera instancia las cuestiones contenciosas referentes a las obligaciones y derechos de los/las
docentes Y los/las estudiantes. Apercibir a docentes y estudiantes por faltas en el cumplimiento de sus
deberes, y proponer al Consejo Superior suspensiones o expulsiones.
3. Elevar al/la Rector/a para la aprobación por el Consejo Superior la propuesta de suspensión o separación de
cualquiera de sus miembros, por irregularidades manifiestas en el ejercicio de sus funciones, con el voto
fundado por escrito de las dos terceras partes de sus miembros.
4. Proponer al/la Rector/a para la consideración por el Consejo Superior la designación de profesores/as
extraordinarios/as.
5. Aprobar y elevar al/la Rector/a a través de la Secretaría Académica, para su consideración por el Consejo
Superior, las propuestas de los/las Directores/as de carrera sobre planes de estudio de las carreras y los títulos
y grados académicos correspondientes en el área de su competencia, así como las propuestas de
modificaciones curriculares de las carreras bajo su dependencia.
6. Elevar al/la Rector/a para su consideración por el Consejo Superior, una propuesta de planta básica docente.
7. Elegir al/la Director/a del Departamento Académico, con el mismo procedimiento previsto para la elección
del/la Rector/a.
8. Aprobar los informes anuales de los/las docentes-investigadores/as, elevados por el/la Director/a de
Departamento Académico.
9. participar en los procesos de evaluación de los proyectos, y definición de líneas y programas de investigación
y cooperación conforme al reglamento adoptado al respecto por el Consejo Superior.
10. Aprobar y elevar al Consejo Superior para su consideración la propuesta de creación o modificación de áreas
del Departamento Académico.
11. Aprobar los programas de las asignaturas adscriptas al Departamento.
12. Aprobar las matrices de equivalencias entre planes de estudio y carreras.
13. Proponer y elevar al Consejo Superior para su tratamiento los protocolos de funcionamiento en consulta con
las áreas responsables.
14. Aprobar la propuesta de materias optativas Departamentales.
15. Aprobar el plan de publicaciones y ediciones del Departamento.
16. Aprobar y elevar al/la Rector/a el nombramiento de los integrantes de la comisión académica de las carreras
de posgrado del Departamento, según la normativa que lo regule.
17. Aprobar y elevar al/la Rector/a el reglamento específico y el reglamento de tesis de las carreras de posgrado,
según la normativa que lo regule.

ARTÍCULO 52. Los Consejos Departamentales celebran sesión ordinaria por lo menos una vez al mes, de marzo a
diciembre, y extraordinaria cada vez que sean convocados por el/la Director/a o por dos tercios de sus integrantes.
La citación a sesión de los miembros del Consejo Departamental se efectúa en las mismas condiciones establecidas
para la sesión del Consejo Superior.

ARTÍCULO 53. Los Consejos Departamentales solo pueden considerar los asuntos para los cuales son
expresamente convocados a excepción de aquellos que puedan ser incluidos por decisión de la mayoría absoluta de
sus miembros.

ARTÍCULO 54. Para ser designado/a Director/a de Departamento Académico se requerirá ser profesor/a
concursado/a mayor de treinta (30) años, poseer título de grado universitario relacionado con uno o varias áreas o
campos problemáticos del Departamento correspondiente y acreditar experiencia de gestión en el ámbito público en
dicho campo.

ARTÍCULO 55. El/La Director/a de Departamento será elegido/a por el Consejo Departamental respectivo. Su
mandato durará cuatro (4) años y podrá ser reelegido/a por un solo período consecutivo, siguiendo el procedimiento
establecido en el presente Estatuto para la elección del/la Rector/a. En caso de vacancia definitiva del/la Director/a
de Departamento, por renuncia, cesantía o fallecimiento, el Consejo Departamental deberá convocarse dentro de los
treinta (30) días corridos, si faltaren más de seis (6) meses de mandato, para elegir nuevo/a Director/a de
Departamento. Si restaren seis (6) meses o menos de mandato el/la Rector/a designará un/a Director/a interino/a. En
ambos casos, el/la designado/a completará el período del/a anterior.

ARTÍCULO 56. Son atribuciones del/la Director/a de Departamento:

1. Representar al Departamento Académico.


2. Supervisar todas las actividades del Departamento.
3. Presidir las sesiones del Consejo Departamental con voz y ejercer el voto en caso de empate.
4. Adoptar las decisiones y medidas que se requieran para la ejecución de las Resoluciones o instrucciones del
Consejo Superior, del Rectorado y del Consejo Departamental.
5. Remitir al Rectorado copia autenticada por tres (3) miembros de las actas de las reuniones del Consejo.
6. Intervenir en los trámites de licencias o franquicias del personal docente, y proponer las medidas
disciplinarias dentro del ámbito de su competencia.
7. Elevar anualmente al/la Rector/a una memoria relativa al desenvolvimiento del Departamento y de los/las
docentes que lo integran, así como un informe sobre las necesidades del mismo.
8. Adoptar todas las medidas necesarias para la buena marcha del Departamento y su coordinación con los
demás Departamentos Académicos y Secretarías de la Universidad.
9. Presentar al Consejo Departamental las propuestas de asignación de actividades a los/las profesores/as
concursados/as y solicitudes de contratación según la oferta académica cuatrimestral o anual del
Departamento.
10. Coordinar el funcionamiento de los campos problemáticos y áreas del Departamento.
11. Aprobar u observar el plan de trabajo presentado por los/las docentes-investigadores/as concursados/as,
elevándolo a consideración del Consejo Departamental.
12. Presentar al Consejo Departamental, previa verificación del cumplimiento de los requisitos que el reglamento
de investigación y/o cooperación establezcan, los proyectos de investigación y/o cooperación referidos a las
áreas de incumbencia del Departamento.
13. Proponer al Consejo Departamental la constitución o modificación de campos problemáticos y áreas del
Departamento.

ARTÍCULO 57. Los/Las Directores/as de carrera de grado serán docentes, con categoría de titulares, asociados/as
o adjuntos/as designados/as por el Consejo Superior a propuesta del/la Rector/a, previa consulta al/la Director/a del
Departamento del que dependa la carrera en cuestión y duran tres (3) años en el cargo. Dicha consulta no deberá
formularse en los casos previstos en el art. 12 in fine del presente. Se requerirá para ser designado/a Director/a ser
mayor de treinta (30) años y poseer título de grado universitario reconocido en la especialidad de la carrera,
condición que podrá obviarse, con carácter excepcional, cuando se acrediten méritos equivalentes. Solo podrán ser
removidos mientras dure su designación, en caso de haber incurrido en falta grave.

ARTÍCULO 58. Los/Las Directores/as de carrera supervisarán el desarrollo de las funciones de docencia,
investigación y cooperación en relación con el plan de estudios respectivo atendiendo a las estrategias de las áreas y
campos problemáticos del Departamento, correspondiéndoles:

1. Elevar al Consejo Departamental para su tratamiento los programas de las asignaturas cuyo desarrollo está a
su cargo, con el objeto de que se ajusten a los contenidos mínimos definidos en los correspondientes planes
de estudio, con intervención de la Secretaría Académica.
2. Supervisar las actividades docentes de la carrera y el cumplimiento de los lineamientos pedagógicos
establecidos por el Consejo Superior.
3. Asesorar a docentes y estudiantes sobre incumbencias, metodología de estudio y cuestiones académicas de la
carrera a su cargo.
4. Controlar el cumplimiento de las obligaciones estatutarias y reglamentarias por parte de docentes y
estudiantes de la carrera, proponiendo al Consejo Departamental las medidas disciplinarias correspondientes.
5. Proponer las reformas que resulten necesarias a los planes de estudio de la carrera.
6. Presentar al/la Director/a del Departamento un informe anual de las actividades llevadas a cabo, así como de
las previsiones a ser consideradas para el siguiente año lectivo.

Capítulo V

DEL CONSEJO SOCIAL COMUNITARIO

ARTÍCULO 59. Para cumplir con los objetivos de servir a las necesidades de la comunidad y mantener una
estrecha relación entre la Universidad y su realidad, el Consejo Social Comunitario estará integrado por
representantes de entidades y personalidades destacadas de la comunidad local. El Consejo Superior establece la
reglamentación respectiva.

ARTÍCULO 60. El Consejo Social Comunitario tiene como finalidad primordial contribuir a:

1. Reconocer y atender las necesidades específicas de la comunidad.


2. Mantener una fluida relación de la Universidad con su comunidad a través del permanente asesoramiento a
las autoridades universitarias.
3. Favorecer todo tipo de acciones académicas, productivas, de investigación, de cooperación universitaria y
transferencia tecnológica, en acuerdo con distintas organizaciones de la comunidad.
4. Asesorar a las autoridades universitarias sobre la creación de distintos mecanismos destinados a atender los
requerimientos de los aspirantes universitarios provenientes de hogares carenciados.
5. Contribuir a generar convenios para que los/las estudiantes de la Universidad puedan realizar prácticas,
pasantías, estadías y/o sistemas de alternancia, con las organizaciones de la comunidad (políticas,
económicas, productivas, etc.) tanto del ámbito municipal como provincial y/o nacional.
6. Contribuir a la evaluación de proyectos de cooperación, investigación y académicos cuando esto le sea
requerido.

ARTÍCULO 61. El Consejo Social Comunitario tendrá un/a representante con voz y voto en el Consejo Superior.
El/La Consejero/a representante será elegido/a por el Consejo Superior a propuesta del/la Rector/a. El/La
representante del Consejo Social Comunitario deberá acreditar reconocida trayectoria en ámbitos sociales,
productivos, culturales, científicos o educativos.

Capítulo VI

DE LAS SECRETARÍAS

ARTÍCULO 62. La creación y/o supresión de las Secretarías de la Universidad es a propuesta del/la Rector/a. El
Consejo Superior aprobará su creación así como las misiones y funciones que delimiten su competencia.

ARTÍCULO 63. Al/La Rector/a le corresponde la designación y remoción de los/las Secretarios/as de la


Universidad.

ARTÍCULO 64. Los cargos del personal superior de la Universidad (Rector/a, Vicerrector/a, Directores/as de
Departamento y Secretarios/as) son de naturaleza docente.

Capítulo VII

DEL RÉGIMEN ELECTORAL

ARTÍCULO 65. El Consejo Superior dictará un Reglamento Electoral que comprenda a todos los claustros que
componen la Comunidad Universitaria de conformidad con el presente Estatuto y las siguientes normas:

1. Para votar y ejercer representación en cualquiera de los claustros se requiere estar inscripto en el padrón. Los
padrones de los claustros serán elaborados por el/la Rector/a.
2. Ningún integrante de la Universidad puede estar inscripto en más de un padrón. Cuando un miembro de la
Comunidad Universitaria pertenezca a dos o más claustros simultáneamente, deberá optar por uno de ellos
mediante comunicación escrita al/la Rector/a. En caso de que no optare se adoptará el criterio establecido en
el reglamento electoral.
3. Las listas electorales deben respetar el principio de paridad de género, y deberán conformarse intercalando
una candidata mujer por cada candidato varón.
4. Al menos las tres cuartas partes de la representación del claustro docente en los organismos colegiados debe
estar conformada por profesores/as con categorías de Titulares, Asociados/as o Adjuntos/as.
5. Como máximo, un cuarto de la representación docente en los organismos colegiados puede estar conformado
por Instructores/as Jefes/as de Trabajos Prácticos concursados/as.
6. Toda actividad electoral de los claustros lo será por elección directa y voto personal, obligatorio y secreto.
7. En la elección de Consejeros/as se vota por Titulares y Suplentes.
8. Para ser incluidos en el padrón de estudiantes se requiere ser estudiante regular de la Universidad, y haber
aprobado un mínimo de dos asignaturas de la carrera en la que se encuentran inscriptos.
9. Pueden ser elegidos como representantes del claustro estudiantil aquellos/as estudiantes que hayan aprobado
el 30% del total de las asignaturas de la carrera que cursan y cumplimenten los requisitos que el Reglamento
Electoral establezca y los mantengan durante su mandato.
10. En el caso de los/las no docentes, el Consejo Superior deberá establecer bajo qué condiciones pueden ejercer
su derecho a elegir y ser elegidos/as.
11. Las elecciones de cada claustro deben contemplar la representación de la minoría, en caso de que esta reúna,
al menos, el 25% de los votos válidos emitidos, por órgano colegiado de gobierno, Departamental o Consejo
Superior. En los casos en que el claustro tenga menos de tres (3) representantes, los cargos se otorgan por
mayoría simple.
12. El padrón de graduados/as se constituye con aquellas personas que hayan recibido su diploma de carrera
universitaria de Grado o Posgrado expedido por la Universidad Nacional de Lanús, y se hayan inscripto en el
mismo.
13. Para ser candidato/a del claustro de graduados/as se requiere encontrarse incorporado/a al padrón de dicho
claustro y cumplimentar los requisitos que el Reglamento Electoral establezca.

CUARTA PARTE

COMUNIDAD UNIVERSITARIA

ARTÍCULO 66. Integran la Comunidad Universitaria docentes-investigadores/as, estudiantes, graduados/as y el


personal no docente, como así también un/una representante del Consejo Social Comunitario.

ARTÍCULO 67. Los/Las docentes investigadores/as actúan con plena libertad científica y docente. Los/Las
docentes de la Universidad no podrán defender intereses que estén en pugna, competencia o colisión con los de la
Nación Argentina, siendo pasibles, si así lo hicieren, de suspensión, cesantía o exoneración. Es incompatible
también con el ejercicio de la docencia universitaria o funciones académicas que le sean correlativas la pertenencia
a organizaciones u organismos nacionales y/o internacionales cuyos objetivos o accionar se hallen en colisión con
los intereses de la Nación y/o la Constitución de la Nación Argentina.
Capítulo I

DE LOS Y LAS DOCENTES INVESTIGADORES/AS O INVESTIGADORES/AS DOCENTES

ARTÍCULO 68. Los/Las docentes-investigadores/as de la Universidad se agrupan en los siguientes tipos:

1. Docentes concursados/as.
2. Docentes interinos/as.
3. Docentes contratados/as.
4. Docentes invitados/as.
5. Docentes extraordinarios/as.

ARTÍCULO 69. Los/Las docentes-investigadores/as concursados/as constituyen el eje a partir del cual se
estructuran la docencia, la investigación y la cooperación dentro de la Universidad, y participan de su gobierno en la
forma en que lo establece el presente Estatuto. Las categorías de los/las docentes-investigadores/as son:

1. Profesor/a Titular.
2. Profesor/a Asociado/a.
3. Profesor/a Adjunto/a.
4. Instructor/a Jefe/a de Trabajos Prácticos.
5. Instructor/a Ayudante.

ARTÍCULO 70. Los/Las docentes concursados/as son designados/as por el Consejo Superior, previa sustanciación
de concurso público y abierto de oposición y antecedentes de conformidad con el Reglamento respectivo vigente.

ARTÍCULO 71. A los efectos de dar cumplimiento con lo estipulado en el artículo anterior, el Consejo Superior
aprobará el plan de concursos para docentes teniendo en consideración los criterios siguientes:

1. La exclusión de toda discriminación.


2. Que los antecedentes, la versación de los/las candidatos/as y su capacidad como docentes y como
investigadores/as solo sean evaluadas por jurados con categoría, por lo menos, equivalente, y de autoridad e
imparcialidad indiscutibles. De ser necesario, pueden estar integrados por personalidades argentinas o
extranjeras no pertenecientes a la Universidad.
3. El/La Rector/a, el/la Vicerrector/a, los/las Secretarios/as de la Universidad, los/las Directores/as de
Departamentos y los/las Directores/as de carreras deben hacer uso de licencia para participar en los
concursos.

ARTÍCULO 72. Los/Las Profesores/as Extraordinarios/as, podrán ser Eméritos/as o Consultos/as, y son
nombrados/as por el Consejo Superior a propuesta fundada de alguno de sus integrantes sobre la base de méritos de
excepción.

ARTÍCULO 73. Los/Las Profesores/as Eméritos/as son los/las profesores/as concursados/as en alguna Universidad
pública Nacional que hayan prestado servicios docentes durante más de 10 años en la Universidad Nacional de
Lanús y que, habiendo alcanzado los límites de antigüedad para proceder a su retiro, puedan continuar en actividad
en el marco de la reglamentación que oportunamente se dicte. Para acceder a esta categoría es condición necesaria
el haber revelado condiciones extraordinarias tanto en la docencia como en la investigación y/o cooperación.

ARTÍCULO 74. Los/Las Profesores/as Consultos/as son los/las profesores/as concursados/as que, habiendo
alcanzado los límites de antigüedad para proceder a su retiro, puedan continuar desarrollando su actividad como
docentes investigadores/as en virtud de sus méritos sobresalientes y el reconocimiento de sus pares y discípulos en
el campo de su especialidad, de modo tal que resulta recomendable contar con su consejo y participación en las
actividades de la Universidad, en el marco de la reglamentación que oportunamente se dicte.

ARTÍCULO 75. Los/Las Profesores/as Eméritos/as y Consultos/as podrán ejercer las funciones que el Consejo
Superior reglamente a tales efectos.

ARTÍCULO 76. Los grados académicos honoríficos otorgados por la Universidad serán:

1. Doctor/a Honoris Causa.


2. Profesor/a Honorario/a.

ARTÍCULO 77. Los/Las Profesores/as Interinos/as tendrán las mismas categorías que los/las docentes
concursados/as establecidas en el artículo 69, y desarrollarán tareas de docencia, cooperación e investigación.
Deberán cumplir la normativa nacional e institucional.

ARTÍCULO 78. Sin perjuicio de lo dispuesto en los capítulos precedentes, los/las docentes-investigadores/as
concursados/as tienen los siguientes derechos y deberes:

1. Derechos:
a. Proseguir la carrera docente, la cual será orientada a la capacitación científica, cultural, pedagógica y
técnica o profesional del/la docente, proyectándola a la actualización de sus funciones específicas,
según lo normado por el convenio colectivo y la paritaria particular aprobada por el Consejo Superior.
b. Participar en el gobierno de la Universidad de acuerdo con el presente Estatuto.
c. Participar en la actividad gremial.
2. Deberes:
a. Cumplir con la normativa nacional e institucional.
b. Participar en la vida universitaria cumpliendo con responsabilidad su función docente, de investigación
y de cooperación y servicio público.
c. Respetar la autopercepción de la identidad y sexualidad de todos los miembros de la comunidad
educativa.
d. Actualizarse en su formación profesional y cumplir con las exigencias de perfeccionamiento que fije la
carrera docente.
e. Respetar a todas/os las/os integrantes de la comunidad universitaria sin discriminación de géneros,
sexualidades, etnia, raza, idioma, religión, condición socioeconómica, nacionalidad o de cualquier otra
índole.
f. Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo en
equipo.
g. Respetar y preservar el patrimonio de la universidad y las condiciones de higiene y seguridad.

ARTÍCULO 79. El Consejo Superior aprobará las reglamentaciones de los derechos, deberes y funciones para cada
una de las categorías docentes, así como un sistema de dedicaciones para los docentes concursados, previéndose que
el personal académico participe en actividades de investigación, docencia y cooperación.

ARTÍCULO 80. El personal académico de la Universidad será evaluado según la normativa establecida por el
Consejo Superior.
ARTÍCULO 81. Se instituye el año sabático para los/las docentes-investigadores/as concursados/as que hayan
tenido dedicación exclusiva en esta Universidad durante un período no menor a seis (6) años consecutivos y
autoridades superiores con cargo de naturaleza docente con dedicación exclusiva. La reglamentación
correspondiente será aprobada por el Consejo Superior.

Capítulo II

DE LOS Y LAS ESTUDIANTES

ARTÍCULO 82. Son estudiantes de la Universidad Nacional de Lanús todas las personas inscriptas en alguna de las
carreras de la Universidad y que cumplan todas las disposiciones específicas que esta dicte y lo dispuesto en la Ley
Nº 24.521 y sus modificatorias.

ARTÍCULO 83. Las condiciones generales de inscripción para los distintos niveles del régimen de enseñanza en la
Universidad son las siguientes:

1. Para el nivel de Grado:


a. Haber aprobado el nivel medio de enseñanza en cualquiera de las modalidades existentes en nuestro
país y sus equivalentes del extranjero convalidados por autoridad competente; o,
b. Dar cumplimiento a lo establecido en el art. 7 de la Ley Nº 24.521, en el caso de los/las aspirantes que
no reúnan el requisito anterior.
2. Para acceder a los Ciclos de Licenciatura o complementación curricular, es requisito contar con título de
institución terciaria, así como otros requerimientos que pueda establecer la Universidad.
3. Para el nivel de Posgrado:
a. Poseer título de Grado expedido por Universidad Nacional, Provincial o Privada o título de institutos
de educación superior de 4 años de duración como mínimo, oficialmente reconocido; o,
b. Dar cumplimiento a lo establecido en el art. 39 bis de la Ley Nº 24.521.

en todos los casos deberán satisfacer las exigencias de ingreso establecidas por la Universidad.

ARTÍCULO 84. Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, la Universidad podrá exigir estudios
complementarios o cursos de capacitación antes de aceptar la incorporación de estudiantes a determinados
Departamentos Académicos o unidades académicas equivalentes o carreras. Asimismo, la Universidad se reserva el
derecho de incorporar estudiantes sin haber cumplimentado el nivel medio y que posean, a criterio de la institución,
los conocimientos y capacidades suficientes para cursar estudios en esta Universidad, de acuerdo con las pautas
fijadas por la Ley Nº 24.521. La reglamentación correspondiente será dictada por el Consejo Superior.

ARTÍCULO 85. Los y las estudiantes tendrán los siguientes derechos y deberes:

a. Derechos:
b. Que se les imparta enseñanza conforme el espíritu de la Constitución Nacional.
c. El acceso al sistema, sin discriminaciones de ninguna naturaleza.
d. Asociarse libremente en centros de estudiantes, federaciones nacionales y regionales.
e. Elegir sus representantes y participar en el gobierno y la vida de la Universidad, conforme al presente
Estatuto. La Universidad reconocerá a tal efecto un centro de estudiantes por Departamento y a la federación
que los agrupe conforme el reglamento que dicte el Consejo Superior.
f. Presentar a la Dirección de carrera o de Departamento según corresponda, mediante nota escrita, los
cuestionamientos y peticiones que estimen pertinentes.
g. Participar en actividades de docencia, investigación y cooperación conforme a lo establecido por la
reglamentación que al respecto adopte el Consejo Superior.
1. Deberes:

a. Respetar el presente Estatuto y reglamentaciones de esta Universidad.


b. Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule esta institución.
c. Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo en equipo.
d. Respetar y preservar el patrimonio de la Universidad y las condiciones de higiene y seguridad.
e. Respetar la autopercepción de la identidad y sexualidad de todos los miembros de la comunidad educativa
f. Respetar a todas/os las/os integrantes de la comunidad universitaria sin discriminación de géneros,
sexualidades, raza, etnia, idioma, religión, condición socioeconómica, nacionalidad o de cualquier otra
índole.

ARTÍCULO 86. Existen las siguientes categorías de estudiantes, que se regirán por las reglamentaciones que a tal
efecto dicte el Consejo Superior:

1. Regulares, con derecho a exámenes, certificaciones y diplomas académicos.


2. No regulares: son aquellos que, habiendo perdido la condición de regulares, podrán solicitar su
reincorporación como estudiantes regulares según la normativa que establezca la institución.
3. No formales, vocacionales: son aquellos que, sin estar inscriptos en una carrera de la Universidad, pueden,
previa autorización de la institución, cursar una o más asignaturas de la oferta académica vigente y obtener
una certificación de la/s misma/s.

Capítulo III

DE LOS Y LAS GRADUADOS/AS

ARTÍCULO 87. Son graduados/as quienes hayan obtenido el diploma de carrera universitaria de Grado o Posgrado
expedido por la Universidad Nacional de Lanús.

ARTÍCULO 88. Los y las graduados/as tienen los siguientes derechos y deberes:

1. Derechos:
a. Participar en actividades de cooperación, vinculación tecnológica, investigación y docencia.
b. Elegir sus representantes y participar en el gobierno y la vida de la universidad, conforme al presente
estatuto.
c. Continuar con su formación tanto en nivel de posgrado como grado, actualización, perfeccionamiento
y capacitación docente de forma no arancelada.
d. Incorporarse a las actividades de la docencia con prioridad según las necesidades de la institución.
2. Deberes:

a. Respetar el presente estatuto y reglamentaciones de esta universidad.


b. Observar las condiciones de estudio, investigación, trabajo y convivencia que estipule esta institución.
c. Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo en equipo.
d. Respetar y preservar el patrimonio de la universidad y las condiciones de higiene y seguridad.
e. Respetar la autopercepción de la identidad y sexualidad de todos los miembros de la comunidad educativa
f. Respetar a todas/os las/os integrantes de la comunidad universitaria sin discriminación de géneros,
sexualidades, raza, etnia, idioma, religión, condición socioeconómica, nacionalidad o de cualquier otra
índole.

Capítulo IV

DE LOS Y LAS NO DOCENTES

ARTÍCULO 89. El personal no docente es aquel que desempeña tareas técnicas, administrativas o de servicios que
se requieren para el desarrollo de las actividades universitarias.

ARTÍCULO 90. Los cargos no docentes deben ser cubiertos en función de la idoneidad. El Consejo Superior debe
garantizar la formación, capacitación y evaluación permanentes del personal. Los concursos para el personal no
docente serán reglamentados por el Consejo Superior.

ARTÍCULO 91. Los/las no docentes tienen los siguientes derechos y deberes:

1. Derechos:
a. A realizar cursos de capacitación o académicos gratuitos en horario de trabajo, según lo normado por
el convenio colectivo y la paritaria particular aprobada por el consejo superior.
b. Participar en el gobierno de la universidad de acuerdo con el presente estatuto.
c. Participar en la actividad gremial.
2. Deberes:
a. Cumplir con la normativa nacional e institucional.
b. Participar en la vida universitaria cumpliendo con responsabilidad su función no docente.
c. Respetar la autopercepción de la identidad y sexualidad de todos los miembros de la comunidad
educativa.
d. Respetar a todas/os las/os integrantes de la comunidad universitaria sin discriminación de géneros,
sexualidades, raza, etnia, idioma, religión, condición socioeconómica, nacionalidad o de cualquier otra
índole.
e. Respetar el disenso, las diferencias individuales, la creatividad personal y colectiva y el trabajo en
equipo.
f. Respetar y preservar el patrimonio de la universidad y las condiciones de higiene y seguridad.

QUINTA PARTE

DE LA AUTOEVALUACIÓN Y LA EVALUACIÓN EXTERNA

ARTÍCULO 92. A fin de analizar los logros y dificultades en el cumplimiento de las funciones respectivas, la
Universidad asegurará el funcionamiento de instancias internas y externas de evaluación institucional.

ARTÍCULO 93. La Universidad propiciará un mecanismo de evaluación y autoevaluación interna periódico que
abarcará la gestión institucional y las funciones de docencia, investigación y cooperación.

ARTÍCULO 94. El Consejo Superior aprobará los criterios y modalidades de la evaluación interna de la
Universidad.

ARTÍCULO 95. Las evaluaciones externas se realizarán de acuerdo con la ley vigente.

SEXTA PARTE
RÉGIMEN ECONÓMICO-FINANCIERO

ARTÍCULO 96. La Universidad Nacional de Lanús es autárquica en lo financiero y patrimonial.

ARTÍCULO 97. Además de los fondos asignados por el presupuesto nacional a la Universidad Nacional de Lanús,
la institución podrá realizar todo tipo de actividad actuando en el campo de los negocios públicos y particulares, y
celebrar actos jurídicos a título oneroso de cualquier naturaleza, para el total desarrollo de sus fines.

ARTÍCULO 98. El Consejo Superior reglamentará lo referente al patrimonio y a la administración de los recursos
de la Universidad conforme a la legislación vigente.

ARTÍCULO 99. El sistema administrativo-financiero de la Universidad está centralizado y funciona bajo la


dependencia del/la Rector/a. En la reglamentación correspondiente, puede preverse la delegación de servicios y la
descentralización de la ejecución de las actividades.

SÉPTIMA PARTE

DE LOS TRIBUNALES Y JUICIOS ACADÉMICOS

ARTÍCULO 100. Procede el juicio académico cuando los docentes investigadores fueran pasibles de
cuestionamiento académico en su desempeño, o cuando su conducta afecte su investidura académica o a la
Universidad. Los hechos que constituyan faltas disciplinarias comunes, por incumplimiento u omisiones de deberes
propios de todo agente de la Administración Pública Nacional, no dan lugar al juicio académico y deben
substanciarse por el procedimiento del sumario administrativo, con intervención de sumariante letrado.

ARTÍCULO 101. En los casos en que proceda el juicio académico, conforme al reglamento que al respecto dicte el
Consejo Superior, entenderá un Tribunal Universitario, de acuerdo con el artículo 57 de la Ley Nº 24.521 y sus
modificatorias.

ARTÍCULO 102. El Consejo Superior reglamentará lo referente al Tribunal Experimental Internacional en


Mediación. El Tribunal podrá realizar mediaciones inter claustro a pedido de las partes. Las partes deberán acatar
las conclusiones que establezca el Tribunal.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

PRIMERA: El mandato de todos los cargos electivos con vencimiento en mayo de 2020 deberá ser considerado
como primer período a los fines de lo dispuesto en los artículos 32, 40, 50 y 55 del presente Estatuto.

SEGUNDA: Las primeras elecciones luego de aprobar este Estatuto, previstas para mayo de 2020, deberán
contemplar que en dos Departamentos, sus Consejeros/as Departamentales y los/las Directores/as que estos elijan,
durarán en sus mandatos seis (6) años por única vez. La elección de los dos Departamentos se hará mediante un
sorteo público que se desarrollará después del acto eleccionario y antes de la aceptación de los cargos, bajo
responsabilidad de la Junta Electoral.
Digitally signed by GESTION DOCUMENTAL ELECTRONICA - GDE
Date: 2020.02.05 19:17:43 -03:00

CESAR ALBORNOZ
Subsecretario
Subsecretaría de Políticas Universitarias
Ministerio de Educación

Digitally signed by GESTION DOCUMENTAL


ELECTRONICA - GDE
Date: 2020.02.05 19:17:17 -03:00
REFLEXIONES SOBRE LA PRÁCTICA
¿ESTAMOS HACIENDO TRANSDISCIPLINA?
¿ESTAMOS FORMANDO GESTORES SOCIALES?
¿ESTAMOS EDUCANDO EN VALORES?
UNLa 2014

No, no se concibe en los tiempos nuestros que un


organismo creado por una sociedad que aspira a tomar parte cada vez más activa en el
concierto humano, se sienta desprendido del vínculo que lo uniera a las entrañas maternas
para formar parte de una patria ideal de almas sin patria; no, no será la Universidad una
persona destinada a no separar los ojos del telescopio o del microscopio, aunque en torno de
ella una nación se desorganice; no la sorprenderá la toma de Constantinopla discutiendo sobre
la naturaleza de la luz del Tabor.
Justo Sierra1

Muchas veces hemos sostenido que la relación entre la academia, la ciencia y la política debe
fortalecerse a fin de mejorar las políticas públicas, ampliar y fortalecer la democracia y en
definitiva, la calidad de vida de la sociedad argentina.
También hemos sostenido en reiteradas ocasiones que el político busca permanentemente el
cómo y el académico y científico busca esencialmente el por qué y que debemos intentar poner
a la academia a buscar, investigar y estudiar el cómo, o sea las soluciones que la sociedad y el
Estado necesitan y que cada vez requieren de mayores conocimientos científicos y tecnológicos
dada la progresiva tecnificación y cientificación de la resolución de problemas sociales.
Para ello, la UNLa se propuso abrir los campos epistemológicos de su oferta académica por
problemas más que por disciplinas, entendiendo que no es a través de ninguna disciplina per se
como se resuelven los problemas sociales (Jaramillo (2000), La universidad frente a los
problemas nacionales. EDUNLA. Bs. As.). A diferencia de la cultura académica en nuestro país
donde los abordajes problemáticos e interdisciplinarios se dan fundamentalmente a nivel de
postgrado. La UNLa pretende abrir los campos epistemológicos por problema a nivel de grado y
ubicar las especializaciones a nivel de postgrado

¿ESTAMOS HACIENDO TRANSDISCIPLINA?

Desde el primer congreso de Transdisciplinariedad en Arrábida, Portugal en noviembre de 1994


hasta la fecha, la investigación transdisciplinaria y la búsqueda de un nuevo paradigma
científico que pudiera dar cuenta de la construcción social de la realidad reproduciéndola para
su comprensión y apropiación gnoseológica, ha sido motivo de múltiples congresos y
discusiones.
Dicha búsqueda investigativa tuvo consecuencias claras en la enseñanza y en las reformas de la
academia.
Superado el paradigma positivista y disciplinar incapaz de interpretar los vertiginosos cambios
en la morfología social emergente, tanto el CIRET como la UNESCO recomiendan la puesta en
práctica de la transdisciplina para la reforma de la Universidad del nuevo siglo.

1
Justo Sierra. Discurso en el acto de inauguración de la Universidad Nacional de México, 1910, en
Leopoldo Zea: Fuentes de la Cultura Latinoamericana, FCE, México, 1995
La acumulación sin precedentes tanto de información como de conocimientos fragmentarios aún
no han podido interpretar y sistematizar las lógicas diversas, concurrentes o no, que subyacen a
la compleja realidad social que pretendemos conocer y luego enseñar. Es evidente que los
cambios en la realidad transcurren a una velocidad muy superior a las formas gnoseológicas de
su apropiación intelectual.
La Universidad Nacional de Lanús, con sólo diez años de existencia se propuso como misión,
desde sus documentos primeros, la colaboración con la solución de los problemas nacionales y
sociales, orientarse por lo tanto hacia la investigación aplicada inter y transdisciplinaria para
poder a su vez formar jóvenes en condiciones de contribuir desde su práctica a solucionar
problemas complejos de la realidad social.
El desafío de la apertura epistemológica de campos de conocimiento por problemas y no por
disciplinas fue aceptado por el conjunto de los miembros de la Universidad Nacional de Lanús
conociendo la tensión existente entre este paradigma y el paradigma vigente en la academia
tradicional con sus miradas disciplinarias tanto para la enseñanza como para la gestión y
evaluación.
Formar hombres y mujeres para la gestión social como plantea el Estatuto de la UNLA, no
significa, para nosotros, capacitar para administrar la cosa pública sino para la transformación
de la realidad social desde distintas situaciones y perspectivas. Entendemos que pensar es
protagonizar y que “toda contemplación debe ser preámbulo de la acción” 2. Enseñar a pensar
implica entonces enseñar a crear, a transformar la realidad, a gobernarla. Y es en ese sentido que
podemos entender a la universidad como una escuela de gobierno.
Gobierno, para los griegos significaba “pilotear un barco”. Ello significa que debemos capacitar
a los jóvenes para el manejo de las contradicciones e intereses permanentes del juego social en
el cual estamos todos situados, esos mares turbulentos en los cuales saldrán a navegar.
Evaluar hasta donde hemos llegado, descubrir la vigencia o no de la propuesta institucional así
como de su sustentabilidad en el tiempo reconociendo las tensiones existentes intra e
interinstitucionalmente es los que pretendemos investigar.

LOS ANTECEDENTES

Si bien podemos descubrir antecedentes del enfoque gnoseológico predisciplinario en toda la


filosofía antigua, la academia, particularmente la universidad, desde el medioevo hasta la
modernidad se organizó desde sus comienzos en base a la división disciplinar.
Podemos por lo tanto suponer que la propuesta transdisciplinar implica una ruptura
epistemológica importante si pretendemos organizar una institución en base a dicho enfoque. Y
más allá de la ruptura epistemológica implica también una ruptura con tradiciones y culturas
organizacionales difíciles de transformar en un sistema con relaciones de poder en la cultura
académica. De hecho la mayor parte de los docentes e investigadores provienen de una
formación disciplinar que deben comprender y aceptar dicho desafío y no reiterar sus hábitos
culturales para la reproducción intelectual de la realidad.
Tomaremos entonces la “Carta de la Transdisciplinariedad” suscripta en el Convento de
Arrábida en 1994 como antecedente de nuestra perspectiva institucional, no porque sea
filosóficamente la primer propuesta del enfoque transdisciplinar, sino por su interés específico
en aplicar dicha perspectiva a la universidad del futuro, así como los sucesivos congresos que
debaten y proponen la aplicación de la transdisciplinariedad para la organización de las
universidades.

2
Justo Sierra, op.cit
En dicha carta, queda especificado que la actitud transdisciplinar implica reconocer la existencia
de diferentes niveles de realidad, regidos por diferentes lógicas y que el ser humano es
irreductible en su definición a ninguna de ellas.
Se establece también claramente que la transdisciplina es complementaria del enfoque
disciplinar y que “hace emerger de la confrontación de las disciplinas nuevos datos que las
articulan entre sí y nos ofrece una nueva visión de la naturaleza y la realidad” 3. El enfoque
transdisciplinar reside entonces en ir más allá y a través de las disciplinas. Ello presupone una
racionalidad abierta, a través de una nueva mirada sobre la relatividad de las nociones de
“definición y objetividad”. 4

De fuerte contenido ético, en dicha Carta se sostiene que no se puede privilegiar en la


educación la abstracción del conocimiento sino contextualizar, concretar y globalizar. Se
define asimismo como un enfoque que debe ser transdisciplinar, transhistórico, en diálogo
permanente con otras culturas, multirreferencial y multidimensional.

Más allá de la recomendación de la UNESCO para la puesta en práctica de la


transdisciplinariedad en la reforma de las universidades, la Universidad Nacional de Lanús a
partir de su proyecto institucional así como en su práctica académica pretende investigar
“problemas” más que temas como sostiene Popper a fin de poder abordar su complejidad en la
acción que supone la decisión para su resolución. Nuestro futuro “gestor social” deberá tener en
cuenta todos los elementos que hacen a la complejidad de los problemas.
Para León Olivé5, los nuevos problemas requieren de nuevas formas y métodos de
investigación.
Reconoce que la investigación disciplinar (que en su sentido etimológico se entiende como
enseñanza y regla de vida) tiene tres virtudes que la hacen apta para la enseñanza:

1. El análisis mediante el cual se logra la simplificación de los elementos cognoscitivos.


2. La síntesis mediante la cual se revelan patrones de significación y se coordinan sus elementos
en estructuras amplias y coherentes.
3. El pensar disciplinado que imprime un dinamismo

Pero para el análisis de los problemas, la transdisciplinariedad pretende ir más allá de dicho
abordaje disciplinar.
Para ello, todos los documentos de transdisciplinariedad diferencian la multidisciplinariedad, de
la pluridisciplinariedad y de la interdisciplinariedad.
En el Manifiesto de Basarab Nicolescu, se definen las diferencias:
La pluridisciplinariedad se define como “el estudio del objeto de una sola y misma disciplina
por medio de varias disciplinas a la vez”, quedando su finalidad en el marco de la investigación
disciplinaria
La interdisciplinariedad se refiere a la transferencia de métodos de una disciplina a otra a) en su
aplicación, b) en su abordaje epistemológico o c) en su concepción
La transdisciplinariedad busca la comprensión del mundo y por lo tanto implica ir a través y
más allá de las disciplinas, debido a la estructura discontinua de los niveles de Realidad.

3
op.cit.
4
ibidem
5
León Olivé (IIF-UNAM) XXI simposio de Filosofía, Nuevos problemas:nuevas formas de investigación
transdisciplinar, 2005
Los tres pilares de la metodología de investigación transdisciplinaria son a) los niveles de
Realidad, b) la lógica del tercero incluido c) la complejidad.
En 1994, el mismo año en que se produce la Carta de Arrábida, Gibbons, Limoges, Nowotny,
Shwartzman, Scott y Trow, publican “La nueva producción del conocimiento”6 en el cual
sostienen que “el nuevo modo de producción de conocimiento afecta no sólo a qué
conocimiento se produce sino también a cómo se produce, el contexto en el que se persigue, la
forma en que se organiza, el sistema de recompensas que utiliza y los mecanismos que controlan
la calidad de aquello que se produce” y afirman que este nuevo modo “funciona dentro de un
contexto de aplicación en el que los problemas no se hallan encuadrados dentro de una
estructura disciplinar, sino que es transdisciplinar, antes que mono o multidisciplinar” y lo
denomina el Modo 2. El modo 1 alude por el contrario al modo tradicional, disciplinar, ya
organizado en la universidad.
El libro se dedica a analizar e investigar este nuevo modo de producción de conocimiento que
denomina modo 2 y que se crea en contextos de aplicación transdisciplinares sociales y
económicos. A su vez creen que las universidades no se adecuan a este nuevo modo.
Mientras que el modo 1 es disciplinar el modo 2 es transdisciplinar. Mientras que el 1 se
caracteriza por la homogeneidad, el 2 por la heterogeneidad, el 1 es jerárquico y el 2 es
heterárquico y transitorio, así como en el modo 2 el control de calidad “es más responsable y
reflexivo”.
En el 2003, la UNAM publica varios artículos dedicados a las Fronteras del conocimiento y
convergencias disciplinares7de los cuales nos referiremos a varios de ellos
Allí, Gimenez Montiel en su artículo llamado Límites del conocimiento y convergencia de las
disciplinas en el campo de las ciencias sociales sostiene que “hablar de los límites del
conocimiento y de las convergencias disciplinarias en el ámbito de las ciencias sociales equivale
a plantear un problema epistemológico que no puede ser afrontado sistemáticamente por
ninguna de las disciplinas consideradas aisladamente, sino por una metateoría que las trascienda
y a la vez las abarque en su conjunto........... en un medio académico como el nuestro...cada
quien se encierra en su propia disciplina y rehusa confrontarse con las disciplinas de al lado y,
con mayor razón, con las del “otro lado” 8....
Gilda Waldman Mitnick en su artículo titulado Los nuevos horizontes de las ciencias sociales:
interpelando a las fronteras disciplinares, también afirma que “a la luz de la nueva cartografía
social, política, económica y cultural que caracteriza el mundo que hoy habitamos.... los temas
críticos que atraviesan los umbrales de un nuevo siglo, aunados a transformaciones
significativas producidas en al ámbito de las ciencias sociales, han complejizado y cuestionado
las fronteras disciplinarias al interior de las mismas y han hecho evidente las insuficiencias
asociadas a la compartamentalización del saber” 9.
...”nuevas perspectivas analíticas...desarman los marcos del saber disciplinario y plantean una
nueva modalidad de estudio de lo social que favorece la inclusión de saberes hasta ahora
desvalorizados por la cultura académica canónica… destaca los que se ha denominado estudios
culturales los cuales, de hecho modifican las fronteras disciplinarias para la producir un saber
más plural y flexible que desarme los discursos unívocos insuficientes para explicar la
profundidad de las transformaciones sociales operadas en la sociedad contemporánea”10...

6
Gibbons, et.al: La nueva producción del conocimiento, Pomares-Corredor, S.A.Barcelona,1997
7
Bokser, Judith (comp): Las ciencias sociales,universidad y sociedad, UNAM, México, 2003
8
op.cit
9
ibidem
10
ibidem
Afirma que este tipo de análisis “se coloca en el filo de las disciplinas académicas, desordena el
mapa de los saberes institucionales, abarca campos antes marginados de la investigación social,
deconstruye los discursos eurocéntricos” 11..........
Claudette Dudet Lions, analiza “La dimensión colectiva de los conocimientos sociales” como
ámbito del saber sin límites disciplinarios”.
En él sostiene que a partir de la decadencia de la Ilustración, el conocimiento ha servido “sólo
para administrar el poder” y como consecuencia de la crisis del positivismo se acentúa en el
contexto de las universidades la separación de las áreas de conocimientos académicos y
administrativamente se separan en facultades, divisiones, coordinaciones, departamentos e
institutos para luego proliferar las subdivisiones, la intersección entre disciplinas y como
consecuencia se produce el debate sobre la permisibilidad de esta pluralidad y de los límites
entre las diversas disciplinas y áreas de conocimiento.
El predominio de los conocimientos científicos y la división académico administrativa exluyó la
validez de los conocimientos legos, del sentido común, de los conocimientos colectivos,
creencias o mitos que quedaron devaluados.
Por otra parte continúa la autora que la relativización de los límites de las disciplinas ha
generado la transdisciplinariedad en la construcción de conocimientos y la pluralidad teórica.
“Los procesos de intersección teórica entre dos o más disciplinas son los que Giménez ha
nombrado hibridación y que según este mismo autor, es lo que permitirá la innovación en las
ciencias sociales”12.
Para Dudet Lions, al abordar el estudio de las sociedades a través de la construcción de los
conocimientos societales y de los procesos de comunicación y lenguaje se estaría hablando de
otra concepción del ser humano donde la comunicación, la estética, la ética y la afectividad
colectiva son partes constitutivas del pensamiento social y por lo tanto, la racionalidad ya no
sería el punto medular
Hemos visto que el reconocimiento de la necesidad de un enfoque transdisciplinar se enfrenta
no sólo con la tradición académica y con las tensiones intra e interuniversitarias, sino también
con las prácticas rutinarias de las divisiones administrativas de los estudios que se oponen a los
cambios tanto de denominación como de encuadramiento de los distintos saberes que son
transversales a múltiples disciplinas cuando no cualitativamente distintos.
Se nos desordenaron los saberes, debemos cambiar el enfoque y dejar la comodidad académica
de los ámbitos estancos definidos para los mismos, la comodidad intelectual y académica
administrativa encajonada ya sea en centros, institutos, facultades, áreas, divisiones,
departamentos, etc.
Es importante convocar para resolver la necesidad de transformar la administración establecida
de los saberes para reordenar los cajones o para crear nuevos ámbitos dialógicos que permitan
administrar nuevos saberes y enfoques que tienen vasos comunicantes permanentes entre sí.

¿ESTAMOS FORMANDO GESTORES SOCIALES?

En el estatuto de la Universidad Nacional de Lanús, ésta se propone formar gestores sociales.


¿Qué significa ello en relación a las profesiones disciplinares que forma tradicionalmente la
universidad?

11
ibidem
12
ibidem
Para la Universidad Pontificia Católica del Ecuador 13, la gestión social es una profesión para “el
desarrollo humano” y constituye una carrera nueva que “retoma las potencialidades y los
valores de la personas para aportar a la construcción del desarrollo desde la visión humana y
social”.
Para dicha Universidad, el gestor social está habilitado para contribuir a la generación,
construcción y aplicación de planes, programas y proyectos sociales de desarrollo humano,
requeridos por actores institucionales y sociales de los ámbitos: local, familiar, organizacional,
institucional a nivel público y privado, con características de sostenibilidad, responsabilidad
social, equidad y solidaridad.
Su contribución al desarrollo humano, se fundamenta en el dominio de metodologías de
investigación y planificación social, de aplicación de técnicas de intervención participativa y del
manejo de la comunicación, negociación de conflictos y de la gerencia social, que le brinda la
capacidad de direccionar organizaciones o proyectos sociales.
Se distingue en el perfil profesional, como el aspecto más relevante una formación ético-social,
como un compromiso de trabajo con la vigencia plena de los Derechos Humanos, una ética
personal, cívica y profesional, al servicio de los grupos sociales prioritarios para el desarrollo
del país, entre los que se destacan la inclusión de niños, niñas, jóvenes, mujeres, indígenas,
campesinos, personas con capacidades diferenciadas (PcD), adultos mayores, entre otros.
Para el PNUD un gestor social “es una persona que coordina recursos para producir resultados
que benefician no sólo su vida sino la de otros, en lo que podría considerarse una empresa
social; son personas que buscan que la calidad de vida de una comunidad mejore, al formular
proyectos realizables y aumentar las capacidades sociales, físicas, técnicas y mentales de sus
miembros”.
Por ello mismo, para el PNUD 14 la gestión social debe tomarse como vocación “que implica
compromiso con la comunidad”, con los afectos, con la razón, con la experiencia y con la teoría,
todos necesarios para “sacar adelante ideas, planes, programas y proyectos y de esta manera
contribuir al desarrollo local, regional y nacional.
Para ser gestor social se requiere “poder de convocatoria y una excelente capacidad de
concertar, dialogar y negociar” donde el protagonismo individual no es lo importante sino los
beneficios sociales de su labor.
Para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo15, los gestores sociales son agentes que
pueden pertenecer al sector público o privado, comunitario o empresarial encargados de “asumir
y adelantar el proceso de la gestión, para lo cual facilita, estimula, promueve y propone
diferentes objetivos y actividades, de acuerdo con el área en donde se desempeñe y el contexto
en donde se encuentre”.
El gestor social debe tener tres condiciones fundamentales: vocación de liderazgo,
conocimientos y formación en el área en que se desenvuelva y capacidad técnica y
administrativa, lo cual se traduce en mayores posibilidades de orientar el proceso de la gestión
y, de esa manera, obtener los objetivos planteados.
A nivel operativo, las actividades de un gestor están perfiladas a conocer y servir de canal de
conocimiento de las diferentes necesidades, preocupaciones e intereses que están presentes en
los sectores y campos en los que se desempeña, así como establecer vínculos estratégicos con
las personas, grupos o entidades que puedan contribuir a dinamizar los procesos, tanto con

13
www.puce.edu.ec
14
www.pnud.org.co
15
ibidem
información como con recursos técnicos, humanos o económicos con el objetivo de resolver
problemas.
Para ello el gestor social debe saber como establecer el conjunto de acciones necesarias,
planificar, diseñar proyectos concretos, diseñar planes de acción para la intervención adecuada
que produzca los efectos y resultados esperados, implementarlos y evaluarlos.

COGOBIERNO ES CORRESPONSABILIDAD: PRIMER ESCALON


HACIA LA RESPONSABILIDAD PUBLICA

“Cuando un argentino se inicia como alumno de una de nuestras universidades debe


hacerlo sabiendo que, desde ese instante deja de pertenecerse totalmente a sí mismo y de
que tampoco pasa a pertenecer del todo a la universidad, sino que pasa a pertenecer al
país y a ponerse por entero al servicio del pueblo que lo integra”.

Juan Emilio Cassani16

Desde la reforma universitaria de 1918, las universidades argentinas implementaron el


cogobierno, haciendo partícipes a los estudiantes de la responsabilidad de la gestión en el marco
de su autonomía.
A lo largo de los años, y con diversas leyes universitarias así como a través de distintos
estatutos de las universidades, dicho cogobierno se amplió a los no docentes, a los graduados y
en algunos casos a la comunidad a partir de la última Ley 24.521 en 1995.
En dicha Ley en el artículo 56 se prevé la constitución de un Consejo Social para articular los
distintos sectores e intereses de la comunidad con la misión de cooperar con la institución
universitaria. Dicho Consejo puede estar representado en los órganos colegiados de la
institución.
Todavía existen universidades que no tienen representación de los “no docentes” en su Consejo
Superior y la mayoría no tienen Consejeros Sociales con voz y voto.
En la Ley 24.521, en el artículo 59 se establece claramente que las instituciones universitarias
tienen autarquía económico-financiera pero que la deben ejercer dentro del régimen de la Ley
24.156 de Administración Financiera y Sistemas de Control del Sector Público Nacional.
Asimismo, se establece que el Rector y el Consejo Superior son los responsables de la
administración de los recursos presupuestarios debiendo responder en los términos y con los
alcances previstos en los art.130 y 131 de la Ley 24.156.
En el Art. 130 se establece que “Toda persona física que se desempeñe en las jurisdicciones o
entidades sujetas a la competencia de la Auditoría General de la Nación responderá de los daños
económicos que por su dolo, culpa o negligencia en el ejercicio de sus funciones sufran los
entes mencionados siempre que no se encontrare comprendida en regímenes especiales de
responsabilidad patrimonial”.
En el Art. 131 se establece que “La acción tendiente a hacer efectiva la responsabilidad
patrimonial de todas las personas físicas que se desempeñen en el ámbito de los organismos y
demás entes premencionados en los arts. 117 y 120 de esta ley, prescribe en los plazos fijados
por el Código Civil contados desde el momento de la comisión del hecho generador del daño o
de producido éste si es posterior, cualquiera sea el régimen jurídico de responsabilidad
patrimonial aplicable con estas personas”.

16
Cirigliano, Gustavo: Universidad y Pueblo, Librería del Colegio, Bs.As, 1973
Tanto los docentes como los estudiantes, tienen derechos y obligaciones. El primero de sus
deberes es observar las normas de funcionamiento de la institución a la que pertenecen y
respetar sus estatutos y reglamentaciones.
Sin embargo, la cultura universitaria nacional, hace en general caso omiso de las obligaciones
legales que tienen los consejeros superiores así como de sus responsabilidades legales, a pesar
de que están ejecutando presupuesto público, como cualquier Poder del Estado.
¿Por qué la sociedad toda que reclama la transparencia en la ejecución presupuestaria de sus
gobernantes y representantes políticos en el Poder legislativo, ejecutivo y judicial, enjuicia a
quienes por irresponsabilidad o por dolo malversan fondos públicos y exigen responsabilidad
acorde a los niveles de poder de los funcionarios no debería hacer lo mismo con los gobernantes
de la Universidad Pública?
La sociedad toda puede y debe exigir a los gobernantes universitarios la misma transparencia,
responsabilidad y jerarquización de la política universitaria como política pública.
Los consejeros superiores y directivos o departamentales de las universidades públicas deben
conocer sus derechos y sus obligaciones, ni bien se hacen cargo de su mandato representativo
del claustro en los órganos colegiados así como interiorizarse de las reglamentaciones que rigen
en la institución y las leyes en las cuales están inscriptas. Son, pese a su supuesta indiferencia o
desconocimiento, funcionarios públicos que están gobernando una institución pública.
La autonomía y la autarquía financiera de la que gozan las Universidades Nacionales no implica
que “puedan hacer cualquier cosa”. No se puede confundir con soberanía. Deben ejercer su
autonomía en el marco de las Leyes de la Nación en las cuales están encuadradas.
Quienes gobiernan la Universidad y por lo tanto deciden y ejecutan un presupuesto público
deben ser concientes que si existiese dolo, podrán ser acusados de mal desempeño de
funcionario público así como de malversación de fondos, quedar inhabilitados para desempeñar
otros cargos públicos y responder con su patrimonio personal.
¿Por qué entonces en la Argentina en las universidades se cree muchas veces que el poder
político en ellas no está vinculado con la gestión pública y no tiene responsabilidades públicas?
El poder político en el ejercicio de la función pública implica necesariamente responsabilidad
pública. La legítima lucha por el poder político de los estudiantes, docentes, no docentes o
graduados, todos miembros de la comunidad universitaria con sus diversas ideologías políticas
implica una batalla por las ideas, por cuestionar o no la misión que la universidad pública tiene,
por cuestionar sus estatutos, por llevar dentro de la Universidad determinadas concepciones del
mundo a través de la persuasión, de la convicción, de la discusión permanente sobre sus
atribuciones, etc.
Pero desde el 22 de noviembre de 1949, los estudios en la universidad pública argentina son
gratuitos a través del Decreto 29.337 del entonces Presidente Perón que suprime todos los
aranceles.
La gratuidad de la enseñanza universitaria obliga aún más a cuidar el destino de los fondos
públicos ya que la gratuidad es para el estudiante, no para el conjunto del pueblo argentino que
la financia a través de los impuestos. Por lo tanto, la Universidad debe legitimar que dichos
fondos no sólo se adjudican legalmente a su específica función, sino que es más importante
dicho destino que otras necesidades perentorias de la sociedad.
No podemos exigirle responsabilidad administrativa, eficiencia y transparencia a quienes
distribuyen la leche o la comida a los más necesitados y pretender distribuir fondos públicos en
la educación superior sin esas mismas exigencias.
La conquista de la representación política de los claustros en los órganos colegiados de la
Universidad es una de las ambiciones de los miembros de los claustros y debe ser alentada, ya
que implica favorecer la participación de los miembros de la comunidad en los destinos de la
misma como la actividad política en cualquier instancia de la vida social en las comunidades
locales, regionales o nacionales. Implica la necesidad y el beneficio social de la participación
democrática de la comunidad en la definición del rumbo que ha de tomar cualquier institución
Sin embargo, cuando se conquista dicha representación en los órganos colegiados, implica
ejercer el cogobierno de la Universidad y éste se debe ejercer con la responsabilidad legal y
moral que adquiere.
Gobernar como hemos dicho, viene del griego y significa pilotear o conducir un barco. El
capitán del barco es responsable de su navío y también de los tripulantes y pasajeros. Responde
por el rumbo que elige, responde si encalla o naufraga y se enorgullece cuando conduce su
barco a buen puerto.
Gobernar entonces implica decidir, resolver problemas internos y externos, sortear tormentas,
adecuar los recursos propios y articularlos para poder pilotearlas, muchas veces con recursos
insuficientes o escasos, decidir en cada momento según los cambios que acontecen
externamente sabiendo que se está siempre en un contexto de interacción social que se modifica
en forma permanente que siempre se está en peligro y es necesario ser creativos para salir
adelante.
Los miembros de los órganos colegiados de la Universidad son todos corresponsables con el
rector, dado que es un cogobierno elegido democráticamente.
Cuando decimos que la universidad es una democracia en miniatura también sabemos que es
una escuela de gobierno, es una escuela de gestión pública, es una escuela de participación
política en la comunidad a la que se pertenece.

¿ESTAMOS EDUCANDO EN VALORES?

Desde su creación, la Universidad Nacional de Lanús ha consensuado los valores que


compartimos sus miembros fundadores así como la misión que debía tener una Universidad
Pública.
La Misión de la Universidad que definió la UNLA en sus estatutos es la de contribuir a través
de la producción y distribución de conocimientos y de innovaciones científico tecnológicas al
desarrollo económico social y cultural de la región, a fin de mejorar su calidad de vida y
fortalecer los valores democráticos en el conjunto de la sociedad, articulando el conocimiento
universal con los saberes producidos por la comunidad. Asimismo debe priorizar la articulación
y cooperación entre los distintos productores del saber, transformar la información en
conocimiento y en su tarea hermenéutica y axiológica atender las demandas sociales. Debe
contribuir a resolver los problemas sociales y nacionales y tener una agenda compartida con la
Nación.
Dicha misión determinó también la necesidad de que en su Gobierno no sólo estén
representados los distintos claustros, docente, no docente y graduados, sino la comunidad con
voz y voto en el Consejo Superior a través de un miembro destacado y representativo de la
misma, particularmente del mundo del trabajo a fin de promover la participación democrática en
las decisiones así como favorecer el aprendizaje en la defensa de los intereses de la sociedad
toda ya que como sostuvimos siempre, es la sociedad la que debe opinar sobre la Universidad
que necesita.
Las elecciones en la universidad son para muchos su primer acto electoral. Cada claustro elige
sus representantes. Estudiantes, Docentes y No docentes eligen libremente sus representantes en
los consejos departamentales y en el Consejo Superior. Posteriormente, será la Asamblea
Universitaria quien elegirá a su rector y vicerrector.
El papel y la función de la universidad pública argentina no puede ser definido exclusivamente
por sus miembros sino por los representantes políticos y sociales de la nación que son quienes
deciden su financiación a través de la asignación del presupuesto público.
Pretendemos a su vez educar en la solidaridad y la retribución a la sociedad por los esfuerzos
que realiza para sostener la prestación de la educación superior gratuita. En dicho sentido es que
se creó el Programa de compromiso educativo que asumen los miembros docentes y no
docentes aportando un porcentaje de su salario para becar a los estudiantes con buen desempeño
académico de escasos recursos que a pesar de la gratuidad no están en condiciones de proseguir
sus estudios. Al mismo tiempo se ha destinado parte de dichos fondos a sostener la excelencia
académica de aquellos estudiantes que soliciten becas para cursar carreras necesarias para
nuestro país.
De esta manera quienes fueron beneficiarios de la sociedad por la gratuidad de la enseñanza y
ocupan puestos de trabajo gracias a ella, devuelven a la sociedad su esfuerzo promoviendo una
nueva generación de profesionales.
En la Universidad Nacional de Lanús como institución de enseñanza aprendizaje, tanto los
docentes como los no docentes tienen el derecho y la obligación de capacitarse y actualizarse en
horarios de trabajo.
Sus gobernantes, el Rector, Vicerrector y los miembros del Consejo Superior deben participar
en forma permanente en las decisiones necesarias para ejecutar el presupuesto con
transparencia, eficiencia y equidad. Para ello, en la UNLa, sus Consejeros superiores deben
estar presentes en cada apertura de sobres en concursos de precios, en adquisiciones o en
licitaciones públicas a fin de evaluar no sólo la calidad de lo que se está por adquirir o licitar
sino la transparencia del proceso mismo. Es un derecho y un deber para los consejeros estar
informados y decidir.
Creemos que la educación en valores democráticos y solidarios y en la defensa de los derechos
humanos, de igualdad de género, del cuidado del medio ambiente y de todos aquellos derechos
y deberes ciudadanos no se brinda sólo a través de los textos sino en la práctica cotidiana de los
miembros de la comunidad y particularmente de quienes la gobiernan. Entendemos que para
educar en valores, hay que empezar por educar en la práctica y con el ejemplo de los
educadores.
Quienes conducimos este barco, docentes, no docentes, graduados y miembros de la comunidad
debemos por lo tanto en forma democrática y responsable marcar el rumbo y definir las
prácticas que nos lleven a buen puerto, que es nada más ni nada menos que contribuir a través
de la investigación científica y la formación de recursos humanos democráticos y solidarios a
desarrollar un país más justo.
En todas las leyes surgidas durante gobiernos democráticos, a partir de 1947 se explicita la
necesidad de que la universidad Pública se oriente hacia la problemática nacional, regional y
local a fin de contribuir a su solución, al mismo tiempo que debe acumular, elaborar, difundir y
preservar toda forma de cultura, en especial la nacional, adaptar el estudio y desarrollo de las
ciencias aplicadas y las creaciones técnicas a las necesidades regionales, preparar a los
profesionales de acuerdo a las necesidades de la Nación, ofrecer una educación informativa y
formativa, que habiliten a los jóvenes para actuar con idoneidad, patriotismo y dignidad moral,
en la profesión y en la vida pública y privada; fomentar el desarrollo de publicaciones y
actividades dedicadas al examen de cuestiones científicas, sociales, jurídicas, económicas,
literarias y artísticas en general, reunir antecedentes y proponer soluciones para los diversos
problemas económico sociales de la Nación; estimular el estudio de la realidad nacional y el
protagonismo que corresponde a la Argentina dentro del orden mundial y del proceso de
integración regional y continental así como contribuir a su grandeza basándose
fundamentalmente en la cultura de la solidaridad social y fomentar la ética profesional así como
la conciencia nacional.
Por todo ello, la Universidad Nacional de Lanús, tanto en su proyecto institucional como en su
desarrollo durante los diez años de existencia puso su esfuerzo curricular, cultural, investigativo,
científico y artístico en el cumplimiento de ese mandato. Por lo tanto la evaluación de su
desempeño se realiza en función del mandato popular y en función de su proyecto institucional
que pretendió y pretende cumplir con las funciones que le fueron asignadas.

¿QUE HICIMOS PARA EDUCAR EN VALORES?

El llamado curriculum oculto en cuanto a la educación en valores y prácticas cotidianas en la


vida universitaria no sólo es implícito al interior de las instituciones sino que es aún más
desconocido por la sociedad en general.
Por currículum oculto se entiende “el conjunto de normas, costumbres, creencias, lenguajes y
símbolos que se manifiestan en la estructura y el funcionamiento de una institución. Sin
pretenderlo de manera reconocida, el currículum oculto constituye una fuente de aprendizajes
para todas las personas que integran la organización” (Santos Guerra, MA (1994) Entre
Bastidores. El lado oculto de la organización escolar. Ed. Aljibe. Achidona).
Santos Guerra también plantea que el que educa, “ayuda al individuo a incorporarse a una
cultura, pero de manera crítica y comprometida ayuda a discernir qué es lo bueno y lo malo de
la cultura. Insta a aceptar lo moralmente bueno y a combatir lo que resulta inadmisible desde el
punto de vista moral”. Para el autor, la incidencia del curriculum oculto es subrepticia, es
omnipresente, es omnímoda porque reviste múltiples formas, es reiterativa a través de las
prácticas institucionales rutinarias y a diferencia del curriculum explícito es inevaluable, dado
que no se repara en los efectos que produce la cultura de la educación.
Plantea a su vez que la expresión educar en valores es redundante, ya que si así no fuera, sería
mera instrucción de datos asépticos cuando en realidad ningún conocimiento es neutro.
En su libro Una tarea contradictoria: educar para los valores y preparar para la vida (Santos
Guerra, 2001) nos plantea la contradicción existente entre la tarea de educar para la justicia, la
solidaridad, la paz, etc. y preparar a los estudiantes para la vida en una sociedad cuyos valores
son contradictorios. Donde la institución educativa tiene fundamentalmente la tarea de educar
en valores como el esfuerzo, el estudio, el compromiso, etc., opuestos a los que los estudiantes
viven cotidianamente en la sociedad competitiva, individualista, triunfalista, etc. cuya seducción
ejercen fundamentalmente los medios de comunicación.
Dado que las universidades como las escuelas participan de la cultura de una sociedad
determinada, ello hace aparecer una situación paradójica en la cual el propio esfuerzo de las
instituciones educativas trasmitiendo valores, prescripciones morales necesarias para la
convivencia y el bien común parezcan inermes islas de moralidad en una sociedad donde cada
vez más se vive la progresiva incidencia de los medios de comunicación, apostando al mercado,
a la competencia al consumo y al éxito fácil aumentando el malestar en la cultura, aumentando
la escisión entre el deber ser, la ética o la moral y la realidad en la que se vive.
A su vez, como sostiene Bolívar para las escuelas, también toda universidad “es una
organización peculiar con una cultura moral propia en el sentido de que provee a sus miembros
de un marco referencial para interpretar y actuar, como conjunto de significados compartidos
por los miembros, que va a determinar los valores cívicos y morales que aprenden los alumnos y
alumnas. Este conjunto de normas, supuestos tácitos, creencias y valores se manifiestan en
diversos rituales regularizados, reflejado normalmente en la cara informal de la organización....,
contribuyendo a socializar a los sujetos” (Bolívar Botía, A (1998), Educar en valores: una
educación de la ciudadanía, Junta de Andalucía. Sevilla).

EXPLICITANDO LOS VALORES

Cuando se comenzó el proyecto de la Universidad Nacional de Lanús, una vez


convocados sus posibles miembros se realizó un seminario de integración, al mismo
tiempo que se definieron los valores compartidos para su puesta en marcha, dado que
ningún conocimiento o acción es axiológica o ideológicamente neutro. Se acordó cuales
eran los valores que se trasmitirían no sólo en su oferta académica sino también a través
de su agenda de investigación y los valores que se debían poner en acción y defender a
través de distintas acciones, programas, seminarios, áreas de investigación, etc.
Dentro de lo que consideramos curriculum oculto, o curriculum vivido entendiendo a éste no
sólo como proyecto sino como realización práctica donde se incluyen juicios de valor, ideas,
proyectos, concepciones del mundo, formas de comportamiento, vida institucional cotidiana y
comunitaria en interacción permanente, veremos distintas dimensiones de lo vivido por todos
los miembros de la comunidad universitaria y su contribución a la ampliación de las
capacidades de optar de los miembros de la institución que no están prescriptos en el curriculum
explícito.
Dicho término acuñado por Phillip Jackson, implica lo que los estudiantes aprenden que no es
sólo lo que aparece en los documentos curriculares sino sentimientos, formas de expresarlos,
valores, formas de comportamientos y adaptación a diversos ámbitos.
Dentro de esos aprendizajes no explícitos, aprendidos por la vivencia cotidiana de valores y
normas institucionales y no en los libros de textos, que debieran estar en los planes de estudio,
podemos distinguir los siguientes en la Universidad Nacional de Lanús, sin pretender abarcar la
totalidad de los saberes y valores construidos socialmente en el ámbito de la vida universitaria
ya que se refieren a la formación en valores y la ampliación de la capacidad de elección.
Los valores que se compartieron desde la creación de la UNLa y se hacen explícitas a través de
acciones concretas para promoverlos y fortalecerlos así como las prácticas institucionales
rutinarias son:

1. DEFENSA DE LA DEMOCRACIA Y CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANIA


2. DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
3. DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE
4. IGUALDAD DE GÉNERO
5. EDUCACIÓN PARA LA PAZ
6. INCLUSIÓN SOCIAL, IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y EQUIDAD
7. CONCIENCIA NACIONAL Y DEFENSA DE LA SOBERANÍA
8. SOLIDARIDAD
9. PRESERVACIÓN Y DESARROLLO CULTURAL
10. ESPÍRITU COOPERATIVO
11. RESPONSABILIDAD Y ETICA PÚBLICA
12. EDUCACIÓN PERMANENTE
13. TRABAJO DIGNO
14. INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
15. COMPROMISO SOCIAL
16. EMPRENDEDORISMO Y AUTOGESTIÓN
17. CALIDAD DE VIDA
18. DECOLONIZACIÓN CULTURAL, TECNOLÓGICA Y PEDAGÓGICA
19. NO DISCRIMINACIÓN
20. DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA Y AMPLIACIÒN DE DERECHOS
Legislación Universitaria

LEY 1.597. ESTATUTOS DE LAS UNIVERSIDADES NACIONALES

Art. 1º. El Poder Ejecutivo ordenará que los Consejos Superiores de las Universidades de Córdoba y de
Buenos Aires, dicten sus estatutos en cada una de estas Universidades, subordinándose a las reglas
siguientes:

1. La Universidad se compondrá de un rector, elegido por la Asamblea Universitaria, el cual durará


cuatro años, pudiendo ser reelecto; de un Consejo Superior y de las Facultades que actualmente
funcionan, o que fuesen creadas por leyes posteriores. La Asamblea Universitaria es formada por los
miembros de todas las Facultades.

2. El Rector es el representante de la Universidad; preside las sesiones de las Asambleas y del


Consejo; y ejecuta sus resoluciones. Corresponde asimismo al Rector el puesto de honor en todos
aquellos actos de solemnidad que las Facultades celebren.

3. El Consejo Superior se compone del Rector, de los decanos de las Facultades y de dos delegados
que éstas nombren. Resuelve en la última instancia las cuestiones contenciosas que hayan fallado
las facultades, fija los derechos universitarios con la aprobación del Ministerio de Instrucción
Pública, y dicta los reglamentos que sean convenientes y necesarios para el régimen común de los
estudios y disciplina general de los establecimientos universitarios.

4. Cada Facultad ejercerá la jurisdicción política y disciplinaria dentro de sus institutos respectivos,
proyectará los planes de estudios y dará los certificados de exámenes en virtud de los cuales la
Universidad expedirá exclusivamente los diplomas de sus respectivas profesiones científicas,
aprobará o reformará los programas de estudios presentados por los profesores, dispondrá de los
fondos universitarios que le hayan sido designados para sus gastos, rindiendo una cuenta anual al
Consejo Superior, y fijará las condiciones de admisibilidad para los estudiantes que ingresen en sus
aulas.

5. En la composición de las Facultades entrará por lo menos una tercera parte de los profesores que
dirigen sus aulas correspondiendo a la facultad respectiva el nombramiento de todos los miembros
titulares. Todas las Facultades tendrán un número igual de miembros que no podrá exceder de
quince.

6. Las cátedras vacantes serán llenadas en la forma siguiente: la Facultad respectiva votará una terna
de candidatos que será pasada al Consejo Superior, y si este la aprobase será elevada al Poder
Ejecutivo quien designara de ella el profesor que deba ocupar la cátedra.

7. Los derechos universitarios que se perciban, constituirán el "fondo universitario", con excepción de
la parte que el Consejo Superior asigne, con la aprobación del Ministerio para sus gastos y para los
de las Facultades. Anualmente se dará cuenta al Congreso de la existencia e inversión de los
fondos.

Art. 2º. Los Estatutos dictados por los Consejos Superiores con arreglo a las bases anteriores serán
sometidos a la aprobación del Poder Ejecutivo.

Página 1
Legislación Universitaria

Art. 3º. La designación de los profesores se hará por el Poder Ejecutivo, a propuesta de las Facultades
respectivas.

Art. 4º. Comuníquese, etcétera.

25 de junio de 1885.

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LA UNIVERSIDAD ARGENTINA, DEL MODELO COLONIAL AL REFORMISMO
Aritz Recalde – junio 2010

En el artículo vamos a hacer un breve análisis de la historia de las universidades


argentinas en el periodo que va de la inauguración de la Universidad de Córdoba de 1613, a la
aparición del programa reformista del año 1918. En el recorrido tendremos en cuenta las
vinculaciones existentes entre la institución educativa, el contexto histórico, el modelo
productivo y la política.
Vamos a trabajar sobre tres modelos diferenciados de universidad:
- La Universidad Colonial.
- La Universidad Liberal o de los Abogados.
- La Universidad Reformista.

I- LA UNIVERSIDAD COLONIAL.
El origen de la universidad argentina se remonta a la fundación de la Universidad de
Córdoba en el año 16131 y fue producto de la política de ocupación colonial española.
Es oportuno remarcar, que el territorio de nuestro actual país formaba parte del Virreinato
del Perú hasta su desprendimiento con el Virreinato del Río de La Plata (1776). A partir de este
último, se produce la separación de las actuales naciones de Argentina, Paraguay, Uruguay y
Bolivia. En este marco, la institución cordobesa coexistió con otras como la Universidad de
Chuquisaca radicada en la actual Sucre -Bolivia- y en la cual se educaron muchos dirigentes
que ocuparon lugares prominentes en la política del continente, como fue el caso de Mariano
Moreno o de Bernardo Monteagudo.
La creación de las universidades se organizó con la finalidad de garantizar la efectiva
ocupación territorial y administrativa de los territorios. La ciudad de Córdoba donde se radicó la
institución, formó parte fundamental del camino del Alto Perú y fue un nodo de desarrollo
importante en su época. A la primera etapa de ocupación militar ejercida por España, le siguió
la organización de un esquema institucional capaz de garantizar el ordenamiento político y la
posesión económica. Con esta finalidad, se crearon las sedes de los futuros Cabildos que
oficiaron como cabeceras de las actuales provincias argentinas. Dichas ciudades
implementaron sus sistemas normativos a partir de la legislación de indias, del Derecho de
Castilla y del Derecho Canónico (Korn 1936: 28) y organizaron su sistema político a partir de la
llegada de dirigentes españoles (inmigración).
Los primeros pobladores se ligaron estrechamente a las tareas de ocupación militar y a la
organización del sistema de extracción de recursos hacia el gobierno central y es por eso, que
los Cabildos fueron denominados de “Justicia y Regimiento”. Una vez consolidada la posesión

1
El obispo diocesano Fray Hernando Trejo y Sanabria realizó un aporte económico para financiar
cátedras de latín, arte y teología sobre la base del Noviciado de los jesuitas existente desde 1607 en
Córdoba. Gregorio XV le permitió a la Compañía de Jesús emitir grados universitarios con autorización
papal en varias ciudades americanas en 1622 (Mignone, 1998: 11).

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territorial, España se aboco a formar gobiernos estables en sus colonias con el objetivo de
sostener su programa económico y político. En este contexto, aparece la necesidad de abrir
universidades para educar a un conjunto de individuos capaces de apuntalar la administración
institucional y de aplicar la política española en América.
Es importante remarcar, que los dirigentes que ocupaban las funciones de mando eran
españoles de origen y que por mucho tiempo las universidades tenían las tareas de preparar a
funcionarios de bajo nivel de responsabilidades de gobierno. Asimismo y dada la condición
racista de la política colonial, no accedían a la educación los representantes de los pueblos
originarios, los mulatos o los zambos y por mucho tiempo tampoco, los criollos americanos. La
educación era impartida a grupos reducidos de personas que conformaban una elite política y
cultural.
Las universidades, las escuelas2 y conjuntamente a otras organizaciones ligadas a la
imposición ideológica a las poblaciones originarias (encomiendas) o las estrictamente religiosas
(iglesias) fueron prácticamente las primeras instituciones estables españolas abocadas a la
producción y divulgación de la cultura. Lo que es más importante aun, las universidades fueron
las instituciones más significativas en la tarea educativa de España en América.
Dichas instituciones reprodujeron los esquemas de las universidades españolas
caracterizadas por su impronta escolástica y religiosa. El tipo de formación se relacionó a que
la religión era la doctrina política del imperio español y por intermedio de ella, los dirigentes y
funcionarios de las colonias asimilaron la visión del mundo de la potencia metropolitana.
Las instituciones impartían el cúmulo de saberes morales de su tiempo y otros como
matemáticas, historia o filosofía. La Universidad de Córdoba se dividió en dos Facultades:
a- Facultad de Artes: aquí se estudiaba lógica, física y metafísica según Aristóteles. La
duración de los estudios fue de cinco años. Se obtenía el título de bachiller, de licenciado y de
maestro.
b- Facultad de Teología: se impartía el conocimiento de Cánones, moral y teología y
posteriormente, se sumó la escritura y la historia sagrada. A los tres títulos mencionados, ésta
Facultad sumó el de doctor.
Inicialmente, la universidad de Córdoba fue administrada por un sector de la Iglesia
denominado Compañía de Jesús que fue creada por Ignacio de Loyola y los jesuitas.
Posteriormente a la expulsión de los jesuitas por parte de Carlos III y a la creación del
Virreinato del Río de La Plata (1776), la universidad fue controlada por los seguidores de
Francisco de Asís (franciscanos).
Luego de la expulsión de los jesuitas la Universidad se organizó en torno del
gobernador de Buenos Aires y del Virrey, hasta que en el año 1808 fue refundada bajo la
denominación de Real Universidad de San Carlos y de Nuestra señora de Monserrat. La

2
Adriana Puiggrós (2004: 34-35) reconoció la existencia de diversos modelos de Escuelas en América.
Mencionó las Escuelas Pías que funcionaban en las parroquias para las poblaciones indígenas y mestizas;
las Escuelas de los Conventos que eran preparatorias para el ingreso a la universidad; las Escuelas de los
Ayuntamientos para la población pobre; las Escuelas del Rey controladas por los jesuitas hasta su
expulsión; y las Escuelas Particulares que funcionaban con docentes costeados de manera individual,
generalmente por comerciantes y que eran habilitadas previamente por el Cabildo.

2
educación impartida por las universidades coloniales se relacionó estrechamente a la
educación de sacerdotes y de administradores.
Para perfeccionar la formación de éstos últimos, entre los años 1791 y 1793 se
organizó la enseñanza de derecho civil (Del Bello, 2007: 20).
La Universidad de Chuquisaca y a diferencia de la de Córdoba, impartió conocimientos
jurídicos desde su origen y es por eso, que muchos intelectuales y políticos como Mariano
Moreno, Bernardo Monteagudo o Juan José Castelli, pasaron por sus aulas.

Educación y producción
El atraso de España en relación a la revolución industrial y a los sistemas productivos
ingleses, fue un factor fundamental para la formación de sus sistemas educativos. A diferencia
de España y sus colonias, la nación europea se encontraba en pleno proceso de revolución
industrial.
El modelo institucional español fue el reflejo de un país que no producía mucho de lo
que consumía y que importaba gran parte de las manufacturas desde Inglaterra. El exiguo
desarrollo de las industrias de las colonias americanas y su condición de ser exportadoras de
recursos naturales, generaron escasos incentivos a la educación productiva o técnica aplicada
a la transformación económica del continente.
En dicho marco, la universidad difundió el dogma religioso y la doctrina política del
Estado imperial, que estuvo centrada en la exportación de los recursos de la colonia a la
metrópoli y que no promovió las industrias en América.
Esto no quiere decir que no se desarrolló la industria en América. Por el contrario, se
produjo en el continente una considerable articulación de los modelos productivos
precolombinos, con las nuevas formas de acumulación y de trabajo europeo. Ello permitió la
producción de tejidos de lana y algodón, la fabricación de sandalias y de otros productos de
cuero, la creación de pólvora, de artesanías en oro y plata, de carretas o la promoción de
plantaciones en las haciendas y en las estancias.
Un caso excepcional de articulación entre enseñanza y producción, fueron las Misiones
Jesuíticas. En ellas se implementó un proyecto productivo y cultural en el cuál se impartieron
conocimientos para la explotación agrícola y artesanal a los pueblos originarios. En estas
experiencias de carácter comunal se construyeron grandes haciendas de yerba, se producían
azúcar, cueros, tejidos y se promovió la formación técnica a los pueblos originarios para la
construcción de artesanías en hierro, en madera o en plata (Astesano, 1986: 88-89).

II- LA UNIVERSIDAD EN LA ETAPA INDEPENDENTISTA


En el marco del proceso independentista argentino, coexistieron diversas tradiciones
políticas e ideológicas a partir de los cuales se organizaron los proyectos educativos,
incluyendo la universidad.
Por un lado, existieron corrientes políticas y culturales que plantearon la importancia de
promover la independencia de España recuperando territorialmente la unidad del Virreinato e

3
impidiendo su fragmentación en varios países. Los promotores de dichos programas
impulsaron el desarrollo de la economía y las formas de producción artesanal del interior del
país y el continente y movilizaron detrás de estos fines, a los sectores sociales postergados
(pueblos originarios, negros o mestizos). En términos culturales, estos grupos consideraron que
la independencia política no implicaba la negación de las tradiciones culturales hispánicas y de
aquellas provenientes de nuestro acervo histórico originario.
Arturo Jauretche (2008) denominó a estos políticos e intelectuales como los impulsores de
la “Patria Grande” y mencionó a figuras como José de San Martín, Manuel Dorrego o Juan
Manuel de Rosas.
Frente al programa político de la Patria Grande y siguiendo a Jauretche, se enfrentó el
proyecto de la “Patria Chica”. Dicho modelo se caracterizó por permitir e incluso promover, la
fragmentación del Virreinato en varios países e impulsó las políticas de apertura económica y
de importación de manufacturas enfrentando a los productores locales. En el plano político,
fueron promotores de modelos restrictivos para el acceso y la participación que quedó
circunscripta a las elites y a los grupos de poder económico. En el plano cultural se
caracterizaron por el intento de negar la identidad histórica del continente haciendo “tabla rasa”
e impulsando el modelo de la “razón iluminista” (Chávez 1977). Dichos intelectuales y políticos
fueron, generalmente, anti hispanistas y racistas bajo el lema de la “civilización y la barbarie” y
promovieron los valores y formas de vida y trabajo británicos y franceses sobre los locales.
Jauretche ubicó en este programa político y cultural a Bernardino Rivadavia y a Bartolomé
Mitre.
En este marco, es interesante rescatar la opinión de Adriana Puiggrós (2004) que se refirió
a la existencia de diversos modelos educativos en las Provincias Unidas del Rio de La Plata
luego de la independencia. La autora reconoció cinco modelos y los denominó como una
“pedagogía liberal radicalizada” y citó a Mariano Moreno o a Simón Rodríguez; una “educación
federalista popular” mencionando a Gervasio Artigas o a Francisco Solano López; una
“pedagogía de la generación liberal del 37” con personajes como Domingo F. Sarmiento; una
“pedagogía liberal oligárquica” citando a Bernardino Rivadavia y a Bartolomé Mitre; y una
“pedagogía tradicionalista colonial anti independentista”.
El esquema de la Patria Chica y retomando el modelo de Jauretche, fue el de la
“pedagogía liberal oligárquica”. Puiggrós menciona un hecho poco difundido en la historia
educativa argentina, que es el de la existencia de proyectos educativos entre los caudillos
federales y por ejemplo, recupera las experiencias de Santa Fe (Estanislao López), de la
Banda Oriental (Gervasio Artigas) o de Entre Ríos (Justo José de Urquiza).

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La Universidad liberal o de los Abogados: la Universidad de Buenos Aires (UBA)3
La Universidad de Buenos Aires se fundó en el año 1821 por decisión del gobernador de
Buenos Aires Martín Rodríguez y por intermedio de las gestiones de su ministro Bernardino
Rivadavia y del sacerdote y bachiller en letras, Antonio Sáenz. Éste último fue su primer Rector
y uno de sus principales promotores.
La institución dependía de la provincia de Buenos Aires y promovió principalmente y a
diferencia de la Universidad de Córdoba, los estudios profesionales en jurisprudencia
(abogados) desplazando la centralidad y pese a no suprimirlos, de conocimientos como
teología.
Tal cual expresó Puiggrós, Rivadavia era devoto de la “pedagogía liberal oligárquica” y
dicho perfil profesional se vinculó al programa económico agroexportador dependiente y que
Jauretche mencionó como parte de la “Patria Chica”.
En el plano administrativo Rivadavia impulsó una centralización educativa repitiendo en el
modelo de universidad napoleónico, que promovió que la institución sea el ámbito rector del
conjunto del sistema educativo4. El Rector de la universidad y siguiendo el modelo de
organización francés, dependía política y administrativamente del Estado (por intermedio de la
provincia de Buenos Aires a través del Ministro).
La formación en jurisprudencia era una competencia vinculada a la administración del
programa de servicios y agroexportador, ligado al puerto porteño. En su modelo educativo, no
se impulsaron las industrias nacionales y por el contrario, se promovieron las nociones liberales
del libre cambio. Estas ideas eran difundidas por Inglaterra y en nuestro país ingresaron como
políticas de Estado desde el año 1809.
Se fomentaron modelos políticos propios de la tradición europea y se sentaron los
principios ideológicos para justificar la acción de gobierno porteño en el resto del país. El
modelo se desarrolló plenamente durante la gestión presidencia de Bartolomé Mitre (1862-68).
Tal cual expresó Fermín Chávez “Europeizar significó, para ellos, liquidar valores hispánicos de
América, para dar paso a los valores e ideales anglosajones, representativos de la encarnación
iluminista” (Chávez 1977: 32).
La organización institucional de la UBA en su proyecto original, constaba de los
Departamentos de primeras letras, de estudios preparatorios, de ciencias exactas, de medicina,
de jurisprudencia y de ciencias sagradas. Según Mignone (1998: 16) la UBA en sus inicios
solamente alcanzó a dictar estudios preparatorios (latín, filosofía, física y matemáticas), de
derecho y de medicina. La emisión oficial de estos dos últimos títulos, quedaba en manos de la
Academia de Jurisprudencia y del Protomedicato creado en 1813. Se impartió una educación
de contenido liberal y secular, apuntando a la formación de profesionales.

3
Entre las instituciones que antecedieron a la UBA se debe mencionar al Colegio Unión del Sud (1818)
abierto sobre la base del Colegio de San Carlos (1783-1810). En él se desarrollaron estudios
“preparatorios”. Se creó en este período la Escuela de Matemáticas (1810 – cierra ese mismo año-); la
Escuela de dibujo (1815); la Academia de matemáticas y Arte militar (1816) y la Academia de
Jurisprudencia (1814). (Mignone, 1998).
4
En temas educativos, Rivadavia impulsó el método lancasteriano en las escuelas de Buenos Aires y
abrió el Colegio de Ciencias Morales sobre la base del Colegio de la Unión del Sud (Puiggrós, 2004: 58).

5
La asunción de Bernardino Rivadavia al mando del gobierno nacional en el año 1826,
implicó la aplicación de un paquete de medidas de gobierno que generaron un profundo
malestar en las provincias argentinas. En particular, fue rechazada la Constitución centralista,
elitista y extranjerizante del año 1826, su política de venta de yacimientos mineros de La
Fátima en La Rioja, el inicio de la deuda externa con un empréstito y sus negociaciones con
Brasil para separar la Banda Oriental (Scalabrini Ortiz, 2004). En este cuadro de inestabilidad
permanente, Rivadavia es expulsado del gobierno y asumió Manuel Dorrego que fue asesinado
un tiempo más tarde por Lavalle.
En dicho complejo panorama, se tornó profundamente dificultosa la situación política
nacional que entró en un estado de guerra civil y a partir de aquí, fue tumultuoso el
funcionamiento de la UBA.

La UBA y Juan Manuel de Rosas


Rosas fue gobernador de la provincia de Buenos Aires y representante de las
relaciones exteriores de la Confederación Argentina en dos oportunidades (1829-32 y 1835-
52).
Su gobierno intentó pacificar y unificar el país tras los fuertes conflictos políticos
originados por el gobierno liberal y unitario de Bernardino Rivadavia. Con dicha finalidad firmó
el Pacto Federal de 1831, que es una pieza constitucional clave para la organización política e
institucional argentina.
En el año 1832 se formó una Comisión que reorganizó el funcionamiento de la UBA y
que constituyó un gobierno con un Consejo de la Enseñanza y Administración compuesto por
el Rector y por un profesor de cada uno de los Departamentos y que entró en vigencia recién
en 1834. En su primera gestión de gobierno, la UBA no conoció demasiadas modificaciones en
su funcionamiento en relación a la etapa anterior (Ramallo, 1954: 6).
El segundo gobierno de Rosas inició transformaciones en el país que marcaron el
funcionamiento de la universidad. Por un lado y con la finalidad de proteger las industrias del
interior, sancionó una Ley de Aduanas en el año 1835 sobre una propuesta del gobernador
correntino Pedro Ferre. La protección aduanera le permitió mejorar las relaciones con los
gobernadores y fomentar la producción artesanal, dando estabilidad al régimen político y
crecimiento al modelo económico.
Un tema crucial para la época, fue el enfrentamiento político y militar entre el gobierno
argentino y el de Francia en el año 1838. El país europeo intentó imponer condicionamientos al
país5 y Rosas lo consideró un atropello a la soberanía nacional. Las potencias europeas
iniciaron un fuerte bloqueo económico al país, cuestión que implicó una caída de la
recaudación aduanera y de los presupuestos públicos. A dicho crucial enfrentamiento de
política exterior, se le sumó la guerra con Bolivia y la agresión militar anglo francesa de 1845
(Rosa 1974).

5
Francia exigió privilegios de sus ciudadanos para evitar el servicio militar y quiso obtener por la fuerza
la libertad de comercio para sus productos. En ese periodo las potencias ocupaban posiciones coloniales
en África y en Asia. Inglaterra tomó por la fuerza las islas Malvinas en el año 1833.

6
En este cuadro, Rosas redujo el presupuesto a la UBA para invertirlo en los gastos
ocasionados por la guerra y por la defensa territorial. Para suplir los recursos públicos,
implementó un impuesto especial a los estudiantes y propulsó un registro de suscriptores de
altos recursos que destinaron dinero a la educación.
En la etapa no se produjeron fuertes reducciones de la matrícula universitaria
exceptuando en la Facultad de ciencias exactas que dejó de existir. Mientras tanto y pese a lo
severo del conflicto militar, continuaron egresando Médicos y Abogados en gran cantidad tal
cual documentó Fermín Chávez (1973) en su estudio de la cultura de la época.
Durante su segundo gobierno, Rosas abrió el Colegio Republicano Federal, obligó a
los egresados de la UBA a jurar a la causa federal, implementó un servicio social a los
egresados de medicina y reivindicó en los programas de estudio los derechos del país sobre el
Paraguay, las islas Malvinas y la Patagonia.

La historia oficial y los colegios nacionales de Bartolomé Mitre


Mitre fue un político que alcanzó el cargo de gobernador de Buenos Aires en 1861 y el
de presidente en el año 1862. Se desenvolvió como militar, participó en varios golpes de
Estado6 e intervino en la guerra del Paraguay.
Además y cuestión que nos interesa remarcar, Mitre implementó un programa cultural
en el país. Sus aportes principales a la cultura nacional se vincularon a la promoción de la
denominada “historia oficial” que se enseñó en las instituciones educativas, a la fundación de
un órgano de prensa (Diario La Nación) y a la creación del Colegio Nacional creado en 1864.
Mitre escribió la historia oficial a partir de su obra “Galería de Celebridades Argentinas”
y de sus biografías de José de San Martín y de Manuel Belgrano (Galasso, 1999). En estos
trabajos Mitre reivindicó algunas figuras políticas ligadas a lo que Jauretche identificó como
“Patria Chica” y denostó a otras como Gervasio Artigas o Juan Manuel de Rosas. Dicha matriz
de pensamiento liberal, se caracterizó por ser europeísta, elitista, antiindustrialista y represiva
políticamente y favorable a nuestra dependencia con Inglaterra y con Francia. Ese proyecto
cultural fue impartido en la UBA y asimilado por importantes grupos de la intelectualidad de
Buenos Aires.
Mitre promovió la centralización de la formación cultural del país desde la provincia de
Buenos Aires, que trasfirió su programa ideológico y su historia oficial a todo el territorio.
La presidencia de Domingo F. Sarmiento (1868-74) y continuando la línea cultural de
su antecesor, impulsó la apertura de cinco Colegios Nacionales en las provincias y de dos
Escuelas normales cuya finalidad fue educar maestros. Sarmiento además, promovió la
apertura de otras instituciones educativas y culturales como el Observatorio de Córdoba o el
Colegio Militar de Oficiales.

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Tras la derrota electoral de su partido protagonizó levantamientos militares en septiembre de 1874 y en
junio del año 1880 desconociendo los triunfos de Nicolás Avellaneda y de Julio A. Roca.

7
El modelo del Paraguay.
Paraguay era un territorio del Virreinato del Rio de La Plata y tras la Revolución de
Mayo, se incluyó como parte de las Provincias Unidas. En el año 1840 declaró su
independencia de nuestro territorio, cuestión que le fue reconocida definitivamente en 1852.
A diferencia del programa agroexportador y liberal argentino aplicado desde 1853, el
gobierno de Paraguay con Gaspar Francia y luego con los Solano López, impulsó un modelo
económico industrialista autocentrado e independiente (Ortega Peña, 1973). El plan de
gobierno incluyó la construcción y la promoción de fundiciones, de ferrocarriles, de una flota
mercante, de un telégrafo y de grandes producciones de tabaco y de yerba estatales, entre
otros importantes emprendimientos públicos.
El proyecto articuló el conocimiento científico europeo aprendido por los estudiantes
paraguayos en los viajes de estudio que financió su gobierno, con las demandas propias del
desarrollo nacional. Paraguay fue un pionero en la aplicación científica y técnica estatal a la
producción y se desenvolvió como un país profundamente avanzado en términos industriales.
El programa quedó inconcluso por efecto de la Guerra de la Triple Alianza. Solano
López y según Adriana Puiggrós, se ubicó entre los promotores de la “educación federalista
popular con elementos liberales”. A partir de acá, deben leerse sus iniciativas de apertura de la
Escuela Normal, del Colegio del Seminario o de la Escuela de Impresores y Litógrafos (Rosa
1985).

Cambios en la Universidad de Córdoba


Luego de la Independencia, la Universidad siguió dependiendo de las Provincias Unidas
del Rio de La Plata hasta que en el año 1820, pasó a la jurisdicción de la provincia de Córdoba.
Finalmente en 1854, fue nacionalizada.
Desde el año 1864 se eliminó la Facultad de Teología y se introdujeron los estudios de
Derecho Civil, acompañando un ciclo de cambios en la institución que incluyó la apertura de la
Facultad de Ciencias Físico Matemáticas en 1871 y pocos años después, la de Ciencias
Medicas (1877) y la de Filosofía y Humanidades (Del Bello, 2007: 21).
Poco a poco, la UNC comenzó a tener un perfil de formación de profesionales similar al
impulsado por la UBA.

El proteccionismo económico.
Tal cual mencionamos, tanto la Universidad Colonial como la Universidad de los
Abogados, no promovieron las carreras técnicas y tampoco impulsaron el desarrollo de la
industria nacional. Esta tendencia se agudizó desde 1853 cuando se impone el libre comercio y
se difunde el programa agroexportador que incluyó la importación masiva de las manufacturas
británicas. Dicho programa, desestimó a la industria y junto a ella, los necesarios debates sobre
la necesidad de promover una educación técnica para industrializar el país.

8
Las crisis económicas mundiales alertaron sobre la dependencia y la vulnerabilidad del
modelo agro exportador del país. Producto de la crisis económica de 1873, se retraen las
financias públicas y las actividades comerciales.
En este contexto, se produce un debate sobre la necesidad de aplicar una Ley de
Aduanas que y siguiendo la norma del año 1835, promueva la industria nacional y que permita
aumentar los erarios públicos.
Las figuras más prominentes de dichos debates fueron Carlos Pellegrini y Vicente Fidel
López, que conjuntamente a Rafael Hernández, abrieron el Club Industrial Argentino en 1875.
Estos grupos promulgaron la Ley de Aduanas de 1876 que inició nuevas perspectivas para los
estudios y desarrollos económicos en el país (Gugliarmelli, 2007).
Pese a que dichos planteos no ingresaron masivamente a la universidad, fueron un
antecedente importante para la formación de nuevas escuelas de pensamiento, de actividades
científicas aplicadas a la innovación y para la promoción de las actividades industriales.

La organización nacional con Julio Argentino Roca


Julio Argentino Roca fue presidente del país en dos oportunidades (1880-86 y 1898-
04). El dirigente implementó la institucionalización definitiva del modelo agroexportador iniciado
en 1853. Con dichos objetivos, Roca derrotó militarmente Mitre en junio de 1880, centralizó el
monopolio de la violencia en el Estado nacional e impulsó la estabilización política de las
provincias.
Su acción contempló la ampliación de la frontera productiva argentina con las
campañas al mal llamado desierto7 y con la entrega de grandes superficies de tierras.
Resultante de esa acción se consolidó la “oligarquía” de la Argentina.
Posteriormente a su enfrentamiento con el mitrismo y con las poblaciones originarias,
Roca se abocó a la organización del Estado. Con esta finalidad, culminó la aplicación de la Ley
de capitalización sancionada por Avellaneda fundando ciudad de La Plata en 1882.
El segundo gobierno de Roca encomendó el mando de la cartera de Guerra a Pablo
Ricchieri, quién promovió la aplicación del servicio militar obligatorio8. Ricchieri impulsó la
modernización del ejército argentino que implementó importantes iniciativas científicas en el
siglo XX.
En el plano educativo su gobierno sancionó la Ley 1420 de 1884, que estableció para
todo el país la educación primaria, laica y obligatoria. Previo a la sanción de la ley, se organizó
un Congreso Pedagógico en el cual se discutieron las bases del ordenamiento educativo. En el
Congreso quedaron expresadas las diferencias entre el representante del gobierno, Onésimo
Leguizamón y los políticos y educadores católicos.
La obligatoriedad educativa y la separación entre religión y educación, favoreció la
uniformidad cultural de las diversas colectividades de inmigrantes. Estos grupos componían la

7
La denominación “desierto” escondió y justificó la eliminación de las poblaciones aborígenes.
8
El servicio militar desarrolló funciones educativas vinculadas a la homogeinización cultural de los
inmigrantes y a la enseñanza de la lectoescritura.

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población mayoritaria del país, hablaban distintas lenguas y tenían historias y tradiciones
diversas.
Durante el gobierno de Roca se construyeron un alto número de establecimientos
educativos pasaron de 1.214 en el año 1881 a 1.804 en el año 1886, es decir un 50% de
aumento (Galasso, 2000: 18).
Complementado el ordenamiento institucional mencionado, Nicolás Avellaneda que en
ese momento era Rector de la UBA, presentó un Proyecto de ley universitaria en el año 1883.
El proyecto fue debatido en el parlamento y en una extremada síntesis, se puede establecer
que existieron dos grandes posiciones al respecto. Por un lado, estaba el punto de vista de
Avellaneda que propulsó dotar a las universidades de mayores potestades y por ejemplo,
propuso designar a los profesores por intermedio de concursos internos con la participación de
jurados docentes. Por otro lado, se expresó el Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública,
Eduardo Wilde, que sostuvo que el Estado tenía que disponer de mayores funciones en el
control de la institución, incluyendo la designación de los docentes por parte del Poder
Ejecutivo.
Finalmente y tras los debates, se promulgó la Ley 1597 de 1885 recordada como “Ley
Avellaneda”. La norma tenía solamente 4 artículos y estableció la posibilidad de que cada
universidad dicte sus estatutos atendiendo el esquema de la ley. El Rector era nombrado por
una Asamblea Universitaria que contaba con representantes de todas las Facultades. El texto
mencionó un Consejo Superior que estaba presido por el Rector, los Decanos y representantes
nombrados por estos últimos.
La elección de los profesores quedaba sujeta a la opinión del Poder Ejecutivo que
debía nombrarlos a través de una terna presentada por el Consejo Superior.
El texto mencionó el cobro de aranceles por parte de las universidades (derechos
universitarios) y estableció la facultad de las universidades a emitir los diplomas como órganos
delegados del Estado nacional.
Tal cual se puede leer en la ley, las Universidades y las Facultades disponían de un
gobierno propio. Dicha cuestión está vinculada estrechamente a la noción de autonomía
universitaria y a la propuesta de Avellaneda. Asimismo y tal cuál quedó expresado por la forma
de seleccionar los docentes, el Estado tenía importantes competencias para el control de la
educación superior.
Las universidades y en consonancia con el modelo político nacional, eran
profundamente elitistas e ingresaban a sus aulas solamente los sectores dirigentes
posibilitados de cubrir los costes educativos. Según datos de Del Bello (2007: 31) en un país
con una población de 4 millones de personas en la UNC había solamente 173 estudiantes y en
la UBA 602, o sea 0,2 estudiantes cada mil habitantes.
Asimismo y dada las dificultades de asenso social, la universidad se conformó
tradicionalmente con jóvenes de clase alta y ofició como un medio de perpetuación del
esquema político de la oligarquía. Ernesto Palacio se refirió a dicha característica de la
siguiente manera: “la Universidad organizada por Avellaneda continuaba dando hornadas de

10
profesionales, entre los que descollaban los abogados, mimados y favoritos del régimen, ya
que entre ellos se reclutarían los ministros y parlamentarios indispensables para su correcto
funcionamiento. Recibían la preparación adecuada a la función a que los destinaba, pues
salían de las aulas convencidos de que el capital extranjero (y sobre todo ingles) era no sólo un
factor de la producción, sino un beneficiario que merecía especial reverencia; de que los
servicios públicos debían estar a cargo de empresas privadas, por que el Estado (sobre todo el
argentino) era “mal administrador”; de que nuestras finanzas dependía del crédito europeo, al
que había que cuidar, ahorrando sobre la “sangre y la sed” de los criollos; de que constituíamos
un “emporio agrícola ganadero, destinado a cambiar perpetuamente materias primas por
manufacturas británicas” (Palacio, 1960: 300). Su formación y en consonancia con el perfil
agroexportador del país y con la matriz cultural promovida por la UBA, se relacionó a la
tradición enciclopédica, europeísta y liberal9.
La clase dirigente educó a la juventud en el liberalismo conservador, el positivismo y en
algunas instituciones como la Universidad de Córdoba, siguió teniendo fuerte importancia la
promoción de marcos teóricos cercanos a la tradición del catolicismo.
El modelo cultural fue incapaz de producir o de incorporar el salto científico y
tecnológico que venía sucediendo con la primera y la segunda revolución industrial. La escasa
promoción de la ciencia aplicada a la industria, fue una manifestación de nuestra dependencia
política y económica. Dicho modelo educativo profesado por los intelectuales y dirigentes
argentinos, consolidó y profundizó la dependencia científica y tecnológica y la de nuestro
programa agroexportador que fue el rasgo típico de América latina del siglo XIX (Herrera 1974).
Un legado característico de esta etapa, va a ser la creación de los Consejos o
Academias vitalicias que desarrollaban tareas en el gobierno de las Facultades. Sus
integrantes podían se externos a las universidades.
Este hecho, sumado a la elección de docentes por el Poder Ejecutivo, conformó un
esquema de gobierno universitario estrechamente ligado al poder político y a las elites de cada
comunidad en donde se insertaban las universidades. Ésta realidad va a ser una de las causas
fundamentales de los conflictos universitarios con los estudiantes en el año 1918

Ampliación del sistema universitario


Tal cual mencionamos, las primeras instituciones universitarias fueron la de Buenos Aires y
la de Córdoba. A ellas se les sumarían las universidades de Tucumán, de Santa Fe y de La
Plata que surgen como producto de iniciativas de los políticos provinciales y de las elites
locales.
Estas experiencias innovaron en la apertura de nuevas carreras que modificaron la
concepción profesionalista que se impuso desde la UBA. En su lugar, promovieron actividades
científicas. Si en dicho aspecto eran innovadoras, en otros conservaron el cariz liberal y elitista
del sistema educativo de la oligarquía.

9
Osvaldo Magnasco que fue Ministro de Justicia e Instrucción pública de Roca, intentó modificar sin
éxito la educación enciclopédica a partir de promover la educación técnica.

11
La Universidad de La Plata nació como una iniciativa del senador de la provincia de
Buenos Aires Rafael Hernández. La ley de creación se promulgó en 1890 e incluía las
Facultades de Derecho, de Medicina, Química y Farmacia y de Ciencias Físico Matemáticas.
La inauguración oficial fue en 1897 con las clases de la Facultad de Derecho y con la
inscripción exigua de 47 alumnos. La baja matrícula no se modificó por mucho tiempo y por
ejemplo, en el año 1904, tenía solo 75 jóvenes en las aulas.
La institución fue nacionalizada en el año 1904 por intermedio de la gestión del Ministro de
Justicia e Instrucción pública de La Nación, Joaquín V. González, que ocupó el rectorado en el
año 1906. La institución incluyó el pase a la orbita nacional de la Universidad provincial, del
Museo, del Observatorio Astronómico, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y de la
Escuela Práctica de Santa Catalina, entre otros (Barba, 1998).
La Universidad de Santa Fe nació el año 1889 y fue nacionalizada en 1919, fecha a partir
de la cual adoptó su nombre actual que es de Universidad Nacional del Litoral. Promovió
carreras como la de química industrial y agrícola en Santa Fe o la de agricultura, ganadería e
industrias afines, en la provincia de Corrientes. Impulsó estudios de ciencias jurídicas y
sociales en Santa Fe y de ciencias médicas en Rosario.
La universidad de Tucumán se fundó en el año 1914 por parte de la provincia y fue
nacionalizada en 1921. El proyecto incluyó estudios no tradicionales como fueron los de
Ingeniería Química, Agrimensura y geodesia y Farmacia, que se articularon con la producción
industrial y agrícola local (Del Bello, 2007: 34).
Algunas de nuevas carreras no se consolidaron y entre otros factores, se debe destacar el
hecho de que no se produjeron cambios sustanciales en el perfil productivo del país, que siguió
estrechamente ligado al programa agroexportador.

III- LA UNIVERSIDAD EN LA ETAPA REFORMISTA


“Los que respiran en una época de excepción como la nuestra, lejos de epilogar sobre los
acontecimientos, deben vivirlos; lejos de juzgar la historia, deben hacerla” .Manuel Ugarte (1996: 51)

El termino “reformismo” se utiliza para definir a las personas o corrientes culturales y/o
políticas, que adhieren a los postulados para la organización de las casas de altos estudios
impulsados en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en el año 1918. Dichos principios
organizativos, son el resultado de un conjunto de transformaciones propias de la universidad
argentina y se ligan los cambios producidos en el país y el continente durante la presidencia de
Hipólito Yrigoyen.
Yrigoyen fue un dirigente político que llegó a la presidencia del país en dos
oportunidades (1916-22 y 1928-30). Alcanzó la primera magistratura luego de un largo proceso
que implicó la creación de un partido -la Unión Cívica Radical (UCR)- y además, participó de
varios procesos revolucionarios10 contra el programa liberal.

10
Revolución del Parque contra el gobierno de Juárez Celman; el levantamiento de julio de 1893 contra
Luis Sáenz Peña y en el año 1905 contra Manuel Quintana.

12
Los alcances de sus políticas pueden resumirse en tres grandes aspectos. Primero, el gobierno
impulsó una democratización política y cultural en el país. Yrigoyen implementó el sufragio
secreto y universal11 que modificó profundamente el funcionamiento del sistema político,
caracterizado por el fraude y el clientelismo de los gobiernos de la oligarquía liberal. Estas
modificaciones impulsaron un importante movimiento político y cultural en el país y en
particular, fueron motorizados los sectores medios.
En dicho contexto, se generó la posibilidad de que ingresen nuevos dirigentes a la política
argentina que cuestionaron en muchos casos, a los referentes políticos conservadores
incluyendo los universitarios. Asimismo, la etapa implicó el reverdecimiento cultural y la
posibilidad de promover nuevos debates intelectuales.
Segundo: el gobierno impulsó una política exterior independiente que había sido abandonada
desde la caída de Rosas y a partir de nuestro alineamiento a la geopolítica británica12. Esta
posición soberana en las relaciones internacionales, se expresó en la decisión del país de
mantener la neutralidad en la primera guerra mundial y en el repudio por parte del gobierno a
las actitudes de la ocupación de EUA en Nicaragua y a los Congresos Panamericanos.
El tercer aspecto se refiere a la economía. Los principios fundamentales del modelo
agroexportador heredado de la etapa anterior, no fueron modificados. Pese a eso, se debe
hacer dos salvedades. Una es la apertura de Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF) que
Yrigoyen encomendó a Enrique Mosconi y la otra es la participación del Estado como mediador
en las discusiones salariales. Durante su segundo gobierno impulsó la nacionalización del
petróleo, lo que le valió un fuerte rechazo por parte de las empresas norteamericanas.
La apertura de YPF y el impulso a la ciencia y las investigaciones militares, no son un dato
menor y muchas de estas iniciativas tuvieron continuidad en la década del treinta con la
aparición de polos de desarrollo y de empresas del Estado. Un caso paradigmático fue
Fabricaciones Militares que estimuló la producción de aviones y también desde la acción
militar, se impulsó a las industrias petroquímicas, de de armas o de autopartes de la industria.

Las propuestas de los reformadores


La reforma puede ser explicada a partir de identificar sus fines y los medios a partir de
los cuales se pensó alcanzar los primeros. Los fines de los reformadores son complejos de
identificar ya que fue un movimiento político y cultural que tuvo diferentes manifestaciones en
las distintas universidades, además de la experiencia de Córdoba.
La reforma y en consonancia con el reverdecimiento cultural fruto de la
democratización política del país y del continente, impulsó los desarrollos intelectuales de

11
La ley fue sancionada en el año 1912. El reclamó de voto secreto y universal tenía otros impulsores
además de la UCR, como fue el Partido Socialista. Con la reforma electoral seguían sin votar las mujeres
o los miembros de las fuerzas de seguridad.
12
Existieron excepciones en las gestiones de Bernardo de Irigoyen o de Luis María Drago que marcaron
algunos trazos importantes de la política exterior. Este último, se opuso a la ocupación militar de
Venezuela de 1902 ejercida por Alemania, Inglaterra e Italia para cobrar la deuda externa inaugurando la
llamada “doctrina drago”.

13
figuras diversas como fueron Deodoro Roca, Aníbal Ponce, Manuel Ugarte, Saúl Taborda13,
Alejandro Korn, Alfredo Palacios, José Ingenieros o Gabriel del Mazo. Estas figuras no tienen
una misma concepción sobre la cultura, acerca de las prácticas políticas o de los modelos a
implementar en la universidad argentina.
Es bueno reiterar, que la reforma fue una corriente cultural que no se expresó
solamente en un debate sobre la organización del gobierno de la universidad, sino que lo
excedió y que adquirió diversas manifestaciones en América Latina.
Más allá de dicha complejidad, los reformadores legaron una práctica y algunos
documentos, entre los que resalta el Manifiesto Liminar que resumió gran parte de sus
concepciones.

A- Finalidades de la reforma.
Primero: la juventud tiene el deber histórico de ser un factor de transformación política y
cultural. Uno de los hechos más trascendentes inaugurados por los reformadores se relacionó
a que promovieron una participación más activa de la juventud en los debates sobre la
organización de la política y la sociedad.
No habían sido los primeros14, ni tampoco serán los últimos, pero y lo que es innegable,
legaron una concepción voluntarista y vanguardista del lugar de las juventudes en su relación
con las realidades del continente. El contexto general era el yrigoyenismo que motorizó la
participación popular en la vida pública desde la aplicación de la Ley Sáenz Peña. Así es como
el Manifiesto Liminar expresó que “La única puerta que nos queda abierta a la esperanza, es el
destino heroico de la juventud (…) el sacrificio es nuestro mejor estímulo, la redención
espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa”. No fue casualidad que en
el año 1918 se impulsó la apertura de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y que tras
ella, se promovieron los congresos latinoamericanos de juventud.
Segundo: se debe renovar la producción de la cultura y las universidades pueden ser la
vanguardia en dicha tarea.
El Manifiesto Liminar expresó un cuestionamiento a los contenidos y las concepciones de la
universidad, ya que “Las Universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los
mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y lo que es peor
aún, el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que
las dictara”. Frente a dicho panorama, se impulsaron debates y se promovieron figuras
intelectuales como los ya mencionados Ingenieros, Korn15, Palacios o Taborda. Estos objetivos
implicaban en opinión de los reformadores, la necesidad de renovar los contenidos y las

13
Saúl Taborda fue Rector del Colegio Nacional de la UNLP en el año 1920 (Taborda 2009).
14
Del proceso de la independencia de 1816 a la fecha se produjeron 4 grandes intervenciones de la
juventud como actor político y cultural. La primera fue la “generación del 37”; la segunda fue la
“juventud del ochenta”; la tercera la “juventud reformista”; y la cuarta y última gran intervención
generacional fue la “juventud de los años sesenta y setenta”.
15
Según Luis Aznar (1936: 9) “Alejandro Korn bregó incansablemente para que los estudiantes dieran a
su movimiento un contenido que estaba más allá de los estatutos y de la modificación de los planes de
estudio. Lo que fallaba era la universidad en si, como institución divorciada de la realidad social que la
sustentaba”.

14
metodologías de la enseñanza universitaria para poder vincular el saber a las problemáticas del
contexto social e histórico. En muchos casos, dicha renovación se trato de una crítica al
positivismo, al catolicismo o al pragmatismo liberal.
Tercero: se debía retomar la dimensión americana en las producciones culturales.
El Manifiesto Liminar se dirigió a los “hombres libres de Sudamérica” y mencionó que se estaba
viviendo una “hora americana”. El gobierno de Yrigoyen tenía una política exterior de contenido
latinoamericano y actuó como marco general para una generación de argentinos que miraban
nuevamente hacia el continente. Dicha mención tendría expresión en la organización de
Congresos y de encuentros latinoamericanos y en la producción de intelectuales reformistas,
como es el caso de Ingenieros o de Manuel Ugarte. Según Piñeiro Iñiguez “la presencia de
Ugarte en la Reforma Universitaria es decisiva. En particular, para que ésta adopte ese claro
perfil latinoamericanista, poco común en las iniciativas progresistas argentinas, orgullosas de
su hipotético europeísmo” (Piñeiro Iñiguez, 2006: 127-140).
El postulado venía a cuestionar en varios aspectos, la tradición europeísta de las universidades
y de los intelectuales argentinos, cuya perspectiva teórica era principalmente, importada del
viejo continente.
Es interesante remarcar que diversos dirigentes del sur del continente con posiciones
marcadamente antiimperialistas, adhirieron a los principios reformistas y figuras disimiles en el
tiempo o en las ideologías como los cubanos Julio Antonio Mella y Fidel Castro o los peruanos
Haya de La Torre16 y José Carlos Mariategui17, se reconocen devotos de dicho movimiento
(Piñeiro Iñiguez, 2006 o Kohan, 2000).

B- Medios implementados.
Los fines mencionados por los reformistas y en su opinión, se veían imposibilitados por
las falencias en el funcionamiento de las universidades, ya que y tal cuál se mencionó en el
Manifiesto Liminar el “régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado
sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario”.
La crítica debe atenderse en el contexto propio de la universidad y además, en la
coyuntura característica de la ciudad de Córdoba de la época. El sistema político recién
iniciaba la democracia a partir del sufragio universal y muchas de las decisiones eran tomadas
por las elites conservadoras y católicas que tenían influencia sobre los Académicos y demás
funcionarios universitarios.
Con anterioridad a los sucesos de la UNC del año 1918, ya habían ocurrido algunos
hechos que cuestionaban el funcionamiento de la UBA y que implicaron la reforma de sus
estatutos en 1906. En UBA desde el año 1903 los estudiantes venían reclamando la
modificación de los exámenes, la reforma de los planes de estudio, la desaparición de las
Academias y la validez de concursos en la Facultad de Medicina. Tras algunas manifestaciones

16
Haya de La Torre fue presidente de la Federación universitaria del Perú y fundador del APRA.
17
El caso de Mariategui es emblemático de la exportación del modelo reformista a América latina. En su
obra Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana el autor le dedica un apartado a la
aplicación de los principios reformistas en la Universidad de Lima (Mariategui, 2005).

15
y huelgas, se modificó el Estatuto que permitió el ingreso de los docentes a los Consejos
desplazando a los Académicos. Relacionado a estos fenómenos y en el año 1908, se creó la
Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
Los estudiantes de la Universidad de Córdoba cuestionaban la gestión de los
Académicos y los modos de designar docentes que administraban las instituciones sin atender
gran parte de sus reclamos. Dichas exigencias se expresaron en una sucesión de conflictos
entre los estudiantes y la institución y estuvieron relacionados entre otros temas, al modelo de
asistencia a clase o a la propuesta de la Facultad de Medicina de la UNC de cerrar el internado
del Hospital de Clínicas durante el año 1917.
En este cuadro, en el año 1918 se conformó un Comité pro reforma y se elevaron los
reclamos al gobierno de la universidad que fueron desestimados. La negativa de las
autoridades aceleró una escalada de manifestaciones públicas y una huelga general que
terminó con la intervención de la UNC por parte del gobierno nacional, previa solicitud de los
reformistas.
Hipólito Yrigoyen atendió los reclamos estudiantiles y designó al interventor José
Nicolás Matienzo, quién dio por tierra el cierre del internado y modificó el Estatuto del año
1893. La reforma modificó el carácter vitalicio de los consejeros y desplazó a los Académicos,
proponiendo a los docentes para el control de la universidad.
De esta manera, el dirigente radical continuó con sus acciones para democratizar el
sistema político desplazando a los dirigentes de las elites tradicionales. Los cambios iniciados
no terminaron con los reclamos de la juventud, por el hecho de que en la convocatoria a la
elección de Rector luego de la intervención Matienzo, la Asamblea Universitaria nombró a
Antonio Nores. Ésta figura estaba ligada a los adversarios políticos de los reformistas que no
reconocieron al funcionario. Se produjo una nueva intervención del Ministro de Culto e
Instrucción Pública, José Salinas. La intervención revocó la elección de los funcionarios
cuestionados y nombró por Decreto al Rector, al Vicerrector y a los miembros de los Consejos
Superior y Directivos.
Lo que es importante mencionar además, es que Salinas promovió la consolidación del
“cogobierno” que es la facultad que tiene la universidad de gobernarse a si misma por
intermedio de la elección de sus representantes en los Consejos Superior y Directivos y en los
órganos ejecutivos (Rector y Decanos).
La reforma implicó la transferencia de poder desde los Académicos hacia los docentes.
La participación estudiantil se ligó a la potestad que tenían los jóvenes de proponer en
asambleas, a graduados y a docentes para que los representen en los Consejos. Su
participación no implicó el ingreso de los estudiantes a los Consejos de manera directa con voz
y voto. Según el estudio desarrollado por Juan Carlos Del Bello (2007), existieron solamente
dos iniciativas de participación directa de los estudiantes en los Consejos hasta el año de su
legalización nacional de 1955. Una fue implementada en la Universidad Nacional de Tucumán
en 1924 y la otra en la Universidad Nacional del Litoral en 1922.

16
En este marco, ingresaron a la UNC docentes ligados a la intervención y depositarios
de posiciones cercanas a los reformistas. Esta medida, bajó el nivel de enfrentamiento de los
estudiantes y pasó a un segundo plano el debate sobre la designación de docentes por
intermedio de concursos u otros métodos similares propios del cogobierno. En muchos casos,
la elección de docentes quedó sujeta al modelo heredado de la Ley Avellaneda y los profesores
continuaron siendo seleccionador por el Poder Ejecutivo nacional a través de una terna enviada
por las universidades.
Se suponía que una vez garantizada la democratización universitaria frente al marco
autoritario del contexto político controlado por las elites, la juventud podía impulsar los fines
universitarios mencionados.

Interpretaciones de la reforma
“La universidad no puede ser una fábrica de diplomados. El estudiantado hasta ahora buscó obtener un
título que le diera un privilegio social y económico sobre el resto de los ciudadanos. Queremos que la
universidad sea parte integrante de la gran labor de construcción de una nueva Argentina, que vaya
forjando un nuevo hombre argentino, en todos sus aspectos”. Rodolfo Puiggrós

No hay acuerdo entre los historiadores y las corrientes políticas y culturales


universitarias, acerca de la interpretación sobre los alcances y los objetivos concretos de la
reforma.
Es habitual que se haga una recuperación del proceso definiéndola estrictamente como
un sinónimo de gobierno propio de las universidades (autonomía). Dichas perspectivas suelen
perder de vista la finalidad originaria del movimiento y se desconocen o se subestiman las
posiciones políticas e ideológicas de sus intelectuales y de sus figuras más prominentes. De
esta manera, se hace hincapié en los medios políticos y de gobierno aplicados por la reforma y
no así, en los aspectos fundamentales del resultado de sus prácticas y de sus objetivos
fundamentales.
Los promotores de dicha interpretación, privilegian como tema fundamental la defensa
de la autonomía universitaria frente al accionar del Estado, incluyendo incluso, la posibilidad de
apoyar medidas antidemocráticas y antipopulares. La historia de las universidades argentinas
luego del año 1918, puso al descubierto estas complejidades cuando y por ejemplo, las
agrupaciones reformistas apoyaron el golpe de Estado del año 1930 contra el dirigente político
que los había impulsado o cuando favorecieron el terrorismo militar en el año 1955.
Tomando distancia de esa interpretación, están aquellos académicos e intelectuales
que establecen que la reforma se define a partir del llamado a la juventud y a la universidad, a
jugar un rol importante en los procesos sociales, pasando a un segundo plano los debates
sobre el cogobierno o la autonomía. A partir de aquí, es que diversos grupos políticos e
intelectuales se reconocen deudores de la reforma, pero promueven otras agendas
universitarias distantes del mero debate del cogobierno. Un caso paradigmático de ésas
últimas interpretaciones, se refleja en la agenda de discusión de la izquierda universitaria en
América Latina. Por ejemplo, los promotores de la Revolución Cubana rescatan la reforma,
pero en sus universidades no se administran con el modelo del cogobierno argentino.

17
En éste último universo, se privilegian los “fines” por sobre los “medios”. Entre sus
impulsores se puede mencionar a intelectuales como Arturo Jauretche o a Juan José
Hernández Arregui. Ambos y luego de haber militado en su juventud en las filas del radicalismo
y del reformismo, consideraron críticamente las prácticas de los universitarios con posterioridad
al año 1918. Hernández Arregui remarcó la importancia histórica de la reforma como
movimiento cultural y político de cariz transformador y latinoamericano. Luego de analizar su
devenir, mencionó que existió una marcada incapacidad de las universidades para acompañar
el desarrollo nacional a partir de la producción de conocimiento y de prácticas culturales y
socialmente relevantes. Por el contrario, las universidades y en opinión de Arregui, habían
apuntalado programas antidemocráticos en lo político y extranjerizantes en lo económico,
tomando distancia con los postulados reformistas de intelectuales como Manuel Ugarte.
Asimismo, el autor consideró que la juventud argentina de clase media fue incapaz de articular
sus prácticas con las del movimiento obrero, cuestión que favoreció su enfrentamiento a los
programas políticos democráticos de contenido popular, como fue el caso del gobierno de
Hipólito Yrigoyen o de Juan Perón.
Arregui desestimó en su análisis, el supuesto de que la tradición de la reforma era
meramente una iniciativa de autonomía universitaria. A partir de éste posicionamiento,
concluyó que la aplicación concreta de esas consignas, fue realizada por otros proyectos de
país al cual los reformistas habían cuestionado. En sus palabras “Los postulados de la Reforma
del 18, extensión universitaria, agremiación estudiantil, becas, residencias estudiantiles,
cooperativas, comedores y asistencia médica gratuita, universidad abierta al pueblo,
equivalencia de títulos para los estudiantes latinoamericanos, etc., fueron conquistas de la
época de Perón” (Arregui, 2004: 367-368).
Arturo Jauretche y de manera similar a Hernández Arregui, consideró positivamente la
impronta de origen del movimiento reformista. Concluyó igual que Arregui, que la experiencia
finalmente fracaso al ser desnaturalizado el movimiento original. La reforma habría de ser más
positiva en otros países de América Latina y en Argentina se frustró ya que “No supo integrar la
universidad en el país (…) El desiderátum entonces es una universidad aséptica, depurada de
toda preocupación vinculada con el destino de la comunidad y, por consecuencia, de la nación,
a la que da expertos despreocupados de los fines de la técnica y el resultado de su aplicación”
(Jauretche 2004: 136-137).
Otros intelectuales como Oscar Varsavsky (1969) remarcaron la dificultad de las
universidades reformistas y del sistema de ciencia y técnica, para articular la autonomía con la
resolución de los problemas nacionales. El debate sobre la autonomía tenía que surgir de
interrogarse el “para qué”. En su defecto, se corría el peligro de derivar hacia posiciones
académicas infructuosas, que el autor denominó como cientificistas o desarrollistas. Estos
últimos, son los docentes e investigadores cuya producción no es un medio para resolver los
problemas sociales y productivos de un país. Por el contrario, los académicos “cietificistas” son
un instrumento para reforzar las desigualdades, la dependencia y el subdesarrollo del país.

18
La polémica sobre los alcances de la reforma continúa abierta. En este marco, sigue
vigente la necesidad de que nuestras universidades y sus jóvenes, se comprometan
masivamente en con la producción de conocimiento socialmente relevante y con la
construcción de un país industrial, soberano y con justicia social o como sostiene Ana Jaramillo
“No se puede hacer ciencia y técnica sin preguntarnos para qué fin, a quién sirve, si implica un
bien para la sociedad, la nación la humanidad. No se puede enseñar una profesión sin preparar
ese individuo para la vida, sin sembrar en él la reflexión crítica sobre el ejercicio de la misma y
su compromiso con la comunidad a la cual pertenece y se debe, para construir una sociedad
mejor” (Jaramillo, 2006: 55).

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19
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20
Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, 21 de Junio de 1918

La Juventud Argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica

Manifiesto de Córdoba – 21 de junio de 1918

Tomado de la federación Universitaria de Córdoba

Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX,
nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las
cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una
vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan.
Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando
sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.
La rebeldía estalla en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y
era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las
universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los
ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y - lo que es peor aún- el lugar en donde
todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las
universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se
empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia
frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio
burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para
arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de
semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza y el
ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico,
sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.
Nuestro régimen universitario –aun el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una
especie de derecho divino; el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo.
En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de
Córdoba se alza para luchar contra este régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama
un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el
derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de
autoridad que corresponde y acompaña a un director o un maestro en un hogar de estudiantes
universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de
los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino
sugiriendo y amando: enseñando.
Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es
hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que
aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento
o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no una labor de
ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de
futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los
gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el
sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede
rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe
en un instituto de ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para
crearla o comprobarla.
Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto
de autoridad que en estas casas de estudio es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para
proteger criminalmente la falsa dignidad y la falsa competencia. Ahora advertimos que la
reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Córdoba por el doctor José
Nicolás Matienzo, sólo ha venido a probar que el mal era más afligente de lo que
imaginábamos y que los antiguos privilegios disimulaban un estado de avanzada
descomposición. La reforma Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha
sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en torno de los
mediocres han encontrado en ella un inesperado apoyo. Se nos acusa de insurrectos en
nombre de un orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es
así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien
alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces, la única puerta que nos queda abierta a la
esperanza es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estímulo; la
redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos
que nuestras verdades lo son y dolorosas- de todo el continente. ¿Qué en nuestro país una ley
– se dice -, la ley de Avellaneda, se opone a nuestros anhelos?. Pues a reformar la ley, que
nuestra salud moral lo está exigiendo.
La juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido
tiempo aún de contaminarse. No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros.
Ante los jóvenes no se hace mérito adulando o comprando. Hay que dejar que ellos mismos
elijan sus maestros y directores, seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones.
En adelante, sólo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos
constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien.
La juventud universitaria de Córdoba cree que ha llegado la hora de plantear este grave
problema a la consideración del país y de sus hombres representativos.
Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Córdoba, con motivo de la elección
rectoral, aclaran singularmente nuestra razón en la manera de apreciar el conflicto universitario.
La Federación Universitaria de Córdoba cree que debe hacer conocer al país y a América las
circunstancias de orden moral y jurídico que invalidan el acto electoral verificado el 15 de junio.
Al confesar los ideales y principios que mueven a la juventud en esta hora única de su vida,
quiere referir los aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que está quemando
el viejo reducto de la opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad
no se han presenciado desórdenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una
verdadera revolución que ha de agrupar tan pronto bajo su bandera a todos los hombres libres
del continente Referiremos los sucesos para que se vea cuánta razón nos asistía y cuánta
vergüenza nos sacó a la cara la cobardía y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de
violencia de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como el ejercicio de
puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder
levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de
nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y del engaño artero que
pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. El sentido moral estaba oscurecido en las
clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales.
El espectáculo que ofrecía la asamblea universitaria era repugnante. Grupos de amorales
deseosos de captarse la buena voluntad del futuro rector exploraban los contornos en el primer
escrutinio, para inclinarse luego al bando que parecía asegurarse el triunfo, sin recordar la
adhesión públicamente empeñada, el compromiso de honor contraído por los intereses de la
Universidad. Otros –los más- en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocación de la
Compañía de Jesús, exhortaban a la traición y al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa religión
la que enseña a menospreciar el honor y deprimir la personalidad!. ¡Religión para vencidos o
para esclavos!). Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de una
juventud. Se creía haber conquistado una garantía y de la garantía se apoderaban los únicos
enemigos de la reforma. En la sombra los jesuitas habían preparado el triunfo de una profunda
inmoralidad. Consentirla habría comportado otra traición. A la burla respondimos con la
revolución. La mayoría expresaba la suma de la represión, de la ignorancia y del vicio.
Entonces dimos la única lección que cumplía y espantamos para siempre la amenaza del
dominio clerical.
La sanción moral es nuestra. El derecho también. Aquellos pudieron obtener la sanción
jurídica, empotrarse en la ley. No se lo permitimos. Antes que la iniquidad fuera un acto
jurídico, irrevocable y completo, nos apoderamos del salón de actos y arrojamos a la canalla,
sólo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que esto es cierto, lo patentiza el hecho
de haber, a continuación, sesionado en el propio salón de actos la Federación Universitaria y
de haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de huelga
indefinida.
En efecto, los estatutos reformados disponen que la elección del rector terminará en una sola
sesión, proclamándose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas
y aprobación del acta respectiva. Afirmamos, sin temor de ser rectificados, que las boletas no
fueron leídas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado y que, por
consiguiente, para la ley, aún no existe rector de esta Universidad.
La juventud universitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nombre ni de empleos.
Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de
autoridad. Las funciones públicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No
se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera
perder su empleo. La consigna de hoy para ti, mañana para mí, corría de boca en boca y
asumía la preeminencia de estatuto universitario. Los métodos docentes estaban viciados de
un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la universidad apartada de la ciencia y
de las disciplinas modernas. Las lecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos
textos, amparaban el espíritu de rutina y de sumisión. Los cuerpos universitarios, celosos
guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo que la
conspiración del silencio puede ser ejercitada en contra de la ciencia. Fue entonces cuando la
oscura universidad mediterránea cerró sus puertas a Ferri, a Ferrero, a Palacios y a otros, ante
el temor de que fuera perturbada su plácida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolución
y el régimen cayó a nuestros golpes.
Creímos honradamente que nuestro esfuerzo había creado algo nuevo, que por lo menos la
elevación de nuestros ideales merecía algún respeto. Asombrados contemplamos entonces
como se coligaban para arrebatar nuestra conquista los más crudos reaccionarios.
No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, ni al juego de
intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de
San Carlos ha dicho su primera palabra: Prefiero antes de renunciar que quede el tendal de
cadáveres de los estudiantes. Palabras llenas de piedad y de amor, de respeto reverencioso a
la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni
propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y
amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadanos de una
democracia universitaria!. Recojamos la lección, compañeros de toda América; acaso tenga el
sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad;
ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria, tiránica y obcecada, que ve
en cada petición un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelión.
La juventud ya no pide Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento
propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de
soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede
desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.
La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su federación, saluda a los
compañeros de la América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.
Firmado: Enrique F. Barros, Ismael C. Bordabehére, Horacio Valdés,presidentes. Gumersindo
Sayago, Alfredo Castellanos, Luis M. Méndez, Jorge L. Bazante, Ceferino Garzón Maceda,
Julio Molina, Carlos Suárez Pinto, Emilio R. Biagosch, Angel J. Nigro, Natalio J. Saibene,
Antonio Medina Allende y Ernesto Garzón.
ARTURO JAURETCHE

Politica nacional
y
Revisionismo historico
Apendice de
NORBERTO D'ATRI

Obras Completas
Volumen 7
Jauretche, Arturo M.
Politica nacional y revisionismo historico / Arturo M. Jauretche ;
comentado por
Norberto D'Atri - l a e d . - Buenos Aires : Corregidor, 2006.
144 p . ; 14x20 cm. (Obras completas; 7)

ISBN 950-05-1659-4
ADVERTENCIA
1. Ciencias Politicas. 2. Ensayo Argentine I. D'Atri, Norberto,
coment. II. Tftulo
CDD 320 : A864
Este trabajo fue construido con los apuntes de dos conferen-
cias pronunciadas en la sede central del Instituto Juan Manuel de
Rosas y en la filial "Fuerte Federacion", de Junin, provincia de
Diseno de tapa: Buenos Aires.
Departamento de Arte sobre diseno de coleccion Me guio el proposito de senalar la estrecha vinculacion entre
de Daniel Villalba lo historico y lo politico contemporaneo. La Nacion es una vida,
es decir, una continuidad, nocion elemental, pero que, sin
Obras Completas embargo, escapa generalmente al pensamiento academico del
pais, tal vez en la misma medida en que esta desvinculado del
mismo. Hay verdades elementales, como esta, que escapan a la
"inteligentzia" pero que son facilmente accesibles a nuestros
Todos los derechos reservados
paisanos del comun, por la sencilla causa de que razonan con
buen sentido y desde si mismos, y no con informaciones y jui-
© Ediciones Corregidor, 2006 cios de prestado. Así el pueblo ha establecido con facilidad las
Rodriguez Pena 452 (C1020ADJ) Bs. As. relaciones de la politica con la historia y el por que del empeño
Web site: www.corregidor.com en desfigurarla y crear en el tiempo soluciones de continuidad,
e-mail: corregidor@corregidor.com espacios vacíos, en los que el país parece no haber existido, pre-
Hecho el deposito que marca la ley 11.723 cisamente porque existio en su plenitud soberana, que es lo que
ISBN-10: 950-05-1659-4 se quiere ocultar. Es la cuestion de la "Patria grande" y la "Patria
ISBN-13: 978-950-05-1659-4 chica". Esta quiere taponar a aquella porque le molesta la pre-
sencia del fantasma que se convierte en cosa viviente cada vez
Impreso en Buenos Aires - Argentina que grandes movimientos de pueblo toman la direction de la
colectividad.
La necesidad de vincular politica e historia es además, en lo
personal, producto de una experiencia. De mi puedo decir que
solo he integrado de mi pensamiento nacional a traves del revi-
sionismo, al que llegue tarde. Solo el conocimiento de la historia
verdadera me ha pennitido articular piezas que andaban disper-
8 ARTURO JAURETCHE
POLITICA NACIONAL Y REVISIONISMO HIST6RICO 9

sas y no formaban un todo. De tal manera, pensar una política


nacional, sobre todo ejecutarla, requiere conocimiento de la his- NOTA
1
Con mucha posterioridad a la primera edition de Politico Nacional
toria verdadera que es el objeto del revisionismo historico por
y Revisionismo Historico, Jose Maria Rosa publico en Mundo
encima de las discrepancias ideologicas que dentro del pano-
Nacionalista (N° 3, 5 de diciembre de 1959) un articulo del que
rama general puedan tener los historiadores.
reproduzco gran parte, porque contribuye eficazmente a la com-
Es muy frecuente oír impugnar el revisionismo, en razon de prension de lo que sigue mas adelante.
que discutir el pasado es abrir sin objeto viejas heridas. Podría "No esta de mas un distingo entre rosismo y revisionismo. Aquel es
contestarse a esta razon que nada hay mas peligroso para la solamente la valoracion de Rosas, que puede hacerse por muchas
salud que el cierre en falso de las mismas, con el pus dentro. cosas: sus grandes condiciones de estadista, amor a la tierra, ener-
Pero no es cosa de contestar a una analoga con otra. General- gia, honradez, capacidad de trabajo, condiciones para el mando.
mente los que toman esa position aparentemente eclectica y con Asi lo vio Saldías en su libro de 1881, y como era un liberal (¿podra
un aire de "perdono a tutti", dicen aceptar la revision en princi- ser otra cosa en 1881?) no pudo ver de Rosas la trascendencia de su
pio pero le quitan importancia porque "lo que urge es lo de Ley de Aduana, (que en su liberalismo no pudo entender), o el sig-
ahora". nificado imperialista de las agresiones de Francia e Inglaterra. Ni
Precisamente me propongo demostrar que lo de "ahora" no comprendio por que Rosas se reía de las constituciones escritas. Y
se puede resolver sin primero entender "lo de antes". 1 así lo ve tambien algún "nacionalista" de nuestro tiempo que no ha
Quiero advertir tambien que en este como en todos mis podido sacudirse el coloniaje mental. En cambio el revisionismo
libros, el lector encontrara la reiteration de muchas cosas ya (como lo dijo el grito de Santa Fe del 15 de junio de 1938, que fue
dichas en otros. Es que en todos ellos trato la misma cuestion, la su manifiesto inicial) consiste en acabar con la vision del pasado
nacional, pero en cada uno la encaro desde un punto de vista dis- impuesta desde Caseros, que parte de un desnaturalizado concepto
tinto, para componer un panorama total. Precisamente una tesis de Patria.
debe resistir la prueba de variadas luces y enfoques para compo- "Debemos, por lo tanto, sentar esta base: el problema esencial no
ner la imagen real. es la figura de Rosas sino el criterio distinto que se tenga para juz-
garlo.
Si tenemos el concepto formal de patria, podemos aceptar a Rosas
en el panteon de los proceres del colonialismo, puesto que no sabrí-
amos o no nos interesaria lo que es el coloniaje. Pero si, en cambio,
tenemos de la Patria un concepto integral, la presencia de Rosas en
el panteon liberal seria un absurdo. Lo esencial para el revisio-
nismo es concluir con esa patria de los coloniales que nos mantiene
atados espiritual -y en consecuencia materialmente- al extranjero.
Revisar la historia, es mirarla con ojos argentinos. Por eso con los
historiadores, llamémoslos "academicos", no nos podemos enten-
der. Son opuestos nuestros enfoques. No se trata (no se trata sola-
mente) de las falsedades "a designio" de la historia oficial. Se
trata, fundamentalmente, de las premisas distintas de las que par-
timos ".
10 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 11

Por esto mismo no es posible una especie de eclecticismo que se Artigas que leía los Artículos de la Confederación norteamericana,
intenta ahora -ya vencida en la falsa historia- por algunos volunta- y un López que bregó por el federalismo a lo Filadelfia.
rios que adopta un aire conciliador de bendigo "tutti". Afortunadamente no ocurrió así con Rosas; me parece que ahora es
Sigamos a Rosa: tarde para presentarlo como liberal en la síntesis que se pretende.
"No es otra cosa que una tentativa -desde luego condenada al fra- Nuestra gente sabe bastante historia para aceptar el absurdo. Un
caso- para mantener la patria minúscula escamoteando la figura "doctor" Rosas meditando futuras constituciones escritas al tiempo
de Rosas y los caudillos a fin de que no sirvan de ariete demoledor de conseguir el Pacto Federal de 1831, depurado de sus nociones
del coloniaje, porque aquí no se trata de un problema de conoci- sobre la soberanía y estrategia para vencer imperios prepotentes o
miento, donde podría aplicar la dialéctica hegeliana y hablar de frenar quintas columnas extranjerizadas -que sería el resultado de
tesis, antítesis y síntesis, sino de un juicio distinto de valor. Yo la síntesis- es tan absurdo como presentar a don Bernardino Riva-
puedo avanzar en el conocimiento empleando la dialéctica, pero a davia como un caudillo criollo irguiéndose ante la intromisión forá-
condición de partir de la misma premisa; pero si cuestiono la pre- nea o defendiendo el Famatina contra la Mining Association.
misa ya no hay dialéctica posible. No se puede conciliar en una No ocurrirá así. Tengo la certeza que Rosas muerto hará lo mismo
síntesis a Rivadavia y a Rosas, o a Facundo y Sarmiento, porque que Rosas vivo: luchar por la nacionalidad.
necesariamente he tenido que llegar a su valoración por premisas
distintas. Si los he juzgado con el criterio de patria que he llamado
colonial, necesariamente debo excluir a Rosas y a Facundo; si me
he valido de un concepto nacional, entonces sobran los otros. La
imposibilidad de conciliar opuestos es uno de los principios funda-
mentales de la lógica.
Esa posición nueva de los historiadores viejos no tiene más propó-
sito que mantener la antigua estructura por el procedimiento senci-
llo de dar un higiénico baño liberal a las grandes figuras naciona-
les. En eso consiste la "síntesis", anular a la gran palanca para darle
a la Argentina conciencia nacionalista. Pero eso pudo hacerse en
otro tiempo, más en 1969 no lo vemos viable. Pudo hacerse con
Rosas en 1881, si Mitre hubiera pensado con ideas en vez de frases.
Porque Saldías se lo brindaba depurado de imperfecciones nacio-
nalistas, pero el general prefirió -como lo dijo a Saldías- "mante-
ner los nobles odios" que alentaba desde su juventud. Afortunada-
mente, porque si Rosas entraba en 1881 en la galería de proceres en
la forma que Saldías lo presentaba, quizá nos hubiéramos tenido
que despedir para siempre de una conciencia nacional, porque
hubiera sido muy difícil el revisionismo.
Habría ocurrido con Rosas lo que pasó con Artigas en la República
Oriental, y también con Giiemes en Salta o Estanislao López en
Santa Fe, desvirtuándose sus figuras para hacerlas compatibles con
la constitución, la libertad y el coloniaje. Nos hubieran dado un
Rosas "precursor de la constitución", como se ha inventado un
PRIMER MOMENTO

LA FALSIFICACIÓN COMO
POLÍTICA DE LA HISTORIA

En nombre de la libertad y con pretensiones de ser-


virla, nuestros liberales Mitre, Sarmiento y Cía., han
establecido un despotismo turco en la historia, en la
política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los
argentinos. Sobre la Revolución de Mayo, sobre la
guerra de la independencia, sobre sus batallas, sobre
sus guerras, ellos tienen un alcorán que es de ley acep-
tar, creer, profesar, so pena de excomunión por el cri-
men de barbarie y caudillaje.
Juan Bautista Alberdi, Escritos Postumos.

HISTORIA Y REALISMO

Dice Chesterton, en alguna página traspapelada en mi memo-


ria, que es frecuente el error de oponer la política realista a la
política idealista, como una alternativa, y que el error proviene
de confundir al político practicón con el realista, lo que es un
absurdo, ya que el realismo consiste en la correcta interpretación
de la realidad y la realidad es un complejo que se compone de
ideal y de cosas prácticas. Así, el político realista, es decir, sus-
tancialmente el político, ni escapa al círculo de los hechos con-
cretos por la tangente del sueño o de la imaginación, ni está tan
atado al hecho concreto que se deja cerrar por el círculo de lo
cotidiano al margen del futuro y el pasado, diferenciándose bien
14 ARTURO JAURETCHE
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO

del practicón, que es un simple colector de votos o fuerzas mate-


riales. cómo se la conduce, cómo se construye una política de fines
nacionales, una política nacional.
Para una política realista la realidad está construida de ayer y Si la desfiguración de la historia hubiera sido un mero hecho
de mañana; de fines y de medios, de antecedentes y de conse-
personal, la accidental acumulación de inexactitudes históricas
cuentes, de causas y de concausas. Véase entonces la importan-
que toda historia contiene, unas veces por defecto de informa-
cia política del conocimiento de una historia auténtica; sin ella
ción y otras por defecto de interpretación, el error no tendría ese
no es posible el conocimiento del presente, y el desconoci-
significado. Pero en el caso argentino no ha jugado sino en
miento del presente lleva implícita la imposibilidad de calcular
mínima parte la ecuación personal de los historiadores, el error
el futuro, porque el hecho cotidiano es un complejo amasado
voluntario o involuntario personal; hubiera jugado a lo sumo por
con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será, que no por
difuso es inaccesible e inaprensible. término corto, por el término precario de la vida de los actores y
sus pasiones de combatientes; pero no como ha ocurrido, con
De ahí el subtítulo de este trabajo, "Falsificación de la histo- una deformación transmitida de generación en generación,
ria y sus objetivos antinacionales" -de fines nacionales-, sin un durante un proceso secular, articulando todos los elementos de
conocimiento cierto del pasado, pues no hay una política en el información e instrucción que constituyen la superestructura
que la posibilidad de tales fines está contenida, tanto como en el cultural con sus periódicos, libros, radio, televisión, academias,
presente. Conocimiento de la realidad imprescindible a un plan- universidades, enseñanza primaria y secundaria, estatuas,
teo del futuro, del mismo modo que no puede obtenerse un pro-
nomenclaturas de lugares, calles y plazas, almanaque de efemé-
ducto químico sin conocer los elementos que se mezclan en la
rides y celebraciones, y así...
probeta. Y aquí no se trata sólo de elementos materiales, porque
el conocimiento del pasado es experiencia, es decir, aprendizaje;
el elemento técnico del laboratorio que ahorra la búsqueda pura-
POLÍTICA DE LA HISTORIA
mente empírica, el ensayo permanente, la continua frustración,
el fracaso reiterado, mucho más grave cuando la probeta es pre-
cisamente el cuerpo social, el país y sus hombres. Eso es la fun- Aquí ha habido una sistematización sin contradicciones, per-
ción de la historia en la química de la sociedad y de las naciones: fectamente dirigida. Ha habido una sistemática de la historia
proporcionar juntamente con los datos de la realidad, la aptitud concebida después de Caseros y que no puede explicarse por la
técnica para aprovecharlos. simple coincidencia de historiadores y difusores. No basta decir,
por ejemplo, que los vencedores de Caseros y su más alta figura
La falsificación ha perseguido precisamente esta finalidad: en la materia, Bartolomé Mitre, construyeron una historia falsa y
impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argenti- que la desfiguración es el producto de la simple continuidad de
nos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una una escuela histórica por ellos fundada.
política nacional. Así hemos carecido de realismo político en el
Una escuela histórica no puede organizar todo un mecanismo
sentido señalado por Chesterton, obligándonos a la alternativa
de la prensa, del libro, de la cátedra, de la escuela, de todos los
de las abstracciones idealistas o la chapucería de los practicones.
Se ha querido que ignoremos cómo se construye una nación, medios de formación del pensamiento, simplemente obede-
y cómo se dificulta su formación auténtica, para que ignoremos ciendo al capricho del fundador. Tampoco puede reprimir y
silenciar las contradicciones que se originan en su seno, y menos
16 POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 17
ARTURO JAURETCHE

las versiones opuestas que surgen de los que demandan la revi- brillo deslumbrante de las ideas que los datos de la realidad;
sión. Sería pueril creerlo, y sobre todo antihistórico. combatientes a quienes posiblemente la pasión y las reacciones
No es pues un problema de historiografía, sino de política: lo personales terminaron por hacer olvidar -excediendo en esto a
que se nos ha presentado como historia es una política de la his- sus errores intelectuales- los límites impuestos por el patrio-
toria, en que ésta es sólo un instrumento de planes más vastos tismo para subordinarlos a intereses y apoyos foráneos que,
destinados precisamente a impedir que la historia, la historia éstos sí, tenían conciencia plena de los fines concretos que per-
verdadera, contribuya a la formación de una conciencia histórica seguían entre la ofuscación intelectual de sus aliados nativos.
nacional que es la base necesaria de toda política de la Nación. Las pasiones de ese momento inicial de la historia falsifi-
Así, pues, de la necesidad de un pensamiento político nacional cada, pueden explicar las simples inexactitudes. No sería, en tal
ha surgido la necesidad del revisionismo histórico. De tal caso, verdaderamente una falsificación, sino la visión parcial de
manera el revisionismo se ve obligado a superar sus fines exclu- la bandería. Si no hubiera pretendido ser "la historia" sería la
sivamente históricos, como correspondería si el problema fuera lógica deposición de una parte de los actores, los vencedores de
sólo de técnica e investigación, y apareja necesariamente conse- ese momento inicial de Caseros, solos en el escenario por el ani-
cuencias y finalidades políticas.1 quilamiento o el sometimiento de los vencidos. Sería también
La política de la historia falsificada es y fue la política de la explicable que ellos hubieran concebido la historia del mismo
antinación, de la negación del ser y las posibilidades propias, y modo que habían actuado; como un quehacer ideológico desvin-
la revisión de esa historia no puede prescindir del contenido culado de los elementos de la realidad.
político que esas circunstancias le imponen. Desde que el revi-
sionismo intente restablecer la verdad y dar bases verdaderas al
pensamiento nacional, ya se instrumenta con política propia, y FALSIFICACIÓN HISTÓRICA.
se confunde con la tentativa de crear una política nacional. Si es SUS FINES ECONÓMICOS Y SOCIALES
difícil, y será motivo de debate, desde la verdad establecida,
definir cuál será esa política nacional, porque distintas corrien- Pero entonces ya la falsa historia comienza a funcionar no
tes podrán diferir en la programática de los fines, es incontra- sólo por la desvirtuación del pasado, que sería como hemos
rrestable, en cambio, que la verdad histórica es el antecedente de dicho explicable, sino como un sistema destinado a mantener
cualquier política que se defina como nacional, y todas tendrán esa desvirtuación y prolongarla en lo sucesivo imponiéndola
que coincidir en la necesaria destrucción de la falsificación que para el futuro por la organización de la prensa y la enseñanza, de
ha impedido que nuestra política existiera como cosa propia, la escuela a la universidad, con una dictadura del pensamiento,
como creación propia para un destino propio. esa que señala Alberdi, que hiciera imposible esclarecer la ver-
La historia falsificada fue iniciada por combatientes que, en dad y encontrar en el pasado los rumbos de una política nacio-
el mejor de los casos, no expresaron el pensamiento profundo nal. Comienza una política de la historia.
del país; por minorías que la realidad de su momento rechazaba Esto era una exigencia de la estructura económica que se cre-
de su seno y que precisamente las rechazaba por su afán de aba por la aplicación lisa y llana del liberalismo económico, que
imponer instituciones, modos y esquemas de importación, hijos coincidía en esos momentos con los intereses de la dominación
de una concepción teórica de la sociedad en la que pesaba más el de Gran Bretaña, pues su fundamento era la división internado-
18 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 19

nal del trabajo. La revisión de la historia ha puesto ya en eviden- torsionada que padecemos, con la hipertrofia portuaria y la exte-
cia que todos los conflictos que han precedido a Caseros no han nuación del interior; el desarrollo agrícola ganadero y la obstacu-
sido más que los distintos aspectos de la lucha entre el país que lización del desarrollo, industrial; el sistema de dominio de la tie-
quería realizarse, según su modo americano y tradicional, y la rra que antepone la producción barata y en masa al desarrollo de
finalidad británica de acomodarlo a su esquema imperialista; a la población rural; el sistema de transporte organizado sólo en
eso tendía la desintegración territorial, comenzada en Alto Perú vista a la exportación masiva, y la política bancaria y de comer-
-como lo quería Rivadavia intentada por la segregación del cialización de la producción, puesto al servicio de ese mismo sis-
Litoral, lograda con la separación de la Banda Oriental y culmi- tema. El liberalismo económico supone una planificación -valga
nada con la guerra del Paraguay. Volveremos sobre ello.2 la paradoja- que es la de la división internacional del trabajo.4
Conforme al esquema de la división internacional del trabajo Es que la estructura propuesta para la Argentina supone una
el destino del Río de la Plata era ser proveedor de materias pri- reducida clase terrateniente, una mínima clase media, necesaria
mas. Si Canning había puesto en acción el pensamiento de Cob- para la intermediación, la burocracia del Estado y la escasa téc-
den, "Inglaterra será el taller del mundo y la América del Sur su nica que demanda esta economía primaria y simplista. En una
granja", ese pensamiento había de continuarse hasta nuestros palabra, el típico país productor de materias primas del mundo
días, como se ve en las instrucciones de Churchill a Lord Hali- colonial, con una clase señorial poderosa y con una población de
fax para sus negociaciones con los Estados Unidos durante la "pata al suelo", lo más cercana posible al infraconsumo. Así tam-
última guerra: "Por otra parte, nosotros seguimos la línea de bién la política de la inmigración no es, como lo fue en Estados
EE.UU. en Sudamérica, tanto como es posible, en cuanto no sea Unidos, una política de población fuerte y afincada sino la nece-
cuestión de carne de vaca o de carnero. En esto, naturalmente, saria para proporcionar mano de obra barata y acelerar el proceso
tenemos muy fuertes intereses, a cuenta de lo poco que obtene- de producción agrícola-ganadero dentro de aquel esquema sim-
mos". (Memorias de Churchill, ed. Boston, T. VI, pág. 75).3 plista. Esta política ha hecho algunas concesiones a la defensa
industrial en ciertas zonas del país, caso del azúcar y del vino,
dejando actuar a los sectores del liberalismo que comprendían la
PROGRESISMO LIBERAL necesidad de limitar el librecambio. Pero mírese bien y se com-
Y PROGRESISMO NACIONAL probará que ambas producciones importaban la recíproca de ale-
jarnos de los mercados que nos proveían de esos mismos produc-
Porque la política liberal de Inglaterra está planificada, para- tos, y que eran competidores de Gran Bretaña como exportadora
doja que no quieren comprender los liberales; si en ese momento nuestra. (Francia especialmente en lanas, y Brasil y los países del
el Río de la Plata interesaba más desde el punto de vista mercan- Caribe como consumidores de carne salada a las que había estado
til para la colocación de las manufacturas, la línea de la política sirviendo la economía precapitalista de los saladeros).
imperial iba en distancia a la creación de las condiciones de abas Juntamente con la creación de las condiciones de producción
tecedor previstas. Es lo que no comprenderán quienes viendo la prevista por Gran Bretaña -y ese es el sentido de ese progre-
política de progreso promovida por Gran Bretaña y sus ejecuto sismo- había que impedir el desarrollo de una economía de la
res locales no perciben que ese progresismo en una dirección es industria y la población que creara a los exportadores la compe-
el que a ella le conviene y no al país, y genera la economía dis tencia de un fuerte mercado interno como ocurriría necesaria-
20
ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 21

mente en el caso de una economía auténtica y por lo tanto armó- La finalidad de constituir un país de señores propietarios de
niosa. Paralelamente, al limitar el desarrollo del mercado de con- la tierra vinculados al mecanismo de la exportación y la impor-
sumo interno, y de producción para el mismo, correspondía una tación, manejado desde afuera, sobre un pueblo de "pata al
política de eliminación en el mercado externo de toda competen- suelo". Si la clase media habría de resultar relativamente nume-
cia exterior, pues la política británica se integraba con el manejo rosa, esto sería consecuencia inevitable del tipo de producción
de las exportaciones y su distribución que en sus manos le signi- de zonas templadas que proporciona el país, distinto al de las
ficaba el negocio de la comercialización, del flete y del seguro y zonas tropicales más apto para aquella estructura social. La
recíprocamente el tradicional de la importación y el manejo de la ganadería y especialmente la agricultura de zonas templadas
moneda y del crédito financiero. necesitan una dirección más múltiple, una intermediación más
Que los hombres de Mayo hayan corrido el riesgo de esta polí- frecuente, y esto llevaba inevitablemente a que no se pudiera
tica económica -riesgo necesario al precio de la independencia- impedir la existencia de gran número de colonos y la formación
se comprende y se justifica. Que los rivadavianos y sus continua- de una clase relativamente numerosa de pequeños y medianos
dores hayan perdido toda la noción del interés nacional bajo la propietarios, la diversificación de actividades bancarias y
seducción ideológica y bajo el deslumbramiento de las ideas de comerciales y la necesidad de un cierto sector profesional, espe-
moda y por simiesco afán de imitación se comprende; no es tan cialmente médicos, abogados y contadores que llegarían con el
fácil de comprender su preocupación por achicar el ámbito geo- tiempo a constituir una clase media; también el surgimiento
gráfico del país, porque eso no estaba en ninguno de los países de paralelo de actividades comerciales e industriales que permiti-
los que tomaban como modelo, pero se explica en la fantasía ima- rían formar una pequeña burguesía local y un proletariado califi-
ginativa con que sintiéndose europeos en América, el espacio y la cado -especialmente el de los servicios públicos- desvinculado
magnitud les pareciera un obstáculo para realizar su "París en el del problema social de las peonadas. Con este proletariado en su
Río de la Plata".5 Pero esta comprensión demasiado generosa no mayoría extranjero se nutre el primer sindicalismo, de composi-
puede tenerse para los vencedores de Caseros y los falsificadores ción y mentalidad foránea, que nutre los partidos de la izquierda
de la historia, pues si la actitud simiesca de aquellos puede ser- internacional, pero está desvinculado del problema de las gran-
virles de atenuante, en este caso el afán de imitación debió lle- des mazas nativas. Estas masas "sumergidas" son las que carac-
varlos precisamente a una política nacional de la economía con terizan la economía simplista de un país colonial o semicolonial
sólo inspirarse en los ejemplos de EE.UU. y Alemania, que tenían y hacen que el problema social problema nacional se identifi-
delante. quen inseparablamente. )

POLÍTICA DE LA POBLACIÓN APTITUDES DEL NATIVO

En el momento de establecerse en el país la nueva economía,


Más arriba se ha señalado, al pasar, cuál fue e' signo de la
de corte exclusivamente comercialista, nuestra población rural,
política de la población correspondiente a la política económica
formada en el sistema de res nullius, o de la estancia patriarcal
que planificó el liberalismo; es necesario insistir.
con las características de la gens, no tiene aptitudes para la com-
22
ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 23

petencia en las nuevas condiciones, con la inmigración de men- embrionaria, doman potros, amansan muías, tienen tiempo asi-
talidad y técnica capitalista, y que viene a implantar el modo mismo para realizar obras de arte en sus asaltos en las vizcache-
rural que conoce. Carece también de la docilidad de ésta, porque ras y para bolear avestruces, asegurándose el aumento de la
ha ignorado las formas casi esclavistas del trabajo europeo de
escasa ración de carne, y al toque de generala de los clarines
entonces. Por el contrario, el gaucho ve que las nuevas condicio-
están listos y sonrientes a caballo, para batirse victoriosamente
nes ocurren en su perjuicio, porque al crearlas no se lo ha tenido
con los indios, en las nieves del Nahuel Huapi o para llegar en
en cuenta, o peor se ha partido de la necesidad de exterminarlo.
Matar gauchos es obra santa, ha dicho Sarmiento. En vano Her- nueve días al clima caliente de la revolucionaria Corrientes,
nández pintará esa tragedia en Martín Fierro, y propondrá solu- desde el fondo de los lejanos desiertos meridionales".
ciones para la creación de una economía rural que lo incorpore. ¿Incapacidad técnica para el medio en que actuaba? o sim-
Pero mejor que incorporarlo es utilizarlo para valorizar la tie- plemente falta de educación para la nueva sociedad comercia-
rra de los otros, o incorporar nuevas, que a su vez sólo podrán lista, impuesta brutalmente y sin contemplar el problema del
llegar a los colonos inmigrantes después de valorizadas y distri- hombre argentino, quien después de haberse adjudicado la oli-
buidas por la especulación. garquía las tierras no pudo constituirse en clase propietaria y
promotora.6
Oigamos lo que dice Zeballos (Viaje al país de los Arauca-
Cuando a su vez la nueva formación de origen extranjero se
nos, pág. 402 y sig.) a este respecto, hablando de la conquista
asentó, la oligarquía habría de encontrarle, "por meteca", defec-
del desierto, y la supuesta incapacidad del nativo para el trabajo:
tos paralelos a la vieja población, "incapaz por nativa". Así pasó
"La población urbana, que vive de la producción exuberante de
cuando los descendientes de los inmigrantes llegaron al estado a
la campaña, fuente alimentadora de su lujo y su abundancia no
través del radicalismo, como pasó cuando los de la vieja pobla-
da contingente para aquellos intereses amenazados por el indio.
ción criolla emergieron a la vida pública, con los acontecimien-
El campesino, el paria, el perseguido por la autoridad o por el
desfallecimiento, es ese, y será generalmente el soldado, desti- tos del año 1943 y siguientes.
nado en son de castigo a las banderas, hasta que la reforma fun- Nos apartaría de nuestro propósito extendernos en el análisis
de como casi todos los mitos de la inteligencia liberal fueron y
damental inicial iniciada por el general Roca nos dé un sistema
culto de reclutamiento. Lo he admirado en Carhué y en Choele son utilizados para justificar la destrucción del viejo pueblo
Choel, dócil a la disciplina y fácil de entendederas son al poco argentino y su sustitución por otro, provisto de aptitudes ideales.
tiempo instrumentos de guerra, y como además viven en el Solo quiero dejar dejar aquí establecido que también como en el caso
desierto y necesitan casas para abrigarse de sus rigores, convier- de la economía, se hizo lo contrario que se estaba reali-
ten sus campamentos en preciosas villas". zando en EE.UU. en el mismo momento, en materia ínmigrato-
ria. El signo nacional impuesto al desarrollo norteamericano en
"Saben y hacen de todo. Fabrican el ladrillo, cortan y labran
el sentido de la extensión -"destino manifiesto"- fue precisa-
las maderas, cosechan la paja silvestre para techos, baten el hie-
mente la ampliación del espacio geográfico, que nuestros libera-
rro en las fraguas, pulen la madera en el banco, edifican desde su
les sistemáticamente redujeron en coalición con el extranjero.
casita hasta el teatro y los cuarteles, siembran inmensos potreros
EE.UU. se integró con la población de los espacios vacíos: pero
para las cabalgaduras, se desempeñan admirablemente en todas
en la marcha hacia el oeste la población inmigratoria actuaba
las artes y oficios urbanos que caracterizan una civilización
frontalmente, y bajo la conducción de los elementos nativos
24 POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 25
ARTURO JAURETCHE

que la inmigración no era vista como sustitución de una pobla- a través de un sistema de regulaciones, las limitaciones previstas
ción por otra, sino como su ampliación por otra, para los fines a toda producción que no entrara dentro de nuestro esquema clá-
de la primera. sico exportador.8

POBLACIÓN Y FINES NACIONALES LA TRADICIÓN ORAL Y LA POBLACIÓN

No hay aquí ninguna diferencia sutil. Hay simplemente la Si la falsificación de la historia, y aun de la versión local de
diferencia que se establece entre una política nacional dirigida a la de aquellos países que pudieron servirnos de modelo por el
satisfacer fines nacionales y otra dirigida a cumplir objetivos paralelismo en su momento histórico -caso de Estados Unidos y
extranjeros. En el caso de EE.UU. el propósito era realizar una Alemania- tenía por objeto crear una '"intelligentzia"", desvincu-
nación y a eso se atenían las políticas del territorio y de la pobla- lada del país y de su pasado, desprovista de bases tradicionales y
ción. A impedir que la nación se realizara tendían las políticas líneas históricas, para promover una política de la economía y de
que aquí aplicaba el liberalismo. Porque nos engañaríamos tam- la población concurrente a los fines oligárquicos, es conveniente
bién si creyéramos en algún momento que la política de la inmi- también percibir el efecto que en el conocimiento de la historia
gración en el Río de la Plata tenía como finalidad el destino de verdadera debía producir el cambio introducido con la política
los inmigrantes y sus descendientes. de la población. Hablaré ahora de la incidencia de la política
La verdad es que la "intelligentzia" argentina, como a la gata económica y social sobre la investigación histórica.
de doña Flora, nada la conforma si proviene de los argentinos y La escuela revisionista ha demostrado la falsificación de la
esto desde los disciplinados coros Victorianos de Sur, hasta el historia escrita; falseamiento documental, por alteración u ocul-
apocalíptico izquierdismo de Martínez Estrada.7 tamiento, falseamiento intelectual por la introducción de esa
En el esquema previsto para nuestro país, de productor de "dictadura turca" que señalara Alberdi, y en función del cual
materias primas y base de abastecimiento alimenticio, el están prescriptos ab initio los resultados de la investigación, y
ascenso en el número y en el nivel de vida de la población es un los datos que es lícito aportar y lo que no es lícito, los ídolos
obstáculo, sobre todo cuando intenta traducirse, a través de la intocables, y los tabús y el juicio sobre los personajes y los
política, en la conducción del estado. En realidad, cuando el país hechos. Los cambios económicos y de población proporcionan a
pasó de los diez millones de habitantes, y el desarrollo técnico su vez la destrucción de los otros elementos que podrían contri-
disminuyó la exigencia de mano de obra rural, rebalsó las condi- buir a la heurística.
ciones óptimas previstas como productor agrario. El exceso de Me refiero especialmente a la tradición oral.
población así creado debe constreñirse a vivir con los márgenes La vieja población campesina ha sido destruida o desarrai-
previstos para aquellos diez millones, o emigrar. Y esto no es gada, y la nueva economía comercialista, en transición cons-
una fantasía; es lo sostenido después de 1955 por el ex ministro tante, provoca permanentes desplazamientos de la nueva pobla-
de la década infame Alberto Hueyo, en artículo publicado en La ción. Nos encontramos en presencia de una brusca sustitución
Prensa, mayo 3 de 1957, y que corresponde al plan de la de una sociedad por otra. Se corta la continuidad social y ade-
"década infame" cuyo Estatuto Legal del Coloniaje comprendía, más el tránsito de la sociedad patriarcal a la sociedad comercia-
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ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 27

lista, coincidente con el aluvión inmigratorio, provoca bruscos de materias primas de exportación; y allí la tradición oral se ha
desplazamientos que alteran el asiento de las familias y su defendido en una lucha cuerpo a cuerpo con la escuela oficial
misma constitución, provocan el nomadismo y los traslados fre- que la contradice de acuerdo con los programas y la formación
cuentes de un medio a otro y se alteran las jerarquías tradiciona- del magisterio.
les. Si bien subsiste arriba la preminencia política y social de la
clase propietaria de la tierra, todos los estadios intermedios y
bajos se alteran en un cambio constante. Quedan así cegados los MODIFICACIÓN DE LA TOPONIMIA
conductos naturales de la transmisión oral.
Mar Bloch ha señalado una particularidad de la tradición oral El mismo paisaje ha sufrido modificaciones por la transfor-
en los medios rurales, donde es más eficaz, y es que la transmi- mación técnica. Pero desde el punto de vista que nos interesa
sión verbal de los conocimientos se hace saltando una genera- quiero señalar cómo la toponimia ha sido alterada para que el
ción, de abuelos a nietos, y lo explica porque en el régimen cam- paisaje geográfico no coincida con el paisaje histórico, contribu-
pesino europeo los padres se ausentaban para el laboreo de los yendo a esa sensación de irrealidad, de cosa estratosférica y sin
campos durante el día, quedando los niños a cargo del abuelo.9 contacto siquiera telúrico entre el pasado y el presente, que
Sin la circunstancia que he señalado más arriba, la tradición caracteriza la historia que se enseña a nuestros escolares y se
oral entre nosotros hubiera tenido importancia fundamental, ya difunde oficialmente y da esa sensación de convencional, de
que como me decía Ernesto Palacio: "Yo he alcanzado a conocer artificiosidad, que deshumaniza nuestra historia y la hace
a un Guido, hijo del general de la Independencia, tan corta es "odiosa" (este término no es mío, sino de Borges, en un prólogo
nuestra historia".10 Pero este valioso aporte compensatorio de la
a un libro mío al calificar la historia americana).
falsificación operada en la construcción de la historia escrita y
su divulgación, también nos fue negada por la destrucción de la
población primitiva y el carácter de inestabilidad familiar. A la
Se borró el nombre original de los lugares y al sustituirlos se
inversa de lo dicho por Bloch, aquí el contacto con los abuelos
rompió la conexión con el hecho histórico allí ocurrido. Intentad
es poco frecuente y la mayoría está en Europa. Prácticamente
hace treinta años no había abuelos en el hogar argentino del pue- estudiar la Campaña del Desierto, por ejemplo, y tendréis que
blo, particularmente en el Litoral. confeccionar previamente un nuevo mapa con las viejas desig-
naciones. Viajad en automóvil a Córdoba acompañados y pre-
Los mismos restos de la clase dirigente vinculada a la autén- guntad al acompañante qué ocurrió en ese lugar que se llama
tica historia nacional se tuvieron que someter bajo la imposición Cepeda, Fontezuela, Pavón u Oncativo. No os responderán que
de su propio interés económico que se vinculó al Estado liberal ese es el lugar donde esas batallas ocurrieron y supondrán que
y a su estructura: fueron sistemáticamente intimidadas, y cuando
ese nombre lo recibió el lugar en recuerdo de la batalla ocurrida
no se complicaron en la traición a la historia, guardaron silencio
quién sabe dónde, en una geografía imaginaria que es la de la
o fueron silenciadas.
historia convencional, pero que no está ligada ni a lo de los hom-
La tradición oral solamente subsistió firme en aquellas pro- bres ni a lo de los accidentes propios del terreno y menos al
vincias del interior que recibieron con menos fuerza el impacto genio propio del lugar. Es que esos nombres que he señalado han
de la nueva economía, porque no interesaban como productoras subsistido por excepción. La regla es que el nombre expresivo
28 ARTURO JAURETCHE
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 29

de la anécdota o del hecho haya sido sustituido por otro que NOTAS
recuerda otro hecho ajeno al lugar, y repetido hasta el infinito en 1
Paralelamente, el aparato de la superestructura cultural opera en la
la nueva toponimia. El nombre no proviene de la tradición sino difusión de doctrinas económicas y sociales deformando los proce-
de decreto y así la narración se desvincula del paisaje como los sos históricos exteriores en su atingencia con el país.
protagonistas de la sociedad a la que pertenecían. El escenario 2
A su vez el interés de Gran Bretaña se concretaba con la visión
donde se mueven los santos y los diablos de la historia oficial europeizante de los unitarios y luego liberales. (Ver mis Manual de
podía ser lo mismo un tablado teatral que la cara de la Luna que Zonceras Argentinas y Los profetas del odio y la yapa sobre el sen-
recién han retratado los soviéticos. 11 tido de "Civilización y Barbarie" como fórmula definidora.)
3
En el mismo sentido opera la reiteración sistemática de los Tan profunda es la convicción que hay, cuando han cambiado total-
mismos nombres repetidos hasta el cansancio en todas las ciuda- mente los mercados, que la clase ganadera sigue aferrada a la espe-
ranza del "mercado tradicional". (Ver, "Mercado Tradicional" en
des, pueblos y caminos. A su vez esta repetición constante de los
Manual de Zonceras Argentinas).
mismos nombres de proceres y lugares en la arbitraria designa- 4
Para comprender la diferencia que hay entre capital colonizador y
ción termina por despersonalizar todas las ciudades, pueblos y
capital nacional y cómo sus intereses son contrapuestos, conviene
caminos porque nunca la designación es propia y exclusiva, y repetir lo que dice Alian Hutt, citado por Scalabrini Ortiz en el caso
por consecuencia identificante. 12 particular de los ferrocarriles pero que es aplicable a toda la política
Resumiendo: una política de la historia falseó su heurística de inversiones. "La construcción de ferrocarriles en las colonias y
en la investigación documental, mientras se creaban condiciones países poco desarrollados no persigue el mismo fin que en Inglate-
que impedían el contraste con la tradición oral, como fuente rra; es decir, no son parte -y una parte esencial- del proceso de
correctora. Así fue posible constituir y divulgar una historia para industrialización. Esos ferrocarriles se emprenden simplemente
los fines antinacionales propuestos como política del Estado. para abrir esas regiones como fuentes de productos alimenticios y
materias primas, tanto vegetales como animales, no para apresurar
Ya he declarado que no es mi objeto en este trabajo docu-
el desarrollo social como un estímulo a las industrias locales. En
mentar la falsificación de la historia que es la tarea que han cum- realidad, la construcción de ferrocarriles es una muestra de impe-
plido los historiadores revisionistas. El mío es señalar las finali- rialismo en su función antiprogresista que es su esencia".
dades que persiguió esta falsificación, es decir, para qué se creó 5
Los ejemplos de Estados Unidos y de Alemania. -Dos nuevas
una política de la historia con el objeto de impedir una política naciones surgieron en ese momento a la grandeza. Lo lógico era
de la Nación. que la política de los progresistas se hubiera inspirado en los ejem-
plos que tenían por delante, por cuanto en uno se trataba de un país
nuevo, de la misma manera que el Río de la Plata, y el otro, aunque
no nuevo en la historia, lo era en su organización nacional. Por ese
espíritu simiesco que los caracterizó, a falta de otras razones,
debieron inspirarse en los ejemplos de EE.UU. y de Alemania.
¿Qué intereses los llevaron a buscar inspiración precisamente en la
política económica que aquellos dos jóvenes países combatían para
buscar su grandeza? Los frutos de esas dos políticas nacionales
estaban a la vista ya. Si el afán de imitación era lo que los inspi-
raba, ¿por qué no se inspiraron en la imitación en lo económico de
los países en condiciones afines que copiaban en lo institucional?
30 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 31

En efecto, Estados Unidos enfrentaba la división internacional del Si el estímulo de la mentalidad de "recién llegado", de "rasta"
trabajo con un fuerte proteccionismo y promovía el desarrollo del estaba en la técnica de una política, era necesario complementar la
propio capitalismo con una política de la industria, del transporte, desvinculación del pensamiento argentino con la realidad, cui-
de la náutica y el aprovechamiento propio de las materias primas. dando de impedir a través de la historia todo contacto con el pasado
Había afrontado para sostener esta política la guerra de 1812 con real auténtico. Una política del desarrollo supone un recíproco
Gran Bretaña y la habría de rematar con la guerra de Secesión que desarrollo del pensamiento nacional. La política de los Imperios no
terminaría definitivamente con el libre cambio. Y no hablemos de se adscribe a determinada teoría, sino que las utiliza para sus fines
la disgregación territorial, porque mientras los liberales de Buenos aplicando la doctrina que más conviene a su desarrollo según sus
Aires se preocupaban de achicar el espacio y hasta intentaban condiciones en el momento histórico. Así ha actuado Gran Bretaña
segregar el Estado de Buenos Aires, EE.UU. había definido su utilizando el liberalismo internacional, como actúa Rusia utili-
"Destino manifiesto" que los ponían en marcha hacía todos los zando el marxismo en cuanto forma internacional de su política. Es
rumbos de la expansión continental. Al medio oeste, a los territo- decir que los países no son para las doctrinas sino las doctrinas para
rios arrebatados a México, al Pacífico y a la lejana Alaska. los países, y éstos aplican las que le convienen según sus circuns-
Discípulos de Adam Smith, nuestros liberales se empeñaron en tancias históricas. Nada nos dice quien nos afirma ahora, por ejem-
ignorar a Litz, cuyas sabias enseñanzas fueron tan útiles a la gran- plo, que Alemania aplica lo que se ha dado en llamar el neolibera-
deza de Alemania y EE.UU., demostrando como Adam Smith "un lismo, que no es, por otra parte tan liberal, como se alardea. Y si no,
conquistador más poderoso que Napoleón" iba en la vanguardia de intente usted importar productos agrícolas o ganaderos en Alema-
la política británica. Esta promovía la indefensión nacional, so pre- nia actual; sólo podrá hacerlo cuando le den cuota y esta cuota se
texto del libre cambio y la división internacional del trabajo, que acuerda sólo cuando está colocada toda la producción agrícolo-
dividía al mundo en dos clases de estados: los altamente industria- ganadera alemana, y a los precios convenientes a los productores
lizados, transformadores de materias primas y exportadores de alemanes. Es lo que hace EE.UU. protegiendo -y subvencionando-
manufacturas, y los exclusivamente productores de materias pri- su producción de la tierra; así, además de las trabas proteccionistas,
mas, que al libre cambio se encargaba de mantener en ese estado, se recurre a tan variados pretextos como la mosca del mediterráneo
con las secuelas de miseria y subdesarrollo implícitas. Alemania y o la aftosa. Y es lógico que aún los estados que practican el libera-
Estados Unidos se salvaron de la trampa ideológica y constituyeron lismo económico, porque su estado de desarrollo le permite compe-
el estado defensivo que ampara y protege el desarrollo propio, pues tir con ventaja en el mercado internacional, empleen la protección
una industria nueva en un país en los primeros estadios de su evo- y la intervención estatal bajo variadas formas de subsidio, en bene-
lución industrial necesita la promoción por el Estado y la defensa ficio de los productores agrarios. Estos subsidios provienen de la
contra el libre cambio que asegura el mercado para el país más alta- industria, ya que se trata de países altamente industrializados. En
los países escasamente industrializados el subsidio debe venir,
mente desarrollado paralizando el desarrollo del más atrasado.
inversamente, del agro a la industria para que ésta alcance el nivel
Parecería que me he desviado un tanto del tema hacia las cuestio-
de desarrollo que permita mantener a la vez una población abun-
nes económicas. Pero es imprescindible tratarlas, así no sea más
dante y con buen nivel de vida. En ambos casos la necesidad de
que en grandes líneas, si se quiere explicar la finalidad de la falsifi-
mantener el orden social es paralela: en los primeros al manteni-
cación histórica que es un aspecto del plan de formación de una
miento de la estructura económica rural, y en los segundos a la cre-
falsa inteligencia, la "intelligentzia", tema que he tratado con más ación de una estructura que absorba los excedentes de población
extensión en Los Profetas de Odio. Había que imposibilitar la crea- rural. Como se ve no se trata de atender solamente a la mecánica
ción y el desarrollo de un pensamiento nacional, y posibilitar por económica sino a la vida sana y ordenada de la población conside-
todos los medios de la cultura, las soluciones de importación. rada en el todo, es decir, de un punto de vista nacional.
32
ARTURO JAURETCHE
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 33

Aquí conviene recordar una anécdota que Arturo Frondizi popula-


rizó en su campaña electoral, y que ahora parece haber olvidado. encontrados. ¿A qué hombres felices se refería Mitre, y cuáles pre-
Refería que el general Grant, después de haber ejercido la presi- ocupaban a Grant? Esa es la cuestión concreta que los ideólogos
dencia de los EE.UU., fue invitado, en 1897, a una conferencia internacionalistas eluden, porque siempre los hombres expresan un
liberal en Manchester. Después de haber oído a los oradores que hecho político nacional. Es así como la felicidad de los hombres
demostraron las excelencias de la división internacional del tra- del imperio suele estar hecha con la desgracia de otros hombres, a
bajo, el general Grant fue invitado a hacer uso de la palabra y dijo: quienes se los somete y mantiene disminuidos, gracias a la ayuda
"Señores: Durante siglos Inglaterra ha usado el proteccionismo, lo de los lenguaraces que los distraen de su quehacer propio, nacional,
ha llevado hasta sus extremos y le ha dado resultados satisfactorios. con las ideas exportadas por los hombres que son felices gracias a
No hay duda alguna que a ese sistema debe su actual poderío. Des- la miseria de los otros.
pués de dos siglos Inglaterra ha creído conveniente adoptar el libre Es que una política del desarrollo económico nacional supone un
cambio por considerar que ya la protección no le puede dar nada. paralelo y recíproco desarrollo de pensamiento nacional: del pensa-
Pues bien, señores, el conocimiento de mi patria me hace creer que miento y la ética nacional, porque es necesario una moral nacional,
dentro de doscientos años, cuando Norteamérica haya obtenido del que es lo que se llama patriotismo. En el caso particular del doctor
régimen protector todo lo que éste puede darle, adoptará el libre Frondizi vemos por la anécdota referida que ha desarrollado su
cambio". pensamiento nacional. Pero nada más; ha hecho suscribir por su
Y aquí sigue Frondizi: "Antes del plazo fijado por el general Grant, ministro Del Carril el convenio con el Fondo Internacional que sig-
EE.UU. ha llegado a ocupar el primer rango industrial. Hoy pro- nifica inhibir al país para toda política de una economía propia, ya
duce más de la mitad de los productos manufacturados que fabrica que el referido Fondo fue creado y es dirigido para impedirla y
el mundo entero, pero no tiene la mitad de la población, ni del terri- establecer en el mundo subdesarrollado las condiciones de división
torio, ni de los recursos naturales del mundo, sino tan sólo una internacional del trabajo que impidan la marcha hacia adelante de
décima quinta parte. Este hecho constituye una lección para el las economías coloniales y semicoloniales. El Fondo Monetario
mundo entero, y particularmente para los países que como el nues- Internacional, al precio de momentáneos y precarios préstamos,
tro, tienen una estructura geoeconómica semejante a la de Norte- obtiene la garantía, sine die, de la renuncia del ejercicio de la sobe-
américa". ranía en lo económico, la limitación de los poderes nacionales en el
En alguna parte he comentado que el general Grant, rodeado de los gobierno y defensa de la economía propia y su comercio, y ata el
gitanos librecambistas, al hacer uso de la palabra y tocar el punto futuro de los países que se someten a la rueda estranguladora del
neurálgico, pareció decirles: -¡Yo también soy gitano! interés compuesto reuniendo en una misma mano las capitulacio-
Comparemos esa posición nacional de Grant -la del interés nacio- nes nacionales y el establecimiento de la usura internacional.
nal de su país- con la de los que prescinden del interés nacional La revisión de la historia lleva aparejado el desarrollo del pensa-
para un sólo considerar la doctrina in abstracto. Por ejemplo las miento nacional y es por consecuencia el más rudo golpe que sufre
palabras del general Mitre anunciando el retorno de los sobrevi- la llamada "inteligentzia" pues obliga a interpretar nacionalmente
vientes de la guerra con el Paraguay, en su famosa arenga: el hecho nacional. Aquélla es como el alemán de cuento que al ver
"Cuando nuestros guerreros vuelvan de su larga y gloriosa cam- el hipopótamo, un animal del que no tenía noticia y escapaba a sus
paña a recibir la merecida ovación que el pueblo les consagre, previsiones zoológicas, dijo: "¡Mentira!, ese animal no existe". La
podrá el comercio ver inscriptos en su bandera los grandes princi- "intelligentzia" no puede comprender nada que no forme parte de
pios que los apóstoles del libre cambio han proclamado para mayor su esquema mental foráneo.
felicidad de los hombres". ¡No hay hombres in abstracto; hay hom- Recuerdo que en las campañas orales de FORJA, me tocó hablar
bres ingleses, hombres argentinos y sus intereses son generalmente tres mil veces, durante diez años, una por día, en las esquinas de
Buenos Aires. Solía decir al auditorio: "Los políticos de los distin-
34 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 35

tos partidos y nuestros intelectuales, nos preguntan: ¿Son ustedes que vienen a esta América nuestra, incluso españoles, portugueses
fascistas?, ¿son ustedes comunistas? Y cuando les contestamos que e italianos, vienen creyendo que basta ser europeos para creerse
no, coligen que somos liberales. O inversamente, si ven que no que en materia de gobierno y cultura nos traen algo muy notable y
somos liberales ni comunistas, deciden que somos fascistas, y si ni van a influir en nuestra mejoría. Estamos en el medio evo ancora".
fascistas ni liberales, que comunistas. Yo les contesto: ¿son ustedes Le extraña a Sarmiento que los europeos se crean eso, y eso lo han
carniceros?, ¿son ustedes pintores? ¿no? ¿Puedo afirmar en conse- enseñado Sarmiento y sus continuadores. La oligarquía ha ocultado
cuencia que son ustedes carpinteros? Y si esto es un disparate lo estas rectificaciones de Sarmiento, como las de Alberdi, con el
otro también, porque tan variada como la posibilidad de los oficios mismo cuidado minucioso con que hace hacer un viaje al extran-
es la posibilidad de las ideas y la posibilidad de los medios y las jero a la niña que ha tenido un percance. Son cosas que deben que-
circunstancias que las generan. Pero a esa inteligencia colonial no dar en la familia. Tampoco creo muy profundamente en la seriedad
le cabe que pueda existir otras ideas y otras soluciones que las lle- de esta rectificación hija de cualquier episodio accidental, porque
gadas por el último correo, con el último librito o periódico. Y es lo típico en la mentalidad de la "intelligentzia" es su disconformi-
así como en esta América de los caudillos y las revoluciones, muy dad con el país concreto, antes por nativo, después por gringo,
anteriores por cierto a los últimos fenómenos europeos, se ha lle- ahora otra vez por nativo "¡Este país de...!". ¿Quién no lo ha oído?
gado a clasificar con la etiqueta de éstos, a acontecimientos y a 6
El inmigrante está mejor preparado para el comercio y para la com-
hombres ocurridos cien años antes, en medios geográficos, sociales petencia, como hijo de la sociedad capitalista, que el hijo de una
y culturales completamente distintos". sociedad donde esas formas de comercio y la producción eran inci-
Y agregaba: "Parece cosa de mentecatos. Lo que no se les ocurre de pientes. Por otra parte el inmigrante no representaba el hombre
ninguna manera es pensar desde aquí, y desde aquí tratar de hacer medio de Europa, puesto que de cada aldea no emigraban los más
lo que nosotros estamos haciendo, es decir descubrir las realidades tímidos, débiles o haraganes, sino los más audaces, los capaces de
e intentar las soluciones propias. Esto ocurría y sigue ocurriendo y tentar la aventura del océano y de un mundo lejano e incierto. El
nuestro intelectual que en el mejor de los casos termina cerrando el inmigrante representa un producto de selección, si esta se hace en
corral después que han fugado las cabras, y descubren 1945 en razón del individualismo, y así el cotejo con el nativo no se hace
1957, y 1930 en 1955. Sigue aferrado a los abalorios con que le con los sujetos más individualistas del medio sino con los del
adornan la cabeza desde afuera, y siendo el marido de las ideas, es común. Cada inmigrante es potencialmente un Colón o un Morgan,
el último que se entera de las ocultas relaciones que ellas tienen". o un Cortez, pues los que se quedaban allá son los menos indivi-
Es como el de la copla: dualistas dentro del mismo medio social. Pero la "intelligentzia"
"Todo Madrid lo sabía. -que sigue siendo la misma frente al nativo, ahora con el cabecita
Todo Madrid, menos él". negra ya que el gaucho muerto puede idealizarse sin que reclame
Sarmiento que había dicho "no ahorre sangre de gauchos" dijo tam- aumento de jornales o forme sindicato atribuye la mayor aptitud
bién: "pudimos en tres años introducir cien mil pobladores y aho- para la economía comercialista del europeo, a la deficiente forma-
gar en los pliegues de la industria a la chusma criolla, inepta, in- ción social y cultural del criollo, por español o por católico. Ya lo
civil, ruda que nos sale al paso a cada instante". comenta Hernández cuando pone en boca de Martín Fierro aquel
Años después se rectificaría en su polémica de La Nación con juicio sobre el napolitano al que se le escapó el tiro en el fortín.
Mitre y de ese momento saldría la "Condición del Extranjero en 7
Ramón Dolí {Acerca de una Política Nacional, Editorial Difusión
América". 1939, p. 103) dice: "Siempre que la masa popular, clase media o
Oigámoslo entonces: "¿Qué influencia moral, industrial o política, grueso de la población (como quiera llamarse) ha tenido acceso al
ejercerán estas razas -se refiere a los inmigrantes- si todas ellas gobierno, como en la época de Rosas y, más actualmente, durante
eran y son inferiores al tipo original americano? Pero los europeos el período 1918-1930" -si hubiese escrito después habría tenido
ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 37

que agregar de 1945 a 1955-, "siempre que un caudillo de masas, de los piratas africanos que hace siglos que no vuelven y que nadie
local o nacional, ha ocupado un puesto prominente en el escenario ya llama berberiscos. En Castro Urdíales, una pescadora, mostrán-
social argentino, se ha podido constatar que la mayoría de esos gru- dome las balas incrustadas en los muros de la iglesia, me decía:
pos élites, clases áulicas, universitarios, escritores, políticos de "Son de cuando la francesada", y así la invasión napoleónica recor-
gran estilo, todo eso que en un país se llama clase dirigente ha dada en saltos de generaciones resultaba cosa relativamente
estado en abierta desidencia con el jefe o caudillo que encarna las reciente, un poco más lejana que la guerra civil.
aspiraciones de la masa". A través del relato la referencia viva se acerca y va pasando a saltos
Agrega en seguida que la recíproca es cierta, pues cada vez que: de abuelo a nieto y de éste a los suyos. Cúbrense así, en dos relatos,
"una oligarquía ilustrada, progresista, europeizante ha copado la 120 o 150 años.
política nacional" con sus escritores, universitarios, estadistas de En efecto, Carlos Guido Spano, hijo del general Guido, el amigo de
envergadura, las masas populares han estado fuera del poder. La San Martín y embajador de Rosas en el Brasil, falleció en Buenos
línea histórica que marca este esquema "es toda una tradición polí- Aires en 1917 y era visitado frecuentemente por ¡os escolares de
tica, una corriente antidemocrática pero positiva y real frente a los nuestra generación.
jefes y caudillos populares de verdad". Clásico es el cambio de nombre hecho por Sarmiento a la pobla-
Dice Dolí que no hace juicios de valor. Simplemente constata este ción cordobesa de Fraile Muerto que sustituyó por el de Bell Ville
antagonismo dramático entre las masas y las clases ilustradas: "el en homenaje a un vecino extranjero.
país está escindido así y hay que resignarse a aceptarlo". Dudo mucho que este homenaje hubiera tenido lugar si este vecino
Continúa. "¿Pero es que esto no ocurrirá en todas partes? ¿Es que se hubiera llamado Chapapiedra o González, pero de todos modos,
no ocurre lo mismo en el mundo entero? Las masas populares ile- ya el nombre está identificado con el lugar y ahora poco los vecinos
tradas en todas partes están necesariamente distanciadas de los se han opuesto al restablecimiento del antiguo. Un caso divertido
pensadores, de los publicistas, porque sería ridículo pretender que es el de estación Monte Maís (FCBM): le cambiaron el nombre por
un chofer o una cocinera estén al tanto de el último artículo de el de Wodgate, personaje británico propietario de la zona. Pero los
Maurras o de Chesterton". paisanos le decían Bogato, como dicen Bilri a Wilbright, y a Wod-
Ello es cierto, pero no lo es la proposición contraria. Y este es el gate le molestó la italianización de su apellido. El mismo se ocupó
quid de la cuestión: "los verdaderos pensadores y dirigentes políti- que se restaurara el primitivo nombre.
cos europeos, jamás se alejan de los sectores de opinión reales en Pero este mal no es sólo imputable a la oligarquía e incurrieron en
el país en que viven ". los mismos errores y faltas el yrigoyenismo y el peronismo, sacrifi-
En una palabra que no son las masas que no entienden a las élites, cando el interés histórico a las pasiones y adulaciones del
sino las élites que no entienden a las masas y es aquí donde Dolí momento, lo que prueba en qué medida faltaba la madurez de una
trae la imagen de la gallina a la que le pusieron huevos de patos en conciencia histórica en ambos procesos, por lo menos en sus equi-
el nidal, y ve desesperada a los patitos recién nacidos correr al pos dirigentes. De existir ella hubiera sido una barrera a la estúpida
charco donde tendrían que ahogarse si fueran pollitos. Pero los adulación y a consagraciones precipitadas, que son obstáculo por
patitos saben más de patos que las gallinas, cosa que añado yo por eso mismo, a las que habrán de llegar como definitivas y en razón
mi cuenta. directa de esa maduración histórica.
Ver en el mismo sentido el discurso del señor Fano, Presidente de ¿Puede haber algo más grotesco que las designaciones impuestas a
la Sociedad Rural que cito en el Manual de zonceras argentinas. los ferrocarriles, alterando las nominaciones viejas que eran las
Me contaba López Francés que en la Peñascola, aquel último refu- lógicas y las impuestas por el uso y la geografía? Tan falsas son
gio del Papa Luna sobre el Mediterráneo español, oyó preguntar a estas designaciones, como los proceratos que adjudican, en el
una viejecita: "¿Es cierto que vuelven los berberiscos?", y hablaba momento preciso en que se nacionalizaban los ferrocarriles, que
38 ARTURO JAURETCHE

aún el común no se ha acostumbrado a ellas. Apunto este hecho


para que se vea que el proceso político nacional no será completo
sin la visión de conjunto que da la revisión histórica, pues lo que
estoy señalando es sólo un índice de las fallas conceptuales que hay SEGUNDO MOMENTO:
que corregir.
Así como hay una industria del desagravio y del homenaje, la reite-
ración en todos los lugares de los mismos proceres ha terminado
por hacerlos invisibles. Es algo parecido a lo que John Cook le dijo LA REVISIÓN HISTÓRICA
una vez al general Perón, habiéndole de los excesos de la propa-
ganda personal. "Su retrato general no se ve, porque ya forma parte
Y EL NUEVO MOMENTO SOCIAL
del paisaje". Perón lo entendió y lo llamó a Apold para que oyera...
pero como si oyera llover.
A los proceres les pasa algo parecido, con su repetición que ya es Las jóvenes como Bárbara Trail, generalmente no han
una mecánica, que se traslada hasta la labor artística. oido una sola palabra acerca de la otra faceta de la
Hay un escultor conocido que todas las mañanas, al llegar a su historia, tal como sería contada por un irlandés, un
taller, y después de abrir la correspondencia, le dice a su hermana, indio y hasta por una canadiense francés. Y es culpa
que está al pie de una estantería con la escalera: de sus padres y de sus textos si pasan con frecuencia
—"Isabel. Bajá dos Sarmientos, tres Rivadavias, un Mitre y dos bruscamente de un estúpido britanismo a un igual-
San Martines". mente estúpido bolchevismo.
Y en seguida los embala y despacha a las localidades correspon- G. H. Chesterton. Cuatro granujas sin tacha.
dientes, para el también correspondiente homenaje escolar, munici-
pal... o rotariano o leonístico.
Pasemos ahora de la heurística empleada por la política de la
historia falsificada, a la hermenéutica tendiente a los mismos
fines. Podríamos decir que el método empleado por la historia
oficial es el mismo de Bossuet en su Discurso sobre la Historia
Universal, sólo que no se obedece a la necesidad de referirlo
todo al plan establecido por la Divina Providencia. Aquí Dios es
sustituido por una deidad del siglo XIX que como Houdin el
transformista^ cambian constantemente de ropaje y lo mismo se
llaman Civilización^ Progreso, que, Libertad y Democracia,
según las necesidades variables de la propaganda. Dioses meno-
res y abstractos, de rostros ajados y vestiduras todas remendadas
a través de las cuales solo se trasparenta el único Dios verda-
dero, ese Dios predicado por los "apóstoles del libre cambio", y
en cuyo altar fueron sacrificadas generaciones de argentinos y
destruido el Paraguay. Su biblia es Adam Smith, habla inglés, y
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su dogma la división internacional del trabajo. Hace un siglo No se trata aquí de suscribir "in totum" esas afirmaciones,
como ahora mismo. Enfrentados a la concepción religiosa de pero es indiscutible que un mínimo de espíritu científico exige la
Bossuet los historiadores oficiales cayeron en el iluminismo, presencia de los hechos de la sociedad, antes que la anécdota, el
que como dice Dewey citado por Carlos M. Rama en su Teoría episodio o el hombre que se mueve en la superficie del hecho. Y
de la Historia, "afirmaba que el progreso de la ciencia produci- sin embargo quienes lo negaron y prescindieron de él pretendían
ría las instituciones libres disipando la ignorancia y la supersti- ser los científicos frente a la historia concebida según un orden
ción". Prodúcese así la paradoja de que la fe en la ciencia cons- divino, cuando lo que simplemente hacían era sustituir a Dios
tituida en religión produjera precisamente la superstición que se por las minúsculas divinidades de un momento o de un interés
imputaba a la religión atacada. El mito del progreso indefinido económico concreto.
excluyó todo análisis de la realidad y de las causas sociales y Así la hermenéutica de la historia falsificada padeció los
económicas y los factores de cultura, para subordinar sus con- errores generales de una moda y una época, que como todas las
clusiones a la premisa previa llamada científica, por donde en modas fue efímera pero llegó aquí con retardo de muchos años y
nombre de la ciencia se prescindió en absoluto de todo método se hizo método exclusivo. Su perduración y su empeño en man-
científico de información e interpretación. Las anteojeras de un tenerla ya no puede explicarse simplemente por la propensión
supuesto cientificismo impidieron ver otra cosa que los supues- simiesca de nuestra "intelligentzia", sino por el servicio de los
tos previos. intereses antinacionales, en su política de la historia.
Croce ha señalado la tendencia de esa ridicula historia a la
El mismo Rama ya citado transcribe una afirmación de
aprobación o condenación en relación con determinados fines
Monod que hace al caso: "Los historiadores se han acostum-
ideales que se quieren defender, sostener y ver triunfantes y ante
brado demasiado a prestar exclusiva atención a las manifestacio- los cuales, como ante un tribunal, se citan sus acciones, alcan-
nes brillantes, ruidosas y efímeras de la actividad humana, a los zando premio por ellas o viéndose marcados con el estigma que
grandes acontecimientos y a los grandes hombres, en lugar de merezca de maldad, de vicio, de tontería, de ineptitud o lo que
presentar los grandes y lentos movimientos de las condiciones fuere".
económicas y de las instituciones sociales que constituyen la Transcribo del mismo Rama con la cita de Croce {La historia
parte verdaderamente interesante y permanente del desarrollo de como hazaña de la libertad) la cita siguiente de H. Pratt Fair-
la humanidad, la parte que, en cierta medida, puede ser sinteti- child, que viene como anillo al dedo: "Literatura de los de tiem-
zada en leyes y sometida hasta cierto grado a un análisis exacto. pos antiguos, aduladores de los poderosos del día y siempre dis-
En efecto, los acontecimientos y las personalidades destacadas puestos a sermonear incansablemente y a condenar a los perso-
lo son precisamente como signos y símbolos de diferentes eta- najes de la historia".
pas de desarrollo. En cambio la mayoría de los acontecimientos Toda la historia oficial -de iluministas o no y así hayan
llamados históricos son para la verdadera historia lo que para el empleado el aparato formal de la ciencia histórica al servicio de
movimiento profundo y constante del flujo y reflujo, las olas los supuestos previos que constituyen su característica ilumi-
que nacen en la superficie del mar, brillan un momento con su nista- se basa en la exclusión de la sociedad, de los movimientos
luz viva y van a estrellarse luego contra la costa arenosa, despa- de las multitudes, y de la realidad económica geográfica en que
reciendo sin dejar huellas". se asientan y de la vida cultural propia que representa su conti-
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nuidad. Historia de héroes y antihéroes, o de hechos separados mente, a nuestro sentido. Yo había leído muchas veces y había
de la trama histórica a que pertenecen como el bordado al contado a menudo historias de guerras y batallas. Pero, ¿conocía
canevá. Los personajes, como los de Carlyle, determinan la his- realmente, en el sentido de la palabra conocer, conocía por den-
toria que es una historia de santos y diablos, y de pecados y vir- tro lo que significa para un ejército quedar cercado o para un
tudes, según sirvan o no la política de esa historia.1 pueblo la derrota, antes de experimentar yo mismo esa náusea
atroz? Antes de haber respirado yo la alegría de la victoria
durante el verano y el otoño de 1918. ¿Sabía yo realmente lo que
EL REVISIONISMO encierra esa bella palabra?"
"En verdad, conscientes o no, siempre tomamos de nuestras
La dictadura de la historia falsificada no ha carecido de con- experiencias cotidianas, matizadas, donde es preciso, con nue-
tradictores. Permanentemente la falsedad fue enfrentada pero vos tintes, los elementos que nos sirven para reconstruir el
silenciada la réplica por el aparato oficial. Así los revisionistas pasado. ¿Qué sentido tendrían para nosotros los nombres que
de este largo período de obscuridad no pudieron crear una siste- usamos para caracterizar los estados de almas desaparecidos, los
mática para enfrentar la otra: estuvieron aislados en un medio fondos sociales desvanecidos, si no hubiéramos visto antes vivir
adverso, y lo más que pudieron hacer es dejar su testimonio y su a los hombres? Un gran matemático no será menos grande, a mi
mensaje. Como no me propongo hacer una historia del revisio- ver, por haber atravesado el mundo en que vive con los ojos
nismo, solo diré que cada generación argentina tuvo sus repre- cerrados. Pero el erudito que no gusta mirar en torno suyo, ni los
sentantes y mencionaré entre los más remotos, a los más altos en hombres ni las cosas, ni los acontecimientos, merecerá quizá,
los primeros tiempos: Saldías y Quesada. como decía Pirenne, el nombre de un anticuario útil. Obrará
Dice Marc Bloch: "Las edades son solidarias y la incompren- sabiamente renunciando al de historiador".
sión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado,
pero inversamente, el pasado puede comprenderse por el pre-
sente", y refiere con respecto a esta última afirmación, la com- LOS PRECURSORES
prensión del pasado por el presente, la anécdota que voy a trans-
cribir: Aquellos precursores remotos de que he hablado no fueron
"En cierta ocasión acompañaba yo en Estocolmo a Henry simplemente "anticuarios útiles", aunque les ha tocado el mérito
Pirenne. Apenas habíamos llegado cuando me preguntó: -¿ Qué de salvar la documentación que todavía no se había destruido.
vamos a ver primero? Parece que hay un ayuntamiento comple- Sirvieron además de enlace con el pasado y lo sirvieron con efi-
tamente nuevo. Comencemos por verlo. Y después añadió, como cacia extraordinaria, pues la verdad es que el campo de la histo-
si quisiera evitar mi asombro: Si yo fuera un anticuario sólo me ria oficial, excluyendo a Mitre que estaba armado con todo el
gustaría ver las cosas viejas. Pero soy un historiador y amo la aparato de la escuela erudita y era técnicamente un historiador
vida ". -al margen de la finalidad maliciosa que lo guió- no presenta ni
Continúa Bloch diciendo que el "temblor de vida humana aproximadamente historiadores de su envergadura. Vicente
que exigirá un duro esfuerzo de imaginación para ser restituido a Fidel López a quien contemporáneamente Mitre impugnó por
los viejos textos, es directamente perceptible, contemporánea- falta de documentación y técnica, -cosa que no pudo hacer con
44 ARTURO JAURETCHE
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 45

los otros-, ha sido corroborado después, en parte, por la docu-


LA ESCUELA REVISIONISTA
mentación posteriormente obtenida. El defecto de su trabajo his-
tórico tal vez sea su mejor cualidad, cuando sus datos son docu-
Entre aquellos precursores, Saldías y Quesada, principal-
mentalmente corroborados. Son más bien memorias, como me
decía Marcelo Sánchez Sorondo, pues la vida corre por sus pági- mente, a que acabo de referirme muy someramente y lo que se
nas contribuyendo a reconstruir el momento histórico a que se llama Revisionismo Histórico hay una solución de continuidad,
refieren. Todo consiste en asignarle a lo que dice, un valor testi- una gran laguna, con islotes excepcionales y esto se explica por
monial y no de juicio histórico. los que venimos diciendo: extinguida la vieja sociedad argen-
tina, y frente a la falsificación histórica, ella sólo pudo ser con-
Es que aquellos revisionistas remotos -Saldías, Quesada-
pudieron tener además del dato, algo que se perdió para los que tradicha por los sobrevivientes, los testigos de un momento
vinieron después, sepultada una época bajo los escombros de la vivo. Será necesario otro momento histórico, un momento de
derrota, e impedidos sus sobrevivientes para la polémica y el revisión social e ideológica, que provoque la sugerencia de las
testimonio. La demolición de sus testigos; de sus actores intimi- fuerzas reales de la sociedad, para que se cree el ambiente propi-
dados o perseguidos, no logró impedir que pudieran recoger en cio a repensar la historia, a comprender desde otro punto de
el seno de los hogares y en el íntimo escenario de la amistad, la vista las estructuras artificiales que se han creado, y para cuya
tradición oral que subsistía a media voz aunque en reducidos subsistencia se hizo una historia también artificial.
sectores por las razones que ya se han dicho. El revisionismo se mueve en las avanzadas de esa modifica-
Corresponden estos historiadores a un momento social y ción social, de esa marcha hacia el reencuentro con el pueblo,
político que se parece al actual como el crepúsculo de la tarde que recrea condiciones de paralelismo con el momento histórico
al de la mañana, como la hora de la oración a la del alba. En adulterado.
la media luz de una época que se extinguía fueron ellos testi- Esta posición de vanguardia en el tiempo hace más excepcio-
gos del día que terminaba, y si no lo habían vivido, aún nal el mérito de los historiadores de la nueva corriente. Como he
podían percibir con los recuerdos de los ancianos, y la memo- llegado tarde a ella, y en realidad solo soy un divulgador del tra-
ria de la niñez o la adolescencia, las resonancias ciertas y los bajo de otros, puedo decir ese mérito sin que me comprendan las
contornos del momento histórico que la falsificación estaba generales de la ley, mostrando las dificultades que enfrentaron
desfigurando. Analogía con el momento de la revisión histó- los hombres de mi generación, y en el caso particular esos histo-
rica, cuando de nuevo el pueblo se hace protagonista de la his- riadores.
toria y pone con su presencia en el escenario, condiciones Se necesitaba un valor extraordinario para afrontar la
paralelas a las que entonces perimían; el hecho social sin el
máquina y todo el concenso público que esa planificación cultu-
que no es concebible la historia y que exige buscar en él la
ral había formado. La generación a la que yo pertenezco solo
mayor parte de las explicaciones.
tenía algún contacto ocasional con el pasado; como el mío en las
anécdotas que he referido. Lo testimonial era escaso y lo escrito
falso. Era un cielo nublado y la Cruz del Sur estaba cuidadosa-
mente tapada. ¿Cómo orientarse, si también las señales de los
caminos estaban invertidas sobre la tierra? Aquí yo, uno de tan-
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tos en esa generación, tendría que hablar de mis experiencias pasado puede comprenderse por el presente". Es lo que refuerza
personales.2
con la anécdota de Henri Pirenne cuando quería ver el ayunta-
Los historiadores revisionistas tuvieron que unir su capaci- miento nuevo antes que los edificios viejos.
dad investigadora para penetrar en la oscuridad y ocultación Los historiadores revisionistas han aportado los elementos;
organizadas, una gran conducta, porque debieron afrontar el sis- los han descubierto y sacado de donde estaban ocultos pero
tema de la "intelligentzia" que así como premia con el prestigio pudieron quedar esos elementos acumulados como se juntan los
y la difusión a los serviles de la falsificación, castiga con el ano- materiales en un baldío para una construcción futura, o podrían
nimato o la injuria al verdadero historiador. Y esto continúa ser como esos esqueletos de hormigón fríos y desnudos, que en
siendo así a pesar del consenso público actual de que la historia nuestra ciudad refieren la historia de los consorcios de propie-
falsificada es una fábula. Es que el sistema que la impuso retiene dad horizontal fracasados. La tarea que cumplió la escuela revi-
en su poder todos los instrumentos de cultura y difusión de las
sionista, que comienza a definirse después del primer cuarto de
ideas en su desesperado esfuerzo para mantener la intangibilidad
este siglo y especialmente después de 1930, como se explica en
de la mentira. Solo que el sistema ante el nuevo acontecer histó-
el apéndice que se acompaña, corría el peligro de quedarse, aún
rico, es antihistórico, y por consecuencia obtiene resultados
en la verdad, como una simple revalorización de la historia
inversos de los que se propone, como ha ocurrido con esta línea
como anécdota, en una reivindicación de héroes y en una des-
Mayo-Caseros y sus propulsores, que han resultado los mejores
trucción simplemente iconoclasta y sobre todo en presentar la
instrumentos, a contrario imperio, para provocar, por las analo-
gías que establecen entre el pasado y el presente, la comprensión historia como un hecho del pasado, sin articulación con el pre-
de la verdad histórica. Es lo que he comentado humorística- sente y el futuro. De tal manera, la revisión histórica hubiera
mente en una nota periodística hace ya tiempo: "¡Flor de revi- sido un hecho de justicia pero no la contribución necesaria para
sionistas, estos libertadores!" 3 poner la historia al servicio de la política nacional, como ense-
ñanza de las técnicas de los adversarios del país y de los fines
perseguidos, y de cuales son las técnicas y los fines que sirven a
la empresa nacional y la sirvieron en el pasado. Pudo limitarse a
PRESENTE DEL REVISIONISMO ser también una melancólica recordación de frustaciones y una
romántica evocación de vencidos.
El factor decisivo del triunfo de la revisión histórica ha sido La vida -el pueblo- ordenó aquellos materiales que acumu-
la nueva realidad del país; ella es la que ha impedido que la laron los revisionistas. Lo hizo no sólo aportando ese presente
escuela revisionista quedara, como las tentativas anteriores, a vivo que exige la comprensión del pasado, según lo señala
manera de un islote aislado; esa realidad es la que le ha permi- Bloch, sino influyendo sobre los revisionistas mismos para que
tido encarnarse en la conciencia pública y hacerse ya opinión del
no fueran simples "anticuarios útiles" y haciendo su labor de
país sin necesidad de universidad, escuela, prensa, y contra
historiadores una militancia combativa que nutre de vida, y por
ellas.
consecuencia de amplias comprensiones, el pasado que habían
Viene aquí al pelo la cita que hice al principio. Cuando Bloch estudiado. Me adelanto a señalar que a su vez contribuyeron a
expresa que "si la incomprensión del presente nace fatalmente esta nueva vida del pueblo con sus enseñanzas, a medida que en
de la ignorancia del pasado" agrega que "inversamente el el análisis histórico fueron desentrañando los hechos sociales,
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económicos y culturales, que surgían de ese análisis. Concreta- La edad de la fábula y la novela había terminado y de ahí el
mente, y en esta particular tarea ha de corresponderles a Raúl triunfo del revisionismo; una nueva edad se abría para reanudar
Scalabrini Ortiz, en lo económico, a Hernández Arregui, en lo los hilos de la auténtica historia y tejerlos. No hace falta decir, y
cultural, y a Abelardo Ramos y otros revisionistas de la si hiciera falta no seríamos revisionistas, que ha bastado la pre-
izquierda nacional, en lo social, el ampliar las bases del estudio sencia de lo social en la historia para que se hiciera presente lo
histórico hacia dimensiones económicas y sociales sistemática- nacional. Insisto en esto porque aquí está contenida la sustancia
mente eludidas por la historia oficial, y tal vez descuidadas por de todo el esfuerzo revisionista, en la comprobación de una ley
otros revisionistas cuya posición polémica se movía solo en el histórica, de una reincidencia permanente: Lo nacional está pre-
escenario que había descripto la historia oficial. sente exclusivamente cuando está presente el pueblo, y la recí-
proca: sólo está presente el pueblo cuando está presente lo
La nueva presencia del pueblo en el Estado, excluido des-
nacional. Fórmula permanentemente valedera, de vigencia
pués de Caseros y que reaparece con Yrigoyen con una expre-
necesaria, que ha comprobado el revisionismo histórico en el
sión política de vago sentido social, se profundiza en el proceso
pasado, y que comprueba la observación de los acontecimientos
de 1945, que se expresó con Perón, con el predominio de lo
en el presente. Esta reiteración es un aporte fundamental de la
social y lo económico sobre lo político. Señalo aquí que la ten-
historia revisionista a la política nacional, y esta comprobación
dencia general de los historiadores revisionistas, unos pocos de
fue sistemáticamente eludida por la historia falsificada, una de
los cuales habían militado en el radicalismo yrigoyenista antes
cuyas finalidades fue excluir del conocimiento público la ausen-
que éste se sometiera, es lo que políticamente se define como cia o la presencia de un actor que permite individualizar la natu-
nacionalista. Hernández Arregui, que no puede ser sospechoso raleza de los hechos históricos, y su sentido de política nacional
de afinidad con lo que define esta posición política, tiene al res- o antinacional.
pecto una frase esclarecedora: "El pueblo estuvo en la posición
nacional -no "nacionalista"- y es un mérito de los nacionalistas
haber reforzado la conciencia histórica". LA REVISIÓN HISTÓRICA Y LA POLÍTICA MILITANTE

Conviene precisar los efectos de la política de la historia fal-


LAS NUEVAS CONDICIONES HISTÓRICAS sificada en la formación de la "intelligentzia". La política inte-
lectual nos servirá para ello. Si saliendo del terreno estricto de
El momento había llegado con las nuevas condiciones histó- los historiadores nos trasladamos al campo político no es fácil
ricas. Es lo que confirma aquel pensamiento de Croce: "Las eda- percibir como correspondiendo al sentido nacional de los parti-
des en que se preparan reformas y transformaciones miran aten- dos populares se manifiestan las tendencias hacia el revisio-
tas al pasado; aquel cuyos hilos despedazan, y a aquel de quien nismo histórico. Revisionista era en su origen el radicalismo,
intentan reanudarlos para seguir tejiéndolos. Las edades consue- desde su primera figura, Alem, a Yrigoyen el organizador que lo
tudinarias, lentas y pesadas, prefieren a la historia las fábulas y llevó a la victoria. Si el primero vio a su padre ahorcado por
las novelas, y a fábulas y novelas reducen la historia misma" (La mazorquero, éste era nieto del mismo federal. Sale el radica-
Historia como hazaña de la libertad). lismo del seno del alsinismo, que es el primer escenario donde lo
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popular intenta actuar después de Caseros y en el que comienzan parte de los trabajadores urbanos eran extranjeros; esto explica
a reaparecer los federales radiados. De origen y convicciones su extinción con la nacionalización de la masa trabajadora que
federales son los hombres que constituyen los primeros cuadros organiza otro tipo de sindicalismo.5 Los partidos izquierdistas
en provincias ese es el antecedente con que se los convoca a la fueron también incapaces de plantear sus problemas específicos
acción. (Ricardo Caballero, Yrigoyen y la revolución de 1905). dentro de una comprensión que hubiera demandado el encuentro
Esta característica del radicalismo se vio pronto desfigurada por con la realidad histórica.
la incorporación de nuevas promociones universitarias descen- Esto vendría después, precisamente cuando al nacionalizarse
dientes de la inmigración, que desconectadas del pasado ya las agitaciones sociales, por el nuevo equilibrio demográfico
remoto, sufrieron la influencia de los instrumentos de cultura que disminuyó la influencia extranjera y por el surgimiento de la
que la oligarquía puso al servicio de la mentira histórica. Aun el industria y la incorporación del obrero criollo -antes sólo peón
mismo Yrigoyen fue intimidado y no valoró suficientemente rural u obrero de changa-, el planteo de los problemas sobre
-como igualmente después Perón- la importancia política de la bases nacionales exigió al nuevo sindicalismo que participase de
historia. Paulatinamente el radicalismo fue perdiendo su sentido la revisión histórica, cosa que se está cumpliendo vertiginosa-
histórico y es corroborante de lo que venimos sosteniendo seña-
mente. Los partidos de izquierda se quedaron atrás, a la cola de
lar que ese proceso es paralelo a la pérdida de su sentido nacio-
los partidos de la oligarquía, ajenos al hecho nacional que se
nal y social, que comenzado con la desvirtuación alvearista ter-
producía.
minó por colocarlo en la vereda de enfrente, en la misma línea
La formación política de 1945, absorbiendo las grandes
que la oligarquía con posterioridad a 1935, cuando fue batida
masas populares, y los grupos minoritarios que habían actuado
totalmente la línea yrigoyenista y el radicalismo se constituyó en
en la vanguardia de la nueva conciencia argentina -especial-
uno de los partidos del sistema. La línea histórica se retrajo en
FORJA buscando el reencuentro con el pueblo que halló en el mente en el nacionalismo y en FORJA- son en el campo polí-
cauce común de 1945, o en la tímida reticencia de algunos tico, las fuerzas paralelas de la revisión histórica, los vehículos
intransigentes.4 de su difusión. Constituyen el medio histórico a que nos hemos
referido anteriormente en la cita de Croce: "Las edades en que
se preparan reformas y transformaciones que miran atentas al
pasado... se expresan en ellos".
LAS LLAMADAS IZQUIERDAS Las llamadas izquierdas han estado ausentes hasta hace poco
Y SU POSICIÓN HISTÓRICA de la revisión, salvo muy contadas excepciones. Por el contrario,
han sido solidarias sostenedoras de la historia falsificada. Esta
A su vez las llamadas izquierdas tuvieron en materia histó- coincidencia con la oligarquía liberal no es la única y desde
rica la misma, incomprensión de los fenómenos locales que luego, obedece a una causa común. La izquierda, por su forma-
tuvieron para lo social, económico y cultural, contemporáneo. ción intelectual ha sido tan antinacional, como la oligarquía por
El sindicalismo de importación fue incapaz de comprender los sus intereses, y por eso ha carecido de eficacia en el campo polí-
problemas del proletariado nacional y se redujo a sectores obre- tico social; los grandes movimientos sociales y económicos de
ros calificados, o al proletariado extranjero que transfería su la historia del siglo han pasado delante de ella sin que percibie-
problema europeo a nuestro país, en un momento en que gran ran su significación, y permanentemente hostilizados. Si no
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comprendían el presente mal podían comprender el pasado. Así, emancipadora? Estas fuerzas se han movido en un círculo
marginada de la vida social del país, se ha encontrado incapaci- vicioso: por carencia del sentido nacional han cerrado sus posi-
tada para corregir sus propios errores adecuando su pensamiento bilidades políticas en lo popular; sin posibilidades populares,
y su acción a las demandas de la realidad. No ha tenido ninguna pierden a su vez la influencia realista del pueblo, que pudiera
significación masiva y ha quedado siempre reducida a un campo darles sentido nacional.
intelectual común con el liberalismo: el de la "intelligentzia"
cosechando pequeños disconformismos burgueses, inquietudes
epidérmicas de estudiantes o escritores, en el intervalo hasta la
LA IZQUIERDA COMO EPIFENÓMENO
hora de los tejidos grasos. Constituyen sólo una suma de postu-
DE LA OLIGARQUÍA
ras individuales.
Si nos referimos al comunismo la explicación puede darse Pero no es necesario ahondar profundamente en las causas que
por la sujeción a directivas externas y el sometimiento a una han mantenido a la izquierda marxista o liberal al margen del
política mundial en que lo argentino, ni el pueblo argentino en revisionismo histórico. Las izquierdas en nuestro país no son
sí, son fines. La explicación doctrinaria no sirve porque la reite- expresión de movimientos sociales sino de posturas intelectuales;
rada actitud del partido comunista argentino en su postura de lo social se vuelca por otros cauces, como el yrigoyenismo o el
paralelismo con la oligarquía liberal cada vez que las masas
peronismo en el orden nacional, o como el lencinismo, el canto-
argentinas se pronuncian hacia el avance en la economía nacio-
nismo, el verismo, etc. (Mendoza, San Juan y Tucumán respecti-
nal corresponde a una estrategia siempre condenada por los
vamente), en los órdenes provinciales, pasando de largo frente a
maestros del marxismo. Basta recordar que Lenín, coincidiendo
las "científicas" cañerías preparadas por la "intelligentzia" de
en esto con el pensamiento de Kautski, condenó la posición del
izquierda. Es que las izquierdas no son más que un ala de la
Partido Social Demócrata Polaco cuando en nombre del interna-
"intelligentzia". Parten de un supuesto internacional y aunque
cionalismo se oponía a la autodeterminación polaca con el argu-
teóricamente sepan establecer la diferencia entre países desarro-
mento de que ésta era propiciada por la burguesía nacional.
Lenín dijo entonces: "Temiendo el nacionalismo de la burguesía llados y subdesarrollados, entre imperios y colonias o semicolo-
de las naciones oprimidas, Rosa Luxernburgo favorece en reali- nias, esto es sólo en el plano abstracto de la teoría. Sirve para la
dad el nacionalismo ultrarreaccionario de los Grandes Rusos". generalización pero nunca para el hecho concreto, para la coyun-
¿Y qué otra cosa es la tarea que han cumplido aquí los partidos tura en que hay que desentrañar la teoría contenida en el hecho
marxistas, y específicamente el socialismo, sino oponerse a que siempre es confuso o perturbador.
todas las realizaciones nacionales, so pretexto de defender a los Mejor que argumentar es ejemplificar. Izquierdas pacifistas,
trabajadores contra la burguesía local, cuando no a mérito de la en las dos grandes guerras pretendieron hacernos intervenir;
inmadurez de nuestras clases humildes, o de las formas prima- antiimperialistas, cuando la guerra inter-imperialista se produce,
rias y cesaristas con que se expresan? ¿Qué otra cosa han hecho abandonan el planteo an-imperial para sumarse a uno de los ban-
por otra parte que hablar generalidades sobre el imperialismo in dos; anti-militaristas, acompañan los dos golpes militares contra
abstracto, uniéndose siempre con la oligarquía para combatir los los gobiernos populistas. ¿Para qué seguir con la enumeración
dos procesos que en algún modo significaban una posibilidad de sus contradicciones?
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POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 55

Aquí también estamos en presencia de un círculo vicioso política de la historia falsificada y hasta es creador de un tér-
cuando nos referimos a la revisión histórica. La izquierda era mino, "política criolla", que revela su incapacidad para com-
hasta hace pocos años el guardián más vigilante de los tabús ofi-
prender las particularidades naconales propias de cada país. Esta
ciales y su esquema en la historia no había superado el sarmien-
expresión es típica del ideólogo que supone que la realidad debe
tino "civilización y barbarie", practicando una notable caracte-
someterse a las ideas y no las ideas adecuarse a la realidad; en
rística de nuestra "intelligentzia", que es esa de usar una teoría
lugar de intentar la construcción del socialismo criollo, reclama
-valga para el caso el marxismo de muchos- para la interpreta-
primero que el país deje de ser criollo para que sea socialista. Es
ción de todos los hechos mundiales, menos los de su propio país,
siempre el esquema de "civilización y barbarie" en sus distintas
donde ignoran deliberadamente la composición de las clases, y
su ordenamiento político en el momento histórico, aunque recu- variantes: la oposición entre un mundo ideal previamente esta-
bran esa deliberada ignorancia de una pintoresca terminología blecido, y el mundo de la realidad que debe entrar necesaria-
como lo feudal-burgués, o tengan que descubrir el asombroso mente en el supuesto previo. ¿Cuál podía ser la posición histó-
hecho de que Rosas era estanciero, por justificar su beligerancia rica de este sector sino la del absurdo método que aplicaba con-
histórica a favor de los importadores contra la artesanía, el pre- temporáneamente?
capitalismo sasladeril o la defensa de la integridad nacional y Si el retardo en la comprensión de nuestra historia puede
rehuir la constatación de la adhesión de las masas populares a explicarse por la visión antinacional de los partidos llamados de
los caudillos de la federación. izquierda, no se puede negar que al margen de esas responsabili-
dades de partido, la incomprensión ha sido característica de toda
Explicable esto en los militantes del partido comunista por su
la postura mental. En los llamados intelectuales se explica por
obediencia a directivas extranjeras que los lleva a prescindir de
qué la izquierda no es pecado para la oligarquía y el imperia-
un análisis serio del hecho nacional siempre subestimado: "Que
lismo; se repite la de 1930; pueden convivir cómodamente y tie-
perezcan por último, estos veinte pueblecitos (se refiere a los
nen abierto el acceso a la Universidad, a todas las cátedras y tri-
latinoamericanos), con tal que se salve la revolución rusa". A un
bunas de prestigio, a la gran prensa y a la nombradla internacio-
comunista no le interesa sino la campaña de la III Internacional,
nal, siempre que cumplan el tácito pacto, reiterado en toda nues-
aunque para sostenerla se sacrifiquen quince países..." (Victorio
tra historia, de distraer y desviar las inquietudes populares fuera
Codovilla, frente a los planteos nacionales latinoamericanos en
de las soluciones nacionales o en conflictos adjetivos, y prestar su
el Congreso Antiimperialista de Bruselas, 1927, citado por Enri-
colaboración, en 1955 como en 1930, como en Caseros, al esta-
que Rivera en La Reforma Universitaria Ed. Atahualpa.)
blecimiento del sistema de la oligarquía. Esto explica la recíproca
El partido socialista, a su vez, bajo la inspiración de sus contraprestación de autobombos y ayudas. ¿Pueden estos repre-
maestros, ha sido permanente cooperador de los gobiernos libe- sentantes de la "intelligentzia" aceptar la revisión histórica que
rales y su hostilidad ha sido típica contra los dos movimientos importa tanto como comprobar esa permanente colaboración
populares y no es cuestión ahora de detenerse a analizar como contra el país? Al servicio de esa "intelligentzia" termina la
toda su política financiera y económica ha sido anti-industria- Reforma Universitaria una vez que pierde sus dos únicos rasgos
lista y ha estado al servico de la política del libre-cambio, de autenticidad, que trascienden del simple problema técnico del
moneda sana, etc., conforme al esquema de la potencia exporta- gobierno de las casas de estudio: la expresión renovadora traída
dora e importadora. Su actitud mental es la que corresponde a la al país por el acceso del pueblo al poder, con el radicalismo, y la
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tentativa de crear una inteligencia latinoamericana, un modo cul- confluencia futura en el programa mínimo de la política cons-
tural propio, que por lo menos dio frutos en algunos otros países tructiva que aglutinaría las masas desde 1943 en adelante. Esa fue
de América. Aquí el hecho histórico Reforma Universitaria, su tarea que consideró cumplida en octubre de 1945, fecha en que
generado por la realidad nacional, en lugar de dar frutos naciona- se disolvió para facilitar la incorporación de sus militantes al
les da un nuevo y eficaz aporte a la "intelligentzia" con los "maes- nuevo movimiento popular.
tros de la juventud" que en la posición histórica de la oligarquía, En cambio, los estratos sociales provenientes de la inmigra-
la sirven en sus coyunturas decisivas, 1930,1945 y 1955. ¿Cómo ción no tuvieron como aquellos "nacionalistas" algunos puntos
habían de comprender la historia, si no comprendieron -¿ceguera de apoyo en la realidad nacional y su formación fue puramente
o vanidad?- el hecho mismo del que eran hijos? libresca. Cultura de lecturas abundantes y meditaciones escasas;
Ajustándonos estrictamente a la materia histórica, estamos en ideas y novelería y pocos hechos, y sobre todo subordinación del
presencia de una paradoja. Los sectores nacionalistas, señalados hecho nacional, del hecho local y propio, a interpretaciones fun-
como antipopulares por su origen y por sus esquemas políticos dadas en una erudición de fórmulas y soluciones correspondien-
primarios, son los primeros en llegar a la comprensión del fenó- tes a otras realidades. Porque esa es la sustancia de nuestra "cul-
meno histórico argentino y de los movimientos sociales que son tura" en cuya cuidadosa elaboración ha intervenido la política de
su contenido, y aquel sector del pensamiento que vive en perma- la historia que se propuso dar ese tipo de formación intelectual.
nente declamación de pueblo, se atiene a los mitos históricos de Es aquella de la que dice Dostoievsky en la cita que extraigo de
la oligarquía, o sea del anti-pueblo.
Hernández Arregui, en Imperialismo y Cultura, "Desprendién-
Tal vez bastará para intentar una explicación el que los prime- dose de la sociedad y abandonándola no van hacia el pueblo, sino
ros, los nacionalistas, al sentar sus planteos sobre la base necesa- a cualquier parte, al extranjero, al europeísmo, al reino absoluto
ria de lo nacional se vieron obligados a considerar al hecho histó- del hombre del reino universal que no ha existido jamás y de esta
rico en concreto, referido a nuestro país, mientras los segundos, manera rompe con el pueblo que lo desprecia".
la izquierda, actuando en función de ideologías, generalizaron sin Compárese, de paso, esto que dice Dostoievsky con referen-
ajustarse al estudio de la propia realidad pasada. cia al supuesto cosmopolitismo del mundo, que es la base de la
Pero creo que también ha facilitado a los primeros su contacto teoría liberal en la economía internacional. Ese "reino universal"
más directo con el país y su pasado, por su entronque familiar y no ha existido jamás y lo que existe son agolpamientos naconales
por la influencia de una tradición cultural, religiosa o histórica, en distinto estado de desarrollo, y el liberalismo pretende negarlo
por excepción sobreviviente en algunos individuos de la clase en beneficio de los más adelantados.
dirigente, culturalmente no afrancesados y económicamente no Pero volvamos a Dostoievsky, en las citas del mismo origen:
anglicanizados. Conviene aquí señalar la gravitación del pensa- "Por fértil que sea una idea importada del extranjero, no podrá
miento de FORJA sobre las tendencias nacionales, en la década adquirir arraigo entre nosotros, aclimatarse y sernos útil real-
de 1935-1945 aportando al revisionismo histórico el comple- mente, como si nuestra vida nacional sin ninguna inspiración ni
mento necesario de la revisión económica y social, que contri- empuje exterior hiciera surgir de sí misma esta idea natural y
buyó así a vincular la historia con la política concreta del país. Le prácticamente a consecuencia de una necesidad reconocida por
tocó a FORJA concretar la formulación de un pensamiento nacio- todos. Ninguna nación en el mundo, ninguna sociedad se ha for-
nal excluyeme de toda influencia foránea que trazaba la línea de mado bajo un programa de encargos importados al exterior".
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POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 59

Los últimos acontecimientos han puesto en evidencia el doble


juego de derecha-izquierda de la "intelligentzia" y la política de NOTAS
1
He vuelto a releer con motivo de este trabajo las páginas de Sar-
compromiso ha arrojado en los brazos de la oligarquía, ya públi-
miento en Recuerdos de Provincia y vuelvo a reiterar lo que he
camente, a muchos supuestos revolucionarios de la universidad a dicho ya en otra parte. Asombra ver cómo individuo de tan extraor-
la política. Inversamente, la línea nacional del pueblo clarifica las dinario talento, y seguramente inspirado en la enorme pasión de
grandes líneas de oposición nación-antinación, y este alinea- una patria imaginaria, ha caído en sus dislates recubiertos por su
miento contemporáneo, como se ha dicho al principio del capí- magnífica prosa. Vemos como la posición a priori, el esquema ide-
tulo, obliga a repensar la historia. Se hace imposible comprender ológico en el punto de partida, ciega para ver la realidad por la apli-
el presente del país sin compender el pasado y los fenómenos cación de un mal método científico. Sarmiento parte de una pre-
sociales, políticos y económicos que están a la vista obligan a misa falsa, el dilema de "Civilización y Barbarie", Europa y Amé-
buscar otra explicación histórica que la que proporciona la histo- rica contrapuestos, lo bueno y lo malo, como en las películas yan-
ria oficial. A medida que se abre la comprensión de la reciproci- kis, y desde allí deduce. En el fondo es el disparate rivadaviano
dad de los términos social y nacional, se hace imposible pensar -dejando establecidas las diferencias entre este mediocre personaje
y aquel genial aunque desorientado espíritu- que quiere hacer
una política social sin una política nacional y así ocurre que mien-
Europa en América, para lo cual es necesario prescindir de ésta
tras los iniciadores del revisionismo histórico por el camino de lo última, es decir de la realidad. ¿Pero cuántos rivadavianos, sar-
nacional fueron a parar a lo social, una nueva corriente se está for- mientistas y antisarmientistas, en derecha y en izquierda, y aún en
mando que por el camino de la social va a parar a lo nacional. el mismo nacionalismo, padecen del mismo mal, aún ahora? ¿Qué
Estamos ya en presencia de una izquierda nacional que se es eso de "Libros o alpargatas", sino lo de siempre tipificando esa
define y en cuanto lo hace, pasa a la revisión por imperativo de su postura zurda a que llaman izquierda?
posición nacional. 6 ¿Le hubiera ocurrido a Sarmiento si hubiera utilizado el método
En realidad las masas populares han comprendido siempre la inductivo, que es el científico? Así en Recuerdos de Provincia,
reciprocidad de los términos, política nacional y revisionismo, cuando habla del pasado colonial en que su madre podía mantener
sin necesidad de todas esas figuritas que tenemos que hacer los el hogar con sus artesanías, y una economía regular estabilizaba la
sociedad provinciana, cree que todo eso ha sido destruido por la
que nos creemos intelectuales, para comprender los hechos, y
barbarie caudillesca, sin comprender que la barbarie caudillesca ha
esto en razón de que el buen sentido de lo popular no tiene ante- sido el producto de la destrucción de la economía que añora, por la
ojeras que le deformen la visión. Por eso su encuentro con la revi- competencia de la mercadería importada a precios viles. Y no es
sión y sus comprobaciones encajan la historia en el hecho nacio- que no la haya visto, pues lo dice.
nal y lo estructuran en el tiempo. Con su historia surge la posibi- No puedo renunciar a reproducir esta página: "Yo me he asom-
lidad de una política nacional panorámicamente arquitecturada, brado en los Estados Unidos al ver en cada aldea de 1.000 almas
sin las contradiciones de las tentativas anteriores, 1916 y 1945, uno o dos bancos, y saber que existen por todas partes propietarios
hijas precisamente de la falta de una nueva visión total que sólo millonarios. En San Juan no ha quedado una fortuna en 20 años de
puede darla la comprensión histórica. El espacio integrado en el federación. Carriles, Rosas, Oros, Rufinos, Limas, y tantas otras
tiempo, con la presencia del pueblo, el agente vivo de la historia. familias poderosas, yacen en la miseria, y descienden de día en día
a la chusma desvalida. Las colonias españolas tenían su manera de
ser, y lo pasaban bien, bajo la blanda tutela del rey; pero vosotros
habéis inventado reyes con largas espuelas nazarenas y apenas des-
montados de los potros que domaban en las estancias, creyendo
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que el más negado es el que mejor gobierna. La riqueza de los pue- montonera. Cinco de sus hijos han sido degollados en el último
blos modernos es hija sólo de la inteligencia cultivada, etc., etc.... levantamiento, habiendo escapado a los bosques la señora y una
¡Vedla a Inglaterra, la Francia, los Estados Unidos, donde no hay niñita y caminando a pie dos días para salvarse de estas venganzas
restaurador de las leyes ni estúpido héroe del desierto, armado de indias.
un látigo, de un puñal, y de una banda de miserables para gritar y ¿Cómo se explicarían sin estos antecedentes la especial y espontá-
hacer efectivo el salvaje muera los unitarios, es decir, los que ya no nea parte que en el levantamiento del Chacho tomaron no sólo los
existen, y entre quienes se contaron tantos ilustres argentinos! llanos y los pueblos de La Rioja, sino los laguneros de Guanacache,
¿Habéis oído resonar en el mundo otros nombres que los de Cob- los habitantes de Mogna y Valle Fértil, y todos los habitantes de
den, el sabio reformador inglés, etc., e t c . ? " . San Juan diseminados en el desierto que se extiende al este y norte
Desmejorad el estilo y estaréis oyendo a uno de nuestros tilingos de la ciudad, y hasta el pie de las montañas por parte del sur hasta
actuales. ¿Sabía Sarmiento siquiera que en esos momentos Cán- el Flaco de los Berros, que tanto dio que hacer?".
ning ejecutaba en la política el pensamiento de un admirado Cob- ¿Cómo se explicarían, pregunta Sarmiento? De cualquier manera,
den, en la fórmula "Inglaterra será el taller del mundo, y la América menos diciendo que es un conflicto generado por la barbarie de
del Sur su granja", para lo que entonces como ahora era necesario unos frentes a la civilización de otros, y menos con sus explicacio-
que se destruyesen esas artesanías y esas fortunas que ingenua- nes a base de beduinos y pueblos pastores. Lo que acaba de decir
mente cree que ha destruido el bárbaro caudillo, cuando éste es el demuestra que la barbarie es el efecto y no causa, y que la causa es
fruto de esa destrucción? No, no lo sabía, como no sabe el tilingo esa que señala, pero sobre la que pasa por alto: el despojo de las
de hoy que esa fórmula persiste con toda su vigencia, como lo he aguas, o el cambio de las condiciones económicas por el "libre
señalado antes refiriéndome a las Memorias de Churchill. cambio", en la cita anterior, que ha alterado la economía de la
¿Dudáis aún? Pues buscad en Civilización y Barbarie (Ed. Apple- blanda tutela del rey, arrojando los hombres a la condición de mon-
ton, N. York, 1868), pág. 229 y sgte. "Lo mismo se practicó en La taraces...
Rioja donde siendo escasa el agua, los indígenas vivían a la margen
de las escasas corrientes, y fueron reducidos en lo que hoy se lla- Tal método interpretativo del "maestro". Imaginad los discípulos,
man los Pueblos, villoríos sobre terreno estéril, cuyos habitantes se tal vez ese mismo coronel Arredondo que por una casualidad no
mantienen escasamente del producto de algunas cabras que pacen practicó en los Pueblos el sencillo procedimiento aconsejado por el
ramas espinosas, y están dispuestos siempre a levantarse para "maestro" y ejecutado por los "Orientales" de Mitre; Sandes, Yrra-
suplir con el saqueo y el robo a sus necesidades. El coronel Arre- bazal, ese mismo Arredondo, que no aplicaban al gaucho otra ley
dondo que recorrió los Pueblos para someterlos los encontró siem- que la que les aplicaban los "bárbaros" a los Del Moral, pero esta
pre en poder de mujeres medio desnudas, y sólo amenazando que- vez en beneficio de la "Cultura".
marlos consiguióse que los montaraces varones volviesen a sus No hace mucho tiempo Soler Cañas comentó en la revista Mayoría
hogares. El pensamiento le vino alguna vez de despoblarlos y sólo un libro mío de 1934. Es un poema gauchesco titulado El Paso de
la dificultad de distribuir la gente en lugares propicios lo contuvo. los Libres, y señala el comentarista la contradicción entre las defi-
A estas causas de tan lejano origen se debe el eterno alzamiento de niciones nacionales y del hecho imperialista, que el personaje pro-
La Rioja y el último de 'El Chacho'. La familia de los Del Moral tagónico hace, con un recuerdo elogioso de Caseros, que se le
hace medio siglo que viene condenada a perecer víctima del sordo escapa. Esto puede ser perfectamente explicado si se recuerda
resentimiento de los despojados. Para irrigar unos terrenos los cómo fuimos formados intelectualmente los hombres de nuestra
abuelos desviaron un arroyo y dejaron en seco a los indios ya de generación, y cómo el encuentro con la verdad ha sido paulatino,
antiguo sometidos. En tiempos de Quiroga fue esta familia, como fraccionario, carente de una visión panorámica integral pues en
la de los Ocampo y los Doria, blanco de las persecuciones de la cada paso que avanzábamos lo que se descubría estaba en contra-
dicción con lo que se nos había enseñado como verdad inconclusa
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y muchas veces subsistente en nosotros. No hemos tenido ni litera- había sido durante once años. Nunca la escuela habló de esos ran-
tura, ni maestros de esa verdad, y los que habían estaban ocultos queles cuando ya éramos eruditos en Sioux, Apaches, Comanches,
bajo la abrumadora carga de literatura y enseñanza destinadas a Iraqueses, y así. Y nunca se nos habló de la laguna del Chancho,
ponernos anteojeras. En una palabra tuvimos que fabricarnos nues- donde íbamos a bañarnos y a pescar en las siestas robadas y en las
tras propias armas, y construir con atisbos, intuiciones y datos ais- rabonas, como tampoco de la de Gómez o Mar Chiquita más allá,
lados lo que para las nuevas generaciones ya es una verdad arqui- cerca de Junín, que nunca supimos se llamó Federación, y su pago
tectural. Ahora, por ejemplo, después de la labor de José Mana "El Potroso", como nunca se nos dijo que nuestro pueblo nominado
Rosa sobre la guerra del Paraguay, es relativamente fácil ubicarse, Lincoln en homenaje al Presidente norteamericano, se llamaba
respecto de ésta. Yo en cambio para orientarme tuve que valerme antes "Chañar", ni tampoco conocimos el chañar, esta vez con
de atisbos como el que referiré anecdóticamente. minúscula, cuyas pequeñas isletas ya no existían en la zona. Y sin
He nacido en un pueblo del oeste de la provincia de Buenos Aires, embargo en esas lagunas nace el Salado de Buenos Aires, que sólo
en Lincoln, y este pueblo se fundó reservando suertes de chacras oímos nombrar en la escuela cuando ya sabíamos bastante de el
para los soldados de aquella guerra. De tal manera que en mi infan- Yang-Tse-Kiang o del Mississippi. Es cierto también que ni el
cia conocí algunos viejitos veteranos con quienes conversábamos zorro, ni el ñandú, ni la mulita o el peludo, entraba en nuestra zoo-
al salir de la escuela bajo las galerías de paraísos que sombreaban logía escolar, como tampoco las nuevas razas vacunas, por lo
la plaza, y me impresionó bastante el contraste entre las referencias menos el Héreford y el Shorthorn que empezaban a poblar los cam-
históricas que la escuela me daba sobre la guerra del Paraguay, y el pos del oeste mientras se alejaban las ovejas dejando sólo el rastro
relato anecdótico de aquellos humildes actores, algunos allá muti- de la majada de consumo. Pero conocía la descripción exacta del
lados, cosa que no le pasaba a los historiadores. Para la enseñanza ornitorrinco que es una especie relicta de Australia. También nos
oficial la guerra había sido con el Paraguay y el Brasil nuestro enseñaban lo que significa relicta.
aliado, pero en vivo relato, en la conversación evocativa de los Años más adelante he oído a gente con cultura agraria preguntarse
actores, todos los enconos, todos los choques que recordaban se por qué el valor de los campos se ha desplazado de los bajos del
remitían a una permanente hostilidad hacia el presunto aliado. sur, que fueron trebolares cruzados por arroyos hacia los campos
Alguna vez se contaron expediciones nocturnas y conjuntas de del oeste, pues nadie les enseñó la influencia de la técnica sobre el
paraguayos y argentinos, "carchando" los caídos del ejército brasi- medio, para hacernos comprender que la fisonomía rural de la pro-
leño, mejor pagados, y en cuyos bolsillos solían encontrarse alguna vincia de Buenos Aires fue cambiada por el progreso técnico, que
onza de oro. Muchos años más tarde he recogido en Río Grande do permitió dar vuelta a los pajonales con el arado de dos rejas y sus-
Sud la repercusión en el otro lado de hechos como estos y que tituyó la incómoda aguada del jagüel, por el molino de viento y
debieron originar este juicio crítico: "O argentino moho valente creó la posibilidad de la zona de las invernadas con alfalfa.
mais moho gatuno". (Con gatuno quieren decir ladrón). Así el hombre del medio rural, como el historiador, ha tenido que ir
A esos veteranos que me dieron su versión de la popularidad de la descubriendo sus verdades entre la maraña confusa de las generali-
guerra con el Paraguay, y de cómo sentía y pensaba el pueblo dades sin contenido local cuando no deliberadamente falseadas.
argentino auténtico, tengo que agradecerles el aporte de la duda ¿Quién no ha oído a nuestros técnicos en civilización, criticar la
que introdujeron en mí. En realidad los hombres sencillos y humil- falta de montes frutales y de huertas en las viejas estancias? ¿Y
des, por no estar enfautados y ensoberbecidos con una media cul- quién no ha oído atribuir esto a la desidia del criollo, a la incapaci-
tura mal digerida, tienen el sentido crítico más realista. dad del poblador criollo? He tenido que encontra en un escritor
Pero toda la enseñanza es así. Ese pueblo mismo donde nací era inglés, la sensata y lógica explicación del fenómeno.
cuarenta años antes territorio de ranqueles, que allí mataron a mi Dice, aproximadamente lo siguiente: He notado que en las viejas
bisabuelo, y todavía sobrevivía un hijo suyo, "El Cautivo" que lo estancias -escribe a principios del siglo XIX- las del siglo XVI y
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POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 65

VII, hay rastros de haber existido huertas y montes frutales, cosa Para perjudicar a Perón lo identificaron con Rosas. Y Rosas salió
que no ocurre con las posteriores. Supongo que el primitivo pobla- beneficiado en la comprensión popular. Caseros se identificó con
dor procedente de Andalucía o de Extremadura intentó reproducir setiembre de 1956 y los vencedores con los gorilas.
en el nuevo medio la finca típica de su país de procedencia; pero Pero además lo cieto es que la corriente de la historia durante la
después fue aprendiendo, que en un país de campos abiertos, de segunda parte del siglo XIX va a favor del liberalismo y la división
leguas y leguas, con haciendas orejanas, era necesario estar todo internacional del trabajo. Pero ahora va en contra, en aquellos paí-
el día a caballo y no había tiempo para dedicarse a la agricultura ses que han sido víctimas, a favor de una momentánea prosperidad,
doméstica. No era cuestión de que por salvar un zapallo o una de la creación de las condiciones coloniales que resultaron a plazo
docena de duraznos, perdieran 500 ó 1.000 vacunos. En una pala- más largo. También es cierto que en las mismas metrópolis la divi-
bra, el medio determinó las condiciones de vida y de trabajo, y no sión internacional del trabajo cede el paso a la creación de merca-
la cultura ni la herencia hispánica o la religión católica, como dos comunes o la reaparición del "mercantilismo".
dicen nuestros macaneadores de la "intelligentzia". Ni Yrigoyen ni Perón afrontaron la revisión histórica con la deci-
He recordado esta mentalidad hace poco tiempo, viajando de Ber- sión que demandaba la integración espiritual de los dos movimien-
lín hacia la Renania, al comprobar que al llegar a Padeborn, tos nacionales. Comprendo el error porque lo he compartido y sólo
comienzo de la zona católica, se multiplican las chimeneas que se después de dos duras experiencias argentinas he percibido la
van incrementando a medida que uno se acerca al Rhin en la misma importancia fundamental de esa integración, en el pleno del pensa-
relación que se hacen más numerosas las típicas torres de las igle- miento político nacional.
sias de la contrarreforma. Razonando como nuestros viajeros de la Ya se ha dicho que Yrigoyen, nieto de mazorquero, era revisionista
"intelligentzia" -aquí y allá- hubiera tenido que anotar en mi car- y sobre todo antimitrista, en cuanto esta es la definición precisa de
net: "Es evidente que a un mayor desarrollo del catolicismo corres- la política de la oligarquía. Pero salvo las referencias -"calumnias
ponde un mayor desarrollo industrial y que en consecuencia el de los mitristas", "antes me hago brasilero"-, de su largo anecdota-
catolicismo es el ambiente más propicio para el desarrollo técnico". rio, no afrontó el problema de fondo y dejó que todo el instrumen-
¡Flor de macana! Este olvido del carbón, del hierro, del río, de la tal de la cultura quedase en manos de la "intelligentzia" que siguió
técnica, del acceso a los puertos de exportación, de la política eco- elaborando y difundiendo historia falsificada.
nómica, etc. ¿Pero qué otra cosa que un floriegio de macanas es Su actitud fue de resistencia pasiva y conviene recordar aquí que
toda esa literatura con que han llenado las cabezas de generaciones cuando en 1921 La Nación organizó los festejos del centenario de
y generaciones de argentinos? don Bartolo el gobierno no se dio por aludido y no dio carácter ofi-
cial a la celebración, que fue espectacular y no perdonó lugar de la
Esta larga disgresión viene a cuenta para explicar las infinitas difi-
República, y sobre todos los comunes.
cultades que han obstaculizado la labor de los revisionistas, porque
para ellas también se ha hecho la siembra del disparate, destinado a En esa oportunidad el general Justo, que era director del Colegio
Militar, quiso mostrar su total desacuerdo con el silencio del
impedir toda base nacional, real, concreta, de nuestro pensamiento,
gobierno y llevó al Colegio Militar a formar bajo la lluvia en la
condenado por el plan colonizador a divagar por la insustancialidad
calle San Martín, frente a la casa del diario La Nación. Fue prácti-
o por la estratosfera. Piense Ud. en cada una de las "verdades reve-
camente un acto de insubordinación y como tal fue festejado por la
ladas" que le han encajado, analíselas con sentido común y verá
oligarquía. Hoy dinamos un "planteo" en que el entonces coronel
usted cuál es la finalidad perseguida y por qué a mayor erudición
Justo recibió el espaldarazo de las fuerzas del antipaís. La logia
suele corresponder mayor confusión. Agregue que por andar con- general San Martín que él fundó, con el apoyo de aquellos intereses
fundido pagan, y por ver claro castigan, y comprenderá el resto. Y lo llevarían a la presidencia de la República para servirlos,
lo difícil que ha sido la empresa de los revisionistas. mediante una revolución (1930) en que fue aprovechado el ingenuo
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nacionalismo del general Uriburu, y una excelente elección fraudu- tecnificación pagaremos al triple de su valor en divisas y que se
lenta que contó con la colaboración paralela de las izquierdas polí- moverá cómodamente en un mercado pobre, pero en condiciones
ticas, mientras el pueblo era excluido del comicio. de monopolio, al destruirse la competencia. Recordemos también
La Reforma Universitaria pudo ser punto de partida de la promoción que estos partidarios de la "moneda sana" fueron los que crearon el
de una nueva élite intelectual que enfrentase a la "intelligentzia". "Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias", transfirieron
Formada y prácticamente obra del yrigoyenismo en el poder debía todos los malos negocios de la oligarquía y las bancas particulares,
integrar la caída "del Régimen" en el plano de la "intelligentzia" y desvalorizando la moneda para que el pueblo absorbiera las pérdi-
su posición revisionista era la de la lógica. Pero sus dirigentes -un das.
poco por su formación libresca ajena al país real y un mucho en El lector percibirá que mezclo cuestiones económicas, sociales y
busca del prestigio que da el aparato de la pedagogía colonialista- culturales. Tal vez sea falta de método como expositor, pero tam-
vuelven a servir la misma línea de la "intelligentzia" con sus caras bién persigo el deliberado propósito de mostrar constantemente la
de derecha e izquierda; desde esta, pero prácticamente sirviendo la recíproca interdependencia de todos los aspectos, para que se com-
otra que a lo que teme es al país real. prenda que el problema argentino necesita ser visto siempre desde
Después sucedió la "Década Infame" que organizó el Estatuto el punto de vista integral cuya base es histórica.
Legal del Coloniaje, un sistema de leyes que puso a disposición de Si el lector tiene la paciencia de seguir adelante apreciará la relati-
Gran Bretaña el manejo por el Banco Central organizado por un vidad con que tomo los términos izquierda y derecha. Estas expre-
experto, Sir Otto Niemmeyer del Banco de Inglaterra, del crédito y siones están unidas a la significación ideológica, y generalmente
la moneda; por la "Coordinación" de los transportes rurales y urba- social, aunque hay una izquierda liberal que suele estar colocada en
nos el monopolio de ésta industria, con lo que los poderes extranje- Europa en los reductos de la burguesía más reaccionaria, definién-
ros obtenían la dirección y orientación de la economía. Curioso es dose sólo por su posición laica y un antimilitarismo de fabricantes
señalar que los actuales campeones de la libre empresa y que están de cañones, que tiene en los países dominantes. Allí son nacionales,
convencidos de que el transporte debe ir a manos particulares, son aunque expresen la disputa entre nacionales, de los bienes que son
los mismos que quitaron de manos particulares los colectivos, las de la nación, de la colectividad a la que pertenecen. Pero la verdad
compañías de ómnibus y las compañías libres del interior para es que hay un interés coincidente entre izquierdas y derechas en lo
entregarlos al monopolio británico. Con esto se verá que la cues- nacional, y que cualquiera sean las protestas teóricas del proleta-
tión no es de empresa privada o de estatismo, sino de quien dirige, riado de esos países, su suerte, en la distribución está vinculada a la
si el país -particulares o Estado- o los intereses exteriores mono- suerte nacional. Esto es lo que hace un mito del internacionalismo
polistas. Y esto se verá mejor si recordamos la "Década Infame", se de las luchas de clases, que como la división internacional del tra-
recuerda que estos campeones actuales de la productividad y del bajo de los liberales, pretende ignorar que el grupo social nación es
rendimiento agrario durante la "Década Infame" crearon las Juntas el que determina en primer término la situación de sus individuos,
Reguladoras, para regular, disminuyéndola, la producción, como lo y de sus sectores sociales.
hicieron con la extirpación de viñas y cañaverales con el vuelco de
Interesa aquí la cita que sigue, de Abelardo Ramos, por proceder
vino a las acequias, etc., y con un sistema de estructuración indus-
precisamente de un marxista.
trial -caso del cemento- por debajo de las necesidades del mer-
"En todo el periodo del frente popular en la Argentina organizado
cado. Es lo mismo a donde vamos y tiende a provocar la baja de los
por los comunistas por orden del Kremlin, la orientación política
costos por disminución de poder de compra del mercado interno y
giró alrededor de la 'lucha contra el fascismo'. Sin embargo, no
abundancia de mano de obra barata, y a sustituir en nombre de la
eran las potencias fascistas las que oprimían económica y política-
libre empresa, la competencia leal de la industria argentina, por la
mente a la Argentina, sino precisamente las potencias llamadas
instalación de una industria subsidiaria del extranjero, cuya alta
"democráticas". Si para Stalin esta línea servía los fines de la diplo-
ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 69

macia soviética, para la clase obrera argentina, en cambio, no con- lidad política. Así nació el sindicalismo "amarillo", así vióse el
ducía sino a la unión con los sectores más reaccionarios de la oli- caso de que la CGT de hace veinte años sólo agrupara un número
garquía agropecuaria, ligada justamente al imperialismo "democrá- increíblemente reducido de trabajadores (no más de doscientos
tico". De este modo los militantes comunistas argentinos eran obli- mil), mientras la gran mayoría de los obreros peor pagados y más
gados a predicar la unión con aquellos que no sólo eran adversarios explotados de la Gran Buenos Aires y del interior permaneciesen
de la clase obrera, sino también del país en su conjunto. Los comu- sin organizar y sin poder, en consecuencia, conquistar el menor
nistas intentaban así aislar a los trabajadores argentinos de las ver- derecho. El Partido Socialista fue, por definición, un partido
dades nacionales. La palabra "imperialismo" estuvo excluida urbano, municipal, votado por la oligarquía para arrebatar a los yri-
muchos años de su vocabulario político: les interesaba más hosti- goyenistas el control parlamentario en Buenos Aires, y mimado por
gar al fascismo japonés, al fascismo italiano o al nazismo alemán. la prensa paquidérmica por su "espíritu constructivo".
Se creó con tal propaganda un verdadero terrorismo ideológico, Así los términos izquierda y derecha no son generalmente sino dis-
destinado a obstaculizar la formación de una conciencia nacional y tintos modos de eludir la "cuestión nacional", en beneficio de inte-
antiimperialista, que permitiese al proletariado colocarse a la reses exteriores. En las conferencias callejeras de FORJA, yo solía
cabeza de las grandes masas trabajadoras del país. El idilio comu- decir: "Nuestras disputas son como las de los perros de los matade-
nista con el imperialismo democrático se prolongó sin interrupción ros: pelean por las achuras, mientras el abastecedor se lleva la
desde 1935 hasta 1939. El pacto nazi-soviético tomó de improviso vaca".
a la clase obrera internacional, anestesiada hasta ese momento por Recuerdo que "Orientación" (órgano del P.C.) atacó en un número
una desenfrenada propaganda antinazi. Con su habitual desprecio a FORJA con este título a toda página: "Una posición de FORJA
por el movimiento obrero, Stalin estrechó la mano de Hitler y la que favorece al fascismo: la Neutralidad". ¡Y al número siguiente
Internacional Comunista dio una voltereta más; la lucha contra el era neutralista porque Stalin e Hitler habían firmado los acuerdos
fascismo se transformó de la noche a la mañana en la lucha contra de Postdam!
el imperialismo, en especial el imperialismo "democrático". Hitler En el caso concreto de don Juan Manuel de Rosas, de Estanislao
pasó a segundo lugar y la lucha mundial contra el nuevo Tamerlan López, o cualquiera de los caudillos federales, pero especialmente
se convirtió en lucha "por la paz". de estos dos, nos encontramos en presencia de personalidades esen-
El mismo autor señala otro aspecto de la cuestión en el mismo libro cialmente conservadoras por su vocación para el orden. En cambio,
(De Octubre a Setiembre): "El divorcio de los intereses de la clase correspondería a la idea de izquierda, según la han sembrado desde
obrera porteña del pueblo argentino del interior fue tarea política la literatura periodística a la de quiosco, los proceres del unita-
prominente del Partido Socialista, que alentó en los obreros euro- rismo. Pero, cuando del aspecto formal nos trasladamos al aspecto
peos recién llegados los prejuicios imperialistas que los trabajado- social nos encontramos con la sorpresa de que aquellas figuras con-
res del Viejo Mundo alentaban frente al atraso del mundo colonial servadoras son la expresión contemporánea de las clases populares,
(y toda la intelligentzia argentina, según hemos visto, agrego yo); y de su inquietud social, y precisamente por tradicionalistas. Con-
así nació, entre otras cosas del género, el famoso desprecio del doc- trariamente, los aparentemente revolucionarios -izquierdistas,
tor Justo hacia la "política criolla", zoncera que analizo con exten- según el modelo de importación- expresan lo antipopular y lo
sión en el Manual de Zonceras Argentinas. La clientela política del opuesto al proceso social de avance, o por lo menos de manteni-
doctor Justo estaba en aquellos gremios más conservadores, mejor miento de condiciones de vida mínimas. La aparente paradoja es
pagados, y con mejores beneficios sociales. En general, los socia- fácilmente explicable si en lugar de hacer el planteo como una opo-
listas llegaron a adquirir influencia en aquellos gremios ligados a sición de derechas e izquierdas, lo hacemos como un enfrenta-
las empresas imperialistas y a los cuales el imperialismo otorgaba miento del realismo y el ideologismo, de lo tradicional y lo postizo;
ciertas concesiones precisamente a cambio de conquistar su neutra- ya entonces no es posible la confusión y uno ve como cosa lógica el
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 71
70 ARTURO JAURETCHE

opera sobre esa verdad. Tal vez lo que está señalando Ibarguren
alineamiento de los ideólogos -de derecha e izquierda- por un lado
respecto de Artigas, una oposición dentro de la política nacional de
y los realistas por el otro. Frente a la destrucción revolucionaria de
la confederación, entre los caudillos federales y el Buenos Aires de
la sociedad, no para fines revolucionarios sociales, sino para
don Juan Manuel, dé las líneas generales de este debate que ya se
implantar formas y modos exóticos correspondientes a una estruc-
insinúa. Pero es necesario dejar establecido que para que él sea
turación económica extraña y destructiva para las condiciones
fecundo no debe ser el producto de la vanidad personal de los his-
nacionales, lo tradicional, por el simple hecho de intentar mantener
toriadores que se apoyen en los caudillos, simplemente por no dar
las condiciones de evolución natural, viene a representar, al sólo
su brazo a torcer respecto a Rosas, argumentando que se quedó con
mérito de su autencidad, una posición revolucionaria frente al revo-
las aduanas. La necesidad de mantener la aduana para conservar el
lucionarismo ideológico cuyas consecuencias nacionales son preci-
poder unificador que exigía la permanente guerra internacional,
samente reaccionarias. Esto es de ayer, y parece de ahora mismo.
como garantía del orden en peligro, es cosa que se olvida, se le
Hay, desde luego, que establecer la diferencia entre izquierda
impuso cualquiera fueran sus puntos de vista teóricos. Anótesele en
nacional e izquierda internacional, pero en tal caso la primera es un
cambio la ley de aduanas que significó la defensa de la industria del
ala del movimiento nacional y contemporáneamente sólo se
interior, que reverdeció bajo su influencia restableciendo el trabajo
expresa por hombres aislados. Lo que aquí se llama izquierda,
estable y organizado en las provincias.
expresada en partidos políticos, fue siempre antinacional. Remi-
tiéndonos a los caudillos, es evidente que en lo social hubo muy Se pretende reeditar un viejo argumento falsificador, presentando a
diversos matices y tal vez Artigas fuera la más completa expresión Rosas como a un unitario vestido de colorado, para lo que es nece-
de una posible izquierda nacional de entonces. Dice a este propó- sario aceptar que los cándidos federales se engañaban. Por el con-
sito Federico Ibarguren: "Lo que en cambio distinguía la logia Lau- trario éstos eran políticos realistas; tal vez para ellos Rosas no fuera
taro del artiguismo, si bien se mira, fue la idea de revolución polí- lo más federal pero era lo más aproximado a un federal que podía
tica e ideológica, en contraposición a la idea de revolución social y dar Buenos Aires, pues la opción eran los rivadavianos y sus conti-
económica. La primera -descontando el sarampión principista de nuadores. Es cierto que un antirosista, Don Pedro Ferré, intelec-
época y ciertas reivindicaciones de la alta burguesía criolla- impli- tualmente era el federal más profundo, pero éste, en los hechos,
caba dejar intactos los estamentos sociales en que reposaba el viejo actuó siempre a favor de los unitarios, y en política son los hechos
régimen, excluyendo a las masas del nuevo orden de cosas. La y no las ideas abstractas los que valen.
segunda llevaba anexa la intención de cambiar aquellos estamentos Creo que vale la pena señalar un hecho simbólico: la vieja tradición
radicalmente, mediante la irrupción violenta de las masas al poder antinacional de la izquierda nos arrastra a negarla en redondo y
político y a la propiedad de la tierra, casi nunca trabajada por sus muchas veces olvidamos que los métodos clasistas del anarquismo
dueños legales. . antiguo de la FORA encontraba su justificación en la barbarie de
las condiciones de trabajo que documentó Bialet Massé en su
"La amenaza de profundos desplazamientos de este tipo, que inte- informe al gobierno de Roca y que originaría el notable y olvidado
resaba a la hechura sociológica de la patria ajustada a las medi- proyecto de Código de Trabajo de 1904. Pero hay otra cosa y es que
das de antaño, transformó a muchos de nuestros próceres, de revo- el año 1945 presencia la escisión de casi todos los partidos y ten-
lucionarios teóricos que fueron, en reaccionarios prácticos; en dencias del país, que se polarizan en torno a la fórmula Perón o
defensa de intereses propios -muchas veces-, o por instinto de con- Braden. En ese año cardinal, que quiebra las viejas formaciones
servación -en otras ocasiones- de las formas muertas de un pasado políticas, la izquierda también se divide, y aunque no de manera
mejor..." notoria, surgen las primeras manifestacioness de una tendencia que
Más adelante veremos la incorporación de gente de la izquierda podríamos llamar la "izquierda nacional". Procede en su mayor
nacional al movimiento revisionista, aporte necesario una vez que parte de los opositores a la política del comunismo moscovita y se
la revisión pone en claro la verdad histórica y el proceso dialéctico
72 ARTURO JAURETCHE

la califica con fines polémicos, aunque incorrectamente, de "trot-


kista". Comienza en 1945 denunciando a la Unión Democrática y
calificando al frente nacional de Perón, como una "lucha nacional
del pueblo argentino". Sigue con revistas, periódicos, libros y
abraza bien pronto el campo del revisonismo histórico, aunque no TERCER MOMENTO
es rosista, sino más bien "federal provinciana". Se llama a sí misma
"socialista revolucionaria nacional" y revela por su sola existencia
el salto histórico de los argentinos para adquirir sus divergencias
propias, y abandonar las divergencias prestadas de Europa. LA HISTORIA COMO BASE
Después de 1955 esa corriente acrece y no es extraña a ella la posi- DE LA POLÍTICA NACIONAL
ción que toman ciertos sectores del socialismo (Secretaría Muñiz)
particularmente de la provincia de Buenos Aires. También en los
sectores estudiantiles de procedencia Fubista, que buscaron la aper-
tura de la izquierda internacional a través de la UCRI, y hoy se Los hombres en las luchas de la vida pagarían sumas
sienten defraudados y van hacia delante en la revisión que es implí- fabulosas por adquirir la experiencia acumulada por
cita a un mínimo de posición nacional. los caminantes que recorrieron antes que ellos la
misma senda, por conocer las asechanzas en cada
Algunos revisionistas tradicionales se siente alarmados por la hete-
recodo, las traiciones erguidas en las encrucijadas y
rodoxia de los nuevos, pero ésta es la suerte de todos los precurso-
por poseer el medio de evitarlas. ¿ Cómo, sin incurrir
res. Lo que importa es esta ya manifiesta ruptura de la "intelligent-
en locura, pueden los pueblos que nacen repudiar el
zia" y es, como se ha dicho, índice del salto histórico de los argen-
lote de aprendizaje que les ofrecen las generaciones
tinos, aunque sea para adquirir sus divergencias propias -que es lo
antecedentes? ¡Con cuánta razón alguien ha dicho
que interesa a lo nacional- y abandonar las divergencias prestadas.
Muchos de los primeros revisionistas -especialmente en algunos que las sociedades se componen de más muertos que
de los grupos originarios del "nacionalismo"- se asustan de la vivos! No puede ser de otro. modo. La historia consti-
"iglesia" que deja de ser "capilla". Así suele pasarle con el fruto tuye un recto tejido sin soluciones de continuidad.
inesperado al que arrojó la semilla porque lo nacional es más ancho Luis Alberto Herrera, (La formación histórica
que la pequeña fracción y por su calle va un tráfico muy variado. rioplatense, Ed. Coayacán, 1961. Compendio de "La
Para el que vea este proceso del revisionismo sin espíritu de partido Revolución Francesa y Sudamericana" y "El Uruguay
o de capilla, todo es concurrente a la formación de una política internacional", realizado por Alberto Methold Ferré).
nacional, como resultante de variados componentes, que entrecho-
can entre sí, pero con el mismo rumbo. Los hechos superan las
limitaciones de escuela o de capilla y cuando llega el momento se POSIBLE DIALÉCTICA DEL REVISIONISMO
produce el aluvión -que los antihistóricos llaman zoológico, por-
que no les da para más el "mate"- y es imposible reconocer las infi-
Ya prácticamente nadie habla en serio de la historia oficial.
nitas vertientes que concurren y se mezclan.
La Historia, así con mayúscula, es sólo la revisionista. Lo otro es
una escolástica de anti-escolásticos, algo así como el peripato
cordobés que tanto ofendía a Sarmiento, logrado por los enemi-
gos del peripato. Los historiadores oficiales hace mucho que
arrojaron la esponja, tanto en el terreno de la investigación como
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 75
74 ARTURO JAURETCHE

en el de la polémica. Ahora venden historia -la "historia perfu- anterior. Necesita objetivarse para una nueva polémica, desde la
mada", que diche Huizinga- como podrían vender artículos de historia ya cierta que debe interpretar.
La nueva tarea, despejado el terreno, permite discutir los
tocador, a base de la reiteración de sus slogans publicitarios; no
hechos en su real encarnadura y en sus implicancias ciertas; se
tiene otra forma de manifestarse que esa misma publicidad mati-
han creado otras condiciones y por eso es útil y más que útil
zada por los agentes menores de las inauguraciones y desagra-
necesario, que concurran a la común labor hombres de distintas
vios, de comisiones de fomento, cooperadoras escolares, rotaria-
procedencias y formación intelectual. La polémica que se hizo
nos y leones, etc. La frase hecha y la figurita repetida ya no
hacia fuera de la escuela revisionista, obedeciendo a la necesi-
engañan ni al niño que sólo come el chocolatín que viene
dad elemental de crear las condiciones de la verdadera investi-
envuelto en el papel plateado. Los agentes de publicidad lo
gación, tiene ahora que hacerse adentro con los elementos con-
saben pero siguen ofreciendo la mercadería ya que para eso cretos y a la vista, que ya han sido desenterrados, y seguirán
cobran; son periodistas, profesores, políticos, economistas, la siéndolo, de la erupción pompeyana de Caseros. El peligro más
mar en coche. Ya no leen ni su Biblia, Mitre, ni su Aristóteles, grande que acecha al revisionismo sería el de crear otros santos
Grosso. Apenas si tienen a mano un Grosso chico como un cate- de cera y otros diablos, si se estancara en una simple revaloriza-
cismo, para salir del apuro en la próxima audición radial, televi- ción de anécdotas y de hombres. Por muchas que sean las diver-
sada, el reportaje, o el artículo periodístico o la engolada confe- sas opiniones respecto a la historia revisada, ella habrá incorpo-
rencia universitaria. Lo mismo ocurre en la escuela donde la rado a la política nacional una cantidad de verdades comunes y
falsa historia recibe nuevas inyecciones de la aún más falsa son aquellas que se refieren a la Nación. Recién desde la
"educación democrática". La subsistencia de la historia falsifi- Nación, como premisa previa debe considerarse la forma -polí-
cada es hoy un simple hecho de poder. Subsiste en la medida que tica e institucional- que es el modo y no el fin como nos ha
la oligarquía y el extranjero sostienen los instrumentos de difu- enseñado la historia falsificada: primero el fin, la Nación reali-
sión, capitalistas o del estado, pero completamente al margen de zada; después el modo -digamos el vestido- variable según las
la ciencia y de la opinión. Para comodidad en la exposición y circunstancia de tiempo y lugar.
simplificándola de una manera dialéctica pudimos considerar la La revisión obliga a recordar también que el largo intervalo
historia oficial como la tesis y el revisionismo como la antítesis. que media entre los dos momentos de la presencia popular y
Pero esto ha sido sólo provisorio. Una arquitectura tan artificial nacional, cuando el pueblo dejó de actuar, y lo nacional se
no podría llegar a constituir la tesis en cuanto se penetrara seria- subordina -la historia de la oligarquía liberal- es también histo-
mente en la investigación por las razones que da José María ria, y que no podemos conocer nuestro presente sin conocer esa
Rosa citadas en la nota de página 8. parte del pasado, que tal vez sea el que más no influye, porque es
Dotada nuestra historia de una auténtica heurística, desde los el más cercano. Lo vivido no se puede suprimir, como pretendió
hechos ciertos, viene el debate de su interpretación, es decir su la Revolución Libertadora, que intentó borrar por decreto doce
hermenéutica. años de historia argentina, la más inmediata, no interesa saber si
En tal momento la tarea revisionista deja de ser la destruc- buena o mala, pero que es historia; después lógicamente no
ción de la historia falsificada y obliga al historiador a apartarse pudo entender nada, ni en política ni en economía, ni en cultura:
de la posición necesariamente polémica, negativa, de la etapa en todo. Su posición antihistórica la cegó para toda comprensión
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y vuelvo aquí a repetir lo que antes he dicho: al reaccionario lo revisionismo del peligro de que, buscando las raíces lejanas del
caracteriza, mejor que sus ideas, su incapacidad para compren- país, se prescinda de las más inmediatas; este peligro no acecha
der la realidad que lo desborda históricamente; no quiere ver la desde luego a los investigadores cuyos hábitos intelectuales los
historia porque él mismo es la antihistoria, lo superado. ponen a cubierto, pero sí a los divulgadores en el campo político
social y los prosélitos. Peligro de subestimar el pasado posterior
a Caseros y más cercano a nosotros, estableciendo soluciones de
ROSAS, PIVOTE HISTÓRICO continuidad, como lo hizo la historia falsificada. Si la revisión
histórica nos ha llevado a comprobar que la Argentina fundadora
Señalemos de paso que el revisionismo histórico se ha parti- fue abolida, no podemos practicar el mismo método con la que
cularizado en un momento de la historia argentina: el que va del la siguió, mala o buena, pero de la cual ésta es continuación
año veinte a Caseros, aunque cada vez se extienda más, hacia directa, la realidad de un largo momento decisivo en nuestra for-
atrás y hacia delante. Su pivote ha sido la discusión de la figura mación.
de don Juan Manuel de Rosas y su momento. Expliquemos que Todo es historia, hasta lo de estos días. Digamos con Georg
no podía ser de otra manera poorque es figura clave; tan clave, Winter: "La historia es la política del pasado y la política la his-
que la falsificación de la historia hubo de hacerse tomándolo toria del presente".
como pivote a la inversa. Nada se puede entender sobre esa Evitemos posturas melancólicas y sueños de restauración
época ni lo que ocurrió más adelante, sino se trata de entender lo vinculados a concepciones estéticas pero no a la vida; y la mejor
que significó Rozas, como nada podrá entenderse de esta con- guía para esa tarea es abrir la palestra a la polémica y hacer cir-
temporánea sino sabemos, nos guste o no nos guste, que signi- cular la vida por el debate. Y sobre todo ver el presente. Vuelvo
ficó Perón y en que medida no es el peronismo resultado de a aquello que dije al principio citando a Bloch: "El pasado sólo
Perón sino a la inversa: Perón resultado del peronismo conside- puede comprenderse por el presente, a la manera de Pirenne que
rado este como proceso histórico, como nombre de las nuevas quería conocer el Ayuntamiento nuevo antes que los edificios
condiciones creadas en el país por su evolución. vetustos". Por lo menos en cuanto se vincula con la política que
El ciclo de Rozas se cierra con la aniquilación total de la es acción militante, aunque la realidad conturbada no sea el
época que le precede, con la abolición de la Argentina fundadora ambiente más propicio al investigador. Pero lo es para el exégeta
que ese ciclo expresa hasta en sus deformaciones, hijas estas de que ausculta el pulso constructor de la vida.
la desesperada lucha con que intentó sobrevivir. En cambio, en Si la comprensión de don Juan Manuel de Rosas camina
el caso reciente, le ha sido imposible a la oligarquía liberal y a ahora por las anchas avenidas del pueblo es, en gran medida,
los intereses extranjeros que representa, vencedores en 1955, porque algunos trazaron este andarivel; es también porque la
sacar los frutos de Caseros aboliendo el proceso en marcha; nue- historia creó esta realidad social y cultural de hoy, que la hace
vas condiciones históricas no les ha permitido ir más allá que la comprensiva. Esta realidad levantó la pesada lápida que guarda
toma de posesión de los recursos del poder, y el triunfo del revi- los restos de Rosas, allá en la lejana y nebulosa Inglaterra, donde
sionismo en el campo del pensamiento histórico no es nada más espera la caricia blanda del suelo pampeano que le dará, con las
que uno de los aspectos de la permanencia definitiva de la flores rojas del eucaliptus importado, su nueva guardia de colo-
Nueva Argentina, asentada en la Nación y el pueblo. Sálvese el rados. Ya no será de talas y espinillos, pero se nutrirá de la
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misma sustancia telúrica. El revisionismo histórico al restaurar a en el hemisferio norte lo que es relativamente lógico. Los países
don Juan Manuel en su verdadera dimensión y significado debe desde donde se ha difundido la cartografía pertenecen a ese
darnos su imagen humana, es decir histórica; ni el diablo del hemisferio y en realidad su visión del mundo va del centro a la
tabú oficial, ni el santo de su nuevo tabú. Nada de mármol com- periferia, y les es periférico todo lo que está a oriente u occi-
puesto ni de yeso dorado. El hombre en su momento histórico, dente de ellos mismos. Cuando mayor razón lo que pertenece al
en sus aciertos y en sus errores, en sus grandezas y pequeneces, hemisferio sur, geovialmente lejano y mucho menos vinculado a
y en lo que representó en la composición de fuerzas que a través su historia y a su tráfico, a sus conflictos y a sus intereses. Esta
de él expresaron un momento argentino con una política nacio- posición que estoy señalando, de la cartografía, corresponde a la
nal: contradicciones conciliadas en la coincidencia de ese interés visión europea del mundo, porque hay una visión europea del
supremo. Si le ha sobrado dimensión para sobreponerse a la mundo, desde Europa, que no coincide con la que podrá tener
injuria destructiva le ha de bastar para el análisis constructivo. mañana una potencia asiática para la que Europa será solo una
pequeña península.
Lo mismo pasa y pasará con la historia. Ya la visión nortea-
EL PUNTO DE VISTA DE NUESTRA HISTORIA mericana, por más que en gran medida los EE.UU. sean una pro-
longación de Europa en nuestro continente, se expresa cartográ-
En Ejército y Política, La Patria grande y La Patria chica he ficamente de otra manera. Los mapas escolares de EE.UU. colo-
intentado algunas proposiciones para una geopolítica nuestra. can al continente americano en el centro del mercator, de tal
Su punto de partida es hacer el planteo desde aquí, desde nuestra manera que Asia o la mayor parte de Asia aparece por occidente
posición excéntrica al hemisferio norte, desde nuestra posición mientras que en los planiferios europeos está siempre en oriente.
en subdesarrollo, en el orden económico social, y desde el parti- Claro está que no varía la situación arriba abajo de los hemisfe-
cularismo de la situación insular, típica a todo el hemisferio sur rios. Señalo con esto que en los EE.UU. se parte del supuesto de
con la parte sureña de esta América separada por la olla amazó- que EE.UU. es el centro de interés: el punto de vista desde
nica del hemisferio norte. Correspondiendo a una visión geográ- donde se debe ver el mundo.'
fica global, impuesta por la técnica que obliga a abandonar la Haga el lector una pequeña experiencia, cuelgue su mapa-
proyección mercator de los mapas, la visión geográfica se dina- mundi con el sud arriba y verá como cambia su visión del
miza y hay tantas como posibles puntos de proyección. De ahí la mundo. Invierta un globo terráqueo y mírelo desde el polo sur, y
necesidad de asomarse al mundo desde una proyección antar- tendrá la evidencia -que salta a los ojos- de esto de la insulari-
tica, única forma de percibir nuestra real ubicación. Pero este es dad y de la excentricidad de nuestra posición geográfica. Verá al
sólo uno de los puntos de vista, de los infinitos y variados pun- mismo tiempo el Atlántico norte convertirse en un mediterráneo
tos de vista geográficos, sociales económicos o culturales que de muchos más extensas dimensiones que el clásico y como se
reclama el planteo de una política nacional. margina el Atlántico sur. Pero si se limita a mirar nuestro propio
En el trabajo referido he intentado facilitar una visión más país percibirá en que medida el sistema del Plata es un sistema
cercana a la que nos correspondería invirtiendo los mapas y radial por el que naturalmente se accede al centro del Conti-
colocando arriba la parte meridional. En realidad la razón por la nente; su visión geográfica habrá cambiado totalmente y tam-
cual, en la enseñanza, se coloca el norte arriba es que eso se hace bién su visión política. Por el camino de la geografía estará
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entrando en la historia, y al entrar en ella irá percibiendo en qué Es como es, ha sido y será, es decir, con una visión dinámica. Y
manera nuestra política ha sido realizada contranatura, y se pre- pensarlo de una manera concreta, cosa imposible de realizar si
guntará por qué. Esto lo llevará de la mano a comprender que los datos comienzan por ser falsos.
hay algo falso en nuestra historia; que si los dictados de la natu- Nuestra "intelligentzia" ha estado permanentemente divor-
raleza y de la lógica han sido contrariados, no es porque nuestro ciada del país. Esto puede explicarse por la lógica gravitación de
acontecer no haya sido hijo de la lógica y de la naturaleza. Com- la cultura universal, y especialmente la europea, sobre un medio
prenderá que otros factores, otras fuerzas, otros intereses han relativamente nuevo y sin elementos propios formadores. Pero
determinado nuestra historia, y que algo en nuestra historia ha el olvido de los elmentos propios que existían, y el desprecio de
servido a esos intereses y a esas fuerzas. Paralelamente com- la inteligencia por la observación de la realidad y la meditación
prenderá que esas tendencias, esa orientación que respondía a la sobre ella misma es ya otra cosa, porque ha puesto al intelectual
lógica y a la naturaleza ha existido y que ha sido derrotada, y en condiciones de inferioridad con respecto al no intelectual
que replantear la política en función de esas tendencias derrota- para la apreciación de los hechos concretos de nuestro ser. Nues-
das, pero naturales y lógicas, es plantear sobre bases políticas tra "intelligentzia" jamás induce; se limita a deducir del último
nacionales, nuestro destino.2 libro, de la última moda intelectual que le llega, y cuando la rea-
Ahora está claro en qué ha consistido la falsificación de la lidad no se adecúa a la fórmula importada, no intenta la fórmula
historia y para qué se ha hecho eso que he llamado con anterio- que pueda surgir de la realidad. Decreta la supresión de esa rea-
ridad una política de la historia. lidad que no encaja, o la desestima totalmente en esa actitud de
Así la política de la Nación es incompatible con esa política exilado con que cualquier morenito vive contemplando la lejana
de la historia. Hay que rehacer la historia, para poner al descu- metrópolis de sus amores.
bierto cuales son los factores que han jugado en ella. Los que La historia falsificada ha sido una de las más eficaces contri-
han jugado hacia el cumplimiento de nuestro destino natural y buciones a esa fórmula de la inteligencia. Más aún, entre sus
lógico, y los que han jugado contra. Descubrir el pasado es des- fines está crearla y continuarla, y el método de la falsificación es
cubrir el presente, pues pueden variar los nombres de los acto- el de esa "intelligentzia". Esa historia ha sido para que los argen-
res, y pueden variar los poderes extraños e interesados, pero la tinos tuviesen una idea irreal del país y de sí mismos. Se logró
política de un país es necesariamente la resultante de un con- crear la idea del país como de una cosa abstracta, o de algo ubi-
flicto de fuerzas, de medios y de fines. Toda política que no cado en la estratófera, ajeno por completo al juego de los intere-
parta del conocimiento de ellos no puede ser una política nacio- ses sociales y económicos internos, y desde luego a los exter-
nal, y la historia es el gran escenario donde esas fuerzas se nos.3 Dice a ese respecto Juan Alvarez (Las Guerras civiles
ponen al descubierto para manejarse a favor o en contra. Argentinas): "Por falta de método en los estudios el pasado
argentino parece como un conjunto amontonamiento de violen-
cia y desórdenes y es general la creencia de que millares de
PAÍS ABSTRACTO O PAÍS CONCRETO hombres lucharon y murieron en nuestros campos por simple
afección hacia determinados jefes y sin causa alguna que obrara
Pensar una política nacional exige pensar en el país como es, hondamente sobre sus intereses, sus derechos o sus medios de
en su geografía, en su población, en su economía, en su cultura. vida actual. El despectivo South América viene a ser de este
82 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 83

modo una creación de los mismos sudamericanos. Buena parte Pero desde el Limbo no se puede pensar el futuro; el Limbo
del error emana de atribuir más immportancia al aspecto externo es, sin fue ni será. Pero las naciones están en el mundo y no en el
de los hechos que a la investigación de las causas". No es por Limbo y desde el mundo construyen su destino. Pasado, pre-
casualidad que Juan Alvarez, que tan alta figuración tuvo entre sente y futuro son historia. Reiteremos con Winter "la política es
las clases gobernantes del país, basta recordar que era el Procu- la historia del presente como la historia es la política del
rador de la Suprema Corte a quien la oligarquía intentaba entre- pasado".
gar el gobierno en octubre de 1945, haya sido ocultado sistemá- Desde Caseros hemos carecido de una política de la Nación.
ticamente en sus altos valores como sociólogo e investigador, es Hemos tenido política de partido y a lo sumo una política del
decir cuando mete el dedo en el ventilador intentando aproxi- Estado. Excepcionalmente hemos asumido la tentativa de una
marse a una correcta interpretación de la historia. Transcribiré lo política nacional en los dos casos históricos en que el pueblo
que comentando este mismo autor digo en Los profetas del odio: estuvo presente en el Estado. La política de la historia falsificada
"En el párrafo que acabo de transcribir va implícita la condena- tendió precisamente a cegarnos la visión de los fines históricos
ción del método de nuestra "intelligentzia" y de esa falsa histo- que son los nacionales por fines ideológicos e institucionales.
ria destinada a habituar al argentino a la idea de que todo lo que Así ha podido incorporarse a nuestra educación -y esto es
aquí ha ocurrido desde que el primer unitario degolló al primer mucho más increíble-, a las academias militares, el dogma de
federal o viceversa, es sólo el producto "de nuestra incultura que la finalidad de la emancipación argentina fue construir
social" y de que nuestra historia se desarrolló en la estratosfera, determinado régimen político, determinada forma institucional
sin que incidan sobre ella los factores externos que gravitan los y no ser una nación, poniendo en el primer término lo formal y
demás pueblos. Hable usted con esos cultos y le explicarán en el segundo la substancia. Es la tónica permanente de la ense-
minuciosamente qué hay detrás de los bandos que dividen a ñanza de nuestra historia. No es ningún hecho nuevo esto de los
Egipto o al Irak, a los turcos o a los congoleses; hasta sabrán demócratas que no acatan la mayoría, y de los liberales que
explicarle qué sutiles diferencias separan a republicanos o reprimen la libertad. Es el sistema permanente de la ficción. Fue
demócratas en los EE.UU. Pero no se traslade al país e intente siempre así y esto no es una desnaturalización. Todo el sistema
develar los factores en juego, porque aquí es un simple problema invierte el orden natural de las cosas porque es en sí mismo una
de alfabeto o de virtudes domésticas". Y menos mal, agrego inversión. El sistema supone el gobierno de poderes extranjeros
ahora, si no insisten en la clave con que fuera educada mi gene- a través de una minoría. Para arquitecturarlo es necesario pre-
ración. Todo lo malo era producto de la herencia hispánica y viamente deformar la idea de nación, sustrayendo toda posibili-
católica, que como se sabe da mala gente como la herencia ita- dad de una política nacional pues cuando el planteo se hace
liana; la cultura política tiene que ser necesariamente anglo- nación y antinación, de una manera simplista, no corre el
sajona aunque haya que olvidarse de Gran Bretaña fue civilizada sofismo. En nombre de la libertad, se puede suprimir la libertad
por un italinao, Julio César. para defenderla transitoriamente; en nombre de la democracia se
Resumiendo: se ha falsificado la historia para que la inteli- puede suspender su ejercicio para salvarla provisionalmente. De
gencia nacional estuviese en el Limbo mientras operaban las la Suprema Corte a la gran prensa, la Iglesia de la democracia
otras inteligencias al servicio de otra política planificada, desde tiene sus doctores que lo explicarán. Pero ya sería demasiado
luego, porque toda política nacional implica un plan. grosero suprimir la nación. Simplemente se le atan las manos
84 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 85

convirtiendo los instrumentos de su desenvolvimiento en las de manera definitva la ligazón de su política de la historia con la
redes que la aprisionan. política de la antinación antes como ahora.
La nación deja de ser fin para convertirse en un medio. La Efectivamente, desde un principio, en Mayo emancipador, se
nación es para la democracia, para la libertad, para., y no la definen las dos corrientes de nuestra historia.4
democracia es para la nación, etc. Se consigue así también des- Una tendencia trata en seguida de reducir el ámbito geográ-
truir lo que en sí es la finalidad de la nación, la unidad en el todo fico y humano de la revolución; su problema es casi un pro-
para fines comunes, y al disociarse lo nacional, los fines colecti- blema municipal, y el puerto de los exportadores e importado-
vos se convierten en una suma de fines particulares sin un inte- res, fija un destino a esta tendencia y ésta un destino a la nación.
rés común que resuelvan los conflictos. Disuelta la idea de La Patria vista como un puerto con su prolongación pampeana,
nación deja de ser también repugnante la intromisión de otras una cabeza de puente de Europa, destinada al intercambio de
naciones para cumplir fines alternativamente libertadores, productos. Con ese punto de vista el país debe ser lo menos ame-
democráticos, civilizadores. Y la historia falsificada, en la ricano posible, lo más maleable a la europeización cultural
misma medida que contribuye a ocultar y desfigurar la idea de según el modelo político francés de entonces, y según el plan
nación, glorifica a los que subordinaron ésta a esos fines particu- económico inglés. Economía, sociedad y cultura deben acomo-
lares y se disciplinaron en el interés extranjero. Es decir, cons- darse a ello, y se hace necesario disgregarse del todo latinoame-
truye la moral política que corresponde a su visión antinacional. ricano, y subsidiariamente del todo geográfico que ha constitu-
Nos priva de la moral de lo nacional, sin lo cual no pudo haber ido el virreynato del Río de la Plata. La crisis de la Logia Lau-
nación. También en el orden ético no hay Política Nacional sin taro, entre sanmartinianos y portuarios es un anticipo de toda la
historia revisada, porque el cipayo y el vende patria son conse- historia argentina. Las tendencias que han combatido en los pri-
cuencias lógicas y hasta prestigiosas en una historia que ha con- meros gobiernos patrios ya están definidas. Con San Martín y
denado la política nacional y glorificado la sumisión al extran- los caudillos por un lado, y los directoriales y rivadavianos por
jero. el otro. El enfrentamiento se configura ab-initio.
La tentativa de que San Martín abandone la campaña de la
independencia para decidir militarmente a favor de los que
luego constituirán el partido unitario implica una doble manio-
LAS DOS CORRIENTES DE NUESTRA HISTORIA bra: utilizarlo para terminar con el interior que se resiste a la
política de la factoría portuaria, e inhabilitarlo para la obra de
Lograda la peerspectiva histórica la comprensión se facilita. conjunto de la independencia americana. La negativa de San
El conflicto de nuestra historia que se ha ocultado deliberada- Martín lo salva a él y a su ejército para la gran empresa común y
mente es el conflicto entre dos corrientes con sus figuraciones y la libertad americana se integra.5 Pero Rivadavia en el poder
desfiguraciones y sus contradicciones internas cuyos grandes impide a San Martín el cumplimiento de la estrategia de pinzas
rumbos ha definido el revisionismo histórico. planeada. Cuando intenta, ya cortados los abastecimientos del
La última tentativa de confusión ha sido la de taponar el ejército español con la conquista del litoral peruano, bajar hacia
conocimiento histórico con la línea Mayo-Caseros. El resultado, el sur, y reclama el aporte del Río de la Plata cuyas fuerzas
imprevisto para sus autores, ha servido para poner en evidencia deben avanzar desde la frontera jujeña-salteña, para completar
86 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 87

la pinza, Rivadavia niega el apoyo. Eso está claramente expre- el mando al más fuerte, Bolívar, que es el que está en condicio-
sado por Rivadavia que allí revela su pensamiento portuario y nes de completar la obra americana, y no meramente porteña de
antiamericano con toda precisión: "Lo único que convenía a los creadores de una factoría en lugar de una nación.
Buenos Aires era plegarse sobre sí misma, y que Buenos Aires ¡Qué claras resultan ahora las palabras de San Martín sobre
ya había hecho todo lo que podía hacer; es decir, darse la liber- Rivadavia en su carta al chileno Palazuelo, hablando del gober-
tad, llevarla por diversos y distintos puntos de este continente a nante que le ha negado apoyo para completar la obra de la inde-
donde habían alcanzado sus últimos esfuerzos y que era llegado pendencia, y cómo contrasta la visión sanmartiniana de la revo-
el caso de que por la experiencia y sus propios sacrificios se lución con la del pequeño sujeto que sustituye toda concepción
hicieran estos pueblos dignos de la Libertad." (Mensaje a la nacional de grandeza con una concepción meramente edilicia!
sala de Representantes pronunciado verbalmente por el ministro Le faltan a Buenos Aires fondos para la gran empresa, y debe
don Bernardino Rivadavia al abrir las sesiones de la misma el 1 replegarse sobre sí misma, son las palabras de Rivadavia. ¿Para
de mayo de 1822, explicando la negativa de ayuda. H. Maba- qué? Y aquí las palabras de San Martín en su carta a Palazuelos.
graña. Los Mensajes. Tomo primero, págs. 188/189.) "Tenga usted presente lo que se siguió en Buenos Aires por el
¿Será casual la coincidencia de esta postura porteña, con la célebre Rivadavia, que empleó en sólo madera para hacer
insubordinación de la escuadra del almirante Cocharne que andamios para componer la fachada de lo que se llama catedral
priva a San Martín de sus recursos marítimos, o habrá que con- 60.000 duros; que se gastaban ingentes sumas para contratar
venir en que una misma directiva política opera sobre los riva- ingenieros en Francia y comprar útiles para la construcción de
davianos y sobre el almirante extranjero de la flota del Pacífico? un canal de Mendoza a Buenos; que estableció un Banco donde
Bastante difícil se me ha hecho creerlo cuando en reciente viaje apenas había descuentos; que gastó 100.000 pesos para la
a Londres visitando la catedral de Wensmister -enterratorio de construcción de un pozo artesiano al lado de un río en medio de
las grandes figuras del imperio-, he visto en lugar preferente el un cementerio público, y todo esto se hacía cuando no había un
monumento donde reposan los restos del almirante Cochrane, muelle para embarcar y desembarcar los efectos, y por el con-
sin otros títulos inscriptos en la lápida que los de "Libertador de trario rehizo y destruyó el que existía de piedra y que había cos-
Chile y el Perú" 6. Obediente soldado del imperio, habrá obede- tado 600.000 pesos fuertes en el tiempo de los españoles; que el
cido cuando libertaba pero también cuando se negó a completar ejército estaba sin pagar y en tal miseria que pedían limosna los
la empresa, libres sí, pero hasta el límite y para los fines extra- soldados públicamente, en fin, que estableció el papel moneda
nacionales en que los agentes civiles y navales coincidían, en que ha sido la ruina del crédito de aquella república y de los
Buenos Aires y en el mar distante. Libres, pero no tanto y sólo particulares. Sería de no acabar si se enumerasen las locuras de
hasta donde el interés británico determina. aquel visionario y la admiración de mis compatriotas queriendo
Ya la revisión de la historia nos permite comprender la entre- improvisar en Buenos Aires la CIVILIZACIÓN EUROPEA con
vista de Guayaquil, y descorrer el velo que oculta el misterio, sólo los decretos que diariamente llenaban el archivo oficial".
que también ha servido para disociarnos entre sudamericanos Como se ve San Martín tenía la clara percepción de un pro-
del norte y sudamericanos del sur. El renunciamiento sanmarti- blema que saltaba a los ojos de los contemporáneos y que la his-
niano se convierte así en la necesidad en que se encuentra el más toria oficial ha oscurecido. Los unitarios rivadavianos tienen
débil, por la hostilidad de su gobierno a la empresa, de entregar una política que será la de la oligarquía liberal después de Case-
88 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 89

ros y que consiste en separarnos de la empresa continental, de la que ya se ha perdido para el Río de la Plata. Pero en guerra con
empresa común americana, para establecer con urgencia la civi- el Brasil los rivadavianos se niegan a aceptar la ayuda de Bolí-
lización europea, urgencia a la que es un obstáculo la realidad var que propone avanzar a través del Paraguay hacia el centro
americana que quiere conformar el futuro de sí misma y con- del imperio brasileño. Son los mismos que después se aliaron
forme a sí misma: quiere ser nación, con su espacio, su pueblo, con Brasil, Francia e Inglaterra para la política de estos contra la
su cultura y con una economía al servicio de la misma. A esta Patria Grande. Y por otra parte la diplomacia de García ya opera
concepción nacional, la concepción de factoría opondrá las for- para perder en las negociaciones lo que se gana en el campo de
mulas expresamente contrarias: en materia de espacio, el mal batalla. ¿Pero es que acaso no es precisamente lo que busca la
que aqueja a la Argentina es la extensión; en materia de pobla- política inglesa, lo que quiere Ponsomby, y precisa Gordon: que
ción, exterminar la población nativa y sustituirla por inmigran- ni el Brasil ni la Argentina posean la Banda Oriental, creando
tes -a lo que llaman "gobernar es poblar"-; en materia cultural, ese "algodón entre dos cristales", que es el eufemismo que
desprestigiar y destruir las bases culturales y religiosas consti- Inglaterra inventa para privar al Río de la Plata de su puerto fun-
tuyendo una "intelligentzia" de importación; en materia econó- damental, para impedirnos ser potencia marítima, y como prin-
mica y social, destruir las artesanías propias, las industrias loca- cipio de la exigida "libre navegación de los ríos", al mismo
les e impedir la formación de un capitalismo nacional y de tra- tiempo que desarticula la cuenca del Plata?
bajo tecnificado. Sólo grandes propietarios y un pueblo de "pata Mitre vuelve a marcarnos la continuidad de esta política en la
al suelo", consumidor de productos industriales importados, oración que proclamó a Rivadavia "el primer hombre civil de
cada vez más caros -según la relación de los términos de inter- los argentinos", destacando como una gloria esta increíble
cambio- es decir la división internacional del trabajo propiciada monstruosidad de haber rehusado la alianza con Bolívar en
por los apósteles del libre camino, según el decir de Mitre, tam- plena guerra, y en circunstancias cada día más adversas. En la
bién consciente de la línea histórica suya, la opuesta a la san- misma oración también adjudica a Rivadavia la gloria de no
martiniana, y por lo cual proclamó el primer hombre civil de los haber concurrido al Congreso de Panamá, desintegrándonos del
argentinos a Rivadavia, aquel visionario de las locuras. resto de Latinoamérica, es decir, de haber practicado la desinte-
El renunciamiento obligado de San Martín costó al Río de la gración del espacio virreynal y luego la continental.
Plata la pérdida del Alto Perú. Pérdida querida por los rivadavia- Mitre será quien complete esa política de desintegración, y la
nos, que la buscaron en aquella negativa desde que no sólo redu- guerra del Paraguay cerrará definitivamente las posibilidades de
jeron el ámbito americano de la empresa, sino también el virrey- integración con Paraguay y la Banda Oriental. Si Caseros ha
nal. Es toda una política, y se comprenderá cómo contemporáne- construido las bases de la nación factoría, que complementa la
amente han tolerado y estimulado la ocupación de la Banda libre navegación de los ríos, Pavón ha terminado la posibilidad
Oriental por los portugueses, y dejan que continúen en ella el de una política de la Nación para fines propios. Después de la
imperio de Brasil después de su independencia. Si los trabajos separación el Buenos Aires de Mitre sólo se reintegra si la repú-
de Rosas apoyando a Lavalleja en la invasión de los treinta y blica es una mera prolongación del puerto de Buenos Aires,
tres orientales, obligan a la guerra para salvar a la Banda Orien- organizada como prolongación de Europa y no como realización
tal, esto ocurre bajo la presión de la opinión exaltada por la vic- americana; así lo quiso el sector portuario, los "agiotistas y espe-
toria de Junín, que acaba con el dominio español en el Alto Perú, culadores del puerto de Buenos Aires", como les llamaba Rosas,
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y así habría de organizarse la política del país que dejó en Case- ocultos que sirvieron y siguen sirviendo. Allí está también el
ros de ser una política nacional, la de la Patria Grande, para con- secreto de su debilidad y de sus caídas. Este trabajo no quiere ser
vertirse en esta de la Patria Chica, cabeza de puente europea en más que una pequeña contribución para que esto no pueda suce-
el espacio americano. der de nuevo y se comprenda de una manera definitiva que la
Fácil resulta percibir las dos líneas históricas que hemos gran empresa de la política nacional requiere conocer los hilos
venido señalando. La Patria chica es hostil a la geografía y al cortados en Caseros, cómo se cortaron, y para qué fines, y cómo
hombre autóctono. Primero a lo americano y después a lo virrey- se hizo la trampa posterior.
nal. Reduce el país y sustituye los hombres. Cuidará después de Es aquello que ya hemos citado de Croce: "Las edades en
construirle al sustituto una mentalidad adecuada a la finalidad que se separan reformas y transformaciones miran atentas al
perseguida y el producto de esa cultura es la "intelligentzia". pasado, aquel cuyos hilos quieren despedazar y aquel de quien
Para formar esa "intelligentzia", y convertirla a su vez en un ins- intentan reanudarlos, para seguir tejiéndolos".
trumento formador se ha hecho la falsificación de la historia. Estamos en uno de esos momentos históricos y se trata de
Esa "intelligentizia" podrá dar políticas de partido, y difundirá reanudar para seguir tejiendo, lo que para nuestra realidad ame-
ideologías sociales, planteos económicos, soluciones jurídicas, ricana y rioplatense empezó en San Martín, y continuó la Confe-
pero siempre desde afuera hacia adentro y condicionadas al deración; y de cortar los hilos que empezaron a tejer los enemi-
esquema de factoría que corresponde a la mentalidad de la Patria gos de San Martín y que vencida la Confederación, nos quitaron
chica. Nunca una gran política es decir una política nacional. el destino de Patria Grande para reducirla a la idea casi munici-
Una política nacional supone una idea de Patria grande, de pal de un estado administrador y una economía, un pueblo, una
finalidades transcendentes y de empresa colectiva hacia un ideal política internacional y fuerzas armadas complementarias de
nacional, no hacia formas circunstanciales. otros intereses nacionales distintos y opuestos a los nuestros.
Para reencontrarla hay que volver a la Patria Grande. Es lo En definitiva, tener una política nacional, o negarnos a nos-
que intentan los dos episodios políticos del presente siglo que otros mismos en una situación de dependencia económica social
comienza en 1916 y 1945, y que sufren cada uno su Caseros. y cultural. Comprenderlo es imposible sin el conocimiento ver-
Estos "Caseros" podrán ser explicados por los errores, las faltas, dadero de la historia. Su conocimiento, es decir, su revisión, se
los crímenes, si se quiere, de los gobernantes, pero lo que no hace imprescindible para reanudar aquellos hilos y darle al pen-
puede ser explicado sino en función de una política general con- samiento nacional el sentido de la Patria Grande al que va apare-
tra la Patria Grande, es que lo que intentó no fue la sustitución jada la posibilidad de ser efectivamente una Nación. Es lo que
de los hombres o de los partidos gobernantes, sino la restaura- espero haber contribuido a demostrar en esta publicación.
ción de las condiciones antinacionales y antipopulares que
habían sido creados en el primer Caseros y vencidas en 1916 y
1945. Encontraremos en el pasado lejano las claves de nuestra
historia, y tal vez no haber afrontado decididamente la revisión
histórica haya sido la causa de que ambos procesos nacionales
hayan carecido de la experiencia necesaria para conocer a los
adversarios en su verdadero poder y en las fuerzas y los fines
92 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 93

NOTAS la Plata, caso del Paraguay, Banda Oriental y Alto Perú, con la pér-
1
No está demás señalar la particularidad de que los mapas de la Baja dida directa, Misiones Orientales, o indirecta en las disminuciones
Edad Media eran orientados no norte-sur, sino precisamente hacia operadas a favor de Brasil en los Estados segregados del antiguo
oriente, razón por la cual el naciente se ponía arriba, como ocurre virreinato.
con los "beatos". Es que la cultura de esa época, esencialmente reli- Demuestra esto cómo la superioridad de una concepción política
giosa y católica, referia todo a los Santos Lugares y a la ubicación nacional permanentemente aplicada prevalece contra los determi-
presuntiva del Paraíso Perdido. He aquí la incidencia de lo histó- nismos geográficos, y aun sobre el mismo resultado de las guerras
rico sobre el concepto geográfico, como hemos visto, a la inversa. como se ven en cualquier paralelo que se establezca entre las polí-
Sirva esto para comprender que aun la visión de la historia univer- ticas de Brasil y Argentina. Ya aclaré que estos señalamientos no
sal que tenemos es la de la historia de una cultura que tomamos por pretenden volver sobre situaciones definitivamente resueltas, sino
universal y en la cual la dimensión de los acontecimientos es apre- ejemplificar con los hechos para demostrar que para lograr la
ciada no en función de los acontecimientos en sí y su influencia Nación es imprescindible una política con visión nacional, que es
universal, sino en función de su incidencia en la zona del mundo el secreto de los triunfos brasileños y nuestras derrotas. Brasil ha
que es el escenario de esa cultura. Con esto quiero dejar establecido tenido política nacional y nosotros la negación de la misma, porque
que en la historia todo es también según el "color del cristal con la Patria Grande fue derrotada por la concepción portuaria de la
que se mira", lo que hace imprescindible verla, en función política, Patria Chica. La falsificación de la historia ha querido ocultarlo
desde el ángulo propio, de aquí para afuera y no a la inversa. para impedir que volvamos a todo pensamiento de grandeza nacio-
2
En el trabajo geopolítico referido comprobé la imposibilidad de
nal, tanto en el espacio como en los hombres. Y esto no sólo desde
ninguna comprensión sin la previa revisión histórica. Ello me
los proceres, adjudicando el procerato a los agentes de las políticas
obligó, a la vez, a precederlo de una síntesis de historia revisada,
extrañas y cubriendo de ignominia los hombres de la Patria
para la comprensión del lector.
Grande, sino con respecto a la población toda. Porque la política de
Efectivamente, a la luz de las condiciones geopolíticas nada de lo la población, a que me he referido antes, también ha sido cumplida
que ha ocurrido en los paralelos desplazamientos argentino-brasile- conforme a las finalidades de la Patria Chica. Oigamos a Euclydes
ños es comprensible, pues sólo se ven triunfos de los segundos, da Cunha, el eminente estudioso brasileño, a fines de 1907: "Léase
siendo que las condiciones son tan adversas como favorables a la historia de la Confederación Argentina después de la fase tumul-
nuestro país, sobre todo en la marcha hacia el centro continental. tuosa de la Independencia y resultará, en nítido relieve, este con-
Así, Brasil, país de fundación puntiforme, con puertos sólo interco- traste con la nuestra; nosotros tuvimos que formar en un largo
municados por vía marítima se encuentra apretado por las monta- esfuerzo de selección telúrica, el hombre para vencer la tierra, ella
ñas contra la faja costera. En su avance al interior del continente, tuvo que transformar y vitalizar la tierra para vencer al hombre".
debe avanzar transversalmente a ríos, selvas y montañas. En cam- En otras palabras, que nosotros tuvimos que adecuar a la tierra a la
bio desde el Río de la Plata el avance hacia el centro continental
realidad humana importada, y Brasil se dedicó a adecuar el hombre
está determinado en la lógica de la geografía por los valles pene-
a la realidad telúrica a que pertenecía. Esa adecuación del hombre,
trantes de los ríos que afluyen al mismo, particularmente en las
cien veces más difícil que en la Argentina, dado el complejo de
condiciones de transporte propias de la conquista y del siglo
razas y de climas brasileño, se ha logrado hoy, y es quizá una de las
pasado.
mayores hazañas de la historia humana, pues Brasil, fundiendo los
La política se dio inversamente a la facilidades geográficas, ya en hombres en la realidad geográfica, ha logrado prácticamente crear
la colonia, y posteriormente después de la independencia donde la una unidad que es casi una raza propia. ¡Horroriza pensar lo que
disminución se operó más acá de los territorios en disputa con la habrían propuesto en el Brasil con negros y mulatos los progresis-
corona portuguesa, por la desintegración del virreinato del Río de
94 ARTURO JAURETCHE

tas que no encontraron aquí otra solución que degollar gauchos,


para resolver un problema infinitamente más fácil!
Refiriéndose al Uruguay, Alberto Methold Ferré (Uruguay como
Problema), dice: "La conciencia histórica osciló entre dos polos
APÉNDICE
extremos e incomunicados"... "Nos enseñaron una historia de
puertas cerradas, desparramada en anécdotas y biografías, como si
el Uruguay... fuera un país creado por pura casualidad interna... o
la pretensión de subsumir el Uruguay en pura causalidad externa, EL REVISIONISMO HISTÓRICO
en una historia mundial a secas... Nos escindíamos en pueblerinos SU HISTORIOGRAFÍA
o ciudadanos del mundo ".
Con más extensión ver I y II capítulos de Manual de Zonceras
Argentinas.
NORBERTOD'ATRI
Desde ese momento el gobierno de Buenos Aires es una cosa y el
ejército de San Martín otra, pues el acta de Rancagua constituye
prácticamente el ejército libertador americano, para liberarse de la
política tortuosa de Buenos Aires que conspira contra su empresa. Hasta Caseros no hay historia propiamente dicha en el país.
San Martín, y el país, pagarán esa culpa americana con la pérdida Existen memorias, anecdotarios, esbozos históricos. Se explica;
del Alto Perú, pero los unitarios no habrán podido impedir la inde- el país se estaba construyendo y no había tiempo para hacerla.
pendencia americana. Habrán logrado en cambio la disminución Los que sabían escribir y podían hacerlo trocaban continua-
del espacio nacional. mente la pluma por la espada. Y no está mal que los historiado-
En Manual de Zonceras Argentinas documentación gráfica.
res peleen. Lo que se perdía en pasión se ganaba en hombría.
Pero después de Caseros, y sobre todo después de Pavón,
empezó la cosa. Ya lo ha explicado precedentemente Jauretche.
Había que justificar la lucha contra Rosas y la organización ins-
titucional del país sobre los moldes liberales.
Hacen punta Vicente Fidel López (1815-1903) y Bartolomé
Mitre (1821-1906). 1
Varias generaciones argentinas conocieron la historia nacio-
nal a través de Mitre y López. No había otra cosa. Por eso a
pesar que políticamente el mitrismo fue siempre minoritario, el
respeto al "mitrismo histórico" fue casi unánime.

SALDÍAS PRECURSOR DEL REVISIONISMO

La primera voz disonante empieza con Adolfo Saldías (1844-


1914). 2 ¿Quién era Saldías? Pues un joven liberal que egresa de
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 97
96 ARTURO JAURETCHE

la Facultad de Derecho de Buenos Aires en 1874. Inmediata- bles. Le envió el libro a Mitre para que lo juzgara... En la edi-
mente, como era de rigor, ingresa en la masonería donde llega a ción del 19 de octubre de 1887 La Nación reproduce la carta que
ocupar altos grados. Colabora estrechamente con Sarmiento, del le contesta Mitre a Saldías. Ese día es la partida de nacimiento
que llega a ser secretario. En 1877 ocupa una banca en la Legis- del revisionismo y su condena. La reprimenda de Mitre a su des-
latura de Buenos Aires, filiado al alsinismo. Ese mismo año se carrilado discípulo es apocalíptica. En síntesis, lo de Rosas es
produce un hecho curioso. Al llegar aquí la noticia de la muerte cosa juzgada y no hay nada que hacer. La condenación de Rosas
de Rosas, un reducido grupo de parientes y viejos amigos es definitiva. Desde entonces hasta hoy, esa ha sido la respuesta
intenta hacerle oficiar un funeral en la Iglesia de San Ignacio. de la "escuela liberal" a la reivindicación histórica de Rosas.
No podrán. A 25 años de Caseros, se afiata el coro de los hijos de Con la diferencia que ahora ya nadie la toma en serio.
la emigración unitaria -a la sazón divididos en mil fracciones Pero en su época la cosa fue terrible. Esa sutil forma de terro-
pero unificados en la execración al Tirano- y arman gran rismo ideológico que es la "conspiración del silencio" comenzó
revuelo. El gobierno prohibe el funeral. Y no sólo eso, el mismo a funcionar. No obstante en 1888, Adolfo Saldías publicó en
día que debía realizarse el frustrado funeral a Rosas, un grupo de Buenos Aires -tenía medios económicos para hacerlo- los tres
"personalidades" con la adhesión del gobierno nacional (Avella- tomos bajo el nombre de Historia de la Confederación Argen-
neda) y el provincial (Casares) organizan un "contra-funeral" en tina. El libro se vendió. Pero no se comentó; la muerte civil del
la Catedral por las "víctimas de la tiranía". Y aquí viene lo autor se había decretado. La generación revisionista que se fue
curioso. Entre los ministros provinciales que adhieren está estructurando en la tercera década de nuestro siglo, conoció la
Vicente Quesada, otro de los precursores del revisionismo y obra de Saldías, a través de ediciones hechas en México, Monte-
entre las firmas de los diputados está la de Adolfo Saldías. Ade- video o Madrid.
más Saldías profesa una encendida admiración por la labor his- ¿Era el libro de Saldías una apología de Rosas? De ningún
tórica de Mitre, cuya tercera y metódica edición del Belgrano de modo. Era simplemente un trabajo honesto de un liberal, que no
1870, lo había entusiasmado. Ahí nació su vocación por la histo- dejaba por cierto de fustigar muchos aspectos del período
ria. Tenía que continuar la historia iniciada por su maestro. resista. Pero esta "herejía" de querer ser objetivo en el caso
Arrancaría de 1824 en adelante. Lo que significaba toparse con Rosas, dio origen al revisionismo como corriente contrapuesta
el período de Rosas. Se puso a buscar papeles. Su curiosidad lo al liberalismo.
perdió...
Descubrió un "mundo nuevo". No lo podía creer. Aquella
época no había sido la lucha entre la "civilización" y la "barba- UN PUNTO CLAVE: ¿REVISIONISMO
rie", sino entre la defensa de la soberanía y la agresión imperia- ES SINÓNIMO DE ROSISMO?
lista. Como Colón, se lanzó al océano, pero al revés, se fue al
viejo mundo. En Londres visitó a Manuelita Rosas y le pidió que Aquí llegamos a una cuestión que es necesario dilucidar
le dejara ver los papeles del padre. Los leyó, los copió y reco- desde el primer momento. ¿El revisionismo es sinónimo de
piló. En 1881 aparecía en París el primer tomo de la Historia de rosismo? Desde luego que no. Lo que ocurre es que el revisio-
Rosas y su época. Tres años después el segundo y en 1887, el nismo como corriente histórica, nace con el estudio serio y desa-
tercero. La buena fe y la ingenuidad de Saldías son insospecha- pasionado de la época resista, que conduce indefectiblemente a
98 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 99

la reivindicación de Rosas como defensor obstinado de la Sobe- DESPUÉS DE SALDÍAS


ranía de la Confederación Argentina frente a las pretensiones
imperialistas extranjeras, provengan éstas de las potencias euro- En la misma época en que Saldías producía su historia.
peas o americanas -caso Brasil- a la vez que una consecuente Vicente G. Quesada (1830-1913) publicaba su Historia diplo-
resistencia a aceptar los moldes del liberalismo europeo para la mática latinoamericana, donde por primera vez se denunciaba
organización institucional argentina. Esa es la primera etapa del la política imperialista de Brasil (el gran aliado de los unitarios)
revisionismo, que luego se prolonga hacia atrás y hacia adelante. en el Río de la Plata. Pero Quesada no es un hombre que simpa-
Hacia atrás, en la destrucción de la "leyenda negra" sobre la tice con Rosas, sin embargo, su hijo, Ernesto Quesada será uno
época de la dominación española y luego sobre el enfoque polé- de los precursores de la reivindicación de don Juan Manuel.
mico de la Revolución de Mayo y, hacia adelante, en la etapa Nacido en Buenos Aires en 1858, acompaña a su padre a Europa
que se abre después de Caseros, con su hecho clave que es la en 1872. En Southampton, todavía casi un niño, visita a Rosas
batalla de Pavón y el exterminio de las montoneras federales, ya octogenario. Pero ese encuentro dejaría en él un recuerdo
para seguir con el 80, el 90 y el proceso político que se desarro- imborrable. Ernesto Quesada es un viajero impenitente, gra-
lla en el siglo XX (la oligarquía conservadora en el poder, el duado de doctor en jurisprudencia en Buenos Aires, realiza estu-
nacimiento del movimiento obrero, el yrigoyenismo, la "década dios también en Dresden, Berlín, Leipzig y París. Casado con
infame", el peronismo). una nieta del general Ángel Pacheco, viajan por Rusia y Persia.
Por eso en la corriente revisionista no hubo nunca uniformi- En su estadía en París visita asiduamente a Juan Bautista
dad ideológica, ni siquiera en sus comienzos. El único denomi- Alberdi. En 1898 publica La época de Rosas, donde en su pró-
nador común del revisionismo ha sido su rechazo al liberalismo logo desmenuza críticamente la "Historia" de Vicente Fidel
político y económico que nutre a toda la "histografía acadé- López, a la vez que define la política del Restaurador. A esta
mica". De ahí que ya en nuestros días, la mayoría de los trabajos obra le sigue una verdadera saga sobre la guerra civil del año
revisionistas que aparecen casi no se ocupan de demostrar las 1840, elaborada en base al archivo del general Pacheco, al cual
inexactitudes de los liberales, si no de crear nuevos enfoques tuvo acceso. Así aparecen: Lamadridy la Liga del Norte, Lava-
polémicos entre corrientes y autores revisionistas. lie y la batalla de Quebracho Herrado, Pacheco y la campaña
Ya no se puede hablar de revisionismo en singular sino en de Cuyo, Acha y la batalla de Angaco. Quesada no fue perse-
plural. También es absurdo creer que hay un "revisionismo ofi- guido nunca. Era un hombre respetado: pero nunca gozó de
cial" que pueda excluir del "parnaso" a los "ángeles malos" del popularidad. Quizá porque la influencia de la cultura alemana
revisionismo. Cuando los aportes serios, es decir producto de la hizo de él el prototipo del intelectual de gabinete. Lo cierto es
investigación, las interpretaciones que se infieren de ellos, se que se va del país en 1915, después de un interregno en Bolivia
pueden aceptar o rechazar, coincidir o disentir, pero no estable- se radica en Alemania y en 1934 muere en su retiro de Suiza. Su
cer "vetos académicos". obra fue escrupulosamente escamoteada al conocimiento
Así que en esta síntesis historiográfica, al llegar a nuestros público durante mucho tiempo.
días incluiremos a autores que tienen muy distinta extracción Su fabulosa biblioteca que reunía cerca de 84.000 volúme-
ideológica y pocos puntos de coincidencia política. nes, casi todo ellos de temas latinoamericanos, fue donada al
Instituto Iberoamericano de Berlín -previo ofrecimiento al país
100 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 101

en la época de la presidencia de Alvear que, por negligencia liberal que dota a su ensayo de un interesante análisis de los pro-
burocrática, no se concretó-. Lamentablemente se perdió casi cesos económicos difiere de la historiografía liberal clásica y
íntegramente durante la Segunda Guerra Mundial. presenta un panorama hasta entonces no frecuentado.
Faltaría agregar que en 1880 aparece una obra, que si bien no
puede considerarse como revisionista, por la seriedad y la minu-
ciosidad documental con que fue realizada, resultó de inestima- EL "ROSAS" DE IBARGUREN
ble utilidad a los posteriores historiadores revisionistas: nos
referimos a la Historia de los Gobernadores de Antonio Zinny Pero hasta bien entrado nuestro siglo no se había producido
(1821-1890). en la Argentina una obra en defensa de Rosas. En 1922 Carlos
Ibarguren (1877-1956) desarrolla en la Facultad de Filosofía y
Letras de Buenos Aires un curso sobre "Las dictaduras trascen-
EL REVISIONISMO EN LAS PRIMERAS dentales". En él se trata el tema de Rosas y su época. Estas con-
DÉCADAS DEL SIGLO XX ferencias alcanzan una gran trascendencia en el ámbito intelec-
tual. No es todavía una reivindicación de Rosas, pero sí una jus-
En 1903 un profesor de historia de la Facultad de Filosofía y tificación y revalorización de su obra como gobernante. Ibargu-
Letras de Buenos Aires, pronuncia una serie de conferencias ren las publicará hacia 1930 con el título de Juan Manuel de
sobre Facundo Quiroga. Se trata de David Peña (1862-1930), Rosas, su historia, su vida, su drama.
que en 1906 les da forma de libro. Así aparece Juan Facundo Este libro tiene una gran repercusión en el campo historio-
Quiroga, primera reivindicación del caudillo riojano. Años des- gráfico. No es un estudio exhaustivo ni mucho menos apologé-
pués David Peña, que en su juventud había sido amigo de Juan tico sobre Rosas, pero su autor tiene un gran prestigio intelectual
Bautista Alberdi (en el último tránsito de éste por Buenos Aires, en nuestro medio -más que a la oligarquía, pertenece a la aris-
antes de partir definitivamente hacia el exilio) sale en su defensa tocracia argentina, en el auténtico sentido del término- es des-
ante los ataques que el órgano mitrista le prodigara en 1919, cendiente de familia patricia y su filiación ha sido, hasta hace
cuando los concejales socialistas votan la imposición de su nom- poco, liberal (en el mismo año que pronuncia sus conferencias,
bre a una calle de la Capital. integra la fórmula presidencial del partido Demócrata Progre-
Es precisamente David Peña quien levanta el velo sobre el sista). Su libro será criticado, pero con respeto. No pudo ser
Alberdi posterior a Pavón y los entretelones de la guerra del silenciado. A partir de él, el tema Rosas comienza a ser visto de
Paraguay. Él es el que proporciona la pista a varios escritores otra manera y la curiosidad intelectual que suscita induce a
revisionistas de nuestros días. (En 1965 se reedita, precedido de muchos historiadores a profundizar en su estudio.
un prólogo de Rodolfo Ortega Peña y Eduardo L. Duhalde, A esta época pertenece otro libro importante, pero de menor
Alberdi, los mitristas y la guerra de la Triple Alianza y está en trascendencia: Juan Manuel de Rosas. Juicio reivindicatorío, de
vías de una reedición del Teatro Histórico de David Peña.) Martín V. Lascano (1859-1940), ya decididamente favorable a
En 1912 aparece el Estudio sobre las Guerras Civiles Argen- Rosas.
tinas de Juan Álvarez (1878-1953), que por supuesto no se lo
puede filiar como revisionista, pero que por tratarse de un autor
102 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 103

EL REVISIONISMO SE ABRE CAMINO Nacional en la época de Rosas, Alberdi, Apuntes sobre la vida
universitaria e intelectual bajo la dominación de Rosas, El caso
Después de la aparición del libro de Ibarguren se va estructu- de los Maza, Rosas en el destierro.
rando todo un movimiento de historiadores que se identifica con
el rótulo de "revisionistas". Es decir, los que consideran necesa-
rio "revisar" la historia escrita por los liberales. El punto de reu- RICARDO CABALLERO (1876-1963)
nión es Rosas. El estudio de su época se hace intensivo y va sur-
giendo a la luz un inmenso repositorio documental ignorado u Hombre de destacada actuación en el radicalismo santafesino
ocultado hasta entonces. Hacia 1930, coincidente con la apari- desde su participación en la revolución de 1905 hasta su senadu-
ción del nacionalismo como expresión política, ya hay un grupo ría en las postrimerías de la segunda presidencia de Yrigoyen
de historiadores que ha producido, o lo están haciendo, valiosos pasando por la integración de la fórmula "Menchaca-Caba-
aportes a la historiografía revisionista. Sus puntos de coinciden- llero", la primera elección ganada por el radicalismo con la apli-
cia son, en lo ideológico, su antiliberalismo y en lo religioso su cación de la ley Sáenz Peña. Médico de profesión -es autor de
catolicismo militante. El radicalismo, especialmente en su ver- una biografía de Pasteur- trató siempre de destacar la filiación
sión yrigoyenista, que es la prolongación histórica del federa- histórica que unía al federalismo con el radicalismo. En 1927, en
lismo, no había producido, paradójicamente, escritores enrola- pleno recinto del Senado, haría, en un memorable discurso, la
dos con el revisionismo, salvo algunas excepciones destacadas defensa del general Ángel V. Peñaloza y la rebelión montonera
como fueron Dardo Corvalán Mendilaharzu y Ricardo Caballero posterior a Pavón. En 1951 aparece Yrigoyen, la conspiración
(en ciernes todavía la obra de Diego Luis Molinari). civil y militar del 4 de febrero de 1905, donde expone, además
de la crónica de aquel acontecimiento, su posición decidida-
mente revisionista.
DARDO CORVALÁN MENDILAHARZU (1888-1950)

Si bien nacido en Concepción del Uruguay, toda la actuación FIN DE "LA LEYENDA NEGRA": CARBIA
política en el seno del radicalismo la realizó en Mendoza. Inte-
gró el Comité Nacional de la UCR en la época de la primera pre- Dijimos al comienzo que al revisionismo también se debe la
sidencia de Yrigoyen, fue ministro de Hacienda del gobernador destrucción de la "leyenda negra" sobre la dominación hispana
José Néstor Lencinas y llegó a desempeñarse posteriormente en América (los "crueles conquistadores y lujuriosos frailes"
como subsecretario de Relaciones Exteriores, cuando Horacio como decía Juan María Gutiérrez). En ese sentido la figura de
Oyhanarte ocupaba la cancillería (1928). En 1923 publica Som- mayor jerarquía fue Rómulo D. Carbia (1855-1944). A través de
bras históricas, relatos en que ya habla en tono reivindicatorío su cátedra de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires,
de Rosas y su época. En 1929 aparece su Rosas editado por produjo una exhaustiva labor investigadora que alcanzó su
Gleizer (en su vieja imprenta de la entonces, lejana calle Triun- mejor expresión en la publicación, en 1925, de Historia de la
virato). En esta obra el tono reivindicatorío se acentúa. Incluye historiografía argentina. Publicó también, en su mayor parte
trabajos de real valía, bien asentados documentalmente como: bajo la forma de monografías aparecidas en publicaciones uni-
Rosas y la tragedia de Barranca Yaco, La tradición del Himno versitarias: Un enigma colombino resuelto (1932) La investiga-
104 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 105

ción científica y el descubrimiento de América (1937), Historia actitud militante de éstos, son varios los historiadores que reali-
de la leyenda negra hispanoamericana (1943), La nueva histo- zan una meritoria labor, a veces silenciosa -queremos decir sin
ria del descubrimiento de América, La superchería en la histo- estridencias- que en algunos casos responde a una modalidad
ria del descubrimiento. circunspecta y en otros al deseo de no comprometerse política-
mente. No nos corresponde juzgar intenciones porque correría-
mos el riesgo de ser injustos, o por lo menos ligeros, pero cabe
CREACIÓN DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES tener en cuenta que los resortes del poder oficial -Academia,
HISTÓRICAS "JUAN MANUEL DE ROSAS" Universidades, prensa grande, reparticiones oficiales- estuvie-
ron siempre en poder de los "liberales", incluso en la época del
Será en la década de 1930 al 40 donde los hombres que hacen peronismo, aunque, desde luego, más atenuados que en otros
su aparición en la vida política, en las postrimerías de la segunda períodos.
presidencia de Yrigoyen, comiencen a producir. Desde el exte- Sin embanderarse, sin definirse categóricamente, existe una
rior llegan las voces del ya mencionado Carlos Pereyra (Rosas y producción histórica que, al no ajustarse a los cánones prestable-
Thiers), del uruguayo Luis Alberto de Herrera (1873-1959), cidos por el liberalismo, al investigar con criterio independiente,
(Orígenes de la Patria Grande, Por la verdad histórica, La
fue de suma utilidad al revisionismo para poder estudiar e inter-
seudo historia para el delfín), del brasileño Pandia Calógeras
pretar algunos aspectos de nuestra historia. *•
(Formacao histórica del Brasil).
En tal sentido corresponde señalar la poco difundida -entre
La corriente revisionista, cuyos miembros actuaban disper-
sos, consigue nuclearse a través de una institución que con el el gran público- pero meritoria tarea realizada por el denomi-
tiempo adquirirá la proyección de una verdadera "Anti-Acade- nado "grupo de La Plata", cuya figura consular fue Carlos
mia". El 5 de agosto de 1941 se funda el Instituto de Investiga- Heras (1896-1966) creador en 1930 de la primera cátedra uni-
ciones Históricas "Juan Manuel de Rosas". Presidido por el versitaria de Historia Argentina Contemporánea (de 1862 en
general Juan Ithurbide, la primera comisión directiva estaba adelante). Heras en su condición de director de Trabajos y
integrada por: Manuel Gálvez, Evaristo Ramírez Juárez, Ramón Comunicaciones, órgano del Departamento de Historia de la
Dolí, Ernesto Palacio, Julio y Rodolfo Irazusta, Roberto Lafe- Facultad de Humanidades, publica durante más de 15 años una
rrere, Ricardo Font Ezcurra, Carlos Steffens Soler, Mario Lassa- valiosísima contribución histórica que abarca un período hasta
ga, Alberto Ezcurra Medrano, Alberto Contreras, Alfredo Ville- entonces muy poco trabajado con rigor universitario.
gas Oromí, Luis de Pablo e Isidoro García Santillán.3 La vasta obra de Carlos Heras está incluida fundamental-
mente en sus artículos del citado Trabajos y Comunicaciones, lo
mismo que la de sus principales colaboradores y discípulos.
EL REVISIONISMO "INDEPENDIENTE" Entre estos corresponde señalar a dos: Andrés R. Allende y Joa-
quín Pérez. Allende cuya especialidad ha sido la historia interna
Sin vinculación con el Instituto Juan Manuel de Rosas, otros de la provincia de Buenos Aires después de Caseros, ha orien-
historiadores realizan una tarea de investigación que produce tado, a partir de 1955, su interpretación en una línea proclive al
obras coincidentes con la línea revisionista, sin embanderarse liberalismo. En cambio Joaquín Pérez trabaja en una línea más
con él. Es decir, sin aceptar el rótulo de revisionistas y sin la concordante con el revisionismo, habiendo profundizado el
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 107
106 ARTURO JAURETCHE

Oro en el Congreso de Tucumán (1929), Artigas en los orígenes


estudio de la época que circunda al intricado año XX. Entre su
autonómicos de Santa Fe (1930), El bloqueo francés de 1838 y
producción, se destacan: Historia de los Primeros Gobernado-
res de la provincia de Buenos Aires. El año XX desde el punto de la misión Cullen (1934) y ampliado en 2a edición de 1945, ade-
vista político-social (1950), San Martín y Bustos. Una amistad más de los eruditos y extensos prólogos a las obras sobre los via-
probada en el pensamiento y en la acción (1951), Artigas, San jeros ingleses: Samuel Greene Arnold Viaje por América del Sur,
Martín y los proyectos monárquicos en el Río de la Plata y Chile 1847-1848 (1951) y Sir Woodbine Parish Buenos Aires y las
(1818-1920) de 1960. provincias del Río de la Plata, desde su descubrimiento y con-
quista por los españoles (1958). Además de sus traducciones y
anotaciones de William Mac Cann Viaje a caballo por las pro-
JOSÉ LUIS BUSANICHE O vincias argentinas. 1847 (1939), de Arsine Isabelle: Aspecto de
LA HONESTIDAD INTELECTUAL Buenos Aires en 1830-34 (1941), de William Yates: José Miguel
Carrera (1942), de Thomas J. Page Notas de viaje por la Confe-
Un caso excepcional, entre lo que hemos denominado "revi- deración Argentina, 1853-1855 (1941), de J.A.B. Beaumont
sionismo independiente", la constituye José Luis Busaniche Buenos Aires, Entre Ríos y la Banda Oriental, 1826-1827
(1892-1959). Posiblemente sea el más patético ejemplo de (1957), de J.P. y G.P. Robertson Estampas del Litoral Argentino
honestidad intelectual que se haya dado entre nuestros historia- en 1815 (1944) y Cartas de Sudamérica (1950), de Martín de
dores. Un hombre ideológicamente vinculado al liberalismo y Moussy Las Misiones jesuítas del territorio argentino en 1862
poseedor de una extraordinaria cultura humanista, llega al estu- (1948), de Thomas Woodbine Hinchliff: Viaje al Plata en 1861
dio de la historia nacional y se aproxima al revisionismo, impul- (1955), de L.B. Mackimonn, La escuadra anglo francesa en el
sado únicamente por un ético respeto a la verdad y un acendrado Paraná, 1846 (1957). También es digno de destacar su ecuá-
amor a su tierra.4 nime prólogo, para Rosas visto por sus contemporáneos no
Este liberal, este abogado que se gradúa con una tesis sobre inserto en la edición de esa obra, Kraft 1955, sino publicada por
"Marcas de fábrica y Patentes de invención", que llega a la fun- la Universidad del Litoral en 1962. Al morir en 1959, Busaniche
ción pública a los 33 años como subsecretario del Ministerio de deja inédito y trunco un manuscrito en el que había querido con-
Instrucción Pública de Santa Fe; este hombre que viaja extensa- densar su pensamiento sobre la historia argentina. Afortunada-
mente por Europa, que dicta cátedras de Historia del Arte y de mente, gracias a la correcta e idónea intervención de Gregorio
Lieteraturas de Europa Septentrional y Meridional; este intelec- Weinberg, director de la colección "El pasado Argentino" de la
tual que rehusa sistemáticamente ingresar en "capillas" y "tren- editorial Hachette, en 1965 apareció la Historia Argentina, que
zas"; este santafesino que no simpatiza con la persona de Rosas, abarca desde el descubrimiento del Río de la Plata hasta la presi-
se vuelca con pasión al estudio de la historia argentina y produce dencia de Mitre. También entre los papeles inéditos dejados por
una obra enjundiosa que el revisionismo recibe "gratuitamente" Busaniche quedaron algunos que debían formar parte de una
-valga la expresión- y que ha contribuido en forma invalorable nueva edición de Rosas visto por sus contemporáneos. El profe-
para el estudio e interpretación de controvertidos períodos histó- sor Manuel B. Somoza los ordenó y en 1967 apareció con el
ricos. De entre sus obras merecen destacarse: Estanislao Lópezy título de Juan Manuel de Rosas. Desde luego que no se trata de
el Federalismo (1927), El supuesto republicanismo del Padre
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 109
108 ARTURO JAURETCHE

un libro apologético pero revela la objetividad con que Busani- A Molinari se deben: La Representación de los Hacendados
che buscaba la verdad histórica. (su ninguna influencia en la vida económica y en los sucesos de
mayo de 1810) (1914). La trata de Negros. Datos de su estudio
en el Río de la Plata (1916), La empresa colombina y el descu-
brimiento de América (1916), La revolución liberal en España y
UN "CONTRAPUNTO" DOCENTE:
los comisionados regios en el Río de la Plata (1922), ¡Viva
RAVIGNANIY MOLINARI
Ramírez! (1938). Alejado ya de la cátedra, aparecen en forma de
libros: La Primera Unión del Sur. Orígenes de la Frontera Aus-
A comienzos de la década del 30, dos historiadores que tie-
tral Argentino-Chilena, Patagonia, Islas Malvinas y Antárdida
nen un común origen político: el radicalismo, ocupan cátedras
(1964) y un extenso artículo aparecido en la Revista del Instituto
de Historia Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras y en el
de Investigaciones Históricas J. M. de Rosas (N° 23-1963).
entonces llamado Instituto del Profesorado Secundario de la
Capital Federal. Son Diego Luis Molinari (1889-1966) y Emilio
Ravignani (1886-1954). Sin embargo ya antes del 30 sus orien-
EL REVISIONISMO MILITANTE: 1930-1955.
taciones se bifurcan, tanto en política como historiográfica-
mente. Molinari será "yrigoyenista", Ravignani, "antipersona- Agrupados en el Instituto de Investigaciones Históricas
lista". Molinari se inclina decididamente hacia el revisionismo, "Juan Manuel de Rosas" -en cuya Revista aparecen importantes
Ravignani acentúa su liberalismo. La época peronista, desde contribuciones al revisionismo5- o a través de periódicos de
luego, los volverá a enfrentar. Pero desde la cátedra uno y otro filiación nacionalista o con la aparición de libros de prosa com-
realizan una labor valiosísima. Se establece entre ellos un nota- batiente, la corriente revisionista se expresa en el período 1930-
ble "contrapunto", pues ambos tienen los mismos alumnos, (por 1955. La bandera de lucha es constantemente la reivindicación
ej. en el Instituto del Profesorado Secundario, se alternan en el de Rosas y la crítica al procerato liberal: Sarmiento y Mitre,
III y IV curso de Historia Argentina) a los cuales inician en la principalmente. Mencionaremos sus principales expresiones.6
tarea de investigación y desde luego tratan de inducir a sus res-
pectivas tendencias: Ravignani que desde 1931, pertenece a la
Academia vuelca sus estudios en forma de libros y en colabora- JULIO IRAZUSTA: ESTILO E INVESTIGACIÓN
ciones para aquella institución Molinari, en cambio, publica en
forma de monografías, en su mayoría editadas por la Universi- Escritor de una profunda cultura humanista -realizó estudios
dad. Recién después de 1955 da preferencia al libro. en Oxford y Roma- publica en 1934, en colaboración con su
De Ravignani aparecen, siempre dentro de la línea liberal, hermano Rodolfo (prestigiosa figura del nacionalismo de esa
pero de impecable acopio documental: La política internacional época) La Argentina y el imperialismo Británico. A esta obra le
de España al comenzar el primer gobierno de Rosas, Inferen- siguen: Ensayo sobre Rosas en el centenario de la suma del
cias sobre Juan Manuel de Rosas, El pacto de la Confederación poder (1935), Vida política de don Juan Manuel de Rosas, a tra-
Argentina y, la más valiosa compilación, Asambleas Constitu- vés de su correspondencia (5 tomos, 1941-1961), Tomás de
yentes Argentinas. Anchorena, procer de la Revolución, la Independencia y la
110 POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 111
ARTURO JAURETCHE

Federación (1950), Ensayos históricos (1952), (reeditado en pues las Vida de Hipólito Yrigoyen, Vida de Domingo Faustino
1968) y en contestación al doctor Ernesto H. Celesia, el alegato Sarmiento (que lejos de ser una diatriba, como muchos suponen,
polémico: Las dificultades de la historia científica (1955). es una de las mejores aproximaciones al sanjuanino) y Vida de
Aparicio Saravia, el legendario caudillo "blanco" oriental.
Hasta la aparición de su biografía de Rosas, Gálvez era un
ERNESTO PALACIO: ENJUNDIA INTELECTUAL hombre unánimente respetado por la crítica liberal, luego, como
YMIL1TANCIA NACIONAL no era posible silenciarlo, se aprovechó el estilo novelado que
imprimía a sus obras históricas, para relegarlo a una simple con-
Una de las figuras más importantes del revisionismo en este dición de novelista histórico, insinuando que tabulaba sobre sus
período. Fue director, junto con Rodolfo Irazusta, del periódico personajes. Sin embargo ese estilo llano y ameno, desprovisto
nacionalista La Nueva República (1929-31). Su vocación por los de todo artificio erudito, utilizado de ex profeso por Gálvez,
temas históricos se encuentra ya en Catilina, una revolución contribuyó a que, por primera vez, grandes sectores populares
contra la plutocracia en Roma, aparecido en 1935, pero escrito tomaran contacto con temas históricos. Pocas veces se dio el
en 1931 (por elevación, es un alegato contra la oligarquía argen- caso de que un escritor proveniente de la oligarquía tradicional
tina. Ernesto Palacio que había apoyado activamente la revolu- fuera tan leído por el pueblo. Hoy nos encontramos con la sor-
ción de 1930 contra Yrigoyen, desengañado de ella, advierte su presa que lo que la investigación histórica ha llevado a la super-
inspiración oligárquica y revaloriza la política yrigoyenista). ficie, difiere muy poco con lo que Gálvez presentaba en sus
Anteriormente había incursionado con éxito en crítica y estética reconstrucciones noveladas. Su contribución a la difusión del
literaria en obras como La inspiración y la gracia (1928). En revisionismo ha sido imponderable.
1939 aparece La Historia Falsificada (con prólogo de Leonardo
Castellani) donde en su capítulo "Necesidad de una Historia * * *
Nacional", están preanunciados los fundamentos ideológicos del
revisionismo. Creemos que esta señalización especial de Irazusta, Palacio y
En 1940, Teoría del Estado y en 1954 la primer edición de su Gálvez no es arbitraria y responde a una necesidad de tipo
Historia de la Argentina, uno de los mejores compendios que se didáctico para ubicar los mojones principales del reviosionismo
hayan escrito sobre historia nacional. en este período. No debe entenderse como una escala de méritos
que subalternice a los autores que, por orden alfabético, vamos a
mencionar a continuación. Adelantamos que dejamos fuera de
MANUEL GÁLVEZ (1882-1962): LA REVISIÓN orden, para dedicarle recuadro aparte, a una figura de relieves
HISTÓRICA AL ALCANCE DEL PUEBLO excepcionales y de características especiales como fue Raúl
Scalabrini Ortiz.7
Pocas obras alcanzaron la difusión popular de la Vida de
Juan Manuel de Rosas de Manuel Gal vez, aparecida en 1940. ARANA, Enrique (h). Rosas y la política exterior.
Fue uno de los literatos más brillantes del siglo XX en al Argen- BARBA, Enrique M. No es autor revisionista, pero es un
tina. Plenamente identificado con el revisionismo, produjo des- investigador de ponderada seriedad que ha estudiado algunos
112 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 113

aspectos del período rosista sin prejuicios liberales. A él recurrió D'AMICO, Carlos (1839-1917). Buenos Aires, sus hombres,
la Academia Nacional de la Historia para redactar los capítulos su política (1952). Con el seudónimo de Carlos Martínez y
correspondientes sobre la época de Rosas (T. VII). En colabora- fechado en México en 1890, esta obra apareció con el título de
ción con Carlos Heras, publicó también en dicha obra Las rela- Buenos Aires. Su naturaleza, sus costumbres, sus hombres, es un
ciones de la Confederación con el Estado de Buenos Aires (T. fresco delicioso, donde personajes como Mitre, son demoledo-
VIII). Es autor además de Correspondencia entre Rosas, Qui- ramente bruloteados.
roga y López (1945) y Como llega Juan Manuel de Rosas al DE PAOLI, Pedro. Los motivos del Martín Fierro en la vida
poder (1951). de José Hernández (1947), Facundo, Vida del General Juan
BARROS, Marcelo. Rosas y sus monumentos (en RIIHJMR, Facundo Quiroga (1952). Escritor del interior -fue maestro
N° 15-16, 1951). "El Dr. José Barros Pazos en la patria y en el rural en Santa Fe- desde su vieja militancia en la FORA anar-
exilio" (en Historia, N° 13, 1958). quista pasó al nacionalismo. Polemista valioso.
CADY, John F. La intervención extranjera en el Río de la DOLL, Ramón. Las mentiras de Sarmiento (1936). Uno de
Plata (1838-1850) 1943). Pertenece al grupo de profesores uni- los más vigorosos polemistas con que contó el revisionismo, de
versitarios norteamericanos que con objetividad y seriedad extracción izquierdista, derivó al nacionalismo, convirtiédose en
metodológica, han estudiado aspectos de la historia rioplatense, demoledor crítico de la historiografía liberal.
como el caso de Julius Goebel (h) el autor de La pugna por las EPO, Emilio (seudónimo de Enrique Oliva). Política de
negocios. Contribución al estudio de los tratados de comercio
Islas Malvinas (1927) y W. R. Manning Diplomatic correspon-
de la República Argentina y su relación con la historia exonó-
dence ofde United Staded Inter-american Affairs (1932).
mica.
CASTELLANI, Leonardo. Lo incluiremos en la etapa poste-
rior a 1955. EZCURRA MEDRANO, Alberto. Las otras tablas de San-
gre" (1952). Aritméticamente -número de víctimas- destruye la
COOKE, John William. El recientemente desaparecido
(1968) dirigente político del peronismo revolucionario, adhirió leyenda de Rivera Indarte.
sin reservas al revisionismo. Desde su cátedra de Economía FERNÁNDEZ ZARATE, Luis, "Ángel Vicente Peñaloza. El
Política de la Facultad de Derecho de Buenos Aires y desde la señor de Guaja (1952). Escritor riojano que traza una semblanza
bien documentada del Chacho y uno de los primeros en las últi-
revista De Frente (92 números desde marzo de 1954 a diciembre
mas décadas en romper lanzas a favor de aquel.
de 1955), cuya dirección ejerció, y donde realizó críticas biblio-
FONT EZCURRA, Ricardo. Falleció en 1955. La Unidad
gráficas sobre temas de historia, dio lúcido testimonio de su
Nacional (1941). Uno de los trabajos fundamentales del revisio-
posición revisionista. Al igual que en la banca parlamentaria que
nismo producido en esta época. San Martín y Rosas (1941).
ocupó de 1946 a 1952.
Publica la correspondencia entre ambos personajes.
CORVALÁN MENDILAHARZU, Julio César. Hermano de FRIZZI DE LONGONI, Haydeé E. Uno de los pocos casos
Dardo. Es autor de más de 50 artículos sobre la época de Rosas, de investigadores históricos femeninos. Su obra, que tiene
algunos con aportes de documentación inédita, desperdigados muchos puntos de contacto con el revisionismo, se ha orientado
en revistas y diarios, muchos de ellos en dirversos números de la hacia el estudio de historia económica. El motín de Tagle y la
RIIHJMR. asonada del 19 de marxo de 1823 (1941). Las sociedades litera-
114 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 115

rías y el periodismo. 1800-1852 (1946). Rivadavia y la reforma Trayectoria de un imperialismo (1946), Los Estados Unidos y
eclasiástica (1947), Rivadavia y la economía argentina (1947), las agresiones europeas en tiempos de Rosas (1949). El autor es
Historia económica e interpretación económica de la historia hijo de Carlos Ibarguren.
(1948), "Sergio Bagú y el plan económico del grupo rivada- IBARGUREN, Federico. Rosas y la tradición hsipanoameri-
viano" (artículo en Ahijuna, N° 5, 1968). cana (1942), Lecciones de Historia rioplatense. La conquista.
FURLONG, Guillermo. Este incalificable sacerdote jesuita El Virreynato (1947). El autor es hijo de Carlos Ibarguren. Su
(acaba de cumplir 80 años) lleva publicado entre libros, folletos obra más importante es posterior a 1955.
y artículos más de mil títulos. Su contribución a la destrucción KOREMBLIT, Jorge. Luis Dellepiane y su pensamiento
de la "leyenda negra" fue valiosísima. Ha sido el gran historia- político (1953).
dor de las misiones jesuíticas y de otros temas de carácter cultu- LAFERRERE, Roberto de. El nacionalismo de Rosas
ral anteriores a 1810. Maneja documentación original. (1939).
GÁLVEZ, Jaime, Rosas y la libre navegación de los ríos OLIVER, Juan Pablo. La política económica de Rosas
(1944), "Los Tratados Federales" (1955, artículo aparecido en (1939), "Los unitarios y el capitalismo extranjero" (1940). El
Cuadernos Periódicos del Instituto de Derecho Político de la fundador del Banco de la Provincia (1941). (Estos tres trabajos
Facultad de Derecho de Buenos Aires). fueron publicados en RIIHJMR N° 4,6 y 7 respectivamente).
GARCÍA MELLID, Atilio. Montoneros y caudillos en la his- Figura importante y polémica del revisionismo militante, su
toria argentina (1946), "Etapas de la Revolución Argentina" (en mejor producción -especialmente dedicada a la histórica econó-
Hechos e Ideas, 1950). Este escritor, luego de su breve paso por mica- se halla desperdigada en artículos periodísticos y confe-
la masonería, devino a una posición nacionalista ortodoxa. Su rencias.
producción importante es posterior a 1955. PAGÉS LARRAYA, Antonio. No es un historiador revisio-
GIOVANNONI, José. Historia del Ilustre Restaurador (Cro- nista pero en su edición de 1952 de Prosas del Martín Fierro
nología federal). incluye la Vida del Chacho de José Hernández. Con el título de
GRASS, Mario César. Rosas y Urquiza. Sus relaciones des- Rasgos Biográficos del General Ángel Vicente Peñaloza apare-
pués de Caseros. Su obra está desperdigada en el periodismo ció originariamente como folleto en noviembre de 1863 en El
militante. Murió en 1951. Su postrer trabajo: La cultura en la Argentino de Buenos Aires, dirigido por el propio Hernández.
época de Rosas. Fue publicado en el N° 15-16 de RIIHJMR, En la misma forma apareció en 1939 exhumada por R. Scala-
1951. brini Ortiz en su fugaz pero trascendente periódico Reconquista.
GUGLIELMINO, Osvaldo. Rafael Hernández, el hermano Hay también una edición de 1949 precedida por un estudio de
de Martín Fierro (1954). Santos López.
HORTON BOX, Pelham Los orígenes de la Guerra del PIVEL DEVOTO, Juan E. Exaltación de Artigas (1940),
Paraguay contra la Triple Alianza. Otro de los historiadores Historia de los partidos políticos de Uruguay 1811-1897
norteamericanos que se ocuparon con objetividad sobre la histo- (1942), La diplomacia de la patria vieja, 1811-1820 (1943).
ria sudamericana. Historiador y diplomático uruguayo. Sin mayores contactos con
IBARGUREN, Carlos (h). "Heroica Payandú". (Artículo en el revisionismo argentino, su caudalosa obra es valiosísima para
Nueva Política, 20-2-1943) De Monroe a la buena vecindad. la revisión de la historia rioplatense.
116 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 117

PUENTES, Gabriel A. Juan Felipe Ibarra 1828-1832 con Osear Suárez Caviglia, prologó y editó la Gramática y Dic-
(1944), El gobierno de Balcarce, 1832-1833 (1944), El cionarios de la Lengua Pampa, de Juan Manuel de Rosas, hasta
gobierno de Balcarce, 1832-33 (1946). Historiador de rigurosa entonces inédita. En De Garay a Roca, estudió la guerra llevada
formación universitaria, tiene importantes contribuciones en el contra el indio. Al morir dejó inédita una obra titulada Historia
período posterior a 1955. de la nacionalidad y de la Tradición. Un fragmento de ella apa-
PUIGGROS, Rodolfo. (Nos ocuparemos de su producción reció en Ahijuna N° 5, 1968.
en el período posterior a 1955, que es cuando su obra se inclina TONELLI, Juan Bautista. Manuel Dorrego, apóstol de la
más hacia el revisionismo). democracia (1945). Si bien el autor no simpatiza con la figura
RAMIRES JUÁREZ, Evaristo. Las banderas cautivas (estu- de Rosas, esta biografía reivindicatoría de Dorrego -una de las
dio sobre las supuestas banderas de guerra tomadas en Obligado primeras- contiene apreciaciones de tipo revisionista.
por los agresores anglo-franceses). TORRES, José Luis. El título de dos de sus obras Los Per-
ROSA, José María. Nos ocuparemos de él con posterioridad duellis (1943) y La Década Infame (1945), se convirtieron en
a 1955. dos expresiones famosas incorporadas definitivamente al léxico
RUIZ GUIÑAZÚ, Enrique (1882-1968). No es un "revisio- político nacional.
nista" propiamente dicho, pero en la mayoría de sus trabajos his- VÁZQUEZ, Aníbal S. No es revisionista, pero su José Her-
tóricos se aparta de la escuela liberal, especialmente en Lord nández en los entreveros jordanistas (1953) fue una de las pri-
Strangford y la Revolución de Mayo (1937) y El Dean de Bue- meras contribuciones para ubicar la posición del autor del Mar-
nos Aires, Diego Estanislao Zavaleta (1952). tín Fierro en las luchas del Litoral.
SÁNCHEZ SORONDO, Marcelo. Su combativa y conti- VIGNALE, Julio César. Historiador y diiplomático uruguayo
nuada militancia en el nacionalismo político, privó, indudable- Oribe (1942), Consecuencias de Caseros (1946).
mente, al revisionismo histórico de la pluma de uno de los VIGNALE, Pedro Juan. En colaboración con Carlos Ibargu-
más brillantes y enjundiosos ensayistas políticos, de las últi- ren y Antonio Aita: El paisaje y el alma argentina (1938). Como
mas décadas. Sin embargo La Revolución que anunciamos artículo publicó "Una farsa unitaria en el Teatro Colón" (en
(1943) es uno de los más lúcidos ensayos políticos publicados RIIHJMR, N° 4, 1939).
en este período. WEISS, Ignacio. Los antecedentes europeos de Pedro de
SOLER CAÑAS, Luis. San Martín, Rosas y la falsificación Angelis (1944).
de la historia (1951). ZORRAQUIN BECU, Ricardo. El Federalismo argentino
STEFFENS SOLER, Carlos. Otro de los militantes del revi- (1939). Su orientación posterior es liberal.
sionismo combatiente cuya obra ha quedado desperdigada en
artículos periodísticos y conferencias. Entre los primeros mere-
cen citarse Las falsedades históricas del General Justo (1939) y
Un documento de la masonería (1941) (en los N° 4 y 8, de la
RIIHJMR).
STIEBEN, Enrique (1893-1958). Entrerriano de origen se
radicó en La Pampa donde ejerció la docencia. En colaboración
118 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 119

RAÚLSCALABRINI ORTIZ: REVISIONISMO Pero lo castigaron sin piedad (ningún golpe bajo fue escatimado
Y LIBERACIÓN NACIONAL para aplicarle a quien, en su juventud, había sido campeón ama-
teur de box). Cuando todo parecía perdido, el arsenal ideológico
Ex profeso dejamos para el final de esta reseña desde el formado por Scalabrini y el puñado de hombres de FORJA, fue
período 1930-55 a Raúl Scalabrini Ortiz (1898-1959), porque su recogido por algunos de los militares que hicieron la revolución
figura y su obra, asumen características particulares. La inten- de 1943. A partir de octubre de 1945 la lucha por la liberación
ción de Scalabrini no fue nunca asumir el revisionismo como nacional se clarifica y estructura. El enfrentamiento con los inte-
mera actitud historiográfica de impugnación académica. Su reses imperialistas, denunciado implacablemente por Scalabrini
revisionismo fue un arma de combate, una herramienta de lucha fue inevitable. Y se triunfó. Debió haber sido el mariscal ideoló-
para la liberación de su patria y la redención de su pueblo. gico de la victoria, se limitó a ser sólo un soldado de la libera-
Dotado de una exquisita sensibilidad literaria, había llegado a ción. Cuando el Io de marzo de 1948 se nacionalizaron los ferro-
ser en los años anteriores al 30, colaborador de La Nación. (Hay carriles, Perón lo invitó a ocupar el palco oficial, pero él se
una foto -publicada en Capítulo N° 54, página 1.290- en la que quedó en la plaza, mezclado con el pueblo. No todo lo escrito
aparece la cabecera de un banquete ofrecido por Raúl Scalabrini por Scalabrini se había entendido. Los ferrocarriles se llamaron
Ortiz, donde rodeando al autor figuran Norah Lange, Macedonio Sarmiento, Mitre, Urquiza..., Scalabrini siguió en el llano. E
Fernández y Alfonsina Storni, entre otros). Pero producida la incluso se llamó a silencio. Después, cuando en 1955, caía el
caída de Yrigoyen, adhiere al radicalismo en su versión más gobierno que había nacionalizado en buena parte la economía
popular y nacional: el yrigoyenismo. Deja entonces de frecuen- del país y quienes habían usufructuado sus canongías buscaban
tar los cenáculos literarios de la "intelligentzia" oficial y cómodos refugios y ponían candado a sus bocas, Scalabrini vol-
comienza una lucha desigual y quijotesca, denunciando toda la vió a la pelea. Fue su última campaña. Pero toda una generación
trama de la política británica en el Río de la Plata. Poco después juvenil que lo había olvidado o lo desconocía, reencontró al
de crearse FORJA en 1935, Scalabrini se convertirá en uno de patriota y luchador inclaudicable.
sus principales animadores intelectuales. Profundiza el estudio
Las reediciones de Política Británica... e Historia de los
de la historia nacional y su correlación con los procesos históri-
Ferrocarriles Argentinos conocieron un éxito que no habían
cos que ha vivido el país. Se vuelca fervoroso al periodismo de
tenido antes. (En 1957, en el suplemento de la revista Qué, N° 2-
combate y del 15 de noviembre al 25 de diciembre en 1939,
3, se publica "Aquí se aprende a defender a la Patria". En 1961
dirige Reconquista. Pocas veces en la historia del periodismo
argentino, un diario que vivió sólo 40 días dejó una huella tan se reedita Yrigoyen y Perón. Identidad de una línea histórica de
honda. Es que en él aparecieron, desgranados por su pluma, los reivindicaciones populares. En 1964, aparece con el título de
artículos que luego serían la base de sus dos libros fundamenta- "Cuatro verdades sobre nuestras crisis", una selección de cuatro
les: Política británica en el Río de la Plata e Historia de los trabajos publicados entre 1939 a 1948, con prólogo y notas de
Ferrocarriles Argentinos. Vicente Trípoli.)
El triunfo actual del revisionismo histórico tiene una deuda
Los intereses imperialistas y sus servidores nativos se sintie- incalculable con Scalabrini. Lo que en algunos había sido una
ron tocados a fondo y utilizaron toda su artillería de recursos añoranza de una sociedad patriarcal y autoritaria, fue en Scala-
para quebralo, sobornarlo o silenciarlo. No lo consiguieron. brini un nacionalismo vigoroso, popular, revolucionario, que no
120 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 121

le dio flancos al enemigo y demostró que la revisión histórica no en la línea liberal conviven cómodamente la izquierda tradicio-
tiene sentido como "divertimento" intelectual si no sirve como nal de entonces. Pero en 1955, eso también se había trastocado,
instrumento para la liberación nacional. pues si bien es cierto que si a partir de 1939, FORJA pierde el
Cuando un mal alevoso lo tumba en 1959, Scalabrini Ortiz, carácter de "grupo interno" radical e ingresan a ella muchas
pobre, sin títulos ni medallas académicas, era la imagen real de figuras -sobre todo juveniles- que militaban en el nacionalismo
la dignidad nacional. El lo había dicho con la humildad y la ver- tradicional y luego, producida la revolución peronista, se funden
dad del poeta: en su seno ambas corrientes, no es menos cierto que al llegar a
las postrimerías del peronismo, la mayoría del viejo tronco
"Ya estoy solo y unido/ ya soy solo mi tierra". "nacionalista rosista" era opositor y también es cierto que, des-
gajados de la izquierda tradicional, van apareciendo expresiones
Fue el Argentino Mayor de las últimas décadas. que se acercan cada vez más al revisionismo, primero en el
rechazo a la historiografía liberal y luego en la aceptación de la
reivindicación de la figura de Rosas.
EL REVISIONISMO DE 1955 A NUESTROS DÍAS A partir de 1955 se está a fojas cero. Hay un reagrupamiento
y un disloque ideológico, a la vez, en que la terminología polí-
Hasta 1955 la tendencia revisionista había sido, en líneas tica que podía tener vigencia en Europa ya no la tiene aquí,
generales, un movimiento de reivindicación de Rosas y su donde no funcionan más los esquemas de "derechas" e "izquier-
época. Toda su obra había tendido a destruir la "leyenda roja" das". Donde en lo social o en lo económico hay "izquierdistas"
que la historiografía liberal tejió para justificarse histórica- que son "derechistas" y "derechistas" que son "izquierdistas".
mente. La división era tajante y fácil. Se era "rosista" o "antirro- (Desde luego que hay voces como la de Jauretche, que quieren
sista". Los matices, en uno y otro bando, contaban poco. En "parar rodeo" en medio de la desbandada y aclarar que el pro-
1955 el revisionismo rosista contaba con un núcleo selecto y blema no es de izquierdas ni de derechas, sino de "nacionales" y
calificado, pero también minoritario, de historiadores, que, en "antinacionales". Pero no todos lo oyen.) Esto repercute también
su mayoría, habían hecho sus primeras armas a partir de 1930. en el campo de la historiografía. Al sector clásico revisionista
Si no viejos, por los menos maduros, que, salvo excepciones ya comienzan a llegar aportes de todos los sectores ideológicos y
habían dado todo lo que podían dar. Si bien es cierto que "demo- además el revisionismo rebalsa los límites del período rosista o
cráticamente" habían ganado la batalla, en el sentido de que en el de la dominación hispana ("leyenda roja" y "leyenda negra")
las masas populares la adhesión al rosismo era abrumadora- para extenderse a todo el proceso histórico argentino, aun al más
mente mayoritaria el aparato oficial de la cultura había sido cercano (por eso hablamos ya de "revisionismo reciente").
totalmente recuperado -ya dijimos que nunca lo perdieron del La investigación y la búsqueda ansiosa de nuevas claves paa
todo- por los liberales. A todo esto hay que agregar insoslaya- interpretar la historia, hace aparecer a los "proto-revisionistas",
bles circunstancias de índole políticas. Las únicas dos vertientes es decir, aquellos hombres de nuestro pasado, anteriores a los
ideológicas que habían convergido hacia el revisionismo eran la que habíamos considerado como precursores (Saldías, Quesada)
generación nacionalista de 1930 y las expresiones del radica- que ya en su tiempo impugnaron a la historiografía liberal. Así
lismo yrigoyenista nucleadas a través de FORJA, mientras que se "redescubre" al Alberdi "viejo", al José Hernández, defensor
122 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 123

del Chacho, a Guido Spano, crítico de la guerra del Paraguay, a 1951 La misión García ante Lord Strangford. En 1952 El cón-
Olegario V. Andrade, a Evaristo Carriego (abuelo), a Francisco dor ciego. La extraña muerte de Lavalle (reeditado en 1967). En
P. Fernández, etc. 1955 Nos los representantes del Pueblo..., historia del congreso
Eso explica que en la nómina que incluimos a continuación de Santa Fe y la Constitución de 1852 (algunas de cuyas páginas
figuren todos los que de alguna forma tienen aproximaciones merecerían figurar en la mejor antología del humor argentino).
con el revisionismo, en la medida que rechazan e impugnan la En 1958 desde España, editados por el Instituto de Estudios
historiografía liberal. A la vez que incluimos a las reediciones de Políticos de Madrid, aparecen dos obras: Del municipio indiano
aquellos "proto-revisionistas". a la provincia argentina. 1580-1852 y la trascendental La Caída
No hemos querido hacer ningún tipo de discriminación ideo- de Rosas, donde prueba documentalmente la ingerencia brasi-
lógica, ni mucho menos, adjudicación de escalas de valores. Nos leña en la derrota de la Confederación Argentina. En 1960: "El
limitamos, en algunos casos, a una mera acotación crítica. Trata- pronunciamiento de Urquiza" (incluido casi integramente en La
mos de que estén todos para que sirva de guía al lector. Que éste Caída de Rosas) y "Artigas la revolución de Mayo y la unidad
después seleccione y tome partido. hispano-americana" (folleto con prólogo de Alberto Methol
Ferré, editado en el Cuaderno N° 2 de la Fundación R. Scalabrini
Ortiz). En 1964 otros dos trabajos: El Revisionismo responde
JOSÉ MARÍA ROSA O EL TRIUNFO (reedición de artículos polémicos, conteniendo un apéndice
DEL REVISIONISMO bibiliográfico de Alberto A. Mondragón) y Rivadavia y el impe-
rialismo financiero (donde el tema ya desarrollado en Defensa y
José María Rosa es la figura principal del revisionismo en pérdida... es ampliado y circunscripto al período rivadaviano).
nuestros días.8 En él se reúnen la fecundia del escritor polemista En 1965 La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas.
con la seriedad del investigador, al acopio documental con la En 1968: Doctores, militares e ingleses en la independencia
interpretación certera, la palabra fácil y la pluma ágil, la ampli- nacional (incluido en Claves para la Historia Argentina).
tud de juicio con la firmeza en las convicciones, la conjunción La gran obra que compendia toda la labor revisionista del
de la pasión nacional con el fervor popular. Desde su ya lejana doctor Rosa, da comianzo en 1963 con la aparición de los 3 pri-
Defensa y pérdida de nuestra independencia económica, apare- meros tomos de su Historia Argentina (Tomo I: "Los tiempos
cida originariamente como artículos en 1941-2 en RIIHJMR (N° españoles 1492-1805". Tomo II: "La Revolución, 1806-1812".
8 y 9) y luego en libro -cuya primera edición, marzo de 1943, Tomo III: "La Independencia, 1812-1826"). En 1965 aparecen
lleva prólogo de Juan Pablo Oliver- hasta su monumental Histo- los tomos IV y V ("Unitarios y Federales. 1841-1852" y "La
ria Argentina, cuyo tomo VII acaba de aparecer (mayo de 1969) Confederación. 1841-1852"). En 1969, los tomos VI al VIII
la obra de José María Rosa, cubre ya un cuarto de siglo de la his- (Tomo VI: "El Cisma. 1852-1862". Tomo VII: "La Oligarquía.
toriografía argentina. 1862-1878". Tomo VIII: "El Régimen. 1878-1895").
A Defensa y pérdida... maciza recusación de la política
entreguista de la administración rivadaviana y acertada revalori-
zación del proteccionismo rosista, siguen: "Artigas, procer de la
nacionalidad" (aparecido en Sexto Continente N° 2, 1949). En
124 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 125

LA ECLOSIÓN REVISIONISTA: 1955-1969 CAFIERO, Antonio F. Cinco años después... (1961). Capa-
citado exponente de los economistas de tendencia nacional,
ALBERDI, Juan Bautista. Son reediciones del Alberdi de la practica en este libro un "revisionismo" muy reciente, pero no
segunda época, la del exilio, en la que el tucumano reveé su por eso menos necesario.
posición de los años juveniles. La revalorización del "otro "CAPÍTULO". Fascículo N° 54 de la serie "La historia de la
Alberdi" -que no es aceptada por todos los revisionistas- se literatura argentina", dedicado a "El ensayo: del 30 a la actuali-
debe principalmente a publicistas como Fermín Chávez, Jorge dad" (agosto 1968). Redactado por Rodolfo A. Borello; tiene un
Abelardo Ramos, Rodolfo Ortega Peña, Eduardo L. Duhalde y capítulo dedicado al revisionismo.
Luis Alberto Murray. Un autor, de filiación liberal, Jorge M. CASCELLA, Armando. La traición de la Oligarquía (1953).
Mayer, ha publicado una obra de gran envergadura: Alberdi y su Reeditado en 1968, con prólogo de Arturo Jauretche. Pertenece
tiempo (1963), donde están profusamente documentados algu- al revisionismo cercano: los entretelones de la ingerencia yanqui
nos de los aspectos mencionados. En cuanto a las reediciones en 1945-1946).
mencionaremos: Mitre al desnudo (1961). Con prólogo de Jorge
CASTELLANI, Leonardo. Es difícil catalogar a este sacer-
A. Ramos; es un fragmento de Grandes y pequeños Hombres del
dote desde el punto de vista de las disciplinas intelectuales.
Plata, publicado en 1912 en París. La Barbarie histórica de Sar-
miento (1964). (Es otro fragmento del citado trabajo que origi- Desde la tercera década de este siglo desarrolla su labor de
nariamente llevaba por título: "Facundo y su biógrafo"). publicista abarcando distintos géneros: filosofía, teología, socio-
logía, novela, cuentos policiales y humorísticos, periodismo en
ALEN LASCANO, Luis C. Escritor santiagueño de militan- el nacionalismo militante y, desde luego, crítica histórica. Su
cia política en el radicalismo. Hispanoamérica en el pensa-
erudición en materia filosófica y teológica es apabullante. Ha
miento de Yrigoyen (1959), Imperialismo y Comercio libre
adherido al revisionismo sin retaceos. Tiene más de 30 libros
(1963), Felipe Ibarra y el Federalismo del Norte (1968).
publicados y varios centenares de artículos sueltos. Es fácil
BARES, E. Scalabrini Ortiz, el hombre que estuvo solo
(1962). disentir con él, porque muchas de sus afirmaciones son por
BELLONI, Alberto. No es un historiador revisionista sino un demás polémicas, pero sería imperdonable que alguien se pri-
dirigente sindical que enfoca con criterio nacional la historia del vara de deleitarse con su prosa sin par en la Argentina. Si debié-
movimiento sindical argentino. Del anarquismo al peronismo. ramos buscarle una filiación literaria estaría entre Chesterton y
Historia del movimiento obrero argentino (1960). el fabuloso padre Castañeda. (Una perla entre mil: del poema
BURGIN, Mirón. No es revisionista. Es un profesor polaco- "La muerte de Rosas": "Don Juan Manuel llevó La Pampa a una
norteamericano que patrocinado por la Universidad de Harvard, Nación/ Cuyo nombre no se puede pronunciar/ Una cosa así
estuvo en nuestro país para estudiar algunos aspectos de la polí- como San Antón o Sud Sansón/ que se traduce Bologña sobre el
tica económica de la época de Rosas. Fruto de esa investigación mar."
es: Aspectos económicos del Federalismo argentino (1960). No CÉSPEDES, Augusto. Escritor, periodista y político boli-
es favorable a Rosas, pero ve y dice cosas que nuestros liberales viano, autor de El Metal del Diablo. Sus biografías sobre los ex
no se atrevieron a decir. (Recomendamos leer la crítica a este presidentes bolivianos Busch (El Dictador Suicida) y Villaroel
libro hecha por José M. Rosa en RIIHJMR, N° 22, 1960). (El Presidente Colgado), ambos publicados en Buenos Aires en
POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 127
126 ARTURO JAURETCHE

1965-1966, tienen mucho que ver con la revisión de la historia revista Ahijuna (N° 1, diciembre 1967/N° 7, setiembre de 1968)
sudamericana reciente. que se especializa en artículos históricos revisionistas.
COCA, Joaquín. El contubernio. El autor, ex diputado socia- D'ATRI, Norberto. La tierra en Armas. Presencia del Gral.
lista y posteriormente uno de los primeros dirigentes sindicales Ángel V. Peñaloza en el centenario de su muerte (1964), Las
en apoyar al entonces Cnel. Perón, desmenuza en esta obra la Malvinas, su tiempo histórico (1966), Del 80 al 90. La república
alianza espúrea del socialismo tradicional con los sectores con- telúrica y la república mercantil (1969).
servadores para anular al "yrigoyenismo". Es también "revisio- DALLADIRAS, Héctor V. Seudónimo del sacerdote sale-
nismo reciente". siano Aníbal A. Rottger. Algo más sobre Sarmiento, a través de
CONTRERAS, Alberto. No tiene ningún libro escrito. Pero sus palabras y de sus obras (1961). Recopilación antológica de
es el hombre que mejor puede dar testimonio sobre autores y frases de Sarmiento.
obras revisionistas. Desde 1930 hasta nuestros días no hubo DE PAOLI, Pedro. Sarmiento, su gravitación en el desarro-
tarea revisionistas que no lo contara entre sus filas. Es la biblio-
llo nacional (1964), El Revisionismo histórico y las desviacio-
teca viviente del revisionismo. La existencia física y la continui-
nes del doctor José M. Rosa (1965 Intento -a nuestro juicio-
dad del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de
Rosas es, en gran parte, obra suya. fallido de impugnación al libro de J.M.R. sobre Rivadavia y el
CUCCORESE, Horacio Juan. No es revisionista. Pero imperialismo financiero), Sarmiento y la usurpación del Estre-
conoce la historiografía de esa corriente. Rómülo D. Carbia, cho de Magallanes (1968).
ensayo bio-bliográfico (1964), Historia económica-financiera DOLL, Ramón. Lugones, el apolítico (1967).
argentina. 1862-1930 (1966, es una separata del trabajo publi- FERNÁNDEZ PARDO, Carlos A. Nazario Benavídez, cau-
cado en la Historia Argentina Contemporánea de la Academia dillo federal (1969).
Nacional de la Historia). FERNS, H.S. Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX
CHÁVEZ, Fermín. Es el más importante historiador de la (1967). El famoso tratado del historiador anglo-canadiense, que
"generación intermedia" del revisionismo. Civilización y Barba- durante varios años se intentó impedir su traducción al caste-
rie. El liberalismo y el mayismo en la historia y en la cultura llano (la historia fue contada por Jauretche en El medio pelo...
argentina (1956; 2da. edición, corregida y aumentada en 1965), pág. 35).
Vida y muerte de López Jordán (1957), José Hernández, perio- FITTE, Ernesto. Este autor es de filiación netamente liberal,
dista, político y poeta (1959), "Pozo de Vargas" (artículo en El pero en algunos trabajos referentes al período 1810-1830 ha tra-
Popular, N° 1, 1960), "El Chacho en las letras argentinas" tado con objetividad el tema de la ingerencia política británica
(artículo en Clarín, 26-1-61), Alberdi y el mitrismo (1961), Vida en el Río de la Plata. Merecen ser citado en ese aspecto: Historia
del Chacho, Ángel V. Peñaloza, Gral. De la Confederación del primer empréstito (1962), El precio de la libertad. La pre-
(1962), Poesía rioplatense en estilo gauchesco (1962), Poemas
sión británica en el proceso emancipador (1965).
con fusilados y las montoneras (1966), Historia del país de los
argentinos (1967), "Un general del pueblo: Juan Saa" (en Cla- FOLINO, Norberto. Barceló, Ruggerito y el populismo oli-
ves de la Historia Argentina, 1968). Es director fundador de la gárquico (1966), otra obra interesante para el "revisionismo
reciente".
128 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 129

FORTUNY, Pablo. Nueva historia del Norte argentino. Des- GUIDO SPANO, Carlos. (1827-1918). Puede considerarse
cubrimiento y conquista (1966, otra contribución para la des- como uno de los "prota-revisionistas", por su enfrentamiento
trucción de la "leyenda negra"). con la política mitrista a raíz de la guerra contra Paraguay. El 20
FRONDIZI, Arturo. Obviamente no se trata de un autor revi- de marzo de 1886 aparece en el diario La América, de Buenos
sionista, aunque en declaraciones públicas ha aceptado la reivin- Aires, dirigido por Agustín de Vedia, publicado como folletín
dicación de la figura histórica de Rosas. La lucha antiimperia- político: El gobierno y la Alianza. En 1869 sigue su campaña en
lista (1955, separata del prólogo a Petróleo y Política, adopta el Río de la Plata, de Buenos Aires, redactado, entre otros, por
muchas de las formulaciones de la línea revisionista). José y Rafael Hernández y Miguel Navarro Viola (que por la
GALASSO, Norberto. Mariano Moreno y la Revolución misma época publica otro alegato contra la guerra: Atrás el
Nacional (1963), Biografía de un argentino: Vida de Raúl Sca- Imperio).
labrini Ortiz (1969). GUTIÉRREZ, Eduardo (1851-1890). El creador de Hormiga
GÁLVEZ, Jaime. Revisionismo histórico constitucional. Negra publicó como folletín El Chacho que, desde luego, en su
1810-1967 (1967). época muy pocos tomaron en serio, pero que ahora, reeditado en
GARCÍA LEDESMA, H. (Seudónimo del doctor Enrique 1961, con prólogo de León Benarós, alcanzó gran difusión por
Sylvester.) Lisandro de la Torre y la pampa gringa (1954). Uno la simpatía que trasunta hacia el caudillo riojano. En 1882, tam-
de los primeros trabajos del grupo de "izquierda nacional" sobre bién como folletín, publicó La muerte de Buenos Aires (reedi-
"revisión" de la figura del fundador de la democracia progre- tado en 1959 con prólogo de Juan Carlos Ghiano), emotivo
sista. fresco sobre la guerra civil del 80.
GARCÍA LUPO, Rogelio. La Rebelión de los generales HERNÁNDEZ ARREGUI, Juan José. Es la figura de más
(1963), Contra la ocupación extranjera (1968). Temas para el sólida formación cultural de la denominada "izquierda nacio-
"revisionismo reciente". nal". Imperialismo y Cultura, la política enla inteligencia
GARCÍA MELLID, Atilio. Proceso al liberalismo argentino argentina (1957), La formación de la conciencia nacional,
(1967), Proceso a los falsificadores de la historia del Paraguay 1930-1960 (1960), Qué es el ser nacional (1963), Nacionalismo
(1964). y liberación (1969).
GIMÉNEZ VEGA, Elias S. Vida de Martín Fierro (1961), HISTORIA. Revista trimestral dirigida por el historiador
Testigos y actores de la Triple Alianza (1961), Esteban Echeve- Raúl Alejandro Molina, de la cual ya han aparecido más de 50
rría, mito y realidad (1962). números. Si bien su director es de tendencia liberal, ha dado
GONZÁLEZ, Natalicio. (1897-1966). Historiador, escritor y cabida en sus páginas, en más de una oportunidad, a trabajos de
político paraguayo. La guerra al Paraguay. Imperialismo y escritores revisionistas; caracterizándose además, por la objeti-
nacionalismo en el Plata (reeditado en Buenos Aires, en 1969). vidad y seriedad de su crítica bibliográfica.
GUERRERO BALFAGON, Enrique. El reconocimiento de IBARGUREN, Federico. Así fue Mayo, 1810-1814 (1956),
la Independencia Hispanoamericana por las cortes generales Avivando brasas (1957), Mayo en ascuas (1964), Las etapas de
españolas. 1833-1936 (1961), España ante la agresión francesa Mayo y el verdadero Moreno (1964), José Gervasio Artigas,
a las Repúblicas del Plata (1962). adalid de la independencia argentina (1964).
130 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 131

IRAZUSTA, Julio. Perón y la crisis argentina (1957), biografía .de una voluntad emancipadora" (artículo en Mundo
Osvaldo Magnasco y su denuncia de los abusos cometidos por Argentino suplemento N° 31, 1956), Alvear (1958), Los caudi-
el capital británico (1959), Influencia británica en el Río de la llos. Artigas, Ramírez, Quiroga, Peñaloza, Várela (1966), El 45
Plata (1953), Balance de siglo y medio" (1966), Ensayos histó- (1969). Como director de la revista Todo es Historia, cumple
ricos (1968), "La Política, la historia y la libertad de pensa- una destacable labor de popularización de temas históricos.
miento en la historia argentina" (1968, en Claves de historia LLANOS, Alfredo. Historia y vasallaje en el Plata (1963).
Argentina"), Genio y figura de Leopoldo Lugones (1969). No es rosista.
JAURETCHE, Arturo. El Plan Prebisch, retorno al colo- MACKINNON, L. B. La escuadra anglo francesa en el
niaje (1955, reedición en 1969), Los profetas del odio (1957, Paraná. 1846 (1957). (Primera edición en Londres en 1848).
reedición en 1968), Política y ejército. La Patria Grande y la Son interesantes las notas del traductor, José Luis Busaniche.
Patria Chica (1958), Política Nacional y revisionismo histórico M ARFAN Y, Roberto H. A este autor se le debe en buena
(Ira. Edición 1959), El Paso de los Libres (Ira. Edición: 1934, parte la revisión de algunos aspectos de la revolución de mayo.
con prólogo de Jorge Luis Borges. 2da. edición, prólogo de Sus juicios son polémicos y no son unánimemente aceptados por
Jorge Abelardo Ramos), Prosa de hacha y tiza (1961), FORJA y todos los revisionistas. ¿Dónde está el pueblo? Un capítulo de
la década infame (1962), Filo, contrafilo y punta (1964), El la Revolución de Mayo (1948), La semana de Mayo, diario de
medio pelo en la sociedad argentina (1966), Manual de Zonce- un testigo (1953), El pronunciamiento de Mayo (1958), Víspe-
ras argentinas (1968). ras de Mayo (1960), El Cabildo de Mayo (1961).
KELLY, David Sir. El poder detrás del trono (1962. Resu- MAC GANN, Thomas. Argentina, EE.UU. y el sistema
men seleccionado de The Ruling Few, las memorias del autor interamericano. 1880-1914 (1960). Otro de los historiadores
que fuera embajador británico en Buenos Aires). yanquis que se ocupan objetivamente de la historia sudameri-
KROEBER, Clifton b. Norteamericano. Profesor del Occi- cana.
dental College, Los Angeles. Rosas y la revisión de la historia MARTÍNEZ ZUVIRÍA, Gustavo. (Hugo Wast), Año X
argentina (Buenos Aires, 1965. Traducción y notas de José Luis (1960).
Muñoz Aspiri. Este trabajo internacionalizó por primera vez el METHOL FERRÉ, Alberto. La crisis del Uruguay y el Impe-
término "revisionismo" para una escuela histórica argentina.) rio británico (1960), El Uruguay y el Imperio británico (1960),
LAPUENTE, Laurindo. Otro de los "proto-revisionistas". El Uruguay como problema (1968, Montevideo). Uno de los
Frutos de una gran política (reeditado en 1969). más brillantes revisionistas uruguayos de la joven generación.
LEGUIZAMÓN PONDAL, Martiniano. Toponimia criolla MONTENEGRO, Carlos (1904-1953). Ensayista, periodista
en las Malvinas (1956). No es un historiador revisionista pero y político boliviano. Fue uno de los fundadores de MNR, una de
en esta obra, por primera vez, se hace referencia al episodio del las mejores expresiones de la intelectualidad del altiplano de
gaucho Antonio Rivero y los hechos del 26 de agosto de 1833 en nuestro siglo. Residió varios años en la Argentina. Las inversio-
la Isla Soledad, posteriormente impugnados por la Academia nes extranjeras en América Latina (Buenos Aires, 1962), Nacio-
Nacional de la Historia. nalismo y coloniaje (Buenos Aires, 1967, con estudio preliminar
LUNA, Félix. De militancia política en el "frondizismo". de Dardo Cúneo). Este trabajo data de 1953. Importante para el
Yrigoyen (1954), La última montonera (1955), "El Radicalismo: revisionismo de la historia sudamericana.
132 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 133

MUÑOZ AZPIRI, José Luis. Uno de los exponentes de nismo. Dos políticos y dos políticas. Emilio Civit y José Néstor
mayor relieve intelectual de la generación intermedia del revi- Lencinas, la oligarquía liberal y la democracia popular (1956,
sionismo. A él se le debe la clasificación sistemática del material Mendoza), Lencinas, el caudillo radical. Historia y mito (1961,
histórico del Archivo General del Ministerio de Relaciones Mendoza).
Exteriores, tarea de inestimable valor para el estudio posterior ORSI, Rene. Historia de la disgregación rioplatense (1969).
de la historia diplomática argentina. El poema de "Rosas" de Obra muy importante para la comprensión del proceso que con-
John Masefield (1960), Rosas frente al Imperio inglés (1960, el dujo a la separación de la Banda Oriental.
trabajo más documentado realizado hasta el presente sobre este ORTEGA PEÑA, Rodolfo y Duhalde, Eduardo Luis. Estos
tema), Historia Completa de las Malvinas (1965. Comprende 3 dos escritores que escriben en colaboración pertenecen a la
tomos y es la obra más completa que se ha editado sobre el nueva generación revisionista. Su tendencia es nacionalista
tema), "Bolívar y la Argentina" (en Claves de Historia Argen- popular. En pocos años han producido una vasta obra de carácter
tina, 1968). Tradujo y puso notas al libro de C.B. Kroeber Rosas polémico y combatiente pero asentada en una seria documenta-
y la revisión de la historia Argentina (1965). Como artículos ción. El asesinado de Dorrego (1965), Felipe Várela contra el
aparecieron: "La documentación internacional y el sesquicente- imperio británico (1966), Las guerras civiles argentinas y la
nario de Mayo" (en RIIHJMR, N° 35, 1964). "Del pensamiento historiografía (1967), "Significación de la política de Juan
argentino: Una perspectiva y una interpretación" (en La Estafeta Manuel de Rosas" (1968, estudio preliminar a las Instrucciones
Literaria, N° 381-2, Madrid. 1967). En 1950, editado en ita- a los mayordomos de estancias de J.M de Rosas), Felipe Várela
liano, por la Universidad de Roma: Historia de las ideas en la y la toma de Salta (1968), El manifiesto de Felipe Várela y la
Argentina. cuestión nacional (1968) Baring Brothers y la historia política
MURRAY, Luis Alberto. Pro y contra de Alberdi (1960. Uno argentina (1968), "Mariano Moreno: utopía y revolución
de los primeros trabajos realizados por la "generación interme- (incluido en Claves de la Historia Argentina, 1968), Facundo y
dia 'del revisionismo para redescubrir' al otro Alberdi". Reedi- la montonera (1968). Fueron fundadores y directores en 1965 de
tado, junto con otros ensayos, en 1969). "Caseros: victoria del la revista La Unión Americana.
imperio de Brasil y derrota argentina" (en Apuntes Históricos
PAVÓN PEREYRA, Enrique. Bolívar, Dorrego, San Martín
Revisonistas N° 1, 1967), De Liniers a Perón. Poesía histórica y
y la idea estratégica en la primera guerra con el Brasil (en
política argentina (1969).
RIIHJMR, N° 22, 1960).
NORIEGA, Hipólito M. Pozo de Vargas y la rebelión de
PEÑA, Milcíades. Escritor de tendencia marxista, fallecido
Cuyo (1967, Santiago del Estero).
en 1967. La era de Mitre, de Caseros a la guerra de la Triple
NUESTRA HISTORIA. Revista editada por el Centro de Estu-
dios de Historia Argentina, dirigida por Enrique Guerrero Balfa- infamia (1968).
gón, Jorge María Ramallo y Manuel B. Somoza. Han aparecido PÉREZ AMUCHASTEGUI, A.J. No es revisionista, pero se
4 números desde enero de 1968, en los cuales se incluyen algu- aparta de la línea liberal en algunos enfoques de Mentalidades
nos trabajos de historiadores revisionistas. Argentinas, 1860-1930(1965).
OLGUÍN, Dardo. Escritor mendocino perteneciente al deno- PERKINS, Dexter. Historia de la Doctrina Monroe, (1964).
minado "grupo de Cuyo" de orientación afín con el revisio- Originariamente publicada en inglés en 1941, esta obra es inte-
134 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 135

resante para conocer algunos aspectos de la historia de las rela- separado de ese partido por "desviación nacionalista", sus traba-
ciones entre EE.UU. y Sudamérica. jos se orientan en una línea que disiente fundamentalmente con
POMER, León. Guerra del Paraguay ¡gran negocio (1968). la historiografía liberal. Treinta años de Historia Argentina
Pertenece a la corriente disidente de comunismo local. Ha publi- (acción política y experiencia histórica) (1963. Como artículos
cado en la revista La Rosa Blindada artículos sobre el Chacho y publicó "Notas sobre caudillos y montoneras" (en Revista de
Guido Spano, que contienen aproximaciones a la línea revisio- Historia, N° 2,1957).
nista.) REVISIÓN. Revista dirigida por el doctor Alberto Mondra-
PUENTES, Gabriel. La intervención francesa en el Río de la gón, integramente dedicada a temas revisionistas. Aparecieron
Plata. Federales, unitarios y románticos (1958). Obra funda- 22 números desde julio de 1959 a enero de 1966.
mental para el estudio del tema. REVISTA DE HISTORIA. Dirigida por Enrique M. Barba, N°
PUIGBO, Raúl. Historia social y económica argentina. De 1, "La crisis del 90", 1957; N° 2, "Unitarios y Federales", 1958.
la colonia a la emigración (1964). Na 3, "La crisis de 1930", 1958. Incluye en cada uno de sus
PUIGGROS, Rodolfo. Fue uno de los primeros historiadores números trabajos de historiadores de varias tendencias.
de ideología marxista que se apartó de la línea liberal para ubi- RIVAS, Marcos F. Sarmiento, mito y realidad (1961).
carse en una tendencia que, en los últimos años, tiene aproxima- RUMBO, Eduardo J. Petróleo y vasallaje (1957).
ciones al revisionismo. De la Colonia a la Revolución (1940), SAMPAY, Arturo E. La Argentina en la revolución de nues-
Los Caudillos de la Revolución de Mayo (del plan Moreno al tro tiempo (1964).
Tratado de Pilar) (1941), Historia económica del Río de la SCALABRINI, Pedro. El capital extranjero en la Argentina
Plata (1946), Historia crítica de los partidos políticos argenti- (1965).
nos (1956), El proletariado en la Revolución Nacional (1967). SCOBIE, James R. Historiador norteamericano especiali-
RAMALLO, Jorge María. La Universidad de Buenos Aires zado en historia argentina. Se doctoró en la Universidad de Har-
en la época de Rosas (1954), Los grupos políticos en la Revolu- vard en 1954, bajo la dirección del prestigioso hispanista Cla-
ción de Mayo (1962), Historia del sable de San Martín (1963), rence Haring. Estuvo varias veces becado en nuestro país. No es
"Un soldado leal a la causa de la Federación. Hilario Lagos en el revisionista pero estudia con objetividad algunos pocos difundi-
centenario de su fallecimiento" (en RIIHJMR, N° 22, 1960). dos períodos de nuestra historia. La lucha por la consolidación
RAMOS, Jorge Abelardo. Principal exponente del denomi- de la nacionalidad argentina, 1852-1862 (Buenos Aires, 1964).
nado "revisionismo de izquierda nacional". A él se debe la reva- SIERRA, Vicente D. En 1956 comenzó a publicar una monu-
lorización de la figura de Manuel Ugarte. América Latina: un mental Historia de la Argentina de la que lleva publicados seis
país (1949), Crisis y resurrección de la literatura argentina tomos. Su revisionismo se orienta hacia una exaltación del cato-
(1954), Historia política del ejército argentino (1959), Revolu- licismo como constante histórica de la América Hispana.
ción y contrarrevolución en la Argentina (1959), Manuel Ugarte SIRI, Eros Nicolás. San Martín, los unitarios y federales
y la revolución latinoamericana (1961), Historia de la Nación (1965).
latinoamericana (1968). SOLER CAÑAS, Luis. Gauchos, negros y compadres enel
REAL, Juan José. Hasta 1953 era el "historiador oficial" del cancionero de la Federación, 1830-1848 (1960). En colabora-
partido comunista argentino. A partir de esa fecha, en que es ción con Fermín Chavez publicó: "Contribución a la bibliogra-
136 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 137

fía de Enrique Stieben" (en RIIHJMR, Na 23, 1963). En su UGARTE, Manuel (1878-1951). Puede considerarse como
labor periodística ha abordado reiteradas veces temas revisio- un precursor del revisionismo de la historia latinoamericana.
nistas. Su obra comenzó a revolorizarse a partir de 1953. La Patria
SPILIMBERGO, Jorge Eneas. Pertenece a la corriente de Grande (1960), La reconstrucción de Hispanoamérica (1962).
"izquierda nacional". Nacionalismo oligárquico y naciona- VIGNALE, Pedro Juan. "Notas sobre las raíces de la polí-
lismo revolucionario (1958), Juan B. Justo y el socialismo tica exterior del Brasil (en RIIHJMR, N° 17, 1958). "La polí-
cipayo (1959), Martín Güemes y la guerra social americana tica británica en América del Sud" (en RIIHJMR, N° 18,
(1969). 1958)._
STREET, John. Gran Bretaña y la independencia del Río VIÑAS, David. Literatura argentina y realidad política
de la Plata (1967).E1 autor es director del Centro de Estudios (1964), Del apogeo de la oligarquía a la crisis de la ciudad
Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge. Es intere- liberal; Laferrere (1967). Obviamente, el autor no es historia-
sante como enfoque de la historia rioplatense visto desde dor, ni revisionista, pero en estas dos obras, incursiona en el
Inglaterra. campo histórico con un criterio no liberal.
SUÁREZ, Matías E. Sarmiento, ese desconocido (1965) ZINNY, Héctor Nicolás. Escritor y periodista rosarino que
TAMAGNO, Roberto. Sarmiento, los liberales y el impe- desde octubre de 1967 dirige Apuntes Históricos Revisionistas,
rialismo inglés (1963). El más completo estudio sobre la antología de artículos y fragmentos de historiadores revisionis-
temática sarmientina extractado de sus Obras completas. tas.
TESLER, Mario. "El apresamiento de la goleta 'Rampart' Reiteramos que la inclusión del nombre de un autor en esta
y sus implicancias diplomáticas" (en "Historia" N° 43, 1966),
nómina no significa, necesariamente, adscribirlo al revisio-
"El gaucho Rivero y la intelectualidad extranjerizante".
nismo, si no expresar que en su obra, de alguna u otra manera,
(1969. Trabajo polémico en defensa del héroe malvinero).
que se ha apartado de la historiografía liberal y ha realizado
TISSERA, Ramón. De la Civilización a la Barbarie. La
aportes susceptibles de ser aprovechados por los investigadores
destrucción de las Misiones Guaraníes (1969). Con prólogo
revisionistas.
de Arturo Jauretche. El autor, escritor y periodista chaqueño,
Salvo indicación contraria, todos los libros mencionados en
ha logrado condensar en este trabajo el mejor enfoque revisio-
este índice han sido publicados en la República Argentina.
nista producido, hasta la fecha, sobre este tema.
TRÍAS, Vivian. Escritor uruguayo. El imperialismo en el
Río de la Plata (1960).
TRÍPOLI, Vicente. Es el autor del prólogo y las notas de
Cuatro verdades sobre nuestras crisis (1960) y Bases para la
reconstrucción nacional (1967) de R. Scalabrini Ortiz. Dirigió,
además, el primero y único número de Ser Nacional (setiem-
bre de 1959), dedicado a ese autor, donde aparecen colabora-
ciones de singular interés del propio Trípoli, Alicia Eguren,
José María Rosa y Fermín Chávez.
138 ARTURO JAURETCHE POLÍTICA NACIONAL Y REVISIONISMO HISTÓRICO 139

NOTAS creada en 1934 por iniciativa de los escritores santafesinos Alfredo


1
Durante mucho tiempo el revisionismo fue implacable con ellos. Bello, Presbítero Duran y José María Funes. Fue presidida por
No le faltaban razones. Son los iniciadores de la escuela "liberal", Dardo Corvalán Mendilaharzu y estaba integrada por: el Gral.
después llamada también "clásica" o "académica". Pero hoy, que el Ithurbide, Alejandro Grigera, Clodomiro Cordero, Rodolfo y Julio
revisionismo tiene ganada la batalla, hay que hacer un alto en la Irazusta, Horacio Thorne, Gral. Páez, Clemente Ricci, Juan Lagos
lucha y rendirles el homenaje que como historiadores se merecen. Mármol, José Antonio Saldías, Narciso del Valle, Mariano Bosch,
Sobre todo a Mitre. No se asuste nadie de lo que decimos. Los Francisco Saá, Ricardo Caballero, Martín Lascano y Laurentino
mitristas a través de La Nación y sus colaterales, baten el parche Olascoaga, entre otros.
continuamente sobre las glorias de Don Bartolo, tratando de llevar El 15 de junio de 1938, conmemorando el centenario de la muerte
agua para su molino -el transnochado liberalismo de nuestros días- de Estanislao López, quedó fundado en Santa Fe el Instituto de
y desde luego, los únicos que le llevan el apunte, son los revisionis- Estudios Federalistas. Formaron parte de él: José María Funes,
tas para enojarse. Pero eso ya no tiene importancia. Es un problema Félix Barreto, Alfredo Bello, Clementino Paredes, Luis Alberto
de familia. Es la devoción filial que se expresa tradicionalmente. Candioti, Noseda Valles, Vizoso Gorostiaga, Raúl Ruiz y Ruiz,
Sobre todo en los velatorios. Que las exequias de Mitre se prolon- Pbro. Duran, Rodolfo Borzone, Herberto Pagani Lanza, Tulio Jaco-
guen más de lo necesario, no es motivo para hacer drama. Dejemos vella y José María Rosa, entre otros.
4
a los bisnietos carnales y espirituales con sus homenajes y lamen- Para una interpretación completa de este autor recomendamos leer
tos. Después de todo, viven de eso. Pero Mitre y López, especial- José Luis Busaniche, por Fermín Chávez (Ediciones Culturales
mente el primero, repetimos, realizaron una labor en el campo his- Argentinas. 1964)
tórico que, por ser original y desbrozar un camino, merece respeto. 5
En lo sucesivo mencionaremos a la Revista del Instituto de Investi-
López, en base en buena parte a las confidencias de su padre, gaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, con la sigla RIIHJMR.
reconstruye toda la historia de su país -claro que no siempre se 6
En los casos de autores que han seguido produciendo después de
tiene un padre que, como Don Vicente López y Planes, desde las 1955, fraccionaremos su obra, incluyendo en esta nómina lo publi-
invasiones inglesas hasta después de Caseros, estuvo siempre en cado hasta esa fecha.
cartel... pero ¡hay que escribir diez tomos con un estilo y un ritmo 7
Indudablemente, el accionar político de muchos intelectuales en
hasta entonces desconocido! Pedirle objetividad es imposible. Son este período, les restó tiempo para la producción de carácter histó-
muchas las cosas que le tocan de cerca para justificar y defender. Y rico. Hombres que pudieron aportar contribuciones de relieve al
en cuanto a Mitre, hoy ya no se puede repetir en serio la "boutade" revisionismo, sólo produjeron artículos y conferencias dispersas.
de Vélez Sársfield sobre su Historia de Belgrano: "¡Que quiere que Es lo del antiguo refrán: "No se puede repicar y andar en la proce-
le diga, che, es la historia de un zonzo, escrita por otro zonzo!". Es sión".
simplemente la expresión de un viejo resentido y cascarrabias. 8
En este año de 1969, se produce un hecho característico de los
2
Para una cabal interpretación de Saldías, remitimos al lector a dos métodos que se utilizan contra el revisionismo. Una editorial utiliza
trabajos: uno de José María Rosa "Adolfo Saldías y la génesis de la el hegeliano título de DEVENIR, exhuma un artículo publicado en
Historia de la Confederación", publicado originariamente en la 1964 en la Revista del Instituto Histórico y Geográfico (N° 264) del
Revista del Instituto de Investigaciones Históricas J. M. de Rosas, Brasil, por el historiador José Antonio Soares de Souza, bisnieto de
N° 22,1960, y a Julio Irazusta: "Adolfo Saldías. Revalorización del Paulino Soares de Souza, Vizconde de Uruguay y de Carneiro
Federalismo por descendientes de Unitarios", incluido en sus Ensa- Leao, Marqués de Paraná, precedido de un virulento prólogo del
yos Históricos, EUDEBA, 1968. señor José Raed, al parecer, dueño, director y solitario editor de la
3
Como antecedente del Instituto pueden mencionarse a la Junta mencionada editorial. Todo bajo el sensacionalista título de: La
Americana de Homenaje y Repatriación de los restos de Rosas, Caída de Rosas: Fraude, invención, embustes y adulteración docu-
140 ARTURO JAURETCHE

mental de José María Rosa. Lo curioso del caso es que la Ira. Edi-
ción de La Caída de Rosas data de 1958 y hasta 1969 la crítica
liberal no se había atrevido a discutir ni rectificar una solo línea de
esta obra. El artículo de Soares de Souza aparecido, repetimos, en
1964, no había tenido en nuestro medio mayor difusión. El hecho ÍNDICE
se debía evidentemente, a la inconsistencia de los argumentos del
académico brasileño. La consecuencia ha sido que en octubre de
1969, José María Rosa ha debido publicar un folleto titulado
Fraude y adulteraciones, etc., etc. Respuesta a José Antonio Soaes
de Souza, donde contesta una a una, todas las objeciones hechas a Advertencia.
su libro. Amén de iniciarle ante la Justicia argentina una querella
por injurias al señor José Raed. O sea que el pretendido escándalo
que se buscó ha "devenido" en un mero caso judicial. Acotemos
solamente, porque el asunto no da para más, que el cargo más PRIMER MOMENTO
grave, desde el punto de vista historiográfico, que hacia Soares de La falsificación como política de la historia
Souza -no ser verdad que Rosa hubiera investigado en el Archivo
del Vizconde de Uruguay, por estar éste en exclusivo poder de
aquél-, es destruido por el historiador argentino, al recordarle que
SEGUNDO MOMENTO
ese Archivo está microfilmado en Montevideo y fue puesto a su
disposición por el Dr. Juan F. Pivel Devoto, director del Museo La revisión histórica y el nuevo momento nacional
Histórico de Montevideo.

TERCER MOMENTO
La historia como base de la política nacional

APÉNDICE
El Revisionismo Histórico. Su historiografía,
por Norberto D'Atri
140 ARTURO JAURETCHE

mental de José María Rosa. Lo curioso del caso es que la Ira. Edi-
ción de La Caída de Rosas data de 1958 y hasta 1969 la crítica
liberal no se había atrevido a discutir ni rectificar una solo línea de
esta obra. El artículo de Soares de Souza aparecido, repetimos, en
1964, no había tenido en nuestro medio mayor difusión. El hecho
se debía evidentemente, a la inconsistencia de los argumentos del
académico brasileño. La consecuencia ha sido que en octubre de
1969, José María Rosa ha debido publicar un folleto titulado
Fraude y adulteraciones, etc., etc. Respuesta a José Antonio Soaes
de Souza, donde contesta una a una, todas las objeciones hechas a
su libro. Amén de iniciarle ante la Justicia argentina una querella
por injurias al señor José Raed. O sea que el pretendido escándalo
que se buscó ha "devenido" en un mero caso judicial. Acotemos
solamente, porque el asunto no da para más, que el cargo más
grave, desde el punto de vista historiográfico, que hacia Soares de
Souza -no ser verdad que Rosa hubiera investigado en el Archivo
del Vizconde de Uruguay, por estar éste en exclusivo poder de
aquél-, es destruido por el historiador argentino, al recordarle que
ese Archivo está microfilmado en Montevideo y fue puesto a su
disposición por el Dr. Juan F. Pivel Devoto, director del Museo
Histórico de Montevideo.
Legislación Universitaria

LEY N° 13.031 - Establece un nuevo régimen universitario (Bol. of., 4/11/947).

TITULO I

De la universidades

CAPITULO I

De las funciones, tareas, organización en general y capacidad jurídica de las universidades

Art. 1º - (Objetivos). Las universidades tienen a su cargo la enseñanza en el grado superior, la formación de
la juventud para la vida. para el cultivo de las ciencias y para el ejercicio de las profesiones liberales,
debiendo actuar con sentido social en la difusión de la cultura para el prestigio y engrandecimiento de la
Nación. Cuentan para ello con la autonomía técnica, docente y científica que se les confiere por la presente
ley y con el pleno ejercicio de su personalidad jurídica.

Art. 2º - (Funciones). Son funciones de las universidades de las cuales no podrán apartarse:

1ª Afirmar y desarrollar una conciencia nacional histórica, orientando hacia esa finalidad la tarea de
profesores y alumnos;

2ª Organizar la investigación científica y preparar. para la ulterior dedicación a ella, a los que tengan
vocación de investigadores, capaces por su aplicación, inventiva, sagacidad y penetración, de hacer
progresar las ciencias, las letras y las artes;

3ª Acumular, elaborar y difundir el saber y toda forma de cultura, en especial la de carácter autóctono, para
la conformación espiritual del pueblo;

4ª Estimar el estudio y desarrollo de la ciencia aplicada y las creaciones técnicas, adaptándolas a las
necesidades regionales;

5ª Preparar para el ejercicio de las profesiones liberales, de acuerdo con las necesidades de la Nación, los
adelantos técnicos mundiales y las transformaciones sociales, otorgando los títulos habilitantes con
carácter exclusivo;

6ª Crear un cuerpo docente dedicado exclusivamente a la vida científica y a la enseñanza universitaria, de


suerte que cada escuela y cada facultad tengan la obligación de formar sus propios profesores e
investigadores especializados;

7ª Ofrecer una educación informativa y formativa, disciplinando el esfuerzo autodidáctico, el espíritu


indagativo y las cualidades que habilitan para actuar con idoneidad, patriotismo y dignidad moral, en la
profesión y en la vida pública y privada;

8ª Correlacionar las formas del saber propendiendo a la cultura general de la juventud como base o
complemento de la especial o técnica;

9ª Propiciar y establecer la enseñanza práctica y la docencia libre, paralela a los cursos regulares, la que
podrá extenderse a disciplinas no previstas en los planes de estudio. Estos cursos comprenderán además
de las asignaturas obligatorias, otras optativas o libres;

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Legislación Universitaria

10a. Establecer una permanente vinculación entre ellas y con otras instituciones culturales argentinas y
extranjeras;

11a. Elaborar, conforme con las exigencias científicas y sociales, los planes de estudio de las respectivas
facultades, escuelas, y cursos especiales, en lo universitario y en los de especialización, procurando que
exista la mayor unidad y coordinación entre los planes de estudios similares, sin perjuicio de la
diversificación impuesta por las características regionales;

12a. Crear y sostener institutos de investigación, cursos de perfeccionamiento o de especialización, para


profundizar el estudio o aprovechamiento de las riquezas naturales de la zona del país donde tuviera su
centro de acción cada universidad;

13a. Reunir antecedentes y proponer soluciones para los diversos problemas económico sociales de la
Nación;

14a. Divulgar las investigaciones científicas, fueren o no sus autores profesores universitarios y aunque no
hubieran sido realizadas en instituciones oficiales;

15a. Fomentar el desarrollo de publicaciones y actividades dedicadas al examen de cuestiones científicas,


sociales, jurídicas, económicas, literarias y artísticas en general.

Art. 3°- (Personería jurídica). Las universidades poseen plena capacidad jurídica para adquirir, vender y
administrar toda clase de bienes, así como para demandar y comparecer en juicio. Su representación
compete al rector, quien podrá delegarla y otorgar, en su caso, los poderes necesarios.

Art. 4° - (Funciones específicas). Las universidades no deberán desvirtuar en ningún caso y por ningún
motivo sus funciones específicas. Los profesores y los alumnos no deben actuar directa, ni indirectamente
en política, invocando su carácter de miembros de la corporación universitaria, ni formular declaraciones
conjuntas que supongan militancia política o intervención en cuestiones ajenas a su función específica,
siendo pasible quien incurra en transgresión de ello, de suspensión, cesantía, exoneración o expulsión
según el caso. Esto no impide la actuación individual por la vía legítima de los partidos políticos, pero, en
ese caso, actuarán como simples ciudadanos y no en función universitaria.

Art. 5° - (Integración). Integran las universidades:

a.
b. Las facultades, sus escuelas y respectivas cátedras, departamentos, seminarios, institutos y
secciones destinadas a la enseñanza teórico-práctica;

c. Los establecimientos que funcionan actualmente dentro de la jurisdicción universitaria y los que se
incorporaren posteriormente bajo la misma dependencia;

d. Los establecimientos privados, municipales, provinciales o nacionales, que fueren puestos bajo la
jurisdicción universitaria por la autoridad respectiva.

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Legislación Universitaria

Art. 6° - (Cátedras). La cátedra es la unidad docente básica de la universidad. Estará bajo la dirección del
catedrático, de quien dependerá el personal auxiliar, encargado de transmitir los conocimientos para la
formación de técnicos y profesionales de las carreras universitarias.

Las cátedras que alcancen un alto grado de evolución y perfeccionamiento en la técnica de la investigación
científica, que cuenten con materiales y personal idóneo para esas tareas y que produzcan trabajos
originales o trascendentes, podrán ser transformadas en institutos.

Art. 7° - (Institutos). El instituto es la unidad universitaria para la investigación científica. El catedrático que
se encuentre al frente del instituto ascenderá a la categoría de director del mismo. La universidad
propenderá a que sus institutos correlacionen la enseñanza y la investigación científica de modo tal que la
docencia universitaria tenga su fuente natural en la investigación directa y profunda de la realidad.

Art. 8°- (Departamento). El departamento es la unidad de coordinación de las investigaciones científicas


sobre una misma materia. La agrupación funcional de institutos, cátedras y centros de investigación afines,
al margen de las respectivas actividades docentes, constituyen un departamento. Será dirigido por un jefe
designado por rotación periódica entre los directores de institutos o catedráticos integrantes del
departamento. Los institutos, cátedras o centros de investigación, que reunidos formen un departamento,
pueden pertenecer a la misma o a distintas facultades e inclusive tener su sede en otras universidades. La
organización departamental es optativa de cada universidad o facultad.

CAPITULO II

Del gobierno de la universidad

Art. 9° – El gobierno de la universidad estará a cargo del rector y del consejo universitario

A.

B. Del Rector

Art. 10º. – (Designación). El rector será designado por el Poder Ejecutivo y durará tres años en
funciones.

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Art. 11º. – (Requisitos). Para ser rector se requiere: ser ciudadano argentino, haber cumplido 30
años de edad y 10 años de diplomado; poseer el título máximo de la facultad nacional
correspondiente o ser profesor titular o adjunto confirmado.

Art. 12º. – (Deberes y atribuciones). Sin perjuicio de las demás funciones que le impone y otorga la
presente ley y las que le asignen otras disposiciones legales, el rector tendrá los siguientes deberes
y atribuciones:

1° Representar legalmente a la universidad;

2° Designar las personas que llevarán la representación oficial de la universidad;

3° Convocar al consejo universitario a reuniones ordinarias y extraordinarias, expresando en la


convocatoria los asuntos a tratarse;

4° Firmar los títulos, diplomas, distinciones y honores universitarios;

5° Proponer a los consejos directivos de las facultades las ternas para la designación de decano de
las mismas;

6° Resolver las cuestiones que ni se hallen expresamente reservadas al consejo universitario o a las
autoridades de las facultades;

7° Dirigir la administración de la universidad, pudiendo recabar de las facultades y demás institutos


de la universidad los informes que estime conveniente;

8° Vigilar la contabilidad de la universidad y tener depositados a su orden los fondos universitarios;

9° Decretar en el presupuesto de la universidad y autorizar los demás que el consejo ordene;

10º. Nombrar y remover al personal de la universidad, cuya designación y remoción no corresponda


al consejo universitario o a las facultades de acuerdo con el art. 123 de la ley 12.961 y su
reglamentación;

11º. Adoptar las medidas necesarias y urgentes para el buen gobierno de la universidad, dando
cuenta de ello al consejo universitario;

12º. Ejercer la jurisdicción policial y la disciplina en primera instancia, en el asiento del rectorado y
del consejo;

13º. Conceder las licencias o permisos en los casos señalados por las reglamentaciones
pertinentes;

14º. Publicar durante el primer trimestre de cada año, una memoria que consigne la tarea docente y
la gestión administrativa realizada en el período anterior.

Art. 13º. – (Voto del rector). El rector tendrá voz y voto en las decisiones del consejo, prevaleciendo
el suyo en caso de empate.

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Art. 14º. – (Incompatibilidad). El cargo de rector es incompatible con cualquier otra actividad pública
excepto la docencia en la misma universidad, o la de conferenciante, investigador, autor o miembro
de academia, institución, social, literaria o cultural.

Art. 15º. – (Retribución). El rector recibirá como única retribución. la cantidad de cuatro mil pesos
moneda nacional (m$n 4.000) mensuales En el caso de ser profesor, percibirá únicamente el sueldo
de rector.

C. Del Vicerector

Art. 16º. – (Funciones, requisitos y retribución). El vicerector ejercerá las funciones del rector en
ausencia, renuncia o impedimento de éste, o las que el mismo, expresamente y mediante la
oportuna comunicación, le delegare. Para ser elegido vicerector se requerirán las mismas
condiciones que para ser rector. Percibirá para gastos de representación, la suma de quinientos
pesos moneda nacional (m$n 500) mensuales.

D. Del Consejo Universitario

Art. 17º. – (Constitución). El consejo universitario estará constituido por el rector, que lo precederá, y
por los decanos y vicedecanos de cada facultad.

Art. 18º. – (Atribuciones). El consejo universitario tendrá las siguientes atribuciones. sin perjuicio de
las demás que se le acuerdan en esta ley:

1a Ejercer la jurisdicción superior universitaria y resolver en última instancia las cuestiones


contenciosas que hayan fallado el rector o las facultades, con excepción de aquellas atribuidas
expresamente por esta ley a las facultades;

2a Proponer al Poder Ejecutivo la creación de nuevas facultades;

3a Dictar los reglamentos convenientes para el régimen común de los estudios y disciplina general
de los establecimientos universitarios;

4a Aprobar los planes de estudio a propuesta de las respectivas facultades;

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5a Acordar por iniciativa propia o a propuesta de las facultades el título de doctor honoris causa, o
de miembro honorario de la universidad, a las personas que sobresalieren por sus obras, estudios o
trabajos de investigación;

6a Decidir en última instancia las cuestiones sobre validez o equivalencia de títulos, diplomas,
estudios, asignaturas, honores y distinciones universitarias que hubieran sido resueltas por los
consejos de las facultades;

7a Acordar por iniciativa propia o a propuesta de las facultades la creación de nuevas escuelas e
institutos;

8a Proyectar el presupuesto anual y aprobar las cuentas presentadas por el rector, y la inversión de
los fondos asignados a la universidad, las facultades y demás establecimientos universitarios;

9 a Resolver lo conducente al ejercicio de la personería jurídica de la universidad;

10a. Dictar su reglamento interno y las ordenanzas necesarias para la buena marcha de la
institución;

11a. Aprobar o devolver observadas a las facultades, las ternas formuladas por éstas para la
provisión de cátedras titulares, así como las reglamentaciones que dicten aquéllas para la
designación de profesores adjuntos, extraordinarios y honorarios. El consejo universitario sólo tiene
facultad para considerar el aspecto formal de las ternas y las objeciones morales a los candidatos,
nunca el orden de los nombres ni la competencia científica y didáctica que son privativos de cada
facultad;

12a. Elegir un vicerector entre sus miembros, que durará tres años en funciones;

13a. Fijar las épocas de inscripción y los aranceles universitarios, estos últimos ad referéndum del
Poder Ejecutivo;

14 a. Aceptar las herencias con beneficio de inventario, y los legados o donaciones que se dejen o
hagan a las universidades o a las facultades o establecimientos que las integren;

15a. Vender, con autorización del Poder Ejecutivo, los bienes inmuebles, títulos y valores
pertenecientes a la universidad;

16a. Modificar a propuesta de las facultades, las escuelas que las integren y sus títulos
universitarios, como asimismo fijar por su sola decisión las proporciones en que éstas estarán
representadas en los consejos directivos;

17a. Revalidar los diplomas expedidos por universidades extranjeras, de acuerdo con las leyes y con
los tratados internacionales previo estudio, en cada caso, del valor científico y jerarquía de la
enseñanza impartida por las mismas y consideración que merecen sus títulos;

18a. Ejercer las facultades disciplinarias que determina esta ley y los reglamentos que se dictaren;

19a. Reglamentar, a propuesta de las facultades, las incompatibilidades para el ejercicio del cargo de
profesor, según se exija o no dedicación exclusiva;

20a. Aprobar las reglamentaciones que dicte cada facultad sobre sus respectivas carreras docentes
o científicas.

E. De la Secretaría General de la Universidad

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Art. 19º. – (Designaciones). La Secretaría General de la Universidad estará a cargo de un secretario y un


prosecretario designados por el rector, que deberán tener título universitario nacional. Las funciones
permanentes del secretario o del prosecretario, además de las consignadas en esta ley, serán las que se
establezcan en la reglamentación correspondiente.

Art. 20º. – (Atribuciones). El prosecretario general deberá actuar como secretario en las comisiones del
consejo universitario y llevar un libro de actas de las mismas; refrendará, además, todas las resoluciones
del consejo universitario y del rector.

Art. 21º. – (Atribuciones). El prosecretario general deberá actuar como secretario en las comisiones del
consejo universitario; tendrá a su cargo el despacho de los institutos y establecimientos dependientes del
consejo universitario y refrendará todas las resoluciones del rector, dictadas para esas dependencias.

TITULO II

De las facultades

Art. 22º. – (Gobierno). El gobierno de la facultad estará a cargo del decano y un consejo directivo,
constituido por el decano y diez consejeros, que se designarán de entre los profesores de la respectiva
facultad.

Art. 23º. – (Duración). El decano o los consejeros durarán tres años en sus funciones no pudiendo estos
últimos ser reelectos, sino con intervalo de un período.

A.

B. Del Consejo Directivo y de la elección de Decano

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Art. 24º. – (Proporciones). Cuando una facultad esté formada por más de una escuela el consejo
universitario fijará la proporción de consejeros con que cada una de ellas estará representada en el
mismo.

Art. 25º. – (Voto secreto). La elección de los consejeros se efectuará en comicios de profesores,
quienes votarán personalmente en forma secreta, las listas de candidatos que los electores
depositarán en dos urnas distintas; una reservada a los profesores titulares, que votarán, de entre
ellos, por siete candidatos a consejeros titulares e igual número de substitutos; y otra, para los
profesores adjuntos, que votarán en la misma forma que los titulares, pero solamente por cuatro
candidatos a consejeros y otro número igual de sustitutos.

Los consejeros que dejen de ser profesores, cesarán inmediatamente en el ejercicio de este cargo.

Art. 26º. – (Escrutinio y proclamación). El escrutinio y proclamación de los candidatos elegidos los
harán el decano, el vicedecano y el consejero titular de más edad.

Art. 27º. – (Elección del decano). Los consejeros elegidos se reunirán bajo la presidencia del de
mayor edad que sea profesor titular y elegirán, a su vez por el voto de la mayoría, al decano de la
terna enviada por el rector de la universidad. Si la elección recayera en un profesor (titular o adjunto)
que no formara parte del consejo, quedará eliminado de hecho el consejero, (profesor titular o
adjunto, según sea la categoría del electo) que al ser elegido obtuvo menor número de votos. Si dos
o más se encontrasen en estas condiciones, la eliminación se hará por sorteo, manteniendo siempre
la proporción señalada en el art. 25º.

Art. 28º. – (Consejeros sustitutos). Las vacantes de consejeros titulares que se produzcan antes de
la fecha de renovación, serán llenadas por sorteo, que se realizará entre los consejeros substitutos
de titulares o de adjuntos, según sea la vacante producida y manteniendo la representación de las
escuelas.

Art. 29º. – (Desintegración y acefalía). Si por sucesivas vacantes o ausencias quedara agotado el
número se consejeros sustitutos, el consejo directivo –aun en minoría- designará de entre los
profesores, según sea la vacante, al que deba llenarla para completar el período.

Art. 30º. – (Quórum). Las sesiones del consejo directivo se realizarán con el quórum de siete
consejeros, y sólo podrán ser presenciadas por los profesores, por periodistas y por no más de
quince estudiantes de la misma facultad, de acuerdo con la reglamentación que dicte oportunamente
cada una de ellas. Las sesiones serás secretas, cuando así lo resuelva el consejo o el decano, en

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Legislación Universitaria

casos de excepción.

Art. 31º. – (Consejo departamental). En aquellas facultades constituidas por departamentos, el


consejo estará integrado por un representante de cada uno de ellos, sin exceder el número indicado
en el art. 24 y manteniéndose la proporción de dos tercios de titulares y en tercio de adjuntos, en la
misma forma que lo establece el art. 25.

Art. 32. – (Atribuciones). El consejo directivo tendrá las siguientes atribuciones:

1º Designar decano de entre la terna presentada por el rector;

2º Designar vicedecano de entre sus miembros;

3º Confeccionar y modificar los planes de estudios de las carreras o cursos especiales,


aprobándolos en primera instancia y establecer, en cada caso, con la aprobación del consejo
universitario, cuáles deben ser las cátedras que exijan de los profesores titulares una consagración
exclusiva;

4º Proponer y aprobar la creación de institutos o cursos de investigación;

5º Organizar las actividades que para el fomento de la cultura en general, sean atinentes a cada
facultad;

6º Proponer al consejo universitario, por resolución adoptada por dos tercios de votos, la designación
de profesor titular en cátedra vacante, al profesor titular en cátedra vacante, al profesor titular de la
misma materia o materia afín, de otra universidad del país; como asimismo proponer a la
universidad la designación de los profesores extraordinarios en la respectiva facultad;

7º Dictar el reglamento de la facultad y las ordenanzas necesarias para la buena marcha de la


enseñanza o de la investigación científica;

8º Decidir en primera instancia las cuestiones contenciosas referentes al orden de los estudios,
condiciones del ingreso, pruebas de promoción y cumplimiento de los deberes de los profesores, y
en única instancia las cuestiones que se susciten en la aplicación del inc. 10;

9º Elevar al gobierno de la universidad de acuerdo con el procedimiento establecido en la presente


ley, las ternas de profesores titulares propuestos por las comisiones asesoras y designar los
profesores de las demás categorías;

10º. Apercibir y suspender a los profesores por faltas en el cumplimiento de sus deberes;

11º. Pedir al Poder Ejecutivo, por intermedio del rector, la separación de los profesores titulares o
elevar sus renuncias. Remover a los demás profesores y decidir sobre sus renuncias;

12º. Proyectar el presupuesto de la facultad;

Art. 33º. – (Incompatibilidades). Los miembros titulares del consejo directivo no podrán desempeñar
empleos rentados dependientes de la universidad, con excepción de los cargos de directivos y

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docentes. Tampoco podrán ser nombrados para cátedras, dirección, empleo o comisión rentada,
creados durante su mandato, hasta después de dos años de fenecido este. Los aspirantes a
cátedras ya existentes, podrán presentarse al concurso, previa renuncia como miembros del consejo
directivo.

C. Del Decano

Art. 34º. – (Requisitos).Para ser decano se requiere ser ciudadano argentino, haber cumplido treinta años
de edad y ser profesor titular, honorario o adjunto confirmado, de la respectiva facultad.

Art. 35º. – (Duración). El decano durará tres años en su cargo, y en caso de separación, renuncia o muerte,
el nuevo decano será designado por el tiempo que faltare para completar el período.

Art. 36º. – (Voto del decano). El decano tendrá voz y voto en las decisiones del consejo, prevaleciendo el
suyo en caso de empate.

Art. 37º. – (Gastos de representación). El decano percibirá como gastos de representación la suma de mil
pesos moneda nacional (m$n 1.000) mensuales.

Art. 38º. – (Facultades). Son atribuciones y deberes del decano:

1a Convocar y presidir las sesiones del consejo directivo;

2a Representar a la facultad en sus relaciones con las demás autoridades universitarias y corporaciones
científicas;

3a Firmar, juntamente con el rector, los diplomas universitarios y certificados de reválida;

4a Dar cuenta mensualmente al consejo directivo de la falta de asistencia de los profesores a las aulas, de
las pruebas de promoción y elevar al rector una relación de las mismas;

5a Cumplir y hacer cumplir las resoluciones de los consejos universitarios y directivo;

6a Expedir concesiones de ingreso, permisos y certificados de promoción, con arreglo a las ordenanzas del

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consejo universitario y del consejo directivo;

7a Acordar a los profesores licencias que no excedan de 45 días y nombrar y separar por sí a los
empleados cuya designación no corresponda al consejo directivo;

8a Ejercer la vigilancia de la enseñanza, de la administración y de la jurisdicción policial y disciplinaria


dentro de la facultad;

9a Designar al secretario de la facultad, el que tendrá que ser egresado de la misma;

10a. Rendir cuenta de la inversión de fondos;

11a. Fijar las épocas de examen, número de turnos y orden de los mismos;

12a. Despachar definitivamente todos los asuntos de trámite, con el simple dictamen de la comisión
respectiva del consejo directivo, salvo discrepancia, en cuyo caso el asunto será tratado por el propio
consejo.

Art. 39º. – (Incompatibilidades). El decano tendrá las mismas incompatibilidades que el rector.

C) Del Vicedecano

Art. 40º. – (Duración y funciones). El vicedecano durará tres años en funciones. Ejercerá las del decano
durante la ausencia o impedimento de éste, o las que el mismo expresamente y mediante la oportuna
comunicación le delegare. En caso de vacancia del vicedecano, el consejero que lo sustituya completará el
período.

Art. 41º. – En caso de ausencia, renuncia o fallecimiento del vicedecano en ejercicio del decanato, interino
el consejero profesor titulas de mayor antigüedad.

TITULO III

De los Profesores

Art. 42º. – (Categorías de profesores). Las universidades tendrán cuatro categorías de profesores: titulares,
adjuntos, extraordinarios y honorarios, no pudiendo crearse nuevas categorías.

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Art. 43º. – (Equivalencias). Si por los estatutos de algunas universidades, reglamentarios de la Ley 1.597,
se hubiera adoptado otra nomenclatura y concepto respecto de las categorías de profesores, las facultades
establecerán las adaptaciones y equivalencias correspondientes, de acuerdo con la presente ley.

A.

B. Profesores titulares

Art. 44º. – (Autonomía de la cátedra). Los profesores titulares tienen a su cargo la dirección y ejercicio de la
enseñanza teórico-práctica de su asignatura y el desempeño autónomo de la cátedra, bajo su exclusiva
responsabilidad.

Art. 45º. – (Requisitos). Para ser designado profesor titular se requiere ser ciudadano argentino y poseer el
título o diploma universitario.

Art. 46º. – (Concurso). Los profesores titulares serán designados por el Poder Ejecutivo de la Nación, de
una terna de candidatos elevada por la universidad, previo concurso de méritos, aptitudes técnicas, títulos
antecedentes y trabajos.

Art. 47º. – (Dedicación). El profesor titular está obligado a dedicar el máximo de su tiempo a las tareas de
investigación y docencia. No podrá defender intereses que estén en pugna, competencia o colisión con los
de la Nación, provincias o municipios, salvo los casos de defensa de intereses personales del profesor, su
cónyuge, ascendientes o descendientes, siendo pasibles, si lo hicieren, de suspención, cesantía o
exoneración.

Art. 47º bis – (Simulación de funciones). El profesor titular no podrá desempeñar simultáneamente la
función docente y la de cualquier otra actividad pública.

1) De la formación de las ternas

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Art. 48º – (Comisión asesora). El consejo directivo de cada facultad designará, en cada caso, una comisión
asesora compuesta por tres miembros sorteados entre un mínimo de diez profesores titulares de la misma
materia, si los hubiere, y de las materias afines a la cátedra, de la misma facultad o de otras universidades,
si no alcanzare a integrarse con los de aquella.

El orden de afinidad entre las materias se establecerá con carácter permanente por las facultades al
aprobar los respectivos planes de estudio.

Art. 49º. – (Elevación de la terna). La comisión asesora elevará al consejo directivo de la facultad una terna
por orden de méritos, títulos, antecedentes y trabajos, la que quedará sujeta a las siguientes condiciones:

a.
b. El consejo directivo de la facultad podrá observar el aspecto formal de las ternas, variar su orden o
integrarlas en forma distinta a la propuesta por la comisión asesora, requiriéndose para esto último
dos tercios de los votos de la totalidad de sus miembros;

c. La terna será elevada a la universidad, que juzgará sobre los aspectos formales del concurso. En
caso de que el consejo directivo hubiere modificado el dictamen de la comisión asesora, elevará un
informe fundado al consejo universitario, exponiendo los motivos y antecedentes que determinaron la
modificación de la terna;

d. La universidad después de aprobar la terna la elevará al Poder Ejecutivo juntamente con los
siguientes antecedentes:

1º El dictamen de la comisión asesora;

2º Títulos universitarios de los candidatos, indicándose los institutos que los hayan expedido y fecha
de su otorgamiento;

3º Obras y publicaciones de aquellos, consignándose en primer término, las relativas a la materia del
concurso;

4º Datos de la libreta de enrolamiento y del servicio militar;

5º Empleos y cargos que desempeñen o hayan desempeñado en la administración nacional,


provincial o comunal, y, en su caso, las jubilaciones de que gocen;

6º Copia autorizada de las actas de las sesiones del consejo directivo y del consejo universitario, en
que se hubiere tratado la terna.

Art. 50º. – (Requisitos para figurar en terna). – Para figurar en terna se requieren antecedentes morales
inobjetables, ser egresado con cinco años por lo menos de antelación, poseer diploma universitario nacional
y haber acreditado aptitudes docentes y trabajos científicos en la correspondiente especialidad o en materia
de íntima conexión con ella. El título de profesor adjunto se tendrá en cuenta en forma preferente al
configurar la terna. La actividad científica y docente del candidato deberá ser continua y comprobada
mediante publicaciones y cursos que se estimarán no sólo por el número sino también y en primer término,
por el mérito intrínseco. A los concursantes que no fueran profesores adjuntos, la respectiva facultad podrá
exigirles una prueba complementaria.

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Art. 51º. – (Formación de la terna). Las ternas para profesor titular deberán formarse previo dictamen
escrito y fundado de la comisión asesora del consejo directivo.

Art. 52º. – (Inscripción extraordinaria). Hasta diez días después de cerrado el concurso, podrá proponerse al
consejo directivo, por cuatro consejeros y con la conformidad del interesado, la inscripción en el mismo de
toda persona de relevante y notorio prestigio científico, en cuyo caso, para ser considerado por la comisión
asesora, necesitará contar con la aprobación del consejo directivo por las dos terceras partes de sus votos.

Art. 53º. – (Opción de los titulares). Los profesores titulares pueden presentarse a concurso para optar a
otras cátedras afines, pero si obtuviesen vacante están obligados a renunciar a la cátedra que hubieren
estado dictando.

Art. 54º. – (Plazo del llamado a concurso). Producida una vacante de profesor titular, se llamará a concurso
dentro de un plazo no mayor de tres meses, poniéndose interinamente, la cátedra a cargo de un profesor
adjunto correspondiente a la misma materia y, a falta de este, podrá designarse otro profesor de materias
afines.

Art. 55º. – (Prórroga del ejercicio de la cátedra). El consejo directivo de cada facultad podrá anualmente,
autorizar por dos tercios de sus votos, a continuar en el ejercicio de la cátedra titular y hasta tres veces
consecutivas a los que estuvieren en condiciones de obtener su jubilación ordinaria.

Art. 56º. – (Separación de profesores). Podrán los consejos directivos promover la separación de los
profesores, por las siguientes causas:

1º Condena criminal que no sea por hecho culposo;

2º Abandono de las funciones del cargo;

3º Violación de las disposiciones del art. 47º.

2) Atribuciones y deberes de los profesores titulares

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Art. 57º. – Son deberes y atribuciones de los profesores titulares:

1a Dictar el curso con arreglo a los programas y horarios oficiales;

2a Presentar anualmente su programa y proponer el plan de distribución de la enseñanza teórico-práctica


con los profesores adjuntos, según la reglamentación de cada facultad;

3a Formar parte de las mesas examinadoras;

4a Desempeñar las comisiones relacionadas con la enseñanza;

5a Participar en las elecciones de autoridades universitarias;

6a Colaborar con las publicaciones de la universidad y con las investigaciones de los institutos científicos;

7a Informar anualmente a la biblioteca, en colaboración con los profesores adjuntos, sobre el movimiento
bibliográfico fundamental de su materia;

8a Informar al consejo directivo sobre toda novedad científica o docente;

9a A más de su labor docente sobre la materia que enseñe, deberá realizar aquella otra que establezca, con
sus alumnos y colegas, una relación de comprensión y convivencia que facilite, en todo momento, la
creación y el sentimiento de una concepción social y humanista de las funciones universitarias;

10a. Desempeñar las comisiones que la universidad o la facultad le encomienden.

Art. 58º. – (Obligación de colaborar oficialmente). El profesor que optare por dedicar todo su tiempo a la
universidad, estará obligado a prestar su dirección y asesoramiento técnico cuando fuera requerido por el
Poder Ejecutivo.

Art. 59º. – (Dedicación a una sola cátedra). En ningún caso podrá desempeñarse por un mismo profesor
titular, más de una cátedra.

A.

B. Profesores adjuntos

Art. 60º. – (Funciones y designación). Los profesores adjuntos deben colaborar en la enseñanza
oficial, de acuerdo con la reglamentación de cada facultad.

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Los profesores adjuntos serán nombrados por concurso por el consejo directivo, con aprobación del
consejo universitario. Podrá admitirse a los concursos para profesores adjuntos, aun cuando no
hayan seguido la carrera docente, a aquellos candidatos de reconocida personalidad científica
probada con trabajos o actuación docente. En tal caso se requerirá ser propuesto por cuatro
consejeros de la facultad.

Art. 61º. – (Designación extraordinaria). Podrá prescindirse del concurso, cuando el candidato goce
de reconocida personalidad científica, probada con trabajos o actuación docente. En tal caso se
requerirá ser propuesto por cuatro consejeros de la facultad y aprobado por dos tercios de los votos
del consejo directivo.

Art. 62º. – (Régimen de adjuntos). Cada facultad determinará, con aprobación del consejo
universitario, el número de profesores adjuntos que corresponda a cada cátedra. Todas las
ordenanzas relativas al régimen de concursos para la designación de profesores adjuntos, requerirá
aprobación del consejo universitario.

Art. 63º. – (Confirmación). Cumplidos cuatro años de su designación, el profesor adjunto, para seguir
siéndolo, deberá ser confirmado por el consejo universitario, el que tendrá para ello en cuenta lo
siguiente: su comportamiento ético y moral; haber dictado por lo menos dos cursos
complementarios, según la reglamentación de cada facultad, y haber presentado un trabajo sobre la
materia, juzgado por una comisión nombrada por el consejo directivo, que se llamará tesis de
profesorado.

Los profesores adjuntos que no hayan sido confirmados, quedarán de hecho cesantes.

Art. 64º. – (Deberes y atribuciones). Son deberes y atribuciones del profesor adjunto:

1º Reemplazar a los titulares en el desempeño de sus cátedras y demás funciones;

2º Dictar cursos complementarios o de otro orden, de acuerdo con la reglamentación de la respectiva


facultad;

3º Formar parte de los tribunales de promoción y de los jurados y desempeñar las comisiones que
las facultades creyeren necesario encomendarles;

4º Participar en las elecciones establecidas en esta ley.

Art. 65º. – (Asistentes). Se designarán, cada año, hasta dos profesores adjuntos para actuar como
asistentes del profesor titular. El profesor titular turnará entre los profesores adjuntos la designación
de los asistentes. Serán nombrados por el decano a propuesta del profesor titular y tendrán, además
de las obligaciones inherentes a su carácter de adjuntos, las que reglamente cada facultad para su

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Legislación Universitaria

condición de docentes auxiliares de la cátedra titular.

C. Profesores extraordinarios

Art. 66º. – (Designación). El consejo universitario, a propuesta del consejo de la facultad, podrá
designar profesores extraordinarios, con carácter de contratados, a personas de nacionalidad
argentina o extranjera, de reconocida reputación en la materia de que se trate. El límite de duración,
la remuneración y las funciones de los profesores extraordinarios, serán determinados en cada caso
por la facultad respectiva al formular la propuesta.

Al profesor extraordinario no le son aplicables las incompatibilidades y demás disposiciones


análogas establecidas para los titulares o adjuntos.

D. Profesores honorarios

Art. 67º. – (Designación). Al profesor que se retire de la enseñanza, podrá, en los casos de haberse
destacado por su actuación científica, otorgársele el título de profesor honorario, por el consejo
directivo, con el voto de las dos terceras partes de sus miembros y con la aprobación del consejo
universitario en igual forma.

El título de profesor honorario es vitalicio. Sus funciones serán determinadas por las
reglamentaciones de cada facultad, con la aprobación del consejo universitario.

E. De la retribución de los profesores

Art. 68º. – (Remuneración mensual ordinaria). Los profesores titulares gozarán de una remuneración
mensual de mil ochocientos pesos moneda nacional (m$n1.800), la que será aumentada cada cinco
años en un 10 %.

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Art. 69º. – (Remuneración mensual por dedicación exclusiva). Los profesores a cargo de cátedras de
consagración exclusiva, gozarán de una remuneración mensual de tres mil quinientos pesos moneda
nacional (m$n 3.500), la que será aumentada cada diez años en un 10 %, no pudiendo percibir
ninguna otra remuneración cualquiera sea la función que desempeñen dentro de la universidad.

Art. 70º. – (Fijación de las retribuciones de los titulares). En los casos en que un profesor titular
hiciera expresa manifestación de querer consagrarse exclusivamente a la enseñanza, los consejos
directivos, por dos tercios de los votos podrán, si lo encontrasen conveniente, aceptar este
ofrecimiento, en cuyo caso gozará de la misma retribución fijada en el artículo anterior.

Art. 71º. – ( Retribución de los adjuntos). En las cátedras establecidas por la facultad como
dedicación exclusiva, los profesores adjuntos asistentes gozarán de una remuneración mensual de
mil quinientos pesos moneda nacional (m$n 1.500); los demás profesores adjuntos asistentes
gozarán de una remuneración mensual de ochocientos pesos moneda nacional (m$n 800).

F. De la carrera docente y científica

Art. 72º. – (Bases de la carrera docente). Cada facultad reglamentará su carrera docente ajustándose a las
siguientes bases:

a.
b. El aspirante a profesor universitario cursará un período de "adscripción" a una determinada cátedra,
durante el cual realizará trabajos de investigación o de seminario en materias afines, bajo la
dirección del respectivo profesor, y ejercicios docentes en la materia de su adscripción; completará
su preparación con cursos obligatorios sobre materias de cultura general. Podrán implantarse o no,
según las características de cada facultad, exámenes finales para la aprobación de las materias de
adscripción;

c. Cumplido esto, el aspirante a profesor pasará a ejercer la docencia complementaria bajo la dirección
del profesor titular y durante el tiempo que fijará cada facultad para cada asignatura;

d. Terminada esta etapa, y previo un examen o concurso general de competencia técnica y docente
sobre la materia de su dedicación, será autorizado como docente;

e. El docente autorizado tendrá las obligaciones que le fije cada facultad y un derecho de preferencia
para presentarse a los concursos de profesor adjunto.

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Legislación Universitaria

Art. 73º. – (Venia docendi). Todo egresado de la universidad, con diez o más años de ejercicio profesional,
que reúna trabajos, títulos y antecedentes científicos suficientes podrá solicitar al consejo directivo un
permiso para enseñar, y cumplidos los requisitos exigidos para demostrar su capacidad docente y
preparación técnica, que establecerá cada facultad, le conferirá la "venia docendi", es decir, el permiso para
enseñar en forma regular y sistemática. Sus antecedentes serán tenidos en cuenta para autorizar su
inscripción en los concursos de profesor adjunto.

La forma regular y sistemática de la enseñanza de la "venia docendi", será reglamentada por cada facultad.

Art. 74º. – (Carrera de investigadores). Cada facultad organizará la formación regular y metódica de los
investigadores dedicados exclusivamente a trabajar por el progreso de la ciencia.

A.

B. Del claustro universitario

Art. 75º. – (Composición). Constituyen el claustro general de profesores de cada facultad todos los
catedráticos, más un número de profesores adjuntos elegidos por sorteo, en una proporción igual a la
tercera parte de los catedráticos de cada facultad. La asistencia a las reuniones de los claustros es
obligatoria.

Art. 76º. – (Reunión anual). El decano podrá citar al claustro general a fin de dar lectura a la memoria anual.
Podrán constituirse también claustros parciales de las diversas escuelas, por separado, bajo la presidencia
del decano, para considerar exclusivamente los resultados del plan de estudios y las reformas técnicas que
se sugieran.

Art. 77º. – (Facultades). Las sugestiones del claustro serán consideradas por el decano y el consejo
directivo de la facultad, para resolver sobre su viabilidad. El claustro no tratará, bajo ningún concepto,
cuestiones ajenas al plan de estudios y al desarrollo de la enseñanza. El claustro podrá también ser
consultado por escrito.

TITLO IV

De los estudiantes

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A.

B. Categorías

Art. 78º. – (Estudiantes regulares). Los estudiantes serán regulares y libres. Los primeros deberán
asistir obligatoriamente para mantener su situación de tales, a las clases prácticas y trabajos
universitarios, en la proporción que fije cada facultad. Son los únicos que pueden obtener becas.

Art. 79º. – (Estudiantes libres). Son estudiantes libres los que inscriptos en la universidad, no
cumplan los requisitos necesarios para conservar el carácter de regulares.

El estudiante libre rendirá examen en las siguientes condiciones:

1º La prueba teórica no podrá durar menos de media hora;

2º En caso de prueba práctica, se acreditará, a satisfacción del tribunal examinador, grado suficiente
de preparación en la materia. Esta prueba es eliminatoria;

3º El examen teórico se hará con el programa oficial íntegro de la asignatura de que se trate,
pudiendo el tribunal examinador elegir el tema o temas dentro del programa sobre el que deberá
disertar el alumno.

Art. 80º. – (Estudiantes vocacionales). Todo egresado en una carrera universitaria podrá inscribirse
en cualquier asignatura de cualquier facultad sin rendir examen de ingreso. Los estudiantes quedarán
sometidos exclusivamente a las restricciones de correlación de estudios que establecerá la
universidad.

Art. 81º. – (Estudiantes vocacionales). Los estudiantes inscriptos en estas condiciones podrán
rendir examen sometiéndose a las reglamentaciones vigentes para los alumnos regulares o libres,
según la categoría que adopten; en las actas respectivas se hará constar su calidad de alumno
vocacional.

Art. 82º. – Los alumnos vocacionales podrán pedir certificado de las asignaturas aprobadas, y si su
conjunto alcanzase a una carrera completa tendrán derecho al título profesional respectivo.

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Art. 83º. – EL consejo universitario reglamentará las correlaciones de materias indispensables para
autorizar la inscripción en cada asignatura determinada, con el objeto de evitar que se intente
afrontar estudios sin bases preliminares insustituibles.

Esta correlación será dictada con la mayor liberalidad posible, tendiente a no restringir la ampliación
de técnica y de cultura que se deriva de esta libre elección de estudios superiores.

C. De su representación

Art. 84º. – Los estudiantes tendrán representación en los consejos directivos por intermedio de un
delegado por cada escuela.

Art. 85º. – Entre los diez alumnos que hubieran obtenido las más altas calificaciones en el
transcurso de su carrera y se encuentren cursando el último año, se sorteará al que ha de tener la
representación estudiantil. Este cargo es irrenunciable, salvo causa justificada a juicio del consejo.

Art. 86º. – El delegado será convocado a las sesiones que celebre el consejo directivo. En dichas
sesiones el delegado podrá expresar libremente el anhelo de sus representados, no teniendo voto en
las decisiones que adopte el consejo.

D. De las becas

Art. 87º. – El Estado creará becas para la enseñanza gratuita, cuya distribución entre las diversas
universidades de la Nación, se hará por el Poder Ejecutivo. Para proceder a dicha distribución, se
tendrán en cuenta las características y necesidades regionales, sociales, económicas y culturales,
referidas a cada universidad, procurando que con la concesión de becas se cumplan, de la manera
más acabada posible y con un sentido social, los fines asignados a la universidad.

Habrá dos clases de becas: las de estudio y las de estímulo. A las primeras tendrán derecho y serán
otorgadas a los estudiantes que poseyendo aptitud universitaria sean hijos de familias de obreros,
atendidas las circunstancias de cada caso no permitan costear los estudios universitarios ni
prescindir en todo o en parte de la ayuda económica que aporte o pudiera aportar el becado. Dicha

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beca consistirá en obtener gratuitamente la enseñanza universitaria en todos sus aspectos y grados,
el suministro de libros y útiles, y en el otorgamiento del diploma o título que se obtuviere, y en
conceder una compensación económica familiar que equivalga lo más aproximadamente posible a la
aportación del alumno.

Lo anterior es aplicable a los casos en que la familia obrera, artesana o empleada, careciera de
cabeza de la misma y se hallare en análogas condiciones económicas a las señaladas en el párrafo
anterior, y a los jóvenes que, sin familia y poseyendo la aptitud universitaria adecuada, carecieren de
los recursos necesarios para ingresar y estudiar en la universidad.

A las segundas tendrán derecho y serán otorgadas a estudiantes destacados, de familia obrera o de
empleados, para compensar la privación total o parcial de aporte económico al hogar que les
imponga el estudio.

E. Concesión y pérdida de becas

Art. 88º. – (Solicitud de becas). Las peticiones de becas serán dirigidas al Poder Ejecutivo de la Nación,
por intermedio del Ministerio de Justicia e Instrucciones Públicas, con los antecedentes tendientes a
justificarlas, y serán resueltas previas las informaciones del caso y las circunstancias del mismo,
concediendo la clase de beca que corresponda.

Art. 89º. – (Pérdida de las becas). La condición de becario se pierde:

1º Por ser aplazado más de dos veces en una misma materia o en la mitad más una de un mismo curso;

2º Por observar mala conducta pública, dentro o fuera de la universidad, o por realizar dentro de ella
actividades políticas;

3º Por haber sido objeto de medidas disciplinarias;

4º Por inasistencias reiteradas e injustificadas a las clases o incumplimiento repetido de las tareas
universitarias;

5º Por haber falseado los elementos de juicio que invocó para solicitar la beca;

6º Por haber desaparecido las condiciones de necesidad acreditadas al solicitar la beca.

La cancelación se hará por el rector con aprobación del consejo universitario.

Al alumno a quien le fuere cancelada la beca no se le otorgará otra en ninguna de las universidades de la
Nación, salvo el caso del inc. 6º del artículo presente.

Art. 90º. – (Otras becas). Las becas otorgadas por el Estado no excluyen aquellas otras que puedan
crearse u otorgarse por otras entidades o personas. Las que fueran de entidades o instituciones públicas
oficiales o semioficiales, deberán ajustarse, en lo posible, al espíritu de las presentes disposiciones.

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Art. 91º. – (Pérdida de la condición de estudiante). Perderá la condición de estudiante universitario, no


pudiendo ingresar a ninguna otra universidad del país, todo alumno que incurriera en la misma causal de
cesantía de los profesores, especificada en el inc. 1º del art. 56º de la presente ley, sin perjuicio de las
faltas y sanciones de orden disciplinario que establezca cada facultad en su reglamento interno.

TITULO V

De la enseñanza

A.

B. Condiciones generales de ingreso

Art. 92º. – (Admisión de alumnos). Las condiciones de admisibilidad para los estudiantes a las
universidades serán uniformes para todo el país y se fijarán por el Consejo Nacional Universitario.

Art. 93º. – (Constancias). Todo el que solicite ingresar a los cursos o rendir examen en las facultades,
deberá acreditar tener aprobados los estudios que correspondan a la enseñanza media, normal o especial,
de acuerdo con la reglamentación que se establezca.

Art. 94º. – (Comprobación). La comprobación a que se refiere el artículo anterior, podrá hacerse:

1º Por certificado de los colegios nacionales;

2º Por certificado de institutos de enseñanza secundaria, debidamente autorizados;

3º Por certificados o diplomas de facultades o institutos oficiales extranjeros, debidamente legalizados,


siempre que se acredite la reciprocidad con nuestra República.

Art. 95º. – (Pruebas de competencia previas). Sin perjuicio de lo establecido en los artículos precedentes
podrán exigirse estudios complementarios o pruebas de competencia, antes de aceptar la incorporación de
alumnos a las facultades.

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Legislación Universitaria

Art. 96º. – (Exámenes, clases y vacaciones). La universidad fijará la fecha de comienzo y terminación de
las clases y duración de las vacaciones y cada facultad reglamentará la fecha de los exámenes.

Art. 97º. – (Propiedad y responsabilidad intelectual). La responsabilidad científico-legal de las enseñanzas y


doctrinas expuestas en clase, concierne exclusivamente a los profesores que la dicten y a ellos
corresponde la propiedad científica, intelectual, artística o literaria de su enseñanza; todo ello, sin perjuicio
de las medidas que puedan adoptar los consejos directivos, cuando se comprometa el decoro y la seriedad
de los estudios o cuando se desvíe de los fines específicos de la universidad, o comprometa el prestigio de
la misma o de las facultades.

Art. 98º. – (Terminación de estudios y tesis). No se otorgará diploma alguno a quien no haya aprobado
todas las materias del plan de estudios de la respectiva carrera.

Cuando un estudiante solicitare traslado para una facultad similar de distinta universidad, deberá requerir su
diploma en aquella universidad donde hubiera aprobado más del 50 % de las materias de su carrera. Para
obtener el título de doctor, deberá aprobarse un trabajo de investigación, que se llamará tesis de doctorado.

B) De la enseñanza libre

Art. 99º. – (Autorización). Podrán dictar circunstancialmente cursos libres, parciales o completos y
paralelos, conferencias o lecciones sobre cualquier disciplina científica, previa autorización de la facultad
respectiva y de acuerdo con su reglamento:

1º Los profesores universitarios;

2º Los diplomados, universitarios nacionales o extranjeros o personas de reconocida competencia.

La enseñanza libre, sistemática y regular les corresponde a los docentes autorizados y a los "venia
docendi".

Las facultades organizarán cursos populares de extensión universitaria a cargo de profesores y alumnos.

C) De la enseñanza para graduados

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Art. 100º. – (Cursos y carreras de especialistas). Las facultades reglamentarán la enseñanza para
graduados, organizando cursos de perfeccionamiento, de especialización y carrera de especialistas, con el
objeto de propender a la formación de los técnicos que necesita el país en cada una de las ramas de las
ciencias y de actualizar los conocimientos de los profesionales. Se le dedicará preferente atención a
aquellas materias que no figuren en el plan de estudios para estudiantes.

TITULO VI

Del patrimonio de la universidad y su administración

A.

B. De los bienes de la universidad

Art. 101º. – (Patrimonio). Forman el patrimonio de la universidad: el fondo universitario, los bienes
inmuebles, muebles e inmateriales que en virtud de ley o por otro título, gratuito u oneroso, pasen al
dominio de la universidad, así como las colecciones científicas, publicaciones y demás bienes que,
actualmente o en el futuro, tengan las facultades, institutos o dependencias de la universidad.

C. De los recursos, donaciones y cuentas

Art. 102º. – (Recursos en general). Son recursos de la universidad:

1º El producido de las contribuciones que se establecen en la presente ley;

2º Las sumas que en cualquier concepto y forma se asignen por el presupuesto de la Nación a la
universidad, facultades, institutos y establecimientos universitarios;

3º El producido de derechos arancelarios;

4º Los frutos, intereses y rentas de los bienes patrimoniales de la universidad;

5º Las rentas o donaciones de particulares a favor de la universidad, facultades, institutos o


establecimientos universitarios;

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6º Cualquier otro fondo que corresponda a la universidad.

Art. 103º. – (Donaciones). Cuando se trate de herencias, legados o donaciones o cualquier otra liberalidad a
favor de las facultades, el consejo universitario no podrá pronunciarse sin oír a estas y no podrá aceptar
aquellas que las facultades decidan rechazar. Estas restricciones comprenden las condiciones o cargos
que puedan imponer los testadores y benefactores. Aceptada una herencia, legado, donación u otra
liberalidad, el contrato de donación no podrá ser modificado sin oír nuevamente a la facultad beneficiada.

Art. 104º. – (Recaudación). Salvo disposición especial del consejo universitario, todas las dependencias
universitarias que recauden fondos los entregarán mensualmente a la tesorería de la universidad, cualquiera
sea su procedencia, enviando al rector los documentos justificativos y explicativos del caso. Igual cosa se
hará, aun cuando los fondos tengan un destino especialmente determinado.

Art. 105º. – (Gastos). Ningún gasto o inversión de fondos podrá hacerse sin que se encuentre previsto en el
presupuesto de la universidad u ordenado por el consejo universitario. Los pagos serán dispuestos por el
rector, previa conformidad del contador, bajo la responsabilidad solidaria de los mismos, si contravinieren
disposiciones legales.

El consejo universitario no podrá ordenar gasto alguno fuera del presupuesto, sin crear o tener el recurso.
Será individualmente responsable de la violación de esta disposición, cada uno de los miembros que
sancione el gasto.

Art. 106º. – (Ingresos). Todas las sumas destinadas a la universidad o a cualesquiera de sus partes
integrantes, ingresarán a los recursos generales de la universidad.

Los beneficios establecidos en el art. 87º no serán satisfechos con los recursos enumerados en el art.
102º.

TITULO VII

De la dotación económica de las universidades

Art. 107º. –(Recursos especiales). Para la realización de sus fines las universidades nacionales contarán
con los siguientes recursos:

1º Con los fondos que el Estado les asignare, respectivamente, en el presupuesto nacional;

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2º Con el impuesto del dos por ciento (2 %) que toda persona –de existencia física, ideal, con o sin
personalidad jurídica, o sucesión indivisa – que empleare trabajo de otra, está obligado a satisfacer sobre el
importe anual de los "sueldos" y "salarios" que abonare. Los "sueldos" y "salarios" sobre los que
corresponderá ingresar el impuesto a que se ha hecho referencia precedentemente, se determinarán de
acuerdo con lo establecido en el párrafo primero del art. 2º del Decreto–Ley 33.302/45 (Ley 12.921).

Quedan exentos de este impuesto los "sueldos" y "salarios" que se paguen al servicio doméstico y los
abonados por los fiscos nacional, provinciales y municipales y los de las entidades que en su totalidad
pertenezcan a los mismos;

3º Con los ingresos obtenidos por matrículas y otros conceptos universitarios;

4º Con las donaciones o fundaciones que se hicieran a favor de las universidades;

5º Con cualquier otro ingreso.

Art. 108º. – (Aplicación, percepción y fiscalización del recurso especial). La aplicación, percepción y
fiscalización del impuesto a que se alude en el punto segundo del art. 107º estará a cargo del Instituto
Nacional de las Remuneraciones y se regirá, en lo pertinente, por las disposiciones del Decreto –Ley
33.302/45 (Ley 12.921) y demás disposiciones que complementen o modifiquen ese cuerpo legal, siendo
facultad exclusiva del Poder Ejecutivo determinar cuáles de las citadas disposiciones serán de aplicación
para el impuesto referido.

Art. 109º. – (Forma y plaza para el pago). Los responsables abonarán el impuesto establecido en el punto
segundo del art. 107º, mediante depósito en la cuenta "Instituto Nacional de las Remuneraciones –Recursos
Universitarios", del Banco Central (Banco de la Nación Argentina), o en los bancos particulares que a tales
efectos habilite expresamente el Instituto Nacional de las Remuneraciones, o mediante cheque, giro o valor
postal o bancario sobre Buenos Aires, a la orden del "Instituto Nacional de las Remuneraciones – Recursos
Universitarios", dentro de los plazos que, anualmente o en períodos menores, establecerá el Poder
Ejecutivo.

Carecerá de valor todo pago que no se efectúe en alguna de las formas indicadas precedentemente.

El Poder Ejecutivo queda facultado para exigir de los empleadores –en los casos que crea oportuno–
anticipos a cuenta del importe que, en definitiva, deban ingresar aquellos en concepto del impuesto que se
establece en el punto segundo del art. 107º.

Art. 110º. – (Distribución del producido del impuesto). El producido de este impuesto será distribuido en el
presupuesto nacional según las necesidades de cada universidad nacional, atendidas las circunstancias
peculiares de la región o provincia en que se hallaren, número de alumnos y de profesores y demás factores
que hubieren de tenerse en cuenta a efecto de que se desarrollen con un sentido social las funciones que
les están asignadas.

TITULO VIII

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Legislación Universitaria

Del Consejo Nacional Universitario

Art. 111º. – Créase el Consejo Nacional Universitario, el que estará constituido por los rectores de todas las
universidades del país y será presidido por el Ministro de Justicia e Instrucción Pública.

Art. 112º. – El Consejo Nacional Universitario tendrá los siguientes deberes:

1º Coordinar la obra docente, cultural y científica de las universidades, de modo que consulte los intereses
y problemas del país y de cada región universitaria;

2º Asesorar al gobierno en todos los asuntos relativos a la actividad universitaria, especialmente en la


creación, supresión o transformación de universidades e institutos superiores;

3º Armonizar y uniformar los planes de estudio, condiciones de ingreso, sistemas de promoción, número de
cursos y título a otorgar para las mismas carreras.

TITULO IX

Disposiciones complementarias y transitorias

Art. 113º. – La antigüedad en la cátedra, a los efectos de las bonificaciones previstas en los arts. 68 y 69,
comenzará a contarse desde la facha del nombramiento efectuado por el Poder Ejecutivo.

Art. 114º. – El Poder Ejecutivo dispondrá de inmediato la confección de nuevos presupuestos para las
universidades nacionales, de acuerdo con las disposiciones de la presente ley.

Art. 115º. – El Poder Ejecutivo tomará las providencias necesarias para que las autoridades se constituyan
de acuerdo con las disposiciones de la presente ley.

Art. 116º. – Esta ley se aplicará desde su vigencia en la Universidad Nacional de La Plata, en todo cuanto
no se oponga a las disposiciones del convenio celebrado el 12 de agosto de 1905, entre el gobierno de la

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Legislación Universitaria

Nación y el de la provincia.

El Poder Ejecutivo de la Nación adoptará las medidas necesarias para la modificación del referido
convenio, en condiciones que permitan la inclusión integral de la Universidad Nacional de La Plata en el
régimen establecido por la presente ley universitaria.

Mientras tanto, las autoridades de la Universidad Nacional de La Plata procederán a la adaptación de su


organización y funcionamiento con los principios y disposiciones de la presente ley.

Art. 117º. – Todas las universidades existentes o a crearse, salvo la excepción del art. 116º, se regirán por
la presente ley, que entrará en vigencia el 1º de enero de 1948, quedando –desde ese momento– derogada
toda disposición que se oponga a su cumplimiento.

Art. 118º. – Hasta tanto el consejo directivo de cada facultad fije la proporción de consejeros, de
conformidad con lo dispuesto en el art. 24º, se mantendrá la composición de los mismos en la forma
actualmente existente.

Art. 119º. – Comuníquese, etc.

Sanción: 26 de setiembre de 1947.

Promulgación: 9 de octubre de 1947.

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Comentarios sobre las leyes N° 13031 y N° 14297

Hasta la sanción de la ley N° 13.031, la vida universitaria se normó por la Ley Avellaneda.
La Ley Avellaneda (Ley N° 1527 de 1885) fue la primera ley que rigió para el ámbito de las
universidades nacionales. La ley se conoció como Avellaneda por Nicolás Avellaneda, Rector de la
Universidad de Buenos Aires y senador nacional. Esta ley se ocupó centralmente del aspecto
administrativo de la universidad, y permitía básicamente que las universidades existentes fijaran
su propia normativa a partir de sus Estatutos y también claro, que la reformularan.

En cuanto a la ley N° 13.031, el anteproyecto de ley llegó a la Cámara de Diputados con la


firma del presidente Perón y del Ministro de Educación, Justicia, Belisario Gache Pirán en la sesión
del 5 de marzo de 1947. Esta Cámara la derivó a la Comisión de Instrucción Pública. En este marco,
se produjeron dos dictámenes: uno por la mayoría y otro por la minoría, que la Cámara consideró
en las sesiones del 23 y 24 de julio. Esta Cámara aprobó el proyecto remitido por el Poder
Ejecutivo y lo envió a la Cámara de Senadores. La Comisión especial para estudiar el Plan de
Realizaciones e Inversiones del PEN lo trató en las sesiones del 17 y 18 de septiembre y modificó
algunos artículos, por esta razón volvió a remitirse a Diputados. La Cámara de Diputados lo trató
en sus sesiones del 25 y 26 de septiembre y luego de discusiones, la ley se sancionó

Según lo que la norma establecía, a partir del 1 de enero de 1948, entraba en vigencia. En
contraposición a la Ley Avellaneda, esta ley era una ley completa, en el sentido de que daba
cuenta de los principales ejes de la vida universitaria: se componía de nueve títulos que abarcaban
la reglamentación sobre la concepción general de la universidad, las facultades, los profesores, los
estudiantes, la enseñanza, el patrimonio, la administración, la dotación económica y finalmente,
disposiciones complementarias y transitorias.

En su artículo 1°, la norma establecía el objetivo de las universidades públicas:

“Cap. I, Art. 1 “(Objetivos) Las universidades tienen a su cargo la enseñanza en el grado superior, la
formación de la juventud para la vida, para el cultivo de las ciencias y para el ejercicio de las
profesiones liberales, debiendo actuar con sentido social en la difusión de la cultura para el
prestigio y engrandecimiento de la Nación. Cuentan para ello con una autonomía técnica, docente
y científica que se les confiere por la presente ley y con el pleno ejercicio de su personalidad
jurídica”.

En este artículo se observan planteadas las funciones básicas de la universidad, docencia,


investigación y cooperación con la comunidad en el marco de construcción de un proyecto de
nación. El artículo 2 de la ley, en el que se delimitan las funciones de la universidad se refrenda
este vínculo entre las universidades y el Estado:

“Son funciones (…)

1ª Afirmar y desarrollar una conciencia nacional histórica, orientando a esa finalidad la tarea de
profesores y alumnos;

2ª Organizar la investigación científica y preparar, para la ulterior dedicación a ella, a los que
tengan vocación de investigadores, capaces por su aplicación inventiva, sagacidad y penetración,
de hacer progresar las ciencias, las letras y las artes;

3ª Acumular, elaborar y difundir el saber y toda forma de cultura, en especial la de carácter


autóctono, para la conformación espiritual del pueblo;

4ª Estimular el estudio y desarrollo de la ciencia aplicada y las creaciones técnicas adaptándolas a


las necesidades regionales;

(…)

8ª Correlacionar las formas del saber, propendiendo a la cultura general de juventud como base o
complemento de la especial o técnica;

(…)

13ª Reunir antecedentes y proponer soluciones para los diversos problemas económico sociales
de la Nación.”

La universidad debería estar en disponibilidad para contribuir a resolver los problemas de


la nación. La universidad debería constituirse como el espacio de conformación de la cultura del
pueblo. En esta dirección también se concebía la formación de lo que actualmente conocemos
como posgrados:
“Art. 102 – (Cursos y carreras de especialización) Las facultades reglamentarán la enseñanza para
graduados organizando cursos de perfeccionamiento de especialización y carrera de especialistas,
con el objeto de propender a la formación de los técnicos que necesita el país en cada una de la
ramas de la ciencias y de actualizar los conocimientos de los profesionales. Se dedicará preferente
atención a aquellas materias que no figuren en el plan de estudios para estudiantes”.

También los docentes, que en principio desarrollan sus actividades de docencia e investigación con
una dedicación exclusiva (actividad de tiempo completo; artículo 2°, inciso 6) asumían un
compromiso con las necesidades de la nación:

Art. 59° El profesor que optare por dedicar todo su tiempo a la universidad, estará obligado a
prestar su dirección y asesoramiento técnico cuando fuera requerido por el Poder Ejecutivo.

En cuanto a la organización de las instituciones universitarias, se preveía la existencia de


facultades, escuelas, cátedras; departamentos, seminarios, institutos y secciones destinadas a la
enseñanza teórico-práctica. Las cátedras eran la unidad de docencia básica; los institutos, las
unidades de investigación, y el departamento la unidad de coordinación de investigaciones sobre
una misma problemática.

En cuanto al gobierno de la universidad, estaba a cargo de un rector y de un Consejo


Universitario. El rector era designado por el poder ejecutivo, quien estaba al mando por un
período de tres años. Se preveía la figura del vicerrector. El Consejo estaba compuesto por los
decanos y vicedecanos.

A su vez, el gobierno de las facultades estaría a cargo de un decano y de un Consejo


Directivo. Este último estaba compuesto por 10 profesores elegidos por el claustro. Estos elegían
al decano a partir de una terna que enviaba el rector. También se preveía la figura de vicedecano.
En cuanto a los profesores, las categorías docentes podían ser: titulares, adjuntos; ordinarios,
extraordinarios. Los titulares eran nombrados por el poder ejecutivo a partir de una terna de
candidatos elevada por la universidad. Para la definición se esta terna, el Consejo Directivo la
facultad conformaba una comisión que evaluaba los antecedentes de los profesores y emitía un
dictamen escrito y fundado. En el caso de los profesores adjuntos, eran seleccionados por
concurso. Como ya se mencionó, se preveía la dedicación exclusiva para que las universidades
conformaran un grupo propio de docentes investigadores y también, la carrera docente y
científica.

En relación a los estudiantes, podían ser: libres o regulares. También preveía la figura de
estudiantes vocacionales (egresados que querían inscribirse a asignaturas de otras carreras). En
relación a su representación, se proponía un representante estudiantil por escuela. Se trataría del
estudiante de último año con mejores calificaciones. Este representante tenía voz en las sesiones
del consejo directivo de su facultad pero no voto en las dediciones que adopte el Consejo
Directivo.

Por otra parte, esta ley creaba el sistema de becas para la enseñanza gratuita. Se
proponían dos tipos de becas: las de estudio y las de estímulo, sus características y criterios de
asignación están planteadas en los artículos 87°-90°.

La ley 13031 tuvo vigencia legal hasta 1954. En ese año se sancionó la ley N° 14297, que no
introducía modificaciones sustantivas en relación a la anterior norma. Se puede mencionar que en
esta nueva ley se proponía una organización regional del sistema universitario para poder
plantear estudios pertinentes con la zona de influencia de las universidades, con el objetivo de
promover el incremento de las actividades económicas locales.

Ahora bien, en el caso de los estudiantes, se modificaba su participación en el Consejo


Directivo. Conservaban un representante, que sería alumno de uno de los últimos tres años de
estudio, proveniente de entidad gremial reconocida. Sin embargo ahora tenía voto en el caso de
cuestiones que afectaran a intereses estudiantiles. Y en el caso de los graduados, se promovía la
creación de centro de graduados y se preveía una formación específica para ellos.

La ley N° 14297 tuvo una corta vida ya que fue revocada en el marco del golpe de estado
llevado adelante por la autodenominada “Revolución Libertadora” que retrocedió la situación
legal de las universidades públicas argentinas a la vigencia de la ley Avellaneda.
LEY 14.297 – Orgánica de universidades (B. O. 18/1/54).

TITULO I

De las universidades

CAPITULO I

De la misión y organización de las universidades

Art. 1º – Las universidades argentinas cumplirán su misión con un sentido


eminentemente humanista y de solidaridad social, a cuyo efecto tendrán los siguientes
objetivos:
1) La enseñanza en el grado superior y el desarrollo de la cultura y la afirmación de la
conciencia nacional, de acuerdo con la orientación fijada por la Constitución;
2) La integral formación humana de sus docentes y estudiantes, con preferencia a
toda especialización técnica e inculcándoles la noción de su responsabilidad social y la
conciencia de que han de servir al pueblo;
3) La organización de la investigación científica, la creación y sostenimiento de
institutos de perfeccionamiento o de especialización y el fomento de publicaciones y
actividades científicas, literarias y artísticas;
4) La creación de un cuerpo de docentes altamente especializados y consagrados a la
enseñanza;
5) El otorgamiento de los títulos o diplomas para el ejercicio de las profesiones
liberales y la reglamentación de su habilitación, reválida y reconocimiento, todo ello
con carácter exclusivo;
6) La promoción de las relaciones culturales con las entidades similares de los demás
países;
7) Asegurar la gratuidad de los estudios;
8) Interesarse por los problemas nacionales;
9) Prestar a los organismos del gobierno el asesoramiento que les fuere requerido;
10) Instituir cursos de extensión universitaria y favorecer toda forma de difusión de la
cultura;
11) Organizar sus servicios asistenciales.

Art. 2º – Todos los planes de enseñanza comprenderán, además de sus materias


específicas, cursos dedicados a la cultura filosófica, al conocimiento de la doctrina
nacional y a la formación política ordenada por la Constitución.

Art. 3º – Ninguna institución pública o privada podrá otorgar, sin ley especial que lo
autorice, títulos, grados y honores que puedan ser confundidos con los universitarios.

Art. 4º – El territorio nacional se dividirá en regiones universitarias, dentro de las cuales


ejercerá jurisdicción la respectiva universidad. Corresponde a cada una de ellas organizar
dentro de una zona de influencia los estudios regionales y promover las artes técnicas y
aplicadas con vistas a la explotación de sus riquezas y al incremento de las actividades
económicas locales.

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Art. 5º– Integran las universidades:
1) Las facultades y escuelas, con los organismos que establezcan sus
reglamentaciones;
2) Los establecimientos que funcionen actualmente dentro de la jurisdicción
universitaria y los que se incorporen posteriormente bajo la misma dependencia;
3) Los establecimientos privados, municipales, provinciales o nacionales que fueren
puestos bajo la jurisdicción universitaria por la autoridad competente.

Art. 6º – Las universidades cuentan con autonomía docente y científica y gozan de la


autarquía que en el orden administrativo les confiere la presente ley.

Art. 7º – Las universidades poseen plena capacidad jurídica para adquirir, vender u
administrar toda clase de bienes, así como para demandar y comparecer en juicio. Su
representación compete al rector, quien podrá delegarla y otorgar, en su caso, los
poderes necesarios.

CAPITULO II

Del gobierno de la universidad

Art. 8º – El gobierno de cada universidad será ejercido por un rector y un Consejo


Universitario.

Del rector

Art. 9º – El rector será designado por el Poder Ejecutivo y durará tres años en sus
funciones.

Art. 10º. – Para ser rector se requiere ser ciudadano argentino nativo y profesor titular o
adjunto confirmado, o bien diplomado universitario y tener treinta (30) años de edad.

Art. 11º. – Sin perjuicio de las demás funciones que le atribuye la presente ley y las que
le fijen otras disposiciones legales, el rector tendrá las siguientes:
1) Representar legalmente a la universidad;
2) Designar las personas que llevarán la representación oficial de la universidad;
3) Designar y remover al secretario y prosecretario de la universidad, que deberán
tener título universitario;
4) Convocar al Consejo Universitario a reuniones ordinarias y extraordinarias;
5) Firmar los títulos, diplomas y distinciones universitarias;
6) Designar los decanos de las facultades;
7) Resolver las cuestiones que no se hallen expresamente reservadas al Consejo
Universitario o a las autoridades de las facultades;
8) Dirigir la administración general de la universidad, pudiendo recabar de las
facultades y demás organismos universitarios los informes que estime conveniente;
9) Designar y remover al personal docente, auxiliar de la docencia y técnico
profesional de cada cátedra;
10) Adoptar las medidas urgentes para el buen gobierno de la universidad, dando
cuenta de ello al Consejo Universitario;
11) Ejercer la jurisdicción policial y disciplinaria en el asiento del rectorado y del
consejo;

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12) Conceder las licencias en los casos señalados por las reglamentaciones
pertinentes;
13) Publicar, dentro de primer trimestre de cada año, una memoria que consigne la
tarea docente y la gestión administrativa realizada, dando cuenta al Consejo
Universitario.

Art. 12º. – El rector tendrá voz y voto en las decisiones del Consejo, prevaleciendo el
suyo en caso de empate.

Del Vicerector

Art. 13º. – El vicerector ejercerá las funciones del rector:


a) En caso de ausencia o impedimento;
b) Cuando por cualquier causa el cargo quedare vacante;
c) Cuando le fueren delegadas.
Para el caso de ausencia o impedimento del rector y vicerector, o de vacancia, se hará
cargo del rectorado el consejero de mayor edad, quien deberá dar cuenta de ello al Poder
ejecutivo.

Del consejo universitario

Art. 14º. – El Consejo Universitario estará constituido por el rector, que lo presidirá, y por
los decanos y vicedecanos de cada facultad.

Art. 15º. – El Consejo Universitario tendrá las siguientes atribuciones, sin perjuicio de las
demás que se le acuerdan en esta ley:
1) Elegir un vicerector entre sus miembros, que durará tres (3) años en funciones;
2) Dictar su reglamento interno y las ordenanzas que requiera el funcionamiento de la
universidad;
3) Ejercer la jurisdicción superior universitaria y resolver en última instancia
universitaria las cuestiones contenciosas que hayan fallado el rector o las facultades;
4) Resolver la intervención de las facultades, cuando su funcionamiento no se ajuste a
la presente ley;
5) Decidir en última instancia las cuestiones sobre validez o equivalencia de títulos,
diplomas, estudios, asignaturas, honores y distinciones universitarias, que hubieran sido
resueltas por los consejos de las facultades;
6) Revalidar, habilitar y reconocer los títulos o diplomas expedidos por universidades
extranjeras, de acuerdo con las leyes y con los tratados internacionales, previo estudio,
en cada caso de la jerarquía de la enseñanza impartida por las mismas. Será condición
indispensable para el ejercicio de las actividades profesionales el cumplimiento de los
establecido en el párrafo precedente;
7) Resolver lo conducente al ejercicio de la personería jurídica de la universidad;
8) Aprobar o devolver observadas a las facultades las ternas formuladas por estas
para la designación de profesores titulares, así como las reglamentaciones que dicten
aquellas para el nombramiento de profesores adjuntos, extraordinarios y honorarios. El
Consejo Universitario sólo tiene facultad para considerar el aspecto formal de las ternas
y las objeciones morales a los candidatos, nunca el orden de los nombres ni la
competencia científica y didáctica, que son privativos de cada facultad;
9) Proponer al Poder Ejecutivo la creación de nuevas facultades;

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10) Acordar, por iniciativa propia o a propuesta de las facultades, la creación de nuevas
escuelas o institutos;
11) Aprobar los planes de estudio y los reglamentos que dicte cada facultad sobre sus
respectivas carreras;
12) Acordar, por iniciativa propia o a propuesta de las facultades, el título de doctor
honoris causa, o de miembro honorario de la universidad, a las personas que
sobresalieren por su obra, o por su labor científica, literaria o artística;
13) Fijar la fecha de iniciación y terminación del curso lectivo y duración de las
vacaciones;
14) Aprobar el proyecto de presupuesto general de la universidad y tomar conocimiento
de la inversión de los fondos asignados a la misma;
15) Vender, con autorización del Poder Ejecutivo, los bienes inmuebles, títulos y
valores pertenecientes a la universidad;
16) Aceptar las herencias con beneficios de inventario, y los legados o donaciones que
se dejen o hagan a las universidades o a las facultades o establecimientos que las
integren;
17) Dictar los reglamentos para el régimen común de los estudios y disciplina general
de los establecimientos universitarios, con sujeción a las normas que dicte el Consejo
Nacional Universitario.

TITULO II

De las facultades

Del gobierno de las facultades

Art. 16º. – El gobierno de cada facultad será ejercido por un decano y un consejo
directivo, los que durarán tres (3) años en sus funciones.

Art. 17º. – Cuando el cargo de decano quedare vacante el nuevo decano será
designado por el tiempo que faltare para completar el período.

Del consejo directivo y de la designación de decano

Art. 18º. – El consejo directivo se integrará con el decano y once (11) consejeros.
La elección de consejeros se efectuará en comicios de profesores, quienes votarán
personalmente, en forma secreta, las listas de candidatos que depositarán en dos (2)
urnas distintas; una reservada para los profesores titulares, que votarán de entre ellos, por
siete (7) candidatos a consejeros titulares e igual número de sustitutos; y otra para los
profesores adjuntos, que votarán en la misma forma que los titulares, pero solamente por
cuatro (4) candidatos a consejeros titulares y otro número igual de sustitutos.
Los consejeros que dejen de ser profesores, cesarán inmediatamente en el ejercicio del
cargo.

Art. 19º. – Para aquellas facultades que no estén en condiciones de ajustarse a las
proporciones indicadas en el artículo precedente, el consejo universitario determinará las
que hagan posible la constitución del consejo directivo y establecerá el quórum para sus
reuniones.

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Art. 20º. – El escrutinio y proclamación de los candidatos elegidos serán hechos por el
decano, asistido por el vicedecano y el consejero titular de más edad.

Art. 21º. – El decano será designado por el rector. En caso de que el nombramiento del
decano recaiga en uno de los consejeros, el consejo directivo será integrado por el
consejero sustituto que corresponda a la categoría del profesor designado decano.

Art. 22º. – Las vacantes de consejeros titulares que se produzcan antes de la fecha de
renovación, serán llenadas por sorteo que se realizará entre los consejeros sustitutos de
titulares o de adjuntos, según sea la vacante producida y manteniendo la representación
de las escuelas.

Art. 23º. – Si por sucesivas vacantes o ausencias quedara agotado el número de


consejeros sustitutos, el consejo directivo –aun en minoría– designará entre los
consejeros sustitutos de titulares o de adjuntos, según sea la vacante producida y
manteniendo la representación de las escuelas.

Art. 24º. – Las sesiones del consejo directivo se realizarán con el quórum de siete (7)
consejeros.

Art. 25. – El consejo directivo tendrá las siguientes atribuciones:


1) Designar vicedecano entre sus miembros;
2) Dictar el reglamento de la facultad y las ordenanzas que requiera su
funcionamiento;
3) Proponer al consejo universitario, la adopción de la estructura departamental en el
orden docente de la facultad;
4) Proponer al consejo universitario la creación, modificación o supresión de escuelas,
cono también la proporción en que estarán representadas en el consejo directivo, y la
creación de institutos o cursos de investigación y para graduados;
5) Confeccionar y modificar los planes de estudios de las carreras o cursos
especiales, aprobándolos en primera instancia;
6) Decidir en primera instancia las cuestiones contenciosas referentes al orden de los
estudios, condiciones de ingreso, pruebas de promoción, de acuerdo con lo que
reglamente en general el Consejo Nacional Universitario;
7) Organizar las actividades de extensión universitaria atinentes a cada facultad;
8) Elevar al rectorado de la universidad las ternas de profesores titulares y designar
los profesores adjuntos y honorarios, y proponer al Consejo Universitario los profesores
extraordinarios;
9) Ejercer con respecto a los profesores, la potestad disciplinaria con arreglo a la
reglamentación que dicte el Consejo Nacional Universitario;
10) Pedir al Poder Ejecutivo, por intermedio del rector la separación de los titulares o
elevar sus renuncias. Remover a los demás profesores y decidir sobre sus renuncias, con
aprobación del Consejo Universitario;
11) Proyectar el presupuesto de la facultad;
12) Organizar la distribución o venta de publicaciones y productos.

Art. 26º. – Los miembros titulares del consejo directivo no podrán desempeñar empleos
rentados dependientes de la universidad, con excepción de los cargos directivos y
docentes. Tampoco podrán ser nombrados para cátedras, dirección, empleo o comisión
rentada creados durante su mandato, hasta después de dos (2) años de fenecido este.

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Los aspirantes a cátedras ya existentes podrán presentarse al concurso, previa renuncia
como miembros del consejo directivo.

Del decano

Art. 27º. – Para ser decano se requiere ser ciudadano argentino nativo, y ser profesor
titular o adjunto confirmado en la respectiva facultad.

Art. 28º. – El decano tendrá voz y coto en las decisiones del consejo, prevaleciendo el
suyo en caso de empate.

Art. 29º. – El decano tendrá las siguientes funciones:


1) Convocar y presidir las sesiones del consejo directivo;
2) Representar a la facultad;
3) Firmar, juntamente con el rector, los títulos o diplomas universitarios;
4) Dar cuenta mensualmente al consejo directivo de la asistencia de los profesores;
5) Cumplir y hacer cumplir las resoluciones de los consejos universitario y directivo y
del rector;
6) Autorizar el ingreso de alumnos y expedir certificados de promoción, con arreglo a
las ordenanzas y reglamentos correspondientes;
7) Designar y remover al personal docente, auxiliar de la docencia y técnico
profesional de cada cátedra;
8) Acordar a los profesores licencias, de conformidad con la reglamentación que dicte
el Consejo Nacional Universitario;
9) Ejercer la vigilancia de la enseñanza, y la jurisdicción policial y disciplinaria dentro
de la facultad;
10) Dirigir la administración de la facultad y rendir cuenta de la inversión de los fondos;
11) Designar y remover al secretario de la facultad, el que deberá ser egresado
universitario;
12) Fijar las fechas de examen, número de turnos y orden de los mismos;
13) Despachar los asuntos de trámite con el simple dictamen de la comisión respectiva
del consejo directivo, salvo discrepancia, en cuyo caso el asunto será tratado por el
consejo.

Del vicedecano

Art. 30º. – El vicedecano durará tres (3) años en funciones. Ejercerá las del decano
durante la ausencia o impedimento de este, o las que el mismo le delegare. En caso de
vacancia del vicedecano, el consejero que se haga cargo del mismo, completará el
período.

Art. 31º. – En caso de ausencia, impedimento, renuncia o fallecimiento del vicedecano


en ejercicio del decanato, asumirá las funciones de vicedecano interino el consejero
profesor titular de mayor antigüedad en la cátedra.

TITULO III

De los profesores

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Disposiciones generales

Art. 32º. – las universidades tendrán cuatro categorías de profesores: titulares, adjuntos,
extraordinarios y honorarios, no pudiendo crearse nuevas categorías.

Art. 33º. – El profesor universitario, sea titular o adjunto, no podrá acumular más de uno
de estos cargos en la misma facultad, ni en otras facultades y universidades. Son
incompatibles, por lo tanto, los cargos de profesor titular con el de adjunto, y los de
profesor adjunto en más de una asignatura, en la misma o en distintas facultades o
universidades. No podrán los profesionales a favor de intereses que estén en pugna,
competencia o colisión con los de la Nación, provincias o municipios, salvo los casos de
defensa de intereses personales del profesor, su cónyuge, ascendientes o descendientes,
siendo pasible, si lo hiciere, de suspensión, cesantía o exoneración.

Art. 34º. – La responsabilidad científico legal de la enseñanza y doctrinas expuestas en


clase, concierne exclusivamente a los profesores que la dicten y a ellos corresponde la
propiedad científica, intelectual, artística o literaria de su enseñanza. Lo establecido
precedentemente no se aplicará a los casos de investigaciones organizadas por la
universidad, facultades e institutos.

Art. 35º. – Los profesores podrán ser separados por las siguientes causas:
1) Condena criminal, que no sea por hecho culposo;
2) Abandono de sus funciones o negligencia grave en el ejercicio de las mismas;
3) Inconducta manifiesta;
4) Incapacidad sobreviniente.

De los profesores titulares

Art. 36º. – Los profesores titulares tienen a su cargo la dirección y ejercicio de la


enseñanza teórico-práctica de su asignatura y el desempeño autonómico de la cátedra.

Art. 37º. – Los profesores titulares serán designados por el Poder ejecutivo de la Nación,
de una terna de candidatos elevada por la universidad, previo concurso de méritos,
aptitudes técnicas y pedagógicas. títulos, antecedentes y trabajos.

Art. 38º. – Producida una vacante de profesor titular, se llamará a concurso dentro de un
plazo no mayor de tres (3) meses, poniéndose interinamente la cátedra a cargo de un
profesor adjunto correspondiente a la misma materia y, a falta de éste, podrá designarse
otro profesor de materia afín.

Art. 39º. – El consejo directivo de cada facultad designará, en cada caso, una comisión
asesora compuesta por tres miembros, sorteados entre un mínimo de diez profesores
titulares, de la misma materia los hubiere, y de las materias afines a la cátedra, de la
misma facultad y/o de otras universidades, si no alcanzare a integrarse con los de aquélla.
El orden de afinidad entre las materias establecerá con carácter permanente por las
facultades al aprobar los respectivos planes de estudios.

Art. 40º. – La comisión asesora elevará al consejo directivo de la facultad una terna por
orden de méritos, títulos, antecedentes y trabajos, la que quedará sujeta a las siguientes
condiciones:

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1) El consejo directivo de la facultad podrá observar el aspecto formal de las ternas,
variar su orden o integrarlas en forma distinta a la propuesta por la comisión asesora,
requiriéndose para esto último dos tercios de votos de los miembros presentes;
2) La terna será elevada a la universidad, que juzgará sobre los aspectos formales del
concurso. En caso de que el consejo directivo hubiere modificado el dictamen de la
comisión asesora, elevará un informa fundado al consejo universitario, exponiendo los
motivos y antecedentes que determinaron la modificación de la terna;
3) La universidad después de aprobar la terna la elevará al Poder Ejecutivo
juntamente con todos los antecedentes del concurso.

Art. 41º. – Para ser admitido al concurso... antecedentes morales inobjetables, poseer
título o diploma universitario nacional, con cinco (5) años por lo menos de antelación y
haber acreditado aptitudes docentes o trabajos científicos en la correspondiente
especialidad o en materia de íntima conexión con ella.

Art. 42º. – Las ternas para profesor titular deberán formarse previo dictamen escrito y
fundado de la comisión asesora del consejo directivo.
Para configurar la terna se tendrá en cuenta en forma preferente, el cargo de profesor
adjunto, en caso de igualdad de antecedentes. A los concursantes que no fueran
profesores adjuntos, el consejo directivo podrá exigirles una prueba complementaria. La
actividad científica y docente del candidato deberá ser continua y comprobada mediante
publicaciones y cursos que se estimarán no sólo por el número, sino también y en primer
término, por el mérito intrínseco.

Art. 43º. – Cuando se haya declarado desierto un llamado a concurso por no haberse
podido integrar la terna se procederá a un segundo llamado. En caso de repetirse la
situación anterior el consejo directivo deberá dictaminar sin el requisito de la terna.

Art. 44º. – Los profesores titulares pueden presentarse a concurso para optar a otra
cátedra, pero si la obtuvieren estarán obligados a renunciar a la cátedra que hubieren
estado dictando. Los profesores adjuntos se considerarán presentados automáticamente
a los concursos de las cátedras titulares cuya adjuntía ejercen, salvo manifestación
expresa en contrario.

Art. 45º. – Son funciones de los profesores titulares:


1) Conducir la enseñanza de la cátedra, a cuyo efecto deberán: a) Presentar
anualmente al consejo directivo, para su aprobación, el programa de la materia; b)
Distribuir la enseñanza con los profesores adjuntos; c) Formar parte de las mesas
examinadoras; d) Desempeñar las comisiones relacionadas con la enseñanza que se les
encomienden; e) Colaborar en las publicaciones de la universidad y facultad y en las
investigaciones de los institutos, Todo ello con arreglo a las reglamentaciones que se
dicten;
2) Participar en las elecciones de consejeros y desempeñar este cargo en caso de ser
elegido para el mismo;
3) Establecer con sus colegas y alumnos una relación de convivencia adecuada al
sentido humanista y de solidaridad social de la universidad;
4) Prestar al Poder Ejecutivo la colaboración y asesoramiento que le fuere requerido
por conducto del consejo directivo.

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De los profesores adjuntos

Art. 46º. – Los profesores adjuntos serán nombrados por concurso por el consejo
directivo, con aprobación del consejo universitario, de acuerdo con la reglamentación
pertinente.
Para ser admitido al concurso se requieren las mismas condiciones exigidas en el caso
de los profesores titulares, salvo la antigüedad como egresado que se reduce a dos (2)
años. Podrán admitirse a los concursos para profesores adjuntos, aun cuando no hayan
seguido la carrera docente, aquellos candidatos de reconocida personalidad científica,
probada con trabajos o actuación docente. En tal caso se requerirá ser propuesto por
cuatro (4) consejeros de la facultad.

Art. 47º. – Cada facultad determinará, con aprobación del Consejo Universitario, el
número de profesores adjuntos que corresponda a cada cátedra, el que no podrá exceder
en total del equivalente a un promedio de dos por cátedra. Todas las ordenanzas relativas
al régimen de concursos para la designación de profesores adjuntos, requerirán
aprobación del Consejo Universitario.

Art. 48. – Son funciones de los profesores adjuntos:


1) Colaborar en las tareas de la cátedra de acuerdo con la reglamentación que dicte la
facultad, a cuyo efecto deberán:
a) Participar en la enseñanza de acuerdo con la distribución que haga el profesor
titular;
b) Formar parte de las mesas examinadoras;
c) Reemplazar a los titulares en el desempeño de sus cátedras y demás funciones;
d) Desempeñar las comisiones relacionadas con la enseñanza, que se les
encomienden;
e) Colaborar en las publicaciones de la universidad y facultad y en las investigaciones
de los institutos.
2) Participar en las elecciones de consejeros y desempeñar este cargo en caso de ser
elegido para el mismo;
3) Establecer con sus colegas y alumnos una relación de convivencia adecuada al
sentido humanista y de solidaridad social de la universidad;
4) Prestar al Poder Ejecutivo la colaboración y asesoramiento que les fuere requerido
por conducto del consejo directivo.

Art. 49º. – Cumplidos cuatro (4) años de su designación, el profesor adjunto, para seguir
siéndolo, deberá ser confirmado por el Congreso Universitario, el que tendrá para ello en
cuenta su comportamiento moral y docente y haber presentado un trabajo sobre la
materia, juzgado por una comisión nombrada por el consejo directivo, que se llamará tesis
de profesorado. Todo ello según la reglamentación que dicte la facultad. Los profesores
adjuntos que no hayan sido confirmados cesarán automáticamente en sus funciones.

De los profesores extraordinarios

Art. 50º. – El Consejo Universitario, a propuesta del consejo de la facultad, podrá


solicitar al Poder Ejecutivo la contratación de profesores extraordinarios por un plazo que
no deberá exceder de cinco (5) años. La remuneración y las funciones de los mismos
serán determinadas en cada caso por la facultad respectiva al formular la propuesta.

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De los profesores honorarios

Art. 51º. – Al profesor que se retire de la enseñanza se le podrá otorgar, por el consejo
directivo, en los casos de haberse destacado por su actuación, el título de profesor
honorario, con el voto de las dos terceras partes de sus miembros y con la aprobación del
Consejo Universitario en igual forma.
El título de profesor honorario es vitalicio. Sus funciones serán determinadas por las
reglamentaciones de cada facultad, con la aprobación del Consejo Universitario.

De la carrera docente

Art. 52º. – Todo egresado de la universidad, con cinco (5) o más años de ejercicio
profesional que reúna trabajos, títulos y antecedentes científicos suficientes, podrá
solicitar al consejo directivo un permiso para enseñar, y cumplidos los requisitos exigidos
para demostrar su capacidad docente, que establecerá cada facultad, se le conferirá
permiso para enseñar en carácter de “venia docendi”. Sus antecedentes como tal serán
tenidos en cuenta con preferencia en los concursos de profesor adjunto.
El régimen de la enseñanza del “venia docendi”, será reglamentado por cada facultad.

Art. 53º. – Cada facultad reglamentará su carrera docente ajustándose a las siguientes
bases:
1) El aspirante a profesor universitario cursará un periodo de adscripción a una
determinada cátedra, durante el cual realizará trabajos de investigación o seminario, bajo
la dirección del respectivo profesor, y ejercicios docentes en la materia de su adscripción;
completará su preparación con cursos obligatorios sobre materias de cultura general.
Podrán implantarse o no, según las características de cada facultad, exámenes finales
para la aprobación de las materias de adscripción;
2) Cumplido esto, el aspirante a profesor pasará a ejercer la docencia complementaria
bajo la dirección del profesor titular y durante el tiempo que fijará cada facultad para cada
asignatura;
3) Terminada esta etapa, y previo un examen general de competencia técnica y
docente sobre la materia de su dedicación será reconocido como docente autorizado;
4) El docente autorizado tendrá las obligaciones que le fije cada facultad y sus
antecedentes serán tenidos en cuenta con preferencia en los concursos de profesor
adjunto.

De los claustros universitarios

Art. 54º. – Constituyen el claustro general de profesores, todos los docentes titulares y
adjuntos de cada facultad. Podrán también constituirse claustros parciales de las diversas
escuelas, por separado, para considerar exclusivamente los resultados del plan de
estudios y las reformas que se sugieran.
Los claustros serán citados y presididos por el decano de cada facultad.

Art. 55º. – El decano citará el claustro general o parcial cuando lo considere


conveniente, pudiendo consultarlos por escrito.

TITULO IV

De las remuneraciones

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Art. 56º. – El rector y el vicerector de la universidad, los decanos, directores de escuelas
o institutos y profesores, percibirán las remuneraciones uniformes para todas las
universidades argentinas, que fije la Ley General de Presupuesto de la Nación.

Art. 57. – Los profesores titulares y adjuntos y el personal diplomado auxiliar de la


docencia, gozarán de un aumento del diez por ciento (10%) en sus remuneraciones, cada
cinco (5) años de ejercicio de la docencia universitaria.

TITULO V

De los estudiantes

Art. 58º. – Los requisitos de admisión, categorías, promociones, concesión de becas,


épocas de examen y todo lo atinente al régimen del estudiante, será reglamentado por el
Consejo Nacional Universitario.

Art. 59º. – Los estudiantes tendrán una representación en los consejos directivos de
cada facultad por medio de un delegado, alumno regular de uno (1) de los tres (3) últimos
años de estudio, y proveniente de entidad gremial reconocida tendrá voto solamente en
aquellas cuestiones que directamente afecten a los intereses estudiantiles.

De la enseñanza para graduados

Art. 60º. – Las facultades reglamentarán la enseñanza para graduados, organizando


centros de graduados y cursos de perfeccionamiento o especialización.

TITULO VI

Del Consejo Nacional Universitario

Art. 61º. – El Consejo Nacional Universitario estará constituido por los rectores de todas
las universidades del país, será presidido por el Ministro Secretario de Estado de
Educación de la Nación, y tendrá además de las funciones que expresamente le acuerda
la presente ley, las siguientes:
1) Coordinar la obra docente, cultural y científica de las universidades, de modo que
consulte los intereses y problemas del país y de cada región universitaria;
2) Asesorar al gobierno en todos los asuntos relativos a la actividad universitaria,
especialmente en la creación, supresión o transformación de universidades e institutos
superiores;
3) Armonizar y uniformar los planes de estudio condiciones de ingreso, sistemas de
promoción, número de cursos y títulos a otorgar para las mismas carreras;
4) Reglamentar y aconsejar lo concerniente a la extensión universitaria de cada
universidad;
5) Coordinar, planificar y racionalizar las normas que regirán las publicaciones
universitarias;
6) Promover la realización de congresos docentes universitarios;
7) Asesorar al Poder Ejecutivo en la creación, organización y funcionamiento de las
academias nacionales, disponiendo lo conducente para que las universidades actúen en
forma coordinada con ellas.

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TITULO VII

Del patrimonio y recursos de la universidad y su administración

De los bienes de la universidad

Art. 62º. – Forman el patrimonio de la universidad los bienes que en virtud de ley o por
otro título gratuito y oneroso, correspondan al dominio de la universidad, así como las
colecciones científicas y publicaciones que tengan las facultades, institutos o
dependencias universitarias.

De los recursos, donaciones y cuentas

Art. 63º. – Son recursos de las universidades:


1) Las contribuciones de rentas generales que anualmente fije el presupuesto general
de la Nación para cada organismo o en particular para sus facultades, institutos y
establecimientos;
2) Los frutos, intereses y rentas de sus bienes patrimoniales;
3) Las donaciones de terceros a su favor o en beneficio de sus facultades, institutos o
establecimientos;
4) Todo otro recurso que le corresponda o se le asigne.
Para compensar las contribuciones mencionadas en el apartado 1) del presente artículo,
incorpóranse a rentas generales los recursos a que se refiere la primera parte del art. 8º
de la Ley 13.558.

Art. 64º. – Queda facultado el Poder Ejecutivo para incorporar al presupuesto general de
la Nación, con cargo a rentas generales durante el ejercicio de 1954, de conformidad con
lo previsto por el apartado 1) del art. 63º de la presente ley los créditos que, en la medida
de las necesidades de cada organismo universitario, sean indispensables para su
desenvolvimiento en el citado ejercicio. Queda asimismo autorizado el Poder Ejecutivo
para disponer la cancelación de las deudas que al 31 de diciembre de 1953 cada
universidad no haya podido atender con las disponibilidades con que hubiere contado,
inclusive los anticipos efectuados oportunamente por el Tesoro Nacional para cubrir
insuficiencias de los ingresos universitarios. Dichos gastos serán atendidos con los
recursos a que se refiere el art. 3º de la Ley 13.654.

Art. 65º. – El uso de las atribuciones que la presente ley confiere a los organismos
universitarios no podrá traducirse en erogaciones para cuya atención no se cuente con la
pertinente autorización de crédito en sus respectivos presupuestos. En este caso, como
así también cuando el ejercicio de dichas atribuciones demande la modificación de la
estructura presupuestaria o importe un nuevo compromiso de gastos para ejercicios
futuros, deberá requerirse la previa conformidad del Poder Ejecutivo.

Art. 66º. – Cuando se trate de herencias, legados o donaciones o cualquier otra


liberalidad a favor de las facultades, el consejo universitario no podrá pronunciarse sin oír
a éstas y no podrá aceptar aquellas que las facultades decidan rechazar. Estas
contribuciones comprenden las condiciones o cargos que puedan imponer los testadores
o benefactores. Aceptada una herencia, legado, donación, no podrá ser modificado sin oír
nuevamente a la facultad beneficiada.

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Art. 67º. – Salvo disposición especial del consejo universitario, todas las dependencias
universitarias que recauden fondos, los entregarán mensualmente a la tesorería de la
universidad, cualquiera sea su procedencia, enviado al rector los documentos justificativos
y explicativos del caso.

Art. 68º. – Los fondos universitarios estarán depositados a la orden del rector, quien
dispondrá de su inversión de acuerdo con el régimen financiero y contable vigente.

TITULO VIII

Art. 69º. – Queda facultado el Poder Ejecutivo para reajustar los presupuestos de gastos
y cálculos de recursos de las universidades a fin de adecuarlos a las disposiciones de la
presente ley.

Art. 70º. – Los concursos para la provisión de cargos de profesores titulares y adjuntos,
en trámite a la fecha de la sanción de la presente ley se regirán por las disposiciones de la
reglamentación bajo la cual se llamó a concurso.

Art. 71º. – Sin perjuicio de lo establecido por el art. 47º, los profesores adjuntos
designados por el consejo universitario al 31 de octubre de 1953, tendrán derecho a la
percepción de las remuneraciones a que se refieren los arts. 56º y 57º.

Art. 72º. – La presente ley entrará en vigencia el 1º de enero de 1954, quedando


derogadas la Ley 13.031 y todas las disposiciones que se opongan a la presente.
Los requisitos y procedimientos para la designación de las autoridades de las
universidades y facultades establecidos en la presente ley, no se aplicarán a las actuales
autoridades mientras ejerzan su mandato.

Art. 73º. – Comuníquese, etc.

Sanción: 18 de diciembre de 1953.


Promulgación: 11 de enero de 1954.

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La universidad y el golpe de Estado de 1955

En el año 1966 se produjo un golpe militar que canceló la vida democrática de la Argentina. En
ese marco, la dictadura intervino las universidades en la denominada “Noche de los Bastones
Largos”. La ocupación militar de la institución, repitió en muchos aspectos lo ocurrido en el país
en el año 1955.
En septiembre del año 1955, un golpe cívico militar desplazó al presidente Juan Domingo
Perón. La acción destituyente tenía un antecedente cercano en el bombardeo de Buenos Aires
que se produjo en el mes de junio del mismo año y cuyo saldo, se calcula, arrimó la cifra de
350 muertos y miles de heridos.
El gobierno militar violentó los marcos institucionales del país y derogó ilegalmente la
Constitución Nacional de 1949. La supresión de la Carta Magna, se efectuó por un decreto con
fuerza de ley en el contexto de inexistencia del parlamento, que había sido intervenido por los
órganos castrenses. La dictadura de 1955 cerró el parlamento y gobernó bajo la figura del
“decreto ley”, que les permitió a los golpistas desandar el marco institucional de la democracia.
De esa forma, se actuó sobre las universidades y se derogaron los avances normativos como
fue el caso de la ley universitaria 14.297/54. En su lugar, se buscó retrotraer los marcos
institucionales resultantes de la década democrática, para impulsar regulaciones del siglo XIX 1.
La proscripción de la actividad política de 1955, fue acompañada por una represión que incluyó
asesinatos, persecuciones, torturas y la promoción de una censura a la actividad cultural del
país al cerrar periódicos nacionales. Dicha matriz cultural y política autoritaria de los
interventores de 1955, debe tenerse en cuenta para analizar los sucesos de 1966 y la violencia
política de los años sesenta y setenta.
La censura cultural adquirió una dimensión inusitada con la sanción del decreto ley 4161/56,
“Prohibición de elementos de afirmación ideológica o de propaganda peronista”, que entre otras
cuestiones establecía:

“Art. 1º - Queda prohibida en todo el territorio de la Nación:


a)- La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, efectuada públicamente, o de
propaganda peronista, por cualquier persona, ya se trate de individuos aislados, grupos de
individuos, asociaciones, sindicatos, partidos políticos, sociedades, personas jurídicas públicas
o privadas, de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y
obras artísticas, que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas por alguien como tales,
pertenecientes o empleados por los individuos representativos u organismos del peronismo.
Se considerará especialmente violatoria de esta disposición, la utilización de la fotografía,
retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera
peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones
"peronismo", "peronista", "justicialismo", "justicialista", "tercera posición", la abreviatura "P. P.",
las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales denominadas
"Marcha de los muchachos peronistas" y "Evita capitana" o fragmentos de las mismas, la obra
"La razón de mi vida" o fragmentos de la misma, y los discursos del presidente depuesto y de
su esposa o fragmentos de los mismos;
b)- La utilización, por las personas y con los fines establecidos en inciso anterior, de las
imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrina, artículos y obras artísticas,
que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas por alguien como tales, creados o por
crearse, que de alguna manera cupieran ser referidos a los individuos representativos,
organismos o ideología del peronismo;
c)- La reproducción por las personas y con los fines establecidos en el inc. a), mediante
cualquier procedimiento, de las imágenes, símbolos y demás objetos señalados en los dos
incisos anteriores.
Art. 2º - Las disposiciones del presente decreto-ley se declaran de orden público y en
consecuencia no podrá alegarse contra ellas la existencia de derechos adquiridos. Caducan las
marcas de industria, comercio y agricultura, y las denominaciones comerciales, principales o
anexas, que consisten en las imágenes, símbolos y demás objetos señalados”

1
Hasta la llegada del peronismo, las universidades se regulaban con la ley 1.597 del año 1985 y por las
Constituciones Provinciales. Además del texto de 1954 mencionado, en el período 1946 a 1955 se
sancionó la ley de Régimen Universitario 13.031/47, se dio carácter constitucional a la autonomía
universitaria en 1949 (Cap. III, Art. 37, IV, 4) y se dictó el decreto 29.337/49 que determinó la gratuidad
de la enseñanza universitaria.
La represión en la universidad del año 1955 intervino la institución y expulsó por la fuerza a los
docentes seleccionados legalmente durante la etapa del gobierno democrático 2. El golpe había
contado con el apoyo de la Federación Universitaria Argentina (FUA) que emitió un
comunicado sosteniendo que “los estudiantes argentinos han saludado la caída del régimen
opresor y falaz que intentó conculcar todo vestigio de democracia, sumiendo al país en un
caos”. La Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), también acompañó públicamente
el golpe militar contra la democracia constitucional e implementó tomas de las instituciones
educativas.

Con el objetivo de expulsar a los docentes y funcionarios de la etapa democrática, el dictador


Eugenio Aramburu promovió el Decreto – ley Nº 6.403/56 que estableció que “No serán
admitidos al concurso quienes hayan realizados actos políticos y ostensibles de solidaridad con
la dictadura, que comprometan el concepto de independencia y dignidad de cátedra”. Al
referirse a la “solidaridad con la dictadura”, Aramburu estaba hablando de los civiles que
exigían el cumplimiento de los derechos adquiridos durante el gobierno democrático.

A partir de acá, la intervención de la universidad aplicó un sistema de censura y de


persecuciones, bajo un gobierno nacional que utilizó el terror como método político,
reivindicando los bombardeos de Buenos Aires y los fusilamientos de civiles.

2
No hay cifras exactas de los docentes expulsados ilegalmente de la universidad argentina en 1955 y 1956. Juan José
Hernández Arregui formó parte de los expulsados y menciona que fueron 4000. El historiador Federico Neibur
reconstruyó el mecanismo para implementar las impugnaciones de los docentes que cumplían funciones en el
gobierno democrático entre 1946 y 1955.
CONSEJO INTERUNIVERSITARIO NACIONAL
LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS EN EL
AÑO DEL BICENTENARIO

A doscientos años del Primer Grito de Libertad, las Universidades Públicas nucleadas
en l Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), sentimos la necesidad de renovar
nuestro compromiso para con la Nación.

Entendemos que el Pueblo de la República Argentina nos demanda, hoy más que nunca,
aportes que contribuyan significativamente al logro de un desarrollo sustentable,
soberano y con justicia social.

Estamos plenamente conscientes de que se trata de un gran desafío, que requiere


capacidad para revisar críticamente las costumbres y prácticas que hacen a nuestra
cultura institucional.

Este Bicentenario nos encuentra con una realidad, signada por la voluntad de avanzar
hacia una sociedad del conocimiento que combine crecimiento con distribución
equitativa de la riqueza y en equilibrio con el ambiente. Las Universidades Públicas
tenemos la más absoluta convicción de que debemos ser protagonistas de la
construcción de esa sociedad.

El siguiente documento tiene por objeto realizar un aporte crítico y reflexivo, alcanzado
a partir de las actividades desarrolladas en el marco de la Agenda del Bicentenario del
Consejo Interuniversitario Nacional, concretadas bajo el lema “Desafíos de la
Educación Superior: del Bicentenario de la Patria al Centenario de la Reforma
Universitaria”.

Sosteniendo los principios de autonomía, cogobierno, libertad de cátedra y gratuidad,


interpretamos estos conceptos en el contexto definido por la realidad presente,
incorporando explícitamente el compromiso social como una dimensión igualmente
trascendente de la vida universitaria.

No pretendemos tener espíritu fundacional; el avance en el fortalecimiento de la


articulación entre las necesidades de la Nación y la vida universitaria debe desarrollarse
de modo que implique, necesariamente, reconocer la historia, atender al presente y
decidir sobre la visión del futuro que deseamos construir. Si bien hay mucho para
transformar, en nuestra historia se encuentran los aspectos que permitieron –a pesar de
las crisis recurrentes– que las niversidades hayamos sobrevivido y aún contengamos en
nuestro seno muchos valores. Es sobre esa base que debemos, entre todos, proponer las
continuidades y los cambios necesarios para poner a nuestras universidades de cara a los
desafíos de hoy.

Las experiencias internacionales muestran que no existen casos donde las universidades
hayan estado ausentes en la definición y construcción de modelos de sociedad
integrados y productivos. Por un lado, porque la ciencia, la tecnología y el conocimiento
en general desempeñan un papel cada vez más relevante en la definición de dichos
modelos; por otro, porque en las universidades se forman buena parte de los líderes y
cuadros dirigentes.
Para asumir esta gran responsabilidad, las Universidades Públicas nos convocamos a
reflexionar críticamente y a dialogar sobre los caminos concretos que nos lleven a
alcanzar estos objetivos. Los distintos claustros que conformamos las universidades
tenemos perspectivas propias, que son imprescindibles de tener en cuenta a los efectos
de generar propuestas integradoras. Pero también sabemos que debemos evitar el
aislamiento, y que una interacción proactiva y sinérgica como la que buscamos no se
construye a partir de los requerimientos propios exclusivamente, sino mediante el
diálogo abierto y franco con todas las fuerzas sociales y políticas democráticas que
estén en condiciones de brindar su aporte.

Las Universidades Públicas, desde el lugar que nos corresponde, deseamos participar en
la definición de las políticas que hacen al bien común. No negamos que, todavía, existen
prejuicios y fragmentaciones históricas; sin embargo, venimos trabajando con ahínco
para superarlas y creemos haber avanzado en ese sentido.

Siempre hubo, hay y habrá diferencias dentro del sistema universitario. Celebramos que
así sea. Las diferencias enriquecen y conforman la esencia del pluralismo
imprescindible para el buen desarrollo de la Educación Superior, constituyéndose en
sólida defensa cada vez que se intentó imponer un pensamiento único. Siempre, frente a
las confortables certezas de los dogmas, preferimos las incómodas incertidumbres de la
ciencia.

Desde esa misma perspectiva y ante la realidad nacional que nos presenta este
Bicentenario, la diversidad universitaria converge en el desafío de involucrarnos
activamente en la construcción del país desarrollado y sustentable que todos los
argentinos nos merecemos. Tal es así que podemos afirmar que, en el conjunto de
universidades públicas, existe hoy la predisposición necesaria para situar los objetivos
trascendentes por encima de las divergencias coyunturales; así como para incorporar
cada vez más variables locales y regionales que actúen como elementos catalizadores
que faciliten e impulsen el avance hacia objetivos incluyentes e integradores.

Apostamos a profundizar las acciones tendientes a la construcción de un país que opte


por un modelo de desarrollo basado en un sistema más justo de producción de la riqueza
y la complementaria distribución del ingreso. Un modelo en el cual el trabajo y la
educación se conciban a partir de la recuperación de su papel histórico como
herramientas de inclusión y dignificación de los ciudadanos, así como vehículos para
una movilidad social ascendente. Un modelo en el que la ciencia, la tecnología y la
innovación sean instrumentos para el mejoramiento de las condiciones de vida del
Pueblo.

Sabemos de los esfuerzos realizados para la recuperación de un Estado presente, capaz


de actuar cada vez más y mejor como garante de los derechos de todos, tanto en
cuestiones que hacen a la vida de la ciudadanía en general, como a la de los
universitarios en particular.

En tal sentido, podemos destacar:

. La inversión en Educación creció sistemáticamente, y hoy supera la meta del 6%


prevista en la Ley de Financiamiento Educativo.
. El Plan de Infraestructura para Educación permitió la construcción de 940 escuelas en
cinco años y, en particular, el Programa de Infraestructura Universitaria tiene ya 107
obras terminadas en diferentes Universidades Nacionales, 42 en construcción y 27 en
proceso licitatorio.
. La recuperación de la Educación Técnica y los esfuerzos que se vienen realizando por
el mejoramiento de la Educación en todos los niveles con leyes específicas y acciones
concretas, tal como la creación y puesta en marcha del Programa Conectar Igualdad,
mediante el cual se prevé la entrega de 3.000.000 de netbooks a estudiantes de este
nivel; y los programas de mejoramiento de la calidad universitaria en diferentes campos
disciplinares (PROMEI, PROSOC, PROHUM, PROMVET, etc.).
. Las acciones efectivas en torno a políticas inclusivas en Educación Superior, como el
Programa de becas dedicado a estudiantes de carreras universitarias prioritarias para el
país, con más de 30.000 becarios que perciben, por año, montos comprendidos entre $
3.500 y $ 12.000, según la carrera y el año que cursan.
. La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y los
recursos destinados a estas actividades, que no solamente han posibilitado multiplicar
por tres la cantidad de personas dedicadas al trabajo científico y tecnológico, sino que,
también, este año se haya superado la cifra de 800 investigadores argentinos que
retornan para radicarse en nuestro país, luego de haber emigrado en la búsqueda de
oportunidades que aquí no tenían.
. La Asignación Universal por Hijo que, según las primeras conclusiones de equipos de
investigación del CONICET, publicadas a un año de su implementación, se encamina a
ser una de las medidas de política social más exitosa de los últimos 50 años.

La profundización de estas y otras acciones de la misma naturaleza son imprescindibles


para la Argentina del Bicentenario; tratamos así de dimensionar algunos datos de la
realidad que, por su significado e impacto en la vida nacional, nos animan y motivan en
esta empresa.

Es un intento consciente por avanzar, desde la autonomía universitaria ejercida con


responsabilidad, que defendemos y practicamos, en la búsqueda de nuevas formas de
relacionarnos con todos los estamentos que constituyen el Estado del cual formamos
parte y vincularnos con todas las entidades y organizaciones representativas de la
Sociedad. Identificar las coincidencias es un paso significativamente importante en la
construcción de relaciones productivas y enriquecedoras. Así entendemos, por lo
menos, una de las dimensiones del ejercicio de la autonomía universitaria con
compromiso social.

También, debe señalarse que, en los últimos años, venimos involucrándonos y


participando cada vez más activamente en cuestiones que entendemos trascendentes
para el país. Los debates sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la
participación en el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial, el papel
fundamental asignado en la implementación del Sistema Argentino de Televisión
Digital Terrestre, y otras acciones articuladas a partir del Consejo Interuniversitario
Nacional con varios Ministerios son prueba palpable de ello. Especialmente, el
Programa Estratégico de Investigación y Desarrollo generado a iniciativa del propio
Consejo, en consonancia con las políticas nacionales de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva, es un valioso ejemplo de lo que podemos hacer.

Las Universidades Públicas Argentinas en el mundo globalizado


La Educación Superior no está exenta de las consecuencias de la globalización. En los
últimos diez años, la matrícula universitaria mundial creció en más de 51 millones de
estudiantes. Esto hace que, desde ciertos ámbitos, se vea en la Educación Superior un
mercado con grandes posibilidades de explotación comercial. Así es que, mientras
algunas corrientes de pensamiento intentan imponerla como un bien transable, nosotros
la defendemos como un Bien Público y un Derecho Humano Universal, posición que
sostuvimos y logramos consagrar como bloque de Latinoamérica y el Caribe en la
Conferencia Mundial de Educación Superior, llevada a cabo en París en 2009.

También, internacionalmente, se discute mucho acerca del sentido de la calidad en la


Educación Superior. Las abstracciones que pretenden disociar la calidad de la
pertinencia no son ingenuas. Defendemos y promovemos un concepto de calidad que se
complemente necesariamente con el de pertinencia y de inclusión.

No queremos quedar al margen de los procesos de internacionalización de la Educación


Superior, deseamos participar cada vez más en ellos; pero pretendemos que esa
participación redunde en beneficio de toda la Sociedad Argentina, y que la integración
sea a partir de nuestra identidad y nuestros valores.

Repensar la dimensión social del quehacer universitario en estos tiempos es, también,
plantear una nueva oportunidad para la Política. Éste es uno de nuestros grandes
desafíos frente a la complejidad que implica comprometernos a contribuir más concreta
y directamente al mejoramiento de las condiciones de vida del Pueblo Argentino frente
a los retos globales presentes y futuros.

Sin abandonar nuestra condición de actores necesarios en el análisis de los principios


universales del pensamiento y en la reflexión respecto de la realidad cambiante y
múltiple, las Universidades Públicas Argentinas entendemos que es momento de actuar,
también, como agentes dinamizadores del desarrollo de riqueza y su distribución.
Sabemos que asumir esta condición implica vencer grandes dificultades. No obstante, es
nuestra decisión poner todas nuestras capacidades para aportar efectivamente a la
comprensión de cuestiones que presentan múltiples aristas, involucrando las
dimensiones sociales, culturales, ambientales y económicas, además de las científicas y
tecnológicas, desarrollando las competencias y habilidades para responder a ellas,
haciéndonos cargo de la historicidad de la comunidad a la que pertenecemos, de su
entorno, de sus tradiciones y de sus innovaciones, de su memoria, de su presente y de
las tareas que tenemos por delante.

Hay una conciencia creciente de la necesidad de generar políticas para la inclusión de


los sectores marginados, para atender el explosivo crecimiento de la población mundial
y el progreso en el acceso a la educación primaria y secundaria, para adecuarse a la
aceleración de la evolución tecnológica y los cambios en el mundo del trabajo y en la
pedagogía, con nuevos enfoques y formas respecto del aprendizaje.

Frente a este panorama, los cambios ya no sólo son necesarios, sino que son inevitables.
Y creemos que nuestra mejor alternativa es intentar liderar los cambios en aquellos
aspectos que nos tengan como actores relevantes. No pretendemos constituirnos en la
vanguardia ilustrada, sino ocupar el lugar que nos corresponde y desempeñar el papel
que nos cabe como instituciones estatales, públicas y autónomas sustentadas con el
esfuerzo de todo el Pueblo Argentino. Desde ese lugar, estamos dispuestos a asumir el
compromiso de interpretar, participar y aportar al proceso de trasformación y, por lo
tanto, crear nuevos espacios de conocimiento para contener la complejidad de cada una
de estas exigencias.

En este contexto y en el marco de esta visión holística del papel de las Universidades
Públicas, las preocupaciones centrales de la Educación Superior en la última década se
enfocan sobre aspectos fundamentales para su crecimiento. El mejoramiento
permanente de la calidad, de la relevancia y de la pertinencia social como un todo, la
inclusión mediante la masividad en el acceso, la permanencia y la culminación con éxito
de las carreras de grado y en la educación posterior a lo largo de toda la vida son
cuestiones a atender permanentemente. Abarcan, además, la custodia de la autonomía
universitaria, el reclamo de presupuestos adecuados, la internacionalización de los
procesos universitarios y el acceso equitativo a las nuevas tecnologías de la información
y la comunicación.

Desafíos para las Universidades Públicas Argentinas

Los condicionantes y características del mundo contemporáneo, que incluyen y


enmarcan la realidad de nuestro país, dimensionan los retos de las Universidades
Públicas para los próximos años, y nos señalan qué aportar para el desarrollo nacional y
al progreso del Pueblo. El Consejo Interuniversitario Nacional implementó la Agenda
del Bicentenario para reflexionar acerca del papel de la Universidad en esta hora de la
Patria y, en encuentros desarrollados en la Universidades Nacionales de Cuyo
(Universidad e Inclusión), del Nordeste (Universidad y Desarrollo), de Catamarca
(Universidad y Conocimiento) y de Río Negro (Universidad y Ciudadanía) y con
aportes de toda la comunidad universitaria, se dedicó a analizar estas cuestiones,
concluyendo en un conjunto de desafíos fundamentales que queremos y debemos
asumir:

- Articular un Sistema Universitario Público Argentino solidario e inclusivo, que asuma


un papel protagónico en la construcción de una sociedad en la que la Educación, el
conocimiento y los bienes culturales se distribuyan democráticamente, participando
activamente en las transformaciones sociales hacia el logro del desarrollo sustentable,
del progreso colectivo y la defensa y la promoción de los Derechos Humanos. Un
sistema capaz de generar oportunidades para quienes hoy no las tienen, que funcione de
modo proactivo y sinérgico con el Estado del que somos parte, así como con los
sectores representativos de la Sociedad.
- Garantizar la formación de ciudadanos responsables consustanciados con los
principios de la democracia, de la cultura científica y humanística, e incrementar la
cantidad de graduados altamente calificados, profundizando en su educación la
formación en valores, la responsabilidad de la ciencia y el valor social de los
conocimientos, contribuyendo a comprender, preservar, historiar, fomentar y difundir
las culturas universal, nacional y regionales.
- Impulsar un modelo académico que se distinga por la calidad, la relevancia y la
pertinencia de la enseñanza. Que ponga el acento en la reflexión, el discernimiento y la
interpretación de la información y que sea capaz de adaptarse a la dinámica de un
mundo en constante cambio. Un modelo representado por la generación, la promoción
la difusión y la transferencia de conocimientos por medio de la investigación científica,
tecnológica, humanística y artística, fundada en la definición explícita de problemas a
atender y por la indagación de los temas en sus contextos. Un modelo expresado por el
esfuerzo conjunto con las comunidades; por una activa labor de divulgación, vinculada
con la creación de conciencia ciudadana, sustentada en la solidaridad, el respeto a los
Derechos Humanos y la diversidad cultural; y por un trabajo de extensión que
enriquezca la formación, colaborando en la detección de problemas para la agenda de
investigación y creando espacios de acción vinculados con distintos actores sociales,
especialmente aquellos que pertenecen a los sectores más postergados.
- Mantener un equilibrio adecuado entre las funciones de docencia, investigación y
extensión en instituciones que crezcan en diversidad y flexibilidad; promoviendo el
incremento progresivo de las dedicaciones docentes, para asumir el compromiso
constante que demanda la Educación Superior.
- Desarrollar políticas de articulación con todo el Sistema Educativo para facilitar el
tránsito desde la Escuela Media a la Educación Superior, colaborando en la formación
de sólidas bases cognitivas y de aprendizaje en los niveles precedentes, de tal manera
que los ingresantes cuenten con las competencias necesarias para apropiarse, construir y
transferir conocimientos en beneficio de la sociedad y desarrollar, exitosamente, sus
carreras universitarias.
- Avanzar en el control de la deserción, emergente de causas académicas (la formación
previa, la falta de apoyo y la excesiva duración real en la formación de grado), de
causales externas (en general socioeconómicas), de otras propias del sistema, (las
devenidas de la masividad, la insuficiencia de becas o servicios similares, de los
sistemas de ingreso, de la orientación vocacional y del ambiente educativo) y personales
(tanto actitudinales como motivacionales).
- Propiciar la distribución social del conocimiento, convirtiendo a la Educación en un
mecanismo de cohesión e integración social, pasando de los modelos disciplinares a los
modelos transdisciplinares y generando carreras con propuestas formativas innovadoras
que respondan a los nuevos desafíos sociales, ambientales, culturales, científicos,
tecnológicos, económicos y políticos requeridos por nuestra comunidad para alcanzar
un desarrollo sustentable, una mayor integración regional y una sociedad más justa e
inclusiva.
- Promover la educación continua mediante la vinculación permanente de los graduados
con las universidades, para la actualización o incorporación de nuevos conocimientos,
como para la inclusión de otros sectores de la comunidad interesados en crecer en
conocimientos, cultura y arte.
- Incrementar en forma significativa la cantidad de doctores integrantes del sistema de
investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación.
- Emprender acciones de vinculación con el sector productivo, el Estado, los
movimientos sociales y comunitarios y la Sociedad en su conjunto, generando un
ambiente propicio para los procesos de innovación necesarios para el crecimiento
sustentable del país, generalizando el uso de las nuevas formas de organización y de
producción en las diferentes regiones, en particular para la micro, pequeña y mediana
empresa. Se trata de aportar a un modelo de desarrollo en donde la capacidad de agregar
valor a partir del trabajo calificado, de la capacidad de innovar y crear sobre la base de
ciencia y tecnología propias sean factores determinantes del crecimiento.
- Propiciar investigaciones básicas, aplicadas y desarrollos tecnológicos en todos los
campos disciplinares, orientados a la resolución de problemas relevantes, como la
preservación del ambiente, el cambio climático, el uso racional del agua y la
preservación de las reservas, la energía, la nanotecnología, la biotecnología, la mejora
de los procesos productivos, la sustentabilidad del desarrollo humano y urbano en temas
como la vivienda, la infraestructura general de servicios, incluyendo el transporte, la
salud pública, la educación, la seguridad y el trabajo, entre otras.
- Articular políticas con los organismos nacionales, provinciales y municipales para la
definición y financiación de los trabajos en estos campos, procurando atender,
prioritariamente, las necesidades locales, nacionales y regionales, y fomentando la
formación de recursos humanos en áreas de vacancia temática y geográfica.
- Promover el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación con
criterios de pertinencia e inclusión social.
- Asumir con firmeza el compromiso social universitario y reforzar las acciones de
servicio a la sociedad, en particular trabajar para erradicar la pobreza, la intolerancia, la
discriminación, violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del ambiente y las
enfermedades, aplicando enfoques interdisciplinarios y transdisciplinarios.
- Impulsar la transformación de las Universidades Públicas en espacios naturales para la
discusión y el intercambio de ideas no solamente entre sus miembros, sino con la
sociedad en general, que permita identificar y priorizar aquellos temas que son
fundamentales para el desarrollo comunitario.
- Promover una propuesta formativa integral, articulando el conocimiento científico de
la Educación Superior con el “saber hacer” dado por el oficio, orientada a capacitar a
sectores no involucrados en la educación académica formal, pero demandantes de
nuevos conocimientos o necesitados de herramientas para insertarse, permanecer y
progresar en el mundo del trabajo.
- Valorar como riqueza la diversidad humana, marcadamente pluricultural y
multilingüe, incorporando el diálogo de saberes y el reconocimiento de la diversidad de
valores y modos de aprendizaje como elementos centrales de las políticas, planes y
programas del sector; y fortaleciendo las identidades culturales, la integración regional y
de los pueblos originarios.
- Promover la consolidación de la articulación interuniversitaria, fomentando la
conformación de redes, la movilidad de alumnos, docentes e investigadores, la
homologación de títulos, las titulaciones e investigaciones conjuntas, aprovechando la
cooperación internacional y priorizando la integración latinoamericana.
- Avanzar en una planificación universitaria estratégica y participativa, la
administración transparente y la gestión eficaz del desarrollo institucional con criterios
de eficiencia, eficacia, comunicabilidad, flexibilidad y trabajo en equipo, contando con
el financiamiento adecuado para funcionar, así como la infraestructura y el
equipamiento necesarios.
- Promover, de manera coordinada, acciones diversas tendientes a que el sistema
universitario responda a las crecientes demandas de Educación Superior, en particular
frente al desafío que nos representa la obligatoriedad de la educación secundaria
prevista en la Ley de Educación, en todo el territorio del país, de manera cooperativa y
según planes de desarrollo concertados.
- Implementar acciones positivas tendientes a disminuir las asimetrías existentes hacia
el interior del sistema universitario, procurando garantizar similares condiciones a todos
los estudiantes de cualquier lugar del territorio nacional.
- Consolidar las acciones tendientes a la constitución de un Espacio de Educación
Superior de América Latina y el Caribe, acompañando procesos de integración como la
UNASUR, y fortaleciendo el principio de considerar a la “…Educación Superior un
bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado”.

Estos desafíos que estamos reafirmando hoy como Universidades Públicas Argentinas
comprometidas con el desarrollo nacional deben apoyarse en la garantía de:
- La autonomía normativa, administrativa, política, institucional y académica, ejercida
con responsabilidad, así como la autarquía económica.
- Un presupuesto suficiente y responsablemente administrado, orientado a estimular la
enseñanza, la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la transferencia, la
extensión, la vinculación y el desarrollo de redes interuniversitarias nacionales e
internacionales.
- El resguardo del cogobierno, de la gratuidad de la enseñanza de pregrado y de grado,
de la pluralidad de cátedras, de su provisión por concurso, del ingreso, la permanencia y
el egreso de los estudiantes en el Sistema de Educación Superior de grado, acorde con
los méritos de quien tenga la voluntad de aprender.
- El aseguramiento sistemático de la calidad y pertinencia de las propuestas integrales,
mediante procesos de autoevaluación y de evaluaciones externas por parte de
organismos públicos que, también, estén integrados por las universidades.
- Un conjunto de dispositivos y servicios destinados a los estudiantes que afronte las
causales académicas, externas, internas, y personales de la deserción y lentificación, y
permita la inclusión, contención y permanencia en el sistema universitario, esencial para
la movilidad social, y
- La administración ágil, transparente y capacitada con una infraestructura equipada,
suficiente, segura y bien mantenida.

La razón de ser de las Universidades Públicas en Argentina es servir a la comunidad y


ayudarla a progresar. Nuestra Sociedad tendrá más oportunidades de progresar si sus
miembros saben más y si están mejor formados, y es la universidad pública la que debe
hacer ese aporte. Ese es nuestro desafío y nuestro compromiso con nuestro Pueblo.

Una agenda de compromisos de las Universidades Públicas Argentinas

Los lineamientos en pos de grandes objetivos generales de mediano y largo plazo son
importantes porque señalan el rumbo a seguir, pero lo cierto es que se avanza en la
medida en que se dan pasos en esa dirección mediante la realización de acciones
concretas.

Así como venimos involucrándonos en distintas instancias que hacen a la vida nacional,
más allá de las que conforman tradicionalmente el ámbito específico de la Educación
Superior, ponemos de manifiesto que estamos dispuestos a ampliar nuestra
participación.

Las universidades contamos con cuadros docentes, profesionales, científicos y


tecnólogos con competencias en, prácticamente, todas las disciplinas y áreas del
conocimiento y, también, con una gran cantidad de estudiantes en formación. La
distribución geográfica de las universidades a lo largo y a lo ancho del país constituye
un elemento de valor a considerar.

Por otra parte, los universitarios somos concientes de ser beneficiarios de un sistema
sostenido con el esfuerzo de todos los que habitan este suelo. Trabajadores,
empresarios, comerciantes, profesionales independientes y, aún, los sectores más
postergados, todos aportan al Sistema Universitario Público Argentino, lo que nos exige
redoblar nuestro compromiso
Así, en este Bicentenario, los universitarios queremos y podemos hacer más. Estamos
convencidos que están dadas las condiciones para continuar e incrementar la interacción
con los distintos actores civiles y gubernamentales. Si articulamos esfuerzos y
coordinamos acciones con otros organismos del Estado Nacional, los Estados
Provinciales y los gobiernos locales, así como con las organizaciones representativas de
los distintos sectores de la Sociedad, es posible desarrollar programas, proyectos y
acciones con objetivos claros, metas de impacto verificable y plazos definidos.

Sra. Presidente de la Nación Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quienes nos


dedicamos a la labor universitaria estamos formados en los rigores de la academia, pero,
también, somos gente apasionada y esperanzada. Y esta ocasión hace irrefrenable el
impulso por dejar que afloren nuestra pasión por la Argentina y nuestra esperanza de
consolidar un país en el que el desarrollo nacional sustentable, soberano y con justicia
social sea posible.

¡QUÉ VIVA LA PATRIA!


Cuaderno N°23
“Juventud universitaria y Mercosur”

Prof. Alberto Methol Ferré


Fundación Vivián Trías
Cuaderno N°23
Juventud Universitaria y Mercosur
Prof. Alberto Methol Ferré

I. Ubicación temática

El objetivo proclamado por el Mercosur es el Mercado Común de sus Estados


miembros. Pero, resulta evidente para todos, el Mercado Común, que en su
dinámica de constitución, implica mucho más que el mercado. El mercado implica
todos los componentes de la sociedad y es afectado por ellos.

En “Objetivos y programa de Acción del Mercosur 2000” se fijaron las líneas que
orientarán las negociaciones tendientes a afianzar y desarrollar el esquema de
integración, dentro del marco del Tratado de Asunción y del Protocolo de Ouro
Preto. La profundización del proceso de integración toma tres ámbitos básicos: 1)
“La marcha hacia el Mercado Común”, es decir, en sus dimensiones y asuntos
económicos en su acepción más amplia; 2) “El reracionamiento externo del
Mercosur”, es decir, la OMC, la ALADI, la integración hemisférica, las relaciones con
EEUU y el Nafta, etc.; y 3) “La dimensión global de la integración”. En este ámbito se
inscribe nuestra reflexión, que incide sobre los apartados 3.3 La Cultura y 3.5 La
Educación y en cierto sentido en el 3.6 Ciencia y Tecnología.

Nuestra perspectiva será desde un ángulo que involucra los tres apartados: las
juventudes universitarias, o de modo más amplio, los que realizan estudios
superiores. A nuestro criterio, esta debe ser una de las preocupaciones más
importantes y urgentes del Mercosur, si tiene interés en optimizar su desarrollo
futuro. El objetivo es la movilización y compromiso de las juventudes en la nueva
historia que significa el Mercosur.

La atención sobre la multifacético juventud universitaria en nuestros países


repercute necesariamente, a corto plazo, en todas las dimensiones del Mercosur: en
los Estados y todo tipo de empresas; en profesionales, técnicos, empleados de alta
capacitación intelectual en los más variados sectores económicos, sociales,
culturales y políticos.

Por supuesto, involucran, particularmente al Sector Educativo del Mercosur (SEM)


de modo muy especial. Si tomamos el último referente que es el Plan 2001 – 2005
del SEM, se expresa que en Educación Superior “se pondrá especial énfasis en la
creación de un espacio académico común de intercambio de conocimientos e
investigaciones conjuntas, promoviendo el desarrollo educativo, cultural, científico y
tecnológico en la región”. En sus principios orientadores expresa que su accionar se
enmarque en “la movilidad o intercambio de actores educativos para el desarrollo y
fortalecimiento de redes y experiencias”. Entre sus objetivos estratégicos define:
“Fortalecimiento de la conciencia ciudadana favorable al proceso de integración
regional que valore la diversidad cultural”. En sus estrategias de acción: “La
circulación de actores educativos con el objeto de favorecer el intercambio de
experiencias educativas y culturales”.
¿Desde qué perspectiva tomamos aquí a la “juventud universitaria” del Mercosur y
sus asociados, que podría extenderse al conjunto de la Comunidad Andina? Desde
la exclusiva de la Integración.

La juventud universitaria no es un sujeto siempre idéntico y de un solo rostro o


ángulo de abordaje. Aquí nos referimos ala juventud latinoamericana universitaria en
cuanto sujeto histórico que ha tenido (y que seguramente volverá a tener en otras
modalidades) un rol decisivo en las luchas por la Integración de América Latina, que
implica la de la Unión Sudamericana tanto como la del Mercosur o la Comunidad
Andina. Ninguna juventud es puro presente, sino que se inscribe y es heredera (o
borra tales o cuales herencias) de un largo entrelazamiento y relación con las
juventudes universitarias latinoamericanas desde comienzos del siglo XX. Por lo
menos desde el I Congreso Latinoamericano de estudiantes de 1908, realizado en
Montevideo. Luego, siguió un largo encadenamiento de congresos de la juventud
universitaria, que sin duda son antecedente forzoso tanto del Mercosur como de la
Comunidad Andina. Por distintos motivos históricos, que aquí sólo podemos
mencionar brevemente, esas juventudes han desaparecido del protagonismo
“integracionista”, por l menos hace veinte años. Y es una ausencia que el Mercosur
o la Comunidad Andina deben sentir como una gran carencia. Sin juventud
participante, no habrá nunca entusiasmo colectivo, que es una necesidad exigida por
una tarea integradora tan vasta y decisiva para el destino de todos nuestros países
como la que implica el Mercosur. Se trata, nada menos, que de la consolidación
exitosa de nuestra independencia en la unidad y convergencia del Mercosur y en el
horizonte de la Unión Sudamericana. Son la agitación y el fermento de las
juventudes, no habrá “affectio societatis” en nuestros pueblos, que sostenga la
gigantesca empresa de un Mercado Común, que siempre es mucho más que un
“mercado”: apunta a una conjugación de pueblos hermanos de un mismo “círculo
histórico cultural”.

Así, para una mejor comprensión de nuestro planteo, haremos una breve historia de
la juventud latinoamericana. Pero antes enunciaremos nuestra perspectiva del
escenario contemporáneo que no puede sobreentenderse.

II- Nuestro supuesto fundamental

Nuestra comprensión del proceso histórico de la juventud universitaria tiene


obviamente como supuesto nuestra visión básica de la historia global
contemporánea, y dentro de ella de América Latina, especialmente de América del
Sur.

Seremos de máxima concisión. Se supone que el mundo actual está formado


básicamente por “Estados-Nación”. En la sociedad mundial Naciones Unidas se
reúnen 194 Estados Nación. Es una vastísima gama que va de gigantescos Estados
hasta otros comparativamente casi infinitesimales. De tal modo la idea Estado-
Nación, so pena de volverse totalmente equívoca, implica una necesaria
diferenciación de distintos tipos de Estados-Nación. De lo contrario, el empleo de tal
concepto de modo indiscriminado nos llevaría a la mayor confusión en la
interpretación del acaecer histórico.
A nuestros efectos, basta con unas diferenciaciones muy sencillas pero básicas.

Desde inicios del silgo XIX, cuando se desata el proceso de nuestra independencia
de 1808 a 1830, ya estaba configurado el primer Estado-Nación Industrial, Gran
Bretaña. Le seguirá luego Francia. Estos dos Estados se vuelven el paradigma del
Estado-Nación capaz de protagonismo, en la delantera de la historia. Serán el primer
modelo de lo exigido para ser Estado-Nación de primer nivel. Todos los otros
Estados, de modo variado, van integrando lo secundario y terciario o simplemente el
“coro de la historia”. Nosotros integramos desde el comienzo una periferia
agro/minero exportadora, acompañada desde el nacimiento de nuestros Estados por
la Deuda Externa.

En la segunda mitad del siglo XIX, desde el Zollverein de 1834 que es la unión
aduanera de dos o tres decenas de micro-estados alemanes, es Bidmarck que –
desde 1870- impulsa el ingreso de Alemania en la Sociedad Industrial. Desde una
entidad menor, el norte industrial del Piamonte, realiza la unidad de Italia para poder
irrumpir en la lógica de los Estados protagónicos. Ya al final del siglo XIX es la
aparición en Asia de su primer estado-nación industrial, el Japón.

Así, hay 5 Estados Nación Industriales que irrumpen en el siglo XIX como
dinamizadores. Estos forman parte hoy del Club de los 7 más ricos del mundo.

Pero, al margen del centro mundial europeo viene surgiendo un Estado moderno
americano de dimensiones insólitas. Primero en expansión continental desde el
océano Pacífico al Atlántico (eso en 50 años) y luego la victoria del Norte Industrial
sobre el Sur esclavista y agrario. Los Estados Unidos hacen su gran despegue
industrial en el último tercio del siglo XIX, empujados también por la inmigración
europea más grande de la historia. Algo sin igual. Y a fines del siglo XIX inicia su
expansión panamericana, desaloja a España de Cuba, Puerto Rico y también de
Filipinas, posición estratégica en el Extremo Oriente.

Nace así un nuevo Paradigma de la primera línea del protagonismo histórico.


Federico Ratzel le llama un “Estado Continental (Industrial)” por su enorme
diferencia cuantitativa que se vuelve cualitativa en comparación con los Estados
Nación anteriores, que pasan a secundarios. Por eso el mismo Ratzel considera que
el siglo XX inicia “la era de los Estados Continentales”. Los que no alcanzan ese
nivel “continental”, integrarán más que nunca, en un mundo globalizado, el “coro de
la historia”. Anuncia que los Estados de Europa ya no pueden ser más “entro” de la
historia, salvo que sean capaces de unificarse en un nuevo Estado Continental, una
“Unión Europea”, Y Ratzel, que muere en 1904, piensa que quizá el único que pueda
competir con Estados Unidos en el siglo XX será la inmensa Rusia, si lograba
“acelerar” su industrialización, que empezaba a tomar cuerpo en la última década del
siglo XIX. De tal modo, tenemos ya anunciada la lógica de todo lo acaecido en el
siglo XX.
En América Latina, la “generación del 900”, sin conocer a Ratzel, se planteaba el
mismo problema. Y formula en esencia la misma respuesta; la necesidad de superar
la fragmentación latinoamericana, pasando de los “Estados desunidos del Sur” a los
“Estados Unidos del Sur”. El nuevo paradigma del protagonismo histórico eran los
Estados Unidos, el Estado Continental Industrial. Nosotros sólo podíamos ser, si
realizábamos una equivalencia propia ante el nuevo Paradigma.

Por eso, los del 900 rescatan a Bolívar, que había querido culminar la Independencia
en una “Nación de Repúblicas” confederadas. Entonces, el argentino Manuel Ugarte
en “EL Porvenir de la América Española” (1910), el venezolano Blanco Bombona
con “La evolución política y social de Hispanoamérica” (1911), Rodó con “El Mirador
de Próspeto” (1912) y el peruano García Calderón con “Las democracias latinas de
América” (1912) y “La Creación de un Continente” (1913) que terminan insinuando
que el destino unificado de Sudamérica está en la emergencia de Brasil y Argentina.
Así, en las vísperas de l Guerra Mundial, los del 900 alcanzan la primer visión,
totalizante de América Latina. Era el primer paso necesario, más allá del
exclusivismo de las “historias nacionales”. Luego de caso cien años de soledades,
se recuperaba intelectualmente la unidad histórica de América Latina. Eran los
tiempos de gestación del ABC del barón de Río Branco y Saenz Peña.

Aquí es indispensable una puntualización. La generación latinoamericanista del 900


incluye siempre a Brasil en sus perspectivas. Ya lo hacía Torres Caicedo, el
colombiano heredero intelectual de Bolívar, que acuña la expresión “América Latina”
justamente para incluir a Brasil, allá por la mitad del siglo XIX. También el “iberismo”
intento de unificación de Portugal y España, iniciado por liberales portugueses y
españoles, culminó intelectualmente en la gran obra de Olivera Martins “Historia de
la Civilización Ibérica” (1879) que incluye en una sola unidad histórico-cultural a
Portugal y España.

De tal modo, la generación española “del 98” (Unamuno, Maeztu, Altamira, D´Ors,
etc.) y la latinoamericana del 900 incluyen siempre a Brasil. Esto no ofreció
dificultades. En cambio, para Brasil, sentir en sus elites intelectuales una solidaridad
radical con la otra mitad de América del Sur, fue más lento. A la verdad, no tengo
aún claras las líneas de crecimiento de la atención brasilera al “destino común” con
nosotros. No es por cierto extraño y es justificado que el país más grande de
América del Sur fuera el de mayor propensión al ensimismamiento.

Pero terminemos ya con la perspectiva de los Estados Continentales en el curso del


siglo XXI. Henry Kissinger sostiene en su excelente obra de 1994 “La Diplomacia
que es esperable un “concierto mundial” de potencias relativamente equiparadas
que será el principio rector del orden mundial. Ese concierto rector contendrá al
menos 6 grandes potencias: los Estados Unidos, la Unión Europea, China, Japón,
Rusia y probablemente la India. Es decir 5 estados continentales – si la India se
industrializa a fondo- y 1 Estado nación industrial sobreviviente, Japón. En realidad,
se cumple el veredicto de Ratzel: sólo gobernarán los Estados Continentales. Es
decir, solo ellos tendrán capacidad de relativa autonomía. El resto será mas “coro
“que nunca.

Y en esta perspectiva se inscribe la lucha por la construcción del Mercosur Sur, que
significa la construcción de un nuevo “Estado Continental”, que puede ser la “Unión
Sudamericana” o más delimitado al Cono Sur, quizá con la suma de algún otro país.
No lo sabemos. El resultado positivo todavía es incierto, pero lo indudable es que el
fracaso de una unidad sudamericana mayor nos condenaría a la marginación de la
historia. Si hubiera éxito, accederíamos al concierto de Estados rectores del orden
mundial. Pero tan grande empresa implica una gran participación colectiva, de
nuestros pueblos conjugados, y ello no será posible sin la movilización de sus
juventudes. Esta es una de las exigencias básicas de la nueva situación y su
desafío. No tener esto claro, significa ponerse por debajo de las tareas ya
propuestas. Volverlas imposibles y frustrantes.

Llegamos así a los itinerarios de la juventud latinoamericana.

III - La Juventud latinoamericanista del siglo XX

El Ariel señaló el punto de partida de la movilización de las juventudes en el siglo


XX. El Ariel de Rodó dedicado “A la juventud de América” (se sobreentiende América
Latina), es la despedida del maestro Próspero en el fin de curso de sus discípulos
universitarios, expresándoles que toda generación nueva en la historia debía aportar
nuevas respuestas e ideas para la construcción del futuro. Y Próspero se propone
una reflexión histórica que podía contribuir a la gestación en los estudiantes de la
nueva idea que podían levantar. De este trata el Ariel.

Rodó venía de una gran preocupación: dado el aislamiento de nuestros países


latinoamericanos, creía que nada era más importante que recuperarla unidad
intelectual y moral de Hispanoamérica, perdida desde los tiempos de la
Independencia.

Las bases últimas de círculo histórico – cultural de la América Latina mestiza, por
mediación de Portugal y España, son para Rodó el Helenismo y el Cristianismo. Y la
modernidad nos exigía ahora dos derivaciones: del primero, la Ciencia y tecnología,
del segundo la Democracia. Para Rodó las dos derivaciones modernas son
esenciales, pero no pueden perder esos fundamentos últimos más amplios,
estéticos-religiosos de la herencia original helenístico-cristiana. Rodó encuentra esos
fundamentos debilitados, no por lo útil, sino por la primacía de la utilidad (hoy
diríamos de “la razón instrumental”, obviamente indispensable). De ahí su crítica –
muy equilibrada- a lo que entiende principal en el nuevo paradigma de los Estados
Unidos. Pero aún reconociéndole sus virtudes y logros notables, piensa que no es
buena para nosotros una mera imitación mecánica y abstracta.

¿Qué responde Rodó? Dice poco: solo señala a los estudiantes un horizonte nuevo,
casi vacío: pensar y actuar desde América Latina como conjunto, apoyándose en la
conciencia de nuestra propia historia. ¡Casi todo se tenía que recomenzar!

Fue ese horizonte nuevo de nuestra propia continentalidad lo que llamaría Rodó,
poco después, “Magna Patria”. Compara la tarea propuesta con la reciente lucha por
la unidad nacional de Italia en tiempos de una gran inmigración italiana en Brasil,
Argentina y Uruguay. Respecto de Brasil, sostenía Rodó en un discurso
parlamentario sobre la acción del barón de Río Branco: “no necesitamos llamarnos
“iberoamericanos” nietos de la heroica y civilizadora raza que solo políticamente se
ha fragmentado en dos naciones europeas; y aún podríamos ir más allá y decir que
el mismo nombre de hispanoamericanos conviene también a Brasil”. Claro, lo último
proviene de la “Hispania” romana común. Los españoles la habían castellanizado
por “España” en el siglo XVIII.

Rodó – como sus compañeros de generación- tomaban al Estado Continental como


modelo necesario de sobrevivencia y protagonismo. Y pusieron manos ala obra en
tan vasta empresa a largo plazo, vista por el sentido común de entonces, como
meramente “utópica”.

El mensaje del Ariel tuvo una repercusión sin igual en los intelectuales y las
juventudes de América Latina. Ya vimos que pronto los intelectuales alcanzaron una
visión conjunta de América Latina que no existía antes. Y fue el comienzo de la
movilización hispanoamericanista de la juventud. Así, se inicia en Montevideo, en
1908 el Primer Congreso Latinoamericano de Estudiantes: vinieron de todo el Cono
Sur, de Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Argentina y Brasil. Rodó fue especialmente
invitado al banquete de clausura. Los delegados parecen una lista de futuros
políticos, intelectuales, educadores, etc. (hasta hubo futuros presidentes como
Nereo Ramos, Manuel Prado y Baltasar Brum). Le siguió una rápida sucesión de
congresos antes de la Primera Guerra Mundial.

Hubo los Congresos de estudiantes latinoamericanos en Buenos Aires (1910) y Lima


(1912) con otro Congreso en el norte de América del Sur realizado en Bogotá
(1910) entre los colombianos, ecuatorianos y venezolanos. Allí están ya los temas
que recorrerán al movimiento estudiantil del siglo XX: de la universidad hacia
adentro, autonomía, cogobierno y extensión al pueblo, y hacia fuera romper el
aislamiento afirmar la hermandad e ir hacia la federación continental de América
Latina y la denuncia a las políticas del “monoroismo” y del “big stick” norteamericano.

En 1911 Manuel Ugarte – socialista democrático – iniciaba su “Campaña


latinoamericana” con una conferencia en la Sorbona patrocinada por los ministros de
Argentina, Bolivia, Costa Rica, Perú, Uruguay y Brasil, y enseguida, partía para
realizar su gira desde Cuba y México hasta terminar en setiembre de 1913 en Río de
Janeiro y Asunción. Fue una larga y accidentada recorrida con actos populares
colmados de obreros y estudiantes. Luego, con el estallido de la I Guerra Mundial y
el ascenso con sufragio universal de Hipólito Irigoyen, que proclama al 12 de octubre
“Día de la Raza”, nacimiento de la América mestiza, Ugarte lucha por un
nacionalismo económico industrialista. En 1918 es el único orador en el acto de
fundación de la Federación de Estudiantes Argentina (FUA) que fue a la vez
convocatoria del Congreso de Estudiantes en Córdoba, de repercusión en toda
América Latina. Ugarte será el eslabón entre la generación del 900 y la generación
de la Reforma Universitaria.

Así, en el contexto de la post guerra mundial, se propagará como un reguero de


pólvora la reforma universitaria latinoamericana que dará su sello al movimiento
estudiantil en todo el ámbito continental hasta la II Guerra Mundial. Fue un ciclo de
gran efervescencia, la primera conmoción latinoamericanista en cierto sentido
masiva desde la Independencia. Las “universidades napoleónicas” de los patriciados
oligárquicos decimonónicos entran en ebullición: son las nuevas clases medias
latinoamericanas en acción. Más aún, hay una oleada por las “universidades
populares”. Y se quiere “la unión de obreros y estudiantes”.
La Reforma del 18 nunca alcanzó coherencia en sus perspectivas, reflejo ideológico
de las inarticuladas sociedades latinoamericanas de entonces, de índole
mayoritariamente agraria. La Reforma es tumultuosamente democrática, nacionalista
y socializante. Se sentía el impacto de la revolución rusa bolchevique y de la
revolución mexicana.

En México José Vasconcelos convocaba en 1921 al Primer Congreso Mundial de


Estudiantes, a donde vinieron hasta representantes chinos. En 1925 se funda en la
otra punta, Buenos Aires, la “Unión Latinoamericana” presidida por Ingenieros.

Y ya estamos abriendo en 1930 una nueva época en América Latina: la lucha por la
construcción de la Sociedad Industrial. EN la crisis mundial del capitalismo de 1929,
ante la depreciación general de la materias primas que exportábamos se inició la
lucha forzosa por la industrialización de América Latina. En todo el tiempo anterior el
crecimiento surgía del intercambio comercial, del juego de las exportaciones y las
importaciones, y no más. Ahora se abría la época de la industrialización tardía de
América Latina. Y allí estará el más alto exponente de la Reforma Universitaria: el
peruano Haya de la Torre y el APRA.

Haya de la Torre es el primer teórico general del nacional-populismo


latinoamericano. Postula las tres exigencias básicas: Democratización,
Industrialización e Integración. La primera no será plena sin la segunda y ésta no
será plena sin la tercera. Así solo un Estado sostenido por una vasta alianza de
clases de campesinos, obreros, empresarios, industriales nacionales y las clases
medias y sus intelectuales, podrá negociar con poder y eficacia con las grandes
corporaciones modernas de alta tecnología y con el capital inversionista extranjero,
que son elemento ineludible en el despliegue industrial de América Latina. Sin la
integración, nuestros países fragmentados, dependientes y atrasados no podrían
conducir su desarrollo en bien de los pueblos.

Hasta la II Guerra Mundial el estudiantado nombró varios “Maestros de Juventud”,


Rodó, Alfredo Palacios, Vasconcelos y el último fue Haya de la Torre en 1937.
Un vasto movimiento histórico está siempre llevo de confusiones y charlatanerías,
lastres y clarividencias nuevas. Se le juzga por sus potencias y resultados mejores.
El movimiento estudiantil latinoamericano siguió gestando congresos: Montevideo
(1931) y el Iberoamericano de México (1931); el internacional de Costa Rica (1933);
el de Estudiantes Antiimperialista (1936); los de 1937 y 1943 en Chile; el de
Montevideo (1955); el de La Plata, Argentina (1957); y el de Caracas, Venezuela
(1959); éste fue el último latinoamericano según mi conocimiento. Es una fecha
significativa: coincide con la Revolución Cubana y así le siguieron los años 60 y 70
que serán los del “Ariel Armado” y después hasta hoy, las décadas del “Ariel
Desaparecido”.

Retomemos el hilo anterior. En América Latina habían crecido los movimientos


nacionales – populistas desde los años 30 – Vargas y el PRI de Cárdenas – y en los
40 – Alemán, Perón, Betancourt, Paz Estensoro. La II Guerra Mundial consolida la
hegemonía norteamericana y confirma la retirada europea, particularmente inglesa,
de América Latina. Pero al mismo tiempo se instalaba mundialmente la Guerra Fría
entre los dos estados continentales industriales, los EEUU y la URSS, el uno
capitalista y el otro colectivista. A la vez, se consuma la decadencia de Europa y se
iniciaba la descolonización de los imperios afro-asiáticos. Estados Unidos era la
primera potencia mundial y el viejo Monroe era archivado en el “patio del fondo”
latinoamericano. En 1945 fue el impulso de la industrialización autónoma argentina
por Perón y su Tercera Posición. En cuanto a la Reforma Universitaria ésta iría
perdiendo impulso, cada vez más anémica. Pero en los 50 el latinoamericanismo da
otro paso. Desde Haya de la Rorre la Integración pasó al programa de varios
partidos. Dejaba de ser un asunto social básicamente juvenil. Ya no era tan “utópico”
como antes. Incluso Perón propondrá a Vargas y a Ibáñez entre 1951 y 1954 un
Nuevo ABC, concebido como un paso para la construcción “de los Estados Unidos
del Sur”. El “centro de aglutinación” de toda América del Sur para Perón era la
alianza de Argentina y Brasil. Era la alianza fundante de la unidad de América del
Sur. Sería el comienzo del pasaje de los Estados Nación sudamericano al “Estado
Continental”, como ya pretendía realizarlo la Europa Occidental encabezada por
Francia y Alemania creando el Mercado Común. Este intento de un núcleo de
aglutinación ya fracasaba en 1954.

La década del 60 se va a desarrollar entre dos polos dicotómicos. El primer polo fue
desarrollista, tal como lo concebía la CEPAL de Prebisch, magno intento teórico de
organizar la industrialización latinoamericana que tuvo repercusión en los primeros
esfuerzos regionalistas del Mercado Centroamericano (1960) y la Alac (1960). Luego
el intento retórico de Mercado Común Latinoamericano (1967) y el Pacto Andino
(1969).

Ésta fue la primera oleada regionalista, emprendimientos gubernamentales de


integración comercial y aún más ambiciosos... Pero quedó empantanada. Fue
asunto de expertos y funcionarios, excesivamente economicista. No era fácil
comenzar realmente una tarea tan nueva. Quien tuvo entonces más sentido histórico
de lo que se planteaba fue el chileno Felipe Herrera, que ya había actuado con
Ibáñez en el intento anterior del Nuevo ABC. Para Herrera el mundo actual está en
el pasaje de los Estados Nación a los Estados Continentales a través de los
regionalismos. Coincide en esta perspectiva con Perón y ambos con Ratzel, que
siempre queda implícito.

El segundo polo de los años 60 será la irradiación de la Revolución Cubana en las


juventudes universitarias. Fue la teoría del foquismo guerrillero impulsada por el Che
Guevara. Fue una estrategia de muerte y fracaso signada por la pasión y el
heroísmo. Fue el tiempo terrible del “Ariel Amado” en camino de la “Revolución
Continental”.

Los dos polos opuestos de los años 60 siguieron caminos sin comunicación y
quedaron pronto exangües. Les seguirá, de un lado el estancamiento del proceso de
integración, del otro la tragedia “del Ariel Desaparecido”. Solo quedó entonces el
boom mundial de la literatura latinoamericana.

Desde la segunda mitad de los años 70 y en los 80 se desemboca en lo que se ha


llamado “la industrialización trunca de América Latina”, la crisis de la Deuda Externa
y las nuevas recetas antiguas del neoliberalismo proclamado por los centros
metropolitanos, aunque no practicado por ellos.

América Latina que había crecido desde 1900 casi hasta los 80 con porcentajes
altos en el mundo, se convirtió para el pago de la deuda externa en una
extraordinaria exportadora de capitales. Las juventudes latinoamericanas
desaparecían ahora como latinoamericanistas activas. No trascendían el horizonte
de sus respectivos países.

Sin embargo en estos finales del siglo XX, en comparación a sus inicios saltaba a la
vista una enorme diferencia. Se había ido acumulando desde la generación del 900
un creciente y multidimensional autoconocimiento de América Latina como conjunto.
Habían aparecido desde el dominicano Enriquez Ureña, historias de la cultura, de la
literatura y de las artes en una escala creciente. Lo mismo respecto de historias
económicas y sociales y urbanísticas del conjunto de América Latina. Se había
producido en el transcurso de varias décadas una firme revalorización del Barroco,
que cada vez más se fue comprendiendo como la base más específica de nuestro
“círculo histórico cultural latinoamericano”, más allá de las percepciones
esquemáticas de Rodó. Un hecho que no puede desconocerse es que la Iglesia
Católica en la segunda mitad del siglo XX adquiere un gran dinamismo por haber
asumido desde su propia lógica lo que tenía pendiente en la modernidad: lo mejor de
la Reforma Protestante y de la Ilustración Secular. Eso hizo el Concilio Vaticano II.
En las conferencias episcopales de Medellín (1968) y Puebla (1979) se solidariza
con la integración latinoamericana y la lucha contra el subdesarrollo, con su opción
preferencial por los pobres. Asume también por primera vez la autoconciencia de su
historia eclesial latinoamericana como conjunto.

El siglo XX “corto”, es decir hasta el fin de la época bipolar, con la caída de la URSS
en el 89, ha presenciado un crecimiento extraordinario del saber histórico
latinoamericano. Así es como desembocamos en los 90 en este nuevo tiempo de
Globalización y Mercosur, con la juventud universitaria ausente.

IV. Las propuestas

El Mercado Común, en su libre circulación de personas, debe ser preparado desde


el comienzo, con un desarrollo estratégico paulatinamente creciente. El Mercosur
alcanzará su plenitud en el horizonte que sus miembros hispanoamericanos se
“brasoleñicen” y el brasileño se “hispanoamericanice”.

Las propuestas son sencillas y a la vez ambiciosas, y toman en cuenta lo existencial


y cognoscitivo. Se entiende que la juventud universitaria en su conjunto no tiene
buena formación histórica. La historia en cada país, como generalidad, solo rige a
niveles Primario y Secundario. Luego está sobreentendido que la vida misma en su
país lo hará crecer históricamente. Pero este no es el mismo caso; aquí urge una
formación de la juventud a nivele universitarios, de modo generalizado, una
experiencia profunda de otro país miembro del Mercosur y una interacción
universitaria en las más diversas cuestiones.
1) Intercambiar estudiantes entre las varias “redes de universidades” que se
establezcan entre los países miembros. Puede extenderse a los de la Comunidad
Andina y aún a México, América Central y la Antillas. El horizonte principal es en
América del Sur, pero esto no excluye el interés en los lazos especiales con el
conjunto de América Latina.

Básicamente serían cursos anuales o semestrales en y dentro de la carrera que el


estudiante curse. Los estudiantes elegidos deben estar cercanos al término de su
carrera, de modo de asegurar el mejor rendimiento de tal política. Las materias se
validarán para cada carrera en cada país de origen del estudiante.

Se trata de la formación de elites más allá de su propio país, en los más diversos
campos y siempre abiertas al crecimiento más masivo posible. Se trata además de
una experiencia existencial, en la edad joven de las grandes amistades. Que de
todos los países miembros los estudiantes avanzados tengan una experiencia y
conocimiento importante de, al menos, un país asociado.

2) Proporcionar que en todas las Facultades de las Universidades se incorpore un


curso de “Historia Contemporánea” para que los estudiantes avanzados tengan la
mayor conciencia histórica de su actualidad global, con particular énfasis en América
Latina y desde el MERCOSUR. Puede ser de uno o dos semestres.

3) Propiciar “Congresos estudiantiles del Mercosur” dejando libres a las asociaciones


estudiantiles participantes los temarios y sus resultancias. Se trata de una política
“fermental” y no de imposición de ninguna línea política partidaria ni gubernamental.
Puede establecerse distintas periodizaciones y participaciones.

Estas tres propuestas pueden completarse por series de Seminarios con temas
específicos, compartidos por los países miembros. El iniciador podría ser un
Seminario sobre lo más relevante de las historias de conjunto de América Latina, en
sus aspectos económicos, políticos, urbanísticos, culturales, religiosos.

Todo es sencillo, pero exige una dinámica y perseverancia en una conducción


consensuada, sagaz y flexible.

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