Este documento contiene resúmenes de la Parashat Lej Leja de la Torá, la Haftarah correspondiente de Isaías, y una sección del HaTzofen HaMaljutí. La Torá describe las promesas de Dios a Abraham, su viaje a Canaán y Egipto, y la separación de Abraham y Lot. La Haftarah habla de la grandeza de Dios y Abraham y la promesa de protección a Israel. La sección del HaTzofen HaMaljutí trata sobre las reglas de interpretación del Shabat y la en
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Este documento contiene resúmenes de la Parashat Lej Leja de la Torá, la Haftarah correspondiente de Isaías, y una sección del HaTzofen HaMaljutí. La Torá describe las promesas de Dios a Abraham, su viaje a Canaán y Egipto, y la separación de Abraham y Lot. La Haftarah habla de la grandeza de Dios y Abraham y la promesa de protección a Israel. La sección del HaTzofen HaMaljutí trata sobre las reglas de interpretación del Shabat y la en
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Este documento contiene resúmenes de la Parashat Lej Leja de la Torá, la Haftarah correspondiente de Isaías, y una sección del HaTzofen HaMaljutí. La Torá describe las promesas de Dios a Abraham, su viaje a Canaán y Egipto, y la separación de Abraham y Lot. La Haftarah habla de la grandeza de Dios y Abraham y la promesa de protección a Israel. La sección del HaTzofen HaMaljutí trata sobre las reglas de interpretación del Shabat y la en
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PARASHAT LEJ LEJA (3)
Torah: Breshit 12:117:27
Haftarah: Yesayah 40:2741:16
Hazofen Hamaljutí: Yojanán Meir 3:14:20
Resumen de la Toráh:
A Avram le llegó el llamado Divino para que abandonara Jarán y se
encaminara a otra tierra que HaShem le indicaría. El Patriarca se dirigió a Canaán (Eretz Israel), llevando consigo a su esposa Sarai, su sobrino Lot, y todas sus posesiones. También llevó a los mucho seguidores a quienes él y Sarai habían logrado acercar a los caminos de HaShem y de Su Torah. Los viajeros llegaron a la tierra de Canaán y continuaron hasta la ciudad de Shjem, donde Di-s se le apareció a Avram en una visión y afirmó Su promesa de que algún día la tierra de Canaán pertenecería a sus descendientes. Avram construyó un mizbéaj (altar) en acción de gracias a HaShem por esas noticias felices. Una terrible hambruna desatada en Canaán, impulsó a Avram a permanecer temporalmente en Egipto. Temiendo que los egipcios se sintieran atraídos por la belleza de su esposa Sarai y lo asesinaran para apoderarse de ella , al acercarse a la tierra de Egipto le pidió que les dijera que era su hermana. Cuando arribaron a ese país la belleza de Sarai despertó gran admiración y fue llevada al palacio de Paró (faraón). De inmediato, Avram fue colmado de regalos de rebaños y sirvientes. Sin embargo, cuando Paró y su familia fueron castigados con misteriosas enfermedades, éste sintió que algo andaba mal. Supo que Sarai era, en realidad, esposa de Avram, y que su secuestro había causado este castigo. Paró pidió a Avram que abandonara Egipto junto con su familia y sus bienes, y Avram así lo hizo. Con su esposa y las nuevas posesiones que había obtenido regresó a la ciudad de Bet-El, en Canaán. Puesto que Avram y Lot se habían hecho muy ricos y dueños de grandes rebaños, no había suficientes pasturas para los ganados de ambos y surgieron disputas entre los pastores. Para evitar el conflicto, Avram sugirió que él y Lot se separaran y ofreció a su sobrino que eligiera primero la tierra en la cual quería asentarse. Lot eligió la planicie del Jordán, fértil y bien irrigada, y levantó sus tiendas hasta la ciudad de Sdom, de mala fama por la perversidad de sus habitantes. Avram se estableció en la llanuras de Mamre, cerca de Jevrón y nuevamente recibió la promesa de Di-s de que algún día sus descendientes poseerían esa tierra. En esa época, cinco gobernantes del sur de Canaán, incluyendo los reyes de Sedom y Amorá, se hallaban comprometidos en una revuelta contra Kedarlaomer, rey de Elam, a quien le habían pagado tributos durante doce años. Kedarlaomer buscó la ayuda de tres de los gobernantes vecinos. La revuelta se convirtió en una batalla en la que triunfaron Kedarlaomer y sus aliados. Estos obtuvieron un botín consistente en todas las posesiones de Sedom y Amorá. Además sometieron a cautiverio a gran parte del pueblo. Entre los cautivos se encontraba Lot. Al conocer la situación de su sobrino, Avram condujo a sus familiares y servidores, y presentó batalla contra las fuerzas victoriosas, las derrotó y rescató a Lot y sus posesiones, como así también al resto de los habitantes de Sedom y todos sus bienes. El rey Malki-Tzedek de esta ciudad salió a saludar a Avram luego de su victoria y le ofreció todas las posesiones que había rescatado de Kedarlaomer, como recompensa por haber liberado a los cautivos. Avram, empero, rehusó cualquier tipo de retribución por sus esfuerzos, excepto los diezmos que entregó al Cohén Malki-Tzedek. A pesar de toda su gran riqueza material, Avram se sentía triste por el hecho de no tener aún, un hijo y heredero. Entonces, HaShem, le indicó que mirara el cielo y contara las estrellas. “Ciertamente, no puedes contarlas”, dijo Di-s, “pues así de numerosos serán tus hijos”. Luego le hizo saber que lo había sacado de la tierra de Ur Casdim para entregarle esta tierra como posesión que heredarían sus descendientes. Avram preguntó: “¿Cómo sabré que poseo esta tierra?” Y HaShem selló, entonces, un pacto con él, conocido como Brit bein habetarim (pacto en las mitades). Di-s le informó luego que sus descendientes serían esclavizados temporalmente en tierra extraña, pero que saldrían de ella con gran riqueza. Como no tenía hijos, Sarai sugirió a Avram que tomara a su sierva Hagar como segunda esposa. Cuando Hagar advirtió que estaba encinta le perdió el respeto a Sarai. Esta se sintió muy molesta y se quejó a Avram. el patriarca devolvió a Sarai su autoridad sobre Hagar. Después, Sarai tuvo que lidiar duramente con la sierva, que terminó huyendo. Un ángel de HaShem apareció ante Hagar y le dijo que regresara, prometiéndole que el hijo que tendría, Ishmael, sería el fundador de una nación caracterizada por la violencia y el salvajismo. Cuando Avram llegó a la edad de noventa y nueve años HaShem renovó Su pacto con él y cambió Su nombre por el de Abraham, que significa “padre de una multitud de naciones”. Luego le ordenó que se circuncidara, junto con todos los demás varones de su casa. Desde entonces, todo niño varón judío que nace debe ser circuncidado a los ocho días de edad. Este ha sido el signo del pacto entre Di-s y Abraham y sus descendientes. HaShem dijo también a Abraham que a partir de entonces Sarai sería conocida como Sará, que significa “princesa”. Abraham cumplió prestamente la gran mitzvá del Brit milá (circuncisión) en Ishmael y todos los varones de su casa, y luego se circuncidóél mismo. Todo esto fue realizado por Abraham a la luz del día, sin importarle lo que los demás podrían decir o hacer, solamente cuidándose que no hubiera mujeres en el acto. Con este acto de obediencia a los preceptos del Eterno de forma inmediata, concluye la parashá de la semana.
Resumen de la Haftarah Lej Lejá:
La haftarah o lectura de los Profetas para esta semana contiene en esencia, una evaluación y reflexión de la peregrinación de Avraham a la tierra prometida y se conecta con nuestra Parashah semanal a través de la batalla milagrosa de Avraham contra cuatro reyes sobre los que salió victorioso con la ayuda del Eterno, salvando a Lot y su familia del secuestro a que había sido sometido.
El profeta Isaías presenta la queja de Israel: “Mi
camino (el servicio a Dios) ha sido ignorado por YHWH y he quedado sin paga por mi Dios”. Ante esa queja, el profeta nos recuerda la grandeza de nuestro Creador afirmando que vendrá un tiempo cuando el dará al cansado fuerzas advirtiendo que aquellos que ponen su confianza en el Eterno, se renovarán como las águilas, correrán y no se cansarán”. El profeta nos recuerda entonces la grandeza de Avraham y cómo después de llegar a Kenaán, pudo desafiar y vencer a reyes poderosos anunciándose entonces que “las islas desaparecerán y la tierra será removida” a pesar de la dureza de corazón de las naciones que ante todas esas señales de la indignación de Dios, continuarán su camino y no abandonarán sus ídolos.
No obstante, el Eterno promete a Israel un premio por
su lealtad a Dios: “No temas porque Yo estoy contigo, no desmayes porque Yo soy tu Dios…” Israel siempre debe recordar que nuestro Hacedor, el Creador del cielo y la tierra está detrás de todos los eventos que sacudan el mundo guiando la historia hacia un final feliz y por tanto, Su pueblo nunca será abandonado a su suerte ni dejado olvidado en el camino. En esta Haftarah el Eterno hace una extraordinaria declaración: “Todos los que te vituperen serán avergonzados y los que tu mal buscan, serán confundidos, los que se levanten contra ti serán como nada y desaparecerán”. Así ha sido durante toda la historia. Todo imperio que se ha levantado contra Israel, ha quedado en el camino. Y los que en nuestros días lo intenten, sabrán que lo hacen contra el que sostiene a Israel: HaShem de los ejércitos es Su Nombre.
Resumen del HaTzofen HaMaljutí por Lej Lejá
En relación con nuestro Código Real, la sección para este Shabat nos presenta al Ríbi estableciendo ciertas reglas de interpretación del Shabat que son válidas para nosotros, especialmente lo que tiene que ver con el orden de prioridades en relación con la importancia de la vida de cada ser humano y las restricciones halájicas para las fiestas bíblicas, especialmente el Shabat. El hombre tiene prioridad sobre el Shabat, no el Shabat sobre el hombre, consecuentemente donde quiera que la vida del hombre esté en peligro, toma precedencia sobre las leyes que rigen el Shabat. El Ríbi, legislando siempre con el principio de la misericordia, se vuelve un imán que atrae cada vez más y más hijos de Israel a la Toráh.
La narrativa continua y nos informa también cómo la
sola presencia del Maestro hacía milagros y además nos introduce a la gran sección de la elección de aquellos que estarían con él para aprender su doctrina y luego ser enviados como sus representantes oficiales. El Maestro también nos enseña acerca del peligro de blasfemar contra la clara manifestación de la Divinidad en el ejercicio de aquellos Milagros proféticos que tenían lugar mientras realizaba su avodá al Eterno. En esta sección aprendemos también cómo el Maestro demanda obediencia total a la Toráh, según aplique a cada uno y concluye con las enseñanzas magistrales que realiza sobre su tema favorito y único: el Reino de Dios. Da un ejemplo del mismo tomado del mundo natural y luego en privado, explica a sus talmidim su significado preciso, dejándonos así joyas extraordinarias acerca del tema central de su servicio a su Dios.