Ensayo 2
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Ensayo 2
NEUROSIS:
Una perspectiva basada en la obra de Wilhelm Reich y
Alexander Lowen
N
uestro cuerpo es la morada de nuestro ser, en este sentido; la propiedad material mas va
liosa que tenemos; es la topografía corporal el lugar donde experimentamos sensaciones, emociones y sentimientos. Por
ello, en cada parte de nuestro cuerpo se encuentra la historia de nuestra vida, pero eso no es todo, existe un vínculo entre
nuestro pasado y la vida presente. Por eso resulta interesante saber que somos esta totalidad, pues ello nos ayuda a comprender
mejor nuestra misión y lección que venimos a cumplir en el aquí y ahora. Ahora bien, identifico en Wilhelm Reich y
Alexander Lowen, dos perspectivas clarificadoras, esto, en cuanto al origen, formación de las neurosis y su tratamiento, de
cuyos temas me ocuparé a continuación. Estas perspectivas constituyen en mi opinión, una rica fuente de conocimientos que
bien vale la pena rescatar, pues a través de ellos se abre un importante camino, en el vasto y complejo campo de la salud
mental.
Wilhelm Reich describe al carácter como un proceso de formación de corazas en el nivel del ego; estructura que
tiene por función proteger a éste de los peligros externos e internos. Los internos son los inaceptables; los externos son las
huellas de los castigos impuestos por los padres u otras figuras de autoridad a esos impulsos NATURALES. Ahora bien, la
represión a la respuesta natural que es dada fundamentalmente, durante el proceso de la resolución edípica; etapa que es
considerada por muchos como la fase por la que atraviesa el individuo para conformar su carácter. La represión relega de
la conciencia consciente hacia las profundidades del inconsciente todo recuerdo elaborado por la fase edípica, pero que la
despierta cuando el individuo hace contacto con una vivencia que logra resignificarle aquella experiencia del pasado.
Dicho de otra manera, la coraza caracterológica se forma como resultado del conflicto entre dos tipos de
conciencia: la natural y la cultural, esto es, entre las necesidades naturales del niño y las exigencias de la cultura que actúan
a través de los padres. Éstos, en tanto representantes del sistema, tienen la responsabilidad de transmitir a sus hijos los
valores culturales, exigiendo al niño actitudes y comportamientos que le permitan adaptarse a la familia y mas aún, a la
matriz social. El niño se resiste a estas exigencias, porque conducen a la domesticación de su naturaleza instintiva. No
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Es el responsable clínico del Centro de Rehabilitación de adicciones: Jesús Sana mi Adicción A.C.,
Trabaja como Psicólogo en la Dirección de Prevención Social, del H. Ayuntamiento de Guadalajara,
y es egresado de la licenciatura en Psicología (U de G) y de la maestría en Psicoterapia Gestalt (INTEGRO)
Estructura a la que Wilhelm Reich, denomina coraza caracterológica.
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obstante, debe ser “domado” para que pueda ser aceptado por un sistema social alienante, altamente destructivo y generador
de personalidades divididas. Este proceso de adaptación del niño a la cultura es lo quiebra su espíritu, haciéndolo desarrollar
un sentimiento de temor a la vida, en donde el carácter tiene la función de protegerlo.
La coraza caracterológica es una estructura de defensa personal contra la fragmentación de la persona; el niño por
su condición natural despliega sus necesidades de una forma distinta a la cultura, pero como dichas expresiones son
intoleradas por contravenir al estatus quo de un sistema social dominante que busca reproducirse a través del control; utiliza
a la institución familiar para que a ultranza eduque a sus miembros acorde a las exigencias de una elite dominante. Se puede
suponer que la familia en aras de no ser marginada dice: haré con mis hijos lo que ustedes quieran y ellos serán lo que
ustedes deseen, pero no los quebranten; sin embargo esta institución no se da cuenta, que con su sometimiento hace posible
la reproducción de un sistema social represivo, que trae como consecuencia individuos robotizados y enajenados; por ende
insatisfechos y fragmentados, aunado a una perdida de contacto con su ser mas íntimo; el SER ESPIRITUAL.
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Esta no es la clase de poder que necesita una persona, porque no es un poder real, sino un poder que se usa para
controlar a otras personas, este tipo de poder es el que está en relación con el objeto y el punto de referencia interno que es
el EGO. Si no se tiene miedo, no se necesita controlar, tampoco se necesita esforzar por tener este tipo de poder sobre otros.
Esa es un auto imagen, una mascara social; quien incurre a este artificio es por que necesita de aprobación externa, quiere
control, quiere poder por que vive con el miedo.
La naturaleza primaria del ser humano es tendiente a la apertura de la vida y al amor, pero que en aras de atender
las exigencias socioculturales de quienes detentan el poder, para así acceder a los beneficios del sistema social dominante; el
individuo desatiende sus necesidades instintivas. Lo que lo convierte en un ser poco sensible y rígido. Para Reich, no se
trataba de funcionar de manera adecuada en la cultura, sino que el individuo se pudiera entregar con plenitud al sexo y al
trabajo. Esta capacidad permite experimentar satisfacción plena en la vida, pero en la medida en que carece de ella, será un
neurótico; cuyo estado de salud se visualizará a través de signos de perturbación en su respuesta orgásmica. Reich declaró
que la neurosis tenía su origen en la familia patriarcal autoritaria, espacio donde según él, se suprime la sexualidad. No
aceptó que el hombre estuviera ligado a la infelicidad. Creía que un sistema social que niega al individuo la satisfacción plena
de sus necesidades instintivas era un sistema enfermo que debía ser cambiado.
Siguiendo la línea del pensamiento de Reich; Alexander Lowen logra estructurar una interesante propuesta; la
Bioenergética, cuyo propósito es ayudar al individuo a recuperarse de manera conjunta con su cuerpo y a gozar en el mayor
grado posible la vida corporal. La cual siendo un derecho natural, se restringe involuntariamente en una cultura que niega
los valores corporales en aras del poder y del prestigio social; donde se limita de considerable manera la sexualidad, que es
una de las funciones básicas del cuerpo. Si la persona limita su sentir, bloquea la vida de su cuerpo y con ello obstaculiza su
expresión, por ende disminuye su capacidad de vivir.
La Bioenergética tiene como propósito fundamental, ayudar al individuo a recobrar toda la potencialidad de su Ser.
Lowen propone que para liberarse del miedo que nos paraliza y debilita; es el remplazar el hacer, por el ser. Para Lowen la
única parte donde nos podemos expresar es con y a través de nuestro cuerpo y, este como unidad funcional debe establecer un
vinculo entre la mente y sus procesos psicológicos, el cuerpo y sus procesos físicos y, además, comprende las funciones más
fundamentales como el de la respiración, el movimiento, los sentimientos y la expresión de sí mismo. El sujeto que no respira
profundamente reduce la vida de su cuerpo; la mayoría de sus funciones corporales se torna deficiente trayendo como
consecuencia una disminución energética. Lo que da como resultado una menor percepción de conciencia, expresión
restringida de sí mismo, reducido dominio del proceso natural del cual depende nuestro cuerpo para su bienestar.
Muchas de las personas que acuden a psicoterapia es por que en un momento de su vida se sienten insatisfechas por su
incapacidad de vivir plenamente en su cuerpo o con su cuerpo, lo que les provoca síntomas dolorosos que los lleva a
invalidar una importante parte de su propio Ser.
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Al no estar identificados con nuestro cuerpo; de hecho, lo hemos traicionado, todas nuestras dificultades personales
derivan de esta traición, Lo tratamos como una máquina, como una cosa. No como una unidad viviente en el que se incluye
el cuerpo, la mente y el espíritu; vivir plenamente la vida del cuerpo es vivirse en la afluencia del ser mental, espiritual y
anímico. Si fallamos en estos aspectos de nuestro ser, es que no estamos plenamente en nuestro cuerpo o con nuestro cuerpo,
el cual se quiebra o estropea y nos conlleva a tener problemas. También es evidente que la mayor parte de los individuos,
son inconscientes de las dificultades y trabas corporales en que trabajan, que ya se han convertido para ellos en una segunda
naturaleza, o mas propiamente dicho; coraza o mascara social. Y constituyen en parte, su modo habitual de ser en el mundo.
De hecho, la mayor parte de la gente pasa por la vida con un presupuesto limitado de energías y sentimientos.
El objeto de esta terapéutica es ayudar al hombre abrir su corazón a la vida y al amor. A reconquistar su naturaleza
primaria, que es la expansión de la conciencia y con ella llegar al Ser; el cual a través de nuestra inconsciencia en el sentir le
condicionamos la libertad, el estado de gracia y la calidad de la hermosura. La libertad, gracia y belleza son los atributos de
todo organismo. La primera consiste en la ausencia de trabas internas a la expansión de los sentimientos; la gracia es la
expresión de ésta expansión, y la belleza es la manifestación de la armonía interior que engendra dicha expansión. Son
valores que denotan y evidencian un cuerpo sano y, por tanto, una mente también sana. Por ello es preciso entender y
trabajar sobre estas defensas para lograr nuestra meta. La bioenergética es la aventura del descubrimiento de sí mismo, del
propio Ser. Se diferencia de otras exploraciones análogas por el campo del yo, porque trata de entender la personalidad
humana en función del cuerpo. Las tensiones musculares crónicas en distintos lugares del cuerpo constituyen la presión que
impide la libre expresión del espíritu del individuo.
Bibliografía
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2. Frankl, Viktor E. El hombre en busca de sentido. Edit. Herder. España, 2001.
3. Freud, Sigmund. Obras completas. Edit. Helade. España, 2001. (disco compacto)
4. Fromm, Erich. El arte de amar. Edit. Paidos. México, 1983.
5. Lowen, Alexander. Bioenergética. Edit. Diana. México, 1997.
6. Lowen, Alexander. El gozo. La entrega al cuerpo y a los sentimientos. Edit. Naciente. Argentina, 1994.
7. Lowen, Alexander. Miedo a la vida. Edit. Lasser Press. México, 1982.
8. Perls, Frits. Yo Hambre y agresión: Los comienzos de la terapia gestáltica. Edit. Fondo de cultura Económica, México, 1975.
9. Ramírez, Agustín. Psique y soma: terapia bioenergética. Edit. UIA. México. 1995, p. 33.
10. Reich, Wilhelm. La función del orgasmo. Edit. Paidos. México, 1992.