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Ensayo Ateismo

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Sin la doctrina de Dios

A lo largo de la historia, el pensamiento humano se ha cuestionado fuertemente la realidad del


mundo, el hombre y Dios. Conforme al deseo natural del hombre por el conocimiento, en más de
una oportunidad se ha llegado a conclusiones que afirman la no existencia de Dios, en un plano
meramente racional, ya que lograr una hipótesis comprobable es meramente imposible. La
metafísica Aristotélica podría explicar esa forma de comprensión, no solo dándole una mera
categoría de la existencia de Dios, sino dando un salto mayor, en pocas palabras podemos entender
fehacientemente los antiguos textos del libro del éxodo, en donde Dios se le revela a Moisés
haciendo referencia de sí mismo como “el que es”, dicho de otro modo, Él es el SER por el cual se
origina la existencia misma.
Claramente este tipo de explicación no satisface el deseo del conocimiento mismo, por lo que de
forma sostenida se mantiene la afirmación, en muchos casos agnóstica de su no existencia. Ante tal
paradigma las cuestionantes por parte del ateísmo se abren en diferentes aspectos.
Concepto de ateísmo
Este concepto ha tenido diversas formas de comprensión, la más sencilla es la que logramos obtener
desde su etimología griega que une las palabras: “a” privativa (sin) y “theos”, dios.
Se encuentran dos tipos de ateísmos, el positivo y negativo en cuanto a la división de la naturaleza:
El ateísmo negativo: “se define como la postura de negación de lo divino. Se niega la existencia de
los dioses, es el termino ateo desde una perspectiva estrictamente etimológica, la partícula de
negación y la palabra theos”1.
El ateísmo positivo: “trata de argumentar a favor de la inexistencia. No solo niega la existencia
divina, sino que además trata de defender la imposibilidad de la existencia. Este tipo de ateísmo es
el que se ha desarrollado en la modernidad y ha llegado a nuestros días con mayor vigencia. Aquella
izquierda hegeliana lo pondrá en práctica para afirmar la necesidad de dejar la religión a un lado. En
una segunda división referida al contexto, las posturas ateas pueden ser estrictas o amplias” 2.
El ateísmo amplio: “es aquel que niega cualquier tipo de divinidad sea del contexto que fuere. Un
ateo amplio sería aquella persona que negaría tanto la existencia del Dios monoteísta omnipotente y
omnisciente así como la existencia de los dioses hindúes o aztecas, es decir, niega la existencia de
lo divino independientemente de qué naturaleza divina se desarrolle” 3.
El ateísmo estricto: “niega ciertas naturalezas divinas. Es aquí donde se desarrolla el concepto de
“religiones ateas”. Un ejemplo: un budista de la tradición Theravada es un ateo en un contexto
católico, ya que niega la existencia de un Dios omnipotente y omnisciente, sin embargo, a su vez no
podría ser ateo amplio ya que cree en un desarrollo espiritual y en el alcance del Nirvana, una
posición espiritual ulterior”4.
Ateísmo sistemático: Niega toda dependencia del hombre respecto de Dios. Quien defiende este
tipo de ateísmo, afirman que el hombre es el fin de sí, el que crea su propia historia. La Gaudium et
Spes afirma que:
“este ateísmo pretende que la religión, por su propia naturaleza, es un obstáculo para esta
liberación porque, al orientar el espíritu humano hacia una vida futura ilusoria, apartaría al
1
SONEIRA MARTÍNEZ, Ramón. 2018. “Límites históricos del Ateísmo: increencia en la Grecia Antigua”. Panta
Rei, Revista Digital de Ciencia y Didáctica de la Historia. Volumen 1. Pag. 35.
2
Ibíd. p. 35
3
Ibíd. P. 35
4
Ibíd. p. 35
hombre del esfuerzo por levantar la ciudad temporal. Por eso, cuando los defensores de esta
doctrina logran alcanzar el dominio político del Estado, atacan violentamente a la religión,
difundiendo el ateísmo, sobre todo en materia educativa, con el uso de todos los medios de
presión que tiene a su alcance el poder público” 5.
Estas definiciones nos ayudan como una importante base para comprender las posturas del
pensamiento ateo, como podemos ver a simple vista hay diferencias conforme al enfoque, cultura,
contexto de interpretación, entre otros. A continuación, veremos algunos autores que han influido
fuertemente en el desarrollo del ateísmo en la historia.
Breve Historia del ateísmo
La historia del ateísmo es muy antigua y se podría unir a la historia del pensamiento mismo. En
todas las edades se puede ha encontrado autores, filósofos, pensadores, científicos, que no han
necesitado ni tenido en cuenta a Dios, producto de la poca necesidad del musmo para el desarrollo
de su pensamiento. En la India y China se dieron nacimiento a gigantescos sistemas ateos. El
materialismo de la antigüedad clásica halló su expresión especialmente en los atomistas: Demócrito
(“Creemos que hay color, creemos que hay dulce, creemos que hay amargo, pero en realidad hay
átomos y un vacío.”), Epicuro (“La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la
muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.”) y Lucrecio (alumno de Epicuro).
La incredulidad del siglo XVIII puso sus semillas en los enciclopedistas franceses: De la Mettrie,
D'Holbach, Diderot, Lalande, y se incorporó en el Système de la Nature que Voltaire llamó la Biblia
del ateísmo.
Carl Marx postula en su tesis: “La filosofía no oculta esto (toma postura). La profesión de fe de
Prometeo: “En una palabra, ¡Yo odio a todos los dioses!, es la suya propia, su propio juicio contra
todas las deidades celestiales y terrestres que no reconocen a la autoconciencia humana como la
divinidad suprema”6. Este ateísmo es de tinte humanista y debe ser relacionado con el pensamiento
de Feuerbach y Hegel. Marx concluye que la religión, el concepto dios aliena la conciencia de la
gente impidiendo su libertad siendo este un invento de capitalismo para dominar.
Nietzsche entiende que Dios solo existe en la conciencia de los creyentes, pero esto los aliena,
impide al hombre crecer. De alguna forma este filósofo intenta explicar cómo esta idea ha ganado
terreno en la mente del hombre. En definitiva, este autor intenta rechazar todo lo que pretenda
imponerse al hombre en su conciencia.
Un autor de carácter existencialista como lo es Sartre afirma la no existencia de Dios partiendo de la
moral, afirmando que es el hombre quien crea los valores y posteriormente los aplica al hombre, no
es en sí Dios, entendiendo así que es inútil creer en un Dios trascendente. Algunas de sus propuestas
son:
- “La creación es imposible porque supondría que lo creado sufre la acción de Dios, antes
incluso de existir, lo que obviamente es contradictorio.
- Antes de que el mundo existiera, pura subjetividad, no habría podido concebir un mundo
objetivo, y mucho menos quererlo y crearlo.
- Si el mundo no ha sido creado por Dios, no es posible remontarse a Dios a partir del
mundo.
- La creación continua no es posible, ya que la criatura es en sí misma nada, elimina la
consistencia propia del mundo y la trascendencia de Dios” 7.
5
CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Gaudium et Spes, N°20
6
PACOMIO, L. ARDUSSO, FR. FERRETTI, G. GHIBERTI, G. MOIOLI, G. MOSSO, D. PIANA, G. SERENTHÁ, L. 2003. Diccionario
Teológico interdisciplinar, cuarta edición, Salamanca, España, Ediciones Sígueme. Pag. 503
7
Ibíd. p. 506
Sartre cree que se ha inventado a Dios para que no todo esté permitido y haya leyes.
Freud es considerado como uno de los maestros de la sospecha, que consideraba a la religión como
una especie de neurosis colectiva, que va relacionada con el complejo del niño con el progenitor del
sexo opuesto, que va acompañado de sentimientos inconscientes de culpabilidad. La religión es para
Freud como:
“sentimiento, nacen como compensación de muchos deseos frustrados por la vida social, y
cuyas ventajas reconoce por otra parte; pero, dado que tales ventajas no compensan
totalmente los sacrificios soportados, la libido, o búsqueda de placer lleva al hombre a
trasferir la satisfacción de sus propias aspiraciones a una vida inmortal concedida por la
benevolencia de un padre celestial”8.
Freud propone en pocas palabras la resolución de la no existencia y de Dios e invento de la religión
como una conducta reflejo de una necesidad meramente psicoanalítica. Reduciendo toda la libertad
del hombre a la introyectado por el súper yo.
En el siglo XIX el antiguo materialismo se fortaleció por la alianza, por un lado, con el avance de la
teoría científica y por otro con la inquietud social, encontrando expresión el ateísmo en una serie de
grandes sistemas: positivismo, secularismo, pesimismo y socialismo.
Hombres tan distintos en todos los aspectos como Feuerbach, Strauss, Flourens, Czolbe, Duehring,
Vogt, Buechner, Moleschott, Mailänder, Haeckel o Nietzsche, se han unido en una proclamación
común de ateísmo dogmático y probablemente en ningún período desde la aparición del
cristianismo ha sido el ateísmo positivo proclamado con más confianza o aceptado más
ampliamente.
En definitiva, a lo largo de la historia el pensamiento ateo se ha ido nutriendo de diferentes
vertientes y corrientes de pensamiento sembrando en muchos la idea de Dios solo como un
concepto creado por necesidad.
Formas y raíces del ateísmo
Afirma Gaudium Et Spes en el capítulo uno sobre la dignidad de la persona humana en el número
diecinueve de sus apartados que el hombre tiene una natural y a la vez especial unión con Dios, la
cual lo invita al dialogo con Él. Esta comunicación se expresa por la gracia que otorga el creador a
su creatura, elevándolo a su vez a la condición de Hijo por el bautismo. Pero muchos en este
tiempo, con diversos argumentos postulan la desunión y negación de Dios de forma íntima y vital.
La palabra ateísmo designa realidades diversas. Por un lado, niegan a Dios expresamente y otros
afirman que nada se puede decir acerca de Dios. Hay quienes en el estudio de la teología llegan por
un análisis metodológico vacío a decir que es prácticamente inútil plantear la existencia de Dios.
Hay quienes, por el análisis basado en el puro estudio científico de la materia, producto del
pensamiento positivista y relativista, rechazan toda posibilidad de una verdad absoluta.
La iglesia reconoce en su documento gaudium et spes que producto del descuido de la enseñanza de
la fe se ha producido el avance y crecimiento del ateísmo que impera en nuestro tiempo:
“en esta génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que,
con el descuido de la educación religiosa, o con la exposición inadecuada de la doctrina, o incluso
con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado más bien que revelado el genuino
rostro de Dios y de la religión”9.

8
Ibíd., p. 507
9
CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Gaudium et Spes, N°19
Afirmaciones del pensamiento ateo contemporáneo: ¿venimos de la no existencia? Vivimos y
vamos a la no existencia
En un primer lugar, existe la cuestionante de que si ¿venimos de la no existencia? Vivimos y vamos
a la no existencia, es decir el sentido de la vida es disfrutar y “vivir el momento”. Ante tal tesis, el
papa Benedicto VXI dio un paso muy interesante conforme al lugar que ocupa la razón dentro del
conjunto del universo, es decir, una de las preguntas que podemos hacernos es de donde viene todo
lo que vemos y conocemos. Al hacernos esta pregunta podemos pensar que solo hablamos de la
materia, a lo que podemos respondernos que la materia de la que estamos echa es cósmica.
“Dios, en efecto, no es absurdo, sino que es misterio. El misterio, a su vez, no es irracional,
sino sobreabundancia de sentido, de significado, de verdad. Si, contemplando el misterio, la
razón ve oscuridad, no es porque en el misterio no haya luz, sino más bien porque hay
demasiada. Es como cuando los ojos del hombre se dirigen directamente al sol para mirarlo:
sólo ven tinieblas; pero ¿quién diría que el sol no es luminoso, es más, la fuente de la luz?
La fe permite contemplar el «sol», a Dios, porque es acogida de su revelación en la historia
y, por decirlo así, recibe verdaderamente toda la luminosidad del misterio de Dios,
reconociendo el gran milagro: Dios se ha acercado al hombre, se ha ofrecido a su
conocimiento, condescendiendo con el límite creatural de su razón. Al mismo tiempo, Dios,
con su gracia, ilumina la razón, le abre horizontes nuevos, inconmensurables e infinitos. Por
esto la fe constituye un estímulo a buscar siempre, a nunca detenerse y a no aquietarse
jamás en el descubrimiento inexhausto de la verdad y de la realidad. Es falso el prejuicio de
ciertos pensadores modernos según los cuales la razón humana estaría como bloqueada por
los dogmas de la fe”10.
Hay una cuestionante más radical y es que se descubre por un lugar, el logos de la materia es
independiente de la materia, y ha de considerarse anterior a la materia. Se pueden estudiar las cuatro
leyes de la materia (gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil), pero no tiene
sentido hablar de la materia anterior al logos, porque no tenemos una materia sin leyes, en cambio si
cabe pensar en un logos sin materia.
Luego hay que cuestionarse si realmente venimos de la no existencia, por con esa afirmación
podemos decir que antes de nacer, no existíamos. El ateo que afirma esto quiere eliminar el hecho
de que no existía una razón para que existiéramos antes de la materia. Es interesante saber que hay
un logos que antecede a la materia en el universo, que da un propósito a la vida, al entender que el
logos antecede a la materia no se puede afirmar sin más que no hay un propósito para la existencia
del hombre. Para afirmar eso, es necesario conocer el logos que es superior a la materia y que es
pensable independientemente de la mataría, algo que verdaderamente es imposible.
La afirmación atea contemporánea de “vamos a la no existencia”, queda de alguna forma refutada
por Santo Tomás de Aquino y varios filósofos:
“Es necesario afirmar que el principio de la operación intelectual, llamado alma humana, es
incorpóreo y subsistente. Es evidente que el hombre por el entendimiento puede conocer las
naturalezas de todos los cuerpos. Para conocer una clase de cosas es necesario que en la
propia naturaleza no esté contenida ninguna de esas cosas que se va a conocer, pues todo
aquello que estuviese contenido naturalmente impediría el conocimiento. Ejemplo: La
lengua de un enfermo, biliosa y amarga, no percibe lo dulce, ya que todo le parece amargo.
Así, pues, si el principio intelectual contuviera la naturaleza de algo corpóreo, no podría
conocer todos los cuerpos. Todo cuerpo tiene una naturaleza determinada. Así, pues, es
imposible que el principio intelectual sea cuerpo.

10
BENEDICTO XVI, Audiencia General, Sala Pablo VI, miércoles 21 de noviembre de 2012.
De manera similar, es imposible que entienda a través del órgano corporal, porque también
la naturaleza de aquel órgano le impediría el conocimiento de todo lo corpóreo. Ejemplo: Si
un determinado color está no sólo en la pupila, sino también en un vaso de cristal, todo el
líquido que contenga se verá del mismo color.
Así, pues, el mismo principio intelectual, llamado mente o entendimiento, tiene una
operación por sí, independiente del cuerpo. Y nada obra por sí si no es subsistente. Pues no
obra más que el ser en acto; por lo mismo, algo obra tal como es. Así, no decimos que
calienta el calor, sino lo caliente.
Hay que concluir, por tanto, que el alma humana, llamada entendimiento o mente, es algo
incorpóreo y subsistente”11.
si descubro que hay un logos superior a la materia, y descubro que ese logos existe en mí, porque la
destrucción de la materia, tiene que implicar la destrucción de todo lo que soy. Esto es plateado en
la inmortalidad del alma. Por qué si en el hombre hay operaciones superiores a la materia, no deben
desaparecer con el fin de la materia.
Todo esto genera confusión, la raíz de esto versa en que se confunde la inteligencia con solucionar
problemas y procesar datos. La inteligencia más bien es una aproximación al ser y a la verdad que
es independiente a la verdad. Ahí tenemos como resultado un conocimiento superior. Para lograr
afirmaciones con sustentos, que en sí no son contradictorias.
“El hombre: Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con
su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se
interroga sobre la existencia de Dios. En todo esto se perciben signos de su alma espiritual.
La "semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreductible a la sola materia" (GS 18,1; cf.
14,2), su alma, no puede tener origen más que en Dios12.
En conclusión, este pequeño ensayo nos ayuda comprender ampliamente la concepción del ateísmo
en nuestro tiempo ya a lo largo de la historia, de forma general en sus diferentes vertientes. Por otra
parte, como respuesta de la iglesia, la Gaudium et Spes afirma que todo pensamiento ateo es
contrario a la razón y privan al hombre de su grandeza. También concluye en este apartado sobre el
ateísmo, si quiere ser una postulación necesita un profundo examen.
El reconocimiento de Dios no se opone a la dignidad humana, es más Dios hace al hombre
inteligente y por lo tanto libre. Es más Dios llama al hombre a la búsqueda honesta y humilde de la
verdad. Aun así, la iglesia asume una falta de evangelización y catequesis por la que estos
pensamientos ateos han tomado fuerza. Finalmente se invita a que todos, creyentes o no creyentes
trabajen en la edificación de este mundo dirigiendo iniciativas en favor de los hombres que
comparten una causa común en este mundo.

11
SUMA TEOLÓGICA L.1 q.75 a2.
12
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA N° 33

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