Ensayo Ateismo
Ensayo Ateismo
Ensayo Ateismo
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Ibíd., p. 507
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CONCILIO VATICANO II, Constitución Dogmática Gaudium et Spes, N°19
Afirmaciones del pensamiento ateo contemporáneo: ¿venimos de la no existencia? Vivimos y
vamos a la no existencia
En un primer lugar, existe la cuestionante de que si ¿venimos de la no existencia? Vivimos y vamos
a la no existencia, es decir el sentido de la vida es disfrutar y “vivir el momento”. Ante tal tesis, el
papa Benedicto VXI dio un paso muy interesante conforme al lugar que ocupa la razón dentro del
conjunto del universo, es decir, una de las preguntas que podemos hacernos es de donde viene todo
lo que vemos y conocemos. Al hacernos esta pregunta podemos pensar que solo hablamos de la
materia, a lo que podemos respondernos que la materia de la que estamos echa es cósmica.
“Dios, en efecto, no es absurdo, sino que es misterio. El misterio, a su vez, no es irracional,
sino sobreabundancia de sentido, de significado, de verdad. Si, contemplando el misterio, la
razón ve oscuridad, no es porque en el misterio no haya luz, sino más bien porque hay
demasiada. Es como cuando los ojos del hombre se dirigen directamente al sol para mirarlo:
sólo ven tinieblas; pero ¿quién diría que el sol no es luminoso, es más, la fuente de la luz?
La fe permite contemplar el «sol», a Dios, porque es acogida de su revelación en la historia
y, por decirlo así, recibe verdaderamente toda la luminosidad del misterio de Dios,
reconociendo el gran milagro: Dios se ha acercado al hombre, se ha ofrecido a su
conocimiento, condescendiendo con el límite creatural de su razón. Al mismo tiempo, Dios,
con su gracia, ilumina la razón, le abre horizontes nuevos, inconmensurables e infinitos. Por
esto la fe constituye un estímulo a buscar siempre, a nunca detenerse y a no aquietarse
jamás en el descubrimiento inexhausto de la verdad y de la realidad. Es falso el prejuicio de
ciertos pensadores modernos según los cuales la razón humana estaría como bloqueada por
los dogmas de la fe”10.
Hay una cuestionante más radical y es que se descubre por un lugar, el logos de la materia es
independiente de la materia, y ha de considerarse anterior a la materia. Se pueden estudiar las cuatro
leyes de la materia (gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil), pero no tiene
sentido hablar de la materia anterior al logos, porque no tenemos una materia sin leyes, en cambio si
cabe pensar en un logos sin materia.
Luego hay que cuestionarse si realmente venimos de la no existencia, por con esa afirmación
podemos decir que antes de nacer, no existíamos. El ateo que afirma esto quiere eliminar el hecho
de que no existía una razón para que existiéramos antes de la materia. Es interesante saber que hay
un logos que antecede a la materia en el universo, que da un propósito a la vida, al entender que el
logos antecede a la materia no se puede afirmar sin más que no hay un propósito para la existencia
del hombre. Para afirmar eso, es necesario conocer el logos que es superior a la materia y que es
pensable independientemente de la mataría, algo que verdaderamente es imposible.
La afirmación atea contemporánea de “vamos a la no existencia”, queda de alguna forma refutada
por Santo Tomás de Aquino y varios filósofos:
“Es necesario afirmar que el principio de la operación intelectual, llamado alma humana, es
incorpóreo y subsistente. Es evidente que el hombre por el entendimiento puede conocer las
naturalezas de todos los cuerpos. Para conocer una clase de cosas es necesario que en la
propia naturaleza no esté contenida ninguna de esas cosas que se va a conocer, pues todo
aquello que estuviese contenido naturalmente impediría el conocimiento. Ejemplo: La
lengua de un enfermo, biliosa y amarga, no percibe lo dulce, ya que todo le parece amargo.
Así, pues, si el principio intelectual contuviera la naturaleza de algo corpóreo, no podría
conocer todos los cuerpos. Todo cuerpo tiene una naturaleza determinada. Así, pues, es
imposible que el principio intelectual sea cuerpo.
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BENEDICTO XVI, Audiencia General, Sala Pablo VI, miércoles 21 de noviembre de 2012.
De manera similar, es imposible que entienda a través del órgano corporal, porque también
la naturaleza de aquel órgano le impediría el conocimiento de todo lo corpóreo. Ejemplo: Si
un determinado color está no sólo en la pupila, sino también en un vaso de cristal, todo el
líquido que contenga se verá del mismo color.
Así, pues, el mismo principio intelectual, llamado mente o entendimiento, tiene una
operación por sí, independiente del cuerpo. Y nada obra por sí si no es subsistente. Pues no
obra más que el ser en acto; por lo mismo, algo obra tal como es. Así, no decimos que
calienta el calor, sino lo caliente.
Hay que concluir, por tanto, que el alma humana, llamada entendimiento o mente, es algo
incorpóreo y subsistente”11.
si descubro que hay un logos superior a la materia, y descubro que ese logos existe en mí, porque la
destrucción de la materia, tiene que implicar la destrucción de todo lo que soy. Esto es plateado en
la inmortalidad del alma. Por qué si en el hombre hay operaciones superiores a la materia, no deben
desaparecer con el fin de la materia.
Todo esto genera confusión, la raíz de esto versa en que se confunde la inteligencia con solucionar
problemas y procesar datos. La inteligencia más bien es una aproximación al ser y a la verdad que
es independiente a la verdad. Ahí tenemos como resultado un conocimiento superior. Para lograr
afirmaciones con sustentos, que en sí no son contradictorias.
“El hombre: Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con
su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se
interroga sobre la existencia de Dios. En todo esto se perciben signos de su alma espiritual.
La "semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreductible a la sola materia" (GS 18,1; cf.
14,2), su alma, no puede tener origen más que en Dios12.
En conclusión, este pequeño ensayo nos ayuda comprender ampliamente la concepción del ateísmo
en nuestro tiempo ya a lo largo de la historia, de forma general en sus diferentes vertientes. Por otra
parte, como respuesta de la iglesia, la Gaudium et Spes afirma que todo pensamiento ateo es
contrario a la razón y privan al hombre de su grandeza. También concluye en este apartado sobre el
ateísmo, si quiere ser una postulación necesita un profundo examen.
El reconocimiento de Dios no se opone a la dignidad humana, es más Dios hace al hombre
inteligente y por lo tanto libre. Es más Dios llama al hombre a la búsqueda honesta y humilde de la
verdad. Aun así, la iglesia asume una falta de evangelización y catequesis por la que estos
pensamientos ateos han tomado fuerza. Finalmente se invita a que todos, creyentes o no creyentes
trabajen en la edificación de este mundo dirigiendo iniciativas en favor de los hombres que
comparten una causa común en este mundo.
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SUMA TEOLÓGICA L.1 q.75 a2.
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CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA N° 33