Librodefensa
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El presente artículo se refiere a una supuesta omisión en el Libro de la Defensa Nacional de Chile al no considerar la
mantención y desarrollo de la democracia como objetivo nacional permanente. Esta deficiencia no sería coherente con
el Artículo Cuarto de la Constitución Política que define a Chile como una República democrática como tampoco con
ciertos tratados internacionales que comprometen al país al mantenimiento y promoción del régimen político
democrático. Se hace una digresión para presentar el concepto de democracia moderna de acuerdo a la visión de
cuatro autores de reconocida influencia en el ámbito académico y político contemporáneo. En base al estudio del texto
del Libro de la Defensa Nacional en lo relativo a los objetivos nacionales permanentes, al análisis del Artículo 4º de la
Constitución Política y al estudio del Acuerdo de Asociación, Libre Comercio y Cooperación entre la Unión Europea y
Chile, el autor concluye que la mantención y el desarrollo de un régimen político democrático debe ser incluido y
explicitado en el Libro de la Defensa como un objetivo nacional permanente.
Libro de Defensa
El Libro de la Defensa Nacional de Chile (2002) consagra una serie de objetivos nacionales
permanentes que son definidos como las grandes metas que la experiencia histórica, el acervo
cultural, la idiosincrasia del pueblo, su nivel de desarrollo y sus potencialidades permiten
suponer fundadamente que constituyen aspiraciones de las grandes mayorías nacionales. A
estos objetivos se les considera como permanentes, puesto que dan coherencia y orientan la
actividad global del Estado y le garantizan al país su plena independencia e identidad en el seno
de la comunidad de naciones (p.22).
Entre los múltiples objetivos, se dan algunos de carácter económico como es “el logro y
mantención de un desarrollo económico alto, sostenido y sustentable”, como asimismo otro de
carácter social como “el logro de un desarrollo social acorde con el desarrollo económico, sobre
la base de la capacidad individual e iguales oportunidades para todos” (p.23).
Nuestra hipótesis sostiene que, en virtud de las normas constitucionales vigentes y en base a
ciertos tratados internacionales que Chile ha suscrito en orden a comprometerse con el
mantenimiento y perfeccionamiento de la democracia como régimen político, este aspecto
1
Ingeniero APN. Tiene estudios de licenciatura y post-grado en Economía en Dinamarca y en Chile. Magíster en Ciencia
Política de la Universidad de Chile. Master of Arts en Estudios Políticos Europeos de la Universidad de Heidelberg.
Diplomado en Estudios Políticos y Estratégicos y Magíster en Seguridad y Defensa en la Academia Nacional de
Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE). Autor de más de 40 artículos y monografías sobre temas de ciencia política.
Co-autor del libro El asalto al Mont-Pelerin: una crónica politológica (1998). Editor y co-autor del libro Estudios Políticos
Europeos: hechos, tendencias y desafíos de la nueva Europa (2004). Autor del libro El Futuro Democrático de Bolivia.
LOM (2007).
debiera explicitarse en el Libro de la Defensa Nacional de Chile como objetivo nacional
permanente.
El presente trabajo se justifica por la relevancia que el desarrollo político del país tiene en el
mundo globalizado actual. El concepto de Estado moderno está íntimamente ligado al régimen
político democrático, sin el cual ningún progreso económico ni social basado en el intercambio
se hace sostenible en el tiempo. Por esta razón nos permitimos incluir la visión acerca del
concepto de democracia de cuatro autores de gran influencia en el último medio siglo.
El concepto de democracia
Según el politólogo Giovanni Sartori (1987) cuando hablamos de democracia nos referimos a la
democracia liberal. En ella hay contenido tres aspectos: un principio de legitimidad, un sistema
político y un ideal. Como principio de legitimidad, la democracia deriva del demos, y se expresa
como un consenso verificado, no presunto, mediante elecciones libres y recurrentes. Pero si
bien la titularidad del poder la posee el pueblo, el ejercicio del poder queda en manos de los
representantes. Como sistema político nuestras democracias son necesariamente
representativas, aun cuando se añadan algunas instituciones de democracia directa como el
referéndum o los plebiscitos. La democracia también es un ideal, algo por alcanzar, por lo tanto
en constante perfeccionamiento (p.27-29).
Para respaldar y dar solidez a lo que Dahl llama el “Principio Fuerte de la Igualdad”, él une el
primer supuesto de valor intrínseco con un segundo supuesto, que ha sido la piedra angular de
la creencia democrática: “ninguna persona está mejor capacitada que uno mismo para juzgar
su propio bien o intereses, o para actuar para lograrlos” (p.22).
Una vez establecida la condición de igualdad que cada miembro posee dentro de una sociedad,
Dahl (1999) define algunos criterios mínimos que deben cumplirse. La democracia debe ofrecer
oportunidades para: la participación efectiva, la igualdad de voto, para alcanzar una
comprensión ilustrada de lo que está en juego, para ejercitar el control final sobre la agenda y
además debe ser inclusiva de todos los ciudadanos adultos.
1. Libertad de asociación
2. Libertad de expresión
3. Libertad de voto
4. Elegibilidad para el servicio público
5. Derecho de los líderes políticos a competir por el voto
6. Diversidad de fuentes de información
7. Elecciones libres e imparciales
8. Instituciones que garanticen que la política del gobierno dependa de los votos y demás
formas de expresar las preferencias (p.15)
Objetivos permanentes
El Libro de la Defensa Nacional plantea en su capítulo primero, los principios básicos del Estado
de Chile. La publicación inicia este capítulo haciendo mención a la Constitución de 1980 y a las
Bases de la Institucionalidad en ella estipuladas, indicando que se trata de un conjunto de
principios o directrices globales que orientan y fundamentan el orden jurídico interno de nuestro
país. Estos principios son también reconocidos por otras naciones que comparten las premisas
del régimen democrático en cuanto al respeto de la persona humana y sus derechos. De tales
principios y, especialmente, de la dignidad e igualdad inherente a todas las personas, se
deducen objetivos socio-económicos prioritarios del país que incluyen la cohesión e integración
social de la nación y la superación de la pobreza.
Más adelante el Libro de la Defensa Nacional (2002) indica que “Chile es una República
democrática, tal como se establece en el Artículo 4º de la Constitución Política” (p.21).
El Libro de la Defensa Nacional menciona 10 Objetivos Nacionales Permanentes, definidos como
metas que, en virtud de la experiencia histórica de la nación, el acervo cultural, la idiosincrasia
de su pueblo, su nivel de desarrollo y sus potencialidades, permiten suponer fundadamente que
constituyen aspiraciones de las grandes mayorías nacionales. Entre estos objetivos señalaremos
dos de ellos:
Se ha argumentado que durante el debate que se realizó a mediados de los años 90 acerca de
los objetivos nacionales permanentes a la democracia se la consideró como un medio para
lograr los objetivos y no como un objetivo en sí.
Esto equivale a afirmar que un régimen no democrático sería aceptable en tanto permita
alcanzar los objetivos nacionales económicos y sociales señalados. También podemos contra-
argumentar sosteniendo que los objetivos nacionales de desarrollo económico y social también
son medios para lograr el bien común, como asimismo cualquiera de los otros objetivos
nacionales permanentes. Como bien sostiene Giovanni Sartori, la democracia es, además de
una forma de legitimación, un ideal por alcanzar, por lo tanto constituye una meta deseable
para las grandes mayorías. Por su parte, Samuel Huntington sostiene que la democracia,
definida desde su perspectiva institucional, es un régimen que fácilmente se distingue de otros
regímenes que no lo son. La antigua discusión acerca de los apellidos de este régimen, de
acuerdo a este autor, llegó a su fin y actualmente hay consenso en aceptar a la democracia
liberal como el mejor régimen político conocido o, si se quiere, como el menos malo.
Concordamos con esta apreciación.
La Constitución
TLC con la UE
Tal es la importancia que se le da a estas materias que incluso el preámbulo ha sido dedicado,
en parte, a representar el espíritu que motiva el acuerdo. Se estipula en el Preámbulo:
“Considerando los tradicionales vínculos entre las Partes y con especial referencia a: - su pleno
compromiso de respeto a los principios democráticos o a los derechos humanos fundamentales
establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas; y su
adhesión a los principios del Estado de Derecho y del Buen Gobierno” (CE/CL/ES3)
También son mencionadas en el cuerpo del Tratado: Título I Artículo 1º: 1. El respeto a los
principios democráticos y a los derechos fundamentales, tal como se enuncian en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y al principio del Estado de
Derecho inspira las políticas internas e internacionales de las Partes y constituye un elemento
esencial del presente Acuerdo (CE/CL/ES6)
En la Parte III, Artículo 16, se declara: Las Partes establecerán una estrecha cooperación
destinada, entre otros aspectos, a:
Conclusiones
En nuestro marco teórico hemos incluido una corta descripción acerca de la democracia, de
acuerdo a las visiones de cuatro autores consagrados: Giovanni Sartori, Samuel Huntington,
Joseph Schumpeter y Robert Dahl quienes presentan a la democracia liberal como el régimen
político más consensuado y por lo tanto, el que de mejor manera otorga sustentación y
legitimación a nuestro sistema institucional actual.
El Acuerdo de Asociación, Libre Comercio y Cooperación entre la Unión Europea y Chile firmado
en Noviembre del 2002, compromete en varios de sus artículos a ambas partes a sostener y
promover el régimen democrático y el Estado de Derecho.