Investigacion
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La tasa interna de retorno o rentabilidad, TIR, es una medida que permite determinar si una
inversión será rentable en función de su desembolso inicial y de su rendimiento total. También se
utiliza para comparar diferentes inversiones y proyectos, así como períodos de tiempo y tipos de
interés. Para muchos autores, es la tasa de descuento o tipo de interés, que hace que el valor
actual neto (VAN) o valor presente neto (VPN), de todos los flujos de caja sea igual a cero.
En pocas palabras, la tasa interna de retorno, es el porcentaje de ganancia o pérdida que tendrá
una inversión, es decir, su rentabilidad. Su cálculo indica cuál sería el rendimiento anual de una
inversión si se compusiera continuamente a una tasa específica.
De tal manera qué, la TIR, es una herramienta valiosa para tomar decisiones sobre inversiones.
Pero es importante entender cómo funciona y saber interpretarla, antes de utilizarla. Cuanto más
alta sea la TIR, mejor parecerá una inversión.
Sin embargo, el uso de este método tiene algunos inconvenientes, como el hecho de no tomar en
cuenta la inflación o los impuestos, lo que podría cambiar significativamente sus resultados.
Aunque parezca todo lo contrario, el cálculo de la tasa interna de retorno, es en realidad algo
sencillo, si entiendes cómo funciona. Para empezar, podemos decir que el resultado de este
cálculo, viene expresado en forma porcentual (%). Para calcular la TIR, se debe restar el valor
inicial (costo) del valor final (venta o retorno de la inversión) de la operación, dividirlo entre el
valor inicial y multiplicar el resultado por 100.
Como ya hemos dicho anteriormente, la tasa interna de retorno TIR, presenta algunos
inconvenientes que pueden poner en tela de juicio sus resultados. Debemos recordar, que este
método, no toma en cuenta la inflación o los impuestos, por ejemplo. De igual manera, tampoco
tiene en cuenta el calendario de los flujos de caja, por lo que, en algunos casos, puede dar
resultados engañosos.
La tasa interna de retorno, es algo que debe entenderse bien para tomar buenas decisiones
financieras. Básicamente, sus resultados se pueden interpretar de forma simple, a mayor TIR, se
estima mayor rentabilidad en el proyecto de inversión. Viéndolo de una forma más específica,
tenemos que:
Si la TIR, es mayor o igual a la tasa de interés o coste de oportunidad, se puede asumir que el
proyecto será rentable, por lo que se aceptará. En el caso contrario (si es menor), se considera que
la rentabilidad del proyecto, está por debajo del mínimo, por lo que no es viable.
Un ejemplo muy sencillo del cálculo de la tasa interna de retorno, lo podemos tener al invertir en
un inmueble con miras a su posterior venta. Así pues, si lo compramos por un valor de 100.000
euros, y lo vamos a vender en un año por valor de 130.000 euros. El cálculo de la TIR sería:
Lo que nos arrojaría un resultado de 30% de TIR. Es decir, que esta inversión, no arrojaría una
rentabilidad del 30% en un año.
Concepto
Siendo:
Criterio de selección
Según el índice de rentabilidad son efectuables aquellas inversiones que tengan un valor
superior a la unidad, ya que en caso contrario los cobros generados actualizados son inferiores a
los pagos.
Si se quiere elegir entre varias inversiones son preferibles las que tengan un índice de
rentabilidad más elevado.
Inconvenientes
Al actualizar los flujos de caja, se está asumiendo que los mismos se reinvierten hasta el
período “n” al mismo tipo de interés “k” que se utiliza para su actualización. Si se
utiliza un tipo de reinversión diferente “s” con el que se capitalizan los flujos de caja
hasta “n”, y posteriormente se actualiza el importe obtenido hasta el momento actual, al
tipo “k”, se obtiene la siguiente expresión:
Puede comprobarse que esta expresión solo coincide con el índice de rentabilidad cuando el
tipo de reinversión “s” es igual al de descuento “k”.
Ejemplo:
Una empresa puede realizar dos proyectos inversión de los que se conocen los siguientes datos:
La inversión “X” requiere un desembolso inicial de 140 millones de euros, generando unos
flujos de caja anuales (también en millones de euros) de 30 en el primer año, 56 en el segundo
y 150 en el tercero. Por su parte, la inversión “Y” también requiere un desembolso inicial de
140 millones de euros, pero genera unos flujos de caja anuales (en millones de euros) de 40 en
el primer año, 50 en el segundo y 135 en el tercero. Si la rentabilidad que exige la empresa a
sus inversiones es del 12 %, se pide determinar, en función del índice de rentabilidad, si las
inversiones son efectuables y cual de las dos es preferible.
Solución:
Por tanto, ambas inversiones son efectuables ya que generan más de un euro (actualizado) por
cada euro invertido. Concretamente la inversión “X” genera 1,27 euros y la “Y” 1,22. En
cuanto a la elección entre ambas inversiones es preferible la “X”, ya que genera más euros por
cada unidad monetaria invertida.
Recuerde que...