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Tema 2

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TEMA 2: LA COMPETENCIA

1. La competencia penal: caracteres. 2. Órganos jurisdiccionales del Orden jurisdiccional


penal. 3. Competencia objetiva y funcional. 4. Competencia territorial. 5. Tratamiento
procesal de la competencia. 6. La conexión.

1. LA COMPETENCIA PENAL. SUS CARACTERES ESPECIALES

El concepto de competencia penal no difiere de la noción de competencia que se estudió en el


manual relativo al proceso civil. Se trata de un concepto unívoco que rige para los distintos
órdenes jurisdiccionales, de manera que no sufre alteración alguna en función del orden
jurisdiccional (civil, penal, contencioso-administrativo y social).

El término competencia alude al conjunto de asuntos sobre los que un órgano jurisdiccional
puede ejercer la potestad jurisdiccional. Su fundamento reside, dado el alto índice de
litigiosidad que existe en la actualidad, en la pluralidad de órganos jurisdiccionales radicados a
lo largo de todo el territorio nacional. Se precisa, por consiguiente, la existencia de unos
criterios competenciales que permitan determinar a qué Juzgado o Tribunal, de entre todos los
existentes, le corresponde la tramitación y resolución del pleito.

La competencia penal constituye un presupuesto procesal del órgano jurisdiccional. Adviértase


que ya el propio artículo 1 LECrim dispone que no se impondrá pena alguna, sino de
conformidad con las disposiciones contenidas en la ley y en virtud de sentencia dictada por
Juez competente.

A su vez, se ha de señalar que posee unas características particulares que son consecuencia de
la naturaleza pública del delito. En concreto, la ordenación de la competencia penal se
encuentra presidida por las siguientes notas:

1.1. Imperatividad o indisponibilidad de las normas de competencia

El artículo 8 LECrim dispone que la jurisdicción criminal es siempre improrrogable. De esta


manera, se establece la indisponibilidad de la competencia penal. Debe advertirse que en este
orden jurisdiccional la competencia viene establecida por la ley de manera imperativa en sus
tres acepciones objetiva, funcional o territorial, debiendo el órgano judicial examinar de oficio
su competencia.

Así pues, en materia de competencia territorial penal no caben los fueros convencionales que
operan en el proceso civil, esto es, las sumisiones tácitas y expresas, no pudiendo las partes
someter la tramitación del pleito a un lugar distinto del establecido en la LECrim.
Precisamente, tales sumisiones resultan aplicables al proceso civil como consecuencia de la
naturaleza, aunque cada vez con mayores limitaciones, dispositiva de las normas de
competencia territorial (artículo 54 LEC).

1.2. Dualidad de órganos jurisdiccionales

El modelo del proceso penal vigente comprende con carácter general, con excepción del juicio
por delitos leves, dos fases perfectamente diferenciadas que son atribuidas a órganos
jurisdiccionales distintos: la fase de instrucción (sumario o diligencias previas) y la de juicio
oral. Ello provoca que en el ámbito penal haya que diferenciar entre los órganos
jurisdiccionales que se encargan de tramitar la fase de instrucción y los órganos que se

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conocen el enjuiciamiento y la resolución del pleito. Se trata de una manifestación de la
competencia funcional que será analizada con detalle en la presente lección.

1.3. Existencia de una pluralidad de órganos jurisdiccionales encargados de la primera


instancia (competencia objetiva)

La determinación del órgano que ha de conocer del proceso en primera instancia, esto es, la
competencia objetiva, constituye una tarea que resulta más complicada en el ámbito del
proceso penal. Ello se debe a la diversidad de órganos que conocen la primera instancia. En la
fijación de este criterio competencial se habrá de tener en cuenta la cualidad de las personas
investigadas, la clase de delito y la gravedad de la pena.

2. ÓRGANOS JURISDICCIONALES INTEGRANTES DEL ORDEN JURISDICCIONAL PENAL

Integran el orden jurisdiccional penal los siguientes órganos jurisdiccionales: (MERO


ESQUEMA)

 Juzgados de Instrucción.
 Juzgados de Violencia sobre la Mujer.
 Juzgados de lo Penal.
 Juzgados de Menores.
 Juzgados Centrales de Instrucción.
 Juzgado Central de lo Penal.
 Juzgado Central del Menores.
 Juzgados de Vigilancia Penitenciaria.
 Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria.
 Audiencias Provinciales.
 Tribunales Superiores de Justicia. Concretamente, la Sala de lo Civil y Penal.
 Audiencia Nacional. Particularmente, la Sala de lo Penal.
 Tribunal Supremo. Sala Segunda.

3. COMPETENCIA OBJETIVA Y FUNCIONAL

En la individualización del órgano judicial competente operan, como se ha comentado, tres


criterios competenciales, esto es, la competencia objetiva, funcional y territorial.

Dejando al margen de momento la competencia territorial, se puede definir que la


competencia objetiva determina el órgano jurisdiccional que debe resolver el proceso en
primera instancia. Por su parte, la competencia funcional establece qué órgano jurisdiccional
ha de conocer del proceso a lo largo de sus distintas fases procesales.

Se ha de señalar que en el proceso civil la competencia objetiva y funcional coinciden, habida


cuenta de que el órgano llamado a conocer de la primera instancia entiende con carácter
general de toda la tramitación del proceso, resuelve incidentes y su competencia se extiende
incluso hasta la fase de ejecución.

Sin embargo, como ya se ha puesto de manifiesto, en el proceso penal una de las principales
manifestaciones de la competencia funcional consiste en distribuir los cometidos de la
instrucción y la decisión del pleito, encomendándolas a órganos distintos.

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3.1. Criterios de atribución de la competencia objetiva

La competencia objetiva se determina en virtud de dos criterios:

1) Criterio cualitativo

El criterio cualitativo atiende a la cualidad de la persona investigada (ratione personae), esto


es, si se trata de un aforado. En este supuesto, el enjuiciamiento se reserva a un tribunal
concreto: el Tribunal Supremo o los Tribunales Superiores de Justicia. Tales tribunales son en
grado superiores al que correspondería según las reglas generales de competencia.

En este contexto, interesa poner de manifiesto que el aforamiento no se establece como un


beneficio o un privilegio, sino que se articula al objeto de garantizar la libertad e
independencia en el ejercicio de determinados cargos y empleos públicos. Cuestión distinta es
el desmedido número de personas aforadas que existen en España.

En defecto de persona aforada, se atiende en la determinación del órgano competente a la


clase de delito que se ha de enjuiciar (ratione materiae). Particularmente, se deberá estimar si
se trata de un delito cuyo enjuiciamiento corresponde a órganos judiciales concretos, como la
Audiencia Nacional o el Tribunal de Jurado.

2) Criterio cuantitativo

Este criterio, que opera exclusivamente en defecto del criterio cualitativo, atiende a la
gravedad de la pena a imponer y a la naturaleza de la misma, esto es, si es privativa de libertad
o de otro carácter o naturaleza.

3.2. Competencia objetiva y funcional de cada órgano jurisdiccional

Por razones pedagógicas se procede a analizar de manera conjunta la competencia objetiva y


funcional de los órganos judiciales penales.

1) JUZGADOS DE INSTRUCCIÓN

En ocasiones, operan como Juzgados de Primera Instancia e Instrucción.

Corresponde a los Juzgados de Instrucción, según se desprende del artículo 87 LOPJ, conocer:

1. La instrucción de las causas por delito cuyo conocimiento venga atribuido a los Juzgados
de lo Penal, a las Audiencias Provinciales o al Tribunal del Jurado, salvo que sean
competencia de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer.
2. El enjuiciamiento y fallo de los procesos por delitos leves, salvo que sean competencia de
los Juzgados de Violencia sobre la Mujer.
3. Las sentencias dictadas de conformidad con la acusación prestada por el investigado en los
casos del art. 801 LECrim.
4. Los procesos por aceptación de decreto.
5. Los procedimientos de “habeas corpus”.
6. La emisión y la ejecución de los instrumentos de reconocimiento mutuo de resoluciones
penales en la Unión Europea que les atribuya la ley. Así, por ejemplo, la adopción de
medidas de aseguramiento de pruebas, embargos...
7. La autorización del internamiento de extranjeros en los centros de internamiento.

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2) JUZGADOS DE VIOLENCIA SOBRE LA MUJER

Los Juzgados de Violencia sobre la mujer se encuentran regulados en los artículos 14.5 LECrim
y 87 ter LOPJ. Sus competencias con carácter general son las siguientes:

1. Conoce de la instrucción de los delitos de violencia de género, como, por ejemplo,


homicidio, aborto, lesiones, lesiones al feto, delitos contra la libertad, delitos contra la
integridad moral, contra la libertad e indemnidad sexuales... cometidos contra la esposa,
contra quien ha mantenido o esté manteniendo una relación análoga, aún sin convivencia,
descendientes, menores o personas con capacidad modificada judicialmente.
2. Adopción de las órdenes de protección a las víctimas.
3. Conocimiento y fallo de delitos leves que se atribuya por ley.
4. Dictar sentencias de conformidad con la acusación.
5. Se le atribuye el conocimiento de determinadas materias del orden jurisdiccional civil,
tales como las que versen sobre filiación, maternidad y paternidad; nulidad del
matrimonio, separación y divorcio; los que versen sobre relaciones paterno filiales; tengan
por objeto la adopción o modificación de medidas de trascendencia familiar, guarda y
custodia de hijos e hijas menores o sobre alimentos reclamados por un progenitor contra
el otro... siempre que concurran de manera simultánea los siguientes requisitos:
 Que se hayan iniciado ante el Juez de Violencia sobre la Mujer actuaciones penales como
consecuencia de un acto de violencia sobre la mujer o se haya adoptado una orden de
protección.
 Que se trate de un proceso civil que tenga por objeto algunas de las materias que se han
avanzado.
 Que alguna de las partes del proceso civil sea víctima de los actos de violencia de género.
 Que alguna de las partes del proceso civil sea imputado como autor, inductor o
cooperador necesario en la realización de actos de violencia de género.

3) JUZGADOS DE LO PENAL

La competencia de los Juzgados de lo Penal se encuentra regulada en el artículo 14.3 LECrim y


89 bis LOPJ. Sus competencias más fundamentales son:

1. El enjuiciamiento de aquellos delitos menos graves, es decir, aquellos cuya pena privativa
de libertad no sea superior a 5 años.
2. Delitos castigados con penas de naturaleza distinta a las privativas de libertad, siempre
que su duración no exceda de 10 años, bien sean únicas, conjuntas o alternativas.
Constituyen penas de naturaleza distinta a las penas privativas de libertad las
inhabilitaciones especiales, la suspensión de empleo o cargo público, la privación del
derecho de conducir vehículos de motor y ciclomotores, la privación del derecho a la
tenencia de armas, multas...
3. Delitos leves, sean o no incidentales, imputables a los autores de estos delitos o a otras
personas, cuando la comisión del delito leve o su prueba estuviesen relacionadas con los
delitos menos graves.
4. La ejecución de las sentencias dictadas en causas por delito por los Juzgados de
Instrucción.
5. El reconocimiento y ejecución de las resoluciones que impongan sanciones pecuniarias
transmitidas por las autoridades competentes de otros Estados miembros de la Unión
Europea cuando las mismas deban cumplirse en territorio español y los procedimientos de
decomiso autónomo por los delitos para cuyo conocimiento sean competentes.

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4) JUZGADOS DE MENORES

La competencia de los Juzgados de Menores se encuentra prevista en el artículo 2 de la Ley


Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la Responsabilidad Penal de Menores. Sus
competencias básicas son las siguientes:

1. Conoce de los delitos y delitos leves contemplados en el Código Penal y en las leyes
especiales cometidos por menores de edad, esto es, mayores de 14 años y menores de 18.
2. Asimismo, serán competentes para resolver sobre las responsabilidades civiles derivadas
de estos hechos.

5) JUZGADOS CENTRALES DE INSTRUCCIÓN

La competencia de los Juzgados Centrales de instrucción se encuentra establecida en el Art. 88


LOPJ. Básicamente conocen:

1. La instrucción de las causas penales cuyo enjuiciamiento corresponde a la Sala de lo Penal


de la Audiencia Nacional o a Juzgados Centrales de lo Penal.
2. Tramitan los expedientes de ejecución de las órdenes europeas de detención y entrega.
3. Los procedimientos de extradición pasiva.
4. Ejecución de resoluciones penales de la Unión Europea que le atribuya la ley.

6) JUZGADO CENTRAL DE LO PENAL

La competencia del Juzgado Central de lo Penal se encuentra regulada en los artículos 65 y 89


bis 3 LOPJ. Según estos preceptos se ha de señalar que:

1. Su competencia es la misma que la que corresponde a los Juzgados de lo Penal, pero


siempre en el marco de aquellos delitos cuya competencia corresponde a la Audiencia
Nacional.
2. Le corresponde la ejecución de las sentencias dictadas en causas por delito por los
Juzgados Centrales de Instrucción y los procedimientos de decomiso autónomo por los
delitos para cuyo conocimiento sean competentes.
3. Finalmente entenderá de la ejecución de los instrumentos de reconocimiento mutuo de
resoluciones penales en la Unión Europea que les atribuya la ley.

7) JUZGADO CENTRAL DE MENORES

Según lo dispuesto en el artículo 2.4 de la LORPM, corresponde al Juzgado Central de Menores


de la Audiencia Nacional el conocimiento de:

1. Los delitos previstos en los artículos 571 a 580 del Código Penal.
2. Los delitos cometidos por menores en el extranjero cuando corresponda su conocimiento
a la jurisdicción española.

8) JUZGADOS DE VIGILANCIA PENITENCIARIA

De conformidad con lo establecido en el artículo 94.1 LOPJ y en la normativa específica


corresponden a los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria:

1. La ejecución de penas privativas de libertad y medidas de seguridad.


2. La emisión y ejecución de los instrumentos de reconocimiento mutuo de resoluciones
penales en la Unión Europea que les atribuya la ley.

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3. El control jurisdiccional de la potestad disciplinaria de las autoridades penitenciarias.
4. El amparo de los derechos y beneficios de los internos en los establecimientos
penitenciarios.

9) AUDIENCIAS PROVINCIALES

La competencia de las Audiencias Provinciales viene contemplada en el artículo 82 LOPJ y 14.4


LECrim. En virtud de lo regulado en estos preceptos conocen:

1. De las causas por delitos graves, de manera que conocen los delitos que lleven aparejada
una pena privativa de libertad superior a 5 años o pena de otra naturaleza superiores a 10
años, siempre que no estén atribuidos a otro tribunal superior.
2. Los recursos de apelación frente a las sentencias dictadas por los Juzgados de Instrucción
en materia de delitos leves, Juzgados de lo Penal, Juzgados de Vigilancia Penitenciaria,
Juzgados de Violencia sobre la Mujer y Juzgados de Menores radicados en la provincia.

10) TRIBUNAL DEL JURADO

La competencia del Tribunal del Jurado se encuentra establecida en el artículo 1 de la Ley


Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado. En este sentido, conocen de los
delitos contra personas, delitos cometidos por los funcionarios en el ejercicio de sus cargos,
delitos contra el honor, la libertad y seguridad. Así, por citar algún ejemplo, conoce de delitos
como el homicidio, amenazas, omisión del deber de socorro, allanamiento de morada,
infidelidad en la custodia de documentos públicos, cohecho...

11) AUDIENCIA NACIONAL

Las competencias de la Audiencia Nacional se encuentran establecidas en el artículo 65 LOPJ.


Entre ellas, destacan:

1. El enjuiciamiento y fallo de ciertos delitos siempre que no sean competencia de los


Juzgados Centrales de lo Penal. En este ámbito, la competencia de la Audiencia Nacional se
determina en virtud de reglas especiales de competencia. Así conoce de los siguientes
delitos:
 Delitos contra el titular de la Corona, su consorte, su sucesor, altos organismos de la
Nación y forma de Gobierno.
 Falsificación de moneda y fabricación de tarjetas de crédito y débito falsas y cheques de
viajero falsos, siempre que sean cometidos por organizaciones o grupos criminales.
 Defraudaciones y maquinaciones para alterar el precio de las cosas que produzcan grave
repercusión en la seguridad del tráfico mercantil o en la economía nacional.
 Tráfico de drogas o estupefacientes, fraudes alimentarios y de sustancias farmacéuticas o
medicinales cometidos por bandas o grupos organizados y produzcan efectos en lugares
pertenecientes a distintas Audiencias.
 Delitos cometidos fuera del territorio nacional cuando su enjuiciamiento corresponda a los
Tribunales españoles.
2. Recursos de apelación frente a sentencias dictadas por los Juzgados Centrales de lo Penal.
Igualmente, conoce de los recursos contra las resoluciones de los Juzgados Centrales de
Instrucción, del Juzgado Central de Menores y de los Juzgados Centrales de Vigilancia
Penitenciaria.
3. La Sala de apelación de la Audiencia Nacional conoce los recursos de apelación articulados
contra las sentencias dictadas por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

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4. Proceso de extradición pasiva en su fase de decisión .
5. De los procedimientos penales iniciados en el extranjero, de la ejecución de las sentencias
dictadas por Tribunales extranjeros o del cumplimiento de pena de prisión impuesta por
Tribunales extranjeros, cuando corresponda a España la continuación del procedimiento,
la ejecución de una sentencia penal extranjera o el cumplimiento de la pena.
6. Los delitos de terrorismo , en virtud de la disposición transitoria de la Ley Orgánica 4/1988,
de 25 de mayo.

12) SALA DE LO CIVIL Y LO PENAL DE LOS TRIBUNALES SUPERIORES DE JUSTICIA

De conformidad con lo establecido en el artículo 73.3 LOPJ corresponde a las Salas de lo Civil y
de lo Penal de los Tribunales Superiores de Justicia:

1. El conocimiento de las causas penales que los Estatutos de Autonomía reservan al


conocimiento de los Tribunales Superiores de Justicia. Así, por ejemplo, delitos cometidos
por el presidente del Gobierno autonómico, miembros del Consejo de Gobierno,
parlamentarios autonómicos... en el ejercicio de sus cargos en el ámbito de la Comunidad
Autónoma teniendo presente que se habrá de atender a lo contemplado en sus
respectivos Estatutos de Autonomía.
2. La instrucción y fallo de aquellas causas penales dirigidas contra jueces, magistrados y
miembros de la carrera fiscal por delitos y faltas cometidos en el ejercicio de su cargo en el
ámbito de la Comunidad Autónoma, siempre que no sean competencia del Tribunal
Supremo.
3. Recursos de apelación frente a sentencias dictadas por el Tribunal del Jurado y por las
Audiencias Provinciales.

13) SALA SEGUNDA DEL TRIBUNAL SUPREMO (NO IMP)

Las competencias del Tribunal Supremo en el orden jurisdiccional penal se encuentran


reguladas en el artículo 57 LOPJ y comprende las siguientes materias:

1. Recurso de casación penal.


2. Instrucción y fallo de las causas penales dirigidas frente a las altas autoridades de la nación
por hechos cometidos en el ejercicio de sus cargos, tales como el Presidente del Gobierno,
el Presidente del Congreso y del Senado, Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo
General del Poder Judicial, Presidente del Tribunal Constitucional, miembros del Gobierno,
Diputados y Senadores...
3. Instrucción y fallo de las causas penales dirigidas contra Magistrados de la Audiencia
Nacional o de un Tribunal Superior de Justicia por hechos cometidos en el ejercicio de sus
funciones.
4. Instrucción y fallo de las causas penales dirigidas contra miembros de la Familia Real, en
virtud del artículo 55 bis LOPJ.

4. COMPETENCIA TERRITORIAL

4.1. El forum commissi delicti

En el proceso penal, a diferencia del proceso civil, la competencia territorial es indisponible.


Este criterio de competencia viene determinado en virtud de reglas imperativas, circunstancia
esta que impide que las partes puedan acordar el lugar de tramitación del proceso. No resultan

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aplicables, por consiguiente, los fueros convencionales, esto es, las sumisiones tácitas y
expresa.

En este sentido, el artículo 14 LECrim consagra el lugar de comisión del delito como el único
fuero determinante de la competencia territorial.

No obstante, la regla anterior contempla una serie de excepciones que operan en supuestos
puntuales. Así sucede en el caso de los aforamientos, que operan, como se ha comentado, en
el ámbito del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores de Justicia. Igualmente, existen
reglas especiales de competencia en cuya virtud se atribuye el conocimiento de determinados
delitos a la Audiencia Nacional. En tales supuestos resulta muy difícil aplicar el fuero del lugar
de comisión del delito. Adviértase que el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional radican en
Madrid y extienden sus competencias a todo el territorio nacional. Por su parte, los Tribunales
Superiores de Justicia extienden su jurisdicción al territorio de la Comunidad Autónoma.

También se ha de señalar otra excepción que establece el artículo 15 bis LECrim, ya que recoge
la competencia para conocer los actos de violencia de género del domicilio de la víctima, sin
perjuicio del Juez del lugar de comisión de los hechos pueda adoptar la orden de protección o
medidas urgentes.

Finalmente, se ha de poner de manifiesto que en ocasiones es difícil de determinar el lugar de


comisión del delito y que no existe en este ámbito un precepto legal que se haya establecido
con el objeto de individualizarlo en cada caso. A pesar de lo anterior, se ha de poner de
manifiesto que a este efecto tradicionalmente se han elaborado tres tipos de teorías:

 La teoría de la actividad, que establece que el delito se comete en el lugar donde se


exteriorice la voluntad delictiva.
 La teoría del resultado, en cuya virtud el delito se comete en el lugar donde se consuma el
delito.
 La teoría de la ubicuidad que señala que el delito se comete tanto en el lugar donde se
realiza la actividad, cuanto donde se produce el resultado.

De entre ellas, la teoría que ha acogido como regla general el Tribunal Supremo es la teoría del
resultado [Por citar algún ejemplo vid. Auto del TS —Sala Segunda— 10 de septiembre de 2004
(Tol 506994); 11 de noviembre de 1998 (Tol 457881)]. Si bien, se ha de poner de manifiesto
que, en lo que respecta a la individualización del lugar de consumación del delito, el Tribunal
Supremo ha tenido que venir matizando dicho lugar caso por caso.

4.2. Los fueros subsidiarios

En el supuesto de que se desconozca el lugar de comisión del delito o delito leve, el artículo 15
LECrim establece una serie de fueros subsidiarios. Debe advertirse que en ocasiones, el lugar
de comisión del delito constituye un dato más de la investigación. Por este motivo, se articulan
los fueros subsidiarios, fueros que deben operar en el orden de prelación que establece el
tenor legal y que es el siguiente:

1. El del término municipal, partido o circunscripción en que se hayan descubierto pruebas


materiales del delito.
2. El del término municipal, partido o circunscripción en que el presunto reo haya sido
aprehendido.
3. El de la residencia del reo presunto.
4. Cualquier lugar en que se que hubiese tenido noticia del delito.

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Ahora bien, se ha de señalar que a pesar de la aplicación de los fueros subsidiarios, como
dispone el propio artículo 15 LECrim, tan pronto como conste el lugar de comisión del delito, el
órgano judicial que esté conociendo la causa acordará su inhibición en favor del competente
remitiendo, a tal efecto, las actuaciones

5. TRATAMIENTO PROCESAL DE LA COMPETENCIA

La competencia en el proceso penal, como establece el artículo 8 LECrim, es improrrogable.


Esta naturaleza hace que las normas que estipulan la competencia en cualquiera de sus
manifestaciones (objetiva, funcional y territorial) sean imperativas, constituyendo un
presupuesto procesal del órgano jurisdiccional. En este sentido, la competencia integra el
contenido del derecho fundamental al juez ordinario predeterminado por la ley que recoge el
artículo 24.2 Constitución Española y su vulneración constituye un supuesto de nulidad de
actuaciones al amparo del artículo 238.1 LOPJ.

5.1. Competencia objetiva y funcional

El artículo 19 LECrim establece el deber de examinar de oficio la competencia en cualquier


momento del proceso al proclamar que los Jueces municipales en cualquier estado del juicio,
los Jueces de instrucción durante el sumario y las Audiencias de lo criminal durante la
sustanciación del juicio podrán promover y sostener la competencia.

De otro lado, se ha de poner de manifiesto que la falta de competencia también puede ser
denunciada a instancia de parte.

Así pues, en el ámbito de la fase de instrucción dispone el artículo 23 LECrim que si durante
esta fase el Ministerio Fiscal o cualquiera de las partes entendieran que el Juez instructor no es
el competente lo pondrá de manifiesto al órgano superior que resolverá lo que estime
procedente.

Por su parte, en el juicio oral la falta de competencia podrá ser denunciada en virtud de la
declinatoria.

5.2. Competencia territorial

Los artículos 19 y 25 LECrim contemplan el deber de examinar de oficio la competencia por


parte del órgano judicial.

Ahora bien, esta clase de competencia también puede ser denunciada a instancia de parte.

En la fase de instrucción se realizará en virtud de lo contemplado en el artículo 23 LECrim.

En el juicio oral, existen dos cauces establecidos para denunciar a instancia de parte la falta de
competencia territorial, que son la declinatoria y la inhibitoria, si bien, como dispone el
artículo 26 de LECrim, el uso de uno de estos medios excluye la posibilidad de formular el otro.

Finalmente, se ha de poner de manifiesto que la declinatoria se presenta ante el órgano


incompetente que conoce del proceso. De otro lado, la inhibitoria que se deduce ante el
órgano que se entiende competente y que no se encuentra conociendo el pleito. La
tramitación procedimental de la declinatoria e inhibitoria se encuentra recogida en los
artículos 26 y siguientes de la LECrim.

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6. LA CONEXIÓN (IMP)

6.1. Concepto

En el proceso penal, para la averiguación y el descubrimiento de cada hecho delictivo debe


abrirse un proceso independiente. Así, se establece en el artículo 17.1 LECrim la regla general
que proclama que cada delito atribuido a una persona dará lugar a la formación de una única
causa.

No obstante, esta regla general puede ser excepcionada en el caso de que concurran delitos
conexos, ya que los delitos conexos serán conocidos en un único proceso y se resolverán en
una sola sentencia. Así lo regula el artículo 17.2 LECrim cuando dispone que los delitos conexos
serán investigados y enjuiciados en la misma causa cuando la investigación y la prueba en
conjunto de los hechos resulten convenientes para su esclarecimiento y para la determinación
de las responsabilidades procedentes.

Los motivos que justifican la conexión son de distinta naturaleza. Así, por ejemplo, se pueden
citar razones de economía procesal, facilidad probatoria, evitación de sentencias
contradictorias...

Ahora bien, este mismo precepto consagra una importantísima excepción a la conexión penal
que fue introducida por la Ley 41/2015, de 5 de octubre. Así la conexión operará, salvo que
suponga excesiva complejidad o dilación para el proceso. En efecto, la reforma de 2015 trató
de que las causas penales se sustanciaran de manera más rápida y eficaz, tratando de evitar,
como señala la propia Exposición de Motivos, “el automatismo en la acumulación de causas y
la elefantiasis procesal que se pone de manifiesto en los denominados macroprocesos”. La
práctica de nuestros tribunales demostró la ineficacia de los macroprocesos (ERE, Malaya,
Gürtel...) por ser absolutamente inabarcables.

A su vez, se ha de poner de manifiesto que la regla general de la conexión presenta otras


excepciones:

En el procedimiento abreviado, el artículo 762.6 LECrim permite al Juez de Instrucción en el


caso de delitos conexos la formación de las piezas separadas que resulten convenientes para
simplificar y activar el procedimiento.

Igualmente, el artículo 5.2 de la LOTJ del Jurado establece que en ningún caso podrá
enjuiciarse como delitos conexos aquellos cuyo enjuiciamiento pueda efectuarse por separado
sin que se rompa la continencia de la causa. Según el Acuerdo del Pleno No Jurisdiccional de la
Sala Segunda del Tribunal Supremo de 9 de marzo de 2017 se entiende que no existe tal
ruptura si es posible que respecto de alguno o algunos de los delitos pueda recaer sentencia
de fallo condenatorio o absolutorio y respecto de otro u otros pueda recaer otra sentencia de
sentido diferente.

6.2. Supuestos de conexión

Los supuestos de conexión se encuentran regulados en el artículo 17.2 LECrim. Tales supuestos
se suelen clasificar en tres categorías que son las siguientes:

1) Conexión subjetiva

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Constituyen supuestos de conexión subjetiva:

1. Los delitos cometidos por dos o más personas reunidas (artículo 17.2.1º LECrim).

En este supuesto de conexión lo relevante es la comisión del delito por varios sujetos en
unidad de acto, coincidiendo en el mismo tiempo y lugar. El ejemplo más significativo es el
relativo al atraco de una entidad bancaria realizado por varias personas.

Puede existir un reparto de roles en lo que respecta a la actividad delictiva, pero lo relevante
es que todos favorecen la perpetración del delito.

Así pues, en virtud de la conexión el enjuiciamiento de todos los sujetos se acumula en un solo
proceso.

2. Los delitos cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos si hubiera
precedido concierto para ello (art. 17.2.2º LECrim).

En este supuesto de conexión no coincide el lugar y el tiempo de comisión, siendo el elemento


fundamental la existencia de un acuerdo previo entre los distintos sujetos en relación con la
comisión de uno o varios delitos. Así, por ejemplo, encajaría en el tenor legal de la regla
enunciada el ataque cometido, previo concierto, por los miembros de una banda terrorista en
distintos puntos de la geografía nacional o internacional.

2) Conexión objetiva

1. Los delitos cometidos como medio para perpetrar otros o facilitar su ejecución (17.2.3º
LECrim).

Se tratan de delitos perfectamente diferenciados, pero se encuentran en íntima conexión. En


este caso de conexión, por ejemplo, se puede citar el delito de falsedad documental,
favorecimiento a la inmigración ilegal y fraude a la Seguridad Social [Auto TS —Sala de lo
Penal, Sección 1ª— de 16 de diciembre de 2015 (Tol 5663162)].

2. Los delitos cometidos para procurar la impunidad de otros (artículo 17.2.4º LECrim).

En este enunciado se integra, por ejemplo, el típico caso de la muerte ocasionada al testigo de
un hecho delictivo con el objetivo de garantizar su impunidad. También se puede mencionar el
delito de falsedad documental —falsificación de un matricula de coche— para lograr la
impunidad del delito de robo con violencia de un vehículo [STS —Sala de lo Penal, Sección 1ª—
de 25 de abril de 2012 (Tol 3485582)].

3. Delitos de favorecimiento real y personal y el blanqueo de capitales respecto al delito


antecedente (artículo 17.2.5º LECrim).
4. Delitos cometidos por diversas personas cuando se ocasionen lesiones o daños recíprocos
(artículo 17.2.6º LECrim).

3) Conexión mixta

Según dispone el artículo 17.3 LECrim, podrán ser enjuiciados en la misma causa a petición del
Ministerio Fiscal los delitos que no sean conexos cometidos por la misma persona cuando
tengan analogía o relación entre sí y sean de la competencia del mismo órgano judicial,
siempre que la investigación y la prueba en conjunto de los hechos resulten convenientes para
su esclarecimiento y para la determinación de las responsabilidades procedentes. Ahora bien,

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esta clase de conexión queda impedida en los supuestos en que la misma suponga excesiva
complejidad o dilación para el proceso.

Se ha de señalar que para que opere la conexión mixta se han de tratar de delitos semejantes,
de manera que los bienes jurídicos protegidos deben ser similares. Puede citarse, por ejemplo,
delitos de utilización indebida de vehículos de motor ajeno, conducción ilegal y sustitución de
matrícula o delitos de estafa y un posterior alzamiento de bienes para evadir la
responsabilidad civil.

6.3. La competencia territorial en los casos de conexión

Puede suceder que por la aplicación de las reglas de competencia territorial legalmente
establecidas, los delitos conexos den lugar a la concurrencia de varios Juzgados o Tribunales
competentes del mismo tipo, pero radicados en territorios distintos. Ello acontece en todos los
supuestos de conexión, con excepción de los delitos cometidos simultáneamente por varias
personas, dado que el lugar de tramitación del proceso es idéntico por cuanto se realiza la
actividad delictiva en unidad de acto.

En tales supuestos el artículo 18 LECrim regula una serie fueros especiales que indican el lugar
donde se ha de tramitar el proceso. Así pues:

1. Será competente para conocer de los delitos conexos cometidos por dos o más personas
en distintos lugares, si hubiera precedido concierto para ello, el juez o tribunal del partido
judicial sede de la correspondiente Audiencia Provincial, siempre que los distintos delitos
se hubieren cometido en el territorio de una misma provincia y al menos uno de ellos se
hubiera cometido en el partido judicial sede de la Audiencia Provincial.
2. En su defecto, serán competentes por este orden:
 El del territorio en que se haya cometido el delito al que esté señalada pena mayor.
 En el caso de que todos los delitos tengan señalada igual pena, el que primero comenzare
la causa. Por ejemplo, el que primeramente haya comenzado la instrucción.
 Si la tramitación de todos hubiera empezado al mismo tiempo o no constare cuál de ellas
empezó antes, será competente el órgano que designe el superior, bien la Audiencia o el
Tribunal Supremo.

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