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Economia

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LA INESTABILIDAD DEL PROGRAMA

DE ESTABILIDAD EN MÉXICO
Diana Alarcón Gonzáiez*

A mediados de 1985 el gobiemo mexicano adoptó un programa muy


amplio de liberalización comercial, en un intento por apoyar el proceso de
estabilización que se había iniciado en Agosto de 1982 a raiz de Ia crisis de Ia
deuda externa. El programa de estabilización ortodoxo adoptado por México
en los primeros anos de Ia crisis había generado una contracción profunda de
Ia economia mexicana (en 1983 el PIB se contrajo en 4.2 por ciento), pero
resultaba insuficiente para restablecer las condiciones de estabilidad que se
había propuesto. El nivel general de precios seguia creciendo muy por encima
de las metas oficiales. Hacia 1994 el peso empezaba nuevamente a sobre-
valuarse y con ello Ia balanza comercial empezó nuevamente a deteriorarse.
En 1985 este primer esfuerzo de estabilización culmino en una nueva crisis de
confianza que trajo nuevos movimientos especulativos contra el peso y Ia
suspensión de prestamos de parte dei Fondo Monetário Internacional ante Ia
falta de cumplimiento de las metas de estabilización propuestas.
En julio de 1985 se adoptó un nuevo programa de estabilización, esta vez
acompanado de un programa mas amplio de restructuración econômica que
se ubicaba dentro de Ia nueva propuesta dei Banco Mundial de promover
programas de estabilización y ajuste estructural. Esta vez, las políticas mas
tradicionales de contracción fiscal y monetária se implementaron junto con una
propuesta de câmbios estructurales profundos que, al menos en su concepción
original, intentaba restablecer las condiciones de crecimiento de largo plazo de
Ia economia. Un elemento central de esta nueva política de estabilización y

Economista e Técnica da Organización Internacional dei Trabajo (OIT).


cambio estructural era Ia adopción de un programa amplio de liberalización
comercial.
La liberalización comercial procedió de una manera muy rápida. Para
diciembre de 1986 las restricciones a las importaciones se habian reducido
sustancialmente y en 1990, México se convertia en uno de los países subde-
sar^rolládos mas abiertos al comercio intemacional. Para diciembre de 1990,
menos dei 8 por ciento dei valor de las importaciones requeria de permisos
prévios de importación, los aranceles promedio se redujeron a cerca dei 12 por
ciento y su rango disminuyó (de O a 20 por ciento en lugar de un rango de O al
100 por ciento en 1995). El programa de liberalización comercial, incluía
también Ia eliminación de otras restricciones notarifarias^ Unos anos mas
tarde este proceso culmino con Ia incorporación de México al Tratado de Libre
Comercio de Norte América en enero de 1994, con Io cual México se com­
prometia no solo a seguir reduciendo sus tarifas frente a E.U. y Canadá, sino
a profundizar su proceso de liberalización hacia los sectores de servicios,
incluída una mayor apertura a los movimientos de capital.
El objetivo dei programa de estabilización y ajuste estructural implemen­
tado en Ia segunda mitad de los ochenta era, no solo Ia búsqueda de un clima
de confianza que le permitiera a México atraer capitales desde el exterior, sino
que se planteaba también modificar Ia estmctura de Ia economia y restablecer
condiciones de crecimiento de largo plazo. En Ia concepción de esta propuesta,
Ia disminución dei proteccionismo que había caracterizado el proceso de
industrialización, facilitaria una redistribución mas eficiente de Ia inversión,
promoveria las exportaciones y facilitaria el flujo de recursos hacia Ia agricul­
tura. En base a una de las propuestas mas tradicionales en Ia teoria econômica,
esta nueva estratégia predecía un crecimiento sustancial de| empleo con el
consecuente mejoramiento de Ia distribución dei ingreso y reducción de Ia
pobreza^. La propuesta implicaba pues, una modificación de fondo de Ia
estmctura econômica de México.

^ La mas importante de ellas fue Ia eliminación de los precios oficiales de referencia que se
utilizaban como una manera de aumentar los aranceles de algunos productos de importación
^ Una exposición masdetallada de esta propuesta puede encontrarse en Alarcón (1994, cap 4)
A casi diez anos de liaberse iniciado, el programa de restructuración en
México ha arrojado resultados sumamente limitados. Las políticas de estabili­
zàción fueron ciertamente exitosas en; I) el control de Ia inflación^. II) lograron
restablecer Ia confianza de los inversionistas y atraerflujos finacieros desde el
exterior, III) se logro un crecimiento de las exportaciones, sobre todo manufac-
tureras y IV) el estado contrajo sustancialmente su presencia en Ia economia,
no solo a partir de una reducción de gastos, sino con Ia privatización de gran
parte de sus empresas paraestatales. Sin embargo, el programa de restruc­
turación iniciado por el gobierno mexicano en 1985 no ha logrado sentar las
bases de un crecimiento sostenido de largo plazo. Por el contrario, tal como
quedo en evidencia con el estailido de Ia crisis de diciembre de 1994, era una
estratégia sumamente frágil que enfatizo Ia estabilidad macroeconômica sos-
tenida en fuentes de financiamiento de muy corto plazo.
Como puede observarse en el Cuadro 1 el crecimiento promedio dei PIB
durante todo el periodo de restructuración (1987-1993) fue dei 2.5 por ciento.
Sin embargo, el PIB per capita solo creció en 0.8 por ciento en promedio. El
sector agricola se mantuvo practicamente estancado durante este periodo con
una tasa de crecimiento promedio anual dei 0.5 por ciento. El sector manufac-
turero por el contrario, tuvo un crecimiento mas dinâmico (dei 3.5 por ciento
anual en promedio), siendo el subsectorde maquinaria y equipo, basicamente
para Ia exportación, el de mas rápido crecimiento. En conjunto, el sector
manufacturero logro incrementarsu presencia en las exportaciones mexicanas
hasta constituir mas dei 80 por ciento dei total de exportaciones en 1994.
Sin embargo, el rápido crecimiento de las exportaciones manufactureras
no se ha traducido en un crecimiento significativo dei empleo. De hecho, para
marzo de 1994 el nivel de empleo en las manufacturas era cerca de 33 por
ciento menor al que se había registrado en 1980. Siendo precisamente los
subsectores manufactureros de exportación mas dinâmicos los que han regis­
trado las mayores perdidas de empleo. Hacia marzo de 1994, por ejemplo, el
nivel de empleo dei subsector de maquinaria y equipo era solo 68 por ciento
dei nivel de empleo que tenía ese mismo subsector en 1980.

^ El ritmo de crecimiento en los precios disminuyó de airededor dei 81 por ciento anual en 1983
a cerca dei 7 por ciento a noviembre de 1994.
La industria maquiladora dei norte dei país es uno de los poços sectores
en donde se ha registrado un crecimiento rápido dei empleo. Para marzo de
1994 Ia industria maquiladora empleaba 557,658 trabajadores que repre-
sentaban cerca dei 17 por ciento de Ia fuerza de trabajo manufacturera. El
problema de este tipo de actividades es que tienen un alto contenido de
insumos importados. De hecho, menos dei 2 por ciento de los insumos
utilizados en este sector se producen en México, de tal manera que su
expansión tiene muy poços efectos multiplicadores sobre el resto de las
actividades econômicas. Si bien es cierto. Ia industria maquiladora ha hecho
una contribuciôn importante a Ia generación de empleos directos, sus interre-
laciones con el resto de Ia economia son muy débiles.
En su búsqueda pôr el restablecimiento de Ia confianza, el programa de
restructuración iniciado por el gobiemo mexicano a mediados de los anos
ochenta (y con mucho mas fuerza a partir de 1989 durante Ia administraciôn
de Salinas de Gortari), enfatizo el control de Ia inflación como símbolo de
estabilidad, Las dos andas con las que se logro reducir significativamente el
ritmo de crecimiento en los precios fueron el tipo de cambio y una política de
ingresos heterodoxa que buscaba contener los aumentos de precios y salários
a través de un proceso de concertación. El primer "Pacto de Solidaridad" se
firmo en diciembre de 1987 con Ia participación de los sindicatos oficiales, de
los representantes de los empresários y e l gobierno federal. A partir de ese
momento los pactos fueron renovados en varias ocasiones con el compromiso
de parte de los sindicatos y los empresários para restringir los aumentos de
precios y salários, al mismo tiempo que el gobierno se comprometia a mantener
el tipo de cambio dentro de ciertos limites.
A partir de 1988 Ia política cambiaria, definida como anda en el control de
Ia inflación, llevó a una sobrevaluación creciente dei tipo de cambio real que
resultó sumamente dafiina para el proceso de restructuración econômica"*. Si

La estimación de los márgenes de sobrevaluación de Ia moneda son siempre muy controver­


tidos porque su cáculo depende de Ia selección dei afto base y de los Índices de precios que
se utilicen. Sin embargo, una estimación exhaustiva dei tipo de cambio real utilizando vários
ai^os base y distintos índices de precios muestra que a partir de 1988 el peso se venía
sobrevaluando en magnitudes significativas. (ZEPEDA, 1995).
bien Ia reducción dei proteccionismo promoveria, en principio, un uso mas
eficiente de Ia inversión hacia sectores mas competitivos internacionalmente
que aumentaria el empleo y generaría mayores ingresos. Ia sobrevaluación dei
tipo de cambio tenía justamente el efecto contrario. La liberalización comercial
junto con un tipo de cambio sobrevaluado, trajo déficits crecientes en Ia balanza
comercial en el período 1989-1994, tanto en términos absolutos como en
proporción al PIB. Mas aun, las altas tasas de interés que prevvalecieron
durante todo este período, en aras de combalir Ia inflación y sostener el flujo
de capitales desde el exterior, resultaron sumamente dafiinas a Ia inversión
productiva porque encarecían el costo dei crédito.
Ciertamente las exportaciones no petroleras seguían creciendo a una tasa
promedio de 10 por ciento anual entre 1990 y 1993. Sin embargo, su ritmo de
crecimiento había disminuído significativamente si tomamos en cuenta que Ia
tasa promedio anual de las exportaciones era dei 21 por ciento en 1983-1988.
Por otro lado, el aumento de las exportaciones manufactureras se encontraba
altamente concentrado en unas cuantas actividades caracterizadas por el
predomínio de flujos comerciales intra-firma que en general, son muy poco
sensibles a las variaciones en el tipo de cambio. Aun cuando esta es una
característica de las exportaciones manufactureras mexicanas desde 1983,
esta se acentuo en los afios de 1989 y 1993. En este último período, el 76 por
ciento dei aumento de las exportaciones manufactureras se origino en Ia rama
de productos metálicos, maquinaria y equipo que se caracteriza por su alto
contenido de comercio intra-firma. En contraste, en el período anterior (1983-
-88), esta rama aportaba solo el 48 por ciento de las .luevas exportaciones
manufactureras. (ZEPEDA, 1995)
Al contrario de Io que sucedia con las exportaciones, las importaciones a
México se aceleraron muy rapidamente. En 1989-92 crecieron a una tasa
promedio anual dei 24 por ciento mientras que en 1983-88 habian crecido a
una tasa de 15.6 por ciento (o de 8.3 por ciento si se excluye 1988). El
crecimiento de las importaciones solo pudo ser detenido con Ia recesión de
1993, ano en el que las importaciones solo aumentaron 1.5 por ciento y aun
en este afio, fueron las importaciones de bienes de capital y de consumo las
que se contrajeron porque Ia importación de bienes intermédios siguió cre­
ciendo a un ritmo de 60,8 por ciento.
De esta manera, Ia política de liberalización comercial implementada en
el marco de una política macroeconômica recesiva, con sobrevaluación de Ia
moneda y altas tasas de interés, lejos de promover Ia restmcturación dinâmica
de ia economia mexicana, contribuyó a su estancamiento y desindustriali-
zación con Ia consecuente ola de quiebras, sobre todo en el sector de Ia
pequeüa y mediana empresa, el estancamiento de Ia agricultura, grandes
perdidas de empleo, un empeoramiento en Ia distribución dei ingreso y un
aumento de Ia pobreza extrema. La credibilidad que intentaba proyectarse a
partir de los flujos crecientes de capitales desde el exterior estaba cuestionada
por Ia composición misma de estos. La mayor parte de Ia inversión que entro
al país en ese período era, en su mayoría, inversión en cartera. El ingreso de
inversión extranjera directa fue mas bien marginal. Este es un indicador de las
reservas que se tenían sobre Ia estabilidad dei programa de reformas. La propia
inversión de cartera estaba integrada principalmente por capital de corto plazo.
La continuidad dei flujo de este tipo de capitales no podría ser interpretado
como un voto de confianza a las refonnas econômicas que se estaban
implementando. Era una respuesta a condiciones de corto plazo percibidas
como favorables. Es decir, se tenía Ia seguridad de que en el corto plazo el
tipo de cambio iba a pennanecer inalterado pero no asi en el mediano plazo.
La credibilidad se den"umbó instantaneamente al primer signo de devaluación
dei tipo de cambio en diciembre de 1994 y se tradujo en una fuga masiva de
capitales que trajo mayor endeudamiento y una recesión profunda en Ia
economia.
La reestructuraciôn econômica propuesta por el programa de liberali-
zación comercial nunca se concreto. La apertura comercial expuso a los
productores nacionales a Ia competência internacional en condiciones muy
vulnerables. Sus posibilidades de responder al reto de una mayor competência
con nuevas inversiones para mejorarsu productividad, actualizarsus métodos
productivos, innovar, etc. se veia contrarrestadas por una política macroe-
conômica recesiva, con altas tasas de interés y deterioro de Ia infraestmctura
productiva. Si bien es cierto que las exportaciones manufactureras aumentaron
a un ritmo considerable durante este período, se trata en su mayoría, de
productos que se encuentran ligados a redes internacionales de comerciali-
zación, con un alto contenido de comercio intra-firma, Son las exportaciones
de las grandes empresas transnacionales que operan en México o bien de los
grandes conglomerados mexicanos que se han internacionalizado.
Sin embargo, Ia reconversión de Ia economia mexicana no se ha concre-
tado. El trânsito de una economia protegida a una economia mas abierta, mas
competitiva, con aumentos sustanciales en Ia productividad, solo pueda darse
en un ambiente de crecimiento en donde se estimule Ia inversión productiva
en los sectores de mayor competitividad, con acumulación de capital y gene­
ración de empleo. Con inversión en infraestructura que apoye el crecimiento
de Ia productividad. Estos son los elementos que han estado ausentes en Ia
propuesta de reconversión mexicana. Esta es tal vez Ia lección mas importante
que debe extraerse a diez anos de apertura comercial. No hay proceso de
reconversión posible en condiciones de contracción. La única fuente de esta­
bilidad es el crecimiento. Intervir el orden de las prioridades puede generar,
como en el caso mexicano, períodos de aparente estabilidad macroeconômica
de corto plazo (control de Ia inflación, mejoramiento de Ia balanza comercial,
reducción dei déficit fiscal, entrada de capitales) que desembocan en nuevos
períodos de crisis e inestabilidad si no están sustentados en una reconversión
real dei aparato productivo. El problema no es de estabilidad sino de desarrollo.
El problema que está planteado en México en este momento no es el de
realinearsus precios relativos y encontrar nuevas condiciones de equilíbrio de
corto plazo, el problema de fondo es Ia redefinición de sus prioridades de
desarrollo.
Cuadxo 1

Indicadores macroeconômicos — 1980/94

DBSCRIPCIÓN 1987 1988 1990

PIB a precios de 1980 (taaas


de crecimiento) . 9.2 1.9 1.3 3.3 4.5
PIB por capita (tasas do cre-
cimiento) 5.4 -0.1 -OS 1.5 2.7
Export. manufacturas a export.
totalcs (9) 19.5 47.6 56.0 55.2 52.0
Export. manufactura a oxport.
no petroleras 59.8 82.1 83.2 84.2 83.4
Iirport. manufactura a ixrport.
totalea (*) 87.2 89.1 89.6 89.8 91.0
Déficit comercial (millones de
dólares) . -3 058 8 433 1 667 -645 -4 433
Coinercial>les en produccion to-
tal (») (2) ... 33.6 33.6 33.8 34.2
Manufacturas en produccion to-
tal («) (3) 21.3 21.7 22.5 22.8

DESCRIPCIÓN 1991 1992 1993 1994(1) 1987-1993

PIB a precios do 1980 (tááas


de crecimiento 3.6 2.8 0.4 2.4 2.5
PIB por capita (tasas de cre-
cimiento) 1.9 1.2 -1.0 10 0.8
Expòrt. manufacturas a export.
totales (8) 58.7 60.8 80.3 81.8
Export. manufactura a export.
no petroleras 84.4 87.2 93.7 93.2
Inport. manufactura a inport.
totales (%) 94.0 93.7 94.2 94.1
Déficit comercial (millones de
dólares) -11 063 -15 934 -13 480 -18 990
ComercialDles en produccion to-
tal (%) (2) 34.0 33.6 33.1 31.7
Manufacturas en produccion to-
tal (8) (3) 22.9 22.8 22-3 22.7

rOENTE: Q0IHTO INPOBME DE GOBIERMO, INEGI, NAPINSA (1993) . México.

(1) A julio de 1994- (2) Comerciables incluye el valor de Ia produccion agricola,


mineria y manufactura. (3) A partir de 1991 manufactura incluye las exportaciones de
Ia maquiladora.
Cnadro 2

Bnplco o indicadores dõ sal2u:ios — 1980/94

DESCRI FCION 1980 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994(1)

Bnploo en manufao-
tura (1980 = 100) 100 87.0 86.8 88.8 88.8 87.3 84.0 77.9 74.5
Enpleo en maqul-
nula y equipo
(1980 - 100) 100 77.1 78.4 81.8 83.1 82.7 79.1 71.8 68.1
In^reao promedio en
manufactnraa
a) Total 100 69.0 68.7 74.8 77.5 82.2 89.4 93.3 93.2
b) Obreroa 100 62.7 60.5 64.0 62.7 64.6 68.7 70.4 68.6
Atpleo maquiladora
a enpleo manufac-
tura (8) 4.9 12.6 16.0 17.5 16.8
Proporción de salá-
rios en ingreso
disponible 40.6 32.1 30.6 29.5 28.1 29.0

FtJENTE: Base de datos de INEGI (1994) .

(1) A julio de 1994.

Bibliografia
ALARCÓN, Diana (1994). Changes ín the distríbution of income in IVlexico
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ZEPEDA, Eduardo (1995). El aumento en el tipo de cambio real: apreciación
o sobrevaluación. Tijuana, México: El Colégio de Ia Frontera Norte.
(Manuscrito).

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