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CLASE 12

CONTRATOS CIVILES

CONTRATO DE MUTUO - PARTE 1

Concepto. - El contrato de mutuo es aquel en el que una parte denominada


mutuante se obliga a transferir la propiedad de una suma de dinero o de otras cosas
fungibles al mutuario, quien se obliga a devolver otro tanto de la misma especie y calidad

Las partes que intervienen en este contrato se denominan mutuante y mutuario o


mutuatario.

Nota histórica. - El contrato de mutuo se reguló en el derecho griego y en el


derecho romano como un préstamo de consumo. Originalmente fue considerado gratuito
dado que sólo se practicaba por lazos de amistad y sólo cuando se impuso una
contraprestación al contrato, éste se convirtió en un acto jurídico reglamentado por el
derecho de gentes. Su práctica común se inicia al fin de la república como consecuencia de
la escasez de dinero resentida por los romanos.

Ante este nuevo fenómeno se fue acrecentando la necesidad de proteger al mutuario


contra las acciones usureras de quienes practicaban el préstamo y por primera vez fue fijada
una tasa máxima legal del 1% mensual. En la época de Justiniano este porcentaje fue
reducido al cincuenta por ciento. Posteriormente, bajo el imperio bizantino y la influencia
cristiana, el mutuum con interés fue prohibido totalmente al considerarse como un pecado .
La prohibición del interés en el mutuum subsistió desde la época de Carlomagno hasta la
Revolución Francesa.

Después de la Revolución Francesa se permitió nuevamente el préstamo con interés,


dejando a los contratantes en libertad absoluta para fijar el monto de las tasas. Más tarde
fue necesario controlar la tasa de interés ante el abuso desmedido de que era objeto.

Clasificación.-

Principal en oposición a accesorio;

Tracto sucesivo por la temporalidad requerida para su vigencia entre la fecha de su


celebración y la fecha de la restitución.

Bilateral ya que existen obligaciones recíprocas entre las partes; el mutuante se


obliga a transmitir la propiedad de una cantidad de dinero o de bienes fungibles y el
mutuario se obliga a restituir otro tanto de la misma especie y calidad o una suma igual de
dinero.
Gratuito cuando no se estipula contraprestación alguna al mutuario.
Oneroso cuando se impone una contraprestación a título de interés.

Consensual para su existencia y para su validez.

Especies de mutuo

Mutuo mercantil. El carácter mercantil del contrato se determina por su


reglamentación legal. El Código de Comercio lo denomina préstamo mercantil en los
términos siguientes: “Se reputa mercantil el préstamo cuando se contrae en el concepto y
con expresión de que las cosas prestadas se destinen a actos de comercio y no para
necesidades ajenas de éste. Se presume mercantil el préstamo que se contrae entre
comerciantes”.

Mutuo civil. Será mutuo civil cuando sus presupuestos jurídicos no encuadren en
los principios del Código de Comercio.

Mutuo simple. Este contrato se caracteriza por no incluir en las obligaciones,


ninguna estipulación de intereses por la prestación a que se obliga el mutuario.

Mutuo con interés. En esta especie se estipula el pago de interés por los bienes
fungibles o la cantidad de dinero que recibe el mutuario.

Requisitos de existencia

Consentimiento. El consentimiento surge cuando el mutuante y mutuario se ponen


de acuerdo respecto de la cosa o la suma de dinero y cuya propiedad se transmite.

Objeto. El objeto indirecto del contrato recae sobre bienes consumibles o fungibles
o sobre una suma de dinero.

La característica más importante del objeto es la fungibilidad, es decir, que se puede


agotar el objeto en su primer uso o aprovechar su poder liberatorio si se trata de dinero,
pues la obligación del mutuario se cumplirá con la restitución de un objeto de la misma
especie y calidad o de una suma igual de dinero.

Requisitos de validez
Capacidad. Las partes del contrato requieren de la capacidad de ejercicio; sin
embargo, la legislación mexicana contempla una excepción a esta regla al señalar que: “No
se declararán nulas las deudas contraídas por el menor para proporcionarse los alimentos
que necesite cuando su representante legítimo se encuentre ausente” (2392). Este principio
fue tomado del Código Brasileño de 1912
Forma. El contrato de mutuo no requiere de formalidad alguna ni para su existencia
ni para su validez.

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