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Etica Medica en Redes Sociales ABG. Hugo Chirino

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


FRANCISCO DE MIRANDA
PROGAMA MEDICINA
UNIDAD CURRICULAR FORMACIÓN PROFESIONAL

ETICA MEDICA EN REDES SOCIALES

ABG. Hugo Chirino.

Como especie eminentemente social el ser humano desde el principio de su


historia evolutiva se ha visto en la eminente necesidad de comunicarse y
establecer vínculos cercanos de comunicación con sus semejantes dentro de sus
respectivos grupos sociales, para ello a lo largo de la historia se las ha ingeniado
para crear y reforzar diferentes formas de comunicación cada vez más
sofisticadas, personales y cercanas. Y en el siglo XXI en pleno apogeo de la era
de internet u online han surgido una serie de medios virtuales conocidos
popularmente como redes sociales que han permitido como nunca antes la
evolución de formas no rápidas sino instantáneas de comunicación incluso entre
diferentes países y continentes, lo cual por una parte conlleva a innegables
ventajas como el contacto con seres queridos separados físicamente por grandes
distancias así como la simplificación de la obtención de información y el proceso
de aprendizaje remoto (lo cual con la pandemia de COVID19 se hizo más patente
que nunca) pero que como cualquier otro elemento también presenta ciertas
desventajas.

El ejercicio de la medicina como prácticamente todo en el siglo XXI no está


exento del desarrollo y alcance del universo digital y si bien es innegable las
múltiples ventajas que este ha aportado al desarrollo medico también es cierto que
este y espacialmente en el ámbito de las famosas redes sociales han sido
utilizados de manera incorrecta y antiética por ciertos estudiantes e incluso
médicos profesiones causando gran daño tanto a la imagen y reputación de la
carrera en general así como a sus propias reputaciones y muy especialmente a la
de los pacientes a su cuidado que al verse afectados por las acciones impropias
del personal de salud involucrado dañan en forma irreversible la relación médico
paciente la cual como es de conocimiento de cualquier médico o estudiante de
medicina es indispensable para el proceso de tratamiento y recuperación del
afectado.

En los últimos tiempos se han dado no pocos casos de médicos y


estudiantes que a través de sus redes sociales publican contenido obtenido de su
práctica profesional o universitaria el cual no solo atenta contra la normativa ética
de su profesión sino que también atenta contra el pudor, imagen y honor de
pacientes a su cuidado. Entre estos casos solo por mencionar algunos se tienen
publicaciones de imágenes y videos de mujeres en el proceso de alumbramiento
en los que incluso es visible el rostro de la paciente, así como imágenes de fetos
producto de abortos espontáneos por diversas causales médicas y en el caso de
los estudiantes, publicaciones hirientes e inmorales en contra de los profesores.
Es necesario indicar que en Venezuela existe un conjunto normativo que sanciona
este tipo de comportamiento de distintas maneras y de acuerdo a la gravedad de
la acción. A continuación se explicaran más detalladamente este conjunto legal.

En primer lugar en imprescindible hacer mención al Código Civil


venezolano el cual expresa claramente en su artículo primero que la ley es de
obligatorio cumplimiento desde su publicación en GACETA OFICIAL o desde la
fecha que ella misma indique y en el mismo ámbito el artículo 2 del mismo código
nos indica que la ignorancia de la ley nos es excusa de su incumplimiento. En
materia de daños y perjuicios como los ocasionados a las personas que sufren las
acciones antes señaladas (tanto pacientes como profesores) el código civil señala
en su artículo 1185 que toda persona que con intención o por negligencia o
imprudencia ha causado un daño a otro está en la obligación de repararlo así
como aquellos que causan dicha lesión en el ejercicio de sus derechos o dentro de
los límites fijados por la buena fe.

En tanto el artículo 1196 del Código Civil especifica que la mencionada


reparación del daño se extiende a lesiones tanto físicas como morales que atenten
contra la reputación, imagen o pudor de la víctima y señala la potestad del juez
que conozca de esta causa de acordar una indemnización en favor de la persona
o personas afectadas y en caso de muerte o incapacidad de la víctima dicha
indemnización puede ser cobrada por sus parientes afines o cónyuge.

Un cuerpo legal de aun más rango lo representa la Ley Orgánica sobre el


Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia la cual en su artículo 40
establece una sanción de prisión de ocho a veinte meses para aquellos que
incurran en acciones de acoso u hostigamiento que atenten contra la estabilidad
emocional, laboral, económica, familiar o educativa de una mujer, como por
ejemplo publicar comentarios ofensivos sobre profesoras o imágenes de mujeres
en trabajo de parto, etc.

Otro importante cuerpo normativo que sanciona la mala praxis así como
elementos de dolo (actuar con malicia) imprudencia o negligencia en forma
general en las redes sociales o en forma general en el mundo digital es la Ley
Orgánica de Ciencia Tecnología e Innovación del año 2010. En su artículo 46 esta
ley indica que los sujetos sometidos a ella serán sancionados con una serie de
multas en caso de faltas y en el siguiente artículo 47 se indica que dependiendo
de la gravedad de estas faltas las multas aplicables al responsable pueden
extendiese desde las 10 Unidades Tributarias (U.T) hasta las 50.000 U.T.

La ley sobre Mensajes de Datos y Firmas electrónicas publicada en Gaceta


oficial N 37.076 de fecha 13 de diciembre de 2000 establece en su artículo quinto
que los mensajes de datos (y en el contexto actual el contenido publicado en
redes sociales) estará sometido a las disposiciones constitucionales y legales que
garanticen el derecho a la privacidad de las comunicaciones de las personas.

En lo que respecta a la regulación de la conducta dentro del universo digital,


sin lugar a dudas, uno de los principales medios legislativos lo constituye la Ley
Especial Contra los Delitos Informáticos, la cual tiene como objetivo la protección
integral de los sistemas que utilicen tecnologías de información así como la
prevención y sanción de los delitos cometidos contra tales sistemas. En virtud de
la envergadura de su área correspondiente la Ley Especial Contra los Delitos
Informáticos posee un carácter extraterritorial lo que significa que en caso de que
se cometa un delito de esta naturaleza fuera del territorio de la Republica el sujeto
activo quedara sometido a sus disposiciones si dentro del territorio nacional se
hubieran producido efectos del hecho punible (art.3).

La Ley Especial Contra los Delitos Informáticos en sus artículos 20, 21 y 22


establecen que la violación de la privacidad personal o la revelación indebida de
data o información de carácter personal será sancionada con prisión de dos a seis
años y multa de doscientas a seiscientas Unidades Tributarias. Así mismo incurren
en la misma pena aquellas personas que divulguen material considerado
pornográfico (art. 23) y en caso de que dicho material involucre a menores de
edad la pena se verá aumentada a entre cuatro y ocho años de prisión y multa de
entre cuatrocientas y ochocientas Unidades Tributarias (art. 24). El artículo 31 de
la ya mencionada ley establece que el juez en caso de delitos que lesionen la
imagen, honor o pudor de la víctima además de las penas ya mencionadas podrá
imponer el pago de una indemnización acorde con el daño causado.

El artículo 4 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos expresa que


las penas y sanciones establecidas en ella podrán ser principales y accesorias y el
artículo 29 señala como penas accesorias:

1) El decomiso de equipos, dispositivos, instrumentos, materiales, útiles,


herramientas y cualquier otro objeto que hayan sido utilizados para la comisión de
los delitos previstos por la Ley.

2). El trabajo comunitario por el término de hasta tres años.

3). La inhabilitación para el ejercicio de funciones o empleos públicos; para


el ejercicio de la profesión, arte o industria; o para laborar en instituciones o
empresas del ramo por un período de hasta tres (3) años después de cumplida o
conmutada la sanción principal.
4). La suspensión del permiso, registro o autorización para operar o para el
ejercicio de cargos directivos y de representación de personas jurídicas vinculadas
con el uso de tecnologías de información, hasta por el período de tres (3) años
después de cumplida o conmutada la sanción principal, si para cometer el delito el
agente se hubiere valido o hubiere hecho figurar a una persona jurídica.

Sin perjuicio de lo establecido en los diversos cuerpos legales ya


especificados anteriormente la Ley del Ejercicio de la Medicina posee su propio
paquete sancionatorio que afecte a los profesionales médicos que incurran en
diversas faltas, las cuales según el artículo 104 de la misma ley son de carácter
disciplinario, administrativo y penal. Entre las sanciones de carácter disciplinario
se encuentran:1. Amonestación oral y privada. 2. Amonestación escrita y privada.
3. Amonestación escrita y pública. 4. Exclusión o privación de honores, derechos y
privilegios de carácter gremial o profesional (art. 105). Las sanciones
administrativas son las siguientes: 1. Multa de trece Unidades Tributarias (13 U.T.)
a sesenta y seis Unidades Tributarias (66 U.T.). 2. Suspensión del ejercicio
profesional hasta por dos años (art. 106). Del mismo modo los pacientes al
cuidado del médico u otro profesional de la salud tiene derecho a ser tratado o
tratada en forma respetuosa y digna tal y como lo indica el artículo 69 del Código
de Deontología médica y cualquier falta a la moralidad medica cometidas por
ignorancia, negligencia, impericia o mala fe debidamente comprobadas, serán
objeto de sanciones por parte de los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de
Médicos y por la Federación Médica Venezolana de conformidad con el artículo
216 del mismo código.

Finalmente es necesario recordar el hecho de que el ejercicio de la


medicina requiere no solo la posesión de conocimientos científicos sino también la
incorporación de grandes valores de respeto y moralidad tanto a los pacientes que
confían al médico sus secretos y estado de salud como a los profesores que
contribuyen con su formación académica y humanista. Es menester recordar los
principios establecidos en el juramento hipocrático tomado por los profesionales
de la salud al momento de que le son conferidos sus títulos respectivos así como
el artículo 24 de la Ley de Ejercicio de la Medicina que señala que la conducta del
médico o médica se regirá siempre por normas de probidad, justicia y dignidad.

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