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Vigilar las porciones de alimentos. Lo primero de todo, debes limitarte a las calorías que tu
cuerpo necesita para soportar la actividad que ejerces diariamente. Ten en cuenta que
cada persona tiene unas necesidades diferentes en función de su estado físico y el tipo de
tareas que lleva a cabo.
Introducir frutas y verduras en la dieta. Al menos, 5 piezas. Son alimentos ricos en
vitaminas, fibras y antioxidantes.
Distribuir las comidas en el día. Lo ideal es que comas 5 veces al día para tener nutrientes
a todas horas.
Incluir alimentos ricos en fibra. Son fundamentales para controlar el tránsito intestinal y
mantener un peso perfecto.
Tomar pescados. Lo recomendable es hacerlo 2 veces por semana. El pescado azul es
rico en Omega-3, vitamina D, proteínas y minerales.
Huir de los fritos. Estos pueden afectar de forma negativa a tus niveles de colesterol.
Sortear la comida basura. Si se les llama basura, es por algo. Favorecen la aparición de
enfermedades como la obesidad, diabetes y otras de carácter cardiovascular.
5 hábitos de una vida saludable
Además de los hábitos saludables de la vida que hemos mencionado hasta ahora
relacionados a la alimentación, para sentirse bien por dentro y por fuera, es fundamental
incorporar otros de ámbitos muy diversos.
Tener esto presente y asumir en tu rutina actividades como las que vamos a comentar
ahora, te ayudarán a disfrutar más de tu día a día.
Hacer deporte. Los hábitos de vida saludable y el deporte van de la mano. Realizar al
menos 30 minutos al día de actividad física mejorará tu salud. Y no solo eso, te ayudará a
sentirte más feliz y ligero. La sensación de bienestar al finalizar la sesión se transforma en
motivación y energía para continuar el día o ir a descansar.
Gestionar el estrés. La mente es una pieza clave en nuestra salud. Gracias a ella
podemos estar concentrados, desarrollar nuestras actividades diarias, sentirnos aliviados
y tomar buenas decisiones. Por ello, controlar el estrés es uno de los hábitos de vida
saludable más importantes.
Cuidar tus relaciones sociales. Pasar tiempo con la familia y amigos es sinónimo de
plenitud. Desconectar de las obligaciones y pasar un rato agradable con personas que
son importantes para nosotros, nos ayuda a sentirnos mejor.
Mantener tu higiene personal. La higiene evita contraer enfermedades relacionadas con
bacterias, hongos o virus. Lavarse las manos o tomar una ducha, nos ayuda a eliminarlos
por completo.
Dedicarte tiempo de calidad. Por último, cuidarse a uno mismo, tomarse un tiempo para
descansar, pensar, leer un libro o hacer aquello que tanto nos gusta, también es uno de
los hábitos de vida saludable que debemos destacar. Esto aporta una gran dosis de
energía y vitalidad.
Ahora que sabes qué son los hábitos de vida saludables y conoces algunos de ellos, ¿qué
tal si comienzas a implementarlos?
Si lo haces, poco a poco tu bienestar aumentará y disfrutarás de una vida más sana y
plena.