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Guía de Preguntas 3

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Guía de Preguntas - Capítulo 3

1. Describa el contexto internacional teniendo en cuenta:


a) La crisis de 1929
b) Las ideas de la época: el keynesianismo y el nuevo rol del Estado en la
economía
c) El New Deal

La crisis mundial de 1929 marca el comienzo de la “Gran Depresión”, que se extiende


hasta la década de 1940. Este proceso significó una severa deflación, donde se
manifestaron fenómenos a través de reacciones en cadena, lo cual indujo a una
contracción de los mercados internacionales y a una disminución de la demanda de
materias primas, cuyos precios bajaron acentuadamente. Los países productores de bienes
primarios redujeron las compras de maquinarias y manufacturas, al tiempo que entraron
en bancarrota o devaluaron sus monedas, ya que las deudas asumidas con anterioridad no
podían ser canceladas. Los países industriales debieron soportar la caída de los precios de
sus productos, aunque protegieron sus mercados con barreras arancelarias, esto llevó a la
quiebra del sistema multilateral de comercio y pagos, incluyendo el patrón de cambio oro,
retornando a sistemas de preferencia imperial y a los convenios bilaterales. (Cuando
estalló la crisis, el sistema monetario mundial recibió un duro golpe al generarse una
rápida huida del oro de Londres, forzando a Gran Bretaña a abandonar el patrón oro,
ejemplo que sería imitado por varios países).

Ante esta situación, en 1933, el mundo capitalista se dividió en 3 grupos de zonas


monetarias; La del Dólar, que agrupó a los EE. UU y a los países con tendencia a la
inflación. El bloque de oro, que estaba encabezado por Francia y tendía a la deflación. Y
por último el bloque de la Libra Esterlina que era encabezado por Gran Bretaña. En 1936,
con el fin del Patrón Oro, se firmó un acuerdo tripartito entre Francia, EEUU y Gran
Bretaña para regular en común sus circulaciones monetarias. En 1939, frente a la
continuidad de la crisis, en varios países se optó por la devaluación para facilitar la
expansión del comercio mundial. En este período el capitalismo liberal daba paso a un
capitalismo marcadamente nacionalista e intervencionista y consecuentemente el
comercio internacional se redujo. Esta tendencia se fundamentó en el pensamiento
económico Keynesiano. (Keynes fue más influyente a partir de su crítica a los fundamentos
de la economía neoclásica, basándose en un nuevo pensamiento). En el cual le otorgaba
gran importancia al papel del Estado, a través de políticas activas, mediante un
incremento de la demanda, para volver a restablecer los equilibrios perdidos en épocas de
crisis y, especialmente, el pleno empleo, para poder retomar la senda del crecimiento.

Keynes sostenía que la prosperidad se basaba en la propensión a la inversión, antes que en


el ahorro, en donde la inversión no dependía de las tasas de interés, ni del nivel de
salarios, sino que dependía de la demanda efectiva. Las ideas keynesianas tuvieron una
fuerte influencia en la política económica y servirían de fundamento al “Estado de
Bienestar”. En aquellos países que coexistían las estructuras del capitalismo con un poder
autoritario, como en Alemania, Italia y Japón, la acción estatal consistió en una
reglamentación estricta de todas las actividades económicas. En ellos, el Estado, tuvo un
fuerte protagonismo en la caída de los índices de desocupación, llevando a la práctica una
intensa política de obras públicas, pero también favoreciendo sustancialmente el
reequipamiento de las fuerzas armadas. Es así, como aparecen en Europa ideologías
nacionalistas, expansionistas y racistas. El país más afectado por la crisis fue EEUU, en el
cuál alcanzó a todas las clases sociales, sobre todo a los trabajadores, sin ningún amparo
estatal ni protección social para los desocupados hasta 1933. En este año, asume
Roosevelt y aplica la teoría de Keynes. Según Roosevelt, las causas del colapso de 1929
obedecían a la sobre especulación y a la sobreproducción, para contrarrestar la crisis,
Roosevelt aplicó el programa económico “New Deal”, el cual se sustentaba en un fuerte
respaldo a la inversión mediante la intervención estatal, facilitando el crédito y realizando
obras públicas para estimular la demanda, al mismo tiempo, se procuraba colaborar con
las empresas privadas para crear nuevos puestos de trabajo. Con este fin se crearon
numerosos organismos públicos. A través de otras medidas intervencionistas, se procuró
también, salvar el sistema bancario, relanzar el crecimiento industrial e impedir la baja
de los ingresos de los agricultores. En el ámbito social se estableció el derecho a la
negociación colectiva por parte de los sindicatos, se instauró un salario mínimo para los
asalariados y se creó un sistema de seguridad social. En el sector externo se devaluó el
dólar y retomaron las políticas liberales en el comercio internacional.

Entre 1933 y 1939, existió una notable reactivación, duplicándose el ingreso nacional y el
índice de la producción, debido a la mejora de la infraestructura productiva. Aunque la
economía norteamericana no alcanzó el auge de la década del ’20. En Europa, la
repatriación de capitales por parte de bancos norteamericanos para afrontar la crisis de
liquidez agravó la situación del sector industrial y del comercio europeo.

2. Explique cómo impactó la crisis internacional en la Argentina.

Los países abastecedores de productos agrícolas, como Argentina, resultaron afectados por
el descenso de la demanda. Ello se debió a que la mayoría de las economías nacionales
procuraron defender sus mercados de la competencia extranjera y elevaron sus barreras
arancelarias. Dada la dependencia de la economía argentina de los flujos comerciales y de
capitales, el primer impacto de la crisis se produjo en el sector externo, la balanza de
pagos de 1930 y 1931 fueron netamente deficitarias, con un gran descenso de las
exportaciones y en menor medida de las importaciones, a esto se le sumó la desfavorable
evolución de los precios relativos. El valor de los productos agropecuarios, en especial del
trigo, bajó drásticamente, lo que agravó la situación. A fines de 1931, el valor de los
cereales y del lino había descendido casi a hasta la mitad. Las carnes no sufrieron tanto, al
igual que los productos forestales, pero las lanas experimentaron un gran descenso en sus
cotizaciones, a lo que se sumaba el fuerte proteccionismo agrario en Europa que fue
agudizándose con la depresión y resultó muy perjudicial para la Argentina. Se produjo
también una caída en los términos de intercambio, por la mayor declinación de los precios
agropecuarios con respecto a los industriales.

3. Desarrolle las medidas que se tomaron a lo largo de la década para salir de la crisis
prestando especial atención a:
a) El pacto Roca-Runciman
b) El plan de Acción Económica de 1933 de Pinedo (incluyendo los cuatro
frentes: mercado cambiario, de productos, política monetaria y política
fiscal)
c) El plan de reactivación económica de 1940
La primera medida importante, se tomó en 1931, a fin de disminuir el desequilibrio del
comercio exterior y la fuga de divisas mediante la implantación del “control de cambios”.
Este mecanismo consistió en la creación de una Comisión de Control de Cambios con el fin
de fijar periódicamente el valor de las divisas y asegurar el pago de las obligaciones
financieras externas. Esto se garantizaba mediante un sistema de “permisos de cambio”
que distribuía las divisas disponibles en función de una lista de prioridades donde figuraba,
en primer término, el pago de la deuda externa y luego el de las importaciones
imprescindibles (materias primas para industrias nacionales, combustibles, bienes de
consumo indispensables). Como consecuencia de estas medidas, la balanza comercial pasó
de una situación de déficit en 1930 a un superávit comercial en 1936. Estas mejoras de la
economía argentina, entre 1933 y 1937, se debían, además de las medidas implementadas,
a una mejoría de la coyuntura mundial. El incremento que se fijó en los aranceles
aduaneros contribuyó a acentuar el efecto proteccionista que de hecho tenían las
disposiciones cambiarias. Pero los efectos de ambas medidas resultaron amortiguados por
la firma del Pacto Roca – Runciman, que establecía una política discriminatoria a favor de
las empresas y exportadores ingleses. Debido a esta política proteccionista adoptada en
todo el mundo, se inició un fuerte proceso de industrialización por sustitución de
importaciones.

En 1929 se realizó el primer intento de convenio bilateral con Gran Bretaña (convenio
previo al Pacto Roca Runciman), establecido para mejorar las relaciones comerciales con
Gran Bretaña. Este convenio, acordado entre D´Abernon, en representación de Gran
Bretaña, e Yrigoyen, establecía la compra de material ferroviario por parte de nuestro
país, a cambio de carnes y cereales. La misión D´Abernon, en Argentina, tenía como
principal objetivo la recuperación de ciertas industrias británicas que se encontraban en
declinación y no podían resistir ya una competencia libre frente a las firmas de otras
potencias y a la aparición de bienes sustitutivos, como el transporte automotor y el
petróleo. La Sociedad Rural Argentina comenzó, entonces, a presionar al gobierno de
Justo para que se emprendiera una acción diplomática a fin de ayudar a los ganaderos
locales a mantener su participación en el mercado de Gran Bretaña. Entonces Justo, en
1933, envió una misión encabezada por Roca para negociar el mantenimiento de la cuota
argentina de “carne enfriada” en el mercado británico. (Algunas medidas del gobierno
argentino afectaban los intereses de GB, como el Control de Cambios, el incremento de
aranceles y la situación de diversas compañías británicas en Argentina). Gran Bretaña
pretendía una asignación preferencial de las Divisas, un desbloqueo de fondos congelados
y una reducción de los aranceles. A cambio, estaba dispuesta a aceptar la suspensión
temporaria del pago del servicio de la deuda externa. Además, por su parte, Argentina
pedía que no se redujera la cuota de carne enfriada, y que el gobierno local mantuviera el
control de esa cuota. Finalmente se firmó el 01/05/1933 el Pacto Roca-Runciman.

Este Convenio no ofreció demasiadas ventajas para la Argentina, mientras satisfacía la


mayor parte de los pedidos del lado británico. El Pacto aseguraba una cuota de carne
enfriada en el mercado inglés (en un monto un 10% menor que la cantidad importada hasta
06/1932, la más baja de los últimos años), y Gran Bretaña concedía una participación a los
frigoríficos nacionales para la exportación de carne argentina mediante una cuota del 15%
que tardó varios años en poder hacerse efectiva. A cambio, Gran Bretaña lograba un trato
en forma preferencial de sus inversiones en Argentina y el no incremento de los aranceles
a sus productos, como el carbón, etc., como la reducción de aranceles para otros
productos de ese origen. Además se lograron acuerdos financieros, llamados “empréstitos
de desbloqueo”, que establecieron un plan de emisión de bonos de largo plazo y a un
interés razonable para poder reestructurar las deudas anteriores, con el fin de
desbloquear el dinero bloqueado anteriormente, por no haberse logrado la cantidad de
cambio suficiente para hacer los correspondientes envíos. Los títulos eran transferidos a
los tenedores de ese dinero bloqueado, los cuales lo traspasaban al Tesoro argentino para
ser destinado a la amortización de la deuda flotante. El gobierno mantuvo así el servicio
íntegro de su deuda externa, pero a pesar de respetar sus compromisos internacionales, no
obtuvo mayores beneficios en sus negociaciones internacionales posteriores.
El Pacto Roca-Runciman evitaba una brusca contracción de las exportaciones de carnes,
pero no aseguraba la posición de los ganaderos, ya que el carácter oligopólico de los
frigoríficos y la falta de control estatal en el negocio les permitía a aquellos plenamente
ejercer su poder de compra, clasificando la calidad de las carnes y manejando los precios
de manera arbitraria. Los ganaderos volvieron a reclamar entonces la intervención del
Estado en su defensa, aunque la división entre “criadores” e “invernadores” se hizo
manifiesta en las discusiones sobre el alcance de la intervención. Los primeros pretendían
la participación directa en la industrialización y comercialización de las carnes y los
segundos solo exigían un “marco regulatorio”. En 09/1933 se aprobó la ley que creaba la
Junta Nacional de Carnes, dicha ley se inclinaba a satisfacer los reclamos de los
“invernadores”. Aun así, se creó el Frigorífico Nacional de la Capital y de la CAP
(Corporación Argentina de Productores de Carne), organismo dirigido por un gran dirigente
criador.

Mientras el gobierno argentino enfrentaba a los efectos de la Depresión tratando de


preservar las exportaciones de carne a GB e introduciendo algunas herramientas que
permitieran un mejor manejo de la coyuntura económica, la crisis mundial seguía
afectando a la economía local. Pero en 1933, se produciría un cambio de rumbo en la
política económica debido al estado crítico de la coyuntura y por el principio de solución
de los problemas más anhelados de la elite ganadera que representaba la firma del Pacto
Roca-Runciman. Así, con diversas medidas, el gobierno de Uriburu había intentado
proteger a la economía del país (especialmente, a los sectores económicos más poderosos)
de los efectos más inmediatos de la crisis, que con la llegada de Pinedo y Tomaso al
comando del Ministerio de Hacienda, se aplicó un enfoque más global y de largo plazo,
para lo cual se recurrió a una activa participación del Estado en la regulación y orientación
de la economía. Las medidas económicas implementadas por el gobierno de Justo a partir
de la llegada de Pinedo al Ministerio de Hacienda y a través de su plan de Acción
Económica de 1933, abarcó simultáneamente 4 frentes.

1) El Mercado cambiario: Pinedo procedió a realizar una importante reforma del Control
de Cambios, que consistió en la división del mercado cambiario en un mercado oficial y en
otro libre. En el primero, cuyo tipo de cambio era fijado por el gobierno a través de la
Comisión de Control de Cambios primero, y por el BCRA a partir de 1936, debían liquidarse
las divisas provenientes de las exportaciones regulares. En el mercado libre, debían
liquidarse las divisas provenientes de las exportaciones no regulares, de las inversiones
extranjeras directas, de fondos flotantes externos, de fletes marítimos y de diversas
transacciones comerciales y financieras privadas. Los exportadores estaban obligados a
vender sus divisas a la Comisión a un tipo de cambio oficial de compra, mientras que los
importadores y aquellos que necesitaban efectuar pagos en el exterior debían para
adquirirlas obtener permisos previos de la Comisión, fijándose diariamente el tipo de
vendedor por licitación entre los poseedores de permisos. Sólo quienes realizaban
exportaciones no regulares podían volcar sus divisas al mercado libre, al cual debían
recurrir aquellos importadores que no hubiesen podido obtenerlas en el mercado oficial,
con lo cual intentaba bloquearse reaparición de fondos bloqueados.

2) Regulaciones en los mercados de bienes: A fin de evitar una mayor caída de la actividad
interna, desde 1931 comenzaron a crearse comisiones asesoras y juntas reguladoras, cuya
finalidad era proteger los intereses de los distintos sectores productivos: cerealero,
cárnico, azucarero, vitivinícola, textil, etc. En total en el ’30 se crearon 21 organismos
autónomos y 25 sin autonomía. Por ejemplo la Junta Reguladora de Granos compraba los
cereales a los productores a precios básicos “mínimamente rentables”, y los vendía luego
a los exportadores a los precios de mercado, deprimidos por la crisis. La idea era proteger
a los primeros de la caída de los precios internacionales, absorbiendo las posibles pérdidas
que puedan tener.

3) La política monetaria y la creación del BCRA: En 1935 se creó el BCRA, con el objetivo
de regular la moneda y el crédito adaptando el circulante a las necesidades de la actividad
económica. La idea de la creación del BCRA venía madurando desde hacía años, aunque se
enfrentaba con los partidarios de mantener el sistema existente (Control de Cambios o
Caja de Conversión), que se había revelado insuficiente para evitar la fuga de oro o
devaluación durante las crisis y cuya innegable rigidez en épocas de convertibilidad
impedía el manejo de la política monetaria, mientras en momentos de inconvertibilidad
fomentaba el emisionismo incontrolado

4) La política fiscal: La política fiscal sufrió a partir de 1933 una serie de


transformaciones. El más novedoso fue un significativo aumento del gasto, que se
relacionó con un importante crecimiento de la inversión pública y la creación de los
organismos reguladores (Juntas Reguladoras). En 1930, el déficit fiscal fue muy alto,
bajando en los años siguientes, hasta alcanzar un superávit en período 1935-1936, pero se
desbarrancó nuevamente en 1938, se recuperó en 1939 y volvió a caer en 1940.
Las inversiones se destinaron al programa de construcción de caminos, que además de
incrementar el nivel de empleo, estimuló la demanda de automotores y camiones,
agudizando la declinación de los FCC. El aumento del gasto implicaba un serio problema
para el gobierno, debido a que la recaudación fiscal se estructuraba en función de los
ingresos aduaneros, afectados por el descenso del comercio exterior a causa de la crisis.
Por eso, la política apuntó a captar mayores recursos de las actividades internas. Se
estableció el impuesto a los réditos (ganancias), que consistía en gravar las ganancias de
los ciudadanos y de las empresas. A su vez, hubo un gran incremento de diversos
impuestos internos, obteniendo como resultado de la reforma tributaria un gran
incremento de la recaudación, lo que mejoró la situación fiscal

Pinedo puso a consideración del Parlamento, en 1940, un Plan de reactivación económica,


el cual se llamó “El Plan Pinedo de 1940”. El cual expresaba la necesidad de proteger y
desarrollar, con ciertas limitaciones, la industria nacional y sostenía la idea de un
incremento de la demanda interna para reactivar el aparato productivo. Para ello,
planteaba una reforma financiera que permitiera implementar un régimen crediticio
especial para el sector industrial y para la construcción de viviendas populares. Trataba
así de revitalizar una economía afectada por la guerra por medio de un sector con un gran
efecto multiplicador, como el de la construcción, mientras apoyaba la demanda interna
para absorber los stocks de cereales que no encontraban destino externo por causa de la
guerra. Por otra parte, para hacer frente al déficit comercial de 1939-1940, se proponía un
control selectivo de las importaciones, hecho que, debía ayudar a fortalecer al sector
industrial. A fin de estimular las exportaciones se implementaba también un conjunto de
medidas, entre ellas, incentivos cambiarios, facilidades financieras y modificaciones
arancelarias.

4. Caracterice el golpe de Estado de 1930 y los gobiernos de Uriburu y Justo.

En los comicios de 1930 el oficialismo radical tuvo sus primeras derrotas en la renovación
de diputados. Este hecho marca una gran oposición al gobierno de turno, de parte de
diversos partidos políticos y los medios de difusión. En realidad, la causa determinante de
la caída de Yrigoyen radicó en la coalición de fuerzas políticas, económicas y militares,
que desde el comienzo de la segunda presidencia del caudillo radical volcaron todos sus
esfuerzos a desestabilizar al gobierno. La conspiración militar se desarrollaba entre las
filas del ejército, en donde había 2 tendencias. Por un lado, Uriburu tenía tendencias
nacionalistas, proponiendo una reforma sustancial del régimen constitucional, la
eliminación del sufragio popular y su reemplazo por una suerte de corporativismo. La otra
tendencia de corte liberal y pro británica, estaba inspirada por el ex ministro de guerra,
Gral. Justo y respaldada por sectores mayoritarios de la clase política de orientación
conservadora. Estos coincidían con los nacionalistas en la necesidad de derrocar a
Yrigoyen, pero planteaban el mantenimiento del orden institucional, logrando imponer a
los nacionalistas la participación de políticos opositores y la introducción de algunas
modificaciones en la proclama revolucionaria. Finalmente, el golpe militar logró derribar
al gobierno constitucional el 06/09/1930. Por primera vez, la suprema Corte de Justicia
legitimaba el quebrantamiento de la legalidad constitucional.

El equipo de asesores de Uriburu impulsó el proyecto corporativista del presidente de


facto. El régimen no ocultó su desprecio por el sistema liberal y los partidos políticos. Un
día anterior al golpe se implanto el Estado de Sitio y el 08/09/1930 se instauró la Ley
marcial (someter los individuos a las normas y jurisdicción militar). El presidente adoptó el
título de “presidente provisional”, intervino los gobiernos de 14 provincias y dispuso la
disolución del Congreso por decreto. Además, se inició la persecución política, gremial e
ideológica de los opositores. También, tenían la intención de reformar la Constitución para
darle un contenido corporativo, derogar la Ley Sáenz Peña y reemplazarla por un sistema
de voto calificado, como vemos estas medidas son de tendencias nacionalistas. La clase
política reaccionó desfavorablemente frente a las intenciones de la dictadura. Los
conservadores, conforme con el golpe, querían poner fin al intento corporativo y
desembocar en un llamado a elecciones que restaurara la república conservadora. El
general Justo se transformó en el intérprete de las aspiraciones de la mayoría de los
conservadores. En 1931 se realizaron elecciones en la provincia de Buenos Aires,
triunfando el radicalismo, y evidenciando la baja popularidad de los golpistas. La derrota
precipitó la renuncia del Ministro del Interior Sánchez Sorondo y la crisis de los proyectos
corporativos de Uriburu, por lo que era inminente un llamado a elecciones generales.
Justo emergía como candidato ideal para la restauración de las instituciones. Neutralizado
el proyecto autoritario de Uriburu se convocó a elecciones generales para Noviembre de
1931. La concordancia conformada por conservadores (reunidos en el partido demócrata
nacional), radicales anti personalistas y socialistas independientes respaldaron a Justo.

Las elecciones consagraron a Justo como nuevo presidente por fraude generalizado, lo que
permitió el triunfo frente a la fórmula opositora encabezada por De La Torre y el socialista
Nicolás Repetto. Las elecciones de 1931 consagraron el triunfo de la fórmula presidencial
de la Concordancia. La fórmula estaba compuesta por Agustín Justo y Julio A. Roca (hijo).
Justo estaba en contra de algunas medidas tomadas por el gobierno de Uriburu y pretendía
emerger como un defensor de las instituciones democráticas, a pesar de que su triunfo
estuvo basado en el fraude y la proscripción del radicalismo. El nuevo gobierno para poder
mantenerse en el poder, se basó en tres instrumentos políticos: el fraude, intervención
federal y la violencia política, recurriendo así a medidas autoritarias y represivas, aunque
mantuvo formalmente las instituciones democráticas. El fraude inhibió las posibilidades
electorales del radicalismo, quedando al margen la Capital Federal y Córdoba,
permitiendo el triunfo radical y socialista. Las intervenciones federales fueron un
mecanismo utilizado para asegurar el control político nacional sobre las provincias
opositoras, entre ellas San Juan, Tucumán, Buenos Aires, Catamarca y Santa Fe. La
violencia política fue otro de los factores que utilizó el gobierno para su predominio
político. Es así como hubo asesinatos (de diputados y senadores), torturas para los presos
políticos y persecuciones a opositores con el pretexto de anticomunismo. Hubo una
preocupación por parte de Justo, temiendo un posible golpe militar en contra de él.
Mantuvo una relación diplomática con los jefes militares, teniendo como objetivo, lograr
la prescindencia política de los militares, afianzar una actitud legalista y un mayor
profesionalismo entre los uniformados. Los resultados de la política militar de Justo no
fueron los esperados, ya que hubo dos intentos de golpes militares apoyados por la
oposición radical en 1932 y 1933, aunque no tuvieron éxito. Por este motivo, el gobierno
de Justo, intentó disciplinar y despolitizar a los oficiales, pero con la muerte del Ministro
de Guerra Rodríguez (máximo colaborador de Justo en la tarea de imponer disciplina
dentro de la oficialidad), la tendencia golpista no pudo ser revertida. En este marco, el
General Ramón Molina, repudió el golpe de Estado de 1930 y planteó la necesidad de
elecciones libres y honestas, además de reformas socio-económicas, por lo que obtuvo
consenso social y apoyo de sectores de izquierda. Según Justo, Molina representaba una
amenaza, por lo que dispuso su arresto y lo obligó a su retiro activo del servicio. Justo
buscó fundamentos para legitimar su gobierno, para ello recurrió al “tribunal de la
opinión” (la prensa), procuró el apoyo de las entidades intermedias y persiguió el respaldo
de lo opinión técnica y calificada. Además buscó otras fuentes como la iglesia y el
ejército.

5. Describa los gobiernos de Ortiz y Castillo enfocándose en la situación de crisis


política del orden conservador.

Ortiz fue elegido presidente a fines de 1937, con ayuda del fraude electoral. Candidato de
la Concordancia, en representación del radicalismo anti personalista, Ortiz llevaba como
vicepresidente a Castillo que era “conservador”. Ortiz advirtió que había una crisis
legitimidad del poder y que las bases económicas del sistema podían estar en peligro si no
se modifican “desde arriba” sus estructuras políticas. Para ello se comprometió a
abandonar las prácticas electorales fraudulentas, permitir que la oposición radical tuviera
la posibilidad de acceder al gobierno, y democratizar en forma general la vida política. El
mandato de Ortiz duró 2 años y medio. Su breve período despertó ilusiones en las fuerzas
políticas de la oposición por el carácter más “democrático” de su actuación, comparada
con la de anteriores administraciones conservadoras. En 1940, presionado por su
enfermedad y por enemigos políticos dentro del gobierno en contra de sus intenciones
democráticas, Ortiz delegó sus funciones provisoriamente en Castillo, quién quería
mantener las costumbres políticas que pretendía sanear Ortiz. En política exterior, Castillo
era partidario de mantener la neutralidad y tenía desconfianza a EEUU. Pero la oposición
política de Castillo era débil y debió hacer concesiones (favores políticos). Así, en 1940,
nombró un gabinete integrado por figuras del ala liberal, como el ministro de Relaciones
Exteriores, Roca (hijo) y el ministro de Hacienda, Pinedo. Este último, presentó un plan
económico (acompañado por una apertura política hacia los radicales), que no tuvo
consenso en el interior de la coalición conservadora. Esta situación llevó a la renuncia de
Roca y Pinedo en 1941 y al nombramiento de otro gabinete, esta vez más cercano a las
ideas del presidente, con tendencias que nada tenían que ver con el retorno a las
prácticas democráticas.

En este contexto, ya comenzaban a manifestarse los primeros síntomas de una seria crisis
política. El factor principal de la misma se encontraba en la situación interna del país,
aunque desde 1942, con la entrada en la guerra de EEUU, se agregarían también las
presiones internacionales. La falta de apoyo popular a la Concordancia conservadora
explicaba la recurrencia al fraude electoral. El clima represivo, la corrupción política, los
frecuentes escándalos económicos y la actitud de ceder frente a los países centrales por
casi una década habían contribuido a descreer de los gobiernos surgidos del golpe de
Estado de 1930 y, además, no lograron las transformaciones económicas que esos mismos
gobiernos habían debido impulsar para hacer frente a la crisis mundial. El creciente
aislamiento político del régimen conservador generaba de ese modo un peligroso “vacío de
poder”.

En el interior de las elites en el poder se acentuaban las diferencias. La política del


gobierno terminó siendo, la que puso en evidencia el conflicto interno de las clases
dirigentes. Su fracción más tradicional se expresaba a través del presidente Castillo y sus
intereses se confundían principalmente con los grandes hacendados de la Pampa Húmeda,
aliados con algunas elites provincianas. Integraban la tendencia más pro inglesa o pro
europea de la época y sostenían una posición neutralista frente al conflicto mundial. El
triunfo de los aliados no sólo significaba la derrota de Alemania, sino también, el fin del
Imperio británico (y de su predominio en Argentina) y la consolidación del dominio de
EEUU en el mundo, enfrentado con Castillo y su gente. Otros sectores de las clases
dirigentes retomaban las ideas del liberalismo y mantenían una posición de acercamiento
a EEUU. Pretendían una alianza con Washington que reemplazara la tradicional relación
con Gran Bretaña o Europa. Sus intereses económicos estaban basados en los sectores
industriales y en el gran capital financiero. El desprestigio e ilegitimidad del régimen, el
fraude, la corrupción, la falta de apoyo popular y los interrogantes sobre la capacidad de
Patrón Costas (candidato a presidente propuesto por Castillo) para conducir los destinos de
la Nación, llevaron a los militares a planear un golpe de Estado, que se aceleró por el
pedido de renuncia de Castillo al Ministro de Guerra, Gral. Ramírez, al enterarse de los
movimientos conspirativos y de contactos del ministro con dirigentes radicales.

6. Caracterice el golpe militar de 1943 y el rol del GOU (Grupo de Oficiales Unidos) en
el gobierno de facto.

El 04/06/1943 se produjo el golpe militar, desplazando a Castillo de su cargo. Así, la


década infame había llegado a su fin ante la sorpresa e incertidumbre de la sociedad
argentina. El Gral. Rawson ocupó la presidencia provisional como representante de los
jefes superiores de Campo de Mayo. Sin embargo, al integrar su gabinete con algunos
funcionarios del anterior régimen, se enfrentó con sectores de la interna militar, por lo
que debió renunciar a las 48 horas de su designación. En su reemplazo, asumió el Gral.
Ramírez, quién era el verdadero jefe del movimiento militar. Detrás de este
desplazamiento y de la proyección de Ramírez a la presidencia se reveló la existencia de
una logia militar denominada el GOU (Grupo de Oficiales Unidos). El objetivo de esta
logia, integrada por jóvenes oficiales superiores, era restablecer la moral y la disciplina
dentro del Ejército y recuperar al país de una corrupción que, a juicio de sus miembros, lo
conducía al comunismo, en la logia predominaban las ideas nacionalistas y neutralistas. El
nuevo régimen se proponía eliminar la corrupción moral, buscar la unión del pueblo y
restituirle sus derechos. El GOU se proclamó como representante del conjunto de las
aspiraciones de la población. En esto se diferenciaba de los militares de los años ’30, que
representaban a ciertos sectores sociales.

Conforme a estos lineamientos, la primera etapa del gobierno militar estuvo influida por
una orientación nacionalista, industrialista y autoritaria, con signos derechistas. Por un
lado, creó el Banco de Crédito Industrial, dispuso el allanamiento de las oficinas
monopólicas de electricidad, intervino la Corporación de Transportes, expropió la
Compañía Primitiva de Gas, inició el estudio de las tarifas aduaneras e impulsó las
industrias militares. Por otro, intensificó la represión policial de comunistas e
izquierdistas, introdujo la enseñanza religiosa en las escuelas, legalizó la censura de la
prensa escrita y radial, persiguió a profesores y estudiantes liberales, disolvió los partidos
políticos y clausuró el local donde funcionaba una de las centrales sindicales, prohibiendo
sus actividades y la de los gremios adheridos.

7. ¿Qué funciones cumplió Perón en el gobierno del Gral. Ramirez? Y en el gobierno de


Farrell?

A partir de la asunción de Ramírez, varios integrantes del GOU ocuparon posiciones


estratégicas, uno de sus miembros más destacados fue el Gral. Perón, el cual logró ser
designado (fines de 1943) al frente del Departamento de Trabajo, que luego lo transformó
en Secretaría de Trabajo y Previsión. Su acción política se desplegó alrededor de 3 ejes: la
justicia social, el control de la clase obrera y la despolitización de las organizaciones
sindicales. Los militares de la corriente nacionalista que influían sobre el presidente
Ramírez comenzaron a desconfiar de la política laboral de Perón, que se había convertido
en un rival. En 1944, el presidente Ramírez se vio obligado a renunciar y delegó el
gobierno en manos del Gral. Farrel (vicepresidente) en medio de presiones internas y
externas. Con el nuevo mandatario se consolidó el ascenso político de Perón. Farrel lo
designó ministro de Guerra, conservando su cargo al frente de la Secretaría de Trabajo y
Previsión. En 07/1944 Perón fue designado vicepresidente sin renunciar a sus cargos en el
Ministerio de Guerra y en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Así, Perón pareció alcanzar
la cumbre del poder contando con una gran influencia en el gobierno y con el apoyo de
algunos de sus compañeros ubicados estratégicamente en diversos cargos
gubernamentales.

8. Describa los hechos de octubre de 1945.

En 1945, el régimen militar se puso a la defensiva. La caída nazi sirvió de excusa para que
los simpatizantes de los partidos opositores y los grupos económicos dominantes
organizaran grandes manifestaciones callejeras, como si se tratara de una victoria interna
sobre el poder “nazifascista”, reclamando la convocatoria inmediata a elecciones y
rechazando toda candidatura oficial. Las FF. AA. Debían afrontar un grave dilema. Por un
lado, no estaban dispuestas a facilitar el retorno de los partidos políticos sin el previo
cumplimiento de los objetivos revolucionarios de 06/1943. Por el otro, no todos sus
integrantes tenían la intención de respaldar las ambiciones políticas de Perón, que desde
el gobierno gestaba las condiciones para hacer viable su candidatura constitucional.
En 07/1945 el gobierno convocó al pueblo a elegir sus autoridades a fin de año. La
convocatoria fue acompañada del compromiso de no adoptar candidaturas y de asegurar
elecciones libres. Luego, Perón ofreció cargos importantes en el gobierno a dirigentes del
radicalismo, intentando dividir al partido de Alem, capitalizar sus diferencias internas y
atraer al ala de la intransigencia Yrigoyenista. Si bien no obtuvo los resultados esperados
varios radicales aceptaron el ofrecimiento, y desde el Ministerio del Interior se levantó el
Estado de Sitio, impuesto por Castillo y mantenido por los militares, facilitando la
actividad de los partidos políticos. A principios de octubre la presión de la oposición de
Perón y de la oficialidad de Campo de Mayo determinaron que, el 09/10/1945, Perón
renunciara y que fuera detenido en la Isla García. La CGT recogió la inquietud de los
trabajadores que interpretaron que con el desplazamiento de Perón corrían peligro las
conquistas sociales obtenidas gracias a su gestión. Entonces, la CGT anunció una huelga
general en apoyo de la liberación de Perón, por lo que una muchedumbre en Plaza de
Mayo exigió y logró la libertad de su líder y su retorno al poder. Perón volvió a ocupar el
centro del escenario político. El ejército debió aceptar su regreso a disgusto y recibir el
inesperado apoyo popular y de los sindicatos. El coronel aparecía como el único candidato
posible del Ejército para las elecciones. Ahora, los nuevos integrantes del gabinete
nacional respondían a Perón. En el curso de 2 semanas todo foco opositor dentro de las
FFAA fue eliminado. El régimen militar cumplía su promesa de asegurar el ejercicio de la
soberanía popular justificando su intervención y logrando conservar el poder para
devolverlo a alguien surgido de las filas del Ejército (Perón), y no a los partidos
tradicionales.

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