Tnloaponf: (The Normal Life of A Normal Pair of Friends)
Tnloaponf: (The Normal Life of A Normal Pair of Friends)
Tnloaponf: (The Normal Life of A Normal Pair of Friends)
Estoy aburrida y tengo cosas que hacer pero no las haré porque acabo de terminar mi
dibujo de Sócrates y estoy cansada.
Cuando estoy exhausta psicológicamente escribo, así que puede que cuente una historia o
solo diga un montón de tonterías.
22/05/2020
Cuarentena: ABURRIMIENTO, ya hice todo lo que pude (bueno no). Al principio creí que no
sería tan malo porque igual nunca salía, pero salió peor de lo que imaginé. Veo una o dos
películas todos los días, dibujo, hago mis malparidas tareas, aprendo canciones random en
flauta, estoy en redes sociales, veo videos, aprendo francés, leo, canto, escucho música
intento socializar, pero sigo aburriéndome.
El día de hoy voy a relatar una historia, aún no sé de qué tratará, pero veremos que surge
en el camino. Primero necesito dos personajes; Lynn y Craig.
Ellos son dos amigos de la infancia, que crecieron juntos en la misma calle de una típica
zona de una típica ciudad (no el centro, porque ya hay demasiados ahí). Sus casas estaban
una frente a la otra, y se conocen desde siempre, por lo que saben todo del otro.
Lynn es una chica ni muy alta ni muy baja, del tipo de persona que concuerda y asiente a
todo para no tener que generarse discusiones luego. Tiene el cabello café oscuro a la
mitad de la espalda, se peina hacia la izquierda y el único maquillaje que usa es el labial
(para que no se le resequen los labios). Le gusta la música, de todo un poco. Tiene algunos
hábitos que te hacen preguntarte cómo distribuye su tiempo. Le gustan las duchas a la
mitad de la noche, y es una persona más nocturna, es decir que funciona mejor en las
noches que en el día. Le gusta ver los atardeceres y ver por la ventana de su habitación
cómo el cielo cambia de color y las nubes se transforman. Se pasa el día pensando en qué
hacer hoy, y la noche deseando que sea de día porque justo se le ocurrieron al menos 100
actividades divertidas en ese momento.
Ya es una costumbre para Craig recibir un mensaje en la madrugada que diga: NO PUEDO
DORMIR. Y responder a ese mensaje: LO SÉ LYNN, NO ME GRITES. Luego charlan por un
tiempo antes de que el cansancio le gane y caiga profundamente dormido a ese lugar que
tanto le gusta, donde nunca sabe que encontrará, y siempre está emocionado por
descubrirlo. Al día siguiente se levanta y arregla su desordenado cabello rubio, los rizos
son especialmente difíciles de manejar en las mañanas. Se pone la ropa que preparó el día
anterior y baja por el desayuno. Le encanta comer tostadas con miel, pero él pone la miel
en una taza y luego remoja su tostada ahí. Se lava los dientes, le da de comer a Toby, su
perro, y luego corre para alcanzar el autobús que seguramente lo dejó de nuevo. Logró
subir, todo bien. Pero las cosas se complican con el primer…
-Buenos días, Ricitos de Oro!!- sus mañanas no pueden estar completas sin escuchar esto
al menos una vez.
-Tres años James, eso fue hace tres años, supéralo - y aquí viene Lynn, defendiendo a su
mejor amigo mientras le hace espacio para que se siente a su lado.
El gran día había llegado, todos estaban preparándose con el maquillaje, los peinados,
repasando los guiones. Todos menos… Sally Beckham, la protagonista. Su madre llegó esa
mañana a disculparse con la maestra, resulta que habían salido el día anterior a comer
fuera por el cumpleaños de su hermano y se enfermó, no podía ni levantarse de la cama.
Sabían que no era su culpa, pero todo el equipo había estado trabajando muy duro para
esto, y la actriz principal no estaba, ¿qué se supone que hicieran ahora?. La señorita Miller
casi se desmaya ahí mismo, el público ya estaba en la sala y los demás ya estaban listos, se
les estaba haciendo tarde y ya había preparado su mejor discurso para disculparse con
todos por hacerles perder su tiempo, y pedirles que volvieran a sus clases, cuando, sus
ojos se iluminaron y el alma le volvió al cuerpo.
Ahí, sentado sobre el amplificador en una esquina, con la vista en algo que parecía ser una
especie de libro y una mano sosteniendo su barbilla, se encontraba Craig. En ese entonces
era más o menos de la estatura de Sally, tenía la piel blanca y los rizos rubios casi llegando
a los hombros. Perfecto.
-Craig!, cielo!- La señorita Miller corrió hacia él lo más rápido que pudo con su vestido
largo y lo tomó por los hombros.
El chico se sorprendió por un momento y levantó la vista sólo para encontrarse con la
mirada de su maestra que parecía haber descifrado el número ganador de la lotería.
-¿Si?- preguntó algo desconcertado mientras dejaba su recién comprado manga de Tokyo
Ghoul a un lado de él.
-Necesito pedirte un gran favor, ¿lo harías?- le contestó la ansiosa dama frente a él.
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Interesante… Fue la única palabra que se le ocurrió para describir lo que veía. El espejo
mostraba un vestido azul pomposo hasta las rodillas, unas zapatillas celestes algo
apretadas, un montón de fijador y ganchos sandinos en el cabello y, por si fuera poco,
joyas de fantasía y un moño rosa atado en una media coleta.
-Recuerdas todas las líneas?- preguntó su maestra con una voz algo preocupada.
-Por supuesto- respondió confiado el chico rubio. Él era uno de los encargados del guión y
había estado presente en todos los ensayos, así que estaba familiarizado con la obra.
-Está bien, no es su culpa.- Y luego de eso fue a pararse al escenario, con el telón aún ahí.
La señorita Miller fue hasta ahí y se disculpó por las demoras, luego hizo la presentación
que dio principio a la obra y desapareció con los aplausos de todos los presentes.
-Bueno, no todas las niñas deben hablar como ardillas- dijo alguien más. –Deja de juzgar y
pon atención a la obra, seguro nos pedirán un resumen después.-
Con eso, nadie dijo nada más hasta el final. Una ronda de aplausos llenó por completo el
auditorio y todo el elenco fue al frente a recibir los elogios. Había sido una muy buena
presentación, de hecho. Las actuaciones, los efectos, cambios de escena… todo había sido
fantástico.
-Ah… haha, ¿Qué hay chicos?- no sabía que más decir. El escenario estaba alto y lejos de
los asientos, sumado a todo el maquillaje y look que llevaba, nadie podría reconocerlo,
pero ahora, todos podían notar que efectivamente era él.
-¿Craig…?, en serio eres tú…?- comenzaron a rodearlo y acercársele para confirmar que
realmente era quien ellos creían que era.