Platón y Los Mitos
Platón y Los Mitos
Platón y Los Mitos
De esta forma, partiendo del principio de que Platón era discípulo de Sócrates y que
éste era propulsor de una filosofía basada en la razón, en el logos, lo lógico sería
pensar que Platón siguiese por este camino evitando radicalmente un acercamiento
hacia el uso del mito en su planteamiento filosófico. Por el contrario, Platón encontró
en el mito una herramienta para propulsar su doctrina y hacer que ésta fuese más
accesible para todos los ciudadanos.
Así pues, Platón decidió hacer una distinción entre los mitos para así desmarcarse de
cualquier aproximación con los relatos no reales y reafirmando su creencia en la razón
y en los relatos verdaderos que planteasen cuestiones filosóficas. Platón planteó tres
tipos de mitos. En primer lugar estaban los mitos falsos, los que relatan historias de
dioses sujetos a pasiones y sufrimientos humanos, dichos mitos eran falsos ya que la
razón enseña que Dios es perfecto y por lo tanto estas situaciones no eran posibles.
Por otra parte están los mitos que involucraban un razonamiento verdadero, y por lo
tanto se consideraban verdaderos. Por último estaban los mitos no verificables por no
encontrarse dentro del alcance de la razón humana pero que consentían cierto grado
de verdad. Platón por su parte, no se decantó por uno u otro, sino que creó una
especie de híbrido en sus textos, utilizando parte del contenido del universo y por otra
parte la moral, origen y destino del alma.
En esta aproximación hacia la relación que sostuvo Platón con las alegorías se
plantearán algunas de ellas, las más conocidas, el mito del carro alado y el mito de la
caverna. De esta forma se podrá entablar una conexión entre él y sus teorías que hoy
en día y como objetivo de este trabajo serán analizadas para determinar la medida de
su influencia en la cultura audiovisual de los últimos siglos.
Posterior a La República, Platón escribe otro diálogo y lo nombra como Fedro (370
a.C.), en él habla sobre el amor, la retorica, la muerte, la naturaleza, el destino de las
almas, la belleza, la ética y la comunicación.
La alegoría del Carro Alado es propuesta en este diálogo para explicar su visión del
alma humana. De esta forma, el personaje Sócrates se sirve de esta alegoría para
plantear el mérito del amor como locura divina.
El relato se nos presenta de la siguiente forma: “El alma es como un carro de caballos
alados y un auriga que forman una unidad. Ahora bien: los caballos y aurigas de las
almas de los dioses son todos buenos y de excelente linaje; los de las otras almas, sin
embargo, son mezclados. Nuestro auriga gobierna a la pareja que conduce; uno de sus
caballos es bello y bueno y de padres semejantes, el otro es lo contrario en ambos
aspectos. De ahí que la conducción nos resulte dura y dificultosa” (Fedro, 370 a.C.: 345)
De esta forma Platón se vale de la alegoría para tratar un tema mucho más profundo,
la esencia y las partes del alma. Vemos como el alma se representa a través del auriga
que conduce el carro y los dos caballos que representan lo bueno y lo malo, por lo que
la conducción del carro (o en este caso, del alma), será complicada ya que es necesario
guiar lo bueno y lo malo para que ambos vayan en consonancia.
El alma tiene como deber el cuidado de lo inanimado, como creían los antiguos
griegos, el alma dotaba de vida todo aquello que se movía. Como el alma tiene alas,
recorre el cielo y se encarga de administrar el mundo. Por el contrario, cuando el alma
pierde sus alas recorre su camino sin ellas hasta que logra poseer un cuerpo terrestre.
De esta forma, el alma dota de movimiento al cuerpo, generando así un conjunto, un
ser viviente.
El mito en definitiva resume una invitación por parte del filósofo a dedicarse a las cosas
que guiaran a los seres vivos hasta el bien: a la belleza, la verdad y la bondad. El ser es
capaz de llegar siendo guiado por las divinidades, pero es necesario que sea capaz de
vencer al principio opuesto de lo divino, lo que pervierte al alma, le corta las alas y le
hace caer al mundo de la finitud y la contingencia.
Una de las obras más representativas de Platón es la República, escrita hacia el año
380 a. de C. Es un sumario de las ideas que conforman la filosofía del autor, las
doctrinas platónicas fundamentales, que son representadas en forma de diálogo entre
el propio Sócrates y otros personajes. La obra se compone de diez libros que tratan
diversos temas, sin ningún sentido específico que separe los volúmenes entre uno y
otro.
Las sombras proyectadas en la pared de la cueva son generadas por el mundo real, el
mundo de las ideas de Platón. Es natural, según el filósofo griego, que los sujetos que
solo conocen dichas sombras consideren que ese es el mundo real. Sin embargo,
cuando uno de ellos es liberado y obligado a salir a la superficie, se da cuenta de que
hay algo más allá de la proyección de sombras de la cueva. En un principio, cegado por
la luz, no consigue ver nada y sigue pensando que el mundo real se encuentra en la
caverna. No solo eso, también se muestra reticente, incluso violento, a fijar la vista en
los objetos reales, de forma que trata de escapar de vuelta a la cueva.
No obstante, tras acostumbrarse a la luz, el prisionero liberado se da cuenta de que
aquello que veía en la caverna no era el mundo verdadero. “«Lo que vería más
fácilmente serían, ante todo, las sombras, luego, las imágenes de hombres y de otros
objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos.»” (Platón, 380 a.C.)
De esta forma, el hombre vuelve a la caverna para revelar a los demás prisioneros que
lo que ellos estaban viendo era una mera proyección de las sombras del mundo real.
Teniendo en cuenta que el hombre tiene que acostumbrarse de nuevo a las sombras,
los ojos se le llenan de tinieblas. Los prisioneros piensan, pues, que se le han dañado
los ojos por haber subido arriba, y que no valdría la pena realizar la ascensión. “«¿Y no
matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara
desatarles y hacerles subir?»” (Platón, 380 a.C.)
Interpretaciones
El Mito de la Caverna abarca así varios elementos que conforman la teoría de las ideas
de Platón y proceden a un análisis dividido en tres dimensiones.
Por una parte se encuentra la dimensión antropológica, donde Platon percibe dos
dimensiones diferentes, cuerpo y alma. El cuerpo, inmerso en el mundo sensible es
corruptible y cambiante, mientras que, el alma, se encuentra unida al mundo de las
ideas, perfecto e inmutable.
Los prisioneros son utilzados como metáfora para explicar cómo las personas están
atadas a sus percepciones y las imágenes que les representan. Las sombras que logran
vislumbrar son su mundo físico, lo que perciben y creen que es el conocimiento
verdadero. Sin embargo, aquello que señalan como verdadero no es mas que el
conocimiento subjetivo.
Por otra parte, en cuanto al mundo de las ideas, podemos reconocer que en él se
encuentran todos los objetos que el prisionero liberado observa, es decir, las sombras
y reflejos, el mundo natural y los hombres que representan las ideas, y el sol como
elemento mas alto reflejando la idea del Bien.
El retorno del mismo es un ejemplo de Platón para demostrar que él busca compartir
con los demás el método para alcanzar el conocimiento real. En este caso el prisionero
ha visto directamente el Sol, conoce la idea del Bien y decide compartirla. En este caso
es como un político preparado para gobernar con justicia, conociéndola. La democracia
entonces, para Platón, es similar a lo que ocurre en la caverna, habiendo pues
personas que habitan en el mundo sensible y deben ser guiadas por el filósofo-rey.
La razón del destino de la liberación necesita beber de la dialéctica o de la filosofíam, y
por ello crea un conflicto en realcion con la moralidad sobre esa misma situación. El
riesgo que corre el preso liberado es similar al trágico final de Sócrates, ya que fue
sentenciado a muerte por el tribunal ateniense, únicamente por insurgir a la juventud
y no respetar a los dioses.
Así pues, se ha pasado a realizar dicho análisis en el plano del contenido de cada
película. Se han escogido varios filmes, nueve en concreto, con el fin de poder ahondar
en las escenas más representativas del mito. Es decir, que no se hace un análisis en
profundidad de cada una de los filmes, sino que se escogen las escenas que más
relación guarden con el Mito de la caverna de Platón.