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Biorremediacion Agua

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PROGRAMA DE DOCTORADO EN INGENIERÍA QUÍMICA Y

AMBIENTAL

TESIS DOCTORAL:
Biorremediación de aguas con metales pesados
mediante biomasa microalgal

Presentada por Ricardo Saavedra Concha


para optar al grado de
Doctor por la Universidad de Valladolid

Dirigida por:
Dra. Silvia Bolado Rodríguez
Dr. Raúl Muñoz Torre
Dra. María Elisa Taboada Meneses

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2
PROGRAMA DE DOCTORADO EN INGENIERÍA QUÍMICA Y
AMBIENTAL

TESIS DOCTORAL:
Biorremediación de aguas con metales pesados
mediante biomasa microalgal

Presentada por Ricardo Saavedra Concha


para optar al grado de
Doctor por la Universidad de Valladolid

Dirigida por:
Dra. Silvia Bolado Rodríguez
Dr. Raúl Muñoz Torre
Dra. María Elisa Taboada Meneses

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4
Tesis para optar al grado de Doctor,

con Mención Doctor Internacional,

presentada por el Bioingeniero:

Ricardo Saavedra Concha

Siendo tutores en la Universidad de Valladolid:


Dra. Silvia Bolado Rodríguez
Dr. Raúl Muñoz Torre

Y en la Universidad de Antofagasta, Chile:

Dra. María Elisa Taboada Meneses

Valladolid, Septiembre de 2019

5
6
PROGRAMA DE DOCTORADO EN INGENIERÍA QUÍMICA Y
AMBIENTAL

Secretaría

La presente tesis queda registrada en el


folio número ______________ del correspondiente libro
de registro número _________________.

Valladolid ___________de Septiembre de 2019

Fdo. El encargado del registro

7
8
AUTORIZACIÓN DE LA DIRECTORA DE TESIS
(Art. 7-2 de la Normativa para la presentación y defensa de la Tesis Doctoral en la UVa)

Dª Silvia Bolado Rodríguez, con D.N.I. 13924580-N

Profesora del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente.


Centro Escuela de Ingeniería Industriales (Sede Dr. Mergelina)

Dirección a efecto de notificaciones Calle Prado de la Magdalena s/n, 47011, Valladolid

e-mail silvia@iq.uva.es
Como Directora de la Tesis Doctoral titulada "Biorremediación de aguas con metales
pesados mediante biomasa microalgal" realizada por D Ricardo Sebastián Saavedra
Concha, alumno del Programa de Doctorado Ingeniería Química y Ambiental, autoriza
su presentación, considerando que dicho trabajo reúne los requisitos para ser
presentado como Tesis Doctoral expresan su conformidad con dicha presentación. La
Tesis se presenta por modalidad ordinaria, de acuerdo con el convenio firmado por la
Universidad de Valladolid y la Universidad de Antofagasta, Chile. Esta tesis cuenta con
el aporte de 2 artículos publicados en revistas Q1, indexados en JCR y uno en evaluación.

Valladolid, 26 de Septiembre de 2019

La Directora de la Tesis,

Fdo. Silvia Bolado Rodríguez

SR/SRA. PRESIDENTE/A DE LA COMISIÓN DE DOCTORADO

9
10
AUTORIZACIÓN DEL DIRECTOR DE TESIS
(Art. 7.2 de la Normativa para la presentación y defensa de la Tesis Doctoral en la UVa)

D. Raúl Muñoz Torre, con D.N.I. 16811991-A.

Profesor del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente


Centro Escuela de Ingeniería Industriales (Sede Dr. Mergelina)

Dirección a efecto de notificaciones Calle Prado de la Magdalena s/n, 4 7011, Valladolid


e-mail mutora@iq.uva.es

Como Director de la Tesis Doctoral titulada "Biorremediación de aguas con metales


pesados mediante biomasa microalgal" realizada por D. Ricardo Sebastián Saavedra
Concha, alumno del Programa de Doctorado Ingeniería Química y Ambiental, autoriza
su presentación, considerando que dicho trabajo reúne los requisitos para ser
presentado como Tesis Doctoral expresan su conformidad con dicha presentación. La
Tesis se presenta por modalidad ordinaria, de acuerdo con el convenio firmado por la
Universidad de Valladolid y la Universidad de Antofagasta, Chile. Esta tesis cuenta con
el aporte de 2 artículos publicados en revistas Q1, indexados en JCR y uno en evaluación.

Valladolid, 26 de Septiembre de 2019


El Director de la Tesis,

Fdo. Raúl Muñoz Torre

SR/SRA. PRESIDENTE/A DE LA COMISIÓN DE DOCTORADO

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12
AUTORIZACIÓN DE LA DIRECTORA DE TESIS
(Art. 7.2 de la Normativa para la presentación y defensa de la Tesis Doctoral en la UVa)

Dª María Elisa Taboada Meneses, con D.N.I. 66288560.

Profesora del Departamento de Ingeniería Química.


Universidad de Antofagasta, Chile.
Dirección a efecto de notificaciones Av. Universidad de Antofagasta 02800, Antofagasta,
Chile.

e-mail mariaelisa.taboada@uantof.cl
Como Directora de la Tesis Doctoral titulada "Biorremediación de aguas con metales
pesados mediante biomasa microalgal" realizada por D. Ricardo Sebastián Saavedra
Concha, alumno del Programa de Doctorado Ingeniería Química y Ambiental, autoriza
su presentación, considerando que dicho trabajo reúne los requisitos para ser
presentado como Tesis Doctoral expresan su conformidad con dicha presentación. La
Tesis se presenta por modalidad ordinaria, de acuerdo con el convenio firmado por la
Universidad de Valladolid y la Universidad de Antofagasta, Chile. Esta tesis cuenta con
el aporte de 2 artículos publicados en revistas Q1, indexados en JCR y uno en evaluación.

Valladolid, 26 de Septiembre de 2019

La Directora de la Tesis,

Fdo. María Elisa Taboada Meneses

SR/SRA. PRESIDENTE/A DE LA COMISIÓN DE DOCTORADO

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PROGRAMA DE DOCTORADO EN INGENIERÍA QUÍMICA Y
AMBIENTAL

Reunido el tribunal que ha juzgado la Tesis Doctoral Titulada


“Biorremediación de aguas con metales pesados mediante biomasa
microalgal”, presentada por el Bioingeniero Ricardo Saavedra Concha, y
en su cumplimiento con lo establecido por el Real Decreto 99/2011 de 28
de enero de 2011 acuerda conceder por _____________________________
la calificación de ___________________________.

Valladolid, a ________de________de 2019

PRESIDENTE SECRETARIO VOCAL

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16
Agradecimientos
A mi pilar fundamental de estos años, la Dra. Silvia Bolado Rodríguez. Silvia, gracias por entregarme
tu confianza y apoyo desde el primer día. Gracias por tu tiempo y dedicación, por tus consejos y
todos tus aportes a mi crecimiento profesional y personal.

Al Dr. Raúl Muñoz, por ser un ejemplo vivo del esfuerzo y dedicación. Gracias Raúl por darme la
oportunidad de participar en tu grupo de investigación y ayudarme con buena disposición en todos
los momentos que fueron necesarios.

A la Universidad de Antofagasta y el departamento de Ingeniería de Procesos de minerales, por


recibirme con las puertas abiertas desde el inicio. A mi tutora la Dra. María Elisa Taboada, por su
paciencia, confianza y su buena disposición. Al profe Teo, por su calidad humana, las gestiones y el
apoyo entregado a lo largo de estos años. A la Sra. Patricia Varas, por su apoyo, su profesionalismo
y rápida gestión cuando fue necesario. A mis compañeros y amigos del programa: Seba, Coni, Daniel,
César, Andrea, Carito, Andrea Gutiérrez, Vero, Yanio y Fran, por su compañía, los buenos deseos y
momentos compartidos. Al Dr. Carlos Riquelme, por permitirme participar por una breve estancia
en el laboratorio que Ud. dirige. A Paola Marticorena, por su entrega y preocupación.

A la Universidad de Valladolid (UVa) por acogerme en el Departamento de Ingeniería Química y


Tecnologías del Medio Ambiente (DIQTMA). Ha sido un honor haber sido parte de esta gran escuela
durante este tiempo y son un claro ejemplo de cómo hacer bien las cosas. A Begoña, porque siempre
me recibiste con una sonrisa y los brazos abiertos. Gracias a tu tiempo, trabajo y dedicación. A los
técnicos del laboratorio del DIQTMA: Mónica, Aracelli, Daniel, Enrique y Beatriz, por toda la ayuda
brindada. A todos mis compañeros del Departamento de Ingeniería Química de la Uva, porque de
alguna u otra forma siempre aportaron de manera positiva en mi trabajo. Gracias por su
compañerismo y profesionalismo.

Gracias a todas las personas que tuve la oportunidad de conocer y compartir durante mi periodo en
Valladolid, quienes me apoyaron y brindaron los mejores momentos de mi estancia en España. A mi
querida "Resistencia Pucelana”: Adri, Rayen, Gabo, Elena, Leo, Mario, Ángela, Sara e Isa. También a
Kike y Cris, por su apoyo fundamental desde el primer día… ¡Admiro todo lo que hacen!, Mis amigos
Che: Andrés, Agus y Dani Bordel. A “Pelao”, Kathy, Raquel, Tania y Yasna. ¡Deseo lo mejor para sus
vidas y espero que el destino nos vuelva a reencontrar!

Gracias a mi familia, por darme la oportunidad de consolidarme profesionalmente y cumplir el


sueño de perfeccionarme en el extranjero. Gracias a su apoyo incondicional es que he podido crecer
como persona y consagrar con éxito esta etapa de mi vida académica. Gracias por su paciencia.

Finalmente, agradezco a CONICYT, por el financiamiento entregado y hacer posible este proyecto.

¡Muchas gracias a tod@s!

17
TABLA DE CONTENIDO

Indice de figuras ....................................................................................... 21


Indice de Tablas ........................................................................................ 25
Resumen .................................................................................................. 26
ABSTRACT ................................................................................................ 28
CAPÍTULO 1 : INTRODUCCIÓN .............................................................................................30
1.1. Metales pesados - Aspectos generales y clasificación .............................. 31
1.2. Tratamientos de eliminación de MP en aguas contaminadas .................... 36
1.3. Bioremediación como alternativa para el tratamiento de MP en aguas ...... 39
1.4. Microalgas - Aspectos generales .......................................................... 40
1.5. Mecanismos de defensa de las microalgas frente a los MP ....................... 42
1.6. Factores que afectan el proceso de biorremediación de MP ..................... 47
1.7. Potenciales especies de microalgas para la biorremediación de MP ........... 51
1.8. Tipos de sistemas empleados en procesos de biosorción .......................... 56
1.9. Modelos cinéticos e isotermas de equilibrio en el proceso de biosorción ... 60
1.10. Estudios de regeneración y reutilización de la biomasa para el proceso de
biosorción ........................................................................................ 65
1.11. Biosorción en sistemas multimetálicos .................................................. 67
1.12. Inmovilización de la biomasa .............................................................. 69
1.12. Aplicaciones industriales de las microalgas ........................................... 73
CAPITULO 2 . JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS DE ESTUDIO ........................................76
2.1. Presentación del problema ................................................................... 77
2.2. Antecedentes generales del área de estudio ........................................... 77
2.3. catastro de información de la contaminación de MP en el río Loa .............. 81
2.4. Selección de zona de estudio ............................................................... 84
2.5. Objetivos ........................................................................................... 85
CAPÍTULO 3 . MATERIALES Y MÉTODOS ...........................................................................88
3.1. Cultivo microalgal y reactivos empleados .............................................. 89
3.2. Estudio comparativo del proceso de biosorción de As, B, Cu, Mn y Zn de
soluciones acuosas mediante el uso de diferentes microalgas verdes ........ 90
3.3. Influencia de la MO y el suministro CO 2 en la biorremediación de MP por
Chlorella vulgaris y Scenedesmus almeriensis en una matriz multimetálica 93

18
3.4. Estudio de biosorción de una solución multicomponente de MP por biomasa
liofilizada de Chlorella vulgaris y Scenedesmus almeriensis: Estudios en
batch y columnas de lecho fijo ............................................................. 96
3.5. Procedimientos analíticos .................................................................... 98
3.6. Procedimientos estadísticos ................................................................. 98
CAPÍTULO 4 . “ESTUDIO COMPARATIVO DEL PROCESO DE BIOSORCIÓN DE
As, B, Cu, Mn Y Zn DE SOLUCIONES ACUOSAS MEDIANTE EL USO DE
DIFERENTES MICROALGAS VERDES” ................................................................................99
4.1. Prólogo ........................................................................................... 100
4.2. Estudio de viabilidad e inhibición de crecimiento microalgal ............................ 101
4.3. Estudios de biosorción monometálica .................................................. 104
4.4. Estudios de biosorción multimetálica ................................................... 108
4.5. Estudios de caracterización ................................................................ 111
CAPITULO 5 . “INFLUENCIA DE LA MO Y LA ADICIÓN DE CO 2 EN LA
BIORREMEDIACIÓN DE MP POR CHLORELLA VULGARIS Y SCENEDESMUS
ALMERIENSIS EN UNA MATRIZ MULTIMETÁLICA” ...................................................113
5.1. Prólogo ........................................................................................... 114
5.2. Efecto de la MO en el proceso de biosorción de MP de una solución
multimetálica sin adición de CO 2 ........................................................ 115
5.3. Efecto de la MO en el proceso de biosorción de MP desde una solución
multimetálica con adición de CO 2 ....................................................... 122
5.4. Recuperación de MP adsorbidos por la biomasa microalgal ..................... 128
CAPÍTULO 6 . “ESTUDIO DE BIOSORCIÓN DE UNA SOLUCIÓN MULTIMETÁLICA
DE MP POR BIOMASA LIOFILIZADA DE CHLORELLA VULGARIS Y
SCENEDESMUS ALMERIENSIS OPERANDO EN BATCH Y EN COLUMNAS DE
LECHO FIJO”.............................................................................................................................131
6.1. Prólogo ........................................................................................... 132
6.2. Estudios de equilibrio con biomasa liofilizada en batch .......................... 132
6.3. Estudios cinéticos del proceso de biosorción ......................................... 137
6.4. Estudios preliminares en columnas de lecho fijo .................................... 139
CAPÍTULO 7 .CONCLUSIONES.............................................................................................142
7.1. Conclusiones .................................................................................... 143
7.2. Recomendaciones para futuros trabajos ............................................... 146

19
CAPÍTULO 8 . REFERENCIAS .................................................................................................149
8.1. Referencias ...................................................................................... 150
ANEXOS .....................................................................................................................................166

20
INDICE DE FIGURAS

Figura 1. Origen de los MP y su ciclo dentro del ecosistema. (Masindi & Muedi, 2018) ..................31

Figura 2. Clasificación de los MP en función de las propiedades que presenta su forma iónica como
ácido de Lewis. (IUPAC Technical Report; Duffun, 2002) .................................................................32

Figura 3. Mecanismos del proceso de biosorción de MP a partir de microalgas. (He & Chen, 2014)
.........................................................................................................................................................43

Figura 4. Mecanismo de absorción de iones metálicos al interior de la célula y proceso de


detoxificación intracelular en células activas metabólicamente. (Handbook of microalgal culture:
applied phycology and Biotechnology, 2° Edition, Cap.32, Pág. 604) ...............................................45

Figura 5. Diseños básicos de biorreactores utilizados para la remoción continua de metales pesado
desde aguas residuales (Mehta & Gaur, 2005).................................................................................57

Figura 6. Curva de ruptura para filtros de lecho fijo. Ci= Concentración inicial, Cef = Concentración
final, CR = concentración de ruptura, ZTM = zona de transferencia de masa. (Costodes et al., 2005)
.........................................................................................................................................................59

Figura 7. Ecuaciones y gráficas representativas de tres de los más comunes isotermas de adsorción
usadas para estudios de biosorción. Isotermas de Freundlich, Langmuir y Brunuaer-Emmett-Teller
(BET). (Forina & Gadd, 2014) ............................................................................................................62

Figura 8. Diagrama esquemático del proceso de inmovilización de microalgas, en donde A,


representa un proceso pasivo (adsorción) y B representa un proceso activo (encapsulación de
células microalgales). (Zeng et al., 2015)..........................................................................................71

Figura 9. Mapa político de la región de Antofagasta, Chile. .............................................................78

Figura 10. Cuenca del río Loa y sus principales afluentes, poblados y faenas mineras aledañas.
Región de Antofagasta, Chile. ..........................................................................................................80

Figura 11. Plano de ubicación de las estaciones de muestreo para el análisis de la cuenca del río
Loa, proyecto PROIM. (Evaluación ambiental físico, química y microbiológica de la cuenca del río
Loa II región, Chile, Monardes 2007) ................................................................................................81

Figura 12. Oasis de Quillagua, Zona Río Loa Bajo, Región de Antofagasta, Chile. (Original) ............84

Figura 13. Diagrama resumen del estudio comparativo de biosorción - Capítulo 4 .......................100

Figura 14. Evolución de la densidad óptica, la concentración de CO2 en el espacio de cabeza y el


pH en cultivos de Chlamydomonas reinhardtii (concentración inicial: 0,025 g/L) en presencia de
boro (A, C, E) y cobre (B, D, F). .......................................................................................................103

21
Figura 15. Influencia del pH en las capacidades de biosorción (mg/g) de cultivos de Chlorophyceae
spp. (CS), Scenedesmus almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV) y Chlamydomonas reinhardtii (CR)
a 1 g/L y a un tiempo de 3h, para soluciones individuales con concentraciones iniciales de A)
arsénico 12 mg/L, B) boro 60 mg/L, C) cobre 3 mg/L, D) manganeso 3 mg/L y E) zinc.. .................105

Figura 16. Diferencias entre las capacidades de biosorción (q) a las 3 h y 10 min de tiempo de
contacto (mg / g) en suspensiones de 1 g/L de: Chlorophyceae spp. (CS), S. almeriensis (SA), C.
vulgaris (CV) y C. reinhardtii (CR), para soluciones individuales con concentraciones iniciales de A)
arsénico 12 mg/L, B) boro 60 mg/L , C) cobre 3 mg/L, D) manganeso 3 mg/L y E) zinc 3 mg/L. .....107

Figura 17. Capacidad de biosorción (mg/g) a pH 7 para A) arsénico, B) boro, C) cobre, D)


manganeso y E) zinc, en suspensiones de 1 g/L de Chlorophyceae spp. (CS), Scenedesmus
almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV), Chlamydomonas reinhardtii (CR) ...................................109

Figura 18. Comparación de las capacidades de absorción molar (mmol/g biomasa) de solución
individual de boro y soluciones multimetálicas a pH 7 en cultivos a 1 g/L de Chlorophyceae spp.
(CS), Scenedesmus almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV), Chlamydomonas reinhardtii, en A)
Solución de boro individual - 3h, B) Multimetálico - 3h, C) Multimetálico - 24h y D) Multimetálico -
72h .................................................................................................................................................110

Figura 19. Análisis comparativo de los espectros de FTIR obtenidos entre biomasa de C. reinhardtii
sin contacto con la solución multimetálica (Rojo) y biomasa de C. reinhardtii incubada con la
solución multimetálica a 10 min (Verde) y 3 h (Azul). A) Solución multimetálica [As-B-Cu-Mn-Zn], B)
Solución individual de Cu, C) Solución individual de Mn, D) Solución individual de Zn, E) Solución
cuaternaria de [As-Cu-Mn-Zn], F) Solución cuaternaria de [B-Cu-Mn-Zn]. .....................................112

Figura 20. Diagrama resumen del estudio de la influencia de la materia orgánica y el suministro de
CO2 en el proceso de bioremediación de una solución multimetálica mediante biomasa microalgal
- Capítulo 5 .....................................................................................................................................114

Figura 21. Evolución de la concentración de TOC (mg/L) en estudios de biosorción de Chlorella


vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA), desarrollados en soluciones multimetálicas con
distintas concentraciones iniciales de MO, a 1 g SST/L y pH 7.0. A) CV – sin suministro de CO2; B) SA
– sin suministro de CO2; C) CV – con suministro de CO2; D) SA – con suministro de CO2. ..............116

Figura 22. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de As en estudios de biosorción sin


suministro de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con cultivos de
Chlorella vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B), a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0 .117

Figura 23. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de B en estudios de biosorción sin


suministro de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con cultivos de
Chlorella vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B) a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0 ..118

Figura 24. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de cobre (Cu), manganeso (Mn) y zinc (Zn)
en estudios de biosorción sin suministro de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO,

22
realizados con biomasa de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA), a una
concentración de 1g SST/L y pH 7.0. A) CV-Cu; B) SA-Cu; C) CV-Mn; D) SA-Mn; E) CV- Zn; F) SA-Zn.
.......................................................................................................................................................120

Figura 25. Correlación esquemática de la materia orgánica (MO), crecimiento celular,


concentración de TOC y el pH del medio en la capacidad de eliminación de la biomasa microalgal
para la solución multimetálica. ......................................................................................................122

Figura 26. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de As en estudios de biosorción con


suministro de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con Chlorella
vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B) a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0. ................124

Figura 27. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de B en estudios de biosorción con


suministro de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con Chlorella
vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B) a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0. ................125

Figura 28. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de cobre (Cu), manganeso (Mn) y zinc (Zn)
en estudios de biosorción con suministro de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO,
realizados con cultivos de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA) a una
concentración de 1g SST/L y pH 7.0. A) CV-Cu; B) SA-Cu; C) CV-Mn; D) SA-Mn; E) CV- Zn; F) SA-Zn
.......................................................................................................................................................126

Figura 29. Evolución de la eficiencia de recuperación de los metales pesados de una solución
multimetálica (%) en estudios de C. vulgaris (CV) y S. almeriensis (SA) a una concentración de 1 g
SST/L y pH 7.0, usando eluyentes (HCl, NaOH y CaCl2) a dos concentraciones (0.1 M, 0.2 M). A) CV -
HCl, B) SA - HCl, C) CV - NaOH, D) SA - NaOH, E) CV - CaCl2, F) SA - CaCl2 .......................................130

Figura 30. Comparación de capacidades de biosorción (mg/g) entre soluciones individuales y


obtenidas en solución multimetálica (SMM), en estudios empleando biomasa liofilizada de
Chlorella vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B), a una concentración de 1 g/L y pH 7.0. ......134

Figura 31. Capacidad total de biosorción (mg/g) de la biomasa liofilizada de Chlorella vulgaris (A) y
Scenedesmus almeriensis (B) a diferentes concentraciones de una solución multimetálica,
desarrollado a una concentración de 1 g/L, a pH 7.0 y un tiempo de contacto de 180 min. .........135

Figura 32. Comparación de la relación fraccional (%) en la capacidad de biosorción multimetálica


total (qT) a diferentes concentraciones de SMM, empleando biomasa liofilizada de Chlorella
vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B), a 1 g/L, pH 7.0 y a 180 min de tiempo de contacto. .136

Figura 33. Aplicación del modelo cinético de pseudo-segundo orden en el proceso de biosorción
de una solución multimetálica a diferentes concentraciones empleando biomasa liofilizada de A)
Chlorella vulgaris y B) Scenedesmus almeriensis ...........................................................................137

Figura 34. Perfiles de las isotermas de adsorción de Freundlich implicadas en el proceso de


biosorción de una solución multimetálica, usando biomasa microalgal liofilizada ........................139

23
Figura 35. Efecto de la concentración del influente en las curvas de ruptura implicadas en el
proceso de biosorción de una solución multimetálica usando biomasa microalgal floculada. A)
Chlorella vulgaris, B) Scenedesmus almeriensis .............................................................................140

Figura 36. Efecto de la tasa de flujo en las curvas de ruptura implicadas en el proceso de
biosorción de una solución multimetálica usando biomasa floculada de Chlorella vulgaris, a pH 7.0
y una concentración del influente de SMM2X .................................................................................141

24
INDICE DE TABLAS

Tabla 1. Efecto de los principales MP en humanos, plantas y microorganismos .............................34

Tabla 2. Límites máximos permitidos para la descarga de residuos líquidos a cuerpos de aguas
fluviales sin capacidad de dilución del cuerpo receptor ...................................................................35

Tabla 3. Resumen de ventajas y desventajas de las técnicas convencionales de remoción de MP en


soluciones acuosas ...........................................................................................................................38

Tabla 4. Comparación entre los principales sistemas de cultivo de microalgas ...............................42

Tabla 5. Principales clases de ligandos presentes en la pared celular de las microalgas y su afinidad
a distintos tipos de clases de metales ..............................................................................................43

Tabla 6. Comparación entre los mecanismos de defensa de las microalgas: Procesos de biosorción
y bioacumulación .............................................................................................................................46

Tabla 7. Listado con los principales resultados de estudios de biosorción de microalgas con
eficiencia en remoción de MP ..........................................................................................................53

Tabla 8. Modelos cinéticos del proceso de adsorción y ecuaciones asociadas, presentadas en modo
lineal y no lineal ...............................................................................................................................63

Tabla 9. Modelos de cinética de adsorción e isotermas de equilibrio seleccionados para la


biosorción de iones de MP en microalgas ........................................................................................64

Tabla 10. Eficiencia de la elución de metales por diferentes agentes de desorción ........................66

Tabla 11. Industrias generadoras de contaminación con MP y los principales metales asociados en
los efluentes del sector industrial ....................................................................................................68

Tabla 12. Recuento de estudios de remoción de MP y otros contaminantes mediante el uso de


microalgas inmovilizadas..................................................................................................................73

Tabla 13. Lista de patentes de productos asociados a la biosorción ................................................75

Tabla 14. Selección y rango de concentración de los parámetros de estudio en sus valores mínimos
y máximos alcanzados en los análisis de calidad del agua de la cuenca del río Loa. ........................82

Tabla 15. Parámetros de ajuste y coeficiente de correlación del modelo de pseudo segundo orden
en el proceso de biosorción de una solución multimetálica realizadas a diferentes concentraciones
mediante el uso de biomasas liofilizadas de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA).
.......................................................................................................................................................137

25
RESUMEN

En este trabajo se estudia el empleo de microalgas para la biorremediación de la contaminación de


metales pesados (MP) presentes en aguas. En particular, se demuestra la efectividad de cuatro
especies de microalgas verdes (Chlamydomonas reinhardtii, Chlorella vulgaris, Scenedesmus
almeriensis y Chlorophyceae sp.) en procesos de depuración de los elementos As, B, Cu, Mn y Zn. El
estudio toma como base la composición en metales pesados del río Loa, en la región de
Antofagasta, debido a la importante problemática que conlleva esta contaminación, en una zona
con muy importante escasez de agua.

Se estudió el efecto de los principales factores de operación que afectan el proceso de


biorremediación microalgal frente a la presencia de MP, empleando biomasa viva e inactiva y
comparando las capacidades de biosorción tanto en disoluciones monometálicas como
multimetálicas. Para ello, se evaluó el efecto de factores como pH (5.5. – 7.0 – 9.5) y tiempo de
contacto (10 – 180 min) tanto en la cinética como en las isotermas de equilibrio. Estos estudios
también fueron complementados con estudios de caracterización. Las pruebas de biosorción
lograron demostrar altas tasas de eliminación, destacándose los procesos frente a Cu, (88%,
Chlorophyceae sp., pH 7.0, 10 min), Mn (99,4%, C. vulgaris, pH 7,0, 180 min) y Zn (91,9%,
Chlorophyceae sp., pH 5,5, 180 min). Se determinó que el pH influye individualmente, destacándose
una mayor eliminación de Mn y Zn a pH 5,5 (Chlorophyceae sp., y S. almeriensis) y la eliminación de
Cu a pH 7,0 (Chlorophyceae sp). En tanto, el tiempo de contacto disminuyó las tasas eliminación de
As y B, mientras que favoreció una mayor capacidad de eliminación en los procesos de Cu, Mn y Zn.

Además, se evaluó una posible integración de los procesos de biorremediación de metales y de


materia orgánica con microalgas. Para ello, se estudió el proceso de biosorción multimetálico
empleando condiciones típicas de fotobiorreactores de tratamiento de aguas, como la
concentración de la materia orgánica (MO) y el suministro de CO2. Los resultados obtenidos
evidenciaron que la presencia de MO produce una fuerte disminución en la capacidad de
eliminación de MP (p.e. una disminución de un 22,7% y un 11,1% en las capacidades finales de
biosorción por efecto de la presencia de MO en estudios desarrollados con C. vulgaris y S.
almeriensis, respectivamente). Los procesos específicos más fuertemente afectados por la presencia
de MO fueron los implicados en la eliminación de As (desde 2,2 a 0,0 mg/g usando C. vulgaris y
desde 2,3 a 1,7 mg/g usando S. almeriensis) y Cu (de 3,2 a 2,3 mg/g en C. vulgaris y de 2,1 a 1,6 mg/g
usando S. almeriensis). Se determinó que el efecto negativo asociado a la MO en el proceso de
biosorción se reduce a medida que aumenta el tiempo de contacto. Esta variación responde a una
respuesta metabólica de las especies, disminuyendo así la concentración de MO en el medio y su
efecto negativo asociado al proceso. Del mismo modo, el suministro de CO2 produjo una
disminución de la capacidad total de biosorción en ambas especies de microalgas, reduciendo su
capacidad en un 27% (desde 10,1 mg/g a 7,1 mg/g) en estudios desarrollados con C. vulgaris y en
un 35% (desde 11,0 mg/g a 6,6 mg/g) empleando S. almeriensis.

Por otro lado, se trabajó en optimizar el proceso de biosorción/recuperación de los MP previamente


adsorbidos por la biomasa microalgal. En este punto, se consideraron como factores el uso de

26
distintos tipos de eluyentes (HCl, NaOH, CaCl2) y sus concentraciones (0.1 M y 0.2 M), el tiempo de
contacto (10 – 20 – 60 min) y la presencia de MO en el proceso. Se determinó que HCl 0.1 M conllevó
las mejores eficiencias de recuperación, con tasas sobre el 85% para el caso del As, 92% para Cu, y
casi una completa recuperación (≈ 100%) para Mn y Zn. En tanto, la presencia de MO durante la
fase de carga repercutió positivamente en las posteriores tasas de recuperación.

En estudios con biomasa inactiva, la capacidad de biosorción total resultó ser fuertemente
dependiente de la concentración del sistema multimetálico. Las máximas capacidades de biosorción
fueron obtenidas empleando la disolución multimetálica más concentrada (SMM4X: As: 48 mg/L, B:
240 mg/L, Cu-Mn-Zn: 12 mg/L), con valores de 56,0 mg/g en C. vulgaris y 56,3 mg/g en S. almeriensis,
valores 6 y 3,5 veces superiores a los observados en SMM1X y SMM2X, respectivamente. Se observó
que el aumento en la concentración de SMM favorece directamente la eliminación de As, Cu, Mn y
Zn. Por el contrario, la eliminación de B se vio dramáticamente afectada. Esta disminución en las
tasas de eliminación de B ocurre tanto en estudios con microalgas vivas como en microalgas
muertas.

Finalmente, se realizó un análisis preliminar de la biosorción de MP empleando sistemas de


columnas trabajando en lecho fijo con biomasa inactiva. Se demostró la necesidad de operar con
bajas tasas de flujo (3 mL/min), aunque no se observó una tendencia clara respecto a la
concentración del afluente. Aun así, los resultados permiten evidenciar un mayor desempeño de la
especie C. vulgaris. Con esta contribución, es posible validar el sistema de columnas de lecho fijo
como un sistema apto para el proceso de biorremediación de aguas con MP basado en biomasa
microalgal, marcando un real antecedente para un futuro escalamiento del proceso.

27
ABSTRACT

In this work, the use of microalgae for the bioremediation of heavy metal (HM) contamination
present in water is studied. In particular, the effectiveness of four green microalgae species
(Chlamydomonas reinhardtii, Chlorella vulgaris, Scenedesmus almeriensis, and Chlorophyceae sp.)
in processes for the treatment of the elements: As, B, Cu, Mn, and Zn was demonstrated. The study
is based on the heavy metal composition of the Loa river (Antofagasta region, Chile) due to the
important problem that this pollution entails in an area with a severe water stress.

The effect of the main operating factors influencing microalgae-based HM bioremediation was
studied, using live and inactive biomass, and comparing biosorption capacities in both monometallic
and multimetallic solutions. In this context, the impact of factors such as pH (5.5. - 7.0 - 9.5) and
contact time (10 - 180 min) on the kinetics and equilibrium isotherms was evaluated. The
biosorption tests conducted revealed high elimination efficiencies, in particular the tests with Cu,
(88%, Chlorophyceae sp., pH 7.0, 10 min), Mn (99.4%, C. vulgaris, pH 7.0, 180 min) and Zn (91.9%,
Chlorophyceae sp., pH 5.5, 180 min). It was found that the pH influenced individually the removal of
each MP, for instance a greater elimination of Mn and Zn was recorded at pH 5.5 (Chlorophyceae
sp., and S. almeriensis) and the removal of Cu at pH 7.0 (Chlorophyceae sp). Moreover, the contact
time decreased the elimination efficiencies for As and B, while favouring the elimination capacity
for Cu, Mn and Zn.

Additionally, the integration of microalgae-based heavy metal biorremediation and organic matter
removal was evaluated. In this context, the multimetallic biosorption process was studied using
typical conditions of water treatment photobioreactors, such as the concentration of organic matter
(OM) and CO2 supply. The results obtained showed that the presence of OM mediates a decrease in
the HM elimination capacity (e.g. a decrease of 22.7% and 11.1% in final biosorption capacities in
studies conducted with C. vulgaris and S. almeriensis, respectively). The specific processes most
severely affected by the presence of OM were those involved in the removal of As (from 2.2 to 0.0
mg/g using C. vulgaris and from 2.3 to 1.7 mg/g using S. almeriensis) and Cu (from 3.2 to 2.3 mg/g
in C. vulgaris and 2.1 to 1.6 mg/g using S. almeriensis). It was determined that the negative effect
associated with the OM in the biosorption process is reduced as the contact time increases. This
variation was likely caused by a metabolic response of the species, thus decreasing the
concentration of MO in the environment and their negative effect associated with the process.
Similarly, CO2 supply induced a decrease in the total biosorption capacity in both microalgae species,
reducing their capacity by 27% (from 10.1 mg/g to 7.1 mg/g) in studies conducted with C. Vulgaris
and 35% (from 11.0 mg / g to 6.6 mg / g) using S. almeriensis.

On the other hand, an optimization study of the biosorption/recovery process of HM previously


adsorbed by microalgal biomass was carried out. The influence of the type of eluent (HCl, NaOH,
CaCl2) and concentration (0.1 M and 0.2 M), contact time (10 - 20 - 60 min) and the presence of OM
on HM recovery was assessed. It was determined that 0.1 M HCl supported the best recovery
efficiencies, with values over 85% in the case of As, 92% for Cu, and almost a complete recovery (≈

28
100%) for Mn and Zn. Furthermore, the presence of OM during the loading phase exerted a positive
impact on the subsequent recovery ratios.

The total biosorption capacity recorded in batch studies with inactive biomass was strongly
dependent on the concentration of the multimetallic system. The maximum biosorption capacities
were obtained using the more concentrated multimetallic solution (SMM4X; composed of As: 60
mg/L, B: 240 mg/L, Cu, Mn and Zn: 12 mg/L), with values of 56.0 mg / g in C. vulgaris and 56.3 mg /
g in S. almeriensis, values 6 and 3.5 times higher than those observed in SMM 1X and SMM2X,
respectively. It was observed that the increase in the concentration of SMM enhances the
elimination of As, Cu, Mn, and Zn. On the contrary, the elimination of B was dramatically affected.
This decrease in B removal rates occurs both in studies with live microalgae and dead microalgae.

Finally, a preliminary analysis of the biosorption of HM was performed using column systems
operated as a fixed bed with inactive biomass. The need to operate with low flow rates (3 mL/min)
was demonstrated, although a clear trend regarding the influent HM concentration was not
observed. The results show a greater performance of the species C. vulgaris. Hence, it is possible to
validate the fixed bed column system as a suitable microalgae-based system for the process of
bioremediation of HM loaded water, which represents a first step for future scale-up of the process.

29
CAPÍTULO 1 .
INTRODUCCIÓN

30
1.1. METALES PESADOS - ASPECTOS GENERALES Y CLASIFICACIÓN

Los metales pesados (MP) son considerados como uno de los principales agentes contaminantes
para el medio ambiente. La presencia descontrolada de estos elementos puede provocar graves
consecuencias tanto para la vida humana como para el ecosistema (Carolin et al., 2017). Por
definición, el término “metal pesado” se emplea para definir a cualquier elemento químico que
tenga características metálicas o metaloides, que presente una elevada densidad atómica y una alta
toxicidad a bajas concentraciones (Suresh Kumar et al., 2015a). Se ha establecido que para
considerarse MP, un elemento deba poseer una densidad atómica igual o superior a los 4000 kg/m 3
(Burakov et al., 2018); o una densidad atómica 5 veces superior a la densidad atómica del agua
(Hashim et al, 2011).

Los MP se pueden encontrar tanto naturalmente en la corteza terrestre en diversos tipos de


minerales como en procesos de contaminación industrial, principalmente relacionados con el
sector de la minería (Burakov et al., 2018; Puga et al., 2006). Muchos de estos metales actúan como
micronutrientes esenciales para el crecimiento de especies vegetales, requeridos para el
funcionamiento de variadas funciones bioquímicas y fisiológicas, como por ej: el zinc (Zn), cobre
(Cu), manganeso (Mn), hierro (Fe), magnesio (Mg), níquel (Ni) y cobalto (Co) (Tchounwou et al.,
2012). Sin embargo, existen otros elementos a los cuales no se les ha asociado ninguna función
biológica conocida, siendo los más importantes: cadmio (Cd), plomo (Pb), mercurio (Hg), plata (Ag)
y arsénico (As). Los MP son considerados como elementos estables, los cuales no pueden ser
metabolizados por la mayoría de los organismos, bioacumulándose a través de la cadena trófica
(Fig. 1).

Figura 1. Origen de los MP y su ciclo dentro del ecosistema. (Masindi y Muedi, 2018)

31
Los MP presentan numerosas formas de clasificación. Entre estas, la más utilizada en aspectos
medioambientales se define en función en función de las propiedades que presenta su forma iónica
como ácido de Lewis. La importancia de esta clasificación es debido a que el grado de acidez de
Lewis de cada ion metálico permite inferir la forma que presentará en la formación de complejos la
unión entre el metal con los ligandos presentes en los organismos vivos. Para esta clasificación,
existen tres clases definidas (Fig. 2):

 Clase A: Son aquellos iones metálicos que presentan una fuerte naturaleza ácida,
preferentemente forman complejos con ligandos similares no polarizables, en vez de con
compuestos donantes de oxígeno. La unión del ion metálico en estos complejos es
principalmente de carácter iónico. En esta clase, se encuentra el aluminio (Al) y los
pertenecientes al grupo I-A y II-A de la tabla periódica, entre otros. Cabe destacar que por
definición los MP no se consideran en esta clase de metales.

 Clase B: Son aquellos iones de metales débiles que se unen preferentemente a ligandos
polarizables. Su enlace mayormente es de tipo covalente. Entre ellos se encuentran: Ag,
Hg, Au, Pt, Cd y el Cu (I), entre otros.

 Clase límite o “borderline”: Son aquellos que presentan una naturaleza intermedia entre
los metales de clase A y B, pudiendo presentar ambos tipos de enlace, en función de
diversas variables presentes en el medio en que se encuentren. En este grupo se
encuentran los principales MP implicados en los casos de contaminación de aguas, como
por ejemplo, el Ni, Zn, Cu (II), Co, Mn y el Fe (II).

Figura 2. Clasificación de los MP en función de las propiedades que presenta su forma iónica como
ácido de Lewis. (Iupac Technical Report, 2002).

32
A pesar de no estar considerado el As en la Fig. 2, este elemento se considera un MP por
convención, debido a que presenta características de metaloide y posee un importante efecto
tóxico en el medioambiente (Wang et al., 2015). Si consideramos la naturaleza química del As, se
puede considerar como un MP de clase límite (Bahar et al., 2013; Podder & Majumder, 2016). En el
caso del B, este elemento no cae en la categoría de MP debido a su baja densidad atómica.

La toxicidad de los MP es a menudo dependiente de la forma química u especiación metálica en


que se encuentren. Para la mayoría de estos elementos, la forma más tóxica es el estado de
oxidación más estable. El principal mecanismo de toxicidad de los MP tiene relación con la
capacidad de poder interferir en un amplio espectro en las actividades metabólicas de los
organismos vivos (Kaplan, 2013a). Sus efectos tóxicos pueden ser causados por los siguientes
mecanismos:

 El bloqueo de grupos funcionales que formen parte de moléculas con importancia


biológica, como por ejemplo, enzimas y sistemas de transporte para iones y nutrientes
esenciales.

 El desplazamiento y/o sustitución de iones metálicos esenciales presentes en biomoléculas


y unidades celulares funcionales. Esto puede generar la modificación o inactivación de
enzimas o la disrupción de la integridad de la membrana celular o de algún organelo
específico (Cuizano and Navarro, 2008).

 La inducción de generación de especies de oxígeno reactivas (ROS, por sus siglas en inglés,
“reactive oxygen species”) en el espacio intracelular, los cuales son altamente oxidantes y
pueden ocasionar daños a proteínas, lípidos y ácidos nucleicos.

Los efectos son nocivos para todo tipo de organismos, aunque su acción y potencia presenta
importantes diferencias según el tipo de organismo. En la Tabla 1 se resume las principales
implicancias de la acción de los MP para humanos, plantas y microrganismos.

Por otro lado, la presencia de MP en cuerpos de agua mediante efluentes asociados a actividad
industrial produce un impacto incorregible en el sistema acuático, destruyendo la capacidad de los
cuerpos de agua de purificarse por sí mismos (Veena et al., 2012). En el ecosistema marino, el ion
metálico libre es la especie más tóxica, debido a sus características y capacidad de reacción (P.
Tchounwou et al., 2012). En todo el mundo, se han ido estandarizado regulaciones y normativas
con el fin de disminuir el impacto medioambiental y la toxicidad al ser humano. Estas regulaciones
se desarrollan según la factibilidad técnica en la reducción de la concentración de los contaminantes
en los efluentes y el factor económico de la aplicación efectiva de las tecnologías disponibles
(Miazek et al., 2015).

33
Tabla 1. Efecto de los principales MP en humanos, plantas y microorganismos
Metal Fuente Efectos en los Efectos en plantas Efectos en
seres humanos microrganismos
Arsénico Actividad minera, Daño neuronal, Daño a la membrana celular, Inhibición de la
pesticidas, rocas cardiovascular y inhibición de crecimiento, actividad
volcánicas, desordenes interfiere con procesos enzimática,
sedimentos, respiratorios, metabólicos críticos, pérdida reducción de la
fundiciones conjuntivitis, de fertilidad, disminución de tasa de
dermatitis, cáncer la producción frutícola, estrés crecimiento
a la piel oxidativo.

Cobre Refinerías de la Dolor abdominal, Clorosis, estrés oxidativo, Interrupción de


industria anemia, diarrea, retardo del crecimiento las funciones
cuprífera minería, dolor de cabeza, celulares,
pinturas, daño hepático y inhibición de la
blindajes, renal, desordenes actividad
imprentas metabólicos, enzimática
nausea, vómito
Mercurio Corteza terrestre, Tóxico para los inhibidor de crecimiento, Interrupción de
actividad sistemas nervioso afecta actividad enzimática, las funciones
volcánica, la e inmunitario, el reducción de la fotosíntesis celulares,
combustibles aparato digestivo, inhibición de la
fósiles, la piel y los actividad
termoeléctricas, pulmones riñones enzimática
minería y ojos.
Manganeso Aguas Neurotóxico, Daño en el proceso de Muerte,
superficiales, dificultad de fotosíntesis, afecta la disminución de
napas aprendizaje, Mal actividad enzimática. la biomasa,
subterráneas, de Parkinson, inhibe
baterías, minería, problemas de crecimiento
coordinación,
carcinogénico
Zinc manufactura, Ataxia, depresión, Afecta los procesos de Muerte,
minería, refinería irritación fotosíntesis, inhibe la tasa de disminución de
del petróleo, intestinal, crecimiento, reduce el la biomasa,
plomería hematuria, contenido de clorofila, afecta inhibe
ictericia, la tasa de germinación crecimiento
impotencia, falla
hepática y renal,
degeneración
macular, cáncer
prostático.

(Ayangbenro y Babalola, 2017)

34
En la Tabla 2 se presentan los límites de descarga máximos permitidos de cada MP y otros
elementos, como el B, que están regulado según la norma chilena Decreto Supremo Ds. 90. Esta
norma establece la regulación de la emisión de contaminantes asociados a las descargas de residuos
líquidos en aguas marinas y continentales de superficie, especificando la descarga de residuos
líquidos a cuerpos de agua fluviales sin capacidad de dilución del cuerpo receptor.

Tabla 2. Límites máximos permitidos para la descarga de residuos líquidos a cuerpos de aguas
fluviales sin capacidad de dilución del cuerpo receptor
Componente unidad Concentración máxima
permitida Ds. 90
Aluminio mg/L 1
Arsénico mg/L 0,01
Boro mg/L 0,75
Cadmio mg/L 0,01
Cianuro mg/L 0,2
Cloruro mg/L 400
Cobre total mg/L 1
Cromo hexavalente mg/L 0,05
Fósforo total mg/L 10
Flúor mg/L 1,5
Hierro disuelto mg/L 1
Manganeso mg/L 0,3
Mercurio mg/L 0,001
Molibdeno mg/L 0,007
Níquel mg/L 0,1
Plomo mg/L 0,2
Selenio mg/L 0,01
Zinc mg/L 1
(Ds. 90, Ley del gobierno de Chile. ID norma: 182637)

35
1.2. TRATAMIENTOS DE ELIMINACIÓN DE MP EN AGUAS CONTAMINADAS

La eliminación de los MP del agua se realiza mediante diversos tipos de tecnologías convencionales.
Estas tecnologías se sustentan y se encuentran definidas en base a los siguientes mecanismos:

 Destrucción/degradación completa o sustancial de los contaminantes.


 Extracción de los contaminantes para su futuro tratamiento y disposición.
 Estabilización de los contaminantes en formas menos nocivas al medio ambiente.
 Separación y reutilización de los elementos no contaminantes, a partir de elementos
contaminantes que requieren un tratamiento futuro.
 Confinamiento de los contaminantes, con el fin de restringir la exposición de estos hacia el
medioambiente (Hashim et al., 2011).

Existen factores que se deben tener en consideración para escoger un método específico de
remediación de MP en el agua, con el fin de que el proceso sea eficaz, de bajo costo y respetando
el medio ambiente (Akunwa et al., 2014). Entre los factores se incluyen:

 El tipo y la concentración inicial del metal


 Heterogeneidad del agua a tratar
 Los niveles requeridos de purificación
 La flexibilidad y fiabilidad de la planta industrial
 Costos de inversión de capital inicial
 Costes de operatividad (consumo de energía y mantenimiento)
 Aplicabilidad técnica
 Simplicidad de la planta industrial
 Rentabilidad final del proceso

Los principales métodos convencionales de tratamiento de MP en soluciones acuosas han sido


especificados según ventajas y desventajas, a continuación (Tabla 3):

PRECIPITACIÓN QUÍMICA

Este proceso se basa en la adición de químicos que reaccionan con los MP en forma iónica para
formar precipitados insolubles en el agua, disminuyendo la toxicidad y/o movilidad de los MP
dentro del medio (Hashim et al., 2011). Los principales químicos utilizados en este mecanismo son:
Hidróxidos, tales como Ca(OH)2 y NaOH, Sulfuros, como el FeS y quelantes comerciales (Hlihor et
al., 2017). Este método es efectivo en soluciones que presenten una alta concentración de MP, y
posee una rápida cinética, alcanzando su efectividad en solo 1 hora de contacto (Zeng et al., 2015).

COAGULACIÓN-FLOCULACIÓN

Esta técnica se desarrolla mediante el ajuste de pH e implica la adición de sales férricas o de


aluminio como coagulante, produciendo una desestabilización de las partículas coloidales dando

36
como resultado su aglomeración y la posterior sedimentación de estas. Las principales sales
utilizadas son: Alumbre (Al2(SO4)3*18H20), Cloruro férrico (FeCl2*6H20), sulfato férrico (Fe2(SO4)3) o
sulfato ferroso (FeSO4*7H20) (Ismail et al., 2013; Rubio et al., 2015). El pH es un factor muy
importante en este proceso, aunque varía específicamente en función del tipo de metal y sal
utilizada. Se ha reportado que el pH óptimo para llevar a cabo este proceso de coagulación-
floculación de los metales Zn(II), Cd(II), Mn(II), pH 11 con tasas de eficiencia de 99,77%, 99,67% y
99,3%, a una concentración inicial de 450 mg/L, 150 mg/L y 1085 mg/L, para cada metal respectivo
(Kurniawan et al., 2006).

FLOTACIÓN

Esta técnica ha sido empleada para separar MP de una solución mediante la acción de
microburbujas, las cuales por el proceso de adhesión transportan los MP a la superficie de la fase
líquida, donde mecánicamente pueden ser separados del medio acuoso (Kurniawan et al., 2006).
Se han hecho pruebas experimentales las cuales demuestran la efectividad de esta técnica en
remoción de Cu+2, Pb+2 y Cd+2, alcanzando valores de remoción de 81,13%, 89,95% y 71,17%
respectivamente (Yuan et al., 2008).

RESINAS DE INTERCAMBIO IÓNICO

El mecanismo de esta técnica radica en la capacidad de intercambiar de manera reversible iones


metálicos que se deseen remover de la fase acuosa con iones de carga equivalente que se
encuentran unidos a la superficie de una resina (Kurniawan et al., 2006). Esta resina no presenta
ninguna modificación estructural y puede ser tanto de origen natural como sintética. Entre las
resinas naturales se destaca la clinoptilolita, un tipo de zeolita que presenta afinidad hacia los iones
de MP, que ha llegado a alcanzar una remoción de Zn+2 del 100% , al añadir 25 g/L de esta en sistema
batch a pH 5.0, con una concentración inicial de metal de 65,4 mg/L (Athanasiadis y Helmreich,
2005).

FILTRACIÓN POR MEMBRANA

Esta técnica se basa en el uso de una membrana semipermeable que actúa como una barrera física
para la separación de los compuestos solubles en el agua (Rubio et al., 2015). (Qdais y Moussa, 2004)
estudiaron la remoción de Cu (II) y Cd (II) en agua residual sintética mediante nanofiltración (NF) y
ósmosis inversa (RO). Los resultados demostraron que ambas técnicas capaces de remover ambos
metales a un porcentaje superior al 90%. Sin embargo, como NF requiere la utilización de menor
presión que RO, los costos asociados a esta técnica serían menores, por lo que haría más
económicamente viable el uso del proceso de la NF (Liu et al., 2008).

37
Tabla 3. Resumen de ventajas y desventajas de las técnicas convencionales de remoción de MP
en soluciones acuosas
Tipo de Principal objetivo de Ventajas Desventajas
tratamiento eliminación
Precipitación MP y metales Bajo costo de Alta generación de lodos,
química divalentes capital, fácil de costo extra por
operar disposición de lodos.
Coagulación- MP y sólidos Menor tiempo para Generación de lodos,
floculación suspendidos depositar sólidos costo extra por
suspendidos, mejor disposición de lodos.
sedimentación de
lodo
Flotación MP y sólidos Bajo costo, menor Requiere tratamientos
suspendidos tiempo de retención posteriores para mejorar
hidráulica la eficiencia de captación
de MP
Intercambio iónico compuestos solubles, No forma residuos, No todas las resinas de
cationes/aniones menor tiempo de intercambio iónico son
operación adecuadas para la
eliminación de MP,
propenso a generar
fouling de membrana.
Osmosis reversa Compuestos orgánicos Alta tasa de Requiere alto costo
e inorgánicos retención, eficiente energético, susceptible a
a T° ambiente fouling de membrana.
Nanofiltración Sales de sulfatos y Requiere menor Alto costo, susceptible a
cationes en aguas presión que la fouling de membrana.
duras [Ca(II), Mg(II)] osmosis reversa
(Lesmana et al., 2009)

Además de las tecnologías previamente planteadas, existen las denominadas técnicas


electroquímicas, las cuales, mediante el uso de electricidad, producen la formación de una capa de
iones metálicos en la superficie de un cátodo. Estas tecnologías permiten la recuperación de metales
en un estado elemental, es decir, sin carga neta. Sin embargo, a pesar de tener la ventaja de no
dejar residuos, involucran un alto capital de inversión y un gasto energético elevado, por lo que no
han sido ampliamente aplicadas. Dentro de ellas se encuentran: la electrodiálisis (ED), electrólisis
de membrana (EM), electroflotación (EF) y electrocoagulación (EC) (Fu and Wang, 2011;
Maldonado-Reyes et al., 2015). Estudios han demostrado su efectividad en la recuperación de
diversos iones de MP, dentro de los cuales se encuentra la remoción de Mn +2, en donde se obtuvo

38
una remoción de un 98,1% de Mn+2 en el proceso de EC a una concentración inicial de metal de 25
mg/L, en un tiempo de 30 min a pH 7 (Shafaei et al., 2010) y también se ha reportado la remoción
de iones de As(III) y As(V), con una eficiencia de remoción de un 99% desde aguas subterráneas
contaminadas (Parga et al., 2005).

Entre todos los métodos mencionados, el proceso más utilizado por la industria es la precipitación
química, principalmente por su bajo costo de operación, efectividad y facilidad de operación (Fu y
Wang, 2011). Sin embargo, si bien se ha demostrado la efectividad de las técnicas convencionales,
estas son desventajosas debido a que requieren de grandes cantidades de reactivos y son
ineficientes especialmente cuando existen altos volúmenes de aguas a concentraciones metálicas
bajas (0-100 mg metal/L) (Suresh Kumar et al., 2015a). Aun así, a pesar de considerarse bajas
concentraciones a nivel técnico, los MP a estas concentraciones provocan efectos extremadamente
tóxicos para la salud y el medioambiente, por lo que la búsqueda de mejores tecnologías, más
limpias y eficientes en soluciones diluidas es un importante nicho de investigación. Al mismo
tiempo, el proceso de precipitación química requiere en algunos casos de la introducción de
agentes químicos, implicando una importante generación de residuos secundarios, que necesitan
un tratamiento para su disposición final, lo que encarece el costo (Montazer-Rahmati et al., 2011).

Los mejores resultados, sobre todo para bajas concentraciones de metales pesados, se obtienen
mediante procesos de adsorción, especialmente con resinas de intercambio iónico de origen
sintético (Ngah et al., 2011). Además, es un proceso reversible, que presenta la ventaja de
regenerar el adsorbente utilizado con el fin de su reutilización en un nuevo proceso de adsorción
(Kang et al., 2008). Sin embargo, esta técnica no ha podido masificarse producto del alto costo de
los adsorbentes utilizados, siendo esto el principal obstáculo para su aplicación industrial (Lesmana
et al., 2009). En la actualidad, se están estudiando nuevos tipos de adsorbentes con el fin de
considerar a esta técnica como una posible alternativa para el tratamiento eficaz de MP en el agua,
dentro de las cuales el uso de material biológico ha surgido con gran fuerza y se presenta como una
promisoria técnica de remediación en el proceso de tratamiento de MP.

1.3. BIORREMEDIACIÓN COMO ALTERNATIVA PARA EL TRATAMIENTO DE MP EN


AGUAS

La biorremediación puede ser definida como el proceso de utilizar organismos vivos para
transformar contaminantes peligrosos presentes en estado reactivo en el medioambiente, a
productos residuales que presenten los contaminantes en estado inactivo (Dwivedi, 2012). El
principal interés de utilizar material biológico es que es capaz de tratar de manera efectiva
soluciones diluidas de contaminantes en los residuos líquidos, y su origen natural permite
desarrollar los procesos de descontaminación sin el empleo de productos químicos o sintéticos (Fu
and Wang, 2011). Existen cuatro tipos de material biológico que pueden ser utilizados como base
para el desarrollo del proceso de biorremediación:

39
 Biomasa inerte, como lignina, exoesqueletos de organismos marinos, conchas, etc.
 Biomasa algal, micro y macroalgas.
 Biomasa vegetal
 Biomasa microbiana, como bacterias, hongos y levaduras

En términos de biomasa, las microalgas forman el grupo de productores primarios más grande a
nivel mundial. Esto las hace particularmente atractivas debido a que están disponibles en todas las
regiones del planeta y pueden crecer tanto en agua dulce como salada, bajo diversas condiciones
climáticas (Apiratikul y Pavasant, 2008).

En comparación con otros tipos de biomasa, se destacan por las siguientes cualidades (Rodrigues
et al., 2012):

 Alta capacidad de adsorción de metales


 Fácil manipulación
 Posibilidad de reciclaje/reutilización de la biomasa
 Rápida tasa de crecimiento
 Alta eficiencia
 Elevada área superficial, en función del volumen
 Alta selectividad
 Nula generación de compuestos tóxicos
 Útil tanto en sistemas batch como continuo.

1.4. MICROALGAS - ASPECTOS GENERALES

Las microalgas son un grupo de microorganismos que poseen un mecanismo fotosintético capaz de
transformar la luz solar en energía química mediante la fotosíntesis oxigénica, similar al que exhiben
los organismos del mundo vegetal. Estos pueden ser encontrados en todos los medioambientes
acuáticos, tanto de agua dulce como agua salada. Son especies unicelulares pero que pueden
subsistir tanto individualmente como en cadenas. Su tamaño varía según la especie, abarcando un
rango de longitud de 2 – 200 micrómetros (Suresh Kumar et al., 2015a).

Al igual que las especies vegetales presentan un organelo denominado cloroplasto, donde se
localiza la clorofila a y se produce la absorción de luz para la obtención de energía (Wang and Chen,
2009). Son los principales responsables del proceso de fotosíntesis en el planeta. En cuanto a su
clasificación, existen diferentes criterios que pueden ser aplicados a las microalgas, tales como su
pigmentación, su ciclo de vida, o su estructura celular. Los principales grupos microalgales son
(Anastopoulos and Kyzas, 2015):

 Diatomeas (bacillariophyceae)
 Microalgas verdes (chlorophyceae)

40
 Microalgas doradas (chrysophyceae)
 Cianobacterias (Microalgas verde azuladas)

La principal característica de las diatomeas es la pared celular, compuesta por estructuras basadas
en sílice. Posee la capacidad de poseer sitios de unión para el enlace de proteínas y polisacáridos.
En tanto, el grupo de las microalgas verdes presentan una pared celular con importantes cantidades
de almidón y glicógeno. Además de altas cantidades de celulosa, hemicelulosa y proteínas, para la
formación de glicoproteínas (Romera et al., 2006). Estos constituyentes contienen numerosos
grupos funcionales que son reactivos y que están involucrados en las propiedades de adsorción,
capaces de formar complejos coordinados con los iones de MP (Anastopoulos y Kyzas, 2015).

Para el desarrollo de aplicaciones prácticas a gran escala, las microalgas pueden ser cultivadas
principalmente en dos tipos diferentes de sistemas (Abinandan and Shanthakumar, 2015):

 Piscinas abiertas (en inglés, “open pounds”).


 Fotobiorreactores (PBRs)

Los cultivos desarrollados por piscinas abiertas han sido ampliamente estudiados, especialmente
para el tratamiento de aguas residuales (Alcántara et al., 2015; Mansa et al., 2012; Rugnini et al.,
2019). En esta categoría se incluyen tanto el uso de aguas naturales (lagos, lagunas y estanques),
como artificiales (piscinas contenedoras). Los sistemas más utilizados son los tanques de baja
profundidad, piscinas circulares y piscinas de tipo “raceway”. Estos últimos han emergido como la
manera más sustentable y económica de cultivo de microalgas. Una de las principales ventajas del
uso de piscinas abiertas es su simplicidad, lo que resulta en bajos costos de producción y de
operación. Además, son de fácil construcción, fácil operatividad y presentan una durabilidad mayor
que la mayoría de los sistemas cerrados (Mata et al., 2010). Sin embargo, este tipo de cultivo
presenta importantes limitaciones, tales como: la mala utilización de la luz por las células
microalgales, las pérdidas por evaporización, la difusión de CO2 hacia la atmósfera, la incapacidad
de desarrollar cultivos microalgales puros y el requerimiento de vastas extensiones de terreno para
su desarrollo (Mata et al., 2010; Ugwu et al., 2008). Otro factor importante para desarrollar este
tipo de sistemas son las condiciones climáticas del lugar, ya que el mal tiempo afecta al crecimiento
de las algas. Además, al ser un sistema abierto, este está expuesto fuertemente a la contaminación
por el desarrollo de otros organismos externos, afectando de manera importante la producción.
Finalmente, en muchos casos presentan ineficientes mecanismos de agitación, resultando en bajas
tasas de transferencia de masa, y por consiguiente, una baja productividad de biomasa (Ugwu et
al., 2008).

Por otro lado, los fotobiorreactores (PBRs) son un mecanismo de cultivo desarrollado bajo un
sistema cerrado, con aspectos de ingeniería para sobrellevar los problemas presentados en los
estanques abiertos y para desarrollar una producción de biomasa a gran escala (Ugwu et al., 2008).
Los PBRs presentan múltiples ventajas, siendo su principal fortaleza la posibilidad de controlar las
condiciones de operación para la optimización del cultivo, permitiendo alcanzar una alta

41
productividad de biomasa desde cultivos microalgales puros. Además, presentan una mejor
protección frente a la contaminación, un óptimo uso del área de cultivo, una tasa eficiente de
transferencia de gas y una disminución importante del fouling (Ugwu et al., 2008). Sin embargo, el
alto costo inicial ha mermado el crecimiento del uso de esta tecnología y se requiere optimizar el
manejo energético para su aplicación comercial a gran escala (Abinandan y Shanthakumar, 2015).

La Tabla 4 presenta un resumen comparativo entre los dos principales tipos de cultivo. En norma
general, se puede indicar que para el desarrollo de proyectos de remediación de aguas residuales
el tipo de cultivo más efectivo es el sistema HRAP (high rate algal pond). Este es un tipo de estanque
“raceway” abierto, presenta una profundidad máxima de 50 cm, tiene forma de “pista de carrera”
donde el agua es mantenida en movimiento en un circuito cerrado con una agitación desarrollada
con una rueda de paletas y un sistema de aireación constante. A pesar de ser menos eficiente que
el uso de PBRs, es económicamente rentable para el manejo de residuos y permite la captura de la
energía solar para tratar los residuos (Craggs et al., 2014). Se ha reportado que las tasas de
remoción de Cu+2 y Pb+2 en sistema de cultivo HRAP son hasta 10 y 2 veces mayores que en piscinas
estabilizadoras, respectivamente (Toumi et al., 2000).

Tabla 4. Comparación entre los principales sistemas de cultivo de microalgas


Estanques PBRs
Capacidad de fijación de CO2 Baja Alta
Productividad de biomasa Baja Alta
Velocidad de crecimiento Baja Alta
Riesgo de contaminación Extremadamente alto Bajo
Pérdidas por evaporación Altas Bajas
Eficiencia de fotosíntesis Baja Alta
Área superficial Baja Extremadamente alta
Control del proceso Difícil Fácil
Coste de operación Bajo Alto
Escalado Fácil Difícil

1.5. MECANISMOS DE DEFENSA DE LAS MICROALGAS FRENTE A LOS MP

Las microalgas presentan capacidad de retención de numerosos MP, propiedad que puede ser
utilizada con el fin de detoxificar y remediar el medio acuoso donde se encuentren presentes
(Suresh Kumar et al., 2015b). Para esto, las microalgas utilizan una serie de grupos funcionales,
presentes en las paredes celulares, que según su afinidad de unión frente a los MP, pueden
clasificarse en tres tipos de ligandos (Tabla 5):

 Tipo I, aquellos que tienen la preferencia de captar iones metálicos de clase A, según la
clasificación de ácido de Lewis, mediante el uso de oxígeno como enlace.

42
 Tipo II, aquellos que pueden unirse a cualquier clase de ligando, aunque con diferentes
preferencias según la naturaleza de este.

 Tipo III, muestran una mayor afinidad por los metales de clase B, según la clasificación de
ácido de Lewis.

Además, habitualmente, como respuesta a estos contaminantes las microalgas suelen modificar sus
vías metabólicas (Perales-Vela et al., 2006). Estos mecanismos permiten mantener la homeostasis
de la célula microalgal sobre el metal y prevenir el daño celular y la toxicidad que naturalmente
presentan las MP que se encuentran libremente en el medio. Así, según la dependencia metabólica
del organismo, suele hablarse de procesos de biosorción o de bioacumulación.

Tabla 5. Principales clases de ligandos presentes en la pared celular de las microalgas y su afinidad
a distintos tipos de clases de metales
Clases de ligando Ligandos Clase de metal

I Ligando afín a F-, O-2, OH-, H2O, CO3-2, SO4, Clase A: Li, Be, Na, Mg, K,
Clase A ROSO3-, NO3-, HPO4-2, PO4-3, Ca, Sc, Rb, Sr, Y, Cs, Ba,
ROH, RCOO-, C=O, ROR La, Fr, Ra, Ac, Al, Grupo
de lantánidos y actínidos

II Ligandos Cl-,Br-,N3-,NO2-,SO3-2,NH3, N2, Iones límite: Ti, V, Cr, Mn,


intermedios RNH2, R2NH, R3N, =N-, -CO-N- Fe, Co, Ni, Cu, Zn, Ga, Cd,
R, O2, O2-,O2-2 In, Sn, Sb, As

III Ligando afín a H-, I-, R-, CN-, CO, S-2, RS-, R2S, Clase B: Rh, Pd, Ag, Lr, Pt,
Clase B R3As Au, Hg, Tl, Pb, Bi

(Wang y Chen, 2009)

PROCESO DE BIOSORCIÓN

El proceso de biosorción se define como un proceso fisicoquímico de captación de compuestos


tanto orgánicos como inorgánicos presentes en una solución acuosa, con el fin de remover o
recuperarlos del medio en que se encuentran (Fomina y Gadd, 2014). En la biosorción, la captación
de los iones metálicos se produce debido a las interacciones que se desarrollan entre los iones
presentes en la solución acuosa con los grupos funcionales que están expuestos en la superficie
exterior del organismo (Rayson y Williams, 2011; Suresh Kumar et al., 2015b). Los grupos
funcionales que presentan una mayor relevancia en el proceso de biosorción son los grupos
carboxilo, hidroxilo, sulfato, fosfato y amina (He y Chen, 2014). Entre estos, el más relevante en la
captación de iones metálicos es el grupo carboxilo, seguidos por sulfatos asociados a polisacáridos
y proteínas (Won et al., 2014).

43
Figura 3. Mecanismos del proceso de biosorción de MP a partir de microalgas.

(He y Chen, 2014)

El mecanismo de la biosorción es complejo, ya que depende principalmente de la composición


química presente en la superficie celular (He y Chen, 2014). Estos pueden ser clasificados como
biosorción química, en donde la interacción biomasa/ion metálico se produce mediante una
reacción química mediante los mecanismos de intercambio iónico, formación de complejos,
adsorción por quelación o precipitación (Fig. 3); o biosorción física, donde la retención del ion
metálico ocurre vía fuerzas intermoleculares de Van Der Walls o interacciones electrostáticas
(Cuizano y Navarro, 2008). Los diferentes mecanismos pueden ocurrir ya sea de manera conjunta o
de manera sucesiva (Fomina y Gadd, 2014). Se ha reportado que la unión entre los iones metálicos
y la superficie de la biomasa de Vaucheria sp., se basa en la vía de intercambio iónico, ya que las
cargas de los cationes metálicos estudiados Cu (II), Mn (II), Zn (II) y Co (II), que fueron adsorbidos
por la biomasa era proporcional a las cargas de los iones metálicos livianos, Na (I), K (I), Ca (II) y Mg
(II) que fueron liberados por la misma. Esto demuestra que, en este caso específico, los iones
metálicos compiten por asociarse a los sitios de unión con carga negativa presentes en la pared
celular, liberando a los metales que estaban asociados antes del tratamiento de biosorción
(Michalak y Chojnacka, 2010).

PROCESO DE BIOACUMULACIÓN

El proceso de bioacumulación puede ser definido como la absorción de un compuesto externo al


interior de un organismo metabólicamente activo, producto de mecanismos de defensa y/o
crecimiento celular durante el crecimiento de la microalga, los metales son removidos desde el
medioambiente que les rodea y son acumulados dentro de las células (Mehta y Gaur, 2005; Perales-
Vela et al., 2006). Se ha reportado que especies resistentes aisladas de sitios contaminados poseen
una mayor capacidad de acumulación de MP comparados con las especies aisladas de sitios no
contaminados (Chekroun y Baghour, 2013). Este proceso se suele producir en dos etapas bien

44
diferenciadas. La primera etapa se produce una interacción fisicoquímica entre el ion metálico en
solución y los grupos funcionales presentes en la pared celular de la microalga, en un proceso
similar al producido al mecanismo de biosorción comentado previamente (Kumar et al., 2016).
Posteriormente, el ion metálico adsorbido es transportado hacia el interior de la célula a través de
la membrana celular, acumulándose en el interior de ésta (Vijayaraghavan y Yun, 2008). Este
proceso requiere de energía que es obtenida a partir del proceso de respiración desarrollado por el
metabolismo de los organismos vivos que utilizados como biosorbente, es de cinética lenta y
usualmente irreversible (Dueñas et al., 2014).

La segunda etapa del proceso de bioacumulación se puede llevar a cabo por una serie de
mecanismos, entre los que se encuentran la unión covalente, la precipitación de superficie,
reacciones redox, cristalización en la superficie celular o incluso difusión (Fig. 4) (Monteiro et al.,
2012). Como la mayoría de los MP son hidrofílicos, el transporte a través de la membrana celular,
de naturaleza lipofílica, debe ser mediado por proteínas específicas que se encuentran dentro de la
estructura de la membrana, estas permiten crear un conducto de comunicación entre el espacio
extracelular y el intracelular, con dirección de flujo tanto hacia el interior como hacia el exterior de
la célula en casos determinados (Monteiro et al., 2011a).

Figura 4. Mecanismo de bioacumulación de iones metálicos en el interior de la célula y proceso


de detoxificación intracelular en células activas metabólicamente. (Handbook of microalgal
culture: Applied Phycology and Biotechnology, 2° Edition, Cap.32, Pág. 604)

Una vez en el interior de la célula, un mecanismo común para la detoxificación celular intracelular
es la formación de proteínas que se asocian a los metales, tales como las metalotioneínas (MT) y
fitoquelatinas (PC), (Rodrigues et al., 2012; Suresh Kumar et al., 2015b). Estos complejos
organometálicos son contenidos más adelante al interior de las vacuolas con el fin de facilitar un
apropiado control de la concentración de iones de MP en el citoplasma, cumpliendo el rol de

45
prevenir o neutralizar la potencial toxicidad que poseen los iones metálicos mediante la producción
de transportadores de metal ion-selectivos y su posterior excreción o compartimentalización
(Arunakumara y Zhang, 2007). Se ha reportado el desarrollo, mediante microscopia electrónica de
transmisión (TEM), de formaciones de cuerpos de alta densidad al interior de compartimientos
presentes en la microalga Pseudochlorococcum typicum, las cuales asocian a la bioacumulación de
Pb(II) (Shanab et al., 2012). Este proceso es regulado por la presencia misma de los iones metálicos,
los cuales inducen de manera rápida la biosíntesis de estas proteínas transportadoras (Perales-Vela
et al., 2006). Otro mecanismo de protección que poseen las microalgas es la metilación enzimática,
el cual modifica la estructura de las proteínas con el fin de prevenir que elementos tóxicos reaccione
con los grupos –SH en el interior de la célula (Suresh Kumar et al., 2015b).

COMPARACIÓN ENTRE LOS PROCESOS DE BIOSORCIÓN Y BIOACUMULACIÓN

En la tabla 6, se comparan los procesos de defensa de las microalgas frente a la presencia de iones
de MP, en donde se analiza tanto el proceso de biosorción como el proceso de bioacumulación.

Tabla 6. Comparación entre los mecanismos de defensa de las microalgas: Procesos de biosorción
y bioacumulación
Biosorción Bioacumulación
Proceso pasivo Proceso activo
No controlada por el metabolismo Controlada por metabolismo
Los metales se unen con la superficie celular Los metales se unen tanto con la superficie
celular como al interior de esta.
Asociada al proceso de adsorción Asociada al proceso de absorción
Proceso reversible Proceso parcialmente reversible
No requiere de la presencia de nutrientes Requiere presencia de nutrientes
Proceso se produce en sólo una etapa proceso se produce en dos etapas
Proceso rápido Proceso lento
No se ve afectada por la presencia de tóxicos Los tóxicos afectan el rendimiento del proceso
No ocurre crecimiento celular Ocurre crecimiento celular
Intermedia concentración de equilibrio de Baja concentración de equilibrio de iones
iones metálicos metálicos

De la Tabla 6 se puede deducir que, al ser un proceso pasivo, la cinética de la biosorción es mucho
más rápida que la de bioacumulación. La segunda etapa de la bioacumulación, es decir, cuando la
célula microalgal absorbe el metal al interior de esta y lo compartimentaliza, es un proceso de
cinética lenta y poco práctico para ser utilizado con fines industriales ya que requiere mantener el
metabolismo celular activo y la concentración de iones metálicos en el interior de la célula podría
generar efectos tóxicos afectando la viabilidad de esta (Vijayaraghavan y Yun, 2008).

46
Con estos datos, en una primera instancia se podría indicar que el uso de la biosorción sería el
proceso más apropiado para llevar a cabo de manera rápida y efectiva el tratamiento de grandes
volúmenes de solución acuosa contaminada, dejando de lado la posibilidad de utilizar
industrialmente las propiedades absorbentes y de concentración de metales en el interior de las
células que presenta el proceso de bioacumulación (Vijayaraghavan y Balasubramanian, 2015b). Sin
embargo, si se realiza una comparación entre el proceso de biosorción con la primera etapa de la
bioacumulación, la cual se produce en la etapa previa al ingreso de los metales hacia el interior de
la célula, se puede indicar que la biosorción y la primera etapa de la bioacumulación son
prácticamente idénticas (He y Chen, 2014). Esto abre la posibilidad de estudiar el proceso de la
biosorción de dos maneras, mediante microalgas metabólicamente inactivas, es decir, con el uso
de biomasa muerta; y mediante el uso de microalgas vivas, utilizando el proceso de la
bioacumulación solo hasta completar su primera etapa. Además de lo anteriormente planteado, al
ser la biosorción un proceso reversible, la misma biomasa podría ser utilizada en varias ocasiones
sin perder sus características bioabsorbentes, reduciendo los costes del proceso.

1.6. FACTORES QUE AFECTAN EL PROCESO DE BIORRE MEDIACIÓN DE MP

Para el desarrollo de un proceso eficiente de biorremediación mediante el uso de microalgas es


necesario identificar y optimizar los principales factores del proceso. Estos factores se pueden
dividir en dos grupos según su naturaleza: Los factores bióticos o dependientes de la biomasa y los
factores abióticos, los cuales dependen principalmente de las condiciones de operación (Suresh
Kumar et al., 2015b).

FACTORES BIÓTICOS

ESPECIE DE LA MICROALGA

La capacidad de adsorción de iones de MP varía entre las especies de microalgas, producto de que
la biosorción se asocia directamente con la composición química que presenta la superficie de la
pared celular. Específicamente, la capacidad de biosorción se relaciona de manera proporcional a
la cantidad de sitios de unión que presente la biomasa (Fomina y Gadd, 2014).

Muchas especies de microalgas han adaptado mecanismos para adaptarse a la exposición de MP.
Esta habilidad se denomina capacidad de tolerancia, la cual sirve como herramienta para enfrentar
un ambiente adverso. En un estudio comparativo de tolerancia frente a Cu(II), Pb(II) y Cd(II) de las
dos especies de microalgas, Isochrysis galbana y Tetraselmis chui, se hallaron valores de EC50
(concentración que provoca la muerte del 50% de la población) de 31,4 μmol/L, 37,8 μmol/L y 121,6
μmol/L, de Isochryssis galbana para cada ion, frente a 1,3 μmol/L, 10,9 μmol/L y 37,8 μmol/L de
Tetraselmis chiu, respectivamente (Liu et al., 2011).

47
CONCENTRACIÓN DE LA BIOMASA

Estudios previos han demostrado una dependencia directa entre la capacidad de adsorción con la
concentración de la biomasa. Por ejemplo, estudios desarrollados con Chlorella vulgaris para la
remoción de Cu (II) con diferentes concentraciones de biomasa (5, 50, 100 y 1000 mg/L), obtuvieron
capacidades de eliminación con valores de 22,62, 13,07, 8,61 y 6,14 mg/g para cada concentración
mencionada, respectivamente (Mehta y Gaur, 2001a). Esta dependencia se ha atribuido a un
aumento de las interacciones electrostáticas con la densidad celular, lo cual produce una
disminución de la cantidad de sitios activos disponibles para la captación de los iones metálicos
(Romera et al., 2006). Basado en estos datos, la operación con concentraciones de biomasa
elevadas resultaría en un tratamiento con biomasa menores cargas de MP, lo cual disminuiría la
eficiencia del proceso global. Por otro lado, se ha determinado que el aumento de la concentración
de la biomasa produce una disminución del efecto tóxico de los MP. En un estudio de toxicidad de
Cu (II) y Pb (II) realizado con Tetraselmis chui, se demostró que esta especie vio inhibido su
crecimiento celular en un 80% cuando el estudio se realizó a una densidad celular inicial de 1x10 4
cel/mL, resultando significativamente mayor al 17% obtenido al realizar el mismo experimento a
una concentración de biomasa inicial de 1x10 5 cell/mL (Liu et al., 2011).

No obstante, una baja concentración de biomasa afectará la eficiencia de la bioacumulación, siendo


inadecuado para aplicaciones a gran escala, por lo que es necesario trabajar con valores
intermedios de concentración de biomasa en estudios de biosorción (Debelius et al., 2009).

FACTORES ABIÓTICOS

pH

El pH es considerado como el parámetro abiótico más importante en la influencia de la biosorción


de metales por biomasa microalgal (Brinza et al., 2007). Este factor varía de manera directa el
proceso de biosorción en dos aspectos:

 La capacidad de biosorción de los sitios presentes en la superficie de la biomasa, ya que la


biosorción del metal está relacionada a las propiedades ácido-base de varios grupos
funcionales en la superficie de la célula, los cuales se pueden activar y desactivar según el
pH que se encuentre en la solución (Monteiro et al., 2012).

 La química del ion metálico presente en la solución, la cual varía en distintas especiaciones
según el pH del medio.

La selección del pH óptimo depende directamente de la especie de microalga y de la especie de


metal que se desee remover (Brinza et al., 2007; Suresh Kumar et al., 2015b). En líneas generales
se puede mencionar que a bajo pH, los sitios de unión presentes en la pared celular se asocian
directamente al ion hidronio H3o+ o H+, lo cual impide el acercamiento de cationes metálicos por

48
resultado de la fuerza de repulsión que presenta la superficie microalgal. Esto ocurre en pH muy
ácidos menores a pH 3, el cual se ha considerado como un valor límite (Brinza et al., 2007). Cuando
se incrementa el pH de la solución, en el rango de pH de 3 a 6,5, los sitios de unión se desprotonan,
por lo que sus cargas negativas se incrementan y nuevos grupos funcionales como carboxilo,
fosfato, imidazol y amino son activados como sitios de unión. Estos aumentan la carga negativa
neta de la superficie, permitiendo una mayor atracción de cationes con cargas positivas, como
muchos de los MP que presentan cationes bivalentes, tales como: Zn +2, Cu+2, Ni+2, Mn+2, Cd+2
(Fomina y Gadd, 2014; Monteiro et al., 2012). Así, se ha reportado un pH óptimo de 4 para la
adsorción de Cd (II) con Chlorella vulgaris (Aksu y Dönmez, 2006) y el incremento de la adsorción
de cobre en la biomasa de Spirogyra desde un 31% a un 86% aumentando el pH de 1.0 a 7.0 (Bishnoi
et al., 2007; Suresh Kumar et al., 2015b).

Por otro lado, en el rango de pH de 8 y 11 se tiende a producir en los iones metálicos el fenómeno
de la precipitación, afectando directamente la capacidad de remoción de estos (Fu y Wang, 2011).
A pH 9-12, tanto el grupo carboxilo como el fosfato e hidroxilo se encuentran disponibles como
sitios de unión en la captación de metales, favoreciendo por ejemplo, la adsorción de As (Chojnacka
et al., 2005; Monteiro et al., 2012).

FUERZA IÓNICA

La fuerza iónica es la concentración de la carga iónica presente en una solución. Este factor está
fuertemente relacionado con la concentración de sales y cationes monovalentes, como el Na + y K+
(Mehta y Gaur, 2005). Se ha determinado que, a un pH específico, cuando la fuerza iónica de la
solución se ve incrementada, la capacidad de remoción del biosorbente se ve reducida (Fomina y
Gadd, 2014). Por el contrario, si se disminuye la fuerza iónica, se incrementa la eficiencia de la
remoción (Bilal et al., 2018).

Como ejemplo de esta dependencia, (Chen et al., 2015) estudiaron la adsorción de Cu (II) en
alginato de calcio, ajustando la fuerza iónica mediante la adición de perclorato de sodio a
concentraciones que van de 0,005 a 0,5 mol/L, con eficiencias de remoción de 95% y 80%
respectivamente, atribuida a una competencia por los sitios de unión de la biomasa, entre los iones
metálicos y otros iones presentes en la solución (Dwivedi, 2012).

CONCENTRACIÓN INICI AL DEL ION

El proceso de biosorción de MP se ve influenciado de manera importante con la concentración


inicial del ion (Kumar et al., 2016). El aumento de la concentración inicial del ion produce un
aumento de la capacidad de biosorción del metal, por lo que la cantidad de contaminante
biosorbido por unidad de biosorbente también se ve aumentada, aunque sólo hasta el punto de
saturación (Fomina y Gadd, 2014). Otro punto necesario a considerar es la tolerancia que presenta
la biomasa en presencia del ion metálico que se desea remover. Si bien las microalgas presentan
mecanismos de defensa frente a la presencia de MP, la tolerancia es un factor altamente variable
que depende de muchos factores, como la especie que se utiliza como biosorbente, la densidad

49
celular, la composición del medio y las condiciones físicas del cultivo, por lo que se debe tener en
consideración en los procesos de adsorción tanto en la biosorción como en la primera etapa de la
bioacumulación (Debelius et al., 2009).

TEMPERATURA

La temperatura afecta a un número importante de factores que son relevantes para el proceso de
biosorción de iones metálicos, entre los cuales se incluye la estabilidad de la especie iónica, la
complejación de ligandos y la solubilidad del ion metálico. Teóricamente, el incremento de la
temperatura favorece la solubilidad del ion metálico en la solución y en consecuencia debilitaría el
proceso de biosorción de los iones en la biomasa, aunque no hay estudios relevantes que respalden
aquella afirmación (Suresh Kumar et al., 2015b).

Con relación al proceso de biosorción, el efecto de la temperatura no es concluyente. En un estudio


de biosorción de Ni+2 mediante el uso de biomasa seca de Chlorella vulgaris, la capacidad de
adsorción aumentó de 48,1 mg/g a 15°C y 60,2 mg/g a 45°C indicando la presencia de un proceso
endotérmico (Aksu y Dönmez, 2006). Sin embargo, son escasos los estudios que utilizan esta
variable, resultando difícil determinar un efecto relevante de este factor en el proceso de
biosorción. En un contexto termodinámico, se puede considerar que el efecto de la temperatura
dependerá de la naturaleza de los grupos funcionales que actúan como sitios de unión en la
superficie de la pared celular de la microalga, así la biosorción puede ser favorecida por una
temperatura más elevada si el proceso de biosorción del metal es endotérmico, como ocurre en las
interacciones ion metálico-carboxilo, mientras que las interacciones ion metálico-amina, al ser
exotérmicas, se verían afectadas por el efecto de la temperatura.

Por otro lado, en el proceso de biosorción metálica mediante el uso de algas vivas el factor
temperatura ejerce un valor más importante, ya que el incremento de la temperatura promueve el
crecimiento celular, pero solo hasta alcanzar la temperatura óptima de cultivo. A temperaturas
bajas, las microalgas son fácilmente inhibidas y el sobrecalentamiento de los cultivos de microalgas
es un problema ya que provoca daños en la estructura física del biosorbente (Park et al., 2010).
Generalmente, las temperaturas de estudio utilizadas rondan los 15-25°C, las cuales son las más
adecuadas para el crecimiento celular (Larsdotter, 2006).

En muchos estudios, el factor de la temperatura no es considerado como una variable, realizando


el estudio a temperatura ambiente (Atar et al., 2012). El control de la temperatura está asociado a
un aumento de los requerimientos energéticos del proceso, lo cual encarecería los costos y su
influencia suele ser menor en comparación a otros factores como por ejemplo, el pH (Mehta y Gaur,
2005).

ESPECIACIÓN DEL METAL

La especiación del metal es un factor relevante ya que se asocia a la toxicidad, movilidad y la


reactividad que presentan los MP en la solución acuosa (Batool et al., 2018). La disponibilidad que
presentan los iones metálicos para unirse a la superficie de la biomasa depende directamente de la

50
especiación, la cual está determinada en función de una serie de reacciones de tipo ácido/base,
precipitación/disolución, óxido/reducción, sorción o intercambio iónico que influencian la
especiación, pero sobre todo, por el pH de la solución (Kaplan, 2013b).

Los efectos tóxicos de los iones metálicos en los organismos vivos se relacionan directamente con
la concentración de iones libres en el agua, por lo que para mantener un proceso eficiente de
remoción de iones de MP, es necesario mantener elevada la tasa entre la concentración de iones
metálicos libres y el total de la concentración del metal en la solución (Suresh Kumar et al., 2015b).
En un estudio realizado para la biosorción de Cr+3 y Cr+6, utilizando como biosorbente Spirulina sp.,
se reportó que la capacidad de adsorción para cada forma de especiación de Cr fue de 304 mg/g y
333 mg/g, respectivamente (Doshi et al., 2008).

1.7. POTENCIALES ESPECIES DE MICROALGAS PARA LA BIORREMEDIACIÓN DE MP

Para llevar a cabo un estudio en el área de la biosorción ya sea con microalgas vivas o muertas, un
paso muy relevante es la selección de la especie de microalga a utilizar. En la Tabla 7 se pueden
apreciar los principales casos de éxito desarrollados en los últimos años en el uso de especies de
microalgas para la remoción de diferentes iones de MP, tales como: Cd+2, Cu+2, As, Mn+2, Pb+2 y Zn+2
(Suresh Kumar et al., 2015b).

Se puede indicar que la mayoría de los estudios realizados en este tema trabajan en modo batch.
El uso de un sistema continuo es aplicable principalmente en el uso de biomasa inmovilizada
(Vijayaraghavan y Balasubramanian, 2015b). Como factores más importantes se encuentra el tipo
de biomasa utilizada, la cual puede ser mediante el uso de organismos vivos u biomasa muerta y la
influencia del pH del medio donde se lleve a cabo el estudio. Con relación a los metales estudiados,
la mayor cantidad de investigaciones se realiza para el estudio de adsorción de Cu, Cd y Zn (Tabla
7). De manera específica para cada metal podemos apreciar lo siguiente:

 Cu+2: En los estudios de remoción de iones de cobre, el organismo más utilizado es Chlorella
vulgaris. Se ha estudiado esta especie en variadas formas, biomasa muerta y viva; libre o
inmovilizada, obteniendo diferentes resultados. La mayor capacidad de remoción de cobre
es alcanzada por la microalga Spirulina sp, la cual alcanza un valor de 389 mg/g (Doshi et
al., 2008). El rango de pH utilizado es entre pH 4 a 7.

 Zn+2: La mayor capacidad de remoción de Zn+2 la ha presentado la microalga Planothidium


lanceolatum, con un valor de 118,66 mg/g (Sbihi et al., 2014). El rango de pH de estudio de
la remoción de Zn en su estado divalente se desarrolla entre los valores 5 y 7,5.

 As: Se han realizado estudios tanto para As (III) como para As (V), analizándose tanto la
capacidad de absorción, como la toxicidad y mecanismos de detoxificación de cada
especiación (Podder y Majumder, 2016). Los mejores rendimientos de absorción se han

51
obtenido mediante el uso de Scenedesmus, alcanzando una capacidad de absorción de 23
mg/g, en una solución con 30 mg/L de concentración de arsénico y pH 4. Este pH resultó
óptimo tanto para el uso de microalgas vivas como muertas. Se ha determinado que los
géneros de Scenedesmus, Pandorina y Chlorella son potenciales removedores de As
presente en soluciones acuosas bajo diferentes condiciones ambientales (Dueñas et al.,
2014; Sibi et al., 2014).

 Mn+2: Un estudio muy reciente realizado con la especie Heterochlorella sp., MAS3,
demostró la factibilidad de esta especie para reducir la concentración de Mn (II) entre un
40 - 60%, a partir de una solución acuosa con 10-20 mg Mn/L, en estudios a pH ácido (3,5)
(Abinandan et al., 2019).El rango estudiado suele ir de medio ácido (pH 3) hasta soluciones
neutras a pH 7.0.

 Boro (B(OH)4-): En la actualidad, se ha publicado solo un estudio sobre descontaminación


de aguas contaminados con boro mediante el uso de microalgas. (Taştan, B.E. et al., 2012b).
(Laçin et al., 2015) obtuvieron un rendimiento máximo de remoción de 38,0% con Chlorella
sp., se trabajando con una disolución con una concentración de 9,2 mg B/L. El rango de pH
estudiado va entre pH 5-9, en donde el máximo valor de remoción alcanzado fue a pH 8.

52
Tabla 7. Listado con los principales resultados de estudios de biosorción de microalgas con
eficiencia en remoción de MP.

53
54
55
(Suresh Kumar et al., 2015b)

1.8. TIPOS DE SISTEMAS EMPLEADOS EN PROCESOS DE BIOSORCIÓN

Existen dos tipos de sistemas habitualmente empleados para efectuar la biosorción, y su elección
depende principalmente del tipo de biomasa y su método de inmovilización, los sistemas son:

1. Sistema Batch: Actualmente es el sistema más utilizado para el desarrollo de estudios


ligados a la biosorción de MP (Romera et al., 2007; Sheng et al., 2007). Sin embargo, este
sistema no es utilizado habitualmente a gran escala, debido a los bajos rendimientos que
proporciona y las dificultades de separación de la biomasa libre empleada (Vijayaraghavan
y Balasubramanian, 2015b).

2. Sistemas Continuos o Semicontinuos: Normalmente se trata de procesos muy


automatizados, con elevados rendimientos y que facilitan la reutilización de la biomasa.
Son muy útiles en el caso de evaluar la factibilidad técnica del proceso en condiciones reales
(Vijayaraghavan y Yun, 2008).

56
En la mayoría de los casos, estos biorreactores continuos o semicontinuos trabajan con una
configuración en columna (Figura 5).

Figura 5. Diseños básicos de biorreactores utilizados para la remoción continua de MP desde aguas
residuales. (Mehta y Gaur, 2005)

De todas las configuraciones presentadas en la Fig. 5, la configuración que ha sido establecida como
la más efectiva, económica y conveniente es la de columna de relleno en lecho fijo, con la corriente
de líquido circulando en flujo pistón a través del lecho de sólido adsorbente (Fig. 5a, 5b) (Soto et
al., 2017). Otras columnas, tales como las de agitación continua (Fig. 5c) y de lecho fluidizado (Fig.
5d) son raramente utilizadas para el propósito de biosorción, principalmente debido a los altos
costos de operación que requieren en su funcionamiento (Vijayaraghavan y Yun, 2008). Las ventajas
del uso de columnas de relleno de lecho fijo son las siguientes: son simples de utilizar, presentan
un alto rendimiento de operación, son de fácil escalamiento, las etapas de separación pueden ser
automatizadas y presentan un alto grado de purificación.

La biomasa puede estar libre o inmovilizada, aunque el uso de células libres no se recomienda para
el uso en columna debido a que a su baja densidad y tamaño tienden a producir obstrucción,

57
resultado en importantes caídas de presión, lo cual afecta de manera importante la efectividad del
proceso (Wang y Chen, 2009). La columna es mantenida en modo vertical y dependiendo del
sistema seleccionado, el flujo puede ingresar tanto por la zona superior de la columna manteniendo
un flujo descendiente (Fig. 5a), o en sentido contrario en el caso de las columnas ascendentes (Fig.
5b).

El tamaño de la columna depende principalmente de la cantidad de flujo que se requiera tratar y


del tiempo del ciclo que se desee realizar. El escalamiento del proceso para el uso de mayores
cantidades de flujo es conseguido aumentando el diámetro y/o el número de columnas trabajando
en paralelo, siempre tratando de mantener el flujo pistón del líquido (Naja y Volesky, 2006).

El principal factor para evaluar el desempeño del proceso de biosorción es en base a la capacidad
de adsorción, la cual se mide en función de la masa de metal recuperado por unidad de volumen
del sorbente, expresada generalmente en mg/g, normalmente en ensayos en batch. Una vez
determinada la capacidad de adsorción del material, para diferentes concentraciones de disolución,
se realizan ensayos en lecho fijo en semi-continuo. La eficiencia del proceso es determinada en
función de la curva de ruptura, la cual describe la concentración de metal a la salida del lecho en
función del tiempo y/o volumen del influente, para una altura de lecho fija (Ahmaruzzaman, 2011).
Se suele trabajar con concentraciones normalizadas, calculadas como la relación entre la
concentración de metal en el efluente (Cef) y la concentración de metal en la solución inicial (Ci). Su
gráfica resultante, operando con flujo pistón de la corriente líquida, tiene forma sigmoidal. En el
interior del lecho fijo se pueden apreciar durante el proceso tres zonas principales (Fig. 6):

 Una zona de equilibrio, cercana a la entrada del líquido en el adsorbente, en la cual se ha


alcanzado ya la capacidad máxima adsorbida en el equilibrio y la concentración del fluido
se encuentra constante e igual a la inicial.

 Una zona de transferencia de masa, que es el lugar donde se desarrolla la adsorción. En ella
la concentración del ion disminuye desde la concentración inicial a cero y la cantidad de
metal adsorbido aumenta hasta alcanzar el valor de saturación. El tamaño de la zona de
adsorción es dependiente de una serie de factores, tales como: la isoterma de adsorción,
la tasa de flujo, la tasa de transferencia de masa hacia las partículas y la tasa de difusión en
los poros de biosorbente.

 Una zona de lecho no utilizado, formada entre la zona de transferencia de masa y la salida
de la columna. Donde inicialmente solo hay adsorbente sin la presencia de soluto y la
concentración de metal en el líquido es nula.

La zona de transferencia de materia va avanzando a lo largo de la columna con el tiempo, hasta


alcanzar el final de esta (Fig. 6). Cuando la concentración en el efluente alcanza un determinado
valor relacionado con el límite de descarga permitido del metal que se desea remover, se llega al
llamado tiempo de ruptura. En ese punto de ruptura el flujo debe ser detenido y el biosorbente
debe ser cambiado. Si la columna continuase funcionando, aún con concentración no nula de metal

58
en el efluente, se alcanzaría el tiempo de saturación, en el que la concentración a la salida es
idéntica a la de entrada. La cantidad de metal adsorbida hasta ese punto nos marca la capacidad
máxima del lecho a saturación. La diferencia entre el tiempo de ruptura y el de saturación, nos
indica la eficiencia del proceso (Mehta y Gaur, 2005). Es deseable una zona de transferencia de
materia estrecha para que la utilización del adsorbente sea eficaz y los costes de energía de la
regeneración sean menores (Vijayaraghavan y Balasubramanian, 2015b).

Figura 6. Curva de ruptura para filtros de lecho fijo. C i= Concentración inicial, Cef = Concentración
final, CR = Concentración de ruptura, ZTM = Zona de transferencia de masa (Taty-costodes et al.,
2005).

El proceso de biosorción en lecho fijo es influenciado principalmente por tres parámetros


experimentales claves, presentados a continuación:

 La velocidad de flujo de la solución acuosa: Este factor es muy importante ya que


determina el periodo de contacto de los iones metálicos con el sorbente en la columna. Se
ha determinado que el tiempo para alcanzar el tiempo de ruptura y saturación disminuye
al aumentar las tasas de flujo, aunque se debe tener en consideración que un aumento de
este factor produce una disminución de la capacidad útil del lecho. En un estudio que
analiza las velocidades de flujo en un proceso de biosorción con Scenedesmus obliquus
CNW-N inmovilizada, se estudiaron los tiempos de ruptura a distintas velocidades (0,057
BV/min, 0,114 BV/min y 0,170 BV/min, donde BV: Bed Volume, volumen total del lecho fijo)
a una concentración inicial de Cd+2 de 7,5 mg/L y a un tamaño del lecho de 18 cm de largo

59
por 1 cm de diámetro. Los resultados indican el tiempo de ruptura alcanzado para cada
velocidad indicada corresponde a 15,5 h, 6,5 h y 0,33 h, respectivamente. Esto se produce
porque el biosorbente se satura más rápido a una mayor velocidad de flujo, debido la mayor
tasa de carga del metal ingresada y porque la anchura de la zona de transferencia de
materia aumenta con la velocidad de flujo (Chen et al., 2014).
 La longitud del lecho: Si se aumenta longitud del lecho, también lo hacen los tiempos de
ruptura y de saturación consiguiéndose una mayor tasa de remoción de metal. Estudios de
biosorción de Co (II) con Sargassum wightii con lechos de 15, 20 y 25 cm proporcionaron
tiempos de ruptura de 7,6, 10,1 y 13,1 h, respectivamente (Vijayaraghavan et al., 2005). Si
se analiza la capacidad útil de adsorción, se puede apreciar que esta aumenta con el tamaño
de la columna, alcanzando valores de 46,1 mg/g, 47,0 mg/g y 50,7 mg/g, debido al aumento
de porcentaje de lecho usado hasta el punto de ruptura (Vijayaraghavan et al., 2005).

 La concentración de iones de MP: La capacidad de adsorción del biosorbente y, por tanto,


la eficiencia del proceso se ven favorecidas al aumentar la concentración. Además, el
tiempo de ruptura disminuye con la concentración de metal. Estudios realizados sobre
adsorción de Cu+2 a tres concentraciones iniciales (10, 25 y 50 mg/L) alcanzaron el punto de
ruptura en 41 h, 24 h y 13,5 h, respectivamente (Singh et al., 2012).

Si se desea conseguir un buen proceso de biosorción en columna se tiene que utilizar un sorbente
que produzca que el proceso posea como características: un punto de ruptura tardío, una zona de
transferencia de masa lo más corta posible, una alta capacidad de adsorción, una curva de ruptura
escarpada y una alta eficiencia (Kumar et al., 2016).

1.9. MODELOS CINÉTICOS E ISOTERMAS DE EQUILIBRIO EN EL PROCESO DE


BIOSORCIÓN

El equilibrio determina el potencial de adsorción del sistema, el valor máximo alcanzable para una
concentración determinada. La relación, en el equilibrio entre las concentraciones en la fase líquida
y la sólida a una temperatura dad se denominan isotermas de equilibrio. Para ajustar estos
equilibrios pueden emplearse diferentes modelos, caracterizados por parámetros definidos y cuyos
valores permiten expresar las propiedades de la superficie de la biomasa y la afinidad de esta frente
a los diferentes iones de MP (Bulgariu y Bulgariu, 2012). Las isotermas de equilibrio describen el
equilibrio alcanzado en sistemas Batch (He y Chen, 2014), pero también sirven para explicar y
predecir el comportamiento experimental de la biosorción en lecho fijo (Wang y Chen, 2014). Los
modelos más usados para la descripción de la biosorción isotermal son:

1. Modelo Langmuir: Este modelo ha sido aplicado exitosamente para describir procesos de
biosorción donde prevalece la biosorción pasiva, es decir, donde el proceso de adsorción es el
que presenta mayor relevancia en la capacidad total de biosorción (Ibrahim, 2011). El modelo
Langmuir está basado en tres supuestos, que son los siguientes:

60
I. El proceso de la biosorción toma lugar en un sorbente de superficie homogénea y se
produce con características de monocapa.

II. Las especies adsorbidas, en este caso iones metálicos, no poseen interacción entre
ellas, sino que interaccionan solo con los sitios de unión en la superficie del
biosorbente.

III. Las energías de adsorción en los sitios de unión son idénticas e independientes de la
presencia de especies adsorbidas en sitios adyacentes (Lesmana et al., 2009; Mehta y
Gaur, 2005).

El modelo puede ser expresado mediante la ecuación presente en la Figura 7. En donde q y


Cef corresponden a las cantidades de metal adsorbido en el sorbente en el equilibrio (mg/g)
y la concentración de equilibrio en la solución (mg/L) respectivamente, q m es la máxima
capacidad de adsorción del sorbente (mg/g), y b es la constante de adsorción de equilibrio
relacionado con la afinidad de los sitios de unión (L/mg).

2. Modelo Freundlich: Es un proceso ampliamente utilizado para describir la adsorción de iones


metálicos dentro de una superficie heterogénea, y en un proceso de adsorción multicapa. Su
ecuación y gráfica se presenta en la Figura 7, en donde se aprecia que K es una constante
designada para la capacidad de adsorción relativa, n es el factor de heterogeneidad, el cual a
medida que presente un menor valor, significa que la superficie presente una mayor
heterogeneidad. Este modelo proporciona una descripción más realista de la adsorción de
metal por biosorbentes de origen orgánico debido a que considera las diferencias de afinidad
en la superficie heterogénea de la biomasa (Fomina y Gadd, 2014). A diferencia de la isoterma
de Langmuir, Freundlich no asume en su ecuación la saturación de la adsorción del metal, sino
que considera que los sitios de unión que poseen una atracción más fuerte hacia los iones
metálicos son ocupados en primer lugar, y que esta fuerza de unión va disminuyendo a medida
que se produce el incremento del grado de ocupación de los sitios de unión por los MP
(Winters et al., 2017).

61
Isoterma de Freundlich
qe f Expresión simple
para sistema
monoelemental

Isoterma de Langmuir
qe f Biosorción en
f monocapa para un
sistema
monoelemental

Figura 7. Ecuaciones y gráficas representativas de tres de los más comunes isotermas de


adsorción usadas para estudios de biosorción. Isotermas de Freundlich y Langmuir. (Fomina y
Gadd, 2014)

La cinética del proceso de biosorción puede definirse como la velocidad con la que se alcanza el
equilibrio entre la concentración de metal enlazado a la superficie de la biomasa y la concentración
de metal en la fase líquida del medio (Jayakumar et al., 2015). Su estudio es de gran interés para
comprender de manera global el proceso de la biosorción, y para predecir las condiciones óptimas
de las variables implicadas en los procesos de adsorción (Anastopoulos y Kyzas, 2015). Se han
desarrollado modelos cinéticos que son utilizados para ajustar los datos experimentales en el
proceso de la biosorción de MP en disolución. Estos modelos nos dan información acerca de los
mecanismos de adsorción y las etapas de control, tales como el transporte de masa o los procesos
de reacción química (Abdolali et al., 2014). Los principales modelos cinéticos son:

 El modelo de Pseudo Primer Orden (PS1): Este modelo considera que la velocidad de
ocupación de los sitios de unión de la superficie celular por los iones metálicos es
proporcional al número de sitios desocupados presentes en el biosorbente. Su ecuación
lineal y no lineal de este modelo cinético se expresan en la Tabla 8. En la ecuación, q t y qe
son las cantidades de metal adsorbidos en el biosorbente al tiempo t y en el equilibrio,
respectivamente (mg/g), y k1 es el coeficiente cinético del primer orden.

 El modelo de Pseudo Segundo Orden (PS2): Este modelo aplicable cuando la velocidad de
ocupación de los sitios de adsorción es proporcional al número al cuadrado de los sitios no
ocupados en la superficie del biosorbente. Sus ecuaciones tanto lineal como no lineal
también se encuentran presentes en la Tabla 8. En donde k2 es el coeficiente cinético de
segundo orden.

62
Tabla 8. Modelos cinéticos del proceso de adsorción y ecuaciones asociadas, presentadas en modo
lineal y no lineal
Isoterma Ecuación

Pseudo-primer orden (no lineal) 𝑞𝑡 = 𝑞𝑒 (1 − 𝑒 −𝑘𝑡 𝑡 )

Pseudo-primer orden (lineal) ln(𝑞𝑒 − 𝑞𝑡 ) = ln(𝑞𝑒 ) − 𝑘1 𝑡

Pseudo-segundo orden (no lineal) 𝑘2 𝑞𝑒2 𝑡


𝑞𝑡 =
1 + 𝑘2 𝑞𝑒 𝑡
Pseudo-segundo orden (lineal) 𝑡 1 1
= 2 + ( )𝑡
𝑞𝑡 𝑘2 𝑞𝑒 𝑞𝑒
(Anastopoulos y Kyzas, 2015)

A pesar de utilizarse ambos modelos cinéticos, se ha determinado que la cinética de adsorción del
metal en las microalgas sigue más a menudo el modelo de Pseudo-segundo orden, producto de que
la velocidad del proceso de adsorción presenta cambios frente a la concentración inicial del ion,
adaptándose de mejor modo al proceso real de experimentación en un proceso de Pseudo-segundo
orden (Kumar et al., 2016; Mehta y Gaur, 2005).

Existen numerosos estudios que han reportado el uso de isotermas asociadas a modelos cinéticos
de segundo y de primer orden, para ajustar los datos experimentales en sistema batch y poder
utilizar los parámetros como referencia para la determinación de las condiciones óptimas del
proceso (Anastopoulos y Kyzas, 2015). En la Tabla 9 se presentan los estudios más relevantes
basados en microalgas. Se aprecia que debido a la simplicidad del proceso y al adecuado ajuste
proporcionado, en líneas generales, la isoterma de equilibrio más utilizada para la determinación
de las condiciones del proceso de biosorción es la isoterma de Langmuir. En cuanto a los modelos
cinéticos, la mayor parte de los estudios han utilizado el modelo PS2, es decir, el modelo de Pseudo-
segundo orden.

63
Tabla 9. Modelos de cinética de adsorción e isotermas de equilibrio seleccionados para la
biosorción de iones de MP en microalgas
Biosorbente Característica Metal Modelo de modelo Qm (mg/g)
isoterma cinético
+2
Spirulina platensis Cu L - 1,64 - 1,94
+2
Chlorella vulgaris Cu L - 1,14- 1,47
+2
Arthrospira Biomasa seca Cu L PS2 17,3
platensis típica
Arthrospira Biomasa seca Cu+2 L PS2 33,44
platensis enriquecida en
carbohidratos
Arthrospira Biomasa viva típica Cu+2 F PS2 40,65
platensis
Arthrospira Biomasa viva Cu+2 F PS2 35,59
platensis enriquecida en
carbohidratos
Spirulina platensis Cr+2 L - 12,3 - 16,8
+2
Chlorella vulgaris Cr L - 10,2 - 13,7
+3
Chlorella miniata Cr L - 14,7 - 41,2
+3
Scenedesmus Cr L PS2 58,47
quadricauda
Scenedesmus Cr+6 F PS2 46,51
quadricauda
Arthrospira Biomasa seca Ni+2 L PS2 52,63
platensis típica
Arthrospira Biomasa viva típica Ni+2 F PS2 90,91
platensis
Arthrospira Biomasa viva Ni+2 F PS2 63,29
platensis enriquecida en
carbohidratos
Spirulina platensis Zn+2 L, D-R PS1, PS2 2,1
+2
Chlorella vulgaris Zn L, D-R PS1, PS2 2,2
(Anastopoulos y Kyzas, 2015)

Se ha demostrado que la cinética del proceso de captación de cationes metálicos a partir de


biomasa microalgal toma lugar dentro de los primeros 20 a 60 minutos de contacto. El corto tiempo
requerido se debe a que este proceso resulta ser un mecanismo independiente del metabolismo
celular. Después de ese tiempo, el proceso continúa hasta alcanzar un equilibrio aproximadamente
a las 3 h de iniciado el proceso (Abdel-Ghani y El-Chaghaby, 2014). Sin embargo, la cinética varía en
función de la naturaleza del ion metálico que se desea remover. Estudios realizados muestran que
para aniones metálicos, el proceso de biosorción resulta mucho más lento que para metales

64
catiónicos, pudiendo demorar en alcanzar el equilibrio en un plazo de entre 12 h a varios días, según
las características de la naturaleza del organismo biosorbente, siendo el principal factor la especie
de la microalga (He y Chen, 2014).

1.10. ESTUDIOS DE REGENERACIÓN Y REUTILIZACIÓN DE LA BIOMASA PARA EL


PROCESO DE BIOSORCIÓN

El estudio de la regeneración de la biomasa es un factor clave si se desea aplicar la tecnología de la


biosorción por microalgas para la eliminación de MP (Wang y Chen, 2014). Es necesario considerar
que la biosorción sea un proceso reversible para que la biomasa tenga la capacidad de desligarse
de los metales captados y así permitir la recuperación de los metales, la regeneración y el posterior
uso de la biomasa microalgal para un próximo ciclo. Si se consideran los costes de operación y los
costes ambientales, la reutilización de la biomasa y la recuperación de los metales reducirían el
gasto global del proceso y la dependencia continua del suministro de biosorbente (Levy et al., 2007;
Vijayaraghavan y Balasubramanian, 2015b).

La recuperación de los metales unidos a la biomasa requiere el empleo de un agente de elución o


eluyente, solución que mediante sus propiedades fisicoquímicas permite la separación del sorbente
de los metales y el reuso de la biomasa para múltiples ciclos de biosorción/desorción (Suresh Kumar
et al., 2015b). Los requerimientos que debe cumplir el eluyente son los siguientes (Wang y Chen,
2014):

 No debe ocasionar daño al funcionamiento ni a la estabilidad de la microalga.


 Debe presentar un bajo costo de producción.
 Debe ser ecológico y amigable con el medio ambiente.
 Debe poseer una alta efectividad.
 Debe preservar la capacidad de biosorción del sorbente para mantener la efectividad en los
próximos ciclos de uso.

El éxito del proceso de recuperación depende de la elección del eluyente, la cual depende en gran
modo del tipo de biosorbente, del mecanismo de desorción y la estabilidad mecánica de la biomasa.
Uno de los métodos más comunes de desorción de MP presentes en la biomasa microalgal es el uso
de agentes ácido/base para modificar el pH de la solución (Monteiro et al., 2012). En el caso de los
iones catiónicos como el Cu+2, Zn+2, Mn+2 y Cd+2, una drástica caída del pH del medio ocasiona la
sustitución protónica de los cationes metálicos que están anclados en los sitios de unión de la
superficie celular, desplazándolos nuevamente hacia la solución (Bilal et al., 2018). Considerando
que la mayoría de los biosorbentes exhiben un mecanismo de intercambio iónico, el uso de
moderadas concentraciones de un ácido fuerte permite generar un buen proceso de recuperación
(Suresh Kumar et al., 2015b). Además de esto, el uso de ácidos para la desorción es beneficioso
debido a que las soluciones ácidas son uno de los residuos más comunes en los procesos
industriales y si el proceso fuese utilizado para tratamiento de residuos industriales, estas
soluciones de descarte pueden ser usadas para regenerar los biosorbentes (Lata et al., 2015).

65
Además, habitualmente, como respuesta a estos contaminantes las microalgas suelen modificar
sus vías metabólicas (Xiao y Zheng, 2016). Estos mecanismos permiten mantener la homeostasis de
la célula microalgal sobre el metal y prevenir el daño celular y la toxicidad que naturalmente
presentan las MP que se encuentran libremente en el medio. Así, según la dependencia metabólica
del organismo, suele hablarse de procesos de biosorción o de bioacumulación.

Tabla 10. Eficiencia de la elución de metales por diferentes agentes de desorción

(Mehta y Gaur, 2005)

A pesar de que no se puede realizar una comparación absoluta entre los distintos agentes de elución
debido a las diferentes condiciones experimentales en que han sido llevados a cabo los estudios
previamente presentados, es razonable indicar que los ácidos minerales y el quelante EDTA son los
eluyentes que presentan la mejor eficiencia en la capacidad de desorción de los cationes metálicos
de los biosorbentes algales (Vannela y Verma, 2006). Sin embargo, el uso del EDTA no está
recomendado en casos de biomasa inmovilizada en matrices naturales, debido a que afecta la

66
estructura física de la biomasa y además, al ser un quelante poderoso, no es seguro para el medio
ambiente (Fawaz et al., 2018). Por otro lado, las sales inorgánicas y los ácidos orgánicos presentan
también apreciables tasas de eficiencia (Tabaraki y Nateghi, 2014). En un estudio de desorción de
Co+2, Cu+2 y Zn+2 desarrollado con la biomasa de Spirulina platensis, se compararon diversos agentes
de elución y se determinó la eficiencia de cada uno de ellos. Los mejores rendimientos de desorción
para cada ion estudiado fueron alcanzados por HCl (0,1 M), con valores de desorción de 95,5%,
98,1% y 95,6% respectivamente (Piccini et al., 2019). Los procesos de desorción desarrollados con
H2SO4 (0,1 M) y HNO3 (0,1 M) también presentaron elevados valores, todos sobre el valor de 93,2%
(Vannela y Verma, 2006). En otro estudio, el proceso de desorción con ácido nítrico (0,1 M) ha sido
caracterizado como una técnica de alta eficiencia, capaz de remover el 98%, 90% y 95% de iones de
MP Cr+3, Cd+2 y Cu+2 enlazados a la biomasa sin causar la pérdida de la capacidad de biosorción,
preservando las propiedades biosorbentes de la microalga Spirulina sp., (Chojnacka et al., 2005).

La mayoría de los estudios confirman la eficacia del HCl como agente eluyente, pero algunos
estudios revelan disminuciones de hasta un 26% de la capacidad de adsorción del biosorbente para
los ciclos siguientes de sorción (Rangsayatorn et al., 2004). Se atribuye esta reducción al daño de
los sitios de unión y a la hidrólisis de los polisacáridos presentes en la superficie celular de la
biomasa (Monteiro et al., 2012; Ponce et al., 2015). Sin embargo, existen estudios en donde se
reporta que el uso de HCl (0,1 M) como agente de elución para la biomasa de Chlorella vulgaris en
el proceso de remoción de Ni+2 mantiene una capacidad de adsorción constante durante tres ciclos
de biosorción/desorción (Lata et al., 2015).

El factor de la concentración del eluyente es un punto importante que debe ser considerado para
impedir daños en la biomasa microalgal y la disminución en la capacidad de biosorción. Si bien se
ha determinado que el ácido nítrico es un buen agente de elución, a concentraciones elevadas de
1,0 M afecta de manera importante la estructura celular de la biomasa, afectando directamente a
la capacidad de adsorción. El mismo caso se ha reportado con HCl 1,0 M. En base a las referencias
previamente presentadas, parece adecuado el uso de concentraciones del orden de 0,1 M para
eluyentes (Abdolali et al., 2015b; Cechinel et al., 2018). La elución es también se ve influenciada por
el volumen del eluyente, el cual debe ser el más bajo posible para obtener la máxima concentración
de soluto en el menor volumen posible.

1.11. BIOSORCIÓN EN SISTEMAS MULTIMETÁLICOS

Si bien el estudio de la biosorción de iones metálicos por efecto de las microalgas ha ido
aumentando en los últimos años, la mayoría de estas investigaciones se han realizado en soluciones
monometálicas. Sin embargo, para diseñar sistemas de tratamiento de aguas contaminadas con
presencia de MP, es necesario considerar la interferencia entre diversos tipos de iones en sistemas
multi-componentes (Cechinel et al., 2016; Henriques et al., 2019). En lugares que presentan
contaminación de sus aguas producto del efecto de la solubilización de los suelos, como en el norte

67
de Chile, la carga iónica en el agua suele ser muy diversa e incluye diferentes tipos de MP. En el caso
de los efluentes industriales, también presentan variados elementos (Tabla 11) incluyendo además
de MP una alta variedad de otras sales (Ahmed y Ahmaruzzaman, 2016).

Se ha determinado que las microalgas pueden remover de manera efectiva iones metálicos disueltos
en soluciones multi-metálicas (Abdolali et al., 2018; Ferreira et al., 2011; Flouty y Estephane, 2012;
Jain et al., 2016; Mohapatra y Gupta, 2005; Rodrigues et al., 2012).

Tabla 11. Industrias generadoras de contaminación con MP y los principales metales asociados
en los efluentes del sector industrial

(Rubio et al., 2015)

El mecanismo del proceso de biosorción metálica resulta mucho más complejo de elucidar en
proceso multimetales. Se ha reportado que la remoción de metal se favorece con el incremento del
radio iónico, y las diferencias en las afinidades de adsorción pueden ser atribuidas a diferencias de
la electronegatividad de los iones presentes en la solución (Al-Rub et al., 2006). Es por esto que, en
soluciones multimetálicas, el ion que presente una mayor electronegatividad presentará una mayor
afinidad hacia el sitio de unión presente en la biomasa (Rodrigues et al., 2012). Esto se puede
observar en estudios de adsorción binaria de Zn (II) y Cu (II), a pH 4.0, llevado a cabo con la microalga
Oscillatoria angustissima (Mohapatra y Gupta, 2005). Ambos iones presentan propiedades iónicas
similares y el Cu (II) presenta una mayor electronegatividad que el Zn (II). Se determinó que sin la
presencia de Cu (II) en el medio, la biosorción de Zn (II) resultante fue de 0,31 mmol/g, pero en
presencia de 1 mM de Cu (II) la biosorción de Zn (II) disminuyó a 0,14 mmol/g, mientras que en
presencia de 2 mM de Cu (II) la biosorción de Zn (II) alcanzó solo el valor de 0,07 mmol/g. Esto indica

68
que el efecto inhibitorio en la biosorción de Zn (II) es directamente proporcional a la concentración
de Cu (II) presente en el medio. Por otro lado, la biosorción de Cu (II) no se ve influenciada
mayormente por diferencias en la concentración de Zn (II) en el medio, con resultados de biosorción
de Cu (II) de 0,28 mmol/g, 0,27 mmol/g y 0,25 mmol/g, en concentraciones de 0 mM, 1 mM y 2 mM
de Zn (II) en el medio, como (Mohapatra y Gupta, 2005).

En otro estudio de biosorción llevado a cabo con una solución terciaria de Pb (II), Cu (II) y Zn (II),
desarrollado con Chlorella vulgaris, se determinó el grado de interferencia que generaba la
presencia de Pb (II) y Zn (II), en la biosorción de Cu (II). Los resultados demuestran que la capacidad
de biosorción de Cu (II), que en un estudio monometálico fue de 60 mg/g, disminuye de manera
importante en presencia de Pb (II) en el medio, llegando a un valor aproximado de 15 mg/g,
mientras que en presencia de Zn (II) su disminución es mínima, alcanzando un valor final de 55
mg/g (Sulaymon et al., 2013). Si consideramos la electronegatividad de los iones estudiados, que
presenta el orden de Pb +2 > Cu+2 > Zn+2, se puede reafirmar la idea que la capacidad de
interferencia de un ion es proporcional a la diferencia de electronegatividad que presenten los
iones en solución (Al-Rub et al., 2006).

En relación con el incremento en la concentración inicial de un ion metálico específico en una


solución binaria, la capacidad de biosorción en el equilibrio de este ion se verá aumentada si la
concentración que presenta el otro metal que compite con el primero se mantiene estable. Esto
se ve reflejado en un estudio de biosorción en solución de Zn (II) y Ni (II) mediante el uso de
Arthrospira platensis, en donde a una concentración inicial de 0,5 (mM) para cada ion, la capacidad
de biosorción alcanzó un valor de 0,138 mmol/g y 0,083 mmol/g, respectivamente. Al aumentar
la concentración inicial del Zn (II) a 1,0 (mM) manteniendo la concentración de Ni (II) constante,
la capacidad de adsorción del Zn (II) se ve aumentada a 0,282 mmol/g, mientras que la capacidad
de adsorción del Ni (II) se mantiene en el constante, en el orden de 0,085 mmol/g (Rodrigues et
al., 2012).

1.12. INMOVILIZACIÓN DE LA BIOMASA

El proceso de inmovilización se presenta como una solución óptima a las problemáticas asociadas
a la etapa de separación y recuperación de la biomasa posterior al transcurso de la biosorción, el
cual es considerado como una de las limitaciones prácticas más importantes en el desarrollo de
nuevas tecnologías de remediación de aguas mediante el uso de microalgas (Uduman et al., 2010;
Wu et al., 2018). Este es definido como la capacidad de impedir la movilidad de las células
microalgales dentro de una fase acuosa mediante la acción de un agente inmovilizante, con el fin
de imposibilitar la presencia de las células microalgales manera independiente (De-Bashan y
Bashan, 2010).

69
Existen numerosas técnicas que permiten el confinamiento de las células mediante la unión de las
microalgas a un material que ejerce de matriz de unión o soporte. Estas técnicas de inmovilización
pueden dividirse en dos grupos, en función de su naturaleza: las técnicas pasivas y técnicas activas.

 Las técnicas pasivas se basan en la tendencia natural que presentan numerosos


microorganismos a unirse a superficies y crecer en ellas como biopelículas (Fig. 8, Parte A).
Presentan la característica de que son fácilmente reversibles. Dentro de estas técnicas se
encuentran: La atracción por afinidad, la adsorción, el confinamiento por emulsión en
mezclas líq-líq, la captura tras membranas semipermeables y el entrampamiento por
polímeros (Zeng et al., 2015).
 Las técnicas activas se caracterizan por el uso de agentes externos para producir la captura
de la biomasa de manera artificial y suelen ser más agresivas en cuanto al daño celular que
producen a la superficie celular de las microalgas (Fig. 8, Parte B). Entre las técnicas activas
que han presentado mayor éxito en el proceso de remoción de metales se encuentra el uso
de agentes floculantes, la unión a la matriz biosorbente por el uso de reactivos químicos y
el entrampamiento celular por gelificación (Moreno-Garrido, 2008).
La mayoría de las técnicas de inmovilización de microorganismos pueden ser fácilmente
modificadas para su aplicación a las microalgas. La elección de la matriz de unión es relevante ya
que ésta determina la fuerza mecánica y la resistencia química de las partículas que actuarán como
biosorbente (Suresh Kumar et al., 2015b). Dicha matriz puede ser de origen natural, como por
ejemplo las basadas el agar y diversos tipos de alginato y carragenano, o de origen sintético, como
la sílica gel, la poliacrilamida y el poliuretano (Brinza et al., 2007; Rangsayatorn et al., 2004). A pesar
de conocer la efectividad de ambos tipos de biosorbentes, debido a la toxicidad que presentan los
componentes sintéticos a la biomasa, se aconseja en líneas generales, el uso de polímeros naturales
sobre los sintéticos (De-Bashan y Bashan, 2010).

El método más comúnmente utilizado es la inmovilización en polímeros. En los sistemas de


inmovilización en polímeros, los cuales son similares a otros sistemas de biofiltración, existe una
separación física entre los microorganismos y el agua que se desea tratar. Las microalgas se
inmovilizan al ser mezcladas con la matriz previa a la conformación del polímero, quedando
encapsuladas en la estructura tridimensional del polímero y permaneciendo en el interior debido a
que los poros del polímero presentan un tamaño menor al de las células de las microalgas, por lo
que el fluido fluye a través de este. Las matrices que más se han utilizado para el desarrollo de la
inmovilización de la biomasa de microalgas son: Alginato de sodio (Konig-Péter et al., 2014; Silva et
al., 2012), polisulfona, poliacrilamida y poliuretano (Stoytcheva et al., 2018).

70
Figura 8. Diagrama esquemático del proceso de inmovilización de microalgas, en donde A,
representa un proceso pasivo (adsorción) y B representa un proceso activo (encapsulación de
células microalgales). (Zeng et al., 2015).

Se han reportado estudios del uso de diversas especies de microalgas inmovilizadas para el
tratamiento de remoción de MP (Ahmad et al., 2018; Alvarenga et al., 2018; Cameron et al., 2018).
En la Tabla 12 se presenta un resumen de los estudios más relevantes, incluyendo, además,
información del tipo de material utilizado como matriz de unión para la biomasa.

La eficiencia de la inmovilización se evidencia en el aumento de la capacidad de biosorción que


posee la microalga al estar inmovilizada, en comparación con el uso de biomasa libre (Vasilieva et
al., 2018). Este tipo de estudio comparativo se ha reportado con Chlorella sorokiniana inmovilizada
mediante adsorción natural a un material formado por esponja vegetal de luffa (Luffa cylindrical),
en el cual se aprecia que la recuperación de Ni a partir de efluentes ligados a la industria galvánica
aumenta en un 25,6% en comparación con el uso de la misma especie sin proceso de inmovilización
(Akhtar et al., 2004). En otro estudio, la inmovilización de Spirulina platensis logró aumentar la
capacidad de adsorción de iones de Cd en solución desde un 44,56 mg/g a un 47,89 mg/g
(Murugesan et al., 2008). También se reportó que Chlorella vulgaris inmovilizada en perlas de
alginato fue más eficiente en la remoción de MP que un cultivo de la misma especie con células
libres, la capacidad de remoción de Fe, Ni y Zn aumentó en un 27%, 23% y 25% para cada metal,
respectivamente (El-Sheekh et al., 2016). Estos resultados se pueden explicar debido a que el
entrampamiento celular protege a la célula frente a las agresiones mecánicas y le confiere
resistencia química y biológica (Wang y Chen, 2009), y además al hecho de que, al estar sujetas a
una superficie estable tienden a formar colonias, maximizando el número de células y por lo tanto
su densidad en el medio (Moreno-Garrido, 2008).

En otro estudio de inmovilización de la especie Scenedesmus quadricauda en perlas de alginato


unidas a calcio, se comprobó su capacidad de remoción frente iones metálicos en un sistema
multimetálico de Cu (II), Zn (II) y Ni (II). Se determinó que la capacidad de adsorción para cada metal
fue de 75,6; 55,2 y 30,4 mg/g respectivamente. Al estudiar las interacciones producidas entre ellos,

71
se determinó que el proceso de inmovilización favorece significativamente la adsorción de Cu (II),
presentando una cinética de adsorción más rápida en comparación a los otros iones presentes en
la solución (Bayramoglu et al., 2009).

Para que un sistema de inmovilización de microalgas sea efectivo, este debe ser estable y no debe
perjudicar en ningún modo la estabilidad estructural, fisiológica ni metabólica de las células.
Cambios en la estructura de la pared celular pueden disminuir la capacidad de sorción de la biomasa
inmovilizada (Stoytcheva et al., 2018). En cuanto a su cinética de crecimiento, se ha demostrado
que las células que forman parte de un proceso de inmovilización presentan un periodo de latencia
mayor en comparación con las células libres, con una diferencia de hasta dos días en el periodo de
crecimiento exponencial, diferencia que se mantiene hasta una vez que se alcanza la fase
estacionaria de crecimiento en el cultivo de las microalgas (Moreno-Garrido, 2008).

Un factor importante que no debe ser despreciado es el tamaño que presenten las partículas
biosorbentes. Si se desarrolla la inmovilización en formato de perlas, se considera que el rango de
tamaño de la matriz adecuado para el proceso de remoción de metales en soluciones acuosas va
de los 0,7 a 1,5 mm, rango que puede ser equiparable con el de las resinas de intercambio iónico.
Un tamaño menor de las perlas podría generar problemas de obstrucción dentro de la columna y
un tamaño superior a lo necesario generaría una baja transferencia de masa y de superficie (Zeng
et al., 2015).

A pesar de existir información que respalda el aumento de la capacidad de biosorción para las
microalgas inmovilizadas, es necesario considerar que el proceso de inmovilización implica un
estrés celular significativo en los microorganismos, producto de las fuerzas químicas y las
interacciones entre la matriz de soporte y la pared celular (de-Bashan y Bashan, 2010). El
confinamiento en un espacio reducido también puede afectar el metabolismo de los organismos.
(Rangsayatorn et al., 2004), reportó que en el caso de Spirulina platensis la inmovilización con
alginato disminuyó la capacidad natural de biosorción de la microalga de un valor de 98 mg/g a un
71 mg/g, en remoción de Cd presente en solución. A pesar de lo anterior, la inmovilización se sigue
considerando como una herramienta favorable para el uso en aplicaciones ambientales, en la
remoción de contaminantes presentes en soluciones acuosas y/o residuos industriales, ya que, en
comparación al uso de la biomasa libre, se mejoran las condiciones hidrodinámicas de los lechos
(Wang y Chen, 2009).

72
Tabla 12. Recuento de estudios de remoción de MP y otros contaminantes mediante el uso de
microalgas inmovilizadas

(de-Bashan y Bashan, 2010)

1.12. APLICACIONES INDUSTRIALES DE LAS MICROALGAS

La efectividad del uso de microalgas para la remoción de MP ha sido demostrada por numerosos
grupos de investigación (Bulgariu y Gavrilescu, 2015; Kumar et al., 2016; Sbihi et al., 2014; Yang et
al., 2015). El desafío actual para la comunidad científica es el desarrollo necesario para su aplicación
a escala real. Para llevar a cabo este escalamiento, es importante conocer y comprender el
comportamiento de los biosorbentes en matrices de agua reales, esquematizar los tipos de
tratamiento y considerar los costos involucrados en el proceso (Fomina y Gadd, 2014; Suresh Kumar
et al., 2015a; Vijayaraghavan y Balasubramanian, 2015b).

73
Para la aplicación industrial de la biosorción, parece ser indispensable preparar biosorbentes que
mantengan la habilidad que posee la biomasa microalgal de adsorber los iones metálicos durante
un proceso de tratamiento continuo (Yin et al., 2018). La mayoría de la investigación en esta área
se ha ido enfocando en el uso de biosorbentes granulados operando en columnas, de una manera
parecida a las resinas de intercambio iónico, aplicando técnicas de inmovilización y configuraciones
de reactores en columnas de relleno, tradicionales en la ingeniería química (Stoytcheva et al., 2018).

Según lo indicado por (Wang y Chen, 2009), para el desarrollo del futuro de la biosorción en la
remoción de MP, se presentan dos líneas de trabajo. Una tendencia es el uso de una tecnología
híbrida que comprende varios procesos para tratar efluentes reales, como la bioreducción y la
bioprecipitación, usando especialmente células vivas (Quester et al., 2013). Otra es el desarrollo de
biosorbentes comerciales, semejantes a las actuales resinas comerciales, con el fin de competir con
los sistemas convencionales e ingresar al mercado en esta área (Li y Tao, 2015). La rentabilidad del
proceso se ve influenciada principalmente por los costos implicados en obtención de la biomasa y
el costo de la inmovilización. Para que sea competitiva la producción de biosorbentes usando
microalgas, su producción debe ser considerablemente menos costosa que las resinas de
intercambio iónico, carbón activado y otros agentes.

Durante los últimos años se han desarrollado numerosos intentos de comercialización del proceso
de biosorción (Fomina y Gadd, 2014; Kumar et al., 2016) y un número significativo de procesos han
sido patentadas para la aplicación comercial (Tabla 13). Uno de los primeros intentos de
comercialización fue el desarrollo de AlgaSORB™, producido por Bio-recovery Systems Inc., en Las
Cruces, Nuevo México. Este biosorbente está basado en el uso de Chlorella vulgaris inmovilizada en
un polímero de sílica gel (Barkley, 1991). Este funciona dentro de un amplio rango de concentración
de metal en la solución (1 – 100 mg/L), permitiendo reducir la concentración a valores menores de
1 mg/L, aún en la presencia de iones como el Ca2+ y Mg2+. Existen muchas variaciones de AlgaSORB
disponibles, una de ellas es AlgaSORB-scy, que está diseñada con células de la cianobacteria
Scytonema, utilizada para la remoción de As (III) (Prasad et al., 2006).

Existen, además, otro tipo de biosorbentes, pero de no origen microalgal, como AMTBIOCLAIM que
se basa en el uso de biomasa bacteriana de Bacillus subtilis inmovilizada en polietilamina, “Bio-Fix
biosorbent” manufacturada por una variedad de fuentes incluido el uso de algas inmovilizadas en
perlas porosas de polipropileno. También se ha diseñado algaSORBVR, la cual ha sido utilizada como
material adsorbente para remoción de metales desde efluentes industriales (Monteiro et al., 2012).
Sin embargo, estos productos no han sido comercialmente exitosos de manera sustentable (Fomina
y Gadd, 2014; Vijayaraghavan y Balasubramanian, 2015b).

Según lo expuesto, se requieren mayores esfuerzos de investigación para implementar el uso de la


biomasa microalgal como adsorbente en procesos de tratamiento de aguas contaminadas con
metales pesados. Una alta capacidad de adsorción hacia los MP no es el único factor a tener en
cuenta, sino que es necesario el desarrollo de pruebas en aguas reales y modelos matemáticos que
ayuden a optimizar el proceso. (Abdolali et al., 2018; Rangabhashiyam et al., 2019).

74
Si se analiza el costo beneficio de la técnica, el mejor uso para la biosorción puede ser en sistemas
modulares para compañías pequeñas, en un tratamiento residual especifico (Kumar et al., 2016). El
agua tratada puede ser usada para la agricultura o irrigación urbana y su reutilización ayudaría a
reducir la creciente brecha entre el suministro y la demanda de agua, permitiendo disminuir la
explotación de agua a partir de fuentes naturales, especialmente en zonas áridas como en el
desierto de Atacama (Miksch et al., 2015).

Tabla 13. Lista de patentes de productos asociados a la biosorción

(Fomina y Gadd, 2014)

75
CAPITULO 2.
JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS
DE ESTUDIO

76
2.1. PRESENTACIÓN DE L PROBLEMA

La contaminación del agua es una problemática que continúa calificándose como uno de los
mayores retos ambientales actuales, el cual afecta la salud de millones de personas, en diversas
áreas del planeta. En muchos casos, esta contaminación es debida a la presencia de compuestos
tóxicos y/o de MP, los cuales producen serios daños celulares en los organismos, poseen
características recalcitrantes y tienden a bioacumularse a lo largo de la cadena alimentaria,
generando un enorme daño en los ecosistemas naturales (Wu et al., 2016).

Esta tesis toma como referencia la contaminación del río Loa, en la zona del desierto de Atacama,
en Chile, cuya contaminación por metales es un problema histórico y que hasta nuestros días no ha
podido ser resuelto con efectividad. Con el fin de estudiar y comprender el origen de la
contaminación por MP en la cuenca hidrográfica del río Loa, se realizó una recopilación de
antecedentes y de estudios de su problemática durante los últimos años. Esta recopilación fue
gestionada en su mayoría mediante instituciones relacionadas con las regulaciones
medioambientales de la región de Antofagasta, solicitadas bajo el amparo de la ley de transparencia
del estado de Chile.

2.2. ANTECEDENTES GENERALES DEL ÁREA DE ESTUDIO

La región de Antofagasta es un área geográfica ubicada en la zona norte de Chile, que se extiende
entre los paralelos 20° 56’ y 26° 05’ de latitud Sur y meridianos 65° 00’ de longitud Oeste hasta el
océano Pacífico. Presenta una longitud aproximada de 500 kilómetros y abarca un área de
126.049,10 kms2 (Fig. 9). Su territorio forma parte del desierto de Atacama, una importante
macrorregión sudamericana cuyas principales características son: una extrema aridez, con zonas
donde las precipitaciones son prácticamente nulas; una alta radiación solar, con máximos de 7 – 7,5
kwh/m2 y una gran oscilación térmica, la cual se acentúa a mayor altitud. La presencia de tres
cordilleras en su territorio (Costa, Domeyko y de los Andes) produce que el territorio de la región de
Antofagasta sea mayormente montañoso y con importantes diferencias de altitud. La altura media
de esta región alcanza los 2552 m.s.n.m., siendo su máximo punto de altitud la cúspide del volcán
Llullaillaco con 6739 m.s.n.m.

77
Figura 9. Mapa político de la región de Antofagasta, Chile.

78
Inserto en la región de Antofagasta se ubica el río Loa, el cual con sus 440 kms de longitud se erige
como la única cuenca exorreica de agua dulce dentro de la región y se cataloga como el río más
largo de Chile. Su cuenca se encuentra ubicada entre los paralelos 20° 51’ y 22° 57’ de latitud Sur
y los meridianos 67° 48’ y 70° 05’ de longitud Oeste, presentando una extensión total de 33.570
km2, siendo la mayor del país. A lo largo de su recorrido, el río Loa recibe el aporte de aguas tanto
superficiales como subterráneas, siendo sus principales afluentes por orden de importancia, los
ríos San Pedro, Salado y San Salvador (Fig. 10). El régimen del río Loa es pluvial y su caudal depende
principalmente de un fenómeno climático denominado Invierno Altiplánico Boliviano, el cual se
caracteriza por ser un corto periodo de lluvias producidas en la alta cordillera durante los meses
de febrero y marzo.
La cuenca del río Loa es de vital importancia debido a que históricamente ha sido utilizada como
fuente de abastecimiento para producir agua potable en las principales ciudades de la región:
Antofagasta, Calama, Tocopilla, Mejillones y otras localidades aledañas. Asimismo, también existe
el aprovechamiento del río Loa para actividades relacionadas con la actividad agrícola, pecuaria,
industrial y minera presente en la región. La entrega de derechos de agua de la cuenca alcanza la
cantidad de 1.543,6 L/s (DGA, 2014).

La actividad agrícola y pecuaria es transcendental para las comunidades indígenas, donde se


desarrolla la agricultura en oasis de altura. En localidades como Chiu Chiu, Lasana, Calama y
Quillagua, existen huertas dedicadas al cultivo de frutas y hortalizas, y praderas artificiales. Los
poblados de Chiu Chiu y Lasana se dedican al cultivo de maíz y tubérculos, así como a la crianza de
ganado bovino y camélidos domésticos. En sectores cercanos a la ciudad de Calama, principal
centro urbano de la cuenca, las aguas son utilizadas para el cultivo de plantas forrajeras como la
alfalfa y vegetales para consumo doméstico. En el sector de Quillagua, además de la actividad
agrícola se realiza actividad forestal, con 190 Ha. de plantaciones de algarrobo, tamarugo y chañar,
árboles nativos de la zona árida del norte de Chile que presentan importante interés comercial. En
tanto, la actividad pecuaria en las zonas mencionadas se ve centrada en la crianza de ganado ovino,
caprino, bovino y porcino.

La región de Antofagasta presenta una gran riqueza mineralógica en la composición de su corteza


terrestre. Este hecho convierte a la industria minera en la principal actividad económica, abarcando
el 57% de aporte económico total de la región (Cochilco, 2019). De las numerosas explotaciones
minerales, la más importante es la extracción de cobre. Sólo en la región de Antofagasta, al año
2017 se exportó la suma de 2,88 millones toneladas de cobre fino, cifra que representa el 52% del
total de cobre exportado a nivel nacional y las proyecciones de la actividad minera nacional esperan
que la producción regional alcance los 3,7 millones de toneladas hacia el año 2029, corroborando
el liderazgo nacional de la región en esta área (Cochilco, 2019). Además del cobre, la región de
Antofagasta es líder en la producción de molibdeno, apatita, carbonato y cloruro de litio, nitratos,
sulfato de sodio anhídrido y yodo, y posee importantes yacimientos de oro, plata, hierro,
manganeso, plomo y zinc. El inicio de la actividad industrial en la zona se remonta al año 1915,
fecha en que se produce la apertura del primer yacimiento de producción de cobre en la región.
Luego de este hito, se han ido desarrollando numerosas explotaciones cupríferas asociadas a la

79
cuenca del río Loa, confiriéndole un carácter eminentemente minero. Las principales actividades
mineras en esta área se asocian a la producción de las minas de El Abra, Radomiro Tomic y
Chuquicamata (Fig. 10).

Figura 10. Cuenca del río Loa y sus principales afluentes, poblados y faenas mineras aledañas.
Región de Antofagasta, Chile.

Para la obtención de esta enorme producción mineral, se deben realizar procesos industriales
asociados a la exploración de estos recursos, así como también de los procesos de transformación
pirometalúrgicos, hidrometalúrgicos y de refinación de las sustancias minerales. La obtención de
mineral bruto produce una gran cantidad de relaves, los cuales son acumulados y pasan a formar
parte de distintos tipos de depósitos. A pesar de que la forma y la técnica de construcción de los

80
depósitos ha ido cambiando, mejorando los estándares de seguridad y de regulación ambiental, se
han reportados estudios geológicos e informes que han identificado la existencia de conexiones de
las napas subterráneas entre los embalses de relaves de cobre y el río Loa, principalmente del
Tanque Talabre perteneciente a la faena de Chuquicamata, los cuales se encuentran a corta
distancia (Barros y Pereira, 2013).

2.3. CATASTRO DE INFORMACIÓN DE LA CONTAMINACIÓN DE MP EN LA CUENCA


DEL RÍO LOA

Con el fin de determinar los rangos de calidad del agua a lo largo del lecho del río Loa, se realizó
una evaluación fisicoquímica y ambiental analizando agua de 21 estaciones de muestreo (Fig. 11).
Los parámetros estudiados pueden dividirse en tres tipos: fisicoquímicos, inorgánicos y metales.
Los resultados obtenidos fueron comparados con los valores permitidos por la normativa chilena
vigente (DS90/2000 y NCh133/78 (Tabla 14).

Figura 11. Plano de ubicación de las estaciones de muestreo para el análisis de aguas en la cuenca
del río Loa, proyecto PROIM. Evaluación ambiental físico, química y microbiológica de la cuenca
del río Loa II región, Chile. (Monardes, 2007)

81
Según el informe presentado por (Monardes, 2007); el 81% de las estaciones de muestreo no
cumplen con el DS.90, que corresponde al límite máximo permitido de descarga de residuos líquidos
a cuerpos de agua fluviales. Las estaciones de muestreo más afectadas por la contaminación
corresponden al sector Tranque Sloman (E-18), Coya Sur (E-19) y Quillagua (E-20), ubicadas
geográficamente en inicio del sector de Loa Bajo (Fig. 11).

Tabla 14. Selección y rango de concentración de los parámetros de estudio en sus valores mínimos
y máximos alcanzados en los análisis de calidad del agua de la cuenca del río Loa.
Parámetros Unidad Fuente Mínimo Máximo Valor
permitido
I. Fisicoquímicos
Conductividad μS/cm DGA 645 21650 < 600
Eléctrica
DBO5 mg/L SAG 2 21 < 35
Oxígeno disuelto mg/L DGA 2,6 16,1 > 7,5
pH DGA 6,3 8,9 6,5-8,5
RAS DGA 2 30,4 < 2,4
Sólidos disueltos mg/L SAG 1200 6310 < 400
Sólidos suspendidos mg/L SAG 9,4 108 < 80

II. Inorgánicos
Cloruro mg/L DGA 86,6 6381 < 400
Fluoruro mg/L SCM EL ABRA 0,33 0,78 < 1,5
Nitrito mg/L SAG 0,005 22,5 < 0,05
Sulfato mg/L DGA 20 2293,4 < 300
Sulfuro mg/L SAG 0,004 5 <3

III. Metales
Aluminio mg/L DGA <0,01 9 <5
Arsénico mg/L DGA <0,04 14,5 < 0,5
Boro mg/L DGA <1 103,1 < 0,75
Cadmio μg/L DGA <10 <10 14
Cobre mg/L DGA <10 1,5 <1
Cromo total mg/L DGA <10 140 < 100
Hierro mg/L DGA <0,01 11,3 <5
Manganeso mg/L DGA <0,01 9,5 < 0,3
Mercurio μg/L DGA <1 9 <1
Molibdeno mg/L DGA <0,01 0,14 <1
Níquel μg/L DGA <10 130 < 200
Plomo mg/L DGA <0,01 0,07 < 0,05
Selenio μg/L DGA 0,04 85 < 100
Zinc mg/L DGA <0,01 7,86 <3
(Monardes, 2007)

82
Los resultados de este estudio fueron comparados con un análisis de aguas desarrollado por la
Dirección General de Aguas (DGA), organismo institucional perteneciente al Ministerio de Obras
Públicas (MOP) del gobierno de Chile, en donde se realizó un muestreo de 14 puntos de referencia,
abarcando desde el nacimiento de río Loa en la zona del Loa Alto, hasta llegar a la desembocadura
en el océano Pacífico. En este estudio, se consideró el factor interestacional en la composición
fisicoquímica de las aguas, comparando la concentración de cada parámetro en diferentes
estaciones de un mismo año.

Este estudio confirma una importante variabilidad interestacional en la composición fisicoquímica


del agua. En la mayoría de los parámetros estudiados, se produce un fuerte aumento en las
concentraciones de MP en el periodo de verano. Por ejemplo, la variación de la concentración de B
en el agua ronda desde los 33,7 mg/L en la estación de otoño a los 90 mg/L en la estación de verano.
Del mismo modo, la variación de Zn va de los 0,03 mg/L en la estación de invierno a los 7,85 mg/L
en la estación primaveral. Esto puede asociarse al periodo de lluvias altiplánicas, las cuales
favorecen la solubilización de estos elementos presentes en los suelos de la región. A partir de los
datos obtenidos de los estudios anteriormente presentados, se puede concluir lo siguiente:

 Según las normas nacionales, las aguas del río Loa presentan una clasificación de regular a mala
calidad. En su composición, se excede de manera relevante la concentración de metales como
el As, B, Fe, Mn y Zn; además de factores como sólidos disueltos y conductividad eléctrica.

 En función de la calidad de las aguas, el segmento que presenta la peor clasificación abarca la
zona desde el centro de la cuenca hacia la desembocadura del rio, principalmente denominado
sector Loa bajo.

 La parte media de la cuenca posee una importante actividad minera, que sumadas a las
lixiviaciones naturales de las franjas metalogénicas presentes en la subcorteza terrestre han
ocasionado presencia de metales como el Cu, Mn y Zn, cambiando la calidad natural del agua.

 Los factores incidentes en la calidad del agua de la cuenca se pueden dividir en tres zonas
geomorfológicas: Altiplano, zona media y desierto. En el Altiplano la alta presencia de metales
se asocia a factores climáticos y litológicos, en la zona media la asociación se produce por
efectos de la franja metalogénica de la corteza terrestre, y en la zona de desierto por el efecto
del suelo rico en componentes inorgánicos.

 Los afluentes tributarios de la parte media y alta de la cuenca presentan una gran cantidad de
metales y los iones en solución. Estos son de origen natural y su origen está influenciado
especialmente por la franja metalogénica presente en su subsuelo.

 El río Salado provoca una alteración importante en la calidad natural del río Loa debido a la
existencia de suelos salinos y la surgencia de aguas geotermales.

83
2.4. SELECCIÓN DE ZONA DE ESTUDIO

La selección de un área particular de la cuenca hidrográfica del Loa tiene como objetivo designar
una zona de estudio para obtener información con relación a la calidad del agua y la determinación
de la concentración metales que serán estudiados a lo largo de la investigación de esta tesis
doctoral. Por la información previamente planteada, se escogió la estación de Muestreo de
Quillagua (Fig. 12). Este sector está ubicado a 280 kilómetros al norte de la ciudad de Antofagasta,
en la región homónima ubicada en el norte de Chile. La justificación del área fue basa en los
siguientes puntos:

1. Alteración de su calidad de agua. Según los informes previamente planteados, la estación


de muestreo Quillagua presenta importantes alteraciones de la calidad del agua, en las
cuales en al menos 7 de los estudios realizados, presenta concentraciones superiores a las
establecidas por la norma chilena DS.90.
2. Ubicación geográfica. Quillagua está presente de una zona ubicada en la región del Bajo
Loa. Los asentamientos ligados a actividad industrial se encuentran aguas arriba de este
punto, parte media de la cuenca, por lo que cualquier efecto relacionado a la actividad
industrial relacionado con la contaminación se podría detectar en esta área.
3. Importancia económica y social. Es una zona que presenta una importancia social y
económica relevante, al presentar un asentamiento humano en el lugar desde hace siglos y
cuya economía del lugar depende directamente de las aguas del río Loa. Toda la actividad
ligada a la agricultura, agropecuaria y forestal se ve afectada por la contaminación de las
aguas del río, ya que en esta zona no poseen ninguna otra fuente natural de agua.

Figura 12. Oasis de Quillagua, Zona Río Loa Bajo, Región de Antofagasta, Chile. (Original)

Con el fin de confirmar la presencia de contaminación por MP en la zona de estudio, se obtuvieron


muestras de agua en el área seleccionada y se compararon con los resultados de análisis previos
realizados en la zona. La toma del muestreo fue realizada en el punto que presenta las coordenadas
geográficas de latitud 21° 38' 0.07" S y longitud 69° 33' 1.74" O. El volumen de muestra de agua
superficial del Río Loa fue 5 L, siendo transportado en un recipiente sellado a T° ambiente.
Posteriormente, la muestra fue filtrada (papel Whatman®, diámetro de poro 0,45 mm) y
almacenada en oscuridad a 4°C hasta su determinación final. Los resultados confirman que los

84
elementos que más afectan la calidad de las aguas en esta zona son el B y el As con 64 mg B/L y 7,27
mg As/L. Resultados previos de calidad del agua, entregados por la DGA demuestran que en el 100%
de las mediciones efectuadas entre 2006 y 2015 para ambos elementos presentan concentraciones
sobre la norma, aunque estos valores varían sustancialmente entre cada muestreo. Si bien en la
toma de muestra analizada no se apreció la presencia de otros elementos sobre la norma, a nivel
histórico se habían hallado importantes picos de concentración de Cu, Mn y Zn. Por esta razón, se
consideró la inclusión de estos tres MP para la elaboración de las actividades experimentales
presentes en los capítulos 4, 5 y 6. No se hallaron concentraciones detectables de Al en la muestra
analizada, ni se habían encontrado previamente valores elevados de este metal. En cuanto al Fe,
este elemento fue descartado producto de su baja presencia en la zona de estudio y la menor
toxicidad asociada a este metal.

2.5. OBJETIVOS

OBJETIVO PRINCIPAL

“Estudiar y optimizar el potencial de biorremediación de la biomasa microalgal con el fin de hacer


frente a la contaminación asociada a la presencia de MP en cuerpos de agua”.

OBJETIVO ESPECÍFICOS

Para conseguir el desarrollo del objetivo principal, el trabajo de investigación se enmarcó bajo los
siguientes objetivos específicos:

1. Estudiar el efecto de los principales factores de operación que afectan el proceso de


biorremediación microalgal frente a la presencia de MP, empleando biomasa viva e inactiva.
2. Comparar el proceso de biosorción de MP con biomasa microalgal, trabajando con
disoluciones monometálicas y multimetálicas.
3. Evaluar la posible integración del proceso de biorremediación microalgal con procesos de
depuración de aguas, con el fin de conseguir tratar simultáneamente el contenido de MO y
los MP presentes en las aguas.
4. Optimizar el proceso de biosorción/recuperación de los MP previamente adsorbidos por la
biomasa microalgal.
5. Estudiar el proceso de biorremediación operando con biomasa muerta en sistemas de lecho
fijo, analizando el efecto de las principales variables de operación sobre el equilibrio y la
cinética de adsorción de MP.

El objetivo específico 1 se llevó a cabo dentro de los estudios experimentales desarrollados en el


capítulo 4. Específicamente, se evaluaron factores como pH (Capítulo 4), tiempo de contacto
(Capítulo 4, y 6), influencia del metabolismo microalgal (Capítulos 4 y 6), cinética e isotermas de
equilibrio (Capítulo 6). Estos estudios también fueron complementados con estudios de

85
caracterización (Capítulo 4). De la misma manera, el objetivo específico 2 se llevó a cabo mediante
la comparación de las capacidades de biosorción (Capítulo 4) y concentración de la solución
multimetálica (Capítulo 6). Todos estos estudios permitieron profundizar los aspectos
fundamentales del proceso de biosorción con el fin de entregar un soporte teórico para la
validación de este proceso.

Los objetivos específicos 3 y 4 se desarrollaron en su totalidad en el Capítulo 5. Se estudió el


proceso de biosorción multimetálico empleando variables típicas de los fotobiorreactores de
tratamiento de aguas, como la concentración de la materia orgánica (MO) y el suministro de CO2.
En el objetivo 4, se consideraron como factores el uso de distintos tipos de eluyentes, las
concentraciones de estos, el tiempo de contacto y la presencia de MO en el proceso.

Finalmente, el objetivo específico 5 se desarrolló en el capítulo 6, realizando un análisis preliminar


de la biosorción de MP empleando sistemas de columnas trabajando en lecho fijo con biomasa
inactiva. Este análisis se realizó mediante la evaluación de factores como la tasa de flujo y la
concentración del afluente, y el análisis de curvas de ruptura del proceso. Así, los resultados
experimentales y su análisis y discusión se recogen en los capítulos 4, 5 y 6 de esta tesis:

En el Capítulo 4, se dedica a estudiar la viabilidad del uso de la biomasa microalgal viva como agente
biosorbente para la eliminación de MP del agua. Para ello, se comparó el proceso de biosorción de
cuatro especies de microalgas verdes frente a soluciones de los cinco elementos tóxicos hallados en
la zona seleccionada del río Loa. Se evaluó la influencia de factores operacionales, tales como el pH
y el tiempo de contacto en los procesos de viabilidad celular, capacidad de crecimiento y capacidad
de biosorción y se comparó la capacidad de biosorción de las diferentes especies de microalgas
tanto en soluciones monometálicas como multimetálicas. Se analizaron, además, las posibles
interacciones entre grupos funcionales de las microalgas y los iones metálicos que dan lugar a los
procesos de biosorción.

En el Capítulo 5, se presenta un segundo estudio que investiga el efecto de la materia orgánica (MO)
y el suministro de CO2 en el proceso de biorremediación de dos especies de microalgas verdes,
usadas comúnmente en los procesos de tratamiento de aguas residuales. Se trabaja con un agua
residual sintética cuya composición presenta contaminación multimetálica del orden de la
observada en la zona seleccionada del río Loa, en condiciones de operación similares a las
empleadas en fotobiorreactores de tratamiento. El objetivo de este estudio es determinar la
factibilidad de asociar el proceso de biorremediación de MP al proceso de tratamiento de aguas
residuales. Se pretende estudiar las eliminaciones simultáneas de MO, nutrientes y MP de las aguas.
Los nutrientes del agua residual constituyen el medio de crecimiento de las microalgas, optimizando
el tratamiento y los costos de operación de ambos procesos. Se evaluó la capacidad de biosorción
de cada especie frente a la solución multimetálica a distintas concentraciones de MO, monitoreando
variables como el pH, el crecimiento celular y la concentración de TOC (Carbono Orgánico Total, por
sus siglas en inglés) en cada sistema. Se estudió, además, el efecto del suministro de CO 2
habitualmente añadido en fotobiorreactores de los sistemas de tratamiento de aguas residuales.

86
Finalmente, se analizó la capacidad de recuperación de los metales biosorbidos por la biomasa,
comparando la eficiencia de distintos tipos de eluyentes y concentraciones y se evaluó el efecto de
la presencia de MO en el proceso de recuperación.

En el Capítulo 6, se presenta un tercer estudio que analiza el potencial de biorremediación de la


biomasa microalgal de dos especies inactivadas mediante liofilización, evaluando su capacidad de
biosorber una solución multimetálica asociada a la contaminación de la zona seleccionada del río
Loa. Se realizan estudios tanto en modo batch como en columnas de lecho fijo. La finalidad de este
estudio es comparar la capacidad de biosorción de ambas especies sin el efecto metabólico de la
biomasa e iniciar el primer escalamiento para el sistema de tratamiento de MP en aguas
contaminadas. En los estudios en modo batch, se evaluó en primera instancia el efecto de la
presencia de los elementos constituyentes de la solución multimetálica en los procesos individuales
de biosorción, comparándolas con la capacidad de biosorción multimetálica obtenida a diferentes
tiempos de estudio. Posteriormente, se evaluó sobre la solución multimetálica el efecto de la
concentración inicial, las isotermas de adsorción en el equilibrio y la cinética del proceso de
biosorción. En los estudios en columna de lecho fijo se evaluó la capacidad de biosorción de la
biomasa frente a la solución multimetálica mediante el análisis de curvas de ruptura, usando como
variables la concentración del afluente y la tasa de flujo.

Esta tesis cuenta con el aporte de 2 artículos publicados en revistas Q1, indexados en JCR:

1. Saavedra, R., Muñoz, R., Taboada, M. E., Vega, M., & Bolado, S. (2018). Comparative
uptake study of arsenic, boron, copper, manganese and zinc from water by different green
microalgae. Bioresource technology, 263, 49-57.
https://doi.org/10.1016/j.biortech.2018.04.101

2. Saavedra, R., Muñoz, R., Taboada, M. E., & Bolado, S. (2019). Influence of organic matter
and CO2 supply on bioremediation of heavy metals by Chlorella vulgaris and Scenedesmus
almeriensis in a multimetallic matrix. Ecotoxicology and environmental safety, 182,
109393. https://doi.org/10.1016/j.ecoenv.2019.109393

87
CAPÍTULO 3.
MATERIALES Y MÉTODOS

88
3.1. CULTIVO MICROALGAL Y REACTIVOS EMPLEADOS

Las especies de microalgas seleccionadas para esta investigación fueron: (CR) - Chlamydomonas
reinhardtii 11-32b (Colección SAG, Alemania), (CV) - Chlorella vulgaris (Universidad de Antofagasta,
Chile), (SA) - Scenedesmus almeriensis (Universidad de Almería, España) y (CS) - Chlorophyceae sp.,
aislada de la zona de estudio en el río Loa. La selección de las especies se basó debido al fuerte
potencial de biorremediación encontrado por estas especies en investigaciones previas (sección
1.7). Mientras estas cuatro especies fueron estudiadas en la actividad experimental en el Capítulo
4, los Capítulos 5 y 6 se centraron en el uso de las especies CV y SA, que habían proporcionado los
mejores resultados de adsorción y se utilizan habitualmente para el tratamiento de aguas
residuales. El aislamiento y purificación de la especie CS se llevó a cabo mediante el proceso de
dilución en serie y placas. El medio de cultivo utilizado fue medio Bristol (UTEX S.A) enriquecido con
una solución de metales traza, obtenida a partir del medio F/2 de Guillard (UTEX). El pH del medio
presentó un valor de 6,5 ± 0,1.

Para todos los estudios de los Capítulos 4 y 5 se realizaron cultivos microalgales de 1L para cada
especie de estudio en botellas herméticas de 2,1L durante un período de 7 días, en condiciones
axénicas. Las botellas fueron suministradas con un flujo constante de CO 2 (concentración en
volumen > 99,9%, Abello Linde, España) y se mantuvieron en agitación magnética (250 rpm) a 23 ±
2ºC. El cultivo se desarrolló con iluminación LED a 1000 µE/m2/s usando un fotoperiodo de 12:12 h:
h. Con el fin de verificar la viabilidad celular y la pureza de cada cultivo microalgal, cada cultivo fue
analizado periódicamente por microscopía óptica.

Para los estudios del Capítulo 6, se utilizó biomasa liofilizada de las especies CV (AllMicroalgae®,
Portugal) y SA (proporcionada por la Fundación Cajamar, Almería, España). Toda la biomasa
empleada en estos experimentos fue previamente molida manualmente, tamizada a un tamaño de
< 50 mm y almacenada en condiciones de oscuridad a 4°C hasta su uso.

Los elementos estudiados y los rangos de concentración seleccionados fueron determinados en


función de los máximos valores de contaminación encontrada en las aguas superficiales del río Loa.
A partir de una amplia recopilación de datos sobre la composición del río, se seleccionaron puntos
de recolección representativos y se analizaron muestras de agua siguiendo el procedimiento
analítico descrito posteriormente en la sección 3.5. Los máximos valores encontrados fueron: 64 mg
B/L, 11,7 mg As/L, 1,5 mg Cu/L, 2,1 mg Mn/L y 3,4 mg Zn/L en condiciones de pH que oscilan dentro
del rango de pH 6,85 y 8,49. Basado en estos datos, con el fin de armonizar los rangos de valor en
el estudio de biosorción, se seleccionaron como concentraciones de estudio: 60 mg/L para B, 12
mg/L para As y 3 mg/L para Cu, Mn y Zn.

Para los estudios monometálicos se prepararon soluciones stock de cada elemento a un factor de
concentración 50 (FC: 50), resultando finalmente en soluciones de As (600 mg/L), B (3000 mg/L) y
Cu, Mn y Zn (150 mg/L). Cada preparación se realizó utilizando las sales Na2HAsO4 · 7H2O, H3BO3,
CuSO4 · 5H2O, MnCl2 · 4H2O y ZnCl2 (Sigma Aldrich, Alemania) en agua ultra pura, respectivamente.

89
Para los experimentos multimetálicos, se preparó una única solución stock con todos los elementos
estudiados: As (600 mg/L), B (3000 mg/L) y Cu, Mn y Zn (150 mg/L) en medio ácido (pH 3). Todas las
soluciones stock se almacenaron en oscuridad a 4°C y fueron periódicamente analizadas para
asegurar su calidad. Para el ajuste de pH, se empleó NaOH (0,1 M) y HCl (0,1 M). Todos los químicos
empleados en este estudio fueron de grado analítico.

En el estudio de determinación de la influencia de la MO en los procesos de biosorción (Capítulo 5),


se prepararon distintas soluciones de agua residual sintética (SSW, por sus siglas en inglés),
simulando las condiciones típicas encontradas en las aguas residuales (Alcántara et al., 2015). Cada
SSW presentó como composición base (por L de agua desionizada): 30 mg urea, 28 mg K 2HPO4, 7
mg NaCl, 4 mg CaCl2·2H2O, y 2 mg MgSO4·7H2O. Como el interés del estudio fue conocer la influencia
de la MO, a la solución base se le añadieron diferentes concentraciones de peptona y extracto de
carne resultando cuatro tipos de SSW: COM3 = con 160 mg de peptona y 110 mg de extracto de carne;
COM2 = con 80 mg de peptona y 55 mg de extracto de carne; C OM1 = 40 mg de peptona y 27,5 mg de
extracto de carne y COM0, la cual no presentó ni peptona ni extracto de carne en su composición y
se empleó como solución control en el estudio.

Finalmente, con el fin de eliminar interferencias por contaminación y asegurar una completa pureza
de los materiales empleados, todos los recipientes de plástico y vidrio a lo largo de este estudio
fueron lavados con HNO3 (10% v/v) durante 24 h y enjuagados 3 veces con agua Milli-Q (R > 18 MΩ
cm) antes de ser empleados en la experimentación. En el caso de los estudios realizados en lecho
fijo (Capítulo 6), para corroborar una total limpieza del sistema de columna y evitar posibles
interferencias con iones metálicos adheridos a lo largo del sistema, la columna fue previamente
bombeada con un flujo ascendente de HCl 0,1 M por 20 min, seguido de un bombeo con agua Milli-
Q hasta alcanzar en el efluente del sistema un valor de conductividad de < 3 µs/cm antes de cada
experimento.

3.2. ESTUDIO COMPARATIVO DEL PROCESO DE BIOSORCIÓN DE As, B, Cu, Mn Y Zn


DE SOLUCIONES ACUOSAS MEDIANTE EL USO DE DIFERENTES MICROALGAS
VERDES

3.2.1. ESTUDIO DE VIABILIDAD E INHIBICIÓN DE CRECIMIENTO MICROALGAL

El objetivo de este estudio fue determinar la influencia de la concentración de cada uno de los
elementos estudiados en la viabilidad y crecimiento de las cuatro microalgas de estudio con el fin
de determinar cuáles son las máximas concentraciones que pueden ser utilizadas para asegurar la
viabilidad de cada especie. Cada elemento fue estudiado a 3 concentraciones diferentes, alcanzando
valores de As: 6, 9 y 12 mg/L; B: 60, 120 y 180 mg/L; Cu, Mn y Zn: 2, 4 y 6 mg/L, respectivamente.
Los estudios fueron desarrollados en frascos de vidrio cerrados de 120 mL. En su interior, se le
añadió una alícuota de cada solución stock individual a un cultivo monoalgal en fase de crecimiento
exponencial (tiempo de cultivo previo: 7 días). La concentración inicial de microalgas en todos los

90
estudios fue de 0,025 g/L, alcanzados en una solución de 50 mL. Se realizaron pruebas de control
para cada microalga, agregando agua destilada al inóculo en vez de solución monometálica. Una vez
preparada la solución final, las botellas fueron cerradas y se le suministró al espacio de cabeza aéreo
un 10% de CO2.

El estudio se desarrolló durante 7 días monitoreando la densidad óptica a 540 nm (OD 540), el pH y la
concentración de CO2 en el espacio de cabeza, determinando estos parámetros a tiempo inicial y en
los días 1, 4 y 7. Cada prueba se mantuvo en condiciones de fotoperiodo 12:12 h:h, a 1000 µE/m 2/s,
una temperatura de 23 ± 2ºC y agitación magnética a 250 rpm durante todo el experimento. La
inhibición del crecimiento de la biomasa de las microalgas (Gi: Growth inhibition, por sus siglas en
inglés) se calculó comparando las densidades ópticas en términos de porcentaje, definido en la
ecuación 1:

OD540 control −OD540 muestra


Gi = ( ) 100 Ec. (1)
OD540 control

Donde OD540 muestra es la densidad óptica del experimento específico analizado y OD 540 control la
densidad óptica de la prueba de control respectiva.

3.2.2. ESTUDIOS DE BIOSORCIÓN EMPLEANDO BIOMASA VIVA

Las pruebas individuales de biosorción se realizaron con el fin de estudiar la capacidad de biosorción
de las cuatro microalgas seleccionadas para cada elemento, a diferentes condiciones de pH y
tiempos de contacto.

El efecto del pH en el proceso de biosorción monometálico fue estudiado mediante la comparación


de la capacidad de biosorción a tres diferentes valores de pH iniciales (5,5, 7,0 y 9,5). El rango de pH
se seleccionó en función del rango de viabilidad de la biomasa, debido a que condiciones de pH más
extremas afectan significativamente el metabolismo de la microalga e inducen daño celular
(Zeraatkar et al., 2016). La modificación del pH se realizó mediante la adición de HCl (0.1 M) o NaOH
(0.1 M) según se requiera, antes de la adición del metal.

El tiempo de contacto fue estudiado en disoluciones monometálicas mediante la comparación de la


capacidad de biosorción a 10 min y 180 min. Estos tiempos se seleccionaron con el fin de comparar
la biosorción inicial desarrollada en la superficie de las microalgas con el proceso de biosorción en
el equilibrio. Del mismo modo, el tiempo de equilibrio escogido (180 min) fue escogido en base a lo
informado en investigaciones previas (Abdel-Ghani y El-Chaghaby, 2014; Bulgariu y Bulgariu, 2012).

En cada estudio monometálico, se añadió una alícuota de 1 mL de solución stock monometálica en


49 mL de cultivo microalgal, logrando una concentración inicial de 12 mg As/L, 60 mg B/L y 3 mg/L
para los estudios de Cu, Mn y Zn, respectivamente. Con el fin de minimizar la influencia del
metabolismo de las microalgas, las pruebas se realizaron en ausencia de iluminación y sin suministro
de CO2 - Los estudios de biosorción multimetálica se llevaron a cabo a un único pH utilizando las

91
mismas concentraciones que en los estudios de biosorción monometálica, mediante el uso de la
solución stock previamente mencionada en la sección 3.1. Con el fin de simular las condiciones
existentes en los fotobiorreactores utilizados para el tratamiento de aguas residuales, el estudio se
ajustó a un pH inicial de 7.0 (Posadas et al., 2015; Valdés et al., 2012) y se escogió un tiempo de
incubación de 72 h por ser el tiempo de residencia hidráulico más comúnmente usado en estudios
de tratamientos de aguas en fotobiorreactores (Acién et al., 2012). Para minimizar la influencia del
metabolismo de las microalgas, durante las primeras 3 h las soluciones de estudio se mantuvieron
sin iluminación ni suministro de CO2. Solo a partir de este tiempo, los estudios fueron suministrados
con CO2 al interior de las botellas hasta alcanzar un 10% de concentración de CO 2 en el espacio de
cabeza y se mantuvieron con iluminación LED a 1000 µE m-2s-1, con un fotoperiodo de 12:12 h: h.

Todas las pruebas de biosorción se realizaron en sistema batch, utilizando un volumen total de 50
mL en frascos de vidrio de 120 mL operando a 23 ± 2ºC y bajo agitación magnética (250 rpm). En
todas las pruebas, la concentración inicial de biomasa (obtenida después de la centrifugación) fue
de 1 g/L.

Una vez iniciado el experimento, se tomaron muestras de la solución mediante el uso de jeringas
estériles, obteniendo 5 mL de solución a cada tiempo de contacto estudiado. Una vez obtenidas,
cada muestra fue filtrada a través de filtros de membrana con diámetro de poro de 0,45 µm
(Whatman), se acidificaron con 30 µl de HNO3 (0,1 M) y se almacenaron a 4º C hasta su posterior
cuantificación. Todas las muestras obtenidas en los estudios de esta investigación fueron enviadas
a análisis para cuantificar la concentración de los elementos estudiados. Para ello, cada muestra fue
filtrada a través de filtros de membrana con diámetro de poro de 0,45 µm (Whatman), acidificadas
con 30 µl de HNO3 (0,1 M) y almacenadas en oscuridad y a 4º C hasta su posterior cuantificación.
Finalmente, se realizó la determinación de Sólidos Suspendidos Totales (SST), con el fin de
cuantificar la concentración final de la biomasa microalgal.

La eliminación de los MP por la biomasa microalgal se calculó en términos de la capacidad de


biosorción experimental (qi,t) para el elemento (i) en el tiempo (t), definido en la ecuación 2:

𝑉(𝐶𝑖,0 −𝐶𝑖,𝑡 )
𝑞𝑖,𝑡 = Ec. (2)
𝑊

Donde qi,t es la capacidad de biosorción de la biomasa frente al metal (i) al tiempo de contacto
específico (t) (mg elemento tóxico/g de biomasa); Ci,0 y Ci, t son las concentraciones iniciales y al
tiempo de muestreo del MP estudiado (i), respectivamente (mg elemento tóxico/L), V es el volumen
de suspensión (L) y W es el peso seco de la biomasa al final de proceso (g).

Por otro lado, la capacidad de biosorción molar total (mqi,t)de la biomasa de microalgas (mg/mmol)
se obtuvo mediante la suma de las capacidades de biosorción molar individuales, calculada
dividiendo el valor (qi,t) entre la masa molecular de cada elemento, como se define en la ecuación
4:

92
𝑞𝑖,𝑡
mq 𝑖,𝑡 = ∑ Ec. (3)
𝑀𝑊𝑖

Donde qi,t es la capacidad de biosorción para el elemento (i) obtenida al tiempo (t) y MW es la masa
molecular de cada elemento (i) estudiado.

Por otro lado, se evaluó la eficiencia de eliminación (REi,t) para cada elemento (i) al tiempo (t),
expresada en porcentaje (%), definida en la ecuación 4:
𝑐𝑖,0 −𝐶𝑖,𝑡
𝑅𝐸𝑖,𝑡 = ( ) 100 Ec. (4)
𝐶𝑖,0

3.2.3. ESTUDIOS DE CARACTERIZACIÓN

Los estudios de caracterización se desarrollaron con el objetivo de determinar los principales sitios
de unión de los elementos estudiados en la biomasa microalgal. Con el fin de analizar las
interacciones presentes entre los MP estudiados y reconocer los posibles efectos de la presencia de
As y B en ellos, se realizaron estudios con soluciones individuales de Cu, Mn y Zn, soluciones
multimetálicas cuaternarias [B + Cu + Mn + Zn], [As + Cu + Mn + Zn], y con todos los elementos
estudiados [B + As + Cu + Mn + Zn]. Las concentraciones de cada elemento son las mismas que las
presentes en el punto 3.1. Las pruebas fueron desarrolladas para la especie C. reinhardtii a dos
tiempos de contacto: 10 min y 3h. Una vez finalizada la etapa de contacto, la biomasa fue
centrifugada a 4500 rpm por 7 min, secada en una estufa a 45°C por 48 h y pulverizada para su
posterior determinación por la técnica espectroscopía de transmisión de infrarrojo con
transformada de Fourier (FTIR, por sus siglas en inglés). Del mismo modo, se desarrollaron estudios
control usando biomasa sin previa adición metálica.

3.3. INFLUENCIA DE LA MO Y EL SUMINISTRO CO 2 EN LA BIORREMEDIACIÓN DE MP


POR CHLORELLA VULGARIS Y SCENEDESMUS ALMERIENSIS EN UNA MATRIZ
MULTIMETÁLICA

3.3.1. DETERMINACIÓN DE LA INFLUENCIA DE LA MO EN EL PROCESO DE BIOSORCIÓN


MULTIMETÁLICA

Para determinar la influencia de la MO en el proceso de biosorción se realizaron experimentos en


modo batch, utilizando como medio de crecimiento soluciones de SSW con distintas
concentraciones de MO en su composición. Para ello, en una primera etapa se tomaron cultivos
axénicos con un periodo de 7 días de incubación, de las especies Chlorella vulgaris y Scenedesmus
almeriensis. Con el objetivo de remover el medio de cultivo para preparar la experimentación, el
cultivo microalgal fue centrifugado a 4500 rpm por 7 min, lavado con agua Milli-Q por 5 min y
nuevamente centrifugado a las mismas condiciones indicadas previamente. La fase acuosa fue

93
descartada y a la fase sólida se le determinó la concentración de la biomasa por análisis gravimétrico
de los sólidos totales (TS).
Los ensayos se realizaron en un recipiente de vidrio de 500 mL. Para cada ensayo se emplearon 196
mL de cada una de las 4 soluciones SSW, previamente preparadas (sección 3.1) y 4 mL de solución
multimetálica stock, para obtener 200 mL de solución con una concentración de biomasa inicial de
1 g/L y una concentración de 12 mg As/L, 60 mg B /L, y 3 mg/L de Cu, Mn y Zn. Las condiciones de
operación a lo largo del estudio se mantuvieron a 25°C, 1000 μE/m 2/s bajo un fotoperiodo de 12:12
h: h y agitación magnética a 250 rpm. Inicialmente, el pH de la solución fue ajustado a pH 7.0 con el
objetivo de simular las condiciones presentadas en los estudios de tratamientos de aguas residuales
en fotobiorreactores (Posadas et al., 2015). Se realizaron estudios control (sin biomasa) en paralelo,
con el objetivo de chequear la solubilidad de la solución dentro del rango de pH alcanzado.
Una vez iniciado el experimento, se procedió a la obtención de muestras de 8 mL a los tiempos 0, 3,
24, y 72 h, determinando de inmediato el valor de pH para cada muestra. El experimento se extendió
por un tiempo de 72 h debido a que representa al tiempo de residencia hidráulica mayormente
usado en los estudios de tratamiento de aguas residuales en fotobiorreactores (Acién et al., 2012).
Después de la determinación de pH, las muestras fueron filtradas a través de filtros de membrana
de un diámetro de poro de 0.22 μm. De la muestra filtrada, 4 mL fueron acidificados con 30μL de
HNO3 (0.1 M) y almacenado a 4°C hasta la cuantificación de los elementos, mientras que los otros 4
mL remanentes se utilizaron como muestreo para la determinación de la concentración de TOC.
Por otro lado, para determinar la influencia del suministro de CO2 en los estudios de biosorción, se
realizó una nueva serie de ensayos bajo las mismas condiciones empleadas anteriormente, pero con
un constante suministro de CO2 puro al interior de los ensayos (v > 99.9%, Abello Linde, España). La
medición del crecimiento celular se realizó mediante la determinación de la concentración de los
sólidos suspendidos (TSS) del medio de crecimiento al tiempo 0 y 72h. La eliminación de TOC fue
determinada en términos porcentuales, empleando la siguiente ecuación 5:

(𝑇𝑂𝐶0 −𝑇𝑂𝐶𝑡 )
TOC eliminado (%) = × 100 Ec. (5)
𝑇𝑂𝐶0

Donde TOC0 y TOCt son las concentraciones de TOC al tiempo inicial (0) y al tiempo de la muestra
obtenida (t), respectivamente (mg/ L). Por otro lado, la eficiencia de la eliminación (%) de cada
elemento (i) al tiempo t (RE,i,t) fue determinado por la ecuación 6:
(𝐶𝑖,0 −𝐶𝑖,𝑡 )
REi,t = × 100 Ec. (6)
𝐶𝑖,0

Donde Ci,o y Ci,t son las concentraciones de cada elemento estudiado (i) al tiempo inicial y al de la
muestra obtenida (t), respectivamente (mg/ L). Finalmente, se determinó la capacidad de biosorción

94
de cada especie microalgal al final del estudio (q i72), este parámetro fue calculado mediante la
ecuación 7:

𝑣(𝐶𝑖,0 −𝐶𝑖,72 )
q i,72 = Ec. (7)
𝑊72

Donde qi,72 es la capacidad de biosorción de la biomasa a las 72h de estudio para cada elemento
estudiado i: As, B, Cu, Mn y Zn (mg elemento /g de biomasa), V es el volumen del medio de
crecimiento (L), Ci,0 y Ci,72 son las concentraciones iniciales y finales de cada elemento (mg/L) y W72
es el peso seco de la biomasa microalgal alcanzada a las 72h (g).

3.3.2. ESTUDIOS DE RECUPERACIÓN DE METALES

Los estudios de recuperación constan de dos fases:

1. Fase de carga: Tiene el fin de cargar a la biomasa microalgal con los elementos de la solución
multimetálica, mediante biosorción. Para ello, se prepararon ensayos de 200 mL que
contenían una concentración microalgal de 1g/L y concentraciones de 12 mg As/L, 60 mg
B/L, y 3 mg/L de Cu, Mn, y Zn. Estos ensayos se mantuvieron en agitación constante (250
rpm), a 25 ± 1 °C y en condiciones de oscuridad, por un periodo de 3 h. Una vez finalizado
el tiempo estipulado, la solución fue centrifugada a 4500 rpm x 7 min. De la fase acuosa de
la solución se recogió una muestra de 4 mL con el fin de realizar una cuantificación de todos
los elementos estudiados en la fase final de la fase de carga, y la fase sólida fue recuperada
en su totalidad para la siguiente fase de estudio.

2. Fase de recuperación: Esta fase tiene el objetivo de estudiar las tasas de recuperación de
cada elemento mediante el proceso de desorción, evaluando tipos de eluyentes,
concentración y tiempos de contacto. En esta etapa, la fase sólida que contiene la biomasa
microalgal cargada con metales fue suspendida en 50 mL de cada uno de los eluyentes
seleccionados (HCl 0.1 M y 0.2 M, NaOH 0.1 M y 0.2 M, CaCl 2 0.1 M y 0.2 M), y se mantuvo
en agitación a 250 rpm y a una temperatura de 25° C ± 0.1, durante un tiempo de 60 min.
Durante el transcurso del experimento se obtuvieron muestras de 4 mL a los tiempos 10, 20
y 60 min. Cada muestra fue debidamente preparada para la posterior cuantificación de cada
componente de la solución multimetálica. Los experimentos fueron realizados en duplicado.

La eficiencia del proceso de recuperación (YR,i,t) de cada elemento (i) al tiempo (t) fue definida
mediante la ecuación 8:

(𝐶𝑅,𝑖,𝑡 ∙𝑉𝑒)
YR,i,t = × 100 Ec. (8)
(𝑊0 ∙𝑞𝑖,3 )

Donde CR,i,t (mg/L) es la concentración de cada elemento estudiado (i) en la solución al tiempo de
muestreo (t), Ve es el volumen de la solución del eluyente (L), W0 es el peso seco inicial de la biomasa

95
microalgal (g), y qi,3 es la capacidad de biosorción de la biomasa microalgal obtenida al final de fase
de carga (3 h) (mg/g).

Finalmente, con el fin de analizar el efecto de la presencia de MO en la fase de carga, en el proceso


de global de recuperación, se repitió el experimento bajo las mismas condiciones de operación con
el eluyente que presentó las mayores eficiencias de recuperación. En este caso, en la fase de carga
inicial se utilizó COM3 SSW en vez de agua Milli-Q como base para la solución multimetálica.

3.4. ESTUDIO DE BIOS ORCIÓN DE UNA SOLUCIÓN MULTICOMPONENTE DE MPS POR


BIOMASA LIOFILIZADA DE CHLORELLA VULGARIS Y SCENEDESMUS ALMERIEN SIS: ESTUDIOS
EN BATCH Y COLUMNAS DE LECHO FIJO

3.4.1. ESTUDIOS DE BIOSORCIÓN EMPLEANDO BIOMASA LIOFILIZADA

Se realizaron estudios de biosorción monometálicas y multimetálicas con el fin de evaluar la


influencia del tiempo de contacto y la presencia de otros elementos en el proceso de biosorción sin
la interferencia del metabolismo microalgal, comparando las eficiencias de eliminación alcanzadas
para los componentes de la solución multimetálica (SMM) en las dos especies microalgales
estudiadas (CV y SA).
En cada recipiente se preparó una solución de 200 mL compuesta por la adición de 4 mL de solución
stock y 196 mL de agua Milli-Q, logrando una concentración final de 12 mg As/L, 60 mg B/L y 3 mg/L
de Cu, Mn y Zn, respectivamente; y una concentración de biomasa de 1 g/L. Una vez iniciados estos
experimentos, se recolectaron muestras de 5 mL a los 10 min y 180 min. La selección de los tiempos
de estudio fue realizada con el fin de comparar la capacidad de biosorción en su etapa inicial y la
biosorción alcanzada en el tiempo de equilibrio, siendo 180 min el tiempo elegido para este punto,
según lo mencionado en el punto 3.2.2.
Para determinar los efectos de la concentración de la SMM, se estudió el proceso de biosorción bajo
tres diferentes SMM: SMM1X (As: 12 mg/L, B: 60 mg/L, Cu-Mn-Zn: 3 mg/L), SMM2X (As: 24 mg/L, B:
120 mg/L, Cu-Mn-Zn: 6 mg/L) y SMM4X (As: 48 mg/L, B: 240 mg/L, Cu-Mn-Zn: 12 mg/L). En estos
experimentos, las muestras fueron tomadas a tres tiempos diferentes: 10 min, 60 min y 180 min. La
muestra obtenida a 60 min fue realizada con el fin de analizar el tiempo intermedio en el proceso
de biosorción multimetálica
Todos los ensayos fueron llevados a cabo en recipientes de vidrio de capacidad de 500 mL,
trabajando a pH 7.0, a 25 º C, con agitación magnética (250 rpm) y en condiciones de oscuridad.
Cada muestra se preparó para su posterior cuantificación, según el procedimiento indicado en el
apartado 3.2.2. La capacidad de eliminación de los MP fue calculada en términos de eficiencia de
eliminación Los resultados obtenidos se ajustaron empleando modelos de isotermas de equilibrio
de Langmuir y Freundlich. La cinética de adsorción de la SMM fue evaluada usando dos modelos
cinéticos: Los modelos de pseudo-primer orden y pseudo-segundo orden, según lo presentado en
el apartado 1.9.

96
3.4.2. ESTUDIOS EN COLUMNAS DE LECHO FIJ O

Los estudios en lecho fijo se realizaron en una columna de vidrio con un diámetro interno de 3.5 cm
y una altura de 50 cm. El lecho fijo se compuso por 20 g de biomasa microalgal floculada mezclada
con 60 g de anillos de vidrio (0,5 cm), usados como soporte para impedir la obstrucción de flujo
(Bulgariu y Bulgariu, 2013). Con el fin de proveer de un flujo uniforme de la SMM al interior del
lecho, se agregó una capa de 3 cm de perlas de vidrio (2mm) en el extremo inferior de la columna
(Mishra et al., 2016). El largo total del lecho para todos los estudios fue de 43 cm.

El proceso de floculación fue realizado mediante la suspensión de 20 g de biomasa (CV y SA)


previamente liofilizada en 16 L de agua Milli-Q. Una vez homogeneizada la solución, se añadieron
300 mL de una solución de 4 g/L del floculante Chemifloc CV-300 (Chemipol S.A.), logrando una
separación total de la biomasa en forma de flóculos. La biomasa floculada fue recolectada mediante
filtración y fue utilizada como relleno para formar el lecho fijo. El floculante Chemifloc CV-300 fue
elegido para este estudio debido a que se emplea usualmente como espesante primario de biomasa
microalgal en estudios con sistemas de fotobiorreactores (de Godos et al., 2011; Rodero et al.,
2018). Todo el proceso de floculación fue llevado a 25°C y agitado magnéticamente a 600 rpm.

El desempeño de la columna fue evaluado a través de las curvas de ruptura, útiles para conocer los
parámetros del proceso de la biosorción de los constituyentes de la SMM en el lecho de biomasa
microalgal. Las curvas de ruptura se obtuvieron trazando una relación entre la concentración
efluente/afluente (Ct/C0) en función del tiempo (t). El efecto de la concentración inicial en las curvas
de ruptura se determinó para las dos especies de microalgas estudiadas utilizando tres
concentraciones de SMM diferentes como influente: SMM0.5X (As: 6 mg/L, B:30 mg/L, Cu-Mn-Zn: 1.5
mg/L); SMM1X (As: 12 mg/L, B: 60 mg/L, Cu-Mn-Zn: 3 mg/L); y SMM2X (As: 24 mg/L, B: 120 mg/L, Cu-
Mn-Zn: 6 mg/L), trabajando a una tasa de flujo de 3 mL/min.

Por otro lado, la influencia de la tasa de flujo en las curvas de ruptura fue analizada únicamente
trabajando con biomasa de la especie Chlorella vulgaris. Se obtuvieron curvas de ruptura a las tasas
de flujo: 3 mL/min, 6 mL/min y 9 mL/min, empleando la solución SMM2X como afluente. No fue
posible obtener curvas de ruptura con Scenedesmus almeriensis a flujos mayores de 3 ml/min,
debido a la aparición de graves problemas hidrodinámicos.

Todos los experimentos en lecho fijo se realizaron en flujo ascendente, con el fin de evitar efectos
de canalización y favorecer el flujo pistón (Mishra et al., 2016). El pH del afluente fue ajustado
previamente a pH 7,0 con la adición de NaOH 0,1M, resultando estable a lo largo de los
experimentos. Una vez iniciado el experimento, se recogieron muestras de efluentes de 5 mL a
intervalos de tiempo fijos. Durante la primera hora de estudio se tomaron muestras a los 5, 10, 20,
30 y 60 min. A partir de los 60 min, se recolectaron muestras por intervalos de 1 h hasta completar
el tiempo total del estudio (8 h). Una vez recogidas las muestras, se les determinó el pH y la
conductividad para fines analíticos y se filtraron a través de filtros de membrana de 0,45 µm (papel
Whatman), se acidificaron con 30 µl de HNO3 (0,1 M) y se almacenaron a 4º C hasta su posterior
análisis cuantitativo. Los tiempos de ruptura y agotamiento fueron considerados cuando la relación
(Ct/C0) alcanzó el rango de 0,1 y 0,9, respectivamente.

97
3.5. PROCEDIMIENTOS ANALÍTICOS

La concentración de As, B, Cu, Mn y Zn en disoluciones acuosas en todos los estudios fue realizada
por la técnica de espectrometría de emisión óptica de plasma por acoplamiento inductivo (ICP-OES)
(HP 7500 cc, Agilent, USA), según procedimientos internos del Laboratorio de Técnicas
Instrumentales de la Universidad de Valladolid (LTI – UVa). Para asegurar la calidad y precisión de
los resultados, se seleccionaron como control de calidad (CC) dos patrones de referencia dentro de
los análisis ICP-OES: Una solución de calibración multielemental estándar, especializado para
estudios en ICP, 100 mg/L Scharlau (con 26 elementos en HNO3 5%), y un material de referencia
certificado (Environment Canada TMDA-64.2 LOT 0313, HNO3: 0.2%).

Por otro lado, las concentraciones de TOC de disoluciones acuosas fueron medidas utilizando un
analizador Shimadzu TOC-VCSH (Japón), según (Marín et al., 2018). El pH fue medido mediante el
uso de un peachímetro Basic 20+ (Crison, España). El crecimiento celular en los estudios del apartado
3.2., fue monitoreado espectrofotométricamente mediante la determinación de la densidad óptica
a 540 nm (OD540) con el espectrofotómetro Helios-Alpha (Thermo Scientific, EEUU). La
determinación de las concentraciones de TS y TSS fueron realizadas bajo “Standard Methods” (E.W.
Rice, R.B. Baird, A.D. Eaton, 2017).

La concentración de CO2 fue determinada mediante cromatografía de gases, usando el modelo


Bruker 430 GC-TCD (Palo Alto, EEUU), según (Cantera et al., 2016). Las determinaciones de FTIR
fueron desarrolladas en el rango de 400 y 4000 cm-1 en un modelo Tensor 27 acoplado al modelo
ATR Golden Gate Tecknokroma (Bruker, EEUU). Finalmente, en los estudios de lecho fijo, la
conductividad fue medida usando un conductímetro Basic 30 (Crison, España).

3.6. PROCEDIMIENTOS ESTADÍSTICOS

En los estudios del apartado 3.3., la influencia de la concentración de TOC, el pH, el suministro de
CO2 en la biosorción y el resultado cuantitativo de los análisis de ICP-OES fue analizado
estadísticamente mediante análisis de interferencias y de correlación (ANOVA). Por otro lado, los
resultados de los estudios de recuperación de metales (apartado 3.3) y los presentados en el
apartado 3.4, fueron desarrollados en duplicado, siendo todos los valores expresados en función de
su valor promedio. Estos resultados fueron analizados por estudios ANOVA de una vía y pruebas de
t (p < 0.05), con un nivel de confianza de 95% (α = 0.05). Todos los análisis estadísticos fueron
realizados usando el software Minitab 18.

98
CAPÍTULO 4 .
“ESTUDIO COMPARATIVO DEL PROCESO DE
BIOSORCIÓN DE As, B, Cu, Mn Y Zn DE
SOLUCIONES ACUOSAS MEDIANTE EL USO DE
DIFERENTES MICROALGAS VERDES”

99
4.1. PRÓLOGO

La investigación presentada en el Capítulo 4 es un estudio comparativo donde se evalúa la capacidad


de biosorción de cuatro especies de microalgas verdes (Chlamydomonas reinhardtii, Chlorella
vulgaris, Scenedesmus almeriensis y una especie autóctona de Chlorophyceae aislada en el área
seleccionada del rio Loa) frente a As, B, Cu, Mn y Zn en soluciones acuosas. En cada prueba se evaluó
la viabilidad, el crecimiento y la capacidad de biosorción, estudiando la influencia de factores
operacionales como el pH y el tiempo de contacto tanto en soluciones monometálicas como
multimetálicas (Fig. 13). La importancia de este estudio radica en que la biorremediación microalgal
de As y B ha sido escasamente estudiada y hasta la fecha no se han informado de estudios sobre las
interferencias causadas por estos elementos en la biosorción de otros MP, por lo que este estudio
aporta importantes resultados en esta área. Además de esto, se realizaron estudios de
caracterización, mediante la técnica FTIR, con el fin de comprender los principales sitios de
interacción presentes entre la biomasa y los iones metálicos, e identificar las principales
interferencias producidas entre los elementos estudiados en el proceso final de biosorción
microalgal.

Figura 13. Diagrama resumen del estudio comparativo de biosorción - Capítulo 4.

100
4.2. ESTUDIO DE VIABILIDAD E INHIBICIÓN DE CRECIMIENTO MICROALGAL

Se estudió el crecimiento de biomasa y la evolución de pH y el consumo de CO2 de las cuatro especies


de microalgas en disoluciones a 3 concentraciones diferentes de los metales en estudio: As a 6, 9 y
12 mg/L; B a 60, 120 y 180 mg/L; Cu, Mn y Zn a 2, 4 y 6 mg/L. Se realizaron pruebas de control para
cada alga, agregando agua destilada al inóculo en vez de solución monometálica. La concentración
inicial de algas en todos los estudios fue de 0,025 g/L y la duración de los experimentos 7 días.

Los resultados evidenciaron una clara correlación entre el crecimiento de la biomasa, el cual está
directamente asociado al aumento en la densidad óptica y el pH, con el consumo de CO 2. La Fig. 14
muestra la evolución de estos parámetros en cultivos de C. reinhardtii en presencia de B y Cu. Todas
las pruebas de control (en ausencia de metales) presentaron una fase de retraso con valores
constantes de densidad óptica y pH entre los días 0 y 1. A partir de entonces, la densidad óptica del
cultivo presentó un drástico incremento quintuplicando su valor entre los días 1 y 4, mientras que
el pH aumentó de 6.5 a > 10 durante el mismo periodo. La biomasa dejó de crecer el día 4 y se
registró una reducción del 10% en la densidad óptica entre los días 4 y 7. En contraparte, se registró
una ligera disminución en la concentración de CO2 durante las primeras 24 h de incubación, seguido
por su completo consumo dentro de los siguientes tres días.

Por otro lado, se demostró que todas las especies de microalgas estudiadas eran viables a los rangos
de concentración observadas en el río Loa, independientemente del metal analizado. La tolerancia
a los MP fue especie-específica. A pesar de eso, se apreció una inhibición parcial del crecimiento
celular en las mayores concentraciones estudiadas de B y Cu, asociado principalmente a la alta
toxicidad del Cu para el metabolismo microalgal y la mayor concentración de B utilizadas en este
estudio.

Sorprendentemente, la especie aislada Chlorophyceae sp., fue la especie más sensible, con una
importante inhibición del crecimiento que es posible apreciar incluso a 60 mg B/L (G i: 36%). El
crecimiento de S. almeriensis también se vio fuertemente afectado por la presencia de B. De hecho,
el cultivo a 60 mg B/L alcanzó un Gi: 56%, disminuyendo hasta un 20% a 120 mg/L. C. reinhardtii
presentó una pequeña disminución de su crecimiento a 60 mg/L de B, mientras que a 120 mg/L el
valor de Gi alcanzó un 60%. Finalmente, C. vulgaris fue la especie más resistente a la presencia de B,
presentando un crecimiento normal hasta los 120 mg/L, aunque a 180 mg B/L la inhibición fue
completa para todas las especies.

En el estudio del Cu, nuevamente la especie más sensible fue Chlorophyceae sp., cuyo metabolismo
se vio gravemente afectado en todas las concentraciones de Cu. En los estudios a 2 mg Cu/L el
crecimiento celular presentó una fuerte fase de retraso (Gi: 70% en el día 4), aunque este efecto
metabólico fue superado dentro del tiempo de estudio, alcanzando estándares similares a su control
al día 7. El transcurso del pH y la concentración de CO2 se correlacionaron directamente con el
crecimiento de la biomasa, confirmando la inhibición total de Chlorophyceae sp., a mayores
concentraciones de Cu. El crecimiento de S. almeriensis tuvo una leve disminución a 2 y 4 mg/L de
Cu, reduciendo su crecimiento en un 10%, mientras que a 6 mg/L de Cu se obtuvo un Gi de 80% (al

101
día 7). Por otro lado, C. vulgaris no presentó inhibición del crecimiento celular a bajas
concentraciones de Cu, aunque a 6 mg Cu/L el Gi para este metal alcanzó los 20% al día 4 y los 60%
al día 7. Estos valores de tolerancia son similares a los informados en estudios de inhibición del
crecimiento frente a Cu, con dosis sub-letales de Cu de 1,59 mg/L para Chlorella sorokiniana y de
3,18 mg/L para Scenedesmus acuminatus a los 7 días de exposición (Hamed et al., 2017). Estos
resultados confirmaron el alto efecto inhibitorio del Cu, atribuido a la influencia de este metal en el
metabolismo de las microalgas, provocando daños en la estructura de la pared celular y en el
proceso de división celular (Torres et al., 2017). Solo la especie C. reinhardtii fue tolerante a todas
las concentraciones de Cu analizadas.

Por otro lado, las pruebas en presencia de As, Mn y Zn no presentaron inhibición del crecimiento
celular al rango de concentraciones analizado, manteniendo los mismos valores de densidad óptica,
pH y concentración de CO2 que los obtenidos en sus respectivos estudios control durante el
transcurso del experimento. El único efecto apreciable fue una ligera fase de retraso en la evolución
del pH y la densidad óptica en los estudios de Chlorophyceae sp., en presencia de 12 mg As/L (la
mayor concentración de As estudiada), alcanzado un valor de OD 540 20% más bajo al día 4, pero
retomando los valores control al día 7.

Sorprendentemente, las especies en estudio mostraron una alta tolerancia al Zn en comparación


con los resultados publicados en investigaciones previas. (X. Dong et al., 2014) habían reportado
una reducción del crecimiento de Nannochloropsis salina, de un 50% en presencia de 2,64 mg Zn/L
(Torres et al., 2017). Estas diferencias en la sensibilidad podrían estar relacionadas con la especie,
pero también con la muy baja concentración de biomasa inicial (0,025 g/L) utilizada en ese trabajo
(Nalimova et al., 2005; Napan et al., 2015).

102
Figura 14. Evolución de la densidad óptica, la concentración de CO2 en el espacio de cabeza y el
pH en cultivos de Chlamydomonas reinhardtii (concentración inicial: 0,025 g/L) en presencia de
boro (A, C, E) y cobre (B, D, F). [ ]: Control (0 mg/L), [ ]: (B 60 mg/L, Cu 2 mg/L), [ ]: (B
120 mg/L, Cu 4 mg/L), and [ ]: (B 180 mg/L, Cu 6 mg/L).

103
4.3. ESTUDIOS DE BIOSORCIÓN MONOMETÁLICA

Los estudios de biosorción monometálica fueron llevados a cabo usando las cuatro especies de
microalgas para cada elemento en estudio: As (12 mg/L); B (60 mg/L); Cu, Mn y Zn (3 mg/L),
estudiando la influencia de factores operacionales como el pH (5,5; 7,0 y 9,5) y el tiempo de contacto
(10 min – 180 min). Se realizaron pruebas de control para cada ensayo, agregando agua destilada al
inóculo en vez de solución monometálica. La concentración inicial de la biomasa microalgal en todos
los estudios fue de 1 g/L.

Los resultados demostraron que las capacidades de biosorción (180 min, pH 7) presentaron notables
diferencias entre las especies microalgales frente a los MP analizados (Fig. 15). Las eficiencias de
eliminación para As y B fueron bajas, con valores que oscilaron desde los 10,5% (As) y 21,4% (B) para
C. vulgaris hasta los 20,1% (As) y 25,6% (B) para C. reinhardtii. A nivel general, las capacidades de
biosorción fueron mucho más bajas para As (1.31 - 2.56 mg/g) que para B (12.40 - 14.84 mg/g), lo
que podría explicarse por la mayor concentración inicial de B. Se aprecia una notable diferencia
entre las eficiencias de eliminación para Cu, Mn y Zn, con las observadas en As y B, siendo mucho
mayores las del primer grupo. C vulgaris obtuvo las RE más altas, alcanzando los 87,9% para Cu,
99,4% para Mn y 88,8% para Zn. Las capacidades de biosorción para estos MP oscilaron entre los
1,51 y 2,65 mg Cu/g, 1,65 a 3,17 mg Mn/g y 0,88 a 2,68 mg Zn/g. A pesar del alto RE alcanzado en
estas pruebas, las capacidades de biosorción para Cu, Mn y Zn fueron notablemente más bajas que
las reportadas previamente en la literatura, debido principalmente a las bajas concentraciones de
metales utilizadas en esta investigación (Suresh Kumar et al., 2015a; Zeraatkar et al., 2016).

4.3.1 EFECTO DEL PH

A nivel general, la influencia del pH en la capacidad de biosorción fue específica para cada metal
(Fig. 15). En el caso del As, los valores más bajos de RE,As,180 se obtuvieron a pH 7,0. Por ejemplo, C.
reinhardtii presentó valores de RE,As,180 de 20,1% a pH 7,0; menores que los 33,6% y 38,6%
observados a pH 5,5 y 9,5. En el caso de C. vulgaris, estos valores resultaron desde los 10,5% a pH
7,0 hasta los 32,4% y 29,0% alcanzados a pH 5,5 y 9,5, respectivamente. La disminución en la
biosorción de As a pH 7,0 fue probablemente mediada por la condición de inestabilidad iónica de la
especie As (V) debido a la proximidad de su valor de pKa (pKa 6,8) en condiciones neutras (Álvarez-
Benedí et al., 2005). No obstante, la mayor eficiencia de eliminación para As fue de 41,7%, obtenida
a pH 9,5 con la especie S. almeriensis.

A nivel general, con los resultados obtenidos en los estudios de B no se observa un efecto claro del
pH en la capacidad de biosorción para este elemento. Los rangos de eliminación de B alcanzan
valores de RE,B,180 entre los 20,4% en Chlorophyceae sp., hasta los 33,5% en C. reinhardtii, siendo
ambos resultados obtenidos en estudios desarrollados a pH 5,5. En el caso de Cu, a pH 7,0 se observa
una leve disminución en la RE, aunque los estudios con C. vulgaris no presentan esta tendencia,
alcanzando el mayor RE,Cu,180 en condiciones neutras, con un valor 87,9%.

104
pH 5.5 pH 5.5
A. pH 7.0 B. pH 7.0
6 pH 9.5 20 pH 9.5

As Uptake capacity (mg/g) 18

B Uptake capacity (mg/g)


5 16
14
4
12
3 10
8
2 6
4
1
2
0 0
CS SA CV CR CS SA CV CR
Type of microalgae biomass Type of microalgae biomass

C. pH 5.5 D. pH 5.5

3,5
v pH 7.0 pH 7.0
pH 9.5 3,5 pH 9.5
Cu Uptake capacity (mg/g)

Mn Uptake capacity (mg/g)


3,0 3,0
2,5 2,5
2,0 2,0
1,5 1,5
1,0 1,0
0,5 0,5
0,0 0,0
CS SA CV CR CS SA CV CR
Type of microalgae biomass Type of microalgae biomass
pH 5.5
E. pH 7.0
3,5 pH 9.5
Zn Uptake capacity (mg/g)

3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
CS SA CV CR
Type of microalgae biomass

Figura 15. Influencia del pH en las capacidades de biosorción (mg/g) de cultivos de Chlorophyceae
sp. (CS), Scenedesmus almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV) y Chlamydomonas reinhardtii (CR)
a 1 g/L y a un tiempo de 180 min, para soluciones monometálicas con concentraciones iniciales
de A) arsénico 12 mg/L, B) boro 60 mg/L, C) cobre 3 mg/L, D) manganeso 3 mg/L y E) zinc 3 mg/L.
pH 5,5:( ), pH 7,0: ( ) y pH 9,5: ( ).

Al igual que en resultados obtenidos en investigaciones previas, el pH óptimo para estudios de


biosorción de Cu varía según la especie y las condiciones de las microalgas utilizadas. Previamente,
las mayores capacidades de biosorción se obtuvieron dentro del rango de pH 4-5 para C. vulgaris en

105
estudios a concentraciones iniciales de 100 mg Cu/L (Al-Rub et al., 2006). Por otro lado, la máxima
capacidad de biosorción de Cu en estudios de C. reinhardtii fue obtenida a pH 6 (Flouty y Estephane,
2012).

Finalmente, para los estudios de Mn y Zn, se aprecia una clara tendencia en la capacidad de
biosorción a favor del uso del pH 5,5 para todas las microalgas analizadas, exceptuando C. vulgaris,
cuya especie además alcanza alta capacidad a pH 7,0. Las especies C. reinhardtii y S. almeriensis
alcanzaron un RE,Mn,180 de 92,8% y 92,1%, respectivamente. En el caso del Zn, este efecto se hace
más evidente, con valores de RE,Zn,180 que varían desde los 91,9% y 89,7% a pH 5,5 hasta los 30,0% y
29,0% a pH 9,5, en las especies S. almeriensis y Chlorophyceae sp., respectivamente. Estos valores
resultan similares a los publicados en investigaciones anteriores, donde el pH óptimo para la
obtención de las máximas eficiencias de eliminación fue pH 6 para Mn (II) en Chlorella minutissima
UTEX2341 (Yang et al., 2015) y para Zn en Scenedesmus obliquus (Monteiro et al., 2009).

4.3.2. INFLUENCIA DEL TIEMPO DE CONTACTO

Los resultados demuestran una reducción significativa en la concentración de todos los elementos
estudiados durante los primeros 10 min de tiempo de contacto. Esta disminución es directamente
atribuida a la unión del metal a la superficie de la pared celular (Markou et al., 2015; Winters et al.,
2017). La Fig. 16 muestra la diferencia entre las capacidades de adsorción (q) a los 10 min y a los
180 min de tiempo de contacto. En los estudios de As, la máxima capacidad de biosorción se produjo
a los 10 minutos, disminuyendo posteriormente en la mayoría de las pruebas realizadas. Esto
sugiere que el As produce cambios metabólicos dentro de las células microalgales y, producto del
estrés generado, se produce una exudación de este elemento por parte de la biomasa (Wang et al.,
2015). Esta reducción en la eliminación de As mucho más notoria a pH 7,0 donde la RE,As,180
disminuyó en un factor de 2 para todas las especies de microalgas estudiadas.

De la misma manera, la capacidad de eliminación del B también disminuyó con el transcurso del
tiempo. La eficiencia de remoción de B por S. almeriensis presenta la disminución más notable a pH
5,5 (RE,B,10 de 38,6% a RE,B,180 de 28,3%). No se observó una correlación entre el pH y la disminución
de RE,B con el tiempo, registrándose las mayores reducciones a pH 7,0 (de 36,6% a 21,4%) en C.
vulgaris y a pH 9,5 en C. reinhardtii (de 38,2% a 24,3%). La única prueba que resultó en un aumento
notable de la biosorción de B con el tiempo fue la de Chlorophyceae sp., a pH 5,5. En este contexto,
estudios previos que utilizaron los hongos Aspergillus versicolor como biosorbente informaron la
misma tendencia en los rendimientos de biosorción de B con el transcurso del tiempo, con el RE,B
disminuyendo desde un 41,4% logrados en los primeros 15 min hasta un rango de 20% - 25%
después de 1 h – 4 h de tiempo de contacto (Laçin et al., 2015).

106
Figura 16. Diferencias entre las capacidades de biosorción (q) a los 10 min y 180 min de tiempo de
contacto (mg / g) en suspensiones de 1 g/L de: : Chlorophyceae sp. (CS), : S. almeriensis
(SA), : C. vulgaris (CV), : C. reinhardtii (CR), para soluciones monometálicas con
concentraciones iniciales de A) arsénico 12 mg/L, B) boro 60 mg/L , C) cobre 3 mg/L, D) manganeso
3 mg/L y E) zinc 3 mg/L.

Por otro lado, las capacidades de adsorción de Cu, Mn y Zn a pH 5,5 aumentaron con el tiempo de
contacto para todas las especies estudiadas. Esta mejora en el rendimiento de la biosorción fue
especialmente relevante para S. almeriensis. De hecho, esta microalga obtuvo aumentos en la
eficiencia de remoción de Mn y Zn de 50,0% a 92,1%, y de 61,6% a 89,7% cuando el tiempo de
contacto se incrementó de 10 min a 180 min. De manera similar, C. reinhardtii apoyó los aumentos
en su RE de 55,1% y 44,7% (10 min) a 92,8% y 87,0% (180 min) para Mn y Zn, respectivamente. La
eficiencia de eliminación de Cu y Mn con C. vulgaris aumentó con el transcurso del tiempo,
independientemente del pH. Por ejemplo, el RE,Cu de esta microalga a pH 7,0 aumentó de 55,4% a
10 min a 87,9% a 180 min. Finalmente, la eficiencia de remoción de Zn aumentó de 36,0% a los 10
min a 84,2% a 180 min a pH 7,0 en C. reinhardtii.

107
4.4. ESTUDIOS DE BIOSORCIÓN MULTIMETÁLICA

Los estudios de biosorción multimetálica se llevaron a cabo con el fin de estudiar la interferencia de
los MP en las capacidades de biosorción para cada elemento, en comparación con los resultados
alcanzados en las pruebas monometálicas, y para determinar la viabilidad de las especies en esta
condición. Para ello, se realizaron ensayos con una solución multimetálica cuya composición
presentó todos los elementos estudiados (As: 12 mg/L, B: 60 mg/L, Cu, Mn y Zn: 3 mg/L) para las
cuatro especies de estudio, en condiciones de pH 7,0 y a tiempos de contacto de 3 h, 24 h y 72 h.
Los resultados del estudio demostraron que no hubo inhibición del crecimiento microalgal en
ninguno de los experimentos. Sin embargo, el crecimiento medido resultó inferior al 15% (m/m) en
todas las pruebas, tanto el control como las disoluciones multimetálicas.

Las capacidades de biosorción registradas en los estudios multimetálicos se muestran junto con los
resultados de los procesos de biosorción monometálica (180 min, pH 7,0) con el fin de poder ser
comparados e interpretados, en la Fig. 17. El RE más bajo obtenido a las 3 h se encontró en el proceso
de biosorción de B, lo que sugiere que la presencia de los otros metales interfirió negativamente en
la eliminación de este elemento. Esto fue observable en todas las microalgas analizadas a pesar de
las altas concentraciones de B presentadas en la solución multimetálica. La única excepción se
produjo en los estudios realizados con la especie Chlorophyceae sp. Asimismo, las eficiencias de
eliminación de B disminuyeron desde un 21,4% en soluciones monometálicas hasta un 6,6% en C.
vulgaris, del 25,6% al 0,2% en C. reinhardtii y del 22,9% al 3,6% en S. almeriensis. De manera similar,
la biosorción de Mn también se vio afectada por la presencia de otras especies de metales en C.
vulgaris y C. reinhardtii, disminuyendo la eficiencia de eliminación desde un 99,4% y un 88,8% hasta
valores de ≈ 60% en soluciones multimetálicas. Por el contrario, la capacidad de biosorción de As
aumentó en un factor de 3 en C. vulgaris, 2,5 en Chlorophyceae sp., y 1,7 en S. almeriensis. Las
eficiencias de eliminación más altas en sistemas multimetálicos se obtuvieron para Cu y Zn, con un
RE superior al 78% para todas las microalgas analizadas. De hecho, la eliminación de Zn alcanzó el
96% con C. reinhardtii. Estos resultados demuestran que las capacidades de biosorción de MP con
mayor masa atómica, tales como el As, Cu y Zn aumentan su eliminación a expensas de una
reducción en la biosorción de elementos más ligeros como el B y en menor medida, el Mn. La misma
tendencia se había informado en soluciones multimetálicas en C. reinhardtii y Chlorella pyrenoidosa,
cuyas capacidades de adsorción de Cu y Zn eran dos veces más altas que las de Mn (Zhao et al.,
2013). Sin embargo, estos resultados sugirieren que la interferencia registrada entre los metales no
puede atribuirse a una competencia por sitios de unión. La capacidad total de biosorción molar y
por lo tanto, el número de sitios ocupados en S. almeriensis, C. vulgaris y C. reinhardtii fue menor
en soluciones multimetálicas que la capacidad de biosorción molar de B en soluciones
monometálicas (Figura 19). La misma tendencia se observó comparando las capacidades de
adsorción en unidades de masa. Este fenómeno no se presentó en Chlorophyceae sp., especie que
incluso aumentó sus capacidades de biosorción de As, Cu, Zn y Mn manteniendo su potencial de
biosorción frente a B. Esta especie, la única especie que proviene de un ambiente rico en B,
consiguió las mejores RE dentro de las primeras 3 h, con una eficiencia de eliminación del 30,9%
para As, 22% para B, 85,2% para Cu, 66,1% para Mn y 95,9 % para Zn.

108
Figura 17. Capacidad de biosorción (mg/g) a pH 7 para A) arsénico, B) boro, C) cobre, D)
manganeso y E) zinc, en suspensiones de 1 g/L de Chlorophyceae sp. (CS), Scenedesmus
almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV), Chlamydomonas reinhardtii (CR). Solución monometálica
de B, 3h ( ), SMM, 3h: ( ), SMM, 24h: ( ) y SMM, 72h: ( ).

Por otro lado, se observó un impacto limitado del tiempo de contacto en la adsorción de As y B en
soluciones multimetálicas, independientemente de la especie microalgal (Fig. 17). La capacidad de
biosorción de B de C. vulgaris disminuyó con el tiempo hasta alcanzar una RE,B,72 de solo un 1%. Un
ligero aumento con el tiempo de la RE,B fue observado únicamente con la especie C. reinhardtii

109
(RE,B,72 5,5%). Las capacidades de biosorción de Mn de S. almeriensis y C. reinhardtii aumentaron
con el tiempo al emplear soluciones multimetálicas, registrando un aumento de RE,Mn que va desde
un 63,0% y 56,7% a las 3 h, hasta los 78,0% y 85,6% a las 72 h, respectivamente. En cuanto al Zn, Las
eficiencias de eliminación de Zn disminuyeron con el tiempo para todas las especies. Esta reducción
fue notable en la especie Chlorophyceae sp., y en C. vulgaris resultando en valores de RE,Zn,72 de
42,5% y 49,4%, respectivamente. Los resultados de este estudio sugieren la no existencia de
competencia por los sitios libres presentes en la pared celular de las microalgas, ya que la reducción
en la capacidad de biosorción con el tiempo de algunos metales no se vio compensada por el
aumento de la biosorción de otros (Figura 18).

Figura 18. Comparación de las capacidades de adsorción molar (mmol/g biomasa) de solución
individual de boro y soluciones multimetálicas a pH 7 en cultivos a 1 g/L de Chlorophyceae sp.
(CS), Scenedesmus almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV), Chlamydomonas reinhardtii, en A)
Solución de boro individual - 3h, B) Multimetálico - 3h, C) Multimetálico - 24h y D) Multimetálico
- 72h. Para boro ( ), arsénico ( ), cobre ( ), manganeso ( ) y zinc ( ).

110
4.5. ESTUDIOS DE CARACTERIZACIÓN

Los estudios de caracteriación se desarrollaron con el fin de determinar los principales sitios de
unión de los elementos estudiados en la biomasa microalgal. Se realizaron estudios a soluciones
monometálicas de Cu, Mn y Zn, soluciones multimetálicas cuaternarias [B + Cu + Mn + Zn], [As + Cu
+ Mn + Zn], y con todos los elementos estudiados [B + As + Cu + Mn + Zn]. Se seleccionó la especie
C. reinhardtii como especie modelo para el análisis FTIR. La elección fue basada en que esta especie
presentó las mayores diferencias entre las capacidades de biosorción alcanzadas en las soluciones
monometálicas y en las multimetálicas.

Los espectros de FTIR de C. reinhardtii incubados durante 10 min y 3 h en diferentes soluciones


metálicas se compararon con el estudio de biomasa control (Fig. 19). El espectro obtenido a los 10
min de exposición frente a la solución multimetálica de As, B, Cu, Mn y Zn mostró importantes
modificaciones en los picos observables en los rangos 1150-1300 cm-1 (relacionados con el grupo
éster fosfato P = O), 1350-1400 cm-1 (amida III), 1535 cm-1 (amida II), 1645 cm-1 (amida I) y 3300 cm-
1
(estiramiento de OH y NH). Sin embargo, la intensidad de estos picos disminuyó en comparación
con los observados en el espectro de la biomasa expuesta durante 3 h. La interferencia en la
interacción de los cationes con los grupos carboxilo y amida se ha informado previamente en
estudios de adsorción multimetálicos de Ni, Zn y Pb en C. vulgaris y Arthrospira platensis (Rodrigues
et al., 2012), y de Zn en C. vulgaris (Ferreira et al., 2011).

Los espectros de C. reinhardtii obtenidos después de una exposición de 10 min a soluciones


monometálicas mostraron una notable afinidad entre el ion Cu y la amida III, además de la zona
1000-1150 cm-1, que está relacionada con el modo de estiramiento C-C y C-O de los grupos hidroxilo
de los polisacáridos. El Cu fue el único metal que afectó la zona de 3300 cm-1, probablemente debido
a la formación de complejos acuosos. Los picos de 1535 cm-1 y 1741 cm-1 (grupo C = O) también se
vieron afectados por Cu. El impacto de Cu se redujo notablemente después de 3 h de exposición,
aunque el cambio en la capacidad de biosorción con el tiempo de contacto no fue relevante para
este metal (sección 4.3.2). Por último, los elementos Mn y Zn provocaron modificaciones menores
dentro del espectro FTIR en comparación con la biomasa de control.

Por otro lado, se evaluó el impacto de As y B en la capacidad de interacción de los MP agregando


estos elementos a una mezcla que contenía Cu, Mn y Zn, mostrando su respectivo espectro FTIR con
el control (Fig. 19e, f). Se observaron modificaciones importantes en el espectro de bandas de [As-
Cu-Mn-Zn] a 1153 cm-1 y 1228 cm-1. Las modificaciones de las bandas, las cuales aumentaron con el
tiempo de exposición, sugirieron que la adsorción de As estaba mediada por la presencia de los
grupos P = O en C. reinhardtii. Por otro lado, las principales diferencias en el espectro FTIR de la
biomasa expuesta a mezclas cuaternarias [B-Cu-Mn-Zn] en comparación con el control de biomasa
sin procesar se pueden explicar por la presencia de Cu y Mn en la solución. Se observó un efecto
insignificante de boro. Estos resultados concuerdan con la baja capacidad de adsorción de B de C.
reinhardtii en soluciones multimetálicas.

111
A.

B.

C.

D.

E.

F.

3750 3500 3250 3000 2750 2500 2250 2000 1750 1500 1250 1000 750
Wavenumbers (cm-1)
Wavenumber (cm-1)

Figura 19. Análisis comparativo de los espectros de FTIR obtenidos entre biomasa de C. reinhardtii
sin contacto con la solución multimetálica (Rojo) y biomasa de C. reinhardtii incubada con la
solución multimetálica a 10 min (Verde) y 3 h (Azul). A) Solución multimetálica [As-B-Cu-Mn-Zn],
B) Solución monometálica de Cu, C) Solución monometálica de Mn, D) monometálica de Zn, E)
Solución cuaternaria de [As-Cu-Mn-Zn], F) Solución cuaternaria de [B-Cu-Mn-Zn].

112
CAPÍTULO 5 .
“INFLUENCIA DE LA MO Y LA ADICIÓN DE CO 2
EN LA BIORREMEDIACIÓN DE MP POR
CHLORELLA VULGARIS Y SCENEDESMUS
ALMERIENSIS EN UNA MATRIZ MULTIMETÁLICA”

113
5.1. PRÓLOGO

Esta investigación combina los estudios de la influencia de la presencia de la materia orgánica (MO)
y la adición de CO2 en el proceso de biosorción de los metales contenidos en una SMM empleando
biomasa microalgal y evalúa el proceso de recuperación de los metales adsorbidos usando
diferentes eluyentes y concentraciones (Fig. 20). Para ello, se utilizaron como microorganismos
modelo dos especies de microalgas verdes utilizadas actualmente en estudios de fotobiorreactores
para tratamiento de aguas residuales (Chlorella vulgaris y Scenedesmus almeriensis), previamente
estudiadas en el estudio presentado en el Capítulo 4.

Figura 20. Diagrama resumen del estudio de la influencia de la materia orgánica y el adición de
CO2 en el proceso de biorremediación de una solución multimetálica mediante biomasa
microalgal - Capítulo 5

En primer lugar, se estudió el efecto de la concentración de MO en la biosorción de MP por


microalgas, comparando los resultados con y sin adición de CO2. De igual modo, se monitorearon
las variables del crecimiento de microalgas, el pH y la concentración de TOC (carbono orgánico total,
por sus siglas en inglés) soluble en el medio para una comprensión completa del efecto de la MO en
el proceso de biorremediación. Posteriormente, se evaluó la recuperación de los metales retenidos
por la biomasa. Para esto, se compararon las tasas de recuperación de tres eluyentes diferentes
(HCl, NaOH, CaCl2) a dos concentraciones diferentes (0.1 M y 0.2 M), analizando la recuperación del
metal a lo largo del tiempo y el efecto de la MO en la desorción con HCl. Este trabajo contribuye a
dilucidar el potencial de la biomasa microalgal para la eliminación de MP y el efecto de la

114
concentración de la MO y el adición de CO2 en el proceso de biosorción, con el fin de proporcionar
información valiosa sobre los mecanismos de biosorción aplicables al empleo de fotobiorreactores
dedicados al tratamiento de aguas residuales y descontaminación de aguas.

5.2. EFECTO DE LA MO EN EL PROCESO DE BIOSORCIÓN DE MP DE UNA SOLUCIÓN


MULTIMETÁLICA SIN ADICIÓN DE CO 2

Para la obtención de una visión global del efecto de la MO en el proceso de biosorción, se requiere
previamente poder entender el comportamiento de las principales variables analizadas a lo largo
del experimento en el sistema multimetálico. Por esta razón, en primera instancia se señalarán los
principales resultados de las variables estudiadas: pH, crecimiento celular y concentración de TOC
soluble; y posteriormente, los resultados implicados al proceso de biosorción de la SMM,
incorporando en la discusión la influencia de todas las variables analizadas.

Los estudios de C. vulgaris presentaron un pH relativamente constante a lo largo del experimento,


mostrando leves variaciones en las condiciones con mayor concentración de MO en la composición
inicial de la SSW (pH COM2: 7.1 y pH COM3: 7.3, a las 72 h). Estos resultados tienen una directa relación
con el crecimiento de biomasa registrado durante los experimentos, no observándose aumento de
la biomasa en la solución control COM0 y presentando una correlación lineal entre el crecimiento de
la biomasa y la concentración inicial de MO en el sistema. Al final del estudio (72 h), el aumento de
la biomasa alcanzó un 2.0% en COM1, 16.3% en COM2 y un 27.6% en COM3. Sorprendentemente, los
estudios de C. vulgaris presentaron un fuerte incremento en la concentración de TOC durante las
primeras 3 h del experimento, en todas las condiciones, independientemente de la concentración
inicial de MO (Fig. 21A). La concentración de TOC tendió a disminuir en todos los casos a las 24h de
estudio, resultado finalmente en una eliminación de TOC de 15.9% y 76.9% a las 72 h, en las
condiciones COM2 y COM3, respectivamente.

Por otro lado, los estudios de S. almeriensis presentaron en su etapa inicial (3 h) un notable
crecimiento de su valor yin presencia de MP dentro del medio. Es sabido que las microalgas
presentan diferentes procesos metabólicos que pueden ser usados para evitar la alta toxicidad
generada por la presencia de MP. Entre ellos, el secuestro extracelular, el secuestro intracelular, la
exportación activa y la desintoxicación enzimática son los principales mecanismos (Yin et al., 2018).
La expresión de proteínas como las glutatión S-transferasas (GST) juegan un papel importante en el
proceso de desintoxicación celular, contribuyendo a la protección contra el estrés oxidativo
generado por la presencia de MP (Yin et al., 2016; J. Zhang et al., 2013). Estudios previos mostraron
diferentes respuestas de crecimiento de especies de microalgas al estrés producido por MP. Por
ejemplo, Scenedesmus acuminatus presentó una mayor capacidad antioxidante, un menor daño a
la membrana y una mayor tolerancia que Chlorella sorokiniana al estrés inducido por los iones Cu+2,
demostrando una mejor tolerancia de este género a los efectos tóxicos del Cu (Hamed, 2017).

115
A. B.
160 160
TOC concentration (mg/L)

TOC concentration (mg/L)


140 140
120 120
100 100
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
COM0 COM1 COM2 COM3 COM0 COM1 COM2 COM3
OM Condition OM Condition
C. D.
160 160
TOC concentration (mg/L)

TOC concentration (mg/L)


140 140
120 120
100 100
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
COM0 COM1 COM2 COM3 COM0 COM1 COM2 COM3
OM Condition OM Condition
Figura 21. Evolución de la concentración de TOC (mg/L) en estudios de biosorción de Chlorella
vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA), desarrollados en soluciones multimetálicas con
distintas concentraciones iniciales de MO, a 1 g SST/L y pH 7.0. A) CV – sin adición de CO2; B) SA –
sin adición de CO2; C) CV – con adición de CO2; D) SA – con adición de CO2. ( ) t0 (tiempo inicial), (
) 3 h; ( ) 24 h; ( ) 72 h

Contrariamente a los resultados observados en los estudios desarrollados con C. vulgaris, las
pruebas de biosorción de S. almeriensis revelaron una disminución de la concentración de TOC
desde el comienzo del experimento, alcanzando una mayor eliminación en las condiciones que
presentaban las mayores concentraciones iniciales de MO (Fig. 21B). Pasadas las primeras 3 h de
experimentación, la eliminación del TOC alcanzó un rango que abarca desde un 0,3% en C OM0 hasta
un 25,1% en COM3. La concentración de TOC aumenta considerablemente con el tiempo, hasta
alcanzar a las 72 h valores del 10,4%, 57,9%, 63,2% y 77,9%, en las condiciones C OM0, COM1, COM2 y
COM3, respectivamente. La eliminación de TOC en el medio puede asociarse directamente con la
capacidad de las microalgas para utilizar el carbono orgánico como fuente de energía para el
crecimiento celular, basado en un metabolismo mixotrófico (Shen et al., 2015). El mayor crecimiento
celular y las mayores tasas de eliminación de TOC obtenidos por la especie S. almeriensis permiten
respaldar que esta especie presenta mejores condiciones que C. vulgaris para enfrentar el efecto
producido por la presencia de MP durante el tratamiento de aguas residuales contaminadas.

116
Por otro lado, los estudios confirman una fuerte influencia de la MO en los procesos de biosorción
basados en biomasa microalgal. Estos efectos se presentan de manera relevante en las dos especies
estudiadas, aunque este efecto se presenta con mayor claridad en los estudios desarrollados con la
especie C. vulgaris. La presencia de MO produjo una notoria disminución en la efectividad de
remover As del medio, siendo observable este efecto desde la primera etapa del estudio y mucho
más evidente en el caso de C. vulgaris (Fig. 22). En los estudios con esta especie, las eficiencias de
eliminación presentan una notable diferencia entre la condición control (RE As,3 14.2% en COM0) y las
otras condiciones estudiadas, con una máxima RE As,3 de 3.7% en COM1. El efecto de la MO en el
proceso de biosorción de As se mantuvo a lo largo del tiempo, afectando la eliminación de As
durante todo el experimento. La influencia de la MO fue mayor en términos de capacidad de
biosorción (qAs,72 de 2.2 mg/g, 0.8 mg/g, 0.5 mg/g, y 0.02 mg/g en C OM0, COM1, COM2 y COM3,
respectivamente) que en términos de eficiencia de eliminación. Esto se puede relacionar a que la
presencia de MO presenta un efecto potenciador sobre el crecimiento de la biomasa, aumentando
la concentración final de la biomasa a lo largo del tiempo, alcanzando una menor capacidad de
biosorción al final del experimento.

En S. almeriensis, la mayor eficiencia de eliminación se obtuvo en la solución control C OM0 (REAs,3:


32,4%), aunque la eficiencia en esta condición disminuyó durante el transcurso del tiempo hasta
alcanzar un valor de REAs,72 de 20%, asemejándose al rendimiento observado en las otras
condiciones estudiadas (COM1, COM2 y COM3). Las diferencias en los valores de qAs,72 calculados en las
pruebas de S. almeriensis se correlacionaron inversamente con el crecimiento celular, descendiendo
de 2,3 mg/g en COM0 a 1,7 mg/g en COM3. La menor influencia de la MO en la capacidad de biosorción
de As observada en S. almeriensis en comparación con C. vulgaris podría estar fuertemente
relacionada con su mayor capacidad de eliminación de TOC, alcanzando bajas concentraciones
finales de MO, pero similares en todos los experimentos con esta especie.

A. B.

Figura 22. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de As en estudios de biosorción sin adición
de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con cultivos de Chlorella
vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B), a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0. ( ): COM0
(control); ( ): COM1 (40 mg de peptona/L y 27,5 mg de extracto de carne/L) ; ( ): COM2 (80

117
mg de peptona/L y 55 mg de extracto de carne /L) , y ( ): COM3 (160 mg de peptona/L y 110 mg
extracto de carne/L).

Las capacidades finales de biosorción de As obtenidas en el control de este estudio fueron menores
que las obtenidas previamente en el estudio presentado en el apartado 4.2.3., realizado bajo las
mismas condiciones de operación, pero sin la adición de minerales (tales como urea y fosfatos) en
la composición del medio. Esta disminución podría relacionarse con que estos componentes,
principalmente fosfato, pueden competir con los iones de As en el proceso de adsorción,
adhiriéndose en los mismos sitios de unión de la biomasa, provocando finalmente una disminución
de la capacidad total de biosorción de As en las especies estudiadas (Yamani et al., 2016).

Los estudios de biosorción de B presentaron bajas eficiencias de eliminación y valores relativamente


estables a lo largo del tiempo. De todas las condiciones estudiadas, la máxima RE B alcanzada fue
REB,24: 8,6% en COM1 empleando S. almeriensis (Fig. 23). En estudios de C. vulgaris, se observa una
ligera relación entre la capacidad de biosorción de B y la concentración inicial de MO, alcanzando
valores de qB,72 de 1,4 mg/g, 2,1 mg/g, 2,3 mg/g y 2,6 mg/g en COM0, COM1, COM2 y COM3,
respectivamente. Se han asociado valores similares en la capacidad de biosorción de B en la especie
Chlorella sp. a pH 7.0, en donde se informó una capacidad de biosorción de 2,7 mg B/g usando esta
especie (Taştan, B.E. et al., 2012a). Sin embargo, en el caso de S. almeriensis no es posible asociar
claramente algún efecto de la concentración de MO sobre la capacidad de biosorción de B, cuyos
qB,72 alcanzaron valores dentro del rango de 3,2 mg/g en C OM0 a 3,7 mg/g en COM2.

A. B.
30 30
B Removal Efficieny (%)

25 25
B Removal Efficieny (%)

20 20

15 15

10 10

5 5

0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 0 10 20 30 40 50 60 70 80
Time (h) Time (h)

Figura 23. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de B en estudios de biosorción sin adición
de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con cultivos de Chlorella
vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B) a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0. ( ): COM0
(control); ( ): COM1 (40 mg de peptona/L y 27,5 mg de extracto de carne/L) ; ( ): COM2 (80
mg de peptona/L y 55 mg de extracto de carne /L) , y ( ): COM3 (160 mg de peptona/L y 110 mg
extracto de carne/L).

En el proceso de biosorción para los cationes metálicos, los estudios de C. vulgaris evidenciaron una
clara correlación entre la RE de Cu, Mn y Zn; y la concentración inicial de MO, observándose una

118
relación inversamente proporcional en las primeras horas del estudio (Fig. 24A, C y D). A modo de
ejemplo, la RECu,3 alcanzó valores de 93,6%, 70,9%, 36,7% y 20,7% en COM0, COM1, COM2 y COM3,
respectivamente. Sin embargo, esta correlación inversa entre RE y la MO no se mantuvo a lo largo
del tiempo. En C. vulgaris, la RECu aumentó con el tiempo de contacto, especialmente en las pruebas
con mayor MO inicial (RECu,72 en COM2 y COM3 > 88.6%). Analizando la capacidad de biosorción, los
qCu,72 disminuyen desde los 3,2 mg/g en COM0 hasta los 2,3 mg/g en COM3. Las RE en C. vulgaris también
aumentaron con el tiempo en los estudios frente a Mn y Zn, especialmente en la condición C OM3,
alcanzando los REMn,72 y REZn,72 de 70.8% y 86.4%, respectivamente. El aumento observado en las
eficiencias de eliminación para los tres cationes metálicos en condiciones de alta concentración de
MO inicial fue probablemente debido a la disminución gradual en la concentración de TOC (Hussain
et al., 2017), aunque también gracias al efecto del crecimiento celular, que conlleva el aumento de
los sitios de adsorción. Finalmente, el crecimiento de C. vulgaris también produjo modificaciones en
las capacidades de biosorción frente a Mn y Zn, obteniendo valores de q Mn,72 de 2,4 mg/g en COM0 y
1,5 mg/g en COM2; y valores de qZn,72 entre los 2,7 mg/g en COM0 hasta los 2,3 mg/g en COM2.

Del mismo modo, se registraron notables diferencias en las RE de Cu, Mn y Zn durante las primeras
3 h de los estudios con S. almeriensis (Fig. 24B, D y F). La RECu más alta se obtuvo en las pruebas de
control, con valores casi independientes del tiempo de contacto (RE Cu,3: 90,1% y RECu,72: 88%). Las
RECu obtenidas en COM1, COM2 y COM3 alcanzaron valores similares y con una clara tendencia de
aumentar su valor durante el transcurso del tiempo, abarcando valores desde los 39,8% obtenidos
en COM1 a las 3 h, hasta los 73% en COM3 a las 72 h. De forma similar, la condición C OM0 alcanzó la
mayor capacidad de biosorción para el Cu, resultando en un q Cu,72 de 2,1 mg/g, mientras que las
condiciones COM1, COM2 y COM3 alcanzaron valores de 1,5 mg/g, 1,7 mg/g y 1,6 mg/g, respectivamente.
Esta disminución demuestra que un efecto negativo de la MO en la eliminación de Cu, siendo
independiente a la concentración inicial de MO agregada en cada condición de estudio.

119
A. B.

C. D.

E. F.

Figura 24. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de cobre (Cu), manganeso (Mn) y zinc (Zn)
en estudios de biosorción sin adición de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO,
realizados con biomasa de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA), a una
concentración de 1g SST/L y pH 7.0. A) CV-Cu; B) SA-Cu; C) CV-Mn; D) SA-Mn; E) CV- Zn; F) SA-Zn.
( ): COM0 (control); ( ): COM1 (40 mg de peptona/L y 27,5 mg de extracto de carne/L); (
): COM2 (80 mg de peptona/L y 55 mg de extracto de carne/L) , y ( ): COM3 (160 mg peptona/L y
110 mg de extracto de carne/L).

En los casos de biosorción de Mn y Zn, las RE Mn y REZn más bajas se obtuvieron en COM1, con valores
de REMn,3 y REZn,3 de 28,6% y 30,7%, respectivamente. Aunque las REMn y REZn aumentaron con el

120
tiempo en las pruebas realizadas con presencia de MO, estas disminuyeron en las pruebas de
control, finalizando el estudio con valores similares de RE Mn y qMn,72 (≈ 63% y 1,6 mg/g) en todas las
condiciones estudiadas. En el caso particular del Zn, el proceso de biosorción alcanzó valores de
REZn,72 de ~ 74% y qZn,72 de ~ 2,0 mg/g en las condiciones de baja MO inicial (COM0 y COM1), mientras
que en condiciones con alta MO (COM2 y COM3) se obtuvieron REZn,72 de ~ 88% y qZn,72 de 2,4 mg/g.

La nula presencia de precipitados en las muestras recogidas en todos los muestreos obtenidos a lo
largo de este experimento descarta algún posible efecto de precipitación. El incremento de la
solubilidad de los cationes metálicos observado en este estudio se puede asociar directamente con
la alta concentración de borato presente en la SMM (Beckett, 2016; Graff et al., 2017).

Analizando las capacidades de biosorción en función de las masas totales de los componentes
adsorbidos al final del experimento, se puede observar que ambas especies alcanzaron valores
similares de biosorción. La máxima capacidad de biosorción se alcanzó en la prueba COM0,
presentándose este efecto en ambas especies de microalgas. A las 72 h, la capacidad total de
biosorción de C. vulgaris varió entre los 11,9 mg/g en COM0 y los 9,2 mg/g en COM3, mientras que en
los estudios de S. almeriensis esta capacidad alcanzó valores entre los 11,2 mg/g en COM0 y los 10,4
mg/g en COM3. Los resultados mostraron claramente una influencia negativa de la concentración de
la MO en la capacidad de biosorción de microalgas para la SMM estudiada. Sin embargo, la
influencia de varios factores asociados al proceso de biosorción produjo un efecto combinado,
modificando el alcance del efecto de la MO a lo largo del tiempo (Fig. 25). Los resultados demuestran
que, a mayor concentración de MO en la SSW, el efecto tóxico de los MP en las microalgas
disminuye. Esta disminución favoreció el crecimiento celular de las microalgas, lo cual trae consigo
un ligero aumento del pH del medio y un importante consumo de TOC desde el medio. Por
consiguiente, al producirse una disminución en la concentración TOC, el efecto negativo asociado
con la concentración de MO en el proceso de biosorción también disminuye. Las diferencias finales
observadas en la capacidad total de biosorción entre COM0 y COM3 a las 72 h pueden estar
directamente relacionadas con el severo efecto que la MO indujo en la biosorción de As, debido a
que este proceso de biosorción en particular resultó ser el único cuya interferencia por la presencia
de la MO se mantuvo estable a lo largo del tiempo. Finalmente, Se recomienda abordar futuros
estudios con el fin de analizar las posibles respuestas metabólicas que presentan las microalgas
frente a los MP, con el fin de optimizar y escalar este proceso.

121
Figura 25. Correlación esquemática de la materia orgánica (MO), crecimiento celular,
concentración de TOC y el pH del medio en la capacidad de eliminación de la biomasa microalgal
para la solución multimetálica.

5.3. EFECTO DE LA MO EN EL PROCESO DE BIOSORCIÓN DE MP DESDE UNA


SOLUCIÓN MULTIMETÁLI CA CON ADICIÓN DE CO 2

Otra variable considerada en el estudio del efecto de la MO en el proceso de biosorción fue la


incorporación de CO2 al interior del sistema. La elección de esta variable fue producto del interés de
direccionar el estudio de biorremediación a los sistemas de descontaminación de aguas empleando
fotobiorreactores, en donde habitualmente se adiciona CO2 en los procesos de depuración. De igual
modo en el apartado 5.2, los resultados de las variables estudiadas: pH, crecimiento celular y
concentración de TOC soluble, fueron incorporados en la discusión, considerando la influencia de
estas variables en el proceso de biosorción del sistema multimetálico.

La adición de CO2 en los experimentos de biosorción produjo una disminución del valor de pH en
todos los estudios analizados, modificándose desde la neutralidad inicial hasta un valor de ≈ 5.2 a
las 24 h de estudio, independientemente de la especie microalgal estudiada. Esta acidificación del
medio puede ser directamente atribuida a la disolución de CO2 dentro del medio de cultivo (Hu et
al., 2012). Se observó una leve correlación entre el valor final de pH con la concentración inicial de
MO, registrándose los valores de pH más altos en las pruebas cuyas concentraciones iniciales de MO
fueron más altas. A las 72 h, estos valores fluctuaron dentro del rango de pH 5.1 – 5.5, en todas las
condiciones planteadas.

Los estudios de C. vulgaris con adición de CO2 presentaron una disminución de la concentración de
la biomasa a lo largo del tiempo. Los resultados de las SST arrojaron una disminución de un 10,2%
en COM0, 15,3% en COM1, 8% en COM2 y 4,1% en COM3. Estos resultados sugieren un decaimiento celular
producto de las altas concentraciones de CO2 alcanzadas en el medio y al bajo pH del medio
alcanzado (< 5.5) (Hussain et al., 2017). Por el contrario, los estudios desarrollados con S. almeriensis
presentaron tasas de crecimiento positivas en todas las condiciones estudiadas, a pesar del bajo pH
presentado. De hecho, los estudios de SST arrojaron un incremento en la concentración de la

122
biomasa que va desde un 19,4% en COM0 hasta un 53,1% en COM3. Estos resultados confirman una
capacidad de crecimiento mayor y una superior tolerancia de la especie S. almeriensis sobre C.
vulgaris, encontrada también en los estudios sin adición de CO2.

Por otro lado, los estudios de C. vulgaris presentaron un sostenido y notable incremento en la
concentración de TOC soluble en el medio. A las 72 h de iniciado el estudio, las concentraciones de
TOC alcanzaron valores 676,4%, 348,4%, 179,1% y 117,7% más altos que los observados al tiempo
inicial en las condiciones COM0, COM1, COM2 y COM3, respectivamente (Fig. 21C). Este elevado
crecimiento puede estar asociado tanto a un decaimiento celular como a la activación de
mecanismos de protección frente al estrés oxidativo, los cuales producen la exudación de
metabolitos orgánicos con el fin de proteger la estructura celular, incrementando de esta forma la
concentración de MO en el medio (Mohamed, 2008). Los estudios de S. almeriensis también
presentaron un incremento en las concentraciones de TOC, aunque el aumento resultante presentó
un menor alcance que los observados en C. vulgaris. A las 72 h, la concentración de TOC alcanzó
valores sobre un 327,7%, 232,1% y 133,8% superior a la presentada al tiempo inicial en los estudios
COM0, COM1 y COM2, respectivamente (Fig. 21D). La excepción a esta regla se encontró en el estudio de
COM3, donde al término del estudio esta condición alcanzó una eficiencia de eliminación de TOC del
34,4%. El aumento moderado en la concentración de TOC junto con el crecimiento celular observado
de los estudios de S. almeriensis podría estar asociado a la excreción de metabolitos, aunque en un
grado menor al observado en C. vulgaris (Wang et al., 2010a). Finalmente, las concentraciones
finales de TOC en esta especie alcanzaron valores similares (~ 78 mg/L), independientemente de la
condición inicial (COM1, COM2 y COM3).

El proceso de biosorción de As fue severamente afectado por la adición de CO 2, especialmente en


los experimentos desarrollados con C. vulgaris (Fig. 26A). Se alcanzaron bajísimos rendimientos de
eficiencia de eliminación (< 4 %) independientemente de las condiciones estudiadas. La máxima
capacidad de biosorción para As alcanzó los 0,6 mg/g, obtenida en COM1, a las 72 h. En los estudios
de S. almeriensis, la capacidad de biosorción de As también sufrió una importante disminución,
especialmente a altos tiempos de contacto (q As,72 de 0,06 mg/g en COM1, y 0,1 mg/g en COM2 y COM3)
(Fig. 26B). Solo el estudio control presentó una eficiencia de eliminación de As relevante, la cual
alcanzó valores desde van desde los 25,4% a 3 h hasta los 15,6% a 24 h, resultando en una q As,72 de
1.9 mg/g.

123
A. B.

Figura 26. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de As en estudios de biosorción con adición
de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con Chlorella vulgaris (A) y
Scenedesmus almeriensis (B) a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0. ( ): COM0 (control); (
): COM1 (40 mg de peptona/L y 27,5 mg de extracto de carne/L) ; ( ): COM2 (80 mg de
peptona/L y 55 mg de extracto de carne /L), y ( ): COM3 (160 mg de peptona/L y 110 mg extracto
de carne/L).

Del mismo modo, la adición de CO2 resultó en menores eficiencias de eliminación de B por C.
vulgaris. Los valores de REB,72 fueron del orden del ≈ 3% y la máxima capacidad de biosorción alcanzó
solo un qB,72 de 1,8 mg/g en COM3 (Fig. 27). El efecto del CO2 en la eliminación de B fue menor en los
estudios de S. almeriensis, cuyas tasas de REB alcanzan valores que van entre los 4,0% en COM2 a 3 h
hasta los 6,4% en COM0 a 72 h. Las capacidades finales de biosorción de B de S. almeriensis
disminuyeron con la concentración de MO, desde los 3,3 mg/g alcanzados en COM0 hasta los 2,4 mg/g
en COM3 (considerando el crecimiento celular). El menor efecto del adición de CO2 sobre la captación
de B podría asociarse con la alta solubilidad que presentan los complejos boratos en las soluciones
moderadamente ácidas, como las obtenidas en esta tanda de experimentos (Guan et al., 2016). Por
lo tanto, las diferencias en la eliminación de B pueden asociarse directamente con la competencia
de H+ en los sitios activos en el proceso de adsorción en la biomasa microalgal.

124
A.
C. B.
D.
30 30

B Removal Efficieny (%) 25 25

B Removal Efficieny (%)


20 20

15 15

10 10

5 5

0 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 0 10 20 30 40 50 60 70 80
Time (h) Time (h)

Figura 27. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de B en estudios de biosorción con adición
de CO2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO, realizados con Chlorella vulgaris (A) y
Scenedesmus almeriensis (B) a una concentración de 1g SST/L y pH 7.0. ( ): COM0 (control); (
): COM1 (40 mg de peptona/L y 27,5 mg de extracto de carne/L) ; ( ): COM2 (80 mg de
peptona/L y 55 mg de extracto de carne /L), y ( ): COM3 (160 mg de peptona/L y 110 mg extracto
de carne/L).

La adición de CO2 también redujo las RE para los procesos de biosorción de Cu, Mn y Zn, siendo COM0
la condición más afectada en los estudios de C. vulgaris (Fig. 28 A, C, E). En esta condición, las RECu,3,
REMn,3 y REZn,3 alcanzaron los 83,5%, 43,4% y 40,1%, disminuyendo hasta alcanzar los valores de
55,2%, 9,3% y 0,6% a las 72 h, respectivamente. El efecto de la adición de CO 2 fue menos
pronunciado en condiciones con concentraciones más altas de MO, donde las RECu, REMn y REZn
permanecieron más altas que las alcanzadas en la prueba de control, pero más bajas que las
registradas en pruebas sin adición de CO2. Esta reducción en la RE de Cu, Mn y Zn podría asociarse
con la desintegración celular debida a la acidificación del pH causada por la adición de CO2 en el
medio. La eliminación de Cu a las 3h fue la única excepción a esta tendencia general, con eficiencias
que disminuyeron con la concentración de MO de cada condición, alcanzando valores similares o
incluso superiores a los obtenidos en estudios sin la adición de CO2. Las tendencias obtenidas en las
capacidades de biosorción fueron idénticas a las observadas en las eficiencias de eliminación
(relación directa con la MO) producto de la disminución en la concentración de C. vulgaris en esta
condición experimental. Las capacidades finales de biosorción oscilaron entre los 2,0 mg/g en C OM0
hasta los 2,8 mg/g en COM3 para Cu; los 0,3 mg/g en COM0 a los 1,8 mg/g en COM3 para Mn; y a partir
de los 0,03 mg/g en COM0 hasta los 2,9 mg/g en COM3 para Zn.

125
A. B.

C. D.

E. F.

Figura 28. Evolución de la eficiencia de eliminación (%) de cobre (Cu), manganeso (Mn) y zinc (Zn)
en estudios de biosorción con adición de CO 2 bajo diferentes concentraciones iniciales de MO,
realizados con cultivos de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA) a una
concentración de 1g SST/L y pH 7.0. A) CV-Cu; B) SA-Cu; C) CV-Mn; D) SA-Mn; E) CV- Zn; F) SA-Zn.
( ): COM0 (control); ( ): COM1 (40 mg de peptona/L y 27,5 mg de extracto de carne/L);
( ): COM2 (80 mg de peptona/L y 55 mg de extracto de carne/L) , y ( ): COM3 (160 mg
peptona/L y 110 mg de extracto de carne/L).

126
Por otro lado, la reducción en la eficiencia de eliminación obtenida en los estudios de S. almeriensis
con adición de CO2 se vio incrementada con la concentración inicial de MO (Fig. 28 B, D, y F). Los
resultados a 3 h presentaron la única excepción a esta regla, alcanzando tasas de RE más altas para
Cu, Mn y Zn en la condición COM3. En estas pruebas, las eficiencias de eliminación disminuyeron de
54,6%, 45,0% y 70,6% a las 3 h al 27,8%, 18,8% y 8,0% a las 24 h, respectivamente. El proceso de
biosorción más afectado por la adición de CO2 fue el asociado al Zn, el cual vio fuertemente afectada
sus tasas de RE independientemente de la concentración inicial de MO. Las capacidades de
biosorción de Cu, Mn y Zn en S. almeriensis mostraron una correlación inversa con la concentración
inicial de MO, con valores que disminuyeron desde los 2,1 mg/g en COM0 a 0,8 mg/g en COM3 para Cu,
de 1,7 mg/g en COM0 a 0,5 mg/g en COM3 para Mn, y de 1,0 mg/g en COM0 a 0,2 mg/g en COM3 para Zn.
Estos valores fueron más bajos que los obtenidos sin adición de CO 2, registrándose la mayor
disminución en las pruebas con COM3.

De manera contraria a lo esperado (estimulación del crecimiento microalgal y por tanto de la


eliminación con la adición de CO2) los resultados evidenciaron una negativa influencia de la adición
de CO2 en los procesos de biosorción de los MP, tanto con C. vulgaris como con S. almeriensis.
Previamente, tampoco se habían encontrado efectos positivos sobre el crecimiento de la biomasa
o la eliminación de nutrientes mediante la adición de CO2 en estudios de Chlorella sp., cultivadas en
aguas residuales que contienen altas concentraciones de MO en un sistema de fotobiorreactor
cerrado (Min et al., 2011). De hecho, estudios previos han determinado que la concentración óptima
de CO2 en estudios con Chlorella vulgaris P12 es de un 6.5% (Anjos et al., 2013), difiriendo en gran
parte con las altas tasas de crecimiento encontradas en los cultivos de Scenedesmus sp., a una
concentración de 20% de CO2 (Tang et al., 2011). Los estudios presentados sugieren que las altas
concentraciones de CO2 pueden inducir diferentes vías metabólicas entre las especies, afectando
importantemente la influencia de la MO en los procesos de biosorción de MP en general. Esto se
refleja directamente en la importante diferencia observada entre las capacidades totales de
biosorción para cada especie microalgal, presentando un efecto opuesto en el alcance total del
proceso. Al final del experimento, la capacidad total de biosorción de C. vulgaris aumentó
linealmente con las concentraciones iniciales de MO, abarcando una capacidad que va desde los 4,4
mg/g en COM0 hasta los 9,7 mg/g en COM3, mientras que en los estudios de S. almeriensis, la capacidad
de biosorción total disminuyó de 9,7 mg/g en COM0 a 3,9 mg/g en COM3. Las contrarias respuestas
observadas en el crecimiento microalgal frente a la adición de CO2 en el medio, producto de los
diferentes mecanismos de tolerancia de cada especie, podrían explicar este efecto.

Las diferencias encontradas entre las dos especies de microalgas puras en este estudio advierten
sobre el riesgo de extrapolar los resultados de biosorción de especies puras en estudios de
consorcios microalga-bacterias, como las que crecen en los fotobiorreactores para estudios de
tratamientos de aguas residuales. Aun así, estos resultados indican que las microalgas podrían
eliminar de manera eficiente los MP presentes en el agua, siempre y cuando este se encuentre con
un bajo contenido de MO, como el caso del agua del río Loa. Sin embargo, su efectividad podría
disminuir en tratamientos con fotobiorreactores con un alto contenido de MO, y que generalmente
son mantenidos con adición de CO2. Se requieren más experimentos in situ que estudien la

127
biosorción de MP en fotobiorreactores con aguas residuales, a fin de comprender completamente
el proceso real de la biosorción de MP en este sistema. Sin embargo, la biomasa microalgal sería un
efectivo complemento de bajo costo para la etapa de purificación, presentada en la etapa final del
proceso de descontaminación de aguas residuales.

5.4. RECUPERACIÓN DE MP ADSORBIDOS POR LA BIOMASA MICROALGAL

El proceso de recuperación de los metales es considerado como un factor clave para brindar
sustentabilidad al proceso global de la biorremediación, mejorando la viabilidad económica y
valorización al proceso. En este apartado se analizó la capacidad de recuperación de los metales
biosorbidos por la biomasa, comparando la eficiencia de tres tipos de eluyentes (HCl, NaOH y CaCl 2)
a dos concentraciones distintas (0.1 M y 0.2 M) y se evaluó el efecto de la MO en la recuperación.

En los estudios empleando C. vulgaris, las tasas de recuperación más altas se alcanzaron usando
como eluyente HCl, independientemente de los tiempos de muestreo y sin presentar diferencias
significativas (P > 0.05) entre las concentraciones 0.1 M y 0.2 M (Fig. 29A). La máxima tasa de
eficiencia se logró para la recuperación de As, usando como eluyente HCl 0,1 M (Y R,As,60: 89%). De
igual forma, las máximas tasas de eficiencia de recuperación de Cu, Mn y Zn se obtuvieron usando
HCL 0,2 M, alcanzando máximas YR de 81%, 80% y 78%, para Cu, Mn y Zn respectivamente, a los 60
min. La recuperación de B con HCl desde la biomasa de C. vulgaris resultó baja, con un rango de YR
de 15-20%, independientemente del tiempo de contacto. Estos resultados condicen con los
previamente encontrados en estudios de recuperación con la especie Halimeda gracilis, en donde
se observaron altas tasas de recuperación de YR,Cu que van desde 80% a 88%, cuando se aumentó
la concentración del eluyente HCl de 0,1 M a 0,2 M con un tiempo de contacto de 60 min (Jayakumar
et al., 2015).

En estudios usando S. almeriensis, el HCl 0,1 M consiguió las recuperaciones más altas para los MP:
As, Cu, Mn y Zn, destacándose una casi absoluta recuperación de Mn y Zn (Y R > 99%) en los primeros
10 minutos de estudio (Fig. 29B). Por el contrario, la recuperación de B usando HCl de S. almeriensis
fue baja, aunque mayor en HCl 0,2 M. Sin embargo, exceptuando el proceso de recuperación del B,
el aumento de la concentración de HCl de 0,1 M a 0,2 M disminuyó en un 50% las eficiencias de
recuperación para todos los MP de la SMM, siendo diferencias estadísticamente significativas (P =
0.001). Esto se debió probablemente al daño estructural que sufre la pared celular en presencia de
una alta concentración de un ácido fuerte (Abdolali et al., 2015b; Kołodyńska et al., 2017).

En este contexto, en un estudio de selección de eluyentes desarrollado para la recuperación de Co +2,


Cu+2 y Zn+2 a partir de biomasa de Spirulina platensis, se comparó el rendimiento de ácidos
inorgánicos, sales inorgánicas, agentes quelantes y ácidos orgánicos. Los resultados de este estudio
determinaron que las mayores eficiencias de recuperación de metales se obtuvieron utilizando
ácidos inorgánicos como eluyente, con tasas de recuperación mayores de 95% para cada metal,
empleando HCl 0,1 M como agente de elución (Vannela y Verma, 2006).

128
Por otro lado, el eluyente NaOH (0,1 M) proporcionó la mayor eficiencia de recuperación de As en
estudios con biomasa de C. vulgaris (YR,As,20: 93%), una recuperación moderada de Zn (YR,Zn: 40%) y
una baja eficiencia de recuperación para el resto de los elementos estudiados (Fig. 29C). En estudios
con C. vulgaris, el aumento en la concentración de NaOH a 0,2 M mejoró la recuperación de Zn
(YR,Zn,10: 55%) aunque disminuyó ligeramente la recuperación de As. Los estudios con S. almeriensis
proporcionaron menores eficiencias de recuperación que con C. vulgaris, presentando sus mayores
tasas de recuperación para As (YR,As,20: 70%) usando NaOH 0,1 M y para Cu (YR,Cu,20: 51%) usando
NaOH 0,2 M (Fig. 29D). No se observaron diferencias significativas (P> 0.05) en las tasas de
recuperación de metales entre las concentraciones de NaOH, por lo que no se puede asociar ningún
efecto relacionado con la concentración de NaOH en los estudios con S. almeriensis. Por otro lado,
las tasas de recuperación de Mn presentan una sustancial diferencia al emplear NaOH como
eluyente, resultando ser extremadamente bajas en comparación con los otros eluyentes estudiados.
Las tasas de recuperación se encontraron dentro del rango de Y R,Mn < 8%, siendo igual para ambas
especies de microalgas y en todas las condiciones analizadas.

Finalmente, el empleo del eluyente CaCl2 resultó en una importante evolución temporal de las
eficiencias de recuperación, que aumentaron con el tiempo para todos los elementos estudiados,
excepto en el caso del B (Fig. 29E, F). El aumento de la concentración de CaCl 2 a 0.2 M logró
aumentar las recuperaciones de As y Mn de C. vulgaris, alcanzando valores de YR,As,60 y YR,Mn,60 de
77% y 72%, respectivamente. Por otro lado, S. almeriensis presentó bajas tasas de recuperación en
todos los elementos, aunque la YR,B,10 alcanzada empleando CaCl2 0.2 M alcanzó un destacable valor
de 38%, la máxima eficiencia alcanzada para este elemento a lo largo de este estudio.

En conclusión, los resultados anteriormente mencionados confirman a HCl como el mejor agente
eluyente para los estudios de recuperación de la SMM estudiada desde biomasa microalgal,
alcanzando elevadas tasas de recuperación en ambas especies de microalgas. Con el objetivo de
disminuir los daños causados en la biomasa producto de la acidificación por parte del agente
eluyente y fomentar la reutilización de la biomasa en un posterior ciclo de adsorción, se recomienda
el empleo de HCl usando una baja concentración y cortos tiempos de contacto (0.1 M, 10 min).

Según los resultados anteriores, se seleccionó a HCl 0.1 M como agente eluyente para la evaluación
del efecto de la MO en la recuperación de MP desde la SMM estudiada. La presencia de MO en la
SMM dentro de la fase de carga inicial provocó que tanto en los estudios de C. vulgaris como S.
almeriensis se lograra una completa recuperación de As, Cu, Mn y Zn. Cabe destacar que la cinética
de la recuperación fue más rápida que la observada en el estudio previo de selección de eluyentes,
permitiendo una total recuperación (YR: ~ 100%) de As, Cu, Mn y Zn en solo 10 min de tiempo de
contacto. En el caso del B, la tasa de recuperación aumentó en C. vulgaris (YR,B,10: 26%), aunque
disminuyó ligeramente para S. almeriensis (YR,B,10: 18%). Por lo tanto, la presencia de MO en el medio
facilitó sustancialmente el proceso de recuperación de los MP, favoreciendo así el uso de la biomasa
en nuevos ciclos de adsorción/desorción.

129
A.B.
A. 100
100 B.B.
A. 100
100 B. 100

(%)

(%)
(%)

efficiency(%)
(%)

Desorption efficiency (%)


efficiency(%)
80
80 80
80 80

efficiency
efficiency

efficiency
efficiency

60
60 60
60 60

40
40 40
40 40
Desorption

Desorption
Desorption
Desorption
Recovery

Recovery
20
20 20
20 20

00 00 0
. As B Cu Mn Zn As BB Cu
As CuMnMn Zn
Zn .. As
As BB Cu
CuMnMn Zn
Zn As
As BB Cu
CuMnMn Zn
Zn .. As
As BB Cu
CuMnMn Zn
Zn As B Cu M
HCl 0.2 M HCl 0.1
HCl 0.1 M
M HCl 0.2
HCl 0.2 M
M HCl
HCl 0.1
0.1 M
M HCl
HCl 0.2
0.2 M
M HCl 0.1
e (min) Time
Time (min)
(min) Time (min)
C.C. 100
D.D.C.
D. 100 100
100 D. 100
(%)
(%)

(%)
(%)

Desorption efficiency (%)


efficiency(%)
efficiency(%)

80
80 80
80 80
efficiency

efficiency
Desorptionefficiency

efficiency
60
60 60
60 60

40
40 40
40 40
Desorption
Recovery

Desorption
Desorption

Recovery
20
20 20
20 20

. As B Cu Mn Zn 00 As B Cu Mn Zn . As B Cu Mn Zn 00
As BBCu
CuMn
MnZn
Zn . . As
As BB Cu
CuMn
MnZn
Zn 0
As B Cu Mn Zn . As B Cu Mn Zn As As B Cu M
NaOH 0.2 M NaOH 0.1 M NaOH 0.2 M NaOH 0.1
NaOH 0.1 MM NaOH 0.2
NaOH 0.2 M M
NaOH 0.1 M NaOH 0.2 M NaOH 0
me (min) Time
Time (min)
(min) Time (min)

E.F.
E. 100
100 F.E.
F. 100
100 E. 100
(%)
(%)

Desorption efficiency (%)


(%)

(%)
efficiency(%)

efficiency(%)

80
80 80
80 80
efficiency

efficiency
efficiency

efficiency

60
60 60
60 60

40
40 40
40 40
Desorption
Desorption
Desorption

Desorption
Recovery

Recovery

20
20 20
20 20

00 00 0
. As B Cu Mn Zn As
As B
B Cu
CuMn
Mn Zn
Zn .. As
As BB Cu
CuMnMn Zn
Zn As B
As B Cu
Cu Mn
Mn Zn
Zn .. As
As BB Cu
CuMn Mn Zn
Zn As B Cu M
CaCl2 0.2 M CaCl2 0.1 M CaCl
CaCl22 0.2
0.2 M
M CaCl
CaCl22 0.1
0.1 M
M CaCl2 0.2
CaCl 0.2 M
M CaCl2 0
2
me (min) Time (min)
Time (min) Time
Time (min)
(min)

Figura 29. Evolución de la eficiencia de recuperación de los metales pesados de una solución
multimetálica (%) en estudios de C. vulgaris (CV) y S. almeriensis (SA) a una concentración de 1 g
SST/L y pH 7.0, usando eluyentes (HCl, NaOH y CaCl 2) a dos concentraciones (0.1 M, 0.2 M). A) CV
- HCl, B) SA - HCl, C) CV - NaOH, D) SA - NaOH, E) CV - CaCl2, F) SA - CaCl2. ( ): 10 min, ( ): 20 min, (
): 60 min.

130
CAPÍTULO 6 .
“ESTUDIO DE BIOSORCIÓN DE UNA SOLUCIÓN
MULTIMETÁLICA DE MP POR BIOMASA
LIOFILIZADA DE CHLORELLA VULGARIS Y
SCENEDESMUS ALMERIENSIS OPERANDO EN
BATCH Y EN COLUMNAS DE LECHO FIJO”

131
6.1. PRÓLOGO

Los resultados presentados en el capítulo anterior muestran la importante reducción de las


eficiencias de eliminación de MP empleando microalgas por la presencia de MO en el medio. Estos
resultados llevan a plantearse la conveniencia de utilizar la biomasa microalgal como tratamiento
terciario para la purificación de aguas residuales ya tratadas o para la descontaminación de aguas
superficiales conteniendo MP, como las aguas del río Loa. El método de contacto más eficiente para
un tratamiento únicamente de eliminación de metales por adsorción son las columnas de lecho fijo.
Este modo de operación permite tratar importantes caudales de agua, alcanzando porcentajes de
eliminación muy elevados. Estas condiciones, sin embargo, no son adecuadas para el crecimiento
de las microalgas, por esta razón este estudio se realiza con biomasa muerta. En este contexto, la
presente investigación presenta una evaluación de la capacidad de biosorción de biomasa liofilizada
proveniente de dos especies de microalgas previamente estudiadas en los Capítulos 4 y 5, Chlorella
vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis (SA), desarrollándose estudios previos en modo batch que
proporcionen información para la operación posterior en columnas de lecho fijo.

En los estudios en modo batch, se comparó la capacidad total de biosorción multimetálica de las
biomasas muertas, con la sumatoria de los procesos de biosorción monometálica, evaluando la
capacidad de eliminación y el efecto del tiempo de contacto. Asimismo, se analizó el efecto de la
concentración inicial de la solución multimetálica, y se realizaron estudios cinéticos y de equilibrio.
El proceso de biosorción en la columna de lecho fijo se evaluó mediante análisis de curvas de
ruptura. Se estudiaron variables como la concentración del afluente y la tasa de flujo. Este estudio
permite consolidar el estudio del proceso de biorremediación para una posible aplicación in situ,
consiguiendo darle continuidad y aplicabilidad al proceso.

6.2. ESTUDIOS DE EQUILIBRIO CON BIOMASA LIOFILIZADA EN BATCH

Los estudios de biosorción desarrollados con biomasa liofilizada de C. Vulgaris y S. almeriensis


demuestran una importante reducción en la capacidad total de biosorción cuando la determinación
se realiza bajo la SMM estudiada. La suma de las capacidades de biosorción individuales obtenidas
en soluciones monometálicas alcanzó el valor de 16,6 mg/g y 17,2 mg/g usando C. vulgaris y S.
almeriensis, respectivamente. Estos valores resultan notablemente superiores a los 9,46 mg/g y 9,09
mg/g obtenidos cuando se adsorben metales de la solución multimetálica (SMM1X). Si bien las
reducciones más relevantes son las observadas en las capacidades de biosorción frente a As y B, la
influencia asociada a la presencia de los otros componentes del sistema produce variaciones en
todos los procesos, resultando en variaciones específicas para cada constituyente de la SMM (Fig.
30).

Por otro lado, los estudios monometálicos evidenciaron un claro efecto del tiempo sobre la
capacidad de biosorción, observándose un aumento a lo largo del proceso para todos los metales
estudiados, con excepción del B. Estos incrementos fueron mayores en C. vulgaris. La máxima

132
diferencia alcanzada en esta especie se observó en la eliminación de As, aumentando su REAs desde
los REAs,10: 18,2% y 12,2%, hasta los REAs,180: 29,6% y 21,9%, empleando C. vulgaris y S. almeriensis,
respectivamente. Por el contrario, los estudios multimetálicos no observaron variaciones
significativas entre las capacidades de biosorción a lo largo del tiempo (P > 0,35). En el caso
particular del As, esta invariabilidad de la capacidad de biosorción a lo largo del tiempo difiriere
sustancialmente de la tendencia observada en los estudios realizados con microalgas
metabólicamente activas, cuya capacidad de biosorción de As disminuye a las 3 h (sección 3.2.2).

Del mismo modo, los estudios monometálicos presentaron las máximas capacidades de biosorción
frente al B, con valores de REB,10 de 14,9% y 15,6%, para C. vulgaris y S. almeriensis, respectivamente.
No obstante, a diferencia de los otros elementos estudiados, las capacidades de biosorción de B
disminuyeron con el tiempo. Esta disminución fue mayor en C. vulgaris, cayendo hasta un REB,180 de
7,4%, en vez de los 11,8% observados en los estudios realizados con S. almeriensis. Además, de
manera similar al As, la biosorción de B se vio notablemente afectada al realizarse en la SMM. Los
valores de REB obtenidos en estudios multimetálicos disminuyeron desde una RE B,10 de 5,8% y 4,9%,
hasta las REB,180 de 2,8% y 4,1%, para las pruebas realizadas con C. vulgaris y S. almeriensis,
respectivamente.

Por otro lado, a pesar de continuar presentando mayores capacidades de eliminación en soluciones
individuales, el proceso de biosorción multimetálica presenta importantes rendimientos de
biosorción frente a Cu, Mn y Zn. En los estudios de Cu, se obtuvieron RE Cu,180 de 69,8% y 65,5% en
estudios multimetálicos, aunque inferiores a los 86,6% y 77,2% obtenidos en solución individuales,
para C. vulgaris y S. almeriensis, respectivamente. La reducción más importante ocurrió en el
proceso de biosorción del Mn, donde la interferencia produjo una disminución de casi la mitad de
la capacidad presentada en estudios individuales, pasando de un RE Mn,180 de 73,8% a un 37,8%
empleando C. vulgaris. En S. almeriensis este efecto también se observó aunque con menor fuerza,
reduciendo su REMn,180 de un 57,8% a un 49,3%. Finalmente, la REZn,180 disminuyó de los 85,7% y el
85,1% obtenidos en la solución individual de Zn, a los 78,1% y el 77,5% alcanzados en estudios con
la SMM, para C. vulgaris y S. almeriensis, respectivamente.

Estos resultados muestran la competencia entre los diferentes metales por los limitados sitios
activos encontrados en la superficie del biosorbente (Rodrigues et al., 2012). Otros estudios también
han demostrado efectos similares entre MP. Por ejemplo, se demostró una fuerte disminución en
la capacidad de biosorción de Zn empleando biomasa seca de las especies Chara aculeolata y Nitella
opaca, reduciéndose desde un 15,2 y 13,4 mg/g obtenidos en una solución monometálica de Zn,
hasta los 7,8 y 3,9 mg/g alcanzadas en una solución multimetálica compuesta por [Zn - Cd - Pb]
(Sooksawat et al., 2017). El detrimento de la capacidad de biosorción asociada a la interferencia por
otros elementos obtuvo diferentes magnitudes para cada componente de la SMM, clasificándose
en este estudio en particular con un orden descendente, en: As > B > Mn > Cu > Zn.

133
A. B.

Figura 30. Comparación de capacidades de biosorción (mg/g) entre soluciones individuales y


obtenidas en solución multimetálica (SMM), en estudios empleando biomasa liofilizada de
Chlorella vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B), a una concentración de 1 g/L y pH 7.0. ( ):
Solución individual, 10 min; ( ): Solución individual, 180 min; ( ): Solución multimetálica, 10
min; ( ): Solución multimetálica, 180 min

El proceso de biosorción fue significativamente influenciado por la concentración inicial de la SMM,


aumentando exponencialmente la capacidad total de biosorción al aumentar la concentración de
SMM1X a SMM4X (Fig. 31). En los estudios desarrollados con C. vulgaris, la capacidad de biosorción
total alcanzó los 9,46 mg/g para SMM1X, 16,82 mg/g para SMM2X y 56,05 mg/g para SMM4X, con
similares magnitudes a los obtenidos en los estudios con S. almeriensis, cuyas capacidades de
biosorción alcanzaron los 9,09 mg/g, 17,39 mg/g y 56,27 mg/g a las concentraciones SMM1X, SMM2X
y SMM4X, respectivamente.

Este importante aumento en la capacidad de biosorción se puede relacionar directamente con la


fuerza motriz producida por las altas concentraciones iónicas de las soluciones estudiadas, las cuales
prevalecen sobre los efectos de transferencia de resistencia de masa producidas por los iones de los
MP implicados en el proceso general de biosorción (Abdulaziz y Musayev, 2017). Asimismo, se
observan notables diferencias en la composición fraccional (asociada a la capacidad de biosorción
sobre cada componente de la SMM) en las diferentes concentraciones de SMM. Estas diferencias
presentadas en las composiciones totales resultaron similares en ambas especies de microalgas (Fig.
31).

134
A. B.

Figura 31. Capacidad total de biosorción (mg/g) de la biomasa liofilizada de Chlorella vulgaris (A)
y Scenedesmus almeriensis (B) a diferentes concentraciones de una solución multimetálica,
desarrollado a una concentración de 1 g/L, a pH 7.0 y un tiempo de contacto de 180 min. ( ):
Arsénico, ( ): boro, ( ): cobre, ( ): manganeso y ( ): zinc.

La biosorción de As mostró una correlación directa con la concentración de SMM, aumentando


extraordinariamente su REAs a mayor concentración de la SMM utilizada. En la menor concentración
estudiada (SMM1X), la fracción asociada a As fue insignificante, con valores de RE As,180 de 1,2% y 0,3%.
Sin embargo, esta fracción aumentó a 6,6% y 6,1% en SMM2X, y alcanzó su máximo valor en SMM4X,
con REAs,180 de 27,8% y 25,5% y valores de q As,180 de 16,83 mg As/g y 15,40 mg As/g, en estudios
desarrollados con C. vulgaris y S. almeriensis, respectivamente. Este aumento convierte al As en el
segundo elemento más eliminado en los estudios de SMM4X, representando el 30% y el 28% de la
capacidad total de biosorción, respectivamente (Fig. 31).

Por el contrario, cuando las concentraciones de la SMM se hicieron mayores, el proceso de


biosorción de B mostró una drástica disminución. En los estudios con SMM1X, el qB,180 alcanzó valores
de 2,92 mg B/g para C. vulgaris y de 2,43 mg B/g para S. almeriensis, representando la fracción más
alta entre los constituyentes de la SMM1X (Fig. 32). Sin embargo, el B captado disminuyó a 1,92 mg
B/g y 1,93 mg B/g en SMM2X y resultó casi nulo en SMM4X, alcanzando una capacidad de solo un
0,17 mg B/g y 0,89 mg B/g en los estudios con C. vulgaris y S. almeriensis, respectivamente.

El crecimiento de la capacidad total de biosorción también afectó a los procesos de eliminación de


Cu, Mn y Zn. En C. vulgaris, el RECu,180 aumentó de 69,8% en SMM1X a 77,6% en SMM2X, y se posicionó
con el máximo rendimiento en SMM4X, con un notable 96,2%. Este valor fue el máximo alcanzado
entre los componentes de la SMM en todas condiciones estudiadas. La misma tendencia se observó
en los estudios de S. almeriensis, aunque con capacidades ligeramente más bajas que las obtenidas
por C. vulgaris. Los valores finales de qCu,180 alcanzaron los 2,28 mg/g, 5,55 mg/g y 17,77 mg/g
obtenidos con C. vulgaris; y los 2,13 mg/g, 5,20 mg/g y 17,51 mg/g alcanzados con S. almeriensis,
en las concentraciones SMM1X, SMM2X y SMM4X, respectivamente.

135
De manera similar, la biosorción de Mn y Zn aumentó linealmente con la concentración de la SMM,
aunque alcanzando menores rendimientos que los observados en el proceso de biosorción de Cu.
En el caso del Mn, los rendimientos más altos se encontraron en los estudios de S. almeriensis, cuyos
valores de qMn,180 alcanzaron los 1,76 mg/g, 3,33 mg/g y 7,57 mg/g empleando SMM 1X, SMM2X y
SMM4, mientras que en, C. vulgaris se obtuvieron capacidades de 1,35 mg/g, 2,31 mg/g y 6,55 mg/g,
respectivamente.

Estos menores aumentos de capacidad de eliminación de Mn y Zn, llevaron a eficiencias de


eliminación de estos elementos menores en SMM2X que en SMM1x, aunque volvieron a aumentar
para SMM4x alcanzando valores de REMn,180 y REZn,180 de 32,7% y 72,8% en C. vulgaris y 47,2% y 73,5%
en S. almeriensis, respectivamente. A pesar de esto, el fuerte incremento observado en la capacidad
total de eliminación en SMM4X favoreció el aumento de los valores de RE Mn y REZn en SMM4X,
alcanzando sus máximas RE de 44,2% y 51,1% para C. vulgaris, y 86,8% y 87,8% para S. almeriensis.

Los resultados demuestran que la concentración inicial de la SMM es un factor determinante en el


proceso de biosorción, pudiendo modificar la capacidad total y fraccional producida por la biomasa
microalgal para los sistemas multimetálicos. Las interacciones entre los sitios de unión entre la
superficie de la biomasa y las especies iónicas dependen directamente de las propiedades
fisicoquímicas de cada ion metálico, en donde el radio iónico y la electronegatividad de cada
elemento juegan un rol preponderante en el proceso de biosorción general (Mendoza-castillo et al.,
2018). Los resultados presentados permiten concluir que en los procesos de biosorción
multimetálica, los iones con bajo radio iónico consiguen mayores tasas de biosorción en soluciones
con baja concentración, favoreciéndose en este estudio la captación de elementos como el B y el
Mn. Sin embargo, cuando el proceso de biosorción se desarrolla con una elevada fuerza iónica, los
iones con mayor peso atómico son favorecidos, siendo en este caso los MP As, Cu y Zn.

A. B.

Figura 32. Comparación de la relación fraccional (%) en la capacidad de biosorción multimetálica


total (QT) a diferentes concentraciones de la SMM, empleando biomasa liofilizada de Chlorella
vulgaris (A) y Scenedesmus almeriensis (B), a 1 g/L, pH 7.0 y a 180 min de tiempo de contacto. (
: As, ( ): B, ( ): Cu, ( ): Mn, and ( ): Zn.

136
6.3. ESTUDIOS CINÉTI COS DEL PROCESO DE BIOSORCIÓN

Los datos experimentales del proceso de biosorción de la SMM no se ajustaron al modelo cinético
de pseudo-primer orden (datos no mostrados). Sin embargo, el ajuste al modelo cinético de pseudo-
segundo orden proporcionó muy buenos resultados (Fig. 33). Los valores de los parámetros
cinéticos ajustados y sus respectivos coeficientes de regresión se muestran en la Tabla 15.

A. B.

Figura 33. Aplicación del modelo cinético de pseudo-segundo orden en el proceso de biosorción
de una solución multimetálica a diferentes concentraciones empleando biomasa liofilizada de A)
Chlorella vulgaris y B) Scenedesmus almeriensis. ( ): SMM1X, ( ): SMM2X, ( ): SMM4X.

Tabla 155. Parámetros de ajuste y coeficiente de correlación del modelo de pseudo segundo orden
en el proceso de biosorción de una solución multimetálica realizadas a diferentes concentraciones
mediante el uso de biomasas liofilizadas de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis
(SA).

Especie C0 qexp h qe k2 R2
mg/g mg/g*min mg/g g/mg*min
CV SMM1X 9.46 8.32 9.45 0.09 0.9995
CV SMM2X 16.82 14.66 16.78 0.05 0.9995
CV SMM4X 56.05 294.12 56.18 0.09 1
SA SMM1X 9.09 2.89 9.13 0.03 0.9963
SA SMM2X 16.16 13.72 16.18 0.05 0.9984
SA SMM4X 57.77 133.33 55.56 0.04 0.9999

137
La calidad del ajuste del modelo cinético se puede evaluar mediante los elevados valores del
coeficiente de correlación R2. La proximidad entre la capacidad máxima experimental y ajustada
corrobora la bondad de estos resultados y confirma que el tiempo de 180 horas es suficiente para
alcanzar el equilibrio. El modelo de pseudo-segundo orden asume que el control de la velocidad de
la cinética de la biosorción se produce por efecto de la quimiosorción (Soto et al., 2017). Este
mecanismo involucra fuerzas de valencia a través del reparto o intercambio de electrones entre el
adsorbente y el adsorbato (Ali et al., 2016).

La aplicación del modelo de adsorción de Langmuir en el proceso de biosorción de la SMM arrojó


un limitado valor en el coeficiente de correlación (R 2), por lo que se podría considerar la invalidez
de este modelo para el proceso estudiado Tabla 16). Sin embargo, el ajuste realizado con el modelo
de adsorción de Freundlich, resultó aceptable (R2 > 0,95). Por lo tanto, es posible asumir que el
modelo más adecuado para describir los valores de equilibrio alcanzados en el proceso de biosorción
de la SMM es el modelo de Freundlich (Fig. 34). Por otro lado, el valor de parámetro n > 1 alcanzado
en los estudios de C. vulgaris permite indicar que este proceso fue fuertemente favorecido, mientras
que la obtención del parámetro n < 1 en el caso de S. almeriensis, considera que el proceso de
biosorción bajo esta especie se desarrolló bajo el mecanismo de quimiosorción (Soto et al., 2017).
En consecuencia, la biosorción de la SMM bajo estas dos especies microalgales se pueden considerar
como un proceso de adsorción no homogénea, lo cual se puede justificar por la desigualdad en la
concentración que los sitios de unión presentan en la superficie microalgal, los diferentes tipos de
grupos funcionales involucrados en el proceso de biosorción y la diferente afinidad de cada sitio de
unión con los componentes de la SMM (Negm et al., 2018).

Tabla 16. Constantes y coeficiente de correlación del modelo de pseudo segundo orden en el
proceso de biosorción de una solución multimetálica realizadas a diferentes concentraciones
mediante el uso de biomasas liofilizadas de Chlorella vulgaris (CV) y Scenedesmus almeriensis
(SA).
Isotermas de Adsorción
Especie microalgal Langmuir Freundlich
R2 N KF R2
CV 0.6722 1.405 3.407 0.9496
SA 0.8321 0.749 4.806 0.9626

138
Figura 34. Perfiles de las isotermas de adsorción de Freundlich implicadas en el proceso de
biosorción de una solución multimetálica, usando biomasa microalgal liofilizada. ( ):
Chlorella vulgaris y ( ): Scenedesmus almeriensis.

6.4. ESTUDIOS PRELIMINARES EN COLUMNAS DE LECHO FI JO

Los resultados del estudio parecen demostrar que no es posible observar una correlación entre el
tiempo de ruptura y la concentración del afluente en los estudios multimetálicos desarrollados con
biomasa de C. vulgaris y S. almeriensis, presentando notables diferencias entre ellas (Fig. 35). Los
tiempos de ruptura obtenidos en C. vulgaris fueron de 36 min para SMM0.5X, 26 min en SMM1X y 66
min en SMM2X. Sin embargo, el tiempo de agotamiento fue de 180 min, resultando ser
independiente de la concentración inicial de la SMM en el afluente. En S. almeriensis, los tiempos
de ruptura fueron de 11 min en SMM0.5X, 23 min en SMM1X y 20 min en SMM2X, mientras que el
tiempo de agotamiento se alcanzó solo en el estudio empleando la SMM 1X, a los 210 min. Los
menores tiempos de ruptura alcanzados en los estudios empleando S. almeriensis están de acuerdo
con los menores valores de k2 encontrados en la Tabla 17, para valores idénticos de q e. Las
dificultades para determinar el efecto de la concentración de la SMM pueden relacionarse
directamente con las mayores tasas de biosorción encontradas en el equilibrio en los estudios
desarrollados en sistema batch, las cuales aumentan directamente con la concentración del afluente
y a las importantes interferencias presentadas en el proceso de adsorción entre los elementos de la
SMM, en donde posiblemente el aumento de la concentración modifique el orden de preferencia

139
de adsorción de cada elemento en la columna de lecho fijo, modificando las tasas de adsorción, y
su respectiva cinética, en el proceso general de la SMM.

A. B.

Figura 35. Efecto de la concentración total del afluente de las curvas de ruptura implicadas en el
proceso de biosorción de una solución multimetálica usando biomasa microalgal floculada a una
tasa de flujo de 3 mL/min A) Chlorella vulgaris, B) Scenedesmus almeriensis. ( ): SMM0.5X, (
): SMM1X, ( ): SMM2X.

Los resultados demuestran una relación inversamente proporcional entre los tiempos de ruptura y
agotamiento con las tasas de flujo (Fig. 36). En C. vulgaris, el tiempo de ruptura disminuyó desde los
66 min obtenidos en estudios desarrollados a 3 ml/min, hasta los 33 min y 22 min empleando tasas
de flujo de 6 ml/min y 9 ml/min, respectivamente. Estos datos son comparables a los reportados
para la biosorción de Cu (II) utilizando biomasa de Spirogyra neglecta en columnas, en los que el
tiempo de ruptura se redujo de 1,5 h a 0,6 h cuando el caudal aumentó de 3 ml/min a 5 ml/min
(Singh et al., 2012). La fuerte disminución de la eficiencia producida por el uso de mayores caudales
en el proceso de biosorción está relacionada con una importante resistencia del proceso de
adsorción haciendo necesario operar con bajas tasas de flujo en este tipo de proceso (Mishra, et al
2016).

140
Figura 36. Efecto de la tasa de flujo en las curvas de ruptura implicadas en el proceso de biosorción
de una solución multimetálica usando biomasa floculada de Chlorella vulgaris, a pH 7.0 y una
concentración del afluente de SMM2X. ( ): 3 ml/min, ( ): 6 ml/min y ( ): 9 ml/min.

141
CAPÍTULO 7.
CONCLUSIONES

142
7.1. CONCLUSIONES

Los estudios desarrollados en la presente tesis doctoral demuestran la factibilidad del uso de la
biomasa microalgal como agente de biorremediación para la depuración de aguas contaminadas
con MP. En particular, se ha demostrado la efectividad de cuatro especies microalgales verdes
(Chlamydomonas reinhardtii, Chlorella vulgaris, Scenedesmus almeriensis y Chlorophyceae sp.,
aislada de la zona de estudio en el río Loa) en procesos de depuración biológica sobre los elementos:
As, B, Cu, Mn y Zn presentes en soluciones acuosas; analizando factores de operación, procesos de
integración y entregando directrices que permitirían brindarle viabilidad a este sistema.

Con los resultados alcanzados en el Capítulo 4 se sustenta la factibilidad del uso de la biomasa
microalgal como agente de biorremediación para la depuración de aguas contaminadas con MP y
se define la influencia de los principales parámetros dentro del proceso de biosorción, proyectando
una aproximación inicial sobre el mecanismo que debería presentar el tratamiento de las aguas del
río Loa. Las pruebas de viabilidad demostraron la tolerancia de las cuatro especies microalgales
frente a las máximas concentraciones estudiadas de As (12 mg/L), Mn (6 mg/L) y Zn (6 mg/L). Sin
embargo, en los estudios frente a B y Cu se alcanzaron distintos rangos de tolerancia en función de
la especie y concentración del elemento. Sorprendentemente, la especie Chlorophyceae sp., aislada
desde la zona de estudio, resultó ser la especie más sensible frente a B y Cu, con una inhibición del
36% a partir de los 60 mg B/L y un retraso en el crecimiento a 2 mg Cu/L e inhibición total desde los
4 mg Cu/L. S. almeriensis presentó inhibiciones de 80% a 120 mg B/L y a 6 mg Cu/L, convirtiendo a
C. vulgaris y C. reinhardtii como las especies más resistentes para B y Cu, respectivamente. Esta
variación se asocia principalmente a la alta toxicidad del Cu para el metabolismo microalgal y la
elevada concentración de B utilizada en este estudio.

Por otro lado, las pruebas de biosorción lograron demostrar altas tasas de eliminación para todos
los elementos estudiados, destacándose los procesos frente a Cu, Mn y Zn. En estudios con
concentraciones iniciales de 3 mg/L, las mayores eficiencias de eliminación fueron de un 99,4% para
Mn (C. vulgaris, pH 7,0, 180 min), 91,9% para Zn (Chlorophyceae sp., pH 5,5, 180 min) y 88% para Cu
(Chlorophyceae sp., pH 7.0, 10 min). Para As, se alcanzó un máximo de 40,7% de eliminación (S.
almeriensis, pH 9,5, 180 min) desde una concentración inicial de 12 mg As/L, y en el caso del B se
alcanzó un 38,6% (S. almeriensis, pH 5.5, 10 min) a partir de 60 mg B/L. Además, se determinó que
el pH influye individualmente frente a cada elemento, destacándose una mayor eliminación de Mn
y Zn a pH 5,5 (Chlorophyceae sp., y S. almeriensis), y la eliminación de Cu a pH 7,0 (Chlorophyceae
sp). Los procesos de eliminación de As y B alcanzaron su mayor capacidad de biosorción al menor
tiempo de contacto (10 min), demostrando una rápida cinética del mecanismo de adsorción de estos
elementos, mientras que el tiempo de contacto favoreció una mayor capacidad de eliminación en
los procesos de Cu, Mn y Zn, alcanzando un mejor desempeño a los 180 min de iniciado el
experimento.

Por otro lado, la especie Chlorophyceae sp., presentó un notable desempeño en los ensayos de
biosorción multimetálica (As: 12 mg/L, B: 60 mg/L, Cu, Mn y Zn: 3 mg/L; pH 7.0), aumentando su
capacidad de eliminación frente a los elementos estudiados, sin perder la capacidad de biosorber B.

143
Comparado con los estudios monometálicos, en todas las otras especies la biosorción multimetálica
produjo drásticas caídas en la capacidad de eliminar B, alcanzando mínimos de hasta un 0,2% en el
caso de C. reinhardtii. El hecho que Chlorophyceae sp., sea la única especie aislada de la zona
contaminada sugiere la presencia de importantes modificaciones metabólicas en esta especie para
enfrentar el estrés producido por desarrollarse en medioambientes contaminados. Los estudios de
caracterización realizados mediante la técnica de FTIR confirmaron que las mayores interacciones
producidas entre la biomasa microalgal y los elementos estudiados se alcanzaron frente a As (1150-
1300 cm-1) asociado a los grupos P = O, y a Cu (3300, 1741, 1535, 1350-1400 cm-1) relacionados con
los grupos carboxilo y amidas de la superficie microalgal.

Los resultados de este estudio sugieren la no existencia de competencia por los sitios libres
presentes en la pared celular de las microalgas, ya que la reducción en la capacidad de biosorción
con el tiempo de algunos metales no se vio compensada por el aumento de la biosorción de los
otros elementos. De igual modo, confirman la factibilidad del uso de la biomasa microalgal como
agente biosorbente para la eliminación de MP del agua.

Posteriormente, con el fin de optimizar y reducir el costo de operación de la técnica de


biorremediación microalgal, se estudió la factibilidad de asociar esta técnica al proceso de
tratamiento de aguas residuales. Para ello, se estudió la capacidad de biosorción de las especies C.
vulgaris y S. almeriensis, las cuales fueron previamente analizadas con buenos resultados de
biorremediación y son comúnmente utilizadas para tratamiento de aguas residuales, frente a una
solución multimetálica compuesta por As: 12, B: 60, Cu, Mn y Zn: 3 mg/L, estudiándose a diferentes
concentraciones de MO y CO2.

Los resultados obtenidos en el Capítulo 5 evidenciaron que la presencia de MO produce una fuerte
disminución en la capacidad de eliminación de los componentes de la solución multimetálica. Los
resultados demuestran una disminución de un 22,7% y un 11,1% en las capacidades finales de
biosorción por efecto de la presencia de MO, en estudios desarrollados con C. vulgaris y S.
almeriensis, respectivamente. El monitoreo de las variables del sistema (pH, concentración del TOC
y crecimiento celular) demostró la presencia de una correlación directa entre la concentración inicial
de la MO del sistema con el crecimiento celular y el consumo de TOC. Por esta razón, el efecto
negativo asociado con la concentración de MO en el proceso de biosorción se redujo durante el
transcurso del experimento. Los procesos específicos más fuertemente afectados por la presencia
de MO en el sistema fueron los implicados a la eliminación de As (desde 2,2 a 0,0 mg/g usando C.
vulgaris y desde 2,3 a 1,7 mg/g usando S. almeriensis) y Cu (de 3,2 a 2,3 mg/g en C. vulgaris y de 2,1
a 1,6 mg/g usando S. almeriensis). Esta variación responde a una respuesta metabólica de las
especies, ya que una alta concentración de MO debilita el efecto tóxico de los MP, favoreciendo el
crecimiento celular. En consecuencia, la MO es consumida por la biomasa celular, disminuyendo así
su concentración en el medio y su efecto negativo asociado al proceso de biosorción.

Del mismo modo, el suministro de CO2, habitualmente empleado en fotobiorreactores, produjo una
disminución de la capacidad total de biosorción en ambas especies de microalgas, reduciendo su
capacidad en un 27% (desde 10,1 mg/g a 7,1 mg/g) en estudios desarrollados con C. vulgaris y en
un 35% (desde 11,0 mg/g a 6,6 mg/g) empleando S. almeriensis. El suministro de CO2 produjo un

144
severo efecto en el crecimiento celular de la especie C. vulgaris, inhibiendo su desarrollo en todas
las condiciones estudiadas. Esta inhibición sería un efecto combinado entre la acidificación del
medio producto del suministro directo de CO2 y las condiciones de estrés generadas por la presencia
de los MP constituyentes de la solución multimetálica. La alteración de parámetros del medio de
cultivo, tales como el pH y la concentración de CO2, produjo variaciones especie-especificas
producto de la natural diferencia presente entre los metabolismos de cada especie microalgal. Entre
las dos especies estudiadas, S. almeriensis presentó una mayor capacidad de tolerancia frente a la
toxicidad producida por la presencia de MP, alcanzando mejores rendimientos en los procesos de
biosorción de As y un mayor consumo de TOC dentro del sistema multimetálico.

Esto hace concluir que el uso de microalgas para tratamientos de contaminación puede ser útil en
cuerpos de aguas cuya concentración de carga orgánica sea baja, o que requiera de un proceso de
dilución previo. Según la naturaleza del río Loa, cuyas aguas presentan una baja concentración de
MO, el uso de un sistema basado en microalgas puede ser útil para la depuración de la
contaminación en la etapa final del proceso de depuración. Esta técnica brinda una oportunidad
importante para el desarrollo de tecnologías de depuración en campo para poblaciones aisladas,
confirmando que es posible utilizar el proceso de biorremediación microalgal en las condiciones de
operación que normalmente trabajan los fotobiorreactores.

Por otro lado, la evaluación del proceso de recuperación de metales demostró que entre los
eluyentes estudiados (HCl 0.1 M, HCl 0.2 M, NaOH 0,1 M, NaOH 0,2 M, CaCl 2 0.1M y CaCl2 0.2 M) el
agente eluyente HCl 0.1 M alcanzó las mejores eficiencias de recuperación, alcanzando tasas que
van sobre el 85% para el caso del As, 92% para Cu, y casi una completa recuperación (≈ 100%) para
Mn y Zn. La presencia de MO durante la fase de carga repercutió positivamente en las posteriores
tasas de recuperación, produciendo la desorción completa de los elementos As, Cu, Mn y Zn desde
la biomasa de ambas especies, al usar HCl 0.1 M como agente eluyente.

Finalmente, ante la reducción de la adsorción de MP en presencia de MO y CO2, se decidió estudiar


el potencial de adsorción de microalgas muertas. Por esta razón, en el Capítulo 6 se evaluó la
capacidad de adsorción de MP con microalgas liofilizadas tanto en modo batch como en columna
de lecho fijo.

Los resultados de los estudios en modo batch desarrollados en el Capítulo 6 evidenciaron una fuerte
interferencia entre los elementos en la capacidad de biosorción en el sistema multimetálico. La
disminución de la capacidad de biosorción asociada a la interferencia por presencia de los otros
constituyentes del sistema multimetálico presentó diferentes magnitudes para cada elemento
estudiado, resultando en un orden de magnitud: As > B > Mn> Cu > Zn. El orden de estas
interferencias permite inferir una fuerte influencia de la densidad atómica de cada elemento, a
excepción del As. La especiación de este elemento hace que su comportamiento difiera del de los
otros constituyentes de la solución multimetálica.

Por otro lado, la capacidad de biosorción total resultó ser fuertemente dependiente de la
concentración del sistema multimetálico (SMM). Las máximas capacidades de biosorción fueron
obtenidas empleando la SMM4X (As: 48 mg/L, B: 240 mg/L, Cu-Mn-Zn: 12 mg/L), con valores de 56,0

145
mg/g en C. vulgaris y 56,3 mg/g en S. almeriensis, siendo valores 6 y 3,5 veces superiores a los
observados en SMM1X (As: 12 mg/L, B: 60 mg/L, Cu-Mn-Zn: 3 mg/L) y SMM2X (As: 24 mg/L, B: 120
mg/L, Cu-Mn-Zn: 6 mg/L). De igual forma, SMM4X presentó las mayores eficiencias de eliminación
con esta concentración, con un máximo de RECu de 96,2% empleando C. vulgaris. Este aumento se
asocia con la fuerza motriz producida por las altas concentraciones iónicas de las soluciones
estudiadas. Se observó que, mientras el aumento en la concentración de SMM favorece
directamente la eliminación de As, Cu, Mn y Zn, la eliminación de B se vio dramáticamente afectada.
Esta disminución en las tasas de eliminación de B ocurre tanto en estudios con microalgas vivas
como en microalgas muertas.

Por otro lado, los estudios cinéticos en modo Batch demostraron que el proceso de biosorción
multimetálico se ajustó a un modelo cinético de Pseudo-segundo orden. Aun así, se presentaron
diferencias en cuanto a la rapidez del proceso entre las especies estudiadas, observándose una
cinética considerablemente más rápida en el estudio realizado con C. vulgaris por sobre los
observados con S. almeriensis.

Finalmente, los estudios preliminares de biosorción en columnas de lecho fijo demuestran la


necesidad de operar con bajas tasas de flujo (3 mL/min), aunque no se observó una tendencia clara
respecto a la concentración del afluente. Los estudios de equilibrio y de cinética de biosorción
presentaron efectos contrapuestos al aumentar la concentración de las soluciones, posiblemente
por las contribuciones monometálicas de los elementos constituyentes de la solución estudiada.
Aun así, los resultados permiten evidenciar un mayor desempeño empleando biomasa de la especie
C. vulgaris. Con esta contribución, es posible validar que al sistema de columnas de lecho fijo como
un sistema apto para el proceso de biorremediación de aguas basado en biomasa microalgal,
marcando un real antecedente para un futuro escalamiento del proceso.

7.2. RECOMENDACIONES PARA FUTUROS TRABAJOS

Considerando todos los resultados aportados en esta investigación, así como también sus
limitaciones asociadas, los próximos estudios que se desarrollen sobre la temática de tratamiento
de aguas basado en el uso de biomasa microalgal deben considerar los siguientes aspectos:

 Con el fin de llevar a cabo una aplicación práctica de los resultados obtenidos, resulta
necesario ensayar con muestras reales provenientes del área que se pretende tratar, con el
fin de evaluar el uso de la biomasa microalgal in situ. Se recomienda considerar el efecto de
otros componentes presentes en la composición fisicoquímica del rio Loa, que producto de
la estructura del estudio propuesto en el Capítulo 4 no pudieron ser considerados, como la
dureza del agua, la carga iónica y la variabilidad inter-estacional. De este modo, se podría
conseguir la sistematización y así, brindar un real aporte para la descontaminación del río
Loa en esta área de estudio.

146
 Considerando los resultados de los capítulos 4 y 5, resulta relevante conocer aspectos
cinéticos del proceso de biorremediación, diferenciando cuantitativamente la influencia de
los procesos de biosorción y bioacumulación dentro el proceso total de biorremediación,
con el fin de intentar el desarrollo de ambos procesos con los parámetros de operación. Del
mismo modo, resultaría conveniente discernir posibles procesos de precipitación
fácilmente reversibles, como posibles mecanismos de recuperación de MP, especialmente
en sistemas multicomponentes complejos como el analizado en esta investigación.

 Las diferencias metabólicas asociadas a los resultados obtenidos en los estudios presentado
en los Capítulos 4 y 5 plantean la necesidad de conocer más allá sobre los principales
mecanismos metabólicos presentes en las especies microalgales para hacer frente a la
toxicidad de los MP. El rol del metabolismo microalgal podría ser clave para desarrollar una
posible línea de investigación asociada a la modificación metabólica de una especie para
conseguir una mayor producción de proteínas implicadas en la protección frente al proceso
de estrés oxidativo. Resulta también de gran interés conocer como esas modificaciones
afectan a la composición de las microalgas, estudiando la posible acumulación de productos
de alto valor comercial como respuesta al estrés en presencia de MP. El conocimiento de
los metabolismos de las algas en presencia de MP permitiría también variar las condiciones
de operación, para conseguir los resultados requeridos.

 Con relación al Capítulo 5, se recomienda continuar los estudios de biorremediación


trabajando con consorcios de especies, con el fin de considerar la interacción interespecie
en los mecanismos de remediación y conseguir un tratamiento sustentable que brinde una
disminución en la variabilidad de los resultados a lo largo del tiempo. El estudio de
consorcios microalga-bacteria presenta un especial interés debido a su presencia en los
fotobiorreactores de tratamiento de aguas, la sinergia entre los organismos y a la
importante capacidad de adsorción de las bacterias, ampliamente mencionada en la
literatura.

 El estudio de recuperación realizado en el Capítulo 5 brinda importantes resultados en


función de la capacidad de recuperar los metales que habían sido previamente capturados
por la biomasa microalgal, resultando ser un proceso simple y de fácil aplicación. Esto brinda
una oportunidad de que una vez producido el proceso de separación, la biomasa pueda ser
utilizada como materia prima para nuevos procesos de valorización. En función de los
resultados obtenidos, se recomienda probar la viabilidad de la biomasa al final del proceso
de recuperación. En el caso de presentar altas tasas de viabilidad, la biomasa podría ser
considerada para ingresar a un nuevo ciclo de depuración mediante un proceso de
recirculación dentro del sistema. En caso contrario, se requeriría caracterizar la biomasa con
el propósito de evaluar posibles modificaciones estructurales en las células microalgales y
definir una nueva línea de investigación con el fin de utilizar la biomasa resultante para la
generación de bioproductos de alto valor agregado.

147
 Los resultados obtenidos en los Capítulos 4, 5 y 6 demostraron una baja capacidad de
eliminación del B en los estudios de biosorción. A pesar de ser el elemento con la menor
toxicidad dentro de los constituyentes de la SMM, el B es actualmente uno de los mayores
agentes de contaminación en la zona de estudio. Se requeriría continuar investigando el uso
de otros sistemas con el fin de disminuir la concentración de B en el agua. Sin embargo, la
misma presencia de este elemento puede resultar favorable para el tratamiento de otros
metales más tóxicos, debido a que la presencia del B en la solución favorece un aumento en
la solubilidad de los complejos metálicos, lo cual puede ser muy útil para desarrollar
estudios de descontaminación en sistemas multimetálicos en fotobiorreactores.

 En el Capítulo 5 se alcanzaron altas tasas de recuperación para As, Cu, Mn y Zn. La


recuperación se debe a que los metales están principalmente retenidos en la superficie
microalgal por lo que el proceso es altamente reversible, pero ¿qué ocurre con el B, que
aunque presenta bajas tasas de biosorción su recuperación también es baja? Para resolver
esta interrogante se requeriría realizar estudios que determinen la presencia de este
elemento tanto al interior como al exterior, para así determinar porcentajes específicos de
adsorción/bioacumulación y elucidar posibles mecanismos de recuperación para este
elemento.

 El Capítulo 6 nos brinda los primeros estudios preliminares del uso de columnas de lecho
fijo en procesos de biorremediación microalgal, permitiendo demostrar su utilidad para un
posible escalamiento de este sistema. Sin embargo, el alcance de estos estudios continúa
siendo bajo y se requiere continuar desarrollando estudios en esta área para comprender
con más profundidad los parámetros implicados del sistema. De igual modo, se recomienda
comparar distintos mecanismos de inmovilización microalgal con el fin de determinar el
grado de influencia de este factor en el rendimiento global del proceso de depuración de
MP empleando biomasa microalgal y hacer análisis económicos del mismo.

148
CAPÍTULO 8.
REFERENCIAS

149
8.1. REFERENCIAS

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ANEXOS

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Comparative uptake study of arsenic, boron, copper, manganese and zinc from water by different green
microalgae

Ricardo Saavedraa,b, Raúl Muñoza, María Elisa Taboadab, Marisol Vega c, Silvia Boladoa*

a
Department of Chemical Engineering and Environmental Technology, Valladolid University, Dr. Mergelina,

s/n, 47011, Valladolid, Spain.

b
Department of Chemical Engineering, Antofagasta University, Universidad de Antofagasta Avenue 02800,

CP 1240000, Antofagasta, Chile

c
Department of Analytical Chemistry, Valladolid University, Campus Miguel Delibes, Paseo Belén 7, 47011,

Valladolid, Spain.

*Corresponding author: silvia@iq.uva.es

ABSTRACT

This work represents a comparative uptake study of the toxic elements arsenic, boron, copper, manganese

and zinc in monometallic and multimetallic solutions by four green microalgae species (Chlamydomonas

reinhardtii, Chlorella vulgaris, Scenedesmus almeriensis and an indigenous Chlorophyceae spp.), evaluating

the effect of pH and contact time. Maximum removal efficiencies for each toxic element were 99.4% for Mn

(C. vulgaris, pH 7.0, 3h), 91.9% for Zn (Chlorophyceae spp., pH 5.5, 3h), 88% for Cu (Chlorophyceae spp., pH

7.0, 10 min), 40.7% for As (S. almeriensis, pH 9.5, 3h) and 38.6% for B (S. almeriensis, pH 5.5, 10 min).

B removal efficiencies decreased remarkably in multimetallic solutions (down to 0.2% in C. reinhardtii),

except for Chlorophyceae spp., the only species isolated from a polluted environment. FTIR spectra shown

the highest interactions for As (1150-1300 cm-1) and Cu (3300, 1741, 1535, 1350-1400 cm-1). Results

confirms microalgae biomass as a potential biosorbent for toxic elements.

167
Keywords: adsorption, bioremediation, heavy metals, microalgae, toxic elements

1. Introduction

Water pollution is considered a top environmental problem that currently affects millions of people in

various parts of the world. In this context, heavy metals (HM) entail a severe negative impact on human

health and biota due to their toxic nature, recalcitrance and bioaccumulation (Fu and Wang, 2011; P. B.

Tchounwou et al., 2012). HM are considered stable and non-biodegradable elements that can be

bioaccumulated throughout the food chain, thus causing a serious damage to natural ecosystems (Wu et al.,

2016).

Technologies based on physicochemical processes, such as chemical precipitation, oxidation, adsorption,

ionic exchange, electrochemical treatment and reverse osmosis, are currently available for HM removal in

water bodies and wastewaters. Nevertheless, these methods are expensive and inefficient for metal

removal from dilute solutions containing less than 100 mg/L of dissolved metal and some of them entail

remarkable environmental impacts (Montazer-Rahmati et al., 2011). In this context, bioremediation has

emerged as a promising alternative to compete with conventional physical/chemical treatment processes

for the removal of toxic minerals and HM. The high affinity and fast kinetics of biological materials make

bioremediation cost-effective for the removal of inorganic pollutants at low concentrations (Fu and Wang,

2011). Indeed, algae, bacteria, fungi and plants have been successfully used for HM removal from

wastewaters (Akunwa et al., 2014; Konig-Péter et al., 2014).

Among these potential bioadsorbents, microalgae have attracted recent attention based on their large

surface area and the presence of multiple binding groups on the microalgal cell surface (Zeraatkar et al.,

2016). Cell wall of green microalgae contains heteropolysaccharides composed of carboxylic and sulfate

groups for metal sequestration (Kumar et al., 2016). Biosorption and bioaccumulation constitute the most

studied mechanisms of microalgae to remove HM from water bodies (Lo et al., 2014; Vijayaraghavan and

Balasubramanian, 2015b). In this context, multiple microalgae species have been effectively reported as

168
bioremediation agents. In monometallic adsorption studies, Spirogyra spp. presented an uptake capacity for

Cu (II) of 38.2 mg/g in studies at 100 mg Cu/L (Lee and Chang, 2011), while Scenedesmus obliquus supported

an uptake of Zn (II) of 22.3 mg/g in studies at 150 mg Zn/L (Monteiro et al., 2011b). The Cu (II) sorption

capacity of Chlorella vulgaris decreased remarkably in the presence of other metals into the medium,

resulting in a loss of 75% and 10% in the Cu uptake efficiency in the presence of Pb (II) and Zn(II),

respectively (Rodrigues et al., 2012). Nevertheless, adsorption in multimetallic systems is a very complex

process whose mechanisms are not yet fully understood and which requires further studies.

The purpose of this work was to study possible treatments based on microalgae for the highly polluted

water of the Loa River, the only watercourse located in the Antofagasta region, Chile. The water of this river

contains high concentration of HM, such as copper (Cu), manganese (Mn) and zinc (Zn), but also other toxic

elements, including arsenic (As) and boron (B). The origin of this pollution is associated to both, natural

causes, and human activity, mainly because the development of industrial mining processes. Water pollution

in this area is especially relevant due to the geographic and climatic particularity of the Atacama Desert

region. Loa River is the only water supply for indigenous communities and it is an essential resource for

industrial and economic activities.

Four microalgae species with promising potential in biosorption (Chlamydomonas reinhardtii, Chlorella

vulgaris, Scenedesmus almeriensis and an indigenous Chlorophyceae spp. isolated from the study area) were

tested for the removal of HM, As and B. Adsorption of As and B in microalgae biomass has been scarcely

studied and no information about interferences of these elements in HM adsorption has been previously

reported. Microalgal viability, growth and uptake capacity tests were conducted for the four microalgae

species in monometallic and multimetallic solutions, evaluating the influence of operational factors such as

pH and contact time on HM, As and B removal. Finally, FTIR studies were performed to understand the main

contact sites between biomass and HM ions and to identify the interferences among the ions in all studies

presented.

169
2. Materials & Methods

2.1. Microalgae cultures and reagents

The microalgae species selected in this study were Chlamydomonas reinhardtii 11-32b (SAG Culture

Collection of algae), Chlorella vulgaris (University of Antofagasta, Chile), Scenedesmus almeriensis

(University of Almeria, Spain) and a strain isolated from the Loa River in Chile (Chlorophyceae spp.). This

isolation and purification was carried out by serial dilution and plating. The culture medium used was Bristol

medium (UTEX S.A) enriched with a trace metal solution from F/2 of Guillard medium (UTEX media). The pH

of the medium was 6.5 ± 0.1. Microalgae biomass was cultivated via inoculation of 50 mL 7-days cultures in

exponential growth into 2.1 L gas tight bottles containing 950 mL of fresh culture medium. The bottles were

supplied with a constant flow of CO2 (volume concentration > 99.9%, Abello Linde, Spain) and magnetically

agitated (250 rpm) at 23 ± 2ºC for a period of 7 days prior testing. A 12:12 h:h photoperiod using LEDs lamps

at 1000 µE/m2/s was used for biomass cultivation, which was conducted under sterile conditions. Optical

microscopy analysis was periodically performed in order to check cell culture viability and purity.

The toxic metals and the concentration range of synthetic solutions used in this study were selected based

on the composition of the Loa River water. From a recompilation of composition data covering a wide area,

representative collecting points were selected and water samples analyzed following the analytical

procedure described in section 2.4. Maximum values of toxic elements resulted: 64 mg/L B, 11.7 mg/L As,

1.5 mg/L Cu, 2.1 mg/L Mn, 3.4 mg/L Zn, with pH ranging from 6.85 to 8.49. Initial concentrations of 60 mg/L

for B, 12 mg/L for As and 3 mg/L for Cu, Mn and Zn were selected, in order to harmonize the HM adsorption

study.

Stock solutions of As of 600 mg/L and B of 3000 mg/L were prepared using Na2HAsO4·7H2O (Sigma Aldrich)

and H3BO3 (Sigma Aldrich) in ultrapure water. Stock solutions of 150 mg/L of Cu, Mn and Zn were prepared

using CuSO4·5H2O, MnCl2·4H2O and ZnCl2 (Sigma Aldrich, Germany) in ultra-pure water. For multimetallic

experiments, a synthetic stock solution containing 600 mg/L of As, 3000 mg/L of B and 150 mg/L of Cu, Mn

and Zn was prepared. The stock solutions were stored at 4°C and periodically analyzed for quality assurance

170
purposes. Solutions of NaOH (0.1 M) and HCl (0.1 M) were used for pH adjustment. All chemicals employed

in this study were analytical grade. All plastic and glass containers were washed in diluted HNO 3 (10% v/v)

for 24 h and rinsed 3 times with Milli-Q water (R > 18 MΩ cm) before use.

2.2. Microalgal viability and growth inhibition tests

Viability and growth inhibition tests were carried out to elucidate the influence of metal concentration on

the growth of the four microalgae tested. The tests were performed in glass flasks of 120 mL containing

culture medium inoculated with a 7-days culture in exponential growth to an initial biomass concentration

of 25 mg/L. Monometallic stock solutions were added in order to obtain three different concentrations: As-

6, 9 and 12 mg/L; B-60, 120 and 180 mg/L; Cu, Mn and Zn-2, 4 and 6 mg/L in a final volume of 50 mL. The air

headspace was filled with CO2 at 10%. The bottles were incubated under a 12:12 h:h photoperiod at 1000

µE/m2/s at 23 ± 2ºC under magnetic agitation (250 rpm). Control tests without metals were also prepared as

above described, adding distilled water to the cultures. Optical density at 540 nm (OD 540), pH and CO2

headspace concentration were monitored for 7 days.

The growth inhibition (Gi) of the microalgae biomass was calculated by comparing optical densities in terms
of percentage, as defined by Eq. 1:

OD540 control −OD540 sample


Gi = ( ) 100 Eq.1
OD540 control

Where OD540 sample means optical density of the analyzed experiment and OD540 control optical density of the
control test at identical conditions.

2.3. Influence of pH and contact time on the metal uptake efficiency

Metal uptake experiments were carried out in order to study the removal capacity of the four selected

microalgae under different conditions of pH and contact time. All tests were performed batchwise using a

total volume of 50 mL of metal solution in glass flasks of 120 mL. The initial concentration of biomass

171
(obtained after centrifugation) for all the tests was 1000 mg/L. The uptake of toxic metals by microalgae

biomass was calculated in terms of the experimental uptake capacity (q) as follows (Eq. 2):

𝑉(𝐶𝑖 −𝐶𝑓 )
𝑞 = Eq. 2
𝑊

Where q is the uptake capacity of the biomass at the specific contact time studied (mg toxic element/g of

biomass); Ci and Cf are the initial and final metal concentrations, respectively (mg toxic element/ L), V is the

volume of suspension (L) and W is amount of dry microalgae (g).

On the other hand, the metal removal efficiency (YR) was also evaluated and expressed in percentage as

defined by Eq. 3:

𝐶𝑖 −𝐶𝑓
𝑌𝑅 = ( ) 100 Eq. 3
𝐶𝑖

2.3.1. Monometallic adsorption studies

All monometallic adsorption studies were conducted collecting samples at 10 minutes and 3hours. These

times were selected in order to compare the initial adsorption on microalgae surface and the adsorption

equilibrium value. Equilibrium was considered at 3 h, as reported in previous works (Abdel-Ghani and El-

Chaghaby, 2014; Bulgariu and Bulgariu, 2012). In order to study the effect of pH on the removal capacity of

the biomass, pH was modified by addition of HCl (0.1 M) or NaOH (0.1 M) to three initial values (5.5, 7.0 and

9.5) prior to metal addition. This pH range was selected based on the viability range of living biomass, since

more extreme conditions can significantly affect microalgal metabolism and induce cell damage (Zeraatkar

et al., 2016). An aliquot of 1 mL of monometallic stock solution was added into 49 mL of microalgae

suspension in order to achieve an initial concentration of As of 12 mg/L, B of 60 mg/L and Cu-Mn-Zn of 3

mg/L. The tests were conducted under magnetic stirring (250 rpm), at 23 ± 2ºC, in the absence of

illumination and without CO2 addition, in order to minimize the microalgae metabolism influence. Samples

of 5 mL were taken using sterile syringe at contact times of 10 min. and 3h. Then, the samples were filtered

through 0.45 μm-pore diameter membrane filters (Whatman paper), acidified with 30μL of HNO3 (0.1 M)

and stored at 4º C prior analysis of metal concentrations.

172
2.3.2. Multimetallic adsorption studies

The initial concentrations of the toxic metals studied were those used in the monometallic tests. In order to

work on similar conditions as those existing in photobiorreactors for water treatment, the initial pH was

adjusted to 7.0 (Posadas et al., 2015; Valdés et al., 2012). The tests were conducted at 23 ± 2ºC under

magnetic agitation (250 rpm). During the first 3 h, no illumination nor CO2 addition were applied, in order to

minimize the microalgae metabolism influence. After this contact time, CO2 was injected in the closed flasks

to reach a headspace concentration of 10% under a 12:12 h:h photoperiod at 1000 µE m-2s-1. The systems

were incubated for 72 h, the typical hydraulic residence time on photobiorreactors used for water treatment

(Acién et al., 2012). Samples of 5 mL were taken at 3 h, 24 h and 72 h of contact time. Samples were filtered

through 0.45 μm-pore diameter membrane filters (Whatman paper) and acidified with 30 μL of HNO 3 (0.1

M) prior metal quantification. Final Total Suspended Solids (TSS) was determinated for all the tests. Uptake

capacities were calculated respect to the average amount of dry microalgae.

The total molar uptake capacity of the microalgae biomass (mg/mmol) was obtained as the sum of the

individual molar uptake capacities, calculated by dividing the (q) value between the molecular mass of each

element, as defined by Eq. 4:

q
mq = ∑ 𝑀𝑊toxic element Eq.4
𝑡𝑜𝑥𝑖𝑐 𝑒𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡

Where q is the experimental uptake capacity (Eq. 2), and MW is the molecular mass of each toxic element

studied.

173
2.3.3. Fourier transform infrared spectroscopy (FTIR) analysis

Samples of C. reinhardtii after adsorption of different elements at pH 7.0 were analyzed by FTIR. In order to

analyze the interactions among the HM studied and the interfering effect of As and B, monometallic (Cu, Mn

and Zn) and multimetallic [B+Cu+Mn+Zn], [As+Cu+Mn+Zn] and [B+As+Cu+Mn+Zn] solutions were studied.

Concentrations of As of 12 mg/L, B of 60 mg/L and Cu-Mn-Zn of 3 mg/L were used. The tests were

conducted at two different contact times: 10 min and 3 h. Biomass was centrifuged at 4500 rpm for 7 min,

dried in an oven at 45° C for 48 h and grinded to a fine powder for FTIR determination. Control test was

prepared using raw biomass without metallic solution.

2.4. Analytical methods

CO2 concentration was measured by gas chromatography in a Bruker 430 GC-TCD (Palo Alto, USA), according

to (Cantera et al., 2016). The pH was measured using a pH-meter Basic 20+ (Crison, Spain) and cell growth

was monitored spectrophotometrically by optical density at 540 nm (OD 540) using a Helios-Alpha

spectrophotometer (Thermo Scientific, USA). As, B, Cu, Mn and Zn concentration was determined by

Inductively coupled plasma optical emission spectrometry (ICP-OES) in octopole reaction System (HP 7500

cc, Agilent, USA). FTIR spectroscopy measurements were performed at 400 and 4000 cm -1 in a Model Tensor

27 (Bruker, USA) - with ATR Golden Gate device Tecknokroma model.

3. Results and discussion

3.1. Microalgal viability and growth inhibition tests

The results evidenced a clear correlation between the growth of biomass, monitored by the increase in

optical density and pH, and the consumption of CO2 (data not shown). Figure 1 depicts the time course of

these parameters in a Chlamydomonas reinhardtii culture in the presence of B and Cu. All control tests

(absence of metals) presented a lag phase with values in optical density and pH constant between days 0

and 1. Then, culture OD540 increased by a factor of 5 between days 1 and 4, while pH increased from 6.5 to >

174
10 during the same period. Biomass stopped growing at day 4 and a reduction by 10% in the optical density

of the cultures was recorded between days 4 and 7. Likewise, a slight decrease in CO 2 concentration was

recorded during the first 24 hours of incubation followed by a complete consumption in the following three

days.

The results showed that all microalgae species studied were viable regardless of the metal tested, although

microalgae metabolisms were partially inhibited in the presence of high concentrations of B, Cu. Tolerance

to toxicants was species specific, and microalgae growth was always more affected by the presence of boron

likely due to its higher concentration.

Surprisingly, the indigenous Chlorophyceae spp., was the most sensitive species, with a severe growth

inhibition even at 60 mg/L of B (Gi: 36%). Scenedesmus almeriensis growth was also strongly affected by B.

Indeed, culture OD540 only achieved 56% of the control optical density at 60 mg/L of B and the 20% at higher

concentrations. C. reinhardtii presented a low inhibition at 60 mg/L of B, but achieved a Gi of 60 % at 120

mg/L and no growth was recorded at 180 mg/L of B. Chlorella vulgaris was the more resistant species with

no inhibition even at 120 mg/L of B, although B concentrations of 180 mg/L completely inhibited C. vulgaris

growth.

The most sensitive specie to Cu was Chlorophyceae spp., whose metabolism was severely affected at all the

concentrations studied. A significant lag phase was presented at 2 mg/L of Cu (Gi: 70% at day 4), although a

similar Chlorophyceae spp., growth was recorded by day 7. The time course of pH and CO2 concentration

correlated to biomass growth, confirmed the complete inhibition of Chlorophyceae spp., at the highest Cu

concentrations. S. almeriensis growth was reduced by 10% at 2 and 4 mg/L of Cu, but was severely inhibited

at 6 mg/L of Cu (Gi: 80% at day 7). C. vulgaris resulted more resistant to inhibition by Cu with Gi: 20% at day

4 and 60% at day 7 at 6 mg/L. Similar Cu tolerance limits were reported in growth inhibition studies at 7

days contact time, with sub-lethal Cu dosages of 1.59 mg/L for Chlorella sorokiniana and of 3.18 mg/L for

Scenedesmus acuminatus (Hamed et al., 2017). These results confirmed the high inhibitory effect of Cu,

attributed in previously published works to the influence of this toxic metal in the microalgae metabolism,

175
cell wall structure and cell division (Torres et al., 2017). Only C. reinhardtii was tolerant to all the Cu

concentrations tested.

On the other hand, the growth of the four microalgae species in the presence of As, Mn and Zn was not

affected in the range of concentrations tested, as confirmed by the similar time course of optical density, pH

and CO2 concentration to that of the control. Only a slight lag phase during the growth of Chlorophyceae

spp., and in the evolution of the pH of its cultivation medium was observed at the highest concentration of

As (12 mg/L). Thus, culture OD540 by day 4 at 12 mg As/L was 20% lower than that recorded in the control

tests. Nevertheless, the concentration of Chlorophyceae spp., at 12 mg As/L was similar to that of control by

day 7. Surprisingly, although no significant variation in the time course of the optical density or CO 2

concentration compared to the control tests was observed at the 3 Zn concentrations tested, a slight lag

phase in the time course of the pH was recorded.

The species in study shown high Zn tolerance compared with previously published results. Therefore,

Nannochloropsis salina growth was reduced by 50% at 2.64 mg/L Zn concentration (Dong et al., 2014).

Differences in sensitivity could be related with the specie but also with the very low initial biomass

concentration of 0.05 mg/L used in that work (Torres et al., 2017; Nalimova et al., 2005).

3.2. Monometallic biosorption studies

The results of the uptake capacity of microalgae at 3 hours at pH 7 showed remarkable differences among

species for the metals tested (Figure 2). The As and B removal efficiencies were low, with values ranging

from 10.5% (As) and 21.4% (B) for C. vulgaris to 20.1% (As) and 25.6% (B) for C. reinhardtii. Overall, the

uptake capacities were much lower for As (1.31 – 2.56 mg/g) than for B (12.40 -14.84 mg/g), which might be

explained by the higher initial concentration of B. Higher removal efficiencies were obtained for Cu, Mn and

Zn than for As and B. C. vulgaris supported the highest YR of 87.9% for Cu, 99.4% for Mn and 88.8% for Zn.

Uptake capacities for these toxic metals ranged from 1.51 to 2.65 mg Cu/g, 1.65 to 3.17 mg Mn/g and 0.88

to 2.68 mg Zn/g. Despite the high YR found in these tests, the uptake capacities of Cu, Mn and Zn were

176
remarkably lower than those reported in literature likely due to the low metal concentrations used in this

research (Mehta and Gaur, 2001b; Zeraatkar et al., 2016).

3.2.1 Effect of the pH

The influence of the pH on the uptake capacity (Figure 2) was metal specific. Arsenic adsorption decreased

at pH 7.0, with YR increasing from 20.1% at pH 7.0 to 33.6% at pH 5.5 and 38.6% at pH 9.5 in C. reinhardtii

and from 10.5% at pH 7.0 to 32.4% and 29.0% at pH 5.5 and 9.5, respectively, in C. vulgaris. This low

adsorption at pH 7 was likely mediated by the pKa (6.8) of As (V) species (Álvarez-Benedí et al., 2005). The

highest As removal efficiency was achieved at pH 9.5 with S. almeriensis (41.7%).

No clear pH effect was found in the boron adsorption tests. The YR for B ranged from 20.4% in

Chlorophyceae spp., to 33.5% in C. reinhardtii, both results at pH 5.5. A negligible pH effect was also

observed for Cu biosorption, with lowest removal efficiencies at pH 7 and similar results at pH 5.5 and pH

9.5. Nevertheless, the highest Cu YR (87.9%) was found at a neutral pH in C. vulgaris. The effect of pH on Cu

sorption has been reported in literature with different results depending on the microalgae species and

conditions. Optimal uptake capacities were obtained at the range of pH 4-5 for Chlorella vulgaris working

with 100 mg/L Cu concentrations (Al-Rub et al., 2006) and at pH 6 for Chlamydomonas reinhardtii (Flouty

and Estephane, 2012).

The maximum uptake capacities of Mn and Zn were obtained at pH 5.5 for all microalgae tested except C.

vulgaris. C. reinhardtii and S. almeriensis supported the highest Mn removal efficiencies at pH 5.5 (Y R of

92.8% and 92.1%, respectively). The effect of pH on Zn adsorption was severe in S. almeriensis and

Chlorophyceae spp., YR decreasing from 91.9% and 89.7% at pH 5.5 to 30.0% and 29.0% at pH 9.5,

respectively. Maximum removal efficiencies were also found at pH 6 by Yang et al. (Yang et al., 2015) for Mn

(II) in Chlorella minutissima UTEX2341, and by Monteiro et al. (Monteiro et al., 2009) for Zn in Scenedesmus

obliquus.

177
3.2.2 Influence of the contact time

The concentration of all the target metals decreased significantly within the first 10 minutes of contact time,

which is typically attributed to the binding of the metal to the cell wall surface (Markou et al., 2015; Winters

et al., 2017). Figure 3 shows the difference between uptake capacities (q) at 3 h and 10 min of contact time.

Thus, the maximum As uptake capacity was reached after 10 minutes and decreased in most of the tests

after 3 h of contact, which suggested the exudation of this toxic element by the biomass (Wang et al., 2015).

This reduction in As removal was remarkable at pH 7.0, with YR decreasing by a factor of 2 for all the

microalgae species studied. However, no decrease in the As uptake capacity with time was observed at pH

9.5. In fact, the YR of As even increased in S. almeriensis from 25.8% at 10 minutes to a maximum value of

41.7% at 3 h.

Boron uptake also decreased with the time course of the adsorption experiment. The removal efficiency of B

in S. almeriensis always decreased with time, this decrease being more remarkable at pH 5.5 (from 38.6% at

10 minutes to 28.3% at 3 h.). No correlation between pH and the decrease in Boron YR with time was

observed, the highest reductions being recorded at pH 7 (from 36.6% to 21.4%) in C. vulgaris and at pH 9. 5

in C. reinhardtii (from 38.2% to 24.3%). The only test resulting in a remarkable increase of B uptake with

time was that of Chlorophyceae spp., at pH 5.5. In this context, previous studies using the fungi Aspergillus

versicolor as biosorbent reported the same trend in B biosorption yields with the time course, with Y R

decreasing from 41.4% at 15 minutes to 20% - 25% after 1h - 4h of contact time (Laçin et al., 2015).

On the other hand, the uptake capacities of Cu, Mn and Zn at pH 5.5 increased with contact time for all

species studied. This enhancement in the biosorption performance was especially relevant for S. almeriensis.

Indeed, this microalga supported increases of in the removal efficiency of Mn and Zn from 50.0% to 92.1%,

and from 61.6% to 89.7% when the contact time was increased from 10 min to 3 h. Similarly, C. reinhardtii

supported increases in YR from 55.1% and 44.7% (at 10 min) to 92.8% and 87.0% (at 3 h) for Mn and Zn,

respectively. The removal efficiency of Cu and Mn in C. vulgaris always increased with the time course

178
regardless of the pH. For instance, the YR of this microalga at pH 7 for Cu increased from 55.4% at 10

minutes to 87.9% at 3 h. Finally, the removal efficiency of Zn increased from 36.0% at 10 minutes to 84.2%

at 3h at pH 7 in C. reinhardtii.

3.3. Multimetallic adsorption studies

No inhibition was detected from initial and final values of biomass concentrations, with microalgae biomass

growing in all the control and multimetallic experiments. The measured growth resulted lower than 15%

(w/w) in all the tests (data not shown).

The uptake capacities recorded in the multimetallic biosorption studies are shown together with

monometallic results (3 h, pH 7) for a comparative reason, in Figure 4. The lowest YR after 3 hours were

found for B, which suggests that the presence of other metals interfered on B adsorption in all microalgae

tested (except for Chlorophyceae spp.), in spite of the high concentrations of this element in the

multimetallic solution. B removal efficiencies decreased from the 21.4% in monometallic solutions to 6.6% in

C. vulgaris, from 25.6% to 0.2% in C. reinhardtii and from 22.9% to 3.6% in S. almeriensis. Similarly, the Mn

adsorption was also impacted by the presence of other metals species in C. vulgaris and C. reinhardtii. Thus,

Mn removal decreased from 99.4 and 88.8% YR values in monometallic solutions to ≈ 60% at 3 h in

multimetallic solutions. On the contrary, the As uptake capacity increased by a factor of 3 in C. vulgaris, 2.5

in Chlorophyceae spp., and 1.7 in S. almeriensis in multimetallic compared to monometallic solutions. The

highest removal efficiencies in multimetallic systems were obtained for Cu and Zn, with Y R higher than 78%

for all microalgae tested. Zn removal accounted for 96% in C. reinhardtii in multimetallic solution. In this

context, the uptake capacities of heavier metals such as As, Cu and Zn in multimetallic media increased at

the expenses of a reduction in the adsorption of lighter elements like B and, to a lesser extent, Mn. The

same tendency had been reported in multimetallic solutions in C. reinhardtii and Chlorella pyrenoidosa,

whose uptake capacities of Cu and Zn were twice higher than that of Mn (Zhao et al., 2013). Nevertheless,

these results suggested that the recorded interference among metals cannot be attributed to a competition

179
by binding sites. The total molar uptake capacities, and therefore the number of occupied sites in S.

almeriensis, C. vulgaris and C. reinhardtii, was lower in multimetallic solutions than the molar uptake

capacities of B in monometallic solutions (Figure 5). The same trend was observed in terms of mass uptake

capacities. However, this phenomenon was not presented in Chlorophyceae spp., showing even an increase

on its uptake capacities of As, Cu, Zn and Mn while maintaining its B adsorption potential. The only species

coming from an environment rich in B, Chlorophyceae spp., supported the best removal efficiencies within

the first 3 h, with YR of 30.9% for As, 22% for B, 85.2% for Cu, 66.1% for Mn and 95.9% for Zn. On the

contrary, the minimum removal efficiencies were recorded in C. reinhardtii, with YR of 18.8% for As, 0.2% for

B, 78.1% for Cu and 56.7% for Mn, but 88.3% for Zn.

On the other hand, a limited impact of the contact time on As and B adsorption in multimetallic solutions

was observed regardless of the microalgae (Figure 4). The B uptake capacity of C. vulgaris decreased with

time down to a removal efficiency of 1% as reported in section 3.2.2 in monometallic solutions. Only a slight

increase with time of B removal efficiency in C. reinhardtii (YR 5.5%) was observed. The Mn uptake capacities

of S. almeriensis and C. reinhardtii increased with the contact time in multimetallic solutions, with Y R

increasing from 63.0% and 56.7% at 3 h to 78.0% and 85.6% at 72h, respectively (as recorded in

monometallic solutions). The Zn removal efficiencies decreased with time for all the species. This reduction

was remarkable in Chlorophyceae spp., and C. vulgaris and resulted in YR values at 72 h of 42.5% and 49.4%,

respectively. The Cu uptake capacity of Chlorophyceae spp., also decreased with the contact time, with an

associated reduction in Cu removal efficiency from 85.2% to 61.8%. Overall, these results did not suggest the

occurrence of competition for free sites in the microalgae cell wall since the reduction in the uptake capacity

over time for some metals was not balanced by the increase in the adsorption of others (Figure 5).

3.4. Fourier transform infrared spectroscopy (FTIR) analysis

C. reinhardtii was selected as a model microalga for the FTIR analysis due to the remarkably different uptake

capacities exhibited in monometallic and multimetallic solutions. FTIR spectra of C. reinhardtii incubated for

180
10 min and 3h in different metallic solutions were compared to raw biomass as control (e-supplement Fig.1).

The spectrum after 10 min exposure to the multimetallic solution of B, As, Cu, Mn and Zn showed important

peak modifications in the ranges 1150-1300 cm-1 (related with phosphate ester group P=O), 1350-1400 cm-1

(amide III), 1535 cm-1 (amide II), 1645 cm-1 (amide I) and 3300 cm-1 (O-H and N-H stretching). Nevertheless,

the intensity of these peaks decreased after biomass exposure for 3 h to the multimetallic solution.

Interference in the interaction of cations with the carboxyl and amide groups have been previously reported

in multimetallic adsorption studies of Ni, Zn and Pb in C. vulgaris and Arthrospira (Spirulina) platensis

(Rodrigues et al., 2012), and of Zn in C. vulgaris (Ferreira et al., 2011).

The spectra of C. reinhardtii after a 10 minutes exposure to monometallic solutions showed a remarkable

impact of Cu on the amide III and the 1000-1150 cm-1 zone, which are related to C-C and C-O stretching

mode of the polysaccharides hydroxyl groups. Cu was the only metal affecting the 3300 cm-1 zone, probably

due to the formation of aqueous complexes. Peaks of 1535 cm-1 and 1741 cm-1 (C=O group) were also

affected by Cu. The impact of Cu was remarkably reduced after 3 h of exposure, although the change in the

uptake capacity with contact time was not relevant for this metal (section 3.2.2). Mn and Zn caused a minor

modification in the FTIR spectrum compared to the control biomass.

The impact of As and B was assessed by adding these elements to a mixture containing Cu, Mn and Zn,

showing their respective FTIR spectrum with the control at Figure 6e, 6f. Important modifications in the

spectrum of [As-Cu-Mn-Zn] at 1153 cm-1 and 1228 cm-1 bands were presented. These bands modifications

(which increased with the exposure time) suggested that As adsorption was mediated by the presence of

the P=O groups in the C. reinhardtii. On the other hand, the main differences in the FTIR spectrum of the

biomass exposed to [B-Cu-Mn-Zn] quaternary mixtures compared to the raw biomass control can be

explained by the presence of Cu and Mn in the solution. A negligible effect of boron was observed. These

results agree with the low B uptake capacity of C. reinhardtii in multimetallic solutions.

181
4. Conclusions

Viability tests demonstrated tolerance of the four microalgae, resulting Chlorophyceae spp., the most

sensible with inhibition starting from B 60 mg/L and Cu 4 mg/L. Except for C. vulgaris, higher uptake

capacities were found when shifting pH from neutrality, especially for As, B and Cu. Maximum Mn and Zn

uptakes with Chlorophyceae spp., and S. almeriensis were obtained at pH 5.5. Chlorophyceae spp., shown a

relevant performance in multimetallic studies, enhancing As and metals removal, and maintaining B uptake,

which decreased dramatically in other microalgae. FTIR shown interaction of Cu with carboxyl and amide

groups, and As with P=O group.

5. Acknowledgments

This work was supported by the research unit UIC 071 of the “Junta de Castilla y León – JCyL”, Spain. The

authors thank “Ministerio de Economía y Competitividad – MINECO” (CTQ2017-84006-C3-1-R) supported by

FEDER program, and “Junta de Castilla y León – JCyL” (VA094U14) for the financial support of this work.

Ricardo Saavedra Concha wishes to thank the National Commission of Science & Technology (CONICYT) of

Chile for providing his Doctorate Scholarship (CONICYT - Doctorado Nacional – 21140576). Authors thank Dr.

Fernando Rull (University of Valladolid) for his assistance in FTIR spectra interpretation.

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186
Figures captions

Figure 1. Time course of the optical density, CO2 headspace concentration and pH in Chlamydomonas

reinhardtii cultures (Initial concentration: 0.025 mg/L) in the presence of Boron (A, C, E) and Copper (B, D, F);

[ ]: Control (0 mg/L), [ ]: (B 60 mg/L, Cu 2 mg/L), [ ]: (B 120 mg/L, Cu 4 mg/L), and [ ]: (B 180

mg/L, Cu 6 mg/L).

Figure 2. Influence of the pH on the 3h uptake capacities (mg/g) of 1g/L suspensions of Chlorophyceae spp.

(CS), Scenedesmus almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV) and Chlamydomonas reinhardtii (CR) for

monometallic solutions with initial concentrations of A) Arsenic 12 mg/L, B) Boron 60 mg/L, C) Copper 3

mg/L, D) Manganese 3 mg/L and E) Zinc 3 mg/L, at pH 5.5 ( ), pH 7.0 ( ) and pH 9.5 ( ).

Figure 3. Difference between uptake capacities (q) at 3 hours and 10 min of contact time (mg/g) in 1g/L

suspensions of : Chlorophyceae spp. (CS), : S. almeriensis (SA), : C. vulgaris (CV), : C. reinhardtii

(CR), for monometallic solutions with initial concentrations of A) Arsenic 12 mg/L, B) Boron 60 mg/L, C)

Copper 3 mg/L, D) Manganese 3 mg/L and E) Zinc 3 mg/L.

Figure 4. Uptake capacities (mg/g) at pH 7 for A) Arsenic, B) Boron, C) Copper, D) Manganese and E) Zinc in

1g/L suspensions of Chlorophyceae spp. (CS), Scenedesmus almeriensis (SA), Chlorella vulgaris (CV),

Chlamydomonas reinhardtii (CR). Monometallic solution, 3h: ( ), Multimetallic solution, 3h: ( ),

Multimetallic solution, 24h: ( ) and Multimetallic solution, 72h: ( ).

Figure 5. Comparison of molar uptake capacities (mmol/g biomass) of boron monometallic solution and

multimetallic solutions at pH 7 in 1 g/L suspensions of Chlorophyceae spp. (CS), Scenedesmus almeriensis

(SA), Chlorella vulgaris (CV), Chlamydomonas reinhardtii (CR), in A) Monometallic boron solution- 3h, B)

Multimetallic - 3h, C) Multimetallic - 24h and D) Multimetallic - 72h. For Boron ( ), Arsenic ( ), Copper (

), Manganese ( ) and Zinc ( ).

187
Figure 1.

188
Figure 2.

pH 5.5 pH 5.5
A. pH 7.0 B. pH 7.0
6 pH 9.5 20 pH 9.5

18
As Uptake capacity (mg/g)

B Uptake capacity (mg/g)


5 16
14
4
12
3 10
8
2 6
4
1
2
0 0
CS SA CV CR CS SA CV CR
Type of microalgae biomass Type of microalgae biomass

C. pH 5.5 D. pH 5.5

3,5
v pH 7.0 pH 7.0
pH 9.5 3,5 pH 9.5
Cu Uptake capacity (mg/g)

Mn Uptake capacity (mg/g)


3,0 3,0
2,5 2,5
2,0 2,0
1,5 1,5
1,0 1,0
0,5 0,5
0,0 0,0
CS SA CV CR CS SA CV CR
Type of microalgae biomass Type of microalgae biomass
pH 5.5
E. pH 7.0
3,5 pH 9.5
Zn Uptake capacity (mg/g)

3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
CS SA CV CR
Type of microalgae biomass

189
Figure 3.

190
Figure 4.

191
Figure 5.

192
Influence of organic matter and CO2 supply on bioremediation of heavy metals by Chlorella vulgaris and

Scenedesmus almeriensis in a multimetallic matrix

Ricardo Saavedraa,b, Raúl Muñoza,b, María Elisa Taboadac, Silvia Boladoa,b*

a
Institute of Sustainable Processes. University of Valladolid, 47011, Calle Dr. Mergelina, s/n, 47011,

Valladolid, Spain.

b
Department of Chemical Engineering and Environmental Technology, University of Valladolid, Calle Dr.

Mergelina, s/n, 47011, Valladolid, Spain.

c
Department of Chemical Engineering, Universidad de Antofagasta, Avenue 02800, CP 1240000,

Antofagasta, Chile

*Corresponding author: silvia@iq.uva.es

DECLARATIONS OF INTEREST: NONE

193
ABSTRACT

This research evaluated the influence of organic matter (OM) and CO2 addition on the bioremediation

potential of two microalgae typically used for wastewater treatment: Chlorella

vulgaris (CV) and Scenedesmus almeriensis (SA). The heavy metal (HM) removal efficiencies and biosorption

capacities of both microalgae were determined in multimetallic solutions (As, B, Cu, Mn, and Zn) mimicking

the highest pollutant conditions found in the Loa river (Northern Chile). The presence of OM decreased the

total biosorption capacity, specially in As (from 2.2 to 0.0 mg/g for CV and from 2.3 to 1.7 mg/g for SA) and

Cu (from 3.2 to 2.3 mg/g for CV and from 2.1 to 1.6 mg/g for SA), but its influence declined over time.

CO2 addition decreased the total HM biosorption capacity for both microalgae species and inhibited CV

growth. Finally, metal recovery using different eluents (HCl, NaOH, and CaCl2) was evaluated at two different

concentrations. HCl 0.1 M provided the highest recovery efficiencies, which supported values over 85% of

As, 92% of Cu, and ≈ 100% of Mn and Zn from SA. The presence of OM during the loaded stage resulted in a

complete recovery of As, Cu, Mn, and Zn when using HCl 0.1 M as eluent.

Keywords: bioremediation, CO2, heavy metal, microalgae, organic matter, toxicity.

1. Introduction

Heavy metal (HM) pollution in bodies of water is an environmental problem that affects millions of

people as well as important economic activities worldwide. Conventional technologies such as chemical

precipitation, adsorption, ionic exchange, electrochemical treatment and reverse osmosis are expensive, not

eco-friendly and not efficient for the treatment of dilute HM laden effluents (<100 mg/L) (Montazer-Rahmati

et al., 2011). In addition, the increasingly stringent environmental regulations and public awareness of HM

pollution have triggered the quest for novel and cost-competitive remediation technologies.

In this context, biosorption has arisen as a green alternative to conventional technologies for the

treatment of effluents containing dilute metal concentrations (Suresh Kumar et al., 2015a). This technique is

194
based on the high affinity and fast adsorption kinetics exhibited by organisms such as bacteria, plant,

microalgae species, or a mixture of them, towards inorganic pollutants (Bilal et al., 2018; Li et al., 2018;

Zhang et al., 2012). In this context, microalgae have emerged as a promising biosorbent for water treatment

due to the presence of a high number of functional groups in their cell wall that contribute to the removal of

toxic elements from water in a simple, efficient, and economic manner (Zeraatkar et al., 2016). Previous

studies have demonstrated the ability of microalgae species to adsorb HM ions from water, which confirms

their high bioremediation potential (Cameron et al., 2018; Torres et al., 2017). For instance, a metal

biosorption of 22.3 mg Zn (II)/g was obtained in a solution with 150 mg Zn/L, using the green microalgae

Scenedesmus obliquus (Monteiro et al., 2011b). Moreover, C. vulgaris exhibited a biosorption capacity of

45.4 mg As/g in a solution with 200 mg As/L in an experiment of 7 days of contact time (Jiang et al., 2011).

On the other hand, many recent research efforts have focused on the integration of wastewater

treatment (WWT), CO2 mitigation and bioenergy production processes in microalgae-based

photobioreactors (Gani et al., 2017; Rugnini et al., 2019). In this context, domestic and agroindustrial

wastewaters contain high concentrations of organic matter (OM) and nutrients suitable for the growth of

microalgae (B. Dong et al., 2014; Sahu et al., 2013). The performance of a microalgae-based WWT system

depends directly on the capacity of microalgae to assimilate effectively inorganic carbon (CO2), organic

carbon, and nutrients like N and P, with the purpose to produce clean water and low-cost biomass that can

be used for biofuels or for the generation of other bio-products (Abou-Shanab et al., 2013; Salama et al.,

2017). Nevertheless, typical industrial and livestock wastewaters not only contain nutrients but also

hazardous HM. The capacity of the microalgae used in WWT photobioreactors to remove HM in these

wastewaters has been widely reported. For instance, a complete reduction of Cu and a 64.96% Zn removal

were obtained in C. vulgaris cultures in sewage after 10 days at neutral conditions (El-Sheekh et al., 2016).

Nevertheless, the biosorption capacity of microalgae in multimetal matrices has been sparsely studied. In

this context, the interference of OM and CO2 supply on HM adsorption has been reported in sediments and

soils, but there is a limited understanding of these phenomena in microalgae (Álvarez-Benedí et al., 2005; X.

Dong et al., 2014). This work will contribute to elucidate the potential of microalgae biomass for HM

195
removal and the effect of OM concentration and CO2 supply on the biosorption process ocurring in

photobioreactors devoted to WWT. This will provide valuable information about the biosorption

mechanisms, applicable also to other microbes.

Additionally, HM adsorption on microalgae biomass plays a key role during WWT but can remarkably

affect the further valorization processes and bioproduct applications (Bădescu et al., 2018). The recovery of

metals improves the economic viability of the process, thereby valorizing the bioremediation process and

subsidizing the bioremediation process (Piccini et al., 2019). Therefore, recovery of HM might be needed

before biomass processing, which will entail the recovery of HM in a concentrated form (Gupta and Rastogi,

2008). The recovery process can be carried out by proton exchange using eluents such as acid solutions (i.e.

HCl, HNO3), chelating agents (EDTA) or exchange with other ions (i.e. CaCl2) (Vijayaraghavan and

Balasubramanian, 2015a). Previous studies with Scenedesmus quadricauda using HNO3 0.5 M as the eluent

revealed a desorption capacity of 90% for Cd and Pb (Mirghaffari et al., 2014).

This research combines the study of the effect of the presence of OM and CO 2 supply on the HM

biosorption in a multimetallic solution using microalgae and the evaluation of alternatives of eluents to

recover the HM retained in the biomass. Two green microalgae species currently used in studies of

photobioreactors for WWT (i.e. Chlorella vulgaris and Scenedesmus almeriensis) with proven metal

adsorption capacity were used as model microorganisms. The toxic elements As, B, Cu, Mn, and Zn were

selected as model metals for this study based on the maximum pollution levels recorded in the Loa River

basin, the main water source in the Antofagasta region (Chile): an arid region and mining zone with serious

problems of water shortage and toxic metal pollution (Romero et al., 2003; Saavedra et al., 2018). Firstly,

the effect of the OM concentration on the biosorption of HM by microalgae was studied, comparing the

results with and without CO2 supply. Variables such as microalgae growth, pH and TOC (total organic carbon)

depletion were also monitored for a comprehensive understanding of the OM effect in the bioremediation

process. Then, the recovery of toxic elements retained by harvested biomass using three different eluents

(HCl, NaOH, CaCl2) at two concentrations (0.1 M and 0.2 M) was evaluated, analyzing metal recovery along

time and the effect of OM on the desorption with HCl.

196
2. Material and methods

2.1. Microalgae cultures and reagents

The microalgae species used in this work were Chlorella vulgaris (obtained from the collection of the

University of Antofagasta, Chile) and Scenedesmus almeriensis (provided by the University of Almeria,

Spain). Microalgae biomass was cultivated under axenic conditions using a Bristol medium (UTEX S.A)

enriched with a trace metal solution from F/2 of Guillard medium (UTEX S.A) supplying pure CO 2, as

reported by (Saavedra et al., 2018). LEDs lamps at 1000 μE/m2/s were used in a 12:12 h:h photoperiod. Cell

culture viability and purity were periodically checked by optical microscopy analysis.

Multimetallic solutions of toxic elements were prepared by dissolving a stock solution with 600 mg As /L

(Na2HAsO4·7H2O, Sigma Aldrich), 3000 mg B /L (H3BO3, Sigma Aldrich), 150 mg/L of Cu, Mn, and Zn

(CuCl2·2H2O, MnCl2·4H2O, and ZnCl2, Sigma Aldrich, Germany) and ultra-pure water under acidic conditions

(pH < 3). The stock solution was periodically analyzed and stored at 4°C for quality assurance purposes.

Synthetic sewage waters (SSW) were prepared based on typical wastewater compositions by adding

(per L of deionized water) 30 mg urea, 28 mg K2HPO4, 7 mg NaCl, 4 mg CaCl2·2H2O, and 2 mg MgSO4·7H2O

and varying amounts of peptone and meat extract: COM3 = 160 mg of peptone and 110 mg of meat extract;

COM2 = 80 mg of peptone and 55 mg of meat extract; COM1 = 40 mg of peptone and 27.5 mg of meat extract,

and COM0 = neither peptone nor meat extract (control test) (Alcántara et al., 2015).

NaOH (0.1 M) and HCl (0.1 M) were used for pH adjustment. All the chemicals employed in this study

were analytical grade (PANREAC, Barcelona). Plastics and glass containers were immersed in diluted HNO3

(10% v/v) for 24 h and rinsed three times with Milli-Q water (R > 18MΩ· cm) before use.

2.2. Multimetallic biosorption experiments

Biosorption experiments were performed batchwise for both microalgae species at different OM

concentrations. The microalgae culture was centrifuged at 4500 rpm for 7 min, washed with Milli-Q water to

197
remove the growth medium and centrifuged again prior to the determination of the biomass concentration

by gravimetric analysis of the total solid (TS). Synthetic sewage waters of different OM concentrations were

added to 4 mL of multimetallic stock solution in order to obtain 200 mL of solution with initial

concentrations of toxic elements 12 mg As/L, 60 mg B /L, and 3 mg/L of Cu, Mn, and Zn. Toxic elements and

their concentrations were selected according with the composition and maxima concentrations of HM found

in the Loa river (Saavedra et al., 2018). The calculated weight of washed and centrifuged biomass were

added to these multimetallic solutions to obtain 1 g/L microalgae suspension. The pH value was adjusted to

7.0 in order to simulate the environmental conditions that exist in WWT photobioreactors (Posadas et al.,

2015). The tests were conducted in 500 mL glass flasks at 25°C and 1000 μE/m 2/s under a 12:12 h:h

photoperiod and magnetic agitation at 250 rpm. Control experiments (without biomass) were conducted at

operating pH conditions to check multimetallic solubility. The total contact time was 72 h based on the

typical hydraulic residence time used for WWT photobioreactors (Acién et al., 2012). Samples of 8 mL were

taken at time 0, 3, 24, and 72 hours to determine the pH and HM concentrations. After pH determination,

samples were filtered through 0.22 μm membrane filters. Aliquots of 4 ml were acidified with 30μL of HNO 3

(0.1 M) and stored at 4°C prior to metal quantification, while the remaining sample was immediately used

for TOC determination. An additional test series was conducted under identical conditions but a constant

flow of pure CO2 was supplied (v > 99.9%, Abello Linde, Spain). The total suspended solid (TSS) concentration

(after filtration) in the liquid medium was measured at time 0 and 72 h in order to determine the microalgae

growth. TOC removal was determined according to Eq. (1):

TOC removal (%) = (TOC0 − TOCt )/TOC0 × 100 Eq. (1)

where TOC0 and TOCt are the TOC concentrations at the initial and sampling times (t), respectively, in (mg/

L). On the other hand, the removal efficiency of each element (i) at time t (RE,i,t) was determined by Eq. (2):

REi,t = (Ci,0 − Ci,t )/Ci,0 × 100 Eq. (2)

198
where Ci,o and Ci,t are the concentrations at the initial and sampling times (t), respectively, for each toxic

element (i) (mg/ L). On the other hand, the biosorption capacity of microalgae for each toxic element (q i72)

was calculated by Eq. (3):

qi,72 = V x (Ci,0 − Ci,72 )/W72 Eq. (3)

where qi,72 is the biosorption capacity for each toxic element i: As, B, Cu, Mn, and Zn at 72 h (mg toxic

element/g of biomass), V is the volume of suspension (L), C i,0 and Ci,72 are the initial and final toxic elements

concentrations (mg/L), respectively, and W72 is the mass of dry microalgae at 72 h (g).

2.3. HM Recovery studies

Suspensions of 200 ml containing 1g/L of microalgae, 12 mg/L of As, 60 mg/L of B, and 3 mg/L of Cu,

Mn, and Zn were stirred at 250 rpm and 25 ± 1 °C under dark conditions for 3 h in order to load the

microalgae with metals. At the end of the contact time, the aqueous phase was removed by centrifugation

(4500 rpm, 7 min), and 4 ml of supernatant was filtered through 0.22 μm membrane filters, acidified with

30μL of HNO3 (0.1 M) and stored at 4° C for the determination of the HM concentrations. Subsequently, 50

mL of the selected eluents (HCl 0.1 M and 0.2 M, NaOH 0.1 M and 0.2 M, CaCl2 0.1 M and 0.2 M) were added

to the centrifuged microalgae. The suspensions were stirred at 250 rpm and 25° C ± 0.1 for 60 minutes.

Samples of 4 mL were taken at time 10, 20 and 60 min, filtered through 0.22 μm membrane filters, acidified

with 30μL of HNO3 (0.1 M) and stored at 4°C prior to the analysis of element concentrations. All the

experiments were performed in duplicate. The recovery efficiency (YR,i,t) was defined as follows (Eq. (4)):

YR,i,t = (CR,i,t x Ve )/(W0 x q1,3 ) × 100 Eq. (4)

where CR,i,t (mg/L) is the concentration of each toxic element (i) in the solution after recovery at sampling

time (t), Ve is the volume of eluent (L), W0 is the initial mass of dry microalgae (g), and qi,3 is the initial

specific element content of the microalgae (mg/g).

199
In order to analyze the effect of the presence of OM in the metal loading step on metal recovery, the

experiment supporting the highest metal recovery efficiency was repeated under identical operation

conditions using COM3 SSW instead of ultrapure water to prepare the multimetallic solution used for the load

of toxic elements in the microalgae.

2.4. Analytical procedures

The aqueous concentrations of As, B, Cu, Mn, and Zn were determined by inductively coupled plasma

optical emission spectrometry (ICP-OES) (HP 7500 cc, Agilent, USA) according to the internal procedures of

the Instrumental Techniques Laboratory (LTI – UVa). For quality assurance, two reference water materials

were included in the ICP-OES analysis as quality control (QC) samples: ICP multielement Calibration Standard

Solution, 100 mg/l Scharlau (26 elements in HNO3 5%), and a certified Reference Material (Environment

Canada TMDA-64.2 LOT 0313, HNO3: 0.2%) as trace element fortified calibration standard. QC samples were

measured every 10 samples, considering a range within 10% of the true value for valid acceptance.

Concentrations of dissolved TOC were measured using a Shimadzu TOC-VCSH analyzer (Japan) according to

(Marín et al., 2018). The pH was measured using a pH-meter Basic 20+ (Crison, Spain). Determination of TS

and TSS concentrations were performed according to standard methods (E.W. Rice, R.B. Baird, A.D. Eaton,

2017).

2.5. Statistical analysis

The influence of TOC concentration, pH, CO2 supply and ICP-OES analysis was statistically evaluated by

correlation and interference analysis (ANOVA). Additionally, results of HM recovery studies were analyzed

by one-way ANOVA and t-test (P< 0.05). The data were analyzed using the software Minitab 18.

200
3. Results and discussion

3.1. Effect of OM on the biosorption of toxic elements from the multimetallic solution without CO 2 supply

The pH value in C. vulgaris cultures remained approximately constant, slightly increasing in solutions

with high OM concentrations (values of 7.1 and 7.3 at 72 h in COM2 and COM3, respectively). These results

were consistent with the biomass growth recorded during the experiments: no growth in the control

solution COM0 and increases in TSS of 2.0% in COM1, 16.3% in COM2 test and 27.6% in COM3 tests at 72 h.

Interestingly, TOC concentrations increased remarkably at 3 h in the biosorption experiments with C.

vulgaris regardless of the OM concentrations (Fig. 1A). However, the TOC concentration decreased in all the

experiments after 24 h of incubation, although positive TOC removals at 72 h were only achieved in C OM2 and

COM3 test (15.9% and 76.9%, respectively). It is therefore clear that the presence of HM in the medium

significantly influenced SSW treatment.

On the other hand, the pH in S. almeriensis biosorption experiments experienced a remarkable initial

increase up to pH 8 at 3 h regardless of the OM concentrations. This fast change in medium pH can be

related to the high physiological activity associated to the phototrophic metabolism under this experimental

condition (Cabello et al., 2015). From 24 h onwards, pH values increased slightly at high OM concentrations

(i.e. pH of 8.3 in COM2 at 72 h) and pH decreased in solutions at low OM concentrations (pH of 7.1 in C OM0 at

72 h). An increase of S. almeriensis biomass concentration was recorded in all biosorption experiments,

evidencing that the experimental methodology applied did not affect cell viability, and cell growth was

correlated with the OM concentration in the solution. Thus, S. almeriensis growth at 72 h ranged from 30.6%

in COM0 to 40.8% in COM3. It is known that microalgae support different metabolic processes in order to avoid

the high toxicity generated by the presence of HM in the medium. Indeed, extracellular sequestration,

intracellular sequestration, active export and enzymatic detoxification rank among the most common

processes (Yin et al., 2018). The expression of proteins such as Glutathione S-transferases (GSTs) play an

important role in the cell detoxification process, contributing to the protection against oxidative stress

generated by the presence of HM (Yin et al., 2016; W. Zhang et al., 2013). Previous studies showed different

growth responses of microalgal species to HM stress. Thus, Scenedesmus acuminatus presented a higher

201
antioxidant capacity, lower membrane damage, and higher tolerance than Chlorella sorokiniana to stress

induced by Cu ions, demonstrating a better tolerance against Cu (Hamed et al., 2017). Therefore, the

difference in the pH and cell growth observed between the microalgae studied can be explained by the

different metabolic mechanisms used to alleviate HM toxicity.

Contrary to the results recorded for C. vulgaris, S. almeriensis biosorption tests revealed TOC removal

from the beginning of the experiment, with a greater removal at higher initial OM concentrations (Fig. 1B).

At 3 h, TOC removal was low in all S. almeriensis biosorption tests, ranging from 0.3% for COM0 to 25.1% for

COM3. From 24 h onwards, TOC removal increased remarkably up to 10.4%, 57.9%, 63.2% and 77.9% at 72 h

in COM0, COM1, COM2, and COM3 tests, respectively. TOC removal in the medium can be directly associated to

the ability of microalgae to use organic carbon as energy source for mixotrophic growth (Shen et al., 2015).

Therefore, the results obtained in S. almeriensis tests can be associated to the higher cell growth of this

microalga, which supported a superior tolerance over the multimetallic solution compared to C. vulgaris

during the treatment of wastewater contaminated with metals.

202
A. B.
160 160

TOC concentration (mg/L)

TOC concentration (mg/L)


140 140
120 120
100 100
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
COM0 COM1 COM2 COM3 COM0 COM1 COM2 COM3
OM Condition OM Condition
C. D.
160 160
TOC concentration (mg/L)

TOC concentration (mg/L)


140 140
120 120
100 100
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
COM0 COM1 COM2 COM3 COM0 COM1 COM2 COM3
OM Condition OM Condition

Fig. 1. Time course of the TOC concentration (mg/L) in biosorption studies of Chlorella vulgaris (CV) and

Scenedesmus almeriensis (SA) conducted in a multimetallic solution with different initial OM concentrations

at 1 g TSS/L and pH 7.0. A) CV – without CO2 supply; B) SA – without CO2 supply; C) CV – with CO2 supply; D)

SA – with CO2 supply. ( ) T0 (Initial time), ( ) 3 h; ( ) 24 h; ( ) 72 h.

The influence of OM on the As biosorption in C. vulgaris tests was remarkable from the first sampling

time at 3 h (with REAs,3 14.2% in COM0 and 3.7% in COM1). The highest As removal efficiencies were obtained in

control tests, where no growth of biomass was observed (Fig. 2A). Interestingly, the As removal efficiencies

remained constant from 24 h onwards. The effect of OM was higher in terms of As biosorption capacity of C.

vulgaris (qAs,72 of 2.2 mg/g, 0.8 mg/g, 0.5 mg/g, and 0.02 mg/g in COM0, COM1, COM2, and COM3, respectively)

than in terms of As removal. Therefore, the presence of OM decreased As removal but promoted biomass

growth, thus increasing biomass concentration.

203
Overall, the As removal efficiencies for S. almeriensis were higher than for C. vulgaris (Fig. 2B). The

highest As removal efficiency of S. almeriensis was obtained in the control solution COM0 at 3 h (32.4%),

which decreased with the contact time to ~ 20% by 72 h, similar to the observations in the other SSW

tested. Differences in the final calculated qAs,72 in S. almeriensis tests were inversely correlated with cell

growth, descending from 2.3 mg/g in COM0 to 1.7 mg/g in COM3. The lower influence of OM on the As

biosorption capacity of S. almeriensis compared to C. vulgaris could be related to its higher TOC removal

capacity, which supported similar final OM concentrations in all the experiments.

A. B.

Fig. 2. Time course of the removal efficiency (%) of As in biosorption studies without CO2 supply at different

initial OM concentrations by Chlorella vulgaris (A), and Scenedesmus almeriensis (B) cultures at 1g TSS/L and

pH 7.0. ( ): COM0 (control); ( ): COM1 (40 mg peptone /L and 27.5 mg meat extract /L); ( ):

COM2 (80 mg peptone /L and 55 mg meat extract /L), and ( ): COM3 (160 mg peptone /L and 110 mg meat

extract /L).

The As biosorption capacities obtained in the control tests in this study were lower than those previously

reported by Saavedra et al, (2018) in multimetallic solutions at the same metal concentrations, but without

the addition of urea and mineral salts. It has been hypothesized that some of the added compounds such as

urea or phosphates, besides enhancing the growth and resistance of S. almeriensis, could compete with As

for the adsorption sites, decreasing the As uptake by microalgae cells (Yamani et al., 2016).

204
B removal efficiencies were low and relatively stable over time, with a maximum of 8.6% in REB,24 for S.

almeriensis at COM1 (Supplementary material). The B biosorption capacity of C. vulgaris increased with the

OM concentration of the SSW (1.4 mg/g, 2.1 mg/g, 2.3 mg/g and 2.6 mg/g in C OM0, COM1, COM2, and COM3,

respectively). These results agree with previous studies that reported an uptake capacity of 2.7 mg B/g for

Chlorella sp. at pH 7.0 (Taştan et al., 2012). Nevertheless, no clear influence of the initial OM concentration

was observed in B biosorption capacities of S. almeriensis, with qB,72 values ranging from 3.2 mg/g in COM0 to

3.7 mg/g in COM2. The biosorption capacities for B in the control tests were higher than those previously

found in the multimetallic solution without the addition of urea and minerals (Saavedra et al., 2018), but

these differences were lower for the overall bioremediation process.

C. vulgaris showed an inverse correlation between RE for Cu, Mn, and Zn and the initial OM

concentration at the first sampling time (Fig. 3A, C, and D). For instance, the RECu,3 accounted for 93.6%,

70.9%, 36.7% and 20.7% in COM0, COM1, COM2, and COM3, respectively. Nevertheless, this inverse correlation

between OM and RE was not maintained over time. In C. vulgaris, the RECu increased with the contact time,

especially in the COM2 and COM3 tests (RECu,72 > 88.6%), although qCu,72 decreased from 3.2 mg/g in COM0 to 2.3

mg/g in COM3. Mn and Zn removal efficiencies in C. vulgaris also increased with time in COM3 solutions,

achieving values of 70.8% and 86.4% at 72 h, respectively. The increase observed in Cu, Mn, and Zn removal

efficiencies by C. vulgaris in high OM concentration tests was likely due to the gradual decrease in TOC

concentration (Hussain et al., 2017), but also to cellular growth, which enhanced biosorption by increasing

the adsorption sites. Finally, C. vulgaris growth likely mediated differences in the Mn and Zn biosorption

capacities, with values of qMn,72 of 2.4 mg/g in COM0 and 1.5 mg/g in COM2, and qZn,72 values ranging from 2.7

mg/g in COM0 to 2.3 mg/g in COM2.

Remarkable differences in the RE of Cu, Mn, and Zn in S. almeriensis biosorption tests were recorded as a

function of the initial OM conditions during the first 3 h (Fig. 3B, D, and F). The highest RECu was measured in

the control tests, with values almost independent of contact time (RECu,3 of 90.1% and RECu,72 of 88%). Similar

RECu values in COM1, COM2, and COM3 were reported in S. almeriensis cultures, which increased over time from

39.8% at 3 h in COM1 to 73% at 72 h in COM3. Similarly, Cu biosorption capacities of this microalga reached a

205
maximum qCu,72 of 2.1 mg/g in the control test, which was higher than the qCu,72 of 1.5 mg/g, 1.7 mg/g and

1.6 mg/g determined in COM1, COM2, COM3, respectively. These lower values on RECu demostrated that the OM

effect produced a decrease on Cu removal, occuring independently of the the initial OM concentration in

the SSW with added peptone and meat extract.

A. B.

C. D.

E. F.

Fig. 3. Time course of the removal efficiency (%) of copper (Cu), manganese (Mn), and zinc (Zn); in

206
biosorption studies without CO2 supply at different initial OM concentrations by Chlorella vulgaris (CV) and

by Scenedesmus almeriensis (SA) cultures at 1g TSS/L and pH 7.0. A) CV-Cu; B) SA-Cu; C) CV-Mn; D) SA-Mn; E)

CV- Zn; F) SA-Zn. ( ): COM0 (control); ( ): COM1 (40 mg peptone /L and 27.5 mg meat extract /L); (

): COM2 (80 mg peptone /L and 55 mg meat extract /L), and ( ): COM3 (160 mg peptone /L and 110

mg meat extract /L).

Although REMn and REZn increased in the tests conducted with time in SSW with added peptone and meat

extract, the removal efficiency of Mn and Zn by S. almeriensis decreased with the contact time in the control

tests. The lowest Mn and Zn removal efficiencies were obtained at 3 h in C OM1 (28.6% and 30.7%,

respectively). The Mn removal efficiencies and biosorption capacities at 72 h reached similar values,

independently of the initial OM concentration (≈ 63% and 1.6 mg/g). Larger differences were obtained in the

Zn biosorption test using S. almeriensis: RE,Zn,72 of ~ 74% and qZn,72 of ~ 2.0 mg/g in COM0 and COM1, and RE,Zn,72

of ~ 88% and qZn,72 of 2.4 mg/g in COM2 and COM3.

The biosorption capacities based on the total mass of elements adsorbed at 72 h revealed similar values

for both microalgae studied. Interestingly, the COM0 test achieved the maximum biosorption capacity in

both microalgae species. At 72 h, the total biosorption capacity of C. vulgaris ranged from 11.9 mg/g in COM0

to 9.2 mg/g in COM3, whereas that of S. almeriensis ranged from 11.2 mg/g in COM0 to 10.4 mg/g in COM3. The

results showed a clear negative influence of the OM concentration on microalgae biosorption capacity for

the multimetallic solution under investigation. Nevertheless, correlation of various factors associated with

the biosorption process produced a combined effect, which modified the extent of this influence over time

(Fig. 4). At higher OM concentration in the SSW, the toxic effect of HM on microalgae decreased. This

triggered microalgae growth, which slight increased the pH of the medium. When cellular growth is favored,

TOC was subsequently consumed. Therefore, the TOC concentration decreased along the test and the

negative effect associated with OM concentration in the biosorption process also decreased. The final

differences in the total biosorption capacity observed between COM 0 and COM3 at 72 h can be directly

207
related to the severe effect that OM induced in As biosorption, which was the only toxic element that

experienced the interference of OM in the biosorption process over time.

Fig. 4. Schematic correlation of organic matter (OM), cell growth, TOC concentration, and pH medium in the

removal capacity of microalgae biomass for a multimetallic system.

Finally, no precipitation was observed in the multimetallic control samples, probably due to the increase

in the solubility of the cationic metals produced by the high borate concentration present in the

multimetallic solution (Beckett, 2016; Graff et al., 2017). Future studies should be addressed to analyze

possible metabolic responses of microalgae to HM, as the activation of desorption mechanisms to alleviate

HM toxicity.

3.2. Effect of OM on the biosorption of toxic elements from the multimetallic solution with CO 2 supply

The addition of CO2 in the biosorption experiments resulted in a decrease in the pH from initial

neutrality to ≈ 5.2 at 24 h, regardless of the microalgae species. This medium acidification can be directly

attributed to CO2 dissolution in the cultivation broth (Hu et al., 2012). Slight differences in a range of pH of

5.1 – 5.5 were found at 72 h, where the highest pH values were recorded in the test carried out at highest

initial OM concentrations.

208
A negative biomass growth was recorded in the C. vulgaris biosorption tests conducted with CO2

addition. The TSS decreased by 10.2% in COM0, 15.3% in COM1, 8% in COM2 and 4.1% in COM3. These results

suggest a cell decay in cultures mediated by the high concentrations of CO2 in the medium and by the low

pH (<5.5) (Hussain et al., 2017). Interestingly, S. almeriensis was able to grow under all conditions tested in

spite of the low pH value. Indeed, the TSS concentration increased by 19.4% in C OM0 and by 53.1% in COM3 at

72 h. These results confirmed the higher tolerance and growth capacity of S. almeriensis (compared to C.

vulgaris) previously found without CO2 addition.

TOC concentrations increased with the time course in C. vulgaris experiments. At 72 h, TOC

concentrations reached values 676.4%, 348.4%, 179.1%, and 117.7% higher than those observed at time 0 in

COM0, COM1, COM2, and COM3, respectively (Fig. 1C). These findings were likely due C. vulgaris decay in excess of

CO2 and the TOC generated can be associated with the activation of protection mechanisms, such as

metabolic export processes to control the oxidative stress (Mohamed, 2008). Lower increases in TOC

concentrations (327.7%, 232.1% and 133.8% at 72 h in C OM0, COM1 and COM2, respectively) were recorded for

S. almeriensis (Fig. 1D). A positive TOC removal efficiency of 34.4% was found in C OM3 at 72 h. The moderate

increase in TOC concentration, together with the S. almeriensis growth observed, could be associated to a

partial cellular death but also to the excretion of metabolites, in a lower extent than that observed in C.

vulgaris (Wang et al., 2010b). Interestingly, similar final TOC concentrations of ~ 78 mg/L were detected at

72 h in COM1, COM2, and COM3 experiments.

Arsenic biosorption was severely affected by CO2 addition, especially in C. vulgaris experiments (Fig.

5A), Low As removal efficiencies (< 4 %) were obtained for C. vulgaris regardless of the OM in SSW, resulting

in a maximum As biosorption capacity of 0.6 mg/g in COM1 at 72 h. CO2 addition also decreased As removal

efficiencies in S. almeriensis in SSW with added peptone and meat extract, especially at high contact times

(qAs,72 of 0.06 mg/g in COM1, and 0.1 mg/g in COM2 and COM3) (Fig. 5B). Only the control experiments supported

a significant As biosorption, which decreased from 25.4% at 3 h to 15.6% at 24 h, resulting in qAs,72 of 1.9

mg/g).

209
A. B.

Fig. 5. Time course of the removal efficiency (%) of As in biosorption studies with CO2 supply at different

initial OM concentrations by Chlorella vulgaris (A), and Scenedesmus almeriensis (B) cultures at 1g TSS/L and

pH 7.0. ( ): COM0 (control); ( ): COM1 (40 mg peptone /L and 27.5 mg meat extract /L); ( ): COM2

(80 mg peptone /L and 55 mg meat extract /L), and ( ): COM3 (160 mg peptone /L and 110 mg meat

extract /L).

Similarly, CO2 addition resulted in even lower B removal efficiencies than those reported in Subsection

3.1 for C. vulgaris with REB,72 of ≈ 3 % and a maximum qB,72 of 1.8 mg/g in COM3 (Supplementary material).

The removal of B was less impacted by CO2 addition in S. almeriensis experiments, with a slight variation of

REB from 4.0% in COM2 at 3 h to 6.4% in COM0 at 72 h. The final B biosorption capacity of S. almeriensis

decreased with the OM concentration of SSW from 3.3 mg/g in COM0 to 2.4 mg/g in COM3 (considering cell

growth). The lower effect of CO2 addition on B biosorption studies could be associated with the high

solubility of the B complexes in moderately-acidic solutions (Guan et al., 2016). Hence, differences in B

removal can be only associated with H+ competition for the active sites on the surface adsorption process.

Furthermore, CO2 addition remarkably reduced the Cu, Mn, and Zn removal efficiencies of C. vulgaris,

with the major impact being in the control tests (Fig. 6A, C, and E). Thus, Cu, Mn, and Zn removal by C.

vulgaris in COM0 under CO2 supply at 3 h accounted for 83.5%, 43.4%, and 40.1%, and decreased to 55.2%,

9.3%, and 0.6% at 72 h, respectively. The effect of CO2 addition was less pronounced in SSW with higher OM

concentrations, where RECu, REMn, and REZn remained higher than in the control test, but lower than those

210
recorded in the absence of CO2 supply. These lower RE of Cu, Mn and Zn could be associated with cell decay

mediated by pH modification caused by CO2 addition. Cu removal at 3 h was the only exception to the

general trend, with efficiencies decreasing with the OM concentration of the SSW and values similar or even

higher to those obtained without CO2 addition. The trends in the biosorption capacities were identical to

those in the removal efficiencies (increasing with OM) as a result of the decrease in C. vulgaris concentration

in this set of experiments. The final biosorption capacities ranged from 2.0 mg/g in C OM0 to 2.8 mg/g in COM3

for Cu; from 0.3 mg/g in COM0 to 1.8 mg/g in COM3 for Mn; and from 0.03 mg/g in COM0 to 2.9 mg/g in COM3 for

Zn.

211
A. B.

C. D.

E. F.

Fig. 6. Time course of the removal efficiency (%) of copper (Cu), manganese (Mn), and zinc (Zn); in

biosorption studies with CO2 supply at different initial OM concentrations by C. vulgaris (CV) and by S.

almeriensis (SA) cultures at 1g TSS/L and pH 7.0. A) CV-Cu; B) SA-Cu; C) CV-Mn; D) SA-Mn; E) CV- Zn; F) SA-

Zn. ( ): COM0 (control); ( ): COM1 (40 mg peptone /L and 27.5 mg meat extract /L); ( ): COM2 (80

212
mg peptone /L and 55 mg meat extract /L), and ( ): COM3 (160 mg peptone /L and 110 mg meat extract

/L).

On the other hand, the reduction in Cu, Mn, and Zn removal efficiencies by S. almeriensis under CO2

addition increased with the OM concentration of the SSW (Fig. 6B, D, and F). The results at 3 h of contact

time represented the only exception, with higher Cu, Mn, and Zn removal efficiencies in C OM3 with supply of

CO2. In these tests, the removal efficiencies decreased from 54.6%, 45.0%, and 70.6% at 3 h to 27.8%, 18.8%,

and 8.0% at 24 h, respectively, with Zn being the toxic element most affected by CO 2 addition regardless of

the OM concentration. The Cu, Mn, and Zn biosorption capacities in S. almeriensis exhibited an inverse

correlation with the initial OM concentration, with values decreasing from 2.1 mg/g in C OM0 to 0.8 mg/g in

COM3 for Cu, from 1.7 mg/g in COM0 to 0.5 mg/g in COM3 for Mn, and from 1.0 mg/g in COM0 to 0.2 mg/g in COM3

for Zn. These values were lower than those obtained without CO2 supply, with the highest decrease being

recorded in the COM3 tests.

Contrary to the expected effect of stimulation of microalgae growth by CO 2 supply, the results evidenced

the negative influence of CO2 addition on the removal of the target elements by C. vulgaris and S.

almeriensis. The decrease in cell growth was associated to medium acidification, as well as to a metabolic

response to the oxidative stress. The increase in OM concentration in the SSW resulted in the opposite

effect on the total biosorption capacities in both microalgal species. Thus, whereas the total biosorption

capacity of C. vulgaris increased linearly with the initial OM concentrations, from 4.4 mg/g in C OM0 to 9.7

mg/g in COM3, the total biosorption capacity of S. almeriensis decreased from 9.7 mg/g in COM0 to 3.9 mg/g in

COM3.

No positive effects on biomass growth or nutrient removal by CO2 addition were founded in studies of

Chlorella sp. cultivated in wastewater containing high OM concentrations in a closed photobioreactor

system (Min et al., 2011). Indeed, an optimal CO2 concentration of 6.5% was identified in studies with

Chlorella vulgaris P12 (Anjos et al., 2013). In contrast, higher growth rates were founded at higher CO2

concentration (~20%) in cultures of Scenedesmus (Tang et al., 2011). Therefore, these results confirmed that

213
high CO2 concentrations can induce different metabolic pathways between species and determine the OM

influence on the overall HM biosorption processes. The differences found between the two pure microalgae

species on this study warm about the risk of extrapolating biosorption results of pure species to consortia of

different microalgae and bacteria, as those growing in WWT photobioreactors. These results indicate that

microalgae could remove efficiently HM from water with low OM content as the river water, but its

effectiveness could decrease in WWT photobioreactors with high OM content and, usually, working with

CO2 addition. Further in-situ experiments of HM biosorption in real WWT photobioreactors are required to

study the biosorption of toxic elements in these plants. Nevertheless, microalgae could be potentially used

as a low-cost complement for the purification step presented in the final stage of the decontamination

process.

3.3. Recovery of toxic elements from microalgae

High recovery efficiency yields of As, Cu, Mn, and Zn from C. vulgaris (YR> 70%) were obtained with no

significant differences (P > 0.05) using HCl at 0.1 M and 0.2 M as eluent, regardless of the sampling times

(Fig. 7A). The maximum recovery was achieved for As with 0.1 M HCl at 60 min (YR,As,60 of 89 %). Cu, Mn, and

Zn recovery increased slightly with the HCl concentration, with maximum YR of 81%, 80%, and 78% for Cu,

Mn, and Zn, respectively, using 0.2 M HCl at 60 min. A slight increase on Cu recovery efficiency with

increasing the HCl concentration from 0.1M (~ 80%) to 0.2M (88%) at 60 min, in studies of Halimeda gracilis,

was also previously reported (Jayakumar et al., 2015).

By contrast, B recovery from C. vulgaris with HCl was low (YR of 15-20% regardless of time). HCl at 0.1 M

also mediated the highest recoveries of As, Cu, Mn, and Zn from S. almeriensis, with an almost complete

metal recovery of Mn and Zn (> 99%) at 10 min (Fig. 7B). The recovery of B using HCl from S. almeriensis was

low regardless of the concentration used. In this context, (Vannela and Verma, 2006) reported the highest

recovery efficiencies (> 95%) of Co+2, Cu+2, and Zn+2 from Spirulina platensis using inorganic acids (0.1 M HCl)

in an eluents screening study comparing the performance of inorganic acids, inorganic salts, chelating agents

214
and organic acids. Unexpectedly, the increase in the HCl concentration decreased the recovery efficiencies

from S. almeriensis with significative differences (P = 0.001) for all toxic elements by ~ 50 %, except B, likely

due to damage to the cell wall structure caused by the high acid concentration (Abdolali et al., 2015;

Kołodyńska et al., 2017).

NaOH at 0.1 M provided the highest As recovery efficiency from C. vulgaris (93% at 20 min), a moderate

recovery of Zn (YR,Zn of 40%) and low recovery efficiencies for the rest of the elements tested (Fig. 7C). The

increase in the NaOH concentration to 0.2 M improved Zn recovery (YR,Zn,10 of 55%) from C. vulgaris,

although it slightly decreased the As recovery. Alkaline solutions supported lower recovery efficiencies from

S. almeriensis than from C. vulgaris, with maximum YR of 70% for As at 20 min using 0.1 M NaOH, and 51%

for Cu at 20 min using 0.2 M NaOH (Fig. 7D). No significant differences (P > 0.05) on metal recovery were

observed between NaOH concentrations in S. almeriensis. The recovery of Mn was low when using NaOH

solutions as eluents, with YR values lower than 8% for both microalgae species.

Finally, the recovery efficiencies using CaCl2 increased over time in all the experiments, for all the

elements except for B (Fig. 7E, F). The increase of CaCl2 concentration to 0.2 M achieved the maximum

recoveries for As and Mn from C. vulgaris, reaching YR values of of 77% and 72% at 60 min, respectively. On

the other hand, a low recovery of all the elements from S. almeriensis was obtained. Only, CaCl2 0.2 M

supported a relevant B recovery efficiency of 38% at 10 min, the highest achieved for this element.

From the above results, biomass elution with 0.1M HCl supported the best metal recovery performance

of the target metals in both microalgae species. Therefore, these conditions were applied during the

evaluation of the effect of the OM on the recovery of toxic metals. In this context, a complete recovery of

As, Cu, Mn, and Zn using 0.1 M HCl as eluent was achieved in both C. vulgaris and S. almeriensis loaded with

the multimetallic solution in COM3 SSW. The above described decrease in the removal capacity of the

biomass induced by the presence of OM in the medium likely facilitated the recovery process. It was

noteworthy that kinetics of metal recovery were very fast (data not shown), supporting a total recovery

(~100%) of As, Cu, Mn, and Zn within 10 min. The presence of OM in the multimetallic solution used to load

215
the microalgae slightly increased the B recovery efficiency from C. vulgaris (26% at 10 min), but decreased B

recovery from S. almeriensis (18% at 10 min).

A.B.
A. 100
100 B.B.
A. 100
100 B. 100
(%)

(%)
(%)

efficiency(%)
(%)

Desorption efficiency (%)


efficiency(%)

80
80 80
80 80

efficiency
efficiency

efficiency
efficiency

60
60 60
60 60

40
40 40
40 40
Desorption

Desorption
Desorption
Desorption
Recovery

Recovery
20
20 20
20 20

00 00 0
As B Cu Mn Zn As B
As B Cu
CuMnMn Zn
Zn .. As
As B
B Cu
CuMnMn Zn
Zn As
As B
B Cu
CuMnMn Zn
Zn .. As
As B
B Cu
CuMnMn Zn
Zn As B Cu Mn
HCl 0.2 M HCl 0.1
HCl 0.1 M
M HCl 0.2
HCl 0.2 M
M HCl
HCl 0.1
0.1 M
M HCl
HCl 0.2
0.2 M
M HCl 0.1
(min) Time
Time (min)
(min) Time (min)
C.C. 100
D.D.C.
D. 100 100
100 D. 100
(%)
(%)

(%)
(%)

Desorption efficiency (%)


efficiency(%)
efficiency(%)

80
80 80
80 80
efficiency

efficiency
Desorptionefficiency

efficiency
60
60 60
60 60

40
40 40
40 40
Desorption
Recovery

Desorption
Desorption

Recovery

20
20 20
20 20

. As B Cu Mn Zn 00 As B Cu Mn Zn . As B Cu Mn Zn 00
As BBCu
CuMn
MnZnZn . . As
As BB Cu
CuMn
MnZn
Zn 0
As B Cu Mn Zn . As B Cu Mn Zn As As B Cu Mn
NaOH 0.2 M NaOH 0.1 M NaOH 0.2 M NaOH 0.1
NaOH 0.1 MM NaOH0.2
NaOH 0.2MM
NaOH 0.1 M NaOH 0.2 M NaOH 0
e (min) Time
Time (min)
(min) Time (min)

E.F.
E. 100
100 F.E.
F. 100
100 E. 100
(%)
(%)

Desorption efficiency (%)


(%)

(%)
efficiency(%)

efficiency(%)

80
80 80
80 80
efficiency

efficiency
efficiency

efficiency

60
60 60
60 60

40
40 40
40 40
Desorption
Desorption
Desorption

Desorption
Recovery

Recovery

20
20 20
20 20

00 00 0
As B Cu Mn Zn As
As B
B Cu
Cu Mn
Mn Zn
Zn .. As
As BB Cu
CuMnMn Zn
Zn As B
As B Cu
Cu Mn
Mn Zn
Zn .. As
As BB Cu
CuMn Mn Zn
Zn As B Cu M
CaCl2 0.2 M CaCl2 0.1 M CaCl
CaCl22 0.2
0.2 M
M CaCl
CaCl22 0.1
0.1 M
M CaCl2 0.2
CaCl 0.2 M
M CaCl2 0
2
e (min) Time (min)
Time (min) Time
Time (min)
(min)

Fig. 7. Time course of the recovery efficiency of toxic elements (%) in C. vulgaris (CV), and S. almeriensis (SA)

cultures at 1g TSS/L and pH 7.0, using different eluents (HCl, NaOH, and CaCl2) at two concentrations (0.1 M,

0.2 M). A) CV – HCl, B) SA – HCl, C) CV – NaOH, D) SA – NaOH, E) CV – CaCl2, F) SA – CaCl2. ( ): 10 min, ( ): 20

min, ( ): 60 min.

216
4. Conclusions

S. almeriensis resulted in better performance in HM tolerance, arsenic removal and TOC removal in

multimetallic solutions of HM than C. vulgaris. A negative effect in RE was associated with OM presence, but

this effect decreased along time. The highest arsenic removals (14.9% for CV; 32.4% for SA) were obtained in

absence of OM and without CO2 addition. Boron removal was low (<8.5%), with no clear influence of the

presence of OM and CO2. Overall, the presence of OM decreased Cu, Mn, and Zn removals, but facilitated

metal recovery under acidic elution. CO2 addition decreased the total biosorption capacity from average

values of 10.1 and 11.0 mg/g to 7.1 and 6.6 mg/g for CV and SA, respectively. HM biosorption by microalgae

can be useful for remediation of water with low OM content, but further in-situ studies of HM biosorption in

WWT photobioreactors are recommended. HCl 0.1 M resulted the best eluent for metal recovery, despite

supporting low boron recovery.

5. Acknowledgments

This work was supported by the regional government of Castilla y León (UIC 071, CLU 2017-09 and

VA080G18). The authors also thank “Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades” (CTQ2017-84006-

C3-1-R) and the EU-FEDER (CLU 2017-09 and CTQ2017-84006-C3-1-R) for the financial support of this work.

Ricardo Saavedra Concha wishes to thank the National Commission of Science & Technology (CONICYT) of

Chile for providing his Doctorate Scholarship (CONICYT – Doctorado Nacional – 21140576).

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