Tesis Mayra Urbaneja
Tesis Mayra Urbaneja
Tesis Mayra Urbaneja
Trabajo Especial de Grado presentado como Requisito parcial para optar al título de
Especialista en Derecho Procesal Civil
En la ciudad de San Juan de los Morros, a los 20 días del mes de Enero de
2021
Tutor
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
INDICE GENERAL
Pp.
RESUMEN
El derecho procesal supone crear el cauce para que jueces y tribunales puedan aplicar
el derecho al caso concreto; por lo tanto, de poco o nada serviría tener un Código
Civil, y demás leyes sustantivas, si no se dispusiese de una regulación así surge este
trabajo que tiene como objeto, además de conocer con claridad los conceptos en la
doctrina nacional siguiendo, los diferentes autores que han escrito referente al tema,
también conocer lo que es legislado en nuestro derecho objetivo; por lo que, su
contenido versará en el proceso civil en sí, en donde se desarrollaron conceptos
fundamentales referidos al tema; de igual manera se hizo referencia a las partes y
terceros, en donde se desarrolla ampliamente la figura jurídica de terceros
propiamente como tal, amparadas en las teoría de acción de Angeludis (2005) y la
teoría General del Derecho Procesal Vicente (2004). Adscrita a la línea: Derecho
Procesal Civil y Probatorio. Metodológicamente este estudio es de tipo documental,
con un diseño jurídico dogmático, para la recolección de los datos se empleó la
revisión documental, el resumen de textos, la lectura analítica de textos jurídicos y
legales. Las conclusiones develan que la intervención de terceros en el derecho
procesal civil venezolano son aquellos que bien pueden o no estar adherido al juicio y
no afecta o detiene el proceso su ausencia por lo tanto finalmente habiendo analizado
jurisprudencialmente la intervención de terceros en el derecho procesal civil se pudo
observar que la tercería es una figura jurídica procesal de gran importancia que busca
proteger los derechos de los ciudadanos ya que sin haber iniciado un juicio pueden
los intereses de una persona verse afectado o bien una de las personas partes del
proceso puede requerir la presencia de un extraño en el juicio.
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Cabe agregar, que Borjas (1947) diciendo con respecto a la tercería que, ella:
En este sentido, el proceso judicial supone la existencia de dos partes, una que
lo promueve y otra frente al cual se pretende hacer valer un derecho, es decir, actor y
demandado. No obstante, podría ocurrir que dentro del mismo asunto intervenga
cualquier persona que tenga interés en una causa pendiente, distinta a las partes y
cuando ello ocurre se está ante la hipótesis de una intervención voluntaria de terceros.
En principio, el proceso produce normalmente sus efectos solo entre aquellos
que han sido parte de él, de suerte que, si no ha sido instaurado por parte de un
determinado sujeto o en su contra, no hay necesidad jurídica de que el proceso se
7
de selección que ha tratado de indicar cuáles son los casos en los cuales sería
prudente esa intervención de terceros; lo que se quiere es ir aclarando lo siguiente: en
un proceso donde inicialmente se tiene una parte demandada y una parte demandante,
independientemente de que haya una pluralidad de personalidades agrupadas dentro
de estos términos, hay terceras personas que pueden ver de alguna forma afectado
algún tipo de derecho, bien, propiedad que tengan, sea de su propiedad o que se
pueda ver afectado por el proceso que están llevando otras dos personas.
Existen otros supuestos en el cual una tercera persona pudiera intervenir, por
ejemplo: vamos a suponer que me demandan y pierdo el proceso, me corresponde
cumplir de manera voluntaria con lo que dice la sentencia, pero si no lo hago me
pueden obligar aún con la fuerza pública, el Tribunal puede obligarme de manera
forzosa. Esto quiere decir que puede haber un error y se toquen bienes que no son
propios, que son de una tercera persona que nunca concurrió al proceso y
simplemente por error van a trabar una medida sobre sus bienes, derechos o
propiedades. El Tercero no queda indefenso, puede intervenir en el proceso y exponer
sus alegatos puede exponer que no es parte en ese proceso y están afectando su
propiedad y entonces puede intervenir. Hay varias maneras para que lo haga, depende
de los intereses que invoque.
De acuerdo, a lo anteriormente descrito y a través del discernimiento
hermenéutico jurídico se desprenden las siguientes interrogantes:
¿Cuál es el sustento teórico doctrinario de la intervención de terceros en el
derecho civil Venezolano?
¿Cuáles son las bases legales que regulan la intervención de terceros en el
derecho civil Venezolano?
¿Cuál es el mecanismo de la intervención de terceros en el procedimiento
civil venezolano?
Descritas las interrogantes emergen los objetivos que direccionan este proceso
investigativo.
10
Objetivos de la Investigación
Objetivos General
Analizar desde una mirada las bases teóricas doctrinales que sustenta la
intervención de terceros en el derecho civil venezolano
Objetivos Específicos
Justificación de la Investigación
podría concebir un estado social de derecho y de justicia, que obvie los principios y
garantías constitucionales de todos aquellos que constituimos la sociedad.
Ahora bien, desde el punto de vista Profesional: Esta consiste en mantener los
valores fundamentales de la sociedad en la cual se inserta el sistema jurídico
correspondiente y en tal sentido tanto la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999), como norma suprema, y las leyes respectivas deben tener por
finalidad establecer, internalizar y mantener los valores fundamentales de la sociedad,
que en nuestro caso, están plasmados en los artículos constitucionales que van del 1 al
9 inclusive. Al respecto apunta el jurista Lares Martínez, que todo sistema jurídico
tiene por finalidad pedagógica enseñar y transmitir sus propias instituciones jurídicas
para que éstas sean conocidas y aceptadas por quienes las utilizan en su función de
juzgar, como por aquellos a quienes se pretende controlar su conducta
Así mismo, esta investigación se enmarca en la Línea Derecho Procesal Civil
y Probatorio. Donde se estudia el conjunto de normas y principios que regula la
función Jurisprudencial del estado y por tanto, fija el procedimiento que da a seguir
para obtener la actuación del derecho positivo y que determina a la persona que debe
someterse a la jurisdicción del estado y los funcionarios encargados de ejercerla. Un
proceso civil que se inspire en la llamada concepción racionalista o cognoscitivista,
debe abordar la temática de los elementos probatorios desde la periferia del juicio
hacia el interior de éste, sin circunscribirse a lo que disponen las normas jurídicas.
Vista la importancia del derecho procesal en el campo jurídico, su dominio
teórico y práctico es fundamental para el abogado en el campo del ejercicio
profesional, erigiéndose así en la clave fundamental para el cumplimiento de su rol,
para contribuir a la solución de los conflictos sociales, al poner en movimiento el
órgano jurisdiccional del Estado en su misión de impartir justicia en las causas que
ante él se ventilan. La justicia ante la problemática social no es de producción
espontánea o natural, sino que debe buscarse como resultado de la actuación de los
abogados y abogadas a través de los procedimientos establecidos por las leyes que
deben cumplirse ante los tribunales competentes.
13
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO REFERENCIAL
Antecedentes de la Investigación
Antecedentes internacionales
Código Procesal Civil y Comercial en lo que hace a los terceros interesados, es decir
que la normativa laboral sería taxativa en cuanto a quiénes podrían intervenir en un
juicio además de las partes originarias.
Otros en cambio sostienen que tendría lugar la aplicación supletoria para los
casos de intervención de terceros no contemplados en la normativa procesal laboral.
Se puede mencionar, a título de ejemplo, como intervención de tercero interesado que
ingresa voluntariamente a un litigio laboral, el abogado que al ser desplazado del
mismo pretende intervenir para resguardar su derecho eventual al cobro de honorarios
por su actuación profesional.
El Autor manifiesta que, hay que remarcar que en la intervención de terceros -
instituto netamente procesal- se conjugan varios principios que se encuentran
presentes en todo litigio, ya sea de naturaleza civil o laboral. Los mencionados
principios son: economía procesal; seguridad jurídica; cosa juzgada y el de
bilateralidad o contradicción que encuentra fundamento en la garantía constitucional
de la debida defensa en juicio.
En otro orden de ideas, también refiere que los terceros que ingresan al juicio,
sea voluntaria o coactivamente, deben tener las mismas oportunidades procesales de
defensa que las partes originarias. Se debe respetar para con ellos el principio de
bilateralidad, máxime cuando los efectos de la cosa juzgada se les pueden hacer
extensivos. El trabajo citado refiere especial atención ya que, resalta de qué manera la
intervención de terceros ingresan al juicio sea de manera voluntaria o coactiva y
cuáles serían los principios que se les debe garantizar a los mismos, este aporte refleja
al autor de este estudio una guía para poder interpretar y comprender la realidad de
estudio desde la arista internacional y como desde otras latitudes se plantea ésta
participación e intervención de terceros en el proceso civil.
De igual manera se cita la tesis Doctoral de Rivas, (2017) titulada:
“intervención obligada de terceros la intervención obligada genérica” presentada
en la Universidad de Buenos aires – Argentina en la facultad de Derecho para optar al
título de doctor en Derecho Civil
17
Antecedentes Nacionales
La teoría general del proceso se ocupa del estudio de los conceptos, principios
e instituciones que son comunes en las diversas disciplinas procesales, el derecho
sustantivo es “el que”, el derecho procesal es “el cómo”, de ahí la relevancia de su
estudio, que otorgara las bases para la adecuada comprensión de las materias
procesales y su correcto desempeño. Es garantía constitucional de todo gobernado la
23
Quien tiene un interés en las resultas del mismo, el que puede ser
afectado por una sentencia que para él no surte los efectos de cosa
juzgada. Pero por motivos particulares o excepcionales, algunas veces
determinados terceros pueden aventajarse o perjudicarse con la sentencia.
(p.149)
La investigadora infiere que según lo antes afirmado por el referido autor esta
definición parte del principio general, de que la sentencia no produce efectos sino
entre las partes y los terceros no pueden beneficiarse ni perjudicarse por ella, y se
resalta en ella, el interés que mueve a los terceros a participar en el proceso, por los
efectos que pueda producirle la sentencia.
Por su parte, Parilli (2001, p. 19), define al tercero que participa en un proceso
donde originalmente no es parte:
La investigadora señala que según esta definición dada por el precitado autor,
además de referirse al interés que debe prevalecer en el tercero para que se admita su
intervención en el juicio, donde no es parte, también se describen las distintas formas
en las que el tercero puede intervenir en el proceso y que recoge el legislador
venezolano en el artículo 370 del Código de Procedimiento Civil (1987). No obstante,
un tercero es una persona ajena a la relación jurídica procesal en cuanto no es parte,
28
pero tiene un interés jurídico actual, por otra parte cabe destacar que la intervención
puede darse de manera voluntaria o coercitiva.
La naturaleza propia del tercero no es fácil de determinar, sin embargo, hay
autores que han sido capaces de explicarla, la importancia de esta figura procesal
viene dada de los efectos que tiene el tercero sobre el desenvolvimiento del debido
proceso y en la ayuda de resolución de conflictos.
Intervención de Terceros
En tal sentido para Couture (1979), plantea que para determinar si un tercero
actúa como una parte, primero debe conocerse la clasificación de intervención de
tercero en el proceso ordinario. En este sentido expresa que no puede confundirse la
figura del tercero coadyuvante con:
1) Los terceros llamados a actuar en procesos colectivos, como la quiebra o el
concurso de acreedores.
2) Los terceros llamados a actuar en procesos individuales de ejecución
(terceristas, en sentido genérico).
3) Los terceros llamados a actuar en proceso ordinario, según necesidades del
derecho material que se debate en el proceso.
4) Los terceros que actúan voluntariamente en forma excluyente del interés del
actor y del demandado.
5) Los terceros llamados a actuar en juicio ordinario, pero a raíz de las medidas
de seguridad tomadas contra sus bienes.
Se puntualiza estos casos determinados, puede procederse a explicar la
naturaleza jurídica de los terceros. Dentro de las corrientes que explica la naturaleza
jurídica de la intervención adhesiva de terceros en el proceso, se encuentra la
corriente alemana. Según Díaz, (25-02-17):
regla prevista en el numeral 7, por considerar que ello no era aplicable en todos los
casos.
En la legislación venezolana se introdujo la doctrina moderna de la intervención
de terceros en su facetas más relevantes, lo que permitió que personas distintas al
demandante y demandado, pudieran participar activamente en el proceso, para
resguardar su propio derecho o que su interés jurídico actual sea tal, que se sienta
impulsado a contribuir con las fundamentaciones legales al triunfo de alguna de las
partes. Esas consideraciones sirvieron de base para otorgarle al tercero la facultad de
intervenir en el juicio en el cual no ha sido parte formal desde el origen de la
controversia, con el fin de que sostenga sus derechos o los de una de las partes
principales, haciendo uso de los medios que le acuerda la ley.
La intervención de terceros, apareció por primera vez, en el Código de Aranda
(1836), se mantuvo en el Código de Procedimiento Civil (1916), hasta que se
instituyó en un bloque organizado y de manera autónoma en el Código de
Procedimiento Civil (1987), en las Secciones 1ª y 2ª del Capítulo VI, Título I Libro
Segundo, en cuya norma se condensan las formas en la que el tercero puede intervenir
en el proceso donde no es parte. Estas formas de intervención se encuentran
consagradas en el artículo 370 del Código de Procedimiento Civil (1987), en donde se
establece que los terceros podrán intervenir o ser llamados a la causa pendiente entre
otras personas, en los casos siguientes:
1. Cuando pretenda tener un derecho preferente al del demandante, o concurrir
con éste en el derecho alegado, con fundamento en el mismo título, o que son suyos
los bienes embargados o demandados, o sometidos a una medida de secuestro o
prohibición de enajenar y gravar; o que simplemente tiene derecho a ellos.
2. Cuando hace oposición al embargo practicado sobre bienes de su propiedad o
sobre bienes que posee de manera precaria o si sólo tiene un derecho exigible sobre
ellos.
3. Cuando tiene un interés jurídico y actual en sostener las razones de alguna de
las partes y pretenda ayudarla a vencer en el proceso.
32
4. Cuando alguna de las partes pida la intervención del tercero por ser común a
éste la causa pendiente.
5. Cuando alguna de las partes pretenda un derecho de saneamiento o de
garantía respecto del tercero y pida su intervención.
6. Para apelar de una sentencia definitiva conforme a las previsiones permitidas
por la ley.
Sobre la base de estos planteamientos la investigadora considera, que en la
norma antes transcrita se agrupan las diversas clases de intervención de terceros en el
proceso; sin embargo, todas esas formas de intervención presentan una característica
común, el sujeto que no es originariamente demandante o demandado se hace
presente, voluntaria o coactivamente, al ser llamado por alguna de las partes
originales en un proceso pendiente, para oponerse a las pretensiones de los litigantes,
o para coadyuvar y sostener las razones de alguno de ellos y ayudarle a vencer en el
proceso.
Tipos de Terceros
podrá también hacer la oposición, a los fines previstos en el aparte único del artículo
546.
1.3. Cuando el tercero tenga un interés jurídico actual en sostener las razones de
algunas de las partes y pretenda ayudarla a vencer en el proceso. 6. Para apelar de una
sentencia definitiva, en los casos permitidos en el artículo 297 del Código de
Procedimiento Civil (1987).
2) La intervención forzosa; los ordinales 4 y 5 del referido artículo se observa:
3). Cuando alguna de las partes pida la intervención del tercero por ser común a
éste la causa pendiente.
4). Cuando alguna de las partes pretenda un derecho de saneamiento o de
garantía respecto del tercero y pida su intervención en la causa.
Quienes investigan señalan que el tercero voluntario es aquel que interviene en
la causa por voluntad propia ya sea alegando tener un derecho preferente al del
demandante o cuando tenga un interés jurídico actual, por otra parte, el tercero
forzoso es aquel que acude a la causa pero no de manera voluntaria sino por el
llamamiento que le emite el tribunal para que comparezca.
Dentro de los sujetos procesales, las partes son la que intervienen en el proceso,
por lo tanto, puede ser parte en el proceso, quien no lo sea en la relación sustancial ni
en el litigio que sobre ellas exista, o puede ser parte endicha relación y en la
controversia, quien no lo sea en el proceso.
Relacionado con lo expuesto Devis (1996, p.327), señala “que conociendo
quiénes son parte, se sabrá quiénes son los terceros en el proceso”. En esta misma
dirección el profesor Loreto (1987, p. 194), expresó “que la noción departe como
sujeto de la relación procesal sirve para determinar negativamente por exclusión el
concepto procesal de tercero”.
Respecto a la intervención de terceros en el proceso civil, asegura Devis (1989,
p.322) que tal figura procesal tiene lugar cuando, durante el desarrollo del proceso, ya
sea en forma espontánea o provocada, se incorporan a él personas distintas a las
partes originarias a fin de hacer valer derechos o intereses propios, pero vinculados
con la causa o el objeto de la pretensión.
Con referencia a este aspecto la autora del estudio observa, que el tercero tiene
tanto derecho a la defensa como las partes naturales y que la garantía del debido
proceso debe aplicársele en la misma extensión que se aplica a las partes, toda vez
que sería discriminatorio e irracional, diferenciar las facultades y posiciones
procesales del tercero con respecto de las partes; pues desde el punto de vista procesal
ambos están facultados para realizar actos procesales y que la única diferencia que se
resalta es la de respetar la marcha del proceso.
demandado, sólo puede intervenir cuando existe un proceso pendiente entre otros,
pues el interviniente litisconsorte defiende derechos propios y el interviniente
coadyuvante va a la defensa de derechos de otros.
Por su parte la intervención litisconsorcial es aquella en la que un tercero
interviene en un proceso para defender derechos propios que se discuten en el
proceso, y que son similares, en todo o en parte, a los afirmados por una de las partes
en litigio. Tiene por objeto evitar la extensión de los efectos de la sentencia, según lo
sostenido por Rosenberg (1955, p. 264), estructuralmente, la intervención
litisconsorcial no modifica objetivamente el proceso, pues se produce simplemente
una modificación en cuanto a los sujetos procesales, que se amplían, por cuanto a una
de las partes se incorpora una persona más.
Intervención Forzada Con relación a la intervención forzada o coactiva como
también se le conoce, Puppio (2012, p. 341), considera que es mejor emplear la
terminología de intervención necesaria, puesto que al decir que es forzosa o coactiva
podría confundirse con la compulsión a presentarse a juicio por medio de la fuerza
pública.
En este orden de ideas, sostiene el precitado autor, existen dos supuestos en que
los terceros pueden ser llamados a la causa por alguna de las partes, siendo la
oportunidad procesal para el llamado a intervenir por parte de los terceros, en ambos
casos, la oportunidad para contestar la demanda, estos llamamientos se harán cuando
una de las partes pida la intervención del tercero por ser común a éste la causa
pendiente, o bien, cuando una de las partes pretenda un derecho de saneamiento o
garantía.
Por su parte Henríquez (1986, p. 275), aduce que, en la institución de la
intervención de terceros, se considerara necesaria la participación del tercero, cuando
éste, se ve obligado a participaren él, como consecuencia de un llamamiento
formulado por el juez de la causa, ya sea porque su intervención ha sido solicitada por
alguna de las partes a través de la denuncia civil, o porque el juez así lo ha ordenado
de oficio.
39
La redacción del primer ordinal del artículo 370, sostiene Henríquez La roche
(2010, p.72), se extiende diciendo o que son suyos los bienes demandados o
embargados lo cual hace referencia al hecho de haber embargado un bien que no
pertenece a las partes en litigio, es por ello que el propietario concurre a demostrar
que el bien es de él y no de algunas de las partes litigiosas.
En los supuestos del ordinal 1º, el tercero solo puede intervenir basándose en la
vía de la demanda, es decir, la vía para la intervención es demandar a las partes en el
proceso, al demandante y al demandado en el proceso principal y teniendo
necesariamente que reunir todos los requisitos de una demanda, contemplados en el
artículo 340 del Código de Procedimiento Civil (1987).
Continúa el precitado autor, haciendo referencia a los supuestos del ordinal
segundo, que contienen una hipótesis totalmente diferente, no obstante, hay casos en
los cuales pudiese hacer remisiones al primer ordinal. Este es el ordinal que se conoce
clásicamente como la oposición de terceros al embargo ejecutivo y remite al artículo
546 del Código de Procedimiento Civil (1987).
En la misma dirección, podrá intervenir cuando practicado el embargo sobre
bienes que sean propiedad de un tercero, éste se opusiere al mismo de acuerdo a lo
previsto en el artículo 546 de la norma in comento; igualmente si el tercero sólo es un
poseedor precario, a nombre del ejecutado, o si sólo tiene un derecho exigible sobre
la cosa embargada, podrá también hacer la oposición, a los fines previstos en el aparte
único del mismo artículo 546.
Asegura Henríquez (2010, pp. 73 - 74), que lo que se plantea es que en la etapa
de ejecución de la sentencia el bien ha sido embargado de manera ejecutiva pero no le
pertenece al demandado, esa persona puede ir y oponerse alegando se respete su
derecho de poseedor precario, pero puede solicitar por vía de oposición que se le
respete su cualidad de inquilino, un usufructo, una servidumbre y perfectamente
puede solicitar que no le sea perturbado ese derecho. Sin embargo, la norma no es
clara para indicar como debe el tercero intervenir. En sintonía con lo anterior hace
referencia el autor, que en los supuestos del ordinal segundo no es preciso demandar a
nadie, sino que se instaura una oposición al embargo, que según el 346 eiusdem debe
41
alegar ser propietario del bien a través de un acto jurídico válido y que además es
poseedor; si el embargo ya se ha producido se revocará; ahora bien, si logra
demostrar que tiene un derecho exigible sobre ese bien (distinto al de propiedad),
obviamente si demuestra con una prueba fehaciente y es declarado con lugar ese
derecho, el adquiriente en la demanda tendrá que respetar esa circunstancia.
Lo anteriormente expuesto, guarda relación con la presente investigación, de
igual manera que el supuesto establecido en el ordinal tercero, que establece que el
tercero procesal podrá intervenir cuando tenga un interés jurídico actual en sostener
las razones de alguna de las partes y pretenda ayudarla a vencer en el proceso. Al
respecto indica Henríquez (2010, p. 74) que este supuesto hace referencia al
interviniente adhesivo, el cual podrá intervenir bien por vía de diligencia o escrito,
pero nunca por vía de demanda, señalando su condición de tercero y fundamentando
por qué él tiene interés legal, jurídico y actual en intervenir.
Este tercero interviniente adhesivo está obligado por la ley a aceptar la causa en
el estado en el cual se encuentre al momento en que él intervino, por lo cual si algún
lapso ha precluído no podrá reponerse el litigio.
Sin embargo, la redacción efectuada por el legislador patrio de los ordinales
cuarto y quinto del artículo bajo análisis establece otros supuestos de intervención de
terceros, a saber: 4º Cuando alguna de las partes pida la intervención del tercero por
ser común a éste la causa pendiente; 5º Cuando alguna de las partes pretenda un
derecho de saneamiento o de garantía respecto del tercero y pida su intervención en la
causa. En caso de los ordinales 4º y 5º se habla de la intervención forzada, tiene que
ser propuesta con la contestación de la demanda porque es el demandado el
interesado en traerlo. En estos ordinales el llamamiento es por vía citación y eso tiene
una repercusión procesal importante.
Por su parte el ordinal sexto autoriza la intervención del tercero para apelar de
una sentencia definitiva, en los casos permitidos en el artículo 297. Significa que no
puede el tercero apelar una sentencia interlocutoria a menos que tenga fuerza de
definitiva. En esos casos del 297 del Código de Procedimiento Civil (1987), el tercero
puede apelar, ya sea por una diligencia o por un escrito en el cual manifiesta la
42
apelación de tal decisión, pero en este caso, aun y cuando el Código de Procedimiento
Civil (1987) no establece la previsión, ese tercero deberá demostrar lo que dice el 297
a favor de su interés. Quien investiga concluye que los terceros pueden intervenir en
los procesos, pero no de cualquier manera, sino en los supuestos contenidos en la
normativa legal vigente, bien sea de manera voluntaria adhiriéndose al proceso,
apelando la sentencia que considera le ha conculcado un derecho, o bien de forma
necesaria, cuando su intervención se precisa para esclarecer la controversia planteada
al juez.
con el tercero porque en el caso del ordinal 6°, se tiene todo un proceso y una
sentencia definitiva, y viene un tercero que pudo nunca haber aparecido, y dentro de
los 5 días siguientes al pronunciamiento de la sentencia, decir: apelo y es por eso que
ese tercero cuando apela tiene que demostrar su interés jurídico inmediato, si no, no
pueden admitirle la apelación.
Lapso Procesal Entre las decisiones judiciales tienen carácter de definitivas,
según asegura Nava (2010, p. 59), no sólo las que ponen fin a la instancia mediante la
resolución de todas las cuestiones de fondo constitutivas de la controversia, sino
también aquellas sentencias que aun cuando interlocutorias, impiden la continuación
del juicio y por consiguiente al igual que las definitivas.
Asimismo, el ordenamiento jurídico establece la apelabilidad de una decisión si
causa o no gravamen irreparable en el artículo 289 del Código de Procedimiento
Civil, el cual señala que de las sentencias interlocutorias sólo se admitirá apelación
cuando produzcan gravamen irreparable, correspondiendo a la libre apreciación del
juez, quien debe proceder con extrema discreción, siempre que se apele en los cinco
días establecidos en la ley para hacerlo.
Instancia Procesal La teoría de los recursos parte de la base de que resulta
necesario otorgar al litigante insatisfecho con la sentencia de primera instancia, un
medio para impedir que ésta adquiera fuerza de cosa juzgada, y la sentencia
representa la manifestación de justicia efectuada por el juez, según la valoración de
los medios probatorios para determinar la veracidad de los hechos.
En este orden de ideas Puppio (2012, p. 341), asegura que el tercero podrá
apelar de la sentencia que le cause un perjuicio, le haga nugatorio su derecho, lo
menoscabe o desmejore, teniendo la posibilidad de hacerlo dentro de los 5 días
siguientes al pronunciamiento de la sentencia, bien sea en primera instancia o en
Alzada, para lo cual deberá demostrar el interés en el objeto de la sentencia, así como
el perjuicio causado por la misma.
Legitimación: El ordenamiento procesal venezolano no señala específicamente
la facultad de las partes para interponer el recurso de apelación. Se limita el artículo
297 del Código de Procedimiento Civil (1987) a establecer que, no podrá apelar de
46
su pleno conocimiento por dos tribunales sucesivamente, de forma que ese doble
grado representa una garantía para los ciudadanos, en cuanto permite la corrección de
errores en tanto el juicio está confiado a jueces jerárquicamente diferentes.
La terminología tradicional indica que la apelación tiene dos efectos, el
suspensivo, el cual conlleva la falta de ejecución de la sentencia de primer grado
durante el trámite del recurso y el efecto devolutivo que consiste en pasar al tribunal
superior el conocimiento del asunto decidido por el juez inferior.
Cuando se admite en ambos efectos la apelación, se produce la suspensión de la
jurisdicción del tribunal de primera instancia, por lo que conforme a lo dispuesto en el
artículo 296 del Código de Procedimiento Civil, si la apelación es admitida en un solo
efecto, esto es, en el efecto devolutivo, se remite con oficio al tribunal de alzada copia
de las actas conducentes que indiquen las partes, y de aquellas que indique el tribunal,
a menos que la cuestión apelada se esté tramitando encuaderno separado, en cuyo
caso se remitirá el cuaderno original, según prevé el artículo 295 del mencionado
Código.
Por otra parte, la legitimación para recurrir corresponde en principio a quienes
son parte en el proceso por ser demandantes o demandados.
También está legitimado para recurrir el interviniente litisconsorcial y todo
aquel que por tener interés inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio, resulte
perjudicado por la decisión, bien porque pueda hacerse ejecutoria contra él mismo,
bien porque haga nugatorio su derecho, lo menoscabe o desmejore (artículo 297
Código de Procedimiento Civil). En este particular, señala Montero (2001, p. 312)
que al admitirse que la apelación es para revisar errores in iudicando, la finalidad del
recurso será la revisión de la sentencia y el vicio debe encontrarse en la parte
dispositiva. Si conforme a la doctrina procesal moderna la apelación permite revisar
tanto los errores in procedendo como in iudicando, aquellos estarán en el proceso
reflejados en la sentencia, bien porque se produjo indefensión o porque la nulidad del
acto que ocasionó el vicio traería como consecuencia una sentencia distinta.
48
En este orden de ideas, Romaniello (2012, p. 107), asegura que el requisito del
interés procesal como elemento de la acción deviene de la esfera del derecho
individual ostentado por el solicitante que le permite elevar la infracción
constitucional o legal ante los órganos de administración de justicia. No es una
abstracción para el particular que lo invoca pudiendo ser abstracto para el resto de la
colectividad. Tal presupuesto procesal es entendido como simple requisito o
circunstancia de un acto procesal cuya carencia imposibilita el examen de la
pretensión.
Por su parte el maestro Calamandrei (1973, p. 269), aduce que el interés
procesal en obrar y contradecir surge precisamente cuando se verifica en concreto
aquella circunstancia que hace considerar que la satisfacción del interés sustancial
tutelado por el derecho, no puede ser ya conseguido sin recurrir a la autoridad
judicial; o sea, cuando se verifica en concreto la circunstancia que hace indispensable
poner en práctica la garantía jurisdiccional. El interés procesal surge así de la
necesidad que tiene una persona, por una circunstancia o situación jurídica real en
49
Bases Legales
Capítulo VI
De la Intervención de Terceros
Artículo 370. Los terceros podrán intervenir, o ser llamados a la causa
pendiente entre otras personas en los casos siguientes:
52
I. NARRATIVA.-
Se abre el presente Cuaderno Separado De Tercería, por auto de esta misma fecha en
la Segunda Pieza del Cuaderno Principal; en virtud del escrito de fecha “22 de
Marzo del Año 2012”, presentada por el ciudadano: VICENTE DÍAZ ARIAS,
venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad N° V-
2.752.334, debidamente asistido por el Abogado: ALBERTO SOLANO,
venezolano, mayor de edad e inscrito en el Inpreabogado Bajo el N° 14.604;
en el cual interviene alegando su condición de tercero, proclamado de interés
legítimo actual para coadyuvar la defensa de la parte demandada, de
conformidad con el instituto de la tercería adhesiva; en la presente demanda
que por PETICIÓN DE HERENCIA, interpuso el ciudadano: ALEJANDRO
JOSÉ DÍAZ, venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de Identidad
N° V-2.243.656, en contra de la ciudadana: VICENTA JOAQUINA DÍAZ
GIMÉNEZ, venezolana, mayor de edad, titulares de la cedula de identidad N°
V-3.125.352, en el cual entre otras cosas, solicitó que de conformidad con el
Artículo 370 Ordinal 3° y 379 del Código de Procedimiento Civil.
Por otra parte, requirió que se admitiera su intervención como tercería adhesiva
coadyuvante; en consecuencia, désele entrada, y a los fines de pronunciarse
sobre la admisión, este Tribunal observa:
II. MOTIVA.-
De la revisión del escrito presentado, se evidencia que ha solicitado la admisión
según su intervención como “tercería adhesiva coadyuvante”, por lo cual,
entiende este Juzgado que ha fundamentado su derecho en el contenido del
ordinal 3º del artículo 370 del Código de Procedimiento Civil Venezolano, el
cual expresa lo siguiente
…”Los terceros podrán intervenir, o ser llamados a la causa pendiente entre otras
personas, en los casos siguientes…(…) 3º Cuando el tercero tenga un interés
jurídico actual en sostener las razones de alguna de las partes y pretenda
ayudarla a vencer en el proceso”… Omissis, Inclinado nuestro
Se quiere con ello significar, que si el tercero coadyuvante viene a introducir al juicio
acciones y excepciones enteramente distintas de las que en él se debaten y en
cuya finalidad es únicamente el interés propio del que se ostenta como tercero,
su acción no puede ser considerada como tercería coadyuvante; así mismo, en
sentencia Nº 00672 de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo
de Justicia, de fecha “03 de Junio del Año 2.008”, se señaló que:
“…En efecto, los terceros pueden intervenir en los procesos pendientes entre otras
personas, en unos casos voluntariamente, pretendiendo, total o parcialmente la
cosa o derecho litigioso (intervención excluyente: tercería y oposición a
medidas de embargo; ordinales 1º y 2º, artículo 370 eiusdem); en otros
forzadamente llamados por la parte o por el juez (ordinales 4º y 5º del citado
artículo 370 y 661 eiusdem); y por último, entre otros supuestos,
espontáneamente (intervención adhesiva), para sostener las razones de algunas
de las partes, por „un interés jurídico actual‟, para ayudarla a vencer en el
proceso (ordinal 3º artículo 370, ya mencionado‟ (Sentencia de fecha 26 de
septiembre de 1991, caso: Rómulo Villavicencio)”
Tal distinción resulta necesaria, ya que de su precisión podrá determinarse cuándo tal
intervención es a título de verdadera parte y cuándo lo es a título de tercero
adhesivo simple, visto que dichas intervenciones poseen efectos distintos
dentro del proceso. En tal sentido, se redacta el contenido del artículo 381 del
Código de Procedimiento Civil Venezolano:
Cuando según las disposiciones del Código Civil, la sentencia firme del proceso
principal haya de producir efectos en la relación jurídica del interviniente
adhesivo con la parte contraria, el interviniente adhesivo será considerado
litisconsorte de la parte principal, a tenor de lo dispuesto en el artículo 147.
III. DISPOSITIVA.-
Por las razones de hecho y de derecho antes expuestas, este Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua, con sede en Cagua, administrando justicia,
emanada de los ciudadanos y ciudadanas en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley: DECLARA:
61
Ahora bien, este Tribunal a los fines de pronunciarse sobre la admisión de la tercería
adhesiva observa:
…”Los terceros podrán intervenir, o ser llamados a la causa pendiente entre otras
personas, en los casos siguientes…(…) 3º Cuando el tercero tenga un interés
63
A tal respecto, resulta imperioso traer a colación el contenido del artículo 379 del
Código de Procedimiento Civil que señala lo siguiente:
La intervención del tercero a que se refiere el ordinal 3° del artículo 370, se realizará
mediante diligencia o escrito, en cualquier estado y grado de proceso, aun con
ocasión de la interposición de algún recurso. Junto con la diligencia o el
escrito, el tercero deberá acompañar prueba fehaciente que demuestre el
interés que tenga en el asunto, sin lo cual no será admitida su intervención
….A este propósito cabe observar, que la legitimación procesal, o sea, la aptitud de
realizar actos válidos en un proceso, sólo corresponde en principio a las partes
del juicio. Esta Regla fundamental del procedimiento está consagrada en
nuestro derecho positivo, entre otros por el artículo 136 del Código de
Procedimiento Civil vigente. Las partes son los sujetos de la relación jurídico
procesal, y sólo ellas, en su diversa situación de actores o demandados, están
investidas de la capacidad necesaria para intervenir y realizar actos válidos en
65
Se quiere con ello significar, que si el tercero coadyuvante viene a introducir al juicio
acciones y excepciones enteramente distintas de las que en él se debaten y en
cuya finalidad es únicamente el interés propio del que se ostenta como tercero,
su acción no puede ser considerada como tercería coadyuvante; así mismo, en
sentencia Nº 00672 de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo
de Justicia, de fecha “03 de Junio del Año 2.008”, se señaló que:
…En efecto, los terceros pueden intervenir en los procesos pendientes entre otras
personas, en unos casos voluntariamente, pretendiendo, total o parcialmente la
cosa o derecho litigioso (intervención excluyente: tercería y oposición a
medidas de embargo; ordinales 1º y 2º, artículo 370 eiusdem); en otros
forzadamente llamados por la parte o por el juez (ordinales 4º y 5º del citado
artículo 370 y 661 eiusdem); y por último, entre otros supuestos,
espontáneamente (intervención adhesiva), para sostener las razones de algunas
de las partes, por „un interés jurídico actual‟, para ayudarla a vencer en el
proceso (ordinal 3º artículo 370, ya mencionado‟ (Sentencia de fecha 26 de
septiembre de 1991, caso: R.V.)
Tal distinción resulta necesaria en el presente caso para quien juzga, ya que de su
precisión podrá determinarse cuándo tal intervención es a título de verdadera
parte y cuándo lo es a título de tercero adhesivo simple, visto que dichas
intervenciones poseen efectos distintos dentro del proceso.
66
Para proponer la demanda el actor debe tener interés jurídico actual. Además de los
casos previstos en la ley, el interés puede estar limitado a la mera declaración
de la existencia o la inexistencia de un derecho o de una relación jurídica. No
es admisible la demanda de mera declaración cuando el demandante puede
obtener la satisfacción completa de su interés mediante una acción diferente
En otras palabras, y vistas las consideraciones anteriores, este Tribunal denota del
estudio exhaustivo realizado al escrito interpuesto por el ciudadano: F.H.I.,
antes descrito; se desprende que a los efectos de fundamentar la cualidad de
tercero que invoca, procedió efectuar una serie de consideraciones que versan
sobre su condición de ser primo materno del demandado y se encuentra
realizando diligencias para probar el parentesco consanguíneo, lo que hace
entender que busca probar su condición de heredero del demando, la cual no
está determinada, ni probada en autos. En ese sentido, este Juzgado considera
que no ha quedado evidenciada de ninguna manera, la necesaria relación
jurídica sustancial, por lo que, de permitir su intervención en el juicio sin
haberse cumplido los supuestos de la “Tercería Coadyuvante”, crearía un caos
judicial, pues en todos los juicios las personas ajenas a las causas pretenderían
intervenir, sin motivo alguno, para un mejor entendimiento de lo aquí trascrito
se hace necesario señala el célebre maestro Carnelutti, F., “Instituciones de
Derecho Procesal Civil”, Biblioteca Clásicos del Derecho Procesal, Volumen
3, p.154, el cual exponen:
De esta manera, siendo que la tercería fue interpuesta para defender derechos propios,
resulta forzoso para este Juzgado declararla INADMISIBLE, de conformidad
con lo establecido en el artículo 379 del Código de Procedimiento Civil
Venezolano. Así se declara.-
68
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
68
69
La realidad Concreta es algo más que los hechos o datos formados más o
menos en sí mismo. Ella es todos esos hechos, y todos sus datos,
formados en sí mismo. Ella en todos esos hechos, todos esos datos, más
la percepción que de ellos está teniendo la población en ellos envuelta.
Así, la realidad concreta se presenta a mí en la realidad dialéctica entre la
subjetividad y objetividad. (p. 75)
Tipo de Investigación
Nivel de Investigación
Modalidad de la Investigación
Diseño de la investigación
El subrayado se utiliza para determinar la lectura del plan real de las ideas
de un autor. En la primera lectura del texto se van subrayando las ideas
principales para luego aislarlas rápidamente del resto del trabajo y
reestructurarlas en un plan lógico o real de la obra o para resumir la
misma (p.18).
El subrayado se emplea para resaltar las notas más relevantes o los puntos
principales de las obras consultadas, incluyendo los puntos débiles o no entendibles
del trabajo, de esta manera, se facilita al investigador identificar de manera más
rápida los aspectos que considere son de su especial interés en la realización de la
investigación.
Cuando en un mismo texto o documento, se encuentra distintos datos, dispersos
a lo largo del mismo, es de suma utilidad resaltarlos de manera tal que puedan ser
fácilmente ubicados en una posterior lectura. Efectivamente, dada la gran cantidad de
datos que se originan de las fuentes secundarias, independientemente de que la
información a manejar sea abundante o restringida, sería desproporcionado intentar
memorizarla en su totalidad. Por tanto, es de mucha utilidad utilizar técnicas que
permitan reducir los textos destacando las ideas esenciales.
Desde el marco de las definiciones anteriores, en la presente investigación, la
técnica del subrayado se emplea para identificar el contenido y posterior desarrollar
los capítulos que integran este trabajo monográfico Continuando con las técnicas de
recolección de información, se debe hacer referencia al fichaje, que a decir de los
autores Hochman y Montero (ob. cit.) “el fichaje constituye una técnica que permite
acumular datos, recoger ideas y organizarlo todo en un fichero” (p.19). Con su
utilización, se pueden obtener datos de las obras consultadas, en el cual se encuentra
información referida al objeto de estudio y los objetivos planteados, además agiliza
la realización del índice bibliográfico.
74
Procedimiento de la información
CAPÍTULO IV
RESULTADOS.
Conclusiones
76
77
Recomendaciones
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Balzan, J. (1986). Lecciones de Derecho Procesal Civil. (2ª. ed.). Caracas: Editorial
Sulibro C.A.
Del Valle Randich, Luis (1969) "Derecho Procesal Penal". Perú. Editorial Pérez
Pacussich.
Gallinal, Rafael (S/F). "Manual de Derecho Procesal Civil". Tomo II, Buenos
Aires; Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana.
Rangel Romberg (1991) Tratado del Derecho Procesal Civil Venezolano, tomo II,
Editorial Ex Libris, Caracas, p 34.
Rico Puerta, A. (2008). Teoría General del Proceso. Bogotá: Editorial Leyer.
Segunda edición. QUINTERO, B. & PRIETO, E. (2000). Teoría General del
Proceso. Bogotá: Editorial Temis. 3ª. ed.
Sabino C. (2005). Como Hacer Una Tesis. Ed. Panapo, Caracas, Editado por
Panamericana, Bogotá, y Lumen, Buenos Aires
ANEXOS
83
Anexo A
Síntesis curricular del tutor
SÍNTESIS CURRICULAR
EDUCACIÓN
Año: 2010
Derecho Procesal.
Duración: 10 Horas Académicas.//Fecha: 28/may/2011
Colegio de Abogados del Estado Guárico- Instituto de Estudios
Jurídicos
____________________________________________________________________