Resume N
Resume N
Resume N
Jonathan Edwards
En el mismo año en que John Wesley nació, Jonathan Edwards nació en una importante familia
puritana en Nueva Inglaterra. El se convertiría en la figura líder del primer gran avivamiento de
América. Edwards conocía el hebreo, griego, y latín para el tiempo en que sólo tenía 13 años de
edad. Este brillante joven se convertiría en uno de los más grandes teólogos de América y la fuerza
líder en un avivamiento que afectaría profundamente el clima religioso en América.
El estado moral de las colonias americanas en la cual Jonathan Edwards creció fue muy diferente al
establecido por los primeros pobladores. La asistencia a la iglesia devino un acto de respetabilidad
social. Cualquiera que no era escandaloso en conducta inmoral podía unirse a la iglesia. Vino en la
forma de un avivamiento llamado el «Gran Despertar».
Aunque había habido grupos aislados de avivamiento en diversas áreas, el verdadero éxito vino a la
iglesia de Jonathan Edwards en Northhampton, Massachusetts. Anteriormente, la iglesia había
experimentado varios períodos de avivamiento, pero al comienzo del ministerio de Jonathan
Edwards la iglesia estaba espiritualmente muerta. Los sermones de Edwards eran bien razonados y
escritos.
sermones poderosos tales como «Pecadores en las manos de un Dios enojado». En 1733, notó un
cambio en su iglesia, y para el final del siguiente año, el avivamiento había afectado a todo el
pueblo.
Edwards fue un gran erudito y profundo pensador. Sin embargo, la teología de Edwards no era tan
parecida al calvinismo clásico. Edwards enfatizó la majestad de Dios y sus decrctos divinos, pero
balanceó estos con una mayor preocupación por la libertad de la voluntad hombre y el amor y la
misericordia de Dios.
George Whitefield
Para el 1740, el avivamiento fue expandido a causa del ministerio de George Whitefield quien
predicó en la iglesia de Edwards y luego inmediatamente partió a un viaje de predicación de seis
semanas. En todo lugar donde iba, los pecadores se convertían y las iglesias eran
fortalecidas. Whitefield sabía que los ministros mismos tenían que ser avivados. Como él dijo, «la
razón de que las congregaciones han estado muertas es porque hombres muertos les predican.» A
través del despertar, muchos predicadores fueron renovados espiritualmente y entonces
continuaron con efectividad la obra comenzada por el itinerante Whitefield.
Curiosamente, fue Whitefield quien primero alentó a John Wesley a predicar al aire libre. Sin
embargo, la teología calvinista de Whitefield hizo que un desacuerdo surgiera entre el y los
Wesley, pero ellos continuaron su mutua alta estima. La cooperación aumentó entre las diversas
iglesias a medida que varios grupos aprendieron a trabajar juntos. Sin embargo, como «los odres de
vino viejos» de las iglesias tradicionales no siempre pudieron sostener el «nuevo vino» del fervor
espiritual, nuevas iglesias y denominaciones fueron formadas.
En vez de mirar a la historia, muchas iglesias buscaron en las páginas del Nuevo Testamento un
patrón que seguir. Su expandido papel en América era mucho mayor que en las iglesias de Europa
dominadas por el clero.
Efectos de la revolución
Después de la guerra que trajo a las antiguas colonias la independencia respecto de Inglaterra, las
iglesias tendieron a romper sus lazos con las estructuras del Viejo Mundo y a establecer nuevas
organizaciones en América. Obviamente, la iglesia anglicana tuvo que cambiar su nombre, y se
convirtió en la iglesia protestante episcopal. La iglesia metodista, organizada en América por Francis
Asbury no estuvo ya más unida al metodismo inglés. Asbury mismo se convirtió en el primer obispo
de la iglesia metodista episcopal.
El patrón religioso en América fue radicalmente diferente al de Europa. Las características
tradicionales de la religión en América-voluntarismo, individualismo, control por el
laicado, renovación a través de avivamientos-fueron establecidas durante este temprano período
de la historia americana.
Europa estuvo comprometida en una serie de amargas guerras religiosas. Después que la paz fue
restaurada, cada pequeño reino en Europa central fue responsable por sus propios
asuntos. Generalmente, sin embargo, las iglesias estatales de Europa en el siglo XVII no estaban
interesadas en evangelizar a los perdidos en países distantes. Siguiendo las teorías económicas de
su época, los países europeos deseaban establecer colonias que proveerían material crudo y
comercio a su tierra «madre».
Los misioneros europeos más a menudo iban a las colonias que pertenecían a su nación antes de ir
a otras tierras. A través del siglo XVIII, el interés en presentar las pretensiones de Cristo en tierras
paganas ganó un ímpetu en Inglaterra. Este interés misionero fue fortalecido a través del siglo por
medio del desarrollo de sociedades misioneras inglesas.
El evangelismo en Africa
Dos alemanes pictistas, Bartolomeo Ziegenbalg y Henry Plütschau fueron a la India a invitación del
rey de Dinamarca. Cuando llegaron en julio de 1706, se convirtieron en los primeros misioneros no-
católicos en alcanzar esa vasta tierra. Por supuesto ellos no fueron los primeros en llevar el
cristianismo a la India. Los creyentes indios tienen una larga historia cristiana que incluye la
pretensión de haber recibido el ministerio del apóstol Tomás.
El evangelismo en Groenlandia
Hans Egede fue otro antiguo misionero protestante. Sin embargo, no se alcanzó el éxito hasta que
el hijo de Egede, Pablo se unió a su padre en la obra. Varios años más tarde, el conde Zinzendorf
asistió a la coronación del rey de Noruega y allí conoció a dos jóvenes esquimales a quienes Egede
había bautizado. Zinzendorf, conmovido por su historia, hizo arreglos para que algunos misioneros
moravianos se unieran a Egede en Groenlandia.
Al mismo tiempo, los cristianos holandeses también estaban predicando a Cristo donde no era
conocido todavía. Debido a que los negociantes holandeses tenían grandes intereses comerciales
en el Oriente, los obreros cristianos fueron a Indonesia, Sri Lanka, y Taiwan. En algunas áreas estos
misioneros enfocaron más su atención en los comerciantes holandeses que en la gente nativa. En
Sri Lanka, entonces Ceylán, los holandeses echaron a los portugueses y trataron de expulsar a los
católicos.
Los primeros europeos en ir al Nuevo Mundo fueron recibidos por los nativos americanos. Estos
nativos estaban dispersos en un gran árca y hablaban muchas lenguas diferentes, la mayoría de los
cuales no habían sido reducidas a la escritura.
Para discipular a los nativos americanos que aceptaron el mensaje cristiano, Eliot los organizó en
nuevas villas cristianas recién creadas.
David Brainerd
David Brainerd fue otro notable evangelista entre los aborígenes. Al principio, Brainerd tuvo poco
éxito. El no podía hablar su idioma, pero agonizaba en oración por los aborígenes.
Por un lapso de unos doscientos años, los africanos fueron capturados y vendidos como
esclavos, especialmente en el Nuevo Mundo. La esclavitud dio lugar a un asunto difícil de enfrentar
para los cristianos. Algunos de estos trataron de defender el derecho de mantener a los esclavos si
ellos eran tratados humanamente. Desde el principio mismo, sin embargo, muchos cristianos
declararon que la esclavitud era un pecado y que ellos deseaban ganar a los esclavos para Cristo.
Grupos tales como los quáqueros y los menonitas, y algunos individuos en otras iglesias, se oponían
a cualquier forma de esclavitud. Por ejemplo, un pastor de Nueva Inglaterra que fue
profundamente afectado por el Gran Despertar, denunció a la esclavitud desde su púlpito. El pastor
buscó recabar dinero para ganar la libertad de esclavos, y deseaba entrenarlos para la obra
evangélica en Africa. John Wesley también se opuso a la esclavitud.
De hecho, su última carta fue dirigida a un hombre llamado William Wilberforce para alentarlo a
continuar su obra de terminar con la esclavitud. De este oscuro episodio de esclavitud nació uno de
los himnos favoritos del cristianismo, «Sublime Gracia». Durante sus años como pastor en
Inglaterra, escribió muchas canciones, pero su obra más famosa es «Sublime Gracia».