Artículo
Artículo
Artículo
Comunicación y Oratoria
El hombre desde hace millones de años, es decir desde los inicios de la vida ha
experimentado una serie de cambios y transformaciones que le han permitido evolucionar,
sin embargo, algo que ha perdurado a lo largo de su existencia es la comunicación. En
principio se evidenciaba a través de sonidos, dibujos, jeroglíficos, pero existía el modo de
comunicarse que con el tiempo se fue perfeccionando hasta nuestros tiempos. La
comunicación ha estado presente a lo largo de la vida y consiste en, según Orbis, Revista
Científica ciencias humanas, cita a Stanton, Etzel y Walker (2014) “la transmisión verbal y
no verbal de información entre alguien que quiere expresar una idea y quien espera captarla
o se espera que la capte” (p.10). Efectivamente la comunicación puede ser entonces de
manera verbal y no verbal; y teniéndola presente como proceso se cuenta con un emisor, un
receptor y un dialogo, discurso o mensaje que se mueve a través de un canal, y es aquí
cuando se evidencia que hay diferentes modos de comunicarnos con una variedad de
códigos lingüísticos y no lingüísticos.
En otro orden de ideas, cabe resaltar que el lenguaje es una función de gran valor,
según Fajardo (1999) “Una de las funciones más importantes del sistema nervioso central
está relacionada con la formación y utilización del lenguaje; éste está conformado a partir
de símbolos auditivos o visuales que representan objetos acciones o situaciones, ligados o
no al momento actual. Mediante el uso de estos símbolos se desarrolla el pensamiento y se
proyectan o determinan nuevas situaciones” (p. 6). Entonces para el terapeuta la
comunicación y la oratoria se convierte en una herramienta clave para indagar en las
situaciones del sujeto a través de la escucha activa, brindándole un espacio seguro para
establecer un dialogo y propiciar sin juicios un estudio y comprensión de las situaciones a
tratar. Por su parte el terapeuta al contar con las herramientas de comunicación necesarias y
el conocimiento del tema brindará la ayuda pertinente, manejando un lenguaje fluido,
elocuente, un tono de voz adecuado, manteniendo un discurso acorde con lo que se necesita
para enfrentar las diferentes situaciones, avanzar y superar los errores de concepto que tiene
el sujeto prestando así el apoyo terapéutico necesario.
Entonces queda claro que uno de los aspectos relevantes entre el orientador y el
orientado es que es un proceso extraordinariamente comunicativo, ya que se basa en la
interacción de ambos, para González (1995) “es necesario incursionar en la historia de la
propia orientación, donde es de gran importancia el tratamiento de la base orientadora y el
dar una orientación para la búsqueda y no dar el resultado de la búsqueda misma; para
ellos, la orientación es un acto de comunicación, es imposible pensar en un buen orientador
que no domine las técnicas de la comunicación” (p. 48). Las herramientas o técnicas
comunicativas son sumamente esenciales para desempeñar el papel de orientador, para
brindarle al orientado la posibilidad de comprender, valorar, analizar las diferentes
situaciones que de manera individual o social alteran o afectan su desenvolvimiento
dándole sentido a lo que sucede y de qué manera superarlo con los apoyos que se requieran.
Cada herramienta a nivel comunicativo posibilita un encuentro enriquecedor donde el
sujeto se siente con la plena confianza de expresar lo que sucede sin temor al señalamiento
porque desea recibir el apoyo para lograr la transformación o superación que necesita para
su vida.
Referencias