Cáncer de Mama
Cáncer de Mama
Cáncer de Mama
EPIDEMIOLOGÍA
incidencia a nivel mundial
FACTORES DE RIESGO.
1. Género y edad: el cáncer de mama es cien veces más frecuente en
mujeres que en hombres, representando aproximadamente un 1% de
los casos. Además, su incidencia aumenta de forma progresiva con la
edad
2. Peso y grasa corporal: la obesidad (índice de masa corporal igual o
superior a 30 kg/m2 ) se asocia con un mayor riesgo de cáncer de
mama en mujeres posmenopáusicas, lo cual parece ser debido a la
presencia de niveles altos de estrógenos secundarios a la formación
periférica de los mismos en el tejido adiposo
3. Factores hormonales y reproductivos: la menarquia precoz y/o
menopausia tardía, la nuliparidad y la edad tardía en el primer
embarazo se asocia con un mayor riesgo de cáncer de mama en
relación con una exposición prolongada a los estrógenos. De la misma
forma, la terapia hormonal sustitutiva, sobre todo si es de larga
duración, presenta la misma relación.
4. Dieta y estilos de vida: aunque no hay evidencia directa de que el
sedentarismo se relacione con un mayor riesgo, una actividad física
regular se asocia con una reducción del riesgo de cáncer de mama,
gracias a la disminución de peso y de tejido graso y, en consecuencia,
la influencia en los cambios hormonales.
5. Historia familiar. El 5-10% de las mujeres con cáncer de mama, tienen
una madre o hermana con cáncer de mama o antecedente y aumenta
el doble cuando es de primer grado. El BRCA1 y BRCA2 se han visto
fuertemente relacionados con la historia familiar.
6. Antecedente de enfermedad contralateral de mama. Después de 10
años con el diagnóstico de cáncer de mama, hay un 3-10% de riesgo de
padecer cáncer en la mama sana; esto se ha visto más asociado a
mujeres menores de 40 años y carcinoma lobular invasivo. Este riesgo
disminuye con el tratamiento antiestrogénico.
7. Factores ambientales: la exposición a radiaciones ionizantes,
fundamentalmente en la infancia y la adolescencia.
HISTORIA NATURAL
Las lesiones que dan origen al carcinoma de mama se originan en las
células del epitelio glandular y, posteriormente, en su crecimiento
atraviesan la membrana basal y el estroma subyacente. Gracias a los
cambios en su expresión genética adquieren la capacidad de infiltrar
vasos linfáticos y sanguíneos y posteriormente, hacer metástasis a
distancia. El primer ganglio linfático afectado por la diseminación del
tumor primario se denomina ganglio centinela, y la identificación de este
tiene implicaciones en el tratamiento quirúrgico. Por la anatomía de
drenaje linfático de la mama, en la mayoría de los tumores el ganglio
centinela y los subsiguientes se encontrarán en la región axilar, aunque
también podemos encontrarlo en la cadena ganglionar de la mamaria
interna, sobre todo si la lesión primaria está en los cuadrantes internos de
la mama. Desde ahí y por la diseminación hematógena, las células
tumorales pueden metastatizar a distancia, siendo los órganos más
frecuentes el hueso, el hígado, el pulmón y en menor medida el cerebro, la
piel y el abdomen.
CLASIFICACIÓN.
La mayor parte de los tumores malignos de mama surgen de elementos
epiteliales y se clasifican como carcinomas. Dentro de estos, podemos
distinguir varios tipos histológicos, los cuales presentan diferencias tanto a
nivel microscópico como en su comportamiento biológico. De forma
generalizada podríamos dividirlos en dos grupos: carcinomas in situ Y
carcinomas infiltrantes.
Carcinomas in situ: Se caracterizan por el hecho de que las células
tumorales no sobrepasan la membrana basal. Podemos diferenciar:
Carcinoma ductal in situ y Carcinoma lobulillar in situ
Carcinomas invasivos: Constituyen un grupo heterogéneo de lesiones
que difieren en cuanto a su presentación clínica, características
radiográficas, características histopatológicas y moleculares y potencial
biológico. Los tipos más frecuentes son: Carcinoma ductal infiltrante,
Carcinoma lobulillar infiltrante, Carcinoma medular, Carcinoma tubular,
Carcinoma mucinoso o coloide
Carcinoma medular.
Supone entre el 1% y el 10% de los carcinomas invasivos. Son más
frecuentes en pacientes jóvenes y en aquellas con mutaciones en BRCA1.
Su pronóstico parece ser más favorable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como un “carcinoma
bien circunscrito formado por células pobremente diferenciadas con
estroma escaso y prominente infiltración linfoide”
Carcinoma tubular
Su frecuencia parece ser mayor de lo creído, escribiéndose en algunas
series frecuencias de hasta un 10%-20% desde el uso de la mamografía
como método de cribado. Presentan una historia natural favorable, siendo
rara la existencia de enfermedad a distancia y, por tanto, el pronóstico
suele ser bueno.
Carcinoma mucinoso o coloide
Representa el 1%-2% de los casos, siendo más común en pacientes
ancianos. Similar al previo, suelen tener un pronóstico favorable
Carcinoma micropapilar
Representa menos de un 2% de los casos, y se caracteriza por una mayor
agresividad, con mayor frecuencia de afectación ganglionar, incluso en
tumores de pequeño tamaño.
Otros subtipos Además de los previos, podemos encontrar tumores con
un componente mixto (túbulo-ductal) así como otros subtipos de escasa
frecuencia como pueden ser los carcinomas metaplásico, apocrino,
adenoide quístico.
Marcadores moleculares.
Hay numerosas vías y marcadores moleculares que afectan al pronóstico
del cáncer de mama, como las moléculas de vía de los receptores de
hormonas esteroideas (RE y RP) y de la vía del receptor del factor de
crecimiento humano (familia HER), angiogenia, ciclo celular, moduladores
de la apoptosis, proteosomas, ciclooxigenasa 2, receptor γ activado por
proliferadores de peroxisomas, factores de crecimiento similares a la
insulina (familia IGF), factor de crecimiento transformador γ, factor de
crecimiento derivado de plaquetas y p53. La mayoría de estos
marcadores no se analizan de rutina en las muestras de cáncer de mama
en el momento del diagnóstico ni sería viable hacerlo.
La categorización del cáncer de mama según la expresión de las dianas
moleculares de los tratamientos resulta práctica, ayudan a predecir qué
pacientes se benefician con más probabilidad de los tratamientos
dirigidos a esos marcadores.
Hay varios biomarcadores, pero los que usan hoy en día son ER-a, PR y
HER2, son los que se han encontrado relevancia clínica, a la hora del
tratamiento, sea adyuvante o neoadyuvante.
Luminal
Se caracteriza por la expresión de receptores hormonales (receptores de
estrógeno —RE—) y de progesterona —RP—). A su vez se divide en dos tipos,
luminal A y luminal B. Los tumores del subgrupo luminal A representan el
30%-70% de los casos y se caracterizan por tener un grado histológico y un
índice proliferativo habitualmente bajo. Se asocian a buen pronóstico. El
subtipo luminal B representa el 15%-20% de las neoplasias de mama y se
asocia con grados histológicos e índices de proliferación más altos.
Expresan receptores hormonales, aunque con un perfil de expresión
génica de receptores de estrógeno más bajo que los tumores luminales A.
Además, algunos de ellos sobreexpresan también HER-2. Normalmente se
asocian con un peor pronóstico.
HER2-enriquecido
Constituye alrededor del 10%-15% de los cánceres de mama. Tienen niveles
altos de expresión del gen HER2 y se caracterizan por grados histológicos e
índices de proliferación elevados. Sobre un 30-40% de los casos expresan
receptores hormonales. La amplificación del gen o sobreexpresión del gen
para HER2 es un indicador de mal pronóstico para el cáncer de mama y
un predictor de respuesta al tratamiento sistémico con anti-HER2
Basal
También conocido como triple negativo, representa el 10%-20% de los
tumores de mama, y se caracteriza por la ausencia de expresión de RE, RP
y HER2. Se trata de un grupo de tumores altamente agresivos, suelen darse
en pacientes jóvenes y con frecuencia portadoras de alteraciones en
BRCA1. Es el cáncer de peor pronóstico ya que, al no tener ningún receptor,
no hay tratamiento sistémico específico. Son de características diferentes,
tanto morfológico, comportamiento, crecimiento y desenlace.
Anamnesis
En las mujeres en las que se sospecha enfermedad de la mama es
importante determinar la edad de la paciente y averiguar los
antecedentes reproductivos, incluidos edad en la menarquia, edad en la
menopausia y gestaciones. Hay que preguntar por biopsias de mama
previas y los hallazgos anatomopatológicos, especialmente de
enfermedad mamaria proliferativa. En mujeres premenopáusicas, debe
registrarse la presencia de gestación y lactancia recientes. La historia
clínica tiene que incorporar el uso de THS o de hormonas anticonceptivas.
Los antecedentes familiares deben contener cualquier cáncer de mama y
ovarios.
En lo que respecta al problema mamario en concreto, se debe preguntar a
la paciente acerca de la presencia de una masa, mastalgia, secreción por
el pezón y alteraciones en la piel. Si está presente una masa, hay que
averiguar durante cuánto tiempo y si varía con el ciclo menstrual. Cuando
se sospecha un diagnóstico de cáncer, la búsqueda de síntomas
constitucionales, dolor óseo, pérdida de peso, alteraciones respiratorias y
signos clínicos similares, puede dirigir las pruebas complementarias que
tal vez revelen la presencia de metástasis.
Exploración física
La exploración física comienza con la paciente sentada erecta. Se realiza
una inspección visual exhaustiva de las mamas en busca de asimetrías y
alteraciones en la piel. Se observan los pezones la presencia de retracción,
inversión y excoriación de la epidermis superficial. El uso de una luz
indirecta puede poner de manifiesto la presencia de pequeños hoyuelos
en la piel o el pezón. Se le pide al paciente elevar al máximo los brazos por
encima de la cabeza o contraer los músculos pectorales, esto puede
acentuar asimetrías y hoyuelos.
El edema de la piel produce un signo clínico conocido como piel de
naranja. Cuando se acompaña de hipersensibilidad al contacto, calor y
tumefacción de la mama, son las características distintivas del carcinoma
inflamatorio, pero, en ocasiones, se confunden con una mastitis aguda. Se
busca eritema y edema de la piel, masas palpables o induración
localizada.
Con la paciente sentada, se palpa cada axilar para buscar ganglios
linfáticos axilares aumentados de tamaño, también se palpan los
espacios supraclavicular e infraclavicular en busca de ganglios
agrandados.
A continuación, la paciente se tumba, y se procede a palpar la mama. La
palpación de la mama se hace siempre con la paciente en decúbito
supino sobre una superficie firme, con el brazo levantado por encima de la
cabeza. Se explora la mama comprimiendo el tejido hacia la pared
torácica, palpando cada cuadrante y el tejido situado bajo el complejo
pezón-aréola. En las masas palpables se determina su tamaño, forma,
consistencia y localización, y si están unidas a la piel o a los músculos
subyacentes.
El carcinoma es típicamente firme pero no tan bien circunscrito y al
moverlo se arrastra el tejido adyacente. Los quistes y el cambio
fibroquístico pueden ser dolorosos al palpar la mama; no obstante, la
hipersensibilidad al contacto casi nunca es un signo diagnóstico útil. La
mayor parte de las masas palpables las descubren las propias pacientes
de forma casual o con la autoexploración.
Imagenología.
Mamografía.
La mamografía es la principal modalidad de imagen para realizar
pruebas de cribado en mujeres asintomáticas. Las técnicas de imagen de
la mama se emplean para detectar pequeñas anomalías mamarias no
palpables, evaluar hallazgos clínicos y guiar procedimientos diagnósticos.
En la mamografía, la mama se comprime entre láminas para reducir el
espesor del tejido que debe atravesar la radiación, separar estructuras
adyacentes y mejorar la resolución. En una mamografía de cribado se
obtienen dos proyecciones de cada mama, oblicua mediolateral y
craneocaudal. La mamografía diagnóstica está indicada para completar
la evaluación de anomalías identificadas en mamografías de cribado o de
hallazgos o síntomas clínicos
La sensibilidad mamográfica está limitada por la densidad mamaria, y el
10-15% de cánceres de mama clínicamente patológicos no presentan
anomalías mamográficas. La mamografía digital obtiene imágenes
digitales y las almacena electrónicamente, lo que permite la manipulación
y el realce de las imágenes para facilitar su interpretación. La mamografía
digital parece ser superior a la mamografía convencional por placas para
detectar cánceres en mujeres jóvenes y en aquellas con elevada
densidad mamaria.
La mamografía en mujeres menores de 30 años, cuyo tejido mamario es
denso por el estroma y el epitelio, puede mostrar imágenes con escasa
definición. A medida que las mujeres cumplen años, el tejido mamario
involuciona y se sustituye por tejido graso. En la mamografía, la grasa
absorbe relativamente poca radiación, y sirve como un fondo de contraste
que facilita la detección de lesiones pequeñas.
Actualmente, la American Cancer Society continúa recomendando una
mamografía de cribado anual para mujeres mayores de 40 años, e indica
que esta práctica debería seguir todo el tiempo que la mujer tenga una
buena salud.
La escala BI-RADS
Es una escala subjetiva que representa cuantitativamente la opinión
diagnóstica del radiólogo o la necesidad de estudios complementarios,
más allá de la descripción anatómica de las imágenes bidimensionales de
la glándula. resume en un rango de nueve niveles (ver tabla 1) el riesgo de
malignidad de un estudio mamográfico.
La información clínica al médico tratante en el intervalo 4A, 4B y 4C es de
un riesgo de malignidad en el rango de 2 al 94%. Esta es una zona gris y
de alta ambigüedad diagnóstica, donde se genera la mayor indicación de
biopsias. El diagnóstico radiológico nunca es definitivo; se requiere la
confirmación histológica.
Henao A, Vergara M. La Escala BI-RADS Y Su Valor Predictivo En Mamografía: Un Análisis De
La Rutina Clínica. Revista Medica Clínica del Country [Internet]. 2014 [consultado el 17 de abril
de 2022]. Disponible en:
https://revistamedicaclcountry.com/posts/la-escala-bi-rads-y-su-valor-predictivo-en-mamografia-u
n-analisis-de-la-rutina-clinica
Ecografía
La ecografía es útil para determinar si una lesión detectada en la
mamografía es sólida o quística. La ecografía también puede ser útil para
discriminar lesiones en mujeres con mamas densas. Sin embargo, no se
ha encontrado que sea una herramienta de cribado útil porque es muy
dependiente de la persona que realiza la prueba sin otra guía.
Resonancia magnética
La RM se está utilizando cada vez más en la evaluación de las anomalías
mamarias. Es útil para identificar el tumor primario en la mama en
pacientes que presentan metástasis en ganglios linfáticos axilares sin
indicios de tumor primario en la mamografía o en pacientes con
enfermedad de Paget del pezón sin evidencia radiográfica de tumor
primario. La RM también sirve para evaluar la extensión del tumor primario,
especialmente en mujeres jóvenes con tejido mamario denso, para la
evaluación de la presencia de cáncer multifocal o multicéntrico, para
examen de la mama contralateral y para evaluar cánceres lobulillares
invasivos.
La sensibilidad de la RM para el cáncer invasivo es superior al 90%,
pero no llega al 60% para el CDIS. Su especificidad es solo moderada, con
notable solapamiento en la imagen de lesiones benignas y malignas.
Biopsia
Tratamiento.
Elección del tratamiento quirúrgico
La mastectomía y el tratamiento conservador de la mama han
demostrado ser equiparables en lo que respecta a la supervivencia y la
elección del tratamiento quirúrgico es individualizada. Aquellas pacientes
que deseen una cirugía conservadora de la mama deben aceptar
someterse a las sesiones de radioterapia postoperatoria y al control
posquirúrgico de la mama tratada. Hay que considerar una interconsulta
con oncología antes de la cirugía programada. Se asesora a las pacientes
acerca de los riesgos y las secuelas a largo plazo de la radioterapia. Por lo
general, se recomienda la mastectomía a pacientes con
contraindicaciones para la radioterapia.
Un factor importante a la hora de determinar si es factible el tratamiento
conservador de la mama es la relación entre el tamaño del tumor y el de
la mama. Por lo general, el tumor debe ser lo suficientemente pequeño en
comparación con el tamaño de la mama para que pueda ser extirpado
con bordes adecuados y un resultado estético aceptable. En pacientes
con tumores grandes, a los que probablemente se les recomendará
quimioterapia sistémica complementaria (postoperatoria), puede
plantearse el uso de quimioterapia preoperatoria. Si se administra
quimioterapia antes de la cirugía, podría reducir el tamaño del tumor lo
suficiente como para permitir una cirugía conservadora de la mama en
pacientes que en caso contrario no serían buenas candidatas.
Las pacientes con tumores multicéntricos suelen beneficiarse más de una
mastectomía porque es difícil realizar más de una cirugía conservadora
de la mama en el mismo pecho con resultados estéticos aceptables.
Mastectomía
Indicaciones
Algunos tumores siguen precisando una mastectomía, incluidos aquellos
que son grandes respecto al tamaño de la mama, los que presentan
calcificaciones extensas en la mamografía, tumores en los que no es
posible obtener bordes libres con una escisión local amplia y pacientes en
las que esté contraindicada la radioterapia. La preferencia de la paciente
por una mastectomía o su deseo de evitar la radioterapia también es una
indicación válida para la mastectomía.
La mastectomía simple o total significa la extirpación completa de la
glándula mamaria, incluidos el pezón y la aréola. La mastectomía radical
modificada significa la extirpación de la glándula mamaria, el pezón y la
aréola, junto con un vaciamiento completo de los ganglios linfáticos
axilares
Radioterapia postmastectomía
Para pacientes con cáncer de mama T1N0 o T2N0, la mastectomía
consigue un control local satisfactorio y no es necesaria la radioterapia.
Por el contrario, aquellas pacientes con cáncer de mama en estadio III
tienen tasas elevadas de recidiva locorregional tras el tratamiento
mediante una mastectomía radical modificada y quimioterapia
complementaria pre- o post quirúrgica. Los datos de estudios clínicos
indican que la radioterapia postmastectomía puede mejorar
significativamente el resultado de pacientes que tienen un riesgo
esperado de recidiva locorregional del 20-40% sin radioterapia. SIGUIENTE
Tratamiento endocrino
Una de las estrategias terapéuticas iniciales fue la ovariectomía para
reducir la producción sistémica de estrógenos como tratamiento del
cáncer de mama. La mayoría de los cánceres de mama (> 60%)
presentan RE y/o RP; la interrupción de la producción de estrógenos o de la
capacidad de los estrógenos de interactuar con los RE se ha asociado con
una mayor Supervivencia Global en mujeres con cáncer de mama
metastásico.
El tamoxifeno es un modulador selectivo de RE con efecto antagonista
y débilmente agonista. Suele ser bien tolerado; sus efectos secundarios
más frecuentes son sofocos o síntomas vasomotores, presentes en menos
del 50% de los casos.
Inhibidores de la aromatasa los IA bloquean la conversión de la hormona
androstenodiona en estrona al inhibir la enzima aromatasa. Esta enzima
está presente en el tejido adiposo, mamario y células del tumor de mama.
Los IA selectivos o de tercera generación bloquean exclusivamente el paso
final de conversión de las hormonas en estrógeno y no se asocian con la
amplia supresión hormonal observada con los primeros IA Estos fármacos,
que comprenden el anastrozol, el exemestano y el letrozol, no son capaces
de suprimir completamente la función ovárica en mujeres pre- o
perimenopáusicas, y su uso está restringido a mujeres posmenopáusicas.
Tratamiento sistémico complementario en el cáncer de mama operable
La quimioterapia es habitualmente administrada como tratamiento
complementario después de la cirugía. No obstante, la quimioterapia
prequirúrgica, con administración de quimioterapia sistémica o
tratamiento hormonal antes de la cirugía, logra una reducción
significativa del tamaño tumoral y puede convertir tumores inoperables en
operables, transformar tumores que requerirían mastectomía en
candidatos a tumorectomía y reducir el tamaño de tumores grandes para
lograr mejores resultados estéticos con cirugía conservadora de la mama.
Varios estudios aleatorizados prospectivos evaluaron la eficacia de la
quimioterapia y el tratamiento hormonal administrados antes
(neoadyuvantes) de la cirugía definitiva o después (adyuvantes) de ella.
Tales estudios demostraron mayores tasas de conservación de la mama
con tratamiento sistémico previo a la cirugía.
TAMIZAJE
En Colombia, la guía de atención integral del Ministerio de la Protección
Social establece la tamización para cáncer de mama con el examen
clínico anual a partir de los 40 años y con la mamografía bienal de
tamización entre los 50 y los 69 años de edad.
Población de alto riesgo
Cerca del 75% de las mujeres que desarrollan cáncer de seno, no tienen
factores de riesgo conocidos para la enfermedad aparte de ser mujeres y
tener cierta edad. El riesgo de desarrollar cáncer de mama se puede
clasificar en tres categorías: alto, medio y bajo, basados en el riesgo
acumulado de desarrollarlo a través de la vid
● Riesgo alto: riesgo acumulado mayor del 30%, o mujer portadora de
mutación genética conocida de riesgo.
● Riesgo medio: riesgo acumulado17-30%.
● Riesgo bajo: es el de la población general, que tiene un riesgo
acumulado menor de 17%.
Se considera una mujer de alto riesgo para cáncer de mama si tiene uno o
más de las siguientes antecedentes:
● Portadora de mutación genética conocida como BRCA1, BRCA2, PTEN,
síndrome de Li Fraumeni. (RR: 10-32)
● Mujer con antecedente familiar en primer grado de mutación
genética conocida (riesgo del 50 % de ser portadoras de la
mutación).
● Antecedente de radioterapia sobre la pared del tórax a una edad
menor de 30 años. (RR: 7-17).
● Riesgo en el transcurso de la vida >30% estimado por alguno de los
modelos existentes (GPCl. BRCAPRO, BOADICEA, Tyrer-Cuzicky otros).
Las mujeres de riesgo alto tienden a tener tumores más agresivos, de
crecimiento más rápido, con diagnóstico de la enfermedad a edad
temprana, que en ocasiones son difíciles de identificar en la
mamografía(por el menor rendimiento de esta prueba en mujeres jóvenes
con mamas densas).
Resumen
El cáncer de mama, es el más frecuente en mujeres
mortal si no es diagnosticado a tiempo que varía de su estadio, su
histología y biología molecular.
Es bien conocido, que la exposición estrogénica, es un factor de riesgo
para el desarrollo de cáncer de mama, junto los antecedentes
heredofamiliares de primer y segundo grado y genética.
El tamizaje en mujeres asintomáticas ha evidenciado que disminuye la
mortalidad por el diagnóstico temprano y su diagnóstico de confirmación
es la histología por biopsias con aguja gruesa.
El tratamiento va depender del estadio, metástasis nodal o extranodal y la
inmunohistoquímica
la disminución de la mortalidad se ha logrado con el diagnóstico oportuno
y el tratamiento con cirugía y terapia antihormonal