Introducción A La Psicología
Introducción A La Psicología
Introducción A La Psicología
Tema:
Naturaleza Científica de la Psicología
Docente:
Karina A. Vásquez B.
CICLO I
1. PREÁMBULO
La palabra Psicología deriva de dos voces griegas: Psique que significa alma y Logos que
significa tratado o estudio, por lo tanto Psicología etimológicamente se define como el estudio
del alma. Pero esta enunciación, como ciencia del alma fue válida para su época, se refiere a
una definición histórica y metafísica; puesto que el alma es una entidad que no puede ser
experimentada mediante los sentidos.
La Psicología es el estudio científico de la conducta y los procesos mentales, de cómo los seres
humanos perciben, piensan, aprenden, recuerdan y resuelven problemas, para adaptarse al
medio que les rodea. La psicología moderna se ha dedicado a recoger hechos sobre la
conducta y la experiencia, y a organizarlos sistemáticamente, elaborando teorías para su
comprensión. Estas teorías ayudan a conocer y explicar el comportamiento de los seres
humanos y en alguna ocasión incluso a predecir sus acciones futuras, pudiendo intervenir
sobre ellas.
Las áreas de la psicología pueden también describirse en términos de áreas de aplicación. Los
psicólogos sociales, por ejemplo, están interesados en las influencias del entorno social sobre
el individuo y el modo en que éstos actúan en grupo. Los psicólogos organizacionales estudian
el entorno laboral de los trabajadores y los psicólogos de la educación estudian el
comportamiento de los individuos y grupos sociales en los ambientes educativos. La psicología
clínica, por último, intenta ayudar a quienes tienen problemas en su vida diaria o sufren algún
trastorno mental.
La psicología procede de muy distintas fuentes, pero sus orígenes como ciencia habría que
buscarlos en los principios de la filosofía, en la antigua Grecia.
La psicología actual todavía mantiene muchos de los problemas que se planteó originalmente.
Por ejemplo, ciertos psicólogos están interesados ante todo en la investigación fisiológica,
mientras que otros mantienen una orientación clínica, y algunos, una minoría, intentan
desarrollar un enfoque más filosófico. Aunque algunos psicólogos pragmáticos insisten aún en
que la psicología debe ocuparse sólo de la conducta, olvidándose de los fenómenos psíquicos
internos (que deben incluso ser rechazados por ser inaccesible su estudio científico), cada vez
son más los psicólogos que están hoy de acuerdo en que la experiencia y la vida mental (los
procesos psíquicos internos) son un objeto válido de estudio para la psicología científica. Esta
vuelta al estudio de los fenómenos psíquicos internos, conocido como paradigma cognitivo,
por oposición al paradigma conductista dominante en la psicología académica durante buena
parte del siglo, comenzó a extenderse a mediados de la década de los años setenta.
3. ÁREAS DE LA PSICOLOGÍA
Las principales áreas de investigación de la psicología moderna forman parte también de las
ciencias sociales y biológicas.
La unidad mínima del sistema nervioso es la célula nerviosa elemental o neurona. Cuando una
neurona es estimulada de forma adecuada, envía señales electroquímicas de una parte a otra
del organismo. El sistema nervioso tiene 125.000 millones de neuronas, de las cuales unos
100.000 millones están en el propio cerebro.
Una de las partes del sistema nervioso periférico, el sistema nervioso somático, transmite
sensaciones al sistema nervioso central y emite órdenes a los músculos involucrados en el
movimiento ordenado. Otra parte del sistema nervioso periférico, el sistema nervioso
autónomo o vegetativo, incluye dos subsistemas de acciones antagónicas sobre la activación
general y de diversos órganos: el sistema simpático, que activa el organismo acelerando el
latido cardiaco, dilatando las pupilas, aumentando el ritmo respiratorio y liberando adrenalina
en la sangre, y el parasimpático, dominante en el reposo, que opera a la inversa.
Estos dos tipos de investigación tratan de los aspectos más elementales de la experiencia del
aprendizaje. En el condicionamiento clásico, la atención recae en la importancia de la
asociación del estímulo condicionado y del no condicionado; en el instrumental u operante,
recae en la utilización de refuerzos, negativos o positivos, para modificar la conducta. Dicho de
otro modo, el primero se ocupa de qué clase de fenómenos aparecen juntos en el proceso de
aprendizaje, mientras que el segundo trata de las consecuencias de las acciones. La mayoría de
las situaciones reales de aprendizaje tienen, de hecho, características clásicas y operantes.
Las investigaciones sobre el aprendizaje humano son, naturalmente, más complejas que las del
aprendizaje animal, y en rigor no se pueden limitar a los dos tipos de condicionamiento antes
expuestos. El aprendizaje humano y la memoria han sido estudiados con materiales verbales
(como listas de palabras o relatos) o mediante tareas que implicaban habilidades motoras
(como aprender a escribir a máquina o a tocar un instrumento). Estos estudios han resaltado la
deceleración progresiva en la curva del aprendizaje (curva semejante a una función
logarítmica, con gran rendimiento al comienzo que después se va haciendo más y más lento), y
también la deceleración progresiva en la del olvido (justo después del aprendizaje se olvida
más, con el tiempo se olvida menos).
En las últimas décadas, la investigación psicológica ha mostrado una atención cada vez mayor
por el papel de la cognición en el aprendizaje humano, liberándose de los aspectos más
restrictivos de los enfoques conductistas. Se ha hecho hincapié en el papel de la atención, la
memoria, la percepción, las pautas de reconocimiento y el uso del lenguaje en el proceso del
aprendizaje, y este enfoque ha pasado gradualmente del laboratorio a la práctica terapéutica.
En los tests se han desarrollado también modelos estadísticos muy sofisticados, siendo los más
eficaces los que tienen una base estadística compleja y sutil. Algunos psicólogos se han
convertido en verdaderos expertos en la elaboración de tests y otros instrumentos de medida
para propósitos concretos, una vez acordada su finalidad.
La psicología social comprende diversas teorías que pueden ser clasificadas como teorías del
equilibrio. Son las que se ocupan, tanto en la teoría como en la práctica, de cómo y por qué
cambian los individuos sus actitudes. Si, por ejemplo, una audiencia escucha un discurso de
una persona considerada respetable, normalmente esperan ideas con las que estén de
acuerdo. Si éste no es el caso, la audiencia pasará a desestimar al orador, o cambiará de
actitud y participará de las ideas expresadas. En suma, los oyentes modificarán sus actitudes
hacia el orador o hacia sus ideas, buscando el equilibrio. Del mismo modo, las personas
tienden a equilibrar o reconciliar sus propias ideas con sus acciones. Al margen de este tipo de
cuestiones, la psicología social también ha estudiado, entre otros temas, la conducta de masas
y los fenómenos de grupo.
Los grupos de desórdenes son: las psicosis, trastornos estructurales que implican una pérdida
de contacto con la realidad (esquizofrenia, psicosis maniaco-depresiva, paranoia y psicosis
orgánicas) y las neurosis, trastornos no psicóticos, funcionales, que normalmente no suponen
una pérdida de contacto con la realidad, aunque la vida del paciente se vuelve infeliz o
dolorosa, incapacitándole para ciertas tareas. Entre las patologías y cuadros sistemáticos de las
neurosis se encuentran: la ansiedad aguda, las fobias, las neurosis obsesivo-compulsivas y las
histerias, así como los desórdenes de la personalidad o psicopatías, que incluyen las
personalidades antisociales -psicópatas o sociópatas-, entre otros comportamientos
desviados.
La psicología tiene su aplicación en problemas que surgen prácticamente en todas las áreas de
la vida social. Por ejemplo, los psicólogos asesoran a instituciones y organismos tan distintos
Fuente:
Morris Charles, Psicología. Duodécima Edición
Telmo Salinas; Nociones de Psicología
http://www.elalmanaque.com/psicologia/historia.htm