Clases de Pastos y Forrajes 2020 II - P.A II
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SESIÓN N°07
Las leguminosas presentan una gran variedad morfológica en todos sus órganos, incluso dentro de la
misma subfamilia. No muestran la uniformidad típica de las gramíneas, siendo su clasificación de visu
menos farragosa. Esta diagnosis suele estar apoyada principalmente en características de hojas,
inflorescencias y frutos.
EL SISTEMA RADICAL
El sistema radical de las leguminosas es el responsable, en parte, de la gran importancia que tiene la
familia en la pascicultura:
Sujetan el suelo, por su potente estructura, y son muy interesantes en zonas con peligro de erosión, en
revegetalizaciones.
Son mejorantes del suelo, fertilizan, ya que son capaces de utilizar nutrientes y recursos de zonas
profundas del suelo, reciclando elementos hacia la superficie.
Constituyen un complemento total para las gramíneas para el aprovechamiento integral del suelo y para
cubrir las necesidades proteicas y minerales que no proporcionan las gramíneas para lograr una ración
alimenticia equilibrada para el ganado.
Se autosuministran de nitrógeno y son capaces de ceder este nutriente al suelo y a las especies que las
acompañan, realizando una fertilización directa.
La simbiosis con las bacterias fijadoras es posible bajo una serie de condiciones: presencia de bacterias en
el suelo (hay cierta especificidad en la relación leguminosa - cepa de Rhizobium), suelos no muy ácidos,
con buena relación C/N (12-15) y con buena aireación.
Las bacterias penetran a la planta por los pelos absorbentes de las raíces secundarias, se multiplican en el
tejido huésped y forman un punto de infección que posteriormente se desarrollará hasta llegar a formar un
nódulo, similar a un quiste. Supuestas unas adecuadas condiciones de temperatura, humedad y del propio
suelo, los nódulos se desarrollan rápidamente y las bacterias pueden fijar importantes cantidades del
nitrógeno de la atmósfera del suelo.
Cada cepa de Rhizobium, puede asociarse con un grupo determinado de leguminosas, las más frecuentes
son Rhizobium meliloti (Medicago, Melilotus, Trigonella); Rhizobium trifolii (Trifolium); Rhizobium
leguminosarum (Vicia). Estas bacterias pueden aparecer en el suelo de forma natural según una serie de
factores (temperatura, acidez, etc.), por lo que a la hora de implantar una leguminosa en cierto lugar hay
que comprobar previamente la presencia o no de cepas de Rhizobium para asegurar la inoculación. Ante la
duda, y para asegurar la simbiosis con la bacteria, antes de sembrar se inocula de forma artificial, éste
proceso se denomina peletizado de la semilla (se impregnan las semillas con un adherente y un cultivo
de la cepa adecuada de Rhizobium “inoculante” y, se reviste a las semillas de una cantidad máxima de
caliza finamente molida)
Los valores de nitrógeno fijado al suelo por las leguminosas pueden ser muy elevados y son muy
importantes por el ahorro que suponen en fertilizaciones de pastos. Como ejemplo, un cultivo puro de
zulla (Hedysarum coronarium) fija 150 kg/ha.año de N asimilable, uno de alfalfa (Medicago sativa)
puede llegar a fijar 250 kg/ha.año de N asimilable, mientras que un pastizal natural bien dotado de
leguminosas puede fijar 60- 100 kg/ha.año.
La hoja es un órgano lateral que brota del tallo o rama de manera exógena y en general lleva una
ramificación o una yema justo por encima de ella (axilar). Generalmente son alternas, a veces opuestas,
estipuladas o no, pecioladas o sésiles.
Entre las leguminosas pratenses predominan las hojas compuestas, con un número variable de foliolos.
Las hojas compuestas están formadas por un eje o raquis, de donde salen los
foliolos, unidos al raquis por los peciólulos. Estos foliolos pueden ser enteros,
dentados, aserrados, etc., y de diferentes formas, ovado, lanceolado, elíptico,
obcordado, romboide, linear, oblongo, etc.,
Rara vez se dan las hojas simples (Scorpiurus) o reducidas a filodios, peciolo dilatado y
laminar que sustituye a la lamina de la hoja (Lathyrus)
En la base de las hojas junto al tallo, si no están ausentes, transformadas en espinas (Genistas) o ser
glandulosas (Lotus), nos encontramos con una pareja de brácteas membranosas o escariosas, llamadas
estípulas, de muy variada forma y tamaño, libres o soldadas entre si y a su vez libres o soldadas al peciolo.
Los tallos en las leguminosas pratenses suelen ser herbáceos o subfruticosos si sólo están lignificados en
la base, y excepcionalmente arbustivos si son todo leñosos (Medicago arborea). Generalmente son
macizos, aunque hay excepciones que los presentan huecos (Lotus uliginosus). Presentan secciones
circulares o más o menos angulosos “cuadrangulares”, a veces alados (Lathyrus), con superficies vellosas
o lampiñas.
Suelen ser plantas con portes erectos o ascendentes, pero también encontramos tallos postrados o
estoloníferos si son enraizantes en los nudos (Trifolium repens)
LA FLOR Y LA INFLORESCENCIA
La corola está formada por cinco pétalos libres o algo connados (soldados). La prefloración es vexilar, es
decir, el estandarte o vexilium (pétalo impar), cobija a dos pétalos inferiores (alas) y éstos a la quilla, dos
pétalos aún más pequeños, normalmente unidos por una fina línea de pelos. El estandarte es la primera
pieza en emerger de la flor.
Estandarte
Alas
Quilla
Los colores de la corola son muy variados, siendo los más comunes amarillo, blanco, azul o rojo.
El gineceo está formado por un ovario súpero, sentado o estipitado (con un pequeño pedúnculo),
unicarpelar, unilocular o rara vez bilocular (por formación de un falso tabique), con 1-50
rudimentos seminales; estilo filiforme, recto o arqueado y estigma apical.
Las flores normalmente no se sitúan de forma aislada sino en inflorescencias, que generalmente proceden
de pedúnculos axilares de las hojas. Las más comunes entre las leguminosas pratenses son:
Inflorescencia en racimo, cuando las flores se insertan sobre el eje floral a través
de un pedúnculo o pedicelo.
Dado que los órganos sexuales se localizan en el interior de las quillas, aislados y cerrados, la fertilización
del estilo es prácticamente imposible, salvo cuando por alguna razón o fuerza las alas de la corola se
separan y la quilla se abate. Esta misión la realizan los insectos polinizadores, en su búsqueda del néctar de
la base del tubo estamínico. Al mismo tiempo, con el brusco movimiento de la entrada del insecto, las
anteras maduras se abren y sueltan el polen libre, con lo que la flor puede fecundarse con su propio polen
(autogamia) o con el polen de otra flor (alogamia). Se trata de plantas entomófila
EL FRUTO Y LA SEMILLA
El fruto de las leguminosas es la legumbre, nombre con que se designan las semillas encerradas en
una vaina. Fruto monocarpelar, unilocular o bilocular (cuando está dividido en 2
loculos, al formarse un falso tabique de origen placentario por hundimiento del pericarpio
a lo largo de la sutura), seco, dehiscente (cuando se abre la vaina por la sutura ventral y
por el nervio medio del carpelo, como consecuencia de la distinta intensidad
También nos encontramos con lomentos, es una falsa legumbre, indehiscente, que está articulada
longitudinalmente por estrangulaciones, que se descompone en la madurez en fragmentos transversales,
monospermos, separados unos de otros por tabiques.
Los frutos de las leguminosas pratenses tienen muy diferentes formas, siendo los más característicos las
legumbres esféricas (Anthyllis), aovadas (Trifolium), alargadas (Lotus) o espiraladas (Medicago), más o
menos recubiertas de costillas, espinas, verrugas, articulados (Coronilla), etc.
La envoltura de la semilla llamada cubierta seminal, tegumento o testa, forma una gruesa capa
suberificada alrededor de la semilla, excepto por una cicatriz prominente denominada hilo, que fue el
punto de sujeción a la pared del ovario a través del funículo; entre el hilo y la punta de la radícula existe
un poro diminuto llamado micrópilo, conectado con el interior de la semilla, para la absorción de la
humedad y que marca el punto por donde la radícula romperá la cubierta seminal; más abajo del hilo se
encuentra un ombligo interno en forma de cresta, a veces poco perceptible, llamado chalaza, calaza o
rafe.
A = albúmen C = cotiledones
M Ch = chalaza H = hilo
M = micropilo R = radícula
Sr = surco radicular T = tegumento
Dentro de la semilla no existe un endospermo sino, algún resto sin digerir (albumen) y dos cotiledones
(hojas embrionarias, que contienen la reserva de almidón y proteína para la plántula) unidos a un eje
central. La parte superior del eje consta del epicótilo, que tiene en la punta la plúmula (yema
embrionaria). La parte inferior del eje consta del hipocótilo y la radícula (raíz embrionaria)
La cubierta seminal, rica en suberina, forma una capa gruesa e impermeable que puede impedir la entrada
del agua, sin la que la semilla no puede germinar. El micrópilo también puede aparece cerrado por un
material similar al corcho. Es el fenómeno de las semillas duras, que constituye un mecanismo de
supervivencia de la planta que, en las siembras debe ser vencido por una serie de tratamientos que
reblandezcan o rompan esta capa dura y posibiliten la germinación.
La razón de la existencia de las semillas duras está muy relacionada con el gran consumo de leguminosas
por los animales. Es un mecanismo para asegurar la persistencia de la especie en el pastizal, ya que las
semillas duras no son digeribles fácilmente por los animales (ni siquiera por las cabras) al pasar por el
tracto intestinal y poseen una gran capacidad germinativa después, incluso, pueden seguir siendo viables
hasta 2-3 años más tarde. Añadido a esto, la existencia de una cierta proporción de semillas duras en la
producción de un año provoca una germinación de la especie en varios años a partir del de la producción,
asegurando con esta “siembra diferida” la pervivencia de la especie frente a condiciones adversas. Esta
propiedad, sin embargo, debe ser observada en implantaciones artificiales en las que se desee la
germinación del mayor porcentaje posible de semillas.
Siempre que las semillas cuenten con la suficiente humedad, oxígeno, temperatura y en algunos casos
con luz, se inicia la germinación.
REFERNCIAS BIBLIOGRAFICAS:
file:///C:/Users/HECTOR/Downloads/1.%20MORFOLOGIA%20LEGUMINOSAS.pdf