Clases de Pastos y Forrajes 2020 II - PA II
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SESIÓN N°06
Las gramíneas constan de raíz, tallo, hojas y la mayoría tienen flores y frutos en ciertas épocas del año. Según las
características del medio en que la planta se desarrolla, los diferentes órganos de la misma adoptan una forma
distinta, adecuada para la supervivencia de la especie, pero conservando unas características generales comunes a
todos los miembros de esta familia.
Antes de ver con detalle los géneros y especies más importantes en pascicultura, y como paso previo a su
diferenciación mediante claves, es necesario hacer un repaso a la morfología de la familia y reconocer sus
principales caracteres diferenciadores.
LA RAIZ
El sistema radical de las gramíneas está compuesto por las raíces seminales y las adventicias.
Las raíces primarias o seminales son las originadas por el desarrollo de la radícula
del embrión, que da lugar a la raíz primaria, y otras raíces adicionales que se desarrollan
justo por encima de la raíz primaria. En general, el número de raíces seminales es
pequeños (de 1 a 8) y varía con la especie, el vigor de la semilla y las condiciones
ambientales. Estas raíces suelen funcionar durante las primeras semanas de vida de la
planta, con un desarrollo muy rápido, pero pronto son reemplazadas por las raíces
secundarias.
Respecto a la evolución del sistema radical, se ha demostrado que existe una alta correlación entre el
crecimiento del sistema aéreo y el radical, y que lógicamente en las zonas secas éste se desarrolla más. También se
ha demostrado que existe una intensa dinámica de mortalidad y nuevo desarrollo de raíces adventicias en especies
perennes, llegando a alcanzarse porcentajes de renovación anual de raíces de hasta un 50 % en especies pratenses
típicas
LOS TALLOS Y LAS HOJAS
Los tallos de las gramíneas reciben el nombre de cañas y están
constituidos por una serie alternante de cortos nudos macizos y más
largos entrenudos huecos (aunque hay excepciones con entrenudos nudo
macizos como el maíz). Las gramíneas pratenses tienen generalmente
un tallo herbáceo, (algunos géneros los tienen leñosos, caña común gen. limbo
Arundo, caña de azúcar gen. Saccharum, diferentes géneros que se
reúnen con el nombre de Bambúes, etc.), cilíndrico, liso o estriado,
limbo
lampiño o velloso, erecto o geniculado-ascendente, etc. vaina
lígula
nudo
En la inserción de la hoja con el nudo existe una yema
que en condiciones favorables puede desarrollarse y dar lugar a un nuevo
tallo, de estructura idéntica a la del tallo principal (ahijado). Las
ramificaciones del tallo pueden ser basales, con un desarrollo horizontal, cañ
y dar lugar a estolones (tallos rastreros) o rizomas (tallos subterráneos).
Otras veces , los entrenudos de la base del tallo engrosan por
almacenamiento de las sustancias de reserva y originan bulbos, que
suelen actuar como centros de regeneración vegetativa.
Prefoliación
enrollada y plegada
LA INFLORESCENCIA
Una espiguilla está formada por una o más flores reunidas en espiga, es decir, unidas directamente a su eje (raquis
o raquilla), y protegidas por dos brácteas: las glumas (inferior y superior)
Un gineceo constituido por un ovario con un sólo óvulo. Los estilos suelen ser dos y están
coronados por estigmas plumosos.
Las flores pueden ser hermafroditas o presentar sólo estambres o sólo órganos femeninos; o
pueden ser estériles, reducidas tan sólo a alguna de las partes de la flor.
Pudiendo distribuirse en la planta del siguiente modo: Plantas con flores de un solo
sexo (gen. Cortaderia)
Las glumillas (lema y palea) pueden tener aristas o no tenerlas, constituyendo estas aristas un mecanismo de
dispersión del grano. Cuando aparecen pueden tener posición terminal (apical), subapical, dorsal o basal, siendo
cilíndrica o aplanada, retorcida, recta, acodada, etc. La palea es siempre biaquillada y binervada.
Inflorescencia en panícula (Bromus), con espiguillas pediceladas que se insertan sobre otros pedúnculos, y estos
sobre el tallo o eje de la inflorescencia, con más o menos ramificaciones del tallo principal (sería un racimo de
racimos).
Estos tipos pueden ser a su vez más o menos compactos, densos o laxos, adoptando formas muchas veces
características que permiten una identificación fácil de las especies en la época del espigado.
Espiga
La mayoría de las claves botánicas utilizadas en la determinación de las gramíneas se apoyan
fundamentalmente en la estructura de las espiguillas e inflorescencias. Son especialmente importantes
los siguientes caracteres:
La estructura de la inflorescencia
El número de flores por espiguilla
Espiguillas unifloras,
bifloras y plurifloras
Desarticulación por
debajo o encima de
las glumas
EL FRUTO Y LA SEMILLA
El fruto de las gramíneas es una cariópside, fruto seco e indehiscente que se encuentra soldado con la verdadera
semilla formando lo que corrientemente se denomina grano. El grano puede ser vestido, si las glumillas de las flores
permanecen unidas al
Grano, o desnudo, en caso contrario. El grano suele presentar simetría bilateral,
con una cara dorsal
Convexa y una ventral deprimida por un
surco. En la base de la parte ventral
existe una mancha denominada hilo
que corresponde a la unión del óvulo con
el ovario y suele constituir un
carácter específico.
El embrión se encuentra situado en la base de la cara dorsal. En su extremo superior está la plúmula, o rudimento de
la parte aérea, en la que se empiezan a diferenciar los primordios foliares; y sobre ella, una vaina protectora: el
coleóptilo. En su extremo inferior está la radícula protegida por una cubierta denominada coleorriza.
Radícula y la plúmula, recibe el nombre de mesocótilo, que separa la base del coleóptilo de la parte laminar del
escutelo (cotiledón), que permanece en el interior de la semilla.
PERIODO VEGETATIVO
Este crecimiento inicial se realiza a expensas de las sustancias de reserva del endospermo como consecuencia de
un proceso de división celular y, sobre todo, de la elongación de las células diferenciadas en el embrión.
Lugar a nuevos hijos que van repitiendo sucesivamente el proceso (ahijamiento o ahijado), y dando lugar a tallos
secundarios, terciarios, etc., en progresión geométrica. Los hijuelos pueden considerarse unidades biológicas
autónomas, aunque no sean totalmente independientes.
Lógicamente, la capacidad de ahijamiento de la planta está estrechamente relacionada con su producción forrajera
y se ve fuertemente influenciada por fenómenos de competencia por luz, agua y nutrientes, sobre todo, nitrógeno.
En las especies perennes el ahijado es aún más importante, ya que la emisión de tallos secundarios aumenta
las posibilidades de producción y la independencia de los hijos frente al tallo principal, permitiendo la
supervivencia de la planta en condiciones difíciles.
Con el alargamiento del tallo se inicia otra etapa en la vida de la planta, la reproductiva, que conducirá a la aparición
de las flores y posteriormente, a la formación de las semillas. Al iniciarse la floración se inhibe el desarrollo de
nuevos tallos (ahijamiento). Este momento viene determinado por la información genética de la planta y la
actuación del medio, fotoperiodo y temperatura principalmente.
El periodo reproductivo se inicia con una transformación del ápex vegetativo en reproductivo, los entrenudos de
algunos vástagos se elongan y en sus extremos se forman las inflorescencias, que son empujadas hacia arriba
emergiendo entre las hojas que la rodean (espigado). Tras el espigado se produce la antesis o floración (apertura
de las glumillas, salida de los estambres y la liberación de los granos de polen) y la fecundación.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
file:///C:/Users/HECTOR/Downloads/1.%20MORFOLOGIA%20DE%20GAM%C3%8DNEAS.pdf
NECESIDADES DE AGUA
Es bastante exigente en humedad, necesitando 700 mm anuales como mínimo. No soporta los encharcamientos
prolongados ni la sequía, siendo las necesidades hídricas el punto más delicado de su cultivo, sobre todo en los meses
de mayo y junio
SUELO
Vegeta en todo tipo de suelos, aunque prefiere los profundos (cómo ya se ha dicho, no soporta los encharcamientos)
y con buen nivel de bases. Soporta suelos ligeramente ácidos (pH 6-7,5). Un buen nivel de arcilla mejora el cultivo
(franco a franco-arcillosos). Es poco productivo en suelos arenosos o livianos. En comparación con la alfalfa, puede
ir en suelos más ácidos y más húmicos que los que ella tolera. Las tierras que se siembran no han debido soportarlo
en varios años antes, dos o tres como mínimo.
Se implanta con facilidad y su vida productiva es de 2-3 años. Dosis de siembra en cultivo puro: 20 kg/ha, en mezcla:
<10kg/ha, soliendo estar mezclado con un cereal de invierno.
Debido a su sistema radicular medianamente profundo es menos resistente a la sequía que la alfalfa, respondiendo en
forma notable al riego. Llega a crecer con temperaturas moderadas de verano siempre que disponga de cantidades
suficientes de humedad. Crece bien a temperaturas entre 7 ºC y 35ºC, aunque las temperaturas altas parecen tener un
efecto más depresivo sobre el establecimiento, crecimiento y persistencia.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
https://es.wikipedia.org/wiki/Trifolium_pratense
En una siembra convencional hay que roturar el suelo con buena anticipación para una adecuada descomposición del
rastrojo previo y hacer un buen control de malezas. El refinamiento del suelo debe ser más bien alto y es fundamental
lograr una cama de siembra firme, rolando si es necesario o esperando que una lluvia compacte naturalmente el suelo,
antes de sembrar. En forma práctica, camine el lote y que las huellas no se hundan más que 1 cm.
Es de suma importancia que se establezcan la mayor cantidad de plantas posibles y para ello, considerando que la
densidad de siembra va a corregir en parte otros problemas relacionados con la implantación, se recomienda 10-12
kg/ha en siembras de alfalfa pura y una profundidad de 1-1,5 cm. Experiencias locales indican que tanto siembras de
fin de verano - principios de otoño como de fin de invierno - principios de primavera son exitosas.