El Sexto
El Sexto
El Sexto
El Sexto es una novela corta que narra la experiencia carcelaria de Arguedas entre 1937
y 1938 en uno de los penales más conocidos de la capital. Gabriel Osborno, alter ego
del autor, es un estudiante universitario que fue preso por su actividad como líder
estudiantil. Joven e idealista, la prisión significará para él conocer de cerca el mundo
criminal. Obligado a convivir con asesinos, maleantes y detenidos de todo tipo, Gabriel
ve amenazada su vida y su sensibilidad al entrar en contacto con la escoria criminal de
la cual empieza a formar parte. En el desarrollo del relato encontramos tres ejes
constitutivos que nos dan a conocer esa experiencia: los diversos registros políticos de
lo carcelario, el envilecimiento de los reos y los ideales del protagonista a partir de un
horizonte étnico compartido. Son esos tres matices los que configuran el horror de los
once meses que el autor estuvo preso. De ahí que en la obra, todo es decadencia y
desengaño por parte del joven estudiante, por parte del propio Arguedas.
En esa lucha por sobrevivir y, más aún, por resistir a sus propios ideales —la libertad,
la compasión, el afecto, la solidaridad— lo llevaban a buscar un horizonte por
compartir. Aunque Gabriel ha hecho algunas amistades, ni ellas mismas lo consideran
totalmente afianzado al bando. Él no es ni comunista ni aprista. Mientras todos se
preocupan por corresponder a los partidos a los cuales pertenecen, el accionar de
Gabriel no se entusiasma por lo colectivo. Más allá de las posiciones partidarias, el
autor se posiciona con sus preocupaciones existenciales y sociales desde su
individualidad. En una conversación con un preso, el autor escribe: “Pero yo no soy
comunista, Cámac; muchos otros participan de los ideales de justicia y libertad, acaso
mejor que los comunistas”. No es la teoría, sino la conducta. No son los ecos de
grandes elaboraciones intelectuales las que alejan a las gentes, sino el entusiasmo
exagerado por moldear la realidad a partir de ellas. Gabriel no es un idealista a partir
de dilemas metafísicos, sino un idealista sentimental. Más que sensible, muchas veces
el protagonista yace absorto e irresuelto por su imperante fragilidad: añora la infancia,
piensa en la música y canciones significativas en su vida, intercambia recuerdos con
amigos y compañeros de celda.
Pero en la cárcel, este como cualquier otro detalle sentimental, era visto como mera
ingenuidad, una cojera al momento de actuar. En su alter ego, Arguedas ensaya lo que
paralelamente y a futuro se convertiría en una de sus principales aportes a la cultura
nacional: la valorización, el rescate y el impulso a las entonces formas actuales de las
culturas nacionales, especialmente, la andina. Frente a la violencia y la miseria, Gabriel
militaba desde su frágil sensibilidad. Era así como desplegaba el ejercicio de su
libertad.
AGUA
Están los corredores de sus casas sin habitantes, sólo el cornetero encargado de llamar
a la gente para el reparto del agua.
Los campesinos apenados y agresivos contra el sol que mataba a sus sembríos
manifestaban que el agua que debía repartirse no llegaba y si llegaba que era para las
autoridades nada más.
Los campesinos siempre culpaban a don Braulio de su situación, pero nadie se atrevía
a contestarle, porque comenzaba a dar gritos y tiros al aire, ahuyentando a todos
aquellos que habían ido por el líquido que requerían sus sembríos y poder subsistir la
sequía.
En esta comunidad de San Juan existían otras comunidades como, Akola, Utek,
Andamarca, Sondondo, Aucará, Chavilla y Larcay, en esa comunidad San Juan se
reunieron todos los comuneros para tratar sobre los repartos del agua, estaban en
escasez de lluvia y no había agua, los sembríos estaban secándose.
Cuando Pantacha llegó a la plaza, vio alrededor de la comunidad como un desierto, los
pilares que sostenían el techo de las casas todo torcidos y apoyados por troncos y otros
rectos enteros.
En ese momento gritó el tayta Vilkas (un indio viejo) resondró diciendo, ustedes están
alegres, bailando y cantando, la tierra está seca, hay que rezar para que mande lluvia a
San Juan. ¡Agua lloriquearon! y se volvían de amargura pensando que el maíz estaba
secándose.
Don Braulio los carajeaba a todos los comuneros y recién se daban cuenta, que
Pantacha, Don Wallpa y Pascual se levantaban contra el viejo Vilkas, Inocencio y los
demás indios pensaron hay que sacar agua de la laguna para todos los que más
hablaban, Pantacha y Don Pascual pero la pelea seguía con Braulio.
Todos tuvieron una chacra muy verde, los animales satisfechos con los pastos, pero
seguía el cielo muy despejado sin lluvia sin Pantacha, Pascual, Wallpa, pero la tierra
era húmeda y los indios iban rogando a su Tayta.
Ernesto que había huido, se refugia en un pueblo llamado Utek'pampa donde él puede
darse cuenta que los indios de ese pueblo si hacen respetar sus derechos y son libres de
cualquier abuso, lo opuesto a su pueblo natal.
SEXTO
Alejandro cámac Jiménez y Gabriel serán compañeros de celda. Cámac, a medida que
pasaban los días, le fue enseñando a los presos uno por uno: Maraví, el amo del sexto;
el Negro Puñalada, el Piurano, Rosita, el Pato, el Pacasmayo, entre otros.
También le dice que en el primer pabellón están los vagos (2º piso) están los
delincuentes mas avezados (violadores, asesinos, estafadores) y en el tercer piso, se
encuentran los presos políticos.
En la novela se narra la muerte del pianista, la violación de Libio Tasaico por parte del
negro puñalada, la muerte de el pato” por manos del piurano, el suicidio de
“Pacasmayo”, la muerte del Japonés, la locura del delincuente “clavel”, la muerte del
“negro puñalada”.
La obra del sexto es más una novela testimonial porque narra con una exactitud como
es la vida dentro de una cárcel peruana los atropellos que se realiza dentro de la cárcel
la corrupción, el homosexualismo, la desigualdad.
El escritor José Maria Arguedas cuenta el drama humano de una cárcel peruana. El
dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte, son elementos vitales que giran alrededor
de la
Yawar fiesta
Los primeros capítulos nos brindan el marco histórico de la sistemática e inescrupulosa
apropiación de parte de los mistis, aprovechándose de la ignorancia de la gente, de las
zonas de cultivo y pastoreo de los nativos andinos.
Esta resolución incita conflictos que dividen a los puquieños entre aquellos que querían
preservar una tradición autóctona y los que, por congraciarse con las autoridades y en
nombre del desarrollo, quieren cambiar las prácticas festivas.
Los planes para la fiesta siguen adelante, pero los preparativos se llevan a cabo en dos
planos diferentes.
El arreo del Misitu en las zonas altas exalta la determinación del indio, mientras que las
autoridades se empecinan en ejecutar las órdenes gubernamentales.
Esta obra exalta dos virtudes indígenas que parecieron verse amenazadas a
desaparecer por la impuesta autoridad de los mistis, la dignidad y el sentido de
comunidad de los nativos andinos.
Arguedas, una vez más, a través del relato de la Yawar Fiesta celebra la victoria
cultural indígena forjada a través de la voluntad mancomunada de mantener en alto la
dignidad de raza.
Todas las sangres
https://www.biografiasyvidas.com/obra/todas_las_sangres.htm#:~:text=El
%20mensaje%20de%20Todas%20las,la%20avaricia%20de%20sus%20descendientes.
Ríos profundos
https://wmagazin.com/relatos/por-que-es-importante-los-rios-profundos-de-
arguedas-y-la-literatura-neoindigenista/#:~:text=Los%20r%C3%ADos%20profundos
%20%C2%ABaborda%20la,mundo%20y%20elige%20su%20camino.
https://revistas.uasb.edu.ec/index.php/kipus/article/download/824/748/
#:~:text=La%20novela%20Los%20r%C3%ADos%20profundos,facetas%20de%20su
%20cultura%20mestiza.
https://dispoetica.com/jose-maria-arguedas-padre-creador-tupac-amaru/#:~:text=Su
%20poema%20quechua%20Tupac%20Amaru,por%20el%20m%C3%BAsico%20Julio
%20Humala.