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Edad Media

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Apunte elaborado por la profesora

HISTORIA I

Tema: LA EDAD MEDIA

La disolución del imperio romano

Desde el siglo IV el proceso de disolución del Imperio romano se aceleró.


La ruina del comercio iniciada el siglo anterior, la anarquía político militar, la crisis
de la antigua religión y la difusión del cristianismo, la entrada de pueblos
bárbaros (los germanos), la inseguridad en las comunicaciones, contribuyeron a
su disolución definitiva.
Los germanos eran pueblos de origen indoeuropeo provenientes del Este
y Norte de Europa que desde el siglo I se habían trasladado hacia las fronteras
del Imperio romano y entre los siglos III y IV , algunos de ellos traspasaron sus
fronteras en busca de mejores tierras. Hacia el, siglo V, los germanos sufrieron
la presión de los "Hunos", pueblo nómade de las estepas de Asia Central, y
atravesaron violentamente las fronteras del Imperio.
La migración de pueblos germanos que los romanos llamaban bárbaros
como a todos los pueblos extranjeros, de idioma y costumbres diferentes a las
propias fue lo que terminó por derribar al Imperio.
Esta crisis general del Imperio tuvo como consecuencia que se quebrara la
unidad cultural que los romanos construyeron en torno al Mediterráneo. Con el
correr de los siglos, entre el IV y el VIII, el mapa cultural del Mediterráneo se fue
transformando, y al final de este proceso quedaron constituidas tres
civilizaciones: la romano - germánica, en el Occidente, la bizantina, en el
Oriente, y la islámica, en el norte de África y en España.

Los nuevos reinos romano – germánicos

Durante los tres siglos siguientes a las invasiones bárbaras, Europa vivió
un proceso de profunda transformación. Los nuevos reinos fueron el resultado
de la fusión de elementos culturales romanos y germanos. Los conquistadores
se apoderaron de las tierras y se convirtieron en una aristocracia terrateniente y
guerrera.
La sucesiva conversión de los germanos al cristianismo fomentó la
integración con la población romana y la Iglesia se convirtió en el vínculo que
otorgaba unidad cultural a los diferentes reinos. Los monasterios se convirtieron
en verdaderos centros de conservación de la cultura clásica (grecolatina).

El Imperio bizantino

Mientras el Imperio romano de Occidente se deshacía por la penetración


germana, el Imperio romano de Oriente pudo, con dificultades, resistir la
amenaza de los pueblos bárbaros. La abundante riqueza que disponía
Constantinopla (o Bizancio), su capital, le otorgó la fortaleza para mantenerse
hasta el año 1453, fecha en que fue conquistada por los turcos.

El Islam

Durante el siglo VII, las tribus nómades que habitaban la península arábiga
se unieron tras una nueva creencia religiosa. Mahoma, un comerciante de la
ciudad de la Meca, comenzó a predicar una nueva religión monoteísta, el ISLAM,
que significa “sumisión” y sostenía la creencia en Alá como único dios. Las tribus
se convirtieron en musulmanas, que significa “sometidos a la voluntad de dios”.
Tras lograr la unidad religiosa, los musulmanes emprendieron grandes
conquistas territoriales. Las mismas estaban motivadas por la “jihad” o “guerra
santa”, una lucha cuyo objetivo era expandir el islamismo entre los infieles. Así,
los musulmanes construyeron un extenso imperio que se extendió desde la
península arábiga hacia el oeste por Egipto, el norte de África y España y, hacia
el este, por el Cercano Oriente hasta la Mesopotamia asiática.
Los musulmanes desarrollaron una intensa actividad comercial. Dominaron
las rutas del Mediterráneo, desplazando a los comerciantes europeos. Sus
ciudades se convirtieron en importantes centros comerciales y artesanales, pero
se destacaron especialmente como centros culturales. Los sabios del islam
fueron en su tiempo los más avanzados en el campo de la medicina, la
astronomía y la matemática. El desarrollo intelectual y artístico musulmán ejerció
gran influencia en la cultura occidental.

Características generales de la Europa Medieval.

a) En lo político:
En lo que había sido el territorio del Imperio romano de Occidente, se
constituyeron nuevas unidades políticas: los llamados reinos romano -
germánicos. Ej. el reino franco en la Galia (Francia actual), el reino visigodo en
España, el reino ostrogodo en Italia, (posteriormente el reino lombardo) etc.
Algunos de estos reinos como el de los francos se expandió territorialmente
hasta conformar un Imperio (el Imperio de Carlomagno (s. IX)), el cual tuvo al
Imperio romano como modelo a imitar.
Estos reinos estuvieron gobernados por monarcas hereditarios que
adoptaron como religión oficial el cristianismo. Así, se constituyeron en reyes
cristianos comprometidos con la tarea de expandir la religión cristiana hacia los
pueblos paganos de Europa (labor evangelizadora).
El poder de estos monarcas estuvo siempre limitado por el poder de los
nobles (señores feudales).Los nobles eran dueños de un conjunto de tierras
(señorío) las cuales eran trabajadas por campesinos que vivían allí y mantenían
con el señor una relación de vasallaje. Es decir los señores feudales o nobles
tenían gran poder y control sobre extensos territorios y sobre la población de
esos territorios, la cual le estaba vinculada por los lazos del vasallaje.
El poder de los reyes en la Edad Media se vio siempre amenazado por el
de los nobles. Los reyes tendrán que ser muy hábiles en el manejo de las
relaciones con los nobles del reino. De esa habilidad dependerá su mayor o
menor poder dentro del reino.
Podemos decir que el poder político en la Edad Media se hallaba
fragmentado, dividido o repartido entre los señores feudales, situación que
empezará a cambiar en los inicios de la Edad Moderna.
b) En lo social:
La organización de la sociedad medieval se fundamentaba o legitimaba en
la religión cristiana la cual predicaba que Dios había organizado la sociedad en
3 órdenes invariables:

_ los que luchaban para defender la sociedad y la religión cristiana


(la NOBLEZA guerrera)

_ los que oraban para pedir la protección de Dios (el CLERO o


nobleza religiosa)

_ los que trabajaban (resto de la población: campesinos,


comerciantes, artesanos, etc.)

Cada uno de estos órdenes desempeñaba una función determinada por


Dios y los hombres no podían actuar contra la voluntad divina. Si existían
desigualdades sociales había que aceptarlas porque se consideraba que así lo
había dispuesto el Señor.
La situación de inseguridad generada por las invasiones y saqueos de los
llamados pueblos del mar en el siglo IX llevó a que la sociedad europea se uniera
y estableciera lazos en busca protección. Surgieron así las llamadas relaciones
FEUDOVASALLÁTICAS (términos afines: feudalismo, vasallaje)

Características:
 Relación entre hombres libres: señor y vasallo (del latín vassus, servidor). El
rey con los nobles del reino; nobles con nobles: nobles con campesinos que
habitaban sus tierras. Se creó así una cadena de relaciones
feudovasalláticas.
 La relación se establecía mediante un contrato que creaba obligaciones
recíprocas:

_ de obediencia, consejo, fidelidad y servicio militar (auxilium et


concilium) por parte del vasallo respecto a su señor.
_ de protección por parte del señor hacia su vasallo. Además,
beneficiaba al vasallo con la concesión de un FEUDO. El feudo
generalmente era una extensión de tierra, pero a veces podía ser
un castillo u otro beneficio.

 El contrato se celebraba a través de una ceremonia de “investidura feudal”


por la cual un hombre libre se hacía vasallo de otro hombre libre.

Como estos contratos se generalizaron, la sociedad feudal quedó


estructurada como un sistema jerarquizado en forma de pirámide. Entre los
integrantes de la nobleza, los menos ricos se encomendaban a los más
poderosos quienes, a su vez, eran vasallos de grandes nobles, condes, duques
y marqueses. Estos últimos sólo reconocían como señor al rey u emperador,
aunque a veces ni siquiera a ellos. Así, muchas veces sucedió que el rey tenía
un título simbólico y menor poder real que algunos nobles. En general los reyes
sólo ejercieron dos funciones: administrar justicia y asegurar la paz.
En la base de la sociedad se encontraba la gran masa de campesinos que,
con particularidades, estaban sometidos a la pesada autoridad de los
propietarios de la tierra (nobleza terrateniente, los señores). Los señores
feudales eran dueños de extensas parcelas de tierra que conformaban el
denominado señorío. Allí el señor ejercía total autoridad sobre los campesinos
que lo habitaban. Gobernaba, administraba justicia (derecho de ban), legislaba,
imponía obligaciones, cobraba impuestos etc. Así, en la medida en que la
nobleza se afirmaba como autoridad indiscutida sobre sus feudos y se reducía
el alcance del control monárquico, la autoridad central se fragmentó en diferentes
poderes locales y autónomos.

c) En lo económico:

La sociedad feudal se caracterizó por estar organizada sobre la base de


una economía campesina, en la cual la mayor parte de la población cultivaba la
tierra y criaba animales (economía agraria). Cada familia funcionaba como una
unidad de producción.
Los campesinos además de producir lo necesario para su subsistencia,
debían producir un excedente para sostener económicamente a la nobleza y al
clero que no trabajaban la tierra. Entre los campesinos el grupo más importante
fue el de los “siervos de la Gleba”(la tierra cultivada). Éstos, si bien eran hombres
libres (no eran propiedad del señor) estaban sujetos a la tierra del señor, debían
trabajarla y no podían abandonarla. Estaban también los siervos propiamente
dichos o campesinos no libres cuya persona era propiedad del señor y prestaban
a éste servicios gratuitos en su casa o reserva.
No obstante, ambas categorías de campesinos debían pagar un derecho
(impuesto) por utilizarlas instalaciones y recursos que el señor feudal poseía en
sus tierras (señorío): molinos, hornos, bosques, agua, etc.

El papel de la Iglesia cristiana

La Iglesia fue una de las instituciones más importantes de la Edad Media.


Sacerdotes, abades, y obispos pertenecían a la nobleza. Una de las funciones
importantes que cumplió la Iglesia fue la de la cultura. En los monasterios se
guardaban los libros provenientes de diferentes épocas y lugares, los monjes se
dedicaban a la copia de manuscritos y, en ocasiones, los traducían. El idioma
utilizado era el latín, considerado como la lengua culta y universal.
La Iglesia contribuyó también a consolidar el poder de la nobleza de la que
formaba parte. Teólogos de la época afirmaban que el poder y privilegios de la
nobleza era algo querido por Dios para mantener una sociedad armónica donde
cada “orden” u estrato social cumpliera una función especial en beneficio del
conjunto de la sociedad.

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