Resumen Edad Media
Resumen Edad Media
Resumen Edad Media
Cristianismo
Una de las razones principales por la que el Imperio Romano atisbo a su fin,
fue sin duda el cristianismo, la vida y el futuro parecían desalentadoras para los
millones de personas que se encontraban bajo el yugo romano. El cristianismo
proclamaba la creencia de la vida después de la muerte, lo que muchos vieron como
una señal de esperanza y aliento entre tanta desesperación, el cristianismo predicaba
que la vida era sagrada y que debía evitarse toda actitud pecaminosa, de esta manera
la actitud del Imperio Romano, pasó de ser hostil y agresiva a convertirse en pacifista,
devoto de la paz y santidad de la vida, la moral, la ética y los valores romanos habían
cambiado radicalmente y las personas estuvieran dispuestas a dar sus vidas por su
nueva religión y sus creencias, en efecto, muchos cristianos murieron terriblemente
debido a numerosas persecuciones cristianas, hasta que finalmente, el emperador
romano Constantino El Grande, se proclamó devoto de la fe cristiana y emitió un
edicto especial, el edicto de Milán otorgando el favor y la protección de la gran masa
de creyentes, con la llegada del cristianismo, también se cambió la actitud con
respecto a la esclavitud, la manumisión, acto de liberar a los esclavos, condujo a una
severa reducción en el número de la servidumbre con los que contaba el Imperio como
mano de obra fundamental de esta manera, el fin de roma se veía inevitablemente, y
con el inicio del cristianismo comenzaba a morir el imperio.
Invasiones bárbaras
El golpe brutal de los bárbaros constituyó el golpe definitivo. Roma comenzó a
sufrir el asedio de las potencias enemigas y la resistencia del ejército romano pronto
se vio bajo los embates del gran ejército bárbaro. Compuesto por guerreros visigodos
al oeste de la Galia y los vándalos, desde el año 410 la capital romana fue asediada
por las hordas de los visigodos, bajo el mando de Alarico y posteriormente por los
vándalos, guiados por Genserico en el año 455. Incluso el poderoso Atila, destruyó la
ciudad en el año 451, todos estos ataques tomaron lugar durante el reinado del
desafortunado Valentiniano tercero y evidenciaron la desintegración de la autoridad
romana en el mundo.
Ricimero y los últimos días del Imperio
La autoridad del Imperio de Occidente, había quedado reducida en el territorio
de la actual Italia, de donde sólo conservaba reminiscencias de su gran poderío. Los
barbaros constituían el verdadero poder tras el trono, puesto que los ejércitos romanos
se encontraban conformados mayormente por tribus bárbaras bajo el control de
generales barbaros e incluso, los asuntos importantes de la capital eran manejados
por los barbaros, el lugar ganado por el general Flavio Estilicón el vándalo, durante el
reinado de Honorio fue reemplazado tiempo después con la presencia de Fabio
Ricimero, durante los últimos años del Imperio. El nuevo líder comandaría a las tropas
bárbaras en favor de Roma y en cambio, Roma le otorgaría el título de senador
patricio, que en aquel tiempo era el equivalente a Regente del Imperio. Durante 17
años Ricimero ejerció autoridad absoluta nombrando y destituyendo emperadores a su
propia voluntad.
El imperio Romano de Occidente había pasado a la historia y nada quedaba
por extinguir de él más que no fuera su nombre. El rol desempeñado por Ricimero
como creador de reyes fue asumido posteriormente por Orestes El Panonio, que había
recibido el título de Patricio, Orestes ubicó en el trono a su hijo Rómulo Augústulo, “El
Niño”, de apenas 6 años. El corto reinado del joven emperador no contiene relevancia
en la historia que el hecho de haber sido el último emperador de los reinados de
Occidente. Los bárbaros mercenarios demandaban un tercio de las tierras italianas del
Imperio y ante la negativa de Orestes, encomendaron el asunto en manos de Odoacro,
líder de la tribu germánica de los hérulos, ante el asedio bárbaro, Rómulo no tuvo otra
alternativa que renunciar su título de emperador, con lo que fue comunicado al regente
del Imperio Oriental que no existía necesidad de nombrar otro emperador en el
occidente, Odoacro obtuvo entonces el título de patricio y gobernó por toda Italia como
vicario del Emperador de Oriente. Desde ese momento el Occidente había sido
privado de su título Imperial y este hecho es recogido en la Historia como la caída del
Imperio Romano de Occidente.
La caída final de Roma tuvo lugar en el año 476 (d.C), durante el saqueo de los
godos a la capital romana. Los acueductos que suplían el abastecimiento de agua
fueron destruidos por los bárbaros y el pueblo romano quedo indefenso ante la
escasez de agua, llegando a morir hasta un 90% de sus habitantes. Esta pérdida
demográfica significo el punto final para la ciudad y por consiguiente para todo el
Imperio Romano. El occidente se convirtió gradualmente en el hogar de varias tribus
germanas, en África se encontraban los vándalos, en España y al sur de la Galia los
visigodos, al noreste de España los Suevos, al sudeste de la Galia los Burgundios, la
Britania los sajones y los Jutos, y finalmente en Italia los Hérulos. El jefe del nuevo
reino germano comenzó ejerciendo una autoridad independiente y el pueblo romano
no tuvo otra que someterse al nuevo mandato, las costumbres y las tradiciones de los
romanos, sus leyes, y su lenguaje aún eran preservados, pero fueron corrompidos con
nuevos costumbres, nuevas ideas y nuevas instituciones, como la caída de la vieja
república constituía una transición hacía la constitución del Imperio. El declive del
Imperio constituyó una transición hacía una nueva fase de Imperialismo, en otras
palabras, la caída del Imperio Romano de Occidente fue, en realidad, una transición
hacía la construcción de los pilares que fundamentan nuestra civilización moderna. Mil
años después la otra mitad del Imperio Romano, el Imperio Bizantino desaparecería al
ser derrocado el último emperador a manos de los turcos en 1453.
ALTA Y BAJA EDAD MEDIA
Baja Edad Media XI –
Alta Eda Media V – X
XV
Agrícola-ganadera de Resurgen las ciudades
subsistencia con y se vuelven centros
elaboración de económicos. Aumenta
manufacturas caseras. la producción agrícola
ECONOMIA:
y ganadera, se cultivan
nuevas tierras y se
abre el comercio a
larga distancia.
Feudalismo como El campo mantiene la
organización de la sociedad estamental.
sociedad basada en el Perdidas demográficas
SOCIEDAD
predominio de la por guerras, peste
nobleza y división negra y hambrunas.
estamental.
Poder de la monarquía Fortalecimiento
limitado por el poder de progresivo de los
la nobleza y el alto reyes. Pugna por el
clero. poder de los nobles y
POLITICA
monarquías. Reyes
tratan de imponerse a
la Iglesia. Desarrollo
de las ciudades.
Ciencia estancada por Progreso y desarrollo
ideas filosóficas y de importantes
creencias religiosas. innovaciones técnicas.
Declive de la cultura Diversidad de herejías
grecorromana y reformas de la
CULTURA
conservándose en Iglesia. Mayor
monasterios. Concepto educación (se fundan
teocéntrico debido a la distintas
fuerte influencia universidades). Arte
cristiana. gótico.
¿QUÉ ES EL MONACATO?
El monacato cristiano hace referencia a la forma de vida de un determinado
número de fieles de las diferentes denominaciones cristianas, caracterizada por la
separación, sea radical o más o menos radical, del mundo. La raíz del concepto de
monacato deriva del griego monos que significa «solo», ya que en sus orígenes el
monacato nació con la idea de la soledad o aislamiento de los eremitas en el desierto.
Esta experiencia del eremita fue evolucionando en diferentes formas de vida, no todas
necesariamente en la radical opción de la soledad en el desierto, desde el
anacoretismo hasta el cenobitismo, esta última, que agrega la característica de la vida
en comunidad, esta se hace sin perder el elemento que la hace monástica: separación
del mundo o de la sociedad. Al cristiano que practica el monacato se le
llama monje o monja, y el lugar donde habita, si es en completa soledad, se llama
ermita o yermo; o si en comunidad, se llama monasterio.
1
HINDLEY Geoffrey: Las cruzadas, 2003, Barcelona, Editorial S.A.U., 2021. p. 12.
2
ZABOROV Mijaíl: Historia de las cruzadas, 1985, Barcelona, Editor Akal. p. 6.
3
Zaborov, 1985, p.58.
La Primera Cruzada: también denominada cruzada de los príncipes, acudieron
sobre todo cruzados franceses comandados por sus señores. La primera cruzada
transcurrió entre 1096 y 1099. “La fecha oficial para el inicio de la cruzada era el mes
de agosto de 1096”.4 La expedición atravesó Hungría sin mayores problemas y avanzó
por los Balcanes bizantinos. A la altura de Belgrado (capital de Serbia), cruzó el
Danubio y llegó en aires de paz a Sofia y a Andrinópolis, lo que sería Edirne, actual
Turquía. La operación se organizó con la eficacia profesional que se podría esperar de
un ejército imperial, pese algunas disputas y “(…) actos no autorizados de pillaje” 5,
llegaron el 12 de diciembre, a las orillas del mar de Mármara, a 65 kilómetros de
Constantinopla. Dos días antes de Navidad, Godofredo y su ejército llegó a la ciudad,
donde acamparon cerca de los muros.
La campaña fue corta, la primera batalla contra los selyúcidas se perpetró en
Nicea, capital del Sultán Kilij Arslan I. El asedio se llevó de manera favorable para los
cruzados, hasta que tuvieron que asaltar los muros de dicha ciudad, alguien abrió las
puertas de la ciudad inesperadamente, dando lugar a las tropas griegas y las volvió a
cerrar delante de los cruzados. Alejo I Comneno temía una vez tomada la ciudad de
Nicea, sus soldados no cumplieran con sus órdenes, entonces a espaldas de los
cruzados, acordó con los jefes de la guarnición de la ciudad la rendición. Tras tomar
Nicea y vencer al infiel en la batalla de Dorilea, las fuerzas del sultán sufrieron una
gran derrota. Una vez que llegaron a Asia Menor comenzaron a conquistar tierras. El
grueso del ejército fue desde Heraclea hacia el nordeste hacia Marash. El ejército
comandado por Balduino IV, llamado “el leproso” y por Tancredo de Galilea se
separaron y fueron hacia la Cilicia armenia. Cada uno se apuró en volverse soberano,
conquistando tierras y distintas ciudades en ese país. Cruzaron la meseta de Frigia y
el Tauro, tomaron Antioquia y finalmente conquistaron la ciudad de Jerusalén,
concluyendo con una victoria cristiana. En 1097, en septiembre, entraron a Tras,
disputándose la ciudad. En primer lugar, Balduino propuso a Tancredo “(…) saquear al
alimón a la … población cristiana de Tras” 6. La ciudad cayó a manos de Bohemundo
de Tarento, pero pasó a manos de Balduino, que con tropas ayudadas por el pirata
marino Guinimero de Boulogne, sacaron a Tancredo de la ciudad. Luego Balduino se
dirigió hacia el Este, hacia el Éufrates. En 1098, este se apodero de la ciudad armenia
de Edesa. Esta ciudad había sido asediada y conquistada por los selyúcidas en 1087.
Conquistada la ciudad de Edesa a manos de Balduino, procedieron a saquear a los
habitantes. Luego de otras campañas militares hacia distintas ciudades, los cruzados
comenzaron a correr en muchedumbre hacia Jerusalén. El 15 de julio de 1099,
después de un duro ataque la ciudad santa de Jerusalén, fue tomada. La conquista y
posterior saqueo de dicha ciudad dejó corto el despojo de otras ciudades.
Segunda cruzada: tuvo lugar entre 1147 y 1149, la terminaron ganando los
musulmanes, la causa fue la caída del condado de Edesa en 1144, Imad ad-Din
Atabeg Zengi tomó la ciudad. El gran sangriento saqueo a manos de este, superó a la
que cometieron los cristianos en Jerusalén. Con este triunfo, fue bien recibido desde
Bagdad hasta el norte de África. Los francos de Siria se enteraron de tal
acontecimiento, entonces el rey Fulco I se alió con el emperador de Constantinopla,
contra la amenaza de Zengi. También la noticia llegó a Europa, entonces en diciembre
de 1145, “(…) el papa Eugenio III hizo un llamamiento general a la cristiandad, y más
concretamente al monarca de Francia, para que se movilizara por la causa de la
cruz”7. Bernardo de Claraval, monje de origen noble inició su discurso de la bula papal,
con el llamado a acudir en ayuda por Tierra Santa y nuevamente, la promesa de
absolución de los pecados. Este monje había sido un fanático de la orden de los
4
Hindley, 2021, p. 35.
5
Hindley, 2021, p. 37.
6
Zaborov, 1985, p. 73.
7
Hindley, 2021, p. 73.
templarios, uno de sus parientes había sido el fundador principal. Con este
entusiasmo, redactó sus estatutos donde elogiaba las acciones bélicas de los
guerreros-monjes, en su obra invita a los templarios a exterminar a los paganos
musulmanes, incautar bienes de los infieles para la Iglesia y conquistar nuevos
territorios para “(…) el poder de la sede romana”8. Pero el problema era atraer
campesinos a la noble causa de la Guerra Justa o Guerra Santa, ya que los
campesinos siervos se rebelaban contra los impuestos y contra abusos señoriales,
sumado que los feudales eclesiásticos y laicos estaban frente a un nuevo enemigo: los
ciudadanos, fenómeno social que existía solamente en Italia y Francia, en el siglo XI.
Para el siglo XII comienzan a erigirse ciudades, con abrigo de murallas iban a
refugiarse los siervos de las aldeas, aspirando volverse artesanos y comerciantes
libres, que más tarde, comenzarían a llamarse la burguesía (cuando se asentaron en
las ciudades un grupo de personas que desempeñaban oficios como mercader o
artesano. Al no radicar en el campo, estos individuos no estaban sujetos a ningún
señor feudal, es decir, no eran siervos. Pero tampoco pertenecían a la nobleza).
Fueron estos que se levantaron contra la opresión señorial, con lucha armada contra
obispos y barones. Estos momentos de sublevación aumentaban, salían herejías
contra el régimen feudal. Surgieron en Francia, Flandes, Inglaterra y la Alemania
renana. Entonces vuelve al escenario el monje Bernardo de Claraval, quien era
principal enemigo de la herejía. Bajo este contexto, la derrota infringida por los
selyúcidas a un Estado franco de Siria fue bastante oportuna. El catolicismo resolvió
reanimar la belicosa intransigencia de las masas para aplastar el espíritu de rebeldía.
Usando el pretexto de la caída de Edesa para llamar nuevamente a la Guerra Santa.
En la primavera de 1146, el abad de Claraval llamó a una asamblea, donde acudieron
barones, caballeros y jerarcas eclesiásticos, de origen francés, entonces se leyó la
bula de Eugenio III sobre la nueva cruzada, hablando sobre la necesidad de una
nueva Guerra Santa. Ahí mismo Bernardo reparte cruces hechas de tela, cuando se
queda sin este símbolo, el abad de Claraval hace cruces con tiras de su habito
monacal. Para su nuevo ejército se reclutaron no solo a los buenos católicos, se
llamaron a filas a asesinos, ladrones, violadores y a todos aquellos que quisieran el
perdón de Dios, a cambio de pelear en la nueva cruzada. Al llamado del monje
acudieron muchísimos pobres, entonces no había mucho entusiasmo o fanatismo
religioso. En esta cruzada participaron los monarcas Louis VIII de Francia y Conrado
III Hohenstaufen, de Alemania. Desde mediados del siglo XII, la dirección para
conquistar territorios y riquezas fue el Mediterráneo, ya que este se había vuelto en
una gran arteria de tráfico comercial con el Levante, el control de estas tierras era
decisivo para el comercio, lo que animó a los monarcas de Occidente a participar en
las cruzadas. Por eso el llamado del monje Bernardo hacia los reyes de Francia y
Alemania habían respondido positivamente. Nadie quería perderse los beneficios de la
Guerra Santa. Esta segunda cruzada no tuvo un resultado práctico para quienes la
organizaron, ni para quienes participaron en ella. “La empresa, mal organizada y peor
ejecutada, solo produjo enromes pérdidas humanas y materiales (…)”. 9 Fracaso,
primero, por el deseo expansionista de Occidente en el Mediterráneo, que aumentó las
contradicciones de los Estados europeos entre sí y de estos con Bizancio. También la
figura del Papa se vio afectada, buscando culpables del fracaso de la misión, el Papa
Eugenio III culpó a Bernardo de Claraval, llamando el Papa estúpido a Bernardo.
También se sumó masas de Occidente que aumentaban el descontento hacia el Papa
y al monje de Claraval, que llevaron la muerte de muchísimas personas. Llamando a
Bernardo “el falso profeta” y al Papa lo tildaron de “anticristo”. La campaña entera fue
un fracaso para el bando cristiano que no consiguió recuperar Edesa, aun así, los
cristianos seguían controlando Jerusalén.
8
Zaborov, 1985, p. 116.
9
Zaborov,1985, p. 125.
Tercera cruzada: en la segunda mitad de septiembre, de 1187, las tropas de
Saladino asaltaron la capital del Estado de los Cruzados, su guarnición poca
numerosa no pudo hacer frente ante el gran ejército del sultán, sabiendo que
defenderse era algo inútil, deciden rendirse. El 2 de octubre se abrieron las puertas de
Jerusalén, ocupando la ciudad por los hombres de Saladino, éste para perdonar a sus
enemigos cristianos les ofreció la opción de que aquellos que puedan pagar “(…)
cerca de dieciséis mil francos, una fuerte suma (…)10, podían ser libres, los que no
podían pagar el rescate, serian vueltos esclavos. Una vez conquistada Jerusalén, el
sultán intentó apoderarse de Tiro, pero fracasó en su asedio, mucho menos pudo
conquistar Trípoli y Antioquia, principales plazas de los cruzados del norte. Al
conocerse esta noticia en Europa, “(…) se dice que el anciano Urbano III murió a
causa del disgusto que eso le causó”.11 Entonces su sucesor, Gregorio VIII llamó a una
nueva cruzada. La predicación de la Guerra Santa la continuó Clemente III, después
de dos meses sucedió a Gregorio VIII. La Iglesia católica pudo organizar una tercera
cruzada, que en ciertos aspectos se diferenciaba de las anteriores. Si en las primeras
cruzadas, quienes eran el groso número de soldados eran los campesinos, ahora en
esta tercera cruzada, los campesinos estarías al margen, ya que la imagen fracasada
de obtener tierras y liberarse del yugo feudal se vio minimizada, por el fracaso de las
anteriores cruzadas. La corriente campesina quedó cortada desde fines del siglo XII,
entonces las fuerzas principales de las cruzadas fueron los caballeros y los grandes
feudales de Europa Occidental, aunque se incorporaron a la Guerra Santa los nuevos
u jóvenes Estados feudales de Occidente, así como también las repúblicas italianas.
En este siglo, desde la primera cruzada, el comercio levantino tuvo un fuerte
desarrollo, se entablaron relaciones comerciales entre los países de Europa
Occidental y Bizancio, Chipre, Egipto, Siria, Palestina, Armenia, Asia y África. Pero el
comercio levantino estaba a manos de las ciudades italianas, principalmente de
Venecia, Génova y Pisa, ciudades también francesas de Marsella, Montpelier y otras,
así como de las costas inglesas, para más tarde Barcelona, salían hacia Oriente flotas
de navíos comerciantes. Los mercaderes descargaban la mercancía en
Constantinopla, Alejandría, Tiro, Acre, Antioquía y Jafa. Las naves de Venecia,
Génova y Marsella traían a Europa telas de seda, algodón, frutas, nuez moscada,
caña de azúcar, barriles de vino, etc. Entonces, se suele pensar que el auge del
comercio levantino en el siglo XII fue gracias a la primera cruzada. Volviendo a las
cruzadas, en 1187 tras la batalla de los cuernos de Hattin Jerusalén cayó en manos
del sultán de Egipto y Siria, Salah Ad-Dim Yusuf Ibn Ayyub, mayor conocido como
Saladino, con Saladino da comienzo la poderosa dinastía Ayubí. Este gobernante
luego se dirigió al Norte donde se apoderó del territorio de los estados cruzados a
excepción de sus capitales, lo cual motivaría el nacimiento de la tercera cruzada. La
caída de Jerusalén supuso un duro revés para la cristiandad, en esta ocasión el Papa
Gregorio VIII fue el que relató los desastres ocurridos en Tierra Santa, en su encíclica
audita tremenda de 1187. El emperador Federico I Barbarroja del Sacro Imperio
Romano Germánico fue el primer rey en ir y lo hizo con un numeroso ejército, otros
monarcas europeos implicados en la cruzada fueron, Ricardo I de Inglaterra, conocido
como Ricardo Corazón De León y Felipe II de Francia, esta vez el imperio bizantino
luchó en el bando beligerante contrario a los cruzados, ya que el emperador Isaac II
Ángel no se alió con Saladino cuando las tropas cruzadas atravesaron la frontera
bizantina. Como respuesta, Barbarroja ocupó el centro del sultanato de run, pero murió
ahogado al intentar cruzar el rio. Saladino y los musulmanes “(…) vieron en aquel
hecho la mano de Alá y muchos alemanes creyeron que Dios había dado la espalda a
la causa”.12 Felipe II abandonó la cruzada, de modo que el conflicto quedó Saladino y
Ricardo Corazón de León. La tercera cruzada transcurre entre 1189 y 1192 y vuelve a
10
Zaborov, 1985, p. 131.
11
Hindley, 2021, p. 117.
12
Hindley, 2021, p. 123.
concluir con victoria musulmana, no obstante, los cristianos consiguieron éxitos
parciales, pero no llegaron a reconquistar Jerusalén. En 1192 se firmó el tratado de
Ramla. En el cual Saladino y Ricardo Corazón de León acordaron un control
musulmán de Jerusalén, como la apertura de la ciudad a la peregrinación cristiana, así
como la apertura del comercio, por otro lado, los cruzados italianos aseguraron el
control de los puertos sirios. Ni al rey Ricardo ni a Saladino les gustó el acuerdo, pero
no había más opciones. El gobernante musulmán se había debilitado por los gastos de
guerra y el Rey Ricardo tenía que hacer frente en su país a las amenazas a su reino.
Cuarta Cruzada: ocurrió entre 1200 y 1204 tras la proclamación de una nueva
cruzada en 1198, por el papa Inocencio III. “(…) Inocencio creía que el fracaso de la
Tercera Cruzada a las puertas de Jerusalén era el resultado de las rivalidades entre
príncipes, por lo que deseaba que cualquier nuevo intento se planificara y dirigiera
desde Roma”.13 Se la conoce como la cruzada torcida, la intención era liberar Tierra
Santa que seguía en manos arrásenas, pero al final no hubo ni un solo combate entre
cristianos y sarracenos, y los cruzados terminaron saqueando Constantinopla. Las
figuras más importantes fueron, Balduino de Flandes, Luis de Blois y Bonifacio de
Monferrato. La ruta terrestre no era una opción puesto que los Balcanes se habían
puesto una zona peligrosa. Los cruzados contrataron al emisario de Venecia Enrico
Dandolo para encargarse del transporte por vía marítima, sin embargo, los cruzados
no consiguieron el dinero suficiente para cubrir los servicios de Dandolo, por lo que
éste ofreció aplazar la deuda a cambio de que conquistarán para Venecia la ciudad
húngara de Zara, y así se hizo. “Tras un corto asedio, Zara se rindió, convencida de
que así la vida de los habitantes y los integrantes de la guarnición quedaría a salvo.
Pero la ciudad fue saqueada y a continuación arrasada por completo”. 14 El papa acabó
pues excomulgando a todos los cruzados, “(…) tanto los francos como los venecianos
(…)”.15 El botín de Zara no bastaba para saldar la deuda con Venecia ni para cubrir los
gastos de los cruzados. En abril de 1195, en la capital bizantina, Isaac Ángelo había
sido arrestado, luego de sufrir un golpe urdido por su hermano. Isaac sufrió un duro
castigo, dejándolo ciego y encerrándolo junto con su hijo Alejo. En 1202, este logra
escapar y se dirigió a buscar apoyo para devolverle el trono a su padre. A cambio de
su ayuda para restablecer el trono a su padre, Alejo se dispuso a pagar los gastos del
ejército cruzado y a contribuir a la conquista de Egipto. Una vez con el visto bueno del
apoyo papal, prometió también que fortalecería la sumisión de Roma a la Iglesia
ortodoxa, una vez aclarado los puntos y estando de acuerdo, zarparon en primavera,
pero no a Egipto, sino a Constantinopla. Ya para el 24 de junio, de 1203, el gran
ejército llegó a Constantinopla, para el 17 de Julio habían tomado la gran ciudad. Alejo
III intentó huir con hoyas, piezas de su tesoro y algunos fieles que le seguían, pero fue
capturado. Luego liberaron a Isaac II de su prisión, devolviéndole el trono, asimismo,
su hijo fue proclamado coemperador Alejo IV. Finalmente, los cruzados saquearon
Constantinopla durante varios días, cometiendo toda clase de tropelías, el resultado
fue la fragmentación del imperio bizantino que quedaría muy debilitado. El Papa
enojado, reprendió a los cruzados, ordenándoles que siguieran la conquista a Tierra
Santa, pero no hubo mucho caso. Los comandantes con Dandolo liderados, le
exigieron a Alejo el pago de lo acordado y que partieran a conquistar Egipto, sumado a
la inquietud de los habitantes por los nuevos gobernantes, los nuevos emperadores
fueron derrocados en una revuelta, encabezada por el yerno del emperador depuesto,
que accedió al trono, bajo el nombre de Alejo V, por otro lado, Isaac II Ángelo, murió
en prisión. Tras la cuarta cruzada ocurrió un evento conocido como la cruzada infantil
o la cruzada de los niños. Los documentos son contradictorios y es difícil distinguir lo
real de lo ficticio, la iniciativa habría venido de un niño al que se le había aparecido
Jesucristo, la pureza de las almas de los infantes permitiría reconquistar Jerusalén. En
13
Hindley, 2021, p. 138.
14
Hindley, 2021, p. 144.
15
Hindley, 2021, p. 144.
palabras de Zaborov: “Las cruzadas infantiles fueron una de las últimas
manifestaciones masivas del fanatismo de cruzada (…) se propagó por campos y
ciudades la aberrante idea de que los niños <<inocentes>> sabrían conseguir del
Todopoderoso la gracia que no obtuvieron los <<pecadores>> adultos, y que los niños,
de forma milagrosa, liberarían Jerusalén”.16
Quinta cruzada: si la cuarta cruzada fue la cruzada torcida, ésta podría
denominarse, la cruzada inútil. Aconteció entre 1217 y 1221, fue completamente
ineficaz y apenas cambió las relaciones de poder ya existentes entre cristianos y
musulmanes. En 1215, en Roma, se convocó el solemne de Letrán, que decidió iniciar
una nueva cruzada, con fecha el primero de junio de 1217. Quienes tomaron el voto de
cruzada fueron, Andras II de Hungría, Juan Sin Tierra, rey de Inglaterra y Federico II,
rey de Sicilia y futuro emperador de Alemania, pero Inocencio III falleció en 1216,
luego murió Juan Sin Tierra, Federico II, con muchos problemas internos, prefirió aludir
la cruzada. Bajo el lema… o pretexto, de cristianización de eslavos, letones, estonios y
prusianos, la Iglesia católica romana, a comienzos del XIII, organizó una cruzada, de
los ávidos caballeros alemanes contra los pueblos del Báltico. Los caballeros
alemanes podían saquear a estas tierras cercanas, más que a las lejanas tierras de
Siria y Palestina, que no respondieron al llamado del sepulcro del Señor. Francia e
Inglaterra tampoco vieron entusiasmo por esta nueva expedición ultramar. Pero al final
Andras II de Hungría fue quien logró reunir un gran ejército y el único que lo consiguió.
Entonces para el verano de 1217, partió hacia Oriente, en esta quinta cruzada
participaron algunos príncipes de Alemania, como el duque Leopoldo de Austria y
holandeses al mando del conde Guillermo. Los cruzados alemanes y húngaros
estuvieron en Acre un año, sin mucho resultado, haciendo incursiones al interior del
país, sobre Damasco y otros lugares. Más tarde, en 1218, Guillermo I de Holanda y
Oliver de colonia se unieron a la cruzada con sus respectivos ejércitos para atacar la
ciudad egipcia Damieta, “(…) gran ciudad-fortaleza, rival comercial de Alejandría,
enclavada en uno de los brazos en el delta. Tras conquistar Damieta los cruzados
avanzaron en Egipto y dirigieron hacia del Nilo, lo que la convertía en la llave de
Egipto”.17 El sultán Al-Kamil los repelió, tras la redención de los cruzados perdieron
Damieta y Al-Kamil aceptó un tratado de paz de ocho años.
Sexta cruzada: se desarrolló entre 1228 y 1229. En ella el emperador Federico
II Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, logró que le
entregaran Jerusalén, Belén y Nazaret, a través de un acuerdo diplomático con el
sultán Al-Kamil, por dicho tratado Al-Kamil cedió territorios a Federico a cambio de que
éste le apoyarse contra Al-Naser y se estableciera una tregua de diez años. Federico II
se había casado en 1225 con Yolanda de Jerusalén, hija de Juan I de Brienne. La
relación de Federico II con el Papa Gregorio IX era tensa, tanto que el rey llegó a ser
excomulgado en 1227, “(…) el Papa anuló la sexta cruzada y declaro que Federico II
no era un cruzado, sino un pirata y un <<servidor de Mahoma>>”. 18 En 1228 partió sin
la aprobación papal para terminar convirtiéndose en rey de Jerusalén, esto no hizo
más que aumentar la tensión entre el papado y el imperio. El Papa declaró que no se
podía interpretar esa acción como Guerra Santa. Federico II firmó en Jafa un acuerdo
con el sultán por diez años, en el cual el emperador obtenía Jerusalén y otras
ciudades de Palestina, por su parte, Federico II debía dar apoyo al sultán contra los
enemigos de este. Un mes después, Federico II se auto corona rey. El Papa vio con
malos ojos esta acción, acto seguido se le acusa a Federico II de traición al
cristianismo.
Séptima cruzada: se realizó entre 1248 y 1254, fue encabezada por Luis IX de
Francia, previamente en 1244 los musulmanes volvieron a tomar Jerusalén y a atacar
16
Zaborov, 1985, p. 195.
17
Zaborov, 1985, p. 199.
18
Zaborov, 1985, p. 202.
los dominios cristianos de la zona. El Papa Inocencio IV convocó una nueva cruzada
en el concilio de Lyon de 1245, entregando la dirección de la misma a San Luis. La
expedición se dirigió hacia Damieta y en un primer momento lograron conquistarla,
como en la quinta cruzada los cristianos avanzaron hacia el Cairo, pero esta vez
dejando Damieta protegida, sin embargo, el resultado fue el mismo, pues los cruzados
tuvieron que rendirse ante los egipcios y el rey francés fue apresado en Mansur.
Finalmente fue liberado tras pagar un rescate, podríamos llamarla La Cruzada inútil,
parte II.
Octava cruzada: se produjo en 1270, de nuevo por parte del rey Luis IX de
Francia. En esta campaña el rey francés volvió a fracasar, esta vez en su intento de
cristianizar Túnez. El emir logró defender la ciudad de la invasión cristiana. Louis IX y
buena parte de su ejército murieron por las enfermedades. El príncipe Eduardo quien
posteriormente se convertiría en el rey Eduardo I de Inglaterra, tenía la intención de
unirse a Louis IX en Túnez, pero el francés ya había muerto y su ejército se disponía a
volver, aun así, el inglés se dirigió hacia Acre con un pequeño ejército. Tras varias
refriegas, la cruzada terminó con la firma de una tregua. Hay quien consideran la
campaña de Eduardo de Inglaterra transcurrida entre 1271 y 1272 como una novena
cruzada, pero por lo general se la comprende como una extensión de la octava. Tras
la victoria musulmana frente a esta expedición, empieza el fin de los estados cristianos
en el Levante.
Han existido otras guerras y campañas militares que han sido calificadas de
cruzadas pero que no tenían la intención de conquistar Tierra Santa. Destacan, la
cruzada albigense que proclamó Inocencio III, contra los cátaros. Las cruzadas
bálticas contra paganos de la región báltica. La cruzada contra la corona de Aragón
proclamada por Martín IV. La cruzada de Segismundo de Hungría contra el imperio
otomano en Niko polis. La cruzada de juan Hunyadi, también contra los otomanos en
Belgrado. También tuvieron carácter de cruzada algunos momentos de la reconquista
española frente a los musulmanes, en los que el Papá concedió una bula de cruzada,
principalmente en la batalla de las navas de Tolosa y en la toma de Granada, de
hecho, los reinos cristianos peninsulares apenas mostraron interés en las cruzadas de
Tierra Santa, pues bastante tenían con los suyo.
En las cruzadas se crearon diversas órdenes militares cristianas para defender
los santos lugares, una de las más conocidas es la orden de los pobres compañeros
de Cristo y del templo de Salomón, también conocida como la Orden del Temple, fue
fundada tras la primera cruzada con el objetivo de proteger a los peregrinos y también
participaron militarmente en las contiendas.
LA REVOLUCION AGRICOLA
Para antes de los siglos X y XI, y que se extendió hasta el siglo XIII, por lo
menos, ya se había producido en el mundo lo que se ha llamado la “Revolución
agrícola del islam medieval”, o “Revolución verde de la Edad Media”. Se trata de un
fenómeno que se extiende a lo largo de los siglos VIII al XIII y que coincide con la
Edad de Oro islámica y la expansión del imperio islámico por Asia, África y parte de
Europa. Para algunos autores es una época en la que se produce una primera
globalización y una economía de carácter mundial.
Su fundamento estuvo en aspectos tales como:
1) el uso de la fuerza hidráulica de los ríos y otros cursos de agua unido al uso
de la energía eólica ya existente pero que se utilizó mejor entonces, que llevó al
desarrollo de instrumentos tales como la noria, el molino hidráulico, el molino de
viento, la presa y lo saltos de agua, entre otros.
2) la adopción poco a poco de un concepto científico de la agricultura en el que
los conocimientos sistemáticos se utilizaron para mejorar los métodos de cultivo, para
introducir nuevos productos y para venderlos e, incluso, exportarlos.
3) la adopción de nuevas formas organizativas como la propiedad privada de la
tierra, los sistemas de arrendamiento, las aparcerías y en su conjunto, la superación
de formas feudales de explotación de las tierras fértiles.
4) la introducción de nuevos productos en unas regiones mundiales
procedentes de otras, lo cual llevó a la difusión en Europa del sorgo chino, y productos
precedentes del subcontinente indio como el mango, el arroz, el algodón, la caña de
azúcar y otros. Así como los cítricos y productos conocidos desde antiguo como la
seda, el lino y el esparto.
En Inglaterra en los siglos anteriores al XVIII se habían producido grandes
mejoras en la agricultura no tanto en las máquinas utilizadas como en la organización
empleada. La propiedad privada de la tierra se extendió, las fincas se cercaron, los
cultivos se cambiaron y se diversificaron y los métodos de arriendo y aparcería se
generalizaron.
Para lo que aquí nos interesa lo destacable de ese periodo anterior a la
Revolución Industrial es:
a) la aparición del comercio y de los mercados.
b) el surgimiento de una primera y limitada globalización.
c) la difusión de la idea de crecimiento y mejora de la vida.
d) la importancia que en todo ello tuvieron los artesanos de todo tipo con
particular referencia a los carpinteros y a los herreros.
PERRY ANDERSON
Dinámica Feudal Y Apertura Comercial
El feudalismo apareció en Europa occidental en el siglo X, expendiéndose en el
siglo XI, alcanzando su plenitud en el siglo XIII. En este siglo XIII, el feudalismo
europeo produjo una civilización unificada y desarrollada que presentó un gran avance
sobre las rudimentarias y confusas comunidades de la Edad Oscura. El primer y más
fundamental de estos grandes saltos fue el excedente agrario. Nuevas relaciones
rurales permitieron un incremento de la producción agrícola. Innovaciones técnicas
constituyeron los instrumentos materiales de este avance, algunos de ellos fueron: el
uso del arado de hierro por el cultivo, los arreos rígidos para la tracción equina, el
molino de agua para la energía mecánica, abonos para la mejora del suelo y el
sistema de rotación triniel de los cultivos.
A fines del siglo XIII, la agricultura había alcanzado un nivel técnico equivalente
al de los años que precedieron a la revolución agrícola, la aceleración de las fuerzas
de producción desencadenó una expansión demográfica. Entre 950 y 1348, la
población de Europa Occidental paso de 20 a 54 millones de personas. En el marco de
esta sociedad en aumento, el comercio se revitalizo, después de una gran caída, un
mayor número de ciudades crecieron y prosperaron como puntos de intersección de
los mercados regionales y como centros manufactureros.
La mayor parte de estas nuevas ciudades fueron promovidas o protegidas por
señores feudales, para quienes constituía un objeto natural acaparar los mercados
locales u obtener grandes beneficios del comercio de larga distancia.
Una vez cimentadas y puestas en marcha económicamente, las ciudades
medievales consiguieron muy pronto una autonomía relativa. Dominadas por agentes
feudales como en Inglaterra o por pequeños nobles, como en Italia, posteriormente
crearon unos patriciados específicamente urbanos. Estos nuevos estratos patricios
controlaban una economía urbana en la que la producción llego a estar fuertemente
regulada por los gremios, que generalmente aparecieron en las últimas décadas del
siglo XII. Solo en las ciudades flamencas e italianas apareció por debajo de este
artesanado, y con una identidad y unos intereses específicos, una clase social
asalariada de trabajadores urbanos de cierta magnitud. El modelo de gobierno variaba
de acuerdo con el peso relativo de la actividad manufacturera o mercantil de las
respectivas ciudades. Donde la primera actividad tenía una importancia fundamental,
los gremios artesanos tendieron a conseguir alguna participación en el poder civil
(Florencia, Basiela, Estrasburgo, Gante); mientras que allí donde predominaba de
forma decisiva la segunda, las autoridades de la ciudad normalmente se reducían a los
mercaderes (Venecia, Viena, Núremberg, Lubeck).
La primera condición para el auge de las ciudades italianas fue el
establecimiento de su supremacía naval en el mediterráneo occidental, que quedó
limpio de flotas islámicas a principios del siglo XI. Esta supremacía fue seguida de dos
nuevos avances internacionales: el dominio del Mediterráneo Oriental, con la victoria
de la primera cruzada, y la apertura de rutas regulares para el comercio atlántico,
desde el mediterráneo hasta el canal de la Mancha. El poderío marítimo de Génova y
Venecia fue lo que garantizo a Europa Occidental un continuo superávit comercial con
Asia, superávit que financio su vuelta al oro.
La condición estructural que posibilito este poder y esta prosperidad urbana fue
la parcelación de la soberanía característica del modo de producción feudal en
Europa. Solo este hecho permitió la autonomía política de las ciudades y su
emancipación del control señorial o monárquico directo.
La Antigüedad Clásica
El fin de la Antigüedad quedo sellado entonces por las conquistas árabes que
dividieron las dos orillas del mediterráneo. El Imperio oriental se convirtió en Bizancio,
un sistema político y social diferente al resto del continente europeo. Bloch emitió el
autorizado juicio de que «a partir del siglo VIII existió un grupo claramente delimitado
de sociedades en la Europa occidental y central cuyos elementos, por muy diversos
que fuesen, estaban sólidamente cimentados en profundas similitudes y en relaciones
constantes». Esta región fue la que dio origen a la Europa medieval; «La economía
europea de la Edad Media es la del bloque latino y germano, bordeado por unos pocos
islotes celtas y por unas cuantas franjas eslavas, y conducido gradualmente hacia una
cultura común. Las ciudades grecorromanas nunca fueron predominantes
comunidades de manufactureros, comerciantes o artesanos, sino que constituyeron
agrupaciones urbanas de terratenientes. Desde la democrática Atenas a la Esparta
oligárquica o la Roma senatorial, estuvieron dominados por propietarios agrícolas. Sus
ingresos provenían de los cereales, el aceite y el vino, los tres productos básicos del
mundo antiguo. El mar fue el vehículo del imprevisible esplendor de la Antigüedad. La
combinación de ciudad y campo que caracterizo al mundo clásico fue operativa,
debido al lago situado en su centro. El Mediterráneo es el único gran mar interior en
toda la circunferencia de la Tierra. El Mediterráneo proporciono el necesario marco
geográfico a la civilización antigua, pero su contenido y novedad históricas radican en
la base social de la relación entre ciudad y campo. El modo de producción esclavista
fue la invención decisiva del mundo grecorromano y lo que proporciono la base ultima
de sus realizaciones, como de su eclipse. La esclavitud ya existía antes en toda la
antigüedad en el Oriente Próximo, pero siempre en condición jurídicamente impura,
tomando la forma de servidumbre por deudas o de trabajo forzado. El mundo antiguo
nunca estuvo marcado en su totalidad y de forma continua por el trabajo esclavo. La
teoría romana definía al esclavo como un instrumento que habla, situándolo en una
escala o grado por encima del ganado. El precio por este instrumento o herramienta
que habla fue brutal. En general, el trabajo esclavo no era menos productivo que el
libre, incluso en algunos campos su productividad era superior, pero sentó las bases
de ambos.
El Modo De Producción Esclavista
A diferencia del carácter acumulativo de la aparición del capitalismo, la génesis
del feudalismo se derivó de un colapso de dos anteriores y diferentes modos de
producción. Los dos predecesores del modo de producción feudal fueron, el modo de
producción esclavista, ya en trance de descomposición y sobre cuyos cimientos se
había levantado en otro tiempo todo el enorme edificio del Imperio romano, y los
dilatados y deformados modos de producción primitivos de los invasores germanos
que sobrevivieron en sus propias tierras tras las conquistas bárbaras.
LUCIEN MUSSET – LAS INVASIONES (2do ASALTO A LA EUROPA CRISTIANA)
Desde el 750 hasta principios del siglo VIII Europa Occidental no sufrió ningún
ataque del exterior. El siglo VIII, que en el Oeste es de una tranquilidad, es en el Este
el de la presión enclavada que, después de unos comienzos discretos, se afirma y se
transforma en aluda. Era el primer síntoma de un según paroxismo que pronto
afectaría a toda Europa.
Esta segunda crisis no puso en jaque el destino del continente, salvo los
eslavos que preocuparon parte de Europa y los húngaros en menor grado, que no
tuvieron como objetivo principal ocupar el suelo y colonizarlo. Los árabes y los
bereberes de la primera oleada, luego del año 711, primero se proponían convertir a la
doctrina musulmana y someter al califato de Damasco la Europa meridional, después
de hacerlo con el Próximo Oriente y con África septentrional. Solo este grupo ponían
en tela de juicio, a conciencia, las estructuras reorganizadas y pretendían sustituirlas
por el islam. Los otros invasores, incluso húngaros y sarracenos de la segunda oleada
pensaban más en el botín.
En Alemania, las costas escaparon de los húngaros, pero no de los vikingos.
En Italia, los húngaros devastaron todas las llanuras, los sarracenos casi todas las
montañas, en las costas atacaron los piratas musulmanes y nórdicos se relevan, sin
contar con los eslavos en la vertiente adriática. La región del Ródano inferior, cuatro
invasores desfilaron sucesivamente: árabes venidos de España, vikingos establecidos
momentáneamente en La Camarga (región al sur de Francia), magiares que ocupaban
el valle del Ródano (rio de Europa central, discurre por Suiza y Francia) y piratas
sarracenos que acechaban las costas. Las invasiones del Bajo Imperio, incluso del
siglo VI, fueron más o menos paralelas y provenientes casi del mismo sector del
horizonte, lo cual favoreció la defensa. Es en la Galia donde esta situación resulta más
sensible, una misma generación, la de los años 870-900, vio llegar a los vikingos, a los
húngaros que entraban por el Este, atravesando el Rin, ya por el Sudeste, venciendo
los Alpes y a lo sarracenos, por la costa mediterránea.
La segunda crisis de invasiones no esta tan radicalmente diferenciada de la
primera como cabria suponer, los fenómenos eslavos e islámicos apenas tienen
precedente. Pero el movimiento de los magiares, los jázaros, los pechenegos y los
cumanos, es el mismo que animo a los hunos 5 siglos atrás, como a muchos otros
pueblos, todo motivo sociológico, métodos militares, caracteres económicos, incluso el
punto de destino (la cuenca Panonia), presenta un parecido sorprendente. También el
movimiento vikingo tuvo sus precursores, pero se ocultan en un rincón de la historia de
las grandes invasiones germánicas.
A pesar del común denominador religioso, las empresas musulmanas del siglo
VIII, por una parte, y de los siglos IX-XI, por otra, son distintas. Las expediciones
terrestres venidas de España no fueron más que un breve episodio al que Carlomagno
puso fin. Las incursiones de los piratas y de los guerrilleros sarracenos fueron, en
cambio, una plaga que duro hasta las cruzadas.
El fenómeno vikingo es el mejor delimitado, se inicia a fines del siglo VIII y
termina en la segunda mitad del siglo XI, cuando Inglaterra escapa de la opresión
danesa. El ataque vikingo es el que da sentido y unidad al segundo asalto a la Europa
Cristiana.
Las invasiones del siglo IX y a la ruina de la unidad carolingia
El Imperio de Carlomagno y aquel de Ludovico Pio, eran sociedades
predispuestas a la expansión y mal preparadas para la defensa. Excelente instrumento
de combate la caballería francesa, pero solo podía ser utilizada en estaciones donde
abunda el forraje y por poco tiempo, de movilización lenta y laboriosa.
Con la ayuda de la Iglesia y de los letrados, una ideología de populus
chistianus sustituía poco a poco el antiguo sentimiento nacional franco.
El Imperio tenía posibilidades de eficacia, pero nada lo preparaba para
reaccionar en caso de un grave infortunio o un inesperado peligro. No tenía ejercito
permanente, ni marina, ni fortificaciones defensivas sólidas, ni finanzas propiamente
dichas, ni quizá tan solo un verdadero apoyo popular.
MAPAS
Anexo:
Mapa representativo de la primera cruzada, iniciada en el año 1096 hasta el año 1099.
Concluye con la victoria cristiana.
Mapa ilustre de recorrido a pie y por mar que realizaron los cruzados, en su segunda
campaña, en el año 1147, hasta 1149. Victoria musulmana.
Representación de la movilización de los cruzados, año 1189, hasta 1192. Victoria
musulmana.
Mapa ilustre que muestra los caminos terrestres y marítimos que hicieron los cruzados
en su cuarta campaña. De 1202 al año 1204. Victoria cristiana.
Camino de los cruzados, iniciada en el año 1217 a 1221. Concluye con la victoria
musulmana.
Movimiento marítimo de los cruzados hacia Jerusalén en el año 1228 y 1229, concluye
con una victoria cristiana.
Séptima cruzada, inicia en el año 1248 y se extiende hasta 1254. Termina con la
victoria de los musulmanes.