ACSP Modulo3
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“Primero, lo social se ubicaba en los intersticios, hoy, lo natural se aloja o se refugia en los
intersticios de lo social” (Milton Santos, 1996)
Introducción
En las últimas décadas, los temas ambientales se han instalado en los debates y discursos políticos,
están presentes de diversas maneras en la agendas gubernamentales, en los medios de comunicación
y en discusiones cotidianas de una parte importante de la ciudadanía que reconoce en lo ambiental
algo que nos involucra a todos y todas, ya sea por las responsabilidades en los modos de aprovechar
los recursos, por la degradación ambiental debido a transformaciones que tienden a mayores niveles
de artificialización y las consecuencias para el conjunto de la población. La escuela también incorpora
la cuestión ambiental por el interés para estudiantes y docentes que se ven interpelados y
atravesados por estas temáticas, más allá de las prescripciones curriculares.
1
Esta clase recupera una propuesta de enseñanza sobre la transformación de los ambientes producida por el equipo de
Ciencias Sociales de Nivel Primario de Escuela de Maestros, Ministerio de Educación, GCBA (2020). Autores: Francisco
Mainella, Juan Martín Motta y Anabel Calvo. Coordinación de Betina Akselrad y Julieta Jacubowicz.
2
A lo largo de la clase se desarrollan conceptos a partir de explicaciones que dialogan con fuentes diversas de
información. En algunos casos se ofrecen preguntas debajo de los apartados “Para reflexionar”. Son consignas para dirigir
la mirada, la observación, la lectura o la escucha de las distintas fuentes. No se trata de “actividades” que deban realizar
por escrito y presentar en los foros.
la ‘casa común’, evoca lo común, lo que es de todos, y esto merece ser pensado.” (Gurevich,
2011)
Este horizonte en la construcción de la ciudadanía nos invita a pensar propuestas de enseñanza que
contemplen la diversidad ambiental y los diferentes modos de transformar los ambientes en
diferentes épocas y contextos geográficos y ofrecer herramientas y pistas para identificar las lógicas
económicas, políticas, sociales y culturales de dichos procesos de transformación. Es también la
posibilidad de reconocer formas dominantes de aprovecharlos vinculadas a ritmos de consumo y
extracción de recursos y servicios ambientales frente a otras alternativas de habitar el planeta, para
sopesarlas, ponerlas en discusión e incorporar el futuro en las clases de Ciencias Sociales.
El propósito general de este módulo es ofrecer herramientas que permitan pensar los ambientes, sus
transformaciones en un sentido histórico o los modos de valorización y apropiación de los recursos
en épocas y territorios específicos. Esto conlleva dilemas éticos y políticos que no son ajenos a las
Ciencias Sociales. La escuela es un lugar propicio para desplegar una agenda que incorpore lo
ambiental como una cuestión social, es decir, inherente a variables políticas, económicas,
tecnológicas y culturales.
En primer lugar, este módulo propone recuperar categorías propias del campo geográfico —espacio,
territorio y paisaje— como puertas de acceso y líneas de abordaje que permitan seleccionar temas y
problemas de enseñanza, poniendo foco en la dimensión ambiental de la realidad social. Partimos de
un enfoque que abandona la tradicional separación entre naturaleza y sociedad, no porque no
existan elementos naturales y sociales plausibles de ser diferenciados, sino porque cada vez más las
sociedades agregan nuevas capas de transformación alterando los procesos y las dinámicas físico-
naturales. “Primero lo social se ubicaba en los intersticios, hoy, lo natural se aloja o se refugia en los
intersticios de lo social” (Santos, 1996). Detrás de esta imagen tan nítida de Santos hay un complejo
entramado de relaciones en las que naturaleza y sociedad no pueden pensarse de manera
independiente, sino que se envuelven porque son proceso y resultado a la vez, al determinarse de
forma recíproca (Gurevich, 2011). Algunas de esas relaciones pueden llevarse a la escuela para pensar
aquello que nos es común.
Notas sobre los conceptos de espacio, territorio y paisaje.
En las últimas décadas, la Geografía escolar recibió el influjo de los nuevos enfoques de la Geografía
académica y, con este, la oportunidad de renovar la agenda de contenidos, temas y problemas para
la enseñanza. Se registra un cambio epistemológico que deja de lado la conceptualización del espacio
como un escenario estático sobre el que se disponen los elementos naturales y los construidos que
se pueden localizar en un mapa y clasificar en inventarios interminables, es decir, una especie
“sostén” de actividades económicas, infraestructuras y poblaciones. La geografía actualizada
entiende al espacio como un producto social, es decir, como resultado de acciones y decisiones de
diversos actores sociales, individuales y colectivos que añaden “capas” de transformación a lo largo
del tiempo. Es interesante revisar una definición clásica de Milton Santos porque puede ayudarnos a
la hora de escribir y planificar la enseñanza del eje geográfico en las clases de Ciencias Sociales en la
escuela primaria.
Dinamismo. Unidad. Materialidad. Acción humana deliberada o no. Objetos naturales o fabricados.
Épocas. Son algunos de los conceptos hilvanados en la definición de Milton Santos. ¿De qué manera
se plasman o podrían plasmarse en nuestras clases? ¿En qué medida esta definición tensiona la
manera de abordar nuestras propuestas en el aula?
Según esta perspectiva que estamos adoptando, podríamos hablar de territorio argentino
o uruguayo, pero no de espacio geográfico argentino o uruguayo. Quizá la única
adjetivación concordante con la noción de espacio geográfico sea mundial, planetaria,
global. En efecto, espacio geográfico es una representación de alto nivel de abstracción que
no puede asociarse con un referente particular.
Por su parte, el término paisaje alude a la dimensión observable y fisonómica del territorio,
es decir, a su modo de presentación a los sentidos. (Santos, 1994). Al igual que las dos
categorías anteriores, el análisis y la comprensión de su significado y de las racionalidades
subyacentes a sus aspectos fenomenológicos son tareas de arduo trabajo para los
geógrafos. Los paisajes exhiben los aspectos visibles del conglomerado de rasgos del
espacio geográfico a nivel mundial; son la apariencia, el modo en que aparecen esos rasgos
en un lugar particular del globo. Por lo tanto, los paisajes en la actualidad, tanto urbanos
como rurales se hallan transfigurados por las fuerzas de la economía, la cultura y la política.
Combinan rasgos étnicos, culturales e ideológicos de las comunidades con los propios de
otros grupos sociales y económicos; combinación atravesada a su vez por los vectores
globales de la tecnología, de las transferencias fInancieras y de los flujos de mensajes e
información que producen constantemente los medios de comunicación, como la
televisión, los periódicos y el cine. [...]”
Barros, Claudia (coord.) (2000). Geografía. La organización del espacio mundial. Buenos
Aires: Estrada.
Los ambientes son modificados mediante el trabajo que las sociedades realizan cuando se apropian
de la naturaleza utilizando diversas tecnologías. El aprovechamiento y la apropiación de la naturaleza
es geográfica e históricamente específica, por lo tanto, es posible identificar cambios y continuidades
en la intervención de la naturaleza a través del tiempo.
Las posibilidades y limitaciones que ofrecen ciertas condiciones naturales no existen per se, sino
que dependen de las necesidades específicas de una sociedad, de la tecnología disponible y del
conocimiento que esa sociedad posee en un momento dado.
Cuando hablamos de condiciones físico naturales nos referimos a:
● formas del terrenos variadas o relieves (montañas, mesetas, sierras, altiplanos y
llanuras) con distintas altitudes y pendientes;
● distintas condiciones climáticas (temperatura, precipitación, la estacionalidad),
● variados tipos de suelos (más o menos desarrollados).
Las formas de vegetación (selvas, bosques, estepas, sabanas, pastizales, etc) son un
“reflejo” de las condiciones naturales.
Los grados y tipos de transformación que sufren los ambientes se relacionan con aspectos tales
como la cultura, el contexto político, los recursos económicos de cada sociedad o cada grupo social
que la conforma.
La presencia de múltiples actores implica, también, conflictos de mayor o menor intensidad que
resultan de estas decisiones y acciones. Conocer un ambiente habilita el reconocimiento de esos
actores para entender qué hacen, cómo lo hacen, por qué lo hacen y a quién/es beneficia/n las
actividades económicas que transforman los ambientes.
La invitación de esta clase es comenzar a pensar posibles “recortes” temáticos que permitan abordar
de manera progresivamente más compleja los modos en que las sociedades transforman los
ambientes a lo largo de la escuela primaria como un modo de iniciar la reflexión sobre lo ambiental
con las niñas y los niños. En este sentido, nos interesa recuperar que no estamos pensando a la
naturaleza y la sociedad como esferas escindidas, sino que “las relaciones sociedad-naturaleza
resultan recíprocamente determinadas, son envolventes la una de la otra, ya no pueden concebirse
de modo independiente, sino que son proceso y resultado a la vez, y pueden pensarse como
coproductoras de las condiciones de humanidad”. (Gurevich, 2011). En este sentido, afirmamos que
los ambientes son el resultado de una historia natural/social.
Para el análisis de los ambientes, proponemos el trabajo con algunas fuentes de información:
El paisaje es la dimensión observable y fisonómica de los ambientes. A priori, estas imágenes son
estáticas, fijas, capturan un momento. ¿Cómo podríamos imprimirle movimiento a esas imágenes?
¿Por qué sería potente darle movimiento? Tender hacia una geografía escolar que privilegie el
movimiento y la fluidez, que le preste atención a las transformaciones, a las relaciones entre
territorios a través de flujos de personas, mercancías, servicios, también ideas, dinero,
conocimientos, nos distancia de tradiciones escolares que ponen el acento en lo estático. Lo estático,
lo fijo no desaparece, pero privilegiar la dinámica y el movimiento nos aleja de miradas esencialistas
de los lugares y los territorios porque obliga a rastrear las lógicas de los procesos políticos,
económicos, sociales, culturales y/o tecnológicos, incluso a historizar estos procesos y dinámicas.
● ¿Se observa vegetación? ¿De qué tipo (árboles, arbustos, pastos, cultivos)?
¿Consideran que es variada o predomina un tipo de vegetación en particular? ¿Es
abundante?
● ¿Se trata de vegetación que creció de manera natural o pudo haber sido plantada por
personas? ¿Para qué la habrán plantado?
● ¿Observan construcciones? ¿Cuáles? ¿Para qué servirán? ¿Será fácil o difícil construir
caminos en esta zona? ¿Por qué?
Se trata de ofrecer herramientas para “leer” los paisajes del mundo en contraste con las tradiciones
que ponen el acento en lo descriptivo. Leer en un sentido profundo es interpretar, decodificar,
hipotetizar. ¿Qué huellas de las transformaciones sociales hay en los paisajes del mundo? ¿Qué
decisiones e intereses subyacen detrás de dichas transformaciones? ¿Cómo preguntamos e
intervenimos para favorecer la lectura de paisajes por parte de nuestros estudiantes? La lectura de
paisajes constituye una puerta de entrada propicia para el análisis de la diversidad de los ambientes.
Las preguntas anteriores y otras que podamos incorporar pueden ser parte de un dispositivos de
observación y análisis que empiece a instalar la agenda ambiental, al iniciar la indagación sobre las
características de los ambientes, los elementos que los conforman y, de esta manera, buscar pistas
acerca de los modos de aprovechamiento y transformación de la naturaleza a partir de observaciones
y toma de notas, inferencias e hipótesis como una manera de empezar a pensar quiénes, cómo,
dónde, para qué los ambientes son transformados.
● En cuanto a las formas del terreno, se observa un relieve montañoso. Los picos de las
montañas están cubiertos de nieve, pero no el resto de las montañas y no se observa
vegetación en las laderas montañosas.
● Hay indicios de que la vegetación ha sido introducida, tanto “las cortinas de árboles” como
los cultivos —probablemente de vid— a ambos lados de los cercos.
● ¿Quiénes habrán plantado estos árboles y esos cultivos? ¿Se trata de cortinas de árboles para
la protección frente a los vientos o de otros cultivos? ¿De qué cultivo se tratará? ¿Cómo lo
habrán plantado? ¿Para qué? Las condiciones de aridez del monte mendocino constituyen un
condicionante para el desarrollo de las actividades productivas (agrícolas, por ejemplo) y se
abre el interrogante sobre los modos de resolver dichos condicionamientos. ¿Qué
posibilidades ofrece el ambiente mendocino para el desarrollo agrícola? ¿Qué cultivos se
podrán producir allí? ¿Cómo se podrá obtener el agua para riego?
Luego de construir algunas hipótesis y de registrar las observaciones nuevas fuentes pueden aportar
nuevas informaciones sobre las tecnologías utilizadas, las técnicas de cultivo, las formas de provisión,
acceso y distribución del agua y los tipos de cultivos que se realizan y los destinos de la producción
entre otros aspectos relativos al conjunto de condiciones económicas, políticas, sociales, culturales;
de este modo se complejiza la malla explicativa y multicausal de la transformación del ambiente
seleccionado.
Una posibilidad puede ser la lectura de relatos en primera persona. La selección de casos de estudio
es una estrategia potente de enseñanza que muchas veces puede introducirse a partir de narraciones
que tienen uno, dos o más protagonistas. Esa historia en primera persona se inscribe siempre en
contextos mayores y es allí donde reside su potencia: indagar en la singularidad, en experiencias
cotidianas, en escalas micro, en el detalle para explicar algunas dimensiones de la realidad social. Les
proponemos la lectura del relato construido a partir de una entrevista a un pequeño agricultor de
Maipú (Mendoza) que cuenta su experiencia y brinda información relevante sobre cómo es posible
cultivar en un espacio en el que llueve muy poco.
“Me llamo Pablo y vivo en Maipú, en la provincia de Mendoza, desde hace 5 años. Antes
vivía en la Ciudad de Buenos Aires, pero me gustaba el campo, poder tener un poco más de
espacio verde, ver árboles y montañas. [...] Trabajo con un grupo de personas en una huerta
que se llama ‘Huertas Memorias de la Tierra’ en la que cultivamos verduras y frutas de
estación. En verano plantamos tomates, morrones, berenjenas, lechugas, maíz y en invierno
plantamos repollo, habas, brócoli, coliflor y algunas lechugas más. También tenemos frutos
como olivos y cerezas.
Las plantas que mejor van acá son la uva, que necesita un clima seco y los olivos para la
producir aceitunas; son frutos típicos de esta zona conocida como la zona de Cuyo [...]
También se pueden plantar otros cultivos de las zonas más húmedas como algunos de los
que tenemos en nuestra huerta, si bien crecen un poco más despacio, ya se adaptaron y
crecen muy bien.
Trabajamos con un tractor, con un caballo que se llama Charly y cultivamos y cosechamos
a mano, porque es una producción de verdura orgánica [...] El tractor y el caballo son los
que hacen fuerza y atrás se le enganchan herramientas que sirven para hacer surcos, cortar
raíces o sacar yuyos [...]. En cada temporada se echa abono a la tierra, el “guano”, realizado
con mezclas de caca de vaca y pasto [...] Hay que ponerle mucho guano porque como es un
desierto, la tierra es muy arenosa y le hace falta... hay que ir generando una tierra que sea
más gorda y más negra, que retenga humedad y ofrezca nutrientes que le hagan bien a las
plantas, [...].
Mendoza es un desierto, hace mucho calor y es muy seco, pero por suerte, la provincia tiene
varios ríos como el río Mendoza. [...] Son muy importantes porque forman “oasis”, es decir,
lugares con vegetación que se forma a partir del riego con agua de los ríos en un entorno
3
El protagonista del relato se refiere al lugar donde vive como un “desierto”. El monte mendocino es un tipo particular
de desierto originado por la barrera que generan los Andes para el ingreso de los vientos húmedos del Pacífico. Por otro
lado, no se debe confundir la idea de “desierto” con espacios carentes de vida. El monte mendocino es un ejemplo de
ello al presentar vegetación adaptada a la escasez de precipitaciones.
árido. [...] Desde antes de la conquista, los Huarpes -que eran los pueblos originarios que
vivían en esta zona-, habían construido canales y acequias para guiar al río y tener agua para
poder cultivar. Con el tiempo se amplió la red de acequias y de canales del río Mendoza y
así se fue formando el oasis para abastecer al pueblo [...]. Luego se construyeron represas
para tener agua de una forma pareja durante todo el año. Antes había momentos donde
había mucha agua en la época de los deshielos y en otros momentos no había tanta agua.
Por eso, además de las represas se fueron construyendo diques. Donde estoy con mi familia
se encuentra el dique Potrerillos que abastece a través del río Mendoza a toda la ciudad y
sus alrededores [...]. Una limitación es que en invierno hace mucho frío, las montañas se
hielan y si bien no nieva [...] al pie de la montaña ¡hace mucho frío! Si uno no tiene un
invernadero, es decir, un lugar cubierto para cultivar, la producción se hiela [...]”.
● ¿Imaginan este relato en sus clases de Ciencias Sociales? ¿Qué aspectos relativos a la
transformación ambiental permite recuperar? ¿Qué informaciones del testimonio dan cuenta
de los condicionamientos y posibilidades para la producción agrícola que tiene este ambiente?
● El relato ofrece elementos interesantes para comprender a escala del lugar (escala local),
algunas transformaciones ambientales, ¿qué posibilidades y que limitaciones brinda trabajar
con una escala tan fina o cercana? ¿Qué pistas aporta el relato sobre otras escalas de análisis
necesarias para aproximarnos a los modos de aprovechamiento de la naturaleza?
● Pablo es un pequeño productor dedicado a la producción de hortalizas y frutas de estación.
¿Qué experiencias de otros actores sociales dedicados a la actividad agrícola podrían
enriquecer el acercamiento a las formas de transformación del monte mendocino?
● ¿Qué pistas ofrece el relato sobre la dimensión histórica en el proceso de transformación del
ambiente mendocino?
El caso propuesto nos permite conocer un lugar, es decir, trabajar a una escala local. Esto se relaciona
con el trabajo de lectura de paisajes propuesto anteriormente porque desde la observación y lectura
de paisajes es posible tener un primer acercamiento desde escalas micro, cotidianas y cercanas. No
estamos considerando lo cercano como el lugar propio o cotidiano de las y los estudiantes, sino como
una escala de análisis que implica cierta proximidad, una suerte de “zoom” para buscar la
singularidad, la particularidad, sin descuidar que lo local aglutina lo nacional, lo regional, lo global. Es
decir, las características y las transformaciones que se dan en los lugares responden a lógicas y
procesos que para ser explicadas necesitan de otras escalas de análisis: provinciales, nacionales,
regionales, o global, incluso escalas territoriales que no coinciden con los límites jurisdiccionales. En
este sentido, hay pistas en el relato que remiten a otras escalas de análisis. Por ejemplo, la mención
a la construcción de obras de infraestructura para distribuir el agua a las zonas agrícolas y también
urbanas refiere a la política hidráulica de la provincia de Mendoza. No solo ampliamos la escala de
análisis (provincial) sino que incorporamos otro actor social: el Estado provincial por su relevancia en
la inversión en diques de embalse, diques derivadores, canales, pozos para extracción de agua
subterránea.
Imaginando una situación de aula, es recomendable realizar un primer acercamiento y leer con el
grupo el título y algunas referencias del mapa; localizar y diferenciar elementos básicos como ríos,
océanos, vías de transporte, provincias, ciudades, y explicitar con qué objetivos van a observar ese
mapa, para qué habrá sido diseñado, cuándo y por quiénes. Esa primera mirada global colectiva es
fundamental para que los y las estudiantes comiencen a identificar las principales características de
los objetos cartográficos. Esta mirada global es recomendable hacerla con el grupo total, utilizando
un mapa mural y realizando intervenciones que promuevan la apropiación de la información por
parte de los chicos. El o la docente puede señalar, por ejemplo, el territorio argentino y el de países
limítrofes, los límites provinciales y ubica algunas provincias y ciudades, prestando atención al modo
en que fueron representados (tipos de líneas, de letras, colores, etcétera.)
○ Este cambio denota un predominio de ciertas de formas de relieve bajas, entre ellas,
llanuras o planicies en el sector centro-Este y Noreste.
Las tonalidades de marrones oscuros pueden dar cuenta de la presencia de montañas altas o relieves
planos de altura, llamados altiplanos. Del mismo modo, las tonalidades de marrones claros u ocres o
amarillos indican la presencia de alturas intermedias que pueden representar sierras, es decir,
montañas antiguas y bajas, desgastadas por la erosión o mesetas. Las y los chicos pueden señalar
áreas de mayor y menor altura, mencionar los lugares o provincias de la Argentina donde se
encuentran, incluso, es buen momento para introducir la orientación según los puntos cardinales, a
partir de la Rosa de los Vientos.
b. Imágenes satelitales
Las imágenes satelitales constituyen un complemento interesante tanto para conocer características
naturales de los territorios como para identificar transformaciones. Se trata de un modo de conocer
específico que al igual que los mapas es necesario enseñar a leer. En este caso, las imágenes son
capturas de Google Earth, un sistema de información geográfica (SIG) que permite ver el globo
terráqueo y visualizar cartografía de distintas porciones de la superficie terrestre en diferentes
escalas. Las imágenes que vemos son el resultado de la superposición de distintas imágenes
satelitales tomadas, fotografías aéreas y modelos creados por computadora. Es decir, que lo que “se
ve” no es una imagen cruda tomada directamente por un satélite, sino que se trata de imágenes
procesadas y que, además, están cruzadas con bases de datos georreferenciadas. La aplicación ofrece
la posibilidad de ver imágenes en 2 y en 3 tres dimensiones y “jugar” con la escala a través del Zoom
(ícono + y -). Este juego de escalas permite identificar diferentes rasgos de los territorios que tienen
que ver con condiciones naturales (formas del relieve, presencia y tipo de vegetación, características
del suelo, redes hidrográficas) y con las transformaciones sociales como, por ejemplo, la expansión
de la mancha urbana de las ciudades, asentamientos, redes viales, puentes, caminos de tierra,
parajes rurales, parcelamientos agrícolas, zonas deforestadas, canalizaciones de cursos fluviales,
zonas industriales, zonas de extracción de recursos minerales, etc. Jugando con las escalas podremos
ubicarnos espacialmente, reconocer límites de jurisdicciones nacionales o provinciales y reconocer
los diversos elementos naturales/sociales que -puestos en relación- pueden darnos pistas sobre
cómo, quiénes y por qué transforman los territorios. Esas pistas necesitan de reposiciones e
intervenciones docentes antes, durante y luego de la observación a través de consignas, distintos
tipos de preguntas, explicaciones parciales, explicaciones de cierre y sistematización, etc.
A continuación, se presentan capturas de imágenes satelitales, el ícono en rojo indica la localización
de Maipú, Provincia de Mendoza, es decir, la localidad indicada en el buscador de Google Maps o
Google Earth que corresponde a la imagen 5 analizada anteriormente. Al igual que con el mapa físico-
político, la observación y la decodificación de estas imágenes requiere de anticipaciones para poder
jugar con los colores (que en este caso no corresponden a las alturas), las formas y las rugosidades.
Imagen 7. Cuando observamos desde Google Earth o Maps que abarcan una gran porción
territorial perdemos detalle, porque estamos “muy alejados” de la superficie terrestre.
Pero las inferencias pueden estar vinculadas a la identificación de áreas húmedas y áridas
por la presencia o ausencia de vegetación. Sin embargo, hay un contraste leve en torno a
las rugosidades entre el sector este y oeste que dan cuenta de un pasaje desde las áreas
llanas hacia las montañas.
Imagen 8. El acercamiento con el zoom permite diferenciar mucho mejor el
gradiente en las texturas. Si nos concentramos en los alrededores de Maipú, al
oeste, las rugosidades irregulares dan cuenta de la presencia de relieves
montañosos con más claridad que en la imagen anterior y en el sector este, se
observan texturas más lisas, que representan un relieve plano, en este caso,
corresponde con una meseta (esta información puede ser corroborada con el mapa
de físico-político.
Imágenes 9 y 10. Nuevos acercamientos permiten advertir diferencias de colores:
tonalidades de verde que en combinación con la rugosidad rectangular permiten inferir la
presencia de parcelas cultivadas en un entorno árido o de ausencia de vegetación.
Finalmente, las tonalidades grises con formas rectangulares corresponden a la mancha
urbana de la ciudad de Maipú.
Imagen 11. Se observa con alto grado de detalle el cambio del cauce del río Mendoza a
través del dique Cipolletti. A la derecha, el cauce seco del río a la y las compuertas abiertas
de las esclusas arriba. Además permite ver el contraste entre áreas áridas y aquellas
regadas.
Actividad
● Elijan una fotografía en la que se vea un ambiente. Indiquen de qué lugar se trata y
comenten el tipo de transformaciones que se observan en el paisaje y los actores
sociales que podrían estar involucrados en esas transformaciones.
Bibliografía de referencia
● Gurevich, Raquel (comp.). (2011). Ambiente y educación. Una apuesta al futuro. Editorial
Paidós, Buenos Aires.
● Reboratti, Carlos. (2000). Ambiente y sociedad. Conceptos y relaciones. Buenos Aires, Ariel.
● Santos, Milton. (1993). Los espacios de la globalización. Disponible en: Los espacios de la
globalización - Dialnet
● Santos, Milton. (1996). A natureza do espaço. Técnica e tempo. Razão e Emoção. San Pablo,
Editora Hucitec.
Créditos
Autor: Francisco Mainella
En esta clase centraremos la mirada en la transformación de los ambientes a partir de cómo las
sociedades aprovechan los recursos naturales. Recordemos que llamamos ‘recursos naturales’ a los
elementos naturales que las sociedades explotan para satisfacer sus necesidades. Se trata de un
concepto central que permite articular “lo natural” y “lo social” al ser aquella parte de la naturaleza
valorizada y apropiada por actores sociales con racionalidades e intereses específicos (Gurevich,
1998). La apropiación siempre es diferencial y las consecuencias económicas, sociales y ambientales
no son las mismas para todos los actores sociales involucrados.
¿Quiénes explotan los recursos naturales? ¿Cómo? ¿Para qué y para quiénes los explotan? ¿Qué
sectores sociales son beneficiados y cuáles perjudicados por ese tipo de actividad y de manejo? ¿Por
qué la explotación de un recurso no siempre beneficia al conjunto de la sociedad? ¿Qué
consecuencias tiene el manejo de los recursos naturales en el corto y en el mediano plazo? Para
responder estas preguntas es preciso identificar las condiciones políticas, económicas, sociales de
contextos históricos y geográficos específicos que permiten el aprovechamiento de un recurso en
particular. A lo largo de la clase trabajaremos con ejemplos de algunos recursos naturales con el
propósito de dar pistas de posibles abordajes para la enseñanza. Para eso proponemos el trabajo con
algunos modos conocer:
4 A lo largo de la clase se desarrollan conceptos a partir de explicaciones que dialogan con fuentes diversas de información. En algunos
casos se ofrecen preguntas debajo de los apartados “Para reflexionar”. Son consignas para dirigir la mirada, la observación, la lectura
o la escucha de las distintas fuentes. No se trata de “actividades” que deben realizar por escrito y presentar en los foros.
Cuándo, quiénes, cómo, para quién y para qué se aprovechan los recursos
Para problematizar la cuestión de la apropiación diferencial de los recursos es recomendable tomar
casos específicos. Hemos seleccionado, por un lado, la explotación de un “recurso renovable”, como
es el quebracho y, por el otro, un recurso no renovable como es el litio. Para el caso del quebracho
analizaremos La Forestal, empresa de capitales ingleses dedicada a la explotación del quebracho en
el área Chaqueña desde principios del siglo XIX y del litio en la Puna argentina en la actualidad.
● pistas sobre el “contexto” en el que se sitúan estas escenas acerca del recurso aprovechado;
● relaciones entre el ver y saber: aquello que sabemos y aquello que necesitamos saber sobre
estas escenas.
● La imagen 2 retrata trabajadores hacheando a mano. ¿Quiénes son estos trabajadores? ¿De
dónde provienen? ¿Son trabajadores locales o de zonas cercanas? ¿Trabajan en sus propias
tierras o son trabajadores contratados? ¿Cómo serán las condiciones de trabajo de los
obrajeros? ¿Quién tomó esta fotografía? ¿Para qué? ¿Qué nos puede aportar conocer las
intenciones del/de la fotógrafo/a?
● En la imagen 3 se pueden ver las chimeneas de las fábricas de tanino en la provincia del Chaco.
¿Para que se utiliza el tanino? ¿Se trata de establecimientos de una empresa nacional o
extranjera? ¿A quién le comprará el quebracho? ¿O la misma empresa se dedicara a la
actividad extractiva y a su industrialización? ¿Dónde se venderá el tanino? ¿En el mercado
interno o en el mercado externo?
● En la imagen 4 se ven rollos de quebracho a los costados de vías férreas. ¿Para qué se
aprovecharán los rollos de madera? ¿Qué lugares o regiones conectarán estas vías? ¿Para
qué? ¿Se tratará de vías de ferrocarril de carga o de personas?
Comparen sus observaciones con el registro anterior en el que anotaron algunas informaciones y
preguntas. Seguramente encontrarán registros diferentes, con valoraciones, sensaciones, preguntas
y conexiones que pudieron realizar. Esto da cuenta del sentido polisémico de las imágenes porque su
“lectura” depende de los marcos interpretativos de cada observador/a, es decir, de lo que cada uno/a
sabe sobre el tema, de las lecturas que ha realizado, de la propia mirada sobre el mundo y sus
problemas, es decir, existe una relación estrecha entre el ver y el saber. (Abramowski, 2009).
La relación entre ver y saber. ¿Qué vemos cuando miramos? ¿Solo vemos lo que sabemos?
¿Es posible ver más allá de nuestro saber? ¿Lo que vemos interroga nuestros saberes? Es
cierto que nuestros saberes configuran nuestras miradas —el ejemplo más claro es que,
frente a una misma imagen no todos vemos lo mismo—. Pero también es posible que, ante
una experiencia visual, nos encontremos ‘viendo’ más allá de lo que sabemos o de lo que
esperábamos ver: una imagen puede cuestionar nuestros saberes y desestabilizarlos. Es por
esto que la simple pregunta ‘¿qué ves?’ puede inaugurar recorridos inesperados. Para ello
hay que darse un tiempo en el trabajo con imágenes. Además de proponer otro registro,
otra textura, luminosidades y opacidades, las imágenes requieren de otros tiempos: ¿Cuál
es el tiempo propio del ‘mirar’? ¿Cuánto dura? ¿Qué lugar ocupa allí el silencio, la espera?
¿Cómo se da un espacio para que sobrevenga la palabra? [...]”
Fuente: Abramowski, A. (2009) “El lenguaje de las imágenes y la escuela, ¿es posible
enseñar y aprender a mirar?”. Revista Monitor de la Educación.
Los procesos de valorización y apropiación de los recursos naturales se dan en contextos históricos y
geográficos determinados que dependen de las necesidades específicas de ciertos actores sociales,
de las posibilidades de acceso a los recursos naturales y de la tecnología para poder explotarlos: la
necesidades, las posibilidades de acceso a los recursos y a la tecnología no son iguales en todos los
momentos históricos y ni en todos los espacios.
● La expansión y consolidación del capitalismo industrial en la segunda mitad del siglo XIX
configuró una economía mundial basada en la división internacional del trabajo: países
centrales con altos niveles de industrialización (Francia, Alemania, Inglaterra, EEUU y Japón,
entre otros) y países periféricos que aportaban al centro materias primas y manufacturas
sencillas. A su vez, recibían inversiones y manufacturas de diversa complejidad.
● En la Argentina, durante la segunda mitad del siglo XIX, los sectores políticos dominantes del
Estado nacional centraron la organización de la economía en la producción de materias
primas, especialmente carnes, lanas, cueros, pero también maderas, tanino y hacia fines del
siglo XIX, trigo y otros granos. A este modelo de inserción económica en el mercado
internacional se lo denominó “agroexportador” e impactó en la formación de la sociedad
argentina entre los años 1880 y 1930 generando un crecimiento asimétrico en términos
territoriales. El área más favorecida resultó ser la pampeana debido a su dinamismo
económico ligado a los mercados de ultramar y la radicación de inversiones extranjeras: “el
ferrocarril fue el complemento necesario de la conquista de las pampas. Se extendió como un
abanico sobre el espacio pampeano conectando los puertos con las áreas productoras de
materias primas. Por sus vías circulaba la riqueza nacional desde el interior hacia los barcos
de ultramar. El ferrocarril fue en el siglo XIX, un factor fundamental y dinámico de cambio:
ensanchó el territorio, fragmentándose según el dibujo lineal de sus vías. Su trazado radial se
concentró en los puertos de Buenos Aires, Rosario y Bahía Blanca y estableció una relación
económica diferente entre las poblaciones que existían previamente en la llanura pampeana,
valorizando algunos puntos y marginando otros” (Chioza, 1975).
En el caso particular que estamos analizando, el ferrocarril es clave porque ofrecía la conexión
necesaria entre las zonas de extracción —los llamados “pueblos forestales” fundados por la
empresa donde se encontraban en las fábricas de tanino— y los dos mercados de consumo:
el área pampeana que demandaba postes de madera para cercar campos y producir
durmientes para el trazado y extensión del sistema ferroviario, y el mercado externo que
demandaba maderas y tanino.
● El área chaqueña constituía a mediados del siglo XIX una zona de frontera, incorporada al
Estado Nacional a través de campañas militares sobre territorios indígenas. Luego de la
campaña militar de 1884 se crearon las Gobernaciones Nacionales de Chaco y Formosa y
comenzó el proceso de reparto de la tierra. Las primeras empresas que comenzaron a
explotar la riqueza forestal llegaron muy pronto al territorio. Incluso antes de la campaña
militar, en 1881, el Estado provincial le concedió 1.800.000 hectáreas del bosque nativo
poblado con las más variadas especies, a la firma Murrieta y Cía, que luego pasarían a ser
parte de la Forestal.
● El caso de La Forestal es representativo porque es una de las empresas más importantes por
las dimensiones que alcanzó la explotación del recurso y el modo de organizar el territorio.
Contaba con más de 2 millones de hectáreas propias en el norte de la provincia de Santa Fe,
sur de la provincia del Chaco y noreste de la provincia de Santiago del Estero. Exportaba
esencialmente tanino, y también producía postes y durmientes para el ferrocarril y rollizos.
● La forestal fue un enclave productivo controlado directamente desde el exterior bajo una
racionalidad de manejo extractivista, en el que los recursos naturales son considerados
“materias primas” y valorados solamente por su posibilidad de apropiación y su valor en el
mercado.
“Tal concepción acerca de los recursos naturales surge en el contexto del capitalismo de
fines del siglo XIX desde una perspectiva economicista, donde el interés central estaba
puesta en satisfacer las demandas del sector industrial.” (Bahcman, 2011).
Este manejo produce una incompatibilidad entre los tiempos ecológicos y los tiempos económicos.
El tiempo que insume la renovación del recurso es sensiblemente mayor que el tiempo de la demanda
social y de la obtención de ganancia. La renovabilidad de los recursos naturales no es una condición
per se. Un recurso puede dejar de ser renovable generando cambios irreversibles de acuerdo al tipo
de manejo (Bachmamn, 2011). En América latina, la lógica extractivista ha sido el tipo de manejo
dominante a partir de la conquista y colonización de América con la que se inició un proceso de
profunda transformación de los recursos, ecosistemas asociados y de los sistemas productivos y
profundizado durante la etapa de inserción internacional primario exportadora en el siglo XIX.
[…] el manejo [de los recursos naturales] se va definiendo a partir de preguntas clave como
cuáles recursos naturales se explotarán, cuánto, cómo, dónde, quién, hasta cuándo, para
qué, para quién, con qué tecnología, qué cambios provocará en el ambiente; si estos serán
irreversibles y a quiénes afectará. Estas decisiones dependen de diversos factores, pero
básicamente están ligadas a la racionalidad y los intereses que tiene cada grupo social en
relación con la percepción y la valoración del ambiente, los conocimientos que posea de las
condiciones naturales, las condiciones naturales mismas, la tecnología disponible para la
explotación de los recursos, el acceso a esa tecnología, los costos de explotación, el valor
del recurso natural en el mercado, y también de cuestiones como las diversas capacidades
de toma de decisiones que tenga cada grupo o actor social (no olvidemos el carácter
heterogéneo de la sociedad, en cuanto a intereses, niveles de poder de decisión, capital
social, natural y económico, vulnerabilidad social y ambiental, entre otros aspectos). Y todo
ello varía a lo largo del tiempo y en los diferentes espacios geográficos. Podemos decir que
el manejo del ambiente se encuentra en estrecha vinculación con las condiciones
estructurales de cada sociedad.
Fuente: Bachmann Lía. (2011). “Recursos naturales y servicios ambientales”. En: Gurevich,
R. (comp.). Ambiente y educación. Una apuesta al futuro. Buenos Aires, Paidós. Pág. 83.
La explotación se llevó a cabo sin tener en cuenta las propias limitaciones del recurso
renovable. Al comienzo, la industria del tanino demandaba sólo los quebrachos maduros.
Posteriormente, comenzaron a cortarse árboles de diámetros menores para fabricar los
durmientes del ferrocarril. Luego le tocó el turno a los del diámetro suficiente para la
elaboración de postes dobles reforzados, y, más tarde, para postes simples, que se elaboran
con los renovales, árboles muy jóvenes de entre 15 y 20 años. Paralelamente, luego de la
tala se introdujo en el bosque ganado vacuno, que prefiere como alimento a los brotes de
nuevos quebrachos colorados porque son tiernos. De esta forma, se dificultó más todavía
la renovación del bosque. Una vez desaparecida la cubierta vegetal, el agua y el viento
erosionaron los suelos, que perdieron rápidamente su fertilidad. Este proceso, sumado al
largo tiempo que tarda el quebracho en alcanzar la madurez (alrededor de cien años)
impidió la regeneración del bosque chaqueño.
Fuente: Barros, Claudia. (2000). Geografía de la República Argentina. Estrada, Buenos Aires.
Los siguientes textos ofrecen algunas claves para entender la importancia creciente de este recurso
en el marco de las revoluciones tecnológicas observadas en las últimas décadas que demandan más
conocimiento y desarrollo científico, sobre todo en aquellas sociedades que poseen grandes reservas
de litio y que buscan agregar valor al litio a través de la industrialización.
A lo largo del siglo XX, la humanidad aumentó sus niveles de consumo y movilidad a partir
de la utilización del petróleo como principal fuente de energía y para usarlo en la
5
Calvo, Anabel; Mainella, Francisco y Askelrad, Betina. (2022). La valorización y apropiación de los recursos naturales.
Serie Estudiar y aprender, Quinto grado, tomo 2. Gerencia Operativa de Currículum, Dirección General de Planeamiento
Educativo, Ministerio de Educación, GCBA.
producción de plásticos, pinturas, detergentes, lubricantes para motores, fibras textiles,
etcétera. El petróleo es un líquido viscoso que se forma por la descomposición de
organismos acuáticos que vivían en los mares de la Tierra hace millones de años. El proceso
de descomposición de la materia orgánica hasta convertirse en petróleo tarda entre 10 y
1.000 millones de años, por eso se lo llama combustible fósil. Como el ciclo de formación
del petróleo es lento, a medida que se lo utiliza, por ejemplo, mediante la quema para
producir energía, disminuyen sus reservas y esto conlleva, inevitablemente, al agotamiento
de este recurso y fuente de energía debido al elevado ritmo de extracción. Además, su uso
excesivo produce algunas consecuencias ambientales: el aumento de emisiones de gases
que producen calentamiento global, la contaminación atmosférica y de las aguas, así como
la posibilidad de ocasionar derrames de petróleo en mares y suelos, que se contaminan y
ello afecta a los ecosistemas y a las sociedades próximas a esos sitios.
El litio es un mineral liviano que permite almacenar energía y, además, podría contribuir a
renovar el sistema energético para lograr sociedades más sustentables en términos
ecológicos. Sin embargo, uno de los principales desafíos para llevar adelante estos cambios
es lograr, a partir de la inversión en ciencia y tecnología, que un vehículo eléctrico pueda
realizar recorridos largos sin necesidad de recargar su batería con demasiada frecuencia.
Fuente: Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes Naturales. (2015). “A modo de inicio: la
naturaleza del litio”, en B. Fornillo (coord.). Geopolítica del litio. Industria, ciencia y energía
en Argentina. CABA, Argentina: El Colectivo/CLACSO. (Adaptación).
Castello, A. y Kloster, M. (2015). Industrialización del litio y agregado de valor local. CABA,
Argentina: CIECTI, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. (Adaptación).
Fuente: Fornillo, Bruno (coord.) (2015). Geopolítica del litio. Industria, ciencia y
energía en Argentina. A modo de inicio: la naturaleza del litio. CLACSO. Colección
Chico Mendes. Buenos Aires, Editorial El Colectivo. P. 11 a 14. Geopolítica del Litio.
Industria, Ciencia y Energía en Argentina (fragmentos y adaptación del texto
original).
6
La adaptación de este texto corresponde a Calvo, Anabel. La valorización y apropiación de los elementos naturales.
Estudio de caso: el litio. Entre Maestros 5to grado, 2019. DGESM, MEDGC, CABA.Enlace: Entre Maestros, 5to grado, 2020
Industrialización del litio y agregado de valor local: informe tecno-productivo7
En un mundo que se apoya cada vez más en la electricidad y en la electrónica para resolver
sus problemáticas y sus demandas, la acumulación de energía se torna una cuestión
relevante, en busca de soluciones eficaces.
El litio se impone como el protagonista de ambas “revoluciones” ya que tiene entre otras
ventajas, gran capacidad para concentrar la energía que se almacena dentro de una batería,
es un mineral liviano, seguro para su manipulación y de bajo costo de extracción. Si logra
superar con solvencia la principal restricción técnica actual (autonomía del vehículo), se
encaminará hacia la hegemonía en los próximos años y su masificación será un hecho. A
esta primacía se le pronostica una duración de unos 35 años, pues se prevé en el largo plazo
que otras tecnologías como la celda de hidrógeno y la fusión nuclear podrían superar al
modelo provisto por el litio.
Fuente: Castello, Andrés y Kloster, Marcelo. (2015). Industrialización del Litio y Agregado
de Valor Local: Informe Tecno-Productivo. Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia
Tecnología e Innovación-CIECTI. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Agosto 2015. (Adaptación.)
7
Ibidem.
● altiplano superior a los 3.500 msnm rodeado de montañas que forman parte de la Cordillera
de los Andes;
● escasez de precipitaciones;
Las siguientes fotografías muestran algunos de los salares de Argentina con reservas de litio y dan
cuenta de las características naturales recién mencionadas.
8
Lázaro, Luis Carlo La metamorfosis del Salar de Uyuni. En: Revista Tecnológica, AÑO 16 Vol.14 Nº 20.
http://www.revistasbolivianas.org.bo/pdf/rtft/v14n20/v14n20_a08.pdf
9
Geomorfologia climática http://www7.uc.cl/sw_educ/geografia/geomorfologia/html/6_3_4.html
características del ambiente de la
Puna.
Fuente:
https://www.locosporlageologia.com.ar/salares-o-
salinas-que-son-como-se-generan/
Debajo de la costra sólida superficial de los salares se encuentra el litio disuelto en salmueras. Las
siguientes fotografías dan pistas de algunos de los procesos necesarios para su extracción.
Imagen 8. Un operario extrae una muestra de salmuera con litio concentrado en la planta
piloto de Exar. Al fondo, los dormitorios modulares de los 200 trabajadores y 230
contratistas.
Fuente: La Nación, 24 de junio 2018.
https://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/2146612-litio-la-promesa-del-
oro-blanco-que-transforma-
comunidads&sa=D&source=docs&ust=1683593535424246&usg=AOvVaw2kH56bNf_3irf4oNt
XwtiV
Imagen 10. El litio granulado, al fondo las piletas de decantación de la planta piloto de la
minera Exar, de Lithium América y SQM. Producirá en 2020 20.000 toneladas al año.
Fuente: La Nación, 24 de junio de 2018.
https://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/2146612-litio-la-promesa-del-
oro-blanco-que-transforma-
comunidads&sa=D&source=docs&ust=1683593535424246&usg=AOvVaw2kH56bNf_3irf4oNt
XwtiV
10
La adaptación de este texto corresponde a Calvo, Anabel. La valorización y apropiación de los elementos naturales.
Estudio de caso: el litio. Entre Maestros 5to grado, 2019. DGESM, MEDGC, CABA. Disponible en: Entre Maestros, 5to
grado, 2020
expuesta a condiciones atmosféricas naturales, a la espera de que la temperatura, la
presión y la radiación solar produzcan la evaporación. Luego de varios meses de
evaporación, se obtiene un producto más concentrado, con alto grado de presencia de litio.
Esa salmuera concentrada está lista para ingresar en la fase siguiente de transformación en
la que se agrega carbonato de sodio y se obtiene un compuesto llamado “carbonato de
litio”.
Desde esta planta, se procesa y prepara el mineral para ser vendido. Es habitual refinar este
producto que consiste en eliminar remanentes de sodio y potasio, a los que las industrias
clientes, especialmente la de baterías, les interponen exigentes restricciones, pues su
presencia tiene un efecto altamente nocivo para una batería típica. Este es el producto que
se comercializa por toneladas en bolsones especialmente preparados. Los principales
productores a partir de este tipo de depósitos son Chile, Argentina, China y Estados Unidos.
Bolivia cuenta con grandes recursos en sus salares pero hasta ahora sólo se han puesto en
producción algunas plantas piloto con ínfimas producciones […].
El siguiente video forma parte de un informe del año 2018 en un programa de noticias sobre Olaroz
Chico, un pueblo en Jujuy que comenzó a transformarse a partir de la explotación de litio en uno de
los salares más importante de la provincia. La nota periodística incluye entrevistas a actores sociales
involucrados en el proceso productivo de la extracción de litio y nos permite acceder a los testimonios
de funcionarios de la Secretaría de Asuntos Indígenas, de la Secretaría de Minería de la provincia de
Jujuy y del presidente de la comunidad de Olaroz. Además, podrán reconocer otros actores sociales,
por ejemplo, las empresas extranjeras. Las preguntas11 que encuentran a continuación son una guía
para la observación del video y para, eventualmente, tomar notas sobre algunas características del
proceso de extracción del litio y los actores sociales involucrados.
11
Forman parte de una propuesta sobre el caso del litio: Calvo, Anabel. La valorización y apropiación de los elementos
naturales. Estudio de caso: el litio. Entre Maestros 5to grado, 2019. DGESM, MEDGC, CABA. Disponible en: Entre
Maestros, 5to grado, 2020
d. ¿Cuáles son las preocupaciones de los pueblos originarios en relación a esta
explotación?
e. El video cuenta que no todas las comunidades originarias están de acuerdo con la
modalidad de explotación de este recurso. ¿Qué plantean las distintas comunidades
originarias sobre esta cuestión?
f. ¿Quiénes están a cargo de la extracción de litio en el salar de Olaroz?
Cierre de la clase
El propósito de la clase estuvo centrado en abordar aspectos disciplinares a partir de casos de estudio
poniendo en juego diversas fuentes de información que permiten construir una malla explicativa el
aprovechamiento de los recursos naturales. Se trata de un “concepto clave que articula los elementos
naturales con los socioeconómicos, políticos, culturales y tecnológicos (...) recurso natural no es
sinónimo de naturaleza, es sólo aquella parte de la naturaleza que las sociedades valoran, apropian
y usan para satisfacer sus necesidades” (Gurevich, 1998). En este sentido, esta mirada
“desnaturalizada” de los ambientes, desplaza el “mandato de la naturaleza” que recae únicamente
en los elementos y procesos naturales por otra que considera los procesos sociales/naturales y las
tensiones y conflictos derivados de la apropiación, el uso y el manejo de los recursos naturales. Estas
tensiones y disputas forman parte de la agenda política actual a escala global, regional y nacional y
de la agenda escolar con recortes temáticos que ponen el acento en el uso diferencial de los recursos
naturales por parte de distintos grupos sociales con intereses, racionalidades y modos de
intervención diversas. Este enfoque habilita la posibilidad de desentrañar la multiplicidad de causas
que explican la desigualdad en las sociedades actuales porque indaga en la distribución asimétrica de
los beneficios y de las consecuencias negativas que genera la explotación de los recursos naturales.
Actividad
Material de lectura
● Esteban, Pablo. (2/6/2022). Transición energética ¿cómo trabaja Y - TEC, la empresa de YPF
y Conicet que cumple diez años? Página/12. Disponible en:
https://www.google.com/url?q=https://www.pagina12.com.ar/425871-transicion-
energetica-como-trabaja-y-tec-la-empresa-de-ypf-
y&sa=D&source=docs&ust=1683594585243254&usg=AOvVaw2TTgXI45CLgeY60b8kGHQC
● Capiello, Hernán. (24/6/2018). Litio, la promesa del oro blanco que transforma
comunidades. La Nación. Disponible en:
https://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/politica/litio-la-promesa-del-
oro-blanco-que-transforma-comunidades-
nid2146612/&sa=D&source=docs&ust=1683594599707833&usg=AOvVaw3DJMBeyZKrE91L
VHQG-NUF
Bibliografía de referencia
● Abramowski, Ana. (2009). El lenguaje de las imágenes y la escuela, ¿es posible enseñar y
aprender a mirar? Revista Monitor de la Educación. Disponible en: El lenguaje de las imágenes
y la escuela.
● Bachman, Lía. (2011). Recursos naturales y servicios ambientales. Reflexiones. En: Gurevich,
Raquel (comp.), Ambiente y educación. Una apuesta al futuro. Buenos Aires, Paidós.
● Chiozza, Elena (coord.). (1975). El país de los argentinos. Buenos Aires, CEAL.
● Reboratti, Carlos. (2000). Ambiente y sociedad. Conceptos y relaciones. Buenos Aires, Ariel.
Créditos
Autor/es: Francisco Mainella
Mainella, Francisco (2023). Clase Nro. 2: El aprovechamiento de los recursos naturales. Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación.
El aumento de la población mundial, la urbanización del planeta (cada vez mayor proporción de la
población vive en zonas urbanas), el crecimiento del tamaño de las ciudades, los cambios en las
pautas de consumo, la transformación de los espacios rurales a partir de, por ejemplo, la aplicación
de paquetes de agroinsumos para aumentar la escala productiva y abastecer mercados externos o el
aumento de la demanda de alimentos y de materias primas para la producción de bienes a través de
la actividad industrial, son procesos que están relacionados y que dan cuenta de la creciente
artificialización y transformación de los ambientes a través de la explotación de los recursos
naturales, el trabajo humano y la tecnología. Aunque estas modificaciones no son negativas en sí
mismas, gran parte de ellas generaron y generan situaciones problemáticas de tipo ambiental que
afectan a diferentes grupos sociales (Bachmann, 2011).
Imagen 2. “A partir de la década de 1970, en el Chaco seco argentino se vivió una situación de
sobreexplotación del bosque, como consecuencia de la práctica indiscriminada de desmonte y
de la tala rasa con topadoras, que produjeron alteraciones irreversibles en el suelo. Es por esto
que, desde 1975, investigadores analizan el impacto de la transformación en desierto de amplias
extensiones de tierras fértiles. La transformación en desierto de tierras fértiles tiene su causa en
diversos factores, entre ellos, el incremento de la demanda de alimentos que devino en la
explotación de cada vez más extensiones de tierra para la agricultura”.
Fuente:
https://argentinainvestiga.edu.ar/noticia.php?titulo=el_desmonte_en_el_chaco_argentino_po
tencia_la_desertificacin&id=1189 (Universidad Nacional de Santiago del Estero).
Para poner en contexto la intensificación de estos conflictos en la región y, a su vez, pensar los
desafíos que tienen países como Argentina en relación con el manejo de los ambientes y los recursos
naturales, se propone una lectura que recupera la categoría de acumulacion por desposesión de
David Harvey12 y de (neo) extractivismo según Maristela Svampa13.
“La acumulación por desposesión [...] se origina en la reorganización territorial del trabajo
y la reconfiguración de los espacios dinámicos de acumulación del capital, expandiendo las
relaciones de producción y propiedad capitalistas a espacios que antes habían permanecido
ajenos. La mercantilización y privatización de la tierra y de los recursos naturales, la
expulsión de poblaciones campesinas e indígenas y su conversión en asalariados y la
disolución de formas de producción y consumo alternativas configuran el resultado de este
mismo proceso, en el que el capital añade esferas a su necesidad de valorización. Esta
expansión se da precisamente mediante la desposesión, lo que origina una vulneración de
los derechos humanos que emerge como un conflicto. Asimismo, la explotación intensiva
de los recursos naturales, el despojo y la apropiación privada (y extranjera) de los frutos de
la producción han producido un impacto ambiental que ha generado un caldo de cultivo
que permitió la emergencia de conflictos vinculados con la defensa del medio ambiente
[...]”
12
David Harvey es un geógrafo y teórico social británico.
13
Maristela Svampa es licenciada en Filosofía, doctora en Sociología e investigadora Superior del Conicet.
expansión de las fronteras de explotación de territorios antes considerados como
improductivos.
[...] Otro rasgo inherente al neoextractivismo refiere al gigantismo o la gran escala de los
emprendimientos, la cual nos advierte también sobre la envergadura de las inversiones (de
carácter capital-intensivo y no trabajo-intensivos) y de los actores intervinientes en general,
corporaciones transnacionales. Asimismo, desarrolla una dinámica territorial cuya
tendencia es la ocupación intensiva del territorio y el acaparamiento de tierras, a través de
formas ligadas al monocultivo o monoproducción. El avance sobre el territorio combina, en
gran parte de los casos, la dinámica del enclave o de la fragmentación territorial (escasa
producción de encadenamientos endógenos relevantes), con la dinámica del
desplazamiento (dislocación de las economías locales tradicionales y expulsión de
poblaciones).
En síntesis, la acumulación por desposesión refiere un mecanismo del capital en la actual etapa de la
globalización neoliberal que reordena y reestructura las relaciones sociales al separar a los
productores de la propiedad de sus medios de sustento. Un ejemplo de esto es la tendencia hacia la
mercantilización y privatización de la tierra y los recursos naturales que despoja y expulsa hacia zonas
periféricas de las ciudades a las comunidades indígenas y campesinas. Por su parte, Maristela Svampa
define al (neo)extractivismo como un nuevo modelo de acumulación en América Latina, no porque
las actividades extractivas sean nuevas en la región, sino porque en las últimas décadas se intensificó
la expansión de proyectos tendientes al control, extracción y exportación de recursos naturales sin
mayor valor agregado (Svampa, 2012). Para los países que históricamente se han especializado en
exportar materias primas, agregar valor a sus recursos naturales es un desafío clave. Para hacerlo se
requiere de la implementación de políticas públicas articuladas con el sector privado, como por
ejemplo, la inversión en ciencia y tecnología. Agregar valor a las materias primas a través de la
industrialización permite, además, generar puestos de trabajo.
Para ello les proponemos recorrer algunas fuentes de información con las que podrán realizar la
actividad final:
● Una nota periodística sobre el proyecto de creación de una empresa estatal para la
industrialización del litio.
● El testimonio de una científica en relación con los problemas y desafíos que genera la
explotación del litio.
En la lectura de estas fuentes será importante considerar la naturaleza de las mismas –nota publicada
en la prensa, testimonio en primera persona, artículo científico, etcétera– para identificar al autor/a,
cuál es su perspectiva, si se encuentra involucrado directamente o no en el caso que estamos
analizando o no, y de esta manera, reconocer sus perspectiva Son aspectos relevantes siempre, pero
más aún cuando se trata de una situación conflictiva. En estos casos, la interpretación de las distintas
posturas y la lectura crítica de la fuente no es posible sin preguntarse “¿y eso quién lo dice?”.
No comemos baterías
Uno de los mayores focos de resistencia se encuentra en las Salinas Grandes (Jujuy y Salta),
lugar de vida, trabajo y cultura de los pueblos indígenas Kolla y Atacama. “No comemos
baterías. Sin agua no hay vida”, explican desde la Mesa de Pueblos Originarios de la Cuenca
de la Laguna Guayatayoc y Salinas Grandes, integrada por 33 comunidades indígenas. Las
comunidades brindaron peritajes que confirman la contaminación en la fase de
exploración. Destacan la vigencia del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional
del Trabajo) y de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, por los cuales se debe consultar a las comunidades indígenas por cualquier
acción que pudiera afectar los territorios indígenas.
[...]) En Catamarca funciona desde hace dos décadas la explotación de litio “Salar del
Hombre Muerto”, en Antofagasta de la Sierra, en manos de la empresa estadounidense
FMC Lithium. Datos oficiales de la Secretaría de Minería de la Nación reconocen que
Catamarca recibe de regalías solo el 1,6 por ciento de la facturación de la empresa. De cada
100 dólares que FMC Lithium se lleva de litio sólo deja 1,6 dólar.
Empresas y Gobierno prometen cuidado del ambiente, trabajo y desarrollo local. Con dos
décadas de experiencia minera (Salar de Hombre Muerto y Minera Alumbrera), la Asamblea
Fiambalá Despierta no duda: “No queremos megaminería del litio en nuestro territorio”.
Enlace: https://enelnombredellitio.org.ar/voces/
14
FARN, Resumen Ejecutivo, 2021. Disponible en: https://enelnombredellitio.org.ar/wp-content/uploads/2021/07/7.-
2017_IAF-Clemente-Flores.pdf
15
Documental dirigido por Tian Cartier y Martin Longo (1 h 16´) Disponible en:
https://enelnombredellitio.org.ar/pelicula/ . Consultado: Diciembre 2022.
La mirada de un científico social sobre los conflictos a partir de la extracción del litio
Uno de los problemas vinculados a la extracción de litio es el gran consumo de agua que puede
afectar a las comunidades que viven en aquellas zonas donde se produce la extracción.
“En la Argentina, los proyectos de exploración y explotación del litio en diversas salinas
dentro de la Puna de Atacama han entrado en conflicto con las comunidades indígenas que
allí habitan ancestralmente, no solo por el uso específico del territorio del salar (que ellas
utilizan artesanalmente para la producción y cosecha de sal), sino también por el suministro
del agua, sumamente escasa en esta región, y fundamental para la producción agrícola y la
cría de ganado. Las tensiones que han ido emergiendo expresan una disputa por la
organización del espacio entre la forma ancestral de ocupar y transformar el territorio por
parte de las comunidades y el modo en cómo las empresas multinacionales ‘aterrizan’ en
los salares, donde capitales privados mineros, automotrices y empresariales se asocian para
su explotación. [...] Las cantidades de agua que requiere la explotación de este mineral en
los salares introduce el temor de los comuneros, tanto por la posibilidad de sequía de sus
aguadas indispensables para el pastoreo y agricultura, como por el desconocimiento del
impacto que esta intervención pueda tener en las napas de agua dulce y el riesgo de
salinización de las mismas.” (Fornillo, 2015)
Como ya se explicó en la clase 2, la extracción del litio implica bombear mediante perforaciones para
extraer de los salares grandes cantidades de agua (salmuera) que se deposita en piletas de
evaporación. Sin embargo, los salares son también reservas de agua dulce de importancia: se trata
de cuencas cerradas compuestas por áreas con agua salobre con litio y otras áreas con agua de baja
salinidad, es decir, dulce. Si bien dichas áreas se mantienen separadas por su densidad, existe entre
ellas un área de mezcla. Las fuentes naturales de recarga de agua de los salares son las lluvias y los
ríos temporales, mientras que la descarga es por evaporación. El exceso de perforaciones por parte
de las empresas puede generar la salinización de los cuerpos de agua dulce afectando de esta manera
la vida de comunidades que utilizan el agua para el consumo, el riego o abastecimiento de su ganado.
Fuentes para conocer el marco legal de la explotación minera
Como trasfondo de las disputas, la comprensión de la complejidad de la conflictividad ambiental no
puede desconocer el marco legal. Por un lado, la Constitución Nacional sostiene que:
● “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el
desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.
[...] Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren
las jurisdicciones locales.” (Artículo 41)
Por otra parte, según la Constitución Nacional “corresponde a las provincias el dominio originario de
los recursos naturales existentes en su territorio” (Artículo 124). De acuerdo con este artículo, cada
provincia debe dictar normas propias para regular la explotación de sus recursos.
Sin embargo, el Código Minero de la Nación16 establece que las minas son bienes privados de la
Nación o de las provincias, según el territorio en que se encuentren (Art. 7°) y están obligadas a
entregarlas a privados para su explotación (Art. 8°).
El Código Minero fue sancionado en 1988 y reformado en 1997 durante el gobierno de Carlos Menen
en el que varias empresas y activos del Estado fueron privatizados. Este marco normativo constituye
la regulación más importante para la actividad minera porque, si bien establece derechos de
16
Código minero de la Nación, disponible en: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=43797
soberanía y jurisdiccionales a los Estados, les impide disponer de las minas para explotarlas y
establece facultades para que los particulares puedan explorar y explotar las minas. De esta manera,
“los minerales no son tratados como un bien público sino que los mismos son susceptibles de ser
aprovechados por sus descubridores, a quienes el Estado tiene la potestad para realizarles
concesiones”. (Fornillo, 2015).
Otra norma nacional, la Ley de Inversiones Mineras17 sancionada en 1993, otorga a las empresas
muchos beneficios como, por ejemplo, estabilidad fiscal por 30 años a través de la reducción o
eliminación de impuestos o el pago al Estado de regalías inferiores al 3% por la extracción de los
recursos naturales mineros.
En misma sintonía, la Ley provincial reconoce al litio como recurso estratégico propulsor
del desarrollo socio-económico de la provincia. En el año 2011 se creó la empresa estatal
JEMSE (Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado), que participa en los proyectos
desarrollados por la empresa australiana Orocobre y la japonesa Toyota Tsusho en el salar
de Olaroz, y en el de la Minera Exar en el salar de Caucharí.
17
Ley de inversiones mineras. Disponible en: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/594/norma.htm
Fuente: Castello, Andrés y Kloster, Marcelo. (2015). Industrialización del Litio y Agregado
de Valor Local: Informe Tecno-Productivo. Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia
Tecnología e Innovación- CIECTI. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
CABA. (Adaptación y fragmentos del texto original).
Disponible: https://es.scribd.com/document/319012466/Ciecti-Analisis-Tecno-
Productivo-de-Cadena-de-Valor-Del-Litio
https://jemse.gob.ar/mineria/
Se sugiere recorrer la página de JEMSE para conocer los proyectos mineros en los que
participa la empresa provincial en asociación con empresas extranjeras.
Fuente: https://enelnombredellitio.org.ar/voces/#uael-video-gallery-0df94be-3
(Consultado: diciembre 2022)
Se sugiere ver la entrevista al secretario de Minería de Jujuy para identificar cómo piensa
el Estado provincial la importancia del litio, qué condiciones considera necesarias para su
aprovechamiento y qué políticas lleva adelante.
b. Estado nacional
El siguiente fragmento de artículo publicado por Página/12 informa sobre la empresa Y-Tec, un
ejemplo de la relación entre el Estado nacional, las investigaciones científicas y la industrialización
del litio.
En Argentina, una de las empresas capaz de promover tal pasaje es Y-Tec, creada
en 2012 con la misión de brindar soluciones tecnológicas a un sector medular como
es el energético. La compañía, con sede en Berisso (provincia de Buenos Aires),
pertenece en un 51 por ciento a YPF y el 49 por ciento restante al Conicet, y
constituye el centro tecnológico más grande del país.
Ana Franchi, presidenta del Conicet y miembro del directorio de Y-Tec, lo cuenta del
siguiente modo: “Es una de las principales empresas del Conicet. Tenemos
investigadores e investigadoras, personal técnico, becarios y becarias que
contribuyen a diferentes proyectos de investigación asociados a la industria
petrolera, a nuevas energías y también al agro.” [...]
Uno de los ejes principales para Y-Tec son las energías renovables. En este sentido,
los aportes en relación al litio, se vinculan a un mayor y mejor aprovechamiento del
“oro blanco”, que podría ser empleado para la electromovilidad, esto es, para
promover el crecimiento local del parque automotor de eléctricos. Argentina, junto
a Bolivia y Chile, componen el famoso triángulo de litio, y en Jujuy el Centro de
Investigación y Desarrollo en Materiales Avanzados y Almacenamiento de Energía
(Conicet) aporta las bases científicas para avanzar, en el mediano plazo, hacia la
industrialización del metal [...]
Franchi apunta: “La fábrica de baterías de litio es una iniciativa que constituye un
adelanto importantísimo hacia la soberanía nacional”. Y proyecta entusiasmada:
“Pensamos que en los inicios del año que viene Argentina contará con la primera
producción de baterías [...]”.
En esta empresa pionera de América Latina, la ciencia deja de ser un adorno para
convertirse en un engranaje del sistema productivo de la nación.”
Fuente: https://www.google.com/url?q=https://www.pagina12.com.ar/425871-
transicion-energetica-como-trabaja-y-tec-la-empresa-de-ypf-
y&sa=D&source=docs&ust=1683594643899777&usg=AOvVaw0h4xNTL6HYZnJnqJ
aZphD-
Las preocupaciones de Victoria Flexer, una científica que trabaja con el litio en Jujuy, en relación con
las problemáticas ambientales y el consumo de agua que implica esta actividad extractiva se pueden
ver en el siguiente audiovisual. La investigadora, también expone algunas líneas de trabajo e
investigación para agregarle conocimiento y valor agregado a las materias primas que se extraen de
los salares.
Las políticas promovidas desde la esfera estatal permiten identificar en qué medida se impulsa la
explotación y la industrialización del litio invirtiendo en ciencia y tecnología. Además, permiten
identificar las relaciones entre esas políticas y un modelo económico de desarrollo nacional que
considere al litio como recurso estratégico y promueva una explotación que le otorgue mayor valor
agregado a la matriz productiva del país.
Los problemas derivados de la explotación de litio exigen políticas públicas articuladas. Solo así será
posible reducir la dependencia de los combustibles fósiles con energías alternativas, entre ellas, la
que se puede almacenar en baterías de litio, sin intensificar otras problemáticas. La discusión reside
en cómo encarar esta transición energética en relación con cómo se articulan las políticas públicas
emanadas desde los Estados provinciales y el Estado nacional con los intereses de empresas
extranjeras que extraen litio, a partir de una estrategia planificada que le permita al país participar
de la cadena de valor de la producción de litio de la mano del desarrollo en ciencia y tecnología en
un debate que contemple, además, los intereses y necesidades de otros actores sociales que son
parte de esta discusión.
Actividad
Consigna para intercambiar en el foro
1. Expliquen por qué existe un conflicto ambiental en relación con la explotación del litio.
¿En qué consiste?
Esta actividad deben entregarla en un archivo adjunto cuyo nombre debe contener:
NOMBRE_APELLIDO
Bibliografía de referencia
● Aranda Darío (2018). “No comemos baterías”. En Página/12, 16 de febrero de 2018.
Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/96013-no-comemos-baterias
● Bachman, Lía. (2011). “Recursos naturales y servicios ambientales. Reflexiones”. En: Gurevich,
Raquel (comp.) Ambiente y educación. Una apuesta al futuro. Buenos Aires, Paidós.
● Castello, Andrés y Kloster, Marcelo. (2015). Industrialización del Litio y Agregado de Valor
Local: Informe Tecno-Productivo. CIECTI. Buenos Aires, Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva. Disponible en: https://es.scribd.com/document/319012466/Ciecti-
Analisis-Tecno-Productivo-de-Cadena-de-Valor-Del-Litio
● Fornillo, Bruno (coord.). (2015). “A modo de inicio: la naturaleza del litio”. Geopolítica del litio.
Industria, ciencia y energía en Argentina. CLACSO. Buenos Aires, Editorial El Colectivo.
● Svampa, Maristella. (2012). Pensar el desarrollo desde América Latina. En: Massuh, Gabriela.
Renunciar el bien común. Extractivismo y (pos)desarrollo en América Latina. Buenos Aires,
Editorial Mar Dulce.
Créditos
Autor/es: Francisco Mainella
Cómo citar este texto:
Mainella, Francisco (2023). Clase Nro. 3: El manejo de los recursos: conflictos y problemas
ambientales. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.
En la clase 3 diferenciamos dos grandes grupos de problemas ambientales. Por un lado, aquellos
vinculados a procesos de degradación causados por un mal manejo de los recursos naturales y, por
el otro, aquellos derivados de la apropiación diferencial de los recursos naturales. Como ejemplo de
estos últimos pudimos identificar, en el caso de la explotación de litio, acciones y decisiones de
distintos actores sociales involucrados y los conflictos ambientales que se generan. En esta clase,
seguiremos trabajando problemáticas ambientales, en especial, aquellas vinculadas al riesgo
ambiental para poner en cuestión la idea de que las catástrofes o desastres18 son naturales.
18
En esta clase consideraremos a catástrofes y desastres como sinónimos.
19
“La magnitud es una medida instrumental relacionada con la energía elástica liberada por el sismo, y propagada
como ondas sísmicas en el interior y en la superficie de la tierra [...]. Existen diferentes escalas para medir la Magnitud,
aunque la más difundida es la de Richter”. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/inpres/docentes-y-
alumnos/intensidad-y-magnitud
20
Las réplicas son movimientos sísmicos que ocurren en la misma región en donde hubo un temblor o terremoto central.
Estos temblores son una consecuencia de los reacomodamientos de la corteza terrestre alrededor de la falla en la que se
dio el sismo principal.
desastre y formular hipótesis en relación con las condiciones de vulnerabilidad y la participación de
algunos actores sociales:
● Cómo afecta esta situación en la vida cotidiana de las personas involucradas: dónde se
refugian, cómo se alimentan, qué pasa con el acceso a los servicios de luz y agua, luego de
ocurrido el terremoto.
● Hay referencias a actores sociales involucrados: la población civil afectada y sus condiciones
de vida y la presencia de tropas norteamericanas para asegurar la ayuda humanitaria que
recibe el Estado de Haití.
● A su vez, las imágenes pueden servir para plantear si es posible evitar que se produzca el
desastre a partir del terremoto y cómo. En este sentido, se pueden realizar algunas inferencias
en relación con los grados de vulnerabilidad institucional, es decir, el rol o la capacidad del
Estado para prevenir y/o actuar en la emergencia y, de esta manera, explicar la magnitud del
desastre.
Imagen 1. Esta fue la fotografía de portada del diario español El País del día 20 de enero. El título
decía: “Las tropas de EEUU asumen el control para garantizar la ayuda”. La imagen recoge el
momento en que un helicóptero aterriza en los jardines del destruido palacio presidencial de
Haití. Nada más llegar, las tropas estadounidenses tomaron el control del puerto y el aeropuerto
para garantizar el reparto de la ayuda humanitaria.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/09/album/1578569529_549176.html#foto_gal_4
Imagen 2. Sin agua, sin luz, sin medicinas ni refugio, los supervivientes del terremoto solo pueden
deambular por las calles de Puerto Príncipe en busca de sus familiares desaparecidos, arrojar a
sus muertos a una gran fosa común o volver a jugarse la vida metiéndose entre las ruinas de un
supermercado para hacerse con un cartón de leche o un paquete de galletas.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/09/album/1578569529_549176.html#foto_gal_4
Imagen 3. Se suceden los días y la capital de Haití sigue siendo una calle sin salida sepultada por
un amasijo de escombros y vigas torcidas [...].
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/09/album/1578569529_549176.html#foto_gal_4
Imagen 4. Un hombre con una mascarilla observa el gran campamento de Nan Charles, formado
por tiendas de campaña improvisadas con sábanas y mantas.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/09/album/1578569529_549176.html#foto_gal_4
El 12 de enero de 2010 la capital de Haití quedó bajo los escombros. En pocos segundos, un
movimiento sísmico de 7 grados en la escala de Richter dejó el 65% de las construcciones en la
zona metropolitana de Puerto Príncipe-Pétionville totalmente colapsadas o con un alto grado
de destrucción. Más de 200.000 personas perdieron la vida y más de dos millones quedaron en
la calle. El centro de comando de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (Minustah)
también colapsó, dejando sin cabeza a la fuerza de militares de múltiples banderas que operaba
en el país.
El presidente, René Préval, vio cómo el Palacio de Gobierno, para muchos emblema de la
añorada belleza que un día tuvo la ciudad, se hundía de repente. El primer ministro, Jean-Max
Bellerive, salió a recorrer la ciudad para evaluar el daño subido a un mototaxi, con el cual fue a
buscar a los funcionarios del gobierno para iniciar las tareas de coordinación de la crisis. El
Palacio de los Ministros colapsó, las oficinas de la Protección Civil quedaron inservibles y su
personal fue privado de los mínimos medios de coordinación, igual que los alcaldes de las
comunas afectadas y los responsables locales de protección civil. Por la hora del sismo (poco
antes de las cinco de la tarde), una gran cantidad de funcionarios importantes se encontraba
aún en sus centros de trabajo; muchos perdieron la vida [...].
[...] El verdadero problema no fue una falla que se movió lateralmente y que con toda certeza
lo seguirá haciendo en los próximos meses y años. La catástrofe son los dos millones de
personas que deambulan por las plazas y calles y que viven en espacios precarios
superpoblados, con escasos medios de protección contra la intemperie. Es el medio millón de
desplazados internos, que hoy nadie sabe adónde y en qué condiciones están, ni en qué medida
se han llevado consigo, entre sus ropas, el riesgo del que huyen, con sus necesidades
perennemente insatisfechas. El desastre en Haití es una población mayoritariamente pobre que
hoy se encuentra en las peores condiciones de inseguridad, condiciones que antes del sismo
caracterizaban sobre todo las zonas de exclusión más violenta de los asentamientos precarios
de Carrefour Feuilles, Bel Air o Cité Soleil, entre otros. Hoy, miles de personas que luchaban
diariamente por alejarse de esa realidad de espanto se encuentran sumidas en ella, en la
marginalización extrema, la insalubridad y la intemperie; la desesperanza de quienes tocan
fondo.
La misma información científica sirve para constatar estas aseveraciones: en la historia reciente,
pocos eventos sísmicos de una escala similar habían provocado una cantidad de muertos y
daños tan importantes como los que acontecieron en Haití. Los efectos del sismo superaron los
de todos los terremotos que se han registrado desde 1900, aun aquellos que registraron
magnitudes mucho mayores. La información científica, aún en proceso de estudio, indica que
la liberación máxima de energía del terremoto estuvo orientada hacia las zonas de Léogane,
Petit Goâve y Grand Goâve, hacia el suroeste de Puerto Príncipe, mientras que la ciudad estuvo
sometida a una descarga de energía sensiblemente menor. Los especialistas coinciden en que
la intensa destrucción tiene más que ver con la densidad urbana y el modo de construcción de
viviendas que con la distribución de la energía sísmica [...].
Fuente: Durán Vargas, Rolando. “Terremoto en Haití: las causas persistentes de un desastre que
no ha terminado”. Nueva Sociedad N° 226, marzo-abril de 2010. (Adaptación) Disponible en:
https://nuso.org/articulo/terremoto-en-haiti-las-causas-persistentes-de-un-desastre-que-no-
ha-
terminado/#:~:text=El%2012%20de%20enero%20de,gobiernos%20locales%20qued%C3%B3%
20completamente%20colapsada
Algunos aportes desde las ciencias sociales para entender los desastres.
A continuación, les propongo leer una entrevista realizada a Anabel Calvo, geógrafa, especialista en
temas ambientales y formadora docente en la Ciudad de Buenos Aires en la que subraya la naturaleza
social de los problemas ambientales, la relación entre estos y las desigualdad y algunas pistas para
pensar su abordaje en el aula a partir de los conceptos de riesgo y vulnerabilidad.
E: Los temas ambientales son parte de la agenda pública, también de algunos debates políticos
tanto a escala global como a escala nacional, de hecho se sancionó una ley de Educación
Ambiental Integral que atraviesa todos los niveles del sistema educativo, ¿qué aportes desde la
Geografía pueden enriquecer el abordaje de las cuestiones ambientales en la escuela?
AC: Es importante que los temas ambientales estén en la agenda pública y en la agenda
educativa, en CABA, el Diseño Curricular contempla la dimensión ambiental,
fundamentalmente, en el segundo ciclo y es previo a la creación de la Ley de Educación
Ambiental, con lo cual hay una perspectiva que, desde hace varios años, incorpora desde las
ciencias sociales estos temas. Es importante no sólo la reflexión sino la enseñanza y el
aprendizaje porque a veces parece que es un tema que manejan las ONG ambientalistas y
nosotros desde la ciencia podemos aportar un marco teórico para comprender estos procesos.
La Geografía tiene una perspectiva particular, mira las problemáticas ambientales como parte
de las problemáticas sociales, como una de las dimensiones de estas problemáticas sociales. Por
ejemplo, para abordar procesos de degradación, de erosión u otras problemáticas ambientales
vinculadas con el riesgo ambiental, desde el enfoque de las Ciencias Sociales se pone el foco en
los actores sociales y en las lógicas productivas. Esto nos permite no naturalizar los procesos
que a veces tienden a plantearse a partir de generalidades como las de “salvemos a la Tierra”,
“todos somos responsables”, es decir, con una mirada que no problematiza y que no pone el
foco en los actores sociales que están involucrados porque son sus lógicas productivas las que
provocan algunos de estos procesos que derivan en problemas ambientales.
E: En este sentido, podemos considerar a los problemas ambientales como un tipo particular
dentro de las problemáticas sociales.
AC: Cuando hablamos de un problema ambiental nos referimos a una situación particular en la
que las condiciones de los procesos naturales/sociales presentan algún tipo de degradación.
Como decía antes, procesos vinculados con la degradación, como la desertificación o bien
aquellos relacionados con el riesgo ambiental son problemas sociales porque son las sociedades
las que los generan a partir de alguna situación o de procesos de largo plazo vinculados a la
lógica de los actores sociales, a las formas de producir y de apropiarse de la naturaleza que, en
algunos casos, son formas capitalistas, pero también existen otras modalidades de producción
que también generan problemas ambientales dada su situación de extrema vulnerabilidad.
E: ¿Qué relación guardan estos problemas con la desigualdad social característica de las
sociedades contemporáneas, particularmente, de las sociedades latinoamericanas?
AC: Por ejemplo, podemos pensar los procesos desertificación a partir de un gran productor
que hace un tipo de práctica ganadera en una zona como la meseta patagónica que genere un
problema ambiental por un sobrepastoreo del ganado. Pero también podemos pensar en esa
degradación a partir de productores como pueden ser los crianceros, que por la falta de tierras
y acceso solamente a tierras fiscales, que generalmente son las de peores condiciones, y que,
para lograr su reproducción social, se ven obligados a agotar esos suelos al no tener un manejo
adecuado del ganado y de las posturas. Entonces, hay procesos que derivan en problemas
ambientales que se vinculan con un actor social que puede ser de gran tamaño, con más
recursos, pero también con un pequeño productor, un minifundista, como el criancero que hace
el traslado del ganado a zonas de veranada e invernada de acuerdo a las condiciones
estacionales del clima y siempre en suelos pocos productivos.
AC: El riesgo ambiental tiene que ver con condiciones inseguras dadas por procesos de largo
plazo. El riesgo no se da de un momento a otro. El riesgo impacta de diferente manera según
los niveles de vulnerabilidad social y es, justamente, en los países más desiguales donde se dan
esas catástrofes. Es decir, que las catástrofes o los desastres no son naturales por más que el
evento que lo produce sea de origen natural como un terremoto o una inundación, las
catástrofes son sociales. El Diseño Curricular de la Ciudad a partir de sexto grado propone la
enseñanza de problemas ambientales, entonces, se puede pensar a partir de eventos naturales,
como los huracanes y cómo esto se plantea diferencialmente en un país desarrollado o en un
país en desarrollo. Puede ser a partir de un terremoto, por ejemplo, el caso que se dio en Chile
comparativamente con Haití o bien inundaciones para plantear cómo se resuelven aún en un
mismo país de acuerdo a las condiciones sociales: no es lo mismo, si llegara a haber una
inundación en la ciudad de Santa Fe, en el río Paraná donde los sectores sociales más altos están
instalados en Barrios cerrados que sí sucede en el oeste de la ciudad a partir del desborde del
río Salado donde las condiciones económicas de esa población son mucho más precarias y la
inundación tiene otros efectos con otras características. También, se pueden trabajar los
incendios a partir del concepto de riesgo ambiental y ver cómo impactan las condiciones de
vulnerabilidad. En este caso, tiene más que ver con la vulnerabilidad institucional que con la
vulnerabilidad social, es decir, con políticas que llevan adelante los Estados en relación al tema
de la quema de bosques.
Si nosotros estamos afirmando que la vulnerabilidad social está en relación con la capacidad de
respuesta de los distintos sectores o actores sociales, un elemento central tiene que ver con
cómo se construyó en ese lugar el riesgo, o sea, ver la historia de la población asentada en esa
zona. Por ejemplo, identificar si se ha inundado previamente, quiénes y cómo estaban
instalados en otras épocas; una fuente de información importante para analizar la
vulnerabilidad social de una población son los datos estadísticos, por ejemplo, indicadores sobre
las condiciones de vida de la población que permitan ver qué características tiene, cómo vive,
cuál es la expectativa de vida, qué nivel educativo alcanzó el jefe o la jefa de hogar, cuáles son
las condiciones de la vivienda, si los hogares están bajo la línea de pobreza o no, entre otros,
para ver ciertas condiciones que favorecen a una mayor o menor vulnerabilidad y de esta
manera determinar el riesgo es anticipar hacia quiénes dirigir las acciones de prevención y
mitigación frente a un evento peligroso.
[...] En general se acuerda en que el riesgo representa la probabilidad de daño a una sociedad
por la ocurrencia de un evento particular [...] que se construye socialmente en un proceso
continuo y previo a la catástrofe. Esta perspectiva [...] se opone a la mirada tradicional —aún
vigente sobre todo en el ámbito de la decisión pública— que coloca al desastre en el centro de
la escena, concentrando el esfuerzo de atención sobre la emergencia y sesgando la prevención
y la mitigación hacia el “control” de los procesos peligrosos que disparan tal desastre [...].
Desde el punto de vista analítico, se pueden identificar dos dimensiones constitutivas del riesgo:
la peligrosidad, definida como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno natural o
tecnológico con potencialidad de generar daño (Natenzon, 1998); y la vulnerabilidad, que
refiere a las condiciones sociales, económicas, culturales, etc., que exponen a una población y
21
Claudia Natenzon es Doctora en Geografía. Universidad de Sevilla, España. Profesora Emérita e investigadora de la UBA.
Investigadora Asociada de FLACSO. Ha trabajado para organismos públicos nacionales e internacionales. Dirige el
Diplomado en Conflictos Ambientales y Planificación Participativa, FLACSO-Argentina. Se ha especializado en
problemáticas del riesgo ambiental, el diagnóstico de la vulnerabilidad social, las catástrofes y problemas sociales de
origen climático.
la hace propensa a ser afectada y sufrir daño respecto a una peligrosidad (Lavell, 2002). Son
principalmente las condiciones sociales las que crean el riesgo, dado que un fenómeno natural
por sí mismo no puede presentarse como una peligrosidad si no hay población vulnerable
expuesta. De ahí radica su carácter de construcción social [...].
Fuente: Viand, Jesica y González, S. (2017). Crear riesgo, ocultar riesgo: gestión de inundaciones
y política urbana en dos ciudades argentinas. Programa de Investigaciones en Recursos
Naturales y Ambiente (PIRNA), Instituto de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad
de Buenos Aires.
Dimensiones de la vulnerabilidad
[...] La vulnerabilidad es, pues, un concepto complejo y multidimensional, que comprende, entre
otras cuestiones: a) las condiciones materiales de vida de la sociedad analizada (dimensión
social); b) los aspectos económicos generales que influyen en las condiciones de vida (dimensión
económica); c) las percepciones de la población respecto a las amenazas, lo cual a su vez define
los grados de aceptabilidad del riesgo (dimensión cultural); y d) las carencias y limitaciones en
el plano de la toma de decisión política (dimensión institucional) (González, 2006). Ejemplos de
estos factores de vulnerabilidad son:
Como puede observarse, existen numerosos aspectos que pueden volver a un grupo social más
vulnerable frente a peligros dados. Por lo tanto, es importante tener en cuenta esta complejidad
para no caer en la supuesta relación directa entre pobreza, vulnerabilidad y desastre. Si bien es
cierto que altos niveles de pobreza inciden negativamente porque dificultan la recuperación
post desastre o la preparación previa, no se trata de conceptos uniformes e invariablemente
relacionados. En todos los casos se deberá analizar cuidadosamente el contexto en el que los
desastres ocurren y el real peso de la pobreza en la determinación de la vulnerabilidad. En los
análisis de riesgos, la peligrosidad y vulnerabilidad se relacionan de manera interdependiente:
Fuente: González, Silvia. (2011). “Hacia una gestión integral de los riesgos de desastre”. En:
Gurevich, Raquel (comp.) Ambiente y educación. Una apuesta al futuro. Buenos Aires, Paidós.
(Adaptación)
Actividad
La clase 4 se propone cuestionar la idea de que los desastres son “naturales” sino que estos -
tengan origen en eventos naturales o tecnológicos- dependen del grado de vulnerabilidad de una
sociedad. En las imágenes y en el artículo que leyeron sobre el terremoto en Haití en 2010 hay
pistas para argumentar esta idea y que tampoco se trata de eventos “extraordinarios” o
“repentinos” sino que son las sociedades las que construyen “riesgo”. Desde luego, que cuando
hablamos de “sociedad” estamos generalizando ya que no todos los sectores o actores sociales
tienen el mismo grado de responsabilidad en la construcción del riesgo.
● Natenzon, Claudia. (2013). “La catástrofe del agua fue construida socialmente”. Clarín, 5-4-
2013. Disponible en: La catástrofe del agua fue construida socialmente
● Viand, Jesica y Briones, Fernando (comp.). (2015). Riesgos al Sur. Diversidad de riesgos de
desastres en Argentina. Buenos Aires. Disponible en:
https://www.desenredando.org/public/2015/riesgosalsurArgentina.pdf
Créditos
Autor/es: Francisco Mainella
Mainella, Francisco (2023). Clase Nro. 4: Riesgo ambiental y desastres. Buenos Aires: Ministerio de
Educación de la Nación.